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Contenido

1. DEFINICIÓN DE BOTÁNICA......................................................................................3
1.1. Botánica Pura y Botánica Aplicada, las dos ramas de esta disciplina......................5
1.2. Las plantas, seres fundamentales para el equilibrio del medio ambiente.................6
1.3. La influencia y la importancia de las plantas en la alimentación humana...............6
1.4. Función decorativa de las plantas.............................................................................7
1.5. Capaces de aportarle al espacio un toque de naturaleza y por supuesto de vitalidad
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2. FISIOLOGÍA VEGETAL...............................................................................................8
2.1 Definición de fisiología vegetal y postulados básicos............................................10
2.1.1 Definición de fisiología vegetal............................................................................10
2.2 Evolución y las plantas...........................................................................................11
2.3 Relación de la fisiología vegetal con otras ciencias...............................................11
2.4 La fisiología vegetal como ciencia.........................................................................12
2.5 La fisiología vegetal y la agricultura......................................................................13
2.6 Las plantas y su actividad.......................................................................................14
2.7 Características de las plantas y de la vida vegetal que conducen a la fisiología
especializada......................................................................................................................15
2.8 Ciclo biogeoquímico..............................................................................................15
2.9 Postulados básicos..................................................................................................15
2.10 Fundamentos de la  Fisiología Vegetal..................................................................18
3. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA ANIMAL.....................................................................22
3.1 Anatomía animal....................................................................................................22
3.2 Fisiología Animal...................................................................................................22
3.2.1 Sistema óseo.........................................................................................................23
3.2.2 Esqueleto axial......................................................................................................23
3.2.3 Esqueleto apendicular.....................................................................................24
3.3 Adaptación del aparato locomotor.........................................................................25
3.3.1 Adaptaciones para el vuelo y el planeo...........................................................25

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3.3.2 Adaptaciones para la vida acuática.................................................................26
3.3.3 Adaptaciones para la vida bajo tierra..............................................................26
3.4 Piel de los mamíferos.............................................................................................27
3.4.1 Estructura histológica......................................................................................28
3.5 Nutrición de los mamíferos....................................................................................33
3.6 Anatomía y fisiología del aparato digestivo...........................................................34
3.7 Adaptaciones del aparato digestivo de los mamíferos...........................................37
3.8 Reproducción de los mamíferos.............................................................................39
3.9 Anatomía del tracto genital....................................................................................39
3.9.1 Aparato reproductor femenino........................................................................39
3.9.2 Aparato reproductor masculino.......................................................................40
3.9.3 Biología de la reproducción............................................................................41
3.9.4 Apareamiento y comportamiento social.........................................................41
3.9.5 Desarrollo embrionario...................................................................................42
3.9.6 Prolificidad y cuidado de la descendencia......................................................44
3.10 Respiración y circulación sanguínea de los mamíferos..........................................46
3.10.1 Aparatos circulatorio y respiratorio................................................................46
3.10.2 Sistema nervioso y órganos de los sentidos de los mamíferos.......................47

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1. DEFINICIÓN
DE BOTÁNICA

La botá nica es aquella parte de la ciencia natural que tiene como objeto el estudio de
los vegetales, tanto bajo su aspecto microscó pico y molecular, como macroscó pico y
funcional. Por medio de ella conocemos, distinguimos y clasificamos dichos seres.

Los vegetales son seres orgá nicos y vivos, destituidos de sensibilidad nerviosa, y de lo
comovilidad; pero gozan de irritabilidad, y de resistencia a las acciones exteriores que
tienden permanentemente a destruirlos. Estos organismos constan de dos reinos
completos como lo son las plantas (reino Plantae), y los hongos (reino Fungi).
También forman parte de la botá nica los organismos llamados algas (reino Protista) y
otros grupos de organismos, como los procariontes, incluidas las bacterias.

Este estudio del mundo vegetal se puede enfocar desde diversos puntos de vista. Si se
ordena hacia el nivel celular (citología) y tisular (histología) u organográ fico
(organografía), se está procediendo al aná lisis de la estructura interna de los
vegetales, el cual, junto con el estudio de las formas externas, constituye la rama de la
botá nica conocida morfología.

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De la ordenació n de las distintas entidades vegetales, atendiendo a sus características
morfoló gicas y a su desarrollo sexual y embrioló gico, se ocupa la sistemá tica,
encargada de agrupar y denominar las distintas especies vegetales de acuerdo con sus
afinidades.
Las funciones vitales de las plantas, su forma de nutrirse, de desarrollarse y de
relacionarse con el medio a nivel individual son estudiadas por la fisiología. Por
ú ltimo, la fitogeografía o geobotá nica como ciencia que se ocupa del estudio de la
diversificada distribució n de los vegetales en todo nuestro planeta, está firmemente
auxiliada para la denominada ecología, que es la que establece las relaciones de los
vegetales entre sí, y al mismo tiempo con el reino animal.

El interés del hombre por el mundo vegetal ha sido constante a lo largo de su historia.
Desde las épocas má s remotas, las poblaciones humanas utilizaron las plantas como
alimento, medicina y material de construcció n. Científicos como Hooke, Engler, Prantl,
Darwin, Mendel, entre otros han dedicado parte de su vida a estudios sobre la
botá nica.

La botá nica nos permite conocer las propiedades salutíferas o mortíferas de que
gozan las plantas; y hoy en día presenta aplicaciones importantes en la economía
doméstica, en la agricultura, en farmacología, en las artes, y en la terapéutica.

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1.1. Botánica Pura y Botánica Aplicada, las dos
ramas de esta disciplina

En tanto, la Botá nica se subdivide en dos partes, la Botánica pura, cuyo principal
cometido es el de ampliar el conocimiento de la naturaleza y la Botánica aplicada,
cuyas investigaciones se encuentran al servicio de la tecnología agraria, de la industria
farmacéutica y de la explotació n forestal.
Dado que se trata de una disciplina que ciertamente afecta a muchísimos aspectos
determinantes de la vida de los seres humanos es que ademá s de ser abordada y
estudiada por los profesionales específicos en la materia, como son los bió logos, la
Botá nica también forma parte de la atenció n de otros, como ser farmacéuticos,
ingenieros agró nomos, ingenieros forestales.
Por otra parte, la Botá nica, abarca y se ocupa de una amplia gama de contenidos, los
cuales mayormente se ocupará n de aquellos aspectos má s específicos y propios de los
vegetales, ellos son: organizació n celular, tisular, metabolismo y funcionamiento
orgá nico, crecimiento, desarrollo, morfología, reproducción, herencia, enfermedades,
adaptaciones al ambiente, distribució n geográ fica, fó siles y distribució n.

1.2. Las plantas, seres fundamentales para el


equilibrio del medio ambiente
Ademá s y la Botá nica se ocupa de transmitirlo, las plantas cumplen un papel
fundamental a la hora de ayudar al entendimiento de los diferentes cambios
que se producen en el medio ambiente. Porque por ejemplo, la respuesta que
tengan las plantas a la radiació n ultravioleta ayudará a monitorear problemas como
los agujeros de la capa de ozono, o por otro lado, el aná lisis del polen, que depositan
las plantas en miles de millones de añ os atrá s, es vital para los científicos a la hora de
querer reconstruir y conocer los climas del pasado y pronosticar el futuro.

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1.3. La influencia y la importancia de las plantas
en la alimentación humana

La importancia que las plantas ostentan en la vida de los seres humanos es notable e
incomparable con cualquier otra cuestió n ya que las mismas son la base de la cadena
alimentaria. Lo que comemos directa o indirectamente proviene de las plantas, ya sea
frutas y verduras, o bien a través del ganado que consumimos que a su vez se alimenta
de plantas.

Por caso es que disponer de un conocimiento profundo y certero acerca de ellas es


importantísimo porque de ellas depende nuestra alimentación y por ende la
supervivencia en este mundo.
En tanto, todas estas cuestiones que aborda y estudia esta materia son menester del
botá nico/a, que es el profesional que se dedica al estudio de estos temas.

1.4. Función decorativa de las plantas

No podemos soslayar al referirnos a la disciplina que estudia las plantas, que las
mismas ademá s de la importancia que ostentan en lo que respecta al ambiente natural
y la alimentació n de las personas, disponen de otras funciones, entre ellas la
ornamental, decorativa, ya que millones de personas en el mundo entero disfrutan a
las plantas y les dan usos en jardinería y en decoració n, por citar los ejemplos má s
comunes.
En la decoració n de interiores y en la ambientació n de los exteriores de las casas, las
plantas, se han vuelto elementos decorativos claves a los que se les atribuye una

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enorme relevancia dado que con su simple presencia pueden cambiar rotunda y
favorablemente la impresió n decorativa de una estancia.

1.5. Capaces de aportarle al espacio un toque de


naturaleza y por supuesto de vitalidad

Las plantas como ya vimos está n íntimamente vinculadas a la vida y al medio natural y
por caso es que disponerlas en casa, donde sea, será n capaces de aportarle al espacio
un toque de naturaleza y por supuesto de vitalidad, algo que cualquier otro objeto no
será capaz de transmitir.
Ahora bien, es importante asesorarse al respecto de cuá les son las plantas que mejor
se adaptará n a los interiores y cuá les a los exteriores, ya que de lo contrario puede
suceder que apliquemos alguna especie en el interior que no esté preparada para ello
y lamentablemente muera.
Existen lugares como los viveros en donde las personas que no saben demasiado
sobre la materia pueden hallar un adecuado asesoramiento sobre este tipo de
cuestiones.

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2. FISIOLOGÍA
VEGETAL

Etimoló gicamente, Fisiología Vegetal es el conocimiento (logos) físico de las plantas.


Todo proceso de las plantas tiene una base físico-molecular. La Fisiología Vegetal
estudia los procesos que tienen lugar en las plantas. Estudia có mo funcionan las
plantas y explica los fundamentos físicos de dicho funcionamiento sobre bases
estructurales a diferentes niveles: molecular, celular, de tejidos, de ó rganos y de
planta entera. Explica los mecanismos de crecimiento y desarrollo de las plantas y sus
respuestas a los agentes externos.
Explica también có mo las plantas, siguiendo un programa de desarrollo endó geno, son
capaces de reproducirse y có mo adaptan dicho programa al ambiente particular de
cada momento. Pero el aspecto má s importante no es el cú mulo de procesos físicos;
químicos que tienen lugar en cada punto concreto de la planta y en cada momento de
su programa de desarrollo, sino có mo se integran dichos procesos en el espacio y en
el tiempo y su modulació n por el medio ambiente para llevar a buen término el
desarrollo del organismo planta.
El agua y los materiales disueltos en ella se desplazan por vías de transporte
especiales: El agua pasa del suelo a través de raíces, tallos y hojas hasta la atmó sfera; y
sales inorgá nicas y moléculas orgá nicas circulan en muchas direcciones en el interior
de una planta. Miles de distintas clases de reacciones químicas se realizan
continuamente en toda célula viva, transformando agua, sales minerales y gases del
ambiente en tejidos orgá nicos del vegetal. Y desde el momento de la concepció n,

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cuando una nueva planta comienza su vida como cigoto, hasta su muerte, que podría
ser de miles de añ os má s tarde, los procesos organizados del desarrollo hacen crecer
la planta, incrementando su complejidad e iniciando cambios cualitativos en su
crecimiento como la formació n de flores en una época del añ o y desprendimiento de
las hojas en otro
La supervivencia del género humano depende, y probablemente dependerá siempre
del crecimiento y producció n de los vegetales. Todos los seres vivos que habitan en la
tierra dependen para su sostenimiento, ya sea directa o indirectamente, de los
vegetales que cubren la superficie de los continentes o que viven en las aguas
oceá nicas. En todo el mundo, el terreno tiene una tendencia de fertilidad, tendencia
que no puede culparse a la necesidad mundial de alimentos. Aun necesitamos mayor
informació n del modo de crear y conservar los suelos con el má ximo de fertilidad,
siendo por ello indiscutible que un futuro satisfactorio respecto al suministro mundial
de alimentos depende de los conocimientos que adquirimos en fisiología vegetal. Los
fitofisió logos trabajan para obtener una mejor comprensió n del crecimiento y un
mayor control sobre el mismo, y tienen la satisfacció n de ver como los hallazgos se
trasladan al terreno prá ctico en la industria mundial de mayor volumen. La població n
de que el mundo soporte su població n creciente depende del desarrollo futuro de la
fisiología vegetal y de las aplicaciones derivadas de este desarrollo.

