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DÍA 5 Y 6 :

LEALTADES FAMILIARES
Las famosas lealtades familiares inconscientes.
A veces no podemos dejar de ser fieles a nuestro clan porque sino seríamos expulsados.
LEALTADES FAMILIARES INCONSCIENTES que pueden LIMITAR TU VIDA y HACERTE VIVIR UNA
VIDA QUE NO ES LA TUYA‼️‼️
LEALTAD INVISIBLE es aquella lealtad formulada e inconsciente hacia un ancestro o familiar que nos
impulsa a repetir una conducta de un modo ciego, sobre el que no tenemos el menor control. El término
LEALTAD INVISIBLE se debe al psiquiatra húngaro Ivan Boszormeny-Nagy quien, junto a Gerladine M.
Spark, publicó el libro “Lealtades Invisibles”. Boszormeny-Nagy, asegura que los trastornos, dolencias y
problemas de los humanos, provienen de un desequilibrio en el dar y recibir dentro del sistema familiar.
Da lo mismo si ese humano ha muerto hace mucho o poco tiempo, si sigue vivo, si nos caía bien o mal, si
fuimos afín o no, si tuvimos contacto o no, la lealtad a ese humano nos impulsa a repetir conductas que
esa humano llevaba a cabo, o aún lleva a cabo (sí está vivo) e incluso muy habitualmente nos hace repetir
literalmente, su vida entera como si fuera una gran historia que se perpetúa.
Por ejemplo: Una mujer fue infeliz en el amor y sus hijas repiten esa infelicidad con recurrentes fracasos en
su vida de pareja. ...El mensaje de la lealtad es el siguiente: “si mi madre no fue feliz, nosotras no tenemos
derecho a serlo”.
Otro ejemplo: Un hombre muere prematuramente de manera brusca y alguien, quizá nosotros, sufrimos un
accidente o fallecemos en el aniversario de su muerte décadas después.
Aquí un ejemplo más: Un niño nace como consecuencia de la muerte de otro. La madre se empeñó en
quedarse embarazada y luego se arrepiente y aborta prematuramente porque se lo formulo o
inconscientemente. Pocos años después tiene otro hijo e incluso le pone el mismo nombre o parecido, que
le hubiera puesto al hijo que no llegó a nacer. Este segundo niño, que si ha nacido, pagará por ello toda su
vida… pues él vive gracias a la muerte de su hermano no nacido... Posiblemente sea muy leal, de forma
inconsciente, a su hermano muerto y siempre sienta que le falta algo, que no está completo elementos
como la melancolía, la tristeza o conductas auto-destructivas le harán mucho daño, pues nota
inconscientemente que no tiene derecho a la vida… ¿Qué derecho tengo yo a vivir si otro murió para que
yo naciera? Y si el no paga la deuda, sus descendientes lo harán.
Nuestro inconsciente recuerda TODO, absolutamente TODO sobre el árbol familiar hasta la séptima
generación, conoce la historia familiar, los secretos, las verdades, las mentiras, lo que ha sido ocultado por
uno o varios miembros, lo que ignoraron, lo que se ha escondido u olvidado, lo que es evidente y lo que no
lo es. Si hubo crímenes, suicidios, abandonos, infidelidades, traiciones, violaciones, muertes, accidentes,
ruinas o graves atentados a la dignidad de los miembros de tu clan, tu inconsciente lo SABE.....
Los asuntos no resueltos de los sistemas familiares en generaciones anteriores y las injusticias cometidas
dentro y fuera del sistema familiar pueden, inconscientemente, afectar la vida de las familias
manifestándose en alguno o varios miembros del sistema, enfermedades inexplicables, suicidios,
depresiones, relaciones conflictivas, trastornos físicos y psíquicos, dificultad para encontrar pareja, para
prosperar económicamente y tener éxito en la vida, comportamientos compulsivos, etcétera.
LAS LEALTADES FAMILIARES
Esas lealtades familiares que tanto daño causan…
La lealtad es ese lazo que nos une a la familia por las expectativas que se han formado dentro de dicho
núcleo.
Por medio de ésta lealtad, de estas expectativas familiares, es que vamos adquiriendo compromisos
subconscientes a lo largo de nuestra vida. Se busca estrechar los lazos de sangre, se intenta la
supervivencia biológica y sobre todo, mantener el linaje familiar.
