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DIÁLOGOS DE LA LENGUA

La Nueva gramática de la lengua española


(ME) Y LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA

Jesús Sánchez Lobato


Universidad Complutense

Nueva gramática de la lengua española (RAE, 2009) viene a continuar la labor gra-
^3 matical de la Real Academia Española que, según sus primeros Estatutos de 1715,
se propone como fin principal “cultivar y fijar la pureza y elegancia de la lengua
castellana”, cuidar de que no existan ni perduren los errores en los modos de hablar, des­
terrar la ignorancia y “distinguir los vocablos, frases o construcciones extranjeras de las
propias, las anticuadas de las usadas, las bajas y rústicas de las cortesanas y levantadas,
¡as burlescas de las serias y, finalmente, las propias de las figuradas. La Corporación tendrá
la misión de anotar el modo de hablar del cortesano, del rústico, de precisar los vocablos
y construcciones anticuados, al igual que aquellos que fueren vulgares o foráneos, “ob­
servando en todo las reglas y preceptos que están puestos en la planta acordada por la
Academia” (A. Zamora Vicente: Historia de la Real Academia Española, Madrid, Espasa Calpe,
1999, pág. 35).

Como es fácilmente deducible, ya desde sus Estatu­ seno de una sociedad que conlleva valores culturales
tos fundacionales, la Real Academia Española nos ofre­ y de comunicación pragmática, y, como tales, se ma­
ce una declaración programática de lo que a lo largo nifiestan por medio de la expresión lingüística) que
de su andadura hasta el presente va a constituir el eje hoy en día los estudios gramaticales (descriptivos y
doctrinal de su Obra Académica, tanto en el Diccionario normativos) subscribirían casi en su globalidad con
de Autoridades (compendiado en 1780 en el formato del los consiguientes cambios terminológicos y precisio­
actual Diccionario de la lengua española; el Diccionario nes conceptuales y, en algunos casos, de orientación
panhispánico de dudas se ha convertido en el referente metodológica:
normativo y prescriptivo de la Cor­ E. Alarcos (1994: 20, Gramática
poración), como en la Gramática, la de la Lengua Española, Madrid, Es-
Prosodia y la Ortografía. En dichos GRAMATICA pasa Calpe) dejó escrito en el Pró­
Estatutos además se pergeña su ideal DELA logo'. “Se comprende y hasta se justifica
lingüístico, la valoración del uso de que cada uno encuentre más eficaz y
la lengua y de sus realizaciones, la
Lengua Castellana, precisa la norma idiomàtica a cuya som­
COMPUESTA
certeza de su evolución y, por tanto, bra ha nacido y se ha formado; pero ello
POR LA REAL ACADEMIA
la separación de las formas y mo­ no implica rechazo o condena de otras
dos de decir anticuados de aquellas ESPAÑOLA. normas tan respetables como la propia.
que están presentes en la sociedad, La Academia, con mutaciones varias a
la selección de usos en la forma de lo largo de sus casi tres siglos de vida,
hablar, los diferentes registros del ha defendido criterios de corrección ba­
habla y la diversidad de elección, sados en el uso de los varones más doc­
teniendo siempre presente el buen tos, según decía Nebrija. El redactor ha
gusto, -las formas cortesanas y le­ procurado la imparcialidad en los casos
vantadas, a saber: la norma de cul­ Por D. conflictivos normativos, si bien se refle­
tura, el ideal de lengua- y, por últi­ jan a veces sus preferencias personales.
mo, aquellas que se juzgan formas M.DCC.LXXI. La tendencia normativa, desde los mis­
propias (voces patrimoniales) frente mos orígenes de la gramática, la hemos
a las ajenas (o extranjerismos) (véa­ heredado todos, incluso los afectados de
se: J. Sánchez Lobato y A. Hernan­ ligero latitudinarismo. Toda gramática
do García-Cervigón: Esbozo y Gramática de la Lengua termina, o empieza, por ser normativa”.
Española de Emilio Alarcos. Análisis de dos proyectos de Desde su primera obra, el Diccionario de Autori­
gramática académica, Madrid, Editorial Complutense, dades, y, sobre todo, desde 1771, fecha de la publica­
UCM, 2010). ción de la primera edición de la Gramática de la lengua
Como puede observarse es una declaración ex­ castellana (véase Ramón Sarmiento, Edición facsímil e
traordinaria sobre principios y realidades de la lengua Introducción, Madrid, Editora Nacional, 1984), hasta
(y de su estructura formal, funcional y de uso en el el presente, la Institución ha cimentado su prestigio

