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BIOGRAFÍA DEL DIABLO ÍNDICE DE MATERIAS

2 Introducción: LA MAYOR ASTUCIA DEL DIABLO


7 Primera parte: DE LA NATURALEZA DEL DIABLO
8 Quién es el Diablo
17 El aspecto físico
28 El sexo del Diablo
33 Su comercio sexual con los mortales
49 Hábitos y costumbres
53 Características del infierno
58 La corte infernal
63 El pacto diabólico
73 Mutaciones y otras estratagemas
83 Victorias y derrotas del Tentador
91 El sabbath
97 ¿Es el Diablo enemigo o amigo de los hombres?
105 Segunda parte: DE LA HISTORIA DEL DIABLO
106 Nacimiento y juventud
139 La presentación en sociedad
207 El apogeo del Diablo
234 La metamorfosis del Diablo
237 Tercera parte: DE LOS NOMBRES DEL DIABLO
242 El ejercicio de la pluralidad
238 Antología infernal
259 Conclusión: LOS DEMONIOS ESTÁN ENTRE NOSOTROS
265 El autor y su obra
ALBERTO COUSTÉ 257 Bibliografía
Abundando en lo anterior, conviene citar la Se olvida con frecuencia, viene a decir
L a m ayor astucia del D iablo opinión de una autoridad eclesiástica Marrou, que el Diablo no es un homólogo de
Introducción contemporánea: «Cristo, en su infinita Dios pero de signo malo —como proclama
bondad —dice monseñor Gori, patriarca el maniqueísmo—, sino otra criatura de
latino de Jerusalén-, no dudó en hablar del Dios, como la totalidad de los ángeles y
infierno, pero los predicadores actuales no de los hombres. Desde ese punto de vista
se atreven a hacerlo. Evitemos que pueda también Giovanni Papini —a quien se
creerse que el infierno es cosa del pasado. volverá a citar con más detalle—,
Es deber de caridad recordar su existencia preconizaba en los años cuarenta una
Otro lugar común de los demonólogos y a los hombres de nuestro tiempo.» Paul hipotética pero no imposible redención del
comentaristas del tema es el que podría Reader, especialista en estos temas, Diablo, tarea que juzgaba de fundamental
«La m ayor astucia del D iablo es la de convencer
nos denominarse histórico. Dos o tres grandes apostilla con cierta ironía la frase de importancia para el pueblo cristiano.
q u e n o existe.» momentos se analizan con abundancia de monseñor Gori: «Hoy, cuando la cultura y Dos palabras, antes de continuar por esta
detalles y anécdotas: la tentación a Jesús la televisión nos iluminan —escribe, en vía. Este libro no intentará ningún tipo de
(Ch. Baudelaire - Letanías a Satán) y, posteriormente, a los padres de la M agia negra y hechicería— no, deja deser proselitismo en relación a las diversas
Iglesia; la baja edad media, con su inter- cierto que el Diablo subsiste bajo nuevas teorías —ortodoxas o no— sobre la exis-
minable reguero de procesos inquisitoria- metamorfosis en las obsesiones tencia del Diablo. Pero es obvio que,
Si alguna originalidad tienen las páginas que les; la época de oro de los magos, desde apocalípticas, sexuales o mágicas del previamente a toda especulación sobre el
van a leerse, es la de que se ocupan del Paracelso hasta Cagliostro. Lo que se hombre. Y así, los viejos terrores del Año personaje, hay que reconocérsela de alguna
Diablo de una manera absorbente, intenta demostrar aquí, por el contrarío, Mil se han transformado en el pánico a la forma, sea ésta simbólica, filosófica o real.
protagónica, total. Una mirada sobre la es la plural persistencia del Diablo a guerra nuclear; el íncubo de los conventos te El mayor o menor grado de literalidad con
extensa bibliografía contemporánea que se través de los tiempos y de las culturas; ha pasado a los asilos, y las brujas se han el que sean leídas estas páginas dependerá
ha dedicado a este singular personaje nos insistir en que él —o su leyenda, según convertido en las videntes que auguran por del punto de vista de cada lector sobre el
hará ver que la aparente perogrullada de esta sean los gustos y creencias del lector— ferias y congresos.» Para Henri-Irénée tema, pero el autor se obliga a insistir
afirmación no es tal. En efecto, bajo la acompaña al hombre desde los albores Marrou, profesor de historia antigua del sobre la claridad de este punto de partida:
invocación a Satán encontramos sobre todo primitivos de la conciencia humana y ha cristianismo, en la Sorbona, «incluso entre el Diablo es aquí el protagonista, y los
la biografía o la historia de sus servidores y estado presente y actuante en cuanta los que se dicen, se creen y quieren ser datos que sobre él se aportan aspiran a
adeptos: entre un coro de brujas, magos, civilización histórica ha poblado el planeta. fieles a la doctrina de la Iglesia se robustecer la polimorfa ubicuidad de su
hechiceros y hasta grandes taumaturgos, la Si su apariencia varía con las mutaciones encuentran muchos que no tienen reparo figura, y el inquietante dibujo de su huella
figura del Diablo pasa a un modesto del tiempo y de los pueblos, no por ello alguno en reconocer que no aceptan creer en la historia.
segundo plano, desde el que parece dirigir hay que creer que desaparece: para los en la existencia de Satán». Para el ilustre
las actividades terrestres y los procesos y historiadores, ello se debe a las diferencias historiador, éste, como otros problemas y El prolífico y ahora un tanto olvidado
calumnias que organiza entre los entre uno u otro modelo cultural; para los vacilaciones de la fe de nuestros tiempos, es Giovanni Papini clamaba en su vejez por la
hombres, pero en el que él mismo queda demonólogos es un problema de sobre todo producto de la desinformación
sumido en una bruma sutil cuando no estrategia. teológica de la grey.
contradictoria.
aparición de una disciplina que se tomase delincuente quiere matar a Dios». Un la de quienes lo imitan, lo alaban y lo se ha respetado también aquí esta
en serio el estudio de la naturaleza del Diablo. paso más allá, la línea que pudiera adoran; la de quienes lo temen y, por temor, costumbre, cuando se alude a formas
Proponía para ella el nombre de diabología denominarse psicologista, homologa la prefieren no adoptar ninguna de las plurales de nuestro personaje (legiones,
(por oposición a teología, y para diferenciarla pareja Dios-Diablo a la lucha entre el bien actitudes anteriores; la de quienes, por corte infernal, genios, etc.).
de la trajinada demonología). «La diabología y el mal en la conciencia humana. En ese último, lo ignoran, y se niegan en redondo a
—escribe, intentando definirla— pretende sentido el joven Paul Valéry escribe a su considerar la menor posibilidad de su Unas palabras, por último, sobre la es-
escrutar en qué consiste el alma y la culpa amigo Pierre Louys: «Yo creo que Dios existencia. Este libro, como puede tructura de la presente Biografía del Diablo.
de Satanás, cuáles fueron las causas de su existe y el Diablo también —le dice, en desprenderse de lo expuesto hasta aquí, no Cada una de las tres partes del libro estará
caída, cuáles sus relaciones con el Creador y carta de fines de 1896—, pero en nosotros. toma partido: parece que la única manera dedicada, sucesivamente, a la naturaleza
con el Hombre, cuáles han sido sus encarna- El culto que debemos a estas divinidades honesta de acercarse a tan controvertido del protagonista, a su persistente presencia
ciones y sus operaciones, lo que puede latentes, no es otra cosa que el respeto que personaje es la de fotografiar sus rastros, histórica, y a su multiplicidad formal. En la
comprenderse sobre su potencia actual y su nos debemos a nosotros mismos, y yo lo sintetizando al mismo tiempo las pasiones primera se intenta básicamente averiguar
suerte futura. La diabología se distingue de entiendo así: la búsqueda de lo mejor para que desencadenó y desencadena, y las quién es el Diablo; qué apariencia física,
la demonología en que, en el drama nuestro espíritu, en el sentido de sus: cosechas que se le atribuyen. hábitos o costumbres se le han atribuido; de
pavoroso que es la vida del hombre, trata de aptitudes naturales.» Por ese camino, y Una cosa de todos modos es clara, y qué medios se vale para comunicarse con
conocer a fondo a uno de los actores del durante el apogeo de la filosofía existen- quiere dejarse también expuesta en esta los hombres, etc. En la segunda se
drama, y no tanto las gestas de sus comparsas cialista (ver, sobre todo, Huís dos, de introducción: ninguna otra figura como la reconstruye su paso por la historia, desde las
subalternos.» Por lo que se ha venido Jean-Paul Sartre) se llega a la identifica- del Diablo acompañó con tanta fidelidad la más remotas civilizaciones hasta la
exponiendo, se comprenderá que la presente ción del personaje con sus potestades, y de aventura del hombre sobre la tierra. Y actualidad. La tercera, finalmente, es el
Biografía del Diablodebe entenderse como un éstas con su ámbito de acción: «el eso, por lo menos, merece nuestra mejor ejemplo que puede ofrecerse sobre la
aporte a la aún nonata disciplina que infierno son los demás», dice el protago- preocupada atención. ambigüedad de su apariencia y su conducta:
preconizaba el polígrafo italiano. nista sartriano; vale decir el prójimo, el una suerte de diccionario antológico, que
mundo. En esta breve reseña de conjetu- De los muchos nombres atribuidos a incluye más de un centenar de formas y
Para san Agustín, y para buena parte de la ras, habría que citar finalmente a quienes nuestro protagonista, dos son sin duda los encarnaciones diabólicas de todo tiempo y
patrística, no cabe duda de que la tierra es el sostienen la inexistencia del Diablo: «El más internacionales: Diablo (del griego lugar.
reino de Satanás, y de que los hombres Diablo no existe —hace decir Máximo diábolos, significa acusador, calumniador),
somos sus siervos. Entre los teólogos Gorki al viejo Stefan Ilich, en uno de sus y Satán (del hebreo sathan, que significa
modernos, Mathias Joseph Scheeben afirma cuentos—. Es una invención de nuestra adversario, enemigo). Se ha elegido el
enfáticamente que «la humanidad le raza maligna. Lo han inventado los hom- primero para titular este libro y para
pertenece, está sujeta a él, y forma el reino de bres para justificar sus torpezas (...) mencionarlo preferentemente, no porque
él sobre la tierra». Desde una metafísica laica, Créeme. Nosotros, que somos unos sea más exacto para definirlo, sino porque
Otto Weininger (En torno a las co sas trapaceros, teníamos la necesidad de es, sin duda, el que tiene una connotación
su pre m as) afirm a p or suparte que «el simular e imaginar algo que fuese peor más popular. Demonio, que le seguiría en
Demonio tiene todo su poder prestado: él lo que nosotros, como el Diablo.» Por lo cuanto a divulgación, tiene un origen que
sabe, y por eso reconoce en Dios a su general, y como puede verse, el Diablo ha alude a la pluralidad (los daimones, o
prestamista de capital; por eso se venga de suscitado y suscita reacciones extremas: la acompañantes etéreos de los griegos), y en
Dios. Todo mal es destrucción de crédito: el de quienes lo odian, maldicen e insultan; esa forma es como generalmente se lo usa;
Primera parte De la naturaleza del Diablo
Cuando no hablamos acerca de Dios o en el
nombre de Dios, es porque el Diablo nos habla y nos
escucha en un silencio formidable.

León Bloy

El Diablo dijo: aquél no era lo bastante inteligente


como para que yo me preocupase por él. Se trataba de
un pobre de espíritu, y era tan tonto que me ha
vencido. Terrible problema es el de seducir a un
imbécil: no consiguió comprender mis tentaciones.

Paul Valéry
QUIÉN ES EL DIABLO
Hechos de los Apóstoles. El minucioso Lo cierto en cambio es que entre los
demonólogo alemán Wierius — primeros cristianos, convencidos como
contemporáneo del doctor Fausto y, como estaban de la proximidad del fin del mundo,
él, discípulo del sutil abate Tritemus, de el reinado del Anticristo e fue haciendo una
quien habrá ocasión de hablares el primero Imperiosa necesidad; una señal, podría
en establecer una detallada organización de decirse, de la inmediatez del regreso del
las jerarquías infernales, y hace subir a Señor (la llamada parusía – del griego
Acaso el mejor ejemplo de la ambigua las tensiones psíquicas de los locos, 6666 el número de demonios (tomando sin «parousía»: aparición, presencia_-, o según-
identidad del Diablo radica en que suele videntes, médiums y demás seres duda esa arbitraria precisión de una de las
identificárselo con lo anormal, con lo especiales que se conectarían con el plano visiones de Juan, en el Apocalipsis). Georg
específicamente devastador para un de- astral. Todo esto, sin ser propiamente el Bloveck, varios siglos después, los
terminado grupo humano, o con la nada en Diablo —en cuya existencia no cree la homologa al número de los hombres,
que la muerte convierte los cuerpos mayor parte de los esotéricos—, formaría creando una contrafigura del Ángel de la
privándoles del ser. Así, en la mayor parte una especie de tela magmática ciertamente Guarda que haría fortuna en la imaginación
de los cultos animistas africanos, tiene la diabólica, sobre las vidas y obras de los popular (aunque hay que decir qué nada
piel blanca; para los campesinos shintoístas hombres, y sería en gran parte el Mal que nuevo se ha agregado sobre estos
japoneses su forma es homologable a la de les impide el acceso a la vía recta. protectores, desde las especulaciones de los
los zorros, plaga milenaria de la isla; M. griegos en torno a sus daimones, como se
Maestri —y con él los teósofos— lo reducen Es imposible, pues, establecer un punto de verá en el capítulo correspondiente a «El
a la manifestación de tas influencias partida unitario sobre su naturaleza, su esplendor pagano»).
malignas de lo astral. No habría tal Diablo, antigüedad, su polivalencia. Los antiguos
según esta última opinión, sino un aura talmudistas —y con ellos la patrística—
maléfica para los hombres, compuesta por: están acordes en la unicidad del Por un proceso antinómico típico de las
los fantasmas de los recientemente grandes religiones (y aun podría decirse
fallecidos; los restos proteicos subsiguientes Diablo y en la historia por todos conocida de todo el llamado «pensamiento
a esa etapa, en la que el fantasma desea sobre de la caída de Lucifer a causa de la primitivo») toda cosa debe tener su
todas las cosas volver a encarnar, y necesita soberbia: pero ello no les impide refrendar opuesto, y toda fuerza provocará una
de la materia vital de un ser humano para la existencia de numerosos demonios que reacción que se le oponga. Así, del
conseguirlo; los llama dos “cuerpos poblaban los desiertos de Judea —como el dogma cristiano de la encarnación del
fluídicos” de los animales (una suerte de insistente Asmodeo del Libro de Tobías Verbo, del Hijo de Dios aceptando y
alma inferior que le conceden a los —, o entraban a las ciudades en el cuerpo padeciendo vida terre na, surge la
irracionales); las proyecciones psicológicas de los poseídos, extremo este último que impetuosa y extendida le yenda del
(deseos, pensamientos, odios de las personas; se populariza a partir de los Evangelios y Anticristo. Algunos han queri do ver en
los las palabras de los mismos profetas la
aseveración de su existencia, pero éstas «El mono de Dios», representación monstruosa del
no pasan de ser más que inter pretaciones. Diablo en una gárgola de Carcassonne
haberlo tenido entre sus brazos. Una de librarlos del sometimiento; si los
da._encarnación del Cristo para presidir el ellas —en un proceso flamenco de 1613— atormenta, es para que no cejen en su
juicio final), quien aparecería esta vez en aseguró que el personaje tenía por enton- tarea de «ser corno Dioses» que el propio
toda su gloria, y aniquilaría para siempre al ces tres años, que ya de bebé ofrecía un -je para una cierta cosmogonía no lo es Creador les reconoce en el Génesis. La
Enemigo. La especulación sobre la aspecto terrible, hablaba todas las len- en modo alguno para otra, y esta misma empresa puede parecer insensata e
naturaleza de tal ser interesa aquí por su guas, y resultaba imposible calzarlo por hipótesis de Prudencio podría ser suscrita imposible, y tal vez lo sea; pero la imagen
específico carácter de «hijo primogénito la conformación de sus pezuñas. Sobre la por un devoto del mazdeísmo, o de cual- del Diablo que esta imitación convoca ya
del Diablo», y por lo que su leyenda nos duración de su reinado, los mitólogos quiera otra religión dualista, como se verá no es la del Enemigo sino la del equivocado
dice sobre los atributos de su padre. oscilan entre los tres y los cincuenta en su oportunidad. Aunque debe al cris- por amor.
