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Delimitaciones

Delimitación Conceptual

La presente investigación pretende realizar análisis riguroso al concepto del

consentimiento electrónico en revistas científicas, tesis de grado, doctrina, jurisprudencia y

legal para establecer sus implicaciones dentro del universo jurídico colombiano

Delimitación Espacial

Esta investigación se basa en el estudio doctrinal, normativo y jurisprudencial de las

normas existentes en nuestro sistema normativo aplicable a la formación y

perfeccionamiento del consentimiento atreves de medios digitales

Delimitación Temporal

Los documentos recolectados en la presente investigación abarcan un periodo de

tiempo establecido desde 2016, cabe aclarar que dicha fecha se establece en base a casos

hitos que sustentan el proyecto a desarrollar, hasta 2020.

Marco Referencial

La construcción de estos antecedentes en el proceso investigativo genera un conjunto de

facilidades, por ejemplo: permiten tener mayor conocimiento de la temática a investigar (la

formación del consentimiento atreves de medios electrónicos ), permiten definir la

perspectiva con que se realiza este presente estudio (Manifestación de la voluntad y

perfeccionamiento contractual) y amplia las concepciones previas sobre el tema a

investigar; lo que marca el camino para poder finalizar lo que se va a investigar y como se

realizara tal acción.


Los siguientes documentos contienen investigaciones previas sobre el tema de estudio

como se menciona anteriormente y constituyen la base de la presente investigación.

Por lo anterior esta investigación es cualitativa como su tema lo exige y parte de la base

de todas las posturas construidas por los diversos autores estudiados. Se hallaron a nivel

nacional (dos) 2 y a nivel internacional (dos) 2.

Antecedentes nacionales

Hernández, W (2012). La formación del contrato electrónico en el marco de la

Comunidad Andina. Civilizar 12 (23): pp. 13 - pp. 34.

En el presente artículo el autor desarrolla la descripción de como los países de la

Comunidad Andina (CAN) manejan la regulación de la denominada sociedad de la

información (las nuevas tecnologías en el campo de la contratación), mencionando el

problema de investigación sintetizado metodológicamente en la siguiente pregunta jurídica:

¿Cuáles son los aspectos sustantivos a partir de los cuales es posible armonizar la

regulación de la formación del contrato electrónico en la Comunidad Andina?, la formación

del contrato y la manifestación de la voluntad, la oferta, la aceptación expresa y tacita y la

regla del espejo en esta aceptación (como se maneja el tema de que el aceptante toma

literalmente la oferta o por el contrario puede realizar algunas modificaciones sin dejar de

ser la misma oferta) realizando la respectiva comparación entre ellas, mostrando los debates

que se presentan en torno a los diferentes enfoques mencionados; enfatizando la necesidad

de armonizar o unificar la normativa respecto del entorno digital, en el derecho privado en

América Latina, pero se afirma que no puede centrarse en una posición tradicional, por el

contrario, el proceso debe guiarse hacia la solución de genuinas diferencias jurídicas con

otros ordenamiento con los cuales se mantienen constantes relaciones comerciales, así
como los elementos e instrumentos internacionales de referencia para nuestros sistemas;

opina el autor.

Gómez, V (2004) La realidad jurídica del comercio electrónico en Colombia.

Capítulo II Del contrato electrónico. Proyecto grado de la Pontificia Universidad

Javeriana, pp. 41- pp. 89.

El proyecto de investigación realizado por el autor Víctor Gómez, en su segundo

capítulo se mencionan algunas definiciones sobre el contrato electrónico, depara su

concepto, menciona los principios generales de la contratación por medios electrónicos, y al

describir las etapas en la formación del contrato el afirma la necesidad del jurista por llevar

el contrato electrónico a la teoría general del negocio jurídico enfatizando lo concerniente a

la oferta y aceptación como factores determinantes de la perfección del contrato.

Los elementos y requisitos contractuales (sujeto negocial, contenido y forma)

enfatiza los errores que se pueden presentar en el contenido del contrato electrónico, se

menciona la capacidad y las problemáticas que esta conlleva en los negocios electrónicos,

estos pueden ser: la dificultad de determinar con exactitud la capacidad de las partes del

contrato, situación que vive cualquier tipo de contrato a distancia, debido a que estos se

caracterizan por el desconocimiento por regla general de las partes del contrato electrónico.

