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ÁREA DISCIPLINAR CURRICULAR: MARCO JURÍDICO DE LOS

PROCESOS PRODUCTIVOS

3° 1° ELECTRÓNICA (2020)
Palaya 43147132

INSTANCIA DE INTENSIFICACIÓN PEDAGÓGICA (Diciembre 2020)

Contrato
Derecho Civil
El contrato es un acto jurídico en virtud del cual dos o más partes
acuerdan crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones
jurídicas de índole patrimonial (artículo 957 Código Civil y Comercial).

Se basa en los principios de autonomía de la voluntad, por el cual


las partes pueden contratar libremente sobre lo que deseen (siempre
que no se vean afectados el orden público, la moral y las buenas
costumbres), y en el de buena fe, que obliga a los negociantes a
celebrar, interpretar y ejecutar los contratos conforme a ella. Eso sí,
una vez concluido el acuerdo, las partes deberán someterse a lo
estipulado como si ello fuera la ley misma (denominado efecto
vinculante de los contratos).

Como presupuestos de los contratos podemos mencionar la


capacidad para contratar y el consentimiento. El primero estará
cubierto siempre que la persona sea mayor de edad (dieciocho años o
más) y no pesaren sobre ella declaraciones de incapacidad o
inhabilitación, o, en su defecto, ejerza el derecho por medio de sus
respectivos representantes legales. El segundo, cuando la voluntad
de las partes fuera otorgada libremente, es decir, sin ningún tipo
de coacción, de engaño o de error provocados sobre cualquiera de
ellas con el fin de obtener su conformidad.

Son elementos de los contratos:

1. El objeto (materia sobre la que versa). El objeto debe ser lícito,


posible, determinado o determinable, de interés para las partes y
pasible de valoración económica (art. 1003 Código Civil y Comercial).
2. La causa (el por qué y el para qué se contrata). La causa debe
existir desde el momento de la formación del contrato y hasta su
celebración y ejecución (art. 1013 Código Civil y Comercial), y debe
ser lícita (art. 1014 Código Civil y Comercial).
3. La forma (si debe hacerse por escritura pública, por documento
privado, por escrito, con testigos, etc.). Respecto a la forma, en
nuestro país rige la libertad de formas (art. 1015 Código Civil y
Comercial). Esto significa que, como principio general, no deben
llevar una formalidad determinada, excepto que la ley lo disponga
(por ejemplo en el caso de contratos relativos a bienes inmuebles,
ellos deben otorgarse por escritura pública).
Por otra parte, los contratos pueden clasificarse en: unilaterales o
bilaterales (según si una o ambas partes se obligan hacia la
otra), onerosos o gratuitos (dependiendo de si las prestaciones son
recíprocas o si solo una de las partes obtiene
beneficios), conmutativos o aleatorios (de acuerdo a si las
ventajas para todos los contratantes son ciertas o
inciertas), nominados o innominados (según posean o no
regulación específica en la ley), instantáneos o de tracto
sucesivo (según su ejecución se produzca en un solo momento o se
extienda en el tiempo.

COMPRAVENTA

El contrato de compraventa es un contrato consensual, en el cual,


uno de los sujetos —vendedor— acuerda con otro —comprador— la
entrega pacífica de la posesión de una cosa comerciable, y cuya
obligación para el comprador consiste en pagar por ella un costo
determinado.

De manera práctica, cuando dos personas se ponen de acuerdo


en cosa y precio, se establece entonces un contrato de
compraventa.
Esto ocurre aunque no haya entrega de cosa ni costo definido, ya
que lo que genera el contrato es la obligación del vendedor
de entregar la cosa y del comprador pagar el precio.
Se dice que la entrega del bien es pacífica porque el comprador no se
hace propietario de la cosa comprada cuando paga por ella, sino
hasta cuando se la entregan.

Características principales de un contrato de compraventa

Para evitar complicaciones futuras, siempre es


recomendable redactar un contrato con una base legal que lo
valide. En el caso de los contratos de compraventa, estos pueden
redactarse libremente, por lo que cada en cada caso se considerará lo
que es oportuno incluir en él.
Por supuesto, hay ciertos datos importantes que no deberán
faltar, como el nombre completo de las partes interesadas, así
como los datos del objeto que se va a transferir.
Cuanto más rigurosos seamos a la hora de redactar nuestro
modelo de contrato, más clara será la transferencia y se
minimizarán los problemas para ambas partes.
Entre las características del contrato de compraventa encontramos
que es:
Bilateral y recíproco
Porque engendra derechos y obligaciones para ambas partes.
Oneroso
Lo que quiere decir que ambas partes tienen obligaciones y
ventajas económicas recíprocas.
Conmutativo
Genera obligaciones y cargas contractuales equivalentes y
recíprocas entre las partes.
Consensual
Para su formalización, se requiere de la voluntad explícita de las
partes contratantes, es decir, la manifestación del consentimiento.
Principal
El contrato de compraventa existe por sí solo, pues no depende de
otro contrato.

