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Alberto Cousté, Biografía Del Diablo PDF
Alberto Cousté, Biografía Del Diablo PDF
León Bloy
Paul Valéry
QUIÉN ES EL DIABLO
Hechos de los Apóstoles. El minucioso Lo cierto en cambio es que entre los
demonólogo alemán Wierius — primeros cristianos, convencidos como
contemporáneo del doctor Fausto y, como estaban de la proximidad del fin del mundo,
él, discípulo del sutil abate Tritemus, de el reinado del Anticristo e fue haciendo una
quien habrá ocasión de hablares el primero Imperiosa necesidad; una señal, podría
en establecer una detallada organización de decirse, de la inmediatez del regreso del
las jerarquías infernales, y hace subir a Señor (la llamada parusía – del griego
Acaso el mejor ejemplo de la ambigua las tensiones psíquicas de los locos, 6666 el número de demonios (tomando sin «parousía»: aparición, presencia_-, o según-
identidad del Diablo radica en que suele videntes, médiums y demás seres duda esa arbitraria precisión de una de las
identificárselo con lo anormal, con lo especiales que se conectarían con el plano visiones de Juan, en el Apocalipsis). Georg
específicamente devastador para un de- astral. Todo esto, sin ser propiamente el Bloveck, varios siglos después, los
terminado grupo humano, o con la nada en Diablo —en cuya existencia no cree la homologa al número de los hombres,
que la muerte convierte los cuerpos mayor parte de los esotéricos—, formaría creando una contrafigura del Ángel de la
privándoles del ser. Así, en la mayor parte una especie de tela magmática ciertamente Guarda que haría fortuna en la imaginación
de los cultos animistas africanos, tiene la diabólica, sobre las vidas y obras de los popular (aunque hay que decir qué nada
piel blanca; para los campesinos shintoístas hombres, y sería en gran parte el Mal que nuevo se ha agregado sobre estos
japoneses su forma es homologable a la de les impide el acceso a la vía recta. protectores, desde las especulaciones de los
los zorros, plaga milenaria de la isla; M. griegos en torno a sus daimones, como se
Maestri —y con él los teósofos— lo reducen Es imposible, pues, establecer un punto de verá en el capítulo correspondiente a «El
a la manifestación de tas influencias partida unitario sobre su naturaleza, su esplendor pagano»).
malignas de lo astral. No habría tal Diablo, antigüedad, su polivalencia. Los antiguos
según esta última opinión, sino un aura talmudistas —y con ellos la patrística—
maléfica para los hombres, compuesta por: están acordes en la unicidad del Por un proceso antinómico típico de las
los fantasmas de los recientemente grandes religiones (y aun podría decirse
fallecidos; los restos proteicos subsiguientes Diablo y en la historia por todos conocida de todo el llamado «pensamiento
a esa etapa, en la que el fantasma desea sobre de la caída de Lucifer a causa de la primitivo») toda cosa debe tener su
todas las cosas volver a encarnar, y necesita soberbia: pero ello no les impide refrendar opuesto, y toda fuerza provocará una
de la materia vital de un ser humano para la existencia de numerosos demonios que reacción que se le oponga. Así, del
conseguirlo; los llama dos “cuerpos poblaban los desiertos de Judea —como el dogma cristiano de la encarnación del
fluídicos” de los animales (una suerte de insistente Asmodeo del Libro de Tobías Verbo, del Hijo de Dios aceptando y
alma inferior que le conceden a los —, o entraban a las ciudades en el cuerpo padeciendo vida terre na, surge la
irracionales); las proyecciones psicológicas de los poseídos, extremo este último que impetuosa y extendida le yenda del
(deseos, pensamientos, odios de las personas; se populariza a partir de los Evangelios y Anticristo. Algunos han queri do ver en
los las palabras de los mismos profetas la
aseveración de su existencia, pero éstas «El mono de Dios», representación monstruosa del
no pasan de ser más que inter pretaciones. Diablo en una gárgola de Carcassonne
haberlo tenido entre sus brazos. Una de librarlos del sometimiento; si los
da._encarnación del Cristo para presidir el ellas —en un proceso flamenco de 1613— atormenta, es para que no cejen en su
juicio final), quien aparecería esta vez en aseguró que el personaje tenía por enton- tarea de «ser corno Dioses» que el propio
toda su gloria, y aniquilaría para siempre al ces tres años, que ya de bebé ofrecía un -je para una cierta cosmogonía no lo es Creador les reconoce en el Génesis. La
Enemigo. La especulación sobre la aspecto terrible, hablaba todas las len- en modo alguno para otra, y esta misma empresa puede parecer insensata e
naturaleza de tal ser interesa aquí por su guas, y resultaba imposible calzarlo por hipótesis de Prudencio podría ser suscrita imposible, y tal vez lo sea; pero la imagen
específico carácter de «hijo primogénito la conformación de sus pezuñas. Sobre la por un devoto del mazdeísmo, o de cual- del Diablo que esta imitación convoca ya
del Diablo», y por lo que su leyenda nos duración de su reinado, los mitólogos quiera otra religión dualista, como se verá no es la del Enemigo sino la del equivocado
dice sobre los atributos de su padre. oscilan entre los tres y los cincuenta en su oportunidad. Aunque debe al cris- por amor.
Nada menos que san Jerónimo, hacia años, y en todo tiempo lo identificaron tianismo buena parte de su difusión en M ucho s pensad ores — y, entre ellos, no
fines del siglo IV, se hace eco de estas con las grandes figuras del mal o del Occidente, el Diablo no es propiedad de p o c o s c r i s t i a n o s i n t a c h a b l e s — s e h-a n p r e
expectativas, y opina que el Anticristo poder. Napoleón fue asimilado al Anti- ninguna hermenéutica determinada, y su guntado por las razones que podrían ha-
será un hombre de apariencia normal, cristo, y Hitler, más recientemente: presencia en la vida de los hombres es ber inducido al más perfecto de los ánge-
pero que «habrá sido engendra-do por un pe ro c o mo la pa ru sía n o se p ro du - anterior al monoteísmo y al consiguiente les a perder todo por nada. Esta criatura
demonio en cuerpo de mujer». Agustín, jo a la muerte de ninguno de ambos, establecimiento de las religiones mo- que se nos describe como la suma poten-
Ambrosio, Ireneo, y con ellos la .mayor la supuesta profecía sigue aún sin cum- saicas. cia de la creación, se supone que debería
parte de los padres de la Iglesia, plirse. Giovanni Papini, por su parte, en un estar dotada de una altísima conciencia
discrepan sin embargo de esta concepción y Aurelio Clemente Prudencio —poeta es- interesante intento de homologación, de- de sí misma, y parece por lo menos absur-
se inclinan a considerarlo como un pañol que vivió entre los siglos IV y V, y sarrolla las características de la trinidad do que la soberbia haya podido cegarla
hombre corriente en todo lo físico, sólo cuyo poema «Hamartigenia» incluye infernal (que da por constituida, partien- hasta tal punto. Sin embargo, si revisa-
que dotado de una maldad y una capaci- Migne en su Patrología latina— fue el pri- do del hecho de que el Diablo imita en mos los primeros siglos de la Iglesia en-
dad para ejecutarla como jamás haya mero en sugerir un atributo del Diablo, todo a, su creador). «Está primero el contramos —en este como en tantos otros
conocido la historia. Según Boguet, en la que luego derivaría en herejía, y cuya rebelde —dice—, la criatura que quiere t temas— que el dogma se fue elaborando
f»Edad Media se le llamó «el mono de sola enunciación ataca hasta los suplantar al Padre. Después está el poco a poco, y que los primitivos cristia-
Dios», ya que le imitará en todo —en cimientos del dogma. Según Prudencio, tentador, el cual invita al hombre a la nos dejaban un ancho margen de duda a
cuanto a milagros y prodigios— para el argumento con el que Satán convence imitación de Dios, como hará un día el sus afirmaciones. San Justino, por ejem-
confundir a los fieles; el predicador Lelo- a los ángeles para que le acompañen en Hijo. Y, finalmente, está el colaborador plo (en Diálogo con Trifón), fija la caída del
Diablo en la tentación de que hace víctima
yer, en el siglo XIX, asegura por su parte, la rebelión es que él ha sido creado de que, con el divino consentimiento, a Eva; hasta entonces, habría
que podrá servirse, para engrandecerse, sí mismo, y no debe por tanto a Dios atormenta a los hombres sobre la tierra y permanecido en contacto con Dios. San
de todos los tesoros ocultos de la tierra, sometimiento alguno al no deberle su en el infierno, y es por esto la antítesis Ireneo escribe concretamente que Satán
que a ese fin custodian para él los demo- existencia. Si se trae este ejemplo aquí, del Espíritu Santo (el Consolador).» «se rebeló a la ley divina cuando fue
nios inferiores desde tiempos inmemoria- es justamente porque se pretende Curiosamente, de esta exégesis cristiana celoso de los hombres», y el heterodoxo
les. En numerosas oportunidades —sobre indagar la naturaleza del Diablo sin del converso Papini surge una Tertuliano (De Patientia, V) afirma que «el
todo durante el sombrío poder de la in- apriorismos dogmáticos. En efecto, lo interpretación del Diablo menos Diablo se dejó dominar por la impaciencia
quisición— se dio certidumbre de su naci- que resulta radicalmente here- condenatoria que la habitual y dog- cuando vio que el Señor creaba al hombre
miento, y brujas hubo que confesaron mática: si el Diablo se rebela contra Dios,
es para acercarse a los hombres; si esti-
mula a éstos para que le imiten, es para
a Su Imagen, y que ponía bajo la potestad ción del Verbo. Su rebeldía habría sido drío— no pudo impedirle la caída, Dios Hacia finales del siglo III puede situarse
de esa Imagen a todos los seres creados. entonces el corolario de su decepción, al pasó a sufrir por su ángel al instante la vida y obra del númida Lucio Cecilio
Si hubiese soportado esa decisión de Dios no poder superar el fracaso del máximo siguiente de condenarlo. Extrañado de la Firmanio, que alcanzó cierto renombre
no habría sentido dolor, y si no proyecto de su amor. relación de puro amor que había presidi- bajo el apodo de Lactancio. No fue un
hubiese sentido dolor no habría Según consenso general —que no se modi- do su creación y su vida en la gloria, el teólogo notable, aunque sí ortodoxo y
experimentado celos del hombre. Tan es fica radicalmente hasta la alta edad me- Diablo fue condenado precisamente al minucioso; Tisseront, en su Patrología, nos
así, que engañó al hombre porque estaba dia— Lucifer era el más bello, el más más atroz de los castigos: el de la dice de él que fue «un cristiano sincero
celoso de él». Otros tratadistas —entre sabio, el más poderoso de los ángeles: a incapacidad de amar. Pero Dios, que no que realizó, sin ruido, su deber». Estos
ellos san Cipriano y san Gregorio de nadie, sino a Dios mismo, debía sumisión pudo condenar a Lucifer, no puede ni
podrá nunca odiarlo: condenado a su
Nisa— son de la misma opinión, y la o respeto. Y precisamente esta superiori- vez a la tortura de amar sin ser
teoría hoy predominante de la dad —admitida por el mismo santo To- correspondido, espera en la eternidad la
soberbia u orgullo no se afirma hasta más de Aquino y por el Dante— fue la epifanía de su amor; aquel momento en
los rotundos escritos de Orígenes, ya en evidente causa de su ruina. «Si se conside- que la criatura depondrá las armas, y
pleno siglo III. Papini dice, con ra el motivo para el pecado —dice el regresará al seno del Padre para
evidente buen sentido, que si «los aquinatense— se hallará mayor en los restablecer la armonía del universo. Para
celos de Lucifer hacia el hombre son un superiores que en los inferiores.» Esta algunos de entre los flexibles teólogos
sentimiento bajo e indigno de una criatura «suma de toda criatura» que en contemporáneos, en este misterio reside
angélica, son también menos desatinados expresión del Dante era Lucifer, debía la razón necesaria y suficiente de la
y, sobre todo, menos sacrílegos que la tener forzosamente el don del libre creación del hombre: ligados por un
envidia hacia Dios». Despechado en su albedrío que Dios ha otorgado al resto de jaque perpetuo, a causa de sus
amor por Díos – de quien se sabía hasta los ángeles y de los hombres. potestades y su naturaleza, Dios y el
entonces favorito— el Diablo habría Cualquiera que haya sido el móvil de Diablo necesitaban de otra voluntad (de
provocado la desobediencia de la pareja la rebelión, ésta habría seguido en todo otro libre albedrío) para dirimir su pleito.
humana para enajenarles el amor del caso la siguiente trayectoria: la Pero el hombre, creado para redimir al
Señor. No previo que su apasionamiento conciencia de su superioridad le hace ver Diablo, falló también en su cometido.
incluiría su condena, ni que esta condena factible la posibilidad de una enmienda a Por pereza, por comodidad, por astucia,
llegaría al extremo de borrar las las decisiones de Dios; el libre albedrío el redentor se volvió cómplice, y el
cómplice derivó en esclavo (como suele
verdaderas causas de su caída. que éste le ha otorgado le impide a Dios ocurrir en los pactos de aparente
Otra variante especulativa de los primiti- intervenir para disuadirlo. equidad que se establecen con los
vos cristianos —llena de la lujosa fantasía El Diablo es el dolor de Dios. En la poderosos). Así, el Diablo, sin la ayuda
y la seducción por el conocimiento que los medida en que amó a Satán hasta el de nadie, urde sus trampas y embelecos;
caracterizó— es la de que el Diablo quería extremo de hacer de él la más bella y con incansable rutina se esmera en un
ser Cristo, vale decir el vínculo entre Dios luminosa de sus criaturas, y en que, pese a trabajo que desprecia: rumia,
y los hombres, el vehículo de la encarna- ello —al haberlo dotado de libre albe- desconsolado e impotente, su nostalgia La tumba del Dante en Rávena, Italia
del cielo.