El Campo de estudio y trabajo de la Fisiología Vegetal nos responderá a los siguientes


interrogantes:
1. Có mo entra y se desplaza e incluso como sale el agua de la planta?
2. Có mo lo hacen los minerales o nutrientes solutos? Compuestos químicos?

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3. Có mo entran y salen los gases? CO2 – O2.
4. Có mo se fabrican los elementos y como se usan en el desarrollo de la planta?
5. Có mo crece la planta?
6. Có mo se forman nuevos ó rganos?
7. Có mo se coordinan los distintos ó rganos y tejidos de una planta?
8. Có mo influyen las condiciones ambientales sobre el crecimiento y desarrollo de la
planta?

2.1 Definición de fisiología vegetal y postulados


básicos
2.1.1 Definición de fisiología vegetal
Barcelo (1995). Es la ciencia que estudia las respuestas de las plantas vivas, o partes
vivas de la misma frente a agentes externos o internos variables. Estudia el
funcionamiento de las plantas o estudia los procesos que tienen lugar en el desarrollo
y comportamiento de los vegetales, así como el examen de los mecanismos internos
mediante los cuales realizan sus mú ltiples y complejos procesos de síntesis química y
la forma en que se integran estos mecanismos. También se ocupa de los factores
climá ticos del medio y de las interacciones de las plantas con los organismos
relacionados con ellas, en cuanto dichos organismos influyen y modifican el curso del
desarrollo del vegetal.
Bidweel (1993). Es el estudio de los procesos de germinació n, crecimiento,
desarrollo, maduració n, reproducció n y muerte de las plantas. Y de có mo el medio
ambiente actú a recíprocamente sobre la vida de las plantas.
Bonner y Galston (1965). Estudia el funcionamiento de las plantas; ó sea los procesos
que tienen lugar durante el crecimiento , desarrollo y comportamiento de los
vegetales; también se ocupa de los factores climá ticos del medio y de las interacciones
de las plantas con los organismos relacionados con ellas, en cuanto dichos organismos
influyan y modifiquen el curso del desarrollo vegetal.

2.2 Evolución y las plantas.


Las plantas han evolucionado continuamente y aun lo siguen haciendo. Los aspectos
má s visibles de la evolució n de las plantas son:
1. Cambios Morfológicos o Anatómicos: ó sea evolució n del cuerpo y la forma,
tamañ o de las plantas, modificaciones de la hojas (pelos).
2. Cambios de los procesos Bioquímicos: Ó sea de las reacciones químicas en el
interior de las plantas.

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3. Cambios Fisiológicos: ó sea en el funcionamiento metabó lico de las plantas como
respiració n, fotosíntesis, transpiració n, absorció n de agua y nutrientes, etc. Las
plantas adecuadas son aquellas que pueden producir má s eficazmente (alto
rendimiento) bajo los má s amplios rangos de condiciones ambientales naturales y
bajo condiciones en manejo agronó mico aceptables.

2.3 Relación de la fisiología vegetal con otras


ciencias.
La parte de la Biología que estudia a los vegetales se conoce con el Nombre de
botá nica, sin embargo, el estudio de las plantas puede abordarse bajo diferentes
puntos de vista, lo cual origina una serie de ramas de la botá nica como son la
Anatomía, la Taxonomía, la Morfología, la Genética, la Patología, la Fisiología, etc.
La Física. Ayuda a la Fisiología Vegetal a interpretar y entender la entrada y salida de
gases (O2 – CO2), solventes (agua), solutos (Nutrientes), radiació n solar (luz), etc.
La Fito bioquímica. Ayudan a comprender las reacciones metabó licas o procesos de
crecimiento y diferenciació n, el conocimiento de una enzima o estructura de algunos
orgá nelos celulares como los cloroplastos o mitocondrias. Es esencial para la
comprensió n de los procesos fisioló gicos el conocimiento de ciertos principios
fundamentales de la física y química como:
- Estructura química de las plantas
- Reacciones bioquímicas
- Reacciones Bioquímicas desfavorables por modificaciones
- Reacciones ante cuerpos extrañ os.
La Genética. Que trata la forma en que los organismos transmiten sus características
específicas y particulares de generació n en generació n.
La aplicació n prá ctica (de la Genética) a través de la selecció n y el mejoramiento
(Fitogenotecnia o Fitomejoramiento), lo cual repercute en el desarrollo de todas las
plantas cultivadas que muestran característica deseables tales como producció n,
resistencia a enfermedades, adaptaciones ambientales, etc.
La Edafología. Es importante que se conozcan el suelo donde crecerá n las
plantas. Por lo que este estudio debe efectuarse antes de la siembra de la
especie vegetal elegida.
La Ecología. Es interesante que se estudie las relaciones existentes entre los
seres vivos y el medio ambiente en el cual crecerá n.
La Estadística. Para el estudio científico de los problemas en el campo o
laboratorio, a través de los diseñ os estadísticos con ciertos má rgenes de
confiabilidad y tener informació n valedera respecto a ciertas inquietudes.
(Estadística aplicada).

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La Economía. Las investigaciones en el campo de la fisiología vegetal, sin estas
no reportan ganancias para el agricultor, pues no se transmitirá n por má s
positivas científicamente sean.
La Auto ecología. El estudio de la planta como individuo y el medio ambiente
en el cual se desarrollan.
La Fitosociología. Estudio de la comunidad de plantas y su relació n en el medio
ambiente.
La Ecofisiología. Estudia la influencia de los factores ambientales, como suelo,
clima (Tº, PP., HR, Altitud), radiació n, etc. Sobre los procesos fisioló gicos y
metabó licos de las plantas, ó sea un factor (Tº) sobre la fotosíntesis,
precipitació n sobre la respiració n.

2.4 La fisiología vegetal como ciencia.


Todo trabajo científico se basa en la premisa de que los fenó menos naturales
resultan de la relació n entre CAUSA Y EFECTO.
Se presume que un suceso se produce a causa de otros hechos anteriores (las
causas) que si se repiten bajo condiciones idénticas, producirá n los mismos
resultados (los Efectos).
Un segundo aspecto esencial de todo trabajo científico es que toda teoría debe
apoyarse en pruebas o prá cticas.
Ejemplo
Causa (aplicació n. Fertilizació n.)
Efecto (mayor Crec. Vegetal)
- Crecimiento de plantas en suelo sin abonar (- crecim.) ----- sin riego (- crecim.)
- Crecimiento plantas en suelo con abono (+ crecim.) ----- con riego (+ crecim.)

2.5 La fisiología vegetal y la agricultura.


1. La fisiología vegetal está basada en la facultad que poseen las plantas de crecer y de
transformar sustancias simples (CO2, H2O, Luz, Nutrientes.) en otras complejas que
satisfacen las necesidades del hombre, lo cual es el objeto de la fisiología vegetal.
2. La aplicació n de la Fisiología Vegetal, consiste en el má ximo aprovechamiento de la
energía solar, así tenemos:
1. Agricultura.
2. Forestales
3. Ganadería
4. Sistemas Mú ltiples Agrarios

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El CO2 absorbido por las hojas; el agua y sustancias minerales que toman las
raíces constituyen las Materias Primas para formar los alimentos de las plantas
y que servirá n para su crecimiento y desarrollo.
Las plantas no só lo producen alimento, sino también materia prima para
muchas industrias; y por el crecimiento demográ fico aumenta cada día la
demanda de alimentos, fibras textiles, madera, combustibles, etc.
Se debe especializarse cada vez má s en la agricultura y conocer los procesos
que tienen lugar en las plantas, ademá s los efectos del medio ambiente sobre
ellas; para aumentar los rendimientos por plantas y/o por unidad de á rea. Por
ello es necesario aplicar los principios bá sicos de la Fisiología Vegetal
(aprovechamiento má ximo de la energía solar):
1. a la agricultura.
2. a la técnica forestal.
3. a la ganadería a través de la producció n de pastos y forrajes.
4. Sistemas Mú ltiples agrícolas.
La floració n y la maduració n y caída de los frutos, el letargo, la formació n de
raíces y aun la supresió n de las plantas perjudiciales son fenó menos que
pueden controlarse en beneficio de determinados cultivos, mediante el uso de
sustancias químicas especiales. Estas aplicaciones se basan en la informació n
que ha reunido la fisiología vegetal en cuanto a los mensajeros químicos que
las propias plantas utilizan en las regulaciones de sus actividades.
La fisiología vegetal realizo investigació n en los siguientes campos.
Mejora de los métodos de propagació n: Reproducció n sexual y asexual.
Mejora de las prá cticas de los cultivos: Métodos de siembra, deshierbo, riegos,
fertilizaciones, etc.
Mejora de las cosechas o rendimientos: aumento del rendimiento.
Mejora de la conservació n de los productos vegetales.
Mejora en el control de plagas y enfermedades: Combate a insectos, bacterias,
nematodos, hongos.
Perfeccionamiento en la prá ctica de los fertilizantes químicos y abonos orgá nicos.

2.6 Las plantas y su actividad.

las plantas constituyen el ú nico medio de que disponen los organismos


vivos para sobrevivir, mediante su capacidad de aprovechar la energía de
las radiaciones solares en el proceso de la fotosíntesis.
Anualmente, las plantas absorben unos 200,000 millones (2 x 1011) de
toneladas de carbono (C), a partir del CO2 de la atmó sfera y lo incorporan a

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su organismo mediante la fotosíntesis. - El Anhídrido carbó nico absorbido
por las hojas y el agua y las sustancias minerales que toman las raíces
constituyen las materias primas para el crecimiento.
Los ó rganos vegetales se hallan altamente especializados en sus
actividades, su crecimiento integral y armó nico se realiza gracias a su
mutua cooperació n y al continuo intercambio de sustancias entre ellos. El
agua y las sustancias minerales que toman las raíces son transportadas a las
hojas y puestas en condiciones de ser utilizadas, al tiempo que los
productos fotosintéticos formados en los ú ltimos ó rganos se trasladan
hacia las raíces. Resulta pues otro aspecto importante de la economía
vegetal: LA CIRCULACIÓ N DE SUSTANCIAS AL INTERIOIR DE LAS
PLANTAS.
Los alimentos no constituyen de por sí la planta; no son sino los
ingredientes esenciales con los que realiza el vegetal su crecimiento
mediante los procesos subsiguientes del metabolismo, siendo una
característica excepcional y maravillosa de las plantas la de que, a partir de
las sustancias sencillas, sean capaces de construir la magnífica variedad de
complicados compuestos químicos que constituyen sus tejidos. Azú cares,
grasas, proteínas, vitaminas y un cú mulo má s de sustancias se forman a
través de los procesos del metabolismo vegetal, y estas mismas sustancias
tan importantes para el crecimiento de las planta, constituyen, a la vez, las
mismas materias primas de nuestra propia economía, de las cuales
obtenemos alimentos, vestidos, calor, etc. - Las plantas pueden encontrarse
bajo diferentes climas, desde la selva tropical hasta las zonas má s heladas
(polo norte), bajo diversas formas y tamañ os.

2.7 Características de las plantas y de la vida


vegetal que conducen a la fisiología
especializada.
Las plantas son principalmente inmó viles y só lo pueden penetrar (al suelo) y
utilizar un espacio limitado de su medio ambiente.
La autotró fica del carbono les permite un irrestricto metabolismo carbó nico.
Dependiendo de los minerales del suelo, por lo que la nutrició n mineral es
conservadora especialmente del N. - Se desarrollan protegiéndose de perdida
de agua (transpiració n) y llevar acabo el intercambio de gases 8difusió n de
(CO2 y O2).
Evaluació n de mecanismos de absorció n y transporte de carga.
La reproducció n, producció n de minerales, latencia o dormancia, germinació n,
caída de hojas, etc. Está n determinadas por las prá cticas ambientales.
Desarrollan medios especiales de protecció n contra, sequía, frio, calor, luz, etc.

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La evaluació n y la adaptació n de los organismos tienen lugar tanto en sentido
fisioló gico y bioquímico, como también de cambios en la anatomía y la
morfología.