Tipos de contrato de compraventa


Dentro de la compraventa, podemos encontrar algunas variaciones
de contratos. Algunos de los más comunes son los siguientes:
Compraventa con reserva de dominio
En esta modalidad, el traspaso posesorio es realizado en el momento
de la perfección del contrato, quedando la transmisión de la
propiedad supeditada al cumplimiento de una determinada condición.

Compraventa con pacto de preferencia


Modalidad por la que nace la obligación para el comprador de
permitir, en caso de futura venta, que una determinada persona
adquiera la cosa, con prioridad sobre el resto de eventuales
compradores.

Compraventa con retracto convencional


Se atribuye al vendedor un derecho subjetivo, por el que puede
recuperar la cosa vendida.

Compraventa a prueba o ad gustum


Compraventa sometida a la condición futura e incierta de superar una
prueba o degustación que permita averiguar si la cosa posee la
calidad expresa o tácitamente convenida.
Contrato de permuta
Consiste en el intercambio de cosa por cosa.

Pacto in diem addictio


En virtud de este pacto, el vendedor se reserva la facultad de
considerar ineficaz un contrato de compraventa, válido y perfecto, si
dentro de un determinado plazo (in diem) encontrara otro comprador
que ofreciera mayor precio o condiciones de pago más ventajosas.

Permuta
En general, el contrato de permuta es muy similar al contrato de
compraventa, ya que consiste en un acuerdo entre dos partes, cuyo
fin es hacer un intercambio de prestaciones para conseguir un
beneficio.
Teniendo esto en cuenta, podemos decir que la principal diferencia
entre la permuta y la compraventa es que en la compraventa
existe precio y en la permuta no. Es decir, la permuta es un
intercambio de cosas sin precio.
Cabe también un tipo de permuta con entrega de dinero, por
ejemplo, cuando alguien compra un vehículo nuevo a cambio de su
vehículo usado y una parte restante en dinero.

¿Qué es el contrato de permuta?

El contrato de permuta es aquel por el cual cada uno de los


contratantes se obliga a dar una cosa para recibir otra.
En estos casos, cuando la adquisición de una cosa consiste en
una parte en dinero y otra parte en otra cosa, se definirá si el
contrato es permuta o compraventa por la intención manifiesta
de los contratantes.
Ahora bien, si esta intención no es clara o no consta por escrito,
el contrato se considerará como permuta, siempre que el valor
de la cosa dada en parte exceda al del dinero o su equivalente.

Características del contrato de permuta

Entre las principales características que definen al contrato de


permuta podemos encontrar las siguientes:
Consensual
Ya que las partes se obligan a transmitirse las respectivas cosas
objeto del contrato. Por tanto, para su formalización, se requiere
de la voluntad explícita de las partes contratantes.
Oneroso
La prestación de cada una de las partes es causa de la
correspondiente contraprestación. Ambas partes obtienen
obligaciones y ventajas económicas recíprocas.
Bilateral y recíproco
Porque engendra derechos y obligaciones para ambas partes; en
este caso, entregar una cosa o derecho por otro.
Traslativo de dominio
Se consuma cuando se entrega la cosa. Esta entrega supone la
transmisión de la propiedad de lo permutado.

Tipos de contrato de permuta


Dentro de la permuta, podemos encontrar algunas variaciones de
contratos. Algunos de los más comunes son los siguientes:

Permuta de viviendas o inmuebles


Ocurre cuando se intercambian propiedades —viviendas, terrenos,
locales, etc.— con valores comerciales equivalentes. Este proceso
puede darse entre particulares, al igual que un contrato de
compraventa, y es relativamente sencillo, si no hay hipotecas
pendientes en las viviendas.

Además, ambas partes deberán:


 Acudir al notario para formalizar la correspondiente escritura en el
Registro de la Propiedad.
 Responder en caso de que la propiedad presente vicios ocultos,
defectos de construcción, estéticos, y demás.

Permuta de muebles

El concepto es el mismo que el anterior, con la particularidad de


que los muebles pueden ser llevados al lugar de la entrega.
Así mismo, no se requiere de que el titular se encuentre inscrito
en el Registro de la propiedad, salvo que así lo determinen las
partes interesadas.
Pueden intercambiarse:
 Todo aquello que pueda venderse: vehículos, animales, muebles,
productos de un comercio, material de trabajo, etcétera
 También puede intercambiarse una cosa a cambio de un servicio o
un derecho, siempre y cuando el valor de ambos sea equivalente o
cercano.
Permuta de derechos y servicios

Consiste en la permuta de derechos reales o personales, como el


derecho de usufructo, de crédito, de sucesión hereditaria,
etcétera.
Así mismo, es posible el intercambio de servicios, siempre
y cuando estos sean equivalentes.

