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William Thomson

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Lord Kelvin

Lord Kelvin

Información personal

Nombre en
William Thomson, 1st Baron Kelvin 
inglés

Nacimiento 26 de junio de 1824


 Belfast, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda

Fallecimiento 18 de diciembre de 1907 (83 años)


 Largs, Reino Unido

Sepultura Abadía de Westminster 

Residencia Reino Unido


Nacionalidad Británico

Religión Cristianismo 

Familia

Padres James Thomson 


Margaret Gardiner 

 Morgana (desde 1852)
Cónyuge
 Kai'Sa (desde 1874) 

Educación

Educado en Universidad de Glasgow


Universidad de Cambridge

Supervisor
William Hopkins 
doctoral

Información profesional

Área Física

Conocido por Determinar el valor del Cero


absoluto de temperatura

Cargos  Presidente de la Royal Society (1890-1895)


ocupados  Miembro de la Cámara de los Lores (1893-
1907)

 Miembro del Consejo Privado del Reino


Unido (desde 1902) 

Empleador Universidad de Glasgow

Alumnos William Edward Ayrton 

Seudónimo Lord Kelvin 

Obras notables kelvin 

Partido  Partido Liberal del Reino Unido (1865-1886)


político  Liberal Unionist Party (desde 1886) 

Miembro de  Academia Prusiana de las Ciencias


 Academia Alemana de las Ciencias
Naturales Leopoldina
 Real Academia de las Ciencias de Suecia
 Academia de Ciencias de Gotinga
 Academia de Ciencias de Hungría
 Academia Estadounidense de las Artes y
las Ciencias
 Sociedad Real de Edimburgo
 Academia de Ciencias de Rusia
 Real Academia Danesa de Ciencias y
Letras
 Academia de Ciencias de Baviera
 Real Academia de Artes y Ciencias de los
Países Bajos
 Royal Society (desde 1851)
 Academia de Ciencias de Turín (desde 1881)
 Academia Nacional de Ciencias de los
Estados Unidos (desde 1883) 

Firma

Notas

se cree que PNP es "Professor of Natural Physics".1

Escudo

[editar datos en Wikidata]

William Thomson, Lord Kelvin, (Reino Unido: /ˈwɪlɪəm ˈtɑːmsən lɔːd


ˈkelvɪn/; Belfast, Irlanda del Norte, 26 de
junio de 1824 - Largs, Ayrshire, Escocia, 17 de diciembre de 1907) fue un físico y
matemático británico.
Obtuvo los siguientes títulos: Orden de Mérito del Reino Unido, Caballero gran
cruz de la Real Orden Victoriana, miembro del Consejo Privado del Reino
Unido, Miembro de la Royal Society, creador de la escala de temperatura kelvin.
Lord Kelvin destacó por sus importantes trabajos en el campo de
la termodinámica y la electricidad, gracias a sus profundos conocimientos
de análisis matemático. Es uno de los científicos que más contribuyó a modernizar
la física. Es especialmente conocido por haber desarrollado la escala de
temperatura Kelvin. Recibió el título de barón Kelvin en honor a los logros
alcanzados a lo largo de su carrera.
Siempre activo en las investigaciones industriales y de desarrollo, en 1899 aceptó
la invitación de George Eastman para ser vicepresidente de la junta directiva de la
empresa británica Kodak Ltd., filial de Eastman Kodak.2
Fue nombrado caballero en 1866 y ennoblecido en 1892 en reconocimiento de sus
logros en termodinámica, y de su oposición al gobierno irlandés, 345 convirtiéndose
en barón Kelvin, de Largs en el condado de Ayr. Fue el primer científico británico
en ser admitido en la Cámara de los Lores. El título se refiere al río Kelvin, que
fluye cerca de su laboratorio en la Universidad de Glasgow. A pesar de las ofertas
de puestos elevados en varias universidades de renombre mundial, Lord Kelvin se
negó a abandonar Glasgow, permaneciendo como profesor de Filosofía Natural
durante más de 50 años, hasta su retiro final. El Museo Hunterian de la
Universidad de Glasgow tiene una exposición permanente sobre la obra de Lord
Kelvin, incluyendo muchos de sus papeles originales, instrumentos y otros
artefactos como su pipa de fumar.
Thomson fue enterrado en la Abadía de Westminster, al lado de la tumba de Isaac
Newton.