2.8 Ciclo biogeoquímico


Los vegetales que cubren el globo terrá queo está n en continuo cambio, ya que los
productos vegetales usados por el hombre, los Animales y los microorganismos, se
reponen por el crecimiento de nuevas plantas; crecimiento que constituye la má s
grande y abundante actividad química del mundo ó sea las plantas, está n en continuo
dinamismo, incrementando su materia seca (Materia orgá nica) , mediante la
fotosíntesis y el crecimiento y perdiéndola continuamente, para ser usados por otros
seres vivos; este es un ciclo cerrado y diná mico que mantiene en actividad todos los
seres vivos sobre la tierra y se denomina Ciclo Biogeoquímico

2.9 Postulados básicos.


La fisiología vegetal, como otras ramas de la biología, estudia los procesos de la vida,
que con frecuencia son idénticos o similares en muchos organismos. En este capítulo
introductorio se presentan diez postulados acerca de la ciencia en general y de la
fisiología vegetal en particular. Después, dado que la biología celular es bá sica para la
fisiología vegetal, se repasan las células vegetales como cuerpo principal de este
capítulo. Los postulados son:
1. El funcionamiento de las plantas puede ser entendido a partir de los principios de la
física y de la química. De hecho, la fisiología vegetal moderna en particular, y de
biología en general, dependen de las ciencias físicas, que a su vez se basan en la
matemá tica. La fisiología vegetal es, en esencia, una aplicació n de la física y la química
modernas para entender lo que son los seres vegetales. Por este motivo, el progreso
en la fisiología vegetal ha dependido casi por completo del progreso de las ciencias
físicas. En la actualidad, la tecnología de las ciencias físicas aplicadas proporcionan
tanto la instrumentació n de la que depende la investigació n en fisiología vegetal, como
el conocimiento bá sico que se aplica en la interpretació n de resultados. Ademá s, los
especialistas en fisiología vegetal aceptan el enunciado filosó fico llamado Ley de la
Uniformidad de la Naturaleza, el cual establece que las mismas circunstancias o causas
producirá n los mismos efectos o respuestas. Este concepto de casa y efecto debe ser
aceptado como hipó tesis de trabajo (esto es, aceptado como acto de fe). Aunque no
hay manera de probar que dicho principio se cumple siempre en todo lugar del
universo, tampoco hay razó n para dudar que así sea.
2. Los botá nicos y los fisió logos de los organismos vegetales estudian a los integrantes
de cuatro de los cinco reinos actualmente reconocidos por muchos bió logos, si bien
gran parte de los que se analiza en este libro tiene que ver con las plantas verdaderas
y, de hecho, con relativamente pocas especies de gimnospermas y angiospermas. Los

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bió logos modernos consideran que un sistema de cinco reinos para clasificar los seres
vivos es muy superior a los intentos previos de clasificar a los organismos como
plantas o animales, pero aú n hay mucha controversia acerca del lugar de ciertos
grupos en dicho sistema, como los mixomicetos y algunas algas. Basta decir que el
experto en fisiología vegetal estudia las algas verdeazules (o cianobacterias) y otros
procariotes estudiados por los bacterió logos, diversos grupos de algas, los
mixomicetos, los hongos verdaderos, y representantes de todos los grupos principales
del reino vegetal. Sin embargo, aquí se dedicara mayor atenció n a gimnospermas y
plantas con flores, y solo ocasionalmente se hará referencia a los otros grupos.
3. La célula es la unidad fundamental de la vida; todos los organismos vivos está n
constituidos por células, las cuales contienen nú cleos delimitados por membranas, o
estructuras comparables sin membranas. La vida no existe en unidades menores que
una célula. Las células surgen solo a partir de la divisió n de células preexistentes. En
conjunto, a estas tres aseveraciones se les conoce como teoría celular. Los organismos
cenocíticos (ciertas algas, hongos y mixomicetos) no tienen los orgá nelos
(mitocondrias, nú cleos, etc.) separados por membranas en unidades llamadas células.
¿Son estos organismos excepciones a la teoría, o se trata de organismos
multinucleados formados por una o unas pocas células? Decida el lector.
4. Las células eucarió ticas contienen orgá nelos delimitados por membranas, como
cloroplastos, mitocondrias, nú cleos y vacuolas, mientas que las células procarió ticas
carecen de tales orgá nelos.
5. Las células se caracterizan por la acumulació n de macromoléculas especiales, como
almidó n y celulosa, que consisten en cientos de miles de unidades de azú car idénticas
a otras moléculas; en algunas macromoléculas, como leonina, los grupos moleculares
pueden estar repetidos, o bien la distribució n de las moléculas componentes puede
ser aleatoria.
6. Las células también se caracterizan por la producció n de macromoléculas como
proteínas y los á cidos nucleicos (RNA y DNA), consistentes en cadenas de cientos de
miles de moléculas má s simples de varias clases (20 o má s aminoá cidos en las
proteínas y cuatro o cinco nucleó tidos en los á cidos nucleicos). Estas cadenas incluyen
largos segmentos de secuencias no repetitivas que se conservan y se duplican (se
copian) cuando las células se reproducen. Estas moléculas, típicas de la vida,
contienen informació n, así como la secuencia de letras en esta frase explica la
informació n contenida en ella. La informació n se transfiere de una generació n de
células a otra a través del DNA, y del DNA a las proteínas por el RNA. La informació n
contenida en una proteína le confiere ciertas propiedades físicas y la capacidad de
catalizar (acelerar) reacciones químicas en las células; las proteínas que catalizan
reacciones se denominan enzimas, y son esenciales para las funciones vitales.
7. En los organismos multicelulares, las células se organizan en tejidos y ó rganos;
distintas células en un organismo multicelular con frecuencia tienen deferentes

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estructuras y funciones. El concepto tejido-ó rgano es má s difícil de aplicar a plantas
que a animales, pero son tejidos vegetales típicos por ejemplo epidermis, corteza,
tejido vascular y medula. Los ó rganos principales de una planta vascular son raíz, tallo
y hojas, que pueden estar modificados para diversas funciones (por ejemplo, flores).
8. Los organismos vivos son estructuras autogeneradoras. Mediante el proceso
llamado desarrollo, que incluye divisió n celular, crecimiento en volumen
(especialmente por alargamiento en raíces y tallo) y especializació n celular o
diferenciació n, una planta comienza como una sola célula (el ovulo fecundado o
cigoto) y con el tiempo se convierte en un organismo multicelular. En contraste con la
mayoría de los animales, casi todas las plantas continú an su crecimiento y desarrollo
durante la vida, gracias a regiones celulares perpetuamente embrionarias (en
divisió n) llamadas meristemos. Aun cuando hay mucha informació n descriptiva
disponible, el desarrollo es probablemente el fenó meno menos comprendido en la
biología contemporá nea (casi tan misterioso como el funcionamiento del cerebro
humano).
9. Los organismos crecen y se desarrollan en ambientes e interactú an con estos y con
otros organismos de muchas maneras. Por ejemplo, el desarrollo de la planta es
influido por temperatura, luz, gravedad, viento y humedad.
10. En los organismos vivos, como en otros sistemas o maquinas, la estructura y la
funció n está n estrechamente relacionadas. Es claro que no podría haber funciones
vitales sin las estructuras de los genes, enzimas, otras moléculas, orgá nelos, células y,
con frecuencia, tejidos y ó rganos. Por otra parte, las funciones del crecimiento y el
desarrollo crean las estructuras. Los estudios sobre fisiología vegetal dependen
mucho de la anatomía vegetal, la biología celular y la química funcional y estructural.
Al mismo tiempo, las partes descriptivas d la anatomía vegetal y la biología celular
adquieren mayor significado gracias a la fisiología vegetal.

2.10Fundamentos de la  Fisiología Vegetal 

La Fisiología Vegetal es una subdisciplina de la botá nica dedicada al estudio del


funcionamiento de los ó rganos y tejidos vegetales de las plantas.
El campo de trabajo de esta disciplina está estrechamente relacionado con
la anatomía de las plantas, la ecología(interacciones con el medio ambiente),
la fitoquímica (bioquímica de las plantas), la biología celular y la biología molecular.
Los fisió logos botá nicos estudian los procesos fundamentales tales como
la fotosíntesis, la respiració n, la nutrició n vegetal, las funciones de las hormonas
vegetales, los tropismos, los movimientos ná sticos, el fotoperiodismo, la
fotomorfogénesis, los ritmos circadianos, la fisiología del estrésmedioambiental, la

17
germinació n de las semillas, la dormancia, la funció n de los estomas y la transpiració n,
siendo estos dos ú ltimos parte de la relació n de las plantas con el agua.

Entre los Fundamentos fisiológicos podemos encontrar:


La célula vegetal:
La célula vegetal es una célula eucariota que posee orgá nulos comunes a los de
las células animales pero también presenta características propias como son la
presencia de una pared vegetal externa a la membrana plasmá tica, orgá nulos
especializados como los plastos que pueden llevar a cabo distintas funciones segú n el
tipo celular y una vacuola central que ocupa la mayor parte del volumen de la célula.
La membrana plasmá tica delimita la célula dejando en el interior el citoplasma con los
orgá nulos. La estructura de la membrana es una bicapa fosfolipídica
con proteínas embebidas en la misma, bien atravesá ndola por completo o
insertá ndose en su superficie. Ademá s se pueden encontrar hidratos de carbono y
otros elementos que también aparecen en células animales. El nú cleo contiene el
material genético que lleva la informació n para el funcionamiento de la célula.
Presenta una membrana doble con poros para permitir el intercambio con el
citoplasma.
En conexió n con la membrana nuclear encontramos el sistema de endomembranas,
formado por el aparato de Golgi y el retículo endoplá smico. El aparato de Golgi se
compone de una serie de cisternas membranosas, denominadas dictiosomas, que
participan en la modificació n de proteínas y la formació n de lisosomas. El retículo
endoplá smico se compone de dos elementos, el retículo endoplá smico rugoso (RER) y
el retículo endoplá smico liso (REL). Se forman por una serie de tú bulos y sá culos
relacionados entre sí que en el caso del RER presenta en su superficie ribosomas,
encargados de la síntesis de proteínas que van a dirigirse a la secreció n o a otros
orgá nulos. El REL participa en distintas funciones como pueden ser la
del metabolismode lípidos o la detoxificació n de sustancias.
La membrana plasmá tica delimita la célula y en su interior se encuentra el citoplasma
con los orgá nulos. En el exterior, la pared vegetal rígida define la forma y los procesos
de intercambio con el medio. Vacuola Membrana plasmá tica Pared vegetal Nú cleo
Nucleolo Membrana nuclear Cloroplasto Ribosomas Aparato de Golgi Mitocondria
Retículo endoplá smico rugoso Retículo endoplá smico liso Grá nulos de almidó n
Plasmodesmo Tonoplasto
Estructura de las angiospermas:
Al igual que en la célula animal encontramos ribosomas dispersos por el citoplasma
encargados de la síntesis de proteínas, con diversas funciones en el metabolismo

