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Índice 01
Helen Keller 02- 04
Alfabeto Dactilológico 05
Descripción del Alfabeto Dactilológico 06 - 09
Descripción Grafica 10
Braille 11
Alfabeto Braille 12
Helen Keller (27 de junio de 1880 – 1 de junio de 1968) fue una autora, activista política, y
oradora estadounidense sordo-ciega.

Helen Keller nació en Tuscumbia, una pequeña ciudad rural de Alabama, Estados Unidos. Su
sordo-ceguera fue causada por una fiebre en febrero de 1882 cuando tenía tan solo 19 meses de
edad. Su incapacidad para comunicarse en tan temprana etapa de desarrollo fue muy traumática
para ella y su familia, debido a esto, estuvo prácticamente incontrolable por un tiempo.
A pesar de sus discapacidades, muchos años después daría discursos acerca de su vida, e incluso
escribiría libros sobre sus experiencias personales. Todo esto fue posible gracias a la gran ayuda e
influencia de su institutriz Anne Sullivan, quien le enseñó a leer y comunicarse con los demás, junto
con llevar una vida disciplinada.
Para que aprendiera a escribir, Sullivan le consiguió a su discípula un tablero especialmente
diseñado, acanalado de modo que un lápiz podía formar letras.
Para enseñarle a hablar, Sullivan ponía la mano de Helen en su garganta para que pudiera sentir las
vibraciones creadas al comunicarse. Los doctores en su tiempo la llamaron "fiebre del cerebro",
mientras que los médicos de hoy piensan que pudo haber sido escarlatina o meningitis.
Cualquiera que fuera la enfermedad, por muchos días lo único que se esperaba es que Helen
muriera. Cuando la fiebre bajó, la familia de Helen se puso feliz creyendo que su hija iba a estar
bien otra vez. Sin embargo, la madre de Helen pronto notó que su hija no podía responder cuando
sonaba la campana de cena, o cuando pasaba su mano delante de los ojos de su hija. Llegó así a ser
evidente que la enfermedad de Helen la había dejado ciega y sorda.
Los siguientes años fueron muy difíciles para Helen y su familia. Helen se hizo una niña muy
difícil, aventaba los platos y lámparas y aterrorizaba la casa entera con rabietas, gritos y su mal
genio. Los parientes la miraban como un monstruo.
Pero su familia -y ella misma- no se resignaron con ese destino, y lo fueron superando a fuerza de
voluntad y constancia, y gracias también a tutores y amigos que la ayudaron; entre ellos, Anne
Sullivan.
Anne Sullivan fue su profesora personal, y amiga de toda la vida. Anne le ayudó primero a
controlar su mal genio, y después le enseñó a leer, en primer lugar con el alfabeto manual táctil y
más adelante, con el sistema Braille, a escribir de forma normal y a través de las máquinas de
escribir en Braille.
Helen fue a la escuela de Cambridge para señoritas desde 1896 y en el otoño de 1900 entró en la
Universidad de Radcliffe, siendo la primera persona sordo-ciega que podía alcanzar el reto de
presentarse y transitar en una Universidad.
La vida en Radcliffe era muy difícil para Helen y Anne, y la cantidad enorme de trabajo condujo al
deterioro de la visión de Anne
Durante su tiempo en la universidad Helen comenzó a escribir sobre su vida. Escribía la historia
en Braille y en una máquina de escribir normal. Fue en este tiempo que Helen y Anne resolvieron
con Juan Albert Macy que él debía ayudar a corregir el primer libro de Helen ("La historia de mi
vida"), que fue publicado en 1903 y aunque al principio no fuese exitoso en ventas, se convirtió más
adelante en una obra clásica.
El 28 de junio de 1904 Helen se graduó "Con Honores" de la Universidad de Radcliffe, siendo la
primera persona sordo-ciega en obtener un título universitario. Ese mismo año en la exposición de
San Luis hablaba por primera vez en público.
Helen y Anne iniciaron en los años siguientes una gira de charlas y conferencias sobre sus
experiencias. Helen contaba su vida y su discurso era interpretado frase a frase por Anne Sullivan,
lo que siempre generaba sesiones de preguntas y respuestas acerca de sus historias.
A causa de sus viajes, Helen y Anne buscaron una nueva forma de vivir a través de sus conferencias
y la venta de sus obras literarias.
En 1918 la demanda de sus obras había disminuido, pero ellas seguían viajando con más interés,
mostrando las historias increíbles de Helen, como la primera vez que entendió el significado de la
palabra "agua". Ese año Helen, Anne y John (Esposo de Anne), se trasladaron a Forest Hills en
Nueva York. Helen usaba su nueva casa como la sede para obtención de fondos de la Fundación
Americana para Ciegos.
No solo recolectaba dinero, también hacía campañas para mejorar la calidad de vida y las
condiciones de las personas ciegas, quienes eran rechazados y erróneamente educados en asilos. Su
insistencia fue uno de los factores importantes para que las condiciones de éstos cambiaran.
En octubre de 1961 Helen sufrió el primero de una serie de accidentes cerebro vascular, y su vida
pública fue disminuyendo. En los últimos años de su vida se dedicaría entonces a cuidar su casa en
Arcan Ridge.
En 1964, Helen fue galardonada con la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto premio para
personas civiles otorgada por el presidente Lyndon Johnson. Un año más tarde fue elegida como La
mujer del “Salón de la Fama” en la Feria Mundial de Nueva York.
Poco antes de su muerte en 1968, a la edad de 87 años, Helen Keller le dijo a un amigo: "En estos
oscuros y silenciosos años, Dios ha estado utilizando mi vida para un propósito que no conozco,
pero un día lo entenderé y entonces estaré satisfecha."
El primero de junio de 1968, en Arcan Ridge, Helen Keller muere mientras dormía. Su cuerpo fue
cremado en Bridgeport, Connecticut, y su funeral se realizó en la Catedral Nacional de Washington
DC. La urna más tarde sería llevada a un lugar cerca de donde descansaban los restos de Anne
Sullivan y Polly Thomson.
Helen Keller y Anne Sullivan en 1897.

