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Introducción
En obras de hormigón expuestas a agentes alcalinos (que atacan al hormigón fabricado con
cemento Portland común), suelen emplearse cementos resistentes con bajo contenido de
aluminio. En estructuras construidas bajo el agua del mar suelen utilizarse cementos con un
contenido de hasta un 5% de óxido de hierro, y cuando se precise resistencia a la acción de
aguas ricas en sulfatos se emplean cementos con una composición de hasta 40% de óxido de
aluminio.
Una vez que los sulfatos ingresan al hormigón endurecido, reaccionan químicamente
compuestos expansivos como la ettringita, el yeso y la thaumasita. De todos ellos la principal
causa de deterioro del hormigón es la formación de ettringita que procede básicamente de la
combinación de los sulfatos con hidratos del Aluminato Tricálcico (AC3) del cemento.
Los compuestos presentes en el cemento Pórtland fraguado, son atacados por el agua y
soluciones de muchos tipos de sales, aunque, afortunadamente, en la mayor parte de los casos
la acción sobre una masa de cemento fraguado impermeable es tan baja como para carecer de
importancia. Sin embargo, hay situaciones en que el hormigón está expuesto en donde estas
acciones pueden ser de importancia.
Los sulfatos de varias bases atacan muy intensamente a los cementos fraguados. Los
sulfatos de sodio, potasio, amónico y otros varios, reaccionan, tanto con el hidróxido cálcico libre
en el cemento fraguado para formar sulfato cálcico, como con los aluminatos cálcicos
hidratados para formar los sulfoaluminatos cálcicos más insolubles. Las reacciones con sulfato
de sodio, por ejemplo, pueden formularse como sigue:
[2] 3CaO x Al2O3 x 12H2O + 3(CaSO4 x 2H2O) + 13H2O = 3CaO x Al2O3xCaSO4 x 31H2O
[3] 2(3CaO x Al2O3 x 12H2O) + 3(Na2SO4 x 10H2O) = 3CaO x Al2O3 x 3CaSO4 x 31H2O +
2Al (OH)3 + 6 NaOH + 17H2O
La extensión con que actúa la reacción [1] depende de las condiciones. En agua
corriente, con un suministro constante de sulfato sódico, seguirá finalmente hasta agotamiento.
Sin embargo, si se acumula el hidróxido sódico, alcanza un equilibrio que depende de la
concentración de sulfato sódico. Así, con solución de Na2SO4 al 5%, sólo aproximadamente un
tercio del anhídrido sulfúrico se deposita como sulfato cálcico cuando se alcanza el equilibrio, y
con Na2SO4 al 2% aproximadamente, sólo una quinta parte. Con el sulfato cálcico sólo puede
tener lugar la reacción [2].
Los sulfatos alcalinos no atacan a los silicatos cálcicos hidratados de un modo apreciable, por
ser más insolubles que el sulfato de calcio y los silicatos alcalinos que resultarían. El hidróxido
cálcico liberado en el fraguado de los silicatos tri y bicálcicos, reacciona según la ecuación [1].
Así en la solución de sulfato sódico pronto se forman cristales de yeso procedentes del silicato
tricálcico, pero con silicato bicálcico la reacción va mucho más lentamente, de acuerdo con la
muy baja velocidad con la cual este compuesto se separa del hidróxido cálcico en agua.
El sulfato magnésico tiene una acción de más alcance que los otros sulfatos y
descompone los silicatos cálcicos hidratados, además de reaccionar con los aluminatos y el
hidróxido cálcico. Si se coloca silicato tri o bicálcico en una solución de sulfato magnésico,
rápidamente tiene lugar la formación de cristales de yeso. Los silicatos cálcicos hidratados
reaccionan de la manera general:
pasados estos límites disminuye. Así la proporción de pérdida de resistencia en una solución al
5% puede ser solamente unas dos o tres veces la que se tiene en una solución al 0,5%. En una
concentración al 5%, los sulfatos de magnesio y sódico tienen mas o menos el mismo efecto,
pero al 0,5% el sulfato sódico tiene acción menos rápida.
Un método para aumentar la resistencia a los sulfatos del cemento Portland está en la
sustitución por el compuesto C4 AF del C3 A. Esta sustitución por óxido férrico del aluminato
tricálcico fue sugerida por Le Chatelier.
Se debe al ataque de suelos y aguas con alto contenidos de sulfatos que atacan los
aluminatos tricálcicos del cemento. Cuando se está en presencia de un medio con sulfatos, se
deberá especificar el uso de cemento con bajo contenido de aluminato tricalcico.
Las investigaciones que llevaron a la producción del cemento aluminoso estaban animadas,
como hemos visto, por el deseo de obtener un cemento que resistiese la acción de las aguas
cargadas de sulfatos. Estas investigaciones tuvieron éxito en su intento, y así tenemos en el
cemento aluminoso un material que, en condiciones ordinarias de temperatura, tiene una
resistencia al ataque de los sulfatos y del agua de mar no igualada por ningún otro cemento de
construcción.
