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Introducción

El estudio de la Ley 24-97 referido a la Violencia Intrafamiliar, podemos indagar que es una


de las leyes de mayor importancia y relevancia en nuestro país, ya que el tema que
abordamos y la connotación con hechos que el mismo tiene, nos hace pensar que son
legislaciones que obligatoriamente deberían existir por la razón de que es una forma de
eliminar y combatir la tantos casos de muerte, asesinatos, homicidios que se llevan a cabo
por parte del conyugue hacia la esposa e hijos.
Esperamos que nuestro análisis crítico pueda servir de ayuda a otros que nos hagan el honor
de leerlo, y puedan aprender del mismo.
A partir de la promulgación de la ley 24-97, se introduce en el derecho penal dominicano la
tipificación de la violencia contra la mujer, sin embargo, los índices de violencia
de género nos muestran fallas en el sistema, producto de que la aplicación de esta legislación
se hace difícil por la falta de mecanismos efectivos dentro de la sociedad y del sistema de
derecho.
La situación que presenta el feminicidio en nuestro país es grave. La muerte de 131 mujeres
en un año desborda a toda la sociedad, y obliga a todas las instituciones de poder, a
promover acciones desde la perspectiva de los derechos humanos de las mujeres, como una
cuestión de justicia social, de salud y de educación. Las instancias de poder deberán
coordinar acciones con la sociedad civil para preparar estructuras que, a corto, mediano y
largo plazo, puedan dar respuesta al fenómeno de la violencia de género.
La violencia contra las mujeres se constituye en un elemento importante del sistema
patriarcal, conforma la base del mensaje de socialización en la masculinidad y se manifiesta
desde las maneras más sutiles hasta el asesinato de mujeres o feminicidio.
El 27 de enero de 1997, con la promulgación de la Ley 24-97, la República Dominicana se
sitúa entre los países de la región y del mundo que han modificado las legislaciones para
favorecer a las mujeres y al igual que ellos, integra al sistema de derecho nacional la
visibilización del tema de la violencia de género. Además, en ese mismo año se introdujeron
otras leyes de acción afirmativa, como la de cuotas y la de reforma agraria que otorga la
posibilidad de título de propiedad parcelera a las mujeres.
El 27 de enero de 1997, con la promulgación de la Ley 24-97, la República Dominicana se
sitúa entre los países de la región y del mundo que han modificado las legislaciones para
favorecer a las mujeres y al igual que ellos, integra al sistema de derecho nacional la
visibilización del tema de la violencia de género. Además, en ese mismo año se introdujeron
otras leyes de acción afirmativa, como la de cuotas y la de reforma agraria que otorga la
posibilidad de título de propiedad parcelera a las mujeres.
Los cambios legislativos de 1997, introducidos a partir de la normativa, han producido la
apertura de tímidas respuestas estructurales en la que se han ido creando espacios más o
menos interesantes, lo que unido al trabajo realizado por el movimiento de mujeres y
algunas ONGs, desde antes de la promulgación de la ley 24-97, conforman una plataforma
mínima de vinculación a lo formal.

Planteamiento del problema


Una vez establecido que el concepto feminicidio es el de uso en la República Dominicana, por
razones de costumbre, se coincide en la necesidad de introducirlo en la normativa para
descubrir definitivamente el significado de un crimen que tiene bases diferentes a las
del homicidio conocido en nuestra legislación. René Garraud, uno de los doctrinólogos
franceses más estudiados por los abogados y abogadas en nuestro país, en su Traité
Theorique et Practique du Droit Penal Francais, edición de 1924, se refiere a los elementos
constitutivos del homicidio, identificándolos en número de tres: a) la preexistencia de una
vida humana destruida; b) un hecho voluntario del hombre, causa eficiente de la muerte de
otro hombre, o elemento material; y c) la intención determinada por parte del autor de
producir este resultado o animus necandi. (Pérez M.; 1983:17)
El animus necandi, es el dolo o elemento moral exigido en el homicidio de nuestro derecho
penal, de origen francés y arraigado en la normativa de la Francia del siglo XIX, se reconoce
como el designio de dar muerte a una persona, y es voluntario, intencional y específico,
convirtiéndose en el elemento clave del homicidio.
En el caso del feminicidio, se está frente a una intención que sobrepasa el dolo del homicidio
por las connotaciones asociadas a las diferentes violencias de género que establecen un
continuo de violencia contra las mujeres, que va desde la violación sexual, la violencia
doméstica y de pareja, el acoso sexual, el incesto, el uso de las mujeres en la pornografía,
entre otros, como formas de la opresión hecha a las mujeres y teniendo en cuenta que estas
modalidades son una propuesta unilateral del hombre a la mujer, desde el momento en que
terminan con la vida de ella, se convierte en un feminicidio. (Carcedo; 2001:12)
El dolo del feminicidio, está presente en la categoría masculinidad violenta, es el resultado de
una socialización en el sexismo y conforma una sintomatología socio cultural compleja,
fundamentada en el poder masculino sobre las mujeres, caracterizando las violencias previas
capaces de terminar en el asesinato de una mujer. Por lo tanto, se definirá siempre como
asesinato, por la premeditación implicada y la característica de "muerte anunciada", sobre
todo, en el caso de los feminicidios íntimos, tal y como se verá más adelante. El hombre
violento, que maltrata física o emocionalmente, sabe que mata algún día, por lo tanto,
mantiene una intención permanente y dolosa.
Finalmente, cuando se habla de violencia intrafamiliar, debe preocupar a la sociedad entera
su trascendencia al entorno inmediato y el espacio ideal que constituye la familia para la
perpetuación del modelo cultural violento. Varios estudios indican que la violencia
doméstica contra la mujer tiene consecuencias para sus hijos/as, ya sea como testigos o
víctimas de ella. Estas consecuencias se traducen en problemas de conducta, problemas
escolares y falta de relación positiva con los compañeros (Jaffe, Wolfe y Wilson, 1990)[9].
Los niños expuestos a la violencia contra sus madres tienen igualmente dificultades de
adaptación al medio escolar, incluyendo el ausentismo. Además del hecho de ser testigos, la
victimización de los niños también perpetúa el ciclo de la violencia por otros caminos. Se
sabe que los niños que sufren abusos sexuales tienen una escasa autoestima, incapacidad
para rechazar las relaciones sexuales no deseadas y comportamientos autodestructivos, entre
ellos el abuso del alcohol y las drogas. Igualmente hay una estrecha relación con
la depresión, otros problemas mentales y el abuso posterior.
Objetivos
OBJETIVO GENERAL
Determinar las causas y consecuencias del feminicidio en RD.
OBJETIVOS ESPECIFICOS.
 Establecer las organizaciones que trabajan en r D para erradicar el feminicidio.
 Determinar cuál es el sexo que sufre más violencia.
 Buscar soluciones a la cantidad de feminicidios ocurridos en RD.