Nada menos que san Jerónimo, hacia años, y en todo tiempo lo identificaron tianismo buena parte de su difusión en M ucho s pensad ores — y, entre ellos, no
fines del siglo IV, se hace eco de estas con las grandes figuras del mal o del Occidente, el Diablo no es propiedad de p o c o s c r i s t i a n o s i n t a c h a b l e s — s e h-a n p r e
expectativas, y opina que el Anticristo poder. Napoleón fue asimilado al Anti- ninguna hermenéutica determinada, y su guntado por las razones que podrían ha-
será un hombre de apariencia normal, cristo, y Hitler, más recientemente: presencia en la vida de los hombres es ber inducido al más perfecto de los ánge-
pero que «habrá sido engendra-do por un pe ro c o mo la pa ru sía n o se p ro du - anterior al monoteísmo y al consiguiente les a perder todo por nada. Esta criatura
demonio en cuerpo de mujer». Agustín, jo a la muerte de ninguno de ambos, establecimiento de las religiones mo- que se nos describe como la suma poten-
Ambrosio, Ireneo, y con ellos la .mayor la supuesta profecía sigue aún sin cum- saicas. cia de la creación, se supone que debería
parte de los padres de la Iglesia, plirse. Giovanni Papini, por su parte, en un estar dotada de una altísima conciencia
discrepan sin embargo de esta concepción y Aurelio Clemente Prudencio —poeta es- interesante intento de homologación, de- de sí misma, y parece por lo menos absur-
se inclinan a considerarlo como un pañol que vivió entre los siglos IV y V, y sarrolla las características de la trinidad do que la soberbia haya podido cegarla
hombre corriente en todo lo físico, sólo cuyo poema «Hamartigenia» incluye infernal (que da por constituida, partien- hasta tal punto. Sin embargo, si revisa-
que dotado de una maldad y una capaci- Migne en su Patrología latina— fue el pri- do del hecho de que el Diablo imita en mos los primeros siglos de la Iglesia en-
dad para ejecutarla como jamás haya mero en sugerir un atributo del Diablo, todo a, su creador). «Está primero el contramos —en este como en tantos otros
conocido la historia. Según Boguet, en la que luego derivaría en herejía, y cuya rebelde —dice—, la criatura que quiere t temas— que el dogma se fue elaborando
f»Edad Media se le llamó «el mono de sola enunciación ataca hasta los suplantar al Padre. Después está el poco a poco, y que los primitivos cristia-
Dios», ya que le imitará en todo —en cimientos del dogma. Según Prudencio, tentador, el cual invita al hombre a la nos dejaban un ancho margen de duda a
cuanto a milagros y prodigios— para el argumento con el que Satán convence imitación de Dios, como hará un día el sus afirmaciones. San Justino, por ejem-
confundir a los fieles; el predicador Lelo- a los ángeles para que le acompañen en Hijo. Y, finalmente, está el colaborador plo (en Diálogo con Trifón), fija la caída del
Diablo en la tentación de que hace víctima
yer, en el siglo XIX, asegura por su parte, la rebelión es que él ha sido creado de que, con el divino consentimiento, a Eva; hasta entonces, habría
que podrá servirse, para engrandecerse, sí mismo, y no debe por tanto a Dios atormenta a los hombres sobre la tierra y permanecido en contacto con Dios. San
de todos los tesoros ocultos de la tierra, sometimiento alguno al no deberle su en el infierno, y es por esto la antítesis Ireneo escribe concretamente que Satán
que a ese fin custodian para él los demo- existencia. Si se trae este ejemplo aquí, del Espíritu Santo (el Consolador).» «se rebeló a la ley divina cuando fue
nios inferiores desde tiempos inmemoria- es justamente porque se pretende Curiosamente, de esta exégesis cristiana celoso de los hombres», y el heterodoxo
les. En numerosas oportunidades —sobre indagar la naturaleza del Diablo sin del converso Papini surge una Tertuliano (De Patientia, V) afirma que «el
todo durante el sombrío poder de la in- apriorismos dogmáticos. En efecto, lo interpretación del Diablo menos Diablo se dejó dominar por la impaciencia
quisición— se dio certidumbre de su naci- que resulta radicalmente here- condenatoria que la habitual y dog- cuando vio que el Señor creaba al hombre
miento, y brujas hubo que confesaron mática: si el Diablo se rebela contra Dios,
es para acercarse a los hombres; si esti-
mula a éstos para que le imiten, es para
a Su Imagen, y que ponía bajo la potestad ción del Verbo. Su rebeldía habría sido drío— no pudo impedirle la caída, Dios Hacia finales del siglo III puede situarse
de esa Imagen a todos los seres creados. entonces el corolario de su decepción, al pasó a sufrir por su ángel al instante la vida y obra del númida Lucio Cecilio
Si hubiese soportado esa decisión de Dios no poder superar el fracaso del máximo siguiente de condenarlo. Extrañado de la Firmanio, que alcanzó cierto renombre
no habría sentido dolor, y si no proyecto de su amor. relación de puro amor que había presidi- bajo el apodo de Lactancio. No fue un
hubiese sentido dolor no habría Según consenso general —que no se modi- do su creación y su vida en la gloria, el teólogo notable, aunque sí ortodoxo y
experimentado celos del hombre. Tan es fica radicalmente hasta la alta edad me- Diablo fue condenado precisamente al minucioso; Tisseront, en su Patrología, nos
así, que engañó al hombre porque estaba dia— Lucifer era el más bello, el más más atroz de los castigos: el de la dice de él que fue «un cristiano sincero
celoso de él». Otros tratadistas —entre sabio, el más poderoso de los ángeles: a incapacidad de amar. Pero Dios, que no que realizó, sin ruido, su deber». Estos
ellos san Cipriano y san Gregorio de nadie, sino a Dios mismo, debía sumisión pudo condenar a Lucifer, no puede ni
podrá nunca odiarlo: condenado a su
Nisa— son de la misma opinión, y la o respeto. Y precisamente esta superiori- vez a la tortura de amar sin ser
teoría hoy predominante de la dad —admitida por el mismo santo To- correspondido, espera en la eternidad la
soberbia u orgullo no se afirma hasta más de Aquino y por el Dante— fue la epifanía de su amor; aquel momento en
los rotundos escritos de Orígenes, ya en evidente causa de su ruina. «Si se conside- que la criatura depondrá las armas, y
pleno siglo III. Papini dice, con ra el motivo para el pecado —dice el regresará al seno del Padre para
evidente buen sentido, que si «los aquinatense— se hallará mayor en los restablecer la armonía del universo. Para
celos de Lucifer hacia el hombre son un superiores que en los inferiores.» Esta algunos de entre los flexibles teólogos
sentimiento bajo e indigno de una criatura «suma de toda criatura» que en contemporáneos, en este misterio reside
angélica, son también menos desatinados expresión del Dante era Lucifer, debía la razón necesaria y suficiente de la
y, sobre todo, menos sacrílegos que la tener forzosamente el don del libre creación del hombre: ligados por un
envidia hacia Dios». Despechado en su albedrío que Dios ha otorgado al resto de jaque perpetuo, a causa de sus
amor por Díos – de quien se sabía hasta los ángeles y de los hombres. potestades y su naturaleza, Dios y el
entonces favorito— el Diablo habría Cualquiera que haya sido el móvil de Diablo necesitaban de otra voluntad (de
provocado la desobediencia de la pareja la rebelión, ésta habría seguido en todo otro libre albedrío) para dirimir su pleito.
humana para enajenarles el amor del caso la siguiente trayectoria: la Pero el hombre, creado para redimir al
Señor. No previo que su apasionamiento conciencia de su superioridad le hace ver Diablo, falló también en su cometido.
incluiría su condena, ni que esta condena factible la posibilidad de una enmienda a Por pereza, por comodidad, por astucia,
llegaría al extremo de borrar las las decisiones de Dios; el libre albedrío el redentor se volvió cómplice, y el
cómplice derivó en esclavo (como suele
verdaderas causas de su caída. que éste le ha otorgado le impide a Dios ocurrir en los pactos de aparente
Otra variante especulativa de los primiti- intervenir para disuadirlo. equidad que se establecen con los
vos cristianos —llena de la lujosa fantasía El Diablo es el dolor de Dios. En la poderosos). Así, el Diablo, sin la ayuda
y la seducción por el conocimiento que los medida en que amó a Satán hasta el de nadie, urde sus trampas y embelecos;
caracterizó— es la de que el Diablo quería extremo de hacer de él la más bella y con incansable rutina se esmera en un
ser Cristo, vale decir el vínculo entre Dios luminosa de sus criaturas, y en que, pese a trabajo que desprecia: rumia,
y los hombres, el vehículo de la encarna- ello —al haberlo dotado de libre albe- desconsolado e impotente, su nostalgia La tumba del Dante en Rávena, Italia
del cielo.

antecedentes hacen aún más extraña la


enunciación de una enseñanza que se le
atribuye, y que dejó escrita en su tratado impronta del origen divino se borró, por- los ángeles caídos a la luz original, y —con De esa forma Cristo el Adam Kadmón de
sobre las Divinas Instituciones. «Dios que fue manchado con el veneno de la una audacia muy de su estilo y de la los cabalistas o el Prajapati hindú, son
—dice allí Lactancia—, antes de crear el envidia, y así pasó del bien al mal... Fue creativa heterodoxia de la época— sin otros tantos modelos arquetípicos de de-
mundo, produjo un espíritu semejante a celoso de su hermano mayor que, unido al excluir de esa redención al mismo Diablo, miurgo: no fabrican el mundo; lo diferen-
El, colmado de las virtudes del Padre. Padre, se aseguró su afecto. Este ser que a quien llama con transparente metáfora cian (en el sentido del Verbo que da
Después de éste hizo otro, en el cual la de bueno se hizo malo es llamado Diablo «el último enemigo». «No será destruido — nombre a las cosas, y del principio anula-
por los griegos.» En el primogénito de escribe sobre él— en el sentido de que sea dor de la androginia original, a partir del
Dios no es difícil reconocer a la segunda aniquilada su sustancia, hecha por Dios, cual se establece la organización binaria
persona de la Trinidad, cuya fundación sino en el sentido de que desaparecerá la
anterior a los tiempos daría larga materia perversidad de su deseo, que es obra
de disquisición a los teólogos. Pero ningu- suya y no de Dios.» Poco más de un siglo
no de ellos, que se sepa, volverá a mencio- después de que esta generosa expectativa
nar la existencia del hijo menor, y menos hubiese sido redactada por el ale-
aún su sorprendente identidad. Si hay jandrino, la teoría del carácter irredento
que seguir al discreto doctor númida, en del Diablo se había hecho oficial, y nin-
la eternidad se habría prefigurado —co- gún teólogo osó discutir la eternidad de su
mo tantas otras cosas— el drama de Caín condena. Pero en los tiempos aún ilumi-
y Abel. Sólo que a nivel divino, por obvias nados y tiernos de la incipiente patrística,
razones, no se llegó al asesinato, y que los había espacio para la amorosa idea de la
impensables hermanos fueron nada me- salvación del Diablo. Varios santos —Je-
nos que Cristo y el Diablo. rónimo y Gregorio, entre los más nota-
Orígenes, basándose en la doctrina estoi- bles— creyeron con Orígenes que debía
ca de los ciclos cósmicos, sostuvo que la ser así.
redención era el principio del retorno de
todo lo creado —por más disperso y co- La más inquietante de las especulaciones
rrupto que hubiese llegado a ser— al seno sobre el Diablo es acaso la que lo presenta
infinito de la perfección divina. La finali- como el demiurgo por excelencia. El tér-
dad última de la redención —que se ex- mino demiurgo (del griego demiourgós:
tendería entonces a todos los seres y no artífice, arquitecto) se instaló en la filoso-
solamente al hombre— sería por tanto la fía básicamente a través de Platón, y
reconciliación universal. En De Principiis, alcanzó un extraordinario florecimiento
el príncipe de los teólogos alejandrinos entre los gnósticos, quienes le atribuyeron
lleva esta idea a sus últimas consecuen- el carácter de intermediario entre lo finito
cias, al admitir la gradual asimilación de y lo infinito, entre el creador y su obra,
Caín mata a Abel, pintura de un retablo con el que lo conocemos en la actualidad. Adam Kadmón, según un grabado cabalístico
de lo creado: macho/hembra, día/noche, En todos los casos, sus acciones son dua- EL ASPECTO FÍSICO
frío/calor, etc.) o lo redimen (como puede les por sus resultados, pero en principio
verse en el despedazamiento y posterior bienintencionadas: si destruye la inocen-
reunión de los trozos del cuerpo de Osiris, cia de la vida nómada, es evidente que
en la cosmogonía del valle del Nilo, o en el con la ciudad permite al hombre ingresar
simbolismo ascensional de la cruz, madero en la historia; si la forja de los metales
suspendido entre cielo y tierra, sobre el producirá las armas, también producirá
cual el Cristo asume la representación de el arado; si el deseo sexual ocasionará
la especie). Pero, simultáneamente, en la tragedias innumerables, asegura a un
propia naturaleza demiúrgica se encuentra tiempo la continuidad de la especie. No
la esencia del mal. En efecto: ¿para qué por necesario menos incómodo, el Juana d'Abadie —la inocente soñadora física del Diablo que no ha sido señalada
necesitamos este dios intermediario, tan Diablo irá siendo despojado de sus carac- cuya leyenda se relatará más adelante— por muchos observadores directos. Según
alejado de la imperfección de los terísticas sagradas, para quedar reducido insistía, en las declaraciones que la salva- ella, el tentador es bifronte, como Jano:
hombres como de la inmóvil omnipoten- a la representación del puro mal bajo la ron de la hoguera en una particularidad una de sus caras es ceñuda, adusta, me-
cia del Padre, si no es para cargarle todos cual lo conocemos. Para dar ese paso
los defectos de la creación? Ni los morta- —que está en el deseo de los hombres—
les, débiles y perecederos, ni Dios —a sin alterar escandalosamente el equilibrio
quien es necesario preservar en el marco cosmogónico, se hará precisa la creación
de la suma bondad y el sumo amor— de otra figura, un segundo demiurgo
pueden ser responsables de las plagas y cuya función es eminentemente
los asesinatos, de las enfermedades y la redentorista.
muerte, del miedo y el dolor. Esta intui- Disgustado el Padre por la excesiva auto-
ción es la que instala de frente al Diablo nomía de su primer demiurgo, y por la
en las primeras culturas históricas: su influencia que ha alcanzado sobre los -
presencia es en ellas no sólo justificable hombres, borrará casi toda la obra que
sino necesaria. Bajo el nombre de Eblis, hayan hecho en común, y dejará en pie
enseña a los hijos de Caín el arte de sólo a un puñado de hombres justos, que
construir ciudades y el de forjar metales; sobrevivirán en la esperanza del envío del
como- Arquidemón —entre los mani- segundo demiurgo, o hijo redentor.
queos— enciende en Adán y Eva la luju- Es verosímil que de este modo se haya
ria; como Loki —en las sagas escandina- establecido el universal mito del diluvio, a
vas— ataca la morada de los dioses, a fin partir del cual la suerte del Diablo estaba
de proveerse de materiales para su obra. echada.