El alfabeto manual o alfabeto dactilológico es un sistema de comunicación utilizado por


el colectivo de personas sordo-ciegas. Está basado y es muy similar al usado por la
Comunidad Sorda, aunque con una diferencia fundamental: las personas sordas lo ejecutan
en la versión visual (puesto que su comunicación es visual), es decir, en el aire, en el
espacio, mientras que las personas sordo-ciegas lo pueden utilizar en la versión visual o en
la táctil (dependiendo de sus restos visuales y de la calidad de los mismos).

En el caso del Sistema Dactilológico Español, se puede decir que cuando se comenzó, en
1987, la tarea de la atención a personas sordo-ciegas adultas, en la ONCE, uno de los
primeros problemas que se detectó fue las diversas formas en que las personas sordo-ciegas
(especialmente de distintos puntos de España, pero incluso entre los residentes en una
misma localidad). Configuraban las letras del alfabeto.
Dada la gran dispersión geográfica de las personas sordo-ciegas por todo el territorio
nacional, añadido al hecho de tratarse de un colectivo no muy numeroso, siempre se ha
considerado de gran importancia para su unidad que todos ellos tuvieran un sistema de
comunicación común y unificada, independientemente de otros sistemas de comunicación
que puedan conocer y utilizar.

Por este motivo se creó una comisión formada por personas sordo-ciegas que trabajaron en
la unificación de nuestro alfabeto dactilológico. Los principales aspectos que debían tener
en cuenta a la hora de seleccionar una de las variantes como configuración oficial eran: la
claridad para la captación por el tacto y la comodidad del interlocutor que lo utilice,
evitando posturas forzadas de la mano al deletrear, entre otros. En la versión final se
cambiaron muy pocas letras y se mantuvieron muy similares a las usadas por las personas
sordas.

