Está en la página 1de 74

CICLO

INTEGRAL
DE CANCIONES

DE

JOAQUÍN RODRIGO

ENERO 1997
Fundación Juan March

CICLO

INTEGRAL
DE CANCIONES
DE
JOAQUÍN RODRIGO

ENERO 1997
ÍNDICE

Pág.

Presentación 3

Programa general 5

Introducción general
por Andrés Ruiz Tarazona 11

Primer concierto
Notas al programa 17
Textos de las obras cantadas 22

Segundo concierto
Notas al programa 30
Textos de las obras cantadas 34

Tercer concierto
Notas al programa 42
Textos de las obras cantadas 47

Cuarto concierto
Notas al programa 56
Textos de las obras cantadas 61

Participantes 69
A través de este generoso ramillete de canciones,
todas las que Joaquín Rodrigo compuso
para canto y piano (y algunas más)
a lo largo de 64 años de actividad incansable,
tendremos la oportunidad de seguir paso a paso
la carrera musical de uno de nuestros compositores
más universales.

Todos sus biógrafos señalan sin excepción


que es precisamente en las canciones
donde Rodrigo alcanza sus más altas
cotas estéticas, aunque es preciso reconocer
que su popularidad
está cimentada en alguno o algunos de sus conciertos
y especialmente en los guitarrísticos.
La canción de concierto, como el lied germánico
o la mélodie francesa, es por definición un arte
más interiorizado y sutil, menos explícito
y evidente. El diálogo con el poema elegido,
sobre todo si procede de los clásicos
(Gil Vicente, Marqués de Santillana,
San Juan de la Cruz, Lope de Vega),
plantea al compositor delicados problemas,
no menores cuando los poemas
son más recientes (Rosalía de Castro, Verdaguer, Juan
Ramón Jiménez, Antonio Machado)
y la relación no es historicista.
Capítulo importante es el diálogo
con los poemas de su esposa y fiel colaboradora,
Victoria Kamhi.

Rodrigo vence sin aparente dificultad


los obstáculos y muestra en las canciones
toda la gama de su paleta sonora. Puede ser
divertido, un mero juego encantador, o alcanzar
profundidades de las que quitan el aliento;
es popular o aristocrático, pasando por todos
los matices del casticismo; pero en todas ellas campea,
al margen de su excelente oficio, una cualidad
que le define: la gracia, el instinto comunicador,
la capacidad de conmover. Y, como consecuencia
inevitable, el arte de sus canciones genera gratitud.
La que la Fundación Juan March le expresa
en su 95° aniversario, por seguir haciéndonos felices
con su música y con su ejemplo.

Estos conciertos serán retransmitidos en directo


por Radio Clásica, la 2 de RNE.
Joaquín Rodrigo en 1935 en Salzburgo
PROGRAMA GENERAL
6

PROGRAMA
PRIMER CONCIERTO

Ave María (1923)


Cantiga (Gil Vicente) (1925)
Romance de la infantina de Francia ( A n ó n i m o ) (1928)
Serranilla (Marqués de Santillana) (1928)
Schifferliedchen (Barcarola) (Victoria Kamhi) (1933)
Estribillo (Salvador J. Polo de Medina) (1934)
Soneto (Juan Bautista de Mesa) (1934)
Esta niña se lleva la flor (Francisco Figueroa) (1934)
Cántico de la esposa (S. Juan de la Cruz) (1934)

II

Coplas del pastor e n a m o r a d o (Lope de Vega) (1935)


Fino Cristal (Carlos Rodríguez Pintos) (1935)
Cuatre can?ons en llengua catalana (1935)
Cangó del teuladí (Teodoro Llórente)
Canticel (Josep Carner)
L'Inquietut primaveral de la donzella (Josep
Massó i Ventos)
Brollador gentil (Joan Guasch)
Triptic de Mosén Cinto (1936)
L'Harpa sagrada
Lo violi de Sant Francese
Sant Francese i la cigala

Intérpretes: A T S U K O K U D O , soprano
A L E J A N D R O Z A B A L A , piano

Miércoles, 8 de Enero de 1997, 19,30 horas.


7

PROGRAMA
SEGUNDO CONCIERTO

Canción del g r u m e t e ( A n ó n i m o ) (1938)


Canción del cucú (Victoria Kamhi) (1937)
Romance del Comendador de Ocaña (Lope de Vega. Adap.
Joaquín de Entrambasaguas) (1948)
Romancillo ( A n ó n i m o ) (1950)
Cuatro madrigales amatorios (1947)
¿Con qué la lavaré? (J. Vásquez)
Vos me matasteis ( A n ó n i m o )
¿De dónde venís, amore? (J. Vásquez)
De los álamos vengo, madre (J. Vásquez)

II

Chimères (Victoria Kamhi) (1938)


La chanson de ma vie (Juan C a m p ) (1938)
Doce canciones populares españolas (1950)
¡Viva la novia y el novio!
De ronda
Una palomita blanca
Canción de baile con pandero
Tararán
En las montañas de Asturias
Estando yo en mi majada
Adela
En Jerez de la Frontera
San José y María
Canción de cuna
Un home, San A n t o n i o (Rosalía de Castro) (1951)
Primavera (Guillermo Fernández-Shaw) (1953)

Intérpretes: A T S U K O K U D O , soprano
A L E J A N D R O Z A B A L A , piano

Miércoles, 15 de Enero de 1997, 19,30 horas.


8

PROGRAMA
TERCER CONCIERTO

C u a t r o Arias de "El hijo fingido" ( L o p e de Vega. A d a p .


José M. A r o z a m e n a y Victoria K a m h i ) (1955-60)
Canción de Bárbara
Canción de Angela
Arietta de Angela
Romanza de Angela

C u a t r o canciones sefardíes (Anónimos. A d a p . Victoria


Kamhi) (1963)
Respóndenos
Una pastora yo amí
Nani, nani
Morena me llaman

C u a t r o villancicos (1952)
La espera (Victoria Kamhi)
Aire y donaire (Anónimo. Adap'. Victoria Kamhi)
Coplillas de Belén (Victoria K a m h i )
Pastorcito Santo ( L o p e de Vega)

II

Dos canciones (Juan R a m ó n Jiménez) (1961)


Verde verderol
Pájaro de agua

La Grotte: H o m e n a j e a Debussy (Louis E m i é ) (1962)

Sobre el cupey (Luis H e r n á n d e z A q u i n o ) (1963)

D e s p e d i d a de A z u c e n a (de "La Azucena de Quito"


de José M a Valverde) (1960)

Rosaliana (Rosalía de Castro) (1965)


Cantart'ei Galicia
¿Por qué?
Adiós, ríos, adiós fontes
¡Vamos bebendo!

Intérpretes: A T S U K O K U D O , s o p r a n o
A L E J A N D R O Z A B A L A , piano

Miércoles, 22 de Enero de 1997, 19,30 horas.


9

PROGRAMA
CUARTO CONCIERTO

C o n A n t o n i o M a c h a d o (1971)
Preludio
Mi corazón te aguarda
Tu voz y tu mano
Mañana de abril
Los sueños
Cantaban los niños
¿Recuerdas?
Fiesta en el prado
Abril galán
Canción del Duero

II

C a n t o s de a m o r y de g u e r r a ( A n ó n i m o s ) (1965)
Paseábase el rey moro
¡A las armas, moriscotes!
¡Ay, luna que reluces!
Sobre Baza estaba el rey
Pastorcico, tú que has vuelto

D o s canciones p a r a c a n t a r a los niños ( A n ó n i m o s . A d a p .


Victoria K a m h i ) (1973)
Corderito blanco
Quedito

Líricas castellanas ( A n ó n i m o s ) (1980)


San Juan y Pascua
Despedida y soledad
Espera del amado

Dos canciones (Fina de C a l d e r ó n ) (1987)


Arbol
¿Por qué te llamaré?

Intérpretes: A T S U K O K U D O , soprano
A L E J A N D R O Z A B A L A , piano

Miércoles, 29 de Enero de 1997, 19,30 horas.


A Joaquín Rodrigo y su música

¡Pero tú ves, Rodrigo...!


El mágico paisaje,
el supremo color... ¡El personaje
del misterio que siempre va contigo!
...La suma Realidad, la Verdad pura
que en el Reino Interior solo florece...
la perfecta hermosura
que solo en el jardín del alma crece.
No a los ojos Amor, no Poesía .
se brindan como al Sueño. Y es soñando
como el poeta crea. La harmonía
de Belleza y Verdad surge cantando.
Así tú de ese mundo inenarrable
el alma luz percibes,
y en arpegios magníficos la inscribes...
Y le das una voz y un colorido
única expresión de lo inefable.
¡Ay, yo también, Rodrigo,
de eso que no se ve soy el amigo!

Manuel Machado
(Cadencia de cadencias. Madrid, 1943)
11

INTRODUCCION GENERAL

LOS TESTIMONIOS

Es todo un acontecimiento lo que nos p r o p o n e la Fun-


dación Juan March: ofrecer el ciclo integral de canciones
de Joaquín Rodrigo. Toda una hazaña, a realizar a lo lar-
go del mes de e n e r o en cuatro recitales, por la soprano At-
suko Kudo y el pianista A l e j a n d r o Zabala, intérpretes de
la máxima solvencia artística.

Porque nos hallamos ante uno de los más importantes


legados, en el género canción de concierto, de toda la mú-
sica española del siglo XX, solo comparable en extensión
al de E d u a r d o Toldrá.

Nuestro querido maestro Federico Sopeña resalta-


ba, a d e m á s , s u e n o r m e i m p o r t a n c i a e s t é t i c a : " T o d o l o
q u e es R o d r i g o y lo q u e es su m ú s i c a t i e n e n el r e s u -
m e n m á s h a c e d e r o , p r i e t o y d i r e c t o , en sus c a n c i o n e s ,
el " c o r p u s " m á s b e l l o de la m ú s i c a e s p a ñ o l a a c t u a l . El
e n c u e n t r o con g r a n d e s p o e t a s , con Gil V i c e n t e , c o n
San J u a n de la C r u z , con L o p e de V e g a , se e f e c t ú a sin
p r e j u i c i o s d e a r c a í s m o , con u n l e n g u a j e a r m ó n i c o a t r e -
vido y j u s t o , s o b r e un p i a n o s i n g u l a r q u e l e v a n t a u n a
m e l o d í a n í t i d a , p r e c i s a . A l l í t e n e m o s t o d a s las g a m a s :
la t e r n u r a p r o f u n d a del Cántico de la Esposa, la gra-
cia leve de los Madrigales amatorios, la l i m p i a m e l a n -
colía de los villancicos, a la c a b e z a Pastorcito santo de
Lope".

T a m b i é n E n r i q u e F r a n c o s e fija e s p e c i a l m e n t e so-
bre este a s p e c t o de la c r e a c i ó n del m a e s t r o v a l e n c i a n o :
" S o b r e la tónica cultural de la p e r s o n a l i d a d y la o b r a de
R o d r i g o nos dice m u c h o el simple c a t á l o g o de sus o b r a s
con t e x t o " . Es cierto, c o m o el c o m p o s i t o r ha c o m e n t a -
do, q u e m u c h a s veces escribió sus c a n c i o n e s p a r a de-
terminadas cantantes que conocía y admiraba, adap-
t á n d o s e a las p a r t i c u l a r i d a d e s de sus r e s p e c t i v a s voces
(hay q u e decir q u e s u p o s i e m p r e elegir m u y bien a " s u s "
cantantes), pero también es verdad que su personali-
dad se adivina no solo en los t e x t o s o las voces elegi-
das, cuestión c i e r t a m e n t e r e v e l a d o r a , sino en la p r o p i a
música, tan í n t i m a , r i s u e ñ a y p e c u l i a r en lo a r m ó n i c o y
lo rítmico.

Por su parte, Francisco José León Tello, en un t r a b a j o


publicado en la revista " C u a d e r n o s H i s p a n o a m e r i c a n o s "
(n° 355, E n e r o 1980, Madrid) y titulado "La estética de la
música vocal de Joaquín Rodrigo: catorce canciones para
canto y piano", insiste en la importancia de la obra Iiede-
rística de Rodrigo con palabras muy certeras q u e vale la
pena reproducir.
12

"Es legítimo hablar de un renacimiento de nuestra mú-


sica en el siglo XX. En el caso de Joaquín Rodrigo la afir-
mación tiene un doble significado: estimativo y vinculati-
vo. Su posición es e j e m p l a r . C o n o c e las más m o d e r n a s
tendencias europeas. Afirma su personalidad. Pero acierta
a valorar la obra de los maestros españoles de otras épocas.
Se relaciona con el arte de los vihuelistas, con la guitarra de
Gaspar Sanz, con el clave del P. Soler. No es dependencia es-
tilística. Tampoco retornos: Rodrigo bebe siempre en su pro-
pia copa labrada con cincel de su tiempo y mano original. Se
trata de conexión voluntaria que inserta su producción en el
proceso histórico de la música española.

Ha enriquecido todos los géneros. Quizá sea el com-


positor de nuestro siglo a quien más debe la estética del
concierto. Ha cultivado especialmente la canción. Le ins-
pira la poesía: es una constante en su labor de compositor,
Sopeña lo ha visto con mucho acierto: ha sabido indepen-
dizarse de las sugerencias de la canción de Turina y Falla;
crea su propio arte del Lied: pero en sus canciones el lied
español muestra vocación de universalidad. Aun escritas en
diferentes años, constituyen un conjunto coherente dentro
de su catálogo general de compositor."

Ciertamente, Rodrigo ha dado un lenguaje nuevo y uni-


versal a la canción de concierto sin renunciar a su espa-
ñolidad. Y ese lenguaje es valioso no por lo que tenga de
español, sino por ese algo indefinible, distintivo, que mar-
ca al gran artista. El propio maestro, en su discurso de in-
greso eñ la Real Academia de Bellas A r t e s de San Fer-
nando, leído el 18 de n o v i e m b r e de 1951, con el título
"Técnica enseñada e inspiración no aprendida", decía co-
sas que definen mejor que cualquier comentario, su pos-
tura ante la música:

"¡El lenguaje musical! A n t e él q u e d a m o s absortos; es


algo mágico, por medio del cual la música se expresa por
alusiones que, al menos en el campo sensorial y sentimental,
llegan a efectivas concreciones: es la palabra de la música,
pero no existe parangón posible entre ambas palabras, por-
que el lenguaje musical es circunstancia propia al arte de
los sonidos. Ni el poeta, ni el filósofo pueden inventar su
propio lenguaje, los neologismos que introduzcan, siem-
pre traducirán signos conocidos; la eufonía de una pala-
bra, para siempre, tendrá que estar unida, y será su más pres-
tigioso vehículo, a m p a r a d a en un bello t i m b r e de voz.
A g u d a m e n t e lo hace notar Paul Valéry al decir que todo
el boato musical de los poetas románticos y simbolistas se
queda en nada cuando la música despliega su m a n t o de
magia, ante el cual se humilla la posibilidad simbólica del
poeta o la capacidad conceptual del filósofo, únicos re-
cursos de virtud musical y por medio de los cuales pueden
renovar de veras su lenguaje."

¿No ha sabido, desde muy pronto, Rodrigo, darnos nue-


vas imágenes sonoras, con lenguaje propio, un personal
"paisaje acústico"?
13

O B R A Y V I D A DE RODRIGO

Hace pocos días Joaquín R o d r i g o celebró su nonagé-


simo quinto cumpleaños.

Es una suerte q u e el maestro haya podido disfrutar tan


largamente del aplauso y el reconocimiento de los públi-
cos más diversos. Todo el m u n d o le admira y le solicita,
desde A l e m a n i a a Japón, de Francia a Africa del sur, de
Estados Unidos a A r g e n t i n a . En E s p a ñ a v e n e r a m o s su fi-
gura y las jóvenes generaciones se asombran c u a n d o en al-
gún concierto sale a saludar "en p e r s o n a " el autor del Con-
cierto de Aranjuez.

Hace quince años, con motivo de su octogésimo ani-


versario, la O r q u e s t a Nacional de E s p a ñ a rendía h o m e n a -
je al m a e s t r o en el Teatro Real de Madrid.

Se e s t r e n a r o n e n t o n c e s en E s p a ñ a dos de sus últimas


p a r t i t u r a s , En busca del más allá y Concierto pastoral.
Muchos p e n s a r o n q u e dichas o b r a s constituían el c a n t o
de cisne del c o m p o s i t o r saguntino, p e r o años m á s t a r d e
daría a c o n o c e r o t r a s dos c o m p o s i c i o n e s de p a r e c i d a en-
vergadura: el Concierto como un divertimento p a r a vio-
loncello y o r q u e s t a (Julián Lloyd W e b e r lo tocó en Ma-
drid el 22 de f e b r e r o de 1985) y el Concierto para una
fiesta, para guitarra y o r q u e s t a . A m b a s creaciones f u e r o n
la p r u e b a f e h a c i e n t e de q u e l a . p e r s o n a l i d a d artística de
Rodrigo no había sufrido m e n o s c a b o con el paso del tiem-
po. Su gracia, lozanía y e m p u j e juvenil, seguían intactos.
H o y p o d e m o s decir q u e el m a e s t r o no ha perdido, pese
al largo c a m i n o recorrido, ni la ilusión ni la f u e r z a crea-
dora.

Por ello parece sumamente oportuno y de la más estricta


justicia la realización de este h o m e n a j e a Joaquín Rodri-
go, organizado por la Fundación Juan March. Porque to-
dos s a b e m o s q u e Joaquín R o d r i g o es una de las figuras
más destacadas de la música española del siglo XX. Paul
Dukas, su m a e s t r o en París, y el ilustre M a n u e l de Falla,
vieron en él la continuidad sin r u p t u r a del nacionalismo
que tanta proyección internacional había otorgado a la mú-
sica hispana. Esto es a b s o l u t a m e n t e cierto y quienes vivi-
mos de cerca el f e n ó m e n o musical y nos interesamos por
la estética y la historia, lo sabemos. R o d r i g o ha enriqueci-
do casi todos los géneros musicales Su aportación a algu-
no de ellos -el concierto de solistas, la canción- ha sido ex-
cepcional, s u p e r a n d o lo realizado por los grandes maestros
españoles del pasado.

Pero a veces se nos olvida q u e R o d r i g o ha roto las ba-


rreras nacionales y ha alcanzado la universalidad. Es un
autor a d m i r a d o en todas las latitudes, un clásico del siglo
XX. Cierto es que la calidad de página, la belleza peculiar
de su Concierto de Aranjuez (una de las obras musicales
más aplaudidas de la historia), han sido una ayuda al res-
to de su obra.
14

Pero, desengañémonos, si lo demás no hubiera tenido


la gracia, el color, la alegría, el sello distintivo de su arte,
el prestigio del maestro hubiese ido decayendo y no en au-
mento, como sucede en la actualidad.

Joaquín Rodrigo nació en Sagunto el 22 de noviembre


de 1901, justamente el día de santa Cecilia, patrona de los
músicos. Era hijo de Vicente Rodrigo Peirats, natural de
Almenara (Castellón) y de Juana Vidre Ribelles, oriunda
de Cuartell de los Valles (Valencia). Sus padres eran co-
merciantes y terratenientes del País Valenciano de apre-
ciable fortuna. Vicente Rodrigo había estado casado ya
con anterioridad. De su primer matrimonio había tenido
cuatro hijos y tuvo seis en el segundo con Juana Vidre, mu-
jer de gran belleza física y moral. El benjamín de la casa
fue precisamente el futuro compositor.

Apenas contaba tres años y medio cuando el p e q u e ñ o


Joaquín resultó afectado por una epidemia de difteria que
causó la muerte de muchos niños de Sagunto y a él le pro-
dujo la pérdida de la vista. Al comienzo de su proceso de
ceguera, percibía luces y perfiles. Luego paulatinamente
llegó la oscuridad total. Todos los intentos de recuperar la
visión a lo largo de su vida han sido infructuosos, pero Joa-
quín Rodrigo ha sabido aceptar esta limitación y trascen-
derla en su arte, en el que, por fortuna, no ha necesitado
de la luz corporal.

Cuando tenía cuatro años, sus padres se trasladaron a


Valencia, huyendo de los graves disturbios que se produ-
jeron en Sagunto en 1906. En la capital del Turia recibió
Joaquín las primeras enseñanzas de piano y cultura gene-
ral en la Escuela de Ciegos.

