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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria


Universidad de las Ciencias de la Salud” Hugo Rafael Chávez Frías.
Posgrado Medicina General Integral

Facilitadora: Participante:

Dra.: Lillibet Marín. Gregoria Diaz


C.I.V 13.151.073

26 ABRIL

INTRODUCCION

El sistema Hemolinfopoyetico “Tejido conectivo compuesto por una matriz


extracelular llamada “plasma” en la cual se disuelven diversas sustancias y se
encuentran numerosas células y fragmentos celulares en suspensión.” (“Anatomía y
fisiología humana” Tortora ) Contiene elementos necesarios para la supervivencia de
las células y sus funciones, el sistema linfático es una red de tejidos y órganos que
formado principalmente por:
 Linfa: Un líquido que contiene glóbulos blancos que defienden al cuerpo de
los gérmenes
 Vasos linfáticos: Son los vasos que transportan la linfa por todo el cuerpo, y
son distintos a los vasos sanguíneos
 Ganglios linfáticos: Son glándulas que se encuentran por todos los vasos
linfáticos, junto al bazo, estos ganglios son donde los glóbulos blancos luchan contra
las infecciones.
La médula ósea y el timo producen las células que se encuentran en la linfa.
Ambos también son parte de este sistema.

El sistema linfático elimina la infección y mantiene el equilibrio de los


líquidos del cuerpo. Si no funciona en forma adecuada, el líquido se acumula en los
tejidos y causa una hinchazón llamada linfedema. Otros problemas del sistema
linfático pueden incluir infecciones, bloqueos y cáncer.

La leucemia es un cáncer de los glóbulos blancos. Los glóbulos blancos


ayudan a su organismo a combatir las infecciones. Las células sanguíneas se forman
en la médula ósea. Sin embargo, en la leucemia la médula ósea produce glóbulos
blancos anormales. Estas células reemplazan a las células sanguíneas sanas y
dificultan que la sangre cumpla su función.

Hablamos de linfadenopatía cuando existe una anormalidad en el tamaño,


consistencia o número de los nódulos linfáticos, causada por la invasión ó
propagación de células inflamatorias ó neoplásicas dentro del nódulo. Los nódulos o
ganglios linfáticos son los órganos con más capacidad de reacción del sistema
inmune.
Los síndromes adenopáticos se expresan casi siempre en forma de
adenopatías, aunque en ocasiones es el bazo u otro órgano rico en células linfoides el
que aumenta de volumen.

DEFINICIÓN
La leucemia es el cáncer de los tejidos que forman la sangre en el organismo,
incluso la médula ósea y el sistema linfático, existen muchos tipos de leucemia.
Algunas formas de leucemia son más frecuentes en niños. Otras tienen lugar,
principalmente, en adultos.
La leucemia, por lo general, involucra a los glóbulos blancos estos glóbulos
blancos son poderosos combatientes de infecciones; por lo general, crecen y se
dividen de manera organizada, a medida que el cuerpo los necesita. Pero en las
personas que tienen leucemia, la médula ósea produce glóbulos blancos anormales
que no funcionan correctamente.

SÍNTOMAS

Los síntomas de la leucemia varían según el tipo. Los signos y síntomas


frecuentes de la leucemia son los siguientes:

 Fiebre o escalofríos
 Fatiga persistente, debilidad
 Infecciones frecuentes o graves
 Pérdida de peso sin proponértelo
 Ganglios linfáticos inflamados, agrandamiento del hígado o del bazo
 Tendencia al sangrado y a la formación de moretones
 Sangrados nasales recurrentes
 Pequeñas manchas rojas en la piel (petequia)
 Sudoración excesiva, sobre todo por la noche
 Dolor o sensibilidad en los huesos.

CLASIFICACIÓN DE LAS LEUCEMIAS.

Existen 2 formas de clasificar las leucemias:

1. En función de la rapidez con la que se produce y empeora la enfermedad:


· Leucemias agudas: Se producen con rapidez, y el número de células leucémicas
aumenta rápidamente (prácticamente todas las células que se producen son muy
inmaduras).