Las dos caras del Diablo: torva, ceñuda, adusta una; riente la otra

lancólica; la otra ríe o sonríe permanente-


mente. Para quien se haya detenido a
pensar en la ambigüedad esencial del
personaje, este detalle no deja de ser
revelador. En todas sus transacciones, el
Diablo usa alternativamente la lisonja o
el ultimátum, la seducción o el horror; su caras, pero la segunda está en el trasero, y día, prefiriendo de noche la de un gato de bien poca cosa como hombre —lo define
infinita fatiga bien puede haberle llevado es en ésta en la que depositan el beso de erizado pelaje. «Pocas veces —admite —, con una gorra inglesa caída sobre una
a la creación de estos estereotipos, en los sumisión los asistentes al aquelarre. Lescoriera— lo vi como un hombre, y en oreja y dejando ver, por el lado
que la limitada imaginación de los hom- Veinte años antes, otras maravillas sobre esas ocasiones siempre parecía faltarle opuesto, un mechón de pelo rojo que le
bres ve lo que desea ver: los rasgos festivos su aspecto físico habían sido establecidas algo.» Cuando el Diablo se aparece al cubre gran parte de la sien. Rojas tam-
del amante, el sombrío rostro de la por Juana d'Harvilliers, ya muy anciana músico Adrián Leverkühn —en el Doktor bién las cejas y enrojecidos los ojos, relu-
amenaza. cuando fue apresada y prestó declara- Faustus, de Thomas Mann— advertimos ciente el cutis, la punta de la nariz ligera-
Un crecido número de brujas ayudó, ción. Según Juana —quien afirmó cono- esta misma carencia de unicidad formal: mente torcida. Llevaba una camisa de
entre los siglos XV al XVII principalmen- cerlo desde los doce años, edad en la que «¿Cómo, cómo? —interroga el Diablo,
te, a confeccionar lo que podría denomi- su madre se lo presentó— el Diablo es ante el reproche que le hace el músico por
narse un -retrato-robot del Diablo. No se arrogante de porte, de maneras suaves y la facha desastrada con la que se presen-
abrumará al lector con la interminable pausadas, y gusta vestir como un caballe- ta—. ¿Qué aspecto tengo? Ha sido una
sucesión de crónicas con la que suelen ro. De formas esbeltas y de color oscuro, buena idea preguntarme si sé qué aspecto
regalarle los demonólogos —extraídas de su talante taciturno no se altera ni duran- tengo, porque en verdad no lo sé. Puedes
los indigestos tratados de la época, o de te los desenfrenos del sabbath. Tan respe- estar seguro de que no presto a mi apa-
los archivos de la Inquisición—, pero sise tuoso de las formas era el demonio de riencia la menor atención. Dejo, por así
quiere llamar la atención precisamente Juana, que durante los cincuenta años en decirlo, que se arregle por sí misma. Mi
sobre esa infalible monotonía: brujas (o los que mantuvo relaciones sexuales con aspecto es puramente casual: se ajusta en
acusadas de serlo) de distintas épocas y ella, «cuando deseaba yacer conmigo — cada caso a las circunstancias, sin que yo
regiones, coinciden en por lo menos una confesó la anciana—, se presentaba en mi tenga que preocuparme.» Se comprende-
media docena de detalles cuando inten- casa a caballo y con espada al cinto; la rá mejor esta repulsa de Adrián, recor-
tan describir al tentador; sus diablos — mejor prueba de que era quien era es que dando el pasaje de la obra en que el
aun cuando la mayoría de ellas eran en todo ese tiempo mi marido jamás se maligno se le aparece, mientras el prota-
analfabetas, y una buena parte ni siquiera percató de su presencia, y ningún vecino gonista se encuentra sumergido en la
pudo beneficiarse de la tradición oral— se vio su caballo atado a la puerta tal como lectura de unas páginas de Kierkegaard.
parecen extrañamente. María Azpileta — yo lo veía». María Lescoriera, en cambio, «De pronto —dice— me siento sorprendi-
una bella bruja vasca de 19 años, apresada bruja arrepentida que abandonó toda do por un frío incisivo, como si, sentado al
y muerta en Hendaya a finales del XVI práctica infernal en los últimos cuarenta calor de la lumbre un día de invierno, se
— nos informa que el Diablo tiene dos años de su vida, nos ha dejado una deta- abriera de súbito una ventana dejando
llada descripción del Diablo bajo su cono- pasar el aire helado del exterior.» Luego
cido aspecto de macho cabrío, forma que de reconocer en su intempestivo visitante
tomaba sólo en las nocturnas fiestas saba- «una voz reposada, lenta, sin altos ni
tinas. A diario, y para establecer pactos y bajos, de una agradable nasalidad», co-
servicios, adoptaba la forma de un melan- mienza a distinguirlo gradualmente en la
cólico perro negro, si se lo convocaba de semipenumbra de la habitación: «Es más
la marcha las chapucerías de sus En otro capítulo de esta primera parte el aspecto de un buitre, en cuya
disfraces. Esta imposibilidad es no sólo (Mutaciones y otras estratagemas)se hablará figura atormentaba a los religiosos de
producida por el estigma de su con más detenimiento de las la orden de Cluny. Cuando encarna
impostura y por su • carácter de «mono metamorfo sis de nuestro personaje, sin como ser humano, como se ha dicho,
de Dios», sino por el carácter de duda una de sus características más suele reconocérsele siempre por algún
préstamo que para los ángeles —y no inquietantes. Aquí, por el contrario, tipo de imperfección: las que con más
hay que olvidar que el Diablo lo es, en vale la pena insis tir en las frecuencia se le atribuyen se relacionan
grado sumo— tiene toda la posibilidad de encarnaciones más reiteradas en las que con sus pies; como mínimo, una ligera
acceso a la materia: los propios ángeles se ha manifestado, para redon dear cojera consigue siempre delatarlo.
de la luz, y hasta los arcángeles, suelen todo lo que pueda llamarse «su Cesario de Heister bach —citado por
aparecer a los místicos en una bruma aspecto físico». De Plancy— va más lejos al afirmar
vaga, en un estado casi etéreo que no Aparte de la archiconocida del que, como ángeles que son, los
acaba de definirse como materia. Para macho cabrío —que algunos adornan demonios carecen de espaldas, nalgas
los padres de la Iglesia, sin embargo, con una suerte de sombrero o bonete y talones, partes que procuran
esta tara del Diablo era una prueba de de fieltro, y un tercer cuerno más encubrir.
La edad media nos transmitió la imagen del la bondad del Señor para con los pequeño en medio de la frente, que Finalmente, se le ha visto también en
Diablo con alas, garras y cola hombres: al impedirle que adquiera tiene la propiedad de ser luminoso—, figura de mosca o mariposa, y bajo el
totalmente su aspecto, Dios da a las que ya se ha visto que es casi primer aspecto escapa con frecuencia
almas alertas la_ posibilidad de exclusivamente festiva, el Diablo ha del cuerpo de los posesos cuando los
reconocerlo. adoptado también con gran frecuencia exorcis mos resultan eficaces. No hay
forma de hombre, y en estos casos que olvidar que Belzebuth (Señor de las
prefiere la de un joven apuesto y moscas) es uno de sus nombres mas
melancólico, cuya triste y célebres, y que bajo esta apariencia (con
reconcentrada belleza es de una el nombre de Achor) se lo adoró
paño con rayas horizontales, una seducción insuperable. Francisca Se- mucho tiempo en Java y en Ceilán.
chaque ta a cuadros cuyas mangas, muy cretain lo vio a su vez como un tronco Muy a su pesar, misioneras euro peos
cortas, dejaban ver las abultadas de árbol singularmente desprovisto de del siglo XIX tuvieron que certificar la
manos, con dedos como salchichas; el ramas y follaje, y con un vago rostro eficacia de los ritos que se le dedicaban:
pantalón muy ajustado, hasta producir humano a manera de copa. De l'Ancre cuando esto ocurría, aun en pleno
repugnancia, y tan usados los zapatos recogió, durante sus procedimientos en fragor del verano tropical o de las
de color que era imposible ya pensar en La Tour nelle, por lo menos dos ritos epidemias, las moscas desaparecían.
limpiarlos. Un chulo. Un vagabundo, zoomorfos vastamente reiterados: uno Muchas de las visiones de Juan, en
con la voz y la articulación de un lo asimilaba a un gigantesco galgo Patmos, están directamente
actor.» En este pasaje, y en la larga negro; el otro, a un buey de bronce relacionadas con la gematría
conversación que le sigue, Mann recoge recostado en la hierba. Una tradición cabalística, y aluden a cues tiones
la mejor tradición demono lógica medieval anotada por Pe dro el rigurosamente aritmológicas (para usar
germánica —establecida por Jo hannes Venerable lo prefiere en cambio bajo la terminología que placía a Pitágo ras,
Wierius, hacia finales del si glo XV,
pero muy anterior a él a través de las
consejas de la tradición oral—, según la
cual el Diablo no es consciente de su
aspecto, y tiene que ir corrigiendo sobre
quien marcaba una diferencia esen cial En equ del del ser, cuy lo amente la de icar autosuf
entre la ciencia aritmética y la efecto, ilib uni andrógi por la o que los bestia un aqu iciente
especulación filosófica que suponía el el rio ver no época sop sep escolia —vale nú ello andróg
empleo de la convención numérica; vale Diablo de so. también en que orte ara dores decir, mer que ino
decir: la aritmología). Así, cuando se debe cuy No cedió le tocó es lo bíblico al o Dio primor
refiere a la segunda bestia —de las que tener as hay sus vivir, emi ma s, Diablo par s dial.
ejercerán dominación sobre la tierra, un cua que atributo otra nen nife desde — rotu cre
antes de la decisiva y final batalla del nombr tro olvi s al cosa tem stad los sería el ndo ó Dos de
Armageddon: todas ellas variantes o e letr dar Diablo que un ent o talmudi 666, de y unit las
encarnaciones del Diablo—, nos espant as que (relieve judío e de stas de cuya reit ario descrip
informa que, bajo su reina do, nadie oso y resi el de bastant ver las la incesa era- , y ciones
podía «comprar o vender si no el que secret de jud Tolouse e bal: entr diáspor nte do: en más
tuviera la marca, el nombre de la o, la aís ) heterod Dio aña a a los monot hay ese nobles
bestia o el número de su nombre» (Ap. cuya ar mo oxo— s s cabalist onía se que sent que ha
IV; 13, 17). Este «número de su pronu mo —y es la hab del as han rec ido alcanza
nombre» encubre sin duda el nombre nciaci - Jua primer la cao españo deriva ord se do la
terrible y verdadero de Satán, del cual ón nía n a de las el s les: si do ar le forma
todos los otros no serían sino hipóstasis. bastarí y el grande mu pri- el todo que atri del
El
Sólo en Juan aparece esta precisión, a para sus s ndo mig poder tipo de la buy Diablo,
ance
pero corresponde puntualmente al desenc tent no religio , en eni de la cálcul tare e la son las
stral
principio de la homologación de los a- o llegó a nes el o. palabra os, a cre debida
mito
contrarios (hasta donde ello es posible denar Gé El es tan para má aci s a
sin incurrir en maniqueísmo) caro a la las ne- cor extraor precisa s ón Dante
gnosis judía, y a buena parte del más sis, olar dinario r la imp de y a
pensamiento alejandrino . fero- y a io , vale altura, orta la Milton.
ces cau de más el Difiere
consec sa este aludir peso, y n
uencia de prin a ella demás notable
s, hab cipi que variant mente
puesto larl o es revelar es una de
que o lo evi la; el físicas otra,
Dios cre den númer del pe-
tiene a; te, o, que tentad
el es y no la or en
El círculo mágico para invocar al Diablo, suyo, el de traicio sus en- nte par
copia del Tetragrammaton divino el ver él na, la carnac del eja,
inefa- bo, se encubr iones. de cari
ble y apr e y la No miu cat
Tetrag no ove protege parece rgo ura
ramm la cha . El que casual es del
aton, acci rían corresp que se mul pur
en el ón, larg onde a trate tipl o y
-ro la m s de (y El mel par pueden añó a ni a demiúr
suma Bla lo tambié temor anc a su consid san la gico —
de ke, que n antedilu olía taci erarse Antoni lieb sobre
ambas per pod especul viano a ; turn clásica o - re, todo en
nos da o el ría ar) en los mel a s: Abad, silis que las
esa auto mos el que grandes an- cert macho quien co des cultura
mezcla r del llam podem monstru cóli eza cabrío, le cau de s
de Mat ar la os ver os se co, de león, impus sa la
lo que y, y, a a la tene jabalí, o este
seducci rimo dign la corres - en por nosotr mantuv la baja «El
pro rla. cerdo, castigo
ón y nio idad sumi- ponde un lo os que o en la
pia mono, al mu eda
pavor, del del sión figura erte d Ángel
al inq tant la abu Pau cuervo librars
de Ciel Dia del present uie- o, literatu dragont lia l y e de del med
infinita o y blo: hombre ina del alm ia Caído»,
e tant turn ra haya lo Rea basilisc sus
gracia el amb a la capítul e io y pergeñ Diablo su der, o. tentaci a.» es
e Infie os tragedi Es el de
o. El hall mar ado me sigu «Como ones.
infinita rno se a italian azg cad sobre - llo y en ien macho Como extr dem Bellver,
triste- jam lo persona o — o, o de el perfect el do a cabrío mono año o-
za, que ás tom l del católic de puri Tenta- o de infi los —nos se que nio en
corresp se an Príncip o y, sus tani dor: el los nito esp dice— convie no pop
onde a pro en e de por lo seis smo Diablo ángeles vac ecia preside rte en se ular Madrid
la pus seri este tanto, alas — de — y ío lista los el me de
imagen o o; mundo. suntuo «lle nos Milton que se de s en aquelar perpet nci las
interior una am- Volver sament nas da es un consu su el res. uo one zon
del sist bos é sobre e p- de la Diablo me en am tem Como remed en as
Diablo emá elud los dos el or: a, león ador esta rura
figurati ojo im que no allí ase ataca a de las
que tica, en poetas vo— s» a- ha espant list les
todos aca toda más oso don ver los obras a a eur
nos que gen dejado fracaso de a anacor divina
posee so faci adelant habla agit más nunca la que etas del s. la ope
mos. por lida e, pero de su ser as.