Otra problemática planteada por el autor es: la suplantación de la cual puede ser víctima

una persona totalmente capaz; incluso por alguno de sus hijos incapaces. Reiterando que,

aunque se realizan los debidos controles y medidas con las firmas digitales y las entidades

de certificación estos casos son comunes. Otro punto mencionado por el autor dentro del

contenido como elemento del contrato es el consentimiento, este puede presentar vicios

como el error, la fuerza y el dolo. El autor plantea en el caso del error una situación común

la cual es la de encontrar que el articulo comprado presenta características totalmente


diferentes a las que en principio se pensó. Por otra parte, el dolo se presenta comúnmente

en la publicidad engañosa, por la misma dificultad de controlar la publicidad en la red,

afirma el autor. Como conclusión, se concreta que la firma digital es un paso importante

para la seguridad de la parte aceptante en el contrato electrónico, el autor afianza que los

juristas del país se trataron de adaptar al avance tecnológico que presenta el comercio

tradicional en Colombia, por medio de la ley 527 de 1999, en la cual se establece como

único mecanismo el de la firma electrónica. Pero, a su vez opina que el legislador erró al no

regular otros mecanismos electrónicos de firma, en consecuencia, los usuarios no podrán

escoger otro mecanismo diferente a la firma digital, esto hace que se pierda el dinamismo

que la legislación debe tener en especial cuando se tratan asuntos de evolución constante

como es el caso de los avances tecnológicos, puntualiza Víctor Gómez.

Antecedentes internacionales

Nieto Melgarejo, P. (2016). El comercio electrónico y la contratación electrónica:

Bases del mercado virtual. Foro Jurídico, (15), 54-76

La autora en este artículo manifiesta el avance que ha tenido la contratación tradicional

al dar un salto hacia una contratación electrónica debido al uso del internet. Por otra parte,

refleja las ventajas y desventajas que se presentan en el comercio electrónico. Luego, hace

hincapié en la definición de la contratación electrónica y como el consentimiento de las

partes se presta por medios electrónicos, reflejando que en cierta medida se puede estar

seguros de que el consentimiento no está viciado mediante la firma digital, pero al final

concluye que es de suma preocupación como la informática irrumpe en la sociedad e

influencia las relaciones jurídicas en este caso contractuales, es por esto que afirma la

necesidad de una elaboración de respuestas adecuadas desde el ámbito del derecho al


impacto que producen estos cambios, sin duda, afirma la autora, es una importante

transformación en el conjunto del orden jurídico tradicional.

Armas, C (2002). Sistema de contratación por medios electrónicos: manifestación de la

voluntad y perfeccionamiento contractual. Tesis para optar por el grado académico de

Magister en Derecho con mención en derecho civil y comercial. Universidad Nacional

mayor de San Marcos, pp 15 – 100.

Los capítulos desarrollados, el primero presenta la formación del contrato y el entorno

electrónico, presentando la manifestación de la voluntad, el consentimiento a través de la

oferta y la aceptación y el perfeccionamiento contractual (momento y lugar del mismo). El

segundo puntualiza el sistema de contratación por medios electrónicos y presenta los

elementos peculiares y con ellos los problemas que se presentan en este acápite. Para el

autor, en relación a la manifestación de la voluntad las formas en que se podría incurrir en

error contratando por medios electrónicos, son las siguientes: Error de vicio (La máquina es

una ayuda para las decisiones humanas, así que el mensaje o voluntad que ella emitiera

como parte de algún contrato en el cual se hace de destinatario sería una culpa humana

debido a que esta máquina se ciñe a las condiciones y elementos que dispuso el hombre o

agente capaz) y error obstativo (La máquina puede lograr ser un ente autónomo y

determinar los casos supuestos por hombre, basada en las instrucciones del programa o

sistema de expertos, esto llevando a que el hombre no haya previsto o pensado que esta

situación se presentaría aunque el mismo contrara y dispusiera de los servicios de la

“maquina”). El artículo no deja de lado el mencionar la parte débil del consumidor en estos

contratos de compraventa formulados por medios electrónicos/digitales. Existiendo

variables de compra rápida (contrato de adhesión o clausulas generales de contratación) y

compra de inmediatez (semejanza a la compra entre presentes) frente a estos temas se


presentan ciertos desafíos: la vulnerabilidad, las asimetrías informativas, las cláusulas

abusivas, la publicidad, la responsabilidad. Por otra parte, no se deja de lado la situación en

la cual es difícil comprobar si el consumidor ha tomado conocimiento de las condiciones

del contrato de compra venta, necesaria y justa para evitar abusos, ya que, si estamos en

estos tipos de contratos, podemos observar en estos casos de compra rápida que se pueden

establecer cláusulas abusivas y lesivas a una de las partes.

