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SOCIEDADES DEL CERCANO ORIENTE

Garfinkle, Steven (2013) “The Third Dynasty of Ur and the Limits of State Power in Early
Mesopotamia”, en: S. Garfinkle & M. Molina (eds.) From the 21st Century B.C. to the 21st
Century A.D.: Proceedings of the International Conference on Sumerian Studies Held in Madrid
22-24 July 2010. Eisenbrauns: Winona Lake. Pp. 153-167.
Traducción del inglés: Federico Luciani, 2017.

La III dinastía de Ur y los límites del poder del Estado en la Mesopotamia temprana

1. Introducción

Los cientos de miles de tablillas de arcilla que sobreviven de los vastos archivos administrativos
de la tercera dinastía de Ur han convertido al estudio de este periodo en una cuestión
fundamental para apreciar la sociedad y la economía de la Mesopotamia temprana. Cada vez
más, los estudiosos se han centrado en el período de Ur III no sólo por su extenso registro
documental sino también porque ese registro contiene uno de los esfuerzos más tempranos de
formación estatal en el mundo antiguo. Los reyes de Ur gobernaron un territorio que se extendía
desde el golfo Pérsico hasta el Sur profundo de la Mesopotamia. Estos reyes también
extendieron su influencia sobre regiones vecinas hacia el este. Los escribas del tardío III milenio
antes de Cristo registraron estas hazañas con gran detalle y suponemos que el nuevo reinado
creó una administración central para facilitar este registro. El volumen de los archivos creados
por estos administradores todavía hoy sorprende a los observadores modernos. Estamos
acostumbrados a considerar a estos archivos como un resultado de la creciente autoridad del
Estado a pesar de que los textos a menudo resaltan los límites encontrados en la expansión de
tal autoridad.
Durante los últimos años estuve trabajando sobre la relación entre los mercaderes, la
formación del Estado y las actividades militares en el periodo de Ur III. En este artículo ofrezco
algunas afirmaciones provisionales acerca de los límites del poder del Estado visto
principalmente a partir de los registros económicos y administrativos. Gran parte de esta
contribución puede ser resumida en las siguientes afirmaciones: las actividades de construcción
del estado de los reyes de Ur III no están bien representadas en nuestros archivos más grandes
que documentan las economías institucionales de grandes provincias como Umma y Girsu-
Lagaš. Las actividades de construcción del Estado estaban centradas en el sur de la
Mesopotamia y confiaban en el patronazgo del dominio real y en el carisma de los propios reyes
Garfinkle, Steven La III dinastía de Ur…

y por lo tanto estas actividades son más visibles en lugares como Puzriš-Dagān, Iri-Saĝrig y
Garšana1. En última instancia la única institución creada con éxito por los reyes de Ur III a lo
largo de todo el estado fue el ejército y finalmente, como un resultado de esto, las actividades de
construcción del Estado eran inherentemente inestables. El éxito del Estado se logró a través de
la cooperación con las élites locales cuya autoridad duradera dentro de sus comunidades fue
cooptada por la corona.
El amplio volumen de textos existentes de este período nos ha convencido no sólo de
que este era un Estado altamente organizado sino también de que el poder central del Estado
era absoluto2. Esta visión de la tercera dinastía de Ur subestima en gran parte la naturaleza del
control del Estado y su permanencia. En primer paso hacia la comprensión de los límites del
poder del Estado es reconocer el carácter de los archivos que sobrevivieron y sus limitaciones.
Como se aprecia claramente en los datos preparados por Manuel Molina (fig. 1), lo que tenemos
es un registro documental que se extiende aproximadamente durante 2 generaciones. Este
período coincidió con los años en los cuales el poder militar de la dinastía y su habilidad para
extraer tributos estaban en la cima.

1 Estos sitios muestran los esfuerzos de los reyes de Ur de apropiarse del espacio en el sur de la Mesopotamia para
sus propias actividades. Puzriš-Dagān se estableció cerca de Nippur para ayudar en la recolección central de ganado y
otros bienes y para la distribución del botín de campañas militares. Iri-Saĝrig era una ciudad más antigua que
probablemente fue apropiada por la corona como base de sus aventuras militares en el este (sobre este sitio, véase
Owen 2013a, 2013b, and 2013c en este volumen). Garšana era una amplio dominio estatal creado en la provincia de
Umma para una princesa real y su esposo, un general (sobre este dominio, véase Owen 2011; Heimpel 2009).
Steinkeller en prensa discute la visibilidad de las actividades constructivas del estado en los registros de asignaciones
de trabajo para edificios monumentales, y señala la extensión de la nueva identidad estatal más allá de los dominios
en los cuales se enfoca este artículo.
2 Esta imagen del estado de Ur III todavía domina en las obras generales sobre Mesopotamia y la historia mundial,

pero está cada vez más cuestionado por los especialistas, véase Yoffee 2005 y 2013; Michalowski 2004 y 2013b en
este volumen. Esta visión resulta no solo de la apariencia de poder demostrado por los cientos de miles de
documentos administrativos que sobrevivieron sino también, como señala Michalowski, de las representaciones o
mejor de las auto-representaciones del poder provenientes de las inscripciones reales y los himnos. Yoffee (2005:
147) lo resumió del siguiente modo: “La calidad y la calidad de estas fuentes de la casa real de Ur motivan a los
académicos de manera inversamente proporcional a la estabilidad y el carácter normativo del estado de Ur III”

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Fig. 1: Un resumen de la distribución cronológica de los textos de Ur III existentes3