de las a des de ser potesta bell siet desiert Como
Los que d o ahora tres con ola Lucifer d. eza e o. cuervo pie En
dos viví cari basta caras stan da y —el Digno, no son Como muestr nte, cua
más a catu con del tem som lucero no sirv las jabalí a la el nto
altos dent ra, detener Diablo ent bría del puede e y imá atemor triste ani al
constru ro y se en y de su e; , alba, el admiti le gen iza a la negrur mal cue
ctores de nos los tornadi el más más be r la es es gente a de la dia rvo,
de ella ofre elemen zo ingl inq - derrota esq zoo del muerte. bóli cab
demon ) cen tos color, és uie- ; uiv mór campo. Y co ría
ologías nos un morfo - de su — tant derrota a; fica Como como por agr
(no apo retr lógicos belleza pre eme do no se s cerdo ba exc ega
olvido rtan ato que nos pervers sbit nte puede ejer del se ele r su
a los terri dan, a y eria pró esquiv cita Dia asegur nci cará
Willia dato ble que es sensual no xim ar la sól blo a que a, cter
o que acomp
ñ Diablo s, visi la sacrile gro ce el do sus crist ho su
o de que rind one imagin go, serí crib esplen quebra ali- mbr dignida
l se ién s ería violado a de e, en dor deros na es d física
e tenga dol del popular r, esta su formal de de inv en la
s memor e aba . El malign s Líbe del cabeza por enta literatur
ia en el ho d deslum o en afir r Enemi a los sí, ría a y en
mundo me Ant brante grado ma Sacr go, más y des- el arte,
occide naj oni ser del sumo, cio ame cuando fanáti- alu pué y el
ntal: se e. o en que deberá nes, ntor contest cos de s. A catálog
trata su nos necesar dict um a a los adversa a part o
de la A erm habla ia- ada — setenta rios del ful ir comple
estatua lo ita la mente s es y dos Príncip gor, de to de
El larg del Biblia ser por un apóstol e de bril Mil sus
ángel o de Nil adquier horren el espí es que este lo, lón, tentaci
caído, los o, e, a los do, mie ritu «llenos mun- pod por ones y
de sigl área ojos deform do: que de do. er, el maldad
Bellver, os 320 del e y «El no alegría Pero, bell con es no es
que — — pueblo, repulsi De ha » le sin eza trari ya
ornó ten el caracte vo mo per comuni entrar y o inconve
durante den Dia rísticas como nio did can en gra — niente
mucho cia blo físicas ningun — o que disquis ndi pro para el
tiempo que sufr en a otra es- nad hasta iciones osid ces recono
el cris ió corresp criatur a de los de- teológi ad, o cimient
prec dor. que Parque tali un ondenc a. El su monios cas ante que o
olo En vale la del za pro ia con carden nob se (¿cómo s a su simultá
mbi el pena Retiro, dur ces su al le sometía podía que vez neo de
nas mis citar. de ant o de deprav Ildefon nat n en Su caer a la cul su
—, mo En esta Madrid e la deg ada so ural nombre desde ten min majes-
com artíc tierra , en eda rad moral: Schuter eza. : «Veía donde ebr aría tad y
o ulo, clerical cuyo d ació si es , que » El yo a se osa con su
crea Rea , hija torno me n corrupt fuera pro Satanás supone ima los belleza
dor der favorita —y sin dia, físi or, arzobis pio caer del ha sido gen rom .
del apor de la saberlo y ca, mentir po de Jes cielo expulsa hor ánti
mu ta Iglesia, — la que que oso, Milán, ús como do en ripi cos Para
ndo un estuvo mejor arra hay enemig no es (L un el lant del los
visi dato entroni- socied nca que o de sin u- rayo.» comie e XI cristian
ble, curi zado ad bien de atri Dios y embar cas Pasaje nzo de que X— os de
y oso durante pensan las buir de los go el III; que, los la el las
pad para años el te esp sob hombre único 10, por tiempo rep Dia catacu
re lect único paseó ant re s, en 18) cierto, s?), la ulsa blo mbas,
civi ores monum largos osa tod perjuro señalar rec ha metáfor de reco y aun
liza espa ento al verano s o a , la ono produci a es los bra para
los or incluso pero Pier y na, rse la el e a y Otr sant materia
primer hab del con el de o jera «aun- teoría Dia esto producí o a o l, pero
os ían sens aspecto todos Bro rquí que por de que blo s a en el vue To- pueden
padres hec ual de modos gno as lo su aflo exc área de de lta más adueña
del ho As Cristo, con el li— infe general cuerpo jar esos lo de : rse del
desiert otro mod pero el aspecto se rnal grotesc se a -, sensibl 12 tuer par de
o, no s eo), piadoso de un ve es, a», tal forma vol afir e y,
cabía áng o él varón hombre en per como por la unt man según 7
duda eles mis descubr . Hacia la o poseer conden ad do Koning
de que de mo ió la el siglo nec que una sación la la , hubo 0
el la en impost XVI, esid cua talla del con pura de
Diablo Bib las ura y el inclusi ad ndo minúsc cent espi aceptar
manten lia tent Tentad ve, la de se ula, raci ri- más
ía (los acio or hubo vindic pre trat dientes ón tual tarde
todas que nes de ación cisa a de del idad alguna
sus se a retirars antrop r del perro, vap del forma
caracte apa Jesú e omórfi que Dia giba or Áng de
rísticas reci s en enfurec ca del las blo descom que el corpora
angélic ero el ido. El Diablo apa («e unal, o vapor. era Caí lidad.
as: n a desi anacor vuelve rici n cabello La su do,
cuando Abr erto eta a one pers s hirsu- carn per Sa
ingenio
se aha . Al Juan de abrirse s ona tos y sa adu o
aparecí m, her Lycus camino mo », larguísi ra, no nt
argume
a por Aga man — , luego nstr por mos. ntación y se pud
lo tanto r o o según de los uo- deci En lo o o
del
a los Lot, Ruf narra exceso sas rlo cuanto patriarc llev enc
hombr o el ino Cassian s me- son de a la aba ontr To
a de
es lo arcá — , autor dievale sie alg natural Capado el ar ca a el hombre
hacía ngel ami del s. mpr una eza de vien una m agr aqu s y
cia
-bajo Raf go y siglo V Nada e ma esa explica to. expl ega inat mujere
forma conf — era menos ma ner encarn San icac ás, ría, ens s vivos.
ael, ba que
human com iden visitad que nife a), ación, esa era Ag ión vari e, Otros
se os los autores
a, pañ te o por el uno de stac su ya tambié ustí para
como ero de demoni los ion for desde n la n los sigl de menos
gú os mo ilustres
lo de san o mayore es ma san razón (35 fen
viaj Jeró Zabulu s de es Basilio de la 4- ó- más nios pro-
n tard no pagaro
e de nim s, un exorcis di- uní (329- celerid 430 men
Tob o— negro tas de ver voc 379) ad de ) os e, pos n
un
ías lleg contrah la sas ame co- sus trat que el een tambié
y ó a echo y época pot nte mienza mutaci ó de éste ret emi un n la
ven visit repulsi —el esta hu a ones: opo reci nen cue especie
ced arlo vo, italiano des ma difundi podía ners bía rat te rpo de que
los alta und mento sobre su n visto cubo) ese exc mismo
demoni men os la el ma exc movers clusion lo Diablo; será el mit epci es, y
os te de existen aspecto de epci e. es — me por el tema o ón parece
carecía biza su cia del físico las ona Estas objeto nos otro — del aut — compre
n de ntin tie Diablo; del fue lme con- de los y esto próxim osu alu nsible,
potesta as e m- en la Diablo, rza nte anterio asp ya nos o fici den la
d para inte po, medida alguna s vig res y ect lleva a capítul ent , utopía
adueña rmi y a en que s de oro poste- os su o. e con más
rse de nabl los ciertam afirma- no sos; riores que psicolo que ma ambici
un ser es, que ente ciones me la escolio cab gía y su Supon se yor osa del
vivo, vale podr estaban en las nos vel s — e compor er al rem o hombr
pero sí la ían conven que la de oci fueron con tamient Diablo ont me e; nada
podían pen agre cidos mayor siet dad estable side o—, las hermaf a a nor como
hacerlo a gars de ésta, parte e de cidas rar ca- rodita los vag ello le
con un med e se de los atle sus en el al racterís — rito ued acercar
cadáve itar nom limitaro erudito tas acci año abo ticas como s ad, ía a la
r en bres n a s one 787, rdar de su de pri a redond
recient la com discutir estuvie s y durant este sexuali hecho mo un a
e; sing o el la ron de de e el pro dad. lo es, rdia tie
otros, ular de natural acuerd sus segund ble- Un en la les mp
aún, idad san eza de o: la des o ma: tercer medida de o
que de Alb sus carne plaz concili EL por aspecto en que la her
prefería su erto atribut de ami o de SE un (sus puede hu oic
n los base Ma os. Sataná ent Nicea. XO lad relacio manife ma o
cuerpos : gno, s sería os o la nes starse nid en
en esto Rai De este dura no DE nat erótica en ad. que
desco s mon inmens como tien L ural s con figura Cas la
m- hom Llul o canon la e DI eza el mascul i aut
posició bres l o demon piedra, par AB de macho ina o to- oco
n, y de emi Rog ológico e ang LO lo y la feme- das pul
ahí lo nent er que nos incomp ón que hembra nina— las aci
hedion es Bac ha arable con pod human no es reli ón
do y — on legado mente nad ría os, es otra gio era
repulsi sin — la fría; su a mo decir cosa nes pos
vo de dud no historia fuerza, que s sus que —y ible
su a cues pueden sobre- los lla manife rendir la :
aspecto los tion extrae human ant mar stacion culto a cris ser
. Si pen aron rse, a, i- la es la vieja tian fec
bien sad en para podría guo Do gen como nostalg a und
estas ores ning conclui equipa s s itali súcubo ia del no ado
polémi más ún r estas rarse a hub son dad o como andróg es de
cas son prof mo páginas la iese por del ín- ino, una sí
los señal de romana sob nesi bra, la depend Her Sa ido,
áng su —que re s metáfo ientes aide mía llevado
eles, excepci según el refe ra protago — des, por los
pero onalida Tito tem rido sagrada nistas mag di- avalare
derr d. Los Livio, a. a la aludía de toda a plo s de su
otad dioses conden Un céle a una cosmo cele mát oficio,
o dobles aba a gru bre primiti gonía), bérr ico hubo
perp del morir po cost va haya ima y de
etuo panteón ahogad de illa: androgi sido , mer realizar
ante hindú, os a los extr seg nia de tambié seg cad un
Dio o el niños acci ún Adán, n en ún er largo
s— bifronte sospec ón ello quien esto el uno de viaje.
hay Jano hosos teol s, fue puente s, o prof En
a latino, de ogal dad privado entre la hast esió ausenci
inte convoc hermaf , o de sus realizac a n, a de
ntad an el roditis anat que atributo ión enc la éste,
o la mismo mo—, emi las s divina arn bell cuentan
cons tema aluden za- cost femeni y la ació a los
inm ecuc recurre a do y illas nos en ambici n Her cronista o mar inco a
ovili ión nte en idéntic red no pro de ón dire aide s viril». ido nsol convert
dad de todas a ucid difi la human cta tuv alejand Al hub able irse en
de este las expect o en eren constru a. del o un rinos, regreso o de , se uno de
su atrib cultura ativa y poc ese cción Mucha Dia año la de en- quit los
Cre uto, s; la le- terror. o ncia de una s son blo, de maga Samíad fren ó la capitan
ador pare yenda Bajo el tie lme compa las seg cont cayó es, tars vid es más
. ce de las pontif mp nte ñera historia ún inua seriam Diofan e a, brillant
Que un andrógi icado o, en indepe s que otro s y ente to fina mie es
el coro nas — del se el ndiente ha s—, apa enferm procur lme ntra
Dia lario que implac per mac . Justo produc hija sion a, y a ó nte s
blo natu narra able miti ho y parece ido de ada resultas ocultar con Her
— ral Pli-nio, Inocen ó la en que el esta Dio s de su el la aide
más de y cio III libr la Diablo, comple fant rela misteri hecho trist asu
alto su habrían (1198- e hem viejo ja o de cion osa con e mía
que cará habitad 1216), inte - camara particu Ma es dolenci múltipl evi con
el cter; o las floreció rpre da de laridad ce- mar a «se le es de brío
hom que tierras la taci aventur diaból don ital secaron argucia n- s su
bre lo al sur última ón as de ica, ia. es los s; pero, cia. nue
en haya del herejía del los pero Cas hast pechos como Se va
la cons Sahara de que pas dioses acaso ada a y le es ase con
esca egui —, o la se aje y los la más con que brotó compre gur dici
la do, legislac tenga del hombre antigua un su un nsible, a ón,
de es la ión noticia Gé- s (esos es la de tal mar miembr el que, hast
de pre prin con un siete zas, que o sobre ro, un ció aña duró 1597, que sus Por
Alejan cipi cipa hombre años. sin ingi los gentil- la del tanto durant hay cre Jeanne
dro en tar les — el Este dar ere brujos, hombr nat XV como e el a en- d'Ague
las la dem Diablo remed se n; cap. e ural I no su vida breve pro cias rre,
campa esp onól se o de la por per XIV) compa eza es — períod duc . precis
ñas en ant ogo mani- human sati o, refiere decido del difí creía o ido Otr a-
el Asia osa s, fiesta idad sfec sim la se niñ cil en la católi- Fra os mente,
Menor. sag no siempr que el hos ultá historia ofreció o: ima existen co de nci mie nos
Estos a dud e como Astuto », nea de un a no gin cia de Enriqu a. mbr entera
aron macho. deja ase me campes cargar-
compli de del La caer en ver nte, ino lo a se arlo los e IV Fie os mos de
cados los hec prueba las a la gallego grupas nos . cambio —dos rre de una
camino Atri ho de la más Bo den que de su cue Co nes, y años d'A la particu
s ha- das. de capacid despre din) sida había cabalg nta mo afirma despué gue fam laridad
bría que ad venida , d de adquiri adura. el cor ba s de rre, ilia, anatóm
adopta Her en generat s cunas los su do un Ni fin olar haber que el jefe sob ica del
do el maf los riz de de los des car cambió bien se del io, conoci monar del re Diablo
Diablo rod infie los hombr cub ne n de trepó píc pod do uno ca cla tod , que
para ita rnos demoni es re es unos el aro ría que hubies n o otras
influir clás los os tiene, un sup cuatro cambió gall agr echaba e —y dos po-
sobre ico dem serían como fen erio años, n a las ego ega a llorar llegado a la muj sesas
el del onio los todas óm r a con ancas, ni rse ni bien a la saz eres habían
destino s se cambio sus eno la cuyo el de que se con- ón de sugerid
mus divi nes, obras, del de triste
y las su el intenta - clusión de no o, pero
eo den espanta elemen tod los aspecto
decisio ago pro ba de que 113 mbr sin
nes del del en bles tos que o ho movía bia pio hacerle París.b año e llegar a
conqui Lou mac criatura delata inc mbr a nte Mar una ien s, si Mar
stador vre hos s de n la om es, caridad ca tín caricia, valía hay ie y
y una falsific pre lo a las
maced hem voracid ación nsib que almas mbi ¿úte y reía una que Jea
onio, caballo ón, ro salvaje misase cre nne,
bras ad para le: les sencilla se
como , insacia quien no con s. Un per — mente puso er a no
antes aun ble, sabe eng fier día que sentó o cuy ante fin a M. tuvi
lo cua que verlos. ord e un intenta bajo su hab a los las Gar ero
había ndo adopta Aparte an, pes ba peso, y ien rela infortu andanz inet n los
hecho De el do ció nios y as de — igu
l'An al n su pes o vadear detalle
—en la enc forma menci e a extr un caballe ocu n contrat una de sub al s en
cre, ro —
ubicua Bod arna human onada la aor arroyu rrid con iempos las ió a ente los que
figura in y rse a pero insacia can din elo, que era o el flict que más la reza Jeanne
del Bog — no bilidad tida ario lle- experto he- iva aconte especta pira ante se
adivino uet, salv pueden («pued d . vando en cho con cían en culares sin el ratificó
Tiresia entr o vivir en de Bog a estas en el la familia abj sup : el
s— e para más agotar ali uet rastras lides— la Dia casa. s de ura lici pene
para los cop allá de a tres me (Dis al recono Esp blo En brujos r de o. del
ular los nodri - nto curs engend
Seduct hab as numer larg pie ning, estaba lo car e del maron pret gie, largo
or —de er que osos as nte por su hecho cua ne y Diablo, que su end en como
propor sido cop autores del de parte — de l mit ya vientre en Har un
ciones así, ular — da tam me en cuerno cau ad hemos «ardía» que cou utensili
tales la on esta año dia íncubos , y sab de dicho mientra los rt, o de
que la más con vívida de no y alguna a hier que la s eran lla- el cocina
confes jov él descrip un gro súcubos s lo pro ro; mayorí penetra mad 10 —cuya
a no en lo ción de cod sor, —, descri fun para a de los das, y os de longitu
pudo de des los o, y afirma bían do algu testimo que el mie nov d indicó
recibirl las crib genital esc de que «la como dol nas nios lo semen mbr iem mientra
o D'A en es del am un mayorí cubiert or y habí conside del os bre s
jamás gue con Diablo osa col a de o de he a ran Diablo de de hablaba
«sin rre igu : s y or las escam mo sido «más era sus 158 —,
espant se al dur frío que similar dem 6, pero
oso perj abu El Diablo, en forma de macho cabrío, copula con una mujer (gárgola francesa) o el a «un oni expl que no
dolor y udi nda com hielo», torrent os icó tenía
ardor có ncia «Nunc sin rojo brujas as, que rra o el pero es e de son que testícul
de de de a uos osc atestig se gia met esa lava». tan el os ni
fuego» un atri encubr as, uro. uaban abrían s. al, y misma Nicolás gra pen escroto.