Una larga tradición —nacida entre los -terísticas que lo definen, más tarde o
sumerios, robustecida en Egipto e Israel, más temprano se le pesca en falta y se le
codificada en la edad media, diversificada desenmascara. Los demonólogos
por las pacíficas invasiones transeuropeas aseguran que nada en el mundo enfurece
(bogomilos en Albania, Bulgaria, Grecia y tanto al Diablo como el ser descubierto
sur de Italia; cataros en los Países en su superchería, porque le recuerda su
Catalanes y en el Languedoc; zíngaros en el imperfección esencial, su naturaleza de
cuadrilátero de Bohemia), sincretizada en la caricatura de Dios. No obstante —y
España musulmana, renacida en las juderías acaso porque le hiere en punto tan
de Praga del XV al XVII, vuelta literatura esencial— toda su furia es vana en estos
en el asombroso Siglo de las Luces— casos, ya que al ser puesto en evidencia
otorga al Diablo características de la más pierde todo su poder. Humillado, lía sus
diversa índole, que lo distinguen con petates y desaparece de .la circulación;
meridiana claridad de los mortales. Tanto si vuelve a las sombras, para urdir en otro
ellas son físicas, como si se refieren a sus tiempo y lugar una nueva edición de su
preferencias gastronómicas o artísticas, a sus obra infinita: la imitación del hombre,
hábitos o a sus limitaciones, en cualquier que le permitirá alguna vez establecerse
caso y en todos los tiempos las ha unido —definitivamente inadvertido— en toda
un denominador común: el reconocimiento la superficie de la Tierra.
de la especificidad del Diablo. Esta
afirmación tiene, por lo demás, un doble Se han mencionado antes (El aspecto físico)
corolario: si, por un lado, significa un algunas de las formas más groseras de esa
aterrorizado y encubierto homenaje, por el carencia, como la inevitable cojera, los
otro supone la garantía y el alivio de que ojos saltones o el pene desmesurado. Pero
siempre puede ser reconocido. En la medida limitarse a uno cualquiera de estos ras-
en que el Astuto no puede eludir estas carac gos, equivaldría a colgar el sambenito
satánico a cuanto cojo, hipertenso o geni- estratagemas. Caso se cuenta de un Bodin, sin embargo, por sobre todas las condena, o si verdaderamente el coito
talmente dotado anda por el vasto mun - demonio madrileño, de fines del cosas el Diablo tiene horror a la sal. humano —al que se adaptan— carece
do. Los demonólogos, sistematizadores XIX y monedero falso, que no supo Henri Boguet, que es de la misma opinión para ellos de toda posible comparación
prolijos como son, aconsejan acumular no contentarse con el éxito que en la apostilla —en Discurso de los bru jos— que con el propio). Para los
menos de siete pruebas de diversa índole plaza tenían sus imposturas: para esto es debido a que la sal se opone a la contemporáneos de la patrística —por
que coincidan en una sola persona, antes superarse a sí mismo puso en corrupción, y preserva de ella a los un sistema de homo logaciones que
de entrar en sospechas sobre su circulación billetes de diez mil alimentos. preside todo su pensa miento— la idea
identi dad. Nuestro citado Wierius —en pesetas, con el resultado que es de Giovanni Papini, por su parte, citando del coito, como debía ser en los
De la impostura y engaños de los demonios — imagi nar. Excelente músico, según las fuentes trovadorescas medievales, nos di - mortales, iba apareada a la de la
es también de este parecer, y aporta varias leyendas jasídicas, descuella en este ce que el Diablo es buen conversador, que concepción. Nada más natural, por
de las más famosas y sutiles arte más que en ninguno, y prefiere por sabe escuchar, y suele ser gentil y hasta tanto, que adjudicar potestades
características dis tintivas del personaje. sobre todos los instrumentos el violín. galante en sus réplicas. Fascinado por el generatrices a estas parejas tenebrosas.
Los demonios, por ejemplo, no saben Gastronómica mente se inclina por los modelo del hombre, pero teniendo sobre Gregorio y los suyos aceptan de buen
andar hacia atrás, pero habría que forzar platos fuertemen te condimentados, y él la ventaja de la eternidad, parece lógico grado la incesante multiplicación del
mucho el ingenio para encontrar padece una especial debilidad por la que al Tentado le encante el arte de la Diablo: san Macario (300-392) afirma
situaciones en la vida cotidiana en las que mostaza. Su plato favori to son sin conversación: gran especulativo, debe que son tan numerosos como la abejas;
una persona se vea precisada a hacerlo. embargo las moscas, que devo ra sentir en ella el reflejo de sus propias
Una de cada tres veces, parpa dean de insaciablemente, y a esta particulari - meditaciones; girando perpetuamente
abajo hacia arriba, pero lo hacen a tal dad puede deberse uno de sus en el vacío de las formas, sin encontrar
velocidad que hasta el más avisado hábitos más insociables: es una respuesta, pero a las puertas del
podría tomarlo por un inocente tic; no francamente reacio a comer en cielo.
saben sonarse las narices, pero como tam - público. Según Guazzo, Plinio el Viejo
poco se resfrían resulta complicado obli - y Apuleyo sabían ya en su tiempo las Hacia el año 370, Gregorio Nacianceno,
garles a estornudar; nunca duermen, pe - cosas por las que el Diablo siente recogiendo reflexiones talmúdicas, se
ro, magníficos histriones como son, pue - verdadera aversión, y éstas pueden ocupó con detenimiento de la conducta
den fingir perfectamente el aspecto y has - usarse tanto para descubrir su falsa familiar de los demonios. Al decir del
ta la respiración de una persona dormida. encarnadura como para ahuyentar su patriarca copto, una característica de los
Según el Talmud, un detalle caracteroló- presencia. Nues tro autor enumera matrimonios infernales es la fidelidad:
gico que los pierde es la impaciencia: estas materias, con propiedades de cuando, como íncubo y súcubo respecti -
tienen siete veces más prisa que el hombre detectives y de talisma nes, y da vamente, la pareja trisca con los mortales,
en realizar cualquier cosa y, aun cuando ejemplos de los tres reinos de la ello sería entendido por el otro cónyuge
son muy eficaces y descargan por sí mis - naturaleza: entre los minerales, son como un trabajo o un deber, y en modo
mos lo más pesado del trabajo, acaban el diamante, el jade, el jaspe y el coral; alguno como una infidelidad (como nada
por imponer un ritmo que agobia y desa - entre las plantas la ruda, la verbena, el sabemos, por otra parte, de la sexualidad
lienta a sus colaboradores. El exceso de ricino y la centaurea; entre los de los demonios entre sí, se nos escapa Retrato de Juan W ier, o W ierius
ambición es otro de los fallos que suele animales, la piel del lobo y la hasta qué punto esto es una convención
desmoronar algunas de sus más lúcidas menstruación de la mujer. Para Jean moral impuesta por la sumisión a su san Anastasio (559-599), de Antioquía,
enseña que el espacio está repleto de infernales, cada uno de los cuales
ellos. A tenor de esto, y aunque comandaría 666 legiones de 6666
juzgásemos lo más cercana posible la demonios cada una. Lo cual nos da la
rebelión de Lucifer, los infiernos deberían bonita suma de algo más de 293
tener ahora una superpoblación millones de demonios, pero tiene el
abrumadora: piénsese no sólo en el defecto de no especificar si todos los
hecho de que la caída es anterior al legionarios —o qué proporción de ellos
Paraíso —vale decir, a la creación del — están casados, dato que podría elevar
hombre— sino en el detalle de que los considerablemente esta cifra. La patria del Diablo —o, por lo menos, su nosotros.» Esta perpleja variedad es
demonios son ángeles, y por tanto inmor- Tertuliano (150-240), en su domicilio habitual— ha dado casi tanto una constante en todos los autores que
tales. A este abuso demográfico debían Apologética, no tercia en la disputa quehacer a los pensadores de todos los se han ocupado del tema. Acaso por la
oponerse, como correspondía a su época, sobre la inmortalidad o mortalidad de tiempos como su propia personalidad. imprecisión en las definiciones que
los demonólogos renacentistas, con el los demonios, ni sobre su capacidad Hasta ese coleccionista empecinado de la aluden a su antónimo —el cielo—, el
sensato argumento de que precisamente generatriz o su número, pero sugiere demonología que fue Collin de Plancy pensamiento analógico tropieza con
su inmortalidad hacía superflua la capa- una variable al menos inquietante: vacila y conjetura cuando se trata de dificultades para enfrentarse a la idea
cidad reproductiva. Para abundar en da- cuando escribe que «pueden estar en precisar la morada de los demonios. «La del infierno. En los abismos o en la
tos, por el contrario, nos legaron unos todos lados a un tiempo, porque dan opinión común —nos dice en su Dicciona- atmósfera, en el sol o en la luna, una
censos cuya verosimilitud estadística no vueltas al mundo en el instante en que rio infernal— coloca este país en el centro cosa al menos tienen en común todas las
ha sido posible establecer. Para Alfonso nosotros damos un paso», abre una vía de nuestro pequeño globo. San Atanasio, especificaciones geográficas: como la
de Spina (1430-1491), judío converso que especulativa de la que no conocemos muchos otros padres y los más famosos identidad de su señor, estos territorios
ascendió a franciscano y profesor de Sala- continuación. En efecto, si los rabinos dicen que los demonios habitan y son interminables, de contornos bo-
manca, y de allí a obispo y confesor del demonios poseen el don que la llenan el aire. San Próspero los coloca rrosos, de impreciso y alarmante perfil.
melancólico Juan II de Castilla, el núme- parapsicología define como bilocación o entre las brumas del mar. Swinden ha Acaso estas variantes, enriquecidas por
ro de los ángeles caídos era exactamente ubicuidad (la capacidad para estar en querido demostrar que tenían su morada el terror, nos ofrecen una clave que no
un tercio del de los ángeles de la luz, más de un sitio al mismo tiempo), su en el sol; otros los han puesto en la luna; conviene desechar: el infierno es ubicuo
cifrando la cantidad de éstos en unos número es imprecisable y terrible. san Patricio los ha visto en las cavernas de porque su naturaleza consiste en
cuatrocientos millones. Poco después de Habrían superado, en este caso, no Irlanda; Jeremías Eregelio conserva el acompañar la errabunda marcha de los
él, Johannes Wierius establece una cifra sólo la angustia de la muerte —que los infierno subterráneo, y pretende que es hombres; como el Diablo, está en todas
más sofisticada, basándose en las visiones distingue de los hombres— sino el más un grande agujero, de un ancho de unas partes y en ninguna: nos acompaña en
de Juan, en Patmos, y creando de paso hondo problema de la ontología: el de la dos leguas; Bartolomé Tortoletti dice el sufrimiento cotidiano, en la
elprimer intento de sistematización de identidad. que, casi en el medio del globo terrestre, indecisión de la vigilia, en el lívido
las jerarquías infernales: a las órdenes hay una profundidad horrible donde ja- horror de las pesadillas.
más penetra el sol, y que ésta es la boca
del abismo infernal. Millón, por su parte, Hacia 1660 —ciego, dos veces viudo, y
coloca los infiernos muy lejos del sol y de perseguido a causa de la restauración
de los Estuardo— John Milton comienza
del Diablo habría 66 príncipes CARACTERÍSTICAS DEL INFIERNO la redacción de The Paradise lost, que
concluirá y publicará casi una década por un negro líquido impenetrable a la na en su imitación del Creador, y testimonio de Cyrano de Bergerac (1620-1655), el
después. En esta su obra maestra, el poeta mirada en el que habita el dolor; el Cóci- inquietante de la androginia original. El insidioso autor de Voyage à la Lune. Pero el
londinense recoge y sincretiza la herencia to, en cuyas márgenes retumban conti- otro monstruo, es la más pavorosa imagen escritor y espadachín francés utiliza la
cultural de la humanidad sobre el infierno, nuamente los lamentos; el Felegetón, que se nos haya dado de la disolución morada del Diablo para tomarse en solfa
desde el egipcio Libro de los muertos o la atormentado y revoltoso, salpicador de formal: carece de color, de límites precisos, a los personajes históricos que en ella
mitología helénica y romana, hasta la ira y de deseos, tributario incesante de la se agita de continuo, y sólo un dardo habitarían; no nos la describe, y sólo nos
cosmogonía del Dante y los ardores de insatisfacción; el apacible Leteo, cuyas estremecido y una corona luminosa hace saber que es «bien diferente de lo
Torcuato Tasso. Su originalidad, que es aguas casi no se mueven, padre de la permiten sospechar qué es. Su nombre es que tenemos por aquí, y de lo que nos
grande, consiste sobre todo en acercar la tristeza y la melancolía. En las orillas de Muerte, y ha nacido de la incestuosa habían contado». No debían pasarlo mal,
patria del Diablo a la especulación post- este majestuoso patriarca acuático, es fornicación de Satán con su criatura. En el sin embargo, ya que durante la visita de
renacentista: a diferencia de la grandiosidad donde precisamente moran los hombres centro de esta ciudadela, el más hermoso Cyrano los inquilinos se ocupaban en
escenográfica y multifacética de Alighieri, condenados. Allí siempre es invierno, y de los ángeles rumia desde la eternidad su presentar quejas sobre los acompañantes
en el infierno miltoniano nunca pasa nada; una espantosa tormenta no cesa de caer. desconsuelo. Le está negado, sabemos, lo que les tocaran en suerte, y un diligente
lo que quema a sus habitantes es el exceso Más aún: ni bien tocan el suelo, las gotas único que podría modificar su condena: la funcionario infernal hacía lo posible por
de frío (vale decir: de inexistencia) , y el granizo se levantan, no se derriten capacidad de amar; de descender, por ese
suspendidos como están en una eternidad nunca, forman en torno de los supliciados amor, del gigantesco y poderoso trono de su
sin tiempo, que ni avanza ni retrocede, en extrañas construcciones, fantasmas de soledad y su soberbia.