Los textos son ciertamente evidencia de la autoridad del dominio real y su habilidad para
apropiar recursos para la corona y sus clientes, al menos en un período de unos 50 años. Los
oficiales que se encargaban de localizar estos recursos lo hicieron a través de la producción de
textos. Como ya lo he dicho en otro lado, los administradores letrados podían simultáneamente
ejercer el control sobre los materiales así como también sobre las personas de distintos lugares
y en varios momentos en nombre de la corona (Garfinkleen prensa b). Las diferentes partes del
reino se juntaban en las tablillas para el beneficio de la élite real, y a pesar de esto nuestros
archivos más grandes documentan la operación continua de los medios locales de control en las
provincias del centro del reino. Discutiré este punto más abajo en referencia a los mercaderes y
al ejército pero permítaseme hacer una pausa y subrayar un punto crítico con respecto a la
proveniencia de los textos de la Tercera dinastía de Ur. Los académicos y estudiosos del período
de Ur III regularmente comentan el hecho de que los textos sobre los cuales tenemos la
proveniencia geográfica pertenecen solamente a algunos sitios y probablemente de algunos
pocos contextos dentro de esos sitios. La figura 2 más abajo muestra cuán limitada es nuestra
visión del reino. Al menos 7 de cada 10 tablillas cuyo origen conocemos proviene de los archivos
de las instituciones provinciales en Umma o Girsu-Lagaš.

Origen Número de textos existentes4

3Esta tabla está adaptada a partir de Molina 2008: 47.


4Con la excepción de Iri-Saĝrig, estas cifras se deducen de los registros actuales de la Base de Datos de Textos Neo-
Sumerios (BDTNS): http://bdtns.filol.csic.es.

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Umma 28.557
Girsu-Lagaš 26.671
Puzriš-Dagān 14.630
Ur 4272
Nippur 3545
Garšana 1496
Iri-Saĝrig5 1200

Fig. 2: Los conjuntos de textos más numerosos según origen6

Estos registros, en su mayoría de dos de las provincias más prósperas, testimonian la


habilidad del Estado para extraer riqueza de los viejos centros urbanos y sus alrededores pero
raramente nos hablan directamente de los establecimientos estatales que supervisaban esta
actividad. Las instituciones del estado territorial recientemente formado pueden ser apreciadas
de mejor manera en los lugares dirigidos directamente por el estado tales como Puzriš-Dagān e
Iri-Saĝrig; y en los archivos de los dominios ricos creados por los funcionarios de la corte, tales
como Garšana. Los agentes del poder Estatal eran individuos como soldados o mercantes que
operaban a lo largo de la Mesopotamia sur y cuyas actividades no se confinaban a los límites de
una de las provincias. Los archivos más pequeños de las ciudades reales y dominios testimonian
el desarrollo de nuevos grupos dentro del Estado cuyas fortunas estaban atadas directamente al
dominio real. Este número relativamente bajo de funcionarios debía sus posiciones de privilegio
a la corona. Esto significó que compartían la riqueza creada por el éxito del Estado pero también
que tenían que pagar constantemente tributo a los reyes. Muchos de estos funcionarios ya eran
individuos de importancia sus comunidades locales pero sus conexiones con la familia real le dio
a sus actividades una escala y una órbita mayor7. Los textos de Puzriš-Dagān en particular
aparecen como una consecuencia de la necesidad de controlar este flujo de tributos hacia los
reyes desde los nuevos clientes del estado y las tradicionales élites urbanas en el sur de la
Mesopotamia junto con los nuevos clientes del estado de las tierras extranjeras adyacentes a la
Mesopotamia. Esta nueva comunidad estatal era inherentemente frágil.

5 Esta imagen es cortesía de Owen 2013c en este volumen.


6 Una tabla similar en Molina 2008: 52 incluye algunos de los archivos menores que no aparecen aquí. Molina
también muestra el porcentaje de textos existentes representados en cada corpus. Los datos de más arriba se
actualizaron de acuerdo a la actual base de datos en BDTNS; sin embargo el porcentaje que calculó Molina se han
mantenido estables. Los textos de Umma y Girsu-Lagaš constituyen casi el 70% de los textos de Ur III de los cuales
conocemos su proveniencia.
7 El estatus en las comunidades de la Mesopotamia temprana era hereditario. Estoy describiendo una situación en la

cual los profesionales y los miembros de la elite local -que debían su posición a su lugar de nacimiento- eran capaces
de adaptar sus vínculos con la casa real a roles más prominentes en el nuevo reino.

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2. El dominio real y sus clientes

