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¿Qué es pecado? Normalmente se diría que es hacer lo malo, quizás ofender a Dios, o pensar,
decir, actuar de una manera inadecuada. Pero la Biblia es clara y nos dice qué es: 1 Juan
3:4 “Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es
infracción de la ley”. ¡El pecado es transgredir la ley! Aunque algunas Biblias se transcribe
este pasaje como “el pecado es maldad”, en la mayoría la transcripción corresponde a “el
pecado es transgredir la Ley”.
Veamos un ejemplo: cuando uno se pasa un semáforo en rojo lo más probable es que reciba
una multa porque hay una ley que dice que esta es una acción prohibida. Si no existiera esa ley
nada señalaría la infracción. A nivel espiritual para esto son los 10 Mandamientos que tenemos
en la Biblia en Éxodo 20. Dios habló, y dijo todas estas palabras: “Yo soy el Señor tu Dios, que
te sacó de Egipto, donde eras esclavo. No tengas otros dioses aparte de mí. No te hagas ningún
ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que
hay en el mar debajo de la tierra…”. Si no tuvieran validez entonces matar no sería pecado, ni
robar, ni cometer adulterio.
Aquí se nos habla que hubo una lucha en el cielo y se nos habla de la caída de satanás. Hay
otros pasajes que nos hablan de él y de su caída:
Isaías 14:12-14 “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra,
tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto
a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados
del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”.
Ezequiel 28:15-19 “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta
que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad,
y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego,
oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu
sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para
que miren en ti”.
Todo esto nos indica que en el cielo y específicamente en Lucifer se originó el pecado (de una
manera que escapa a la comprensión humana), lo que quiere decir que si allí hubo pecado es
porque en el cielo también existe la Ley. La primera carta de Juan 3:8 dice que “el diablo peca
desde el principio”.
El pecado entró al mundo con la desobediencia de Adán y Eva (Génesis 2:15-17 y 3:1-6). Dios
había puesto a Adán como gobernante de este mundo, pero al caer bajo la tentación del diablo,
al obedecerle perdió este derecho y es por eso que Satanás se convirtió en gobernante de la
Tierra y desde allí todo en este mundo en muerte, dolor, etc. Hay un principio que debemos
conocer y que está en la Segunda carta de Pedro 2:19 “Les prometen libertad, y son ellos
mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que
lo venció”. Y Romanos 6:16 “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para
obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la
obediencia para justicia?”.
…“se vuelve esclavo de aquel a quién obedece”…es por eso Adán y Eva y de allí en adelante
este mundo, quedó sometido, esclavo al pecado. Cuando Satanás tentó a Jesús en el desierto
se expresó de esta manera: Lucas 4:5-7 “Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un
momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la
gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me
adorares, todos serán tuyos”. Por eso Jesús lo llamó en Juan 14:30 “No hablaré ya mucho con
vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí”.
¿Qué debemos hacer? 1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
¿Y Dios qué hace? Isaías 1:18 “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros
pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el
carmesí, vendrán a ser como blanca lana”.
Isaías 43:25 “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré
de tus pecados”.