Marco conceptual

Mensaje de datos: La información generada, enviada, recibida, almacenada o

comunicada por medios electrónicos, ópticos o similares, como pudieran ser, entre otros, el

Intercambio Electrónico de Datos (EDI), Internet, el correo electrónico, el telegrama, el

télex o el telefax;

Comercio electrónico: Abarca las cuestiones suscitadas por toda relación de índole

comercial, sea o no contractual, estructurada a partir de la utilización de uno o más

mensajes de datos o de cualquier otro medio similar. Las relaciones de índole comercial

comprenden, sin limitarse a ellas, las siguientes operaciones: toda operación comercial de

suministro o intercambio de bienes o servicios; todo acuerdo de distribución; toda

operación de representación o mandato comercial; todo tipo de operaciones financieras,

bursátiles y de seguros; de construcción de obras; de consultoría; de ingeniería; de

concesión de licencias; todo acuerdo de concesión o explotación de un servicio público; de

empresa conjunta y otras formas de cooperación industrial o comercial; de transporte de

mercancías o de pasajeros por vía aérea, marítima y férrea, o por carretera.

Los contratos electrónicos: Son arreglos de voluntades celebrados a través de medios

electrónicos por los cuales las partes, dos o más sujetos, establecen obligaciones exigibles,
voluntariamente. Loa contratos electrónicos no son especiales o diferentes a los demás

contratos, ni se refieren a cosas electrónicas nada más. El contrato electrónico es el contrato

normal celebrado usando medios electrónicos.

Firma digital: Se entenderá como un valor numérico que se adhiere a un mensaje de

datos y que, utilizando un procedimiento matemático conocido, vinculado a la clave del

iniciador y al texto del mensaje permite determinar que este valor se ha obtenido

exclusivamente con la clave del iniciador y que el mensaje inicial no ha sido modificado

después de efectuada la transformación.

Consentimiento: En la creación de un acto jurídico, adhesión de una parte a la

propuesta realizada por la otra. El intercambio de los consentimientos determina el acuerdo

de voluntades que vincula a la parte, es uno de los requisitos básicos del contrato. Consiste

en el asentimiento conjunto de dos o más voluntades para celebrar un contrato

manifestándose conformes sobre un determinado objeto y por una causa. Abarca, de esta

manera, los otros dos elementos fundamentales: objeto y causa, que deberán quedar

amparados por la misma voluntad contractual. El consentimiento contractual se basa en la

formación de la voluntad y en su manifestación; en todo caso, el consentimiento válido es

el de las personas capaces para contratar.

Formalismo jurídico: Escuela de la filosofía del derecho que desarrolla la teoría de las

formas jurídicas puras, abstrayéndose de todo contenido empírico, de la realidad social y de

los fines. Sostiene la teoría de la idea formal de justicia, concibiéndola como un método

ordenador y prescindiendo de toda consideración sobre las instituciones singulares.


Marco teórico

Capitulo I. Sociedad en la información

En la actualidad estamos introducidos en una era tecnológica, la cual tuvo sus inicios

desde el siglo pasado; desarrollando las redes de comunicación y luego expandiéndose en el

mundo con la creación de la moderna red mundial de computadoras, hoy en día es evidente

que cuenta con una fuerza y relevancia universal que nos da como resultado grandes

avances y a su vez, grandes retos como sociedad.

Ahora bien, algunos de los avances que trajo la era de la informática, como: poner al

alcance, como nunca antes, el conocimiento científico, permitir manejar y disponer todo

tipo de información, facilitar nuevos cauces de relación y comunicación, ofrecer una gran

cantidad de material para la diversión y el entretenimiento, acrecentar la productividad,

generar crecimiento económico, pero; sobre todo su mayor virtud radica en la capacidad de

minimizar o eliminar los obstáculos tradicionales, como lo son el tiempo y la distancia.