Justificación
La irrupción en el panorama nacional dominicano de un potencial asesino en serie, que
habría ultimado en los últimos diez días a cuatro mujeres, presumiblemente trabajadoras
sexuales, agrega perversidad y dramatismo al problema de la violencia contra las mujeres en
este país donde, pese a esfuerzos innegables, el crimen contra ellas no cesa.
En una población de algo más de ocho y medio millones de habitantes, cada 36 horas una
mujer ha sido baleada, acuchillada o ha perecido golpeada solamente en el mes de enero.
Otras han aparecido muertas, con su cabeza machacada, cual parece ser el modus operandi
del asesino de Villa Mella y Boca Chica, dos poblaciones muy cercanas a
la capital dominicana, a menos de una hora del centro, hacia el este, la primera urbana y la
otra de playa turística.
Aunque detalles morbosos no agregan mayores elementos, hasta ahora las cuatro víctimas
halladas han sido lanzadas en parajes deshabitados, semidesnudas y con evidencias de
violación, según el dictamen forense, lo que contribuye al clima de intranquilidad donde, no
obstante, hay múltiples matices.
La joven magistrada Roxanna Reyes, procuradora general adjunta para Asuntos de la Mujer,
asegura a SEMlac que la disminución del 35 por ciento de los femicidios íntimos, y que un
número importante de las denuncias de las mujeres en el presente, (sean por violencia
psicológica y verbal), habla de los avances que se van logrando. "Las mujeres no esperan a
que les den, cuando observan que eso viene, van y denuncian", precisa.
La jurista, quien lidera el tema desde hace casi cuatro años en el Ministerio Público,
mencionó la expresión "femicidios íntimos", término muy debatido porque enmascara la real
dimensión del problema, si se considera que mujer muerta es mujer asesinada, sea en una
riña callejera o en el interior
La doctora Reyes Acosta resaltó, sin embargo, "la trascendencia jurídica de que la noción
femicidio esté aceptada en la terminología pública y en los medios de difusión", pese a no
estar contenida en Códigos y leyes de país.
"Sabemos bien cuánto le cuesta a una mujer ir a denunciar, pero cada una que lo hace está
consiguiendo alejar muchísimo la posibilidad de que ese hombre que la amenaza, que le grita
u ofende, llegue a asesinarla", agregó.
Según la clasificación establecida por la Procuraduría General de la República, los femicidios
generales son la sumatoria de los femicidios íntimos y los no íntimos, considerados entre
estos los asesinatos cometidos por hombres o mujeres con quienes la víctima no tenía
ninguna relación pasional. En esta categoría caen robos, riñas, violaciones sexuales y hechos
ocurridos de manera accidental.
Para la Procuradora, uno de los problemas que afronta en su trabajo es la falta de recursos:
"las limitaciones en el presupuesto hacen que, por más que yo quiera, no pueda ser más
ejecutiva. No puedo exigirles a los Fiscales si no tengo herramientas que darles, ni cómo
cuidarlos y cuidarlas, porque se necesita pensar también en los riesgos del Ministerio
Público", comenta.
Reyes tiene, por demás, otras insatisfacciones: "el Ministerio de Salud Pública tiene que
acabar de entender que la violencia es un problema de salud. Hay un protocolo que no se
aplica. Si médicos y psicólogos no hacen su parte, las víctimas resultan revictimizadas. Y
también al Ministerio de la Mujer le toca hacer más", agrega.
El personal de salud no observa ni aplica adecuadamente las Normas para el Tratamiento de
la Violencia. La mayoría de los casos que llegan a sus manos no son reportados ni reciben
seguimiento, pese al trauma y las consecuencias que suponen tales actos para la salud de las
mujeres.
Una frustración frecuente entre quienes intentan frenar la violencia en República
Dominicana se relaciona con la actuación de los y las juezas que, no pocas veces, parecen
proteger a femicidas y abusadores al propiciarles impunidad con tecnicismos legales.
La Procuradora General Adjunta para Asuntos de la Mujer no suscribe ese punto de vista,
aunque reconoce que hay razones en la gente para sustentarlo. Ella cree que "estamos
avanzando como nunca" y elogia la labor de la presidenta de la Comisión de la Mujer
del Poder Judicial, Eglis Smurdoc, con quien ha conseguido coordinaciones positivas para la
causa que defienden.
"Poco puede hacer el Ministerio Público cuando se realizan todos los esfuerzos preparando
un caso y luego -so pretexto de la imparcialidad- los jueces los desestiman y no actúan
consecuentemente, de acuerdo con la Ley. Creo que se ha ido logrando una mayor
sensibilización y se va reconociendo que un caso de violencia contra la mujer o un femicidio
no puede ser visto ni juzgado como una bronca callejera o como el robo de una cartera…",
argumenta.
República Dominicana tiene desde 1997 una Ley contra la Violencia Intrafamiliar que no
satisface completamente a quienes entienden el problema, pero ofrece pautas para sanciones
ejemplarizantes. Esas, sin embargo, suelen faltar en la mayoría de los juicios.