Para que cualquier miembro de la familia, sea éste un hijo, un tío, un primo, sea considerado parte de la
familia, del clan, éste ha de interiorizar sus expectativas personales. Ha de esconderlas, guardarlas y
ocultarlas del resto del clan.
Este miembro de la familia debe asumir comportamientos esperados por los demás, debe mantener las
mismas creencias, debe adquirir los mismos comportamientos y reacciones y sobre todo, someterse a la
evaluación y juicio de los demás miembros.
De hecho, es bien aceptado por el clan, que dicho miembro padezca, sufra frustración y gracias a ello, se
integre aún con mayor fuerza al grupo.
La familia, analizándola desde afuera, resulta ser como una secta. Sí, una secta.
Nadie puede pertenecer a dicha secta, si se niega a seguir los mandatos, si no se alinea a la par de los
demás miembros.
Todo aquel que se niegue a seguir la filosofía y costumbres de la secta, será repudiado. Y es así, como las
nuevas parejas de los hijos, los nuevos amigos o compañeros de trabajo, pueden llegar a ser parte
importante de la familia o ser obligados veladamente a salir corriendo.
De igual forma, todo nuevo nacimiento, viene cargado ya de un gran costal de expectativas y planes.
Toda la familia tiene en mente cómo deberá ser educado el nuevo miembro, qué creencias le serán
impuestas y qué libertades serán permitidas. Sembrándole al nuevo miembro, una culpa inconsciente si
acaso desea desobedecer al clan. Si acaso piensa por un segundo, ser desleal.
Existen dos tipos de Lealtad Familiar.
1. La Lealtad Familiar Consciente.
2. La Lealtad Familiar Inconsciente.
En la primera, el miembro de la familia participa conscientemente en todos los planes, proyectos, ideologías
y lucha junto a su grupo felizmente y satisfecho, porque comulga con las ideas manejadas, las apoya y
comprende.
En la segunda, el miembro de la familia sufre, se queja, no está de acuerdo con la forma de ser y actuar
del grupo. No comulga con sus ideales ni proyectos, porque para él, el clan vive equivocado, el clan está
en mal camino.
Podemos resumir entonces, que la lealtad familiar, se reduce a la identificación que sentimos con respecto
a nuestro clan.
Pudiendo ser leales por iniciativa propia o bien por obligación subconsciente.
Existe además, dentro de la lealtad familiar, el concepto de jerarquía. Sí, siempre hay un jerarca a quién
seguir, a quién obedecer, y casi siempre se trata del miembro más viejo dentro del clan.
Este mandatario, puede regular y manejar a todos los miembros de la familia porque todos le oyen, todos
se preocupan por él, todos le siguen y le escuchan.
Lo que diga la jerarquía, eso es y punto. No se discute y así funciona por generaciones.
La lealtad consigue así, mantenerse por generaciones y generaciones, con sus leyes ocultas, sus secretos,
sus límites y castigos para todo aquel que ose pensar o sentir distinto.
Cuanto más rígida sea la lealtad original, más grande el desafío que deberá enfrentar aquel miembro de la
familia que intente liberarse.
Y por lo general, si lo consigue, también recibirá el repudio de la familia, del clan, de la secta.
¿Y COMO FUNCIONAN ESTAS LEALTADES EN LA VIDA DIARIA?
Las lealtades familiares permanecen en todos y cada uno de nosotros, en nuestras familias.
Las lealtades familiares son aquellas que nos obligan a hacer cosas dentro de la familia y que nos molestan,
nos incomodan.
Tal vez la familia es muy creyente y yo debo ocultar mis preferencias sexuales porque sería un escándalo.
Como yo debo ser “leal” a la familia, yo debo ser heterosexual. Como no lo soy, debo vivir callado, oculto,
separado, porque la familia me repudiaría.
Tal vez mi familia discrimina a todo aquel que no sea católico, y como mi novio es judío, yo me veo en la
obligación de ocultar mis relaciones, mis planes y mi vida personal. Vivo con culpa por no poder cumplir
con lo establecido en mi familia.
