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LEUCEMIA
Monografía
LEUCE MIA
Monografía
La leucemia es una entidad patológica que tiene vertientes aun no abordadas por la
ciencia médica, cuya infinidad de observaciones y estudios dirigidos precisan la
búsqueda de soluciones para dar más y mejor estilo de vida al paciente leucémico, quien
en la actualidad tiene un pronóstico muy sombrío y desconcertado, fundamentalmente en
leucemias no linfáticas. Muchos de estos pacientes son niños y niñas, ya que la leucemia
es un cuadro agudo de origen básicamente desconocido por la ciencia, y por ende con un
tratamiento basado en su patología. De ahí, a que la quimioterapia se aplica para el
ataque decisivo a su agente causal; situación que le define una corta supervivencia a las
personas que la padecen. Las estadísticas, en este campo, no revelan ningún estudio
sobre leucemia en niños y niñas. Específicamente desde su punto de origen, esta
perspectiva y muchas interrogantes como por ejemplo: ¿Cuáles son las tasas de
proporción y mortalidad por leucemia? ¿Hay alguna incidencia qué de punto de inicio a
la enfermedad? ¿Cuál es el estado nutricional, y los antecedentes familiares en la
frecuencia de leucemia? ¿En qué condiciones hospitalarias y extra-hospitalarias se trata
al enfermo leucémico? ¿Qué pronóstico tienen estos niños y niñas con los modelos
terapéuticos vigentes? La ciencia médica tiene como reto avanzar en sus estudios a fin
de acercarse a una cura confiable. La leucemia linfoide aguda es la neoplasia maligna
hematológica más común en niños y niñas; también se puede ver en personas mayores
de 30 años, pero generalmente se observa con mayor índice en pacientes pediátricos.
Estas patologías tienen una clasificación o jerarquía, que se posicionan en diferentes
grados y malignidad. Hasta los momentos, la ciencia médica no certifica un tratamiento
específico a los tipos más comunes de neoplasias en niños y niñas y en general de los
pacientes.
Abstract
Índice
Leucemia. 1
Clasificación de la leucemia. 2
Epidemiologia de la leucemia. 3
Tratamiento de la leucemia. 6
Complicaciones de la leucemia. 9
Leucemias neonatales. 17
Signos y síntomas. 18
Tabla de anexos. 19
Referencias bibliográficas. 20
1. Leucemia: Leucemia, (sangre blanca) lo que conocemos como glóbulos blancos,
implica una condición de la sangre, caracterizada por un incremento en el recuento de
leucocitos qué es la parte de la sangre en donde se encuentra el problema originado,
concepto muy limitado, ya que en muchos casos éste no necesariamente está elevado y
solo se limita a (leucemias aleucémicas o subleucémicas), aún más, no es en realidad la
sangre lo anormal, sino los varios tejidos “órganos hematopoyéticos” que producen
dichas células sanguíneas en una forma anormal.
El por qué de esta reproducción, aparentemente sin propósito no es claro todavía, y debe
ser considerada como el problema central en las investigaciones de la leucemia y aún de
toda la medicina misma. Teniendo en cuenta que los estudios realizados en pacientes
pediátricos y no pediátricos, son de gran ayuda y aporte a la ciencia; estos estudios son
hechos mediante técnicas de extracción de medula ósea, en métodos actualizados como
aspiración de medula en el esternón, aspirado en la cabeza del fémur entre otros métodos
que sirven de mucho para la obtención de muestras especiales para el estudio de esta
enfermedad. Para los estudios realizados en distintos centros de salud, o centros de
investigación no solo se limitan a estudiar la forma de descifrar el origen desde el punto
de vista genético, si no qué se extienden más en el estudio de otros tipos de leucemias
qué se han ido detectando a medida qué se estudia a fondo, desde los factores
hereditarios hasta los factores causales; como agentes inorgánicos como factores de
desarrollo de la leucemia y en todas sus clasificaciones.
Puntos clave sobre los conteos normales de células sanguíneas.: Los conteos de
células sanguíneas a continuación corresponden a adultos. Es posible que exista una leve
diferencia de un laboratorio a otro esto depende en cierto modo de los reactivos o de las
condiciones del paciente esto es una referencia estimada, y para los niños y adolescentes.
Conteo de glóbulos rojos:
Hombres: de 4.5 a 6 millones de glóbulos rojos por micro litro de sangre
Mujeres: de 4 a 5 millones de glóbulos rojos por micro litro de sangre
Hematocrito:
La parte de la sangre formada por glóbulos rojos.
