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Parasitosis

La parasitosis es una enfermedad infectocontagiosa que padecen muchas personas,


especialmente los niños. Estos ingresan al organismo a través de la ingesta de alimentos
contaminados o del agua que bebemos. Otros parásitos ingresan a través de la piel,
especialmente por las manos y los pies.

La Organización Mundial de la Salud -OMS- estima que más de dos millones de personas
en todo el mundo, principalmente niños y mujeres embarazadas, están infectadas por
parásitos intestinales debilitantes, que es uno de los problemas de salud más persistente
que causan anemia en lactantes, bajo peso, malnutrición y crecimiento retrasado.
También, el desempeño escolar y las actividades de los niños son afectados.

Los síntomas son generalmente específicos y de intensidad y duración variable.


- Puede haber malestar general.
- Dolor abdominal de localización variable.
- El paciente puede referir anorexia, náuseas y flatulencia.
- Puede haber fiebre dolor de cabeza intranquilidad.
- Insomnio y síntomas de anemia.
- Fatiga, debilidad, mareos y pérdida de peso.

La OMS sostiene que la parasitosis es patológica con un alto componente social. Ésta
podría ser controlada, pero difícilmente eliminada.

Las medidas de prevención contra la parasitosis están vinculadas a la modificación de los


hábitos, la educación y el bienestar de la población.

Medidas preventivas
- Lavarse las manos siempre después de cada actividad.
- No consumir carne o verduras crudas o frutas sin lavar.
- Promocionar la lactancia materna. Se ha comprobado que ésta protege contra parásitos,
principalmente los que originan diarreas.
- Hervir el agua de consumo por un minuto, utilizando esta modalidad como norma,
especialmente cuando la ingieren lactantes y niños.
- No caminar descalzo o con calzado abierto en suelos de tierra o arena húmedos.

¿Por qué desparasitar a nuestros hijos?


Conoce la importancia de desparasitar y con qué frecuencia

Aunque a veces no se quiera pensar en ello, en el cuerpo del niño o de cualquier adulto,
pueden alojarse los llamados “parásitos”; que son una especie de “bichos” que se alojan
en el tracto gastrointestinal.

La manera correcta de eliminar del cuerpo dichos bichitos es desparasitando a nuestros


hijos.

¿Por qué hacerlo?

Sucede que la presencia de parásitos puede ocasionar en los niños dolor abdominal
frecuente, evacuaciones diarreicas e incluso sangrados de su tubo digestivo, trayendo
consecuencias tan severas como lo es la desnutrición y por consiguiente un desarrollo
tanto físico como intelectual limitado.

¿Dónde se adquieren?

Los parásitos son adquiridos a través de los alimentos contaminados y la tierra. Tu hijo
como cualquier otro niño, está en crecimiento y explorando el mundo, razón por la cual a
pesar de darle de comer alimentos perfectamente desinfectados, él tendrá el riesgo de
adquirirlos.

La manera más común es a través de la tierra, los niños se meten gran cantidad de objetos
a la boca que si bien se encuentran “limpios”, siempre existirá el riesgo de que adquieran
alguna infección y/o parásito.

¿Cómo prevenir infecciones?

La mejor manera de prevenir infecciones por parásitos es una buena higiene en el manejo
y preparación de los alimentos, lavarse las manos después de ir al baño y antes de comer.
Además de estos prácticos consejos se recomienda desparasitar a nuestros hijos mayores
de 2 años, mínimo 2 veces al año.

La recomendación…

Para desparasitar a nuestros hijos, o incluso a nosotros mismos, siempre debemos acudir
con el médico. Debes saber que lo que se utiliza para desparasitar es un medicamento,
por lo que es el especialista quien debe indicar la dosis exacta según la edad y peso de
nuestro hijo.

También se recomienda que la desparasitación se realice a todos los miembros de la


familia al mismo tiempo; teniendo en cuenta que las mujeres embarazadas no deben
desparasitarse ya que los medicamentos que se utilizan son considerados teratogénicos,
es decir, que pueden ocasionar alguna malformación al feto/embrión en desarrollo.

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