Análisis crítico de la Ley 24-97 (contra la violencia


intrafamiliar)
La misoginia, definida como la aversión u odio hacia las mujeres, existe desde tiempos
inmemoriales. Para citar un ejemplo histórico se puede señalar que, el Positivismo en sus
inicios fue misógino. Augusto Comte, el padre de la Sociología Moderna, reiteró antiguas y
falsas creencias sobre la mujer en sus influyentes escritos.
En 1839 (año del nacimiento de Hostos) escribió: "La relativa inferioridad de la mujer en
este sentido es incontestable, poco capacitada como está, en comparación con el hombre,
para la continuidad en intensidad del esfuerzo mental, o bien debido a la debilidad intrínseca
de su raciocinio, o a su ligera sensibilidad moral y física, que son hostiles a la abstracción
científica y a la concentración".
"Esta indudable inferioridad orgánica del genio femenino ha sido confirmada
por experimentos decisivos, incluso en las Bellas Artes, y en medio de las mejores
circunstancias, en cuanto a los fines del gobierno, la radical ineptitud del sexo femenino es
aún más evidente, incluso en el nivel más elemental que es el gobierno de la familia".
Jean Jacques Rousseau, con su "Emilio", era un misógino rabioso. Decía "una mujer sabia es
un castigo para el esposo, sus hijos, sus criados, para todo el mundo. Desde la elevada
estatura de su genio, desprecia todos los deberes femeninos, y está siempre intentando
hacerse a sí misma un hombre".
Kant, llegó a ser ofensivo: "Una mujer que se ocupa de las controversias fundamentales sobre
la mecánica, se podría también dejar la barba". "El estudio laborioso y las arduas reflexiones,
incluso en el caso de que una mujer tenga éxito al respecto, destrozan los méritos propios del
sexo".
Herbert Spencer afirmaba que "las mujeres muestran una perceptible deficiencia en dos
facultades, la intelectual y la emocional, que son el resultado final de la evolución humana, la
capacidad de razonamiento abstracto y la que es la más abstracta de las emociones, el
sentimiento de la justicia".
Por el contrario, otros filósofos como John Stuart Mill, afirmaban que "la subordinación de
las mujeres destaca como rareza aislada dentro de las instituciones sociales modernas, la
única reliquia de un viejo mundo de pensamiento y de práctica que en todo lo demás ha
desaparecido. Esta radical contradicción entre un hecho social y todos los que le rodean, y la
oposición entre su naturaleza y la marcha hacia el progreso de que el mundo moderno hace
alarde, es sin duda un asunto serio sobre el que reflexionar". Este filósofo junto a su esposa,
Harriet Hardy Taylor Mill, fue quien propugnó a favor del sufragio femenino publicando un
Ensayo sobre el particular en 1851, informando sobre la Convención de los Derechos de la
Mujer que se había realizado en Estados Unidos.
Eugenio María de Hostos, gran pensador y educador humanista, contribuyó ampliamente
con el desarrollo social de la mujer en cuanto a educación y equidad de género.
En Santo Domingo, Hostos crea, el 14 de febrero de 1880, la Escuela Normal de Maestros, en
la que incluye por primera vez en América la enseñanza de la Sociología.
Desde 1881 lucha por la fundación de una Escuela Normal para Mujeres, cultivando para ello
la amistad de la poeta más notable de su tiempo: Salomé Ureña de Henríquez, a quien
profesa gran admiración, y a quien convence gradualmente de asumir el proyecto que en
poco tiempo, le hizo trascender a la posteridad. A partir de ahí se forman las primeras
maestras y así la mujer dominicana va insertándose en las decisiones nacionales.
En la actualidad, la mujer dominicana camina hacia la conquista de su espacio participativo
en la toma de decisiones. Sin embargo, continúa siendo el blanco de agresión
y marginalidad preferido por los hombres.
Desde tiempos de nuestros ancestros, la violencia doméstica es considerada como parte de
la cultura, y en cierto modo, se acepta como integrante de la formación familiar.
Hoy día existen reglas que condenan el abuso y maltrato a la mujer, las que se condensan en
la Ley 24-97 sobre Violencia Intrafamiliar, que introduce modificaciones al Código Penal, al
Código de Procedimiento Criminal y al Código para la Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes del 27 de enero de 1997.
La violencia contra la mujer y la niña es un importante tema de salud y derechos humanos.
Tomando como referente la población femenina mundial, por lo menos una de cada cinco
mujeres ha sido maltratada física o sexualmente por un hombre o varios hombres en algún
momento de su vida. En muchos casos, incluyendo las mujeres embarazadas y las niñas
jóvenes, son objeto de ataques graves, sostenidos o repetidos.
En todo el mundo, se ha calculado que la violencia contra la mujer es una causa de muerte e
incapacidad entre las mujeres en edad reproductora tan grave como el cáncer y es una causa
de mala salud mayor que los accidentes de tránsito y la malaria combinados.
El maltrato de la mujer es condenado de hecho en casi todas las sociedades. El
encausamiento y la condena de los hombres que golpean o violan a las mujeres o las niñas
son poco frecuentes en comparación con el número de agresiones. Por lo tanto, la violencia
opera como un medio para mantener y reforzar la subordinación de la mujer.
Mutilación genital femenina (MGF).
En la actualidad, el número de niñas y mujeres que han sido sometidas a la MGF se calcula
