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Una introspección en El Doncel de Don Enrique el Doliente

Mónica Elsy Hernández Jurado

“Mariano Jose de Larra (1809- 1837) es la figura del Romanticismo español que ha despertado
un interés más continuado; tal vez por su trágico desenlace lo ha convertido a los ojos de los
demás en el paradigma del dolor romántico, de la insatisfacción con el mundo que le rodea, lo
cual es, de algún modo, el paradigma del hombre occidental moderno.”1

“El Romanticismo es una etapa de la literatura cuya característica principal fue la libertad. Esta
comenzó siendo de carácter político y posteriormente contra todos los lineamientos y reglas del
neoclasicismo. Los románticos son libres en el lenguaje y en las imágenes, en la antítesis y en los
violentos contrastes: y la naturaleza es la inspiradora.”2
Mariano Jose de Larra un periodista, novelista, dramaturgo y poeta de gran índole cumple con
las funciones de un romántico por su manera de criticar la sociedad con su pseudónimo de fígaro en sus
escritos. Cabe afirmar que aunque tenga una gran variedad de obras esta vez nos interesa
exclusivamente la novela.
Larra escribe únicamente una, en el ideal de novela histórica cuyo nombre nos remite a El
Doncel de Don Enrique el Doliente, publicada en folletin en tres partes y una última con las tres partes
en 1834, con caracteristicas bastante interesantes y un trama basado en un drama del mismo autor
Macías. Recordemos que el folletín publicaba dentro del periódico colaboraciones literarias como
poemas o textos narrativos.
La novela narra la historia de un amor entre Elvira; una mujer casada con Fernán Pérez y
Macías. Se desarrolla en la Edad Media con Enrique de Villena esposo de María Albarnoz, que quiere
pertenecer a la orden de Calatravia, pero no puede porque está casado. Así que, decide raptar a su
esposa, por lo que, Elvira se da cuenta de dicho acto y lo acusa en la Corte, pero el Rey pide que haya
un defensor para ella ante lo acontecido. Macías al enterarse decide defenderla, pero Villena lo manda
raptar también a el. Hernándo un criado de Macías entra al castillo de Villena vestido de jesuita con su
perro Bravonel y encuentran tanto a Macías como a la esposa desaparecida. Albarnoz huye y Macías
escapa, y, al ser perseguido por Fernán Pérez muere. Elvira al entererse de lo sucedido pierde el juicio
y se le ve deámbulando por la calle.
1 Izquiero, Vicente. Mariano José de Larra. Introducción, notas y propuesta didáctica de Vicente Izquierdo. Editorial La
Galera, Barcelona, 2005. p. 9
2 Lozano Fuentes, Jose Manuel, Literatura Española y Mexicana, Compeñía Editorial Contienental, México, 1973. p.
220-221.
Así el autor en estos cuarenta capítulos desglosa una historia anacrónica, llena de enredos y
personajes tomados de la historia en un ambiente medieval. Pero no hablemos más, mejor estudiaremos
con más detenimiento sus particularidades de esta seductora trama.

1. LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA CON BASE EN LA NOVELA HISTÓRICA

En la novela se reconstruyen las costumbres y el ambiente de época, como es usual en los


imitadores de Scott. Debido al predominio de lo descriptivo y al cuidado en el análisis de las
pasiones, el ritmo de la acción discurre con lentitud.3

Antes de comenzar recordemos que dentro de dicha época en el modelo narrativo sobresalió la
novela histórica, lo que nos remite a los principales representantes de ella como Walter Scott y
Alejandro Dumas, cuyas obras son consideradas como la base para escribir este canon.

El Doncel de Don Enrique el Doliente, se trata de una novela con un paradigma que versa sobre
argumentos o temas reales, sucedidos en el pasado denominados históricos. La obra más conocida con
este modelo es Ivahnoe de Walter Scott, del que Larra se basa y crea su obra. Aspectos de este y más
representadas en la historia son las injusticias que los personajes viven, el ambiente medieveo, y los
combates, etc. Primero analizaremos los personajes y así sucesivamente.

