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DESARROLLO HISTORICO SOCIAL DE LLALLAGUA

2.1. Reseña histórica del municipio de Llallagua

2.1.1. Periodo prehispánico

Hacia 1.100 d.c se efectúa la caída del el Imperio Tihuanacota, efecto de ello la
disgregación del altiplano continental fue inminente, habitándose por varias
etnias aymaras que circunscribieron su habitad en determinadas regiones de
la meseta altiplánica lograron desarrollar lo que hoy identificamos como los
Señoríos Aymaras, que en su generalidad fue conocida como el Collasuyo.

Los Pacaxa, Lupaqa, Qulla Charka, Carangas, Quiruas, Collas, Quillacas,


Yamparas y entre ellas los Charcas, el que significaría la etnia mas importante
para nuestra historia.

Según T. Bouysse el señorío Charcas quedaba situado, en la que hoy


denominamos el norte de Potosí, el cual limitaba al norteeste con el
imperio Umasuyo, al oeste con los Pacajes, al suroeste con los Soras, al
sur con los Chuis y al sureste con los Yampara, actual región de
Chuquisaca y el norte Tarijeño.

Figura Nº 1: Mapa histórico de los ayllus

Fuente: T. Bouysse. En Mesa – Gisbert. Pág. 31


El señorío Charcas era un territorio vasto, se extendía desde la cordillera de los
Andes hasta las cabeceras de valle colindantes con el señorío Yampara
(actualmente Ravelo y Ocurí), de oeste a este; desde el Salar de Uyuni hasta la
meseta septentrional, de norte a sur. “Abarcaba una superficie de 30.000
kilómetros cuadrados, en la que incluían: los pueblos de Sacaca, Chayanta,
Tiquipaya, Tomata, Moscarí, Cochabamba y Santiago de Paso”. (MESA –
GISBERT, 2001: 39).

Según se conoce, la organización política se basaba en una estructura


territorial marginal, conocida hasta la actualidad como “parcialidades” que
sustituía las bases territoriales internas, los grupos sociales que situaban la
parte norte del señorío se denominaban “aransaya” (los de arriba) y los que
habitaban la parte inferior “manqhasaya” (los de abajo).

“…el señorío Charka que estaba dividido en dos mitades o


parcialidades: la de arriba aransaya alaxsaya, con el gran Ayllu
Sukaka y la de abajo Urinsaya o Manqhasaya con el gran Ayllu
Chayanta. El ultimo a su vez estaba dividido en seis Ayllus mayores:
Chayantaka, Sikuya, Laymi, Puraka, Karacha y Chullpa”. (PDM –
LLgua, 2008-2012: 9).

La constitución de los grupos étnicos, limitó por varias décadas un sistema


político que en la actualidad aun mantiene ciertos resabios. En su generalidad
el asentamiento y desarrollo de los ayllus aun sigue vigente con algunas
modificaciones territoriales, correspondientes sobretodo a causas
socioculturales, sin embargo podemos identificar que el gran ayllu Chayanta
aun percibe y circunscribe los ayllus, que en la actualidad, ciñen el municipio
de Llallagua, más aun, los efectos sociopolíticos siguientes en la historia
boliviana anexaron en las ultimas décadas el desarrollo e independencia social
de otro ayllu hoy representada en el ayllu Sicuya, como veremos en las
siguientes paginas.

2.1.2. Periodo colonial


El entronque de los dos mundos pospuso un desarrollo diferencial del que trajo
la colonia en el territorio altiplánico. Los Señoríos aimaras en el umbral de su
desarrollo e independencia social, de pronto se encontraron ante una situación
de dominación y dependencia más allá del que la conquista incaica les había
fraccionado.

El periodo de la colonia se caracteriza básicamente por relaciones de


producción feudal y de tributo, de pronto el campesino quien respondía
únicamente a la unidad familiar y al ayllu ahora lo hacía, y con mayor primacía,
a la corona española.

