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Geología y Geomorfología Ambiental – Guía 1

LA TIERRA COMO SISTEMA AMBIENTAL


La Tierra puede ser considerada como un sistema ambiental complejo donde existe vida sin apoyo artificial
soportada por cuatro subsistemas ambientales que, estudiados individualmente, pueden ser considerados como
sistemas.
Las envueltas fluidas, como la Atmósfera y la Hidrosfera, son responsables de la mayor parte de los fenómenos
meteorológicos que condicionan variables como la temperatura, la humedad o la velocidad del viento.
La Hidrosfera almacena la mayor parte de la energía recibida por el sistema e interactúa termodinámica-mente
con la atmósfera, generando la mayor parte del trabajo del sistema.
La Atmósfera actúa como frontera activa con el espacio exterior y es responsable de gran parte del trabajo
realizado por la energía solar que recibe el sistema.
La Litosfera, la envoltura sólida de la Tierra, también influye regional y localmente sobre las condiciones
ambientales de los organismos terrestres. La energía extra que recibe la Litosfera del núcleo terrestre provoca el
movimiento de las placas tectónicas y la orogenia que juegan un papel fundamental en la evolución de los
organismos. El movimiento de rotación del núcleo provoca la formación de la Magnetosfera, la primera frontera
que nos protege del viento solar.
La Biosfera, está formada por un tejido de seres vivos que interactúan entre sí y con el ambiente jugando un papel
activo en la evolución de la composición química de la Atmósfera y de la Hidrosfera. Por sus características
termodinámicas se considera como un sistema abierto, alejado del equilibrio, cuyo entorno es el sistema Tierra,
con el que intercambia flujos de materia y energía. Parte de los organismos que forman la Biosfera son capaces
de concentrar la energía solar en energía metabólica (moléculas de ATP).
Por último, cabría considerar también la actividad humana y su bagaje cultural que conforman lo que se ha dado
en llamar la Noosfera, a la que se le atribuye actualmente cierto grado de intervención en los mecanismos
reguladores del sistema Tierra.

Uno de los conceptos más ampliamente utilizados en la investigación científica es el de sistema. Chorley y
Kennedy lo definen como:

“un conjunto estructurado de componentes y variables que muestran relaciones entre ellos y operan en conjunto
como un todo complejo de acuerdo con unas pautas observadas”.
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Un sistema se percibe como algo que posee una entidad que lo distingue de su entorno, aunque mantiene una
interacción con él. Esta identidad permanece a lo largo del tiempo y bajo entornos cambiantes.

En Ciencias de la Tierra y Ambientales se trabaja con diversos conceptos derivados De este como son ecosistema,
geosistema, sistema fluvial, etc.

Tradicionalmente se ha considerado que la investigación científica se desarrolla a través de la acumulación de


observaciones del comportamiento de los sistemas estudiados en circunstancias naturales o manipuladas a través
de un experimento.

Estas observaciones permiten generar y contrastar hipótesis acerca de la estructura y función del sistema objeto
de estudio para incrementar los conocimientos acerca del mismo.

Sin embrago, en el conjunto de las ciencias de la Tierra y medioambientales la observación de efectos y el


establecimiento de hipótesis resulta difícil debido a la naturaleza de los Sistemas Ambientales.

Dinámica de los Sistemas Ambientales: Las variables de estado, los flujos y los ciclos de retroalimentación son claves
en el diseño de un modelo y van a determinar el comportamiento dinámico del sistema que representan. Cuando
hablamos de dinámica de un sistema nos referimos a la variación temporal de las variables de estado cuyos valores
pueden crecer, decaer u oscilar a lo largo del tiempo. Un sistema ambiental puede mostrar diferentes patrones
de variación temporal, de los cuales hemos seleccionado los seis más importantes:

a. El crecimiento exponencial: es la dinámica más importante que podemos encontrar en un sistema