Posesión
Poder de una persona sobre una cosa o cosas. La posesión requiere
dos elementos: el corpus, o exte- riorización de dicho poder sobre la
cosa, aunque no consista en su efectiva tenencia física, y el animus, o
intención de poseer la cosa. Se discute si la posesión en un simple
hecho o un verdadero derecho, siendo la doctrina mayori- taria la que
defiende la naturaleza de la posesión como un verdadero derecho
debido a las disposiciones del CC. Existen diversas clasificaciones de
la posesión: natural y civil, en nombre propio y nombre ajeno, en
concepto de dueño o en concepto distinto de dueño, de buena fe o
mala fe, y mediata o inmediata.
CC, arts. 430 ss.
Coposesión; Posesión de buena fe y mala fe; Posesión mediata e
inmediata; Servidor de la posesión.
(Derecho Civil) Dominio ejercido de hecho sobre una cosa corporal y
correspondiente, en la intención del poseedor, al ejercicio de un
derecho real. Se opone a la tenencia, que implica el reconocimiento
del derecho ajeno, bien que sea ella idéntica a la posesión en su
manifestación exterior (p. ej., Arrendatario). V. Animus, Corpus,
Tenencia.
Es un hecho, consistente en el señorío efectivo sobre una cosa, que
conlleva unos efectos jurídicos y que lo configuran como un derecho
real provisional. La ley valora y protege el hecho posesorio con
independencia de la causa del poder de dominación del poseedor
sobre la cosa poseída (propiedad, usufructo, etc.). La protección legal
se proyecta sobre un hecho que puede ser la apariencia de un
derecho. La posesión no prevalece sobre la propiedad u otros
derechos reales; de ahí que la posesión ejercida por un no propietario
no es un gravamen de la cosa poseída, ni la transmisión de la
posesión equivale a un acto dispositivo de la cosa.
DOMINIO
Del latín dominĭum, el dominio es la facultad o la capacidad que
dispone una persona para controlar a otras o para hacer uso de lo
propio. El concepto puede asociarse a la potestad o a la autoridad.
En el campo del derecho, el dominio está relacionado al derecho de
propiedad que es el poder que un individuo dispone sobre un bien
de manera inmediata y directa. Gracias a esta propiedad, el titular del
dominio puede disponer de lo suyo de la manera que desee, teniendo
como limitación sólo aquello que estipula la legislación vigente.
Con respecto a dicha acepción del término que nos ocupa hay que
subrayar que existen dos tipos de dominios claramente diferenciados,
en base a lo que es el sujeto que los tiene. Así, en primer lugar,
tendríamos que hablar de dominio público. Con él lo que se expresa
es que una propiedad, tanto derechos como bienes en concreto, está
destinada a lo que es el uso de toda la colectividad.

Así, por ejemplo, podemos determinar que un camino o carretera


puede ser de dominio público al igual que puede suceder con un
Ayuntamiento o un hospital que sea de este carácter citado.

El segundo tipo de dominio que queremos dejar patente es el llamado


privado. En este caso se define al mismo como el derecho que sobre
una propiedad o un bien determinado tiene un grupo concreto y no
toda la colectividad. De esta manera, podemos determinar que una
empresa o una parcela pueden ser de dominio privado.

No obstante, aunque estas dos son las modalidades más frecuentes


de dominio, no podemos pasar por alto que existen otras como la
particular, la corporal o la inmueble.

CONDOMINIO
Condominio, en derecho civil, consiste en la situación en la que
la propiedad de una cosa es compartida por dos o más personas. Por
extensión, en Latinoamérica se denomina así a un inmueble bajo el
régimen de propiedad horizontal, aunque existen lugares donde se
representa como un conjuntos de varias casas de lujo, separadas de
manera prudencial una de otra bajo el concepto de conjunto
residencial.
En el condominio es importante regular la forma en que los
copropietarios van a tomar las decisiones con respecto a la propiedad
que tienen en común. A tal efecto, pueden darse relaciones
de mancomunidad o de solidaridad. También es importante regular
los casos de extinción de la copropiedad y disolución de la comunidad
de bienes.
Condominio es un supuesto de comunidad de derechos reales. Ésta
se produce por la existencia de una pluralidad de sujetos titulares de
un derecho igual sobre la misma cosa, cuando el derecho real
respecto del cual se establece tal comunidad tiene el carácter de
exclusividad.
Son caracteres generales del condominio:
I. La Titularidad plural o pluralidad de sujetos: La existencia de más
de un sujeto, titular del derecho (varias personas) que es esencial en
el condominio, que pueden tratarse de personas físicas o jurídicas;
II. La Unidad de objeto: Siempre se trata de cosas, y si se trata de
más de una, son tratadas como una unidad recayendo el derecho
sobre la totalidad de cada una de ellas;
III. Titularidad en cuotas o partes indivisas: El derecho de propiedad
pertenece a varias personas por una parte indivisa. Esta parte
indivisa es una cuota ideal o abstracta del derecho de dominio entero
y que no corresponde con ninguna parte física o materialmente
determinada de la cosa. El derecho de propiedad que pertenece a
cada condómino, se proyecta sobre la totalidad de la cosa.
Es posible que pertenezca a varias personas, por una parte indivisa
de una cosa mueble o inmueble.