Dentro del Doncel los personajes son tomados de épocas diferentes en un mismo ambiente, por
ejemplo Don Enrique de Villena realmente existio y efectivamente perteneció a la Orden de Calatravia.
Otro personaje muy peculiar es Don Enrique el Doliente, apodado así por su delicadeza y sus
enfermedades. Así como personajes secundarios como Abenzarral, un judío y Fernán, un juglar, estos le
dan a la obra otras referencias históricas dentro del ambiente emitido.

Todas estas circunstancias hacen de estos cuarenta capítulos una historia anacrónica, con errores
y deficiencias tal como se dice en el estudio preeliminar y tal como lo menciona Larra en el primer
capítulo.

Con respecto a la veracidad de nuestro relato, debemos confesar que no hay crónica ni leyenda antigua de donde le
hayamos trabajosamente desenterrado; así que, el lector perdiera su tiempo si tratase de irle a buscar comprobantes en
ningún libro antiguo ni moderno: respondemos, sin embargo, de que si no hubiese sucedido, pudo suceder cuanto vamos a
contar, y esta reflexión debe bastar tanto más para el simple novelista, cuanto que historias verdaderas de varones doctos
andan por esos mundos impresas y acreditadas, de cuyo contenido no nos atreveríamos a sacar tantas líneas de verdad, o por
lo menos de verosimilitud, como las que encontrará quien nos lea en nuestras páginas, tan fidedignas como útiles y
agradables.4
3 Navas Ruíz, Ricardo. El Romanticismo Español. História y crítica, Editorial Anaya, España, 1973. p.p 197.
4 Larra, Mariano José de: El Doncel de Don Enrique el Doliente. Ed de José Luis Varela. Madrid. Cátedra. 1996. A partir
Entendido el papel de la novela histórica concluimos a que

El Romanticismo posibilita en España la aparición de un género que tiene una buena acogida
entre los numerosos lectores de la primera mitad del siglo XIX: la Novela Histórica Española,
con dos etapas diferentes, la primera entre 1823 y 1844 y la segunda durante el resto de la
centuria. La querencia por lo novelesco se puede observar desde los múltiples ámbitos que
envuelven la propia novela: editores o empresarios, autores y lectores. 5

2. LA SUBJETIVIDAD DEL AUTOR

Las figuras del romanticismo reflejan la realidad cotidiana. En ese tiempo se consideraba que el
romántico debía mostrar sus sentimientos y ser subjetivo, es por eso, que muchos críticos aluden a que
el fígaro escribió está obra antes de cometer su suicidio y por eso lo representa en el personaje de
Elvira cuando pierde el juicio por el amor de Macías, así el autor iba perdiendo el juicio y por eso
cometio tal acción que lo llevo a su muerte

Tal lo dice Giuseppe Bellini en su artículo El triste doncel de don Enrique el Doliente

El Doncel de Don Enrique el Doliente llena la función de anuncio y conexión con el período
más trágico de la vida de Larra, el de los años 1836-37. En 1836 se define y concluye la crisis
que dominó tiránicamente la vida del escritor, y en febrero de 1837, como hemos dicho, Larra
se suicida. Muchos son los motivos que lo llevan a esta decisión. Los críticos se han ocupado de
localizarlos, con éxito vario, siempre dudoso. Seguramente contribuyeron elementos negativos
de orden afectivo: desilusión amorosa, desencanto político, el agudizarse consiguiente de un
pesimismo radical, un descontento de sí mismo. Situación que los escritores de la «Generación
del '98» considerarán simbólica y precursora, así como la pasión del hombre por el porvenir de
España.

Razones hay para creer la Dolencia de Larra y la de don Enrique en tan solo unas cuantas páginas, a
veces el sufrimiento de una persona lo refleja en líneas, pero al mismo tiempo con digresiones para
confundir al lector, tal como El Doliente -¿Mío? ¡Imbécil! Y si estoy siendo juguete de una ilusión y de
una quimérica esperanza, juglar, si me haces perder momentos preciosos, ¿qué castigo te sujetas a
sufrir? (IV)

de esta cita todas las referencias de la novela serán tomadas de la misma edición y sólo se colocará la página.
5 Rubio,Cremades, Enrique. La Novela histórica del Romanticismo español. Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes, 2012, Edición digital a partir de Historia de la Literatura Española. Siglo XIX (I) coordinador Guillermo
Carnero, Madrid, Espasa Calpe, 1997, pp. 610-642 http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-novela-historica-del-
romanticismo-espanol/html/14f9d22a-a102-11e1-b1fb-00163ebf5e63_2.html
LOS RECURSOS DE MIGUEL DE CERVANTES

