Está en la página 1de 5

LOS SERVICIOS AMBIENTALES QUE GENERAN LOS MAMÍFEROS SILVESTRES

Alberto Enrique Rojas Martínez[a] , Claudia Elizabeth Moreno


Ortega[b]

RESUMEN
Hidalgo es un estado del país dotado de una notable riqueza biológica que, sin embargo, no
conocemos en detalle hasta ahora. Conocerla y conservarla es muy importante para seguir
obteniendo de ella los beneficios ambientales que proporciona. Tradicionalmente la flora y la
fauna son consideradas como conjuntos de especies sin relación entre sí. Esta idea es
incorrecta y es la causa de que la gente mate muchos animales sin saber que con eso
destruye lentamente la vegetación, pues éstos son necesarios dentro de ecosistemas como
los bosques para mantenerlos en equilibrio. Tres grupos de mamíferos han sido señalados
como importantes para mantener la función de los bosques: los murciélagos, los roedores y
los carnívoros. Estos animales desarrollan funciones que pueden claramente valorarse en
dinero, por lo que su presencia debería tener un valor nominal.
 
Palabras clave: Servicios ambientales, salud del bosque, mamíferos

ABSTRACT
Hidalgo is a state of Mexico endowed with a remarkable biological richness. However do not
know them in detail until now. Learn about the biological richness of the state and preserve it,
is very important to continue getting the environmental benefits that provide the flora and
fauna. Traditionally plants and animals have been considered as sets of species without
relationship. This idea is incorrect and is the cause of the people kill many animals, and with
this slowly will destroy the vegetation. However the animals are required within the forest to
keep it in balance. Three groups of mammals have been identified as important to maintain the
function of the forest: bats, rodents and carnivores. These animals have functions that can
clearly be valued in money, so the presence of each one of them should have a nominal value.
Key Words: Environmental services, health of the forest, mammals