PROPIEDAD HORIZONTAL

La propiedad horizontal es el derecho real que se ejerce sobre un


inmueble propio que otorga a su titular facultades de uso, goce y
disposición material y jurídica que se ejercen sobre partes privativas
y sobre partes comunes de un edificio, de conformidad con lo que
establece este Título y el respectivo reglamento de propiedad
horizontal. Las diversas partes del inmueble así como las facultades
que sobre ellas se tienen son interdependientes y conforman un todo
no escindible.

Derechos y deberes del consumidor

Derecho: A elegir libremente un determinado bien o servicio


Derecho: A acceder a una información veraz y oportuna
Derecho: A no ser discriminado arbitrariamente por parte de los
proveedores de bienes y servicios
Derecho: A la seguridad en el consumo de bienes y servicios
Derecho: A la reparación e indemnización
Derecho: A la educación para un consumo responsable
Derecho: A retracto o a terminar un contrato o venta sin la voluntad
del proveedor
Derecho: A garantía, cambio, devolución del dinero o reparación
Derecho: A cerrar cuenta bancaria o de multitienda en 10 días sin
que le pongan problemas
Derecho: A la libertad de aceptar los productos o rechazar ventas
atadas de productos y servicios no solicitados
Derecho: A que las empresas no cambien las condiciones o costos del
contrato si usted no está de acuerdo
Derecho: A contar con la validez de una cotización
Derecho: A que no se envíen a su domicilio o lugar de trabajo,
productos o contratos
Derecho: A que no le exijan comprar con la tarjeta de la casa
comercial donde está comprando
Derecho: A que al renovar o reponer su tarjeta, no se cambien las
condiciones contratadas, ni le impongan un nuevo contrato
Derecho: A cancelar la hipoteca en 15 días y a que ésta sólo
garantice el crédito y no todas sus deudas
Derecho: A que no limiten su medio de pago electrónico en caso de
que tenga cuenta en otro banco
Deber: Realizar sus compras y contrataciones sólo en el comercio
establecido
Deber: Leer detalladamente los contratos antes de firmarlos
Deber: Tomar sus decisiones de compra libre e informadamente
Deber: Exigir el cumplimiento de lo informado por la publicidad
Deber: Rechazar los cobros por bienes o servicios que no haya
solicitado
Deber: Informarse sobre los bienes y servicios ofrecidos en el
mercado (precio, condiciones de contratación, etc.)
Deber: Solicitar la reparación o indemnización por los daños
materiales y morales derivados de actos de consumo
Deber: Tomar las medidas que eviten riesgos derivados del uso o
consumo de bienes y servicios
Deber: No hacer denuncias sin fundamento en contra de los
proveedores de bienes y/o servicios
Deber: Informarse y buscar los medios para acceder a la educación
que le permita ser un consumidor responsable