un páramo inconmovible que no se hielo y humedad que los asedian con sus
modificará jamás, condenados a la metamorfosis. A la puerta de la ciudadela Acaso la versión más cáustica y desenfa-
perpetua y monótona intemperie. Con del infierno, dos ambiguos monstruos ve- dada de los infiernos es debida a la pluma
ayuda de Milton y de sus seguidores — lan perpetuamente: en su vaga perversi-
como el místico sueco Emmanuel Swe- dad, Milton sintetizó —más de doscientos
denborg, de quien tendremos ocasión de años antes que Freud— los tenebrosos
ocuparnos— podemos reconstruir la imagen instintos y los terrores básicos del incons-
del infierno que pudiera llamarse clásica ciente humano. Uno de ellos es una her-
para nuestra civilización y nuestros mosa mujer desnuda hasta la cintura,
contemporáneos. Su ubicación, digamos pero carente de sexo porque desde allí es
geográfica, está en el centro del caos una serpiente que sostiene el torso a modo
primordial, en las orillas de la noche de pedestal: con una de sus manos sujeta
informe, en el vertiginoso espacio de la la correa del insaciable Cancerbero, el
nada. Esfera de fuego frío, este planeta espantoso perro de las siete cabezas. Su
desolado cuenta con cinco grandes ríos: el nombre es Pecado, y es hija de Satanás
Estigio (la laguna Estigia de los mitos consigo mismo, primigenia labor luciferi-
griegos), execrable curso de agua consa -
Anubis efectúa la pesada de las almas mientras Toth anota el resultado, según el Libro de los Muertos
(Museo Británico, Londres)
convocó ante un grupo de señoras círculo, que puede conformar y
piadosas para convencerlas de la encerrar la superficie del mundo
existencia del Infierno. Se atribuye dentro de un límite, que es
también a nuestro protagonista la vasta precisamente lo mismo que hace la
saga de la licantropía, o sea las inteligencia». Con ese aspecto, y con el
leyendas universalmente extendidas nombre de Ouroboros, la representaron
sobre la existencia de hombres que se los gnósticos, como símbolo del tiempo
convierten en lobos. En 1615, J. de y de la continuidad de la vida: aparece
Naynauld publicó un extenso tratado graneada ya en el Codex Marcianus (si-
sobre las manifestaciones licantrópicas glo II), junto a la inscripción Hen to Pan
—en las que creía a pie juntillas— que (el Uno, el Todo). Según E. Neuman —
ampliaba y sistematizaba un trabajo del comentado por J. E. Cirlot, en su
caballero de Beauvais-de-Chauvincourt, Diccionario de símbolos—, en sus
que con el título de Discurso sobre la estudios sobre el simbolismo matriarcal,
licantropía, o dela transmutación de los el ejemplo primordial de la creación
hombres en lobos,se había publicado en del mundo es la serpiente que se
1599. Ambos especialistas coinciden en
achacar al Tenebroso la posibilidad de
esta metamorfosis, e insisten en el
especial placer que obtiene de degradar
a los hombres a esta carnadura
esteparia. De Plancy —en su Diccio-
nario infernal— abunda en historias de
licántropos, ya bien entrado el siglo
XIX. Pero, sin duda, desde un punto
de vista teológico y cosmogónico, la
protoencarnación del Diablo es la
serpiente, o —más poderoso y
mitológico aún— el dragón, que es su
variante emblemática. Al aludir a las
formas ofídicas de Satán, Papini
reflexiona bellamente sobre las
limitaciones y la grandeza de esta
condición. Luego de señalar su falta de
garras, miembros, aletas o plumas, y su El Ouroboros, la serpiente que se muerde
reducido destino de reptante, el autor de la cola, según un manuscrito griego
Il Diavolo nos dice que la serpiente «es
también el único animal que puede
El juego tauromáquico cretense (Museo de Heraklion; arriba)
formar por sí mismo un
Dragón mítico de Babilonia (Museo de Bagdad; abajo)
muerde la cola, acto que significaría la teosofía —igual que para diversas le-
autofecundación. «Si en realidad todos yendas como el mito nórdico de la ser- animales especialmente agresivos y
los símbolos son funciones y signos de lo piente Mitgard— el reptil, más que la peligrosos, serpientes, cocodrilos, leones, y de su fascinante presencia: fuertes,
energético —agrega el propio Cirlot en el encarnación de la culpa personal o del también animales prehistóricos». No parece vigilantes, de vista agudísima —parece ser
libro citado—, la serpiente es simbólica pecado, es el principio del mal inherente a improbable que, según hipótesis de Krappe, que su nombre procede del griego dercein:
por antonomasia de la energía, de la todo lo terreno. Filón de Alejandría, im- haya sido justamente el asombro del viendo—, suelen presentárnoslos como los
fuerza pura y sola; de ahí sus presionado como muchos autores de la primitivo al encontrarse con los descomunales guardianes inmejorables de los más
ambivalencias y multivalencias.» Para la antigüedad por la muda periódica de la restos de estas bestias, lo que se convirtió en codiciados tesoros, y vencerlos es la prueba
piel de los ofidios, aseveró que al despren- idea genética del mito del dragón, que por indispensable para convertirse en héroe,
derse de ella se desprendía también de la tanto sería —sigue diciendo Cirlot— «lo como lo supieron Apolo, Cadmo, Perseo y
vejez, y ello lo llevó a identificarla como animal por excelencia, mostrando ya por ello Sigfrido, o Jorge, el santo guerrero,
signo de la resurrección y del cambio. un aspecto inicial de su sentido simbólico, en derivación terrena del arcángel Miguel.
Papini, por su parte, se interesa por la relación con la idea sumeria del animal como Filos trato, sin precisar sus fuentes,
etimología hebrea del término serpiente adversario, en el mismo concepto que luego asegura que los adivinos islámicos se
(Saraf, que también puede traducirse por se atribuyó al Diablo». Más adelante, alimentaban del hígado de una especie de
«quemante»), y la asimila al nombre de citando a Pinedo, nuestro autor nos dragón volátil, víscera que les daba acceso
los serafines, que escomo sabemos el más proporciona las variantes más usuales que a la videncia. En la Bretaña, en las
alto de los órdenes angélicos: Lucifer, sobre estos monstruos da la literatura cercanías de Lanlerlan, se narra aún la
como protoángel que era, debía pertene- sagrada y profana: «Unos les dan un cuerpo historia del dragón vencido por san
cer sin duda a esa categoría seráfica, de la de serpiente con alas, vive en los aires y en las Deriano, quien lo humilló sin otra arma que
que la serpiente sería el transparente aguas, sus fauces son enormes, devora a los su estola y la señal de la cruz. El
símbolo. hombres y animales, a quienes mata pri- equivalente español de esta leyenda es san
mero con su enorme cola. Otros, en cambio, Jonio, obispo de León en tiempos de la
En cuanto a su encarnación más poderosa, los hacen terrestres, sus fauces son muy patrística, quien habría vencido también a
terrible y legendaria —como dragón—, es pequeñas, su grande y fuerte cola es un la bestia con el crucifijo y la palabra.
interesante transcribir parte del comentario elemento de destrucción, vuela también y Bastarían estos y parecidos ejemplos para
que, desde el punto de vista de la se alimenta de la sangre de los animales que homologar el dragón a nuestro
simbología, le dedica Cirlot. Después de mata; no faltan autores que lo creen anfibio; protagonista, y para probar la antigüedad
presentarlo como una «figura simbólica su cabeza es de mujer hermosa, de luenga del Diablo en la imaginería de los pueblos.
universal, que se encuentra en la mayoría cabellera, y es aún más terrible que los Pero hay que agregar que esta
de pueblos del mundo, tanto en las culturas anteriores.» En la Biblia, los profetas homologación es, con mucho, anterior al
primitivas y orientales como en las Daniel, Isaías, Miqueas y Jeremías cristianismo, y que éste no ha hecho, en
clásicas», nos informa que en su morfología mencionan a los dragones, reservándoles la mayoría de los casos, más que adaptar
E va tentada por el D iablo en form a de serpiente, se da «una suerte de confabulación de Juan un lugar destacado en su Apocalipsis. la pareja Diablo-dragón a sus necesidades
s e g ú n u n a p in tu r a m u r a l dXeIlVs . elementos distintos tomados de Entre los autores profanos, desde Plinio a o a su iconografía. Así en la conocida
Pascal, muchos son los que se han ocupado historia de santa Margarita—
contrapartida femenina de Jorge, el guerre-
Otras encarnaciones podrían aún men-
-ro, y representada como él con un cionarse del Príncipe de este mundo, pero
dragón domado a sus plantas— que repite no son frecuentes ni significativas como
puntualmente una tradición sumeria, si las aquí reseñadas. Ya hemos visto, por
hay que creer a la variante con la que nos otra parte, la más inquietante de todas, y
la ofrece De Plancy: según este autor, su falencia fundamental: cuando se decide
prisionera la santa del tirano Olibrio de a adoptar forma humana, y los sutiles
Antioquía, el Diablo se le apareció bajo la errores que bajo esa apariencia lo dela-
especie de un dragón descomunal, que la tan. La estratagema mayor del Diablo,
tragó de un bocado y sin siquiera masti- sin embargo, para asegurarse el ánimo de F rontón de san Jorge y el dragón del palacio de
admitir—
la la necesidad de la creación del
carla. Esto último le permitió llegar con los hombres, no tiene que ver con sus G en era lida d d e B a rcelo n a hombre, esa criatura ambigua y pere-
vida a las entrañas del monstruo, y repo- metamorfosis sino con la liturgia que los cedera, dentro del plan perfecto, eterno e
nerse de su sorpresa: hizo pues la señal de pone a su servicio: por esta devoción, por inmutable del universo. Castigado por su
la cruz, y el vientre de su devorador se esta puesta en escena de sus potestades, el fatalidad: el maniqueísmo no adora a osada discrepancia, el Padre acabó sin
rajó, devolviéndola a su celda (con poste- Diablo se asegura el sometimiento de sus Satán; constata, mal que le pese, la aplas- embargo por perdonarlo; a modo de disci-
rioridad, Satán volverá a la carga bajo la fieles más allá del éxito o la espectaculari- tante evidencia de su soberanía. Otros plina ejemplar, no obstante, le confió la
figura de un apuesto caballero, y la santa dad de sus mutaciones. ritos, minoritarios y rigurosamente clasis- administración permanente de aquella
se desembarazará definitivamente de él tas, le han otorgado en cambio las pompas obra de la que se había permitido dudar:
en singular y poco litúrgico combate: Pocas —y sobrias, dado lo explosivo del de la adoración. Que se sepa, ninguno tiene vale decir, lo hizo para siempre el Prínci-
Plancy añade por ello, en defensa del material que manejaban— han sido las la dignidad y la grandeza del que pe de este mundo. Dos de las instancias
dragón, que no es bajo esta encarnadura comunidades que, a lo largo de la histo- practican los yezidas, tribu musulmana más altas del pensamiento especulativo-
que Margarita derrotara al Tentador, y ria, se han decidido a rendir culto al herética que vive aún en las proximidades religioso —la redención del Diablo, y la
no debería por tanto contársela entre el Diablo de una maneja literal. Podría del monte Sindyar, en la alta Mesopota- deificación del hombre desde su arcilla
número de sus vencedores). afirmarse, con razón, que ese culto está mia, y cuya población se cifra en cerca de original— son legisladas hoy por hoy,
No caben dudas, en cambio, sobre el implícito en todo el pensamiento mani- los setenta mil individuos. Sucesores del como vemos, por una tribu mayoritaria-
triunfo militar de santa Marta, quien queo —desde el zoroastrismo a los cata- califa Yezid, y devotos también del profeta mente analfabeta y en trance de extin-
libró la Occitania, en tiempos heroicos, ros, patarines y bogomilos que son sus Hallaj —crucificado en Bagdad, en 922, ción. Las misas negras —esa liturgia anti-
de un insaciable dragón al que denomi- últimos esplendores occidentales—, en la por sostener la posible deificación del clerical y de andar por casa que se practi-
naban «la Tarasca»: ignoro si la costum- medida en que el dualismo reconoce la hombre a través del amor—, los yezidas se ca en Occidente— serían el reverso fáctico
bre persiste, pero De Plancy nos informa potestad de Satán (uno de los dos demiur- encuentran a mitad de camino entre el del pensamiento yezida: una ficción que
que —hasta mediados del siglo pasado gos responsables de lo que consideramos cristianismo más ortodoxo y el pesimismo pretende honrar al Diablo, desconocién-
— se celebraba anualmente en Foix y sus nuestra realidad) sobre el reino de este maniqueo. Según ellos, el Diablo — Eblis o dolo; una blasfemia, antes que un acto de
alrededores la fiesta de la Tarasca, mundo. Pero este culto, caso de que poda- Iblis, como para todo el Islam— perdió la afirmación; una borrosa copia de la litur-
«cuya efigie se pasea con mucho rego- mos llamarlo así, sería menos provocado gracia de Dios por una discusión de tipo gia cristiana, en la que Satán deviene una
cijo». por el amor o el respeto que por la teológico: no comprendió —o no pudo caricatura de Cristo.
El padre Joseph Henninger, quien ha países anglosajones, durante nuestro si- VICTORIAS Y DERROTAS DEL TENTADOR
estudiado particularmente la adoración glo, como veremos en su oportunidad. El
de Satán entre las minorías primitivas, momento culminante de la práctica de la
nos aporta —desde el plano antropológi- misa negra puede situarse bajo el reinado
co— considerables datos sobre el Diablo de Luis XIV, y fue protagonizado por
bajo el nombre de Erlik (y sus variantes varias de las favoritas y validos del rey, a
etimológicas), en las culturas esteparias cuya cabeza hay que ubicar a la bellísima
de Siberia y Mongolia: «En ciertos madame de Montespan. Según Rafael
grupos —escribe, en El adversario de Urbano —El Diablo, su vida y su poder
Dios en los pueblos primitivos— no — fue ella la que realizó importantes «Si el oficio de Dios es el de perdonar
existe disconformidad de principios y de modificaciones sacrílegas en el ritual, -escribió Heinrich Heine — el de
orden moral entre el Ser supremo y Erlik; tales como las que corresponden a la Satanás es el de tentar.» Esta
mientras el Ser supremo reside en el participación física de la mujer en el afirmación parece ser un apabullante
cielo, Erlik es simplemente el príncipe mismo. Durante toda la edad media, el lugar común de toda
del mundo subterráneo. Además, estos cuerpo desnudo de una mujer apoyada en
dos seres han terminado por convertirse sus manos y rodillas hacía las veces de
en asociados, aliados y hermanos.» altar para la ceremonia; sobre su espalda,
que era el ara viviente de este altar, se
Fierre Aupetit, un sacerdote lemosino celebraban los sacrificios. La Montespan
que fue quemado vivo en junio de 1598, invierte la posición, y es la primera en
fue el primero en establecer con todo ofrecer sus pechos como ara; en su
detalle la existencia de las misas negras y vagina, como se ha venido haciendo
las características de su liturgia. En nada habitualmente desde entonces, se
difieren de la misa católica, dado que le introducía la hostia negra en el momento
son especularmente fieles en lo tocante al de la consagración. La marquesa de
orden y desarrollo, con el monótono re- Brinvilliers, María Olimpia de Manzini
curso de hacerlo todo al revés (la hostia (sobrina del todopoderoso cardenal demonología,
es negra en vez de blanca, y así sucesiva- Mazarino), la duquesa de Bouillon, y las pero pueden
mente). El mayor apogeo de estas prácti- tres más famosas videntes de la época (la señalarse ex -
cas —teñidas de detalles orgiásticos que Voisin, la Filastre y la Vigouroux), fueron cepciones.
