La Prueba: Es un medio probatorio en un proceso jurídico, determina si
una persona es o no culpable de un hecho. Cada una de las partes por medio de la prueba trata de aclarar las evidencias, ya que por medio de ella se pueden resolver los hechos jurídicos.
Existe una excepción admisible llamada anticipación de pruebas. Este
es un incidente probatorio que consiste en practicar un medio de prueba con anterioridad al proceso es utilizado para que no se escape una prueba importante para el conocimiento del juez, ya que no pueda estar en el momento necesario por razón x en el proceso y luego ser incorporado en el proceso.
Este es un método previo que se utiliza en estado de emergencia o de
prevención para que no se esfume las pruebas y luego ser incorporado en el debido proceso. Esto es cuando una de las partes siente miedo de que existe imposibilidad de que en la prueba o el testigo no sea valorado en un momento determinado.
Esta es muy importante ya que se utiliza en extrema necesidad y se
hace a petición de la parte interesada al juez de forma previa a la audiencia. Los medios de prueba utilizados se deben referir directa o indirectamente al objeto de la averiguación y deben ser idóneos para brindar conocimiento acerca de lo que se pretende probar.
La anticipación de la prueba: se ha definido de muchas manera se habla
de esta desde su origen en la antigüedad se considera una excepción utilizada anterior al proceso jurídico o a mediado de este ya que su finalidad es garantizar el derecho a defender la veracidad y procura resguardar la prueba que podrá ser valorada en el momento necesario en el proceso. Es muy necesaria ya que gracias a ella se han logrado resolver casos jurídicos, con la necesidad de utilizar esta medida de prevención en algunos hechos son de gran utilidad como son los de violaciones, enfermedad terminar, peritaje, etc. Porque el examen o valoración no pueden hacerse en momento posterior al proceso, ya que puede esfumar la veracidad de la prueba.
(ART.287) Tienen un carácter excepcional. Peritaje que por sus
características no permita que ese realice posteriormente un nuevo examen. Testigo que tenga algún obstáculo difícil de superar. En caso de urgencia puede tomar esas declaraciones el Ministerio Publico solicitando verbalmente la intervención del juez.
Este artículo trata sobre el anticipo de prueba. El proyecto de ley de
reforma del CPP añade una nueva hipótesis en la que se autorizaría el anticipo de prueba.
Dispone el artículo: “Excepcionalmente, las partes pueden solicitar al
juez un anticipo de prueba cuando: 1) Se trate de un peritaje que por sus características no permita que se realice posteriormente un nuevo examen; 2) Es necesaria la declaración de un testigo que, por algún obstáculo difícil de superar, se presuma que no podrá hacerse durante el juicio o, cuando por la complejidad del asunto, exista probabilidad de que el testigo olvide circunstancias esenciales sobre lo que conoce.” Aquí es que el proyecto de ley introduce la siguiente situación en la que el Ministerio Público puede también solicitar el anticipo de prueba, y por tanto ampliándole sus facultades a estos fines: “3) Se trate de víctimas y testigos de casos de criminalidad organizada, con riesgo de ser amenazados o intimidados, o extranjeros que no residen en el país.”
En el proceso penal la práctica de la prueba va encaminada a
determinar la culpabilidad del imputado y su condena, en el caso en que quede acreditada su participación en los hechos constitutivos del delito enjuiciado, o bien su absolución, cuando no quede acreditada dicha participación. Para ello es necesario que el juzgador haga una valoración de las pruebas practicadas. En cuanto a la valoración de la prueba existen dos modelos.
Modelo de la teoría legal (formal) que se cifra en las disposiciones
procesales que prescriben las reglas para valorar las pruebas, que aparecen consignadas en los textos legislativos. Modelo de la teoría de libre valoración, también llamado de la íntima convicción del juez, donde los requisitos de aceptación de las pruebas no aparecen estipulados en disposiciones legales.
El sistema de valoración establecido en el Código Procesal Penal de la
Republica Dominicana llamado de libre valoración de prueba, el cual no significa libre arbitrio, sino que la valoración ha de versar en primer lugar sobre el resultado probatorio verificado en el juicio oral aunque excepcionalmente pueda el tribunal fundamentar su sentencia en actos de prueba instructora, anticipada o pre constituida; en segundo lugar, tampoco se puede basar la sentencia, en la prueba obtenida ilícitamente o con violación de las garantías constitucionales, y por último, La valoración e la prueba se ha de realizar según las normas de la lógica, máximas de la experiencias o de la sana critica, por lo que hay obligación, sobre todo cuando se trata de la llamada prueba indiciaria, de razonar el resultado probatorio en la declaración de hechos probados.
Recordemos que fuera de los casos expresamente previstos en el
Código, no existe mayor alcance probatorio de la actividad de investigación más que para sustentar la acusación o la defensa del imputado durante la audiencia preliminar, pero sin incidencia en el juicio. Uno de los casos de excepción lo constituyen los anticipos de prueba previstos en el artículo 287 del Código Procesal Penal. Lo primero que debe llamar la atención es que el procedimiento para anticipar prueba no puede ser utilizado en cualquier caso. El Código señala en forma expresa los supuestos que deben concurrir para que se autorice la anticipación. Con ello queremos hacer notar que, aun cuando el Ministerio Público o la policía quisieran la anticipación de la práctica de determina dos elementos de prueba, sobre todo respecto de la testimonial, con el fin de “amarrar” el caso y mantener prueba segura y contundente, ello no es factible si no concurren los presupuestos establecidos en la ley para que tal cosa se realice.
En consecuencia, el primer aspecto de relevancia en la tarea del juez
cuando interviene en esta materia, es verificar la concurrencia de los supuestos de ley para que tal prueba se anticipe al juicio, además de garantizar los principios de la oralidad en su recepción (citación previa, concentración, continuidad, contradicción, inmediación), de manera que todas las partes puedan intervenir como si se tratara del juicio. La posibilidad de que se anticipen pruebas en el curso de la investigación preparatoria, responde a la doble exigencia de hacerle frente a las situaciones en que se presenta la necesidad de asumir en ese momento actos no reenviarles al debate, destinados a ser utilizados como prueba en el juicio, pero sin reproducir un esquema de algún modo asimilable al modelo de la vieja instrucción inquisitiva.
El hecho de que la prueba se haya anticipado con todas las garantías
(citación previa a las partes, oportunidad real de intervención, presencia del juez, etc.) no es suficiente para que adquiera plena eficacia en juicio. Es necesario además, conforme indicamos, que haya concurrido alguna de las condiciones por las que la ley autoriza en forma expresa la anticipación de la prueba, de modo que se justifique no esperar hasta el juicio. Se trata de un requisito de validez que debe controlar el juez.
La prueba recibida conforme al procedimiento del anticipo, puede ser
introducida por lectura al juicio (art. 312 CPP), pero esta circunstancia no exime del deber de citación para el juicio, pues si se trata de un testigo que, no obstante aquellas presunciones (que podría no estar presente en la audiencia del juicio o que por la complejidad podría olvidar aspectos esenciales), es localizable y se puede hacer comparecer siempre a la audiencia del juicio, debe ser llamado a requerimiento de las partes, para someterlo a interrogatorio frente al tribunal que conocerá del caso, con el fin de que los juzgadores puedan apreciar su testimonio (inmediación), a pesar de que se le puedan hacer ver las contradicciones u omisiones en que incurra, según lo que hubiere declarado antes, conforme lo señala el artículo antes citado.