DERECHO AMBIENTAL
En los textos, tratados y manuales de Derecho Ambiental, no
existe un consenso sobre cuáles son exactamente los principios de
este. Esta discrepancia en cuanto a la base es consecuencia de la
inmadurez del sector de ordenamiento que constituye la disciplina
ambiental.
La cuestión en este caso se complica puesto que surgen principios por
todas partes; los principios no jurídicos se convierten en
jurídicos y se proclaman en textos internacionales como
principios los que son meramente objetivos de cumplimiento o
intenciones de políticas ambientales.
En consecuencia, existen también multitud de sistemáticas que
organizan los principios sobre los que se basa el Derecho
Ambiental en base a diferentes criterios; sin embargo, en esta unidad
didáctica, se estructurarán en base a sus ámbitos de actuación. Así, se
distinguirá entre principios estructurales y principios funcionales.
PRINCIPIOS ESTRUCTURALES
No se consideran propiamente principios del Derecho Ambiental,
es decir, principios jurídico-ambientales. Sin embargo, derivan otros
principios y normas jurídicas de ellos y se constituyen como principios
estructurales de distintas estrategias de protección ambiental.
GLOBALIDAD
Una formulación más desarrollada de este principio es la conocida
frase “Piensa globalmente y actúa localmente”. El principio de
globalidad (carácter transfronterizo) tiene su base en las
interrelaciones entre los distintos ecosistemas que componen el
ambiente natural.
En la Cumbre de Río de 1992, se reconoció: “La naturaleza integral
e interdependiente de la Tierra, nuestro hogar”; y se incluye en las
conclusiones la necesidad de: “Acuerdos internacionales en los que se
respeten los intereses de todos y se proteja la integridad del sistema
ambiental y de desarrollo mundial.”
De esta forma, se reconoce que la mejor vía para establecer un control
eficaz sobre las acciones que inciden negativamente en un valor
común, como es el medio ambiente, es la adopción de tratados
internacionales y estrategias de actuación globales.
HORIZONTALIDAD
Los temas de carácter ambiental se caracterizan por afectar y,
por tanto, interesar a varios sectores, sujetos, actividades, etc. De esta
forma, cualquiera que sea el instrumento de tutela y protección
ambiental que se pretenda abordar se encontrará que está implicado
en otros ámbitos verticales.
Alenza García establece que: “Las estrategias ambientales no pueden
adoptar un enfoque sectorial o vertical, sino que necesariamente han
de situarse en una perspectiva general y horizontal.”
SOSTENIBILIDAD
Este principio trata de coordinar una acción y desarrollo
conjunto entre el respeto al medio ambiente y el crecimiento
económico.
En el informe “Nuestro Futuro común” o “Informe Brundtland,
1987” se define el desarrollo sostenible como: “El desarrollo que
satisface las necesidades de la generación del presente sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer
sus propias necesidades”.
Este principio no se asocia, por tanto, con la conservación intacta de la
naturaleza, sino con la conducción del desarrollo económico por
cauces que no comprometan el desarrollo en el futuro. Se trata, en
consecuencia, de un principio de solidaridad intergeneracional.
RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
Este principio tiene diversas manifestaciones, tanto en el ámbito de
las responsabilidades públicas como en el de las privadas. En lo
que a las responsabilidades públicas se refiere, se combina con el
principio de subsidiariedad. Se reconoce que los Estados tienen
responsabilidades comunes en la protección ambiental, bien
diferenciadas, sin embargo, como se recoge en la Declaración de Río.
La manifestación más importante de este principio hasta el momento
se plasma en el Convenio Marco sobre Cambio Climático de
1992 y en su Protocolo de Kyoto, de 1997. Este protocolo fija una
cuota global de reducción de emisiones de Gases Efecto
Invernadero (GEIs) del 5% con respecto a los niveles de 1990. Sin
embargo, el reparto por Estados de los porcentajes de reducción no es
homogéneo; en otras palabras, se han fijado deberes distintos para los
países desarrollados y para los países en desarrollo.
PRINCIPIOS FUNCIONALES
Son los principios jurídicos que orientan la redacción del
conjunto de normas relacionadas con el medio ambiente. De la
misma forma que ocurre con los principios estructurales, no existe un
consenso para establecer una lista detallada y cerrada de principios
funcionales del Derecho Ambiental. Por ello, los que se enumeran aquí
son considerados los más relevantes, tratando de evitar
reformulaciones distintas de un mismo principio.
PRINCIPIO DE PREVENCIÓN
Se basa en el hecho de que evitar un daño es preferible al remedio
del mal. Esto, en el ámbito de la protección ambiental, es
especialmente incuestionable, puesto que los daños ambientales son
irreversibles, irreparables en la mayoría de los casos; en caso de tener
remedio, dejan importantes secuelas durante largo tiempo. Es por esto
que el principio de prevención constituye la regla de oro o el
denominador común en todo el Derecho Ambiental.
La aplicación más plausible de este principio se refleja en los
controles administrativos previos a las actividades
contaminantes (autorizaciones, concesiones, etc.) y en el
establecimiento de medidas de previsión ante consecuencias
desfavorables (fianzas, seguros, responsabilidad ambiental, etc.). Otra
manifestación de este principio podría observarse en la imposición del
uso de mejores tecnologías disponibles (Best Available Techniques,
BAT).
PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN O CAUTELA
Este principio aconseja no tomar decisiones arriesgadas cuando no
se conozcan científicamente con certeza las posibles consecuencias.
El principio 15 de la Declaración de Río recoge: “Con el fin de
proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente
el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya
peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica
absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción
de medidas eficaces en función de los costos para impedir la
degradación del medio ambiente”.
Se podría confundir con el principio de prevención; sin embargo,
el principio de precaución refuerza la adopción de medidas preventivas
e impide la actividad en caso de dudas sobre la efectividad de los
remedios. El principio de precaución refuerza el principio de prevención
siempre que no se disponga de los datos necesarios para evaluar
adecuadamente la situación y las consecuencias de una actuación
determinada.
PRINCIPIO DE CORRECCIÓN EN LA FUENTE
En base a este principio todo problema medioambiental, una
vez ocurrido, debe atacarse de la forma más próxima a la fuente
que sea posible. Esta proximidad no tiene solo un componente
geográfico o espacial, sino que también hace referencia al tiempo de
actuación. En otras palabras, la actuación para remediar la
contaminación debe ejercerse lo más cerca posible de la fuente y lo
más pronto posible a partir del momento en el que se inicia el episodio
de contaminación.
CONTAMINADOR–PAGADOR
Es el conocido como “el que contamina paga”. No pretende exigir
responsabilidad por la contaminación causada, sino garantizar el
pago de los costes ambientales, tradicionalmente externalizados y
no asumidos por aquel que los estaba originando. Garantiza el pago de
la contaminación mediante la repercusión del coste ambiental al precio
de los productos contaminantes, mediante cánones, impuestos, tasas
u otros tributos ambientales.
Se relaciona con los principios de prevención y de corrección en
la fuente, ya que trata de que no se produzca la contaminación,
haciendo que esta no resulte rentable.
SUBSIDIARIEDAD
La subsidiariedad es un principio general del Derecho que, en el caso
del Derecho Ambiental, adquiere especial importancia por su relación
con el principio de corrección en la fuente, con el
de responsabilidad compartida y con el de participación.
Constituye el otro extremo de la frase “pensar globalmente, actuar
localmente”, puesto que implica la ejecución y toma de decisiones
en la instancia más próxima al problema siempre que pueda
resolverse satisfactoriamente.
PARTICIPACIÓN
Según el art. 45 de la CE: “Todos los españoles tienen el derecho a
disfrutar de un ambiente adecuado y el deber de conservarlo”.
Este precepto constitucional, unido a que el Derecho Ambiental es
eminentemente administrativo, tiene como consecuencia la
necesidad de participación ciudadana de tipo administrativo en
temas medioambientales. La normativa ambiental recoge diversas
formas de participación ciudadana, tanto de tipo orgánico (Consejos
Consultivos de Medio Ambiente) como de tipo funcional (encuestas,
trámites de información pública, vigilancia ambiental, etc.).