las harían especialmente asombrosas para algunas de las protagonistas de esta Para Giovanni
el gran público— se dio en la Francia del extendida costumbre versallesca; entre los Papini, por
XVII y el XVIII, disminuyendo nota- oficiantes, hay que destacar acaso sobre ejemplo, si
blemente su intensidad durante el XIX, todos al abate Guibourg, protegido en los esto es así es
para reaparecer espectacularmente en los orígenes de su carrera por el cardenal Las tentaciones de san Jerónimo, por Zurbarán, en el monasterio de Guadalupe también
Richelieu. —y
previamente —por la voluntad de Dios,
arma de seducción más formidable del y la realidad cotidiana es el mejor ejemplo
Creador para con sus criaturas. Dotadas de su eficacia, pero muchas han sido y son hacerlo si lo tenéis a bien; ved que lo hago
de libre albedrío, son tentadas sin embar- también sus derrotas, a veces incluso a gratuitamente, y por el solo placer de
go a renunciar a él para adorar a Aquel manos de los más precarios conten- veros y de gozar de vuestra compañía.»
que se los otorgó, desde el limbo inocente dientes. Caradoc enfurece entonces, ante lo que
e ignorante de la gracia; el Diablo, que no considera hipocresía del Enemigo, y con
puede ofrecerla porque carece de ella, Un somero repaso de las desventuras violentos insultos lo obliga a retirarse:
ofrece a cambio la dura pero resplande- satánicas nos lleva de paseo por diversos «El Diablo se fue —concluye la curiosa
ciente acera de la gnosis: el conocimiento, puntos geográficos, y por distintos niveles narración— decepcionado por no
ese incómodo espacio desde donde el de la historia y la leyenda. Así por ejem- encontrar, entre los mortales más que
hombre puede cuestionarse a sí mismo, a plo, en los cantones suizos, es fama que injurias como recompensa a sus
su Creador, a las relaciones de su identi- san Bernardo consiguió encadenar al ofrecimientos.» Lo extraño del relato
dad con el universo. Dios —quien, aparte Diablo en el claustro de la abadía de está, sin duda, en la intencionalidad, ya
de su todopoderío, tienta con la comodi- Clairvaux; los lunes por la mañana, los que parece reconocer el hecho de que
dad de la ignorancia y la consiguiente herreros acostumbran dar tres golpes so- Satán obraba, efectivamente, de buena
dicha absorta— siempre gana; el Diablo, bre el yunque vacío, antes de iniciar sus fe. Esta sospecha de intentos de
con menos recursos y con una propuesta tareas, para remachar la cadena del pri- acercamiento al hombre por su parte
de ambiguos resultados, no se sale siem- sionero e impedirle que escape. Boffandi, reaparece en diversas tradiciones: por lo
pre con la suya. Muchas son sus victorias, por su parte, nos narra otra humillación general, los mortales acostumbran
del Diablo perteneciente a la leyenda del aprovecharse de esos momentos de
asceta Caradoc, un piadoso varón que debilidad del Diablo, y lo burlan en su
parece haber existido durante el ciclo confianza. En el folklore jasídico centro-
carolingio. Habiéndose retirado el eremita europeo, encontramos la historia de Jo-
y hasta en esta faceta central de su a una pequeña isla desierta para mejor sué-ben-Levi, rabino tan astuto y pruden-
carácter el Diablo no haría otra cosa que practicar sus disciplinas, el Mistificador te, que engañó a Dios y al Diablo en el
remedar a su creador y enemigo. La se le presentó bajo la forma de un joven momento decisivo. Gran cabalista y ni-
primera acción de Dios para con el respetuoso y apocado que le ofreció sus gromante, Josué habría hecho un pacto
hombre, reflexiona Papini, es en cierto servicios: «Vete —replicó Caradoc, reco- diabólico para tener acceso a ese vasto
modo una tentación, al hacerle nociéndolo—, ninguna necesidad tengo conocimiento; a la hora de su muerte, su
compartir el Paraíso con un árbol del de ti ni de los tuyos.» El Diablo, no acreedor se presentó puntualmente a re-
que no puede alimentarse: la huella de obstante, no se da por vencido a la prime- clamar lo suyo. El rabino dijo que no
esa primera mala jugada estaría en las ra, e insiste con humildes argumentos: tenía inconvenientes en cumplir, pero
palabras finales del Padrenuestro, que «No vengo por miras interesadas —dice al solicitó una gracia antes de descender a
nuestro autor traduce —siguiendo asceta— pero vos estáis tan solo y no los infiernos: contemplar siquiera de pa-
fielmente a Jerónimo y su Vulgata— co- tenéis quien os sirva. Me ofrezco para sada las puertas del Cielo, de cuya
mo «no nos induzcas en tentación». Si beatitud se sabía excluido para siempre.
hay que pedirle a Dios que no lo haga, es Aceptó el Diablo y, no bien Josué se
sin duda porque lo ha hecho o puede supo a la
hacerlo; el Diablo, en esto como en tantas
otras cosas, no haría más que imitar el
más intensos y sutiles es sin duda el del el cuerpo «como amas tu alma, que te es
entrada del Paraíso, se zambulló en él buscarla para darle suplicio, lo arrastró converso trovador Jacopone da Todi, es- de grande utilidad»; etcétera. La derrota
literalmente de cabeza, jurando por Dios con ella encadenado por el cuello y, poco tupendo poeta del siglo XIII italiano, del Tentador es pre-
vivo que no lo sacarían de la gloria. El antes de ser decapitada —según insiste la quien nos narra su enfrentamiento y labo-
Creador, según la coda de la fábula, tomó leyenda— lo arrojó en una letrina, donde rioso triunfo ante Satán, en De la battaglia
a cargo de conciencia el obligar al rabino el pobre demonio acabó su desafortunada del Nemico (edición establecida en 1490).
a caer en perjurio, y por este motivo misión. Lo interesante de este ejemplo es que
consintió que permaneciera entre los jus- Además de maltratado, el Diablo es tam- nuestro protagonista se muestra en él
tos. Otra historia, aún más humillante bién víctima de engaños con bastante dotado de una astucia argumental y de
para la jerarquía de los demonios, figura frecuencia. La tradición alpina quiere una elegancia expositiva, que deberían
en la leyenda de santa Juliana, tal como la que varias de las obras arquitectónicas de serle connaturales por ser quien es, pero
cuenta el R. P. Rivadeneyra. Cristiana, sus montañas —como es el caso de los que muchos de sus contendientes no han
pero casada con un prefecto romano, puentes de Mosson y de san Claudio— podido o no han sabido reconocerle. Así,
Juliana se negaba a cumplir con sus hayan contado con la colaboración infer- cuando se dirige al por entonces ascético
deberes maritales hasta que él no abjura- nal.1 El constructor del último de los Jacopone, no lo hace con groseras tenta-
se públicamente de su paganismo, cosa puentes nombrados, precisamente se en- ciones que da por superadas,
que el hombre no podía hacer porque los contraba en dificultades económicas para sino con el insidioso elogio a su
tiempos eran de persecución para la nue- pagar a sus obreros, y solicitó ayuda del virtud, acaso el punto más
va secta. Harto de los métodos persuasi- Maligno a cambio del alma de quien vulnerable de todo aspirante a
vos para obtener la culminación de su primero atravesara el puente una vez la santidad:
deseo, el prefecto hizo desnudar, azotar y acabado. Satán cumplió su parte sacando
encadenar en prisión a su testaruda mu- del problema al constructor, pero éste no El enemigo me dice así:
jer. Allí la visitó un ángel, que intentó correspondió a la ayuda e hizo pasar a un Hermano, hermano, tú sí
convencerla de que depusiera su actitud: gato como inaugurador del puente, pobre eres santo fama y renombre
extrañada, Juliana permaneció en ora- tributo que el Diablo se resignó a cobrar a tiene tu nombre entre las
ción a la espera de los acontecimientos, cambio de su ayuda. lenguas del mundo entero.
hasta que una voz interior le reveló que el
ángel era en realidad un impostor que Muchos han sido, a lo largo del tiempo, El combate prosigue, siempre a
quedaba a partir de ese momento bajo su los santos y místicos que vencieron al gran altura, con un Diablo vivaz
poder, y que podría obligarle a declarar Diablo en singular combate, y que de ello que cambia de frente todas las
quién era. Interrogado, el contrito visi- nos han dejado testimonio. Uno de los veces que lo necesita su
tante confesó en realidad ser un demonio, estrategia: el sufrimiento
y pidió permiso para retirarse. Pero la exagerado al que el asceta
1. Esta tradición del Diablo como ingeniero de puentes y
santa no sólo no se lo dio, sino que se caminos es, en realidad, europea, preponderantemente de somete su cuerpo «que está
vengó en él de todas sus humillaciones: lo las culturas montañesas. Ver si no, en Cataluña, el Pont del viejo y decaído» no puede
golpeó a su antojo hasta que vinieron a Diable, de Martorell.
El sabbath en su apogeo
¿ES EL DIABLO ENEMIGO O AMIGO DE LOS HOMBRES?
de lo cual estaba en libertad de adornar caso, se han conformado en su mayor sabbath estaba corrompido para siempre ticipadamente, lo que ahora se conoce
estas «verdades» con sus fantasías parte con seguir escrupulosamente a los y, para gran número de tales jueces, como una política de «tierra arrasada».
personales), habría que ver hasta qué clásicos, y con su testimonio contamos excluido de la Redención. La base de su Curiosamente, su organización era ma-
punto las represiones y los deseos cegados para la presente exposición. Así, por razonamiento era que Dios permite la triarcal, y era la reina la encargada de
de los jueces entraron en el cuadro que ejemplo, siguiendo a Boguet, Guazzo y muerte de los recién nacidos antes de ser arengar a sus soldados antes del combate.
con rara unanimidad nos han legado sus Bodin, Frederik Koning nos hace saber su bautizados, de suerte que esos seres
víctimas. Es un estudio que, hasta donde opinión sobre la obscenidad de la bruje- humanos inocentes no pueden ser admiti-
sé, está aún por hacerse, y que ría, «lo cual se manifestaba no sólo en la
iluminaría sensiblemente la psicología
de la Europa prerenacentis-
-ta, y los mecanismos profundos de los
detentadores del orden y del poder. Los
demonólogos de nuestra época, en todo
preferencia por el coito anal, sino también -do en el Paraíso. Añadían que no
por la creencia de los brujos y las brujas corresponde al hombre buscar la solución
en el poder afrodisíaco de los excremen- de este misterio. La bondad de Dios es
tos». Más adelante, citando a Boguet, el perfecta, pero hay momentos en que
mismo autor nos informa que, durante trasciende toda comprensión humana.»
el sabbath «para hacer agua bendita, el En un códice anónimo —probablemente
Diablo orina en un agujero del suelo, y los siglos XV o XVI— llamado Errores
fieles son rociados con su orina por el Gazariorum, se nos informa, en una
celebrante, con un hisopo negro». detallada descripción, que el objetivo
Sabido es el papel fertilizante que el central del sabbath era la consumación
estiércol asume en los ritos agrarios; Ma- del incesto, ya que una de las obsesiones
linowski, en las Trobriands, encontró diabólicas sería el aniquilamiento de la
también inagotables relaciones sobre el institución matrimonial. La creencia es
carácter sagrado de todo cuanto sale del más antigua y aparece ya en Catulo —
cuerpo. Nuestros autores pasan sin em- poeta latino del siglo I a. J. C. — cuando
bargo de largo ante estas posibilidades nos cuenta que, según los persas, un mago
especulativas, y se ciñen a la letra de los sólo es perfecto cuando ha nacido de la
testimonios de las víctimas de la Inquisi- cópula de una mujer con su propio hijo.
ción. Aplicando el rasero de la cultura El misterioso pueblo de los guiagos —de
predominante en la edad media, hacen a los que no conozco otra referencia que la
los demonios convictos y confesos del más que nos da Collin de Plancy en su Diccio-
exasperante exhibicionismo, el más agu- nario infernal, de 1842— habría adorado
do voyeurismo, y aun la paidofilia más concretamente al Diablo, por considerarlo
recalcitrante. Sobre el caso de los niños no la deidad mayor del Universo, sino
víctimas de demonios paidófilos, es inte- aquella que tiene real poder sobre nuestro
resante atar completo el corolario del mundo. Practicaban, en sus artes guerre-
doctor Koning: «Teólogos y demonólogos -ras, una crueldad extraordinaria, y no
—escribe en Íncubos y súcubos— decidieron respetaban sexo ni edad del enemigo
que un niño que había asistido a un cuando salían de expedición: hacían, an-
animaba: «Con asombro —nos dice— hecho simplemente que este concepto pa-
comprobé por su actitud que los demo- sara de moda; se asomara, tímidamente
nios eran capaces de experimentar buenos en todo caso, en el pensamiento y en la
sentimientos; que se compadecían de la obra de quienes reflexionaron en el tema.
suerte de su compañero y estaban La comodidad y el alivio que este escamo-
dispuestos a ayudarle por una especie de teo depara a la conciencia religiosa no
solidaridad.» debería impedir que nos planteásemos
Tanto en el caso del reflexivo y prudente con mayor rigor el problema de las virtu-
Una curiosa tradición del siglo XII nos -nius fue alcanzado por tres hombres que interlocutor de Isabel de Hoven como en des del Diablo: al menos, el reconoci-
narra un arrebato que Isabel de Hoven, trabaron con él conversación. Luego de el de los caminantes que se acaba de citar, miento de ciertas identidades que no han
religiosa alemana, tuvo con el Diablo. un primer intercambio de banalidades, el Diablo escapa a las convencionales querido acentuarse, para que esa comodi-
Nuestro personaje se apareció un día en el uno de ellos le preguntó de dónde venía a descripciones que de él se hacen: no sólo dad y ese alivio no fuesen conmovidos.
