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1 ¿Para qué sirven los reglamentos?

Un reglamento es un documento que especifica una regla (Norma jurídica).


También se le conoce para regular un comportamiento o para regular todas las
actividades de los miembros de una comunidad. Establecen bases para la
convivencia y prevenir los conflictos que se puedan generar entre los individuos.
La aprobación corresponde a las reglas poder ejecutivo, aunque los
ordenamientos jurídicos actuales reconocen potestad reglamentaria a otros
lugares del Estado.
Por lo tanto, según la mayoría de la doctrina jurídica, se trata de una de
las fuentes del derecho, formando pues parte del ordenamiento jurídico. La
titularidad de la potestad reglamentaria viene recogida en la Constitución. También
se le conoce como reglamento a la colección ordenada de reglas o preceptos.
Los reglamentos son la consecuencia de las competencias propias que el
ordenamiento jurídico concede a la Administración, mientras que las disposiciones
del poder ejecutivo con fuerza de ley (decreto ley) tiene un carácter excepcional y
suponen una verdadera sustitución del poder legislativo ordinario.

2. ¿Quién los expide?

Los reglamentos son establecidos por la administración de cualquier organización.


Si es una institución, son los administrativos, como los directores o jefes. Si es en
el gobierno es por la administración pública. En México, como en la gran mayoría
de los países del orbe, encontramos que dentro de sus respectivos ámbitos
jurídicos, que la función de reglamentar diversas leyes que son expidas por el
Congreso de la Unión corresponde al Presidente de la República, siendo así que
en nuestro país acorde y de conformidad con lo que dispone la fracción I del
artículo 89 de nuestra vigente Carta Magna, la denominada por la doctrina como
facultad reglamentaria del Presidente de la República, facultad que constituye una
excepción a la división de poderes, en virtud de que siendo los reglamentos
normas abstractas, generales e impersonales, son actos materialmente
legislativos y formalmente administrativos. La citada facultad reglamentaria que
corresponde al Poder Ejecutivo es en razón de que la finalidad de los reglamentos
doctrinariamente hablando es la de facilitar y hacer factible la ejecución de la ley,
la cual es considerada como la función típica y natural del Ejecutivo. Es así que los
reglamentos deben limitarse a desarrollar y precisar los preceptos contenidos en
las leyes, pero no se podrá perder de vista que no pueden ni contrariar ni exceder,
corregir o subsanar el alcance de los diversos cuerpos normativos, que en materia
fiscal, en el caso que ahora nos ocupa. Es así que la finalidad del reglamento será
únicamente precisar, detallar o desarrollar los diversos preceptos emitidos por el
órgano a quien nuestra Ley Fundamental ha delegado la función legislativa .
3. Mencione un ejemplo del reglamento:

Los ejemplos de reglamentos más destacados son los estatales, los locales, los


autonómicos, los de instituciones educativas o de seguridad, entre otros. En los
reglamentos se expresan verbalmente las reglas o normas que deben cumplir las
personas en una determinada área. Por ejemplo, el reglamento para jugar al
fútbol.

Estos reglamentos orientan sobre el comportamiento de las personas en


diferentes lugares donde se desenvuelven, ya sean empresas, conjuntos
residenciales, instituciones educativas, entre otros.

Foro
1.- ¿Qué es la jerarquía de leyes?
Las leyes, o sea, las reglas socialmente obligatorias, impuestas por las
autoridades que ejercen el gobierno de un estado a través de los órganos
legislativos correspondientes, son muchas, y emanadas de varios de estos
órganos competentes para dictarlas. Todas ellas deben ser respetadas, pero
pueden existir casos en que exista contradicciones entre las normas, y para ello,
debe atenderse a su orden de importancia, que les otorga una jerarquía.

2.- ¿Qué jerarquía tiene la Ley Federal del Trabajo? 


La Ley Federal del Trabajo de 1970 es la máxima ley de derecho laboral en
México y solo está por encima de ella la Constitución Política, en la cual se
consagró el derecho al trabajo en su artículo 123. Aunque el derecho y la
protección del trabajo están presentes en dicha Constitución desde su
promulgación en 1917, fue hasta el 18 de agosto de 1931 que se entregó al
Ejecutivo la Ley Federal del Trabajo y se publicó en el Diario Oficial del 28
de agosto de 1931, entrando en vigencia a partir de su publicación. Esta Ley
fue abrogada al entrar en vigor la ley actual: a partir del 1o. de mayo de
1970, con excepción de los artículos 75 y 87 que entraron en vigor el día 1o.
de julio de 1970, y el artículo 80 que entró en vigor el día 1o. de septiembre
de 1970.

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