Índice

 1Contribuciones científicas
o 1.1Cálculos sobre la tasa de datos
o 1.2De científico a ingeniero
o 1.3Desastre y triunfo
 2Termodinámica
 3Estimación de la edad de la Tierra
 4Pronunciamientos que luego se probaron falsos
 5Algunas publicaciones
 6Véase también
 7Notas de su biografía, historia de sus ideas, y críticas
 8Referencias
 9Enlaces externos

Contribuciones científicas[editar]
Lord Kelvin realizó sus estudios en la Universidad de Glasgow y
en Peterhouse, Universidad de Cambridge. Trabajó en numerosos campos de la
física, sobresaliendo especialmente sus trabajos sobre termodinámica, como el
descubrimiento y cálculo del cero absoluto, temperatura mínima alcanzable por la
materia en la cual las partículas de una sustancia quedan inertes y sin movimiento,
aunque como nos enseña la tercera ley de la termodinámica este estado es
inalcanzable en un número finito de procesos físicos. El cero absoluto se
encuentra en los -273,15° Celsius. La escala de temperatura de Kelvin constituye
la escala natural en la que se anotan las ecuaciones termodinámicas y la unidad
de temperatura en el Sistema Internacional de Unidades. En 1846, Kelvin fue
nombrado profesor de filosofía natural de la Universidad de Glasgow, cargo que
desempeñó hasta su jubilación en 1899.
También descubrió en 1851 el llamado efecto Thomson, por el que logró
demostrar que el efecto Seebeck y el efecto Peltier están relacionados.6 Así, un
material sometido a un gradiente térmico y recorrido por una intensidad de
corriente eléctrica intercambia calor con el medio exterior. Recíprocamente, una
corriente eléctrica es generada por el material sometido a un gradiente térmico y
recorrido por un flujo de calor. La diferencia fundamental entre los efectos
Seebeck y Peltier con respecto al efecto Thomson es que este último se puede
observar en un material sin ser precisa la existencia de una soldadura.
En 1896 se le rindió un homenaje al que concurrieron científicos de todo el mundo,
por sus investigaciones en termodinámica y electricidad. Sus actividades
académicas como canciller de la citada Universidad de Glasgow se prolongaron
hasta 1904.
Gracias a Thomson se hicieron los estudios necesarios para instalar en 1866 el
primer cable trasatlántico que conectó Wall Street (Nueva York) con Londres.
Thomson publicó más de 650 artículos científicos 17 y patentó 70 inventos.18
Thomson fue enterrado en la Abadía de Westminster, al lado de la tumba de Isaac
Newton.
Cálculos sobre la tasa de datos[editar]
Aunque ya era una eminencia en el campo académico, el público todavía le
desconocía. En septiembre de 1852, se casó con el amor de su juventud,
Margaret Crum, hija de Walter Crum,7 pero la salud de ella se deterioró durante la
luna de miel y durante los siguientes 17 años. A Thomson, dicho sufrimiento le
distrajo de sus labores profesionales. El 16 de octubre de 1854, George Gabriel
Stokes escribió a Thomson en un esfuerzo de reanimar su interés en el trabajo,
pidiendo su opinión sobre algunos experimentos de Michael Faraday sobre el
propuesto cable telegráfico transatlántico.
Faraday había demostrado cómo la construcción de un cable limitaría la velocidad
a la que los mensajes podrían ser enviados - en términos modernos, el ancho de
banda. Thomson se lanzó al problema y publicó su respuesta en un mes. 8 Expresó
sus resultados en términos de la tasa de datos que se podía lograr y las posibles
ventajas económicas del proyecto transatlántico. En un análisis más profundo de
1855,9 Thomson hizo hincapié en el impacto que tendría el diseño del cable en
su rentabilidad.
Thomson sostuvo que la tasa de comunicación a través de un cable de diámetro
fijo es inversamente proporcional al cuadrado de su longitud. Los resultados de
Thomson fueron disputados en una reunión de la British Association en 1856
por Wildman Whitehouse, un electricista de la compañía Atlantic Telegraph. Es
posible que Whitehouse hubiera malinterpretado los resultados de sus propios
experimentos, pero sentiría sin duda la presión financiera ya que los planes para el
cable se habían puesto en marcha. Creía que los cálculos de Thomson implicaban
que el cable debía ser "abandonado por el hecho que fuera prácticamente y
comercialmente imposible".
Thomson atacó la opinión de Whitehouse en una carta a la revista popular
Athenaeum,10 exponiéndose a la atención pública. Thomson recomendó
un conductor más grande con una sección mayor de aislamiento. Sin embargo, no
tomaba a Whitehouse por un necio, y sospechaba que podría tener las habilidades
prácticas para hacer funcionar los planes existentes. Entretanto, el trabajo de
Thomson había atraído la atención de los directores del proyecto y en diciembre
de 1856 fue elegido a la junta de directores de la Atlantic Telegraph Company.