A: Cerrar los cuatro dedos en forma de puño y mantener el pulgar recto, apoyado contra el
lateral del dedo índice doblado.
Apoyar la letra de frente sobre la palma del sordo-ciego (con nuestra palma orientada hacia
la suya), de forma que la zona del puño que incluye la 1ª y 2ª falange, las uñas y parte
inferior de nuestra palma contacte con la mano del sordo-ciego.
B: Con la mano abierta y estirada, juntar los cuatro dedos. Doblar el pulgar recto sobre la
palma de la mano.
Apoyar la letra en la palma del sordo-ciego con las dos palmas enfrentadas. El pulgar debe
tocar la palma para que sea captado táctilmente.
C: Manteniendo los cuatro dedos pegados y el pulgar separado, doblarlos todos como si
fuera a cogerse un vaso.
Apoyar la letra de frente sobre la palma del sordo-ciego, con las dos palmas enfrentadas,
quedando la punta de los 4 dedos en la parte superior de la palma y la punta del pulgar
abajo.
CH: Mano abierta y estirada y los dedos separados. Cerrar el meñique y anular.
Apoyar el índice y el corazón (con la palma hacia abajo) sobre el ángulo inferior izquierdo
de la palma del sordo-ciego y deslizarlos por la palma trazando una línea diagonal hacia el
ángulo superior derecho.
D: Con la mano abierta y estirada, doblar el pulgar y el corazón, de forma que el pulgar
retenga al corazón.
Soltar el dedo corazón, que golpea suavemente la palma del sordo-ciego (como sacudiendo
una miguita de pan).
E: Con la mano abierta y estirada, pegar los 4 dedos y doblarlos por la segunda articulación.
Dejar el pulgar extendido y separado hacia la izquierda.
Apoyar la parte de los dedos que está doblada en la parte superior de la palma del sordo-
ciego y el resto de nuestra palma apoyarla sobre la suya.
F: Con la mano abierta, estirada y los dedos pegados, doblar el índice, tratando de tocar la
palma. El pulgar estirado se apoyar en el lateral del índice.
Apoyar la letra sobre la palma del sordo-ciego de frente, de forma que todos los dedos
tocan la palma.
G: La mano cerrada en forma de puño, sólo queda estirado el dedo índice. El pulgar se
apoya sobre los dedos cerrados.
La parte media del índice estirado se coloca en el ángulo que forma la unión del dedo
pulgar e índice del sordo-ciego.
H: Mano abierta y estirada y los dedos separados. Cerrar el meñique y anular.
Con la yema del pulgar, trazar una línea horizontal de izquierda a derecha en el centro de la
palma del sordo-ciego.
I: Con la mano cerrada en forma de puño, dejar el meñique estirado.
Apoyar la punta del meñique en el centro de la palma de la persona sordo-ciega.
J: La misma configuración que en la letra anterior (“i”).
Con la punta del dedo meñique, dibujar una “J” sobre la palma de la mano del sordo-ciego.
K: La mano cerrada en forma de puño. Dejar estirados y abiertos los dedos índice y corazón
(en forma de “V”). El pulgar estirado se coloca en el ángulo de unión de los dos dedos
anteriores.
Se apoya la letra en la palma de la mano con tres puntos de apoyo, como si pusiéramos un
trípode: el índice contacta en la parte superior de la palma, el medio en la parte inferior de
la palma y el pulgar se apoya en el centro de la palma.
L: Mano cerrada en forma de puño y dejar el pulgar y el índice estirados y separados
formando un ángulo recto.
Apoyar estos dedos sobre la palma de la mano del sordo-ciego, quedando fuera los demás.
LL: la misma configuración que en la letra anterior (“L”).
Con la letra apoyada en la palma como en la “L”, se desliza sobre la palma del sordo-ciego
horizontalmente de izquierda a derecha y viceversa, dos veces.
M: Doblar el meñique y sujetarlo por la punta con el pulgar. Los otros tres dedos están
extendidos y separados. Doblarlos por la primera y segunda articulación.
Apoyar la letra por la primera y segunda falanges de los dedos doblados en la palma del
sordo-ciego.
N: Doblar el meñique y el anular y sujetarlos por las puntas con el pulgar. El corazón y el
índice extendidos y separados, se doblan por las primera y segunda articulación (como en la
letra “M”).
Apoyar la letra por la primera y segunda falanges de estos dos dedos doblados sobre la
palma del sordo-ciego.
Ñ: La misma configuración que en la letra “N”.
Igual que en la “N”, apoyar la primera y segunda falanges de estos dos dedos doblados
sobre la palma del sordo-ciego y deslizarlo por la palma hacia la derecha y hacia la
izquierda un par de veces.
O: Mano abierta con los dedos extendidos y separados. Doblar el índice y el pulgar hasta
que contacten por la punta formando un círculo, una “O”.
Apoyar el círculo sobre la palma del sordo-ciego, por la zona de las uñas, estando nuestra
palma mirando hacia la otra (aunque sin contactar con ella).
P: Mano abierta con los dedos extendidos y pegados. Doblar el meñique y sostenerlo con el
pulgar también doblado.
Con nuestra palma en dirección hacia la del sordo-ciego, apoyar los tres dedos estirados
sobre su palma, quedando el meñique y el pulgar fuera.
Q: Con los dedos estirados, juntarlos todos por las yemas.
Apoyar por las puntas los dedos unidos en el centro de la palma del sordo-ciego.
R: Doblar los dedos meñique y anular. El índice y el corazón se mantienen estirados,
