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TEORÍA TEOCRÁTICA

Estudiante:
Rodolfo Peralta Garro

Universidad Latina de Costa Rica Sede Guapiles

Facultad de Derecho

Historia del Derecho

Profesora:
Yamileth Obando Gutierrez

-2019-
Teocracia

Se derivado de un vocablo griego que puede traducirse como “dominio de Dios”. La


expresión se refiere al ​gobierno​ que ejerce el poder desde la divinidad de manera directa o
a través de algún tipo de representante.

En la teocracia, por lo tanto, las autoridades gobiernan en el nombre de ​Dios​. De esta


manera el líder religioso es también el líder político. Estos sistemas no cuentan con una
separación entre el Estado y la institución religiosa.

La base fundamental de esta forma de gobierno radica en que las autoridades ejercen su
papel “en el nombre de Dios”, por lo que no hay diferencias entre el Estado y la institución
religiosa de acuerdo a la religión correspondiente a la cultura; es por ello que una teocracia
no tiene relación con un gobierno democrático.

Por el contrario, en el ​cesaropapismo​, el poder de un l​ íder​ ​secular​ (un líder político -​César​ o
emperador​, ​rey​ o cualquier otro título de soberanía-) se impone, incluso en cuestiones
religiosas, sobre el que pudieran aspirar a tener o compartir, incluso en cuestiones
terrenales, los líderes religiosos (​Papa​ o ​sumo sacerdote​, o ​casta sacerdotal​), subordinado
la Iglesia al Estado.​4​​

Características.

1- Ley religiosa.

La principal característica de un gobierno teocrático es que la forma de vida y las leyes que
gobiernan a los ciudadanos y sus líderes viene a ser dictada por creencias religiosos. Por
ello, su bienestar espiritual está por encima del bienestar físico o material.

La ley por la que se rigen está registrada en sagradas escrituras, plasmadas por la
inspiración divina que Dios o los dioses dieron a su representante en la tierra. Este
representante es una personificación de estas deidades y, por lo tanto, es perfecto y
omnipotente.
2- Poder centralizado.

El poder está centralizado en una persona o un muy pequeño grupo de personas, y son
ellos quienes se encargan de ejercer todo el control.

3- Una sola religión.

Como es la religión la que domina todos los aspectos de la vida, existe solo una práctica
religiosa oficial. Además, las leyes que dicta el gobierno coinciden siempre con estos
preceptos religiosos.

En la teocracia el gobierno impone las creencias; no existe libertad de culto sino que reinan
los mandatos de la religión dominante.

5- Coacción.

La forma en la que actúan los ciudadanos responde al pensamiento individual de este que
se ha desarrollado a partir de sus creencias religiosas.

Sin embargo, también es regulada por los mecanismos de coacción del Estado y de la
sociedad en sí misma en función de lo que dictan las escrituras.

6- Democracia inexistente.

Como el pueblo no elige a sus gobernantes, en teocracia no se pueda hablar de


democracia; los ciudadanos no eligen ni pueden postularse a ninguna elección para
representar a sus conciudadanos.

Los dirigentes son personificaciones de Dios o son quienes lo representan, así que tampoco
hay espacio para ejercer oposición, pues en la mayoría de los casos no hay quien quiera
oponerse a Dios.
Ejemplos de teocracia en la historia.

El antiguo Egipto.

En el antiguo Egipto los faraones eran la autoridad política máxima. Eran quienes ejercían el
poder absoluto y se consideraban los representantes de las divinidades.

En muchos casos eran sacerdotes. Esta máxima autoridad religiosa reunía todos los
poderes: el político, el judicial y el administrativo.

Uno de los más famosos fue el faraón Keops, cuyo nombre original fue Jhufu o Jnum-Jufu.
Este nombre significaba “Jnum (el Dios creador) me protege”; es decir, Keops era el ungido
por el Dios creador.