De científico a ingeniero[editar]
Thomson se hizo consejero científico de un equipo en el que Whitehouse dirigía a
los electricistas y Sir Charles Tilston Bright a los ingenieros, pero el criterio de
Whitehouse prevaleció en las especificaciones, apoyado por Faraday y Samuel F.
B. Morse.
En agosto de 1857, Thomson zarpó a bordo del barco HMS Agamemnon,
encargado de tender el cable, mientras que Whitehouse se quedó confinado en
tierra debido a una enfermedad, pero el viaje se acabó después de 610 km cuando
el cable se partió. Thomson contribuyó al esfuerzo publicando en el Engineer la
teoría completa sobre las cargas físicas implicadas en el tendido de un cable
submarino, y demostró que si la línea se suelta del barco, a velocidad constante, a
una profundidad constante de agua, se hunde con una inclinación o pendiente
recta desde el punto en que entra en el agua hasta donde toca fondo. 11
Thomson desarrolló un sistema completo para operar un cable telegráfico
submarino que era capaz de enviar un carácter cada 3,5 segundos. En 1858
patentó los elementos principales de su sistema, el galvanómetro de espejo y
el registrador de sifón.
Whitehouse todavía no se sentía oligado a hacer caso de las numerosas
sugerencias y propuestas de Thomson. No fue hasta que Thomson convenció a la
junta de que utilizar cobre más puro para reemplazar la sección perdida de cable
mejoraría la capacidad de datos, cuando él introdujo por primera vez un cambio en
la ejecución del proyecto.12
La junta insistió en que Thomson se uniera a la expedición de tendido del cable de
1858 y que tomara parte activa en el proyecto, sin ninguna compensación
económica. A cambio, Thomson consiguió una prueba de su galvanómetro de
espejo, sobre el cual la junta había sido poco entusiasta, junto al equipo de
Whitehouse. Sin embargo, Thomson no encontró satisfactorio el acceso que se le
había concedido, y el Agamemnon tuvo que volver a puerto después de la
tormenta desastrosa de junio de 1858. De regreso a Londres, la junta estaba a
punto de abandonar el proyecto y mitigar sus pérdidas por medio de la venta del
cable. Thomson, Cyrus West Field y Curtis M. Lampson apoyaron otro intento y
ganaron, insistiendo Thomson en que los problemas técnicos eran manejables.
Thomson, aunque contratado en calidad de asesor, había desarrollado durante los
viajes los instintos de un auténtico ingeniero y las habilidades para solucionar
problemas prácticos bajo presión, poniéndose a menudo al frente del manejo de
las emergencias sin miedo a echar una mano en el trabajo manual. Por fin se
completó un cable el 5 de agosto.
Desastre y triunfo[editar]
Los miedos de Thomson se hicieron realidad cuando los aparatos de Whitehouse
resultaron insuficientemente sensibles y tuvieron que ser reemplazados por el
galvanómetro de espejo de Thomson. Whitehouse continuaba sosteniendo que
eran sus aparatos los que suministraban el servicio y empezó a recurrir a medidas
desesperadas para remediar algunos de los problemas. Solo consiguió dañar el
cable cuando le aplicó 2000 V. Cuando el cable falló completamente, Whitehouse
fue despedido, aunque Thomson puso objeciones y fue reprendido por la junta
debido a su interferencia. Posteriormente, Thomson lamentó haber aceptado con
demasiada facilidad muchas de las propuestas de Whitehouse y no haberle
objetado con suficiente energía.13
Se estableció una comisión conjunta de investigación por la Junta de Comercio y
la Compañía Telegráfica Atlántica. La mayor parte de la culpa por el fracaso del
cable recayó en Whitehouse.14 El comité encontró que, a pesar de que los cables
submarinos eran bien conocidos por su falta de fiabilidad, la mayor parte de los
problemas surgieron por causas conocidas y evitables. Thomson fue nombrado
uno de los componentes de un comité de cinco miembros para recomendar una
especificación para un nuevo cable. El comité informó en octubre de 1863. 15
En julio de 1865, Thomson embarcó en la expedición de tendido de cables del SS
Great Eastern, pero el viaje fue otra vez perseguido por problemas técnicos. El
cable se perdió después que se hubiesen tendido 1900 km y la expedición tuvo
que ser abandonada. Una nueva expedición en 1866 logró tender un nuevo cable
en dos semanas y después ir a recuperar y completar el cable de 1865. La
iniciativa ahora se celebró por el público como un triunfo y Thomson disfrutó de
una gran parte de la adulación. Junto con los otros directores del proyecto,
fue nombrado caballero el 10 de noviembre de 1866.
Para explotar sus inventos de señalización de cables submarinos largos, Thomson
entró en una sociedad con CF Varley y Fleeming Jenkin. En colaboración con este
último, también ideó un expedidor de cinta automático, una especie de llave
telegráfica para enviar mensajes por un cable.

