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BOLIVIANO
El constitucionalismo social es la ideología por el cual el Estado ejecuta determinadas políticas
sociales que garantizan y aseguran el ‘bienestar’ de los ciudadanos en determinados marcos
como el de la sanidad, la educación y, en general, todo el espectro posible de seguridad social.
El Constitucionalismo social propugna reivindicaciones y dar prevalencia a los derechos sociales y
colectivos:
• jornada de trabajo de 8 horas,
• salario justo,
• beneficios sociales,
• seguro de enfermedad, maternidad, invalidez, vejez y muerte,
• derecho a la huelga,
• contrato de trabajo protegido por el Estado.
Sin abolir los derechos individuales de los cuales siguen gozando de la protección del Estado, pero
subordinados al bien común.
Las bases fundamentales de esta clase de Estado son:
Justicia social. Para los partidos revolucionarios, por justicia social se entiende la implantación de
sistemas socialistas.
Para el liberalismo sincero y progresivo la justicia social se condensa en el intervensionismo del
Estado sobre la economía capitalista reconociendo ciertas reivindicaciones de las clases
trabajadoras.
Para la Iglesia católica justicia social es la distribución mas justa de los beneficios del trabajo.
Economía intervenida por el Estado. En un principio impone los derechos sociales, luego
interviene en la economía a través de lo sistema regulatorio de empresas privadas, y actualmente
establece el sistema de economía plural.
• En lo político aparece el llamado (Estado Benefactor), Estado de Bienestar, Estado social, que
es un concepto, surgido en la segunda mitad del siglo XX, y parte de la premisa de que
el gobierno de un Estado debe ejecutar determinadas políticas sociales que garanticen y
aseguren el ‘bienestar’ de los ciudadanos en determinados marcos como el de la sanidad, la
educación y, en general, todo el espectro posible de seguridad social.
• El Estado social se ocupa de proteger a los individuos ante las consecuencias sociales del
desempleo y de la incapacidad laboral, la jubilación y la enfermedad, todo ello en la medida
en que lo posible y oportuno.
• Pero no solo emanan obligaciones del Estado frente a los individuos, sino también del
individuo con el Estado.
• El Estado social supone para él, obligaciones como las de ayuda y protección social, y para el
individuo, el comportamiento social y el pago de las cuotas sociales para la Seguridad Social
Características
• Economía intervenida y dirigida por el Estado.
• El Estado interviene en la relación empleado-empleador.
• Reconocimiento de derechos colectivos y la búsqueda de justicia social.
Se caracteriza porque introduce el concepto de función social de la propiedad agraria, que será la
antesala de del principio: “La tierra es para quien la trabaja”. También garantiza que el trabajo y el
capital gozan de la protección del Estado.
• Impone un seguro obligatorio de enfermedades, accidentes, invalidez, maternidad y muerte.
Salario mínimo, regula el trabajo de mujeres, aunque aun permite el trabajo infantil.
Establece vacaciones anuales con goce de salarios.
• Garantiza la libre asociación sindical y se reconoce el contrato colectivo. Por primera vez
obreros son elegidos como diputados.
El 13 de julio de 1937, Busch realizó un movimiento político
Constitucionalismo Social con el respaldo de la oficialidad militar, apoyado por la
de 1938. Gobierno Gral. ciudadanía, asume la Presidencia de la Junta de Gobierno a
German Busch los 33 años.
Ninguno ha deseado el bien del país con tanta sinceridad, durante toda una generación,
y si hubiese gobernado diez o doce años, posiblemente habría logrado la unidad de
Bolivia, y colocado al país en armonía con el ritmo de los tiempos modernos…”
Promulgó un número de reformas profundas, incluidas el
Reforma de 1945. My. reconocimiento a los sindicatos y el derecho a pensión y al
Gualberto Villarroel retiro voluntario y la abolición permanente
del pongueaje y mitaje(modos de servidumbre instaurados
durante la Colonia, siglos atrás).
Desde la Guerra del Chaco contra el Paraguay (1932-1935), la historia política boliviana que
encamina al país hacia la Revolución de Abril de 1952 se puede resumir, sencillamente, como la
del nacimiento y, luego, consolidación de una contra-élite civil y militar (intelectuales, maestros,
empleados, oficiales jóvenes) que, a la larga, es capaz de derrotar a la oligarquía minera —la de
los llamados “los barones del estaño”—, que, por su parte, contaba con el apoyo de los
hacendados, los importadores y la mayoría de los oficiales del ejército.
A partir de 1936, los gobiernos favorables a una u otra de estas dos élites en pugna alternan:
socialista militar (1936-1939), conservador militar (1939-1943), luego, nacionalista reformista
militar-civil (1943-1946) y, finalmente, reaccionario civil-militar (1946-1952).
Cada uno de estos gobiernos adopta políticas opuestas en lo que a los reglamentos y las
prerrogativas estatales, en lo que al trato relativo a las organizaciones sindicales se refiere.