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social, cultural y normativo en la extraordinaria labor de 2009-, De igual manera, lo encontramos explícito
llevada a cabo en pro del mantenimiento de la unidad tanto en el Prólogo del Esbozo para una nueva gramática
de la lengua española y en la flexibilidad doctrinal de la lengua española (1973) como en el de la Gramática
aplicada a lo largo de su existencia con el convenci­ de la Lengua Española de E. Alarnos Llorach (1994). Dos
miento de que la lengua española presenta una enor­ tratados gramaticales que, desde sus primeros plan­
me porosidad entre las variantes popular y culta. No teamientos, han tenido en cuenta el peso del bagaje
se nos oculta que las diferentes disposiciones, ema­ doctrinal de la Real Academia Española y la tradición
nadas del poder político, en las que la Gramática aca­ gramatical refrendada en sus sucesivas ediciones, ya
démica se convertía en texto obligatorio y único para que fueron concebidos bajo el axioma de describir la
la enseñanza en los centros públicos coadyuvaron de posición “oficial” de la Corporación sobre el uso de la
forma definitiva a que se reconociese en todo el ám­ lengua -y su corrección idiomàtica- desde la perspecti­
bito hispánico la autoridad y prestigio académicos en va de la norma culta.
materia de corrección idiomàtica. Las dos obras surgieron por el imperativo acadé­
En los Estatutos de 1978, en el Artículo primero mico de actualizar, modernizar y ordenar, según los
podemos leer: “La Academia Española tiene por ins­ conocimientos lingüísticos del momento, el texto gra­
tituto velar por la pureza, propiedad y esplendor de matical precedente: el Esbozo, en relación con la edi­
la Lengua castellana, investigar sus orígenes, fijar sus ción de 1931 de la Gramática, y la GLE, con respecto al
principios gramaticales” (D. Fríes: “Limpia, fija y da Esbozo (o a la propia Gramática de 1931). Ambas obras,
esplendor”. La Real Academia Española ante el uso de la al margen de sus diferencias teóricas por inscribirse en
lengua (1713-1973), Madrid, SGEL, 1989, págs. 72- una u otra corriente científica -no en balde son fruto
73), y en el Artículo tercero: “Asimismo será ocupa­ de épocas y autores diferentes-, han debido de tener
ción constante de la Academia renovar su Gramática en cuenta ciertos condicionamientos y limitaciones en
mediante las reformas que la experiencia aconseje, consonancia con la tradición gramatical de la propia
teniendo en cuenta las doctrinas y conocimientos de Institución, como son su normativismo, didactismo y
la lingüística vigente, el uso común y la autoridad de capacidad de ser aptas para la enseñanza en general
escritores antiguos y modernos que hayan cultivado (véase: J. Sánchez Lobato y A. Hernando García-Cervi-