López Chávarri ha explicado lo q u e s u p u s i e r o n pa-


ra el joven R o d r i g o las clases de a q u e l p r o f e s o r de la
Escuela d e Ciegos v a l e n c i a n a l l a m a d o Francisco A n -
tich. "Por f o r t u n a , en Valencia había un m a e s t r o al q u e
no se ha h e c h o justicia: un organista de m é r i t o , impro-
visador valioso q u e a d o r a b a a Cesar Franck c u a n d o en
nuestra tierra se vivía todavía en M e r c a d a n t e y cono-
cía a Wagner c u a n d o sus paisanos estaban en Rossini y
Meyerbeer".

El c a r á c t e r v o l u n t a r i o s o de R o d r i g o y su afán por
crearse una sólida formación musical le llevaron a pro-
curarse una síntesis del Tratado de i n s t r u m e n t a c i ó n de
G e v a e r t , q u e López Chávarri le dictaba c a r i ñ o s a m e n t e .
Y muy pronto, antes del anhelado viaje a París, tradición
de todos los músicos españoles, surgieron las p r i m e r a s
composiciones de Rodrigo: los Dos esbozos, Op. 1, pa-
ra violín y piano (1923), la Suite para piano (1923), la Ber-
ceuse de otoño (1923) t a m b i é n para piano, la Cangone-
ta p a r a violín y o r q u e s t a de c u e r d a s y Juglares, p a r a
orquesta, obra en la q u e se descubre una personalidad
ya f o r m a d a , con una voz propia q u e va a llevarle pron-
to a la f a m a .
15

E s t a s v i r t u d e s c r e a d o r a s del m ú s i c o e s p a ñ o l f u e r o n
i n m e d i a t a m e n t e a p r e c i a d a s p o r Paul Dukas, en cuya cla-
se de composición de la Escuela N o r m a l de Música de
París ingresó R o d r i g o en el a ñ o 1927. París f u e para el jo-
ven valenciano una v e r d a d e r a universidad en la q u e sa-
ciar su sed de c o n o c i m i e n t o s y e x p e r i e n c i a s musicales.
Allí, a d e m á s de con el e j e m p l o de Dukas, c o n t ó con la
amistad de Ravel, Roussel, Poulenc, Ibert, Enesco, H o -
negger y sus compatriotas Manuel de Falla, Federico Mom-
pou, Emilio Pujol, a quien dedicó el Preludio al gallo ma-
ñanero, u n o de sus g r a n d e s éxitos de entonces, y Jesús
Arámbarri.

E n P a r í s t u v o l u g a r t a m b i é n u n a c o n t e c i m i e n t o cla-
ve en la vida de R o d r i g o : su r e l a c i ó n p r o f e s i o n a l pri-
mero, amistosa d e s p u é s y de a m o r f i n a l m e n t e , con la pia-
nista Victoria K a h m i , nacida en E s t a m b u l , de p a d r e
t u r c o y m a d r e a u s t r í a c a . D e s p u é s d e largos a ñ o s d e n o -
viazgo, l o q u e h a b í a c o m e n z a d o c o n u n a p r o f é t i c a ad-
m i r a c i ó n d e Vicky hacia e l m ú s i c o v a l e n c i a n o , a c a b ó
en b o d a , c e l e b r a d a en V a l e n c i a el 19 de e n e r o de 1933.
V i c t o r i a ha sido no sólo la e t e r n a y a m o r o s a c o m p a -
ñ e r a d e J o a q u í n , sino s u m á s e f i c a z c o l a b o r a d o r a m u -
sical, c o m o i n t é r p r e t e de sus o b r a s , y l i t e r a r i a , p u e s es
a u t o r a de m u c h o s textos a los cuales el m a e s t r o ha pues-
to m ú s i c a .

A partir del 9 de n o v i e m b r e de 1940, día del triunfal


estreno del Concierto de Aranjuez en Barcelona, la carre-
ra de R o d r i g o c o m o a u t o r f u e ya ininterrumpida. El es tal
vez el músico que se ha dedicado con mayor regularidad
a las tareas compositivas de cuantos han t r a b a j a d o en la
E s p a ñ a de la postguerra.

La o b r a de R o d r i g o participa de los planes de r e n o -


vación del l e n g u a j e de la música e s p a ñ o l a p r o p u e s t o s por
los de la G e n e r a c i ó n de! 27, así llamada p o r h o m o l o g a -
ción con la g e n e r a c i ó n literaria q u e c e r r ó filas en t o r n o
al c e n t e n a r i o de G ó n g o r a , c o n m e m o r a d o en 1927. E s t o s
p l a n e s c o m p r e n d í a n un a c e r c a m i e n t o a las disciplinas in-
telectuales, u n a objetividad q u e propiciara un n u e v o n e o -
clasicismo, un a f á n de p e r f e c c i ó n , de o b r a bien hecha, y
el r e c h a z o de toda grandilocuencia y f a r r a g o s i d a d . En de-
finitiva, se h a b í a n p r o p u e s t o d e s p o j a r a la música de su-
blimidades.

D e n t r o de la obra total de Rodrigo, d e b e r e m o s hacer


referencia a sus canciones, a sus obras para piano, de cá-
m a r a , corales, orquestales, a su música incidental para la
escena y el cine, e incluso a sus obras destinadas al t e a t r o
lírico. Es decir, a una variada muestra de su versatilidad cre-
adora.

E n t r e sus obras para canto y piano r e c o r d e m o s el Cán-


tico de la Esposa, s o b r e san Juan de la Cruz; los Cuatro
Madrigales Amatorios, d o n d e nos p r o p o n e no ya el retor-
no a nuestro renacimiento, sino u n a nueva valoración del
16

arte español de nuestra época; los Tres villancicos, las diez


canciones Con Antonio Machado, etc.

La obra para piano, estudiada con detalle por Antonio


Iglesias, contiene piezas de magistral factura; así el Prelu-
dio al gallo mañanero, A l'ombre de Torre Bermeja, las
Cuatro Estampas Andaluzas, las cinco Sonatas de Castilla
con toccata a modo de pregón.

En la música de cámara podrán citarse la Sonata Pim-


pante, para violín y piano, y la Sonata a la breve, para vio-
lonchelo y piano. De la Sonata Pimpante se ha dicho que
era exactamente una imagen de su título: pimpante, salta-
rina, centelleante y ligera.

E n t r e las obras corales ha ganado merecida fama la


Música para un códice salmantino, basada en la Oda a Sa-
lamanca de Unamuno.

En cuanto a las obras orquestales no p o d e m o s olvi-


dar ese vigoroso h o m e n a j e a Luys de Milán, el vihuelista
valenciano del siglo XVI, que Rodrigo tituló Zaraban-
da lejana, y los r e f i n a m i e n t o s armónicos de las cuatro
berceuses que c o n f o r m a n Música para un jardín. Es di-
fícil resumir la trayectoria de un artista tan personal y
extraordinario como Rodrigo. Desde Per la flor del lli-
ri blau, p o e m a sinfónico de corte post-romántico, hasta
Palillos y panderetas, se extiende un paisaje musical de
muy variados tintes, pero de una a d m i r a b l e coherencia
estilística.

E n e l p l a n o s i n f ó n i c o , n o o b s t a n t e , las m a y o r e s
c o n s e c u e n c i a s del m a e s t r o e s p a ñ o l se h a n p r o d u c i d o
en el c a m p o de la m ú s i c a c o n c e r t a n t e . B a s t a r í a r e -
c o r d a r los títulos de Concierto de Aranjuez, Fantasía
para un gentilhombre, Concierto Madrigal, Concierto
Andaluz, Concierto para una fiesta, t o d o s ellos con
u n a , dos y hasta c u a t r o g u i t a r r a s solistas; el Concier-
to Heroico, p a r a piano, el Concierto Galante y el Con-
cierto como un Divertimento, a m b o s p a r a v i o l o n c e l o ;
el Concierto de Estío, p a r a violín; el Concierto Sere-
nata y Sones de la Giralda, p a r a a r p a , y el Concierto
Pastoral p a r a f l a u t a .

Grandes solistas y primerísimas orquestas han sido ve-


hículo de esta singular obra, que permanece tan llena de
vida, tan atrayente y mágica como cuando salió de la men-
te y el corazón de Joaquín Rodrigo.

Andrés Ruiz Tarazona


17

PRIMER CONCIERTO

NOTAS A L P R O G R A M A

La dulce y breve Ave María que inaugura este ciclo mo-


nográfico d e d i c a d o a J o a q u í n R o d r i g o , se r e m o n t a a la
prehistoria del compositor, aquella q u e p a r a f r a s e a n d o a
G e r a r d o Diego, p o d r í a m o s d e n o m i n a r Prejoaquín d e A n -
terrodrigo. En efecto, R o d r i g o c o m p o n e su Ave María en
1923 para voz de m u j e r y siete instrumentos (dos flautas,
un oboe, dos clarinetes y dos fagotes, cuando aún se hallaba
asimilando -muy bien, p o r cierto-, las e n s e ñ a n z a s de ar-
monía y composición de Francisco Antich (1860-1926), ilus-
tre organista y c o m p o s i t o r valenciano. De aquel m i s m o
año datan varias composiciones del músico saguntino, en-
tre ellas su primer ensayo sinfónico "Juglares", y un gru-
po de obras para piano, algunas perdidas, c o m o " L i e d " y
"Sus manos", p e r o otras felizmente existentes; así la "Sui-
te para piano", e s t r e n a d a por Ricardo Viñes en París años
después, y la " B e r c e u s e de o t o ñ o " , la cual, una vez or-
questada, f o r m a r á parte de "Música para un jardín".

De esa época es la versión para canto y ó r g a n o del Ave


María, sobre la q u e R o d r i g o haría una versión para coro
mixto en 1954, en la cual se evidencia mejor los valores es-
pirituales de esta pieza dulce y breve. El coro de cámara
"Ave Sol", de Riga (Letonia), realizó en 1986 una exce-
lente versión del "Ave M a r í a " de Rodrigo, al lado de otras
de Arcadelt, Desprez, G o m b e r t , Liszt, G o u n o d , Brucker
y Mendelssohn.

El Ave María para voz y acompañamiento no figura en es-


ta sección del catálogo de Joaquín Rodrigo, inaugurado con la
Cantiga (1925) de Gil Vicente "Muy graciosa es la doncella".
Es esta pieza el ejemplo más temprano del sobrio y deliberado
arcaísmo que caracteriza buena parte de la producción de Ro-
drigo para voz y piano, llena de sutilezas armónicas destinadas
a otorgar validez y visos de autenticidad a su música para tex-
tos renacentistas. En este caso, una cantiga del poeta y drama-
turgo luso Gil Vicente (c. 1465-1536), cuya poesía en portugués
y en castellano entronca con elementos tradicionales.

Algo posterior, pero en la misma órbita de lo arcaico y


tradicional, debemos poner las dos canciones que siguen, el
Romance de la infantina de Francia, sobre texto anónimo y la
Serranilla, con texto de Iñigo López de Mendoza (1398-1458),
Marqués de Santillana y Conde del Real de Manzanares, aca-
so el introductor del soneto petrarquesco en España.

La Serranilla es la muy célebre "Moga tan f e r m o s a /


non vi en la f r o n t e r a / c o m o una v a q u e r a / de la Finojosa"
(Serranilla VI en la edición de M a n u e l D u r á n ; Clásicos
Castalia; Madrid, 1975). R o d r i g o marca bien la estructura
18

de la Serranilla, separando el refrán y cada una de las cin-


co estrofas.

La música del refrán se repite en los cuatro últimos


versos de la primera, segunda, cuarta y quinta estrofas y
solo desaparece en la tercera "Non creo las rosas / de la
primavera". La música desprende el fresco aroma que po-
see también el texto de esta estilizada pastorela del poeta
de Carrión de los Condes.

Tanto el Romance como la Serranilla fueron estrenados


en París en 1930 por la cantante María Cid, acompañada al
piano por el propio Joaquín Rodrigo, quien orquestaría la par-
te de piano de la "Serranilla" poco después. Discípula de
Vera Janacópulos, María Cid marchó muy joven a París,
con una beca de la Diputación de Tarragona. En la capi-
tal francesa y en otras ciudades europeas se distinguió co-
mo intérprete de música española.

Ya hemos comentado en la introducción la enorme im-


portancia que Victoria Kamhi. la esposa del maestro, ha te-
nido sobre su obra, pero muy especialmente en el aparta-
do que nos ocupa. Victoria no sólo estimuló el espíritu
creador de Rodrigo sino que es autora de numerosos tex-
tos de sus canciones, así como de la traducción de otros a
diferentes idiomas para facilitar su difusión. Barcarola o
Schifferliedchen es uno de esos casos. Escrita el año 1933,
poco después de su feliz matrimonio en Valencia, y posi-
blemente en la casa familiar de Estivella, Lola Rodríguez
de Aragón y el propio Rodrigo la dieron a conocer quin-
ce años después en el madrileño Círculo Medina siendo
más tarde dedicada a la soprano aragonesa Pilar Lorengar
(1928-1996). La Barcarola sigue la extinta tradición vene-
ciana de cantar el amor y la libertad con nostalgia y ritmo
cadencioso.

Estribillo es de 1934 y se basa en un poema del mur-


ciano Salvador Jacinto Polo de Medina (1603-1676). Es uno
de los característicos poemas del autor de "Academias del
jardín" y "El buen humor de las Musas", punzante e iró-
nico en sus versos barrocos de estirpe gongorina. Rodrigo
interpreta el estribillo -"Y muera yo de amor por Peri-
narda / desde que nace el sol hasta que para"- con un mo-
tivo de aire tradicional, pero a lo largo del poema realiza
todo un ejercicio de comprensión del sentido del texto,
bien con humor o con altisonante elocuencia. Estribillo es-
tá dedicada a la soprano madrileña Angeles Ottein (1895-
1981) (llamada en realidad Angeles Nieto), que realizaba
una gran carrera internacional por aquellos años. Angeles
Ottein fue maestra de Pilar Lorengar, Consuelo Rubio y
Marimí del Pozo, entre otras extraordinarias cantantes, to-
das ellas intérpretes de Rodrigo.

Soneto es también obra del joven Rodrigo surgida en


el fecundo 1934, año durante el cual Rodrigo pasó mo-
mentos muy tristes, separado de su querida Victoria. Aquel
19

año era n o m b r a d o p r o f e s o r del Colegio de Ciegos de M a -


drid, recibía el P r e m i o del Círculo de Bellas A r t e s de Va-
lencia por su p o e m a sinfónico " P e r la flor del lliri b l a u " y
le era concedida la beca C o n d e de C a r t a g e n a p a r a ampliar
estudios en París. Soneto se basa en u n o del p o e t a r e n a -
centista Juan Bautista de Mesa, recogido en la primera par-
te de las " F l o r e s de p o e t a s ilustres de E s p a ñ a " de P e d r o
Espinosa (Valladolid, 1605), a q u e l q u e c o m i e n z a " D o r m í a
en un p r a d o mi p a s t o r a h e r m o s a / y en t o r n o della e r r a b a
e n t r e las flores". La música r e s p o n d e al c u a d r o bucólico y
primaveral p r e s e n t a d o p o r Mesa, a quien no d e b e m o s con-
f u n d i r con el ilustre p o e t a e x t r e m e ñ o Cristóbal de Mesa
(1561-1633), a u t o r del gran p o e m a n a r r a t i v o " L a restau-
ración de E s p a ñ a " y a d m i r a d o p o r C e r v a n t e s y por L o p e
de Vega. En realidad, Juan Baptista de M e s a era el seu-
d ó n i m o del historiador m a d r i l e ñ o Tomás T a m a y o de Var-
gas (1587-1641), cronista de Castilla y de Indias.

R o d r i g o sabe transmitir la dulce i m a g e n con el miste-


rio y el lirismo q u e p i d e el texto. El v e r s o d e c i m o t e r c e r o ,
" p a r t e c o n m i g o el néctar q u e r o b a s t e " , clave del soneto,
q u e d a p e r f e c t a m e n t e d e s t a c a d o p o r l a serie p a r a l e l a d e
acordes q u e sostienen la bella melodía.

Francisco de Figueroa (1536-1617), a quien Cristóbal de


Mesa llamó "el Divino", era nacido en Alcalá de H e n a r e s
y con la c o m p l u t e n s e María de Vargas casó en 1574. A él
pertenece la célebre poesía b a s a d a en el estribillo Esta ni-
ña se lleva la flor, a la cual R o d r i g o p o n e u n a música muy
adecuada por su justeza a los versos, p e r o sobre t o d o por el
equilibrio en la disposición de las estrofas. A través de to-
da la canción, el piano da unidad al c o n j u n t o y repite un
motivo sencillo y breve, p e r o muy vivaz y alegre. Si Sone-
tos está dedicado a la gran s o p r a n o barcelonesa Victoria de
los Angeles, Esta niña se lleva la flor lo está a otra insigne
b a r c e l o n e s a , la m e z z o s o p r a n o C o n c h i t a S u p e r v í a (1895-
1936). A m b a s canciones son del a ñ o 1934.

El 19 de e n e r o de 1934, día de su p r i m e r aniversario de


b o d a , Victoria K a m h i y J o a q u í n R o d r i g o se d e s p e d í a n en
la estación de Valencia. Ella r e g r e s a b a a París con su ma-
dre, a la casa p a t e r n a de la r u é D a n i e l Stern. El se q u e d a -
ba en E s p a ñ a , p u e s en M a d r i d p o d í a t r a b a j a r y p e d i r la
beca q u e les p e r m i t i e r a reunirse de nuevo.

"Recibía muy a m e n u d o cartas de Joaquín, llenas de


n o s t a l g i a - c u e n t a V i c t o r i a K a h m i e n sus m e m o r i a s ( " D e
la mano de Joaquín Rodrigo, Fundación Banco Exterior;
M a d r i d , 1986). Y dice m á s a d e l a n t e : " D u r a n t e esos m e -
ses de s o l e d a d , J o a q u í n c o m p u s o v a r i a s c a n c i o n e s , y e n -
tre ellas el Cántico de la Esposa, s o b r e el t e x t o de S a n
J u a n de la C r u z , su o b r a p r e d i l e c t a " . Y no solo del m a -
e s t r o ; t a m b i é n u ñ o d e los m e j o r e s e s t u d i o s o s del m ú s i -
c o s a g u n t i n o , F e d e r i c o S o p e ñ a (1917-1991), d e c í a q u e
" e s a c a n c i ó n e s u n a cima a b s o l u t a d e l a m ú s i c a e s p a ñ o -
la y e u r o p e a " .
20

La perfección y trascendencia de la poesía de San


Juan de la Cruz (1542-1591), en este caso de las c u a t r o
primeras estrofas del " C á n t i c o " (espiritual), su h o n d o
misticismo, e n c u e n t r a n nítida r e s p u e s t a en la música
callada del m a e s t r o , su r e c i t a d o l e n t o que, c o m o en
otras ocasiones, conecta con lo mejor de la música tar-
do-renacentista en su nueva o "seconda prattica". Po-
esía y música se f u n d e n maravillosamente en una can-
ción cuya escritura nos traslada al m o m e n t o en que f u e
escrita, pero t a m b i é n a los tiempos del gran p o e t a de
Fontiveros.

La segunda parte del recital de hoy, se inicia con dos


canciones el año 1935. La primera es la muy divulgada Co-
plas del pastor enamorado, escrita para el tercer centena-
rio de la muerte de Lope de Vega, sobre unos versos del
poeta madrileño en la comedia "La buena guarda". La be-
lla introducción pianística da paso a un seco y triste reci-
tativo, acompañado luego por un piano muy sobrio, pero
sugerente y sensible. Rodrigo acierta al repetir al final la
primera de las cinco estrofas de que consta la canción, así
como valiéndose de cambios modales reforzar la aparen-
temente escasa expresividad de la misma.