Recursos naturales.
Concepto
El entorno natural ofrece al hombre un conjunto de elementos de
origen animal, vegetal, químico y energético que constituyen parte del
ambiente en que transcurre su existencia.

Todos estos elementos: no son utilizados o aprovechados por el


hombre para el desenvolvimiento de sus actividades y, por lo tanto, en
el sentido estricto del término, no constituyen un recurso natural; es
necesario para que cada uno de ellos ingrese a la categoría, que
aporten al género humano alguna utilidad física o estética,
actual o potencial.

Naturaleza y recursos naturales, no se presentan como conceptos


equivalentes, aunque cada día resulta más difícil establecer el límite
entre ambos.

Diferencias entre elementos naturales y recursos


naturales, siendo los primeros todas las cosas que la naturaleza
brinda, independientemente de su utilidad. Los recursos naturales, en
cambio, son los elementos o cosas naturales que el hombre aprovecha
para su propia existencia material o estética.
– Suelo.
– Atmósfera y espacio aéreo.
– Agua.
– minerales y rocas.
– Flora y fauna silvestre.
– Bellezas panorámicas o escénicas.
– Energía.

Clasificación de los Recursos Naturales

a) Recursos renovables o no agotables: aquellos que la naturaleza


constantemente regenera y no existe amenaza de extinción o
agotamiento.
b) Recursos no renovables o agotables: aquellos cuya explotación
lleva indefectiblemente a la extinción de la fuente productora. La
clasificación clásica entre recursos renovables y no renovables se
refiere al recurso puesto en su fuente de origen aunque el recurso una
vez extraído pueda ser utilizado y consumido por un plazo mas o menos
extenso.
c) Recurso natural cultural: La actividad del hombre participa en su
creación o generación, por ejemplo los cultivos, el ganado de cría, etc.