en más de 130 millones en todo el mundo, y otros dos millones más de niñas están
en riesgo de esa práctica.
La MGF, una forma de violencia contra la niña que afecta su vida como mujer adulta, es una
práctica cultural tradicional. En las sociedades donde se practica, se cree que la MGF es
necesaria para garantizar la dignidad de la niña y su familia y aumenta sus posibilidades de
contraer matrimonio.
La MGF comprende todos los procedimientos que incluyen la remoción parcial o total de los
genitales femeninos externos y otra lesión a los órganos genitales femeninos ya sea por
motivos culturales y otras razones no terapéuticas.
Tráfico de mujeres, prostitución forzada y Abuso contra Trabajadoras
Domésticas.
Cada año miles de mujeres en todo el mundo son engañadas, coercidas, secuestradas o
vendidas en condiciones similares a la esclavitud y son obligadas a trabajar como prostitutas,
trabajadoras domésticas, trabajadoras en fábricas en condiciones de explotación, o como
esposas.
Las trabajadoras domésticas son vulnerables a las agresiones violentas, tales como el
maltrato físico y la violación, de parte de sus empleadores. Las mujeres migratorias se
encuentran especialmente en peligro puesto que los empleadores pueden retener sus
sueldos, pasaportes y documentos personales. Esto limita el movimiento de trabajadores en
los países en que los extranjeros están obligados a llevar prueba de su situación jurídica, lo
cual impide por lo tanto, cualquier intento de reclamar protección en sus embajadas.
En algunos países, las trabajadoras domésticas no están amparadas por las leyes laborales.
En los casos en que hay leyes vigentes, los trabajadores y trabajadoras pueden no ser
informados de sus derechos, especialmente en los países donde el idioma del anfitrión les
resulta desconocido o son separados de su grupo social.
En la República Dominicana, existe una Ley que dio creación al comité Interinstitucional de
Protección a la Mujer Migrante (CIPROM), conocida también como la Ley 86-99. Esta Ley
fue promulgada por el Presidente Leonel Fernández durante su período gubernamental de
1996-2000 para velar por la aplicación de las políticas migratorias puesta en vigencia por los
Estados receptores y para proteger a la mujer migrante en cuanto a leyes laborales, derechos
humanos, fuentes de trabajo y planes de retorno en interés de que se realice la
mejor integración al desarrollo sostenible del país.
Prevención de la violencia: una prioridad de salud pública.
Durante la 49ª Asamblea Mundial de la Salud en 1996, los Estados miembros acordaron que
la violencia es una prioridad de salud pública. La resolución 49.25 de la Asamblea apoya las
recomendaciones efectuadas en las conferencias internacionales previas para acometer el
problema de la violencia contra la mujer y la niña y abordar sus consecuencias para la salud.
Las consecuencias de la violencia contra la mujer pueden no ser mortales y adoptar la forma
de lesiones físicas, desde cortes menores y equimosis a discapacidad crónica o problemas
de salud mental. También pueden ser mortales; ya sea por homicidio intencional, por muerte
como resultado de lesiones permanentes o SIDA, o debido a suicidio, usado como último
recurso para escapar a la violencia.
Existen tres razones que explican por qué la violencia contra la mujer debe ser un tema
prioritario para los trabajadores de salud:
 La violencia produce considerablemente padecimiento y consecuencias negativas
para la salud a una proporción significativa de la población femenina (más de 20% en la
mayoría de los países);
 Tiene un impacto negativo directo sobre varios temas importantes de salud, como la
maternidad sin riesgo, la planificación familiar y la prevención de las enfermedades de
transmisión sexual y la infección por el VIH/SIDA;
Para muchas mujeres que han sido maltratadas, los trabajadores de salud son el principal o
único punto de contacto con los servicios públicos que pueden ofrecer apoyo e información.
Otras formas de discriminación.
La preferencia por un hijo varón se puede manifestar en otras prácticas que son
discriminatorias contra la niña. En la mayoría de las sociedades, se asigna mayor valor a los
hijos varones. En casos extremos, el estado reducido de las hijas puede dar lugar a la
violencia. La selección prenatal del sexo puede ocasionar un número desproporcionado de
abortos de fetos femeninos en comparación con los fetos masculinos. Después del
nacimiento, en las familias donde la demanda de hijos varones es más elevada, se puede
practicar el infanticidio de los lactantes del sexo femenino.
La Ley 24-97
• Es de carácter penal
• Contempla algunas medidas civiles en las órdenes de protección
• Contenido mayormente coercitivo.
• Contempla medidas para la modificación de la conducta agresiva.
• Violencia Intrafamiliar: castiga perpetrantes.
• Violencia Género contra las mujeres: castiga hombres.
 Artículo 3: Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el
ámbito público como en el privado.
 Artículo 4: Toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección
de todos los derechos humanos y a las libertades consagradas por los instrumentos
regionales e internacionales sobre derechos humanos.
 Artículo 7: Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la
mujer y convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas
orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia.