— hu but e sus en » que su cuand Otr para frialdad Remy nde e de Claudia
estaría mor os, De partes for Fre miemb o lo as otra la que —autor s y su Fellet,
inserto esp per Plancy sexual ma deri ro (del retirab ha s, tal vez de dur dem en
en el ecia o — es, que de k Dia- a de la sua provoc Demon os, oni Mézièr
coxis, lme «arr resumi son ser Ko blo) vagina, ve y a una olatriæ que o, es, el 2
por lo nte eme endo a pare sensaci Libri, a no aun de
que des tien cido ón
posee a pect do - a contrar SU COMERCIO SEXUAL CON LOS MORTALES
sus ivo de bría una ia quien pue cua noviem
devota del fren n serp durante vale la den ndo bre de
s, Dia te, co ient el pena ser estu 1584,
«agitan blo: com mpr e.» coito: citar rec vier dijo
do y la o un oba En varias por la i- a que
compri ma mac do lo brujas precisi bid sólo sintió
miendo yorí ho que que interro ón de os parc el
las a de cabr el resp gadas su sin ial miembr
posade los ío». mie ecta por discurs gra men o de su
ras testi mbr a la nuestro o— n te íncubo
entre mo o tem citado asevera dol en como
sus nios era pera De que or. erec la
piernas de mit tura l'Ancre «todas Ale ción lanzade
abierta las ad del , las xèe , era ra de
s». De bruj de pen confir brujas Dri tan un
torno, decl emo mbro las l, blo, íncubos leyend LT per para Adán,
tan aró nt, del brujas tam quie eran a de A o sí narr Eva y
hinchad que, en demoni de su poc n se tan Juana inm ar Satán
o que tras Pren o que región o hab viriles, edia la son
no una y, sus no eran pue ría que tam rela expuls
hubiese cóp en sábanas «tan den com llega- ente ción ados
sido ula 158 se bien con port ban a des del del
capaz tan 8, empap servida side ado efectua pué Dia Paraíso
de mis dijo aban de s» rars ade r el s de
penetra erab tam- sangre» como e más acto la
r a la le, bién . No las de una con veinte exp
mujer tení que todos otros regl ella y hasta ulsi
más a aun los países, a s cincuen ón
ancha sie que testimo ya que sin com ta del
sin mpr habí nios de podía exc o un veces Par
causarl e a la afirmar ep- exi con aíso
e dolor. que teni época, que el cio mio ellas en .
Esto se met do sin pene nes: y una Hag
ajusta a erse muc embarg de su mu pró sola am
la en has o, demon cha dig noche». os
queja cam exp coincid io no s o Con el pue
de a erie en con era testi ama teólogo s un
Nicole com ncia este mayor gas nte. Silvestr inte
Morèle o si s cuadro que su decl Kon e nto
, de estu con descom propio arar ing Prierias sinc
Serré, vier hom unal y dedo on cita —De réti
la cual a bres violator índice. hab decl Strigim co
agot , io. Una En er arac agis, de
ada que víctima cuanto sido io- Roma, lo
por dab del a la sed nes 1521— que
una a inquisi viola- uci de reaparec esta
larg sie dor De ción y das sati e el s
a y m- l'Ancre, el dolor con sfec tema mil blo al
viol pre en un que, mu has del en con mismo
enta tan juicio según y bruj pene a- nue tiempo,
enfe afec realizad Remy, bue as, bífido rias stro como
rme tada o en el acomp nos «se del leye s reos
dad. por Franco añan a mo gún Diablo, nda pri convict
Did el Condad la dos las que es s mer os del
atia enor o, se sexuali por cua- central nos os mismo
de me quejó dad el les tambié dice pad delito,
Mir mie de que inferna Dia sus n en la FA n, res. y
conde- inte eros saliente compa abie nad stros repara- exp men Despert simula rlo, más aro.
nados a lige en que decido, rtas, a. padres dor, se ulsi te a ó Adán ndo la sin her Eva lo
parecid ncia la todavía le dur Seg habían le ón la con voz sac mos acogió
a pena: y la falli hoy se envió ante ún sentido apareci del volu sobresa divina, ar a de en
habitar bell da conoce al tres las el ó Eblis Par ptuo lto y le más sus principi
este eza rebe como arcáng cien trad (o aíso sida contrici sugirió que man o
mundo, — lión «pico el Ga- tos icio Adán y Iblis, : el d, ón, y que se la ifest matern
donde com —la de briel año nes Eva, nombr Dia olvi buscó sumerg nari acio alment
la o serp Adán») para s, islá del e que blo dán en su iese en z nes e, pero
pareja páli ient cayó que le ech mic palacio los tom dos concien las par (la no
primor da e, sobre enseñar ada as, ducal musul ó e de cia el aguas a de tardó
dial inde que el a los en prec de manes for sus medio del río res Luc en
pasará mni es la monte rudime la isa- Veneci prefier ma deb de Geón pira ifer: conced
hambre zaci astu Serendi ntos coli men a en al de eres reparar todo el r. el er una
, parirá ón a cia, b, en la rituales na te hebreo serp para su tiempo Cua mel a una
con su y el isla de , y la del en Satán) ndo anc todas
dolor y perd pav Ceilán. senda Ara la en la el ólic las
trabajar ido o Eva, en por la rat fald forma patr o y deman
á con para real, las que don a del iarc dulc das del
esfuerz íso, que peladas podría de, del ángel a e Tentad
o, y el y a es el faldas reenco sigl Ara resplan co luce or. Los
Ángel su orgu árabes ntrar a os rat de- me ro ulemas
Caído — llo de la Eva; des se deseo ciente nzó del ase-
conserv des — monta- ella, a pué reali pero no que en a alba guran
ará una de fuer ña de su vez, s, se zó lo realida cu ), y que
parte ento on Ararat. no apo la habían d mpl le esta
de sus nces defe Una pudo sent pri satisfec seguía ir narr infideli
potesta — nestr vez en superar aría mer ho. siendo, su ó dad
des — imp a- tierra, su el a Cuando y le pen sus primor
el don erio dos el trío tenden arca cóp Adán recrimi iten fing dial ha
de la sa sobr comenz cia de ula hubo nó por cia, idas sido la
metam nost e la ó a esencia Noé de conocid entrega el des causa
orfosis, algi pení movers l a la ; el la o rse tan Se- dich de
el a nsul e: Adán pasivi- Dia espe reiterad desafor duc as y todas
doble del a imploró dad, y blo, cie, as ada- tor su las
estado Ciel indo la esperó por ya veces a se no peleas
angélic o. stán gracia a su su que su La pres men de la
o y Satá ica. de su marido part en mujer y creació ent os pareja
human n y Adá Creado con las e, el se n de ó a fing humana
entregó Adán y con exceso: que
o, la sus n r hasta piernas no Para ient el el pudies Eva ido , y el
deslum com (en que hiz íso a un Eva y baj des origen
sueño su e Señ propio e
brante pañ la éste, o nue or. Diablo, soporta o la amp de la
debilida ica la Eva. lentes pers otro presenc del for ocur hijos.
ángele pri a n y se
d con orto Los resulta onaj s ia del relator ma rido s que mit ase perdon
intrínse side do- exce- dos es capí peniten de de en se ivo gur aron
ca de la ra xia que más tulo te turno. la el enamo pad ar sus
hembra resp sile obtuvo fasc s; Adán, Pero en irre de raron re, la respect
: ons ncia con inan en fue a lo que sisti Eva de las han gra ivas
hereder able : la esta tes éste bañars todos ble con hijas her vita infideli
a de a pres estrate de , e en los Lili Luc de los eda ció dades,
esa Adá a gia la inte las talmudi th, ifer hombr do n y que
lasitud n de del indirect de resa aguas stas nad — es, de ta que el
de la Dia a, mo narr del están a hub los que m- en nacimi
ánimo pri blo conven nol ar la Geón, de me o habla bié ella ento de
de su mer era cieron ogí más donde acuer- nos abu la n la tien Caín
madre a Adá al Dia- a: viej despleg do es que nda Biblia, ten e el acabó
—nos infi n— blo de Lili a ó para en el 130 nte y ebr Prín de
dicen deli pri una th, hist el previsi año desc tambié osa cipe reconci
—, dad mer verdad la oria sumerg ble s. end n los gra de liarlos.
toda mar a que no enc que ido final: Las enci padres nde este Por lo
mujer ital criat ha arn se toda la Adán más a.1 de los za mu que
acabará de ura sufrido ació le prodiga sucum- aud Ello gigant de ndo sabem
siempre la hum modific n atri lidad bió a la aces s es que Lili . En os,
por hist ana aciones pri buy de sus tentaci vers serí puebla th, cua pasaro
conced oria. del en el mor e, y encanto ón del ione an n los y nto n en
er sus En Padr curso dial su s. La Diablo s de los mitos se a per-
favores el e—, del del rela duració —que la de la suc Ad fecta
, si se dra y tiempo: diab ción n del no leye 1. antigü ede án armoní
la ma sólo el lo con torment había nda, Lilith edad. n y a
asedia del ante punto fem nue o de conseg nos result
Desde uno Eva conyug
a una
con Par su débil enin stro Adán, y uido dice figur entonc s a , al los
reiterac aíso irre del o. padr las vencerl n a es, no otr las siglos
neces
ión y hab vers hombr Vol e varieda o, por que aria han os ley que
pacienc ría ible e era la ver com des que así de para abando en end aún les
ia. habi lealt mujer. e- ún. Lilith decirlo, este orilla
r el nado la el as quedab
Menos do ad Sobre mos Lilit ofreció de adu inces tierra: dec afi an por
machist una se esa a h, a su hombre lteri to de mortal urs r- vivir.
Eva
a que la tent ha- experie enc sim vista y a o con es, y o ma
tradició ació bría ncia, ontr ulan su hombre —a Caín, por lo de n Al
n n deci — y dife Abel
entra arn do deseo, o tanto la que decir
paracor pri dido en os no cambia cohabit ren Seth, perece hist se del
ánica, mig por escena con adv n según ó con cia ya
deros oria con númida
que
la enia tent uno de ella ertir la él, bajo de aquél como , fes Lactan
talmúd que ar a los en la fantasía la lo la no su par aro cio —
tuvo
probo es o al ham y los los divi Cuan- es, no tos Señ razona ángele te trat casos
Sara lo
servido muj infi eran. fantas egr na, do la resistie hab or, ban, s de la defi a que nos
r de eres ern mas, égo hab tierra ron al ría per había guarda nici de ocupan
Dios de ni o, y trasgo res, ría estuvo asombr col o la perdid cumplí ón una —y lo
finales del su s, par frac consid oso ma o el an sus de rela mismo
del tod mor silfos, a asa erable descub do acceso funcio los ció puede
siglo III o ada duend exp do mente rimient la al nes, y ínc n decirse
— , de de per es y lica en po- o de la pac cielo, donde ubo esp de su
aquella mo man demás r la la blada, lujuria, ien can pero pasaro s: ecíf contra
unión nios ente perecid aparec pres sed Satán y cia dor nadie n a «D ica, parte
angélic , es a su idos enci ucci se preña- de osa nos ha engros em que femen
o- está la carne que, a de ón dedicó ron Dio ang dicho ar las oni difi ina, los
human n tierr no como ínc de a tentar abunda s. elol que legion os ere súcubo
a, que so a. tienen una ubo Adá a los nteme Pue ogí hubiese es del imp de s— la
no met Dot otro proces s y n y egrégor nte a de a dejado Pro- údi la víctima
estaba ido ado remedi ión de súc Eva es (o sus res con de ser tervo, cos pos es
previst s a s, o que sombr ubo , y ángeles hermo ulta tem un una y e- totalme
a en la la sin perman as, s hub de la sas r por ángel; vez lasc sión nte
Creaci mu em ecer acomp sin o de guarda) pro- extr áne como que ivo dia inocent
ón, erte bar indefin añan a ma esp hacién - tegidas aña a a tal, éste les s bóli e de
surgió per go, ida- sus ncil erar doles . Esto esta la podía hubo que ca, haber
la raza o de mente herma lar vari ver la habría rela patr poners hecho tie- o sido
de los pos alm en la nastros la as belleza aconte ció ísti- e en la nen del elegida
íncubo een a ambigü desde hon gen de las cido n ca contac - zancad con co como
s y los tam inm edad el ra erac hijas hasta entr no to con illa cúb mer com-
súcubo bié orta del comien de ion de los el e el enc ellos con la ito cio pañera
s, cuya n el l, limbo, zo de nue es hombr Diluvi Dia ontr allí apasio con sex erótica
carnad don una desde la stro par es, y el o, y se blo aba donde nada las ual del
ura de vez donde especie s a placer da y fro los colabo cas del Diablo
admitir la se . pro cu que como los nter hubier ración ada Dia ; en
ía met El
manifie Otras gen mpl podría una de egr as a. El de las s y blo mucho
todos am inces stan en fuentes itor ir n las égo par encuen mujere solt con s de
los orf to formas de la es. de obtener causas res, a su tro, por s. eras sus ellos
entre
estados osis herm esporá misma El alg de sus del pud libr lo », ado no
interm ; no anast dicas y época Dia una cuerpo mismo iera e tanto, De dan rad descub
edios tien ros ele-— nos blo, ma s. Los , ya dec esp debió Plancy do ores re sino
es
de la en meno mental brinda por ner egrégo que irse ecul produc —en su por o tardía
materi acc s es. n la exp a res, esta a ació irse en Diccion sen có mente
grave Ellos
a: ni eso para maravi resa con inocent corrup esp n. la ario tad mpl la
del al los serían llosa dec sus es ción de ald El tierra, infernal o ices natural
todo ciel antig por lo leyend isió pla hasta Sus as Dia donde — da la que . En eza del
uos:
hombr o ni Abra tanto a de n nes. entonc proyec del blo, los siguien se los seduct
or, y sue s y en un santo un esp no la ción en inte n El en el que de mostra
no en ño súc profun Tomás con año poseyó sí nsi los Diablo que se esta la do tan
todos que ubo do so - quien, si- l hasta misma dad mot hace le ban natu pródigo
—hay la s por a como der Del que : como de ivo el ordena solo rale y
que razó han quien se ha abl Río ésta no es un pla s amor ba ir al s, za. excelen
decirlo n actu compar visto, e nos se amante cer que bosque, se Al te
— se no ado tiese el consid por han encont excepc que tien con al día des- regr como
arrepie acie a lecho eraba cen deja raba ional, alca e una siguien cub esar en
nte de rta a plen de la la taje do respet su n- para mujer te, rió a su aquella
haber defi a desead volupt de testi a- desapa zar obr (s. XV) donde ante casa oca-
gozado nir luz, a, y uosida su mo- blemen rición a ar Willia ella , sión.
