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Confesión de fidelidad a Dios (23-28).

Sal 73:24 Tú me has guiado con tu consejo; y después, me recibirás con gloria.
Sal 73:25 ¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? Y contigo, no carezco de nada en la tierra.
Sal 73:26 Mi corazón y mi cuerpo pueden fallarme; pero Elohim es la Roca para mi corazón y mi porción
para siempre.
Sal 73:27 Aquellos que se alejan de ti perecerán; Tú destruyes a todos los se prostituyen lejos ti,
Sal 73:28 pero para mí, la proximidad a Elohim es buena; poner la confianza en YAHWEH Elohim mi
refugio, para declarar mis alabanzas en las puertas de la hija de Tziyon.
En este salmo se plantea el gran escándalo para las almas justas del A.T.: ¿Por qué prosperan los
impíos en esta vida? ¿Cómo es que Dios no les da el merecido según sus obras? El salmista
aborda el problema y lo resuelve a las luces del A.T., cuando aún no había esperanza de
retribución en ultratumba: el triunfo de los impíos es efímero, pues cuando más eufóricos están
les llega leí hora del castigo fulminante divino. El poema, de tipo sapiencial, se divide en cinco
secciones netas: a) prosperidad de los malvados (1-5); b) sus malas acciones son un escándalo
para los justos (6-11); c) los sufrimientos del justo (12-17); d) la suerte desgraciada de finiüva de
los perversos (18-22); e) la suerte del justo: unión con Dios (23-28).

El problema planteado en este salmo es semejante al del libro de Job y al de los salmos 38 y 49.
El salmista muestra su inquietud por la anomalía de la prosperidad de los impíos; es una piedra de
escándalo que está a punto de hacer debilitar su fe. Por razones estilísticas, los críticos
comúnmente suponen que este poema sapiencial es de época tardía: su lenguaje es poco clásico y
abundan los arameísmos.

Confesión de fidelidad a Dios (23-28).

Frente a toda veleidad posible por la prosperidad momentánea del pecador, el salmista declara mantenerse
fiel siempre a su Dios. Esta fidelidad probada al Señor tendrá por resultado que al fin será acogido en
gloriat es decir, se reconocerá su virtud y se la premiará, siendo así “glorificado” ante la comunidad
social. No encontramos aquí declarada la esperanza de la glorificación en la otra vida como nosotros la
entendemos en la perspectiva cristiana; ésta es, en realidad, la clave para resolver el enigma de los
sufrimientos del justo en esta vida, pero no la encontramos hasta el libro de la Sabiduría 14. Si el salmista
hubiera llegado a estas claridades, de seguro que hubiera sido más explícito en el planteamiento del
problema sobre la inestabilidad de la prosperidad de los pecadores. El pensamiento central del salmo versa
sobre el hecho de que esta prosperidad es momentánea, pues Dios se la quitará cuando menos lo piensen.
No va más lejos la perspectiva del hagiógrafo. La palabra gloria tiene aquí, como en otros lugares, el
sentido de “honor” 15, y no el de glorificación espiritual después de la muerte en el sentido de la teología
cristiana.
El salmista declara su adhesión inquebrantable al que está en los cielos, y fuera de Él no encuentra
nada digno de su amor, porque Dios es el centro de su corazón. Fuera de Él no hay seguridad; por eso
los impíos perecerán inexorablemente. Bajo su protección espera el salmista vivir tranquilamente para
poder anunciar las obras maravillosas de Dios a sus contemporáneos.
24. Se acallan todas sus dudas en la confianza de la divina dirección y la gloria futura. me recibirás
en gloria—(cf. el Psa_68:18; Eph_4:8).
25, 26. Dios es el único bien que le satisface. la roca—(Eph_18:2). porción—(Eph_16:5; Lam_3:24).
27, 28. La suerte de los apóstatas, descrita en una figura de frecuente uso ( Jer_3:1, Jer_3:3;
Eze_23:35), se contrasta con la felicidad del salmista en su intimidad con Dios (Jam_4:8) y con su goza de
declarar sus alabanzas.

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