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BIOGRAFIA DE HELEN KELLER

Helen Keller nació el 27 de junio de 1880, en Tuscumia,


Alabama, Estados Unidos.

Vivió en una granja y su padre había sido propietario del


periódico local. Era una familia con comodidades y una
buena situación económica. Aunque después de la
Guerra Civil Americana la situación mermo
considerablemente.

Ella fue un bebé sano, pero a los 19 meses contrajo una enfermedad. Los doctores
describieron como una congestión aguda del estómago y el cerebro. Helen no tuvo
la enfermedad por mucho tiempo, pero ésta la dejó importantes secuelas, ya que
nunca pudo ver ni oír.

Su infancia digamos que fue de todo menos fácil. Nadie la entendía, no podía hablar
ni decir lo que quería y frustrada acababa por gritar y enfadarse mucho, proyectaba
su frustración pegando y rompiendo cosas.

Su intelecto pudo más que todas sus limitaciones. Cuando tenía siete años inventó
60 signos diferentes que le servían para comunicarse con su familia.

Sus padres vieron que necesitaba ayudan. Ya que el carácter de Helen era
indomable debido a la imposibilidad de comunicarse con los demás.

Al no poder expresarse su frustración aumentó con la edad y su rabia iba a peor.


Se convirtió en una persona salvaje, revoltosa y muy agresiva. Esta situación hizo
que se viera claramente la necesidad de hacer algo. Su madre un día leyó el libro
de Charles Dickens: “Notas de américa” en donde se cuenta la historia de Laura
Bridgman, la primera mujer sordo-ciega que medio siglo antes había recibido
educación formal y había aprendido a leer en braille.

Inspirados por aquella historia los padres de Helen se decidieron a buscar ayuda. Y
en 1887, finalmente se pusieron en contacto con Alexander Graham Bell, que aparte
de ser el inventor el teléfono, era un reputado logopeda que trabajaba con jóvenes
sordos. Graham Bell sugirió a los preocupados padres, contactar con el Instituto
Perkins para ciegos en Massachusetts.

El director de aquella institución mandó que la tratase, que fuese su educadora Anne
Sullivan. Personaje clave en la vida de la protagonista de nuestro podcast.

Anne Sullivan venía de un ambiente muy pobre. Había perdido la visión cuando
tenía cinco años a raíz de una infección bacteriana que producía la pérdida
progresiva de visión.
Fue abandonada en un hogar de escasos recursos. Pero
tuvo la suerte de encontrar un lugar donde fue bien
recibida, el Colegio Perkins para Ciegos en Boston.
Después de varios años, y tras varias operaciones con
éxito recuperó su visión. Se graduó obteniendo el título de
honor. Para el director de la escuela estaba claro que Anne
Sullivan era la persona adecuada para educar a Helen
Keller.

Le delegaron a la profesora Anne Sullivan, quien en el momento de tratarla tenía


tan sólo 20 años. Ella fue la encargada de intentar estimular a Helen y enseñarle a
comunicarse.

Contrataron a Annie Sullivan, una maestra especializada en niños ciegos que según
decían obraba milagros. Aunque al principio costó. Helen aceptó a Anne y pronto
empezó a deletrear con los dedos. Logrando de esta manera poder comunicarse.
Los progresos de Helen fueron rápidos y a los diez años logró leer en braille y
escribir a máquina.

El primer paso de Anne fue comunicarse con ella luchando contra su agresividad
con fuerza y paciencia. El siguiente paso fue enseñarle el alfabeto manual. Anne
Sullivan le ponía en contacto con objetos y le deletreaba en la mano las palabras.
Así comenzó a animarse y cada objeto que encontraba la cogía y preguntaba para
que Anne le dijera cómo se llamaba. Así fue preparando a su alumna con nuevas
palabras e ideas que necesitaría para enseñarle a hablar. Como resultado de todo
este trabajo, Helen llegó a ser más civilizada y amable, y pronto aprendió a leer y
escribir en Braille.

También aprendió a leer de los labios de las personas. Anne pudo enseñar a Helen
a pensar y hablar, usando el método Tadoma.