Michel Benois, acompañado del propio compositor,


estrenó esta canción el 6 de junio de 1939 en la Escuela
Normal de Música de París. Un año y medio más tarde,
el 17 de diciembre de 1940, Lola Rodríguez de Aragón,
(1915-1984) daba a conocer en Madrid Fino cristal con
texto de Carlos Rodríguez Pinto, dedicada a Conchita
Badía. Canción breve, casi infantil, cuidada en sus mo-
dulaciones y contrastes, trata de dar vida sonora a las fu-
gaces imágenes del texto, a veces con recursos como la
repetición del diseño melódico de "palomitas del aire /
vienen y van".

Carlos Rodríguez Pintos (1895-1986) es un poeta uru-


guayo que, en 1930, ya aparece en la antología de Alberto
Guillén "Poetas jóvenes de América (M. Aguilar Editor, Ma-
drid). Formado en París es autor del tríptico de poemas "El
niño de cristal", que él mismo ilustró con dibujos surrealis-
tas al publicarlo, incluyendo la música del tercero de los po-
emas, el titulado "Corazón de mi niño" obra de Ernesto
Halffter, que puso música también a los otros dos, "Fino cris-
tal" y "A jugar juega jugando". Rodríguez Pintos era de Mon-
tevideo y estudió arte en la Sorbona parisiense. En 1937 re-
gresó a su ciudad natal, donde fue profesor de Historia del
Arte. Publicó "Distancias y un poema en el océano" (1937)
y "Canto de amor" (1946). Su poesía es de expresión con-
tenida y conecta con las corrientes de los años 30, culta, de
gran perfección formal y aristocraticismo. Los tres poemas
de "El niño de cristal" merecieron ser traducidos al francés
por su ilustre paisano Jules Supervielle (1884-1960).

En la obra de Joaquín Rodrigo hay también una pre-


sencia de la literatura en su lengua natal. Este progra-
21

ma se c i e r r a c o n d o s g r u p o s de c a n c i o n e s , o r i g i n a l m e n -
te escritas p a r a voz y o r q u e s t a . El p r i m e r o es el de las
Cuatre canqons en lengua catalana del a ñ o 1935. La pri-
m e r a , " C a n i j o del t e u l a d í " ( C a n c i ó n del g o r r i ó n ) lleva
t e x t o d e T e o d o r o L l ó r e n t e (1836-1911), e l ilustre p o e t a
y t r a d u c t o r v a l e n c i a n o , f i g u r a clave de la R e n a i x e n g a .
Es un p o e m a r e l a t i v a m e n t e largo, en tres e s t r o f a s con di-
f e r e n t e s n ú m e r o de v e r s o s (12, 11 y 9) y e s t o s con m é -
trica m u y v a r i a d a . R o d r i g o e m p l e a l a m i s m a m ú s i c a e n
las tres e s t r o f a s y el estribillo de la p r i m e r a i n t r o d u c e a
las r e s t a n t e s . El l a m e n t o del g o r r i ó n , su d e s c o n s o l a d o
piar, q u e d a p l a s m a d o p o r la m ú s i c a de u n a bella y e m o -
tiva m e l o d í a .

S o b r e e l m i s m o t e x t o d e J o s e p C a r n e r (1884-1970)
utilizado en 1923 p o r Toldrá p a r a su " C a n t i c e l " , traza R o -
drigo el suyo, a d a p t a d o p o r G e r a r d o D i e g o al castella-
no y t i t u l a d o i n i c i a l m e n t e " T r o v a d o r e s c a " . La í n d o l e y
ondulante melodía de Todrá parece pugnar por reapa-
r e c e r a q u í , p e r o l o i m p i d e u n a m a y o r s e n c i l l e z y so-
b r i e d a d , d u l c i f i c a d a ú n i c a m e n t e p o r los a c o r d e s a r p e -
giados q u e la s o s t i e n e n . " L ' i n q u i e t u t p r i m a v e r a l de la
d o n z e l l a " , con t e x t o de J o s e p M a s s ó y " B r o l l a d o r g e n -
til" ( S u r t i d o r gentil), s o b r e un p o e m a de J u a n M. G u a s c h
(1878-1961) c i e r r a n este g r u p o d e c a n c i o n e s , e s t r e n a d o
el 17 de n o v i e m b r e de 1946 p o r V i c t o r i a de los A n g e l e s
en el P a l a u de la M ú s i c a de B a r c e l o n a . D i r i g i ó la O r -
q u e s t a F i l a r m ó n i c a d e B a r c e l o n a e l m a e s t r o Pich San-
t a s u s a n a . L a " C a n g o del t e u l a d i " (1934) y " C a n t i c e l "
(1938) p a s a r o n del o r i g i n a l p i a n í s t i c o a la v e r s i ó n or-
questal. L a s d o s ú l t i m a s f u e r o n c o n o c i d a s en 1946 de es-
ta ú l t i m a f o r m a .

E n e l m i s m o c o n c i e r t o del P a l a u d e l a M ú s i c a C a -
t a l a n a e n e l q u e s e e s t r e n a r o n las " C u a t r o C a n g o n s e n
l e n g u a c a t a l a n a " v i e r o n l a luz, e n h o n o r d e L l u i s M i -
llet, las t r e s q u e c o n f o r m a n el Triptic de Mossén Cin-
to, L a s c a n c i o n e s d e l t r í p t i c o n a c i e r o n p a r a o r q u e s t a
y voz de s o p r a n o , la cual ha de e n t o n a r t r e s p o e m a s del
m a g n í f i c o c a n t o r de la A t l á n t i c a y del C a n i g ó , es d e -
cir, de J a c i n t V e r d a g u e r i S a n t a l ó ( 1 8 9 5 - 1 9 0 2 ) . La p r i -
mera de estas canciones, h o n d a m e n t e m e d i t e r r á n e a , es
la m á s lírica y se r e f i e r e al a r p a m í t i c a c o n la q u e el
rey D a v i d s e a c o m p a ñ a b a e n los c é l e b r e s s a l m o s . L a s
otras dos se basan en sendos p o e m a s del libro "Sant
F r a n c e s c " (1895). V e r d a g u e r e r a t e r c i a r i o d e S a n F r a n -
cisco y s u p o c a n t a r c o m o p o c o s a l " p o v e r e l l o d e A s í s " .
" E l violí d e S a n t F r a n c e s c " t i e n e m u c h o del m á s ca-
r a c t e r í s t i c o y j u g u e t ó n R o d r i g o , c o n e v o c a c i o n e s del
lenguaje clavecinístico. Cierra el tríptico "Sant Fran-
cesc i la c i g a l a " , q u e alza su b e l l a m e l o d í a s o b r e u n a
o r q u e s t a e s t á t i c a e n l a q u e b r i l l a n los i n s t r u m e n t o s d e
v i e n t o , s o b r i a m e n t e d e s p l e g a d o s p a r a s u b r a y a r l a in-
q u i e t a n t e m e l o d í a c a n t a d a . L a r e d u c c i ó n p i a n í s t i c a del
" T r i p t i c " , u n a d e las o b r a s m á s b e l l a s d e R o d r i g o , e s
de Klaus-Dieter Ludwig.
22

T E X T O S D E LAS O B R A S CANTADAS

Ave María

Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum,


benedicta tu in mulieribus
et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus,
nunc et in hora mortis nostrae. Amen.

Cantiga (Gil Vicente)

Muy graciosa es la doncella. si la nave o la vela


Digas tú el caballero o la estrella es tan bella.
que las armas vestías Digas tú el pastorcico
si el caballo o las armas que el ganadico guardas
o la guerra es tan bella. si el ganado o los valles
Digas tú el marinero o la sierra es tan bella.
que en tus naves vivías Muy graciosa es la doncella.

Romance de la Infantina de Francia (Anónimo)

De Francia partió la niña, hija soy de un malato


de Francia la bien guarnida; y de una malatía;
íbase para París, el hombre que a mí llegase,
do padre y madre tenía. malato se tornaría.-
Errado lleva el camino, Caballero con temor
errada lleva la guía; palabra no respondía.
arrimárase a un roble A la entrada de París
por esperar compañía. la niña se sonreía.
Vio venir un caballero, -¿De qué vos reís, señora?
que a París lleva la guía. ¿de qué vos reís, mi vida?
La niña, desde lo vido, -Rióme del caballero,
de esta suerte le decía: y de su gran cobardía,
-Si te place, caballero, ¡tener la niña en el campo,
llévesme en tu compañía. y catarle cortesía!-
-Pláceme -dijo-, señora, Caballero con vergüenza
pláceme -dijo-, mi vida.- estas palabras decía:
Apeóse del caballo -Vuelta, vuelta, mi señora,
por hacelle cortesía; que una cosa se me olvida.-
puso la niña en las ancas La niña, como discreta,
y él subiérase en la silla. dijo: -Yo no volvería,
En el medio del camino ni persona, aunque volviese,
de amores la requería. en mi cuerpo tocaría:
La niña, desque lo oyera, hija soy del rey de Francia
díjole con osadía: y la reina Constantina,
-Tate, tate, caballero, el hombre que a mí llegase
no hagáis tal villanía; muy caro le costaría.-
23

Serranilla (Marqués de Santillana)

Moga tan f e r m o s a sean tan fermosas


non vi en la f r o n t e r a , nin de tal m a n e r a ,
como una v a q u e r a f a b l a n d o sin glosa
de la Finojosa. si antes supiera
Faciendo la via de aquella vaquera
del calatraveño de la Finojosa.
a Santa Maria, N o n tanto mirara
vencido del sueño, su mucha beldad,
Por tierra fragosa p o r que me dexara
perdía la carrera, en mi libertad.
do vi la vaquera Mas dixe: " D o n o s a "
de la Finojosa. (por saber quien era,
En un v e r d e p r a d o aquella v a q u e r a
de rosas e flores de la Finojosa).
guardando ganado Bien c o m o riendo,
con otros pastores, dixo: "Bienvengades,
la vi tan graciosa que ya bien e n t i e n d o
que apenas creyera lo que d e m a n d a d e s :
que fuese vaquera N o n es deseosa
de la Finojosa. de amar, nin lo espera,
Non creo las rosas aquesa v a q u e r a
de la primavera de la Finojosa".

Schifferliedchen (Victoria Kamhi)

Fahre m u n t e r , kleines Schiflein,


Gleite durch die Flut,
Klar und lieblich ist der H i m m e l
Und die See geht gut.
Trage mich bis an die H ü t t e
Wo ich Liebchen find,
Blase du die weissen Segel,
Frischer, guter Wind.
Fahre m u n t e r , kleines Schifflein,
Segle himmelwärts,
Heut drück'ich mein holdes Liebchen
Fest, fest an mein Herz!

Barcarola

Corre, corre, mi barquito,


Surca el verde mar,
Que los vientos son propicios
Para navegar.
Llévame a una cabana
Donde en el umbral
Rizos negros, ojos pardos,
Boca de coral...
Corre, vuela, mi barquito,
A la luz del albor;
¡Que en esa feliz ribera
Me espera el amor!
24

Estribillo (Salvador J. Polo de Medina)

Y muera yo de amor por Perinarda,


desde que nace el sol hasta que para.
Canten las aves, suenen las ramas,
y los pajarillos, tiples alados,
cantos arpados, suenen sonoros
en suaves coros.
Y muera yo de amor por Perinarda,
desde que nace el sol hasta que para.
Canten en su capilla
en gran maravilla.
Con su voz ingrata,
aquel arroyuelo, capón de plata.

Soneto (Juan B. de Mesa)

Dormía en un prado mi pastora hermosa,


y en torno della erraba entre las flores,
de una y otra usurpando los licores,
una abejuela, más que yo dichosa,
Que vió los labios donde amor reposa,
y a quien el alba envía sus colores,
que al vuelo refrenando los errores,
engañada, los muerde, como a rosa.
¡Oh, venturoso error, discreto engaño!
¡Oh, temeraria abeja, pues tocaste
donde aún imaginarlo no me atrevo!
Si has sentido de envidia el triste daño,
parte conmigo el néctar que robaste,
te deberé lo que al amor no debo...

Esta niña se lleva la flor (Francisco de Figueroa)

Esta niña se lleva la flor, y quien las divide,


¡que las otras no! de leche y arroz,
Esta niña hermosa no es nada la boca,
cuyos rizos son pero allí encontró
la cuna en que el día sus perlas la aurora,
se recuesta al sol, su coral el sol.
cuya blanca frente Esta niña se lleva la flor,
la aurora nevó ¡que las otra no!
con bruñidos copos No lava la cara
de su blanco humor, con el alcanfor
pues en cuerpo y manos porque avergonzado
tal mano le dió de verla quedó.
de carmín nevado Y en sus descuidillos
cual nunca se vió. siempre confió
Esta niña se lleva la flor, como en los cuidados
¡que las otras no! de mi tierno amor.
Arcos son sus cejas Pues si canto, canta,
con que hiere Amor, llora cuando yo,
con tan linda vista ríe cuando río
que a ninguno erró. y baila a mi son.
Canela y azúcar Esta niña se lleva la flor,
sus mejillas son, ¡que las otras no!
25

Cántico de la esposa (San Juan de la Cruz)

A d ó n d e te escondiste,
A m a d o , y me d e j a s t e con g e m i d o ?
C o m o el ciervo huíste,
habiéndome ferido;
Salí tras ti c l a m a n d o , y ya e r a s ido.
P a s t o r e s los q u e f u é r e d e s ,
allá p o r las m a j a d a s al o t e r o ,
si p o r v e n t u r a v i é r e d e s
a a q u e l q u e yo m á s q u i e r o ,
decidle q u e adolezco, p e n o y m u e r o .
B u s c a n d o mis a m o r e s ,
iré p o r esos m o n t e s y riberas;
ni c o g e r é las flores,
ni t e m e r é las fieras,
y p a s a r é los f u e r t e s y f r o n t e r a s .
¡Oh, b o s q u e s y espesuras,
p l a n t a d o s p o r l a m a n o del A m a d o !
¡Oh p r a d o d e v e r d u r a s ,
de flores esmaltado,
decid si p o r v o s o t r o s ha p a s a d o !

Coplas del pastor enamorado (Lope de Vega)

Verdes riberas amenas,


f r e s c o s y f l o r i d o s valles,
aguas puras, cristalinas,
altos m o n t e s d e q u i e n n a c e n .
G u i a d m e p o r v u e s t r a s sendas,
y p e r m i t i d m e q u e halle
esta p r e n d a q u e p e r d í ,
y me c u e s t a a m o r t a n g r a n d e .
Llevo, t e ñ i d a s en sangre,
las a b a r c a s y las m a n o s ,
rotas d e a p a r t a r jarales;
de d o r m i r s o b r e la a r e n a
de aquella desierta margen,
traigo e n h e t r a d o el cabello,
y c u a n d o el a u r o r a sale,
m o j a d o p o r el rocío
que por mi cabeza esparcen
las n u b e s del sol h u y e n ,
h u m e d e c i e n d o los aires.
Verdes riberas amenas,
f r e s c o s y f l o r i d o s valles,
aguas puras, cristalinas,
altos m o n t e s d e q u i e n nacen...
26

Fino cristal (Carlos Rodríguez Pintos)

Fino cristal, mi niño,


fino cristal,
palomitas del aire
vienen y van.
R e d o n d o el sol, r e d o n d o ,
b a j o el pinar,
ligero, el viento n e g r o
corre detrás.
Ay q u e ay, de mi niño
sobre la mar...
e n t r e las n u b e s blancas,
fino cristal...

Cuatre cançons en llengua catalana

1. Cançô del Teuladí (Teodoro Llórente)

Joyos cassadoí. passa;


Busca mes brava cassa
I deixam quiet a mí,
Jo soch l'amich de casa,
Jo soch lo teuladí.
Jo no tinch la p l o m a de la c a d e r n e r a
Q u e d ' o r i de grana tiny la p r i m a v e r a ;
No tinch la veu dolça q u e te'l rossinyol;
Ni de l ' o r o n e t a joliva i lleugera
Les ales q u e creuen la m a r d ' u n sol vol.
De p a r d a e s t a m e n y a , sens flors, sense llistes,
Vestit p o b r e duch;
Mes p e n e s i glories, alegres o tristes,
Les cante com puch.
Les aligues niuen d a m u n t de la roca
Del gorch q u ' e n t r e timbes aizampla la boca;
En b r a n c a fullosa lo viu passarell;
La t o r t o r a en l ' a r b r e q u e ja obrí la soca,
La gralla en els r u n e s d ' e n f o n s a t castell.
Jo al h o m e confie la m e u a n i u a d a ,
I pobre i panruch,
E n t r e la familia, baix de la t e u l a d a ,
M ' a m p a r e com puch.
Les fruits del bosch busca la torcac; la griva,
Janglots entre'ls pampols; l'estornell, la oliva;
A serps verinoses, los vistos f l a m e n c h ;
La llántia del temple, la óvila f u r t u v a ,
I anyells l'aborrívol c o n d o r f a m o l e n c h .
Jo vise de l ' a l m o y n a q u e al humil mai falla;
I em sent b e n a s t r u c h ;
Lo grá q u ' e n les eres se p e r d e n t r e palla,
R e p l e g u e com puch.
27

2. Canticel (Josep Carner)

Per una vela en el m a r blau,


Daria un ceptre,
Per una vela en el m a r blau,
C e p t r e i palau.
Per l'ala lleu d ' u n a virtut,
Mon goig daria,
Y el tros q u e em resta mig r o m p u t
De j u v e n t u t .
Per una fior de r o m a n i ,
L ' a m o r daria,
Per una fior de r o m a n i ,
L ' a m o r doni...

Trovadoresca
(Adaptación poética de Gerardo Diego)

Por una vela en la alta mar,


daría un trono,
por una vela en la alta mar,
azul del mar.
Por ver el rostro a una virtud,
mi gozo diera
y medio rota en mi laúd,
mi juventud.
Por una flor del verde abril,
mi amor perdiera,
por una flor del verde abril,
mi amor perdí.
28

3. L'Inquietut primaveral de la donzella


(Josep Massó y Ventos)

Ara voldria submergirme toda


Dintre l'aire de mar que el eos perfuma
I en l'aigua clara d'una platja ignota
Riallera del sol i flor d'escurna.
Despues vindria a jenre per la prada
Xopa i subtil la cabellera boj a:
Cercaría una flor ben aromada
Per fondrehien un bes ma boca roja.
Enjoiaria després mon eos de Dea
Ambramatges florits de les fontanes,
I arrancaría a correr pel's camins.
Embrigada del sol de les clarianes
Tôt oint l'a llunyada melopea
D'un fluviol de satir boscendins.

4. Brollador gentil (Joan Guasch)

Nit, perfums i claror dolga


Raja l'aigue al brollado
El bon pare de la molsa
Va tocant el guitarro.
En la pica regalada
Cada nota es va eixamplant
Fins que amor empresonada
Per les pedres del voltant.
Ell deis trobador és el cantaire,
El del riure sanitós,
El que tot pujant en laire
Va tornant-se lluminós.
Ell és tota l'alegria
D'aquell repós beneit,
Si ell callés es moriria
Lo que és ara més florit.
Patriarca de vendara
Mai se sent el llavi
Per xocanta avui encara
Com en plena joventut.
29

Triptic de Mosén Cinto

1. L'Harpa Sagrada T a m b é es trenca el cor


D ' u n a Verge M a r e
A L ' A r b r e divi Q u e , escoltant los sons,
Penjada n'és l'Harpa. A l ' o m b r a plorava:
L ' H a r p a d e David, - A n g e l e t s del cel,
en Sion a m a d a . Despenjau-me L'Harpa,
Son clavier és d ' o r , Q u e d e tan a m u n t
Ses cordes de plata, No p u c abastar-la;
Mes, com algun temps, Baixau-la, si us plau,
Ja l ' a m o r no hi canta, M e s de b r a n c a en branca,
Q u e hi fa set gemecs N o s'esfloren pas
De dol i e n y o r a n ç a . Ses cordes ni caixa.
S ' o b r i e n los cels, Posau-la en m o n pit,
L'infern se t a n c a v a , Q u e puga tocar-la;
I al cor de son D é u Si ha p e r d u t lo so,
La t e r r a és lligada. Li t o r n a r é encara;
A l'ultim g e m e c Si no l'ha p e r d u t ,
Lo dia s ' a p a g a , M o r i r é abragant-la
I es t r e n q u e n los rocs Le meva Harpa d'or
Topant l ' u n a m b l'altre. Q u e e l m ó n alegrava!