Tal vez mi familia es muy adinerada, y yo tengo una novia muy humilde que seguramente sería rechazada
por ellos inmediatamente, por lo que yo me oculto, oculto mi relación y vivo con dolor.
Ahora inconscientemente, también puedo traer encima, toda la carga de las lealtades familiares.
Sentirme obligado a estudiar algo que no quiero, a creer en cosas que no creo, a hablar o a actuar de
maneras que no van conmigo. A padecer enfermedades que no son mías.
Por todo esto, debo entrar en plena consciencia y liberarme de toda lealtad familiar impuesta, porque con
ello, estaré liberándome yo y a su vez, estaré liberando a las próximas generaciones de mi familia.

LEALTADES FAMILIARES INVISIBLES


En Biodescodificación, llamamos "Lealtad Familiar Invisible" a aquella lealtad consciente o inconsciente
hacia un ancestro o familiar que nos impulsa a repetir una conducta de un modo ciego, sobre el que no
tenemos el menor control.
Vivimos lealtades todos…. aunque no nos demos cuenta.
Son precisamente esas vivencias que no entiendo o que repito o que … donde están ancladas esas
fidelidades al clan que se heredan para que todo vuelva a su equilibrio.
Ese es el propósito de todo: el equilibrio… o sea que cuanto antes lo veamos y gestionemos… antes
podremos volar con nuestras propias alas.
Seguir una "Lealtad Familiar" es más fuerte que nuestra propia felicidad. Queremos pertenecer, sentirnos
en familia, unidos, sentir que "pertenecemos al Clan" , nadie quiere ser excluido, rechazado, ignorado.
Se denomina Lealtad Invisible a aquella lealtad consciente o inconsciente hacia un ancestro o familiar que
nos impulsa a repetir una conducta de un modo ciego, sobre el que no tenemos el menor control.
Es lo mismo si esa persona ha muerto hace mucho o poco tiempo, si sigue viva, si nos caía bien o mal, si
tuvimos mucho o poco contacto con ella, si sabemos algo de su vida… la lealtad a esa persona nos impulsa
a repetir conductas que esa persona llevaba a cabo, o lleva aún a cabo en su vida si sigue con vida… e
incluso muy habitualmente nos hace repetir literalmente, su vida entera como si fuera una gran historia que
se perpetúa.
Por ejemplo, una tatarabuela tuvo una vida infeliz en el amor y sus hijas, nietas y tataranietas, repiten esa
infelicidad con recurrentes fracasos en su vida de pareja.
El mensaje de la lealtad es el siguiente: si mi madre no fue feliz, nosotras no tenemos derecho a serlo.
Un bisabuelo muere asesinado de un balazo y en todas las generaciones siguientes, alguien muere
asesinado de igual modo.
Incluso, hay lealtades marcadas más claramente por fechas, a esto le llamamos SÍNDROME DE
ANIVERSARIO, y lo único que significa, es que a las generaciones actuales, nos ocurren cosas iguales o
parecidas a las que vivieron nuestros nuestros ancestros, EN LA MISMA FECHA.
Tal vez la Bisabuela murió dando a luz a su tercer hijo varón un 27 de agosto...
Y en la familia, se repiten las muertes de mujeres dando a luz los 27 de agosto....
Es raro, pero ocurre...

Importa realmente poco lo que tu consciente piense al respecto… es tu inconsciente el que tiene el control
de la situación.
Todo el control, incluso aunque tu pienses y opines todo lo contrario.
Nuestro inconsciente recuerda TODO, absolutamente TODO sobre el árbol familiar hasta la séptima
generación, conoce toda la historia de la familia, los secretos, las verdades, las mentiras, lo que ha sido
ocultado por uno o varios miembros, lo que todos o casi todos ignoran, lo que se ha escondido u olvidado,
lo que es evidente y lo que no lo es.
Si hubo crímenes, abandonos, infidelidades, traiciones o graves atentados a la dignidad de las personas,
tu inconsciente lo SABE TODO.
EL INCONSCIENTE LO SABE TODO
Importa realmente poco lo que tu consciente piense al respecto… es tu inconsciente el que tiene el control
de la situación. Todo el control, incluso aunque tu pienses y opines todo lo contrario.