LOS SERVICIOS AMBIENTALES QUE GENERAN LOS MAMÍFEROS SILVESTRES


Hidalgo es un estado del país dotado de una notable riqueza biológica que, sin embargo,  no
se conoce en detalle hasta ahora. Sin embargo, conocerla y conservarla es esencial para
planificar su desarrollo y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, aprovechando de
manera sustentable los recursos y conservándolos para las generaciones futuras.
Tradicionalmente las plantas y los animales han sido considerados como conjuntos de
especies sin relación, como organismos independientes que no requieren de una coexistencia
para sobrevivir. Esta idea es incorrecta y es la causa de que la gente mate animales sin saber
que esto provoca también la destrucción de la vegetación, pues tanto las plantas como los
animales dependen unos de otros (Aubry et al., 2003).
La parte más visible de los ecosistemas son las plantas, sin embargo y aunque no lo parezca,
sin los animales la vegetación no puede existir, al menos como la conocemos. En un bosque
saludable los animales barbechan, siembran, riegan, quitan las malas hierbas y las plagas y
cosechan, es decir, funcionan como agricultores y eso tiene un precio que debemos valorar.
Sin embargo dar valor a estas actividades, en términos humanos, no es sencillo (Bishop y
Landell-Mills, 2003), primeramente porque no hemos identificado estos beneficios y, segundo,
porque ello representa incluir en la contabilidad nacional las pérdidas de estos servicios
ambientales, lo cual no resulta agradable. Por ejemplo, cuando se calculan los costos de
desmontar un pedazo de bosque para convertirlo en parcela, se toma en cuenta el costo de la
maquinaria y el de los salarios de los trabajadores, pero se omite dar un valor nominal a todos
los seres vivos que habitaban ahí y a los beneficios que se obtenían de ellos, como son la
leña, la caza, los productos verdes y muchos otros de naturaleza intangible como la captación
de agua, la oxigenación del aire, la belleza del paisaje, la sombra, el aire fresco, entre otros,
mismos que representan una pérdida real (Bishop y Landell-Mills, 2003). Los servicios
ambientales entonces se pueden  definir como los beneficios que los seres humanos
adquirimos de forma directa o indirecta de los ecosistemas (Alcamo et al., 2003).
Algunos autores han propuesto poner un precio a los servicios ambientales. Por ejemplo se
pueden asignar valores de uso directo (Pearse y Moran, 1994), que consisten en adoptar el
precio que existe en el mercado para productos como los alimentos, las medicinas, la madera,
los seres vivos que pueden ejercer como controles biológicos de las plagas, los bienes
industrializables, los recreacionales (caza, pesca) y el ecoturismo. Un ejemplo de la
producción de alimentos muy claro ocurre en la mixteca de Puebla y de Oaxaca, donde existe
una cactácea conocida localmente como xoconoxtle (Stenocereus stellatu), que produce un
fruto dulce del tamaño de una naranja que se vende en los mercados locales a buen precio.
Lo interesante es que esta planta produce flores nocturnas que sólo pueden ser polinizadas
por murciélagos, por lo que el valor de toda la producción se debe a la actividad polinizadora
de estos mamíferos de la especie Leptonycteris yerbabuenae (Casas et al., 1999),
considerada como amenazada por la ley mexicana NOM-059-2010 (SEMARNAT, 2010). En
casos como éste los beneficios de la presencia y de la actividad de los animales pueden ser
claramente valorados, pues sin ellos no se producirían los frutos.
Estimar el precio de los beneficios que obtenemos por los servicios ambientales puede ser
directo si se conoce su costo. Sin embargo los animales pueden producir otros bienes, como
los de uso indirecto, que no tienen precio en el mercado; tales como la reducción de los
insectos que pueden ser una plaga o la cacería de autoconsumo. ¿Cuántos animales son
cazados regionalmente? y ¿cuál es el beneficio alimentario que dejan para las personas que
los obtienen?, ¿son redituables estos beneficios?, esto es variable y no ha sido calculado por
completo.
Además, existen otros recursos más difíciles de valorar, puesto que son el producto del buen
funcionamiento de todo el ecosistema, a los que se conoce como servicios ambientales de
mantenimiento (Kuntz et al., 2011). Algunos de ellos son: la producción de aire limpio, la
regulación atmosférica, climática e hidrológica, la conservación del ciclo de nutrientes, el
control de plagas, la fotosíntesis, la polinización y la formación y el mantenimiento de los
suelos. Cada uno de estos servicios se antoja invaluable por la utilidad que tienen para el
bienestar humano, sin embargo todos ellos están ligados al buen funcionamiento de las
asociaciones vegetales en las que son indispensables los animales.