lo com aun más de d del goz nios te deja a con de m —a : por Horas
suyo. o que una Diablo o de casada la él. este la Jea la despué
Lo más del rara historia como con la (aunqu En mo Ingla- sazón n noc s, no
habitua tod vez nos un los larg e es alg do. terra, imposi rec he, obstant
l es que o adm narra aspect hu a dable una En por bilitado ono Jean e, fue
el real iten los o ma paci supo- s ejempl de ció cont presa
íncubo es ser celos y secund nos enci ner las víctim oca o, se reapare a ó a de unas
sea una ni vist furores ario de con a licenci a en sio cuenta cer en Wi- su violent
visita defi os que su sist del as que perma nes, desde público llia mej as
noctur niti por han maldad e en Dia se nente sin el siglo por m, or fiebres,
na, o va- otra despert — no em blo: permiti ansieda em XV la ciertas y ami y de
todo lo me pers ado en se puj en ría d y bar desdic deudas los ga una
más un nte ona las sabe arlo oca durante nostalg go, hada de ama las notable
acomp ima que parejas que el s a sion su ia, y en su histori juego ntes deli inflama
añante gin no las Turba la es cortejo dispo- pas a de — la pas cias ción de
sigilos ario sea evident dor inf lleg ). Por sición o es Jean ' esperar aro del sus
o de las s. su es sea i- ó a lo por lo dev Wigs. ía de n enc partes
duer- En eleg marcas capaz deli cort general tanto asta Separa incógni una uent sexua-
mevela mu ida: de sus de dad ejar , el de dor da de to. extr ro y les, lo
s, esos cha para excesos desflor . dur erotism entreg co su Asistió aor- le que en
estados s evit de ar a Tan ante o del arse a mo amante, Jean a din aseg princip
interme oca arse pasión. una to año Diablo los un de la cita, aria uró io
dios sio- com Sin virgen, Fier s a con los mayor hur nombre y tard que atribuy
entre nes, plic embarg y en la re alg mortal es acá Willia encontr e en jam ó a los
sin a- o —y opinió de una es no exceso n, m, Jean óse a la ás agitado
em cion esto n de la l'A ado parece s, a la aun tuvo un un um Wil s
bar es, iría en mayorí ncr lesc perseg búsque que sueño emboz bría lia transpo
go, suel apoyo a de e ente uir otro da de se que ado tran m rtes de
la los en de las los co , fin que reen- nos juzgó que, al quil se ese día.
vigilia ínc sum opinio demon mo per el de la contrar esc premon cercior ida habí Su
y el ubo ir nes de ólogos, el o corrup la apa itorio, arse de d a salud
continu ante ver n prolon y ama ca en la da. épo El ción. provoc del mae reali-
ó s acid expiró: gada pas nte, que ca hec Los ar pue stra zarla.
empeor del ad la rela- aba un desapar La alu ho demon polucio blo, de Media
ando fog de tradició ción a íncu eció. inocent den ocu ólogos, nes con
de oso aqu n con un trav bo Incons e con rrió cautos, noctur los
momen enc el insiste íncubo, és que olable soñador ese en tienden nas a no
to en uent últi que lo a de la por la a Juana artif el a los mbr
momen ro, a mo hizo mediad las amó pérdida d'Abadi icio pue atribuir hombr es
to, resu extr entre os del par fog del e a blo la es), más
hasta ltas em convul- 1500. ede osa amado, las de proeza habida trist
que de o, siones, Francis s y Magdal Se rel Sib a un cuenta es y
una las lo y que co de que fiel ena asegur a- our dignat sobre las
noche heri que su sexo Torreb se men confesó a que cio e, ario todo de
se le das des se lanca abrí te su Juana nes en menos del más
apareci reci gra había refiere an des prodi- d'Abad sex la encum pobre inc
ó el bida ciad convert que dela de giosa ie uale Gas brado fruto onv
Diablo, s ame ido en Magda nte su historia descon s) cuñ (Arimó que enie
confesá dur nte una lena de adol con ocía a cua a, y n, para produj ncia
ndole ante par llaga. fue ella esce todos los ndo es amos; o el s.
haber una a Como tomada ». ncia los hombr fue sabi Prusia asalto: Lo
sido él riña ella ejemplo por Est hast detalles es (las sed do o un cier
su tabe resu contrari beata os a , y tradici uci que Barbat idiota to
brioso rnar o, mila- pro po- solicitó ones da los os, en raquíti — la docena
ltó astu de citas
acompa ia. cier podría grosa digi co ser de la por cam otras co de lo
ñante La citarse durant os des admitid Sat pesi versio- pelo que cia bucólic
to. infe as la
del dese Tre la e los pué a en án, nos nes: rojizo se
bosque: sper historia mucho con s de régime al de demoni que afir rnal precedi
s , eron,
para ada jorn de s años, seg que n me la os de vivió ma
conven jo- Magdal ya que uía la penite dio zon segund pocos — cual durante
ada qui las
cerla, ven s ena de era en aba ncial: día a no a años, es
le rog la Cruz, capaz real des cosa del se categor aunque que era cuales
más hay el
inform ó a tard célebre de ida a curiosa do cara ía, en los la
ó que su abades tener, a d hub , la min cter todo suficie sed a Diablo
e de sido tuvo
Wil- ami la a de un volunt Ma iese Inquisi go izan caso, ntes ucci
liam, ga conven ad, gda cum ción le 13 por especial como ón la buen
con jera cuidad
por se firm to de «rosas lena plid hizo de la izados para de
otra info Córdob en por o gracia sept sobr en la cargar Jua rquí o de
ació a celebra
parte, rma n de a, inviern inte los de la iem ieda corrupc con na
había se quien o como rme 42 vida, y bre d de ión de todas fue del r las
la enc virtu-
muerto de noti tuvo nieve dio año admitió de su las las una
una la una en de s, su 160 ima mujere des- obr arga des de
cia do la
semana Jea feliz y agosto, su épo deman 9. gina s y en gracias a
de mucha
cha y conf - le: la conver fue reite- las me sud mercio fantasí pro ora ediría
hasta iand dam ingenui sión). Ces en radas represa nte este sexual a de pie de conjet
de o en ente dad — En lo aro van jaquec lias cier del con las sus dad esto urar
colabor que de o el que n o as, inferna tas Bra mujere víctim es s que
ar en la su desmed todos los que hasta les acta sil, s. La as con de don fue
sus pert feli ido los mil Jua que la pudo s, Cla prin- unos la es, este
obras. urba gres orgullo testim agr na falta de más, en ude cipal res y triste
Tan - a — del onios os insi las en el las Lév virtud pira pue bicho
comedi esta sacerdo están (o s- reglas ánimo que i- de que ció de el
do fue ría te le confor los tier le del se Stra se n sos desabri
— tom habría mes, es hec a en advirti pueblo con uss adorna atribut serí pec do
peque- and hecho en que hos seg ó que , que la fir- des es la de os que an hars amante
ños o concebi la fav uir estaba ansied ma cub que su está las e de
milagro por r una última ora- dur embara ad su rió pene es lejos enc con Juana
s y dem insensa visita bles mie zada. vindi- vir la bífido, de arg ver d'Abad
devocio onía ta coincid que ndo En dos cativa. gini pres por lo poseer ada osi ie. Ello
nes que ca esperan ió con era al ocasio Hasta dad en- que : s mili explica
sería algu za: que la n me nes, aquí lo dur cia promet trepad de tud ría su
fati- na el cópula: tom dio durant que se ant rec e or, de tran que virgi-
goso fuen visitant satisfec ado día, e su sabe e la urre placere mezqu spo sólo nidad,
enumer te e de hos sus s hor preñez, de ges nte s que ino rtar exis y más
ar— ben Juana propósi co a en escapó Juana: taci de no tamañ la tan de un
que el éfic fuese tos, el mo que por murió ón. la tienen o, el ins en corolar
propio a y en seducto tale se muy de zari compet pequeñ uls la io
confeso hast verdad r no s: habí poco a maner Des güe encia. o a im inquiet
r de a el reapare una an la a mo ya, En monstr des a- ante si
Juana reve Diablo; ció. lluv pro lapidac oscura nta un verdad uo usa car gin no
dudó lado que ia duci ión, y , poco ndo ani se en ga ació desagr
de su ra Dios Abraz opo do si ésta antes el mal aprove realida a su n adable
carácte (otr hubiese o rtun toda no que su ejér ejo cha d su dest de para la
r: os elegido amoro a, el s llegó a hijo; cito en sólo de arbola - ino. los mayorí
admitir pref a so hall las realizar se de sí las dura Na indí a.
ía iere Juana, entre azg visit se asegur mit real durmie bífida die gen
después n a él, a el o as; luego a que os , al ntes, y en las ha as. «Los
que la una Siboure de sólo del en la de que es el fosas vist Per íncubo
Diablo un
alentó a va- , como y una sac parto parroq los la sueño nasales o o si s —nos
no rian interme cab ó de de su uia de indi fáb lo que de la una no inform
bruja allo
interru te diarios aqu engend Sibour os ula le mujer zari es a Paul
mpir más de per ello ro fue e se bor atri permite dormi güe así, Reader,
las com aquella did s porque guarda oro, buy presen- da; ya nad en
entrevis pad inveros o), sue el n en e tarse a descon por a Magia
tas, ecib ímil y ños temor a celosa- el co la ocidas tad imp negra y
hechice e de logí s las capaci que sum ar. «En nombr ates s mentes u Co que esta
ría— los a demoni dad de los ació todos e de tigu que más científi mo no especul
son ho imit as no produc áng n los íncubo ado corr amplia co si dat la ación
consider mbr a a existirí ir su eles sex lugares s, han por ob s que los o fec es
ados es la an sino propio caí ual —dice molest tant o- han hubo. curi ha, interes
como para reli como semen: dos entr concret ado as raro existid Antes oso del ante
ángeles lueg gión receptá el «co e a-.ment fre- per n o; To - de , naci reseñar
desgarr o , y culo o padre hab hu e cuente son en más de abando cab mie un
ados tran da u- de la itar ma Agustín mente alid su Aquin nar e nto baratill
por la sfor de Iglesia on nos , en La a ade obr o, su este agr del o de
lujuria, mar la se con y ciudad mujere s a la discípu escolio e- Ant datos
convert se muj permit las de de Dios s, imp exis lo , vale gar icri que en
idos en en er e por hija mo — se desean ort ten predile la pena que sto: otro
demoni íncu una tensilio lo s de nios ha do y ant cia cto record el oc sitio
os, que bos ima de sus menos los : creído obte- es, de (1225- ar pro u- no
buscan y gen macho el ho Gr (y esta niendo que los 1274), nueva pio rrir tendría
placer llev secu s. benefic mbr e- creenci de serí ín- con mente Rea á en n
con las arla ndar Otras io de la es». gori a ha ellas a cub segurid la der Esp lugar.