Conclusión
Después de haber estudiado con más profundidad la Ley 24-97, donde dicho análisis critico
nace como una experiencia de haber leído paso por paso esta ley, nos sentimos sumamente
satisfechos por haber aclarado un sinnúmero de dudas que nacían de la ignorancia misma de
no conocer la ley.
Los conocimientos de la Ley 24-97 sobre Violencia Intrafamiliar, nos aclararon todas las
interrogantes y preguntas que teníamos sobre el tema, conforme fuimos leyendo, fuimos
descubriendo la verdad de las cosas, la realidad misma de la sociedad dominicana en este
aspecto o problema social que ha venido afectando nuestro durante un largo tiempo.
Esperamos que se de buen uso a dicho trabajo y que las expectativas planteadas hayan sido
cubiertas con este trabajo, que fue elaborado con la mayor de la dedicación y empeño para
tratar de lograr un resultado positivo.
En nuestro país, desde mediados de la década de los ochenta, dentro del movimiento
feminista y de mujeres organizadas e independientes, se comenzó a utilizar el término
feminicidio para señalar los asesinatos de mujeres a manos de sus compañeros, tiempo que
corresponde a la aparición del concepto en el mundo. Hasta el día de hoy, no se ha
cuestionado esta terminología y sigue siendo utilizada en el movimiento social de mujeres,
con algunas referencias en la prensa cuando se trata de entrevistas a feministas.
De acuerdo a Patología Forense, unas 175 personas perdieron la vida en hechos violentos
durante el pasado mes de julio, incrementándose en un 6% los fallecimientos con relación al
mes anterior que reportaba 160 muertes. De estos crímenes, el 21.14%, es decir 37, fueron
mujeres, lo que elevaría el incremento de los feminicidios, mantenido en un 10 a 12% del
total de homicidios en el país.
El Departamento de Estadísticas de la Procuraduría, registra 117 feminicidios generales de
enero a junio, inclusive, 24 más que el año pasado para el mismo período. 57 casos, el
48.71%, son ejecutados por la pareja o alguien del entorno de la víctima, lo que se refiere
como feminicidio íntimo y el resto, son feminicidios no íntimos, de acuerdo a la
Procuraduría.
Esas 60 mujeres muertas violentamente por hombres que no conocían, también son
feminicidios que hay que investigar, porque los datos de masculinidad violenta, misoginia
y resistencia machista en el país, obtenidos en varias y diversas investigaciones, "huelen" a
peligro. Pero sobre todo, porque todo lo que se aprende, se puede desaprender y en
cuestiones de género, hay una amplia tarea que realizar en la República Dominicana.
Las primeras estadísticas de feminicidio, estudiadas por Profamilia hace casi 10 años,
indicaban el mayor índice de feminicidios en el entorno íntimo de la mujer, sobre todo en la
pareja, con un porcentaje de 70%, lo que nos refería a escenarios diferentes. Esta
disminución en los feminicidios "domésticos", podría indicar resultados favorables de
las estrategias montadas por el sistema acusatorio de la justicia y el aumento en los
feminicidios desconocidos, podría ser una consecuencia de las violencias sociales y
misóginas, que consideran a la mujer como una pertenecía que vale poco. Pero para saberlo,
hay que registrar y estudiar mejor cada caso, no solamente contar el número de muertas.
Hay que profundizar en la manera en que se recogen los datos en la Policía Nacional, que es
la fuente de la Procuraduría, y determinar en ese casi 52% de los feminicidios, causas,
escenarios, modos y maneras, para establecer programas de prevención más refinados y
dirigidos a la cultura dominicana.
Para eso, es importante que la legislación penal tipifique estos crímenes que no resisten la
única del homicidio, por tratarse de la violencia extrema de género, en un continuo de
prácticas y actitudes de alta complejidad sociocultural, que terminan matando a las mujeres
y solo a ellas.
El comportamiento social violento, generalizado con las mujeres, tiene que ser una
preocupación nacional y provocar reacciones en el Estado dominicano, más allá de contar
muertas. Necesitamos registrar los fenómenos sociales para estudiarlos y enfrentarlos.
En el caso de la República Dominicana, existe la necesidad de una buena doctrina de la ley
24-97, cuyo marco jurídico difiere del encuadre general de nuestro derecho: mientras en éste
se mantiene como principio la presunción de inocencia de la persona acusada, en la
aplicación de la ley 24-97, así como en la 14-94, hay que referirse a los principios de la
"victimología" que establecen cómo la víctima de delitos sexuales debe ser creída y cómo su
solo testimonio constituye la prueba, en el caso que sea sobreviviente. Esta práctica
produciría un cambio de actitud respecto a los crímenes contra las mujeres.
La debilidad en la práctica jurídica con estas legislaciones, relativamente nuevas, está dada
por la ausencia de pautas procedimentales claras, la falta de reglamentaciones con sentido de
género, pero sobre todo, por la inercia cultural de quienes administran y operan en la
justicia. Esta insensibilidad desde todo el sistema, favorece al agresor sexual aún cuando el
buen sentido debe reconocer la incriminación que es persistente, estable en el tiempo, sin
ambigüedades ni contradicciones.