Para proteger al hormigón del ataque de los sulfatos es necesario tomar las siguientes acciones:
Con éstas medidas se garantiza la calidad del hormigón fresco y se minimiza el riesgo de
defectos en el hormigón endurecido, como fisuras y elevada porosidad en sus superficies, lo que
facilita el acceso de los sulfatos disueltos en agua. En el gráfico (ver mas abajo), el efecto de la
calidad del hormigón fresco sobre la resistencia a los sulfatos puede verse a través de su
contenido de cemento. Se observa que los hormigones más ricos en cemento tienen
comportamientos más satisfactorios.
sobre la superficie del hormigón, e incluso por pantallas impermeables construidas en el suelo
circundante a la estructura del hormigón.
Gráfico: Efecto del AC3 del cemento y del contenido de cemento del hormigón.
Los requerimientos que deben cumplir estos cementos están especificados en la norma
IRAM 50001, que limita la composición mineralógica del cemento o del clinker según se trate de
un cemento normal o de un cemento con adiciones minerales respectivamente (puzolanas,
escoria)
y los criterios de la norma ASTM C 1157, se comportan como cementos con las mismas
características sulfato resistentes que un cemento tipo V de la norma ASTM C 150.
En definitiva, los resultados indican que en Chile, donde existe tradición en el uso de
cementos puzolánicos, es del todo conveniente acoger el criterio de la norma ASTM C 1157 que
califica a los cementos de acuerdo a su comportamiento real en reemplazo del criterio de la
norma ASTM C 150 que los califica de acuerdo a su composición y que, además, es válido sólo
para cementos Portland. Esto permitirá especificar la performance requerida al cemento para
soportar la presencia de sulfatos, según sea el grado de ataque, sin encarecer innecesariamente
el costo de las obras.
La teoría del diseño por durabilidad está basada en la teoría de seguridad tradicionalmente
usada en diseño estructural (diseño por confiabilidad estructural). En este contexto, el término
seguridad de una estructura se define como la capacidad de ésta de resistir, con un grado de
certidumbre aceptable, la posibilidad de falla debida a la degradación gradual del material
producida por agentes agresivos del medio ambiente.
Tradicionalmente, la metodología del diseño por seguridad estructural se ha aplicado con
exclusividad a la mecánica estructural. Un nuevo giro que se ha dado a la teoría por seguridad
estructural es la incorporación del factor tiempo dentro del diseño, permitiendo así la posibilidad
de incluir la degradación del material como una parte esencial en el diseño de la estructura. La
seguridad en contra de la falla será considerada una función del tiempo, al diseñar la estructura
por serviciabilidad, incluyendo el requerimiento de vida útil que deberá cumplirse.
Conclusiones
A efectos de protección de las armaduras contra posibles peligros de corrosión de uno u otro
tipo, deben tenerse en cuenta los hechos siguientes:
La corrosión, como fenómeno cuya ocurrencia es aleatoria, está regida por las leyes de la
probabilidad y, en consecuencia, implica siempre un riesgo.
Una eficaz garantía contra este riesgo consiste en la observancia de las indicaciones y
recomendaciones anteriormente hechas.
La corrosión de las armaduras, como la de cualquier estructura metálica, puede combatiese más
fácil y económicamente si se prevé por anticipado. En cambio, una vez comenzada, sus efectos
son imposibles o muy difíciles de evitar, y siempre a un costo elevado.
Al diseñar sistemas y procesos para fachadas hay que tener en cuenta todos estos problemas
enumerados que les pueden afectar y disponer de las soluciones adecuadas para REPARAR los
casos que ya presentan el problema o la consecuencia del mismo, y para PREVENIR los
problemas y sus consecuencias por lo menos durante un periodo de tiempo importante.
En términos generales, el revestimiento debe ser impermeable al agua exterior, pero también
debe ser permeable (transpirable) al vapor de agua para permitir salir a las humedades
contenidas en el sustrato. Si el revestimiento no es suficientemente transpirable y no deja salir la
humedad interior, se forman bolsas de agua que lo presionan, causando manchas de humedad,
reblandeciéndolo y reventándolo.
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Asimismo debe ser resistente a la acción de los rayos UV de la luz, para que no se deteriore el
color y se destruyan los pigmentos. Debe ser también resistente a la acción química de las
sales, el ataque de CO2 del aire (si es hormigón o cemento) y del anhídrido sulfuroso/sulfúrico
contenidos en el aire contaminado y a la alcalinidad del sustrato.
No olvidar que esta calidad significa menor frecuencia de reparación y por tanto menor coste por
año.
Bibliografía
- “Química del Cemento y el Hormigón” (“The Chemistry of Cement and Concrete”), Frederick
Measham Lea y Desch, Traducida por Manuel Benítez y Manuel Galán, 1960.
- www.ing.unlp.edu.ar/bibcent/coprog/co1079.htm
- www.procuno.pta.es/images/ARTICU24.html
- www.construir.com/Econsult/C/Consulta/ RENISON/document/armado5.htm