ambiental. El crecimiento exponencial puede ser sorprendente rápido pues el sistema duplica su tamaño
una y otra vez, en el mismo intervalo de tiempo. Este intervalo es conocido como el tiempo de duplicación.
Ejemplo: Crecimiento de una población sin factores limitantes con una tasa de natalidad mayor que la
tasa de mortalidad.
b. El decaimiento exponencial es el inverso del crecimiento exponencial. El sistema perderá la mitad de su
valor en un intervalo fijo de tiempo y así sucesivamente. Ejemplo: Crecimiento de una población sin
factores limitantes con una tasa de natalidad menor que la tasa de mortalidad.
c. La aproximación exponencial se parece a la decadencia exponencial, pero en este caso el sistema no decae
hasta alcanzar el valor cero. Esto puede ocurrir cuando el sistema recibe un flujo de entrada que
contrarresta el efecto de la decadencia. Estos sistemas pueden alcanzar el equilibrio gradualmente.
Ejemplo: Crecimiento de una población sin factores limitantes con una tasa de natalidad menor que la
tasa de mortalidad pero con reclutamiento de nuevos individuos por migración.
d. El crecimiento log-normal se parece al patrón de crecimiento exponencial en las etapas tempranas. Pero
cuando el sistema avanza en el tiempo y crece cada vez más, llega un momento en que no puede seguir
creciendo por que alcanza un límite final. Los límites vienen impuestos por las restricciones sobre los
recursos o los nutrientes disponibles en el hábitat. Para que una variable de estado muestre un patrón
de crecimiento log-normal, el sistema debe sentir el efecto limitante de manera que disminuya la
velocidad de crecimiento gradualmente y permita al sistema llegar a un estado de equilibrio que puede
ser mantenido año tras año. Ejemplo: Crecimiento de una población con un limite impuesto por su
capacidad de carga.
e. El patrón de superpoblación (Overshoot) se inicia de la misma manera que el crecimiento log-normal, pero
en este caso el sistema no consigue adaptarse progresivamente a sus recursos limitados. Si hay demoras
en la reacción a los límites, el crecimiento tiende a llevar al sistema más allá de valores sostenibles que
posteriormente dará lugar a una caída brusca hasta alcanzar de nuevo valores sostenibles. Este tipo de
dinámicas son propias de sistemas humanos como los sistemas económicos.
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f. El patrón de superpoblación (Overshoot) se inicia de la misma manera que el crecimiento log-normal, pero
en este caso el sistema no consigue adaptarse progresivamente a sus recursos limitados. Si hay demoras
en la reacción a los límites, el crecimiento tiende a llevar al sistema más allá de valores sostenibles que
posteriormente dará lugar a una caída brusca hasta alcanzar de nuevo valores sostenibles. Este tipo de
dinámicas son propias de sistemas humanos como los sistemas económicos.
g. El patrón de superpoblación (Overshoot) se inicia de la misma manera que el crecimiento log-normal, pero
en este caso el sistema no consigue adaptarse progresivamente a sus recursos limitados. Si hay demoras
en la reacción a los límites, el crecimiento tiende a llevar al sistema más allá de valores sostenibles que
posteriormente dará lugar a una caída brusca hasta alcanzar de nuevo valores sostenibles. Este tipo de
dinámicas son propias de sistemas humanos como los sistemas económicos.

LA TIERRA COMO UN GRAN SISTEMA: LA INTERACCIÓN ENTRE LOS SUBSISTEMAS

Las capas que componen la Tierra no son compartimentos aislados sino que se interconexionan
funcionando como un todo. Se trata pues de un sistema abierto que recibe continuamente la energía del Sol y que,
además, cuenta con una energía interna propia.

La energía fluye a través del sistema, provocando transformaciones en sus componentes siendo
posteriormente devuelta parcialmente al espacio.

- La Atmósfera en el sistema Tierra. Una de las principales funciones de la atmósfera es modular la energía
procedente del Sol y regular la temperatura del planeta. La superficie de la Tierra se calentaría en exceso si no
fuera porque alrededor del 30% de la energía solar es reflejada por la atmósfera (efecto albedo). Por otro lado, la
circulación general atmosférica contribuye a distribuir la energía incidente desde las zonas ecuatoriales, más
calentadas, hacia las zonas de latitudes más altas: es el origen de los fenómenos climáticos.