Según los últimos estudios científicos, nuestro inconsciente recuerda TODO, absolutamente TODO sobre
el árbol familiar hasta la séptima generación, conoce toda la historia de la familia, los secretos, las verdades,
las mentiras, lo que ha sido ocultado por uno o varios miembros, lo que todos o casi todos ignoran, lo que
se ha escondido u olvidado, lo que es evidente y lo que no lo es.
Si hubo crímenes, abandonos, infidelidades, traiciones o graves atentados a la dignidad de las personas,
tu inconsciente lo SABE TODO.
Por eso, de nada sirve mentir ni ocultar… la verdad termina reapareciendo.
Es por ello que la Hipnosis, es parte de la metodología de la Biodescodificación, porque es con ella que
dichos misterios salen a la luz.
Con ella es posible acceder a ese inconsciente para que revele esos misterios del árbol que permanecen
ocultos y conocer tus lealtades familiares, a quién eres fiel, de quién repites la vida.
¿Piensas por ejemplo que tu mal carácter o tu ansiedad, o tus celos o tus adicciones son realmente "tuyas"?
A menudo son las emociones de otro familiar, abriéndose paso a través de generaciones tras generaciones.
Estas conductas y emociones se reproducirán en nosotros u otros miembros del clan hasta que el problema
sea resuelto.
Muchas enfermedades son el resultado de un dolor familiar que hay que sanar y llevar a la luz.
Una adicción al sexo puede ser la sobrecompensación de la represión sexual de alguno de tus padres o
abuelos; una enfermedad crónica es, a menudo, el síntoma de un dolor emocional no expresado ni resuelto
en alguna parte del árbol.
Cargar con estas lealtades no es un castigo, sino un honor, un privilegio para nuestro crecimiento personal
y aprendizaje, pues solo lleva una carga aquel que puede resolverla y sanarse y sanar a su árbol familiar
mediante un proceso de investigación,, toma de conciencia y cambio.
Al inconsciente hay que sacudirlo, convencerle de que ya no es necesario seguir con esa lealtad. Esa es la
razón por la que a veces no basta con conocer un problema con la cabeza, hace falta interiorizarlo con el
corazón y el cuerpo.
Lealtad ciega
Podemos ser inconscientemente leales a la infelicidad de alguno de nuestros padres y, de manera
recurrente, repetimos conductas y patrones de vida que nos hacen infelices.
Repito, no necesitamos llevarnos necesariamente bien con ése familiar para serle leal.
A menudo, tu consciente cree estar buscando su felicidad, mientras tu inconsciente repite fracasadas
historias de pareja o conductas que te conducen a una infelicidad constante y reiterada a corto o largo plazo
en el trabajo y en la vida.
Y el problema es que la lealtad invisible es poderosa, incluso siendo lejanamente consciente de ella, se
reproduce cada vez con mejores estrategias de ocultación, a fin de que no puedas librarte de ella.
Por ejemplo, si repites conductas de malos amores, cada vez te auto engañarás mejor, enamorándote de
parejas con las que con el tiempo todo irá mal, para ser leal a la infelicidad de pareja que vivió una abuela
o viven tu padre o tu madre.
En las primeras ocasiones verás con facilidad que esas parejas no eran adecuadas desde casi el principio,
pero cada vez te auto engañarás mejor a la hora de elegir, convenciéndote de que ésta vez si que has
encontrado al hombre o la mujer de tu vida.
Y dentro de unos años acabarás pagando semejante presunción con otra separación más o menos
dolorosa.
De hecho, inconscientemente rechazarás a aquellas parejas con las que todo iría bien si estuvieras con
ellas, personas que pueden amarte y respetarte de verdad, personas que se pueden vincular contigo sin
problemas… pero, fiel a la lealtad familiar, a esas no las eliges… no son adecuadas para repetir el patrón
de infelicidad recurrente al que estás anclado.
Cuando alejas a dichas personas correctas de tu lado cuando llegan a tu vida, sencillamente estás "siendo
leal" a tu ancestro, que jamás logró una estabilidad de pareja.
Si él no consiguió ser feliz ¿por qué tú deberías tener derecho a serlo? Eso opina tu inconsciente, con
independencia de lo que tu quieras o creas desde tu consciente.
¿Cuál es la solución a éstos líos y nudos familiares que padecemos?
El camino de la luz comienza por investigas tu historia y preparar tu árbol genealógico.