Se pueden señalar al menos tres grupos de mamíferos ampliamente relacionados con la
estructura aérea de los bosques de coníferas en Norteamérica, que están estrechamente
relacionados con la salud, el decaimiento o la muerte de los árboles: murciélagos, roedores y
carnívoros. Estos mamíferos dependen de que la estructura y composición del bosque se
mantenga inalterada y a su vez el bosque requiere de ellos para mantenerse en equilibrio
(Aubry et al., 2003). Estos grupos de mamíferos son probablemente los más importantes para
mantener la estructura funcional de la vegetación en México y en nuestro país son numerosos
y complejos. En Hidalgo existen un total de 42 especies de murciélagos, 41 especies de
roedores y 18 especies de carnívoros (Rojas-Martínez, información no publicada), todos ellos
realizan funciones que favorecen el desarrollo de la vegetación y que sin embargo aún no han
sido valorados.
Murciélagos
En los bosques de Oregón y de Washington, Estados Unidos de América, se ha evaluado el
papel que juegan los murciélagos en el equilibrio del bosque; en estos estudios se han
identificado sólo murciélagos insectívoros que juegan un papel importante como controladores
de plagas, como alimento para otros depredadores y como fertilizadores del suelo. Sin
embargo, en los ambientes templados los murciélagos sólo parecen tener una importancia
para el control de insectos, pues se ha determinado que 300 murciélagos de la
especie Nycticeius humeralis, que sólo pesan 7 gramos, pueden consumir 6.3 millones de
insectos por año (Witaker y Clem, 1992). Por otra parte, se ha determinado que 150
murciélagos de la especie Eptesicus fuscus (murciélago café mayor), que pesan 23 gramos,
pueden consumir 1.3 millones de insectos por año (Witaker, 1995). Los murciélagos
consumen insectos que vuelan por las noches y dañan el bosque, por lo que pueden
desarrollar un papel importante de control. Estos murciélagos consumen al gusano del abeto
(Choristoneura occidentalis) y a la polilla del abeto (Orygia pseudotsugata), pero se
desconoce su importancia en el control de los brotes de estas plagas.
En el norte de México se ha observado que los murciélagos de cola libre (Tadarida
brasiliencis) protegen cosechas de sorgo, maíz, cítricos y nuez con un valor aproximado de
16.5 millones de pesos al año y de 260 pesos por hectárea (Gandara  et al., 2006). Este
murciélago es una de las especies más importantes en Norteamérica por su amplia
distribución y presencia estacional. Además, es conocido como “murciélago guanero” por la
gran cantidad de guano que produce y que puede ser utilizado para abonar los cultivos.
Los murciélagos pueden ser importantes, además, como polinizadores y como dispersores de
semillas. En México el murciélago polinizador menor Leptonycteris yerbabuenae requiere de
visitar 400 flores para sobrevivir cada día. De estos animales se han encontrado colonias de
hasta 48,000 individuos en la Cueva del Guano en la Barranca de Metztitlán, Hgo., lo que
significa que esta especie consume y poliniza cada noche 19’200,000 (diez y nueve millones
doscientas mil flores), algunas de ellas de importancia económica, como las del maguey
pulquero, entre muchas otras (Rojas-Martínez, no publicado). Por otra parte, en los ambientes
tropicales húmedos los murciélagos que se alimentan de fruta pueden dispersar una cantidad
muy grande de semillas cada noche. Esta cantidad ha sido estimada en 100
semillas/ha/noche (Da Silva et al., 2008) y con ellas reforestan los campos que han sido
talados en las regiones tropicales.
Como se puede ver con estos breves ejemplos, el papel de los murciélagos como prestadores
de servicios ambientales importantes para las actividades humanas son muy amplios, sin
embargo en la mayor parte de los casos no se ha calculado el valor económico de sus
servicios.
Roedores
En Hidalgo se han identificado 41 especies de roedores, la mayoría ratas y ratones. Los
roedores son animales regularmente pequeños que, a diferencia de los que viven dentro de
las casas donde hacen daño, en los ambientes naturales son evidencia de que el bosque es
saludable y funciona bien. Cuando los ratones son diversos y abundantes en la naturaleza se
puede afirmar que los bosques están funcionando bien. Los roedores son importantes porque
pueden alimentarse de semillas, de follaje y de insectos, además de que al construir sus nidos
excavan en el suelo y contribuyen a su aereación y permeabilidad (Vaughan, 1988). Como
grupo numeroso, forman parte de la alimentación de reptiles, aves y mamíferos depredadores.
Además de vivir en los suelos de los bosques pueden habitar sobre los árboles y bajar de
ellos sólo en escasas ocasiones (Aubry et al., 2003). Este tipo de animales puede contribuir al