 Respecto a la Hidrosfera, las olas, las corrientes marinas y la distribución planetaria de las precipitaciones son
también consecuencia directa de la dinámica atmosférica.
 Respecto a la Geosfera, la atmósfera ejerce una acción directa sobre las rocas mediante la meteorización y los
fenómenos meteorológicos (lluvias, nieve...) son responsables del modelado del relieve.
 Respecto a la Biosfera, la influencia de la atmósfera es decisiva: las radiaciones nocivas (ultravioleta) se filtran,
la temperatura terrestre es moderada y la presencia de agua líquida es posible.
 Respecto a la Geosfera, el agua que circula por la superficie terrestre modela el relieve: disuelve o disgrega
muchos minerales, arrastra materiales sueltos, los transporta y los sedimenta.
 Respecto a la Biosfera, el agua es fundamental, puesto que forma parte de los seres vivos en una alta
proporción, les aporta diversos hábitats (ríos, humedales, mares...) y mantiene la temperatura global en los
márgenes adecuados para el desarrollo biológico.
 Respecto a la Atmósfera, el vapor de agua que alcanza la atmósfera es transportado por todo el planeta gracias
a la circulación atmosférica. Dependiendo de la latitud y de la altitud (en definitiva, del clima de cada zona),
el agua puede devolver parte de su energía a la atmósfera al condensarse, formar nubes y precipitar en forma
de lluvia o de nieve sobre los océanos o los continentes.
 Respecto a la Hidrosfera, el agua modela la superficie terrestre con los procesos de erosión, transporte y
sedimentación.
 Respecto a la Atmósfera, las erupciones volcánicas liberan gases que modifican localmente la composición
atmosférica y calientan el agua subterránea próxima a las cámaras magmáticas.
 Respecto a la Biosfera, es fundamental en la formación de los suelos, sustrato donde se asienta la vida, y en el
aporte de sales minerales necesarios para el desarrollo vegetal.

Las relaciones entre Biosfera y Atmósfera son tan importantes que la composición química atmosférica sería muy
distinta si el planeta estuviese muerto, es decir, la biosfera regula la composición de la atmósfera actual. Hay que
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resaltar que la concentración de los distintos gases atmosféricos tiene una influencia considerable en el balance
térmico del conjunto de la Tierra.

- La Hidrosfera en el sistema Tierra. Para el conjunto del planeta la hidrosfera, junto con la atmósfera tienen un
papel esencial en la regulación térmica, gracias al elevado calor específico del agua (amortigua las variaciones
bruscas de temperatura), a las corrientes marinas (redistribuyen el agua caliente hacia zonas frías) y a la reflexión
de las radiaciones solares por las masas de hielo glaciar (albedo).

- La Geosfera en el sistema Tierra . La dinámica interna de la Geosfera repercute en la superficie terrestre (creación
de cordilleras, fenómenos tectónicos, etc.) y tiene efectos sobre los otros subsistemas.

Los ciclos biogeoquímicos, finalmente, representan un buen ejemplo de la interrelación entre todos los
subsistemas terrestres: elementos como el carbono, el nitrógeno y el fósforo circulan entre el agua, los
organismos, el aire o las rocas formando parte de moléculas que permanecen estables durante cierto tiempo en
cada lugar.

En el congreso de Estocolmo de 1972 se definió como: "un conjunto de componentes físicos, químicos,
biológicos y sociales capaces de causar efectos directos o indirectos, en un plazo corto o largo, sobre los seres
vivientes y las actividades humanas".

Las Ciencias medioambientales tratan de comprender y plantear soluciones a los problemas


medioambientales que nos rodean: el cambio climático, el agujero en la capa de ozono, la pérdida de la
biodiversidad, la desertización... Sólo entendiendo el complejo entramado de las relaciones existentes en la
naturaleza, se pueden determinar las acciones adecuadas para solventar nuestros problemas ambientales.

Debemos plantearnos la conservación del medio ambiente tanto para nosotros como para las
generaciones venideras. No podemos hipotecar el futuro a cambio de mantener nuestro actual nivel de vida.

TECTÓNICA DE PLACAS: (del griego τεκτονικός, tektonicós, "el que construye") es una teoría que explica la forma
en que está estructurada la litosfera (porción externa más fría y rígida de la Tierra). La teoría da una explicación a
las placas tectónicas que forman parte de la superficie de la Tierra y a los deslizamientos que se observan entre
ellas en su movimiento sobre el manto terrestre fluido, sus direcciones e interacciones. También explica la
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formación de las cadenas montañosas (orogénesis). Así mismo, da una explicación satisfactoria al hecho de que
los terremotos y los volcanes se concentran en regiones concretas del planeta (como el Cinturón de Fuego del
Pacífico) o a la ubicación de las grandes fosas submarinas junto a islas y continentes y no en el centro del océano.