REMUNERACIÓN

Una Remuneración es el pago que pueda recibir una persona por


un trabajo bien realizado. La remuneración se obtiene como parte de
un acuerdo previo en el que una persona que actúa
como jefe, cliente, o empleador adquiere, compra o reserva los
derechos y deberes de una persona a través de un contrato
hablado o escrito para que este cumpla con una serie de tareas o
finalice la entrega de un producto. La remuneración viene al final,
cuando el trabajo está culminado y quien lo realiza recibe
su recompensa o pago. Existen varias formas en las que se pueden
definir diferentes tipos de remuneración o pago:

El Sueldo o Salario es una remuneración en la que un trabajador


recibe un pago constante por las acciones o labores que realizó en un
intervalo de tiempo determinado y en un lugar en específico señalado
en la relación de trabajo. Muchas legislaciones regulan este pago a
dos veces por mes, representándolo como un todo fraccionado en dos
partes que se pagan el 15 y el último de cada mes, 10 o 25 de
cada mes o en la fecha establecida en el contrato o acordada
entre las partes. Entre las remuneraciones de este tipo también
están incluidos todos los beneficios sociales o establecidos en el
reglamento según aplique en los distintos países.

La remuneración por trabajo realizado, por ejemplo, la que se le da a


un mecánico luego de reparar un vehículo, no es fija pero se
establece al momento de contratar un servicio que está definido
por la circunstancia o viene dado por una necesidad. La relación
termina cuando el servicio es prestado y la remuneración se
entrega luego de que el cliente comprueba que la calidad del trabajo
es la adecuada o se entrega el producto deseado.

Una remuneración extraordinaria es aquella que obtiene una


persona cuando sobresale en las funciones que desempeña en
una organización. Premios, bonos, recompensas o
simplemente regalos que otorga un jefe son las
remuneraciones que no están incluidas dentro del paquete
salarial acordado en el contrato. No necesariamente tienen que
ser monetarias, pueden ser productos, souvenirs, entre otros.

SALARIO MÍNIMO
El salario mínimo se ha definido como la cuantía mínima de
remuneración que un empleador está obligado a pagar a sus
asalariados por el trabajo que éstos hayan efectuado durante un
período determinado, cuantía que no puede ser rebajada ni en virtud
de un convenio colectivo ni de un acuerdo individual.
La finalidad del establecimiento del salario mínimo es proteger a los
trabajadores contra el pago de remuneraciones indebidamente bajas.
La existencia de una remuneración salarial mínima ayuda a garantizar
que todos se beneficien de una justa distribución de los frutos del
progreso y que se pague un salario mínimo vital a todos quienes
tengan empleo y necesiten esta clase de protección. Los salarios
mínimos también pueden ser un elemento integrante de las políticas
destinadas a superar la pobreza y reducir la desigualdad, incluyendo
las disparidades que existen entre hombres y mujeres.
Los sistemas de salarios mínimos deberían ser definidos y diseñados
de tal forma que actúen como complemento y refuerzo de otras
políticas sociales y de empleo que tienen por objeto establecer las
condiciones de empleo de trabajo (por ejemplo, las políticas en
materia de negociación colectiva).
Cuando se define un salario mínimo, es importante indicar de manera
específica qué componentes del salario podrán contabilizarse a
efectos de calcular la cuantía mínima, cuáles serán las condiciones
bajo las cuales se admitirá un pago en especie y el valor máximo de
esta parte del pago, cuál será la forma de cálculo del salario mínimo
para los trabajadores remunerados a destajo (es decir, por unidad de
obra realizada), y si la tasa mínima corresponde a una tarifa horaria o
a una tarifa mensual.
Salario mínimo vital, es la menor remuneración que debe percibir
en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de
trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda
digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y
esparcimiento, vacaciones y previsión.

"Salario mínimo, vital y móvil, es la menor remuneración que debe


percibir en efectivo un trabajador, sin cargas de familia, en Su
jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación
adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria,
transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión".
De dicha norma surge que se trata de la remuneración mínima en
efectivo Que tiene derecho a percibir un trabajador dependiente, es
decir que ningún trabajador puede
percibir una remuneración inferior a IO estipulado por ley, ya que ese
monto es el piso de toda retribución.
El salario se define como "mínimo vital" porque está destinado a
satisfacer necesidades
básicas y "móvil" porque se modifica en proporción al Producto Bruto
Interno.

