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Apuntes de estudio sobre Hume (Investigación sobre el Conocimiento

Humano) (21/08/20)

En el pensamiento de Hume, a la hora de clasificar nuestras representaciones lo


es que es importante es el grado de vivacidad que, nos permite distinguir entre las
sensaciones, que son las primeras en llegar a la mente, y las llamadas ideas que
pertenecen a la memoria y la imaginación.
Las impresiones (sensaciones), según explica Salas, aventaja a las demás
representaciones cualitativamente, pues se trata de una experiencia más perfecta.
Según Hume, la experiencia se presenta como un punto de referencia ineludible
a la hora de querer precisar el valor de una determinada posición filosófica.
El aporte fundamental de la investigación sobre el conocimiento humano de
Hume se encuentra en el segundo principio fundamental de esta obra que postula lo
siguiente: las cuestiones de hecho, es decir, las proposiciones fácticas, no son
irreductibles a relaciones de ideas (en el sentido que las cuestiones de hecho son
aprehensibles por medio de la experiencia, mientras que las relaciones de ideas pueden
ser alcanzadas por la sola operación de la mente).
Este principio se refiere al modo por el cual organizamos nuestros contenidos
mentales, a lo que clásicamente llamamos juicio. El segundo principio de la
Investigación de Hume divide los juicios o las proposiciones (asociaciones de dos
percepciones) en dos clases: por un lado, las proposiciones evidentes racionalmente (ej.
2+2 = 4) y, por otro lado, las proposiciones conocidas y comprobables empíricamente
(ej. El Sol saldrá mañana). Ahora bien, para Hume, el conocimiento racional (a veces
llamado universal) y el conocimiento empírico son equiparables.
Según Hume, ningún objeto llega a descubrir, por las cualidades que aparecen a
los sentidos, ni las causas que lo han producido ni los efectos que surgirán de él, y sin
ayuda de la experiencia nuestra razón no podrá jamás realizar una inferencia acerca de
lo realmente existente y de las cuestiones de hecho.
De igual manera, Hume no solo postula que la relación causal no es satisfactoria,
sino que, también pretende demostrar porque creemos que sí lo es. Por este motivo,
Hume se detendrá a examinar las creencias humanas. En este examen, el autor distingue
dos tipos de creencia.
En primer lugar, la creencia en la existencia de la causa o del efecto, cuando se
nos ha dado previamente el efecto o la causa respectivamente (vemos humo y nos
decimos que hay fuego).
En segundo lugar, la creencia en una vinculación efectiva entre causa y efecto.
Según Hume, en este tipo de creencia existe una forzosidad cuando la mente pasa a
representarse una percepción determinada en virtud de su experiencia pasada, como
propia de una relación entre las dos cosas percibidas. Según el autor, es el sujeto quien
determina unas vinculaciones causales que en rigor nuestra experiencia no contiene. Me
parece, que no es un proceso de forzosidad por el cual vinculamos efectivamente causas
y efectos, sino que, por el contrario, es un proceso racional. Ciertamente, ¿qué hay de
forzoso en formarse expectativas o intuir una relación de dos objetos, en una situación
presente, apoyándonos en casos equiparables de una experiencia pasada?

Algunas citas de la Sección 2 – Sobre el Origen de las Ideas

- “incluso el pensamiento más intenso es inferior a la sensación más débil”


- “podemos dividir las dos percepciones de la mente por sus grados de fuerza
o vivacidad”
- “lo que nunca se vio o se ha oído contar, puede, sin embargo, concebirse.
Nada está más allá del poder del pensamiento” ¿contradicción?
- “todas nuestras ideas, o percepciones más endebles son copias de nuestras
impresiones o percepciones más intensas”

Sección 4, parte I – Dudas escépticas acerca de las operaciones del


entendimiento

Según Hume, todos los objetos de la razón e investigación humana pueden


dividirse en dos grupos, a saber: a) relaciones de ideas y, b) cuestiones de hecho. Al
primer grupo (a), pertenecen la geometría, el algebra, la aritmética y, en resumen, toda
afirmación que es demostrativa o intuitivamente cierta. Por ejemplo, que el cuadrado de
la hipotenusa es igual al cuadrado de los dos lados o que tres veces cinco es igual a la
mitad de treinta.
El conocimiento de las relaciones de causa y efecto en ningún caso se da, según
Hume, por razonamientos a priori, sino que surge enteramente de la experiencia. Por
ejemplo, explica el autor que si un objeto completamente nuevo se la presentara a una
persona no sería capaz, ni por el más meticuloso estudio de sus cualidades sensibles, de
descubrir sus causas o efectos.
- “las causas y efectos no pueden descubrirse por la razón, sino por la
experiencia”
- “todo efecto es un suceso distinto de su causa”

Sección 5, parte I – Solución escéptica de estas dudas

La filosofía de la academia o filosofía especulativa según Hume: que no es


compatible con ninguna pasión desordenada de la mente humana, ni puede mezclarse
con emoción o propensión natural alguna.
Los filósofos académicos hablan de duda, de la suspensión del juicio y del
peligro de las determinaciones precipitadas.

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