con mayor rigor estos estudios”. De ello se despren­ gón: Esbozo y Gramática de la Lengua Española de Emi­
de que la Gramática académica, pues, no es un libro lio Alarnos. Análisis de dos proyectos de gramática acadé­
de pura teoría filológica, ni de vanguardia lingüísti­ mica, Madrid, Editorial Complutense, UCM, 2010).
ca doctrinal, ni debe serlo, sino un libro auxiliar que Alonso Zamora Vicente (Historia de la Real Acade­
ayude a resolver las legítimas dudas que todo hablante mia Española, Madrid, Espasa Calpe, 1999, pág. 381)
posee en el uso de su propia lengua, así como un libro escribe sobre el Esbozo'. “Firmado por la comisión de Gra­
orientador imprescindible para conocer la estructura mática. La base doctrinal, e incluso expositiva, correspondió
del idioma y, por supuesto, para elegir la variedad (o a dos nombres: la sintaxis, a Samuel Gili Gaya y el resto a
variedades) de uso que vengan marcadas y defendi­ Salvador Fernández Ramírez”. No existe encargo formal
das por la gramática de la Institución en su condi­ registrado en las Actas académicas; sin embargo, se ha­
ción de registro formal, culto y de prestigio frente a bla de ello cuando la ocasión lo requiere. En el Bole­
otras variedades y registros, que tín de la Real Academia Española
se encuentran descritos y ates­ (T. XLIV, septiembre-diciembre,
tiguados por doquier en la vasta [...] existe suficiente base 1964:559) aparece por vez pri­
extensión del ámbito hispánico, doctrinal para documentar mera impreso dicho encargo.
y que, sin embargo, son marca­ La incorporación, años más tar­
en principio la tradición
dos como menos aceptables por de, al proyecto de S. Gili Gaya
la norma (o normas) de cultura académica en las sucesivas tampoco aparece formalizada
de la lengua española. ediciones de la Gramática. en Actas. El Esbozo, aparte de la
Sin duda alguna es digno absoluta novedad de doctrina en
de ser resaltado que, en las de­ su mayor parte, eliminó lo refe­
claraciones programáticas de los diferentes Estatutos rente a la formación de palabras. Acerca del carácter
de la Academia, existe suficiente base doctrinal para normativo que debería de tener como las publicaciones
documentar en principio la tradición académica en gramaticales académicas de la Institución, apunta el
las sucesivas ediciones de la Gramática, como, sobre propio A. Zamora Vicente que, “aún no disfruta de esa
todo, en sus Prólogos en donde se explicitan pormeno- condición normativa, que sí debiera tener la Gramática
rizadamente las aportaciones doctrinales y los cambios (encargada a Emilio Alarcos por la Corporación”. Las
operados con respecto a la edición precedente de la Actas reflejan el encargo formal con fecha de 7 de mayo
Gramática -desde la edición de 1771 hasta la novísima de 1981).