El estilo de esta novela está esmaltado de recrusos y frases que nos remiten, sobre todo, a dos
autores: al Larra articulista y a su siempre admirado y parafraseado Cervantes.6

Si nos ponemos a analizar la cantidad de obras influeciadas por Cervantes tenemos por seguro
un infinito de escritos, si bien, el fígaro no perdió oprtunidad de demostrarlo. Bien sabemos la
influencia de Scott, otro autor también lector de Cervantes, en Larra. Cervantes era un escritor
humorístico, con una gran variedad y riqueza estilísticas. Entonces porque no tomar recursos de el pero
combinados con la tragedia.

Un ejemplo muy interesante es cuando Hernando el criado de Macias va a salvarlo en el


Castillo de Villena y se tienen que vestir.Estos juegos y el ser otra persona que no eres, es un claro
ejemplo cervantino en varias de sus obras.«Dichas estas palabras comenzaron los dos amigos su
exploración, hecha la cual se retiraron a concertar los medios de introducirse en el castillo por más
guardado que estuviera, y de salvar al doncel, que presumían hallarse dentro, con no pocos visos y
fundamentos de verdad.» (XXXIII)

Frases, refranes, recursos, actitudes, etc. Hayamos dentro de la obra sobre todo del capítulo
XXX en adelante. Larra a pesar de sus deficiencias sabe entremeter lo cervantino, pero, al pertenecer a
un modelo romantico y al mismo tiempo histórico a que el lector ya debio haber leído tanto a Cervantes
como cuestiones dentro de la contrucción de la historia.

LA CONSUMACIÓN ATORMENTADA

¿Será que en mi muerte te goces impía, / Oh pérfida hermosa, muy más aún ingrata? / ¿Así al
tierno amante, más fino, se trata? / ¿Cabrá en tal belleza tan grande falsía? / ¡Llorad, ay, mis
ojos, llorad noche y día! / Mis tristes gemidos levántense al cielo; / Pues ya en mi tristura no
alcanzo consuelo, Dolor hoy se vuelva lo que era alegría.

Macías y Elvira, un amor funesto e imposible. Ambos sabían lo que iba a suceder, sin embargo,
llegaron al final de su amor. Macías muerto por los celos del marido y Elvira una loca sin remedio. Que
remedio mejor que el amor de un utópico.

6 Esto se tomo de El Doncel de Don Enrique el Doliente editado por José Luis Varela en la introducción. p. 33.
BIBLIOGRAFÍA
Larra, Mariano José de: El Doncel de Don Enrique el Doliente. Ed de José Luis Varela. Madrid.
Cátedra. 1996.

BIBLIOGRAFÍA CRÍTICA
Bellini, Giuseppe, El triste doncel de don Enrique el Doliente. Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes, 2008 Otra ed.: Quaderni di Letterature Iberiche e Iberoamericane. Estratto, 5 (1986), Roma,
Bulzoni, [s.a.], pp. 5-14 http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-triste-doncel-de-don-enrique-
el-doliente--0/html/f76bee71-9c6a-465c-8966-842885fa0b77_4.html#I_0_

González Álvarez José Manuel, La Novela Histórica romántica en España: El Doncel de Don Enrique
el Doliente o el apego a un paradigma. Cuadernos de filología hispánica, 2001

Izquiero, Vicente. Mariano José de Larra. Introducción, notas y propuesta didáctica de Vicente
Izquierdo. Editorial La Galera, Barcelona, 2005. p. 9

Lozano Fuentes, Jose Manuel, Literatura Española y Mexicana, Compeñía Editorial Contienental,
México, 1973. p. 220-221.

Navas Ruíz, Ricardo. El Romanticismo Español. História y crítica, Editorial Anaya, España, 1973. p
197.

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