2. Lo violi de Sant Francese 3. Sant Francese y la cigala

De Greccio en lo pessebre, Lo convent és tan petit


davant FInfant divi, Que una serment l'engar-
Ronca la cornamusa, landa,
Sona lo tambori, On un dia al pie del sol
La flauta hi espigueja, S'ou cantar una cigala.
La fiuta i lo flauti. Zigaluzet.
La pastorel, la dolca Ja li crida Sant Francese:
Francese la voi seguir. -Vine, vine, oh ma germana;
No té ferrets ni gralla, Vine i canta una can?ó
Gralla ni bandoli. Al bon Déu que t'ha criada.
Culi dos bastons que troba Zigaluzet.
Llengcats vora el carni, La cigala no fa el sort,
Se'n posa un a l'espatlla Sobre sos dits se posava,
A tali de violi, 1 canta que cantarás
Passant l'altre per sobre La can^ó de l'estiuada.
com un arquet d'or fi. Zigaluzet.
Lo violi és de freixe, Cada dia al dematí
L'arquet dun brot de pi, Brunzidora redevalla;
Mes en ses mans sagrades Quan vuit dies son passats
Gran mùsica en sorti. Ja li diu tot amoixanlla:
¿No n'ha d'eixir de mùsica. Zigaluzet.
Si els toca un Serafi? Cigaló, bon cigaló,
T ' h e m sentit una vuitada;
On D e u te vulla ara ves
A puntejar la guitarra.
Zigaluzet.
30

P R I M E R CONCIERTO

NOTAS AL P R O G R A M A

Formando parte de la música a un proyecto cinemato-


gráfico del realizador y actor francés Abel Gance, director
de la ambiciosa película "Napoleón" (1925), Joaquín Ro-
drigo escribe en 1938, sobre una letra anónima, la Canción
del grumete. La poesía es sumamente conocida y está apli-
cada a cantos infantiles tradicionales. Con una breve intro-
ducción pianística, Rodrigo se adentra por ella con la ma-
yor sencillez. Su afán por resaltar lo tradicional del poema,
se aprecia en las claras armonías y en los acordes arpegia-
dos que acompañan la última estrofa. La expresividad dul-
ce y serena de la obrita no impide un cierto énfasis en la
sección central. Está dedicada a Lola Rodríguez de Aragón.

Durante la estancia del matrimonio en Friburgo nació


la Canción del cucú (1937), sobre un pequeño poema de
Victoria Kamhi, largos días de nostalgia por la tierra es-
pañola perdida y además desgarrada por el torbellino de
la guerra. El canto del cuclillo suscita la angustiada pregunta
de la poetisa "Dime si otros bosques / un día yo veré / si
la lejana tierra / muy pronto hallaré".

Un motivo principal impone sus características, tanto


en la parte cantada como en al del piano, al cual se adap-
ta aquella con perfección. La Canción del cucú fue estre-
nada por Michele Benois en París en 1939 y está dedicada
a Alice van Walleghem.

El 5 de abril de 1948, Ataúlfo Argenta, al frente de a Or-


questa de Cámara de Madrid, daba a conocer en el Teatro
Español el Romance del Comendador de Ocaña, cantado
por Lola Rodríguez de Aragón, a quien está dedicado.

Se trata de un pasaje de Lope de Vega adaptado por el po-


eta y catedrático de Historia de la Literatura Joaquín de En-
tambasaguas, bien conocido por sus dos volúmenes de estu-
dios sobre el gran poeta y dramaturgo madrileño. El propio
Rodrigo hizo inmediatamente la versión para voz y piano.

El precioso y humanísimo Romancillo (Por mayo, era por


mayo) ha conmovido desde hace siglos a cuantos han sufrido,
en las duras condiciones de una celda carcelaria, la privación
de la libertad. Es el antiguo romance de "El prisionero" glo-
sado en el siglo XV por Garci Sánchez de Badajoz. Como era
de esperar, el maestro saguntino no ha querido caer en dra-
matismos fáciles, obtenidos de modo sutil por medio del con-
traste, al cantar jubilosamente el esplendor de la primavera.
Como en otras ocasiones, Rodrigo aplica una música arcai-
zante tras el preludio pianístico. Acordes rasgueados y una me-
lodía muy ajustada a la estética renacentista del romance, amén
de la tensión que sabe crear en los versos donde se cuenta la
31

muerte del pájaro cantor, hacen de esta canción una p e q u e ñ a


obra maestra y m o d e l o de las prácticas armónicas, siempre ac-
tuales, del compositor valenciano. Romancillo está dedicado a
Consuelo R u b i o (1927-1981), que lo estrenó en recital en el
Teatro de la C o m e d i a de Madrid el 30 de octubre de 1950,
acompañada al piano por la profesora C a r m e n Diez Martín.

Insiste Rodrigo en el Renacimiento español en sus cele-


bérrimos Cuatro madrigales amatorios, p e r o ahora sin inven-
tar las melodías sino t o m a n d o la propia música para, c o m o ha
dicho Carlos G ó m e z A m a t , acertadamente, hacer "algo muy
nuevo y muy antiguo a la vez". En efecto, Rodrigo, que en el
año de su composición, 1947, crea e imparte clases desde la cá-
tedra Manuel de Falla en la Facultad de Filosofía y Letras de
la Universidad Central de Madrid, ha t o m a d o melodías de ilus-
tres compositores españoles del siglo X V I . Y les ha otorgado
un carácter más moderno, evitando, gracias a su b u e n gusto y
sabiduría, el evidente riesgo de su desvirtuación. Tres de ellas
"Con q u é la lavaré", "Vos me matasteis" y " D e los álamos
vengo", p r o c e d e n del libro "Recopilación de Sonetos y Vi-
llancicos a Q u a t r o y a Cinco" (Sevilla, 1560), del que es autor
Juan Vázquez. El ilustre compositor e x t r e m e ñ o dedicó esta
obra a don Gonzalo de Moscoso, hidalgo descendiente de los
Mosoco de B a d a j o z y de los Cáceres P e ñ a " d e la provincia
hermana". En 1946 apareció transcrita, en edición m o d e r n a
llevada a cabo por m o n s e ñ o r Higinio Anglés (Instituto Espa-
ñol de Musicología del C.S.I.C., Barcelona).

" ¿ D e d ó n d e venís a m o r e ? " figura en el libro de E n r í q u e z


de Valderrábano. "Silva de sirenas", publicado en Valladolid
en 1547 y dedicado a d o n Francisco de Zúñiga, hijo del se-
gundo C o n d e de Miranda, a quien el vihuelista castellano ha-
bía servido en P e ñ a r a n d a de Duero. Q u e recordemos, al me-
nos dos de los villancicos de Vázquez f u e r o n intabulados por
los vihuelistas, para lo q u e ellos llamaban " t a ñ e r compostu-
ra", es decir, obras ya compuestas vocalmente. Por ejemplo en
"Los seys libros del D e l p h i n " (Valladolid, 1538) de Luys de
Narváez, figura una glosa de este famoso vihuelista granadi-
no de " C o n q u é la lavaré", así c o m o en " O r p h e n i c a lyra" (Se-
villa, 1554) de Miguel de Fuenllana. Este mismo compositor
ciego, natural de Navalcarnero (Madrid), intabuló " D e los ála-
mos vengo", cuya melodía recogió Manuel de Falla en su "Con-
cierto para clave y cinco instrumentos". Si los dos primeros Ma-
drigales amatorios de R o d r i g o r e c r e a n c o n sencillez los
originales renacentistas, " ¿ D e d ó n d e venís, a m o r e ? " posee
una trabajadísima y exigente escritura vocal y " D e los álamos
vengo, m a d r e " es el broche de oro de la colección, s u m a m e n t e
"rodriguera" en su p i m p a n t e gracia, frescura y delicadeza. El
maestro saguntino realizó una versión para voz y orquesta de
los cuatro madrigales, dedicados r e s p e c t i v a m e n t e a Blanca
María Seoane, Celia Langa, María Angeles Morales y Car-
men Pérez Durias, ilustres cantantes -algunas ya desapareci-
das y otras aun en activo c o m o Celia Langa-, felices intérpre-
tes de las c u a t r o canciones el día del estreno en el Círculo
Medina de Madrid a c o m p a ñ a d a s p o r el maestro al piano (4
de f e b r e r o de 1948).
32

Del año 1938 es la canción titulada Chimères (Quime-


ras), hoy fuera de catálogo, pese a lo cual ha sobrevivido,
al igual que La chanson de ma vie, de los años parisienses
del maestro. La primera tiene texto de Victoria Kamhi y
la segunda de Jean Camp, que firmaba como Joan Camp
era uno de los escritores que acudían a las tertulias en ca-
sa de la escritora española Matilde Pomés, a las que solí-
an asistir los Rodrigo, Mompou, Paul Valéry, Aurelio Vi-
ñas, Jean Cassou y otros muchos.

Ambas canciones francesas obedecieron a un repenti-


no impulso de escribir música ligera por si algún famoso
"chansonnier" las popularizaba y conseguía salir de apu-
ros económicos. Según Victoria Kamhi, aunque fueron edi-
tadas por la casa Max Eschig, no sabe si llegaron a estre-
narse en París. "En cambio -dice- sí fueron interpretadas
en alguna "boite" de Estambul, gracias a mi padre, quien
hacía de manager benévolo e iba en persona a ver a los ar-
tistas más en boga para entregarles las partituras".

Las Doce canciones españolas del año 1951 se estrena-


ron en el Ateneo de Madrid en un recital de la soprano Ma-
rimí del Pozo, ilustre cantante madrileña, catedrática de la
Escuela Superior de Canto. Le acompañó al piano la es-
posa del compositor, Victoria Kamhi, adaptadora de los
textos de estas doce canciones tradicionales, elaboradas
por Rodrigo al modo de Falla en sus "Siete canciones po-
pulares españolas". Rodrigo las escribe por encargo del
Instituto de Musicología de Barcelona que presidía Higi-
nio Anglés. Existe una versión para guitarra y voz de las
tituladas "De ronda", "Adela" y "En Jerez de la Fronte-
ra", agrupadas bajo el título "Tres canciones españolas".

Las "Doce Canciones" son una de las contribuciones


más importantes de Rodrigo al acervo de la canción espa-
ñola de concierto. La colección se inicia con aires nupcia-
les castellanos en Puerto Lápice (Ciudad Real). Sigue en
Palazuelo de Orbigo (León) con la canción "De ronda" y
sus vigorosos e insistentes rasgueos. "Una palomita blan-
ca" presenta una dulce y sencilla melodía de León. Es ful-
minante y de gran efecto la "Canción de baile con pande-
ro" de Palazuelo de Orbigo, un poco bartokiana. De la
misma procedencia y similar vigor en canto y piano es "Por-
que toco el pandero", durante la cual escuchamos en el
piano el repiquetear del instrumento. El villancico con-
quense "Tararán", famoso texto estrófico con su insisten-
te estribillo horario posee un piano gracioso y lleno de fan-
tasía, que nos hace esperar algo distinto cada vez.

Sigue un romance también de fuente conquense, de Pu-


yatos de la Sierra, titulado "En las montañas de Asturias".
Es muy directo y con un fuerte sabor popular.

"Estando yo en mi majada" es una canción extremeña,


de Montánchez (Cáceres), cuya melodía es de difícil en-
tonación.
33

U n a de las c a n c i o n e s m á s f a m o s a s de la colección es el
inquietante romance "Adela", recogido en Loja (Granada).
La m e l o d í a es m u y h e r m o s a y p a t é t i c a y c o m i e n z a con un
a c o m p a ñ a m i e n t o q u e r e c u e r d a a l d e G r a n a d o s e n " E l mi-
rar de la m a j a " , u n a de las "Tonadillas en estilo a n t i g u o " .

" E n Jerez de la Frontera" es una canción de origen


m a n c h e g o , p e r o destila g o t a s d e a n d a l u c i s m o d i e c i o c h e s -
co. La c a n c i ó n e x t r e m e ñ a " S a n J o s é y M a r í a " es un senci-
llo y a p a c i b l e villancico. En c u a n t o a la " C a n c i ó n de cu-
na", o r i g i n a r i a d e L a P u e b l a del P r í n c i p e ( C i u d a d R e a l ) ,
s e inscribe e n t r e las p i e z a s d e R o d r i g o q u e c o n j u g a n ter-
nura y delicadeza con verdadera maestría.

¡Un home, San Antonio! le f u e e n c a r g a d a p o r la E x c m a


D i p u t a c i ó n Provincial d e O r e n s e p a r a u n " A l b u m d e C a n -
ciones" d e d i c a d a s al crítico o r e n s a n o A n t o n i o F e r n á n d e z -
Cid (1916-1995) p o r d i v e r s o s c o m p o s i t o r e s e s p a ñ o l e s . E l
texto está t o m a d o d e los " C a n t a r e s g a l l e g o s " (1863), se-
g u n d o libro d e poesías d e Rosalía d e C a s t r o (1836-188). L a
poetisa gallega lo dedicó a su colega la novelista Cecilia Bóhl
de Faber, " F e r n á n C a b a l l e r o " . R o d r i g o elige el p o e m a n u m .
XIII, cuyo estribillo o c a n t a r dice: " S a n A n t o n i o bendito,/
d á d e m e u n h o m e / a n q u e m e mate,/ a n q u e m ' e s f o l e " . R o -
salía lo glosa en o c h o e s t r o f a s de siete versos, de las cuales
R o d r i g o ha p u e s t o música a las tres primeras. C a d a p a r t e tie-
ne la m i s m a e s t r u c t u r a y a ñ a d e , casi c o m o en el p o e m a , una
coda final con reexposición de los d o s p r i m e r o s versos de
la i n t r o d u c c i ó n . El " c a n t a r " es iniciado p o r la voz, y ya se
advierte en la e n t o n a c i ó n y el a c o m p a ñ a m i e n t o , q u e esta-
mos a n t e u n a canción llena de h u m o r e ironía, en la cual lo
gallego q u e d a c o m o f o n d o , p e r o sin recurrir a la cita con-
creta. P e n s e m o s e n p a s a j e s c o m o " a u n q ' o s p e s t e ñ a coxos".

C i e r r a e s t e s e g u n d o c o n c i e r t o del ciclo R o d r i g o la c a n -
ción Primavera, e s c r i t a en 1953 s o b r e un t e x t o de G u i -
llermo F e r n á n d e z Shaw. G u i l l e r m o , c o m o s u h e r m a n o R a -
fael. f u e t a m b i é n p o e t a y a u t o r d e u n a e x c e l e n t e b i o g r a f í a
de su padre ( " U n poeta de transición". Ed. Gredos, Ma-
drid 1969). N a c i d o e n M a d r i d e n 1893, G u i l l e r m o e s a u -
tor, p o r e j e m p l o , del l i b r e t o d e l a ó p e r a d e c á m a r a " B y -
ron en Venecia", música del político E d u a r d o Aunós.
Junto a su h e r m a n o R a f a e l , trazó el libreto de "El ca-
nastillo d e f r e s a s " o b r a p o s t u m a e i n a c a b a d a del m a e s t r o
Jacinto G u e r r e r o . J u n t o a F e d e r i c o R o m e r o e s c r i b i ó n u -
m e r o s o s l i b r e t o s d e z a r z u e l a s , a l g u n a s d e g r a n éxito, co-
mo " D o ñ a Francisquita", "La canción del olvido", "La
rosa del a z a f r á n " , " E l c a s e r í o " , " L u i s a F e r n a n d a " , " L a
villana", " L a c h u l a p o n a " , " L a m e i g a " . . .

Primavera e s t á e s c r i t a y d e d i c a d a a M a r i m í d e l P o -
zo, q u e l a e s t r e n ó d u r a n t e u n r e c i t a l e n S a l a m a n c a . E x i s -
te una versión de flauta, p i a n o y voz, realizada por Mi-
guel Z a n e t t i , e x c e l e n t e i n t é r p r e t e al p i a n o de las
c a n c i o n e s d e R o d r i g o . L a c a n c i ó n e s difícil p o r s u a b u n -
dante coloratura.
34

TEXTOS DE LAS OBRAS CANTADAS

Canción del grumete (Anónimo)

En la mar hay una torre,


y en la torre una ventana,
y en la ventana una niña
que a los marineros llama.
Por allí viene mi barco,
que lo conozco en la vela,
y en el palo mayor lleva
los rizos de mi morena...

Canción del cucú (Victoria Kamhi)

Cuclillo, cuclillo canta, Di si por estos mundos


días son de cantar, vagando siempre iré,
pronto el duro cierzo o si mi vida errante
corre por el pinar. muy pronto acabaré.
Díme si otros bosques Pájaro, buen pajarillo,
un día yo veré, díme si es verdad:
si la lejana tierra ¡Ella dice que siempre,
muy pronto hallaré. siempre me seguirá!...

Romance del Comendador de Ocaña


(Lope de Vega. Adap. Joaquín de Entrambasaguas)

Más quiero yo a Peribáñez


con su capa la pardilla
que al Comendador de Ocaña
con la suya guarnecida.
La mujer de Peribáñez
la más bella es de la vida
y el Comendador de Ocaña
de amores la requería.
La mujer es virtuosa
cuanto hermosa y cuanto linta;
mientras su esposo está ausente
de esta suerte respondía:
Segador que desde lejos
has venido a nuestra villa
convidado del agosto
¿quién te dió tanta malicia?
Cuando salgan las estrellas
a tu descanso camina,
y no te metas en cosas
de que algún mal se te siga.
Quiero mejor ver mi dueño
en su jaca la tordilla,
llena de escarcha la barba
y de nieve la camisa.
35

La bella está a t r a v e s a d a
y a m a r r a d o s a la silla
dos p e r d i c e s o c o n e j o s
y el p o d e n c o de trailla,
q u e ver a l C o m e n d a d o r
con g a b á n d e s e d a rica,
adornados de diamantes
el j u b ó n y la capilla,
de caza con sus m o n t e r o s
cabalgando en yegua fina
con el h a l c ó n en la m a n o
y el p u ñ a l de o r o en la cinta.
Más quiero yo a Peribáñez
con su capa la pardilla,
que al Comendador de Ocaña
con la suya guarnecida.
El Comendador de Ocaña
servirá a d a m a de e s t i m a
n o con s a y u e l o d e g r a n a
ni s a r t a de a r g e n t e r í a .
Le hablará en discretas cartas
de su a m o r a m a r a v i l l a ,
no campesinos desdenes
envueltos en señoría.
L l e g a r á e n gentil c a r r o z a
los d i s a n t o s a la m i s a ,
no vendrá en carro de estacas
de los c a m p o s a las viñas.
O l e r á a g u a n t e s de a m b a r ,
a p e r f u m e s y pastillas,
no a t o m i l l o ni a c a n t u e s o ,
m e n t a s y z a r z a s floridas.
Vete, pues, el s e g a d o r ,
mala f u e r e la tu dicha,
q u e si P e r i b á ñ e z viene,
no v e r á s la luz del día.
Y a ú n c u a n d o el C o m e n d a d o r
me a m a r e c o m o a su vida
y se diese en f a m a y h o n r a
por a m o r o s a s m e n t i r a s .
Más quiero yo a Peribáñez
con su capa la pardilla
que al Comendador de Ocaña
con la suya guarnecida.
36

Romancillo (Anónimo)

Por mayo, era por mayo,


cuando hace la calor,
cuando los trigos encallan
y están los campos en flor;
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor.
Menos yo, ¡triste cuitado!,
que vivo en esta prisión,
que no sé cuándo es de día,
ni cuándo las noches son,
sino por una avecica
que me cantaba al albor.-
Matómela un ballestero...
¡Dios le dé mal galardón!

Cuatro madrigales amatorios

1. ¿Con qué la lavaré? (J. Vásquez)

¿Con qué la lavaré Lávanse las casadas


la tez de la mi cara? con agua de limones.
¿Con qué la lavaré Lávome yo, cuitada,
que vivo mal penada? con penas y dolores.

2. Vos me matasteis (Anónimo)

Vos me matasteis,
niña en cabello,
vos me habéis muerto.
Riberas de un río,
vi moza virgen,
niña en cabello,
Vos me matasteis,
niña en cabello,
vos me habéis muerto.

3. ¿De dónde venís, amore? (J. Vásquez)

¿De dónde venís, amore?


Bien sé yo de dónde.
De dónde venís, amigo,
fuere yo testigo.