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Por lo que respecta a la GLE, A. Zamora Vicente En la Gramática académica, aparte de su en­
(1999: 404, n.15) comenta que “la Gramática de Emilio tronque con la tradición grecolatina, se cuenta con
Alarnos ha aparecido en 1994. Diversas razones han impe­ el legado de las tradiciones española y francesa, cuya
dido que sea el texto normativo, en el que la comisión de influencia se acusa, en mayor o menor grado según
gramática trabaja activamente, y, más adelante (1999: 554, el momento, en el texto académico. En su larga anda­
n. 1) matiza que “la Gramática, encargada por la Academia dura se han detectado diferentes y variados influjos,
al ilustre lingüista Emilio Alarnos LLorach, ha salido a la luz entre los que cabe citar los de A. de Nebrija, V Salvá,
tras larga espera (Madrid, Real Academia Española, 1994). A. Bello y E. Benot, y se han destacado como hechos
Desgraciadamente, tan valioso texto no es todavía el normati­ diferenciadores en su propuesta gramatical su valor
vo oficial de la Corporación, que, en estos momentos, está en normativo, su papel rector y referencial en el mundo
avanzada redacción. Para la finalización de esta tarea, el libro hispánico, y su gran incidencia en la consolidación de
de Emilio Alarcos Llorach será un necesario escalón previo”. una norma de cultura y, por consiguiente, de prestigio
La Historiografía Lingüística ha descrito con rigor que sirviera para afianzar la lengua como sistema de
los avatares y la evolución de la Gramática académica comunicación en todo el territorio de habla hispana
en su conjunto por medio de la crítica textual aplicada mediante su acción didáctica y pedagógica por la ac­
a sus diferentes ediciones. “La Gramática de la Real Aca­ ción de la enseñanza (véase: J. Sánchez Lobato y A.
demia Española -apunta A. Hernando García-Cervigón Hernando García-Cervigón: Esbozo y Gramática de la
(“La doctrina gramatical sobre el grupo del nombre en Lengua Española de Emilio Alarcos. Análisis de dos pro­
la GRAE (1771-1917)”, Boletín de la Real Academia Espa­ yectos de gramática académica, Madrid, Editorial Com­
ñola, LXXXV1, págs. 5-56)-, tras su aparición en 1771, fue plutense, UCM, 2010).
publicada en una cuarentena de No cabe duda alguna de
ocasiones antes del Esbozo. De to­ que la Gramática académica
das las ediciones solamente las de i se caracteriza por incidir en
REAL ACAOEMIA ESPAÑOLA
1771, 1854, 1870, 1917 y 1920 #COMíW>«í Oí «MAMAttCA) la corrección idiomàtica,
son el resultado de un proyecto basándose en el uso idiomá-
de nueva planta”. También se tico culto de la clase social
advierten cambios notables en distinguida por dicho rasgo
ESBOZO
las ediciones de 1796, 1858, Oí una (o clase social dominante) y
1874, 1878, 1880 y 1911, en la selección de un ideal
principalmente. Así, hemos
NUEVA GRAMÁTICA de lengua (por lo general,
oe la
ido conociendo el concepto la lengua culta y literaria);
LENGUA ESPAÑOLA
de gramática, su división in­ asimismo, se caracteriza por
terna, sus componentes, los recurrir a la sociolingüística
principios científicos que la cuando se matizan los usos
configuraban y la terminolo­ correctos o no en una u otra
gía que los explicitaba, amén parte del mundo hispánico,
de la intencionalidad teórica, al tiempo que explicita (A.
descriptiva y pedagógica que Bello) que la norma es in­
en cada una de sus sucesivas equívocamente preceptiva
ediciones la Corporación ha por su función, aunque el
hecho suyos y que, en térmi­ precepto se presente a veces
espasaxalpe. s. a.
nos generales, responden al MAWHO
como una simple recomen­
ambiente cultural y científico dación en todo lo que tiene
de la época y, por consiguien­ que ver con hablar y escribir.
te, a la concepción gramati­ Por todo ello se ha conside­
cal de los miembros de la rado a la Gramática acadé­
Corporación, sometidos a la mica como un instrumento
tradición académica y a sus principios fundacionales. “normativo” para decidir cuál de esas variantes es la más
Como apunte importante, hemos de destacar que hasta adecuada. Así mismo, hemos de pensar, como sostiene
la publicación del Esbozo (1973), aunque reza que su A. Hernando García-Cervigón (El grupo del nombre en
autoría se debe a la Comisión de Gramática, la Gramá­ la analogía de la GRAE (1771-1917), Madrid, Editorial
tica académica se había caracterizado por su anonimía, Complutense), “que los Reales Decretos de 1781 (Carlos
si bien en las Actas de la Corporación encontramos no­ III), Ley de Instrucción Pública de 1857 (Ley Moyano), Ley
ticias acerca de quiénes fueron los principales redacto­ de Instrucción Primaria de 1868 y Real Decreto de 1901, por
res de las diferentes ediciones. los que se impone como texto obligatorio en la enseñanza de