Los clientes del dominio real eran atraídos desde distintas fuentes. Los reyes confiaban primero
y principal en las élites locales tradicionales de las ciudades en el centro del reino. Esto está bien
documentado en lugares como Nippur y Girsu-Lagaš donde la corona hizo uso de las redes
sociales existentes y dejó a familias locales prominentes a cargo del templo y de las jerarquías
ciudadanas. Michalowski (2013b en este volumen) nota que importantes grupos de parentesco
en Girsu-Lagaš vinculados con el último gobernante independiente de esa ciudad fueron
sostenidos por la corona durante la III dinastía de Ur. De hecho, el prólogo de las Leyes de Ur-
Namma proclama que ese rey convirtió a Namhani en el gobernador (Roth 1997: 15; Frayne
1997: 47). Este es el mismo Namhani relacionado probablemente al famoso Gudea. En
segundo lugar, los reyes de Ur forjaron alianzas con las familias de las élites en áreas periféricas
del norte (por ejemplo, Mari) y en el este (por ejemplo, Simanum)8. Estas élites “extranjeras”
eran visitantes frecuentes del sur de la Mesopotamia y contribuyentes regulares de recursos a la
corte de los reyes de la tercera dinastía de Ur (véase Sharlach 2005). Finalmente la corona
creaba activamente nuevas redes de élites cuyas actividades atravesaban antiguos límites
políticos y que ayudaban a crear una comunidad estatal ligada directamente al dominio real.
Encontramos estos notables en mayor medida en las profesiones militares y en profesiones
económicamente significativas, especialmente relacionadas al comercio o a la cría de animales y
la administración9.
Estas personas no eran “hombres nuevos” en el sentido clásico del término. Estos
individuos ya tenían posesiones y riquezas pero la escala de sus actividades aumentó en gran
parte bajo el patronazgo de la familia real de Ur. En algunos casos, este patronazgo de hecho
significó la inclusión en la nobleza de la corte. Šu-Kabta, el general a cargo de la hacienda de
Garšana provenía de una familia de doctores y su padre también tenía un título administrativo
como secretario de los porteros (véase Kleinerman 2011) pero fue su casamiento con un
miembro de la familia real lo que probablemente le otorgó su nueva riqueza y su alta posición
militar. Un caso más llamativo puede ser el del jefe-ministro (sukkal-mah), Arad-Nanna.
Provenía de una familia muy prominente en Girsu-Lagaš y Michalowski (2013b en este volumen)
sugiere que los reyes de Ur adoptaron la posición de jefe-ministro de los gobernantes
anteriormente independientes de esa provincia. En este caso también, Arad-Nanna solidificó su
posición a través del casamiento con un miembro de la familia real y de este modo se aseguró
su estatus y el de su familia. El aspecto más ilustrativo de estas carreras para nuestra discusión
no es tanto la manera en la cual hacían uso de su posición a través del casamiento sino el modo

8Michalowski 2006: 60 señaló la profunda naturaleza de estas alianzas, “Algunos se casaban literalmente con la

familia real de Ur, otros eran incorporados simbólicamente al clan patrimonial extendido que gobernaban los dos
estados más importantes del región, Mari y Ur”.
9Ba’aga, el criador, cuya Carrera se discute en Owen 2013a: 114-119 es un buen ejemplo de este tipo de profesiones.

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en el cual la familia real llegaba hacia las redes locales de notables y elevaba a estas élites a
posiciones de liderazgo estatal.
Podemos ver la misma situación entre profesiones más comunes que eran también
claves del éxito Estatal. Mercaderes importantes, tales como Lu-Nanna de Umma y Turam-ili de
Iri-Saĝrig aparecen en textos de varias partes del reino y a menudo administraban los negocios
del Rey (véase Garfinkle 2008). El florecimiento de tantas familias en todos los puntos del
espectro de las actividades de la élite (desde la familia del jefe ministro Arad-Nanna hasta la
familia del notable de Nippur, Ur-Meme y los mercaderes artesanos y otras profesiones) muestra
la dependencia de la corona con respecto a las redes sociales preexistentes. Un punto crítico
para nuestro análisis es la medida en la cual los grupos de parentesco controlaban profesiones
clave en el sur de la Mesopotamia (véase Garfinkleen prensa-c). Las jerarquías entre estos
grupos profesionales no sólo estaban vedadas a los extranjeros sino que eran gobernadas por
mecanismos con los cuales el estado raramente podía interferir.
Para la mayor parte, no tenemos grandes archivos que documenten las actividades
individuales de estas élites estatales. Encontramos evidencia de ellas cuando se cruzaban con
las instituciones provinciales y cuando se conectaban con el sistema tributario como el que se
encontraba en Puzriš-Dagān (véase más abajo sección 3). Al mismo tiempo, sabemos que las
jerarquías institucionales atestiguadas en nuestros archivos más grandes a menudo se
replicaban en otras áreas de la economía y la sociedad mesopotámicas del tercer milenio tardío
a.C. Muchos de los títulos y funciones que asociamos con la administración institucional en el
período de Ur III se usaban comúnmente entre los grupos profesionales así como también en los
dominios no institucionales. El mejor ejemplo de esto sea probablemente el término sumerio
ugula, que significa supervisor. En muchos casos, este término no era un título fijo sino más
bien una indicación de responsabilidad para una cierta transacción (similar al término ĝìr)10. El
supervisor usualmente era alguien en una posición de autoridad local, a menudo como resultado
del liderazgo individual en una asociación profesional. De hecho, esto era probablemente un
privilegio y una responsabilidad que se otorgaba a los miembros más antiguos de las familias
que dominaban las artes y una profesión11.
Otro ejemplo particularmente bueno de este fenómeno es el término šabra. Hace un
tiempo, esta palabra se traducía de modo rutinario como “jefe del dominio de un templo” o
incluso como “sacerdote” pero ahora se entiende más comúnmente como “jefe-administrador de
un dominio” o “mayordomo”; por lo tanto no solamente encontramos numerosos šabra en

10 De hecho, el uso de estos términos (ug u l a y ĝ ì r) pueden ser relacionados directamente con la comprensión de la
antigüedad dentro de las profesiones y las jerarquías administrativas. El término ug u la usualmente denota a los
miembros más antiguos que eran responsables directamente por la transacción, sea tanto la recaudación y la
administración de una transacción (como era el caso entre los mercaderes y los artesanos) como la recepción oficial
en una institución. El término g ì r era frecuentemente usado por sus colegas o subordinados cuando estos estaban a
cargo de asegurar que las tareas se completaran; de las cuales el responsable era el u g u l a .
11 Véase Garfinkle en prensa-c. Para la organización de las profesiones y las artes, véase Steinkeller 1987 y 1996;

Dahl 2010.