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celular. La respiració n celular se lleva a cabo en las mitocondrias, encargadas de
producir la energía necesaria para las distintas funciones celulares.
En cuanto a las estructuras y orgá nulos específicos de las células vegetales, la pared
celular es una estructura de varios micró metros de grosor que aparece externamente
a la membrana plasmá tica. Se compone de hidratos de carbono, proteínas, lignina,
suberina, cutina, sales minerales y ceras. Entre los hidratos de carbono
aparecen celulosa, hemicelulosa y pectinas. La celulosa forma microfibrillas
compuestas por cadenas que se unen entre sí por medio de puentes de hidró geno. La
hemicelulosa es un polímero de glucosa con cadenas laterales formadas por otros
monosacá ridos como la manosa y la xilosa.
Las pectinas son polímeros de á cido galacturó nico esterificado con metanol Por su
parte, las proteínas representan un 10% del peso de la pared celular, estando muchas
de ellas glucosiladas. Hay también enzimas como peroxidasas, fosfatasas, esterasas,
proteasas, glucosidasas, etc. La lignina es una sustancia formada por la poli-
merizació n de los radicales libres de varios alcoholes Su presencia y proporció n varía
segú n la especie siendo característica de la pared de trá queas, traqueidas y
esclerénquima. La suberina se compone de á cidos grasos, lignina y celulosa y taninos.
Se localiza en las células que forman el suber de las plantas.
La cutina es un polímero de derivados lipídicos, siendo impermeable al agua. Aparece
en la cara externa de la epidermis formando la cutícula, protegiendo la epidermis y el
interior de la planta. En la pared de células epidérmicas es posible encontrar sales
minerales y ceras en el exterior de la cutícula, pero con frecuencia también impregnan
la cutícula. La pared celular se va formando a medida que la célula madura, de tal
manera que presenta varias capas. Desde fuera hacia el interior, estas capas son:
lá mina media, pared primaria y pared secundaria. En las células epidérmicas se añ ade
la cutícula. En aquellas zonas donde hay divisió n celular, la pared celular se empieza a
formar tras la divisió n de tal forma que con el tiempo se convierte en una estructura
rígida, pero antes puede expandirse por la acció n de la presió n de turgencia.
Durante la formació n de la pared celular se establecen entre las células canales o
poros para comunicarlas. Estos canales se denominan plasmodesmos y aparecen en
todas las células jó venes y en algunas persisten durante toda la vida. A través de ellos
se establece la libre circulació n de líquidos, solutos y macromoléculas necesarios para
la vida de la célula. Frecuentemente se observa una estructura tubular atravesando el
plasmo. En las plantas la pared se forma con microfibras de celulosa que aportan el
armazó n principal al que se incorporan hemicelulosa y pectina para proporcionar
consistencia.
La síntesis de bases pú ricas y pirimidínicas así como la de algunos aminoá cidos y
á cidos grasos de la planta se producen en los plastidios. En las células meristemá ticas
existen numerosas vesículas y vacuolas de pequeñ o tamañ o que solo se aprecian bien
con el microscopio electró nico. Cuando crecen, las vacuolas adquieren mayor tamañ o

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y se fusionan hasta formar una gran vacuola central, que puede llegar a ocupar hasta
el 90% del volumen celular, como ocurre por ejemplo en las células parenquimatosas.
El origen de la vacuola no está aú n claro, es posible que las vesículas que la forman
procedan del retículo endoplá smico rugoso o que procedan del aparato de Golgi.
Lo que sí se sabe es que las proteínas que la forman proceden del retículo
endoplá smico rugoso. La vacuola tiene una membrana citoplá smica, denominada
tonoplasto, con estructura trilaminar y menor espesor que la membrana plasmá tica.
En el interior de la vacuola hay un jugo vacuolar de apariencia amorfa, pero a veces
pueden observarse estructuras, cristalinas o no, segú n el material que almacena la
vacuola y que guardan relació n con su funció n.
Las funciones de la vacuola son variadas. Entre ellas encontramos:
• Facilitar el intercambio con el medio externo: el intercambio de sustancias entre el
interior y el exterior celular solo se puede realizar a través de la membrana
plasmá tica.
Las células animales que desean incrementar dicho intercambio aumentan la relació n
superficie/volumen de membrana, como ocurre en las microvellosidades. Sin
embargo, las células vegetales carecen de esta posibilidad ya que la pared celular lo
impide.

Los seres vivos se caracterizan por su gran complejidad. Se componen de una serie de
estructuras con diferentes tipos celulares que se organizan en tejidos para dar
ó rganos y sistemas. A semejanza de lo que se observa en organismos eucariotas
unicelulares, donde hay orgá nulos especializados en las distintas funciones necesarias
para la vida, los seres pluricelulares han desarrollado una especializació n celular para
cubrir las diferentes necesidades del organismo. De esta forma, tanto plantas como
animales tienen tipos celulares y tejidos específicos que, al combinarse, dan lugar a
estructuras corporales de lo má s diverso y características de cada grupo.
Las plantas son organismos arraigados al sustrato que presentan ó rganos que pueden
ser numerosos (raíces, flores, hojas) y que crecen hacia el exterior. De esta forma la
superficie corporal se extiende al má ximo por medio de ramificaciones y

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evaginaciones, siendo un organismo abierto que, en el caso de las plantas perennes,
crece en cada nuevo periodo vegetativo. Esta disposició n abierta hace que sea má s
complicado desarrollar ó rganos centrales como ocurre en los animales, por lo que no
se encuentran aná logo a riñ ones, corazó n o sistema nervioso sino que las funciones se
llevan a cabo de forma local

3. ANATOMÍA Y
FISIOLOGÍA
ANIMAL
3.1 Anatomía animal
La anatomía animal es la ciencia que estudia el nú mero, estructura, tamañ o, forma,
disposició n, situació n y relaciones de las diferentes partes internas y externas de los
animales.

Dentro del contexto que recoge la medicina veterinaria y la zootecnia, es importante


tener en cuenta la anatomía de los equinos, como animal base de estudio en todas las
escuelas del mundo.

3.2 Fisiología Animal


La fisiología (del griego physis, naturaleza, y logos, conocimiento, estudio) es la ciencia
bioló gica que estudia las funciones orgá nicas de los animales.

Esta forma de estudio reú ne los principios de las ciencias exactas, dando sentido a
aquellas interacciones de los elementos bá sicos de un animal con su entorno y
explicando el porqué de cada diferente situació n en que se puedan encontrar estos
elementos. Igualmente, se basa en conceptos no tan relacionados con los animales
como pueden ser leyes termodiná micas, de electricidad, gravitatorias, meteoroló gicas,
etc.

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Para que la fisiología animal pueda desarrollarse hace falta conocimientos tanto a
nivel de partículas como del organismo en su conjunto interrelacionando con el
medio. Todas las teorías en fisiología animal cumplen un mismo objetivo, hacer
comprensibles aquellos procesos y funciones del animal y todos sus elementos en
todos sus niveles.

La fisiología tiene varias ramas: Fisiología celular, de tejidos, de ó rganos, veterinaria o


animal, humana, y comparada.

3.2.1 Sistema óseo


Bá sicamente, el esqueleto de todos los mamíferos está constituido por los mismos
grupos ó seos con morfología y características similares o diferentes segú n los casos y
comprende una estructura axial compuesta por cabeza, columna vertebral y caja
torá cica, y unas estructuras apendiculares (normalmente, cuatro) integradas por las
extremidades y las respectivas cinturas que las unen al tronco.

Se caracterizan por tener una columna vertebral dividida en varias partes bien
diferenciadas.

Mantener constante la temperatura corporal requiere un aporte energético que debe


ser minimizado optimizando el gasto. Para ello, el aparato locomotor de estos
animales ha evolucionado para conseguir uno de los mayores logros de la naturaleza.

A diferencia de reptiles y anfibios, las extremidades no se articulan


perpendicularmente al tronco situá ndose a ambos lados del mismo, sino que lo hacen
bajo él permitiendo, por un lado conseguir mayor eficiencia energética en la
locomoció n y por otro alcanzar mayor envergadura ya que de este modo elevar el
tronco del suelo requiere menor gasto energético.

3.2.2 Esqueleto axial


El crecimiento de los huesos se detiene cuando el animal se hace adulto, permitiendo
así un ahorro energético, pero ademá s, durante la evolució n, los huesos de estos
animales han ido fundiéndose y simplificá ndose de tal modo que su crecimiento
suponga también menores requerimientos de energía.

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El crá neo es quizá el mejor ejemplo de esta simplificació n ó sea. Los huesos que lo
forman está n soldados a diferencia de lo que ocurre en reptiles, donde se unen
mediante cartílagos. Esto a su vez proporciona mayor superficie para la inserció n de
mú sculos de mayor tamañ o, o má s numerosos.

Las costillas de los mamíferos se articulan exclusivamente con las vértebras torá cicas,
mientras que en reptiles lo hacen también con las cervicales y las lumbares.

El nú mero total de vértebras y el de cada tipo de ellas varían de unas especies a otras.
Las vértebras cervicales son siete con excepció n del manatí que tiene seis, el perezoso
de tres dedos que tiene diez y el resto de perezosos que presentan un nú mero variable
de ellas.

También la cintura pectoral es simple en los mamíferos. La clavícula y los omó platos
son los ú nicos huesos que la forman, y con ellos se articulan las extremidades
anteriores. Como la escá pula se sujeta al tronco ú nicamente por mú sculos, y la
clavícula só lo se articula con el esternó n, las extremidades poseen grandes
posibilidades de movimiento de las que carecen otros tetrá podos.

Ilion, isquion y pubis son los tres huesos que se hallan fusionados en los mamíferos
para formar la pelvis, que no es sino el hueso que se articula con el tronco en la regió n
a la que da nombre y a su vez con las extremidades posteriores.

3.2.3 Esqueleto apendicular


Pies y manos de algunos primates.

El diseñ o mú sculo-esquelético de los mamíferos ha evolucionado en funció n del tipo


predominante de locomoció n de la especie. No só lo hay especies cuadrú pedas
terrestres, que son la mayoría, sino que también las hay bípedas, o con capacidad para
utilizar dos o cuatro extremidades al desplazarse. Otras lo hacen bajo el suelo, y no
pocas colgadas de las ramas de los á rboles. Ademá s hay mamíferos acuá ticos y otros
con capacidad para volar, lo que convierte a este grupo de animales en una variedad
de aspectos morfoló gicos que estará n siempre en funció n del sistema de locomoció n
empleado de forma habitual.

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La mayor parte de los mamíferos son gregarios y poseen cuatro extremidades con
cinco dedos en cada una, es decir, son cuadrú pedos y pentadá ctilos, y una gran
mayoría de ellos ademá s se apoyan en el suelo con toda la superficie plantar
(plantígrados), aunque la adaptació n a los distintos medios ha dado lugar a grandes
diferencias producto de la evolució n:

Los animales que alcanzan mayor velocidad sobre el suelo se apoyan sobre los
dedos, bien sobre el extremo (ungulados) o sobre su superficie ventral
(digitígrados).
Muchas especies pierden algunos de sus dedos: los artiodá ctilos tienen dos o
cuatro y los perisodá ctilos uno o tres.
Los cetá ceos, sirenios y carnívoros marinos sufren grandes modificaciones del
esqueleto de las extremidades, adaptá ndose éstas al medio acuá tico.
Las falanges de los quiró pteros son exageradamente largas para servir de
armazó n ó seo a las alas membranosas que se extienden entre ellos.
Muchos mamíferos zapadores ensanchan los huesos de las extremidades
anteriores para servirse de ellos como palas retirando la arena.
Los canguros y otros animales que se desplazan saltando desarrollan
poderosamente las extremidades posteriores, en algunos casos en detrimento
de las anteriores.
La masa muscular de los mamíferos se organiza en grupos o sistemas
neuromusculares que ejercen una funció n sinérgica o complementaria y está n
inervados e irrigados por las mismos haces nerviosos y vasos sanguíneos.

É stos se unen principalmente a huesos mediante tendones y aponeurosis, aunque


también lo hacen a cartílagos, vísceras, piel u otros mú sculos.

La principal funció n de los mú sculos es la relacionada con el movimiento del


organismo y en funció n de éste adquieren mayor o menor desarrollo a la par que
formas y estructuras en las distintas especies.

El sistema muscular no presenta rasgos diferenciadores significativos entre clases, ni


entre especies de ésta por lo que detenernos en ellos escapa a los objetivos principales
que nos ocupan.

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3.3 Adaptación del aparato locomotor
3.3.1 Adaptaciones para el vuelo y el planeo

Las diferencias anató micas de los quiró pteros con la generalidad de los mamíferos son
má s que notables, tratá ndose de las ú nicas especies de la clase que presentan alas que
les permiten el vuelo activo. É stas son formaciones membranosas constituidas por
piel, delgados mú sculos y tejido conectivo laxo conocidas como patagio.

La extremada delgadez de los huesos de los murciélagos tiene como fin disminuir la
masa corporal para que el vuelo sea menos costoso, pero da como resultado que no
puedan alcanzar en ningú n caso la envergadura de aves de mediano y gran tamañ o.
Para conseguir má s maniobrabilidad en el vuelo, la articulació n del hombro es libre, y
son mú sculos los que unen el hú mero a la escá pula permitiéndoles rotar el brazo
alrededor del hombro en la mayor parte de las especies.