Nieto (2016) manifiesta, la aparición de la economía electrónica es un claro ejemplo del

desarrollo económico mediante el empleo de los medios tecnológicos y, en definitiva, es la

que está abriendo camino hacia un mercado global donde el tráfico comercial electrónico

puede desarrollarse a nivel nacional o internacional, sin que existan fronteras geográficas

que lo impidan (p. 58)

Por otra parte; están los retos y desafíos a los que se debe enfrentar la sociedad con todos

estos numerosos avances antes mencionados; para el derecho, estos fenómenos actuales (las

TIC’s, la globalización y el comercio electrónico) constituyen una responsabilidad

ineludible en el marco de su función reguladora de la vida en colectividad, encaminada al

mantenimiento de la convivencia al interior de la sociedad. En otras palabras, la Sociedad


de la Información actual no puede ser ajena al derecho, ya que, así como no se concibe una

vida social sin derecho, no es aceptable el desarrollo de las nuevas tecnologías sin

regulación. Entonces... ¿a qué tipo de desafíos se debe enfrentar el derecho en posición a

estos cambios resultado del uso del internet? Es claro que; son muchos los sectores en los

que se debe trabajar desde el ámbito jurídico como resultado de esta sociedad de la

información en la que estamos envueltos, pero, en la rama que se busca enfatizar a través de

este proyecto, es la del área comercial en cuanto a sus contratos convencionales, ya que

ahora estamos frente a una nueva temática o forma de realizarlos, llamada “los contratos

electrónicos” o “contratos a través de medios electrónicos”.

Capitulo II. Contratos electrónicos

Los contratos electrónicos o contratos a través de medios electrónicos según

Hernández Martínez, W. (2012) son: “Los acuerdos en los cuales se emplean sistemas

electrónicos de procedimiento y transmisión de información para celebrar, e incluso

ejecutar, el contrato sea cual sea el tipo de contrato y el objeto del mismo” (p.22), este autor

manifiesta en su escrito que se generaliza la expresión “contratos electrónicos”, pero el

mantiene una posición en la cual establece que; los medios electrónicos no son sino un

medio o instrumento a través del cual “viaja” o se expresa la voluntad de la parte

contratante. Entonces no se tratan de contratos cuyo objeto o finalidad necesariamente sea

un medio electrónico, sino que estos son el “vehículo” en el cual se crean u originan los

contratos.

La contratación electrónica se viene a presentar como una nueva forma contractual y una

nueva forma de realizar intercambio de bienes y de servicios. La importancia adquirida a

través de los años la ha convertido en una materia de interés jurídico por su creciente y
constante aplicación práctica, transformándose así en uno de los ejes fundamentales a

través de los cuales se produce el intercambio de riqueza en la sociedad.

Este advenimiento de la contratación electrónica se debe a los medios de comunicación

electrónicos, pues gracias a ellos las partes pueden contratar fácilmente desde los lugares

más lejanos del planeta logrando, de esta manera, unir al mundo en segundos. El

consentimiento de las partes contratantes trasciende las fronteras geográficas, generando así

un nuevo mercado en donde las personas, mediante el uso de sus ordenadores, compran,

venden, donan, arriendan e intercambian bienes y servicios, realizando cualquier tipo de

contrato y haciendo que la riqueza circule en el ambiente electrónico. (Nieto, 2016, p. 63)

Capitulo III Tipos de contratos

Por otra parte, debemos precisar qué; los contratos electrónicos se pueden clasificar

dependiendo de los intervinientes en el mismo.

Tenemos los contratos: B2C-Empresa-Consumidor (Business to Consumer) que son

aquellas transacciones por internet realizadas entre compañías y consumidores, este tipo

hace referencia a un suministro de bienes y servicios por parte de los consumidores a las

empresas participantes en el mercado. Principalmente con el uso del internet, modalidad

ampliamente conocida por quienes hacen uso de la red para satisfacer sus necesidades de

consumo.

B2B-Empresa-Empresa (Business to Business), este tipo hace referencia a la relacion de

intercambio de bienes y servicios entre empresas. Son negocios que tienen como

característica fundamental la magnitud de las transacciones y en los cuales se justifica

plenamente la existencia de certificados y otros medios de autenticación.

C2C-Consumidor-Consumidor (Consumer to Consumer), esta modalidad es una de las

más populares y recurridas hoy en día debido a las redes sociales, pues debido a la gran
demanda de las mismas; pues es común ver reflejado el gran aumento de esta clase de

negociación. Quienes se aproximan a esta buscan de precios cómodos no siempre con la

intención de adquirir un producto nuevo, pueden buscar un “second hand”, es decir, algo

usado en buen estado. Esto se realiza a través de intermediarios, remates o martillos a

través de los cuales los mismos consumidores realizan transacciones. Hay intermediarios

muy populares como lo son mercado libre, Amazon, Marketplace, entre otros, quienes

cobran un porcentaje por el negocio realizado entre las partes y otros no, estos a su vez

prestan un sistema regulatorio propio para este tipo de transacciones y el cumplimiento de

las mismas

C2B- Consumidor a empresa (consumer to business) en esta modalidad es el

consumidor quien realiza la transacción señalando a su vez las características de la misma.