Recomendaciones
La situación que presenta el feminicidio en nuestro país es grave. La muerte de 210 mujeres
en un año desborda a toda la sociedad, y obliga a todas las instituciones de poder, a
promover acciones desde la perspectiva de los derechos humanos de las mujeres, como una
cuestión de justicia social, de salud y de educación. Las instancias de poder deberán
coordinar acciones con la sociedad civil para preparar estructuras que, a corto, mediano y
largo plazo, puedan dar respuesta al fenómeno de la violencia de género.
Recordando que existe una necesidad real de establecer presupuestos acorde con las
necesidades, se recomendaría lo siguiente:
Acciones De Políticas Nacionales:
Gobierno:
 Incorporar a la agenda pública el tema del sexismo y sus consecuencias como
de atención especial, teniendo en cuenta la cantidad de feminicidios anuales en nuestro
país.
 Cumplir con los protocolos internacionales en materia de violencia contra la mujer y
violencia intrafamiliar, de los cuales el país es compromisario.
Secretaría de Estado de la Mujer
 Realizar campañas de sensibilización para romper los estereotipos sexistas que
propician la violencia de género y propulsar a los poderes públicos para que determinen
espacios en todos los medios de comunicación, que permitan la denuncia pública y la
condena de actitudes y comportamientos violentos masculinos hacia la mujer y sus hijos e
hijas.
 Realizar campañas y actividades públicas que reconozcan e incorporen la
terminología feminicidio y que la expliquen a toda la sociedad.
 Promover un presupuesto adecuado para desarrollar acciones hacia la erradicación
de la violencia de género a todos los niveles, en el país.
 Aplicar el Plan Nacional de Atención y Prevención de la Violencia Intrafamiliar.
 Coordinar acciones de atención y prevención contra la violencia hecha a la mujer y la
violencia intrafamiliar con las organizaciones de mujeres que trabajan el tema en el país y
reconocer el trabajo especializado que algunas han realizado en los últimos veinte años.
Poder Judicial:
 Establecer un sistema de registro para los feminicidios que sea uniforme en el
sistema de justicia y que utilice el prefijo FEM, por oposición al prefijo HOM que tienen
los expedientes de asesinatos y muertes actualmente. Si se establece el prefijo sugerido, se
facilitarían informes anuales que recojan indicadores de importancia para establecer
programas especiales.
 Capacitar a todo el aparato operativo de la justicia en el conocimiento del feminicidio,
sus causas y consecuencias.
 Introducir las reformas legales necesarias para que el feminicidio sea tipificado como
un tipo de crimen especial.
 Crear un reglamento que determine el procedimiento de la ley 24-97.
 Impulsar la reforma legal que prohíba los abusos judiciales que favorecen la
gratificación de los feminicidas, tales como libertad provisional bajo fianza.
 Recrear los principios de victimología necesarios como referencia a la ley 24-97.
 Establecer la gratuidad de los servicios médicos y legales para quienes recurren a las
leyes 14-94 y 24-97.
 Introducir en la formación de jueces/zas, Ministerio Público, policías, abogados/as y
agentes sociales, la materia de violencia de género, intrafamiliar y el feminicidio.
 Prohibir la conciliación en materia de violencia de género y dar mayor cobertura
de seguridad a las medidas cautelares especificadas por la 14-94 y la 24-97.
 Elaborar protocolos policiales y sanitarios que sirvan de referente a los profesionales
de estas ramas, a la hora de abordar la problemática de la violencia de género.
Medicina Forense:
 Asegurar que el sistema de registro judicial sea homologado con el registro de
Patología Forense de manera que incluya los feminicidios, seguidos del suicidio del
feminicida, como casos de la justicia.
 Establecer la gratuidad de los servicios médicos y legales para quienes recurren a las
leyes 14-94 y 24-97.
 Elaborar protocolos policiales y sanitarios que sirva de referente a los profesionales
de estas ramas, a la hora de abordar la problemática de la violencia de género.
 Fortalecer los mecanismos de prevención de feminicidios, tales como ampliación de
Departamentos y personal especializado en la atención a casos de violencia contra la
mujer y violencia intrafamiliar, registro de datos de reincidencia, etc.
 Coordinar acciones de atención a masculinos agresores de mujeres, con la Secretaría
de Estado de Salud Pública y Asistencia Social.
Secretaría de Estado de Educación
 Incorporar en el sistema educativo, el Principio de la Igualdad, las relaciones de
cooperación entre los sexos y la no tolerancia hacia las actitudes y comportamientos que
generen violencia de género.
 Incorporar en los programas educativos el fomento de resolución pacífica
de conflictos.
 Fomentar la investigación sobre el feminicidio en el país.
 Fomentar el desarrollo de una cultura de gestión que tengan en cuenta el género en
las empresas y las burocracias (incluida la ayuda internacional), para reemplazar a las
culturas de predominio masculino y, además, apoyar la realización de estudios
multidisciplinarios de las masculinidades y los roles masculinos, especialmente
la investigación sobre las condiciones sociales y culturales que producen una
masculinidad violenta y patriarcal.
Organizaciones No Gubernamentales
 Promover el desarrollo de alianzas entre las Organizaciones de mujeres, en el ámbito
nacional e internacional, así como con todas aquellas instituciones que están llamadas a
intervenir en los casos de violencia a mujeres, para coordinar y proyectar unidas un
activismo para la lucha, encaminado a eliminar la violencia de la vida de las mujeres. Así
como las coordinaciones de Abogacía que mantengan el reclamo en la sociedad entera
sobre los derechos de las humanas y de la niñez.
 Crear espacios de coordinación interinstitucional con otras ONG y OG, que
implementen las acciones comunes para la erradicación de la violencia.
 LA MUJER EN LA HISTORIA