“En el periodo colonial, por efecto de la conquista española que


buscaba el fin del desarrollo autónomo de las sociedades andinas,
se introdujo en éstas un nuevo esquema de gobierno orientado a
satisfacer las necesidades de la corona española
consiguientemente los antiguos señoríos fueron derrotados y
asimilados al nuevo orden. Los Charka quedaron sujetos a una
capitanía de mita. Velando sus intereses, el Virrey Toledo (1572)
impuso el sistema de reducciones que consistía en reunir en
pueblos de reducción a toda la población de los ayllus que vivían
dispersadas en comunidades y pequeñas estancias ello con fines
administrativos de control de tributo, acceso a mano de obra para la
mita, sobre todo para las minas de plata de Potosí y para el
adoctrinamiento religioso. En aquella época el sistema de la mita
tuvo consecuencias desastrosas para los ayllus, puesto que produjo
un despoblamiento debido a que los mitayos no retornaban a sus
lugares de origen y también a que muchos huyeron a otras regiones
para evadir este tipo de trabajo forzado. El nuevo sistema de
ocupación espacial desestructuro también la autonomía económica
de estos grupos y creó las condiciones para una economía
íntimamente ligada a la minería y para la formación de las
haciendas en las tierras usurpadas a los ayllus. Los Kuraka de los
Ayllus del Norte Potosí, como estrategia de sobrevivencia,
establecieron un pacto asimétrico con la corona española. Aceptar
el pago del tributo ya sea en dinero, trabajo o especies a cambio de
que se respetaran sus derechos sobre sus territorios, el manejo de
sus recursos y su autoridad local. Pese a ello durante la Colonia se
produjeron muchos conflictos, pero la resolución favorable de estos
conflictos para un ayllu u otro dependió, en gran medida de la
habilidad de los kuraka para negociar y demostrar que las tierras en
disputa pertenecieron a sus antepasados. Pese a la
desestructuración de las formas de organización andina y a la
supresión del poder en los niveles superiores de autoridades, la
antigua estructura organizativa se mantuvo latente y pudo
reconstituirse en ciertos momentos históricos”. (MENDOZA Y Otros,
1994:12)

El despojo territorial fue a rangos de apropiación extractiva minera o de


producción estacional, las tierras de los ayllus fueron trabajados en su mayoría
por los mismos integrantes del ayllu ha diferencia de la tributación a la corona y
los postulados hacendados o apoderados (designados por la corona española
para la administración productiva). Un fenómeno que siguió a éste modo de
producción fue la apropiación consuetudinaria de estos apoderados, que a lo
largo de dos décadas impusieron otros tributos de índole personal, recargando
responsabilidades tributarias a los campesinos y al ayllu.

Las haciendas más representativas de la época quedan identificadas con las


de: El Tranque, La Estancia Maria del Carmen, Anda Willque y Bombo España.

No se pudo erradicar la cultura aimara, al contrario, se desarrollo una serie de


procesos de aculturación entre los españoles y migrantes quechuas, resultado
de ello, es que hoy se cuenta entre la población actual una fluidez de las tres
lenguas: aimara, quechua y castellano.

2.1.3. Periodo republicano

Se caracteriza por dos importantes acontecimientos que configuraron las


nuevas relaciones de producción: la tributación individual, que gestionó la
subsiguiente Ley de Exvinculación y la venta estatal de la tierra.
Tras la declaración de la independencia, las relaciones de producción
sostenidas y desarrolladas en la colonia expresaban cierta intencionalidad en el
nuevo estado. El ayllu había quedado por más de medio siglo a la sombra del
tributo comunal, la República sostenía que ésta clase de tributo es ofensivo al
trabajo individual desarrollado en las poblaciones concentradas, por tanto debía
ser eliminada como forma económica.

“En el periodo republicano con la independencia constituida la república


de Bolivia el nuevo estado mantuvo el modelo tributario colonial. Los
Ayllus se opusieron a esta porque atentaba contra su organización y el
sistema de tenencia de la tierra. Además no podían asumir el riesgo del
pago individual, porque era más solidario y seguro era el pago por el
ayllu. Para mantener el tributo, el estado tuvo que asumir medidas de
protección a las comunidades indígenas, afectando los intereses del
mestizo y blancos que buscaban extenderse y consolidar sus
propiedades sobre las tierras originarias. Pero en 1874 a partir de la Ley
de Exvinculación de tierras, con la propuesta de extinción definitiva de
los ayllus por ser una forma de organización primitiva que limitaba el
progreso, se propicio la privatización de la tenencia de la tierra a través
de la creación de un mercado de tierras.