Así, los “barones del estaño” se encuentran atenazados entre los administradores del Estado y
sus aliados obreros. A la inversa, durante los períodos conservadores, la oligarquía tiende a
reconquistar sus posiciones, alegando controles y saneamientos estatales en nombre del
liberalismo.
Los nacionalistas del MNR se instalan finalmente en el poder porque fueron los únicos capaces de conjuncionar
la contra-élite civil y militar, por un lado, y, por otro, los obreros,principalmente los mineros. Esta coalición es
posible debido al descrédito que sufrió la principal organización política de la postguerra con arraigo popular, el
Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR), marxista, porque colaboró con los gobiernos conservadores del
“sexenio” (1946-1952) y, también, gracias al acercamiento que se produce, por intermedio de los sindicatos
mineros, entre el Partido Obrero Revolucionario (POR), troskista, y el ala izquierda de los nacionalistas.
Esta alianza eclosiona entre el 9 y el 11 de abril, cuando el golpe de estado del MNR parecía condenado al
fracaso: entonces, el pueblo de las barriadas de La Paz y los mineros de Oruro aúnan sus fuerzas con las del
Movimiento para asegurarle un triunfo definitivo.
El MNR se constituye entre 1936 y 1944. Su primer programa político se hace público en 1942.
Incorpora diversos núcleos: una logia de excombatientes de la Guerra del Chaco, la “Estrella de
Hierro,” conservadora (Víctor Andrade), un círculo de periodistas e intelectuales reunidos en
torno al periódico La Calle, hartos de los “varones del estaño,” un conjunto de abogados,
profesores universitarios, altos funcionarios (Víctor Paz Estenssoro, Walter Guevara, Hernán Siles
Suazo). Este grupo inicial es notablemente homogéneo: todos sus miembros o casi todos
provienen de familias ya inmersas en la vida política y sólo 10 años separan a los mayores de los
más jóvenes.
El Movimiento tiene una primera ocasión de poner en práctica sus ideas políticas cuando un grupo de
jóvenes militares reformistas, conducidos por el Teniente Gualberto Villarroel, toma el poder e
incluye en su gabinete a varios miembros del MNR, entre ellos, a Paz Estenssoro, nombrado ministro
de Finanzas.
Este gobierno dicta medidas destinadas a reforzar el poder del Estado (aumento de impuestos en las
exportaciones mineras, obligación del depósito de divisas en el Banco Central, grandes proyectos
lanzados por medio de nuevas empresas del Estado...); por otro lado, también promueve una
importante legislación social y, finalmente, fomenta la expresión de las reivindicaciones populares: en
junio de 1944.
La inclusión de los sectores populares en las instancias políticas asegura, durante un tiempo, un
amplio reconocimiento del nuevo régimen y, en consecuencia, garantiza su continuidad.
La movilización revolucionaria provoca una ola de sindicalización al mismo tiempo que una
reestructuración total de las organizaciones sindicales. El 17 de abril se funda la Central Obrera
Boliviana (COB).
La preeminencia de los mineros en la Central se traduce en
que el secretario ejecutivo de la FSTMB, Juan Lechín, es
nombrado también secretario ejecutivo de la COB.
Al principio, escapan al control del MNR, pero una vez resuelto del problema de la nacionalización
de las minas, y cuando la ola de agitación llega a otras regiones, el Ministerio de Asuntos
Campesinos, creado el 12 de abril de 1952, decide tomar cartas en el asunto y emprende el proceso
de sindicalización campesina.
Se conforman las Federaciones Departamentales (La Paz, Cochabamba, desde el segundo semestre
de 1952) y la Confederación Nacional de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CNTCB) ve la luz el 15
de julio de 1953.
De esta manera, no sólo la sindicalización campesina gana terreno sino, también, los partidarios de
una “revolución agraria”.
La ola de apoyos al MNR se ve aún más fortalecida cuando, el 2 de agosto de 1953, el nuevo
gobierno promulga el decreto de la Reforma Agraria. Este decreto permite la expropiación de los
latifundios (grandes propiedades explotadas extensa e intensamente) y la consolidación de los
derechos de propiedad para los pequeños y medianos productores, o las empresas agrícolas. Desde
ya, también se reconoce la propiedad comunitaria.
Los colonos de las haciendas pueden convertirse en los propietarios de las parcelas en las que
habían trabajado y las comunidades ven confirmados sus tradicionales derechos. Este
reconocimiento los inclina a conformarse con las instrucciones gubernamentales y a emprender los
trámites que culminan en la efectiva posesión de un título de propiedad.
Cuando Paz Estenssoro se convierte en presidente de la República, es, heredero de una larga
tradición, de maltrechos pasos en la politica del Estado que no sólo asume al gobernar sin
Congreso desde 1952 hasta 1956.
La estabilidad del gobierno de Paz Estenssoro obedece, pues, a este doble hecho: por un lado,
rige apoyado por un conjunto de grupos movilizados y armados de diversos orígenes (las Fuerzas
Armadas mismas, una vez expurgadas y controladas, la policía y, sobre todo, las milicias), y, por
otro lado, estos diversos grupos desconfían unos de otros y se neutralizan entre ellos, de donde
resulta una especie de equilibrio.