dormitorio de la monja; antes de que esas horas: «De casa del sabio —respon- no se nos presenta como la suma de toda Uno de los lugares comunes de la teología
pudiese manifestar cuáles eran sus inten- dió nuestro autor— allá en la montaña.» perfidia y defecto, sino que nos deja entre- —pero también uno de los puntos que ha
ciones, ella le dio una tremenda bofetada. Su interlocutor rió entonces por lo bajo: ver características de una naturaleza más dado pie a disquisiciones más sutiles— es
« ¿Por qué me has golpeado de este modo «Insensato —le dijo—, ¿crees realmente compleja y atormentada. Pocas personas el que atribuye a la soberbia del Diablo su
—preguntó el Diablo— nada más verme y que hay sabios en este mundo? Sólo nos- saben que las virtudes (séptima acepción pérdida de la gracia. No obstante, si bien
sin saber a qué he venido?» «Porque estoy otros poseemos la sabiduría, y si algún del término en el diccionario de la Real se mira, esa soberbia es una creación de
enojada contigo —replicó Isabel—, que hombre la manifiesta es porque la ha Academia) nombran a los espíritus Dios: una huella de la omnipotencia de
has ofendido a Dios.» Satán permaneció recibido en préstamo de alguno de nos- bienaventurados que integran la quinta Dios en la esencia de sus criaturas. Sabe-
un momento pensativo, sobándose la cas- otros.» Aterrado, el bueno de Palingenius jerarquía de los ángeles, inferiores sola- mos, por la Biblia, que Dios creó al
tigada mejilla: «Si todos aquellos a los se enteró de que sus compañeros de viaje mente a los arcángeles y a los serafines. hombre «a su imagen y semejanza» y en el
que has ofendido te diesen de bofetones eran tres demonios llamados Saracil, Lucifer, el más hermoso y perfecto de Libro de los Salmos (III, 82; v. 6) se
—le dijo finalmente, antes de desapare- Sthiel y Jana, que marchaban a Roma todos ellos, tuvo también entre sus títulos ratifica esa afirmación con estas inquie-
cer— no tendrías el rostro tan descolo- para ayudar a un congénere en apuros. el de Suma Virtud. ¿Es posible que quien tantes palabras: «Yo dije: Vosotros sois
rido.» Ante sus preguntas sobre la naturaleza de fuera adornado de esos méritos, tan por dioses.» Jesús mismo, cuando transmite a
Marcellus Palingenius, de Ferrara, que esas dificultades, los habitantes de las encima de los hombres, haya dejado del los suyos el precepto de la imitación
vivió y escribió en la primera mitad del tinieblas le informaron que no podían todo de ejercerlos? divina («Sed perfectos como perfecto es
siglo XVI, nos cuenta por su parte una revelarlas pero que con gran frecuencia, vuestro Padre»: Mateo, v. 18), no hace
extraña aventura que le aconteció perso- al tomar forma humana, ellos eran vícti- La idea de que el Diablo no ha perdido más que reiterar esa dignidad excepcio-
nalmente, regresando de unos ejercicios mas del mal natural, la estupidez y la sus atributos angélicos no es nueva, sino nal de la condición humana que puede
espirituales con un ermitaño de san Sil- descortesía de los hombres. Lo que más todo lo contrario: la decadencia de su llevar, en sus últimas consecuencias, a la
vestre, en el monte Sacrate. Acercándose estupefacción causó a Palingenius, sin imagen, la necesidad que la cultura tuvo homologación de lo creado con su Crea-
ya a Roma, y al claro de la luna, Palinge- embargo, no fueron estas asombrosas re- de atribuirle el rol de la expiación, ha dor. San Pablo (I, Corintios, VI. 3) rema-
ta más esa sospecha cuando afirma: «¿No
León Bloy
Paul Valéry
IV, 7), afirmación cuya contundencia es Alejandría y Bizancio. La gnosis. Del ciclo
das a verificar su divinidad, y la tercera a
paulino a la patrística —En el año 331 a.J. Constantinopla, el 11 de mayo del 330 Para comprender este proceso y narrar pensamiento griego, a través de una
C., luego de someter Frigia, Cilicia, d.J.C., y la convierte en capital cristiana estos siglos, hay que comenzar por acer- pedagogía flexible que llegaba, a casi
Siria y Egipto, el victorioso Alejandro del imperio; sesenta años más tarde, su carse a la explosiva figura de Saulo de todos los niveles de la población. Según
Magno funda, sobre el Mediterráneo, sucesor Teodosio prohibirá todo culto Tarso, una de las personalidades más Ch. Guignebert, no parece probable que
la ciudad de Alejandría, destinada a que no sea el cristianismo, y hacia la inquietantes de la historia, sin cuya con- Saulo haya estudiado en Jerusalén, ya
ser la capital del imperio más vasto que caída del imperio romano de Occidente tribución es probable que el cristianismo que había de sobra excelentes doctores
hubiesen visto los tiempos. En los tres —en 476— la hegemonía de la ciudad y no hubiese salido de las catacumbas, ni el judíos en Alejandría y Antioquía, y el
siglos siguientes —bajo la dinastía de de su religión sobre la cultura de la Diablo hubiese recuperado —como lucero excepcional talento sincrético de que dará
los ptolo meos, y hasta la toma de la época serán indiscutibles. Nacido en del alba que nunca dejó de ser-su alto muestras Saulo lo denuncia más bien
ciudad por las legiones de Octavio— esa Palestina, difundido por Alejandría, lugar en el firmamento de los hombres. como un sobresaliente habitante de su
capitalidad será indiscutida. Centro consagrado en Bizancio y establecido en El futuro san Pablo nació en Tarso (Cili- ciudad, y de la encrucijada cultural que
cultural sin paralelo en el mundo Roma el cristianismo hará, en los cia), en el área de influencia alejandrina, era en su tiempo. De temperamento fuer-
antiguo, se reunirán en ella todas las primeros cuatro siglos de nuestra era, en el año 2 d. J. C., y murió decapitado en temente místico, la visión del camino de
variantes de la filosofía helenística, el una carrera fulgurante y una metamorfo- el camino de Ostia, en las afueras de Ro-
dualismo persa y los ritos mistéricos de sis sorprendente: de secta menor, sostenida ma, con toda probabilidad en el año 64.
Mitra, el vasto panteón egipcio, el por el ardor de escasos y menesterosos Su célebre visión, cuando se encontraba
monoteísmo mosaico; en los primeros catecúmenos, pasará a convertirse en la en camino hacia Damasco comisionado
siglos de nuestra era, el sincretismo de religión más vastamente extendida que para organizar la persecución de los cris-
su ambiente intelectual será decisivo haya existido jamás. A su sombra, el tianos, se cree que se produjo hacia el
para la formación y madurez del Diablo entretejerá sin pausas las elabora- año 40: una luz enceguecedora lo derribó
cristianismo. En su interminable das torres verbales de la gnosis, penetrará del caballo; en medio de ella apareció el
biblioteca —que llegó a albergar hasta los huesos en el pensamiento de la Nazareno, que se limitó a preguntarle:
ochocientos mil volúmenes— abrevarán religión que se atrevió a nombrarlo en voz «Saulo, ¿por qué me persigues?» Las con-
durante mil años eruditos de todos los alta: admitido como antagonista del dra- secuencias de este encuentro fueron incal-
pueblos de la tierra, hasta que la furia de ma de la Pasión, como personaje indis- culables en ese momento para el derribado
Ornar acabe para siempre con ese pensable de la cristología, ya no será jinete, pero en todo caso Jesús eligió con
esplendor: en el 650, el segundo califa posible librarse nunca más de él. Con inefable acierto a aquél, de entre todos
sucesor de Mahoma arrasa la ciudad cada golpe ascensional, la Iglesia triun- sus perseguidores, a quien debía dirigirle
—con excepción de un barrio, que fante lo remontará con ella: preparará — su pregunta. Fariseo, hijo de fariseos,
reserva para residencia de los jerifes—, y sin saberlo—, mientras se consolida, los Saulo pertenecía a una familia judía
los libros de la biblioteca alejandrina siglos de apogeo del Diablo y su definitiva sólidamente establecida en el mundo
sirven de combustible durante meses instalación en la cultura. Desvirtuándolo, romano —gozaban de ciudadanía romana
en los baños públicos. atacándolo, negando varios de sus atribu- —, e instalada en una ciudad de tránsito,
Luego de derrotar a su rival Licinio y tos y discutiendo sobre otros, la Iglesia no comercial y cultural, entre el helenismo
convertirse en soberano único (Totius podrá evitar que el Diablo crezca hasta alejandrino y el Oriente; en su universidad
orbis imperator), Constantino el Gran - ser su propia sombra, el contexto de su —célebre por entonces—, ma-
La conversión de san Pablo
Damasco cambia el signo pero no los
métodos de su destino: con la misma
intensidad con la que se había abocado al
exterminio de la naciente herejía, se pone
a su servicio; su genio religioso, no tarda-
-de rebautiza Bizancio como discurso, la angustia tenaz de su teología. -estros estoicos difundían lo principal del
rá en hacerle ver cuáles eran las bazas a apóstoles) era lisa y llanamente una secta toma del apocalíptico libro de Daniel, y le garantiza la inmortalidad), liquida el
jugar para hacerse con la jefatura de la judía, que en nada se diferenciaba del cuya profunda genealogía demiúrgica es- esquema del destino histórico de un pue-
secta: revelación directa (en lugar de corpus ortodoxo de la religión mosaica, tablecerán los gnósticos. A medida que se blo y lo traslada —en un doble eje diacró-
conversión a través de un misionero), lo salvo en el detalle mesiánico y en su acerca a su concepción del Cristo universal, nico y sincrónico— a la eternidad, en un
que lo pone en pie de igualdad con los consecuente escatología: a diferencia del el de Tarso se va alejando de la figura del sentido y, en el otro, a la superficie de la
apóstoles; incorporación al cristianismo resto de los judíos, los escasos cristianos Galileo: en las Epístolas le da el tierra. Los pasos siguientes son una con-
de elementos que desbordan la ortodoxia afirmaban que el reiterado Mesías que tratamiento de Kyrios (Señor), descono- secuencia inevitable: la aceptación de los
judía, lo que le concede un auditorio de prometían las Escrituras había llegado cido entre los griegos para designar a las gentiles, cosa que repugna a la iglesia de
una vastedad y riqueza de matices que los ya, y que sólo faltaba aguardar su pronto divinidades, pero que es precisamente el Jerusalén, que no tiene más remedio que
once estaban lejos de conseguir (y ni retorno glorioso, momento en el cual aca- que empleaban para nombrar a los dioses ceder ante dos hechos consumados: la
siquiera de proponerse). La concepción barían para siempre las tribulaciones de redentoristas del Asia Menor; agrupán- capacidad ecuménica de la iglesia de
cristológica de Saulo está calcada casi los justos. El genio de Saulo consistió en dose en torno al héroe cultual llamado Antioquía, y el poderío económico de
paso a paso de la concepción redentorista advertir lo limitado de esta propuesta, y el Kyrios, las comunidades helenistas ini- algunos de sus primeros fieles, cosa esta
de los antiguos ritos mistéricos y de la seguro desgaste de su precario aparato cian —probablemente sin advertirlo del última que estaba lejos de ocurrir en la
terminología estoica, fuentes ambas a las ideológico; anclado en un misticismo que todo— un camino divergente del estricto desnutrida grey jerosolimitana. Esta
que es muy probable que haya tenido no aportaba nada nuevo como no fuese monoteísmo mosaico, que será la base de aceptación conduce a su vez a un doble
acceso, dado el lugar y la condición social una declaración de fe, es casi seguro que su triunfo y su grandeza. Paralelamente, triunfo paulino: la sustitución del mesia-
a los que pertenecía. En el panteón tarsia- el cristianismo no hubiese sobrevivido — el pensamiento paulino establece la ambi- nismo (idea extraña y escasamente inte-
no de la época, por otra parte, preponde- sin Saulo— a la generación de los após- güedad del Diablo, argumento insupera- resante para los no judíos) por el redento-
raban las figuras de Baal Tarz —suerte de toles. Imposibilitado de establecer un ble para el ejercicio de su tenebrosa ma- rismo; la aceptación de incircuncisos, lo
Padre todopoderoso, asimilable a Zeus— acercamiento frontal con éstos, Saulo se jestad: entre los apóstoles —ingenuos y que facilita notablemente la tarea proseli-
y Sandan, el intercesor redentorista co- apoya en los judíos llamados helenistas, fanáticos como eran— el Diablo tendía a tista. Para cuando muere Saulo —a una
mún a todos los ritos mistéricos, a quien probablemente los primeros misioneros desaparecer; había sido vencido en el generación escasa de la muerte de Jesús—
sólo faltaba el carácter de Logos que cristianos en tierra pagana, avanzadilla desierto, y la proximidad de la parusía la ruptura entre judaísmo y cristianismo
agregará la gnosis para redondear un del flexible movimiento de la diáspora y (=segunda venida de Jesús para el Juicio está consumada: arropado en la incipiente
retrato del Cristo. fundadores de la iglesia de Antioquía, que Final) liquidaba prácticamente el papel teología de la más joven de las religiones
«Por su triple calidad de griego, judío y es a su vez el origen de la primera iglesia que le quedaba por desempeñar. Saulo, mistéricas, el moribundo Diablo de los
romano —escribe Guignebert—, Pablo es- de los gentiles. Desde ese punto de parti- por el contrario, al dar impulso a la apóstoles recompone sus afeites, y se
taba en condiciones inmejorables para la da, Saulo transforma —o simplemente cristología (su acento, como hemos visto, prepara para entrar en escena.
elaboración de una nueva religión reden- desconoce— nociones que son esenciales está puesto en el redentor: intermediario
torista: como judío, se interesó en Jesús; para los apóstoles. Para ellos, la muerte que salva al hombre del pecado y, a la vez, El movimiento de la gnosis (= conoci-
miento) puede situarse históricamente
entre el siglo I a. J. C. y el siglo IV d. J. C.