Un ejemplo de este tipo de operación se puede apreciar en el área del turismo

particularmente en el campo de los tiquetes aéreos en donde es el consumidor quien elige

destino fecha y elige el precio que desea pagar por el mismo

Asimismo, se presentan otras relaciones contractuales que hacen parte de esta

clasificación, los contratos electrónicos se pueden clasificar igualmente en función de la

fase precontractual. Conforme a esta clasificación, existen contratos por negociación, que

contienen acuerdos preliminares y los contratos por adhesión, en los que el consumidor se

adhiere sin reparo a las estipulaciones del oferente. En otras palabras, se allana a las

condiciones generales del contrato. Los B2C entonces hacen parte de los contratos por

adhesión.

En consecuencia, se puntualiza que los contratos electrónicos en los que se quiere

realizar un mayor énfasis, son aquellos que se dan entre empresas y consumidores (B2C),

ya que los segundos representan la parte débil en los contratos y son estos mismos, los que;
tienden a presentar una mayor violación frente a sus derechos como consumidores y

muchas veces viven la desprotección del hacer clic en internet, aceptando acuerdos sin la

clara información del contrato adquirido, afectando la capacidad de determinar su

consentimiento definitivo, con el debido conocimiento de causa y con la certeza de querer

obligarse en la celebración de ese contrato. Usma (2016) manifiesta. “El auge de las

transacciones electrónicas ha conllevado a que el consumidor, quien no puede discutir los

términos en los contratos denominados con asimetría de poder contractual y contratos de

adhesión, se encuentre hoy en día en un desequilibrio contractual. Es por lo tanto

fundamental protegerlo, a fin de lograr que dicho desequilibrio no sea tan evidente” (p.309)

Capitulo IV. Problemas electrónicos

El desarrollo del comercio electrónico en Internet, desde el punto de vista legal, plantea

problemas que podrían clasificarse, como:

1.-Jurisdicción competente a la hora de resolver los conflictos derivados de contratos

electrónicos.

2.- Legislación aplicable a estos contratos.

3.- Lugar, tiempo y forma de perfección de los mismos.

Pero estos no son los únicos aspectos jurídicos que han de preocupar, son muchos los

puntos a tratar en cuanto al comercio, en concreto el contrato electrónico, que no pueden

encuadrarse en esa clasificación. El tema del consentimiento electrónico, la seguridad del

pago, el documento electrónico como medio de prueba, etc. (Navarrete.2017, p. 10-11)

Conforme al Código Civil Colombiano, los elementos esenciales del negocio son

“aquellas cosas sin las cuales, (el contrato) o no produce efecto alguno, o degeneran en otro

contrato diferente” y estos son: capacidad legal, consentimiento exento de vicios, objeto

lícito y causa lícita.


La Ley 527 de 1999 en su artículo 14 dispone, en cuanto a la formación del contrato,

que la oferta y la aceptación, salvo acuerdo entre las partes, puede adelantarse por medio de

mensajes de datos y no se le negará validez o fuerza obligatoria a un contrato por el hecho

de haberse utilizado este mecanismo. Aun así, no son claras las reglas sustantivas que

regulan el consentimiento en los contratos B2C.

De otra parte, la Ley 1480 de 2011 en su artículo 50, aunque busca proteger el

derecho de los consumidores, señalando que: se debe suministrar en todo momento

información cierta, fidedigna, suficiente, clara y actualizada respecto de los productos que

se ofrezcan, la aceptación deber ser expresa, inequívoca y verificable, menciona que no

existe la presunción de la voluntad del consumidor ni el silencio es considerado como

consentimiento y el grado de protección al consumidor que debe existir en estas

transacciones, pero, aunque se estipule sigue sin presentar la debida claridad que necesita

esta nueva tendencia contractual.

Ante esta nueva figura jurídica (la contratación electrónica), Navarrete (2017)

afirma.” Los legisladores actuales tienen un reto importante, cual es, o bien, la adaptación

mediante la interpretación doctrinal y jurisprudencial en relación con la doctrina

tradicional; o, por el contrario, el establecimiento de un marco jurídico propio, que, sin

apartarse de las bases histórico jurídicas de nuestro tiempo, desarrolle un sistema que tenga

como fin último la seguridad jurídica del justiciable.” (p. 7-8).