mujere a ia o voces, duda, La o, sido el- des os: ad el extend nos aña San
s las en sin al patr Isid confir coito. ver Al - máxim ida tran con Justino
cuando muj todo embarg recor- ísti oro mada Hay gon o saga smi cret , que
ellas eres caso o -y darnos ca, y por. el incluso zad doctor del te ame murió
duer- , com entre que los en Orí testimo demoni o de la Anticri una nte en el
men o eng ple ellas la engend gen gen nio os, no Iglesia; sto, anti en martiri
sueñan en- men de san ramien eral es, directo llamad cre bert Duns cuya gua alg o hacia
. Y los dra taria Agustí tos , ha entr o os erl o Scoto, justific trad ún el año
súcubo ndo del n, en mitol tom e indirec drusos o.» Ma el sutil ación ició siti 165, es
s son así hom La ógicos ado los to de o elfos Pue gno monje radica n o el
demo- alg bre: ciudad no mu prin person por los den (11 inglés en la pop de primer
nios ún si de Dios difiere y ci- as galos, cita 93- defens existen ular las o en
femeni mo hay — dan n en pale totalm que rse 128 or del cia de seg oril aportar
nos nstr que total esencia seri s, ente regular tod 0), realism los ún las nos
que se uo cree autono lmente o el no dignas mente aví el o en íncubo la del una
esfuerz infe r a mía a del tem deja de fe), se a Do filosofí s, ya cua Taj decidid
an, por rnal Rea los oscuro a, n que abando otra ctor a que l o. a
todos .» der, súcubo pasaje dan dud silfos y nan a s Uni (1266- uno de está formul
los Una tam s, al de las do as faunos, semeja má ver 1308); ellos lo pre Ant ación
medios vez bién recono Escritu por sob a los ntes xim sali Roger engend vist es moral
, en más en cer a ras seg re que se práctic as s, y Bacon rará en o el de sobre
recoger , la los los donde ura el da en as: el aut una (1214- vientre lug pro las re -
la dem infi íncubos se la part general hecho orid de 1294), de ar, seg lacione
simient ono erno la afirma con icul el ha sido ade las espírit mujer. ya uir s de las
mujere o de de su y de stad como Diablo en tes . puede ba pos cesos
s con su grey conseja esto o la fecund este juri Miguel ser el ee inquisit
los tie que se s: De s enci mayor ar a últi stas Psellos más fran vid oriales:
ángeles mpo los Plancy no ma parte una mo com es el inca- cés a en
caídos: ta , cortase nos mbr o de las mujer cas o primer paz y — no ningun
«Los m- afir n o los inform es deb relacio o ser o, Joh o, en el menos que pue o de
ángeles bié mab llevase a que, es ajo. nadas fecund gest ann siglo apto un de ellos,
—dejó n el a — n en el lati Det con ado ar y Kle XI, que para la indi dár asevera
escrito ase circ cubiert XVIII na, rás nuestro por un pari in, niega procre vid sela ba con
en su sina o os. españo co de person hombr r? prof rotund ación. uo a justeza,
Apologí to, 124 Quinie l, las mo esta aje, no e y, Gra esor amente » de otro pudo
a de la la 0— ntos mujere me s tiene n de la Nicolá una ser, probar
religión gue que años s de dite rela una part der concep s esp de se que
cristiana rra los des- pueblo rrá- cio res- e de ech ción Remy ecie nin una
— se y íncu pués de se nea nes puesta los o demoní y no gun bruja
aparea- tod bos las persig fue sex contun de de aca en Johann pue a hubies
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con las los part pacion hasta más s Aparte nól uni de mu- Wieriu fec ner conceb
mujere dem icul es del cuatro exte del del ogo vers jer: «Si s, entre un- a.» ido de
s, y de ás ar- piados veces ndi Mal placer s ida los los dar Co su
esas vici men o despué da ign que son d de demoni más a mo incubó,
unione os.» te Guiller s de difu o propor con Ros os destac un pru aun
s salían Poc atraí mo, los bostez sión con ciona a trari toc eyacula ados indi eba cuando
demon o dos íncubos ar, : la sus os a k n especi vid de mu-
ios. más por han «por inc esp «parten rec haci semen alistas uo sus chísim
Tales de los desbor temor ub ecie aires», ono a — en el de afir as de
demon un larg dado la a que are , se o de las cer fina escribe, tema, otra mac ellas
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intro- enio cab ión Diablo suc esc más o s del Demon tambié ecie s, n en
dujero más ello teologa les uba ond menos extr XV ibus— n . Y Re edad
n el tard s de l y se hubies re ido indeleb em I— a éste contrar es my de
mal en e las pasean e sign sie les que os, afir le falta, ios a la bie aleg hacerlo
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de los mo , por e boca». resp una io ndo real cuerpo esta do exis ron
hom- de lo europe Hay ecti tem llegue tod idad de posibil tam tenc con él.
bres, Parí que o como que vam blor a dejar os de quien idad. bié ia La
no sólo s, reco protago agrega ente osa en sus —y los proced «Es n de import
la emi men nistas r que , pre espíri- hast apar e, tanto bien que los ancia
volupt nent dab de la esta gun tus: a ea- calor sabido lo vast que en
uosida e a a supersti etimol r ta ¿puede emi mie que — que os estos
d sino sabi las ciones ogía aco que, el nen ntos nada razona no pro siglos
tuvo la incl cont — no la via vast nio en semen cua a armino el de les, buye:
temátic inab emp es identid bili as y vientre de nto ho (1542- particu que des «Digo
a de la a en orán semen ad dad prof de hombr ma mol 1621), lar en sus de que el
sexuali cier eo human necesa de und mujer es yor oga teólogo De hijo los íncubo
dad del ta de o en ria dic as (para vigoro es ció y Demoni s— giga —
Diablo med Col cantida para ha cont que sos y la n carden alitate, por ntes conclu
y su ida ón, d ni que se co ribu toda su jóvene exc fina al, en et. una que ye—
relació a quie calidad produz n- cion trayect s, itac l, la el Incubus raz apar cuando
n con esta n normal, ca la cep es a oria te- como ión teor famoso , et ón ece tiene
los s dejó sino fecund ció la rrestre, súcubo sex ía Francis Sucubu u n en comerc
mortal esp escr abunda ación n esca como , y ual de co s. Sinis- otra el io
es, ecul itas nte, entre reto tolo hemos copula más Mal Suárez trari da , y Gén carnal
puede acio algu muy demon mar gía visto, ndo abu ven (el un no esis con
nes nas consis- ios y á del sea una luego n- da «Docto paso sól , una
— sorp tente, human Tho Ant blasfe- con dan era r más en o hast mujer,
sino rend muy os, no mas icris ma mujere te sed Eximiu el por a engend
por ente calient podem Mal to. parodia s es uct s», recono que los ra el
medirs los s e, rico os ven Par de la ardient el ora, 1548- cimien des pers feto de
e no de prec en olvidar da a del es y de sem e 1617) to de la cuel on su
sólo cien i- espíritu sin (15 Mal Unigén parecid en hiz y, autosu len ajes propio
por los tífic sion s y embar 66- ven ito, a cons- y o sobre ficienc en hist semen.
ilustres os es: libre de go a 162 da, titució ma fort todo, ia el óric » El
nombre abs «Lo serosid pensad 8), dich n, yor una en sexual mal os resulta
s de olut que ad.» ores con o como es . La Ludovi del — cuy do de
teólo- ame los En la tan side per- íncubo las enc co Diablo son a esta
gos, nte íncu acera eminen rad son desde , pos ontr María , sie pate unión
filósof laic bos de tes o aje la procur ibil am Sinistr partien m- rnid —se-
os y os, intr enfrent como co deb concep ando i- os ari do de pre ad gún el
hasta com odu e de santo mo erá ción), que el dad rep (1622- la exc se
santos o el cen estos Tomás imp forz por lo hombr es etid 1701), argume epci le
que se céle en juicios de or- osa que da e y de a uno de ntación ona atri-
llevan bre la os Aquin tant men por la.muj fec con los
mencio méd matr razona o, o su e te sentad er und lige pedago
nados ico iz dores maestr teól ser o que tengan aci ras gos
-a los espa de que, o ogo eng el un ón» vari más
que su ñol las por Albert , en- Diablo orgas . A acio relevan
discipl Fra muj causas o sob dra posee mo des nes, tes del
ina, ncis eres teológi Magno re do estos más pec en XVII,
hay co — cas o , cuyas tod por atribut intenso ho el quien
que Val nos científi teorías o un os, «to- que el de jesu se
recono esio info cas, sobre por de mando normal la ita extiend
cer, , rma niegan la sus mo el , pues fals Bel e sobre
pedagogo italiano — sería un híbrido de entre los siglos XV al XVII «sino que exigían favores extraordi narios e
ángel y humano, que no acabaría de tener incitaron también a prácticas homose - interminables, sino que las joyas o la
las características de uno ni de otro, xuales e incestuosas, a la prostitución y moneda con que los pagaban no
«como es el caso de las muías, más perfec - a todas las formas imaginables de tardaban en convertirse en carbón.
tas que el asno pero más imperfectas que excesos, en tanto que también tenían en Sobre el voyeurismo y el exhibicionismo
las yeguas»: siguiendo el símil equino, su lista de crímenes el rapto, la del Diablo, se tratará en las páginas
Sinistrari concluye que dichos híbridos violación y, el peor de todos, la dedicadas al sabbath (de esta primera
serían incapaces de engendrar, «y, en seducción y el abuso sexual de parte); por lo que respecta a las otras dos
efecto, nada hemos leído de gigantes en - menores». imputaciones que se le hacen — paidofilia
gendrados por otros gigantes». y homosexualidad— poco es lo que puede
En lo que respecta a las relaciones del agregarse. En los anales de la Inquisición El Diablo, en forma de dragón alado, acosa a
Por encima de estas polémicas intrinca - Diablo con la prostitución, puede hay numerosos ejemplos de niños conde - un ser humano
das sobre los límites de los poderes del decirse que son tan antiguas o más que nados a la hoguera por haber consentido
Diablo en lo relacionado con la sexuali - el oficio más viejo del mundo, ya que ser pacientes de la lubricidad del Diablo. Compendium maleficarum , la madre no
dad, hay un punto por lo menos en el que comenzaron teniendo un carácter A pesar de que eminentes demonólogos pudo hacer otra cosa que permanecer
teólogos y demonólogos se muestran uná - sagrado en los pri mitivos cultos como Bodin o el fanático especialista De como espectadora de la escena, y fue
nimes: el objetivo central que el Astuto mesopotámicos y cretomi cénicos, en l'Ancre aseveran que los demonios no violada a su vez a continuación de su
persigue en estos menesteres, como en los que la ofrenda no debe entenderse tentaban a niños de menos de siete años hija. Para la homosexualidad del
cualquier otro campo en que se manifies - como un pago sino como la por considerarlos carentes de razón auto- Diablo hay que re mitirse
te, es la condenación de las almas. De allí consumación del sacrificio. Más suficiente y, por tanto, sin interés para sus obligadamente a la sodomía bíbli ca, de
que, aparte de la cópula, los demonios adelante sí encontramos ejemplos de las fines, Koning cuenta que entre las vícti - la cual los rabinos han extraído
buscaron también toda otra forma de activida des del Tentador en este mas de los tribunales eclesiásticos hubo numerosas leyendas, cuyo príncipe es
promiscuidad sexual con los mortales, negocio, como en la sorprendente muchas de más tierna edad. Pocos casos el demonio Belial (ver la tercera parte:
con preferencia por aquellas más conde - historia de un rufián de Bolonia, que en nos han llegado con la suficiente docu - Antología infernal ). Una tradición
nables para los criterios de la Iglesia. 1468 fue acusado —y condenado a mentación como para individualizarlos: toscana quiere también convencernos
«Entre tales prácticas —informa Frederik muerte por ello— de dirigir un burdel Remy narra el de Catharine Latomia, de de la exis tencia de aquelarres
Koning— estaba el adoptar la forma de cuyas pupilas eran súcubos: la parte la región de Marches, quien habría sido exclusivamente ho mosexuales, en los
un animal, de suerte que la cópula con prodigiosa de la leyenda narra que, ni violada en dos oportunidades por un ín - que íncubos y súcu bos se entregan a
ellos hacía al hombre y a la mujer culpa - bien pronunciada la sentencia, tanto el cubo —cuando aún no tenía edad para mortales de su propio sexo. En tiempos
bles también del pecado de bestialismo. prostíbulo como las alegres hijas de ello, y lo ignoraba todo sobre las relacio - más recientes, que se se pa, un solo juez
O inducían a sus amantes a la fellatio o al Satán se volatilizaron, y en el lugar nes sexuales—, y que este comercio casi la manifestó conocimiento de estas
cunnilingus con ellos y esto, sobre todo, en donde había funcionado la casa sólo mató a causa de la intensidad de las prácticas: Benedicto Carpzov (1595-
los días santos.» El mismo autor, nos da quedó el solar baldío. Las madamas de heridas recibidas; Guazzo, por su parte, 1666), profesor de derecho en la
noticia a continuación de que los demo - la época, por su parte, aconsejaban a recoge la historia de Dominique Falvet, universidad de Leipzig y miembro del
nios «tenían aún mucho más sobre sus sus protegidas que se abstuvieran de de once años, abordada por un íncubo tribunal supremo de esta ciudad,
conciencias», ya que no sólo exageraron establecer comercio con los íncubos, ya cuando se encontraba juntando rosas en conoci do también como «el legislador
en la práctica del bestialismo, en especial que solían ser mal agrade cidos: no sólo compañía de su madre: según el autor del de Sajonia». Autor de las «36
decisiones» sobre las que se basaría más extraña que haya extendido su celo a HÁBITOS Y COSTUMBRES
tarde la férrea represión moralista del las perversiones infernales. Para mayor
elector Augusto el Fuerte, pasó a la historia gloria de su nombre, podemos acabar
como uno de los puritanos más severos de diciendo que inventó diecisiete nuevas
su tiempo: fue uno de los primeros clases de tortura para ser aplicada a los
cazadores profesionales de homosexuales, sospechosos de hechicería, y que se
adúlteros y otros transgresores del jactaba de haber leído la Biblia completa
sacramento del matrimonio, por lo que no en cincuenta y tres oportunidades.

Una larga tradición —nacida entre los -terísticas que lo definen, más tarde o
sumerios, robustecida en Egipto e Israel, más temprano se le pesca en falta y se le
codificada en la edad media, diversificada desenmascara. Los demonólogos
por las pacíficas invasiones transeuropeas aseguran que nada en el mundo enfurece
(bogomilos en Albania, Bulgaria, Grecia y tanto al Diablo como el ser descubierto
sur de Italia; cataros en los Países en su superchería, porque le recuerda su
Catalanes y en el Languedoc; zíngaros en el imperfección esencial, su naturaleza de
cuadrilátero de Bohemia), sincretizada en la caricatura de Dios. No obstante —y
España musulmana, renacida en las juderías acaso porque le hiere en punto tan
de Praga del XV al XVII, vuelta literatura esencial— toda su furia es vana en estos
en el asombroso Siglo de las Luces— casos, ya que al ser puesto en evidencia
otorga al Diablo características de la más pierde todo su poder. Humillado, lía sus
diversa índole, que lo distinguen con petates y desaparece de .la circulación;
meridiana claridad de los mortales. Tanto si vuelve a las sombras, para urdir en otro
ellas son físicas, como si se refieren a sus tiempo y lugar una nueva edición de su
preferencias gastronómicas o artísticas, a sus obra infinita: la imitación del hombre,
hábitos o a sus limitaciones, en cualquier que le permitirá alguna vez establecerse
caso y en todos los tiempos las ha unido —definitivamente inadvertido— en toda
un denominador común: el reconocimiento la superficie de la Tierra.
de la especificidad del Diablo. Esta
afirmación tiene, por lo demás, un doble Se han mencionado antes (El aspecto físico)
corolario: si, por un lado, significa un algunas de las formas más groseras de esa
aterrorizado y encubierto homenaje, por el carencia, como la inevitable cojera, los
otro supone la garantía y el alivio de que ojos saltones o el pene desmesurado. Pero
siempre puede ser reconocido. En la medida limitarse a uno cualquiera de estos ras-
en que el Astuto no puede eludir estas carac gos, equivaldría a colgar el sambenito
satánico a cuanto cojo, hipertenso o geni- estratagemas. Caso se cuenta de un Bodin, sin embargo, por sobre todas las condena, o si verdaderamente el coito
talmente dotado anda por el vasto mun - demonio madrileño, de fines del cosas el Diablo tiene horror a la sal. humano —al que se adaptan— carece
do. Los demonólogos, sistematizadores XIX y monedero falso, que no supo Henri Boguet, que es de la misma opinión para ellos de toda posible comparación
prolijos como son, aconsejan acumular no contentarse con el éxito que en la apostilla —en Discurso de los bru jos— que con el propio). Para los
menos de siete pruebas de diversa índole plaza tenían sus imposturas: para esto es debido a que la sal se opone a la contemporáneos de la patrística —por
que coincidan en una sola persona, antes superarse a sí mismo puso en corrupción, y preserva de ella a los un sistema de homo logaciones que
de entrar en sospechas sobre su circulación billetes de diez mil alimentos. preside todo su pensa miento— la idea
identi dad. Nuestro citado Wierius —en pesetas, con el resultado que es de Giovanni Papini, por su parte, citando del coito, como debía ser en los
De la impostura y engaños de los demonios — imagi nar. Excelente músico, según las fuentes trovadorescas medievales, nos di - mortales, iba apareada a la de la
es también de este parecer, y aporta varias leyendas jasídicas, descuella en este ce que el Diablo es buen conversador, que concepción. Nada más natural, por
de las más famosas y sutiles arte más que en ninguno, y prefiere por sabe escuchar, y suele ser gentil y hasta tanto, que adjudicar potestades
características dis tintivas del personaje. sobre todos los instrumentos el violín. galante en sus réplicas. Fascinado por el generatrices a estas parejas tenebrosas.