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la lengua nativa la Gramática de la Real Academia Española, les sujetos a regularización normativa constituyen una
han podido influir en los diversos planteamientos doctrinales parte del conjunto de estructuras y funciones que ca­
para que en las sucesivas ediciones se haya conservado lo racterizan un sistema lingüístico.
“normativo” (aparte, claro está, del secular prestigio del habla El concepto de gramaticalidad está en relación con
culta de Madrid hasta el primer cuarto del pasado siglo XX) si una construcción lingüística se ajusta o no al sistema
y se haya ido introduciendo todo aquello que mejoraba lo gramatical descrito de la lengua en un momento deter­
existente sin que desdibujara la idea principal de la doctrina minado, según el parecer de los hablantes nativos de
académica desde su ya remota edición de 1771”. dicha lengua. Por el contrario, construcción agrama­
La Nueva gramática de la lengua española (RAE, tical será aquella que se considera externa a las pautas
2009) como “gramática oficial” de la Real Academia del sistema gramatical porque infringen algún princi­
Española y de la Asociación de Academias de la Len­ pio de su estructura y función -sin duda, se ha tenido
gua Española viene a continuar la ya larga tradición en cuenta para tal concepto la diacronia y sincronía del
académica, si bien con notables diferencias sobre hecho lingüístico en sí-. La corrección idiomàtica repre­
las precedentes: Es una gramática de todo el espa­ senta un factor de valoración social, de prestigio. Por
ñol hablado y escrito y de todas sus variedades y lo que la corrección idiomàtica se aplicará a las expre­
registros, la variación lingüística del español aparece siones que no se consideran recomendables frente a la
constatada, es una gramática consensuada por todas expresión cuidada o de prestigio que sustenta la correc­
la Academias de la Lengua Española bajo la batuta ción idiomàtica.
de un ponente: Ignacio Bosque; es una gramática que La actual Gramática académica se presenta, pues,
certifica los usos mediante ejemplos construidos y como descriptiva y normativa:
ejemplos procedentes de textos, todos ellos debida­ “[...] La presente gramática del español está concebi­
mente convalidados, es la gramática académica de da, por tanto, como obra a la vez descriptiva y normativa.
mayor recorrido y aliento y la que más información Trata de describir las variantes gramaticales que se tienen
proporciona sobre el español hablado en el mun­ por cultas en el mundo hispanohablante, caracteriza otras
do, todo ello de fuentes directas ya que la RAE y la como populares y refleja asimismo, cuando se posee infor­
Asociación de Academias de la Lengua han utilizado mación suficiente, aquellas que están limitadas al registro
todos los repertorios a su alcance. Es una gramática coloquial. En la gramática se describen también las va­
panhispánica que contiene la mejor descripción del riantes morfológicas y sintácticas que pueden considerarse
español actual desde sus fuentes. correctas en una determinada comunidad, aun cuando no
La Gramática académica se mueve entre la innova­ coincidan por completo con las opciones favorecidas en
ción y la tradición; aunque es de nueva planta, aparece otras zonas. A pesar de que no existe un español estándar
dividida en Fonética y Fonología, Morfología y Sintaxis. único, en el sentido de una sola lengua culta y uniformada
En el Prólogo y en el extraordinario capítulo 1 Partes que todos los hispanohablantes compartan, el grado de
de la gramática. Unidades fundamentales del análisis gra­ cohesión y homogeneidad del español actual es muy ele­
matical, nos encontramos con la doctrina gramatical vado” (2009:8).
académica que ha presidido la En general la terminología
estructura y fundamentación teó­ empleada (nos referimos a la Mor­
rica de la obra: Es descriptiva al
[...] la terminología fología y Sintaxis por ser los tomos
presentar las propiedades de las empleada se nutre de publicados hasta el presente) se
unidades gramaticales en cada las fuentes tradicionales, nutre de las fuentes tradicionales,
uno de los niveles de análisis aunque presenta innovaciones,
en los que aparece dividida, es,
aunque presenta debidamente matizadas, toma­
asimismo, normativa puesto que innovaciones, debidamente das de la lingüística actual: Se
establece los usos que se consi­ matizadas, tomadas de la parte del morfema como unidad
deran correctos en la norma cul­ mínima de la morfología y de la
ta de una comunidad, a menudo
lingüística actual. palabra como unidad máxima
con el respaldo de alguna institu­ de la morfología y mínima de la
ción -por ejemplo, la Academia de la Lengua Española- sintaxis, aunque se suele usar el concepto de pieza
a la que se reconoce “autoridad” para fijarlos. léxica o unidad léxica para evitar la noción gráfica de
La gramática descriptiva presenta las características palabra. Las piezas léxicas pueden estar constituidas
de cada construcción, pero lo hace con unidades que por una palabra (armario) o por varias (ser de armas
proceden necesariamente de alguna tradición grama­ tomar) que, de hecho, equivale a una locución. Los
tical y, por tanto, del análisis que responda a alguna grupos sintácticos, frases o sintagmas devienen de la
teoría lingüística. La gramática normativa viene a ser unión de varias palabras, y a ellos les corresponden
descriptiva en tanto en cuanto los aspectos gramatica­ determinadas funciones sintácticas.