equilibrio del bosque como consumidores de semillas, como alimento para los depredadores y
como dispersores de esporas y parásitos de los árboles como el muérdago (Aubry et al.,
2003).
Los roedores son animales muy voraces y abundantes que al alimentarse de semillas pueden
consumir hasta el 50% o más de las que se producen cada año en el bosque; con esta
voracidad, más que hacer un daño contribuyen a mantener la estructura estable en el bosque,
pues evitan que todas las semillas que caen al suelo germinen y de esta manera mueran los
árboles por competencia entre ellos. Se sabe que algunas ardillas pueden almacenar conos
(estróbilos: estructuras que contienen las semillas de las coníferas) para mantenerse hasta
por un año, esto podría ser equivalente a 8,500 conos al año (Findley, 1969) que guardan en
almacenes particulares. En el Parque Nacional El Chico en Hidalgo, México, los abetos
pueden producir en años semilleros hasta 1,000 semillas por metro cuadrado. Si germinaran
todas, no sobreviviría ninguna plántula. Sin embargo los ratones al alimentarse de las semillas
limpian el suelo y  permiten que germine sólo una de cada 10,000, lo que mantiene la
densidad del bosque en equilibrio (Rojas-Martínez, no publicado).
En México se practica la ganadería extensiva, una práctica en la que se deja que el ganado
vague libremente por el bosque comiendo la hierba, los árboles jóvenes y apisonando el
suelo. Con esto se provoca que los roedores disminuyan su número y variedad y, por tanto,
muchas de las labores que realizaban estos animales quedan interrumpidas. Cuando faltan
los roedores en los bosques, aunque se mantengan verdes, es señal de que el ecosistema
comienza a derivar hacia una simplificación de la diversidad de especies animales y vegetales
que lo componen, pues los roedores además son parte fundamental de la alimentación de
otros animales.
Carnívoros
En Hidalgo existen 18 especies de carnívoros. Estos animales finalmente desarrollan en el
bosque la importante tarea de controlar a los animales herbívoros, como los roedores, para
que se mantengan en un número adecuado para desarrollar su función. Además, las especies
de carnívoros que pertenecen a la familia de los Canidae son especies capaces de
alimentarse de productos vegetales como los frutos, por lo que son también dispersores de
semillas. Estos animales son considerados omnívoros y oportunistas, esto quiere decir que se
alimentan de lo que sea más abundante en el bosque y lo que les cueste menos trabajo
capturar. Así que cuando los roedores son muy abundantes, estos carnívoros son capaces de
reducir su número, depredándolos preferentemente, por lo que mantienen su densidad en el
número necesario para contribuir al mantenimiento del bosque. En los bosques nórdicos el
puerco espín es una especie de roedor que se alimenta de la corteza y que puede causar la
muerte de los árboles. Estos daños son mayores en los lugares donde no existe la marta
pescadora (un carnívoro de la familia Mustelidae) que se alimenta de ellos. En los bosques
afectados por el puerco espín han sido reintroducidas las martas con buenos resultados en el
control de las poblaciones de estos roedores.
Terborgh (1988) ha propuesto que la presencia de carnívoros tope (aquellos animales
depredadores que por su tamaño no tienen enemigos naturales), ejercen una influencia
fundamental sobre la estabilidad y la diversidad de la vegetación y la fauna de los bosques
tropicales prístinos. Su eliminación lleva a múltiples cambios que provocan la simplificación del
ecosistema. Estos animales regularmente se alimentan de grandes herbívoros y de algunos
carnívoros medianos. En los lugares en los que han sido eliminados son sustituidos por los
carnívoros medianos no especializados, quienes proliferan en ausencia de los depredadores
mayores y generan un desequilibrio persistente, al alimentarse de pequeños roedores en
exceso.
De esta manera, puede verse que los ecosistemas trabajan bajo una delicada estructura
formada por la vegetación y los animales que viven en ella. Ambos grupos dependen unos de
otros para mantener a los ecosistemas funcionales y sanos. Sus productos, no sólo los que
producen dinero sino aquellos que generan bienestar a las sociedades humanas, deberían
tener un valor real en el presupuesto nacional y por tanto deberían de ser tomados en cuenta
para saber el costo real de las inversiones que transforman a la naturaleza, con la finalidad de
conocer si cada proyecto redituará una verdadera ganancia.
Dentro de este panorama, es necesario valorar concienzudamente el papel que juegan los
mamíferos en la vegetación para mantener los ecosistemas funcionales y productivos en el
presente y en el futuro.

También podría gustarte