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textos asociados con dominios divinos sino también šabra asociados con dominios no
institucionales.
El dominio que Adad-illat administraba nos provee evidencias tanto para las
posibilidades y límites del nuevo poder estatal en la Mesopotamia de Ur III. Él era el šabra del
dominio real de Šu-Kabta y Simat-Ištaran en Garšana12. El asistente de Adad-illat en la
administración del dominio era el escriba Puzur-Ninkarak. Juntos eran los responsables de
organizar y mantener registro del trabajo que se hacía en el dominio y los recursos que este
generaba. Adad-illat también se identificó en otros textos como un mensajero y un mensajero
real. Aparece en textos de Nippur, Garšana e Iri-Saĝrig. Dos cosas son inmediatamente visibles al
examinar el dominio de Šu-Kabta. Primero, la administración de esta propiedad era similar a la
de las grandes instituciones en términos tanto de su jerarquía y de cómo llevan adelante los
registros. Segundo, los funcionarios de jerarquía como el šabra también eran figuras clave en
las nuevas comunidades estatales de élites. Adad-illat no sólo era un administrador de un
dominio sino también era un mensajero real que viajaba a lo largo del reino.
Podemos ver muchas de estas redes sociales amplias y nuevas juntarse en textos como
NATN16613. En este texto los mercaderes de distintas ciudades (Adab, Umma y Uruk) juntan sus
recursos para entregar tributo en la forma de trabajo agrícola. Mi lectura del texto sugiere que
este trabajo se entregaba al dominio de Šu-Kabta en Garšana bajo la dirección de Adad-illat.
Primero, deberíamos notar que los mercaderes se categorizaban en grupos asociados con
ciudades particulares. El conjunto de mercaderes de tres ciudades estaban cumpliendo con una
obligación hacia la corona. Podemos ver en esto los modos en los cuales grupos
socioeconómicos regionales seguían predominando, incluso de cara al ascenso de un estado
territorial. Segundo, podemos inmediatamente ver la operación de patronazgo en distintos
niveles. Los mercaderes claramente deben trabajo a la corona, presumiblemente como deuda
por algún aspecto de sus negocios con el estado. El receptor de ese trabajo era un dominio real.
Por lo tanto podemos ver un modo adicional en el cual la familia real extraía recursos de las
comunidades locales y lo hacían cooptando grupos profesionales locales, a los que se le dejaba
manejar la entrega de este trabajo.
Nuestras fuentes también ilustran la tensión que el patronazgo creaba entre las
autoridades provinciales y reales. Molina (2010: 210) publicó un texto legal de Umma en el cual
la oficina del gobernador trató de recuperar unos árboles que creía habían sido robados de un
bosque provincial por un hombre que actuaba bajo la autoridad de la mano derecha de Šu-Kabta
(véase Heimpel 2009: 4-5). Podemos imaginar que estos árboles (junto con el ladrón) se
depositaron en Garšana para el uso del dominio. No sabemos cómo fue resuelto este caso pero
parece que el gobernador no tenía la autoridad para sacar al acusado de la casa del ayudante

12 Para el dominio en Garšana y las actividades de Adad-illat (también leído Adad-tillati), véase Oweny Mayr 2007;
Kleinerman y Owen 2009; y Heimpel 2009.
13 Véase Garfinkle 2010a para un tratamiento completo del texto.

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del General. Y aquí también vemos los modos en los cuales las redes locales de autoridad
estaban siendo circunvaladas para el beneficio de la comunidad estatal.
Los hilos que componían la trama de esta nueva y más grande comunidad eran las redes
sociales que operaban a lo largo de grandes distancias más allá de las ciudades-estado
individuales. En muchos modos, esto privilegió a grupos que no estaban directamente asociados
con o subordinados a las grandes instituciones de los viejos centros urbanos del sur de la
Mesopotamia. Como lo detallaré más abajo, los militares -y las muchas oportunidades asociadas
con el servicio militar- eran un ejemplo excelente de este proceso. Las operaciones del ejército
requerían que se incluyera actividades a lo largo de todo el estado y más allá de sus límites
aparentes.
Había otros grupos en posición de buscar estos privilegios. Principalmente, estos grupos
eran aquellos cuyas profesiones ya le requerían viajar entre los centros urbanos y cuyo
conocimiento y destreza los convirtió en valiosos14.
Los mercaderes, como los citados en NANT 166 son una importante categoría de
personas para esta discusión por su rol como intermediarios en nombre del creciente poder del
Estado. En beneficio de este trabajo, podemos ir más allá de la vieja cuestión de si los
mercaderes eran funcionarios estatales u operadores independientes. Concentrémonos en
cambios en lo básico que hacían. No hay duda de que las más grandes transacciones
mercantiles se hacían en nombre del Estado. Por ejemplo, la venta de grano en nombre del
gobernador empequeñece las otras transacciones llevadas a cabo por los mercaderes de Girsu-
Lagaš. Como planteo en otra parte (Garfinkle 2010b), estos mismos mercaderes estaban
profundamente comprometidos en negocios a nombre del bala, que era el instrumento clave
para la recolección de tributos de las provincias por parte de la corona. En realidad, el individuo
que más comúnmente aparece recibiendo plata de los mercaderes en Girsu-Lagaš era Lu-Utu, un
escriba dependiente del gobernador que también podría haber sido un mercader.
Otro rol frecuente para los mercaderes de Girsu-Lagaš era la compra de bueyes y vacas
para sus clientes institucionales. Solo raramente vemos a mercaderes comprando otro tipo de
ganado, tales como ovejas o cabras. La razón para esto es simple: el Estado tenía un amplio
acceso a enormes rebaños de estos animales, pero no a bueyes y vacas15. El punto crítico para
señalar aquí es que en última instancia los clientes institucionales de los mercaderes tenían que
negociar por el ganado. La actividad de los mercaderes es usualmente una indicación de los