Hombres: del 42% al 50%
Mujeres: del 36% al 45%
Hemoglobina:
La cantidad del pigmento de los glóbulos rojos que transporta oxígeno.
Hombres: de 14 a 17 gramos por cada 100 mililitros de sangre.
Mujeres: de 12 a 15 gramos por cada 100 mililitros de sangre.
Conteo de plaquetas: De 150,000 a 450,000 plaquetas por microlitro de sangre
Conteo de glóbulos blancos: De 4,500 a 11,000 glóbulos blancos por microlitro de
sangre
Fórmula leucocitaria:
También llamada “conteo diferencial” (Muestra la parte de la sangre compuesta de
diferentes tipos de glóbulos blancos). Los tipos de glóbulos blancos que se cuentan son
los neutrófilos, los linfocitos, los monocitos, los eosinófilos y los basófilos. Por lo
general, los adultos tienen alrededor de un 60% de neutrófilos, un 30% de linfocitos
aproximadamente, un 5% de monocitos, un 4% de eosinófilos y menos de un 1% de
basófilos en la sangre. Estos valores pueden cambiar de forma abrupta debido a una
infección aquí solo se manejan aproximaciones de valores estándar.
Los linfocitos B son procedidos de los nódulos linfáticos y se identifican por prácticas
de inmunoflorescencia usando un suero o parte solida de la sangre qué se denomina
antiinmunoglobulina conjugado con fluoresceína; también se han explicado tres
superficies receptoras: una para gammaglobulina y dos para componentes del
complemento. Se han hallado de 10 a 25% en sangre periférica de leucémicos y se
supone que el mecanismo de acción es la formación activa de anticuerpos o inmunología
humoral.
Otra clasificación más reciente, divide las leucemias agudas en dos grandes capítulos:
Linfáticas y no Linfáticas.
La leucemia linfoblástica aguda (LLA) por sus siglas, es una enfermedad maligna
caracterizada por la proliferación clonal anormal de las células progenitoras linfoides, lo
que conlleva a falla en la función medular e infiltración local y a distancia de sangre
periférica, meninges, hígado, riñones, bazo, testículos y ganglios, entre otros sitios en
particular. La leucemia aguda es un trastorno maligno de la medula ósea y de la sangre
periférica, caracterizado por aumento en la producción de células inmaduras llamadas
blastos. La LLA es una neoplasia de células precursoras (linfoblasto) comprometidas a
un linaje, ya sea B o T, con afección a medula ósea y/o a sangre periférica. Por
morfología se define como linfoblasto aquella célula de tamaño pequeño a mediano, con
escaso citoplasma, cromatina dispersa y en ocasiones con nucléolo visible. Al igual qué
esta las leucemias no linfáticas se conocen ya qué no afectan a los glóbulos blancos.
Generalizamos la clasificación:
Leucemia linfoblástica (linfocítica) aguda.
Leucemia mieloide (mielógena) aguda.
Leucemia linfocítica crónica.
Leucemia mieloide (mielógena) crónica.
Es importante saber que los pacientes son afectados y tratados de forma diferente para
cada tipo de leucemia. Estos cuatro tipos de leucemia tienen una característica en
común: comienzan en una célula en la médula ósea. La célula sufre un cambio y se
vuelve un tipo de célula de leucemia. La médula tiene dos funciones principales. La
primera función es formar células mieloides. La leucemia mieloide puede comenzar en
estas células. La segunda función es formar linfocitos, que forman parte del sistema
inmunitario. La leucemia linfocítica puede comenzar en estas células.
Si el cambio canceroso o neoplásico tiene lugar en un tipo de célula de la médula que
forma “linfocitos”, es un tipo de leucemia “linfocítica” o “linfoblástica”. La leucemia es
de forma “mielógena” o “mieloide” si el cambio celular tiene lugar en un tipo de célula
de la médula que suele formar glóbulos rojos, algunos tipos de glóbulos blancos y
plaquetas. Para cada tipo de leucemia, los pacientes son afectados y tratados de forma
diferente.
Todas las formas de ALL y AML (leucemias agudas) están combinadas de células
jóvenes que se conocen como linfoblasto o mieloblasto. Estas células a veces se llaman
blastos. Las formas agudas de leucemia avanzan rápidamente sin tratamiento.