Los contratos electrónicos son una realidad, una realidad cambiante y cuyas

variaciones y ramificaciones no dejan de sorprender a los legisladores. Hernández (2012)

afirma. “Esta realidad ha obligado a releer los aspectos medulares del régimen jurídico de

los contratos, con el fin de adaptarlos o ajustarlos. Los aspectos relativos a la formación,

perfeccionamiento, ejecución y cumplimiento del contrato por medios electrónicos,


demandan de los agentes la estructuración de nuevos preceptos que entreguen un nuevo

marco de interacción entre tecnología y derecho” (p. 26).

En conclusión, debemos destacar la necesidad de poseer estándares básicos que doten

de plena validez los contratos y negocios que surgen en torno de las TIC’s, enfatizando que

es de gran urgencia la creación de un marco jurídico para la contratación electrónica, la cual

no se encuentra reglada ni mencionada dentro de las modalidades contractuales, sino que

debe ser interpretada con la normativa de los contratos convencionales. En la presente

época, se presenta una gran notoriedad en las grandes diferencias que se presentan entre un

contrato convencional y un contrato electrónico, sin mencionar el crecimiento que ha tenido

el uso del comercio electrónico y con ello la creación de contratos electrónicos,

puntualizando que el presente año puso en mayor evidencia la falta de regulación que

presenta el tema del comercio electrónico y la contratación electrónica.

Marco legal

Dentro del conjunto universo normativo internacional que regula el comercio y la

contratación electrónica, encontramos: La convención de las naciones unidas sobre la

utilización de las comunicaciones electrónicas en los contratos internacionales de 2007 así

como ley modelo de la CNUDMI sobre Comercio Electrónico de 1996 a nivel global; como

las referencias normativas en esta materia. Por otra parte, a nivel regional se complementa

con La convención interamericana sobre derecho aplicable a los contratos internacionales

de 1994 que regula las obligaciones de los estados a nivel mundial, con la aplicación de las

comunicaciones electrónicas en relación a la formación o el cumplimiento de un contrato;

entre partes cuyos establecimientos estén en distintos estados. Así como la fuerza
vinculante emanada de los mensajes electrónicos y toda la interacción de datos que tengan

como finalidad la creación de acuerdos comerciales o mercantiles.

En la normativa interna, dichas obligaciones son reafirmadas en la Constitución

Nacional promulgada en 1991 o en la expedición de algunas leyes como La Ley 527 de

1999 “Por medio de la cual se define y reglamenta el acceso y uso de los mensajes de

datos, del comercio electrónico y de las firmas digitales, y se establecen las entidades de

certificación y se dictan otras disposiciones” seguida por Ley 1480 de 2011 “Por medio de

la cual se expide el Estatuto del Consumidor y se dictan otras disposiciones” asimismo

como por Ley 1581 de 2012 ”ley de protección de datos personales” y demás normas del

código civil y comercial que regulen las relaciones contractuales.

Marco Metodológico

Enfoque de la investigación

Se maneja un enfoque cualitativo, desarrollado mediante la utilización de fuentes

bibliográficas, dado que se consideran los puntos de vista de cada autor de los diferentes

documentos recaudados, como son artículos de revistas indexadas, tesis de grado, doctrina

que giran en torno al tema objeto de estudio, normativa y jurisprudencia nacional, de los

cuales se realiza una lectura exhaustiva para obtener o generar una postura propia de

manera general respecto al tema. Lo cual conlleva a los autores a reflexionar; dando como

resultado una serie de conclusiones y recomendaciones que implican nuevo conocimiento

sobre el objeto de estudio correspondiente: el contracto electrónico en Colombia.

Diseño-Tipo de investigación

La presente investigación es de tipo explicativo, ya que parte del análisis de los

diferentes aspectos de la figura del contrato electrónico; así como también de las diferentes
posturas adoptadas sobre los mismos en los ordenamientos jurídicos de diferentes países.

Bien sea, porque han optado por su implementación o porque se oponen en definitiva a su

aplicación; por lo tanto, la investigación se caracteriza por ser pura debido a su base teórica

y al propósito de la misma, el cual se concentra en la interpretación de la información

recolectada relacionada al tema de estudio.

Técnicas para la recolección de datos e información

La técnica para la recolección de información de la investigación en desarrollo, se

realizó mediante el análisis de diversos documentos, revistas científicas, jurisprudencia y

normativa nacional e internacional que regulan el comercio electrónico y la contratación

por medios digitales.

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