14 Algunas nuevas instituciones estatales también requirieron de la participación de funcionarios que podían actuar
por fuera de los límites de las viejas ciudades-Estado. Los oficiales judiciales son un ejemplo de esto. La información
que proviene de los archivos de Iri-Saĝrig sobre los movimientos de los m a š k i m apoya este argumento (véase Owen
2013c en este volumen).
15 Había también diferencias significativas en los modos en los cuales estos animales se usaban. Los bueyes se

usaban junto con los burros como animales de carga, mientras que las ovejas y las cabras eran cruciales para la
industria textil. De este modo, era necesario menos ganado. Al mismo tiempo, como lo notó Sigrist 1992: 34, el total
de ovinos que pasó por Drehem empequeñece al total de bovinos. La relación es del orden de 12,5 sobre 1. Sobre los
animales domésticos durante la Mesopotamia en tiempos de Ur III, véanse los artículos en el
BulletinonSumerianAgriculture, vols. VII y VIII.

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límites de la autoridad estatal y la necesidad de la corona de admitir a las élites


socioeconómicas regionales. Los mercaderes operaban a lo largo del Estado -junto con los
soldados- y esto los convirtió en los actores estatales más visibles.

3. La guerra, el tributo y los militares

La actividad estatal en el período de la III dinastía de Ur es evidente en la política exterior


y en el sector militar. Las inscripciones reales y los nombres de años testimonian la importancia
que la dinastía le asignó a sus guerras. Es remarcable entonces, cómo lo notó Bertrand Lafont
(2009: 1), cuán pocos de nuestros textos documentan directamente la actividad del ejército. En
mi opinión el reino de Ur III tal como lo conocemos era una consecuencia de los efectos sociales
y económicos de un estado en una en una situación constante de guerra16. El militarismo de los
reyes llevó a la creación de grandes riquezas y grandes responsabilidades y a un rol cada vez
mayor del ejército tanto en el exterior como en la corte. De modo significativo, la guerra le ofreció
a la corona oportunidades de crear redes sociales que unían a los individuos de forma más
íntima con el estado.
Los nombres de años del período de Ur III ejemplifican claramente la prominencia de las
actividades militares en esta era. Entre el año Šulgi 20 y el comienzo del reinado de Ibbi-Suen, la
mayoría de los nombres de años se refieren a la destrucción de ciudades y países extranjeros17.
El ritmo de los conflictos armados retomó luego de la pausa de la destrucción de Karhar en
manos de Šulgi registrada en su vigésimo cuarto nombre de año. Como podemos ver en la figura
número 1 más arriba este fue el momento en el cual la producción de textos parece haberse
incrementado sustancialmente18. Los años realmente bien documentados, de Šulgi 44 a Ibbi-
Suen 2, nos muestran que la famosa abundancia de registros del período de Ur III estaba
directamente conectada con las aventuras militares de sus reyes. No es accidental entonces que
sean los mejores años documentados de la dinastía. Los administradores de Ur III le dedicaron
una atención significativa a los resultados de sus aventuras militares. Como detallaré más abajo,
la entrega del tributo y botín no tenía sólo una significancia económica sino que servía como una
medida del prestigio y la lealtad de los funcionarios reales. El estado de guerra constante de los
reyes de UrIII, particularmente en los reinados de Šulgi y Amar-Suen, estaba guiada por distintos
objetivos. Primero, el éxito de estas campañas era la fundación de la autorrepresentación real
(véase la sección 4 más abajo).En segundo lugar, la destrucción de fuerzas enemigas en el Este

16 Para una discusión del estado de guerra endémico en Ur III, véase Garfinkleenprensa-a y and Michalowski 2011.
17 Entre Šulgi 20 e Ibbi-Suen 8; veinticuatro años fueron nombrados a partir de actividades militares. Durante esta
misma época, veinte años más fueron nombrados a partir de conquistas previas (los años m u-us 2 -s a “ año luego
del año). Para un lista de los nombres de años, véase Sigrist y Gomi 1991: 319-29; una versión en línea de esta lista
puede encontrarse en la Cuneiform Digital Library Initiative: www.cdli.ucla.edu.
18 Parte de este patron puede deberse a lo accidental de los descubrimientos, pero Adams (2009) sugirió que este

cuadro no se vería alterado por nuevos descubrimientos. La distribución cronológica de los textos en los nuevos
archivos encontrados, como los de Iri-Saĝrig también se ajustan al patrón de la figura 1.