· Leucemias crónicas: Se producen lentamente y son mejor toleradas. Al principio,


las células leucémicas se comportan casi como las células normales y, a veces, el
primer signo de enfermedad puede ser el hallazgo de células anormales en un análisis
de sangre rutinario. Si no se tratan, las células leucémicas acaban desplazando a las
células normales.

2. En función de las células afectadas:


· Leucemia mieloide: Comienza en las células mieloides.
· Leucemia linfoide: Comienza en las células linfoides.

Tipos de leucemias
Los tipos más comunes de leucemia son:

 1. Leucemia mieloide aguda (LMA)


 2. Leucemia mieloide crónica (LMC)
 3. Leucemia linfoblástica aguda (LLA)
 4. Leucemia linfocítica crónica (LLC)

A continuación detallamos a que afecta cada tipo de leucemia:

1. Leucemia mieloide aguda (LMA): Afecta a las células mieloides y se desarrolla


con rapidez. Se presenta generalmente en personas a partir de los 65 años. Puede
afectar, aunque en menor proporción, a niños y adolescentes.

2. Leucemia mieloide crónica (LMC): Afecta a las células mieloides y, al principio,


se desarrolla con lentitud. Más de la mitad de los pacientes tienen entre 65 años o
más, y solo afecta a un pequeño porcentaje de niños y adolescentes.

3. Leucemia linfoblástica aguda (LLA): Afecta a las células linfoides y se desarrolla


con rapidez. Se presenta fundamentalmente en niños y adolescentes.

4. Leucemia linfocítica crónica (LLC): Afecta a las células linfoides y se desarrolla


con lentitud. La mayoría de los pacientes tienen más de 65 años. Esta enfermedad
casi nunca afecta a niños o a adolescentes.

FISIOLOGÍA

La transformación maligna tiene lugar en el nivel de la célula madre


pluripotente, aunque a veces afecta una célula madre especializada con capacidad
de autorrenovación más limitada. La proliferación anormal, la expansión clonal y la
disminución de la apoptosis (muerte celular programada) determinan el reemplazo
de los elementos normales de la sangre por células malignas.

Las manifestaciones de la leucemia se deben a


 Supresión de la formación normal de células sanguíneas
 Infiltrado de órganos por células leucémicas.

Los factores inhibitorios producidos por las células leucémicas y el


reemplazo del espacio medular pueden suprimir la hematopoyesis normal, con la
consiguiente anemia, trombocitopenia y granulocitopenia.

El infiltrado de los órganos determina agrandamiento del hígado, el bazo y


los ganglios linfáticos y compromiso renal y gonadal ocasional. La infiltración
meníngea causa manifestaciones clínicas asociadas con aumento cada vez mayor de
la presión intracraneal (p. ej., parálisis de nervios craneales). En general, se cree que
la leucemia aparece cuando algunas células sanguíneas adquieren mutaciones en el
ADN (la información que se encuentra dentro de cada célula y que dirige su función).
Puede haber otros cambios en las células que todavía no se comprenden cabalmente y
que podrían contribuir a provocar la leucemia.

Algunas anomalías hacen que la célula crezca y se divida con mayor rapidez,
y que siga viviendo cuando las células normales ya murieron. Con el tiempo, esas
células anormales pueden desplazar a las células sanguíneas sanas de la médula ósea,
lo que disminuye la cantidad de plaquetas, glóbulos blancos y glóbulos rojos sanos, y
causa los signos y síntomas de la leucemia.

FACTORES ETIOLÓGICOS
Los factores que pueden aumentar los riesgos de manifestar algunos tipos de
leucemia son:

 Tratamientos oncológicos previos. Las personas que se sometieron a


determinados tipos de quimioterapia y radioterapia por otros tipos de cáncer
corren un mayor riesgo de manifestar ciertos tipos de leucemia.
 Trastornos genéticos. Las anomalías genéticas parecen estar relacionadas
con la leucemia. Ciertos trastornos genéticos, como el síndrome de Down, están
asociados con un mayor riesgo de padecer leucemia.
 Exposición a ciertas sustancias químicas. La exposición a ciertas sustancias
químicas, como el benceno —que se encuentra en la gasolina y se utiliza en la
industria química—, está relacionada con un mayor riesgo de padecer algunos
tipos de leucemia.
 Fumar. Fumar cigarrillos aumenta el riesgo de padecer leucemia mielógena
aguda.
 Antecedentes familiares de leucemia. Si a algún miembro de tu familia se le
ha diagnosticado leucemia, tal vez corras un mayor riesgo de padecer la
enfermedad.