Frente a esta ley, pese a la oposición de los ayllus y el acuerdo de


preservación del territorio de los ayllus a cambio de tributo algunas
acciones realizadas en revistas permitieron a criollos y mestizos obtener
títulos de propiedad que les sirvieron para extender sus propiedades
sobre tierras originarias. Los conflictos por la usurpación a la propiedad
de los ayllus se prolongaron hasta mediados del siglo XX. La Ubicación
de las minas de estaño (mineral en auge desde fines del siglo XIX hasta
1985) en tierras de los ayllus del Norte Potosí y del sudeste del
Departamento de Oruro, generaron una nueva situación de conflicto, ya
que estas tierras que produjeron tanta riqueza, fueron cercenadas a los
ayllus: Chullpa y Kharacha, sin dejarles indemnización ni beneficio
alguno. Pese a que las minas se hallaban en territorios poblados, se
tuvo que buscar mano de obra de los valles de Cochabamba debido a
que los miembros de los ayllus se vincularon a esta actividad solo como
fuerza de trabajo estacional u ocasional de acuerdo a cierto tipo de
necesidades económicas de las familias”. (MENDOZA Y Otros, 1994:12)

Más aun el asentamiento de poblaciones civiles era inminente, entre ellas los
subsiguientes asentamientos de Llallagua y Uncía, a la par de aquellos
campamentos mineros que lograban concentrar a todo migrante en busca de
trabajo.

Puede señalarse que gran proporción poblacional se concentro en primera


instancia en los campamentos mineros, dado la dinámica social y las
necesidades inherentes a la habitabilidad, se desarrollo el comercio regional,
en la que los ayllus y el campesino en general jugó un papel muy importante en
la consolidación del asentamiento “civil” de la futura Llallagua, toda vez que el
consumo de la producción agrícola sobrepaso el ayllu.

La demanda de alimentos, desarrollo en gran medida el comercio interno de la


población minera, desarrollo la concentración y la constitución de familias
“civiles” comerciales migrantes. Introdujo demandas urbanas cada vez mas
específicas, el mercado se intensifico por rubros, de manera que la
concentración poblacional ya no era estacional, más al contrario, lo constituyo a
la imagen actual.

La llegada de familias comerciales, expertos mineros (profesionales), ex


hacendados, inversionistas tanto en comercio como en minería, fueron
tipologías sociales que reconstituyeron la imagen poblacional de Llallagua, más
aun los que determinaron la reproducción social de la población.

2.1.4. Llallagua 1800 - 19000

Según relatos, ya antes de la ley de Exvinculacion de tierras (1874), Llallagua


era un rancherío con seis o siete casas habitadas de cincuenta a setenta
campesinos. “(…..) a partir de 1860y 1888 empezó el cateo de minerales en las
faldas del Stock Llallagua, Posteriormente, explotados por el magnate Minero
Simón I. Patiño, dueño de la mina “La Salvadora” (anterior a los otros mineros
como Pastor Sainz). ( Cosso, 1998: 34). La tradición oral recuerda que estas
minas ya fueron explotadas por los INK, Posteriormente por el español Juan del
Valle y a finales del siglo XIX , se instalo la compañía minera Chilena a la que
le sucede el minero Simón I. Patiño. ( PAC-C, 1994: 9). En su origen, Llallagua
estaba constituida con formaciones de una especie de patios pequeños
cubierto con piedras llamadas “Llama Canchas” donde actualmente esta
situada la Iglesia y la Plaza 10 de Noviembre, las pocas viviendas rusticas que
existían, fueron construidas por la Compañía Estañifera Llallagua para sus
trabajadores (hoy calle Ballivián).

“En 1899 Llallagua fue creada como cantón por D.S. del 27 de
diciembre. Años después, por ley del 22 de Diciembre 1957, fue
instituida como capital de la Tercera Sección Municipal de la
provincia Rafael Bustillo del Departamento de Potosí, adquiriendo
su independencia administrativa, con relación a la comuna de su
Capital Uncía. A partir del 1ro de Agosto de 1958. Finalmente por
ley del 10 de Noviembre de 1986 es reconocida como ciudad. Por
estar ubicada en las faldas de los ricos yacimientos de Juan del
Valle, Espíritu Santo, La Salvadora y adyacentes al campamento de
Siglo XX”. (PDM-LLgua., 2008-2012: 24-25).

2.1.5. Llallagua 1952 – 1960

Una nueva frontera se abre a lo largo de esta década en los territorios de la ya


ciudad de Llallagua. Los nuevos acontecimientos políticos sobretodo en la
reivindicación de los derechos civiles, se constituyo la progresiva apropiación
legitima de la tierra por parte de los ayllus.

El derecho al voto universal gesta el reconocimiento del campesino como


sujeto económicamente productivo al estado y a la sociedad boliviana, por
consiguiente la manifestación de los intereses sobre la tierra se plasma en la
Reforma Agraria determinando la identificación de la tierra con el trabajo , por
tanto de la comunidad y los derechos naturales del ayllu sobre ella.