El Tadoma es una técnica para aprender a hablar por medio de la vibración que
produce el cuerpo humano al hablar. Algunos sordo-ciegos lo utilizan como método
para entender el discurso de otros. La persona sordo-ciega que está siendo
enseñado con el método Tadoma sitúa una mano en la cara del hablante y de esta
forma sentir las vibraciones que producen las palabras al ser emitidos.

Tocando los labios de otros mientras hablan, sintiendo las vibraciones, y


deletreando los caracteres alfabéticos en la palma de la mano de Helen. Incluso
logró aprender a leer varios idiomas en braille.

Este fue el inicio de un período de 49 años de amistad y trabajo en conjunto.

Anne la ayudó en varias instituciones trabajando con otros materiales y textos,


enseñándole distintas lecciones y actuando como su intérprete. Ella interpretaba en
las manos de Helen lo que los profesores decían en clase, y así transcurrir en los
libros utilizando el sistema Braille.

Después de asistir al Instituto Perkins para ciegos y a la Escuela Wright-Humason


para los Sordos en Nueva York. Cuando Helen tenía 24 años, se graduó con título
de honor de la Radcliffe College en 1904.

Se graduó en la universidad, se convirtió en la primera persona sordo-ciega que lo


lograba.

Tenía un poder de concentración extraordinario, muy buena memoria y un gran


potencial interior para mejorar. Mientras estudiaba escribió «La Historia de Mi Vida»
que ha sido traducido a más de 50 idiomas. Este libro tuvo un gran éxito. Canalizó
la fama que obtenía gracias a la publicación de su libro para hablar en nombre de
las personas discapacitadas.

Entonces decidió escribir artículos en los que hablaba de cómo se podía ayudar a
las personas que como ella tenían un discapacidad. Pronto empezó a dar
conferencias por todo el mundo y conoció a gente muy importante. Se convirtió en
una persona con prestigio internacional.

En sus conferencias hablaba de la necesidad de entender a los discapacitados y de


integrarlos en la sociedad.

Helen se convirtió con una tremenda fuerza de voluntad en una oradora y autora
mundialmente famosa. Estableció la lucha por los sensorialmente discapacitados
del mundo como la meta de su vida.

En 1915 fundó; “Helen Keller International” una organización sin fines de lucro para
la prevención y tratamiento de la ceguera.

Helen Keller conoció a cada presidente estadounidense de su época desde Grover


Cleveland hasta John F. Kennedy y fue amiga de varios personajes famosos
incluyendo Alexander Graham Bell, Charlie Chaplin, y Mark Twain.

La discapacidad era la causa de que muchos vivieran en pobreza. Helen colaboró


en la creación de la Fundación Americana para los Ciegos con el objetivo de ofrecer
servicios a otras personas ciegas.

Llegó a ser famosa, invitada por muchos países Helen y Anne Sullivan viajaron a
más de 39 países de todo el mundo.

Recibió títulos de Honor de diferentes universidades extranjeras.

Su labor fue reconocida numerosas veces, en 1964 le fue concedida una de las
distinciones más importantes de los EEUU, la Medalla Presidencial de la Libertad.
Su vida fue llevada al cine con la película de “The Miracle Worker” que en España
se tituló “El Milagro de Anne Sullivan” La historia estaba basada en la autobiografía
de Helen. Como curiosidad sobre la película deciros que las actrices que
interpretaron a Helen y Anne Sullivan fueron ambas premiadas con el Oscar como
mejor actriz y como mejor actriz de reparto. Actualmente la casa de la infancia de
Helen es un museo, al cual podéis ir cuando os encontréis de viaje por Alabama.

Con su entrega, compromiso social y político, Helen Keller demostró que los
discapacitados pueden llevar una vida plena e integrada en la sociedad. Logrando
ser la primera sordo-ciega en graduase en la universidad y ser una escritora de fama
mundial. Ejemplifica la necesidad de dotar de herramientas oportunas para que todo
tipo de personas puedan acceder a todas partes. Siendo la única limitación su
propia imaginación. Sirva este capítulo de Pasos de Mujer como homenaje a una
persona extraordinaria, ciega y sorda que supo sobreponerse a la adversidad y ser
una mente brillante.

Ahora os toca a vosotros dejarnos vuestros comentarios, vuestras opiniones o lo


que queráis, siempre eso sí… que sea bueno, en espacio de comentarios. Nos
llenaría de orgullo y satisfacción que difundáis esta historia.

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