Otros mamíferos como petauros, colugos o ardillas voladoras, no son capaces de volar
activamente, pero han desarrollado pliegues de piel entre sus extremidades, que una
vez extendidos les permiten planear, a veces, considerables distancias. Sin embargo,
siempre necesitan de un punto en las alturas desde el que lanzarse en el planeo, y su
capacidad de maniobrabilidad no es comparable en ningú n caso a la de los
quiró pteros.

3.3.2 Adaptaciones para la vida acuática

La adaptació n a la vida acuá tica también ha supuesto que la morfología de las especies
anfibias y acuá ticas haya tenido que vencer los obstá culos que les suponía el medio
conquistado, aprovechando a la vez las ventajas ofrecidas.

El agua, especialmente la salada, tiene una densidad hasta 800 veces superior a la del
aire, por lo que la estructura ó sea de los animales marinos no necesita soportar el
peso que soporta el esqueleto de los animales terrestres. Como contrapartida, vencer
la fuerza de rozamiento que ejerce el medio durante el movimiento de los animales,
requiere má s energía que hacerlo en el aire o sobre la superficie de la tierra, de modo
que es preciso que sus cuerpos sean hidrodiná micos.

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3.3.3 Adaptaciones para la vida bajo tierra

Tanto los animales subterrá neos que pasan la mayor parte de su vida bajo la
superficie de la tierra, como aquéllos que só lo emplean el subsuelo para protegerse
necesitan estar pertrechados de instrumentos para escarbar la tierra, y en efecto, las
especies que no está n dotadas de grandes incisivos, lo está n de poderosas uñ as en sus
manos y con unos u otras, los animales son capaces de apartar la tierra que
obstaculiza su paso.

Normalmente, todas estas especies son de pequeñ o tamañ o, algo que resulta muy
conveniente si se tiene en cuenta que cuanto mayor volumen tenga que atravesar el
tú nel, mayor será el trabajo necesario para desplazar la tierra.

Por otra parte, la piel de estos animales suele ser holgada y el pelo corto y erizado,
dispuesto en cualquier direcció n, todo en funció n de facilitar el trá nsito por las
galerías y los giros dentro de ellas.

El tupido y largo pelo de la rata-topo plateada (Heleophobius argenteocinereus) y la


total alopecia de la rata-topo desnuda (Heterocephalus glaber) son las excepciones a
esta regla.

Otras características físicas comunes a la mayor parte de las especies subterrá neas o
cavadoras son:

Los pabellones auriculares son reducidos o está n ausentes.


La cola suele ser corta.
Las vibrisas son cortas y escasas.
Sin embargo, ninguna de estas características es comú n a todas las especies, por lo
que se piensa que má s que ser adaptaciones para la vida subterrá nea, sean el
resultado de la atrofia inducida por un escaso interés de los citados elementos
anató micos.

3.4 Piel de los mamíferos

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La piel es un complejo sistema de tejidos superpuestos en estratos que sirve a todos
los animales para protegerlos de las condiciones medioambientales. En los mamíferos
es especialmente gruesa, sobre todo en animales en los que tiene que cubrir grandes
masas musculares como ocurre con cetá ceos, elefantes o rinocerontes.

Las funciones principales de la piel son:


Proteger al al organismo de las lesiones de origen externo
Recibir estímulos ambientales
Excretar sustancias de desecho
Tomar parte en los mecanismos de termorregulació n e intercambio hídrico.

3.4.1 Estructura histológica


Epidermis
La capa má s superficial o epidermis se compone de un estrato interno de células
pigmentadas que está n en continua renovació n, migrando empujadas por células
nuevas hacia la superficie externa.
Estas células poseen melanina, un pigmento imprescindible para la protecció n ante las
radiaciones ultravioletas solares. Segú n se hacen má s superficiales, se queratinizan
dando lugar al estrato có rneo de la epidermis, mueren, se hacen escamosas (estrato
escamoso de la epidermis) y acaban por desprenderse dejando paso a las que se
sitú an en estratos má s profundos.

Dermis
Bajo la epidermis se halla la dermis. Es una capa de células muy activas integradas en
un tejido con gran cantidad de colá geno responsable de la elasticidad de la misma. Es
un estrato muy vascularizado y con gran cantidad de terminaciones nerviosas,
responsable de la continua renovació n de las células epidérmicas.

La dermis es el asiento del pelo, que no es sino un conjunto de células del estrato
epidérmico muy queratinizadas y modificadas que dan lugar ademá s a la formació n de
otras estructuras faneró pticas. El folículo piloso posee un pequeñ o haz de fibras
musculares que se insertan bajo el estrato epidérmico y cuya contracció n da como
respuesta el movimiento del pelo ante estímulos de frío, sorpresa o miedo. Se trata del
mú sculo erector del pelo.

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El estrato dérmico incluye varios tipos de glá ndulas: sebá ceas, sudoríparas y
especializaciones de éstas en odoríferas y lá cteas.

Glándulas sebáceas
Las glá ndulas sebá ceas desembocan en el folículo piloso o raíz del pelo y tienen como
misió n eliminar compuestos grasos que lubrifican piel y pelo protegiéndolos.

Glándulas sudoríparas
Las glá ndulas sudoríparas son las encargadas de eliminar agua para intervenir
simultá neamente en los mecanismos de intercambio hídrico y termorregulador. A la
vez, junto al agua, eliminan sales y sustancias de desecho.

No se reparten uniformemente por la superficie corporal y no existen de manera


constante en todos los mamíferos en determinada regió n corporal.

En el canal auditivo, se transforman en glá ndulas ceruminosas, que tienen como


misió n evitar la deshidratació n del tímpano y mantener su elasticidad.

Glándulas odoríferas

Son las glá ndulas sudoríparas modificadas, encargadas de eliminar sustancias


aromá ticas que tienen como fin primordial la indicació n de determinados estados
anímicos, sociales o fisioló gicos del animal y que, en casos extremos como el de las
mofetas, sirven como poderoso sistema defensivo.

Glándulas mamarias

Las otras glá ndulas sudoríparas modificadas son las lá cteas, capaces de sintetizar un
compuesto líquido llamado leche que sirve como alimento a los mamíferos durante las
primeras etapas de su vida.

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Las glá ndulas se estructuran entre sí para desembocar conjuntamente a través de un
esfínter denominado pezó n en el vértice de las mamas.

El orden Monotremata constituye una excepció n, pues las glá ndulas no se estructuran
en mamas sino que abren directamente en poros diseminados por la regió n ventral.

Estas glá ndulas, como las demá s, no se localizan en la misma regió n en todos los
mamíferos, y mientras que las anteriores conocen gran diversidad de localizaciones
segú n las distintas especies, las mamas, se sitú an, en nú mero variable, en la regió n
ventral del cuerpo (frontal en bípedos) formando dos líneas (círculos en algunos
marsupiales) a ambos lados del cuerpo, entre las regiones torá cica y pélvica.

Hipodermis
El tejido adiposo subcutá neo, ademá s de formar parte esencial en el metabolismo de
las grasas constituyendo depó sitos energéticos de gran capacidad de movilizació n,
resulta un perfecto aislante corporal ante bajas temperaturas.

Bajo la hipodermis, la fascia profunda subyacente concluye la conformació n


estratificada de un ó rgano, la piel, que llega a suponer el 16 % del peso total del
organismo.

El Pelo

Todos los mamíferos tienen pelo, en mayor o menor cantidad y éste se distribuye de
distinta forma segú n las especies. Su estructura y disposició n dependen sobremanera
de las circunstancias ambientales en las que se desenvuelve el animal.

Se estructura en una cubierta externa escamosa llamada cutícula, una capa celular
intermedia conocida como có rtex y una interna de células cú bicas llamada médula.

A cada pelo se le asocia una glá ndula sebá cea y un mú sculo erector del pelo que
interviene en los mecanismos de regulació n de la temperatura corporal.

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El pelo crece desde la epidermis por una rá pida replicació n celular en el folículo que
da lugar a la migració n de las células existentes hacia el exterior, en cuyo trayecto van
queratinizá ndose y mueren formando la cutícula.

La mayoría de las especies lo tienen durante toda la vida, pero en otros só lo existe en
determinadas fases de la misma. Por ejemplo los cetá ceos, lo pierden de manera
uniforme cuando se convierten en adultos, pero está presente al menos durante
alguna fase de la ontogénesis.

Así, desde las escasas cerdas que crecen alrededor de la boca de estos mamíferos
marinos hasta las densas y cerradas pelambres de focas o nutrias, pasando por largos
mechones en el yak (Bos grunniens), un escaso y débil vello en los humanos, lana en
las ovejas (Ovis aries) y otros artiodá ctilos, escamas en los pangolines o espinas en
puercoespines.

Tampoco el color es homogéneo y salvo raras excepciones que presentan algunos


simios como objeto de reclamo sexual, suelen ser miméticos y en no pocas especies
cambian de color segú n la estació n meteoroló gica. Por regla general, en los
cuadrú pedos, suele ser má s claro en las regiones ventrales y mediales del cuerpo.
Tiene entre otras, las siguientes funciones:
Aislante térmico. La capa pilosa evita la pérdida de calor corporal.
Órgano sensorial. Las vibrisas son pelos especializados, dotados de gran
cantidad de terminaciones nerviosas, provistos ademá s de gran cantidad de
fibras musculares que controlan su posició n. Muchos animales se sirven de
estos ó rganos para recibir informació n cuando entra en contacto con algú n
objeto en su ambiente. Segú n la localizació n, éstas pueden ser:
Mistacales (en el hocico al lado de la nariz)
Gemales (posterior a los ojos y las orejas)
Mentales (en el mentó n)
Superciliares (encima del ojo)
Carpales (en el carpo)
Dar una apariencia física al animal que pueda servirle tanto para el
camuflaje como para comunicar información. Las mofetas tienen el
característico color blanco y negro que advierte a todos sus posibles
predadores del riego al que se enfrentan, los lobos erizan el pelo de la espalda
en señ al de amenaza, los capuchinos presentan un marcado dimorfismo
cromá tico para informar a sus congéneres del sexo al que pertenecen, algunas
especies de cérvidos tienen la superficie ventral de la cola de color blanco de

30
tal manera que al erguirla presintiendo un peligro, avisan a sus congéneres
pró ximos de tal incidencia, actuando ésta como una evidente señ al ó ptica.
Protección frente a las agresiones físicas. El pelo en sí mismo supone una
barrera frente a determinadas agresiones como abrasiones o quemaduras,
pero ademá s, mediante transformaciones del mismo acaban constituyendo
verdaderas defensas como es el caso de las espinas de erizos o equidnas y las
escamas o placas de armadillos y pangolines.
La liebre á rtica (Lepus arcticus) cambia la capa de forma estacional para mimetizarse
con el medio

La mofeta rayada (Mephitis mephitis) avisa del peligro que supone estar cerca de ella
con una llamativa capa blanca y negra.

El pangolín (Manis sp.) modifica el pelo en protectoras placas.

Uñ as, garras, cascos, pezuñ as...

Sobre la piel, existen ademá s formaciones de mayor dureza y rigidez, no constantes en


todas las especies, ni iguales en aquéllas que las poseen: se trata de uñ as (o
estructuras aná logas) y cuernos.

Las garras, uñ as y pezuñ as son formaciones queratinosas de mayor dureza que la piel
que crecen en los extremos de los dedos de todos los mamíferos a excepció n de los de
vida acuá tica que tienen modificadas sus extremidades.

Presentan morfologías sumamente distintas segú n la especie de que se trate y siempre


está en funció n del tipo de vida y há bitat en el que se desenvuelve el animal. Así
animales como los carnívoros que han de desgarrar y animales trepadores como las
ardillas desarrollan garras curvas y afiladas que les permiten realizar ambas
funciones. Otras especies poseen grandes garras de menor curvatura y las utilizan
para cavar como el equidna y el topo, o para hurgar en grietas y conseguir alimento
como hace el oso hormiguero.

En general poseen garras todos los digitígrados y la mayor parte de los plantígrados.
En otras especies no tienen má s funció n que la de proteger el extremo del dedo,
31
constituyéndose en cascos de gran dureza que permiten a estos animales apoyarse
con la punta del o los dedos: son los ungulados. Por ú ltimo, en algunos plantígrados
como los simios antropomorfos o el elefante las uñ as son má s o menos aplanadas y
só lo cubren parte de la porció n distal de los dedos como escudos protectores de zonas
muy sensibles.