Las placas tectónicas se desplazan unas respecto de otras con relativa lentitud, a una velocidad nunca perceptible
sin instrumentos, pero con tasas bastante diferentes.
Dado que se desplazan sobre la superficie finita de la Tierra, las placas interaccionan unas con otras a lo largo de
sus fronteras o límites provocando intensas deformaciones en la corteza y litosfera de la Tierra, lo que ha dado
lugar a la formación de grandes cadenas montañosas (por ejemplo las cordilleras
de Himalaya, Alpes, Pirineos, Atlas, Urales, Apeninos, Apalaches, Andes, entre muchos otros) y grandes sistemas
de fallas asociadas con estas (por ejemplo, el sistema de fallas de San Andrés). El contacto por fricción entre los
bordes de las placas es responsable de la mayor parte de los terremotos. Otros fenómenos asociados son la
creación de volcanes (especialmente notorios en el cinturón de fuego del océano Pacífico) y las fosas oceánicas.
Las placas tectónicas se componen de dos tipos distintos de litosfera: la corteza continental, más gruesa, y la
corteza oceánica, la cual es relativamente delgada. A la parte superior de la litosfera se la conoce como Corteza
terrestre, nuevamente de dos tipos (continental y oceánica).
Límites de las Placas: Son los bordes de una placa y es ahí donde se presenta la mayor actividad tectónica (sismos,
formación de montañas, actividad volcánica), ya que es donde se produce la interacción entre placas. Hay tres
clases de límite:

 Divergentes: son límites en los que las placas se separan unas de otras y, por lo tanto, emerge magma desde
regiones más profundas (por ejemplo, la dorsal mesoatlántica formada por la separación de las placas de
Eurasia y Norteamérica y las de África y Sudamérica).
 Convergentes: son límites en los que una placa choca contra otra, formando una zona de subducción (la placa
oceánica se hunde bajo la placa continental) o un cinturón orogénico (si las placas chocan y se comprimen).
Son también conocidos como "bordes activos".
 Transformantes: son límites donde los bordes de las placas se deslizan una con respecto a la otra a lo largo de
una falla de transformación.

TIEMPO GEOLÓGICO: El tiempo geológico del planeta se divide y distribuye en intervalos de tiempo caracterizados
por acontecimientos importantes de la historia de la Tierra y de la vida. Como la edad de la Tierra es de
aproximadamente 4600 millones de años, cuando se habla de tiempo geológico suele expresarse casi siempre en
millones de años y siempre referidos a «antes del presente».
Las unidades usadas para dividir el tiempo geológico son de dos tipos: las referidas a tiempo relativo (unidades
geocronológicas), que ordenan cronológicamente los acontecimientos geológicos, y las referidas a tiempo
absoluto (unidades geocronométricas), expresadas en valores absolutos, en millones de años.
Escala de Tiempo Geológico: La escala de tiempo geológico es el marco de referencia para representar los eventos
de la Historia de la Tierra y de la vida ordenados cronológicamente. Establece divisiones y subdivisiones de las
rocas según su edad relativa y del tiempo absoluto transcurrido desde la formación de la Tierra hasta la actualidad.
GEOMORFOLOGÍA: La geomorfología es una rama de la geografía y de la geología que tiene como objetivo el
estudio de las formas de la superficie terrestre enfocado en describir, entender su génesis y su actual
comportamiento.
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La geomorfología se centra en el estudio de las formas del relieve, pero dado que éstas son el resultado de la
dinámica litosférica que en general integra, como insumos, conocimientos de otras ramas de la Geografía física,
tales como la climatología, la hidrografía, la glaciología, y también de otras ciencias, para abarcar la incidencia de
fenómenos biológicos, geológicos y antrópicos, en el relieve.
FACTORES GENERADORES DE LOS PROCESOS GEOMORFOLÓGICOS: El relieve terrestre va evolucionando en la
dinámica del ciclo geográfico mediante una serie de procesos constructivos y destructivos que se ven
permanentemente afectados por la fuerza de gravedad que actúa como equilibradora de los desniveles; es decir,
hace que las zonas elevadas tiendan a caer y colmatar las zonas deprimidas. Estos procesos hacen que el relieve
transite por diferentes etapas. Los desencadenantes de los procesos geomorfológicos pueden categorizarse en
cuatro grandes grupos:

 Factores geográficos: El relieve se ve afectado tanto por factores bióticos como abióticos, de los cuales se
consideran propiamente geográficos aquellos abióticos de origen exógeno, tales como la gravedad, el suelo,
el clima y los cuerpos de agua. El clima con sus elementos tales como la presión, la temperatura, la humedad,
los vientos. El agua superficial con la acción de la escorrentía, la acción fluvial y marina. Los hielos con el
modelado glacial, entre otros. Son factores que ayudan al modelado, favoreciendo los procesos erosivos.
 Factores bióticos: El efecto de los factores bióticos sobre el relieve suele oponerse a los procesos del
modelado, especialmente considerando la vegetación, sin embargo, existen no pocos animales que colaboran
con el proceso erosivo tales como los caprinos.
 Factores geológicos: tales como la tectónica, el diastrofismo, la orogénesis y el vulcanismo, son procesos
constructivos y de origen endógeno que se oponen al modelado e interrumpen el ciclo geográfico.
 Factores antrópicos: La acción del hombre sobre el relieve es muy variable, dependiendo de la actividad que
se realice, en este sentido y como comúnmente pasa con el hombre es muy difícil generalizar, pudiendo incidir
a favor o en contra de los procesos erosivos.
Aunque los distintos factores que influyen en la superficie terrestre se ven incluidos en la dinámica del ciclo
geográfico, solo los factores geográficos contribuyen siempre en dirección al desarrollo del ciclo y a su fin último.
Mientras que el resto de los factores (biológicos, geológicos y antrópicos) interrumpen o perturban el normal
desarrollo del ciclo. De la interacción de estos elementos resultan los procesos morfogenéticos o modelado,
dividido en tres etapas o tres procesos sucesivos, a saber, la erosión, el transporte y la sedimentación. Este
proceso es, en gran parte, causante del modelado de la superficie terrestre teniendo en cuenta una serie de
circunstancias.
Ramas de La Geomorfología: Otras ramas de la geomorfología estudian diversos factores que ejercen una marcada
influencia en las formas de la tierra como por ejemplo el efecto predominante del clima o la influencia de la
geología en el relieve. Las principales son:

 Geomorfología Climática: estudia la influencia del clima en el desarrollo del relieve. La presión atmosférica y
la temperatura interactúan con el clima y son los responsables de los vientos, las escorrentías y del continuo
modelado del ciclo geográfico. La diversidad de climas representa distintas de velocidades en la evolución del
ciclo, como es el caso de los climas áridos con ritmo evolutivo más lentos y de los climas muy húmedos con
ritmos evolutivos más altos, como también el clima representa el tipo de modelado predominante;
glacial, eólico, fluvial, etc. Este conocimiento se sintetiza en lo que se denomina «dominios morfoclimáticos».

 Geomorfología Fluvial: es la rama especializada de la geomorfología que se encarga del estudio de los
accidentes geográficos, formas y relieves ocasionados por la dinámica fluvial. Este subcampo suele traslaparse
con el campo de la hidrografía.
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 Geomorfología de Laderas: es aquella que estudia los fenómenos producidos en las vertientes de
las montañas, así como también estudia los movimientos en masa, estabilización de taludes, etc. Se relaciona
con el estudio de riesgos naturales.
 Geomorfología Eólica: es la que se encarga de estudiar los procesos y las formas de origen eólico, en especial
en los dominios morfoclimáticos donde la acción eólica es predominante, por ejemplo en las zonas litorales,
los desiertos fríos y cálidos, y las zonas polares.
 Geomorfología Glaciar: se encarga de estudiar las formaciones y los procesos de los accidentes geográficos,
formas y relieves glaciares y periglaciares. Esta rama está íntimamente ligada con la glaciología.
 Geomorfología Estructural: prioriza la influencia de estructuras geológicas en el desarrollo del relieve. Esta
disciplina es muy relevante en zonas de marcada actividad geológica donde por
ejemplo fallas y plegamientos predeterminan la existencia de cumbres o quebradas, o la existencia
de bahías y cabos se explica por la erosión diferencial de afloramientos de roca más o menos resistentes. Esta
rama está muy relacionada con la geología
 Geomorfología Litoral: estudia las formas del relieve propias de las zonas costeras.

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