Pero sus raíces se hunden profundamente
en las religiones mesopotámicas, y sus
Al Diablo, como hemos visto, le gusta tenemos, por ejemplo, en las consejas
cambiar de rostro, de sexo, de vestido. populares españolas, los apodos de FALTA
Según la época y la oportunidad, Pedro Botero, Perete, Perecho, Patillas,
encarna bajo formas humanas o se en- el Chápiro o el Mengue, entre los más
cubre detrás de mayores sutilezas: para habituales, que corresponden a los más
entrar al Arca de Noé tomó el aspecto internacionales de Pedro Trabajos,
de una gota de miel; para poseer a una Compadre Martinito o Don Dineros.
abadesa alemana —según cuenta Horst, Diversos autores nos informan que en
en su Demonomagia— no vaciló en Escocia se le conoce como Oíd Man, en
el Mediodía francés como «le vilain»,
habitar una inocente hoja de lechuga. en Alemania como «der böse Feind», en
Si tantas y tan variadas han sido sus Portugal como «o pecado». En la edad
presentaciones, no parece casual que o- media, durante la época de las grandes
tro tanto haya ocurrido con sus nom- pestes, se le conocía popularmente como
bres. En muchas tradiciones populares, «el mono de Dios» (según la extendida
se elude nombrarlo directamente -como creencia de que lo. imita en todo, pero
una forma de evitar convocarlo-, y se le siempre con un puntillo de desacierto).
llama de una manera convencional, que Lo que se presenta a continuación, sin
sin embargo todo el mundo entiende: el embargo, no es una lista de generali-
maligno, el enemigo, el tentador, el dades que más o menos disimulan al
maldito, el hombre negro, el hombre Diablo -por temor, como se ha dicho, y
rojo, el príncipe de las tinieblas, y otros no pocas veces por reverencia-, sino todo
tantos apelativos. lo contrario: una antología de sus mani-
Un paso más cerca en la confianza to- festaciones, con nombre propio y atribu-
ma ya un nombre propio, que suele os- tos determinados, según la han ido esta-
cilar entre la chanza y el temor, extre- bleciendo los más eminentes
mo este último que disimula el demonólogos, desde
seudónimo. Así
cular es tan devoto de las llamas que se uno de sus personajes de confianza, ya
dedica a provocar los incendios. Parece que es el encargado de su guardarropa.
ser el mismo que en las tradiciones talmú- Acaso por esto, ya que no por su
dicas es llamado Thamuz. grandeza, los asirios gustaban de estar a
bien con él, y solían ofrecerle sacrificios
Adramelech. Si bien no tiene gran jerarquía humanos. Los talmudistas aseguran
política o militar en los infiernos, goza de que encarna bajo la figura de un pavo
gran predicamento junto al Diablo y es real.
Agarés. Tiene el aspecto de un señor
maduro y afable, y en otros tiempos
solía presentarse con un milano en el
puño. Si hay que creer a Wierius (en su
Pandemónium) monta en un cocodrilo,
pero este último extremo no parece
conciliar con su afabilidad. Es políglo-
ta, y gusta de enseñar las lenguas que
conoce. También da valor a los pusilá-
nimes y es buen abogado para quienes
confían en él un ascenso en su carrera.
Pertenece a la cofradía infernal de las
Virtudes.
Agathion. Demonio bonachón que sólo
es visible al mediodía. Afirma Leloyer
(en Discurso e historia de los espectros)
que
se deja encerrar en un talismán o en una
botella, para mejor servir a quien
establece un pacto con él. Sus poderes
son limitados, pero se puede contar
con su fidelidad.
Alastor. Demonio severo e implacable,
máximo ejecutor de las sentencias del
Diablo. En el zoroastrismo se lo cono-
Los demonios Astarot, Abaddón y M ammón, ce por esto con el apodo de «el verdu-
según eran imaginados en elXVIII
s. y recogidos go». Desde antiguo se le identifica con
por Francis Barret en 1801 los remordimientos.
Algol. El Diablo, entre los astrólogos vea en posesión de instrumento alguno. tan farragosas como cambiarlos de
árabes. Los árboles se inclinan ante su voz. lugar, crear celadas y señales falsas para
confundir a los hombres. Este triste y
Alocer. Monta un alazán enorme, y su Ammon (o Aamón). Es el demonio de laborioso demonio ocupa sus escasos
rostro es leonino y de ojos ardientes. mayor vigor físico, y ocupa un puesto ratos libres en tareas terroríficas: toca
Carece de sentido del humor, pero en importante en la corte infernal. Vive con las campanas a medianoche, hace
su estilo docto y grave es buen maestro comodidad en la forma de un lobo, y aparecer los espectros, enciende los
en astronomía y ciencias matemáticas. cuando adopta la humana se le reconoce fuegos fatuos. Su estigma es que no
por la dentadura canina. Reconcilia cuan puede conocer el amor.
Alpiel. Demonio de poca categoría, de -do quiere a los amigos que han pelea-
carácter indolente y bucólico. Se espe- do, y fuerza a los enemigos de sus prote Andras. Antiguo demonio vasco, que tal Asm odeo
cializa en proteger los árboles frutales. -gidos a pedirles perdón y sometérseles. vez fue en sus orígenes una jerarquía
hembra (Sánchez Calvo cita la raíz
Alrinach. Demonio hembra, organizado- Amy. Uno de los más poderosos euske--ra andra como «fuerza» y también
ra de catástrofes meteorológicas. Tam- príncipes infernales, aunque en la tierra como «señora»). En todo caso se el terror de los mineros ya que muchos
bién hunde los barcos, y acaso en aten- sus funciones son versátiles y poco asegura que tiene cuerpo de ángel y de ellos mueren al contacto con su
ción a este hobby sólo se deja ver por fiables: ayuda a encontrar tesoros cabeza de búho, y que va armado de espantoso aliento.
los marinos. En el ejercicio de sus mal- ocultos, es amigo de los artistas, otorga sable. Su disciplina es enseñar a matar,
dades, sin embargo, se limita al área de a sus favoritos la habilidad para por lo que se le considera protector y Ascaroth. Poco se sabe de él, acaso
Occidente. congraciarse con sus subalternos. Es asistente de los asesinos. porque su especialidad le recomienda el
uno de los pocos jerarcas que aún sigilo y la prudencia: es el patrono de los
Alrunesias. Demonias que, de su conserva nostalgias del cielo y —al decir Andrialfo. Demonio importante, que se espías y de los delatores.
comercio con los hombres, parieron a del demonólogo Wierius— aspira a esconde en el cuerpo de las aves de corral.
los hunos. Los antiguos germanos las volver allí así que pasen doscientos mil Rara vez toma forma humana, por temor Asic-Pachá. Demonio turco, francamen-
adoraban en la forma de estatuillas de un años. a ser reconocido, ya que por razones que te benévolo, gran conocedor de todo
pie de alto, a las que prodigaban grandes se ignoran pierde en este caso una buena cuanto se relaciona con el amor y el e-
cuidados —dándoles inclusive de comer Anamalech. Demonio oscuro, portador de parte de sus potestades, y se ve obligado a rotismo. Pocos tan eficaces como él pa-
y beber— para evitar que gritasen, ya malas noticias. En la antigua Sepharaim servir a quien lo haya descubierto. Es ra excitar a los amantes, anular la frigi-
que sus aullidos se consideraban como se le rendía culto, precisamente para excelente maestro en el arte de la discu- dez o curar la impotencia. Su celo pa-
indefectible presagio de desgracias. conjurar su infausta costumbre. Cuando sión y sus validos aprenden de él cómo ternal llega hasta facilitar el embarazo
Collin de Plancy (Diccionario infernal) se hace visible, suele adoptar la forma mudar de aspecto y de figura, de modo de las mujeres que lo desean, y cuidar-
las identifica con las mandragoras. de una codorniz. que pueden desaparecer en los más apu- las para que no sufran demasiado en
rados trances. los partos.
Amudscias. Es un unicornio, pero Anazaret. Es el principal de los tres
cuando se le convoca adopta forma demonios encargados de la custodia de Aneberg. Demonio alemán, con aspecto Asmodeo. Llamado «el destructor», es
humana. Es devoto de la música, y ofre los tesoros ocultos (sus compañeros son de gigantesco caballo, que vive bajo uno de los demonios de más rancio
-ce conciertos maravillosos sin que se le Goziel y Fecor), e incluso de operaciones tierra y carece de todo rasgo amable. Es abolengo.
europea» contemporánea. No parece
difícil aceptar este último extremo ya - mo de la Luna. funciones son más bien modestas: es el
que los demonólogos lo dan como uno de jefe de los retenes y centinelas del
los máximos corruptores, como el sem- Azazel. Bajo ese nombre, antiguas tradi- Infier -no, y es responsable de la
brador de la disipación y el error, y le ciones talmúdicas recuerdan el macho organización de las guardias. Pero en
atribuyen -en los infiernos- la superinten- cabrío en el que se expiaban los pecados los tiempos fara -ónicos alcanzó
dencia de las casas de juego. Como del pueblo. Una vez al año, se celebraba categoría de divinidad superior, y aun
dato curioso habría que agregar que, a una ceremonia en la que el sacerdote en culturas posteriores fue el
diferencia de las restantes potestades conjuraba sobre la cabeza del animal sus encargado de la fidelidad de los
infernales, gusta de comer en público. propios pecados y los de su gente; luego esclavos. El cristianismo y la caída del
de esto, abandonaban a Azazel en el imperio romano lo redujeron a su
D o cu m en to firm a d o p o r A sm o d eo . M a n u scrito
Astarot. Poderoso, pero desdichado desierto. En los tratados demonológicos actual situación.
con serva d o en la B ib lio teca N a cio nal d e P arís
demo se le llama «el emisario», y se le
nio, que afirma haber sido condena- reconocen esas pesadas tareas. Para Baco. Príncipe de los sátiros y los
-do injustamente a su situación. Para Milton es el portaestandarte de los sueños, seguramente emparentado con
Aparece ya en la Biblia como el tenaz colmo, Wierius dice que «tiene la fi- ejércitos infernales. la divinidad romana del mismo nom-
enamorado de Sara, quien sería luego gura de un ángel muy feo» y que, en bre (y, por tanto, con el vasto y comple-
mujer de Tobías: hasta la llegada del caso de convocarlo, debe usarse un ani- Baal. Según la mayoría de los demonólo- jo simbolismo de Dionisios). Como de-
piadoso varón, que lo derrota, consigue llo de plata en la nariz para prevenirse gos es el general en jefe de las tropas del monio es alegre y gozador, preside el sa
matar en el lecho nupcial a siete de su insoportable hedor. Su expectan- mal, o sea la mayor potencia militar -bbath y su capacidad orgiástica es in-
aspiran -tes a la virginidad de Sara. te posición en los infiernos proviene de del Infierno. Curiosamente, en relación terminable. Cuando encarna en forma
Viejas leyendas judías lo dan también su cargo de tesorero general, y es esta a esa jerarquía viril, también están humana, dos detalles lo hacen
como derro -tado por Salomón, a quien condición suya la que le hace recomen- acordes en su hermafroditismo. Se sabe fatalmente reconocible: tiene siempre
-de mala gana- habría ayudado a dable como protector de banqueros, que fue adorado por caldeos y babilonios algún defecto en uno de los pies, y su
construir el templo de Jerusalén. Más hombres de empresa y financistas. —y, en ocasiones, por los israelitas— y pene es de dimensiones excepcionales.
cercanamen- te en la historia, es uno de se supone que su leyenda es una
los protago- nistas del juicio de las Astartea. Mujer de Astarot y, a diferencia degeneración del extendido y Bacon. De mal natural y carácter
posesas de Lou- dun. Alvaro Cunqueiro de él, muy bella y elegante. De Plancy antiquísimo culto solar. resentido, es el que siembra la discordia
-siguiendo a Ca -bell- asegura que en dice que luce hermosos cuernos «festo- entre los amantes. Se lo conoce como
una de sus últimas apariciones fue neados y en forma de media luna». Los Baalberít. Llamado «el archivero». Es «el demonio de los celos».
amigo de Oscar Wilde, y que «su fenicios la relacionaban con los ritos abogado marrullero y su memoria es pro-
pasaporte inglés lo había con- seguido venéreos, y Sanchoniaton asevera que digiosa. Los fenicios lo tomaban como Bael. Demonio muy prestigioso entre
gracias a la influencia de Flo- rence tuvo dos hijos, «el deseo y el amor». Por testigo de sus juramentos. Entre los siglos los brujos, porque otorgaba a sus
Nightingale, y a la amistad de és- ta un procedimiento hierogámico común a XV y XVIII, aparece invocado con fre- devotos la inmunidad en el tormento.
con la reina Victoria». El mismo Cun muchas cosmogonías, Astarot —que cuencia en los grimorios populares como Por lo demás, es algo así como el gran
-queiro lo responsabiliza de la financia- proporciona las riquezas— sería una campeón de causas perdidas. pendenciero del Infierno. Es fuerte y
ción de «la gran industria pornográfica hipóstasis del Sol; su mujer, señora de astuto, excelente guerrero, y posee el
los placeres de la noche, lo sería asimis- Baalcefón. Desde hace muchos siglos sus don de la invisibilidad. Sus legiones
forman la tropa más soez, indiscipli-
diplomáticos, los domadores de potros,
los devotos de la caza mayor y los toreros.