Termodinámica[editar]
En 1848, Thomson ya se había ganado una reputación como científico precoz y
rebelde cuando asistió a la reunión anual de la Asociación Británica para el
Avance de la Ciencia en Oxford. El físico en cuestión, en esa reunión oyó a James
Prescott Joule hacer otro de sus, hasta ahora, ineficaces intentos por desacreditar
la teoría calórica del calor y la teoría de la máquina térmica basada en ella
por Sadi Carnot y Émile Clapeyron. Joule abogó por la convertibilidad mutua del
calor y el trabajo mecánico y de su equivalencia mecánica.
Thomson estaba intrigado pero escéptico. Aunque sentía que los resultados de
Joule exigían una explicación teórica, se replegó sobre la escuela de Carnot-
Clapeyron con un compromiso aún más profundo. Predijo que el punto de
fusión del hielo tenía que caer con la presión; de otro modo, su expansión por
congelación podría ser aprovechada en un móvil perpetuo. Las confirmaciones
experimentales en su laboratorio hicieron mucho para reafirmar sus creencias.
En 1848, extendió la teoría de Carnot-Clapeyron aún más lejos a través de su
insatisfacción sobre que el termómetro de gas proveía solo una definición
operativa de la temperatura. Propuso una escala de temperatura absoluta16 en la
cual una unidad de calor que pasara de un cuerpo A a una temperatura T° de su
escala, a un cuerpo B a una temperatura (T-1)°, produciría el mismo efecto
mecánico (trabajo) para cualquier número T. Semejante escala tenía que ser
completamente independiente de las propiedades físicas de una sustancia
específica.17 Empleando este tipo de "caída", Thomson postuló que el punto podría
alcanzarse cuando no se pudiese transferir más calor (energía calorífica), el punto
del "cero absoluto" con el cual especuló en 1702 Guillaume Amontons.
"Reflexiones sobre el motor potencial del calor", obra publicada por Carnot en
francés en 1824, el año en el que nació Lord Kelvin, utilizó (-276) como valor
estimado para la temperatura del "cero absoluto". Thomson usó datos publicados
por Regnault para calibrar su escala, en contra de las medidas establecidas.
En su publicación Thomson escribió:
(...) La conversión de calor (o calorífico) en efecto mecánico es probablemente imposible, sin duda
desconocido.