4. De los álamos vengo, madre (J. Vásquez)

De los álamos vengo, madre,


de ver cómo los menea el aire.
De los álamos de Sevilla
de ver a mi linda amiga.
37

Chimères (Victoria Kamhi)

U n a m o u r sans r e t o u r
m ' e n l è v e t o u t e la j o i e de vivre.
U n e i m a g e qui m ' e n i v r e
remplit t o u t e s m e s nuits
chargées d ' i n s o m n i e .
Je te vois sans cesse
a u bras d ' u n e m a î t r e s s e .
Ta m a i n la caresse,
tu passes, je te suis de ma f e n ê t r e
j u s q u ' à t e voir d i s p a r a î t r e
insensible, f r o i d et d i s t a n t .
E t p o u r t a n t d a n s l e temps,
tu m ' a v a i s bien dit: "je t ' a i m e " .
Tu me c h a n t a i s tes p o è m e s ,
aux sons l a n g o u r e u x d ' u n b a n j o capricieux.
J ' e n t e n d s tes p a r o l e s ,
ton h a l e i n e m e f r ô l e ,
je tremble, je m'affole.
Ô toi, se peut-il q u e tu o u b l i e s
le d o u x s e r m e n t q u e n o u s lie,
qui n o u s lie p o u r t o u j o u r s ?
Nul e s p o i r de te voir.
M o n c o e u r triste m e r é c o n f o r t e .
T u suis d u r e m e n t m a p o r t e ,
volage a m a n t d ' u n t r o p c o u r t i n s t a n t .
Q u e faut-il d o n e f a i r e
pour encore te plaire
O ma d o u c e c h i m è r e ?
Dis-moi, s i m o n c o r p s s o u p l e d e b a c c h a n t e ,
si toute ma jeunesse ardente,
ne m é r i t e n t plus t o n b a i s e r .

La chanson de ma vie (Juan Camp)

Pour mieux te faire e n t e n d r e


cette b e r c e u s e t e n d r e
que m o n coeur en émoi,
d a n s sa j o i e avait r e v é c p o u r toi,
j'avais d a n s u n p o è m e
avoué q u e j e t ' a i m e ,
et ma l è v r e à mi-voix
te m u r m u r a i t ravie
la c h a n s o n de ma vie.
L e j o u r o ù j e c h a n t a i s p o u r toi,
tes yeux b r i l l a i e n t d e plus d e f l a m m e ,
et je sentais vibrer dans ton â m e
un d o u x é m o i .
Mais rien n e f u i t plus q u e l ' a m o u r
du coeur de l ' h o m m e ou de la femme,
le temps d'aimer parait trop court toujours.
Mon coeur jamais n'oublie
la c h a n s o n de ma vie.
D'autres viendront sans doute
38

murmurer sur ta route


tous ces mots caressants
dont l'accent enflammera mon sang.
Et pour d'autres maitresses
tu fuis et me délaisses,
et toi disparaissant,
alors sera finie
la chanson de ma vie.
Le jour où je chantais pour toi, etc.

Doce canciones populares españolas

1. ¡Viva la novia y el novio!

¡Viva la novia y el novio y el cura que los casó,


y el padrino y la madrina, los convidados y yo!
¡Viva la novia y el novio y la madre que los parió,
y el padrino y la madrina, los convidados y yo!

2. De ronda

Manzanita colorada,
¿cómo no te caes al suelo?
¡Toda la vida he andado, la resalada,
por alcanzarte y no puedo!
Dentro de mi pecho tengo
dos escaleras de vidrio:
Por una sube el querer, la resalada,
por otra baja el cariño.

3. Una palomita blanca

Una palomita blanca


como la nieve,
baja al rio a beber agua,
bañarse quiere.
Paloma, si vas al monte,
mira que soy cazador.
Si tiro un tiro y te mato,
para tí será el dolor.

4. Canción de baile con pandero

En el mar, hay un pescado,


que tiene las puntas verdes,
En este pueblo hay un mozo,
que todas las mozas quiere.
En el río en el río, lavando,
en el río, me ha dicho un soldado:
Si quieres venir conmigo,
te montaré en mi caballo.
Yo le dije: ni quiero ni puedo,
que soy niña, de amores no entiendo.
39

5. Tararán

Tararán, si viés a la u n a ,
verás al N i ñ o en la c u n a .
Y el B e l é n en el p o r t a l ,
q u e no hay, tararán,
c o m o a d o r a r al Niño.
Q u e no hay, tararán,
como al Niño adorar.
Tararán, si viés a las dos,
verás al H i j o de Dios...
Tararán, si viés a las tres,
verás al N i ñ o o t r a vez...
Tararán, si viés a las c u a t r o ,
verás al N i ñ o en el cuarto...
Tararán, si viés a las cinco,
darás al N i ñ o un besico...
Tararán, si viés a las seis,
verás la m ú l a y el buey...
Tararán, si viés a las o c h o ,
t r a e r á s al N i ñ o un bizcocho...
Tararán, si viés a las n u e v e ,
e m p i n a la b o t a y bebe...

6. En las m o n t a ñ a s de Asturias

E n las m o n t a ñ a s d e A s t u r i a s
una a s t u r i a n a vi,
de c a t o r c e a q u i n c e años,
regando su jardín.
Pasó u n c a b a l l e r o , q u e p i d e u n a flor,
y la Bella a s t u r i a n a le dice q u e no.
Q u e d a c o n Dios, a s t u r i a n a ,
me la tiés q u e p a g a r ;
por la c u e s t i ó n de u n a flor,
te tengo que matar.
Pasó u n c a b a l l e r o . . .

7. Estando yo en mi majada

Estando yo en mi majada,
me marché para Faldea,
a ver la f i e h t a del C o r p u h ,
que dicen q u ' e h cosa b u e n a .
¡Ay va, b o m b a , va!
Q u e del c o r p u h l a y a m a n m o r e n a .
Q u e del C o r p u h l a y a m a n
por cosa cierta,
¡Ay va, b o m b a , va!

8. A d e l a

Una muchacha guapa,


llamada A d e l a ,
40

los amores de Juan


la lleva enferma,
y ella sabía,
que su amiga Dolores
lo entretenía.
El tiempo iba pasando,
y la pobre Adela,
más blanca se ponía
y más enferma,
y ella sabía
Que de sus amores
se moriría.

9. En Jerez de la Frontera

En Jerez de la Frontera En Jerez de la Frontera


había un molinero honrado, ríese la molinera,
Que ganaba sustento y al corregidor decía,
con un molino alquilado. Que amores le pedía:
Pero es casado "Ay, sois gracioso,
con una moza muy generoso,
como una rosa, muy lisonjero,
como es tan bella, también caballero,
el corregidor nuevo mas quiero a mi molinero,
prendó d'ella. es mi dueño.

10. San José y María

San José y María van por Tierra Santa,


A cumplir la ley qu'el César leh manda,
Pueh con ser los Reyeh de cieloh y tierrah,
A cumplir la ley guhtosoh se prehtan.
Por ehto nos dicen que a l'autoridá
Grandeh y pequeñoh sujetoh ehtán.

11. Canción de cuna

En tu puerta, Teresa, canta un canario,


échale cañamones que cante claro.
Cambrú, serenado, serenadito, Cambrú,
que a los pies de la cama llora el niño de la U,
y su madre le dice: ea, vaya,
calla, no llores, que viene el bú,
serenadito, Cambrú, ea.
Al arrullo, al arrullo, duerme mi niño,
Duerme al arrullo. Cambrú, Cambrú,
serenado, serenadito, Cambrú,
Que a los pies de la cama llora el niño de la U,
y su madre le dice: ea, vaya, calla,
no llores, que viene el bú,
serenadito, Cambrú, ea.
41

Un h o m e , San A n t o n i o (Rosalía de Castro)

San A n t o n i o b e n d i t o ,
dádeme un home,
anque me mate,
anque m'esfole.
Meu Santo San Antonio,
daime un homiño,
anqu'ó tamaño teña
d ' u n g r a n d e millo.
Daimo, m e u Santo,
a n q u ' o s p é s t a ñ a coxos,
m a n c o s os b r a z o s .
U n h a m u l l e r sin h o m e . . .
¡Santo b e n d i t o !
E c o r p i ñ o sin a l m a ,
festa sin trigo.
Pau viradoiro,
qu'onda queira q u e vaya,
troncho que troncho.
Mais en t e n d ' u n homiño,
¡Virxe d o C a r m e !
Non h a y m u n d o q u e c h e g u e
para u n f o l g a r s e .
¡Que z a m b ' o u t r e n c o ,
sempr'é bó ter un home
para u n r e m e d i o !

Primavera (Guillermo Fernández Shaw)

Nacen aves y flores


y los aires se llenan de trinos y aromas
en la tarde de amor y paz de mil colores.
Todo tiembla y palpita bajo un cielo de nácar
que brilla gozoso con latidos de luz del sol
y con canciones.
Muere tibia la tarde,
y en la rama de un tilo Todo tiembla y palpita
desgrana su canto bajo un cielo de nacar
ruiseñores que trinan que brilla gozoso
al sol dorado. con latidos de luz del sol
Pajarillos que cruzan el encaje de oro y con canciones.
salpicado de azul, tramonto solar La luz del sol se va
con sus plumas pintadas en brazos del amor.
en un rapto de amor Nacen aves y flores
se han lanzado a volar en la tarde que muere
¡Si palpitas de amor y allá a lo lejos,
pajarillo de abril cantando queda
no te importe ser flor! la voz del agua.
42

T E R C E R CONCIERTO

NOTAS AL P R O G R A M A

En 1955, Rodrigo pasaba los meses de verano en To-


rrelodones (recuerdo perfectamente la casa) cuando reci-
bió la visita del libretista vasco Jesús María de Arozame-
na Berasategui, quien le propuso poner música a un libreto
que él había adaptado a partir de la comedia de Lope de
Vega "De donde acá nos vino".

Se trataba de escribir una obra lírica, no exactamente


una zarzuela, para un concurso convocado por el Ministe-
rio de Educación nacional. Al maestro le gustó el libreto
que con el título de El hijo fingido, le presentó Arozamena
días después. Los versos de Lope le entusiasmaron y habí-
an de inspirarle arias bellísimas. Pero la obra no resultó pre-
miada, ni siquiera se llevó el segundo ni el tercer premio
que ofrecía el concurso (ganado por Manuel Parada), fallo
que viene a desmentir la pregonada proclamación de Rodrigo
como compositor oficial o mimado del régimen franquista.

Pasaron los años y fue la cantante y profesora Lola Ro-


dríguez de Aragón, madrina de Cecilia Rodrigo, la hija del
maestro, quien sugirió a este que compusiera algunos nú-
meros más y dotarle a El hijo fingido de pasajes corales cu-
ya ausencia era la posible causa de su fracaso en el con-
curso. Victoria Kamhi revisó de nuevo el libreto, llevando
a cabo una profunda reforma que lo acercaba más al ori-
ginal de Lope y suprimía expresiones de dudosa comicidad,
a su juicio inadmisibles en un texto clásico. Recurrió a otra
comedia de Lope de Vega "Ramilletes de Madrid", y des-
pués de un trabajo concienzudo, dejó preparado el libre-
to, al que Rodrigo puso una música de gran belleza, evo-
cadora, una vez más, del siglo de oro, y cuya peculiar lirismo
permite adscribirla inmediatamente a su pluma.

El hijo fingido se estrenó en el Teatro de la Zarzuela


de Madrid el 5 de diciembre de 1964, al margen del Festi-
val de Amigos de la Opera de Madrid, iniciado aquel año
y en el cual se pudo ver "Pepita Jiménez", de Albéniz, en
la versión de Sorozábal. Dirigió la escena Luis Escobar y
la orquesta Odón Alonso. La obra consta de un prólogo y
dos actos. La crítica del día del estreno captó la finura de
la instrumentación y lo primoroso de una música que bus-
ca dar nueva savia a la tradición de un teatro lírico barro-
co español completamente olvidado. De los veinte núme-
ros que integran la partitura, seis fueron publicados para
voz y piano con el título de "Seis arias del hijo fingido".

Hoy escuchamos cuatro de ellas, comenzando por la


Canción de Doña Bárbara, "Vivo y es mucho deciros, jun-
to a la Plaza Mayor", que cantó en su estreno la mezzo-
43

s o p r a n o Inés R i v a d e n e i r a . Sigue la canción de A n g e l a , " Y o


p a g a r é la p o s a d a " , q u e a c o m p a ñ a el v i o l o n c h e l o en la p a r -
titura original. E l p a p e l d e A n g e l a , hija d e d o ñ a B á r b a r a ,
f u e e n c a r n a d o p o r o t r a ilustre c a n t a n t e e s p a ñ o l a , l a so-
prano m o n t a ñ e s a Isabel Penagos. Se escuchan también en
este recital o t r o s d o s bellos m o m e n t o s d e A n g e l a . L a ae-
rieta q u e c a n t a e n e l s e g u n d o acto, a c o m p a ñ a d a d e a r p a ,
"Mal e m p l e a d o s s e n t i m i e n t o s m í o s " y la r o m a n z a a n t e r i o r
al concertante final "Madre, un caballero", cuyo melodis-
m o f u e m u y e l o g i a d o p o r l a crítica e n a m b o s casos.

El hijo fingido ha sido p u b l i c a d a r e c i e n t e m e n t e p o r el


I C C M U , en edición a c a r g o de R a m ó n S o b r i n o con la co-
laboración de Miguel Zanetti.

Por su o r i g e n y a s c e n d e n c i a s e f a r d í , la c u l t u r a h e b r a i -
ca es algo f a m i l i a r a V i c t o r i a K a m h i , la e s p o s a de J o a q u í n
Rodrigo. N o t a b l e p i a n i s t a , m u s i c ó l o g a y e s c r i t o r a , Vicky
K a m h i n a c i ó e n Besiktas, b a r r i o d e E s t a m b u l ( T u r q u í a ) ,
hija d e u n p r ó s p e r o c o m e r c i a n t e o t o m a n o y d e Sofia A r -
ditti, p a r i e n t e p r ó x i m a d e E l i a s C a n e t t i , p r e m i o N o b e l d e
L i t e r a t u r a . V i c t o r i a c o m e n z ó sus e s t u d i o s e n V i e n a c o n
Jerzy Lalewicz (1877-1951), e x c e l e n t e p r o f e s o r p o l a c o q u e
a c a b ó sus días c o m o p r o f e s o r J o r g e L a l e w i c z e n e l C o n -
s e r v a t o r i o d e B u e n o s Aires. E n P a r í s a m p l i ó e s t u d i o s con
el belga L a z a r e L é v y (1882-1964) y c o n el e s p a ñ o l R i c a r -
do Viñes (1875-1943). J u n t o al p i a n i s t a c a t a l á n se inició en
el r e p e r t o r i o e s p a ñ o l . C o n o c i ó en P a r í s a J o a q u í n R o d r i -
go en 1928 y c o n t r a j o m a t r i m o n i o c o n él en 1933.

A u n q u e siguió t o c a n d o e l p i a n o e s p e c i a l m e n t e , Victo-
ria r e n u n c i ó a u n a c a r r e r a b r i l l a n t e p a r a c o n s a g r a r s e a la
vida y o b r a de su e s p o s o ( h a e s c r i t o u n a h e r m o s a b i o g r a -
fía d e a m b o s : " D e l a m a n o d e J o a q u í n R o d r i g o . L a histo-
ria d e n u e s t r a v i d a " . F u n d a c i ó n B a n c o E x t e r i o r . M a d r i d
1986), y e s a u t o r a d e b u e n n ú m e r o d e t e x t o s d e c a n c i o n e s
d e R o d r i g o , a d e m á s d e los a r g u m e n t o s d e los b a l l e t s " P a -
vana r e a l " y " J u a n a y los c a l d e r e r o s " . T a m b i é n e s c r i b i ó los
textos d e " H i m n o s d e los n e ó f i t o s d e Q u m r a n " , a c o m o -
dación p o é t i c a d e los r e c i e n t e m e n t e d e s c u b i e r t o s m a n u s -
critos del M a r M u e r t o .

D e V i c t o r i a K a m h i s o n las a d a p t a c i o n e s d e los t e x t o s
de las Cuatro canciones sefardíes q u e f i g u r a n en e s t e reci-
tal. L a p r i m e r a " R e s p o n d e m o s " e s u n a c a n c i ó n religiosa,
muy s o b r i a y o r i e n t a l i z a n t e , R o d r i g o la d e d i c ó a la m e -
moria de su s u e g r o I s a a c K a m h i . La s e g u n d a , d e d i c a d a al
profesor Bernadette, es una poética evocación de la ama-
da. L a " C a n c i ó n d e c u n a " e s t á d e d i c a d a a l m a t r i m o n i o
Walter y Pilar R u b i n . Ella e r a p i n t o r a y él dirigía el p r o -
grama español de la base americana de Torrejón de Ar-
doz. W a l t e r R u b i n , g r a n especialista e n G a l d ó s , f u e l u e g o
profesor de literatura española en la Universidad de Hous-
ton (Texas). Tras esta c a n c i ó n t í p i c a m e n t e s e f a r d í , es d e -
cir, j u d e o - e s p a ñ o l a del siglo XV, la colección finaliza con
"Morena me llaman", una muy alegre y esperanzada can-
44

ción juvenil. Está dedicada a la soprano Isabel Penagos, a


quien, en 1961, acompañó Victoria Kamhi el ciclo de "Lie-
der españoles", de Hugo Wolf, en la Facultad de Filosofía
y Letras, recital precedido de una conferencia del maestro
Rodrigo. Las Cuatro canciones sefardíes se estrenaron en
el Ateneo de Madrid el 18 de noviembre de 1965 cantadas
por la soprano venezolana Fedora Alemán, con el autor al
piano.

Los Cuatro villancicos que figuran a continuación da-


tan de 1952 y deben situarse entre lo mejor escrito por Ro-
drigo en el género de la canción de concierto. Cuando los
compone está en el apogeo de su capacidad creadora. Aquel
año recibe la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el sa-
bio y un gran homenaje en la Universidad Central.

"La espera" tiene texto de Victoria Kamhi. Es una can-


ción dramática, pero delicada, que Rodrigo dedicó a Mont-
serrat Caballé. En realidad es una versión del maestro del
último de los "Villancicos y canciones de Navidad" para so-
prano, bajo y coro, de aquel mismo año 1952.

"Aire y donaire" está originalmente escrita para so-


prano y orquesta sobre un texto anónimo y la reducción
para voz y piano es del propio Rodrigo. Con una músi-
ca que responde al título, "Aire y donaire" está dedica-
do a Gloria Franco de Alonso, esposa del conocido di-
rector de orquesta Odón Alonso, uno de los mejores
intérpretes de la música sinfónica del maestro Rodrigo.
"Coplillas de Belén", también llamado "La palmera", es
uno de los textos más conseguidos de Victoria Kamhi.
Rodrigo ha puesto una música castiza y, al mismo tiem-
po, enternecedora que dedicó a la soprano María de los
Angeles Morales.

Pero donde lo afectuoso y lo sensible se dan la ma-


no con maestría, es en "Pastorcito Santo", dedicado a un
gran amigo de los Rodrigo, el doctor Jack Schermant, del
que hizo pronto una verdadera creación la gran Victoria
de los Angeles. Pastorcito Santo sobre un texto de Lope
de Vega está en la línea del "Cántico de la esposa", con
su precioso y célebre estribillo "Dónde vais que hace frío
/ tan de mañana".

La anhelada conjunción de música y poesía alcanza en


esta canción una altísima cota de espiritualidad y ternura.