¿No tienes fechas?
¿No tienes tu árbol?
¿Te da flojera hacerlo?
¿Te parece mucho trabajo?
Sin fechas y datos, no es posible saber a quién le estás siendo fiel. Y aunque no lo creas, poner pretextos
para hacer tu árbol, también es una forma inconsciente de "ser leal".
Es provocado por el árbol mismo, para que no se solucione nada y los dramas sigan creciendo.
Con el árbol genealógico, puedes descubrir de quién eres el Doble, detectar las Lealtades Invisibles que te
atan y a quién o quienes lo hacen y de qué modo lo hacen, cómo se manifiestan en tu vida.
Hemos venido a aprender, a entender, a conocer y a investigar, a resolver los misterios del árbol.
Porque todo aquello que tú no resuelvas pasará a tus descendientes directos o indirectos, tengas hijos o
no los tengas, eso no es relevante.
Todo lo que tú dejes sin resolver o pendiente, todo aquello de lo que no te hagas responsable, caerá sobre
las espaldas de otros y tendrá consecuencias para ti y para otros.
Una vida de inconsciencia, como lleva la mayoría de la gente, no resolverá gran cosa los grandes atascos
de tu árbol familiar, perpetuará los problemas.
Solo hay un camino y piensa en lo siguiente…
A ESTA VIDA NO HAS VENIDO A SEGUIR DORMIDO, HAS VENIDO A TRAER LA LUZ…
Y eso incluye buscar la luz y la verdad de tu árbol.
Resolver los dolores y misterios que se ocultan en él.
Hacer como si éstos no existieran.
Apartar la vista, no mirar a donde duele, no sirve de nada.
Pagaremos muy cara esta actitud a corto o a largo plazo… y nuestros descendientes también lo harán.
Despertar no es necesario, es obligatorio.
En éste sentido hay dos formas de saber de quién repetimos patrones familiares y somos dobles.
1.- Si nos llamamos igual o muy parecido a un ancestro… somos sus dobles y repetiremos muchas de sus
pautas de comportamiento. Repito, da igual que le conozcamos, que le apreciemos o que nos llevemos
bien con él. Da igual también si está muerto. Somos calcos en muchos sentidos de su vida y deberíamos
saber en qué le somos leales.
2.-Cuando nuestra fecha de nacimiento y la de un familiar están unidas en una hoquilla de +-7 días hacia
delante y hacia detrás.
Siguiendo la siguiente regla.
Primera horquilla
Enero, abril, julio, octubre
Segunda horquilla
Febrero, mayo, agosto, noviembre
Tercera horquilla
Marzo, junio, septiembre, diciembre
Por ejemplo: si hemos nacido en abril, pongamos que un día 17, estamos unidos a todos los ancestros que
hayan nacido 7 días antes y 7 después del día 17 de los meses de nuestra horquilla: enero, abril, julio y
octubre. Del 10 al 24 de abril de esos cuatro meses.
Si has nacido al final o principio de un mes, fija la horquilla en más/menos siete días y ves contando de
cuatro en cuatro meses ese mismo intervalo de quince días para ver con qué parientes estás ligado. Define
tu horquilla.
Si alguien no encaja en esa horquilla por uno o dos días, no importa, según la teoría, también es tu doble
si está en un intervalo de +- 10 días.
Y recuerda, tener un doble es repetir su vida en muchos aspectos.
Ahora tienes trabajo que hacer.

¿POR QUÉ REPETIMOS LA HISTORIA DE NUESTROS ANCESTROS?


DEJAR DE REPETIR LA HISTORIA FAMILIAR
Las lealtades invisibles hacen que una persona se mantenga dentro de su sistema familiar, repitiendo la
misma historia generación tras generación. Algunas personas se preguntan ¿cómo solucionar esta
situación en su vida? ¿Cómo hacer para no terminar sola como el resto de las mujeres de mi familia?
¿Cómo hacer para no terminar divorciándome? ¿Cómo escapar de las enfermedades familiares? ¿Cómo
escapar de la historia familiar? ¿Cómo parar la repetición de la historia familiar?