Las uñ as nacen en el interior de la dermis y crecen constantemente a lo largo de la


vida de los individuos. No son estructuras ú nicas en los mamíferos encontrá ndose
también en aves y reptiles aunque ni unos ni otros presentas estructuras similares a
las pezuñ as de los ungulados.

Cuernos

Las otras formaciones queratinosas a las que se ha hecho referencia, los cuernos, sí
son exclusivos de la clase, aunque no todas las especies los presentan, ni las que lo
hacen guardan similitud entre sí en forma o tamañ o.

Los cuernos son protuberancias ó seas que crecen en la cabeza de determinados


mamíferos, pertenecientes a los ó rdenes Artiodactyla y Perissodactyla.

En algunas especies del primero, crecen como estructuras pares (dos o cuatro) en el
hueso frontal cubriéndose de denso pelo muy queratinizado que da gran consistencia
y mayor longitud a la cornamenta.

Los cérvidos tienen la capacidad de evolucionar a lo largo de las estaciones climá ticas
de forma cíclica. Pierden la masa ó sea sobre la que se apoyan y acaban
desprendiéndose para, progresivamente a lo largo del añ o, volver a crecer hasta
alcanzar dimensiones similares o mayores a las de la temporada anterior. Para
distinguirlos de los cuernos que, como los de los bó vidos, nunca se pierden de forma
natural, a los de los cérvidos se les suele llamar cachos.

Por lo que respecta a algunas especies de perisodá ctilos, concretamente los


rinocerontes, los cuernos son estructuras impares que crecen en nú mero variable
segú n la especie a lo largo de la línea media de la cara. Su estructura es
mayoritariamente ó sea y en ningú n caso sufren fenó menos evolutivos temporales.

32
3.5 Nutrición de los mamíferos

También el aparato digestivo de estos animales está diseñ ado para aumentar la
eficiencia de la producció n energética necesaria para el mantenimiento de la
temperatura corporal. Y esto se consigue aumentando la eficacia tanto de la
degradació n de los alimentos conseguidos para hacer accesibles la mayor cantidad
posible de nutrientes, como de la absorció n de éstos.

3.6 Anatomía y fisiología del aparato digestivo

La boca

El aparato digestivo comienza en la boca. Es aquí donde tiene lugar la trituració n


mecá nica de los alimentos y su insalivació n, dos aspectos esenciales para conseguir
una digestió n má s eficaz.

Los dientes son una característica de los mamíferos, aunque no todos los adultos los
presentan. Y con excepció n de las ballenas que los tienen todos iguales, el resto de las
especies son heterodontas, esto es, que tienen varios tipos de dientes. En concreto
cuatro:

Los incisivos se insertan en los alvéolos de los huesos premaxilar y mandibular. Son
cuadrados o redondos y tienen como misiones fundamentales sujetar, roer o cortar.
Los rumiantes carecen de ellos en la mandíbula superior. Roedores y lagomorfos los
tienen muy desarrollados y crecen continuamente a lo largo de la vida por lo que
necesitan ser desgastados constantemente. Los primeros los presentan en ambas
mandíbulas y los segundos só lo en la superior.
Los caninos, son puntiagudos y tienen como misió n desgarrar, por lo que son de
especial importancia en todos los animales de há bitos carnívoros y hemató fagos
presentá ndolos muy desarrollados y llamativos. Otras especies presentan un gran
desarrollo de estos dientes en una o las dos mandíbulas má s con fines intimidatorios o
defensivos que alimenticios como ocurre con los elefantes, herbívoros estrictos, o
algunos suidos y simios de há bitos omnívoros. También la mayor parte de los

33
artiodá ctilos y perisodá ctilos carecen de ellos en la mandíbula superior o en ambas, y
roedores y lagomorfos en su totalidad no los presentan en ninguna.
Los premolares y molares son dientes bajos, planos y grandes que se utilizan para
triturar y rebanar el alimento, por lo que adquieren especial importancia en
herbívoros como los artiodá ctilos y perisodá ctilos, disminuyendo segú n se
incrementan los há bitos carnívoros hasta el punto de que muchos de estos animales
presentan modificaciones de los premolares e incluso primeros molares
asemejá ndolos má s a caninos que a molares típicos. Las diferencias existentes en la
dentició n de los mamíferos dan lugar a que la conformació n de los dientes y la fó rmula
dentaria sean instrumentos comú nmente utilizados en la clasificació n taxonó mica de
los mamíferos. Pueden ser:
Según la morfología de las cúspides:

Lofodontos (cú spides unidas lingual-labiales)


Selenodontos (cú spides unidas antero-posterior)

Según la altura de las cúspides:

Hipsodontos (cú spides altas)


Braquidontos (cú spides bajas)

Según la forma de la pieza

Tribosfénicos (en forma de triá ngulo)


Cuadrados (con esta forma aproximada)
Carnasales (crecimiento alométrico y cú spides en línea)
Bunodontos (cú spides redondeadas)

Las glá ndulas salivares (paró tida, sublingual, submandibular) son las encargadas de
producir la saliva, que es una sustancia líquida viscosa empleada en la lubricació n del
bolo alimenticio necesaria tanto para la masticació n como para su trá nsito hacia el
estó mago. La saliva contiene una enzima, la ptialina, que comienza la degradació n del
almidó n antes de que éste llegue al estó mago. Pero ademá s la saliva es importante en
la descontaminació n de los alimentos, ya que posee una sustancia bactericida, la
lisozima, que destruye parte de la flora microbiana que éstos vehiculan. Los

34
herbívoros, que necesitan masticar má s intensamente el alimento, presentan un
mayor desarrollo de éstas, mientras que en los misticetos está n ausentes.

En la boca se procesan ademá s la temperatura, textura y sabor de los alimentos de tal


manera que el sistema nervioso central puede adecuar las secreciones de todos los
ó rganos implicados en la digestió n a las necesidades concretas para cada alimento
procesado.

Esófago

El esó fago es una víscera tubular de naturaleza muscular que comunica la boca con el
estó mago, transitando por ella el alimento. Su acció n es puramente mecá nica.

Estómago

El estó mago es un saco de naturaleza glandular y muscular donde tiene lugar la


degradació n y preparació n de las proteínas para la posterior absorció n de sus
nutrientes.

En la digestió n gá strica, el á cido clorhídrico que vierten las paredes del estó mago da
lugar a la desnaturalizació n de las proteínas, que se hacen vulnerables a la acció n de
una enzima también sintetizada en esta víscera, la pepsina. Esta enzima rompe las
cadenas proteicas transformá ndolas en péptidos y polipéptidos que será n asimilados
en las posteriores fases de la digestió n. Por otra parte, la digestió n de los polisacá ridos
se detiene ya que la acidificació n del medio provocada por el á cido clorhídrico, impide
la actuació n de la ptialina, deteniéndose el proceso comenzado en la boca. En el
estó mago no hay enzimas que ataquen a los lípidos, por lo que pasan por ella sin sufrir
alteració n alguna. Sin embargo, ralentizan la digestió n del resto de los nutrientes,
debido a que envuelven los trozos de alimento aislá ndolos del jugo gá strico e
impidiendo su digestió n.

Intestino delgado
El intestino delgado es una estructura tubular que consta de tres porciones, duodeno,
yeyuno e íleon donde tiene lugar la siguiente fase de la digestió n de los alimentos. El
duodeno está comunicado con el estó mago a través del píloro, un esfínter que permite
35
el paso en pequeñ as porciones del contenido estomacal (quimo) cuando éste está listo
para continuar el proceso digestivo.
Al comienzo del trá nsito intestinal, el pá ncreas vierte su jugo. É ste, ademá s de una alta
concentració n de bicarbonato que neutraliza la acidez del quimo, posee varias
enzimas que intervienen en la degradació n de los nutrientes: la amilasa pancreá tica
continú a la degradació n de los polisacá ridos comenzada por la ptialina, las lipasas
actú an sobre los triglicéridos separando la glicerina de los á cidos grasos, otras
enzimas terminan la digestió n de las proteínas que no fueron degradadas por la
pepsina gá strica.
La acció n de las enzimas pancreá ticas se complementa con la acció n de las sales
biliares contenidas en la bilis, una secreció n producida por el hígado que tiene ademá s
la misió n de verter al intestino ciertas sustancias que no pueden ser eliminadas con la
orina, para ser excretadas con las heces. Las sales biliares son unos poderoso
detergentes que separan las grasas en pequeñ as gotitas que pueden ser má s
fá cilmente degradadas por las lipasas pancreá ticas.

Las paredes del duodeno también sintetizan enzimas que colaboran en la digestió n del
alimento. Las proteasas son quizá las má s significativas, pues terminan la degradació n
de estas complejas moléculas (proteínas) que requieren para sí los mayores esfuerzos
en esta funció n fisioló gica. Por otra parte, a medida que los nutrientes se van haciendo
asequibles, son absorbidos por las paredes intestinales que los vierten al torrente
sanguíneo para ser transportados a los ó rganos donde tiene lugar su metabolizació n.

Intestino grueso
De este modo, cuando el contenido digestivo alcanza el intestino grueso, só lo queda
agua, material no digerible y los minerales segregados en las distintas fases del
proceso. También está formado por tres tramos, ciego, colon y recto.

Contiene una rica y variada flora microbiana que segregan enzimas capaces de
terminar la digestió n del alimento, obteniéndose azú cares que fermentan
produciendo á cidos orgá nicos de los que aú n puede obtenerse algo de energía. En este
tramo intestinal tiene lugar la absorció n del agua, de los á cidos orgá nicos y de los
minerales existentes en el contenido digestivo. La materia no digerible se almacena en
el recto para ser posteriormente expulsada del organismo a través del ano.

36
3.7 Adaptaciones del aparato digestivo de los
mamíferos

Pero la gran variedad de dietas de estos animales configura estructuras anató micas
con notables diferencias.

Como norma general, los herbívoros presentan un mayor desarrollo de las vísceras
digestivas, ya que los alimentos requieren procesos químicos y mecá nicos má s
intensos para ser digeridos.

La diferencia má s significativa anató mica y funcionalmente la presenta sin duda


alguna el complejo estó mago de los rumiantes, dividido en cuatro compartimentos
(retículo, rumen, omaso y abomaso):

Los alimentos ingeridos por estos animales pasan a la panza o rumen directamente,
casi sin masticar, donde tiene lugar una fermentació n microbiana gracias a la flora
bacteriana existente en su interior. De este modo, comienza la degradació n de las altas
cantidades de almidó n y celulosa que tienen los alimentos de origen vegetal.
Una vez que el alimento está procesado, los rumiantes regurgitan el alimento y es
entonces cuando tienen lugar los procesos de masticació n e insalivació n.
El bolo debidamente masticado e insalivado vuelve a ser ingerido y llega al retículo,
también conocido como bonete o redecilla, donde tiene lugar una nueva fermentació n
de tipo microbiana similar a la que tuvo lugar previamente en el rumen.
Desde aquí, a través del agujero retículo-omasal, pasa al omaso que no es sino una
cá mara con pliegues paralelos cubiertos por papilas có rneas que sirven, para
proceder a la molturació n del alimento. En el fondo de los pliegues, tiene lugar la
absorció n de agua, sales minerales y á cidos grasos. Durante el paso del alimento por el
omaso o libro, no se detiene la fermentació n.
El ú ltimo compartimento es el abomaso y se corresponde anató mica y funcionalmente
con el estó mago monocameral del resto de los mamíferos.
Pero no todos los herbívoros son rumiantes, y para solucionar el problema de la
degradació n de los polisacá ridos, un grupo de animales entre los que se hallan los
elefantes, los équidos o los primates ha evolucionado incrementando el volumen del
ciego para que tenga en él una intensa fermentació n bacteriana de la celulosa,

37
absorbiéndose los nutrientes producidos tanto en este tramo como a lo largo del
colon.

El otro grupo lo constituyen los herbívoros de pequeñ o tamañ o como roedores y


lagomorfos, que al no poder retener durante mucho tiempo el alimento en su
organismo, excretan los alimentos con abundantes nutrientes que no han podido ser
terminados de digerir, por lo que proceden a la ingestió n de estas heces que será n
nuevamente procesadas para terminar de asimilar los nutrientes contenidos en los
alimentos.