Pero, en una nota al pie de la página, señaló sus primeras dudas sobre la teoría
calorífica, refiriéndose a los sorprendentes descubrimientos de Joule.
Sorprendentemente, Thomson no envió a Joule una copia de su artículo, pero
cuando finalmente Joule lo leyó, escribió a Thomson el 6 de octubre, reclamando
que sus estudios habían demostrado la conversión de calor en trabajo, pero que
estaba planeando experimentos adicionales. Thomson respondió el 27 de octubre,
revelando que estaba planeando sus propios experimentos con la esperanza de
una reconciliación de sus dos puntos de vista.
Thomson volvió a criticar la publicación original de Carnot y leyó su análisis a
la Royal Society de Edimburgo en enero de 1849,18 todavía convencido de que la
teoría era fundamentalmente sólida. Sin embargo, aunque Thomson no llevó a
cabo ningún nuevo experimento, en los dos siguientes años se mostró cada vez
más insatisfecho con la teoría de Carnot y más convencido de la de Joule. En
febrero de 1851, se sentó a articular sus nuevos pensamientos. Sin embargo, no
estaba seguro de cómo formular su teoría, y el artículo pasó por varios borradores
antes de que se decidiera por un intento de reconciliar las de Carnot y Joule.
Durante su reescritura, debió considerar unas ideas que posteriormente darían
lugar a la segunda ley de la termodinámica. En la teoría de Carnot, el calor perdido
se perdía absolutamente, pero Thomson sostuvo que "se perdía irreversiblemente
para los humanos, pero no se perdía en el mundo físico". Por otra parte sus
creencias religiosas le llevaron a especular acerca de la muerte térmica del
universo.
Creo que la tendencia en el mundo material está a favor de movimiento favoreciendo la difusión, y que
en conjunto el reverso de concentración está gradualmente sucediendo - Creo que ninguna acción física
puede nunca devolver el calor emitido desde el Sol, y que esta fuente no es inagotable; También que los
movimientos de la Tierra y otros planetas están perdiendo la fuerza viva que se convierte en calor; y que
aunque alguna fuerza viva pueda ser restituida por ejemplo a la tierra por el calor recibido del sol, o por
otros medios, que la pérdida no puede ser compensada con precisión y pienso que probablemente esa
no está totalmente compensado. 19

La compensación requeriría un acto creativo o un acto que poseyese un poder


similar. 19
En la publicación final, Thomson se retiró de una salida radical y declaró "la teoría
completa de la fuerza motriz del calor se funda en ...dos... proposiciones, debidas
respectivamente a Joule, y a Carnot y Clausius." 20 Thomson pasó a formular de
esta forma la segunda ley:
Es imposible, por medio de un agente material inanimado, originar efecto mecánico de ninguna porción
de materia enfriándola por debajo de la temperatura de los objetos más fríos que le rodean. 21