DIAGNÓSTICO
Los médicos pueden descubrir la leucemia crónica en un análisis de sangre de
rutina antes de que comiencen los síntomas. Si eso sucede o si tienes signos o
síntomas que indican leucemia, pueden hacerte los siguientes exámenes de
diagnóstico:

 Exploración física. El médico buscará signos físicos de leucemia, como


palidez de la piel por la anemia, ganglios linfáticos inflamados y agrandamiento
del hígado y del bazo.
 Análisis de sangre. Al observar una muestra de sangre, el médico puede
determinar si tienes niveles anormales de glóbulos rojos, blancos o plaquetas, lo
que puede indicar que tienes leucemia.
 Análisis de médula ósea. Tu médico puede recomendarte que te sometas a un
procedimiento para extraer una muestra de médula ósea del hueso de la cadera.
La médula ósea se extrae con una aguja delgada y larga. La muestra se envía a
un laboratorio para que investiguen la presencia de células de leucemia. Las
pruebas especializadas de las células de leucemia pueden revelar algunas
características que se usan para determinar las opciones de tratamiento.

TRATAMIENTO

El tratamiento para la leucemia depende de muchos factores. El médico


determina tus opciones de tratamiento para la leucemia en función de tu edad y tu
salud general, del tipo de leucemia que padezcas y de si se ha extendido a otras partes
del cuerpo, incluido el sistema nervioso central.
Los tratamientos frecuentes que se usan para combatir la leucemia son:
 Quimioterapia. La quimioterapia es la principal forma de tratamiento para la
leucemia. Este tratamiento con medicamentos usa sustancias químicas para
matar las células de leucemia.
Según el tipo que padezcas, es posible que recibas un único medicamento o una
combinación de varios. Estos pueden venir en forma de pastilla o pueden
inyectarse directamente en una vena.

 Terapia biológica. La terapia biológica funciona mediante tratamientos que


ayudan a tu sistema inmunitario a reconocer y atacar las células de leucemia.
 Terapia dirigida. La terapia dirigida usa medicamentos que atacan
vulnerabilidades específicas de las células cancerosas.
Por ejemplo, el medicamento imatinib (Gleevec) detiene la acción de una
proteína de las células de leucemia de las personas con leucemia mielógena
crónica. Esto puede ayudar a controlar la enfermedad.
 Radioterapia. La radioterapia usa rayos X u otros haces de alta energía para
dañar las células de leucemia y detener su crecimiento. Durante la radioterapia,
te recuestas sobre una camilla mientras una máquina grande se mueve a tu
alrededor y dirige la radiación a puntos específicos del cuerpo.

Puedes recibir radiación en una zona específica del cuerpo donde haya una
acumulación de células de leucemia, o puedes recibir radiación en todo el
cuerpo. La radioterapia puede utilizarse como preparación para un trasplante de
células madre.

 Trasplante de células madre. Un trasplante de células madre es un


procedimiento para reemplazar la médula ósea enferma por médula ósea sana.

Antes de un trasplante de células madre, recibirás dosis altas de quimioterapia


o de radioterapia para destruir la médula ósea enferma. Luego, recibirás una
infusión de células madre formadoras de sangre que ayudan a reconstruir la
médula ósea. Puedes recibir células madre de un donante o, en algunos casos, se
pueden usar tus propias células madre. Un trasplante de células madre es muy
similar a un trasplante de médula ósea.

LINFOMA

Es un tipo de cáncer del sistema linfático, que es parte de la red del organismo que
combate los gérmenes, el sistema linfático comprende los ganglios linfáticos
(glándulas linfáticas), el bazo, el timo y la médula ósea. El linfoma puede afectar
todas esas zonas, así como otros órganos del cuerpo.
Existen muchos tipos de linfoma. Los principales subtipos son:

 Linfoma de Hodgkin (antes conocido como «enfermedad de Hodgkin»)


 Linfoma no hodgkiniano.