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le garantizo el control de rutas de comercio claves y de tierras de pasturas al mismo tiempo que
previno las incursiones de los extranjeros en la Mesopotamia. Finalmente, el ámbito militar
proporcionó tanto riqueza como oportunidades sociales para la nueva élite estatal. El estado de
Ur III se volvió rápidamente dominado por el tributo y el prestigio que acompañaba todos los
niveles de la actividad de la élite.
La arena militar era el área principal de la actividad real yel progreso.Las élites
tradicionales en la Mesopotamia sur, a pesar de su subordinación política siguieron siendo los
jugadores arraigados en las economías locales, pero las campañas en el extranjero le ofrecieron
oportunidades para la nueva élite real tanto en sus hogares como en el exterior.La mejor
evidencia de esta significancia tanto económica como social de la guerra puede ser encontrada
en los textos de Puzriš-Dagān. Muchas categorías de texto de este sitio se refieren a las
actividades militares o de guerra: listas de botines19,de entrega de tributo de áreas
dependientes20 y las frecuentes ofrendas de animales hechas por grupos de hombres que se
asociaban con el sector militar real. Esta última categoría está muy bien representada con más
de 1.000 ejemplos en todo el corpus disponible. En estos textos, un grupo de hombres, desde
unos pocos a una docena,hacían entrega de un animal, mayormente un cordero. Los
administradores de Puzriš-Dagān recibían los animales en nombre de la corona.
Durante los años más importantes de la guerra, Šulgi 45-48 y Amar-Suen 4-7
encontramos la mayor concentración de este tipo de entrega. Por ejemplo, entre los textos de
este tipo que pude identificar, aproximadamente el 32% o 450 textos datan de Šulgi46-48 y
aproximadamente el 21% o 305 textos datan de Amar-Suen4-8.A pesar de que las personas en
estas listas de tributos provenían de diferentes partes del reino, estaban conectadas a través de
sus servicios directamente con la corona. Esto es coherente con la evidencia proveniente de
varios asentamientos asociados directamente con la autoridad real. Lugares como Garšana, Iri-
Saĝrig oPuzriš-Dagān rebosaban desoldados, capitanes, mensajeros reales y otro personal cuyas
carreras les otorgaban oportunidades por fuera de las jerarquías socioeconómicas tradicionales
de las ciudades establecidas en el sur de la Mesopotamia.Amenudo encontramos a estas
personas asociadas con mercaderes. El estatus social de los mercaderes fue mayor durante el
período de Ur III dado que el sector real comenzó a depender de sus servicios.Esto lo podemos
apreciar en los textos de Puzriš-Dagān, donde los mercaderes aparecen ocasionalmente como
los únicos profesionales aparte de los generales y los sacerdotes entregando corderos para
cumplir con las obligaciones reales.
Si tomamos algunos ejemplos de estos textos podremos comprender tanto su contenido
como su objetivo. MNV 1 133 registró la entrega de 27 animales en Amar-Suen 8.Las primeras 5
personas que entregaban estos animales se identificaron como mercaderes y les seguía

19 VéaseLafont2009;Garfinkleen prensa-a.
20 VéaseMichalowski1978;Steinkeller 1991; Maeda 1992.

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unalarga lista de donaciones de un sacerdote y del gobernador de Nippur. Encontraste a muchos


de los textos en este grupo, MNV 1 133 registró que 14 los animales provenían del bala del
gobernador de Nippur y fueron recibidos por Ur-Saga21.En muchos casos, el origen de los
animales no se registra y sólo están identificados por su donante y a veces por su destino,
usualmente el dominio real o el templo.En Ontario 1 135, quince animales fueron donados en el
año Šu-Suen 2.Los primeros cinco donantes se identificaban otra vez como mercaderes y eran
seguidos por el gobernador de Nippur, unšabra, un capitán y dos hombres que eran
probablemente generales (uno de los cuales era el tío del rey, llamadoBabati).Uno de los
mercaderes en ambos ejemplos era un cierto Lu-Nanna.Él era probablemente el mismo individuo
que el supervisor de los mercaderes de Umma quien era muy activo en Puzriš-Dagān(véase
Garfinkel 2008) Lu-Nanna era un donante frecuente de ganado pequeño tanto en grandes
grupos que incluyen a sus compañeros mercaderes así como también en pequeños grupos en
los cuales aparecía junto a una compañía muy selecta.En Amar-Suen 5 (TRU123), donó un
cordero junto con elšabra,el gobernador de Umma y dos hombres que nose identifican por sus
profesiones.Más temprano el mismo año,Lu-Nanna apareció en una lista de donantes que
incluyen no sólo al gobernador y a varios šabrasino también a tres personas que se identifican
como amorreos incluyendo a Naplanum (BIN3 538).Estas listas muestran los modos en los
cuales las 3 partes constituyentes y nucleares del nuevo Estadio se juntaban en las tablillas y
quizás en una persona, para demostrar su continua alianza y vinculación con la corona. En BIN3
538 encontramos también dignatarios extranjeros, la élite urbana tradicional y la pujante élite
militar y económica conjuntamente para participar de los rituales del Estado.
Cuando los extranjeros, los generales y los capitanes aparecen en estas listas, podemos
presumir que la fuente de estos animales era el botín que recibieron durante las campañas en
otros países.Esto puede ser el origen de todo el ganado donado o puede haber provenido de los
dominios de estos individuos.En cualquier caso, la frecuencia de estas donaciones individuales y
la suma total de las donaciones grupales indica una enorme extracción de tributo en manos de
los reyes de la élite mesopotámica.Se trataba claramente de un arreglo recíproco,dado que los
miembros de la élite real esperaban continuar con los beneficios del mismo. La entrega de las
ofrendas era un signo tanto de su servicio continuo a la corona y el privilegio que estales
acordaba por el patronazgo de los reyes.Sin embargo, este sistema era también precario en
tanto dependía no sólo de la continua participación de la élite sino más significativamente del
continuo éxito militar de los reyes.Este esquema se basaba en la habilidad de los reyes de
gestionar este sistema a través de botines provenientes de la periferia. Hacia los años finales de
Šu-Suen, el sistema estaba en franca decadencia y dejó de existir muy temprano en el reinado
de Ibbi-Suen.