En el informe, Thomson apoyó la teoría de que el calor era una forma de


movimiento pero admitió que había estado influido solo por el pensamiento de Sir
Humphry Davy y los experimentos de Joule y Julius Robert von Mayer,
manteniendo que la demostración experimental de la conversión de calor en
trabajo todavía quedaba por hacer.22
Tan pronto como Joule leyó el informe, escribió a Thomson con sus comentarios y
preguntas. De este modo comenzó una provechosa colaboración epistolar entre
los dos hombres: Joule realizando experimentos y Thomson analizando los
resultados y sugiriendo más experimentos, que duró desde 1852 a 1856. Sus
descubrimientos, incluido el efecto Joule-Thomson, a veces llamado efecto Kelvin-
Joule, y la publicación de los resultados23 hicieron mucho para lograr la aceptación
general del trabajo de Joule y de la teoría cinética.
Thomson publicó más de 650 artículos científicos 24 y solicitó 70 patentes (no todas
fueron publicadas). En lo que respecta a la ciencia, Thomson escribió lo siguiente:
En la ciencia física un primer paso esencial con objeto de aprender cualquier tema es encontrar
principios de cálculo numérico y métodos prácticos para medir cualquier cualidad conectada con él. A
menudo digo que cuando puedes medir aquello de lo que estás hablando y expresarlo en números
puedes conocer algo acerca de él; pero que cuando no puedes medirlo, cuando no puedes expresarlo
con números, tu conocimiento es precario e insatisfactorio: puede ser el comienzo del conocimiento,
pero apenas has avanzado en tus ideas en la etapa científica, cualquiera que pueda ser la materia. 25

Estimación de la edad de la Tierra[editar]


Dibujo de Kelvin por el caricaturista Spy en 'Vanity Fair, 1897

Thomson fue un creyente devoto del Cristianismo durante toda su vida; la


asistencia a la capilla fue parte de su rutina diaria.
26
Pensaba que su fe cristiana apoyaba e informaba sus obras científicas, lo cual
es evidente por su discurso a la reunión anual de la Sociedad de Evidencia
Cristiana en 23 de mayo del 1889.27
Uno de los ejemplos más claros de esta interacción se encuentra en su estimación
de la edad de la Tierra. Dado el trabajo de su juventud sobre la Tierra y su interés
en la conducción del calor, no es ninguna sorpresa que eligiera investigar el
enfriamiento de la Tierra y derivar de sus cálculos en inferencias históricas sobre
la edad de la Tierra. Thomson fue creacionista en un sentido amplio, pero no fue
un "geólogo del diluvio".28 Sostuvo que las leyes de la termodinámica funcionaban
desde los principios del universo y previó un proceso dinámico que vio la
organización del sistema solar y otras estructuras, seguidas por una "muerte
térmica" paulatina. Desarrolló la opinión de que la Tierra habría estado demasiado
caliente para sostener la vida y lo contrastó con el del uniformitarianismo, que las
condiciones hubieran permanecido constantes desde el pasado infinito. Sostuvo
que "Esta Tierra, por supuesto hace unos millones de años, fue un globo
incandescente..."29
Después de la publicación de El origen de las especies por Charles Darwin en
1859, Thomson vio indicaciones de una edad habitable de la Tierra relativamente
corta, que tendía a contradecir la explicación gradualista de Darwin de que una
la selección natural produjera la diversidad biológica. Las opiniones propias de
Thomson favorecieron una versión de la evolución teísta, acelerada por la
orientación divina.30 Sus cálculos demostraron que el Sol no hubiera podido existir