Existe en cada ser humano “la buena consciencia“ la que hace que cada miembro de la familia gane méritos
para pertenecer a la familia, perpetuando el rol que se ha ocupado en la familia (abandono, soledad,
divorcio, desamor, entre muchos) esto hace de una persona seguir al “amor ciego”, ese que en su inocencia
infantil cree que para ser buen miembro de familia requiere seguir el mismo destino que sus antecesores.
La mayoría de las personas está anclado en este tipo de amor.
Por otra parte se encuentra “la mala conciencia”, es aquella que hace que una persona transcienda los
límites de su conciencia familiar atreviéndose a hacerlo diferente que los otros y que es producto de un
proceso profundo de “individualización” y que en oportunidades requiere un camino de soledad, pero de
comunión con una consciencia más grande que es producto del “amor esclarecido”.
A continuación estos pasos que se pueden dar para conectarnos con ese amor esclarecido que nos ayuda
a reconocer nuestras propias alas y emprender el vuelo de nuestro ser...
-Dejar de estar en contra de tu sistema familiar: cuando criticas o haces juicios de tu familia estás
condenándote a repetir su propia historia.
-Acepta a todos tal como son: el asentir te otorga la paz del amor, cuando aceptas abres la puerta a la
transformación.
-Honrar a tus ancestros: los que vivieron antes que tú hicieron lo mejor que sabían hacer, darte la vida.
-Agradece cada día a todos los miembros de tu sistema: no es necesario que corras hacia a ellos a darles
un abrazo, el agradecer sincero surge cuando le das un lugar en tu corazón y los reverencias desde el
alma.
-Camina hacia la Vida con humildad: vive con alegría, ríndete en sus manos, acepta tu destino con amor y
valentía.
En las Constelaciones Familiares del Espíritu se superarán los límites de las distintas conciencias, pues el
espíritu creativo que activa los movimientos de los representantes nos lleva por sobre nuestra conciencia
personal a un plano superior, al plano del amor, que no conoce la negativa.
“Quedamos enredados en los destinos de personas que en nuestra familia se perdieron porque fueron
olvidadas o excluidas de ella”
Berth Hellinger

EJERCICIOS DÍA 5 Y 6:
- AUDIO HIPNOSIS CORTE LIBERACIÓN DE ÁRBOL (REALIZAR EL DÍA VIERNES):
Escuchar el audio en un momento del día de manera privada y silenciosa, realizar este audio con
total concentración y durante los siguientes 3 días no lo comentes con ningún familiar o persona
de tu entorno, si presentas sueños fuertes sería bueno que los escribas en un diario
- CARTA DE LIBERACIÓN DE CLAN (INICIO SÁBADO) :
Esta carta la redactarás puño y letra. Con esta carta liberas y te liberas, de todo aquello que puedas
estar heredando de tu familia y personas que te rodean y que no te corresponde: enfermedades,
culpas, rencores, frialdad, indiferencia, violaciones, mala suerte en el amor, falta de cariño, dureza,
secretos, tragedias, engaños, infidelidades, traiciones, robos, mentiras, etc. Vas a liberarte de todo
aquello, que está provocándote enfermedades o problemas el día de hoy.*La presente la realizaras
en una hoja blanca, y escrita con tu puño y letra
Ejemplo:
"Yo… (Escribe tu nombre y apellidos completos) en este acto de mi puño y letra, redacto hoy esta
carta como regalo a la familia a la cual pertenezco. Con la ayuda, el amor y la presencia de Dios
y del Espíritu Santo, yo bendigo a mi familia y los perdono. Yo libero a mi familia y me libero de
ella. Me libero y libero a mis bisabuelos, a mis abuelos, a mis padres, a mis tíos, a mis primos, a
mis hermanos, a mis hijos (aunque no los tengas), a los amigos o enemigos de la familia, a toda
persona a mi alrededor y a toda persona que en algún momento haya estado conmigo, de todos
los programas inconscientes que me han heredado. Los libero y me libero, de cualquier ofensa
que otra familia haya recibido de la mía, y pido perdón a todos, en nombre de aquel que haya
ofendido por parte de mi familia.