21 Es tentador identificar a este individuo con Ur-saga, el mercader que a menudo recolectaba plata en nombre del
b a l a en Girsu-Lagaš (véase Garfinkle 2010b).

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Garfinkle, Steven La III dinastía de Ur…

4. La formación del Estado en la Mesopotamia temprana: la cuestión del imperio

Ya es una costumbre describir al reino de Ur de finales del III milenio como un imperio.
Esto supondría una estrategia maestra para conquistar y administrar los territorios vecinos del
corazón de la Mesopotamia sur. Así como los estudiosos han comenzado a cuestionar el poder
absoluto del Estado bajo los reyes de Ur III, tenemos que cuestionarnos también su alcance en
las áreas circundantes22. Hay muy poca evidencia del control sobre los territorios que los reyes
reclamaban dominar, a pesar de que Susa sea una excepción23 al respecto. En mi opinión, las
frecuentes campañas de este periodo eran incursiones llevadas a cabo con el objetivo de
asegurar el reino y de incrementar el patrimonio de las familias reales y sus clientes. La mayor
parte de mi discusión hasta el momento se ha centrado en hacer el mejor uso posible de los
textos administrativos para determinar la extensión o alcance del poder del Estado en el periodo
de Ur III; sin embargo, dado que estos textos nos dicen muy poco acerca de la administración
real e incluso menos sobre el ejército, necesitamos estudiar un grupo más amplio de fuentes
para poder determinar el nivel del control estatal de la periferia. Por supuesto, los textos
administrativos nos cuentan sobre la extracción de recursos de esa periferia, especialmente en
términos de ganado; pero la capacidad de obtener riqueza y tributo de las regiones circundantes
no debe equipararse con el control efectivo. De hecho, deberíamos preguntarnos si existe una
evidencia real de que los reyes de Ur III tenían tales ambiciones territoriales más allá de los
valles del Tigris y el Éufrates. Tales ambiciones calzan bien con nuestras suposiciones sobre los
reinos en el Cercano Oriente antiguo. También coinciden con la evidencia que sobrevivió en las
inscripciones reales de la segunda mitad del tercer milenio a.C. Después de todo, el reclamo de
controlar “la totalidad” se originó durante el reino de Sargón en el siglo XXIV a.C. y el epíteto más
común de los reyes de la III dinastía de Ur era “reyes de las cuatro partes del universo”24. De
hecho, estos reclamos implican que los reyes de la Mesopotamia sur no reconocían a otros
pares en un nivel formal. Su concepción de la realeza no tenía igual y esto debió haber sido más
evidente a los ojos de los cortesanos cuando los reyes lograron un estatus divino y fueron
adorados junto con los dioses y diosas tradicionales del panteón mesopotámico.
Esto no significa que quisieron gobernar de hecho por sobre cualquier otro más allá del
pueblo de los cabezas negra de Sumer y Akkad. Volveré sobre los nombres de años para apoyar
esta hipótesis. Señalé más arriba que los nombres de años están dentro de la mejor evidencia
que disponemos para indicar la frecuencia de la actividad militar de la III dinastía de Ur. Esto es

22 La reciente historia epistolar del periodo a cargo de Michalowski es una guía en este sentido también, véase por

ejemplo, 2011: 12.


23 En mi opinión, Susa era excepcional porque conceptualmente no formaba parte de la periferia de la Mesopotamia.

La cultura y el ambiente eran bastante familiar para el sur de la Mesopotamia y presentaba mayores contrastes con
las tierras altas del norte que fueron el objeto de numerosas campañas de la III dinastía de Ur.
24 Sobre estos títulos, véase Michalowski 2010, y 2013b en este volumen.

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Garfinkle, Steven La III dinastía de Ur…

claro para la última década del reinado de Šulgi. A menudo asumimos que las campañas
mencionadas en los nombres de años denotan la conquista y no solamente la victoria y esta es
una afirmación que debemos cuestionar: ¿reflejan los nombres de año un imperio o
simplemente relatan una actividad militar victoriosa?, ¿cómo se define este éxito? El año 44 de
Šulgi fue denominado “Año: Simurrum y Lullubum fueron destruidas por novena vez”25.
Entonces, si la conquista y la administración era el objetivo principal, ¿para qué Šulgi dio cuenta
de su intento fallido de dominar a Simurrum? Si, en cambio, el objetivo era subrayar la habilidad
del rey para una vez más vencer y saquear un reino vecino, entonces estaba haciendo hincapié
en el éxito constante26. Según observó Michalowski (2011: 12-13):

El caso conocido de la ciudad de montaña de Simurrum sirve como un buen ejemplo de la


futilidad de algunas victorias militares reconocidas en los nombres de años: Šulgi reclamó la
victoria o más exactamente, la destrucción de Simurrum nueves veces pero aun así esta le
causó problemas a sus sucesores.