La CLL y la CML tienen pocas o ninguna célula blástica. La CLL y CML a menudo
progresan lentamente en comparación con las leucemias agudas, incluso sin tratamiento
inmediato.
Por el efecto similar a una destrucción tisular producido por el repuesto de gran número
de células leucémicas, por necrosis de células normales destruidas por introducción o
por infección uno de los síntomas más comunes o frecuentes de estas personas es el
decaimiento provocado por la anemia qué es causada por una combinación de factores:
disminución de la producción de glóbulos rojos o insuficiencia de la eritropoyesis “
producción de la sangre específicamente de los glóbulos rojos” para compensar la vida
abreviada de los eritrocitos, en caso qué estos sea la célula afectada un componente
hetnolítico y hemorrágico o ambos según su gravedad, la anemia puede causar palidez,
gran parte de la debilidad, disnea, dilatación cardíaca, incluso insuficiencia cardíaca de
gasto elevado. La hemorragia casi siempre puede relacionarse con un número de
plaquetas bajo o en disminución (generalmente menor de 20.000 por milímetro cúbico)
en estudios qué se han hecho pero a veces también se han observado anomalías de
coagulación: Tiempo de coagulación prolongado, disminución del factor V, fibrinólisis
activa e hipofibrinogemia y, en raros casos, presencia de un anticoagulante circulante o
por ingesta de fármacos qué inciden en estos trastornos.
A menos que drenen una zona infectada si es el caso de una infección. El agrandamiento
de las amígdalas, del timo o de los ganglios del mediastino anterior, puede ser tan grande
en la leucemia linfoblástica, que produzca un obstáculo parcial; el tejido linfático de
cualquier parte del organismo, puede estar invadido, creando síntomas locales como los
que simulan una apendicitis aguda. El bazo suele aumentar bastante de volumen o
tamaño para extenderse varios centímetros por debajo del reborde costal, es lo qué se
conoce como esplenomegalia pero quizá nunca resulte palpable durante toda la
enfermedad en ocasiones, en la leucemia linfoblástica aguda, la esplenomegalia puede
ser muy grande en toda la fase de la enfermedad.
El aumento de volumen del hígado tiende a ser moderado tienden a ser hepatomegalias;
el borde duro, y muchas veces doloroso, es palpable a unos centímetros del borde costal
derecho. Ay veces qué se confunden con hepatitis en sus fases, Son frecuentes las
petequias, manifestaciones purpúricas y equimosis hemorragia de los bordes gingivales,
hemorragias retinianas en forma de llama y hemorragias en conjuntivas y párpados. La
exoftalmía uno bilateral se observa en el cloroma, cuando se forman masas verdosas o
nódulos de células leucémicas mieloblásticas en el espacio retro orbitario. Estos son
algunos de los síntomas más comunes o frecuentes en pacientes con esta enfermedad.
Es común el desarrollo de derrames serosos, sobre todo en los espacios pleurales. La
infiltración del estomago o de otras porciones del tubo digestivo a veces e
suficientemente amplia para causar dolor, llagas y signos de irritación.
Muchas veces hay hipersensibilidad esternal. Los cambios neurológicos pueden variar
según los nervios en los cuales se ha producido infiltración, hemorragia, o extensión
directa. Pueden estar afectados nervios craneales, produciendo anomalías de
movimientos oculares, trastornos del enfoque, sordera, síntomas vestibulares y parálisis
facial en algunos casos. La colaboración de las meninges espinales, de las raíces
nerviosas y las neuritis periféricas no son raras. La meningitis leucémica es
particularmente frecuente en niños y rara en los niños; puede observarse incluso durante
el curso de una remisión hematológica lograda terapéuticamente. Los productos
quimioterápicos utilizados para provocar una remisión no cruzan la barrera
hematoencefálica, de manera que las células leucémicas pueden proliferar en las
meninges. La leucemia meníngea está causada por infiltración aracnoidea, en particular
a lo largo del tallo o “tronco” encefálico, resultando de ello obstrucción al curso del
líquido cefalorraquídeo, aumento de la presión intracraneal, incluso hidrocefalia en raros
caso muy severos.