Fue el segundo faraón de su dinastía (que era la cuarta) y es uno de los más recordados
porque bajo su mandato fue construida la Gran Pirámide de Guiza, en las afueras de El
Cairo.

Esta pirámide fue construida por orden del faraón para que fuese usada como su tumba, y
así preservar su esencia por toda la eternidad. Este era un honor que solo podían tener los
faraones como representación viva de los dioses en este mundo.

Roma imperial.

Más reciente que el antiguo Egipto es la Roma imperial. Augusto, primer emperador
romano, hábilmente utilizó los recursos propagandísticos que ofrecía la religión para
divinizarse, institucionalizando el culto al imperio y a su máximo líder, el César: el pueblo se
debía al Imperio y el César era el Imperio, así que el pueblo se debía al César.
Luego de hacerse con el poder, César Augusto cambió la forma de gobierno de Roma
transformando la República: dividió el poder entre el Senado y el pueblo, y el emperador y
su casta.

Se autoadjudicó el título de príncipe del Senado, para así ser asociado con la divinidad.
Además, se proclamó emperador proconsular para hacerse del poder militar y se nombró a
sí mismo el de gran pontífice para ser el líder religioso. El último nombramiento que se
adjudicó fue el de padre de la patria.

América prehispánica.

Antes del descubrimiento se tienen registros de que en América existían civilizaciones cuya
forma de gobierno era la teocracia. Tal es el caso del Imperio inca, en el que los líderes de
la familia dominante eran adorados como deidades vivientes.

Su rey, el sapa inca, era considerado hijo del Sol, y el Sol era percibido como el astro rey, el
dios principal responsable de la vida de plantas y animales.

Su economía se basaba precisamente en la agricultura, y siendo el Sol el principal garante y


cuidador de la vida, su representante en la Tierra era tratado como un dios.

Japón.

Para los japoneses el emperador encarnaba la divinidad. Era el máximo líder religioso y
político porque los dioses lo habían ungido y se manifestaban a través de él. Dictaban las
normas y se encargaban de proteger al pueblo.

Inicialmente, el emperador era un medio para controlar al pueblo a través de sus creencias,
para mantener la organización social.

Sin embargo, cuando el emperador Meiji subió al poder declaró al emperador como un ente
sagrado e inviolable, quien ejercía el mando en compañía de su consejo de ministros.

El pueblo idealizaba al emperador como un dios que tenía el poder y el control absolutos
sobre la nación.
Israel.

La Biblia en su Antiguo Testamento indica que Dios no solamente creó el mundo, sino que
además era su legítimo gobernante.

Fue quien inspiró al pueblo de Israel a liberarse de los egipcios y a regirse por la Torá, obra
en la que aparecen estipulados con antelación los juicios, las penas y las leyes por las
cuales el pueblo debía conducirse.

Más tarde surgieron los reyes, que eran una representación divina de ese Dios omnipotente
y omnipresente del que habla la Biblia.

Califatos árabes.

Mahoma fue sucedido por los llamados califas, quienes se encargaron de aumentar su
dominio político y religioso basándose en las enseñanzas del profeta.

Según las escrituras, Mahoma recibió la revelación divina de Dios a través del ángel Gabriel
y fue inspirado por este para predicar su palabra, convirtiéndose en el gran profeta.

El domino de los califas se extendió por gran parte del Imperio bizantino hasta llegar a
Mesopotamia. A su paso convirtieron a los moradores de los pueblos conquistados al islam,
ganando así un mayor poder económico, político y humano para expandirse aún más por
occidente y oriente.

Los califas se proclamaron sucesores de Mahoma, máximo líder espiritual. Por


consiguiente, ellos eran los llamados a ejercer el poder.

Ejemplos de países con gobiernos teocráticos en la actualidad.

Aunque son pocas, aún existen naciones que siguen el modelo teocrático como forma de
gobierno. Algunas de las más destacadas con las siguientes:
Vaticano.