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Las oraciones (unidades de predicación en cuan­ tales introducen información exigida por el significa­
to que relacionan un sujeto con un predicado) son el do de los predicados; mientras que los complementos
resultado de la combinación de determinados grupos adjuntos son los que aportan información no exigida
sintácticos. Las oraciones, a su vez, pueden combinarse por los predicados. Se denominan tradicionalmente
para formar períodos y estos pueden constituir grupos complementos circunstanciales a los modificadores ad­
oracionales (“Si me esperas, voy contigo”). El enunciado juntos de los verbos. Reconoce como funciones fun­
es definido como la unidad mínima capaz de constituir damentales: sujeto, complemento directo, complemento
un mensaje verbal y equivale a una unidad discursiva, indirecto, complemento de régimen preposicional, atributo
por lo que grupos sintácticos no oracionales pueden y complemento circunstancial.
constituir un enunciado: ¡Muy interesante! ¿Alguna otra Define la oración simple como la unidad mínima de
cosa? La oración puede coincidir con los enunciados, predicación, segmentos que ponen en relación un suje­
aunque las subordinadas no pueden constituir enuncia­ to con un predicado frente a enunciado que es la unidad
dos por sí solas. mínima de comunicación (¡De acuerdo!). Las oraciones
Distingue morfología flexiva y léxica o derivativa, si activas, pasivas, impersonales y medias constituyen las
bien precisa que la morfología léxica o derivativa se ha construcciones sintácticas fundamentales. Dentro de la
de entender, para no excluir a la composición, en senti­ modalidad y actos de habla distingue las construccio­
do amplio; la morfología apreciativa en parte es mor­ nes imperativas, interrogativas y exclamativas.
fología léxica por poseer propiedades en común con la Las oraciones subordinadas (sustantivas, adjetivas/
morfología/lexiva (número y género). La segmentación relativo, adverbiales/circunstanciales) son aquellas
verbal atiende a la raíz, vocal temática, tiempo, aspecto, que dependen de alguna otra categoría a la que com­
modo (más persona y número). En relación a los afijos plementan o modifican. No se adopta el término de
(prefijos y sufijos), se añade interfijo para los segmentos proposición:
mediales (pon-g-o, Carl-it-os) y no se cuenta con el tér­ Oración principal: “Ella dijo [que no estaba de acuerdo]”
mino de infijo. Oración subordinada: “[que no estaba de acuerdo]”
No se aceptan los términos de partes de la oración Incluye en el grupo de la coordinación a copulati­
ni partes del discurso', en su lugar se utilizan clases sin­ vas, disyuntivas y distributivas, y estudia la subordi­
tácticas de palabras, categorías gramaticales o clases de nación en: Subordinadas sustantivas, subordinadas de
palabras, entre las que se cuentan el artículo, sustan­ relativo, construcciones (comparativas, superlativas y
tivo, adjetivo, pronombre, verbo, adverbio, preposición, consecutivas), construcciones (causales, finales e ilati­
conjunción e interjección. La disposición en capítulos vas) y construcciones (condicionales y concesivas).
comprende: sustantivo, adjetivo, artículo, pronom­ El capítulo exento, dedicado a la Negación, consti­
bre personal, demostrativos, tuye otra de las grandes apor­
posesivos, cuantificadores, taciones de esta Gramática
numerales, (relativos, inte­ académica.
rrogativos y exclamativos), En cuanto a la enseñan­
verbo, formas no personales, za de la lengua, esperamos
perífrasis verbales, preposi­ que, a partir de tan magna
ción (y el grupo), adverbio (y obra, podamos disponer en
el grupo), conjunción (y sus breve del Manual que se nos
grupos), interjección (y sus anuncia para que la Gramá­
grupos). tica (y la Academia), según
Distingue entre las fun­ la secular tradición, pueda
ciones: las sintácticas, las cumplir uno de sus fines: ser
semánticas y las informativas apta para la enseñanza.
(estas últimas constituyen La comunidad hispana
una novedad en la Gramáti­ ha de rendir un merecido
ca académica). El término de tributo a los redactores de
argumento, al que le corres­ esta extraordinaria obra por
ponden diversas funciones su amplitud de miras, por su
semánticas (agente, pacien­ denodado esfuerzo y por su
te, lugar... “El maestro ex­ talante intelectual, en parti­
plicaba la lección a los alum­ cular (aunque sigue la tradi­
nos”), es, asimismo, una ción de la anonimía -en sen­
novedad en la Gramática. tido estricto-) a su ponente
Los complementos argumen- Ignacio Bosque. ■

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