Las expresiones clínicas principales son náuseas y vómitos, cefalea, letargía,
convulsiones, edema de papila, parálisis de nervios craneales, las suturas del cráneo
suelen estar abiertas en niños en ocasiones. El exámen de líquido cefalorraquídeo revela
presión aumentada, pleocitosis de células anormales. Se ha observado a veces
acompañando a la introducción del hipotálamo, hiperfagia, aumento de peso y trastornos
de la conducta (síndrome hipotalámico). En pacientes con trombocitopenia, la
hemorragia intracraneal es fenómeno terminal frecuente y en las crisis blásticas con
recuentos leucocitarios mayores de 100.000 por mm hay hemorragias de la corteza que
cuando es masiva puede extenderse a los ventrículos o el espacio subaracnoideo.
Desarrolla la leucemia: Los galenos no saben las orígenes de la totalidad de los casos
de leucemia pero sí saben qué una vez que la célula de la médula sufre un cambio
leucémico, las células de leucemia pueden multiplicarse y sobrevivir mejor que las
células normales. Con el tiempo, las células de leucemia superan en cantidad o inhiben
el desarrollo de las células normales por defectos de la estructura de la medula. La tasa
de progresión de la leucemia y la forma en que las células suplen las células normales de
la sangre y la médula son diferentes con cada tipo de leucemia.
Leucemia mieloide aguda y leucemia linfoblástica aguda: En estas patologías
neoplásicas, la célula original de leucemia aguda pasa a formar aproximadamente un
millón de millones más de células de leucemia. Estas células se describen como “no
funcionales” porque no funcionan como las células normales. Asimismo desplazan a las
células normales en la médula. Esto causa una disminución de la cantidad de nuevas
células normales originadas en la médula, lo cual da como resultado conteos bajos de
glóbulos rojos y esto conlleva a la (anemia), conteos bajos de plaquetas (riesgo de
sangrado) y conteos bajos de neutrófilos (riesgo de infección).
Leucemia mieloide crónica: La célula de leucemia que inicia esta enfermedad produce
células sanguíneas (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas) que funcionan
similarmente a las células normales. La cantidad de glóbulos rojos suele ser menor de lo
normal, dando como resultado la anemia. Pero aún se producen muchos glóbulos
blancos y a veces muchas plaquetas. Aunque los glóbulos blancos son casi normales en
su forma de funcionar, sus conteos son altos y continúan aumentando. Esto puede causar
problemas serios si el paciente no obtiene procedimiento. Si no se trata, el conteo de
glóbulos blancos puede aumentarse tanto que el flujo de sangre se disminuya y la
anemia se vuelva muy seria.
Leucemia linfocítica crónica: La célula de leucemia que inicia esta enfermedad
produce demasiados linfocitos que no funcionan. Estas células sustituyen a las células
estándares de la médula y de los ganglios linfáticos. Estas interfieren con el
funcionamiento de los linfocitos normales, lo que debilita la respuesta inmunitaria del
paciente. La gran cantidad de células de leucemia en la médula puede desplazar a las
células normales que producen sangre y llevar a un conteo bajo de glóbulos rojos
(anemia). Una cantidad muy alta de células de leucemia en la médula también puede
provocar conteos bajos de glóbulos blancos (neutrófilos) y de plaquetas. A diferencia de
los otros tres tipos de leucemia, algunos pacientes con CLL pueden tener una
enfermedad que no progresa por mucho tiempo. Algunas personas con CLL tienen
cambios tan leves que continúan en buen estado de salud y no necesitan recibir
tratamiento durante períodos largos de tiempo. Otros pacientes necesitan recibir
tratamiento en el momento del diagnóstico o poco después.
Hay muchos subtipos de ALL y se los puede clasificar por medio de pruebas
inmunológicas, citogenéticas y de genética molecular. Algunas de estas pruebas se
pueden repetir durante y después del tratamiento para medir los efectos del mismo.
Según el subtipo o clase, el médico determinará el tipo de fármaco o combinación de
fármacos, la dosis de los fármacos y la duración del tratamiento más adecuados para el
paciente. También decidirá si se necesitan otros tipos de tratamientos, como el trasplante
de células madre en última opción, para lograr los mejores resultados. Para establecer el
diagnóstico de la ALL de linfocitos B, ALL de linfocitos T o leucemia mieloide aguda
es necesario realizar la inmunofenotipificación, un proceso que identifica las células
según el tipo de proteínas (antígenos) de la superficie celular. La “citometría de flujo” es
un ensayo que se puede usar para hacer la inmunofenotipificación. Según las
características físicas y el nivel de desarrollo de las células de leucemia, la ALL se
puede clasificar en dos subtipos principales. Esta clasificación básica ayuda al equipo de
tratamiento a empezar la planificación del tratamiento más adecuado para el paciente.