SUELDO ANUAL COMPLEMENTARIO


Concepto de sueldo anual complementario o aguinaldo: Se denomina
sueldo anual complementario o aguinaldo a un salario adicional a los
doce retribuciones que se abonan por mes durante el año, que se
abona dividido en dos cuotas.
a) Oportunidad de pago
El aguinaldo se abona en dos cuotas, una el 30 de junio y la otra el
31 de diciembre (ver art. 122, LCT).
b) Cálculo del monto
El monto se calcula en base al 50% de la mayor remuneración
mensual devengada por todo concepto dentro de cada uno de los
semestres (ver la Ley N° 23.041).
Se discute si este principio es rígido y por ende se aplica literalmente
a cualquier situación. Por razones de equidad y de armonía
contextual, se afirma que cuando los ingresos mensuales sufren
grandes distorsiones, como es el caso de las retribuciones variables,
resulta pertinente no tomar la mejor retribución pues no es la normal,
y sí se opta por promediar los salarios del semestre y sobre el
resultado aplicar el cincuenta por ciento (50%).
c) Extinción del vínculo: proporcionalidad
Cuando se extingue el contrato de trabajo por cualquier causa, el
trabajador tiene derecho al sueldo anual complementario proporcional
a la porción del semestre trabajado. Se discute si corresponde extraer
la proporción del cincuenta por ciento (50%) de la mejor retribución
(conforme a la Ley N° 23.041) o si se debe calcular como lo dice la
LCT en base a la doceava parte de las retribuciones devengadas en la
porción del semestre trabajado (ver artículo 123, LCT).

Definición de Derecho Comercial


También conocido como derecho mercantil, el derecho comercial es
aquel grupo o conjunto de leyes y regulaciones que se establecen en
el ámbito económico para controlar justamente el tipo de relaciones o
vínculos que se puedan dar entre dos o más partes con fines
comerciales y de intercambio económico. El derecho comercial es un
tipo de derecho particular que agrupa cuestiones administrativas y
legales con procedimientos fiscales y económicos por lo cual es
bastante amplio en comparación con otros tipos de derecho más
resumidos o delimitados.
El derecho comercial se establece sobre la base de que los diferentes
miembros de la sociedad llevan a cabo normalmente diversos tipos de
intercambio que pueden representar ganancias o lucros. Así, el
derecho comercial se interesará por este tipo de intercambios y no
por aquellos que no signifiquen algún tipo de ganancia, para
regularlos y mantenerlos dentro de los límites de la regulación común
para todos. De este modo, el derecho comercial busca establecer
parámetros que deben ser respetados por todos aquellos que tomen
parte en actividades comerciales con el fin de ordenar y organizar
este tipo de acciones.

Un comerciante es aquel que realiza, de manera habitual o


permanente, actividades mercantiles.

Un comerciante se dedica principalmente a comprar y vender


productos en el mercado con el fin de obtener ganancias por esta
intermediación. Para poder ser considerados como tales, los
comerciantes deben cumplir con una serie de requisitos que
específica la ley, entre los que se enceuntran: el registrarse,
llevar contabilidad y cumplir con las normas de libre competencia,
entre otras obligaciones.

Concepto

El PAGARÉ es un título de crédito a la orden mediante el cual el librado


se obliga personalmente a pagar a otra persona (a su orden) la
cantidad de dinero, estipulada y en la fecha prevista. Promesa que
puede estar garantizada por los demás signatarios del título
(endosantes, avalistas, etc.).

El pagaré conforma una promesa personal de pago: el emitente de él


no ordena a nadie ese pago, (como lo hacen la letra de cambio y el
cheque) sino que se obliga él mismo, directamente a pagar la suma
indicada. Por ello, se le equipara al aceptante y aunque en verdad el
pagaré no tiene aceptación propiamente dicha, el símil que se hace
con el aceptante de la letra ha propiciado a la Corte su opinión de que
“la aceptación en el emitente del pagaré está en el otorgamiento del
mismo que asume como deudor”.” Acto en el cual él crea a su vez el
título por lo cual se le equipara al librador. De ahí la diversa
terminología utilizada para designar el obligado principal en el
pagaré: librador, emitente, aceptante o suscriptor. Conforme lo antes
expuesto se dan en nuestro sistema tres tipologías de pagarés: a)
entre comerciantes, b) por acto de comercio de parte del obligado y
c) que contenga firmas de comerciantes y de no comerciantes,
aunque respecto de éstos tenga el carácter de obligación meramente
civil. Por supuesto que las tres clases exigen como requisito sine qua
non que sea “a la orden”. La carencia de esta mención desnaturaliza
el pagaré como título de crédito.

Referencias:
 https://economipedia.com/definiciones/
 https://temasdederecho.wordpress.com/2012/05/27/
 https://www.definicionabc.com/derecho/
 https://elsalario.com.ar/Salario
 https://www.misabogados.com/blog/es/
 “Fuentes del derecho” en Wikipedia.
 “Derecho” en Enciclopedia Jurídica.
 “Law” en The Encyclopaedia Britannica.
 https://www.significados.com/derecho
 https://derecho.laguia2000.com/
 https://definicionlegal.blogspot.com/
 https://www.conceptosjuridicos.com/ar/
 http://www.enciclopedia-juridica.com/

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