-nada y chocarrera de todo el ejército del
Diablo. Baltazo. Diversas historias se nos
cuentan de este gran seductor, pero
Bafomet. Célebre representación diabóli- todas ellas coinciden en un solo punto:
ca, que los templarios habrían reveren- parece existir para hacer el amor con
ciado como un ídolo. Sin embargo —y las mujeres. La más célebre de sus
anécdotas se refiere a una tal Nicola-
pese a la importancia, difusión y variedad sa Aubry, posesa de la región de La-
de las leyendas que lo incluyen—, la ón, en el siglo XVI. Enterado de que los
estatua que supuestamente le representa- Behémoth, según Plancy Belfegor, según Plancy
exorcismos eran impotentes para de-
ba no fue encontrada jamás. En el tor- volver la mujer a la cordura, Balta-
mento, algunos de los caballeros dieron Físicamente; es uno de los demonios más
-zo se presentó al marido, cenó con él, bellos, lo cual facilita sus trabajos. Mánti-
cumplidas descripciones de Bafomet, pe- y le aseguró que en una sola noche en Honorio, no se tienen mayores referencias
ro toda la policía del inquisidor Guiller- co consumado, enseña a sus devotos todas
que le permitiese ocupar su puesto en las artes de la adivinación, especializán- de él. Pero todos los demonólogos le
mo de París no consiguió dar con él. En la cama, junto a la enferma, Nicolasa dose en los oráculos que reconoce en la confieren la categoría de rey en Occi-
diversas tradiciones se le atribuye cabeza curaría. El marido, seguramente harto voz de los animales. dente.
de mujer bellísima, o de gato, o de hom- de la situación de su casa, aceptó el
bre barbudo con cuernos caprinos, cuan- singular envite: entre la medianoche Batim. Es grande y robusto, y suele mos- Behémoth. Demonio de gran dignidad, pe-
do no se le declara bicéfalo y hasta tricéfa- y el alba, Baltazo poseyó veintisiete trarse caballero en un corcel de ro pesado, torpe y de lenta inteligencia. El
lo. Autores esotéricos —llevados sin duda veces a la supuesta endemoniada, y lívida blancura. Es herborista, y centro de su poder es el estómago, y es el
de su polimorfía— han pretendido que se luego desapareció. Los cronistas no permite a sus validos los más patrono de la gula por antonomasia. Se
trataba de la representación del andrógi- están acordes sobre los detalles, pero vertiginosos desplazamientos. Hacen afirma que es el sommelier del Diablo, y su
no primordial. Para el historiador Serge coinciden en que Nicolasa se curó. bien en encomendarse a él quienes usan asesor en todo lo relativo a los placeres de
Hutin, el auténtico Bafomet sería el que con frecuencia el avión. la buena mesa. Las tradiciones hebreas y
todavía hoy se encuentra en el pórtico de Barbatos. Con Prusias y Arimón —sus
socios y secuaces— comparte la musulmanas lo imaginan bajo la forma de
la iglesia de Saint-Merri, en París. En Batscumbasa. Demonio propiciador de las un inmenso buey, que come un bosque de
especialidad de seducir a las mujeres, lluvias. Nada en el mundo le gusta
cuanto a su misterioso nombre, Albert sobre todo en verano, a la hora de la forrajes diario, y a quien Dios privó de su
Ollivier lo hace derivar de Bapho, un tanto como el pan que no consigue en el hembra en el comienzo de los tiempos,
siesta, o cuando están en el baño. Hace Infierno, por lo que hay que ofrecerle
puerto chipriota donde existía un famoso estragos, durante las vacaciones, en para evitar que se propagase tan mons-
templo dedicado al culto de Astarté; para buenas cantidades para atraerse su
hoteles, playas y piscinas. En otro de sus voluntad. truosa especie.
otros autores, sin embargo, se trataría de aspectos, es el prototipo de Robin Hood:
una corrupción de Mahomet (Mahoma). buen asaltante de bosques y caminos, Bayemón. Aparte de las convocatorios con- Belfegor. Demonio de los inventores, los
que despoja a los poderosos para tenidas en el grimorio atribuido al papa descubrimientos, y las soluciones inge-
Bahaman. Demonio que apacigua la cóle- repartir entre los pobres. niosas. Algunas de las mayores autorida-
ra. Entre su clientela destacan las mujeres
con maridos violentos, los negociadores
des demonológicas (Selden, Banier, Wie- asegura que fue uno de los primeros en ceñida de una banda de fuego, henchido Bileto. Demonio de aspecto torvo y ceñu-
rius, Leloyer) se han fascinado por el sufrir la expulsión del paraíso. Ayudado el pecho, abo tagado el rostro, brillantes do, pero débil ante el halago. Son necesa-
hecho de que siempre tiene la boca abier- por su sobrehumana belleza, este gran los ojos, levan tadas las cejas y rias extraordinarias precauciones para
ta, y de que sus adoradores le rinden culto corruptor se especializa en seducir a los amenazador el aire.» A otros diversos conjurarlo, pues sólo escucha a los hom-
sirviéndose de grietas o hendiduras, a adolescentes. Pero también es verdad autores antiguos se deben características bres cuando se encuentra de mal humor.
través de las cuales arrojan sus ofrendas: que paga sus favores con una devota que se le atribuyen, y que se han hecho Conviene estimularle a aparecer colocan-
de ahí que lo hayan asociado con antiguos protección. Su más señalado defecto comunes para describir al Diablo: alas do en el sitio del conjuro una botella de
cultos coprofágicos. Preferimos, sin em- terrenal es que es incorregiblemente de murciélago, grandes nari ces, cuernos, vino, bebida a la que es muy aficionado, y
bargo, la versión que sugiere M. Maestri, mentiroso. patas de ánade, pilosidad extraordinaria,
etc. Añaden que nada es más espantoso hacerle —dice De Plancy— «una graciosa
cuando lo define como «una apariencia que presenciar su cólera: aulla como una acogida: cumplimentarle por su buena
femenina, de deslumbradora juventud y Belzebú (o Beelzebuth). Su nombre signi- manada de lobos, vomita llamas, y el presencia; demostrarle el caso que se hace
belleza». Esta variante vaginal parece fica «el señor de las moscas», y todos los ánimo más fuerte desfallece ante él. de él y de sus otros hermanos, y es muy
más acorde con sus características recón- demonógrafos y poetas que se han ocu- sensible a todo esto». Como contraparti-
ditas, que hay que ir a buscar en un pado de él, están acordes en reconocerle Berilo (o Bolfri). Joven y poderoso demo - da a ese exceso de susceptibilidad, es
agujero para sacarlas luego a la luz. el número dos de la jerarquía infernal, sumamente fiel cuando se llega a un
inmediatamente por debajo de Satanás nio con títulos nobiliarios. Cuando encar -
na, lo hace en la figura de un muchacho acuerdo con él, y se esmera lo indecible
Belial. Patrono de los sodomitas, cuyo y con poder y autoridad sobre todos los por satisfacer a sus validos.
otros demonios. Incluso (y M. Maestri vestido con atavíos militares, cuyo unifor -
nombre significa rebelde o desobediente, me es rojo, y suele ser caballero en un
según Delancre, o más concretamente recoge esta especie, en su Diccionario de
Ciencias Ocultas) hay autores que afir- corcel de encendido pelaje. Su dignidad Bitru (o Sytry). Demonio hermafrodita, en
«inútil o impío», según el índice Bíblico man que, luego de la rebelión de los án- se advierte en la austera corona que ciñe forma de leopardo alado. Cuando se ma-
Doctrinal de la B. A. C. «Se dice —aseve- geles, Belzebú consiguió derrocar a Sa su frente. Conoce el pasado y el porvenir, nifiesta como varón o como hembra es de
ra De Plancy— que el Infierno no ha -tán y reina en su lugar desde hace mi- y tiene la habilidad de transmutar todos una gran belleza, y tiene el poder de
recibido espíritu más disoluto, más borra- les de años. Tal vez por la inmensidad los metales en oro: por esto último, ha excitar sexualmente a hombres y mujeres
cho, ni más enamorado del vicio por el de su poder y el pavor que provoca su sido llamado el «demonio alquimista». con su sola presencia. Pero no se contenta
vicio mismo.» Sin embargo, o quizá preci- prestigio, su iconografía es contradic- De antiguo, es genio protector de los sólo con gozarlos, sino que organiza todo
samente a causa de sus intereses, Belial es toria, así como los datos que poseemos cantantes, cuya voz hace clara, sonora y tipo de combinaciones entre ellos, de cuya
uno de los demonios más fascinantes de de él. Divinidad mayor de los pueblos melodiosa. contemplación gusta extraordinariamen-
toda la jerarquía. El propio De Plancy de Canaán, según Bodin, el monoteísmo te. Le encanta poner en ridículo a las
reconoce que «su exterior es bellísimo, israelita (y el poste rior triunfo del cristia- Bifrorus. Demonio herborista que enseña mujeres, descubriendo aquello que las
tiene un talante lleno de gracia y digni- nismo) habría forja do su leyenda negra. al hombre los secretos de la medicina avergüenza en los momentos más inopor:
dad, y el cielo no ha perdido otro más Para Milton tiene un aspecto imponente, natural. Tiene el extraordinario capricho tunos; su poder es tal que, sin embargo,
hermoso habitante». El demonólogo Wie- y sus facciones tra suntan una altísima de trasladar los muertos de un lado a otro, las ofendidas no hacen con esto más que
rius le atribuye un rol preponderante en sabiduría. «Es de una talla prodigiosa profundizar en la lujuria. Las excita tam-
-dice Palínge nes- y está sentado sobre por lo que suele vérsele -en los cemente -
la rebelión de los ángeles caídos, como rios, portador de una antorcha. bién a mostrarse desnudas con el menor
gran instigador de numerosas legiones, y un trono in menso, teniendo la frente pretexto y les inspira el desprecio al pu-
dor. Cosecha rendidos admiradores vesura y le deja disponer libremente del Drollos. Trabajadores y útiles demonios, están sujetos a la muerte. A pesar de
entre quienes llegan tardíamente al dinero. Es por esta razón que se le evoca para quienes se benefician de su amistad. ello, es tal la virulencia de su pasión
descubrimiento del placer. y se busca su amistad entre los Hacen sin protestar las tareas más difíci- por la hembra humana, que no vacilan
hombres. les y pesadas de la casa o el taller, y son en arriesgar la vida cuando se
Brulefer. Demonio alcahuete, que infatigables en su cometido. Como tienen enamoran de una.
garantiza el éxito en las más Cobolios. Pequeños y traviesos demonios, una extraordinaria intuición, también
descabelladas aventuras eróticas. que habitan en los rincones de las ca- ponen sobre aviso de los peligros o Fénix. Gran Marqués de los Infiernos
sas, en las hendiduras de los árboles, en contrariedades que se ciernen sobre la -según laPseudomonarchia doemunius, esta-
Buer. No encarna nunca, pero se deja los baúles y en las bohardillas. Consi- casa que los aloja. blecida por Wierius-, aparece sólo en el
ver como una estrella de cinco puntas deran a los hombres como a una especie caso de ser convocado por la voz de un
que avanza rodando sobre sí misma. inferior, y aunque no los desprecian por niño. Responde cabalmente sobre los
Enseña filosofía, lógica y matemáticas, esto, gustan de jugarles malas pasadas. Eurinome. Es el príncipe de la muerte. Su acontecimientos futuros, y si su forma
y cura a los enfermos. A esta familia pertenece el legendario aspecto es horrendo, ya que tiene el cuer- es vaga su elocución es en cambio cla-
«diablo cojuelo», fisgón de tejados. po lleno de llagas que oculta a medias con ra y melodiosa. Excelente poeta y lin-
Buno. Tiene tres cabezas, y una una piel de zorra. Se alimenta de cadáve- güista, contesta siempre en verso y en
marcada vocación necrofílica. Sus Chiridirelles. Demonio servicial, que res en descomposición, y se le asocia por cualquier lengua en que se le convo-
legiones se caracterizan por causar todo ayuda a los viajeros extraviados y les esto con el aspecto y los hábitos de las que. La finura de su espíritu hace que
tipo de pequeños contratiempos a los enseña el buen camino. Conoce todas las hienas. No presta ningún servicio a los sus oráculos sean profundos y precisos,
seres humanos, a quienes gusta poner posadas, albergues y restaurantes. Se le hombres, de los que sólo desea sus restos pero con frecuencia oscuros por la
de mal humor. A pesar de que es mudo reconoce porque bajo ningún concepto mortales. abundancia de metáforas y por su
y se comunica por señas, otorga el don acepta apearse de su cabalgadura. barroco amor por el hipérbaton.
de la elocuencia. Fauno. Como tantas otras divinidades
Dagón. Demonio de escaso predicamen- precristianas, los faunos pasaron a engro- Filotano. Lugarteniente de Belial, amigo
Camos. Demonio de la lisonja, es to entre los suyos, pero popular entre sar la población del Infierno, aproxima- y protector de los homosexuales. A
patrono de todo tipo de arribistas. artesanos y campesinos. Es el panadero damente a partir del siglo V de nuestra diferencia de su amo, no participa en las
mayor del Infierno y en tiempos remotos era. Son más bellos y sutiles que los relaciones terrenales de sus validos,
Claudec. Pobre y atareado demonio de enseñó a los hombres las técnicas agrí- sátiros, y menos brutales que éstos ha- pero las favorece. Conviene invocarlo
segunda categoría, que tiene el grado colas. ciendo el amor, arte en el que se destacan hacia el crepúsculo o en el amanecer
de sargento en los ejércitos infernales. (en este último caso es altamente más
Es el asistente de Nébiros, poderoso David Jones. Nombre que tradicionalmen especialmente. San Agustín los conside- probable tener éxito si se ha pasado la
mariscal de campo, quien no vacila en -te dan los marineros y balleneros de raba corno demonios íncubos, por lo que noche en vela).
usarlo también como cabalgadura. habla inglesa al demonio de los mares. parece que su reputación libidinosa está
Los que lo han visto —sobre todo por la afianzada desde antiguo. Una caracterís- Flauro. Tiene rango de general en el
Claunec. Demonio de poca categoría, noche y con clima de tempestad— tica que los distingue de todos los otros ejército del Infierno, y es el enemigo nú
pero que es una especie de paje favorito aseguran que tiene tres hileras de demonios hace que sus frecuentes aventu- -mero uno de los exorcistas. De éstos pro
del Diablo, el cual le perdona cualquier dientes, ojos de espanto, y que por sus ras con mujeres posean una tensión dra- -viene su fama, porque han declarado
tra- narices brotan llamas azules. mática y romántica: cuando encarnan, repetidamente cómo los atormenta.
Focalor. Demonio marítimo, originador la conciliación. Por esto es buen patrón Goleo Beenban. Demonia del desierto. Hos- ruina, y pasea contento por los campos
de naufragios y patrón de los ahogados. de los amores y de los odios absolutos, tiga con su invisible presencia a los me- de batalla. Su odio es inextinguible.
