Universidad del Valle

Geografía Humana
Jose Herney Guerrero – 1926348

Resumen “Los Horizontes del a Geografía”

En este capítulo, el autor nos cuenta un poco sobre la geografía humana como tal y a lo largo del
texto nos dará a conocer algunas ramas de la geografía humana.

El autor empieza contándonos que la geografía humana, se planteaba como una ciencia, dirigida al
estudio del medio y su influencia en el Hombre, desde los postulados del evolucionismo. Un
nuevo enfoque, sustentando en las teorías de la evolución, sobre el que se pretendía asentar una
alternativa científica, en la geografía, al conjunto de esas sedicentes disciplinas geográficas. Pero
que, con el tiempo, la geografía humana quedó reducida a la geografía de los hechos humanos, se
convirtió en una simple rama de la geografía. El intento de hacer de ella una disciplina que
integrara lo físico y lo social, no logró consolidarse, al menos desde la perspectiva de constituir
una única disciplina. Finalmente, la geografía humana sería una denominación genérica de
carácter clasificatorio, que permite englobar las diversas ramas geográficas cuyo objeto son los
fenómenos sociales. Sirve para reunir las diversas disciplinas geográficas, tanto preexistentes
como las nuevas que surgen del desarrollo de los estudio geográficos. Se trata de un progresivo
deslizamiento desde una concepción totalizadora de la geografía hacia una simple catalogación de
campos de estudio, a veces inconexos, y dispares, cada uno de los cuales adquirirá su propio perfil
e individualidad.

José Ortega, pasa a hablarnos sobre algunas de las ramas ligadas a la geografía humana, las cuales,
se destacan algunas como: la Geografía Médica que formaba parte de las disciplinas
protogeográficas con indudable identidad, asentada sobre una teoría y cultura dominante desde el
siglo XVIII, trataba de las influencias sobre los hombres en un aspecto sobresaliente, el
patológico. Se nos cuenta que es una disciplina que encajaba a la perfección en los supuestos
teóricos de la nueva ciencia, en la medida en que se establecía una directa relación entre el
entorno, el nuevo “medio geográfico”, y el estado de salud, la morbilidad y mortalidad de la
población. El tratamiento geográfico se orienta hacia los problemas de salubridad y sanidad.
Proporciona una imagen de la incidencia de la enfermedad y mortalidad causal, las condiciones de
su distribución espacial, así como las posibles relaciones con específicos factores de riesgo.

Otra de estas ramas es la Geografía Rural, la cual constituye uno de los segmentos de mayor
tradición en la geografía humana. Se manifiesta en al preferente atención prestada a las sociedades
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y fenómenos preindustriales y rurales. Esta geografía resulta de la decantación a partir del
decenio de 1940, de nuevas propuestas y enfoques. Los enfoques paisajísticos de trasfondo
cultural e ideológico, vinculados con la personalidad cultural de los pueblos, estimularon al
análisis de las formas del paisaje rural y de sus elementos desde esta perspectiva. Las perspectivas
y los enfoques confluyeron en potenciar los estudios agrarios y rurales y contribuyeron a definir la
moderna geografía rural.

Sigue la Geografía Urbana, que se reduce a estudio monográficos de enfoque morfológico y

funcional de carácter ambiental. El espacio urbano es analizado desde una doble perspectiva. En
primer término, la morfológica y tipológica, de orientación paralela a la de los núcleos rurales o
hábitat rural. La ciudad aparece como una forma del hábitat. Es una perspectiva morfogenética
cuyo eje es el plano y la construcción. En segundo término, la orientación funcional. Se establece
la dedicación originaria del núcleo urbano, considerada como una determinación física, asociada a
la situación geográfica. La geografía urbana proporcionó a la geografía un perfil científico e
introdujo a los geógrafos en el campo de la planificación urbana, con herramientas y técnicas
apropiadas para la intervención objetiva sobre la ciudad.

La Geografía Económica también hizo parte de una de las ramas, se interesaban por el volumen
de recursos físicos y humanos, es decir, materias primas, producciones, población, actividades
económicas, valor y dirección de los intercambios entre los países. Esta geografía aparece en los
orígenes de la geografía moderna. Donde identificaba una rama o fracción dedicada a la
localización de la producción e intercambio de bienes, con un marcado sesgo estadístico y
descriptivo.

El autor concluye con una última geografía, la cual es, la Geografía de la Población. Nos cuenta
que en la geografía moderna, las cuestiones de población carecían de encaje teórico, que el estudio
de las poblaciones era abordado de modo habitual en los trabajos de carácter geográfico, casi
siempre con un alto sesgo descriptivo. El tratamiento de la población carecía de soporte teórico. El
desarrollo de una geografía de la población se produciría como consecuencia de la configuración
de la demografía moderna. La Geografía de la Población se delinea como una disciplina
específica, con una pronunciada vinculación con la demografía moderna. Ortega nos cuenta que la
población humana se convierte en el objeto de esta rama. La población considerada como una
variable independiente, así como los movimientos migratorios, la escala nacional e internacional,
los cambios demográficos, las actitudes de las poblaciones ante la reproducción, las condiciones
de la mortalidad y su evolución, las estructuras demográficas en sus distintas manifestaciones,
forman parte de esta geografía de la población. Constituye una de las ramas que mayor desarrollo
ha experimentado en los últimos cincuenta años, consolidada como una de las que cuenta con
mayor número de cultivadores.