Los principales subtipos de ALL son. “Leucemia linfoblástica de linfocitos B”,
“Leucemia linfoblástica de linfocitos T”.
En muchos casos de ALL, no se conocen los cambios genéticos y no todos los casos de
ALL presentan los mismos cambios cromosómicos. Algunos son más comunes que otros
y algunos tienen un mayor efecto en el pronóstico del paciente que otros. Otras
características importantes para guiar el enfoque del tratamiento son la edad del
paciente, el conteo de glóbulos blancos, la afectación del sistema nervioso central y la de
los ganglios linfáticos todos estos análisis son de una gran importancia para el estudio
oportuno y diagnóstico temprano de las leucemias.
Otras complicaciones: Pacientes a quienes se les había dado tratamiento profiláctico con
2000 rads y 2500 rads “ radiaciones” craneales y methotrexate intratecal presentaron un
in cremento en la frecuencia de encefalopatía, esto debido a las altas frecuencias de
radiaciones a qué son sometidos y qué debe distinguirse de la infección, leucemia
meníngea, efectos tóxicos de methotrexate o causas desconocidas; ocurren trastornos
gastrointestinales, respiratorios y presión intraespinal normal; pleocitosis sin evidencia
de infección por bacterias y hongos o mico bacterias y también de blastos; en la mayoría
de casos es auto limitada y sólo requiere tratamiento de sostén o de base.
Complicaciones por el tratamiento antileucémicos pueden ser: depresión de la médula
ósea, alopecia, malestares gastrointestinales como nauseas, vómitos y diarrea; porque
son los tejidos de mayor proliferación.
Una de las características clínicas generales son los niños menores de 2 o mayores de 10
años relativamente tienen un pobre pronostico. La sobrevivencia de pacientes entre 2 y 6
años, un grupo particularmente favorecido, fue de 2 veces más largo que la de menores
de 2 años y 1.5 veces que los de 11 a 13 años, esto debido a qué muy pocos tienen las
condiciones físicas para poder sobrellevar los tratamientos y protocolos qué se
requieren para su oportuno diagnóstico y tratamiento. La incidencia de leucemia
linfoblástica en niños y en adultos es similar y la diferencia de mortalidad está más
relacionada por factores socioeconómicos y asistencia médica más que por factores
sociales o étnicos. El porcentaje de remisión y la duración media de vida es mayor en las
personas adultas. Por el siguiente motivo qué debido a qué son enfermedades con
atención especializada esto conlleva a pagar altas sumas de dinero qué muchos pacientes
no pueden costear. La prevalencia de los índices demuestran qué las personas blancas o
de alta posición socioeconómica son los qué, sobresalen de la enfermedad mientras qué,
los pacientes negros tardan en la adquisición de tratamiento por falta de recursos.
En los países desarrollados más qué en los países en vía de desarrollo o qué están en
proceso, la mortalidad por neoplasia en este caso se estudia los índices de leucemia
infantil y ha disminuido de manera importante en los últimos 30 años, mientras que la
incidencia ha permanecido sin cambios, en los países en desarrollo, la incidencia se
mantiene, pero las tasas de mortalidad por leucemia pediátrica continúan siendo altas.
En Colombia específicamente, para el 2008, el 48,2 % de las defunciones por cáncer en
menores de 15 años correspondió a leucemias de cualquier tipo. Esto demuestra qué los
factores socioeconómicos en estos países en vías de desarrollo tiene otros aspectos de
donde poner recursos no teniendo en cuenta qué los índices de mortalidad de esta
enfermedad cada día se eleva. Algunos factores definitivos en el pronóstico de los niños
con leucemias agudas, están conectados con la biología, los subtipos de leucemia y los
factores de índole social. Estos últimos han marcado desacuerdos en los países en
desarrollo, en donde existen problemas para el análisis e inicio del tratamiento oportuno
con el consecuente fracaso del tratamiento. Las principales causas de falla del
tratamiento incluyen: la recaída, la muerte por toxicidad y el abandono o interrupción
del tratamiento por parte de sus familiares bien sea por falta de recursos o por qué el
paciente en este caso niño no puede con los tratamientos para esta patología.