Hoy me libero y libero a toda mi familia y conocidos, de memorias de pérdida económica, conflictos
por herencias, derroches, asesinatos, muertes repentinas o violentas, suicidios, enfermedades
mentales, enfermedades físicas, accidentes, violaciones, tocamientos, adulterios, hijos no
deseados, hijos no nacidos, hijos no reconocidos, hijos abandonados, incestos, abandonos,
crueldades, golpes, violencia física, violencia emocional, infidelidades, engaños, traiciones, mala
suerte en el amor, maldiciones, desarraigos, desamor, trabajos forzados, esclavitud, guerras,
secretos no revelados, memorias de dolor, tristeza y llanto, y de todo aquello que sea una
vergüenza o una limitación. Hoy me libero y libero a toda mi familia y conocidos, de todo aquello
que haya afectado a los miembros de mi familia y a otras familias, para que estas memorias, ya
no se sigan heredando a través mío, para que ya no se sigan perpetuando en mi persona ni en
generaciones venideras.
Aquí, comienzas a redactar todos los detalles que tú sí conoces:
Yo, Ana María Pérez Pérez, me libero de llamarme María como mi madre, porque yo no quisiera
de ningún modo, repetir su vida, enfermar como ella, vivir como ella.
Me libero mamá de tu carácter apacible, porque me hubiera gustado ver que sabías defenderte y
luchar por tus sueños.
Me libero mamá, de que no hayas tenido la oportunidad de estudiar y te hayas visto obligada a
cuidarnos y a llevar la casa tú sola desde muy joven.
Me libero mamá, de la mala elección que hiciste al enamorarte de mi padre, porque
definitivamente, era un hombre que no te convenía, pero no lo viste a tiempo.
Me libero de repetir tu vida mamá.
Me libero de todos los dramas sentimentales de todas las mujeres en mi familia.
Me libero de ti, tía Bonifacia, por todos los hijos que tuviste y murieron por falta de atención médica.
Me libero además, de tus enfermedades y tu causa de muerte.
Yo me libero de morir en un accidente, tal como te pasó a ti.
Me libero papá de todas las ocasiones en que yo me acercaba a ti esperando un abrazo y tú me
alejabas diciendo que estabas ocupado y me decías que no te molestara.
Me libero papá de aquella tarde en que íbamos caminando por la calle y no me quisiste comprar
aquel helado de fresa, que porque ya no traías dinero. Me libero de que cuadras adelante, le
compraras a mi hermano un juguete sin protestar.
Me libero papá de tu abandono, porque jamás pensé que nunca te volvería a ver.
Me libero del dolor tan grande que siento al haber crecido sin un padre cariño a mi lado, que me
enseñara qué tipo de hombre buscar o de qué tipo de hombre enamorarme.
Me libero de ser doble de mi padrino Venustiano, yo no quiero su tipo de vida. Me libero de su
mala suerte económica, de su adicción al juego y de su miseria.
Me libero también de tu adicción al alcohol, tío, no la quiero.
Me libero de ser doble de mi bisabuelita Jovita. Yo no quiero quedarme sola como ella y yo no
acepto vivir sin tener hijos.
Bisabuelita, me libero de tu artritis y de tu diabetes, no son mías.
Me libero además, de la soledad en la que moriste.
Me libero de la maestra Olga, de todas las ocasiones en que me gritó delante de mis compañeros.
Me libero maestra, de aquella clase en que usted me obligó a pasar al frente y me pidió que les
hablara a todos de mi fin de semana, cuando yo ha le había pedido que no lo hiciera porque era
humillante.
Me libero de mi niñez, porque honestamente no fui feliz, siento que no jugué lo suficiente, que a
muy corta edad tuve que cargar con responsabilidades que no eran mías.
Me libero de ser una mujer en constante búsqueda del amor y de ver en el amor, la única razón
de ser feliz.
Me libero de que toda esa ansiedad por ser amada, la venga yo cargando de mis tías Pepita,
Yolanda y Claudia.
Me libero de no haber podido estudiar lo que yo hubiera querido, y libero a mi madre de no
haberme podido pagar una carrera.

Hoy corto todo lazo con esas memorias y me libero de todas las cargas que no me corresponden.
Para mi bien y el de todos los involucrados. Hoy agradezco a Dios, al Espíritu Santo y al Universo.
Hoy sé que soy libre y quedo libre. Hecho está. Gracias, Gracias, Gracias!

Ese es justamente “el tono” que deben llevar las cartas de duelo.