cruzando éste último por encima del índice. El pulgar se mantiene extendido y relajado.
Apoyar el dedo índice en toda su extensión sobre la palma del sordo-ciego, haciendo que
también la yema del corazón cruzado toque la palma. Los demás dedos no contactan con la
palma.
RR: La misma configuración que la “R”.
Con la letra apoyada en la palma igual que en la “R”, se desliza horizontalmente por la
palma de izquierda a derecha y viceversa, dos veces.
S: Los dedos meñique, anular y corazón cerrados sobre la palma. El pulgar estirado y
pegado a los demás. El índice se dobla rodeando por encima al pulgar.
Apoyar la segunda articulación del índice doblado sobre la palma del sordo-ciego y hacer
un giro sobre si mismo hacia la derecha, como si cerráramos una puerta con una llave.
T: Mano abierta, con los dedos extendidos y separados. Doblar el índice por su tercera
articulación, de forma que quede en ángulo recto con la palma. El pulgar estirado se cruza
con el índice por dentro, de forma que la uña del pulgar contacte con la primera articulación
del índice estirado (quedan en forma de cruz).
Apoyar sobre el centro de la palma del sordo-ciego las puntas del índice y del pulgar,
quedando los demás dedos al aire.
U: El meñique y el anular están doblados sobre la palma y el pulgar se cierra también
apoyándose en el anular. El índice y el corazón están estirados y separados entre sí,
formando una “V”.
Apoyar la letra sobre la palma de la mano del sordo-ciego, haciendo que contacte toda la
superficie interior de los dos dedos sobre la palma, manteniendo los demás fuera.
V: La misma configuración que la “U”.
Apoyarlos sobre la palma como en la “U” y se desliza horizontalmente sobre la palma de
izquierda a derecha y viceversa, dos veces.
W: La misma configuración que en la “U” pero dejando estirados y separados el índice,
corazón y anular (como un tridente).
Ejecutarlo igual que la “V”.
X: Mano cerrada en forma de puño, con el pulgar encima de los demás dedos. El dedo
índice se dobla por la primera y segunda articulaciones, formando un gancho.
Apoyar el dedo índice por su lateral interno sobre la parte inferior de la palma, quedando
los demás dedos fuera.
Y: La misma configuración que la “i”.
El meñique estirado se dobla dos veces por su primera articulación. Mientras se dobla roza
con su punta la palma del sordo-ciego (dos veces seguidas)
Z: La misma configuración que la “i”.
Trazar una Z que abarque toda la palma de la mano del sordo-ciego con la punta del dedo
meñique.
El braille es un sistema de lectura y escritura táctil pensado para personas ciegas. Fue ideado por
el francés Louis Braille a mediados del siglo XIX, que se quedó ciego debido a un accidente durante
su niñez mientras jugaba en el taller de su padre. Cuando tenía 13 años, el director de la escuela de
ciegos y sordos de París –donde estudiaba el joven Braille– le pidió que probara un sistema de
lecto-escritura táctil inventado por un militar llamado Charles Barbier para transmitir órdenes a
puestos de avanzada sin tener necesidad de delatar la posición durante las noches. Louis Braille
descubrió al cabo de un tiempo que el sistema era válido y lo reinventó utilizando un sistema de
ocho puntos. Al cabo de unos años lo simplificó dejándole en el sistema universalmente conocido y
adoptado de 6 puntos.
El braille resulta interesante también por tratarse de un sistema de numeración binario que precedió
a la invención de las computadoras.
Desde 1825, año en el que Louis Braille ideó su sistema de puntos en relieve, las personas ciegas
han contado con una herramienta válida y eficaz para leer, escribir, componer o dedicarse a la
informática.
El sistema braille no es un idioma, sino un alfabeto. Con el braille pueden representarse las letras,
los signos de puntuación, los números, la grafía científica, los símbolos matemáticos, la música, etc.
El braille suele consistir en celdas de seis puntos en relieve, organizados como una matriz de tres
filas por dos columnas, que convencionalmente se numeran de arriba a abajo y de izquierda a
derecha.
La presencia o ausencia de puntos permite la codificación de los símbolos. Mediante estos seis
puntos se obtienen 64 combinaciones diferentes. La presencia o ausencia de punto en cada posición
determina de qué letra se trata. Puesto que estas 64 combinaciones resultan claramente
insuficientes, se utilizan signos diferenciadores especiales que, antepuestos a una combinación de
puntos, convierten una letra en mayúscula, bastardilla, número o nota musical. En el braille español,
los códigos de las letras minúsculas, la mayoría de los signos de puntuación, algunos caracteres
especiales y algunas palabras se codifican directamente con una celda, pero las mayúsculas y
números son representados además con otro símbolo como prefijo.

Español
a, 1 b, 2 c, 3 d, 4 e, 5 f, 6 g, 7 h, 8 i, 9 j, 0 k l m n ñ o

p q r s t u v w x y z á é í ó ú

ü & Punto . Prefijo numérico Mayúsculas Coma , Signo de interrogación ¿ ?

Punto y coma ; Signo de exclamación ¡ ! Comillas " Paréntesis ( Paréntesis) Guion -

Asterisco o Énfasis *

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