Otro estó mago con ciertas diferencias es el de los osos hormigueros, que presenta un
saco que recuerda a la molleja de las aves, en las que el caparazó n de los insectos de
los que se alimenta, es triturado previamente a su paso al estó mago.

Otra diferencia significativa en la anatomía del aparato digestivo la constituye la


cloaca de los monotremas. En estos animales la comunicació n de los aparatos
digestivo, urinario y genital con el exterior, tiene lugar a través de un ú nico orificio
como ocurre en las aves y los reptiles.

3.8 Reproducción de los mamíferos


Para entender la anatomía del aparato reproductor de los distintos grupos de
mamíferos, y de las notables diferencias existentes entre ellos, hay que saber que el
desarrollo embrionario tiene lugar independientemente en ambas mitades corporales,
siendo una el espejo de la otra, y que éste tiene lugar ademá s, estrechamente
relacionado con el del aparato urinario.

Salvo los monotremas que son ovíparos, todos los mamíferos son vivíparos y la
fecundació n es siempre interna, lo que requiere que el macho inserte el pene eréctil
en el interior de la vagina de la hembra a través de la abertura externa conocida como
vulva.

3.9 Anatomía del tracto genital


3.9.1 Aparato reproductor femenino

38
Los ó rganos que conforman el aparato reproductor de la hembra son comunes a todas
las especies, aunque existen diferencias significativas entre los distintos taxones.

El ovario es la glá ndula sexual femenina, en la que se producen los ó vulos o células
sexuales femeninas. Una vez que éstos han madurado son expulsados del ovario hacia
las trompas de Falopio u oviductos, que son los conductos por los que el ó vulo llega al
ú tero.

El ú tero es una víscera sacular de naturaleza glandular. Realmente, en la mayoría de


las especies se trata de dos cá maras separadas o cuernos uterinos, aunque el grado de
diferenciació n de ambos varía entre las especies hasta fusionarse completamente
formando un ú tero simple, si bien esta condició n só lo aparece en los primates no
prosimios (lémures, lorises y tarseros), armadillos, perezosos y algunas especies de
murciélagos.

En todos los placentados existe algú n grado de fusió n de los cuernos uterinos que, en
marsupiales permanecen completamente separados.

El ú tero conecta con la vagina, ú nica en monotremas y placentados y doble en


marsupiales, que se abre al exterior a través de la vulva. Junto a ésta, un pequeñ o
mú sculo denominado clítoris es comú n en todas las especies, y en algunas de ellas está
dotado de un pequeñ o hueso.

En los monotremas la abertura del tracto urogenital, al igual que ocurre en reptiles y
aves, es comú n a la digestiva, dando lugar a un ú nico orificio conocido como cloaca. En
el resto de las especies, la abertura urogenital es independiente de la intestinal,
existiendo una distancia entre ambas que varía entre especies. Lo mismo ocurre con el
sinus urogenital que es el espacio existente entre la vulva y la abertura de la uretra en
el tracto genital. La elefanta presenta el má s espectacular sinus, que llega a medir
hasta 60 cm. En contraposició n, los primates no lo presentan abriéndose al exterior de
forma independiente la uretra y la vagina.

3.9.2 Aparato reproductor masculino

39
En los machos, el aparato reproductor consta de dos testículos que en un primer
momento son intrabdominales, y a lo largo del desarrollo, van descendiendo hasta una
bolsa extrabdominal de piel llamada escroto, excepto en elefantes, cetá ceos y
desdentados que permanecen dentro de la cavidad abdominal.

El pene, presenta morfologías distintas, conduce la orina y el esperma a través de la


uretra, y en algunas especies de roedores, carnívoros y primates está dotado de un
hueso (el bá culo). En los marsupiales, es doble guardando el necesario paralelismo
con la vagina de la hembra.

La pró stata es comú n a todas las especies, aunque en algunas existen ademá s otras
glá ndulas accesorias.

3.9.3 Biología de la reproducción

Un componente fundamental de la evolució n, del comportamiento, y de la historia de


los mamíferos está basado en la dedicació n que las hembras ponen en el cuidado de su
descendencia, comenzando ésta incluso antes de que los huevos se fertilicen.

Todas las hembras experimentan una cierta forma de ciclo estral en la cual los huevos
deben prepararse y estar listos para una potencial fertilizació n. Las hormonas regulan
cambios en varios aspectos de la fisiología femenina a través del ciclo y preparan a la
hembra para la fertilizació n, la gestació n y la lactancia.

En este variopinto grupo animal, pueden observarse muchas estrategias


reproductivas, y los patrones que vamos a ver a continuació n son los extremos de una
serie continua que abarca esta variació n.

Los factores ambientales, así como los requerimientos fisioló gicos y sociales
contribuyen al patró n de la reproducció n encontrado en cualquier població n o
especie. Las diferencias en estos factores entre especies han conducido a la diversidad
de los rasgos entre mamíferos y sus formas de vida.

40
3.9.4 Apareamiento y comportamiento social

La relació n entre individuos de ambos sexos con fines reproductivos conocen varias
situaciones en las especies mamíferas:

Poliginia. Es la má s frecuente entre estos animales y consiste en el apareamiento de


un solo macho con distintas hembras en una misma estació n reproductiva. Este
panorama da lugar a una intensa competició n entre los machos en muchas de las
especies, exhibiendo el potencial necesario para que las hembras los elijan para
engendrar su descendencia. Así, se aprovechará mejor el potencial genético de los
machos dominantes, mejor preparados para afrontar los desafíos de la vida, pudiendo
engendrar el mayor nú mero de crías posible, que, por otra parte estará n
supuestamente mejor dotadas genéticamente, mientras que las hembras pueden
dedicar el esfuerzo a la gestació n y lactancia de la prole. El inconveniente es que
muchos machos no tendrá n descendencia alguna a lo largo de su vida.
Promiscuidad. Tanto machos como hembras se aparean con mú ltiples individuos del
otro sexo a lo largo de la estació n de cría. No es muy frecuente y se da entre algunas
especies de primates, entre ellos algunos homínidos.
Monogamia. Consiste en el emparejamiento de un macho y una hembra que durará al
menos toda la estació n reproductiva. No es muy frecuente entre los mamíferos,
estimá ndose en alrededor de un 3% de todas las especies. Algunas de ellas como la
orca parecen mostrar este comportamiento.
Poliandria. Consiste en que una sola hembra es la que se aparea con todos los machos
de la colonia. Este tipo de relació n social es el que manifiestan los insectos coloniales y
entre los mamíferos ha sido observado en las ratas-topo desnudas. La hembra
reproductiva actú a de reina y se aparea con todos los machos de la colonia impidiendo
la reproducció n del resto de las hembras que se ocupará n sin embargo del cuidado de
sus crías.
Como consecuencia de los esfuerzos que machos y hembras han de padecer para
llegar a reproducirse, muchos mamíferos tienen comportamientos complejos y
morfologías asociadas a la reproducció n. Por ejemplo la mayor parte de las especies
presentan un marcado dimorfismo sexual con machos de mayor envergadura, fruto de
la selecció n natural conseguida por la presió n que supone la competencia física a la
que éstos se ven sometidos para tener acceso a las hembras.

La reproducció n de muchas especies tiene cará cter estacional, siendo influenciada


ésta por estímulos ambientales tales como la duració n de las horas de luz solar, los
recursos alimenticios o la temperatura ambiental, que dictan cuando debe tener lugar
41
el apareamiento. A menudo, los sistemas de acoplamiento pueden variar dentro de
cada especie dependiendo de las condiciones ambientales locales. Por ejemplo,
cuando los recursos son bajos, copulan con una sola hembra y ayudan al cuidado de la
prole, mientras que cuando éstos son abundantes, la madre puede cuidar sola de sus
crías mientras que los machos procurará n engendrar descendencia con mú ltiples
hembras.

3.9.5 Desarrollo embrionario

Hay tres grupos importantes de mamíferos, cada uno de los cuales está representado
por una característica importante del desarrollo embrionario:

Los monotremas (Prototheria) ponen huevos, que es la condició n reproductiva má s


primitiva de los mamíferos.
Los marsupiales (Metatheria) los embriones nacen en una fase muy precoz de
desarrollo, después de un período muy corto de la gestació n (8 a 43 días) con un
ínfimo grado de desarrollo. Se alojan en el marsupio donde permanecen
estrechamente unidos a los pezones hasta completar su desarrollo, y los periodos de
lactancia son proporcionalmente muy superiores a los de los placentarios.1
La gestació n dura mucho má s de largo en los mamíferos placentarios (Eutheria).
Durante este periodo, los jó venes está n vinculados recíprocamente con su madre a
través de una placenta, un ó rgano complejo que conecta el embrió n con el ú tero.
Una vez que han nacido, todos los mamíferos dependen de sus madres para
alimentarse, pues só lo ellas pueden proporcionarles su primer alimento: la leche.

Existen ademá s diversas fó rmulas en las que el embrió n no comienza su desarrollo


inmediatamente después de la có pula: Algunas hembras almacenan el esperma hasta
que las condiciones son favorables para que comience la fertilizació n, produciéndose
ésta en ese momento. En otras, los huevos son fecundados poco después de la có pula,
pero la implantació n del embrió n no tiene lugar hasta que las condiciones son
satisfactorias. Este proceso se conoce como implantació n diferida. Por ú ltimo, una
tercera forma de gestació n no inmediata es el desarrollo diferido, en el cual el
desarrollo del embrió n ya implantado puede retrasarse durante un cierto tiempo.

La reproducció n estacional y los mecanismos de gestació n no inmediata a la có pula


son estrategias reproductivas que ayudan a mamíferos a coordinar el nacimiento de la

42
descendencia para que ésta tenga lugar en los momentos en los que puedan aumentar
las ocasiones de su supervivencia.

Los procesos reproductivos comienzan con la ovogénesis y espermatogénesis, que son


las fases de producció n de las células sexuales o gametos femenino (ó vulo) y
masculino (espermatozoide).

En el folículo ová rico se forma el ó vulo que a medida que va creciendo y madurando
migra hasta el exterior del ovario para recorrer el tracto reproductivo de la hembra
hasta el lugar donde se produce la fecundació n o unió n del ó vulo con el
espermatozoide que puede ser en la vagina o el ú tero dependiendo de la especie. Una
vez formado el huevo o cigoto, comienza la reproducció n celular, diferenciá ndose las
tres capas que describen a los amniotas: corion, amnios y alantoides, que irá n también
evolucionando a medida que se reproducen sus células, especializá ndose en
determinadas funciones que dará n lugar al desarrollo del nuevo individuo.

3.9.6 Prolificidad y cuidado de la descendencia

Algunos mamíferos dan a luz muchas crías escasamente desarrolladas en cada


estació n reproductiva. A pesar de este estado relativamente subdesarrollado, los
jó venes tienden a alcanzar la madurez relativamente pronto, pudiendo reproducirse
sin haber alcanzado el tamañ o o el aspecto de individuos maduros. Normalmente esto
va relacionado con altos índices de mortalidad y baja esperanza de vida como ocurre
con los roedores o los antiguos insectívoros.

En el otro extremo del espectro de la historia de la vida, otras especies dan a luz un
escaso nú mero de individuos en cada parto. Estas especies tienden a vivir en
ambientes estables donde la competició n por los recursos es el ú nico obstá culo para la
supervivencia y el éxito reproductivo. La estrategia de estas especies es invertir
energía y algunos recursos en conseguir descendientes altamente desarrollados que
consigan ser buenos competidores. Los cetá ceos, los primates y los artiodá ctilos son
ejemplos de las ó rdenes que siguen este patró n general.

Todas las crías de mamíferos tienen que alimentarse de leche durante un cierto
tiempo al inicio de su vida, y este alimento só lo puede proporcioná rselo su madre, por
lo que la vinculació n existente entre madre e hijo es imprescindible para que las crías
puedan comenzar el desarrollo extrauterino. La leche es un líquido orgá nico
43
producido por las glá ndulas mamarias, rica en grasas, hidratos de carbono, proteínas,
y los minerales necesarios para el crecimiento de los recién nacidos.