Isabel Penagos estrenó los Dos Poemas (1963) de Juan


Ramón Jiménez, dedicados a Teresa Berganza y a Fedora
Alemán. Tanto "Verde, verderol / ¡endulza la puerta del
sol!", como "Pájaro del agua" pertenecen al libro del po-
eta de Moguer "Baladas del Monsurio" (1907), nombre la-
tino de Moguer, desde donde pasaron al libro "Baladas de
primavera" (1910). Rodrigo escribe estas canciones para voz
y flauta, aunque admite versiones alternativas para violín
y voz, y voz y piano (mano derecha).
45

E n 1962, c o n m o t i v o del c e n t e n a r i o d e l n a c i m i e n t o
de Claude Debussy, el Mayo Musical de Burdeos orga-
nizó un c o n c i e r t o en el C a t e a u de la B r é d e , v i n c u l a d o a
la gran figura histórica de M o n t e s q u i e u . En él se estre-
nó La Grotte ( L a g r u t a ) , e n c a r g o q u e el F e s t i v a l h a b í a
h e c h o a J o a q u í n R o d r i g o . E s casi u n p e q u e ñ o p o e m a can-
tado, a l e s t i l o d e " P s y c h é " d e Falla, c o n sus m i s t e r i o s o s
acordes que evocan al autor de "Pelleas et Melisande".
El p o e m a es un h o m e n a j e a Debussy escrito por Louis
E m i é , q u i e n a s i s t i ó al e s t r e n o e i n v i t ó a a u t o r e i n t é r -
p r e t e s ( V i c t o r i a K a m h i y la c a n t a n t e F e d o r a A l e m á n ) a
su casa b o r d e l e s a .

E n 1963, R o d r i g o d i c t ó u n c u r s o s o b r e h i s t o r i a d e l a
música en la U n i v e r s i d a d de R í o Piedras, P u e r t o Rico.
A l l í c o n o c i ó a l c a t e d r á t i c o L u i s H e r n á n d e z A q u i n o , lin-
güista e i l u s t r e e s c r i t o r p u e r t o r r i q u e ñ o . L a s N a v i d a d e s
d e a q u e l a ñ o las p a s ó e l m a t r i m o n i o R o d r i g o e n c a s a
del p r o f e s o r H e r n á n d e z A q u i n o y allí s u r g i ó e l v i l l a n c i -
co Sobre el cupey d e d i c a d o a la c a n t a n t e p u e r t o r r i q u e -
ñ a M a r í a E s t h e r R o b l e s , i n t é r p r e t e d e los " C u a t r o m a -
drigales a m a t o r i o s " y d e los " D o s p o e m a s d e J u a n R a m ó n
Jiménez" en un concierto que había tenido lugar en el
G r a n T e a t r o d e l F e s t i v a l e l d í a 6 d e n o v i e m b r e d e 1963.

Si la desaparecida M o n t s e r r a t A l a v e d r a f u e la pri-
m e r a e n g r a b a r L a grotte, s u c o l e g a A n a H i g u e r a s g r a -
vó Sobre el cupey p o r v e z p r i m e r a . A m b a s a c o m p a ñ a -
das del p i a n i s t a M i g u e l Z a n e t t i , i n d i s p e n s a b l e en la
historia de la canción española de concierto. C o m o en
otras m u c h a s o b r a s de Rodrigo, Victoria K a m h i se en-
cargó de t r a d u c i r el texto al f r a n c é s y al a l e m á n . P a r a
Joaquín R o d r i g o , el villancico se diferencia del " c a r o l "
inglés y d e l a " c h a n s ó n d e N o e l " p o r q u e s u m ú s i c a e s
más sencilla, m á s bulliciosa, y su e s t r u c t u r a más ase-
quible.

El magnífico poeta y traductor e x t r e m e ñ o José Ma-


ría V a l v e r d e ( 1 9 2 6 - 1 9 9 6 ) , e s e l a u t o r d e l t e x t o d e l o r a -
t o r i o i n a c a b a d o de R o d r i g o La azucena de Quito, ini-
c i a d o c o n u n a a y u d a d e l a F u n d a c i ó n M a r c h e n 1960,
pero del q u e solo c o m p u s o algunas escenas de la pri-
mer aparte. D u r a n t e un concierte h o m e n a j e al maestro
e n 1962, I s a b e l P e n a g o s c a n t ó e l a r i a " D e s p e d i d a d e
Azucena" acompañada de la Orquesta Nacional de Es-
paña, dirigida p o r Cristóbal H a l f f t e r . La versión origi-
nal e s p a r a s o p r a n o , o b o e , c o r n o i n g l é s y c e l e s t a . E l li-
breto del p o e t a de Valencia de A l c á n t a r a , se centra en
la vida de la santa q u i t e ñ a M a r i a n a de Jesús, excelen-
te guitarrista.

Con m o t i v o del I Festival de Galicia, o r g a n i z a d o por


el Ayuntamiento de La Coruña, Rodrigo escribió por
e n c a r g o su Rosaliana p a r a s o p r a n o y o r q u e s t a . La o b r a
se estrenó en La C o r u ñ a d u r a n t e dicho Festival, el 29 de
julio d e 1965. L a s o p r a n o f u e A n a H i g u e r a s , a q u i e n l a
46

obra está dedicada, hoy profesora de los famosos Cur-


sos de Música en Compostela. Le acompañó la Orques-
ta Municipal de La Coruña. El maestro saguntino se va-
le aquí, además de sus muchos saberes musicales, de
cuatro poemas de Rosalía de Castro de Murguía, la ex-
traordinaria poetisa compostelana, de quien ya había to-
mado parte de su "cantar gallego" "San Antonio ben-
dito". quince años antes. Esta vez se vale de la última
sección del I cantar que abre el libro "Cantares gallegos"
(1863), la glosa que comienza "Cantart'ei, Galicia,/ teus
dulces cantares". Ella conforma la primera canción de
"Rosaliana".

La segunda canción "Por qué", es un tristísimo poema


incluido en el libro V de "Follas novas", ("Hojas nue-
vas") (1880) el gran libro en lengua gallega de Rosalía,
en cuyo prólogo, Emilio Castelar acertó a decir de ella
que "desde el principio al fin, dos sentimientos la pose-
en: sentimiento de tristeza melancólica por las desgracias
universales de la vida humana y sentimiento de tristeza
exaltada por las desgracias particulares de la vida galle-
ga. La propia Rosalía, en sus palabras preliminares,
hablaba de sus versos "como un romor máis, como un
perfume agreste que nos trai consigo algo de aquela poe-
sía, que nacendo ñas vastas soidades, ñas campías sempre
verdes da nosa térra, e ñas prayas sempre hermosas dos
nosos mares, ven direitamente a buscar o natural agari-
mo nos coragós que sufren e aman esta querida térra de
Galicia".

La tercera canción procede de "Cantares gallegos", aquel


famoso "Adiós ríos, adiós fontes,/ adiós regatos peque-
nos...". La cuarta y última es la muy irónica y desengañada
"Vamos bebendo", al comienzo del libro III, "Varias", de
"Follas novas", la obra que Rosalía escribió pensando en el
campesinado de Galicia y para pagar el aprecio y el cariño
que despertaron sus "Cantares gallegos".

Aunque la insigne poetisa pensaba, al publicar "Follas


novas", que su libro nacía, por su propia índole, condenado
"a eterna olvidanza", la bella música de Rodrigo y los ince-
santes lectores de sus versos inmortales muestran que,
como la paloma de Alberti, Rosalía se equivocaba.
47

TEXTOS DE LAS OBRAS CANTADAS

Cuatro Arias de "El hijo fingido" ( L o p e de Vega. A d a p .


José M. A r o z a m e n a y Victoria Kamhi)

1. Canción de Bárbara

Vivo, y es m u c h o deciros,
j u n t o a la Plaza M a y o r ,
¿Sabéis la calle I m p e r i a l ?
Pues p o r allí vivo yo.
T r a s l a d ó la p r i m a v e r a
sus v e s t i d o s de c o l o r
p o r q u e esa calle t u v i e r a
todo el a ñ o h i e r b a y flor.
Labradores y aldeanos
de G e t a f e y A l c o r c ó n ,
macetas y ramilletes
como cuadros de labor.
La que es hermosa se muestra
e n t r e las flores, m e j o r ;
la f e a no d e s a g r a d a ,
t a n t o p u e d e e l b u e n olor.
Por eso, s o n los claveles,
el j a z m í n y el girasol,
ramilletes d e M a d r i d
j u n t o a la Plaza M a y o r .
Contesté a vuestra pregunta:
pues p o r allí vivo yo.

2. Canción de A n g e l a

Yo p a g a r é la p o s a d a
c o m o n a d i e la p a g ó ,
pues por lo que no durmió,
m i alma a q u í d e j é e m p e ñ a d a .
Yo p a g a r é la p o s a d a
como nadie la pagó,
e l alma d e j ó e m p e ñ a d a
toda e s t u v o d e s v e l a d a .
Toda e s t u v o d e s v e l a d a ,
y a n t e vos c a y ó de h i n o j o s
sufriendo dulces enojos.
Al veros cerca también
porque nadie durmió bien
d á n d o l e el sol en los ojos.
C o m o nadie la pagó,
pues p o r l o q u e n o d u r m i ó ,
m i alma a q u í d e j é e m p e ñ a d a ,
toda e s t u v o d e s v e l a d a ,
y a n t e vos c a y ó de hinojos.
Al veros cerca también
p o r q u e n a d i e d u r m i ó bien
d á n d o l e el sol en los ojos,
yo pagaré la posada c o m o nadie la pagó.
48

3. Arietta de Angela

Mal empleados sentimientos míos,


aún antes de nacidos, acabados;
pero en buena sazón desengañados,
que puedo remediar mis desvarios.
Derriba amor, de nieves montes fríos,
que consuma el rigor de tus cuidados;
que vuelvan imposible declarados,
mis intentos atrás que no son ríos.
Si se suele sacar la sangre en copia
para templar el fuego de las venas,
sangrarme yo de amor no es cosa impropia.
Leonardo, si de tí las tengo llenas,
sal de mis brazos que eres sangre propia,
para que cese el fuego de mis penas.

4. Romanza de Angela

Madre, un caballero que a las fiestas sale,


que mata a los toros sin que ellos le maten.
Más de cuatro veces pasó por mi calle,
miranto mis ojos porque le mirase.
Rabia le dé, madre, rabia que le mate.
Músicas me daba para enamorarme,
papeles y cosas que las lleva el aire.
Siguióme a la Iglesia, siguióme en el baile,
de día y de noche sin querer dejarme.
Rabia le dé, madre, rabia que le mate.
Sabiendo que es mío, madre, como sabes,
su amor que es mi vida tú quieres robarme,
Me amargan los celos
que con tus palabras me vienes a darme.
Los dos nos queremos sin temor a nadie.

Cuatro canciones sefardíes (Anónimos. Adap. Victoria


Kamhi)

1. Respóndenos

Respóndenos, Dio de Abraham, respóndenos.


Respóndenos, El que responde en la ora de voluntad.
Respóndenos, pavor de Yitshak, respóndenos.
Respóndenos, el que responde, en ora de angustia.
Respóndenos, Fuerte de Yaakov, respóndenos.
Respóndenos, Dio de la merkava, respóndenos.
Respóndenos, o Padre piadoso y gracioso.

2. Una pastora yo ami

Una pastora yo ami,


una hija hermoza,
de mi chiques que l'adori,
49

más q u ' e l l a no a mí.


U n día q u e e s t a v a m o s
en la h u e r t a a s e n t a d o s ,
le dixe yo: " P o r tí, mi flor,
me muero de amor".

3. Nani, Nani

Nani, n a n i , q u e r e el hijo de la m a d r e ,
de chico se h a g a g r a n d e .
Ay, d ú r m i t e , mi a l m a ,
dúrmite, mi vida,
que t u p a d r e v i e n e con m u c h a alegría.
-Ay, a v r i m e x la p u e r t a ,
avrimex, mi d a m a ,
que v e n g o m u y c a n s a d o
de a r a r las h u e r t a s . -
-Ay, la p u e r t a yo vos avro,
que venix c a n s a d o ,
y verex d u r m i d o al h i j o en la cuna.-

4. Morena me llaman

" M o r e n a " me llaman,


yo blanca nací.
De p a s e a r , g a l a n a ,
mi color p e r d í .
De aquellas ventanicas
m'arronjan flechas;
si son de a m o r e s , v e n g a n ,
vengan d e r e c h a s .

Cuatro villancicos

1. La espera (Victoria Kamhi)

C u a n d o llegue, ay, yo no sé
¿por q u é t e n g o q u e o c u l t a r , p o r q u é ?
¿No c a n t a , no, el j i l g u e r o
que r e g r e s a al tibio n i d o
cuando el día ya se ha i d o ?
Pero yo, triste, espero...
Dímelo, ay, avecilla tú,
¿por q u é t e n e m o s q u e huir, p o r q u é ?
Dímelo tú, la f u e n t e ,
la que b r o t a s de la e n t r a ñ a
de esa á r i d a m o n t a ñ a ,
cristalina y t r a n s p a r e n t e .
Dímelo, p u e s yo no lo sé,
¿Por q u é t e n e m o s q u e huir, p o r q u é ?
Hijo del a l b o r a d a ,
lucerito q u e yo vi,
dímelo si p a r a mí en B e l é n
50

habrá esta noche posada?


Dímelo, por tu fé,
¿Por qué tenemos que huir, por qué?
Escúchame, Señor,
no me abandonas Tú, lo sé,
Confiada caminaré,
un portal no ha de faltar...
De tu mano, sí, firme iré, feliz,
un sol ha de nacer, lo sé.
¡Oh ven, Niño divino!

2. Aire y donaire (Anónimo. Adap. Victoria Kamhi)

Aire y donaire,
gitanillas, al baile,
toca y repica,
sonajuelas y castañeticas.
¡Ay, qué tamaño!
no le llega Juanico al zapato.
¡Ay, qué zagala,
cuanto vá que es su madre sin falta.
Ande, corra, siga,
sonajuelas y castañeticas,
gitanillas al baile,
aire y donaire.
¡Ay, qué buen viejo!
que ha tenido sus flores es cierto.
¡Ay, qué animales!
como aquestos hay mil semejantes.
Aire y donaire,
toca y repica,
sonajuelas y castañeticas,
gitanillas al baile.
¡Aire y donaire!

3. Coplillas de Belén

Si la palmera supiera
que al Niño en cuna tan bella
caído se le ha una estrella,
su abanico le tendiera
para que el Niño meciera.
Del monte por la ladera,
qué alegre va el pastorcillo,
montado en su borriquillo.
Corre, que el Niño te espera
y es corta la Nochebuena.
En Belén la Virgen pura
le reza al Niño que espera.
Canta la Virgen María,
el Niño le sonreía.
Qué triste está la palmera.
Si la palmera supiera
lo que espera...
51

4. Pastorcito Santo ( L o p e de Vega)

Z a g a l e j o d e perlas, las a l m a s p r o v o c a
hijo del A l b a , a placer y enojos;
¿ d ó n d e vais q u e h a c e f r í o cabellitos rojos,
tan de m a ñ a n a ? boca de grana,
C o m o sois l u c e r o ¿ d ó n d e vais q u e h a c e f r í o
del alma m í a , tan de m a ñ a n a ?
al t r a e r el día Q u e tenéis que hacer,
nacéis p r i m e r o ; pastorcito santo,
pastor y c o r d e r o madrugando tanto
sin c h o z a y l a n a , lo dais a e n t e n d e r ;
¿ d ó n d e vais q u e h a c e f r í o a u n q u e vais a ver
tan de m a ñ a n a ? d i s f r a z a d o el a l m a ,
Perlas en los ojos, ¿ d ó n d e vais q u e h a c e f r í o
risa en la b o c a , tan de m a ñ a n a ?

Dos canciones (Juan R a m ó n J i m é n e z )

1. Verde verderol

Verde verderol Soledad y calma,


¡endulza la puesta del sol! silencio y g r a n d e z a .
Palacio d e e n c a n t o , L a choza del a l m a
el pinar t a r d í o se r e c o j e y r e z a .
arrulla con l l a n t o D e p r o n t o ¡belleza!
la huida del río. c a n t a el v e r d e r o l .
Allí el n i d o u m b r í o Verde verderol
tiene el v e r d e r o l . ¡endulza la puesta del sol!
Verde verderol Su canto enajena
iendulza la puesta del sol! (¿se h a p a r a d o e l v i e n t o ? )
La última b r i s a el c a m p o se llena
es s u s p i r a d o r a , de su s e n t i m i e n t o .
el sol r o j o irisa M a l v a es el l a m e n t o ,
al pino q u e llora. v e r d e el v e r d e r o l .
¡Vaga y l e n t a h o r a Verde verderol
nuestra, v e r d e r o l ! ¡ e n d u l z a la p u e s t a del sol!
Verde verderol
¡endulza la puesta del sol!
52

2. Pájaro de agua

Pájaro de agua, Mi canto, también


qué cantas, qué cantas? es canto de lágrimas...
En mi primavera,
Desde los rosales la nube gris baja
de mi jardín, llama hasta los rosales
a esas nubes grises de mis esperanzas.
cargadas de lágrimas...
quisiera, en las rosas, Pájaro de agua!
ver gotas de plata.
Amo el canto errante
Pájaro de agua! y gris, que desgranas
en las hojas verdes,
A la tarde rosa en la fuente c l a r a -
das una esperanza No te vayas nunca,
de música gris, corazón con alas!
de niebla dorada;
el sol está triste Pájaro de agua,
sobre tu sonata. qué cantas, qué cantas?

Pájaro de agua!

La Grotte: Homenaje a Debussy (Louis Emié)

Dans cette grotte où le silence


Ignore encor qu'il nous fait peur,
J'écoute le coeur de ton coeur
Dans les ombres qu'il me dispense.
Ces ombres n'ont qu'un seul visage
Et tu l'as choisi pour qu'un jour
Il soit plus fidèle à l'amour
Que toi-même à mon paysage.
Amour, dans cette grotte obscure
Où nous l'attendons à genoux
Ne s'approchera point de nous
S'il n'est notre ombre la plus pure.
Quelle est cette ombre qui m'accable
Dans cette grotte où je t'attends,
Où la plus belle fleur du temps
N'est jamais que rose de sable.
Cette ombre dont ton ombre est faite
Flotte sur des eaux qui s'en vont
Au-delà d'un ciel si profond
Qu'il ne charme qu'un corps sans tête.
Tu n'es de chair et de visage
Que pour l'ombre qui m'éblouit.
Rose de sable que la nuit,
Rose encor, divise et partage.
Si j'existe encor sur la terre
Où les ombres n'existent pas,
C'est que mon ombre, entre tes bras,
Se fait chair d'un autre mystère.
53

Dans cette grotte et ce murmure,


Qui n o u s c h e r c h e p o u r s ' é c o u t e r ,
Mon o m b r e doit-elle d o u t e r
Ce celle qui la t r a n s f i g u r e ?
A m o u r , n ' e s - t u d o n c q u ' u n visage
Dont les y e u x n e s o n t q u e m e s y e u x
Dans c e t t e g r o t t e o ù j e n e v e u x
M e voir q u ' a t r a v e r s t o n i m a g e ?