Es el más representativo y uno de los más antiguos. Se remonta al papa Inocencio III, quien
no solo intentó imponer al catolicismo como religión dominante en el ámbito mundial, sino
que también quería que fuera la directriz de los gobiernos.

Inocencio III se impuso como líder religioso, como la autoridad absoluta de la fe, y además
hizo que su poder fuera incuestionable por ser la representación de Dios en la Tierra.

El Tíbet.

Para los tibetanos la máxima autoridad religiosa es el Dalai Lama, la encarnación del Buda
y cuya misión es hacer del Tíbet una nación y un reino espiritual.

El control político, social y espiritual era regido por este líder hasta 1959, año en el que el
gobierno chino forzó a este representante a cruzar la frontera y exiliarse en la India.

Otros países

Irán y Afganistán son gobiernos teocráticos basados en el islam. También entra en esta
categoría Mauritania, un pequeño país en el norte de África.

Así mismo, Arabia Saudita es reconocida como una monarquía teocrática islámica. También
forman parte de este grupo tanto Sudán como Yemen.
Formas de Teocracia.

Según su ​Naturaleza​ o Esencia:

1. Teocracia Directa o Pura

Se refiere al gobierno que ejerce Dios o una divinidad de manera directa. El gobierno de
Dios es, estructural y funcionalmente, una teocracia pura (del gr. Theós: dios; y krátos:
gobierno), un gobierno por Dios.

2. Teocracia Indirecta o Representativa

Se refiere al gobierno que ejerce una autoridad de manera indirecta. En la teocracia


representativa, por lo tanto, las autoridades gobiernan en el nombre de Dios. De este modo,
el líder religioso es también el líder político, son la misma persona. Estos ​sistemas​ no
contemplan una separación entre el Estado y la institución religiosa.

Desde el punto de vista funcional o estructural

1. Teocracia Monista.

Es una forma de gobierno en la que los líderes gubernamentales coinciden con los líderes
de la religión dominante, y las políticas gubernamentales son idénticas o están muy influidas
por los principios de la religión dominante; normalmente el gobierno afirma gobernar en
nombre de Dios o de una fuerza superior, tal como especifica la religión local. Son sistemas
políticos en los que los gobernantes se tornan cuasi ministros religiosos, seres iluminados y
mesías salvadores -al estilo de Stalin en la URSS y Mao Tse-Tung en China.

2. Teocracia Dualista.

Es una forma de gobierno en donde la religión o líderes espirituales y el gobierno o líderes


gubernamentales coinciden en sus ideas creando una especie de gobierno paralelo
(co-gobierno), generalmente el gobierno dice hacerlo en nombre de Dios esto según la
religión dominante del país.
En conclusión en un estado teocrático ​el gobierno puede exigir a sus ciudadanos una
lealtad incondicional. Por un lado se obtiene fe ciega, ya que es confianza en Dios y no en
el hombre; y por otro, un mandato divino nunca se discute, solo se cumple.

Como consecuencia se tiene una ciudadanía más obediente, unida y rara vez rebelde, así
que no hay alzamientos civiles, oposición al gobierno o cuestionamientos ideológicos.

Aun con estas ventajas, las leyes no se basan en la lógica o la justicia sino en lo que dicta la
religión; por esto no se discuten, y mucho menos pueden ser cambiadas.

Así mismo, no existe libertad de expresión o, de existir, esta está muy restringida. No se
puede criticar al gobierno, pues se criticaría a Dios mismo y sus mandatos.

En los sistemas teocráticos se observa la tendencia de los gobiernos a ser autoritarios e


intolerantes a opiniones que estén en contra de lo que dice la palabra de Dios, que se
considera la ley.
Bibliografía.

https://www.monografias.com/trabajos104/teocracia-o-gobierno-teocratico/teocracia-o-gobie
rno-teocratico.shtml#conclusioa

https://www.lifeder.com/teocracia/

https://definicion.de/teocracia/

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