La lactancia puede suponer un desgaste energético para la madre superior al de la


gestació n, pero la leche es imprescindible para que las crías, una vez fuera del ú tero
materno puedan mantener su temperatura corporal, y crezcan y se desarrollen
adecuadamente. Pero no só lo tienen que alimentarlas, las hembras tienen que
proteger a sus crías de los depredadores, y éstas a su vez tienen que aprender de sus
madres los mecanismos que les permitirá n seguir con vida, por lo que en muchas
especies, la descendencia permanece con la madre después de la lactancia durante un
cierto período.

Por regla general, los machos dedican má s esfuerzo a la difusió n de su material


genético que a la protecció n y cuidado de la descendencia. Y esto es má s frecuente
cuanto menos estable sea la relació n entre el macho y la hembra. Así, aquellas
especies que establecen relaciones monogá micas son las que manifiestan mayor
interés de los machos por la protecció n de la descendencia.

En otras ocasiones, el macho participa en la protecció n de la descendencia de forma


indirecta, dedicá ndose a la protecció n del territorio que ocupa la manada o la
preservació n de los recursos alimenticios.

No obstante, en ciertos casos, el comportamiento de los machos en relació n a este


asunto, varía en funció n de las condiciones ambientales, responsables directas de la
disponibilidad alimenticia.

Independientemente del tipo de apareamiento, algunas especies como titíes o leones


africanos, comparten el cuidado de la descendencia de todas las hembras del grupo.

La mayoría de los mamíferos hacen uso una guarida o una jerarquía social para la
protecció n de sus jó venes. Otros, sin embargo, nacen bien desarrollados y pueden
valerse por sí mismos relativamente poco tiempo después del nacimiento. Los má s
notables de este respeto son los artiodá ctilos tales como ñ ú es o jirafas. Los jó venes
cetá ceos deben también ser capaces de nadar por sí mismos poco después del
nacimiento.

44
Exactamente igual que asistimos a grandes diferencias en cuanto a tamañ o, forma o
comportamiento de las distintas especies, también la esperanza de vida de estos
animales varía enormemente de unas especies a otras.

Por norma general, puede asegurarse que cuanta menos envergadura tiene un
mamífero, menor es su esperanza de vida. Sin embargo, los murciélagos constituyen la
excepció n que confirma esta regla, pues aun siendo relativamente pequeñ os, pueden
vivir en condiciones naturales incluso má s de dos décadas, lo que es bastante má s
tiempo que el que viven muchas especies de mayor tamañ o.

Como norma general, los animales en cautividad suelen vivir má s tiempo que los
salvajes, algo que resulta evidente teniendo en cuenta que sus condiciones de vida
está n controladas para que les resulten favorables.

La esperanza de vida de los mamíferos salvajes se extiende desde un añ o o algo menos


hasta aproximadamente 70-80, si bien, algunas especies pueden sobrepasar esta edad;
el mamífero má s longevo que se conoce es la ballena de Groenlandia (Balaena
mysticetus) puede llegar a vivir má s de 200 añ os. Se considera que la edad má xima
que puede alcanzar un humano es de 120 añ os.

3.10Respiración y circulación sanguínea de los


mamíferos
3.10.1 Aparatos circulatorio y respiratorio
Para conseguir mayor eficacia de la respiració n y distribució n del oxígeno a las
células, los aparatos circulatorio y respiratorio se vuelven má s complejos que los de
los reptiles. En primer lugar, el corazó n se divide en cuatro cavidades, dos aurículas
que reciben la sangre, y dos ventrículos que la expulsan.

De este modo, la sangre oxigenada procedente de los pulmones, llega a la aurícula


izquierda y es distribuida a todo el organismo desde el ventrículo del mismo lado. La
sangre que retorna del organismo carente de oxígeno, lo hace a la aurícula derecha,
siendo impulsada desde el ventrículo correspondiente hasta los pulmones, donde se
oxigenará y retornará nuevamente al corazó n. Estos animales, por tanto, disponen de
dos circuitos independientes para la circulació n de la sangre, el pulmonar y el
sistémico.

45
Pero ademá s, los eritrocitos (gló bulos rojos) han perdido el nú cleo de tal modo que el
volumen desocupado permite una mayor cantidad de hemoglobina en el interior de la
célula, aumentando por tanto la capacidad de transporte de oxígeno.

Tanto el corazó n como los pulmones, son relativamente grandes en los mamíferos,
ocupando la mayor parte de la cavidad torá cica. En algunos grupos taxonó micos
asistimos ademá s a un aumento del volumen de los pulmones, como es el caso de los
murciélagos, en los que éstos son proporcionalmente tres veces má s grandes que en
las especies terrestres. Los pulmones son unos ó rganos esponjosos que constan de
una estructura ramificada de canales para la circulació n del aire llamadas bronquiolos
que desembocan en unos sacos de naturaleza epitelial, conocidos como alvéolos, en
los que se produce el intercambio de gases (oxígeno y dió xido de carbono) entre el
aire inspirado y la sangre. La estructura dendrítica de bronquiolos y alvéolos tiene
como consecuencia un notable aumento de la superficie de intercambio,
incrementando por tanto la capacidad respiratoria de los animales. Se considera que
la superficie media de intercambio de gases en un humano, es má s de 40 veces la
correspondiente a la piel de todo su cuerpo.

Los bronquiolos van agrupá ndose y formando los bronquios, a través de los cuales el
aire circula entre los pulmones y la trá quea que comunica con la cavidad buco-nasal
mediante la laringe.

3.10.2 Sistema nervioso y órganos de los sentidos de los


mamíferos
Sistema nervioso
Sistema nervioso central

Si bien, las diferencias son notables entre el cerebro de un monotrema y el de un


delfínido o un primate antropomorfo, en general, la masa cerebral de todos los
mamíferos presenta una complejidad y un grado de desarrollo que no tiene
comparació n en el reino animal. A medida que avanzamos dentro de la clase hacia
especies má s evolucionadas, la corteza cerebral o substancia gris, considerada la parte
noble del cerebro incrementa su volumen, a la vez que lo hace el nú mero y
complejidad de sus circunvoluciones. El volumen del cerebelo es también mayor en
los mamíferos.

46
La actividad psíquica de los mamíferos es muy superior a la del resto de los animales,
y en las especies má s evolucionadas se aprecian rasgos de memoria e incluso de
inteligencia.

El sistema nervioso central (SNC) está constituido por el encéfalo y la médula espinal.
Está n protegidos por tres membranas: duramadre (membrana externa), aracnoides
(membrana intermedia), piamadre (membrana interna) denominadas genéricamente
meninges. Ademá s, el encéfalo y la médula espinal está n protegidos por envolturas
ó seas, que son el crá neo y la columna vertebral respectivamente.

Las cavidades de estos ó rganos (ventrículos en el caso del encéfalo y conducto


ependimal en el caso de la médula espinal) está n llenos de un líquido incoloro y
transparente, que recibe el nombre de líquido cefalorraquídeo. Sus funciones son muy
variadas: sirve como medio de intercambio de determinadas sustancias, como sistema
de eliminació n de productos residuales, para mantener el equilibrio ió nico adecuado y
como sistema amortiguador mecá nico.

Las células que forman el sistema nervioso central se disponen de tal manera que dan
lugar a dos formaciones muy características: la sustancia gris, constituida por los
cuerpos neuronales, y la sustancia blanca, formada principalmente por las
prolongaciones nerviosas (dendritas y axones), cuya funció n es conducir la
informació n. En resumen, el sistema nervioso central es el encargado de recibir y
procesar las sensaciones recogidas por los diferentes sentidos y de transmitir las
ó rdenes de respuesta de forma precisa a los distintos efectores. Y se puede decir que
el sistema nervioso central es uno de los má s importantes de todos los sistemas que se
encuentra en nuestro cuerpo.

Regeneración
Debido a la gran especializació n de sus células, el sistema nervioso central no se
regenera o tiene muy limitada esa capacidad, en comparació n con el sistema nervioso
periférico.

Sistema nervioso periférico


El sistema nervioso periférico o SNP, es el sistema nervioso formado por nervios y
neuronas que residen o extienden fuera del sistema nervioso central, hacia los
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miembros y ó rganos. La diferencia con el sistema nervioso central está en que el
sistema nervioso periférico no está protegido por huesos o por barrera
hematoencefá lica, permitiendo la exposició n a toxinas y a dañ os mecá nicos. Es el que
coordina, regula e integra nuestros ó rganos internos, por medio de respuestas
inconscientes.
Se subdivide en:

Sistema nervioso somá tico: Activa todas las funciones orgá nicas (es activo).
Sistema nervioso autó nomo o vegetativo: Protege y modera el gasto de energía. Está
formado por miles de millones de largas neuronas, muchas agrupadas en nervios.
Sirve para transmitir impulsos nerviosos entre el S.N.C y otras á reas del cuerpo.
Nervios periféricos: Tienen tres capas: endoneuro, perineuro y epineuro.
Sistema nervioso Somático
Nervios espinales, que son los que envían informació n sensorial (tacto, dolor) del
tronco y las extremidades hacia el sistema nervioso central a través de la médula
espinal. También envían informació n de la posició n y el estado de la musculatura y las
articulaciones del tronco y las extremidades a través de la médula espinal. Reciben
ó rdenes motoras desde la médula espinal para el control de la musculatura
esquelética; y son 31 pares de nervios cada uno con dos partes o raíces una sensitiva y
otra motora.
La sensitiva es la que lleva los impulsos desde los receptores hasta la médula espinal.
La motora es la que lleva los impulsos desde la médula espinal hasta los efectores
correspondientes.Siempre se tienen que tomar en cuenta los nervios raquideos

Nervios craneales, que envían informació n sensorial procedente del cuello y la cabeza
hacia el sistema nervioso central. Reciben ó rdenes motoras para el control de la
musculatura esquelética del cuello y la cabeza; y son 12 pares de nervios craneales.
Sistema nervioso Autónomo

Regula las funciones corporales, controla la musculatura lisa, la cardíaca, las vísceras y
las glá ndulas por orden del sistema nervioso central.

Rama simpá tica: implicada en actividades que requieren gasto de energía.

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Rama parasimpá tica: encargado de almacenar, conservar la energía, ademá s de
motilidad gá strica.
Rama entérica: regula la actividad gastrointestinal y coordina los reflejos
peristá lticos.
Lo componen raíces, plexos y troncos nerviosos.
Raíces:
Raíces cervicales
Raíces torá cicas = Raíces dorsales
Raíces lumbares
Raíces sacras
Plexos:
El plexo cervical es el plexo nervioso má s superior en el sistema nervioso periférico.
Está formado por los ramos anteriores de los primeros cuatro nervios cervicales (de
C1 a C4), ramos que con excepció n del primero, se dividen en ramos ascendentes y
descendentes, uniéndose con los ramos adyacentes formando bucles. Se encuentra a
lo largo de las primeras cuatro vértebras cervicales, anterolateral al mú sculo elevador
de la escá pula y escaleno medio, y en la profundidad del mú sculo
esternocleidomastoideo.

Plexo braquial
Plexo lumbosacro
Nervios:

Pares craneales
Nervios de miembros superiores
Nervios de miembros inferiores
Desde el punto de vista funcional el sistema nervioso se divide en:

Componente Sensorial (aferente) que recibe y transmite impulsos al SNC para


su procesamiento
Componente motor (eferente) que se origina en el sistema nervioso central y
transmite impulsos a ó rganos efectores en la totalidad del cuerpo; y este a su
vez se divide en:
Sistema somá tico, en el que los impulsos que se originan en el sistema nervioso
central se transmiten directamente a través de una neurona a un musculo
esquelético

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Sistema autó nomo recibe los impulsos del SNC y se transmite primero a un
ganglio autó nomo a través de una neurona; una segunda neurona que se
origina en el ganglio autó nomo lleva a continuació n el impulso a musculo liso y
musculo cardiaco o glá ndulas

EXAMEN N°

NOMBRE Y APELLIDO: __________________________________________________________


CODIGO: ____________
FECHA: ____________

CUESTIONARIO

1. DEFINICIÓN DE BOTÁNICA

2. FISIOLOGÍA VEGETAL

3. ¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS PLANTAS Y DE LA VIDA


VEGETAL QUE CONDUCEN A LA FISIOLOGÍA ESPECIALIZADA?

4. COMENTE TODO DE LA ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA ANIMAL

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