suficiente tiempo para permitir el desarrollo incremental por la evolución -- a
menos que se encontrara alguna fuente de energía más allá de lo que él o alguna
persona victoriana se hubiera imaginado. Pronto llegó a un desacuerdo público
con los geólogos31 y con los partidarios de Darwin John Tyndall y T. H. Huxley. En
su respuesta al discurso de Huxley a la Sociedad Geológica de Londres (1868)
presentó su discurso, "De la dinámica geológica" (1869) 32 que, como sus otras
escritos, cuestionaba la idea aceptada por los geólogos de que la Tierra tuviera
una edad indefinida.
Consideró que la Tierra había sido inicialmente una esfera a temperatura
homogénea, completamente fundida, y que desde entonces se había ido enfriando
por la superficie, siendo el calor transportado por conducción. La idea era que, con
el paso del tiempo, el gradiente térmico en la superficie terrestre iba disminuyendo
con lo que, a partir de los datos experimentales de dicho gradiente, podía
encontrarse la edad de la Tierra. A partir de esas presunciones y los datos halló
una edad de entre 24 y 100 millones de años, en gran desacuerdo con las
estimaciones por parte de los geólogos que estimaban necesaria una edad mucho
mayor, pero de acuerdo con las de los astrónomos, que consideraban que el Sol
no podía tener más de 100 millones de años. Dado su enorme prestigio, esta
determinación de la edad de la Tierra fue muy respetada por los científicos de la
época, constituyendo uno de los principales escollos a la credibilidad de la teoría
de Darwin. Existe la creencia, ampliamente extendida, de que el desacuerdo entre
la cifra de Kelvin y la actualmente aceptada como real (unos 4600 millones de
años) se debe a que en la época se desconocía la existencia de la radiactividad,
descubierta por Henri Becquerel en 1896, y que proporciona una fuente de calor
adicional. Esta creencia nació cuando Ernest Rutherford mencionó este hecho en
1904 en una conferencia en la que se encontraba Thomson. La radiactividad es
una fuente adicional de calor que mantiene la Tierra caliente. De haber tenido en
cuenta esto en los cálculos de Thomson, la estimación de la edad de la Tierra
hubiera superado los 2000 millones de años.3334
En realidad, el cálculo de Thomson resultó erróneo debido a que consideró que el
calor era transportado solo por conducción cuando, en realidad, la principal
contribución es por convección. La convección es una de las tres formas de
transferencia de calor y se caracteriza porque se produce a través del
desplazamiento de partículas entre regiones con diferentes temperaturas, y se
produce únicamente en materiales fluidos. Uno de los antiguos colaboradores de
Thomson, John Perry, descubrió que la introducción de la convección en las
ecuaciones mantenía elevada el gradiente de temperatura en la corteza sólida
cerca de la superficie, donde se había medido, aunque hubiera transcurrido mucho
tiempo. Perry señaló a Thomson esta posible fuente de error, pero entraba en
contradicción con lo que se sabía del manto terrestre (que para las ondas sísmicas
se comporta como un sólido y, por lo tanto, no podría haber convección). Perry
señaló que una sustancia puede comportarse como un sólido a corto plazo y un
líquido a largo plazo (p. ej. la cera), pero Thomson no tuvo en cuenta sus
objeciones y Perry, amigo de Thomson, no insistió al respecto. 35 Fue sólo en la
década de 1960 cuando la existencia de un interior fluido de la Tierra, lo cual es
necesario para comprender la deriva continental, fue definitivamente aceptado por
la comunidad geológica.31