 En la historia dominicana, las mujeres han tenido un papel descartado, equiparable


al de los hombres, estos a pesar de que la historia de nuestro país ha sido escrita
por hombres y a su punto de vista es al que se da la mayor importancia.

 En la sociedad taina, la mujer podía llegar a tener derechos como los hombres,
como era la propiedad de terrenos y la herencia. De forma similar, algunas mujeres
se destacaron como sabias dirigentes de su pueblo, y su opinión era respetada entre
los caciques y tainos, como la cacique Anacaona, del cacicazgo de Jagua.

 Contrario a la sociedad taina, la mujer dentro del periodo colonial español no tenía
una vida pública tan destacada al que estaban sometidas las mujeres.

 A pesar de eso, el 25 de Noviembre ha sido escogido como día Internacional de la


no violencia contra la mujer.

 Después de la caída del régimen Trujillista, la mujer se integró de forma decisiva al


ocupar cargos políticos gubernamentales, de dirigentes populares o campesinas,
como Mamá Tingó, asesinada durante el periodo de gobierno del Dr. Joaquín
Balaguer.
 La posición política más destacada ocupada por una dominicana ha sido la
Vicepresidencia de la República y ese Privilegio le tocó a la Dra. Milagros Ortiz
Bosch, que fue elegida en el año 2000.

 Las luchas por los derechos de las mujeres en la República Dominicana estuvieron
dirigidas en el siglo XX por mujeres como Abigail Mejía, su trabajo por lograr el voto
de las mujeres tuvo su resultado, ya que en el año 1942, se reconoció el derecho de
las mujeres a ejercer el voto.

 Entre los logros de aquellas mujeres, puede señalarse que la delegación dominicana
que estuvo presente ante la Asamble de las Naciones Unidas en el año 1948, tuvo
entre sus miembros a una mujer, siendo una de las 4 mujeres representantes entre
todas las delegadas.

 La mujer dominicana ha sabido así mismo, luchas por la libertad de su pueblo. Una
de las cosas más recordadas es el de las hermanas: Patricia, Minerva y María
Teresa, cuya militancia en la resistencia al régimen de Trujillo les ocasionó la muerte
el 25 de Noviembre del año 1960, al haber sido brutalmente asesinadas.

 LA LEY 24-97 CONTRA LAVIOLEWNCIA INTRAFAMILIAR

 En enero de 1997 se promulgó por primera vez en la República Dominicana una ley
que penaliza cualquier forma de violencia que se cometa contra la mujer, hombre,
niño o niña, es decir, sanciona todas las formas de violencia cometida contra los
seres humanos.

 Esta ley constituye un real avance para la sociedad dominicana, protege, en


particular, la familia; por primera vez se castiga la violencia en el hogar, la ley castiga
delitos que antes no eran sancionados, como; el abuso sexual, el incesto y el acoso
sexual, de una forma mucho más efectiva y con penalización severa. Aumenta las
penas para el delito de violación sexual, abarcando otras formas de agresión que
antes no figuraban como delitos, es decir, que no eran sancionadas, como por
ejemplo; la violación y el acoso sexual, la violencia entre parejas, antes
considerados privado, ahora está contenido en la ley.

 LEY NO. 24-27

 Considerando: que, consonancia con el desarrollo de la sociedad, la participación de


la mujer en ella es debido a que papel que desempeña en el logro de la adaptación y
comprensión de las nuevas características de la vida social.

 Considerando: que no obstante la mujer dominicana es objeto de violencia, que


corresponde a los poderes públicos sancionan, toda vez que la violencia intrafamiliar
son problemas socioculturales que atentan contra los derechos humanos y ponen en
peligro el desarrollo de la sociedad;

 Considerando: que la República Dominicana es signatura de la “convención para la


eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer”, así como la
“convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la
mujer” o “convención de Belém do pará” ambas debidamente ratificadas por el
congreso nacional; en consecuencia, se hace necesario que todos los instrumentos
legales del país estén acordes con loa disposición de las referidas convenciones:
 Art. 303-2. -Toda agresión sexual precedida o acompañada de actos de tortura o
barbarie, se castiga con reclusión de diez a veinte años y multa de cien mil a
doscientos mil pesos.