Su tarea es, sin embargo, indiscrimi- pero resulta peligroso evocarlo si no se lancólicos, y se la conoce como «el espíri-
nada, ya que mata sin haber antes sedu está seguro de la intensidad de una tu de la soledad». Hécate. Terrible diablesa que debe ser
-cido a sus víctimas, por lo que la gran pasión: en esos casos, condena la convocada al aire libre, preferente-
mayoría de éstas se le escapan. Esto le inconsecuencia como la peor afrenta Gomory. Bellísima demonia, se deja ver mente en pasajes y callejuelas, por los
ha dado un carácter torvo e insatisfe- personal. Como dato curioso, puede con un tenue vestido que apenas cubre que tiene predilección. En los infiernos
cho. agregarse que es uno de los demonios sus encantos, amazona en su pálido ca- es la jefa de la policía de caminos, por
que menos teme a Dios. mello, y tocada con una sobria y elegante lo que entre los mortales es patrona y
Formo. Demonio gentil, al cual es fácil benefactora de los guardias de tránsito.
evocar, y cuyas condiciones para el Gamigin. Dócil demonio que, por alguna diadema ducal. Su especialidad es volver Antiguos cultos aseveran su eficacia
pacto son harto satisfactorias: es el único negociación que se nos escapa, tiene apasionadas a las mujeres frígidas: aque- para la consecución de una venganza.
que no pide la eternidad a cambio de sus libre acceso al Purgatorio. Esto le llas que se le encomiendan, descubren «Su presencia —nos dice el especialista
favores, sino la consecuencia en el permite informar a exorcistas y con asombro todas las posibilidades de su Del Río— hace temblar la tierra,
ejercicio de una vida depravada. demiurgos sobre el estado del proceso de sexualidad. crepitar el fuego y ladrar a los perros.»
las almas, y facilita entre los hombres
Pureas. Es un sabio anciano, de barbas las tareas para su redención. Gulletos (o Bonazos). Demonios masoquis- Jezbeth. Demonio de los prodigios
y cabellos blancos, que enseña a los tas, cuyo placer consiste en ser humilla- imaginarios, de la estafa y la super-
hombres las virtudes del escepticismo. Gnomos. Gentiles demonios, cuyo mayor dos. Buscan la compañía de los hombres, chería, gran protector de mentirosos y
Buen profesor de filosofía, es también placer es servir a los hombres, sin tener para desempeñar a su servicio las más embaucadores. De Plancy comenta, no
el jefe ideal de un monasterio, un ningún otro tipo de comercio con ellos. ruines tareas, y sólo se enfadan cuando se sin razón, que sería imposible contar
proyecto de estudio o una oficina, por el En antiguos grimorios se establece que intenta recompensarlos. el número de sus súbditos.
natural respeto que inspira y la grave y las gnómidas, sus mujeres, «son
segura parquedad de sus costumbres. pequeñas pero muy agradables, y Haagenti. Enseña a convertir el agua co- Kelen y Nisroch. Pareja de demonios que
vestidas muy curiosamente». Como rriente en vino finísimo, por lo que se le proteje y facilita los adulterios, incestos
Furfur. Se deja ver bajo la figura de un excepción al rol meramente servicial de considera patrono indiscutible de los bo- y demás amores ilícitos. Gustan de
ciervo, y miente descaradamente a su los gnomos, se narran los amores de degueros. presidir las experiencias sexuales en
invocador hasta que éste consigue uno de ellos con Magdalena de la Cruz grupo, y se da como decisiva su
encerrarlo en un triángulo. A partir de —mística que fue abadesa de un invocación para asegurar el éxito de una
ahí es dócil y benévolo; se especializa monasterio de Córdoba—, a quien el Habondia. Demonia de la mayor jerar- orgía. Como en el caso anterior, su
en mantener la paz y la armonía de los gnomo sedujo cuando ella contaba quía, que es la reina de las hadas. Una clientela es extraordinaria.
matrimonios. doce años. Sus relaciones duraron tres leyenda quiere que haya sido la protecto-
décadas, y sólo se interrumpieron ra y consejera de la gesta de Juana de Kobal. La curiosa definición que dan de
Gaab (o Tap). Gran concitador de las cuando el confesor de Magdalena, alar- Arco. él diversos grimorios y colecciones
pasiones extremas, le enfurece todo mado por los vividos relatos de la demonológicas, es ésta: «demonio
sentimiento que tenga que ver con la abadesa, la convenció de que su amante Halfas. Llamado «el destructor de ciuda- pérfido, que muere riendo». Esta
tibieza o era un demonio. des». Se goza en la aniquilación y la ambigüedad parece avenirse perfecta -
avenirse perfectamente con su oficio: es Leonardo. Demonio de la más alta jerar-
el director de los teatros del Infierno, y quía, encargado de presidir las misas uno de los más bellos entre los ángeles de los débiles por los poderosos, y se le
en la tierra vela por los cómicos y negras y todo otro tipo de culto al Diablo caídos, y su hermosura es especialmente conoce como representante del Diablo
demás gente del espectáculo. que se cumpla entre mortales. De natura- melancólica, con una sombra de dolor en Gran Bretaña.
leza taciturna, su aspecto es grave y me- que cubre siempre la suavidad de sus
Lamias. Famosas demonias, cuyo cam- lancólico cuando admite presentarse a rasgos. Se dice que en esta característica Mandrágoras. Duendes familiares que
po de acción ha sido preferentemente el quienes lo convocan. Por las descripcio- reside la clave de su seducción, ya que en -carnan en las raíces de la planta
Asia Menor. Sanguinarias e insacia- nes que de él nos han llegado, no cabe nada hay más irresistible para el corazón del mismo nombre, cuya forma semeja
bles, su horrible especialidad es devo- duda que se trata del célebre Bafomet de humano que el sufrimiento unido a la la de un hombrecillo con largos
rar a los hombres. Bellísimas, no son los templarios. belleza. Bajo el nombre de Iblis o Eblis los cabellos. La tradición afirma que para
sin embargo súcubos ya que jamás lle- musulmanes le adjudican el haber sido que la mandrágora salga de su letargo
gan al coito con sus víctimas, limitán- Leviathan. Gran almirante del Infierno, el amante de nuestra primera madre, y se ac- tive, es necesario regarla con
dose a mostrarles con toda generosidad favorece a hombres y mujeres que gustan cuando ella fue abandonada por Adán. semen -o al menos con orina- de un
sus encantos: el desprevenido que sigue de correr el mundo, sirviéndoles para A diferencia, sin embargo, de lo ocurrido ahorcado; pe- ro en estas condiciones
tras ese señuelo, no tarda en encontrar- obtener fama y honores. Wierius lo llama en el caso de Lilith, los amores de esta no es posible a- rrancarla porque se
se en un lugar desierto donde, sin pre- «el gran embustero», por la facilidad con pareja habrían sido prolongados y extra- corren serios peli- gros de muerte. Los
sencia de testigos, la lamja lo devora. que triunfa en lances políticos, tratados ordinariamente fogosos, pero sin llegar a antiguos, mañosa- mente, se valían
La moderna simbología ha querido comerciales e intrigas palaciegas. Poderoso producir descendencia. El «bello melan- para esta operación de un cordel de
asociarlas al terror ancestral ante el íncubo, se especializa en poseer a las cólico», como también suele llamársele, doble lazo, uno de cuyos extremos
misterio de lo femenino. Leloyer dice mujeres famosas. ejerce su potestad geográfica sobre todos abrazaba la planta y el otro el cuello
que hay una forma de reconocerlas: no los países de Europa. de un perro. Azuzando al pe- rro, se
saben hablar, y si se ven forzadas a ello Lilith. Reina de los súcubos, y tal vez la conseguía que éste arrancase la
más antigua y legendaria de todas las mandrágora, muriendo en el acto y de-
emiten una especie de silbido. Maimó. Demonio cicatero, hábil en las jando al ingenioso en posesión del po-
demonias. Ya se la conocía entre los negociaciones comerciales, en las que deroso talismán.
Lechianos. Variante de la familia de los sumerios, y las tradiciones talmúdicas y siempre obtiene más de lo que da. Por su
sátiros, más toscos y burdos que éstos musulmanas aseguran que fue amante de capacidad escamoteadora y la multiplici- Marbuel. No hay más datos que la auto
en su naturaleza y diversiones. Adán, durante los años en que éste estuvo dad de sus escondites, se le identifica con -descripción que, según Paul Reader,
Corretean por los caminos, y trepan separado de Eva. De su vientre habrían la urraca, forma en la que suele manifes- ha dejado de sí mismo en diversos gri-
con gran agilidad a las copas de los salido los primeros demonios encarnados, tarse. Estimula por todos los medios la morios: «Soy —afirma— aquel espíritu
árboles, jaraneando en forma insensata que produjeron la larga estirpe de los propensión de los humanos a las malas que es servicial, el que aparece en figura
y riendo a carcajadas. Gustan de diabólicos de todos los tiempos. acciones, por lo que se le considera el de niño de diez años, el que en todo
extraviar a los viajeros, y de gastarles enemigo natural del Ángel de la Guarda. tiempo es provechoso invocar. Desapa-
todo tipo de bromas pesadas. Su mayor Lucifer. Príncipe de los demonios, su nom- Mammón. Demonio de la avaricia, favorece rezco como una flecha.»
placer es acorralar a alguien en una bre significa «lucero de la mañana», sin a los acopiadores de fortunas, a los
caberna, y hacerle cosquillas hasta duda por el esplendor de su presencia. Es esclavistas, a los buscadores de tesoros y a Mefistófeles. Nombre de origen griego,
matarlo. los aventureros. Propicia la explotación que significa «el que no ama la luz».
Servicial, de maneras afables, astuto y
los brazos abiertos para recibir a sus su clientela. Lo cual, si se suma al hecho das operaciones de gematría cabalística
víctimas. Se dice que le inmolaban de que no pide a cambio nada más que la —A. Cunqueiro cita concretamente un
niños de tierna edad. Muchos amistad, puede decirse que es de estudio realizado en una judería de Ucra-
comedido, pero también implacable e demonólogos lo relacionan con los agradecer. nia, en 1909—, Samael debe reaparecer
inmune a toda afectividad. Su fama antiquísimos ritos de la fertilidad. espectacularmente en la Tierra en 1977.
universal proviene de su participación Ovahiche. Patrono de los juglares, otorga el Dados los tiempos que corren, habrá que
en la tragedia del doctor Fausto; a Nahama. Súcubo de características espe - don de la rima y la improvisación y toca y tomar en cuenta otra de sus característi-
partir de la versión que de ella hizo ciales, que permanece encarnada desde enseña a tocar maravillosamente la gui - cas principales: su inmoderado afán de
Goethe, mucho se ha escrito sobre este tiempos inmemoriales. Hace, por tanto, tarra. dinero, que puede provocar grandes de-
singular demonio a quien la mayoría de la vida de una común mortal, pero pasa sastres en las finanzas de una nación.
los autores dotan de la jerarquía de ser do un tiempo debe desaparecer de los lu Oze. Gran protector de las ciencias libera -
el mayor intermediario entre los -gares donde se instala para no desper- les, convierte a sus validos en destacados Satán (o Satanás). Su nombre, en hebreo,
infiernos y la humanidad. Más recien- tar sospechas sobre su perpetua lozanía. médicos, abogados, etc. El único peligro significa «el enemigo», y para muchos
temente —y sobre todo a partir de la Se cree que es ella la reiterada protago- es que se divierte haciéndoles concebir autores es el Diablo por antonomasia, por
excelente adaptación del mito fáustico nista de historias de mujeres fantasma- delirios de grandeza; pero su poder enaje- lo que se le conceden todos sus atributos.
hecha por Thomas Mann— tiende a con- les, forasteras siempre, que dejan tras nador es transitorio, ya que no puede Millón lo describe alto e imponente como
siderárselo como el gran arrepentido, de sí misterios y leyendas. El Talmud le ejercerlo más que una hora por día. una torre.
condenado a hacer el mal contra su vo- otorga, en el Infierno, categoría de
luntad, porque no consigue superar su madre primordial. Pero no puede Samael (o Samamiel, o Semmazai). Sidragaso. Se le reconoce un solo poder,
orgullo y su incapacidad de amor. En este quedar emba razada de los hombres. Celebérrimo demonio que sedujo a la pero éste es inquietante: ninguna mujer
sentido, se le tiene por el representante nuera de Noé, en los tiempos del arca, puede resistirse a desnudarse si él se lo
Nergal. Demonio tenebroso, es el jefe de quebrando con ello la prohibición de ordena. Lo que se haga luego con la mujer
cabal de «la tristeza del Diablo». la policía secreta del Diablo. Entre fornicar que pesaba sobre todos sus desnuda, ya es algo en lo que Sidragaso
nosotros, obviamente, proteje a los habitantes. Su ejemplo no cundió, no interviene: lo deja a la habilidad de sus
Minosón. Demonia protectora de los juga- organismos re presivos y a los servicios
dores, sobre todo de los que juegan a los gracias a la energía del patriarca, pero clientes.
de seguridad. alcanzó para alentar una incipiente
naipes. Su fama es notable entre tahúres y
fulleros, a quienes favorece en sus tram- rebelión en la que sólo le siguieron el Thamuz. Buen diplomático, se le atribuye
Nibbas. Carece casi de poder en los perro y el cuervo. Todos fueron
pas. A veces, en forma de súcubo, pide a infiernos, donde se le tiene por ineficaz, también la invención de la artillería y de
castigados (nuera incluida) menos los talismanes para conseguir o retener el
cambio ser satisfecha sexualmente: quie- charlatán y chapucero. Entre los Samael, que huyó del arca tal como había
nes la han poseído aseveran que, en este mortales, sin embargo, sus reducidos amor de alguien. Desde tiempos remotos,
entrado: convertido en una gota de miel. es el embajador perpetuo del Diablo en
terreno, es extraordinariamente voraz. medios le asegu ran la satisfacción de los Más antiguamente, se le identifica con la
pequeños place res, o sea de aquello que España.
serpiente del Paraíso, por lo que bien
Moloch. Un anónimo grimorio de finales hace llevadera y sin tensiones la vida puede considerársele como un extraordi -
del XVII, lo invoca como el «príncipe del cotidiana. Se afirma que, en el nario tentador, y un especialista de cuida - Trasgos. Demonios que se caracterizan
país de las lágrimas». Las primitivas tri- cumplimiento de esta tarea menor, es de do en, mujeres. Si hay que creer a reitera- por su malicia y espíritu jaranero más que
bus israelíes lo adoraban bajo la forma de un celo escrupuloso para con
un rey de bronce, sentado en un trono del
mismo metal, con cabeza de buey, y con
por su maldad. A tal punto, que se afirma también por ello protector de los curan- Conclusión Los dem onios están entre nosotros
que jamás cometen un acto de violencia deros.
en sus innumerables correrías, conten-
tándose con asustar a los mortales o Zagam. Gran señor de las transmutacio-
compartir sus fiestas y placeres. «Donce- nes, convierte el agua en vino, el metal
llas y buen vino, son la querencia del innoble en oro, la grasa en aceite refinado.
trasgo»,, era proverbio común en la Fran- Su poder llega también al cambio de los
cia del XVIII, por la que circulaban innu- caracteres (hace sabio al insensato, o Conozco a Satanás, sé que no duerme: que tiene
merables historias de estos ladronzuelos extrovertido al tímido), pero carece de el ojo abierto en tiempos de disturbio y de
aprovechados. sutilezas y no se detiene en los matices, desolación.
por lo que su invocación entraña los Martín Lutero
Uphir. Demonio experto en química, es riesgos que es de imaginar.
Barcelona, 1976/77