Pero, ¿qué pasaría si vamos un poco más lejos y creemos las palabras de Šulgi?, ¿qué significa
destruir Simurrum (y Lullubum) nueve veces?, ¿es esto el registro de la futilidad o un éxito
abrumador? Nuestra comprensión de las afirmaciones reales y de la propaganda en la antigua
Mesopotamia sugiere que los reyes de Ur no habrían proclamado tan abiertamente sus fracasos.
Se descuenta que los habitantes del Estado de Ur III no estaban en posición de leer los nombres
por ellos mismos pero incluso si la audiencia se restringía a los miembros letrados de las varias
unidades administrativas del reino; podemos afirmar que los nombres de año tenían como
objetivo transmitir la estabilidad y los logros reales.
Los reyes de Ur admitían límites a sus talentos, a su ferocidad militar y a su relación con
los dioses pero nada de esto implica que creyeran que su autoridad era ilimitada. De hecho, los
himnos reales señalan lo último. Ciertamente, los reyes eran poderosos guerreros y Šulgi
alardeaba haber “colocado el yugo en el cuello de Elam” (Šulgi B) pero en la mayoría de los
casos los reyes provocaban la destrucción y volvían a casa con lapislazuli, una buena metáfora
para el saqueo. Si Šulgi realmente era la sombra “que vive sobre los países de montaña” (Šulgi
B) esto se refería tanto a la luz que emitía sobre el valle como al dominio que proyectaba sobre
los países extranjeros. Los reyes de Ur y sus ejércitos de clientes iban a la guerra para proteger
su reino y expandir sus arcas. La política real de mantener alianzas dinásticas con familias

25 Este nombre de año es una buena evidencia de que la frecuencia de la guerra no se refleja adecuadamente en
nuestras fuentes administrativas y esto es parte del argumento de considerar a la III dinastía de Ur como un periodo
de constantes actividades militares. Sulgi destruyó Simurrum por novena vez como se observa en su 44° nombre de
año pero solo tres de las campañas previas están registradas en sus nombres de años. Y en el nombre de su año 45,
destruye otra vez Simurrum junto con Urbilum, Lullubum y Karhar.
26 Michalowski 2013a postuló que debemos entender el uso del verbo hul en los nombres de año con el significado de

“vencer” antes que “destruir”. Su análisis refuerza el rango semántico más amplio que quisiera asignar al tipo de
acción militar designada por hul. Sobre este verbo, véase Marchesi 2013: 287.

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Garfinkle, Steven La III dinastía de Ur…

poderosas en la periferia encajaba bien con la idea de que reconocían los límites del alcance de
su poder.
La naturaleza efímera de la presencia de Ur en la periferia calzaba con las condiciones
temporarias de una economía tributaria en el centro. A pesar de los reclamos vertidos en los
textos, tanto en su contenido y en su cantidad, el reino de Ur vivió poco. Una vez que la habilidad
y el carisma de los reyes comenzaron a desvanecerse, no pudieron más saquear la periferia con
impunidad y alimentar el sistema de patronazgo que habían establecido en su hogar.

5. Conclusión

En un reciente trabajo sobre la Mesopotamia temprana, Robert McC. Adams (2009: 3)


indicó: “Ur III fue agresivamente exitoso como un imperio por más o menos medio siglo”. Si bien
yo prefiero una etiqueta diferente a la de imperio para este éxito, concuerdo con su diagnóstico
de que la falla del Estado surgió de este brevísimo periodo de logros. Tanto Adams como Norman
Yoffee (1995: 295-6) notan que la III dinastía de Ur fue exitosa a pesar de la ausencia concreta
de instituciones de gobierno centralizadas más que por su presencia. La corona logró extraer
recursos, en el centro y en la periferia, y también logró desviar estos recursos para el crecimiento
de la familia real y sus clientes. Para todos estos empeños, los reyes confiaron en las elites
locales y regionales, que podían ser co-optadas por este sistema de patronazgo. Una gran
administración escribal fue creada para documentar todas estas actividades antes que para
gestionarlas. Estos administradores tenían que asegurar que los recursos sean registrados y
adecuadamente distribuidos. Los vastos archivos existentes son una prueba tangible del éxito
temporario de la corte y sus clientes pero a su vez los textos nos muestran los límites de este
poder mucho más que testimoniar la creación de nuevos instrumentos de la administración del
gobierno.
Los reyes como Šulgi alentaron el desarrollo de estructuras estatales pero no crearon
una base institucional firme para proveer estabilidad a las mencionadas estructuras. Establecer
estructuras estatales conllevó tanto problemas ideológicos como prácticos. Una cosa fue asumir
mayor control sobre los dominios del templo en varias ciudades pero habría sido imposible
desvincularlos de las redes sociales regionales en las cuales estaban insertos. Había poco lugar
en las jerarquías tradicionales de las provincias para recompensar a los dependientes. Esto
favoreció que los reyes intentaran la centralización pero prevalecieron los intereses para retener
las jerarquías hereditarias y esto minó la efectividad de tal esfuerzo. El ejército fue la única
institución estatal capaz de salirse del control local pero estaba no obstante caracterizada por la
persistencia del control familiar de los oficiales y era dependiente también de la continuación de
los éxitos militares del pasado. Adams (2009: 4) interpretó la situación de la siguiente manera:

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Aquí no vemos el espacio densamente urbano bajo el control total real del modo que ha sido
propuesto (Adams 2008: §§3.2-3.8), sino la dispersión de la progenie real hacia localidad
ejemplares con la generosidad real (y el apoyo provincial desafortunado también), y poca
evidencia de la supuesta transferencia intencional que iba junto con responsabilidades más
series. La sospecha es que el término sumerio šagina puede a veces haber significado un rango
hereditario, como un lord o un marqués y solo de manera secundaria sería un “general”.

Solo necesitamos incluir a los clientes del Estado junto con esta progenie real para tener
una visión más clara del reino de la III dinastía de Ur y los límites de su poder y su éxito.

Bibliografía

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