 Art. 309-2. -Constituye violencia domestica o intrafamiliar todo patrón de conducta


mediante el empleo de fuerza física o violencia psicológica, verbal, intimidación o
persecución, contra uno o varios miembros de familia o contra cualquier persona que
mantengan una relación de convivencia, contra el cónyuge, ex cónyuge, conviviente
o pareja consensual, o contra la persona con quien haya procreado un hijo o una hija
para causarle daño físico o psicológico a su persona o daño a sus bienes, realizado
por el padre, la madre el tutor, guardián, cónyuge, ex cónyuge.

 Esta ley aporta a la ciudadanía un marco legal adecuado y moderno llamado a


prevenir y sancionan todas las formas de violencia que surgen en el núcleo familiar y
fuera de este. Esta lucha contra la violencia ha concitado los esfuerzos de
organismos nacionales, internacionales, ONG, sociedad civil, entre otros. Esta ley
enfrenta la penosa situación de muchas familias dominicanas que siguen viviendo
escenas violentas. Se estima que más de un 64% de las familias viven algunas
situaciones de violencia. Sus repercusiones triplican el problema lo que índica que
éste sigue siendo un asunto de salud pública y que demanda prioridad en todas las
agendas.

 EL OBJETIVOS DE LA LEY 24-97

 La presente ley tiene como objetivo prevenir, sancionar y erradicar la violencia en la


familia, así como prestar asistencia a los /las sobrevivientes de violencia. Esta ley
garantiza los derechos de todas las personas, hombres, mujeres, niños y niñas.

 Ya en el momento de la independencia dominicana, puede recordarse el papel


destacado que jugaron mujeres como: Concepción Bona y Juana Saltitopa, entre
otras.

 Esta mujeres apoyaron al pueblo en la lucha independendistas, no sólo con


responsabilidades de las típicas asociadas a las mujeres como la confección de la
bandera, sino también, luchando junto a los hombres u organizando el panorama
político.

 En la vida cultural, durante el siglo XIX y la primera parte del siglo XX, las mujeres
dominicanas se destacaron, ya sea cultivando las letras, como Salomé Ureña, o en
las artes plásticas como Celeste Wons y Gil o por su dedicación a la enseñanza.

 EL TRABAJO INFANTIL

 El trabajo infantil y adolescente como fenómeno social, esta asociado a la pobreza,


la ausencia o dificultad de acceso a servicio sociales básicos (educación, salud,
transporte, vivienda, etc). ya patrones, culturales que fomentan la participación
temprana de niños y niñas al mundo del trabajo, elementos que podríamos
considerar contrario a la protección de los derechos humanos (bajo índices de
participación, desconocimiento de los derechos, etc.)

 Las personas menores de edad se diferencian con relación de los mismos. La


infancia y adolescencia son importantes etapas en el desarrollo físico como
emocional de las personas.
 Al asumir tareas para las cuales no están preparados el proceso de crecimiento
emocional y consolidación de la madurez, se rompe pudiendo producirse severas
secuelas en la personalidad y autoestima de estos individuo que se extenderán,
hasta la vida adultos, adolescentes, envejecientes, sin importar que la persona sea
negra o blanca, pobre o rica, casada, soltera, viuda o en concubinato, protege a la
familia, llegando hasta tíos, sobrinos las, abuelas/los y empleados del hogar. Esta
ley es de carácter penal y es fundamentalmente coercitiva. Las penas o sanciones
que contemplan y conllevan la privación de la libertad. Pero a la vez, contiene
medidas civiles como la orden de protección.

 En el artículo 309 la ley define la violencia contra la mujer como: toda acción o
conducta pública o penada en razón de su género que cause daño o sufrimiento
físico, sexual o psicológico, y verbal, intimidación persecución. Las penas van de 1 a
5 años de prisión y multas de 500.00 hasta 5,000.00 pesos, así como la obligación
de reponen aquellos bienes que hayan sido destruidos, dañados y ocultados por el/
la agresor. En la segunda parte de dicho artículo se define toda conducta que
emplee la fuerza física, violencia psicológica, verbal intimidación o persecución
dentro del hogar, ya sea contra uno o varios miembros de la familia o cualquier otra
persona con la que se mantenga una relación de convivencia o persona bajo cuya
autoridad o cuidado se encontraba la familia; ambos delitos se castigan con prisión
de 1 a 5 años y multas de 500 a 5,000.00 pesos y la sustitución de los bienes
destruidos, dañados y ocultados si fuera el caso.

 ADAPTADO DE LA LEY 24-97

 Contra la violencia intrafamiliar, Secretaría de Estado de la Mujer.

 Por mi parte las mujeres somos una joya para la sociedad mundial por ende
merecemos todo el respeto del mundo.

 Gracias.

 Conclusión

 Durante años la historia ha estado registrando y contabilizando las penurias,


exclusiones y desigualdades, por la que atraviesan las mujeres víctimas de maltrato
y violencia intrafamiliar.

 Lo triste y vergonzoso de esta situación es la apatía, el desconocimientos y


deshumanización con la cual trata no solo la sociedad, también la justicia.

 Esta es la razón por la cual queremos con este aporte crear conciencia con el
objetivo de combatir este flagelo que destruye no solo las vidas de tantas mujeres,
también los cimientos mismos de la sociedad.

 En sentido general, debemos comprometernos todos a denunciar tales actos, a la


vez que implementamos y promovemos programas que vayan a solucionar y
erradicar tan terrible mar.

 ¡Este no es un problema de ellas, es un problema de todos!

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