Es una técnica utilizada en investigación biomédica y de diagnóstico clínico, es un
método analítico que permite la medición rápida de ciertas características físicas y químicas de células o partículas suspendidas en líquido que producen una señal de forma individual al interferir con una fuente de luz, esta técnica está diseñado para estudiar partículas en suspensión en un medio líquido como la sangre, médula ósea, LCR o en producidos en patologías como derrames pleurales, derrames sinoviales. En el momento del diagnóstico en niños con leucemia se realiza un aspirado de médula ósea que se encuentra infiltrada de células leucémicas. Esta muestra consiste en la preparación de varios tubos que combinan un número amplio de anticuerpos que reconocen marcadores específicos de los estadios madurativos de los linfocitos B o T, o de las células mieloides para así identificar el linaje de la leucemia y su estadio madurativo, la obtención de marcadores específicos de la leucemia ayuda para obtener muestras de médula ósea una vez que ya se ha iniciado el tratamiento. Una aplicación de la citometría de flujo que se está desarrollando en la actualidad en el campo de las leucemias es la detección de células leucémicas en el líquido cefalorraquídeo, para lo que presenta mayor sensibilidad que la citología convencional. En hematopatías no malignas como las inmunodeficiencias para algunas donde el citómetro de flujo se utiliza como una herramienta diagnóstica, la ausencia de alguna población linfocitaria específica como linfocitos T, linfocitos B, linfocitos NK; en el caso de inmunodeficiencia por déficit de HLA clase II por parte de los linfocitos y monocitos en muestras de sangre se detectan fácilmente con la citometría, también en el síndrome linfoproliferativo autoinmunitario también es de utilidad para su diagnóstico sin embargo en este caso el número elevado de linfocitos T que no expresan CD4 ni CD8 (linfocitos doble negativos) es un criterio diagnóstico. El uso de la citometría para el trasplante hematopoyético, En algunos centros se realizan técnicas de manipulación celular en el inóculo antes del trasplante de donante alogénico o haploidéntico. El objetivo es eliminar los linfocitos maduros que pueden ocasionar la enfermedad injerta contra huésped (EICH). Al final del procedimiento y antes de infundir las células recuperadas, el médico necesita conocer la cantidad de progenitores y la cantidad de linfocitos contaminantes del inóculo. Esta información se consigue mediante citometría de flujo realizada sobre una muestra del producto que se trasplantará. Después de realizar un trasplante hematopoyético, las células infundidas deben regenerar tanto la hematopoyésis como el sistema inmunitario a lo largo del tiempo y la recuperación normal aumenta el riesgo de infecciones. Cuando el trasplante es alogénico o haploidéntico, la reconstitución inmunitaria puede acompañarse de EICH. La citometría de flujo puede ayudar a estudiar la cinética de la reconstitución inmunitaria postrasplante. La citometría de flujo es un estudio de laboratorio que se utiliza para el diagnóstico para diferentes tipos de enfermedades, es de gran importancia para la diferenciación de diferentes neoplasias hematológicas ya que es capaz de decirnos el tipo de población celular y las células progenitoras que están afectadas, en los trasplantes hematopoyéticos se manipula el injerto que será trasplantado y así poder infundir células recuperadas al receptor. Bibliografía Ramírez Orellana, M., 2012. Citometría De Flujo: Qué Puede Aportar Al Diagnóstico Hematológico En Pediatría. [online] Classroom.google.com. Available at: <https://classroom.google.com/u/2/c/NDg3ODY3NTAyMjJa/a/MTA0NjE5MjgwOTQ y/details> [Accessed 25 May 2020].