SÍNTOMAS

Inflamación de ganglios linfáticosOpen pop-up dialog box


Los signos y síntomas del linfoma pueden incluir:
 Hinchazón indolora de los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas o la ingle
 Fatiga persistente
 Fiebre
 Sudores nocturnos
 Dificultad para respirar
 Pérdida de peso sin causa aparente
 Picazón en la piel

CAUSAS
Los médicos no están seguros de las causas del linfoma. Pero comienza
cuando un glóbulo blanco que combate enfermedades, llamado linfocito, sufre
una mutación genética. La mutación le dice a la célula que se multiplique
rápidamente, y se crean muchos linfocitos enfermos que continúan
multiplicándose.
La mutación también permite que las células sigan viviendo cuando otras
células normales morirían. Esto produce demasiados linfocitos enfermos e
ineficaces en los ganglios linfáticos y hace que los ganglios linfáticos, el bazo y
el hígado se hinchen.
Factores de riesgo
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer linfoma se
incluyen los siguientes:
 La edad. Algunos tipos de linfoma son más frecuentes en adultos jóvenes,
mientras que otros se diagnostican con mayor frecuencia en personas mayores
de 55 años.
 Ser hombre. Los hombres tienen un poco más de probabilidades de
desarrollar linfoma que las mujeres.
 Tener un sistema inmunitario afectado. El linfoma es más frecuente en
personas con enfermedades del sistema inmunitario o que toman
medicamentos que inhiben este sistema.
 Contraer determinadas infecciones. Algunas infecciones se asocian con un
riesgo mayor de padecer linfoma, como el virus de Epstein-Barr y la infección
por Helicobacter pylori.

DIAGNÓSTICO
Biopsia de médula ósea Open pop-up dialog box
Los exámenes y procedimientos utilizados para diagnosticar el linfoma
incluyen:
 Exploración física. El médico examina si hay ganglios linfáticos inflamados,
incluidos en el cuello, la axila y la ingle, y analiza si el bazo o el hígado
también están inflamados.
 Extirpación de un ganglio linfático para examinarlo. El médico puede
recomendar un procedimiento de biopsia de ganglios linfáticos para extirpar
todo o parte de un ganglio linfático para realizar pruebas de laboratorio. Las
pruebas avanzadas pueden determinar si hay células de linfoma presentes y
qué tipos de células están implicadas.
 Análisis de sangre. Los análisis de sangre (para contar el número de células
en una muestra de tu sangre) le pueden dar a tu médico pistas sobre tu
diagnóstico.
 Extracción de una muestra de médula ósea para su análisis. Un
procedimiento de aspirado y biopsia de médula ósea consiste en insertar una
aguja en el hueso de la cadera para extraer una muestra de médula ósea. La
muestra se analiza para buscar células de linfoma.
 Pruebas de imágenes. El médico puede recomendar exámenes
imagenológicos para buscar signos de linfoma en otras áreas del cuerpo. Los
exámenes pueden incluir tomografía computarizada, resonancia magnética y
tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés).
Tratamiento.

Los tratamientos para el linfoma que son adecuados para ti dependen del
tipo y la etapa de tu enfermedad, de tu estado general de salud y de tus
preferencias. El objetivo del tratamiento es destruir tantas células cancerosas
como sea posible y llevar la enfermedad a la remisión.

Los tratamientos para el linfoma incluyen lo siguiente:


 Vigilancia activa. Algunos tipos de linfoma crecen muy lentamente. Tú y tu
médico pueden optar por esperar para tratar tu linfoma cuando este cause
signos y síntomas que interfieran en tus actividades diarias. Hasta entonces,
puedes someterte a pruebas periódicas para monitorear tu afección.
 Quimioterapia. La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las
células de rápida proliferación, como las células cancerosas. Los
medicamentos generalmente se administran a través de una vena, pero
también se pueden tomar en forma de píldora, dependiendo de los
medicamentos específicos que recibas.
 Terapia de radiación. La terapia de radiación utiliza haces de energía de alta
potencia, como rayos X y protones, para destruir las células cancerosas.
 Trasplante de médula ósea. Un trasplante de médula ósea, también conocido
como trasplante de células madre, implica el uso de altas dosis de
quimioterapia y radiación para suprimir la médula ósea. Luego, las células
madre sanas de la médula ósea de tu cuerpo o de un donante se infunden en tu
sangre donde viajan a tus huesos y reconstruyen tu médula ósea.
 Otros tratamientos. Otros medicamentos utilizados para tratar el linfoma
incluyen medicamentos con diana específica que se enfocan en anormalidades
específicas en las células cancerosas. Los medicamentos de inmunoterapia
utilizan el sistema inmunitario para destruir las células cancerosas. Un
tratamiento especializado llamado terapia con linfocitos T con receptor
quimérico para el antígeno (CAR, por sus siglas en inglés) toma las células T
que combaten los gérmenes de tu cuerpo, las diseña para combatir el cáncer y
las infunde de nuevo en tu cuerpo.

SÍNDROME ADÉNICO
Se denomina adenopatía a la enfermedad del ganglio linfático. Este síndrome se
caracteriza por el aumento de los ganglios linfáticos (adenomegalia), que pueden
estar localizados o generalizados.
FISIOPATOLOGÍA:
Los linfocitos y las células del reticuloendotelio son los elementos celulares
más importantes de los ganglios linfáticos. Mientras que los primeros (linfocitos T y
B) intervienen en los fenómenos inmunitarios, las células reticuloendoteliales
(histiocitos y macrófagos) tienen como función principal la fagocitosis de cualquier
sustancia extraña al organismo; por ejemplo, gérmenes procedentes de un área cuyos
linfáticos son tributarios de esos ganglios.

Los ganglios efectúan, pues, una filtración mecánica de la linfa eliminando


partículas extrañas, bacterias y restos celulares que pueden haber llegado a la misma
desde las diversas zonas drenadas por los vasos linfáticos. El aumento de volumen de
los ganglios linfáticos (adenomegalias) puede producirse por un aumento en el
número y tamaño de los folículos linfáticos a causa de la proliferación de sus
elementos celulares o por infiltración de células ajenas al ganglio. Esta infiltración
puede ser debida a metástasis de un carcinoma, una leucemia, o producida por los
polimorfonucleares, como se observa en los procesos inflamatorios (adenitis). En las
enfermedades por atesoramiento (tesaurismosis) los macrófagos se cargan de
sustancias lipídicas o de otra naturaleza.

DIAGNÓSTICO POSITIVO
Para comprobar la existencia de ganglios aumentados de tamaño, se hace necesario
conocer previamente la ubicación de las cadenas ganglionares. Recuerde que estas se
encuentran en las regiones laterales del cuello, en las axilas, epitrocleares e
inguinales.

En segundo lugar, es necesario puntualizar los caracteres semiográficos de este


síndrome:
− Localización.
− Temperatura.
− Sensibilidad.
− Si hay necrosis.
− Tamaño.
− Simetría.
− Movilidad.
− Consistencia.
− Si se adhiere a los planos profundos. Otros aspectos que debemos tener en cuenta
son los siguientes:

− Las linfadenopatías pueden ser localizadas o generalizadas.

− El aumento de los ganglios que se localizan en las regiones profundas


(abdominales, mediastínicas) se descubre por la compresión que produce sobre las
estructuras vecinas. Por ejemplo, las linfadenopatías que asientan en el mediastino
pueden producir un síndrome de la cava superior, las del hilio hepático, un síndrome
íctero-ascítico y las lumboaórticas, un síndrome de cava inferior, con edema en
ambos miembros inferiores.

− Cuando se acompaña de calor, hay enrojecimiento de la piel y hay dolor, sugiere


una inflamación del ganglio; puede dar lugar a cuadros de periadenitis, necrosarse y
producir fístulas, como se puede apreciar en la tuberculosis. En las infecciones
crónicas no suele haber edema ni dolor.

