Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
R. K. B. v Turquía
Una mujer turca, casada, fue despedida de la peluquería donde trabajaba por
supuestamente haber mantenido relaciones sexuales con uno de los empleados. En la
carta de despido le fue especificado que su conducta había sido inmoral e inaceptable
para la política empresarial. Sin embargo, el compañero con el que mantenía la supuesta
relación extramatrimonial no fue despedido. La mujer demandó el despido por
considerarlo injustificado y discriminatorio. Los tribunales nacionales condenaron a la
empresa al pago de una indemnización pero no encontraron que en el caso existió
discriminación basada en género.
Al conocer del caso el Comité de la CEDAW encuentra que los tribunales nacionales
basaron su decisión en prejuicios sexistas e ideas estereotipadas acerca de la moral
sexual de las mujeres por lo que declara al Estado responsable de vulnerar los derechos de
la autora protegidos por la CEDAW.
Hechos
La autora de la demanda es una ciudadana turca casada, que al momento de ocurridos los
hechos trabajaba en una peluquería en la ciudad de Kocaeli. En febrero de 2006 fue
despedida de este empleo. En la carta de despido el Gerente de la peluquería justificaba la
acción argumentando que la autora había tenido un comportamiento poco ético al tener
relaciones de índole sexual con un compañero de trabajo que, sin embargo, no fue
despedido.
Precedentes
Razonamientos
Artículo 2
En su examen del fondo, el Comité estima que, si bien el Tribunal del Trabajo declaró el
despido improcedente, no consideró debidamente la pretensión de la autora de que fue
víctima de un acto de discriminación por motivos de género al haber hecho una
interpretación muy restrictiva del principio de igualdad de trato. Además, valoró que el
Tribunal de Casación desestimó la apelación de la autora sin motivar si quiera su fallo.
Recordando el contenido de su Recomendación General Nº 28 (2010) relativa a las
obligaciones de los Estados en virtud del artículo 2 de la Convención, el Comité considera
que el Estado incumplió sus obligaciones al no asegurar en la práctica el cumplimiento del
principio de igualdad ni la protección efectiva de la autora frente a actos de discriminación
por género.
Artículo 5
En su análisis del artículo 5, el Comité considera preocupante que el Tribunal del Trabajo
no reprobara el sesgo sexista y el carácter discriminatorio de los testimonios favorables al
empleador escuchados durante el juicio y muy por el contrario, se limitará únicamente a
indagar sobre la integridad moral de la autora. Así, el Comité concluye que las actuaciones
judiciales nacionales se basaron en la percepción estereotipada de la gravedad de que una
mujer mantuviera una relación extramatrimonial, y en la consideración de que este tipo
de relaciones eran aceptables en el caso de un hombre pero no en el de una mujer, y de
que solo las mujeres tenían el deber de "no incurrir ni en el más mínimo atentado contra
la moral". El Comité, reiterando que las leyes y los sistemas son un medio de perpetuación
de los estereotipos de género concluye que el Estado vulneró el artículo 5 de la
Convención.
Artículo 11
En relación al artículo 11, el Comité considera que la presión ejercida sobre la autora para
firmar el documento renunciando a sus derechos y el carácter de las amenazas sobre la
propagación de rumores sobre su supuesta infidelidad, así como el acoso que sufrió, se
debieron a su condición de mujer y su estatus de casada, lo que constituye una infracción
del principio de igualdad de trato. El Comité considera que el trato dispensado por el
empleador a la autora vulnera su derecho al trabajo y a la igualdad de trato y constituye
discriminación por género, prohibida por el artículo 11.
Voto Particular