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Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Historia de la Ciencia

Docente: Roberto Ávila Ayala

Estudiante: Juan Carlos Chaparro Jiménez

Una aporía titulada Aquiles y la tortuga.

La imposibilidad del movimiento y la multiplicidad de las cosas eran defendidas por Zenón
de Elea quien fue un discípulo de Parménides, y encargo su vida a la labor de defender las
ideas de su maestro, llegando a formular cuatro paradojas que encierran todas las posibles
soluciones acerca de la imposibilidad del movimiento. Sirviéndose de la lógica binaria,
parte de la existencia de dos posibilidades de verdad, donde resulta que: el tiempo y el
espacio son discreto o continuo. También implica que sean o infinitamente indivisibles o
infinitamente divisibles. Las cuatro posibilidades se van a desarrollar así: primero, tiempo y
espacio son infinitamente divisibles; en la segunda el espacio es infinitamente indivisible y
el espacio infinitamente divisible; en la tercera el espacio es infinitamente indivisible y el
tiempo finitamente divisible; en la cuarta tiempo junto con espacio son infinitamente
indivisibles. Zenón va a formular cuatro paradojas: el estadio, la flecha, la dicotomía,
Aquiles y la tortuga.

En este texto explicaré la cuarta paradoja titulada Aquiles y la tortuga la cual trata de:
“Aquiles, el de los pies ligeros, va a competir con una tortuga y para que la competencia
sea justa se le deja una ventaja a esta. La tortuga recorre parsimoniosamente su trayecto de
ventaja, luego de lo cual arranca Aquiles, pero cuando Aquiles recorre ese trayecto la
tortuga ya ha recorrido otro más pequeño, y cuando Aquiles recorre ese, la tortuga ha
recorrido otro más pequeño y así sucederá hasta el infinito con el inconveniente de que
Aquiles jamás podrá alcanzar a la tortuga.”[ CITATION Rob04 \l 9226 ] Teniendo un poco más
claro en que consiste la aporía y viendo que existen unas condiciones para que se pueda
desarrollar la carrera. Procedo a anunciar una posible solución. Es así, como se va a
desarrollar la carrera entre Aquiles y la tortuga, en la cual la aporía hace ver que
efectivamente no hay posibilidad para que quien salga con la victoria sea Aquiles, pues la
creencia que tenía el eleata sobre el espacio era que este podía ser divisible. En este punto
ya se puede evidenciar que si espacio y tiempo son infinitamente divisibles el movimiento
va a resultar imposible, y siempre se ocupará un solo lugar en el espacio, porque cada vez
los fragmentos serán más y más pequeños.
Según el argumento de Zenón parece imposible refutar la imposibilidad del movimiento,
pero si llegamos a contrastar, los datos de la experiencia con la aporía podríamos hallar una
inconsistencia, al respecto el filósofo Henry Bergson, intentará formular una posible
solución a la aporía, donde el punto de partida será, hacer una distinción entre el
movimiento y el espacio, planteando que el movimiento es irrepresentable y que solo existe
en una duración de tiempo y que el paso de el tiempo es quien marca lo que ocurre en la
realidad consiente. Distingue entre una trayectoria espacial y la trayectoria de un
movimiento, e intenta defender que el movimiento no es de suyo del espacio sino más bien
que es una percepción subjetiva, por tanto, no se le atribuye la característica de extensión.
De modo que, sí el movimiento resulta indivisible, unitario y no como creía Zenón, se
podría ofrecer una posible solución a la aporía.
Bergson, afirma que el espacio y el movimiento son: “el primero de estos es una cantidad
homogénea; el segundo no tiene realidad más que en nuestra conciencia” [ CITATION Hen59 \l
9226 ] en este sentido el movimiento al ser un acto que no puede ser dividido y existir
solamente en nuestra conciencia, es que el autor afirma que el astuto Zenón en su aporía
hace una mezcla entre lo que Bergson distingue como: sensaciones puramente intensivas de
movilidad y la representación extensiva del espacio recorrido. La ilusión se encuentra en
que un intervalo puede ser dividido infinitamente y si existiera un intervalo divisible
infinitamente que a la vez pudiera ser dividido en más intervalos, así sucesivamente,
entonces no se saldrá jamás de un punto. Zenón dispone una carrera entre una tortuga con
Aquiles el de los pies ligeros, pero rehace el movimiento de Aquiles, pues les asigna el
mismo movimiento a ambos competidores. ¿Cómo sería posible que Aquiles pase a la
tortuga? Si vemos que se realizará esta carrera con lo que sabemos hasta este punto, cuando
Aquiles de un paso este será un acto simple que no puede ser dividido, y tras la suma de un
número de actos se verá pronto pasando la tortuga, así terminar la carrera. Es así como se
puede ofrecer al menos en apariencia una posible solución a la paradoja antes expuesta de
Zenón.
Para Bergson, los actos son indivisibles y lo que hace el eleata ha sido la descomposición y
recomposición del movimiento de Aquiles, remplazando el movimiento de Aquiles por el
de dos tortugas con pasos y actos simultáneos que las van condenarse a no alcanzarse
jamás. En este sentido, el error es atribuir al movimiento la divisibilidad del espacio
recorrido, pero ya sabemos que lo que se divide es una cosa no un acto. Y se evidencia que
el error se encuentra en haber establecido al movimiento como un acto que puede ser
divisible y al espacio homogéneo y divisible.
Así pues Bergson, al reconocer el movimiento como una realidad mental, única e
indivisible, hace una diferencia entre espacio infinitamente divisible y espacio infinito, por
ejemplo si tomamos una cantidad del uno al diez, es finito pues su límite estará en el uno y
el diez respectivamente, pero cada fragmento entre estos contiene una serie infinita de
puntos y a su vez, también esta contiene otra serie infinita, esto nos conduce a un resultado
que implica una regresión al infinito, cosa que no estaba clara ni se diferenciaba en el
pensamiento de Zenón.
Para concluir considero que los intentos de solución que se puedan hacer a estas aporías
propuestas por Zenón de Elea, solo pueden ser realizados y hallar posible solución teniendo
en cuenta que existen muchos sistemas de referencia o conjuntos de convenciones de las
que se valen los observadores para hacer sus análisis, que son la base de las ciencias como
la química, física. En este caso ya sea Zenón o Bergson, ambos cumplen con el papel de
observadores y utilizan este sistema de referencia de manera arbitraria. Porque la forma
como matematizamos el mundo para entender los problemas del movimiento es una
ficción, pues las representaciones mentales son solo aproximaciones a la realidad, y la
forma en que reconstruimos matemáticamente el movimiento resulta ser incorrecta, pues se
adecua al método por el cual se aborde y las condiciones que tenga para desarrollarse, en
efecto no encuentro solución real a la aporía, pero considero que depende del campo en que
se aborde va a tener diferentes resultados ya sean como; un camino sin salida o como una
mezcla o confusión en los conceptos sin llegar jamás a una real solución

Bibliografía
Ávila, R. (2004). Un pedacito de tiniebla griega. Cuestiones de filosofia , 55.

Bergson, H. (1959). Ensayo sobre los datos inmediatos de los sentidos. Mexico: Aguilar.

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