“Después de la Reforma Agraria (1953), en el Norte Potosí la


mayoría de los ayllus lograron sus títulos en lo proindivisivo
impidiendo, de esta manera, la fragmentación de la tierra comunal;
manteniendo así el control del ayllu sobre la distribución y rotación
de las tierras entre sus miembros”. (PAC-C,1994). (PDM-LLgua.,
2008-2012: 25)

A partir de estos hechos fundamentales es que sucede la demarcación


“historica” de los ayllus Chullpa y Sicuya, que en la actualidad carece de
formalidad legal, sin embargo se constituye un holograma natural sobre la
pertenencia y acceso a la tierra en la región.

La ciudad de Llallagua queda exenta por el respaldo estatal, siendo que toda
población minera y similar que desempeñe una función económica para el
estado queda respaldada con pleno derecho sobre sus funciones económicas.
Es así que la población minera se manifiesta sobre el desarrollo estañifero,
sobretodo como el ícono de la subsiguiente nacionalización de las minas:

“Después de la revolución del 9 de abril de 1952 y con la


nacionalización de las minas de Patiño, Hoschschild (en 1952,
todas las minas se ponen bajo control estatal, incluidas las de Siglo
XX y Catavi) el 31 de Octubre de 1952, Llallagua y Siglo XX se
constituyen en un centro de gran comercio; donde hoy es el colegio
Siglo XX América, se tenía el Mercado Comercial de diferentes
productos, ropa y abarrotes. Llallagua toma las riendas de un
progreso a todo nivel. La Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL)
había volcado su atención para cambiar radicalmente las
condiciones de trabajo anteriores, forjando el andamiaje de una
mejor estructura administrativa laboral”. (COSSO. 1998: 46).

2.1.6. Llallagua 1980 - 1990

La administración estatal de las minas continúan hasta los años de


1985 -86, fecha en la que se produce la debacle minera. Mediante
presiones políticas se consigne el retiro voluntario de los
trabajadores mineros para una posterior “relocalización” que hasta
la fecha no se ha cumplido.
Con el D.S. 21060 La relocalización de los mineros origino una
creciente migración de la población a otros departamentos del país;
familias integras abandonaron sus casas en búsqueda de mejores
oportunidades. Hoy, si bien el éxodo de las familias no ha cesado,
muchos inmigrantes retornaron a su tierra de origen los mas
consolidaron sus raíces en Llallagua y otros emigrantes buscan
mejores condiciones de vida a través de la generación de algunos
ingresos económicos extra, a través del empleo en actividades
terciarias y que no requieran de mano de obra muy calificada.
(PDM-LLgua., 2008-2012: 25 – 26)

Hubo quienes migraron a las ciudades capitales de departamento, al extranjero


(preferentemente a la Argentina), y otros que se desplazaron a sus lugares de
origen, entre los provenientes de otras ciudades o ayllus.

Internamente la “relocalización” causo una dinámica sedentarización entre


Llallagua, Uncía y Catavi. Ex empelados mineros de la COMIBOL ahora
buscaron espacios laborales alternos en las mismas poblaciones concentradas,
y haciendo uso de sus conocimientos y relaciones sociales desarrollados a lo
largo de sus estancia en la región lograron asentarse en sus mismos lugares o
entre ellas.

Las poblaciones de Catavi, Andavilque y El Tranque entre otras, fueron las más
afectadas poblacionalmente, toda vez que la concentración de habitantes en
éste distrito era eminentemente minero, tras el 21060, quedo técnicamente
abandonada, sin embargo, distritos como Cancañiri, La Salvadora y Siglo XX
mantuvieron su densidad demográfica, debido al anexo población con la urbe
llallagüeña.

En la actualidad la ciudad de Llallagua se compone por diversas clases


sociales, de origen y lengua, que están asentadas entre los campamentos
mineros y las villas suburbanas que han ido constituyéndose a lo largo de los
últimos años.
Dada las relaciones económicas, a lo largo de la historia llallagüeña, entre el
campo y la ciudad, la composición de la población fluctúa en tres tipos de
habitantes: 1) urbanos, referido a aquellos que nacieron se desarrollaron en la
urbe; 2) inmigrantes estacionarios, expresados en aquellas familias que aun
pertenecen el derechos y obligaciones con el ayllu de origen pero que viven en
la ciudad de Llallagua, y; 3) originarios, aquellos que viven en los ayllus pero
que mantienen relaciones económicas y sociales con la ciudad.

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