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El asalto y hundimiento del SS Automedon

El SS Automedon era un barco de pasajeros y de carga que fue atacado y hundido el 11 de


noviembre de 1940 durante la Segunda Guerra Mundial por el buque corsario alemán Atlantis.
El Automedon transportaba en el momento del asalto, documentos secretos destinados al
Mando del Lejano Oriente. La captura de esos documentos parece que desempeñó un papel
decisivo en la entrada de Japón en la contienda mundial.

A las 07:00 h. del 11 de noviembre de 1940, la nave Atlantis encontró al carguero Automedon
de la compañía Blue Fuñe Line aproximadamente a 250 millas al noroeste de Sumatra. Hora y
veinte minutos más tarde, cuando el Automedon se hallaba a menos de 4600 m. el Atlantis
quitó las cubiertas de sus cañones y lanzó un disparo de aviso a proa del Automedon. Fue
entonces cuando el operador de radio del carguero, envió un mensaje de auxilio; "RRRR -
Automedon - 0416N", RRRR significaba - ataque de corsario armado -, antes que la fuego
alemán destruyera los equipos de transmisión. A una distancia de 1800 m., el Atlantis disparó
al Automedon, cuatro salvas impactaron sobre el puente y la estructura, acabando con la vida
del capitán y sus oficiales. El Automedon ya se encontraba en llamas cuando la tripulación
intentó utilizar el cañón defensivo emplazado en la popa del carguero. La última andanada,
precisa y mortal, lanzada por el Atlantis mató a los potenciales artilleros del Automedon,
deteniendo al mismo tiempo la nave.

Tras tres minutos de bombardeo, se produjo al abordaje del Automedon. La tripulación del
Atlantis fue recibida por el primer oficial del carguero. Ulrich Möhr, del Atlantis comentó más
tarde que la nave enemiga estaba en pésimas condiciones, el bombardeo a corta distancia
había destruido casi que toda la estructura. Seis miembros de la tripulación murieron y 12 más
resultaron heridos.

Se procedió a registrar la carga del barco, encontrando repuestos para aviones, motores de
automoción, licores cigarrillos y alimentos con destino a Penang, Singapur, Hong Kong y
Shanghái. Carga valiosa pero de escasa utilidad para el Atlantis. Sin embargo, tras una
búsqueda exhaustiva de la nave se encontraron quince bolsas de correo, marcadas con Top
Secret. Sacas destinadas al Mando Británico del Lejano Oriente que contenian gran cantidad de
informacion, incluyendo tablas de descodificación, órdenes para la Flota, instrucciones de
artillería e informes de inteligencia naval. Tras de perder una hora intentando y abriendo la
caja fuerte de la nave tan sólo para descubrir "unos cuantos chelines en efectivo" y tras el
registro de la sala de mapas del Automedon, al final se encontró un pequeño bolso verde
marcado como "Confidencial" que contenía un informe de Jefe de Estado Mayor destinado al
Comandante en Jefe del Lejano Oriente, Robert Brooke Popham.

La bolsa se suponía que debía ser tirada por la borda ante cualquier riesgo de captura, pero las
personas en el puente responsables de esa acción, o bien resultaron muertas tras el
bombardeo o bien incapacitadas. El informe detallaba la última evaluación de la fuerza militar
japonesa en el Extremo Oriente, aparte de evaluar con detalle las unidades de la RAF, la Royal
Navy y las defensas de la base de Singapur. Reflejaba una situación sombría de las capacidades
militares britanicas, tanto navales como terrestres en Extremo Oriente. En resumen, dicho
informe dejaba claro que Gran Bretaña estaba demasiado debilitada para arriesgarse a entrar
en guerra con Japón.
El capitán Bernhard Rogge del Atlantis estableció un tiempo limite de tres horas para el
registro del barco y la transferencia de la tripulación compuesta por 31 británicos y 56 chinos,
3 pasajeros, sus posesiones, toda la carne congelada y alimentos así como la documentación
del barco y las sacas de correos. Transcurrido ese periodo de tiempo, el carguero Automedon
fue hundido a las 15:07 h. tras observar que los daños sufridos eran demasiado graves para
que la nave fuese remolcada. Sus supervivientes llegaron a Burdeos, Francia, a bordo del
capturado petrolero noruego Storstad.

Rogge pronto se dio cuenta la importancia del material de inteligencia capturado y trasladó
rápidamente dichos documentos al Ole Jacop, un barco recién apresado y ordenó, tras hacerse
cargo de la nave, al teniente comandante Paul Kamenz y seis marineros de su tripulación
zarpar hacia Japón. Tras un viaje sin incidentes llegaron a Kobe, el 4 de diciembre de 1940.

La documentación llegó a la embajada germana en Tokio al día siguiente. El agregado naval


alemán envió a Berlín por radiotelégrafo un resumen del plan británico, mientras el original
fue llevado a mano por Kamenz, vía férrea, concretamente por el transiberiano. Fue entregada
una copia a los japoneses, proporcionando de esta manera valiosa información antes de iniciar
las hostilidades. Rogge fue recompensado con la entrega de una ornamentada espada samurái,
al igual que otros famosos militares alemanes como Hermann Göring y Erwin Rommel.

Después de leer el informe capturado del Jefe de Estado Mayor, el 7 de enero de 1941 el
almirante japonés Yamamoto escribió al Ministro Naval concluyendo que si Japón pudiese
atacar a la flota norteamericana de forma exitosa a continuación sería conveniente atacar a las
debilitadas fuerzas restantes, britanicas y holandesas, para de esta forma asestar un golpe
certero. De esta manera parece enlazarse el ataque sobre Pearl Harbor y el posterior ataque y
hundimiento del Prince of Wales y Repulse con el informe de inteligencia capturado en el
asalto al Automedon

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