Sobre el cupey (Luis H e r n á n d e z A q u i n o )

Palomicas de oro D u e r m e e l N i ñ o s u sueño,


en el c h i n a r , c a n t a el c o q u í ,
quiebran el aire q u i e t o y la t a r d e se t i ñ e
con su c a n t a r . de á m b a r y añil.
Va la V i r g e n t e n d i e n d o A s í c a n t a la V i r g e n
sobre el c u p e y c o n voz d e m i e l :
los p a ñ a l e s d i v i n o s " d u e r m e , sol d e m i a l m a ,
del N i ñ o Rey. ¡flor d e I s r a e l ! "

Despedida de A z u c e n a (José M" Valverde)

M e j o r sería a h o r a m i s m o
marchar, y no v o l v e r más.
¿Por q u é r e p e t i r d e s p u é s
el d o l o r q u e e s t o me d a ?
El subir las e s c a l e r a s
¿para q u é m e sirve y a ?
Ahora me desgarraría
pasar d e n u e v o p o r e l u m b r a l ,
si estos p e l d a ñ o s subiera...
los t e n d r í a q u e b e s a r .
Decir a d i ó s a las p i e d r a s ,
por p o s t r e r a vez m i r a r
el cielo p o r mi v e n t a n a ;
Ver a los n i ñ o s q u e e s t á n
por ú l t i m a vez j u g a n d o ,
y en el b o r d e de su e d a d ,
de g r a n d e s , a b a n d o n a r l e s ,
sin s a b e r c ó m o s e r á .
Puesto q u e e s t o y e n c a m i n o
no debo mirar atrás;
no he de p a g a r el t r i b u t o
del c o r a z ó n q u e se va.
Si a h o r a e m p i e z o a d e s p e d i r m e
de mis años, ya j a m á s
acabaré; t o d o s , adiós,
tiempo sin t o c a r ;
que un d u l c e o l v i d o os s e p u l t e ,
dejadme con Dios, en u n o por u n o
mis días m e r o d e a r á n ;
balando c o m o c o r d e r o s
por la caricia final.
Adiós, mi casa; adiós, mi p a z .
54

Rosaliana (Rosalía de Castro)

1. Cantart'ei Galicia 2. ¿Por qué?

Cantart'ei, Galicia, ¿Por qué, miña almiña,


teus doges cantares, por qu'hora non queres
qu'así mó pediron o que antes querías?
na veira do mare. ¿Por qué pensamento,
Cantart'ei, Galicia, por qu'hora non vives
na lengua gellega, d'amantes deseyos?
consuelo dos males, ¿Por qué, meu esprito,
alivio das peñas. por qu'hora te humildas,
Mimosa, soave, cand'eras altivo?
sentida, queixosa; ¿Por qué, corazón,
encanta si ríe, por qu'hora non falas
conmove si chora. falares d'amor?
Cal ela, ningunha ¿Por qué xa non bates
tan do^e que cante con doce batido
soidades amargas, que calma os pesares?
sospiros amantes. ¿Por qué, en fin, Dios meu,
Misterios da tarde, a un tempo me faltan
murmuxos da noite; á térra y ó ceo?
cantart'ei, Galicia, ¡Ou ti, roxa estrela
na veira das fontes. que din que comigo
Qu'así mó pediron, naciche, poideras
qu'así rao mandaron, por sempre apagarte,
que cant'e que cante xa que non pudeche
na lengua qu'eu falo. por sempre alumarme!...

3. Adiós ríos, adiós fontes

Adiós rios, adiós fontes,


adiós regatos pequeños
adiós vista dos meus allos,
non sei cándo nos veremos.
Miña térra, miña térra,
térra donde m'eu criey
hortiña que quero tanto,
figueiriñas que pran tey.
Prados, ríos, arboredas,
pinares que move ó vento
paxariños piadores,
casiña de meu contento.
Muhiño d'os castañares,
noites eraras de luar,
campaniñas timbradoras
dá igresiña dó lugar.
Amoriñas d'ás silveiras
qu'eu lie dab' ó meu amor,
caminiños antr' ó millo,
¡adiós para sempr' adiós!
55

¡Adiós groria! ¡Adiós contento!


¡Deixo á casa o n d e nacin
deixo á aldea q u e cono§o,
por un m u n d o q u e n o n vin!
Deixo amigos p o r extraños,
deixo á veiga pó-lo mar,
deixo, en fin, c a n t o b e n quero...
¡Que p u d e r a n o n deixar!...

4. ¡Vamos bebendo!

Teño tres pitas brancas


e un galo negro,
que han de p o ñ e r bós hovos,
a n d a n d ' ó tempo.
Y hei de vendel-os caros
pol-o Xaneiro,
y hei de xuntal-os cartos
para un mantelo,
y heino de levar p o s t o
no casamento,
y hei... Pos mira, Marica,
vai por un neto,
e a n t r a m e n t a s non quitas
eses cerellos,
y as pitas van m e d r a n d o
c' ó galo negro,
para poñel-os hovos,
e todo aquelo
d' ó Xaneiro, d ' o s cartos,
y ó casamento,
miña p r e n d a da alma,
¡vamos b e b e n d o !
56

CUARTO C O N C I E R T O

NOTAS AL P R O G R A M A

Finaliza este interesantísimo ciclo dedicado a las can-


ciones de concierto de Joaquín Rodrigo con un programa
iniciado por su colección Con Antonio Machado, acaso la
más ambiciosa y lograda de cuantas el maestro saguntino
ha llevado a término a lo largo de su vida. Por lo que se
refiere al número -diez- solo ha sido superada por las "Do-
ce canciones populares españolas" del año 1950, pero la
impronta creativa del autor es aquí absoluta, pues todas
ellas, aun las de mayor aire popular, ("Fiesta en el prado",
por ejemplo), son creación "ex novo", si es que esta ex-
presión puede utilizarse en lo realizado por un ser huma-
no.

La importancia y la belleza de la poesía de Antonio


Machado Ruiz (Sevilla, 1875 - Cotlliure, 1939) ha sido re-
conocida desde el mismo momento en que fue publicada,
y por voces tan autorizadas como las de Juan Ramón Ji-
ménez, Rubén Darío, Ortega y Gasset, Federico de Onís,
Enrique Diez Cañedo, Rafael Cansinos Assens, etc.

Rodrigo se acerca por vez primera -musicalmente, se


entiende- a la poesía de A. Machado en 1972, es decir, en
plena madurez, cuando la mayor parte de su obra está con-
cluida. Lo hace al recibir un encargo de la Comisaría Ge-
neral de la Música del Ministerio de Educación y Ciencia
en homenaje a Joaquín Turina. El propio compositor, a
propósito de su trabajo, dice lo siguiente: "Solamente tres
títulos, de los diez de esta colección, son del propio Ma-
chado: "Preludio", "Los sueños" y "Canción del Duero",
ya que Machado, en general, se limita a numerar sus poe-
mas. Por lo tanto, para titular las otras siete he recurrido
al uso habitual de tomar las primeras palabras del poema
o entresacar alguna que fuera significativa al sentido o con-
cepto del verso. No forman un ciclo, como ocurre con "La
bella molinera" de Schubert o "El amor del p o e t a " de
Schumann, porque no he encontrado en las "Poesías Com-
pletas" de este autor un grupo de poesías que aludiera a
una persona o a un continuado sentimiento".

Al margen de que estemos o no de acuerdo con esta


última afirmación de Rodrigo, la elección de los poemas
es realmente acertada si bien el maestro, o su esposa Vic-
toria a quien está dedicada la colección, han espigado en
diversos libros y épocas de la obra poética del gran escri-
tor sevillano.

Rodrigo acierta, en cambio, al resumir los atractivos


de la poesía del autor de "Soledades", así como sus virtu-
des para ser musicados: "Antonio Machado fue el cantor
de Castilla o de su propio corazón. Cantó con predilección
57

las sierras azul y nieve de Soria, los v e r d e s pinos, las par-


das encinas y el alto D u e r o . C a n t ó con reiteración las ro-
sas y las dulces t a r d e s de abril y la a m a d a con voz de niña
que le a r r e b a t ó la m u e r t e tan p r o n t o y tan quedo. Los po-
emas de A n t o n i o M a c h a d o son cortos y c o n c e n t r a d o s y
p o r q u e d e j a n en la p e n u m b r a de sus sentimientos m u c h a s
cosas, convienen a la música. Sigo c r e y e n d o en la melodía,
en la f r a s e c o m p l e t a y m e d i d a c u a n d o de canción se trata,
y por ello esta colección r e s p o n d e a esta m a n e r a de hacer,
de la q u e j a m á s me he a p a r t a d o " .

S u p o n e m o s q u e Rodrigo m a n e j ó el libro "Poesías com-


pletas" (Espasa-Calpe, Colección Austral), del q u e se hi-
cieron r e p e t i d a s ediciones, autorizadas p o r los h e r e d e r o s
del autor, en 1940 (2), 42, 46, 49, 52, 56, etc.

La colección Con Antonio Machado se inicia con " P r e -


ludio" p o e m a inaugural de la sección " D e l c a m i n o " , d e n -
tro del p r i m e r libro d e A n t o n i o M a c h a d o , " S o l e d a d e s "
(1903), c o m e n z a d o en 1899 p o r su autor. En 1907 M a c h a -
do publica un s e g u n d o libro de poesía, el cual es, a su vez,
una ampliación (más del doble de p o e m a s ) de " S o l e d a d e s "
y lo titula "Soledades. Galerías. O t r o s p o e m a s " . C o n s t a de
seis secciones, una de las cuales, " G a l e r í a s " es completa-
m e n t e nueva. La canción va e n c a d e n a n d o las tres estrofas
de c u a t r o versos de arte mayor, a p o y a d a por ios acordes
de un p i a n o q u e solo m u y l e v e m e n t e s e p a r a las estrofas,
r e f u e r z a la tensión en el verso d é c i m o y la relaja al fin de
la p a l a b r a " p a l o m a " .

"Mi corazón te a g u a r d a " está d e n t r o de " S o l e d a d e s " y


es el p o e m a X I I en las citadas " O b r a s c o m p l e t a s " , aquel
que comienza " A m a d a , el aura dice", de b e c q u e r i a n a s re-
sonancias. Es una cantinela sostenida por a c o r d e s q u e va
e n s o m b r e c i é n d o s e al r e c u e r d o de la a m a d a m u e r t a , para
M a c h a d o su j o v e n esposa L e o n o r I z q u i e r d o Cuevas, falle-
cida el 1 de agosto de 1912 a los 18 a ñ o s de e d a d .

"Tu voz y tu m a n o " es el p o e m a " S o ñ é q u e tú me lle-


v a b a s " incluido e n " C a m p o s d e C a s t i l l a " (1912), d e d i c a -
do t a m b i é n a L e o n o r , a un bello r e c u e r d o q u e en el sue-
ño p a r e c í a r e a l i d a d . La música, a l e g r e y a p o é t i c a , r e f l e j a
bien la e s p e r a n z a del p o e t a en q u e no t o d o se a c a b e con
la m u e r t e .

" M a ñ a n a de abril" figura en la sección " C a n c i o n e s " del


libro "Soledades. Galerías. O t r o s p o e m a s " . La música, ale-
gre y nostálgica al tiempo, refleja con maestría la estruc-
tura del p o e m a , q u e empieza " E r a u n a m a ñ a n a y abril son-
reía..."

" L o s s u e ñ o s " se incluye en la sección " G a l e r í a s " del


citado libro, la p a r t e n u e v a q u e M a c h a d o a ñ a d i ó a la edi-
ción de 1907 de sus " S o l e d a d e s " . P o e m a bellísimo, cuyas
primeras palabras son "El h a d a más h e r m o s a " , es una can-
ción cuya alegre y saltarina introducción pianística nos di-
58

ce ya mucho de su carácter. Rodrigo salva, con indudable


talento, el inevitable recuerdo de "Margarita en la rueca"
de Schubert.

Volvemos a "Soledades" en la canción "Cantaban los


niños", sobre el poema "Yo escucho los cantos / de viejas
cadencias". Rodrigo traza una hermosa melodía, sencilla
y con deje infantil, que va como anillo al dedo al texto de
Machado. La melodía se repite, pero hay modulaciones
que le dan un sentido y una ternura muy especiales.

"¿Recuerdas?" pertenece a la sección "Del camino"


(es el poema "¿Mi amor?... ¿Recuerdas, dime...?) y se ba-
sa en un texto muy triste y lleno de símbolos de desolación
y muerte. Rodrigo no se muestra dramático en el sentido
tradicional, pero, poco a poco, nos va llevando hacia ese
vacío desesperanzado del poema.

Los tres últimos textos de la colección "Con Antonio Ma-


chado" proceden del libro "Nuevas canciones", publicado
en 1924 (Ed. Mundo Latino). Es un libro comenzado en
Baeza en 1917 y terminado en Segovia en 1920. Su conte-
nido es muy variado, pues, junto a largos poemas de corte
parnasiano, encontramos magníficos sonetos, como los que
integran la sección "Los sueños dialogados" y los breves
cantares que evocan el paisaje de Baeza y de Ubeda.

Rodrigo parece retornar al espíritu de sus "Doce can-


ciones populares españolas" con la canción "Fiesta en el
prado", sobre el poema "Hay fiesta en el prado verde",
a cuyo término el poeta suspira por el regreso de la ama-
da.

"Abril galán" se basa en "Mientras danzáis en corro"


y canta ya la alegría de la primavera desde la introduc-
ción del piano.

Del poema titulado "Canciones del alto Duero" elige Ro-


drigo algunas estrofas para su "Canción del Duero", brillan-
te clausura de la colección. El paso rápido del agua queda re-
flejado en el piano del primer cuarteto de cada estrofa. Los
tres últimos versos se convierten en un estribillo de ritmo vi-
vaz y agitado. La canción es sobria y vivaz al tiempo.

Con Antonio Machado se estrenó en Sevilla el 4 de oc-


tubre de 1972 por la soprano canaria María Orán y el pia-
nista cordobés Rafael Gómez Senosiain. Poco después, los
mismos intérpretes grababan por vez primera la obra pa-
ra el sello Hispavox.

Los "Cantos de amor y de guerra" son un encargo de


Radio nacional de España. Rodrigo elige una serie de tex-
tos anónimos de los siglos XV y XVI y la obra, para so-
prano y orquesta, se estrena el 15 de marzo de 1968. El es-
treno tiene lugar dentro de un concierto extraordinario
organizado por las Promociones XVI y XVII del plan 1964
59

de Ingenieros A e r o n á u t i c o s , en el a u d i t o r i o del Ministerio


de I n f o r m a c i ó n y Turismo de M a d r i d . La O r q u e s t a Sinfó-
nica de R T V E f u e dirigida por O d ó n A l o n s o y la solista
f u e A n a Higueras.

Vuelve el m a e s t r o m e d i t e r r á n e o a los orígenes del R e -


nacimiento español y, c o m o M o n t e v e r d i , canta las h a z a ñ a s
guerreras, en este caso de la R e c o n q u i s t a , y los a m o r e s del
Renacimiento. E s u n R o d r i g o d e s p o j a d o d e t o d a retórica,
de vuelta de todo, q u e dedica la o b r a a su hija Cecilia.

" P a s e á b a s e el rey m o r o " es un r o m a n c e de la conquis-


ta de A l h a m a , la ciudad p r ó x i m a a G r a n a d a , con la q u e se
inició, en la n o c h e del 23 de f e b r e r o de 1482, la g u e r r a q u e
llevaría a c o n q u i s t a r la capital del último r e i n o á r a b e en la
Península Ibérica. El p a d r e M a r i a n a gustaba m u c h o de es-
te r o m a n c e , m u y glosado d u r a n t e el siglo X V I , lo q u e in-
dica su p o p u l a r i d a d . L i t e r a t o s célebres de t o d a E u r o p a ,
Southey, L o r d Byron, G e i b e l , M e r i m é e y otros, lo t r a d u -
jeron. En el siglo X V I , los vihuelistas Luis de N a r v a e z , Pi-
sador y Fuenllana lo recogen en sus respectivos libros. Tam-
bién Venegas de H e n e s t r o s a y F e r n á n d e z P a l e r o se hacen
eco de él en sus o b r a s musicales. H a y u n a versión p a r a voz
y p i a n o del m u s i c ó l o g o y f o l k l o r i s t a a s t u r i a n o E d u a r d o
Martínez T o r n e r (1888-1955).

Sigue o t r o r o m a n c e morisco antiguo, "A las a r m a s m o -


riscotes y la canción "Ay, luna q u e reluces", q u e p u s o en
música el aragonés P e d r o R i m o n t e (1565-1627) en su "Par-
naso e s p a ñ o l de madrigales y villancicos a cuatro, cinco y
seys" ( A m b e r e s , 1614). En R i m o n t e se trata de un villan-
cico a seis voces. El " p a r n a s o " está d e d i c a d o a Francisco
G ó m e z de Sandoval, d u q u e de L e r m a , valido de Felipe III.
R o d r i g o d e j a q u e a la e n t o n a c i ó n de la s o p r a n o repita la
de un i n s t r u m e n t o .

El r o m a n c e " S o b r e Baza estaba el r e y " se refiere al cer-


co q u e F e r n a n d o el Católico puso a la ciudad de Baza en
1489, d u r a n t e la G u e r r a de G r a n a d a . D e b i ó ser escrito po-
co antes de la t o m a , ocurrida en diciembre de a q u e l año,
un mes, más o menos, d e s p u é s de la llegada de la reina Isa-
bel al c a m p a m e n t o cristiano. La última canción es a m o r o -
sa "Pastorcito tu q u e has vuelto / de lo alto de esa m o n t a -
ña / dime tú, b u e n pastorcito / si hallaste a mi e n a m o r a d a " .

La reducción p a r a voz y p i a n o de los Cantos de amor


y de guerra ha sido llevada a c a b o p o r el c o m p o s i t o r va-
lenciano Vicente A s e n c i o (1908-1979), el llorado a u t o r de
la " E l e g í a a M a n u e l de Falla".

Las Dos canciones para cantar a los niños están dedicadas


por Joaquín Rodrigo y por Victoria Kamhi, autora de la adap-
tación de la letra, a su nieta Pati, hija de Cecilia Rodrigo y de
su esposo, el excelente violinista y profesor canario Agustín
León Ara. La ternura del maestro se plasma como pocas ve-
ces en la canción "Corderito blanco que durmiendo está", una
60

de las más bellas canciones de cuna de la música española. Un


pequeño "scherzo" es la segunda canción "Quedito pasito, si-
lencio, chitón", decididamente juguetona e infantil.

Líricas castellanas es una de las últimas aportaciones de


Rodrigo a la canción de concierto. El estreno tuvo lugar
en el Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Esco-
rial el 17 de julio de 1990, en presencia de Su majestad la
Reina, a quien están dedicadas. Son tres canciones basa-
das en tres villancicos tradicionales escritos en el siglo XV,
mucho antes de que este nombre se aplicase a un tipo de
canción que alude a la Natividad de Cristo. Rodrigo las
escribe para soprano y un pequeño conjunto de cámara,
que el día del estreno tuvo como intérpretes a Alvaro
Marías, flauta de pico; Francisco Rubio, corneta de ma-
dera; y Juan Carlos Rivera, vihuela. Fue solista la so-
prano Ana Higueras.

La reducción para voz y piano ha sido realizada por


Alexander Breit y los textos, adaptados por Victoria Kam-
hi. Provienen del "Romancero General" (Medina del Cam-
po, 1602), que recoge villancicos y romances cuyo origen,
a veces, está en los siglos XIV y XV, y aun antes, pero cu-
yo desarrollo tuvo lugar a lo largo del siglo XVI. "San Juan
y Pascua" es el título del villancico iniciado por "Que no
cogeré yo verbena / la mañana de San Juan". Pascual Al-
dave le ha puesto música modernamente. "Despedida y
soledad" se refiere al segundo villancico incluido bajo ese
título en el "Romancero", es decir, aquel cuyas primeras
palabras son "Vanse mis amores, madre". El incluido en es-
te recital con el título "Espera del amado", es el más ve-
ces puesto en música, desde el "Cancionero de Palacio"
hasta Bacarisse. Su primer verso es "Al alba venid buen
amigo", al cual sigue, también con el epígrafe "Espera del
amado", el titulado "No tardes, que me muero, carcelero"
glosado por Juan de la Enzina. Son piezas de absoluta des-
nudez, de un Rodrigo que apenas nos recuerda al de los
años treinta y cuarenta.

Algo parecido ocurre en las Dos canciones del año


1987, sobre textos de la poetisa y compositora Josefina
Attard, conocida por Fina de Calderón tras su matrimo-
nio con el marqués de Mozabamba del Pozo. Tanto "Ar-
bol" como "¿Por qué te llamaré yo?" son ejemplos del
estilo despojado, de máxima sobriedad, al que llega Jo-
aquín Rodrigo en sus últimos años. "Arbol" deja libre la
voz después de la introducción pianística. El piano solo
va subrayando las intervenciones de la voz. En "Por qué
te llamaré" son las notas Sol - Mi las que irán dando la
respuesta a las pequeñas estrofas cantadas. Fina de Cal-
derón dedicó esta canción a su nieto Antonio mientras
estaba gravemente enfermo.
61

TEXTOS DE LAS O B R A S CANTADAS

Con Antonio Machado

Preludio

Mientras la s o m b r a pasa de un santo amor, hoy q u i e r o


p o n e r un dulce salmo s o b r e mi viejo atril.
A c o r d a r é las notas del ó r g a n o severo
al suspirar f r a g a n t e del p í f a n o de abril.
M a d u r a r á n su a r o m a las p o m a s o t o ñ a l e s
la mirra y el incienso salmodiarán su olor;
exhalarán su fresco p e r f u m e los rosales,
b a j o la paz en s o m b r a del tibio h u e r t o en flor.
Al grave a c o r d e lento de música y a r o m a ,
la sola y vieja y noble razón de mi rezar
levantará su vuelo suave de p a l o m a
y la palabra blanca se elevará al altar.