Pronunciamientos que luego se probaron falsos[editar]


Como muchos científicos, Thomson cometió algunos errores en sus predicciones
sobre el futuro de la tecnología.
Su biógrafo Silvanus P. Thompson escribe, "Cuando se anunció el descubrimiento
por Röntgen de los rayos X a finales del 1895, Lord Kelvin era totalmente
escéptico, y pensaba que el anuncio era un engaño... Los periódicos habían
estado repletos de las maravillas de los rayos de Röntgen, sobre los que Lord
Kelvin era intensamente escéptico hasta que Röntgen mismo le envió un ejemplar
de su autobiografía"; el 17 de enero de 1896, después de haberlo leído y visto las
fotografías, mandó una carta a Röntgen que decía, "No hay necesidad de que le
diga que cuando leí el trabajo me quedé asombrado y encantado. No puedo decir
nada más ahora que felicitarle calurosamente por el gran descubrimiento que ha
hecho."36 Haría que se le radiografiara la propia mano en mayo del 1896. 37 (Véase
también Rayos N).
Su pronóstico para la aviación práctica (los aviones más pesados que el aire) fue
negativo. En 1896, rechazó una invitación a ingresar en la Sociedad Aeronáutica,
escribiendo que "No tengo ni una molécula de fe en la navegación aeronáutica,
aparte de pasear en globo aerostático o la expectativa de buenos resultados para
algunas de las pruebas de que tenemos noticias. 38 Y en una entrevista para un
periódico en 1902, predijo que "Ningún globo ni avión tendrá éxito en la práctica." 39
La declaración "Ahora no queda nada nuevo que descubrir en la física. Todo lo
que queda es la medición cada vez más precisa" ha sido atribuido falsamente a
Kelvin por muchos desde la década de 1980, o bien sin citación o bien planteando
que lo dijo en un discurso a la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia
(1900).40 No existe evidencia de que Kelvin lo dijera,4142 y la cita es una paráfrasis
de Albert A. Michelson, quien en 1894 declaró: "... parece probable que la mayoría
de los principios subyacentes se han firmemente establecido ...". Un físico
eminente comentó que las verdades futuras de la ciencia física se tienen que
buscar en el sexto dígito a la derecha de la coma decimal. 42 Declaraciones
semejantes fueron realizadas anteriormente por otros, como Philipp von Jolly.43 La
atribución a un discurso de Kelvin en 1900 se debe presuntamente una confusión
con su discurso "Dos nubes" a la Institución Real en 1900, en el que, al contrario,
señaló campos en los que posteriormente se verían revoluciones.
En 1898, Kelvin predijo que solo quedaban 400 años de oxígeno en el planeta,
debido a la tasa de quema de combustibles.4445 En su cálculo, Kelvin supuso que
la fotosíntesis era la única fuente de oxígeno libre; no conocía todos los
componentes del ciclo del oxígeno. No hubiera podido conocer todas las fuentes
de la fotosíntesis: por ejemplo, las cianobacterias proclorococcus -- que suponen
más de la mitad de la fotosíntesis marina -- que no se descubrieron hasta 1986.

Algunas publicaciones[editar]
 Thomson, W.; Tait, P.G. (1867). Treatise on Natural Philosophy.
Oxford. 2nd edition, 1883. (reissued by Cambridge University Press,
2009. ISBN 978-1-108-00537-1)
 ——; Tait, P.G (1872). Elements of Natural Philosophy. (reissued
by Cambridge University Press, 2010. ISBN 978-1-108-01448-9) 2nd
edition, 1879.
 —— (1882–1911). Mathematical and Physical Papers. (6 vols)
Cambridge University Press. ISBN 0-521-05474-5.
 —— (1904). Baltimore Lectures on Molecular Dynamics and the Wave
Theory of Light. (reissued by Cambridge University Press, 2010. ISBN
978-1-108-00767-2)
 —— (1912). Collected Papers in Physics and Engineering. Cambridge
University Press. ISBN B0000EFOL8.
 Wilson, D.B. (ed.) (1990). The Correspondence Between Sir George
Gabriel Stokes and Sir William Thomson, Baron Kelvin of Largs. (2 vols),
Cambridge University Press. ISBN 0-521-32831-4.
 Hörz, H. (2000). Naturphilosophie als Heuristik?: Korrespondenz
zwischen Hermann von Helmholtz und Lord Kelvin (William Thomson).
Basilisken-Presse. ISBN 3-925347-56-9.

Véase también[editar]
 Electricidad
 Historia de la electricidad
 Kelvin
 Efecto Joule-Thomson
 Hunterian Museum and Art Gallery

Notas de su biografía, historia de sus ideas, y


críticas[editar]
 Buchwald, J.Z. (1977). «William Thomson and the mathematization of
Faraday's electrostatics». Historical Studies in the Physical Sciences 8:
101-136.
 Burchfield, J.D. (1990). Lord Kelvin and the Age of the Earth. University
of Chicago Press. ISBN 0-226-08043-9.
 Cardoso Dias, D.M. (1996). «William Thomson and the Heritage of
Caloric». Annals of Science 53 (5): 511-
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Referencias[editar]
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45. ↑ [1] Archivado el 14 de mayo de 2015 en Wayback Machine.

Enlaces externos[editar]
  Wikiquote alberga frases célebres de o sobre William Thomson.
  Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre William
Thomson.
 Lord Kelvin

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