Si yo soy de las personas que dice o se expresa mejor con groserías, claro que puedo escribirlas,
pero no para ofender a alguien, sino con la intención de soltar el odio o el coraje.
Ahora bien, cuando la carta va dirigida sólo a la pareja, o sólo a la mamá, o sólo a un hecho
específico, procuren decir la misma idea de formas distintas, se vale. Por ejemplo, tal vez tengo la
intención de escribir una carta de duelo o de liberación para mí pareja, porque ya estoy harta de
muchas cosas.

Entonces, puedo escribir una carta como la que sigue:


Yo Mariquita Mendoza, me libero de ti Juan Miguel Gregorio, porque sencillamente, ya no te
soporto.
Me libero de la manera en que me ignoras cuando quiero platicarte algo importante.
Me libero del dolor que siento, cada que te llamo y tú apagas tu celular.
Me libero de todas las noches en que me voy a dormir imaginando que me engañas con otra o
que me mientes.
Me libero de todo el coraje que siento, cuando tengo que repetirte que no dejes tus libros en la
mesa del comedor.
Me libero de aquel domingo en que preferiste ir a comer con tus papás que acompañarme a misa.
Me libero de todas las promesas que no me has cumplido, como esa de que íbamos a tener un
hijo pronto, porque ahora, cuando quiero hablar de eso, me evades.
¿Ya vieron cómo resultaría imposible, liberarse y acordarse de todo en un ratito, en una tarde o
incluso en un día?
Es un acto simbólico poderoso, y nos obliga necesariamente a enfrentarnos a nuestros más
profundos miedos. Nos obliga a aceptar lo que jamás hemos aceptado. A reconocer errores.
Yo siempre he pensado, que tener un plazo de 21 días para terminar una carta, es apenas
suficiente. Porque hay lágrimas, has desgaste emocional., Entonces no se apresuren a escribir
como si fuera la lista del supermercado que cierra ya en 5 minutos, no.
Regálense el tiempo necesario para sacar todo lo más que puedan.
Y el día, en que digan: Ya acabé mi carta, déjenla por ahí unas 24 horas más, porque les aseguro,
que más recuerdos llegarán todavía y podrán añadirlos.
Se trata, para que quede claro, de que expresen su dolor, su tristeza, su frustración, etc.
Cuando hayas finalizado tu carta, la lees en voz alta, la quemas y te deshaces de las ceniza s.
Así de sencillo y con conciencia, te liberas de todo aquello que tu inconsciente viene cargando y
peor aún, heredando. Una vez realizada la ceremonia de lectura y quema de la carta, deberás
esperar 30 días (Cuarentena), para que tu mente vaya asentando lo vivido, lo sentido, lo soltado.
Serán 30 días de cambios de ánimo intensos. Algunos días, podrás tener mucho sueño, o no tener
nada de sueño, estar alegre, triste, eufórico, emocionado, deprimido, etc. Todo esto es normal.
Para el día 30, te sentirás increíblemente ligero, con los pensamientos más claros, con más paz
interior, con la certeza de todo lo que has soltado y con la seguridad para tomar nuevos rumbos y
decisiones en tu vida. Para comenzar por fin, tu nueva vida.
*Importante: El período de cuarentena varía de persona a persona, por lo que puede ser que los
cambios se noten a los 15 días para algunas personas, y para otras, 30. O bien, en algunas otras,
demore hasta 60 o 90 días.
Esta carta se puede hacer todas las veces que sea necesario, por las mismas personas, pero NO
POR LOS MISMOS MOTIVOS. Es decir, si ya hice una carta de duelo por mi padre alcohólico, ya
la quemé, ya hice mi cuarentena y dentro de 6 meses, recuerdo que una noche atropelló a una
señora, hago nuevamente una carta, pero sólo por este atropellamiento, ya no menciono el
alcoholismo, porque de eso ya se hizo duelo.
Esta carta sirve para eventos futuros también, porque nos faltan muchas cosas por vivir. Por lo
tanto, si en 10 años, tenemos nuevos problemas cargando, con familiares, pareja, amigos,
compañeros de trabajo, jefes, etc. Podemos volver a hacerla para no heredar a nuestros hijos
nuestros futuros errores o fallas.

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