Mi corazón te aguarda

A m a d a , el aura dice En las sombrías torres


tu pura veste blanca repican las c a m p a n a s
No te verán mis ojos: No te verán mis ojos:
¡Mi corazón te a g u a r d a ! ¡Mi c o r a z ó n te a g u a r d a !
El viento me ha traido Los golpes del martillo
tu n o m b r e en la m a ñ a n a ; dicen la negra caja;
el eco de tus pasos y el sitio de la fosa
repite la m o n t a ñ a los golpes de la azada
No te verán mis ojos: No te verán mis ojos:
¡Mi c o r a z ó n te a g u a r d a ! ¡Mi corazón te aguarda!

Tu voz y tu mano

Soñé q u e tú me llevabas
por una blanca vereda,
en m e d i o del c a m p o verde,
hacia el azul de los cielos,
hacia los m u n d o s azules,
una m a ñ a n a serena.
Sentí tu m a n o en la mía,
tu m a n o de c o m p a ñ e r a ,
tu voz de niña en mi oído
como una c a m p a n a nueva,
como una c a m p a n a virgen,
de un alba de p r i m a v e r a .
¡Eran tu voz y tu m a n o ,
en sueños, tan v e r d a d e r a s !
Vive, esperanza, ¡quién sabe
lo q u e traga la tierra!
62

Mañana de Abril

Era una mañana y abril sonreía.


Frente al horizonte dorado moría
la luna, muy blanca y opaca; tras ella
cual tenue ligera quimera, corría
la nube que apenas enturbia la estrella.
Como sonreía la rosa mañana
al sol del Oriente abrí mi ventana;
y en mi triste alcoba penetró el Oriente
en canto de alondras, en risa de fuente
y en suave perfume de flora temprana.
Fue una tarde clara de melancolía,
abril sonreía. Yo abrí las ventanas
de mi casa al viento. El viento traía
perfumes de rosas, doblar de campanas.
Doblar de campanas lejanas, llorosas,
suave de rosas aromado aliento.
¿Dónde están los huertos floridos de rosas?
¿Qué dicen las dulces campanas al viento?
Pregunté a la tarde en abril que moría:
¿Al fin la alegría se acerca a mi casa?
la tarde de abril sonrió: la alegría
pasó por tu puerta; y luego sombría;
pasó por tu puerta. Dos veces no pasa.

Los sueños

El hada más hermosa ha sonreído


al ver la lumbre de una estrella pálida
que en hilo suave, blanco y silencioso
se enrosa la huso de su rubia hermana.
Y vuelve a sonreir, porque en su rueca
el hilo de los campos se enmaraña.
Tras la tenue cortina de la alcoba
está el jardín envuelto en luz dorada.
La cuna casi en sombra. El niño duerme,
dos hadas laboriosas lo acompañan,
hilando de los sueños sutiles
copos en ruecas de marfil y plata.

Cantaban los niños

Yo escucho los cantos de viejas cadencias,


que cantan los niños cuando al corro juegan
y vierten en corro sus almas que sueñan
cual vierten sus aguas las fuentes de piedra.
Con monotonías de risas internas,
que no son alegres, con lágrimas viejas,
que no son amargas y tienen tristezas
tristeza de amores de antiguas leyendas.
En los labios niños las canciones llevan
confusa la historia y clara la pena,
como clara el agua lleva su conseja
de viejos amores que nunca se cuentan.
63

J u g a n d o a la s o m b r a de u n a plaza vieja,
los niños c a n t a b a n . La f u e n t e de p i e d r a
vertía su e t e r n o cristal de leyenda.
C a n t a b a n los niños canciones ingenuas,
de un algo q u e pasa y q u e n u n c a llega
la historia c o n f u s a y clara la p e n a ,
sigue su c u e n t o la f u e n t e serena;
b o r r a d a la historia, c o n t a b a la p e n a .

¿Recuerdas?

¿Mi a m o r ? ¿ R e c u e r d a s , dime,
aquellos j u n c o s tiernos,
lánguidos y amarillos
que hay en el cauce seco?
¿ R e c u e r d a s la a m a p o l a
que calcinó el v e r a n o ,
la a m a p o l a m a r c h i t a ,
n e g r o crespón del c a m p o ?
¿Te a c u e r d a s del sol y e r t o
y humilde, en la m a ñ a n a ,
que brilla y tiembla r o t o
sobre u n a f u e n t e h e l a d a ?

Fiesta en el prado

H a y fiesta en el p r a d o v e r d e
-Pífano y tambor-
con su c a y a d o f l o r i d o
y sus a b a r c a s de o r o vino un pastor.
Del monte bajé,
sólo p o r bailar con ella;
al m o n t e me t o r n a r é .
E n t r e los á r b o l e s del h u e r t o
hay un ruiseñor;
canta de n o c h e y de día,
canta a la luna y al sol.
R o n c o d e cantar;
al h u e r t o v e n d r á la niña
y u n a rosa c o r t a r á .
E n t r e las n e g r a s encinas
hay u n a f u e n t e d e p i e d r a ,
y un cantarillo de b a r r o
q u e n u n c a se llena.
Por el encinar,
con la blanca luna,
ella volverá.
64

Abril galán

Mientras danzais en corro,


niñas, cantad:
"Ya están los prados verdes,
ya vino abril galán,
a la orilla del río,
por el negro encinar
sus abarcas de plata
hemos visto brillar".
Mientras danzais en corro,
niñas, cantad:
"Ya están los prados verdes,
ya vino abril galán".

Canción del Duero

Molinero es mi amante,
tiene un molino
bajo los pinos verdes,
cerca del río.
Niñas, cantad:
"Por la orilla del Duero
yo quisiera pasar".
En la sierras de Soria,
azul y nieve,
leñador es mi amante
de pinos verdes,
¡Quién fuera el águila
para ver a mi dueño
cortando ramas!
¡Ay, garabi!
Bailad, suene la flauta
y el tamboril.

Cantos de amor y de guerra

1. Paseábase el rey moro

Paseábase el rey moro


por la ciudad de Granada,
cartas de guerra venidas
cómo Alhama era ganada.
¡Ay, mi Alhama!

2. A las armas, moriscotes

A las armas, moriscotes,


si lo has de voluntad,
que si te entran los franceses,
los que en romería van.
65

3. ¡Ay, luna que reluces!

¡Ay, luna q u e reluces,


toda la n o c h e me a l u m b r e s ! .
¡Ay, luna t a n bella,
a l ú m b r e s m e a la g u e r r a ,
por do vaya y v e n g a
toda la n o c h e me alumbres.

4. R o m a n c e del cerco del Baza

S o b r e B a z a e s t a b a el rey,
lunes, d e s p u é s de y a n t a r ;
m i r a b a las ricas tiendas
q u e e s t a b a n en su real,
m i r a b a las h u e r t a s grandes,
y m i r a b a el a r r a b a l ,
miraba el a d a r v e f u e r t e
q u e t e n í a la ciudad,
m i r a b a las t o r r e s espesas
q u e n o las p u e d e c o n t a r .
U n m o r o , tras u n a a l m e n a ,
c o m e n z ó l e d e hablar:
-Vete, el rey d o n F e r n a n d o ,
non q u e r r á s a q u í e n v e r n a r ,
q u e los fríos de esta tierra
no los p o d r á s c o m p o r t a r ;
pan t e n e m o s p o r diez años,
mil vacas p a r a salar;
veinte mil m o r o s hay d e n t r o ,
todos d e a r m a s t o m a r ,
ochocientos d e caballo
para el e s c a r a m u z a r ,
siete caudillos t e n e m o s
tan b u e n o s c o m o R o l d á n ,
y juramento tienen fecho:
¡"antes m o r i r q u e s e d a r " !

5. Pastorcico, tú que has vuelto

Pastorcico, tú q u e has v u e l t o
de los alto de esa m o n t a ñ a ,
dime; tú, b u e n pastorcico,
si hallaste a mi e n a m o r a d a .
66

Dos canciones para cantar a los niños

1. Corderito blanco (Anónimo, adap. Victoria Kamhi)

Corderito blanco
que duermiento estás
déjate, bien mío,
déjate arrullar.
Si te duermes, amor mío,
yo te quiero despertar,
pues vinieron desde Oriente
los tres Reyes a adorar.
No te duermas, mi vida:
No te duermas, mi cielo:
Arroró, arroró...
que te arrullo yo.

2. Quedito (Anónimo, adap. Victoria Kamhi)

Quedito, pasito,
silencio chitón,
que duerme un infante,
que tierno y constante,
al más tibio amante
derpierta al calor.
Quedito, pasito,
silencio chitón,
no le despierten, no:
A la e, a la o.
No le despierten, no.
¡Duerme, mi amado,
descansa, mi amor!
A la e, a la o.

Líricas castellanas

San Juan y Pascua

Que no cogeré verbena


la mañana de San Juan
pues mis amores se van.
Que no cogeré claveles,
madreselva, ni miraveles,
sólo penas tan crueles
cual jamás se cogerán
pues mi amores se van.

Despedida y soledad

Vanse mis amores, madre


luengas tierras van morar,
yo no los puedo olvidar.
¿Quién me los hará tornar?
67

Yo s o ñ a r a , m a d r e , un sueño,
q u e me dix nel c o r a z ó n
q u e se iban los mis a m o r e s
a las tierras de A r a g ó n .
Allá se van a m o r a r ,
yo no los p u e d o olvidar.
¿ Q u i é n m e los h a r á t o r n a r ?

Espera del amado

Al alba venís, b u e n amigo,


al alba venís.
A m i g o el q u e yo más quería,
venid al alba del día
A m i g o el q u e yo m á s a m a b a
venid a la luz del alba.
Venid a la luz del día,
non trayais c o m p a ñ i a .
Venid a la luz del alba,
non trayais gran c o m p a ñ i a .

D o s canciones (Fin de Calderón)

Arbol

A r b o l , f l o r é c e m e o t r o sueño,
la t a r d e es g r a n a ,
y tu serás mi t r o n c o
y yo tu r a m a a c o r a l a d a .
A r b o l , f l o r é c e m e o t r o sueño,
d u r a n t e el alba,
y yo seré tu abrazo,
corteza blanca d u r a n t e el alba,
blanca de f r u t o ,
roja de llama.

Por qué te llamaré

¿.Por q u é te l l a m a r é yo
mi g r a n i t o de café,
si tienes el p e l o r u b i o
y tienes blanca la piel?
¿Por q u é te l l a m a r é yo
mi p e d a c i t o de p a n ,
si el h a m b r e de tu c a r i ñ o
no me la p u e d e s quitar.
¿,Por q u é te l l a m a r é yo
mi lucero o mi clavel,
si c u a n d o estás f r e n t e a ellos
ni astros ni flores se v e n ?
68
69

PARTICIPANTES

ATSUKO K U D O

N a c i ó en S a p p o r o (Japón). Se f o r m ó en la U n i -
versidad d e O t a n i e n S a p p o r o , d o n d e e s t u d i ó C a n t o con
M i c h i k o F u j i t a y más t a r d e con M o t o k o Eguchi en Tokio.
En 1983 se t r a s l a d ó a E s p a ñ a , r e a l i z a n d o e s t u d i o s en la
Escuela S u p e r i o r de C a n t o de M a d r i d con M a r i m í del Po-
zo y Félix Lavilla. A m p l i ó sus c o n o c i m i e n t o s en París con
G é r a r d S o u z a y y en S a l z b u r g o con Paul Schilhavsky. En
1987 g a n ó el P r i m e r P r e m i o del C o n c u r s o Y a m a h a y el Se-
g u n d o P r e m i o del C o n c u r s o d e l a O N C E .

Ha a c t u a d o c o m o solista en A l e m a n i a , Francia, Ja-


pón, Italia, Suiza, y especialmente, en España, con obras de
Vivaldi (Gloria), Bach (Magnificat), Pergolesi (Stabat M a -
ter), Mozart (Misa en Do mayor, R e q u i e m ) , Rossini (Stabat
Mater), Verdi ( R e q u i e m ) , Fauré ( R e q u i e m ) , Schumann (Es-
cena de Fausto), B e e t h o v e n (la novena Sinfonía), Mahler (la
octava Sinfonía, Lieder eines f a h r e n d e n Gesellen), B r u c k n e r
(Te D e u m ) , Wagner (Wesendonck-Lieder), Elger (The Dre-
am of Gerontius), Schônberg (Gurre-Lieder), Ravel (Chan-
sons madécasses, Trois p o è m e s de Stéphane Mallarmé, Sché-
hérazade); ópera de Las Bodas de Figaro (Condesa) de Mozart,
Las Golondrinas (Lina) de Uzandizaga.

E n t r e directores cuya batuta ha actuado citamos a


Jôrg-Peter Weigle ( O r q u e s t a Sinfónica de Dresde), R o b e r t o
Benzi ( O r q u e s t a de Bordeaux-Aquitaine), Horia A n d r e e s c u
(Orquesta Filarmónica G e o r g e Enesco), M a n f r e d E h r h o r n
(Orquesta d e N D R d e H a n n o v e r ) , O d ó n A l o n s o ( O r q u e s t a
de R T V E , con las canciones " C a n t o s de a m o r y de g u e r r a "
de Rodrigo), E d m ó n C o l o m e r (Joven O r q u e s t a Nacional de
España), Enrique García Asensio (Orquesta Sinfónica de Bil-
bao), M a n u e l Galduf ( O r q u e s t a Municipal de Valencia), Jo-
sep Pons ( O r q u e s t a de Ciudad de G r a n a d a y O r q u e s t a de
C á m a r a de Teatre Lliure), José R a m ó n Encinar ( G r u p o Ko-
an), A r t u r o T a m a y o ( O r q u e s t a d e C á m a r a d e T V E ) . . .

A t s u k o K u d o h a d e m o s t r a d o sus d o t e s c o m o lie-
derista o f r e c i e n d o gran n ú m e r o de recitales y e s t r e n o s de
d e s t a c a d o s c o m p o s i t o r e s . T a m b i é n ha sido invitada en di-
versos festivales i n t e r n a c i o n a l e s de Música y, gracias a las
c o l a b o r a c i ó n de la F u n d a c i ó n Juan M a r c h , le ha sido po-
sible realizar diversas giras con los p r o g r a m a s integrales
de las c a n c i o n e s de M o n t s a l v a t g e (1992) y de M o m p o u
(1993), a c o m p a ñ a d a a l p i a n o p o r A l e j a n d r o Z a b a l a .

H a realizado n u m e r o s a s grabaciones discográficas


y de la radiotelevisión.
70

ALEJANDRO ZABALA

Realiza sus estudios en el Conservatorio de Mú-


sica de San Sebastián, donde se gradúa con primeros pre-
mios de Piano y Música de Cámara. Obtiene también el Pre-
mio "Paulino Caballero". Estudia luego con Emma Jiménez
de Achúcarro.

Se decide desde fecha temprana por la música ca-


merística y el acompañamiento vocal. Trabaja con Paul
Schilhawsky y, muy especialmente, con Félix Lavilla.

Es requerido para los másters impartidos por pres-


tigiosos cantantes en diversos centros europeos. Colabora
en varios Concursos Internacionales de Canto, siendo, du-
rante doce años, pianista oficial en Toulouse.

Desarrolla una intensa actividad concertística, ha-


biendo acompañado a artistas como Ileana Cotrubas -a re-
señar el Recital en el Maggio Musicale de Florencia-, Mar-
garet Price, Elena Obraztsova, Dennis O'Neill, Paolo
Gavanelli, etc.

Acompaña también a destacados cantantes e ins-


trumentistas de la nueva generación. Son relevantes sus
actuaciones con Atsuko Kudo: las Integrales de Mompou
y de Montsalvatge en la Fundación March, la Integral de
Escudero en la Quincena donostiarra, el Homenaje a Vi-
cente Aleixandre de la Universidad Autónoma de Madrid,
los recitales en la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, etc.
71

INTRODUCCION GENERAL

Y NOTAS AL P R O G R A M N A

A N D R É S RUIZ T A R A Z O N A

Nacido en Madrid, Licenciado en Derecho. Estu-


dios de p i a n o y de H i s t o r i a y E s t é t i c a del A r t e con
los p r o f e s o r e s S o p e ñ a , G a y a Ñ u ñ o y A z c á r a t e . F u n -
d a d o r de la revista "Aria", c o l a b o r a d o r de R a d i o 2 de
Radio Nacional de E s p a ñ a y de Televisión Española
donde ha p r e s e n t a d o y dirigido numerosos programas
musicales.

A u t o r de trabajos literarios, sobre arte y principal-


m e n t e sobre música, en muy diversas revistas y edito-
riales. H a p u b l i c a d o v e i n t e b i o g r a f í a s d e c o m p o s i t o r e s
y ha s i d o p r o f e s o r de H i s t o r i a y E s t é t i c a de la M ú s i c a
en la Facultad de Ciencias de la I n f o r m a c i ó n de la U n i -
versidad C o m p l u t e n s e . Ha ejercido c o m o crítico musi-
cal e n e l d i a r i o " E l P a í s " , e n " H o j a del L u n e s " y e n las
revistas "Scherzo", " R i t m o " , y " T e m p o r a d a s " .

F u n d a d o r y d i r e c t o r d e " G a c e t a R e a l M u s i c a l " , socio


f u n d a d o r d e l a S o c i e d a d E s p a ñ o l a d e M u s i c o l o g í a , Pre-
mio N a c i o n a l d e Crítica D i s c o g r à f i c a e n 1980. D i r e c t o r
del s e l l o d i s c o g r à f i c o E T N O S , c o n e l q u e o b t u v o p r e -
m i o s n a c i o n a l e s del disco. H a sido S u b d i r e c t o r d e l a R e -
vista d e M u s i c o l o g í a d e l a S.E.M. R e s p o n s b l e d e l A r e a
de Música de la Sociedad Estatal Quinto Centenario,
del Aula de C u l t u r a A x a S e g u r o s y C o n s e j e r o Musi-
c o l ò g i c o d e d i s c o s Q u i n t o C e n t e n a r i o . D e s d e 1988 e s
Asesor de Música de la Comunidad de Madrid, desde
la que ha dirigido i m p o r t a n t e s actividades, c o m o el
Festival de Música de C á m a r a de M a n z a n a r e s el Re-
al y los ciclos de la O r q u e s t a S i n f ó n i c a de M a d r i d en
e l A u d i t o r i o N a c i o n a l . E n 1994 h a p u b l i c a d o e l l i b r o
" D i s c o t e c a E s e n c i a l " y " B r e v e H i s t o r i a de la M ú s i c a " .

Ha pronunciado conferencias en la Universidad de


Salamanca, M u s e o del prado, Real A c a d e m i a de Be-
llas A r t e s d e S a n F e r n a n d o , S a l a T r i c o l o r d e l A y u n -
t a m i e n t o de R e g i o Emilia, A c a d e m i a Liszt de B u d a -
pest, Universidad de Santiago de Compostela.
Residencia de Estudiantes, Sociedad General de Au-
tores y Editores, Universidad de Oviedo, Diputación
de Burgos, A y u n t a m i e n t o de Tolosa; Conservatorios de
Sevilla, M á l a g a , L a C o r u ñ a , etc.; F u n d a c i ó n M a r c e l i -
no Botín, etc.

Es m i e m b r o n u m e r a r i o de la A c a d e m i a de A r t e s y
Letras de San D á m a s o (Madrid), desde n o v i e m b r e de
1996
La Fundación Juan March,
creada en 1955,
es una institución con finalidades culturales y científicas.

En el campo musical organiza regularmente,


ciclos de conciertos monográficos,
recitales didácticos para jóvenes
(a los que asisten cada curso más de 25.000 escolares),
conciertos en homenaje a destacadas figuras,
aulas de reestrenos,
encargo a autores y otras modalidades.

Su actividad musical
se extiende a diversos lugares de España.
En su sede de Madrid
tiene abierta a los investigadores
una biblioteca de Música Española Contemporánea.

Depósito Legal: M. 44866-96


Imprime: Gráficas Don Bosco. Arganda del Rey (Madrid).
Fundación Juan March
Salón de Actos. Castellò, 77. 28006 Madrid
Entrada libre.

También podría gustarte