Después de la inicial y relativa fase crónica benigna, la cual usualmente dura cerca de 3
años aproximadamente, la enfermedad entra en una fase maligna apresurada y termina
en crisis blástica. Morfológicamente los blastos pueden tener rasgos linfoides ó
mieloides, sin embargo, su evolución principal es hacia la fase mieloide. Cabe destacar
que en 1.960 Nowel y Hungerford, describieron una aberración cromosómica, en un
hombre con diagnóstico de (L.M.C)., que consistía en la detección de un pequeño
cromosoma del grupo G llamado cromosoma Philadelphia, ya que fue en esta ciudad
donde se demostró por primera vez y que fue asignado al cromosoma 21. Posteriormente
en 1.973 Rowley, con la utilización de las técnicas de bandeo, demostró que no era un
cromosoma 21 seleccionado, sino un cromosoma 22 y que además el segmento faltante
de este cromosoma estaba traslocado al cromosoma 9 en la mayoría de los casos. La
presencia de esta anomalía como único descubrimiento ha sido asociada a buen
pronóstico y mayor sobrevida debido a este resultado se han obtenido información
importante sobre el tratamiento de este tipo de leucemia.
Desde el punto de vista clínico esta neoplasia “ LLA”, se considera habitualmente como
la consecuencia de alteraciones genéticas sin tener en cuenta otras patologías leucémicas
qué también tiene tendencias genéticas, qué incluyen varias anormalidades citogenéticas
no aleatorias, que dan lugar a fallas irreversibles de las funciones de genes críticos, tales
como la proliferación, la diferenciación, la apoptosis y la transcripción de los genes
asociados a la leucemogénesis esto se traduce en la multiplicación descontrolada de
estas células, qué salen a la circulación con condiciones inadecuadas, para cumplir con
funciones determinadas.
Sin embargo, en los últimos años, han surgido cada vez mayores convencimientos que
manifiestan que el fenotipo neoplásico y el procedimiento biológico diferencial de las
células tumorales o neoplásicas, incluidas las leucemias podría explicarse por
variaciones epigenéticas qué incluye una serie cambios en la estructura y organización
del ADN (Acido desoxirribonucleico) , sin alterar la continuidad del mismo;
involucrándose diversos mecanismos, que modulan la expresión génica induciendo
cambios en el fenotipo, que incluyen modificaciones del ADN y las histonas, La
metilación del ADN, es el mecanismo epigenético más distinguido, que es capaz de
alterar la expresión génica, como por ejemplo en los genes supresores tumorales (GST),
los cuales tienen como función principal, regular el aumento y multiplicación de la
célula. Recientemente se ha demostrado en pacientes con LLA, es por esto qué, desde
hace más de una década se están realizando investigaciones para determinar un patrón o
perfil de metilación de (GST) típico de leucemias, en este caso orientadas en el tipo
linfoide aguda; este perfil se ha utilizado como un biomarcador de diagnóstico,
pronóstico y predicción de la respuesta al tratamiento.
18. Signos y síntomas: Algunos signos o síntomas de la leucemia son similares a otras
enfermedades más comunes y menos serias. Algunas pruebas específicas de sangre y de
médula ósea son necesarias para realizar un diagnóstico. Los signos y síntomas varían
basándose en el tipo de leucemia. Para la leucemia aguda, incluyen:
Dificultad para respirar al hacer actividades físicas
* Piel pálida
*Fiebre leve o sudores nocturnos
*Cortes que demoran en cicatrizar y sangrado excesivo
*Marcas amoratadas (moretones) sin un motivo claro
*Puntos rojos bajo la piel, del tamaño de una cabeza de alfiler
*Dolores en los huesos o articulaciones (por ejemplo las rodillas, las caderas o los
hombros)
*Conteos bajos de glóbulos blancos, especialmente de monocitos o neutrófilos.
Los signos y síntomas de las leucemias tienden a progresar lentamente. Las personas con
leucemia pueden sentirse cansadas y tener dificultades para respirar haciendo las
actividades diarias. También pueden tener un bazo agrandado (lo que provoca una
sensación de “pesadez” en el lado izquierdo superior del abdomen), sudores nocturnos y
disminución de peso. Queda claro qué estos síntomas son de carácter generalizado pero
puede qué varié en cada paciente.
18. Tabla de anexos:
A)
B)
C)
Corresponden a las patologías por leucemias se muestran los tipos de células afectadas
por neoplasias. A): Leucemia linfoide aguda, B): Alteración plaquetaría, C): Leucemia
linfática crónica.
Cariotipo femenino, muestra trisomía del cromosoma 22 (47, xx + 22).
Alteraciones cromosómicas en leucemia mieloide crónica.
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