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1.Primero debemos reconocer que tenemos envidia. Es natural decirnos a nosotros que no somos
envidiosos. entonces necesitamos humillarnos a nosotros mismos y reconocer la verdad
2.Morir al yo crucificar a la carne “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más
vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y
se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2:20.
3.Mantener una vida de oración e intimidad con Dios y su Espíritu. Orar para que cuando seamos
tentados, poder vencer la envidia
PROVERBIOS 14:30
LBLA
Un corazón apacible es vida para el cuerpo, más las pasiones son podredumbre de los huesos.
DHH
La mente tranquila es vida para el cuerpo, pero la envidia corroe hasta los huesos.
JBS
¶ El corazón apacible es vida a la carne; más la envidia, pudrimiento de huesos.
NBLA
El corazón tranquilo le da vida al cuerpo, pero la envidia corroe los huesos.
NTV
La paz en el corazón da salud al cuerpo; los celos son como cáncer en los huesos.
NVI
La mente tranquila es salud para el cuerpo, pero la envidia causa enfermedades.
BLP
La mente sana vivifica al cuerpo, la envidia corroe los huesos.
BLPH
El corazón apacible vivifica el cuerpo, pero la envidia es carcoma en los huesos.
RVC
Un corazón apacible infunde vida al cuerpo, pero la envidia corroe hasta los huesos.
RVR1960
El corazón apacible es vida para el cuerpo; Mas la envidia es carcoma de los huesos.
RVA
El corazón apacible es vida de las carnes: Mas la envidia, pudrimiento de huesos.
SRV-BRG
El corazón apacible es vida de las carnes: Mas la envidia, pudrimiento de huesos.
TLA
Mente sana en cuerpo sano; por eso la envidia te destruye por completo.