− Las adenopatías de las leucemias crónicas y de los linfomas pueden ser grandes,
simétricas, firmes y móviles, pero poco sensibles. − Cuando se trata de un carcinoma
metastásico son pétreas, no dolorosas y no movibles.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

No todas las tumoraciones del cuello siempre son expresión de ganglios


aumentados de tamaño y deben diferenciarse otras causas, como la presencia de
lipomas, quistes branquiales, aneurismas, y otros.

ETIOLOGÍA

Cuando nos enfrentamos a un paciente con una linfadenopatía, son importantes


varias consideraciones. La primera es la edad, la segunda es conocer que los procesos
benignos como causantes de linfadenopatía, decrecen con aquella. La hiperplasia
reactiva del tejido linfoide en respuesta a la infección o a los procesos inflamatorios
es característica de los niños. Las linfadenopatía de las regiones supraclaviculares
están asociadas a procesos malignos intratorácicos o intraabdominales. El
agrandamiento progresivo de los ganglios por más de varias semanas, asociado a
fiebre, escalofríos, sudores nocturnos y pérdida de peso sugiere una enfermedad
sistémica, como por ejemplo: la tuberculosis, una micosis o una enfermedad
linfoproliferativa maligna. Entre las causas de adenopatías y atendiendo a su
localización tenemos las siguientes agrupaciones:

1. Linfadenopatías cervicales: − Infecciones de la cara. − Abscesos dentales. − Otitis


externa. − Faringitis bacteriana. − Mononucleosis infecciosa. − Infección por
citomegalovirus. − Adenovirus. − Rubéola. − Toxoplasmosis. − Hemopatías
malignas. − Linfomas. − Carcinoma de nasofaringe o laringe.

2. Linfadenopatías supraclaviculares: − Enfermedades malignas intratorácicas e


intraabdominales. − Cáncer de mama. − Ganglio supraclavicular o ganglio centinela
de Virchow del lado izquierdo, como expresión de una neoplasia gástrica abdominal.

3. Linfadenopatías axilares: − Fiebre de arañazo de gato. − Metástasis de carcinoma


de mama. − Linfangitis. − Lesiones supurativas de miembros superiores.

4. Linfadenopatías inguinales: − Traumas repetidos en miembros inferiores. −


Infecciones menores de genitales y extremidades Fig. 65.1 Áreas linfáticas de la
región cervical. Inferiores (celulitis). Preauricular y parotídea Yugular alta
Submentoniana Espinal Yugular baja Submaxilar.

Técnica de la palpación de los ganglios linfáticos axilares.

Técnica de la palpación de las diferentes


Áreas linfáticas de la región cervical.
CONCLUSION

EL propósito al realizar este trabajo es encontrar orientaciones claras y


precisas sobre el diagnóstico diferencial de los síndromes, lo cual me facilitará o
ayudará a la hora de realizar las discusiones diagnóstica en las salas de medicina o
áreas de salud, contando siempre con el apoyo de especialistas encargadas de
trasmitir sus conocimiento y guiarnos a los diagnósticos más efectivos en pro del
pacientes para su restablecimiento de salud.

En este material se abordaros los síndromes del sistema hemolinfopoyetico


más frecuentes en la práctica clínica, y de ellos revisamos el concepto, clasificación,
cuadro clínico, diagnóstico etiológico y diferencial.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Grupos de ganglios linfáticos

 Science Saturday: New genetic test classifies lymphomas.April 25, 2020 CDT

 Science Saturday: Quest to unmask an elusive immune cancer. april. 25, 2020,
CDT

 Libro: Mayo Clinic Guide to Stress-Free Living (Guía de Mayo Clinic para
una vida sin estrés)
 Bibliografía- Tresguerres A.F.J. Villanua B.M.A., Lopez-Calderon B.A.
Anatomía y fisiología del cuerpo humano. Mc Graw Hill; p. 75-78 Tortora J.G,
Derrickson B. Principios de Anatomía y Fisiología. 11a ed. : Editorial Medica
panamericana; p.690,693-695 Saladin K. Anatomía y fisiología: La unidad entre
forma y función. 6a ed.: Mc Graw Hill; p. 682-684 Ganong W.F. Fisiología medica.
18a ed.: El manual moderno; p. 556,557

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