Los demonios, por ejemplo, no saben Gastronómica mente se inclina por los modelo del hombre, pero teniendo sobre Gregorio y los suyos aceptan de buen
andar hacia atrás, pero habría que forzar platos fuertemen te condimentados, y él la ventaja de la eternidad, parece lógico grado la incesante multiplicación del
mucho el ingenio para encontrar padece una especial debilidad por la que al Tentado le encante el arte de la Diablo: san Macario (300-392) afirma
situaciones en la vida cotidiana en las que mostaza. Su plato favori to son sin conversación: gran especulativo, debe que son tan numerosos como la abejas;
una persona se vea precisada a hacerlo. embargo las moscas, que devo ra sentir en ella el reflejo de sus propias
Una de cada tres veces, parpa dean de insaciablemente, y a esta particulari - meditaciones; girando perpetuamente
abajo hacia arriba, pero lo hacen a tal dad puede deberse uno de sus en el vacío de las formas, sin encontrar
velocidad que hasta el más avisado hábitos más insociables: es una respuesta, pero a las puertas del
podría tomarlo por un inocente tic; no francamente reacio a comer en cielo.
saben sonarse las narices, pero como tam - público. Según Guazzo, Plinio el Viejo
poco se resfrían resulta complicado obli - y Apuleyo sabían ya en su tiempo las Hacia el año 370, Gregorio Nacianceno,
garles a estornudar; nunca duermen, pe - cosas por las que el Diablo siente recogiendo reflexiones talmúdicas, se
ro, magníficos histriones como son, pue - verdadera aversión, y éstas pueden ocupó con detenimiento de la conducta
den fingir perfectamente el aspecto y has - usarse tanto para descubrir su falsa familiar de los demonios. Al decir del
ta la respiración de una persona dormida. encarnadura como para ahuyentar su patriarca copto, una característica de los
Según el Talmud, un detalle caracteroló- presencia. Nues tro autor enumera matrimonios infernales es la fidelidad:
gico que los pierde es la impaciencia: estas materias, con propiedades de cuando, como íncubo y súcubo respecti -
tienen siete veces más prisa que el hombre detectives y de talisma nes, y da vamente, la pareja trisca con los mortales,
en realizar cualquier cosa y, aun cuando ejemplos de los tres reinos de la ello sería entendido por el otro cónyuge
son muy eficaces y descargan por sí mis - naturaleza: entre los minerales, son como un trabajo o un deber, y en modo
mos lo más pesado del trabajo, acaban el diamante, el jade, el jaspe y el coral; alguno como una infidelidad (como nada
por imponer un ritmo que agobia y desa - entre las plantas la ruda, la verbena, el sabemos, por otra parte, de la sexualidad
lienta a sus colaboradores. El exceso de ricino y la centaurea; entre los de los demonios entre sí, se nos escapa Retrato de Juan W ier, o W ierius
ambición es otro de los fallos que suele animales, la piel del lobo y la hasta qué punto esto es una convención
desmoronar algunas de sus más lúcidas menstruación de la mujer. Para Jean moral impuesta por la sumisión a su san Anastasio (559-599), de Antioquía,
enseña que el espacio está repleto de infernales, cada uno de los cuales
ellos. A tenor de esto, y aunque comandaría 666 legiones de 6666
juzgásemos lo más cercana posible la demonios cada una. Lo cual nos da la
rebelión de Lucifer, los infiernos deberían bonita suma de algo más de 293
tener ahora una superpoblación millones de demonios, pero tiene el
abrumadora: piénsese no sólo en el defecto de no especificar si todos los
hecho de que la caída es anterior al legionarios —o qué proporción de ellos
Paraíso —vale decir, a la creación del — están casados, dato que podría elevar
hombre— sino en el detalle de que los considerablemente esta cifra. La patria del Diablo —o, por lo menos, su nosotros.» Esta perpleja variedad es
demonios son ángeles, y por tanto inmor- Tertuliano (150-240), en su domicilio habitual— ha dado casi tanto una constante en todos los autores que
tales. A este abuso demográfico debían Apologética, no tercia en la disputa quehacer a los pensadores de todos los se han ocupado del tema. Acaso por la
oponerse, como correspondía a su época, sobre la inmortalidad o mortalidad de tiempos como su propia personalidad. imprecisión en las definiciones que
los demonólogos renacentistas, con el los demonios, ni sobre su capacidad Hasta ese coleccionista empecinado de la aluden a su antónimo —el cielo—, el
sensato argumento de que precisamente generatriz o su número, pero sugiere demonología que fue Collin de Plancy pensamiento analógico tropieza con
su inmortalidad hacía superflua la capa- una variable al menos inquietante: vacila y conjetura cuando se trata de dificultades para enfrentarse a la idea
cidad reproductiva. Para abundar en da- cuando escribe que «pueden estar en precisar la morada de los demonios. «La del infierno. En los abismos o en la
tos, por el contrario, nos legaron unos todos lados a un tiempo, porque dan opinión común —nos dice en su Dicciona- atmósfera, en el sol o en la luna, una
censos cuya verosimilitud estadística no vueltas al mundo en el instante en que rio infernal— coloca este país en el centro cosa al menos tienen en común todas las
ha sido posible establecer. Para Alfonso nosotros damos un paso», abre una vía de nuestro pequeño globo. San Atanasio, especificaciones geográficas: como la
de Spina (1430-1491), judío converso que especulativa de la que no conocemos muchos otros padres y los más famosos identidad de su señor, estos territorios
ascendió a franciscano y profesor de Sala- continuación. En efecto, si los rabinos dicen que los demonios habitan y son interminables, de contornos bo-
manca, y de allí a obispo y confesor del demonios poseen el don que la llenan el aire. San Próspero los coloca rrosos, de impreciso y alarmante perfil.
melancólico Juan II de Castilla, el núme- parapsicología define como bilocación o entre las brumas del mar. Swinden ha Acaso estas variantes, enriquecidas por
ro de los ángeles caídos era exactamente ubicuidad (la capacidad para estar en querido demostrar que tenían su morada el terror, nos ofrecen una clave que no
un tercio del de los ángeles de la luz, más de un sitio al mismo tiempo), su en el sol; otros los han puesto en la luna; conviene desechar: el infierno es ubicuo
cifrando la cantidad de éstos en unos número es imprecisable y terrible. san Patricio los ha visto en las cavernas de porque su naturaleza consiste en
cuatrocientos millones. Poco después de Habrían superado, en este caso, no Irlanda; Jeremías Eregelio conserva el acompañar la errabunda marcha de los
él, Johannes Wierius establece una cifra sólo la angustia de la muerte —que los infierno subterráneo, y pretende que es hombres; como el Diablo, está en todas
más sofisticada, basándose en las visiones distingue de los hombres— sino el más un grande agujero, de un ancho de unas partes y en ninguna: nos acompaña en
de Juan, en Patmos, y creando de paso hondo problema de la ontología: el de la dos leguas; Bartolomé Tortoletti dice el sufrimiento cotidiano, en la
elprimer intento de sistematización de identidad. que, casi en el medio del globo terrestre, indecisión de la vigilia, en el lívido
las jerarquías infernales: a las órdenes hay una profundidad horrible donde ja- horror de las pesadillas.
más penetra el sol, y que ésta es la boca
del abismo infernal. Millón, por su parte, Hacia 1660 —ciego, dos veces viudo, y
coloca los infiernos muy lejos del sol y de perseguido a causa de la restauración
de los Estuardo— John Milton comienza
del Diablo habría 66 príncipes CARACTERÍSTICAS DEL INFIERNO la redacción de The Paradise lost, que
concluirá y publicará casi una década por un negro líquido impenetrable a la na en su imitación del Creador, y testimonio de Cyrano de Bergerac (1620-1655), el
después. En esta su obra maestra, el poeta mirada en el que habita el dolor; el Cóci- inquietante de la androginia original. El insidioso autor de Voyage à la Lune. Pero el
londinense recoge y sincretiza la herencia to, en cuyas márgenes retumban conti- otro monstruo, es la más pavorosa imagen escritor y espadachín francés utiliza la
cultural de la humanidad sobre el infierno, nuamente los lamentos; el Felegetón, que se nos haya dado de la disolución morada del Diablo para tomarse en solfa
desde el egipcio Libro de los muertos o la atormentado y revoltoso, salpicador de formal: carece de color, de límites precisos, a los personajes históricos que en ella
mitología helénica y romana, hasta la ira y de deseos, tributario incesante de la se agita de continuo, y sólo un dardo habitarían; no nos la describe, y sólo nos
cosmogonía del Dante y los ardores de insatisfacción; el apacible Leteo, cuyas estremecido y una corona luminosa hace saber que es «bien diferente de lo
Torcuato Tasso. Su originalidad, que es aguas casi no se mueven, padre de la permiten sospechar qué es. Su nombre es que tenemos por aquí, y de lo que nos
grande, consiste sobre todo en acercar la tristeza y la melancolía. En las orillas de Muerte, y ha nacido de la incestuosa habían contado». No debían pasarlo mal,
patria del Diablo a la especulación post- este majestuoso patriarca acuático, es fornicación de Satán con su criatura. En el sin embargo, ya que durante la visita de
renacentista: a diferencia de la grandiosidad donde precisamente moran los hombres centro de esta ciudadela, el más hermoso Cyrano los inquilinos se ocupaban en
escenográfica y multifacética de Alighieri, condenados. Allí siempre es invierno, y de los ángeles rumia desde la eternidad su presentar quejas sobre los acompañantes
en el infierno miltoniano nunca pasa nada; una espantosa tormenta no cesa de caer. desconsuelo. Le está negado, sabemos, lo que les tocaran en suerte, y un diligente
lo que quema a sus habitantes es el exceso Más aún: ni bien tocan el suelo, las gotas único que podría modificar su condena: la funcionario infernal hacía lo posible por
de frío (vale decir: de inexistencia) , y el granizo se levantan, no se derriten capacidad de amar; de descender, por ese
suspendidos como están en una eternidad nunca, forman en torno de los supliciados amor, del gigantesco y poderoso trono de su
sin tiempo, que ni avanza ni retrocede, en extrañas construcciones, fantasmas de soledad y su soberbia.
un páramo inconmovible que no se hielo y humedad que los asedian con sus
modificará jamás, condenados a la metamorfosis. A la puerta de la ciudadela Acaso la versión más cáustica y desenfa-
perpetua y monótona intemperie. Con del infierno, dos ambiguos monstruos ve- dada de los infiernos es debida a la pluma
ayuda de Milton y de sus seguidores — lan perpetuamente: en su vaga perversi-
como el místico sueco Emmanuel Swe- dad, Milton sintetizó —más de doscientos
denborg, de quien tendremos ocasión de años antes que Freud— los tenebrosos
ocuparnos— podemos reconstruir la imagen instintos y los terrores básicos del incons-
del infierno que pudiera llamarse clásica ciente humano. Uno de ellos es una her-
para nuestra civilización y nuestros mosa mujer desnuda hasta la cintura,
contemporáneos. Su ubicación, digamos pero carente de sexo porque desde allí es
geográfica, está en el centro del caos una serpiente que sostiene el torso a modo
primordial, en las orillas de la noche de pedestal: con una de sus manos sujeta
informe, en el vertiginoso espacio de la la correa del insaciable Cancerbero, el
nada. Esfera de fuego frío, este planeta espantoso perro de las siete cabezas. Su
desolado cuenta con cinco grandes ríos: el nombre es Pecado, y es hija de Satanás
Estigio (la laguna Estigia de los mitos consigo mismo, primigenia labor luciferi-
griegos), execrable curso de agua consa -

grado al odio; el Aqueronte, constituido


Hekla: lo describían —y parecen lógicos más que una vez en su vida. Su
satisfacer sus demandas. Esta bonhomía no temores asociados al rigor de su clima— importancia en las sagas nórdicas, a pesar
abunda, sin embargo, en la literatura como un páramo de hielo donde los de su especializa ción, viene dada por el
demoníaca donde lo frecuente es todo lo aludes se sucedían sin pausa. Según alto valor que en estas culturas tuvo el
contrario: el infierno es, para pueblos y De Plancy, los galos imaginaban un culto del coraje, acaso la mayor de las
culturas muy disímiles, el coincidente pavoro so infierno «inaccesible a los virtudes, así como la cobardía era la más
lugar de la condenación y de la pena. En rayos del sol, infectado de insectos abyecta de las infa mias. La Naastrandia
determinados cultos brahmánicos, se le venenosos, de toda clase de reptiles y de —según el Edda— es en cambio la
conoce bajo el nombre de Antantap, y se lobos carnívoros», al que llamaban sección donde habitan eternamente los
Ifurino. Como dato curio so, puede perjuros, los asesinos y los adúlteros, y
La figura del torso de mujer apoyado en un tronco de agregarse que el Ifurino dispo nía de se la define como «un espacio vasto y
serpiente en una casa de Toulouse una zona neutra, a manera de asqueroso; la puerta vuel ta hacia el norte
limbo, envuelta en permanente está construida de cadá veres». Puede
neblina: en ella flotaban para siempre citarse todavía el Naraka de la primera interpolaciones muy posteriores a su
caracteriza por estar poblado de insec tos los imbéci les y los inútiles, que etapa del hinduismo, espe cie de escritura— proviene de la grandiosa
y de perros rabiosos; los condenados durante la vida no habían sido capaces purgatorio donde las almas esperan la tradición egipcia —cuyo Libro de los
yacen en él sobre ortigas, zarzales y espi - de hacer ni el bien ni el mal. Los reencarnación, y el melancólico Sheol muertos sigue siendo uno de los
nos siempre renovados, y son visitados a chamanes de la estepa tienen, por el del que nos da noticias el Talmud. En el mayores monu mentos de la cultura
menudo por cuervos que se ceban en sus contrario, una idea más humaniza da del Sheol, «donde los muertos permanecen humana—, y llegará al Dante a través
carnes. El Tsigofaka japonés, por su par - infierno, al que denominan Mang- Taar, en estado de sombras», las almas son de la influencia de Virgilio, a quien no
te, es mucho más benévolo, y se parece a y pueblan con ocho tribus distintas de despojadas de todo deseo, y el olvido en el en vano el florentino elegirá como su
una mezcla de nuestro Purgatorio con la habitantes. Las sagas escandinavas, que caen es tan pavoroso que hasta son guía y mentor en la Comedia . Las
teoría hinduista de la metempsicosis. Las por su parte, nos hablan de Nitbeim, exceptuadas del tormento: se consumen, corrientes gnósticas, de Ale jandría a
penas no son eternas ni los tormentos cuya creación habría precedido en fuego frío, en la progresiva pérdida de Bizancio, sincretizadas con el naciente
indiscriminados, sino que una y otros algunos in viernos a la de la Tierra. En identidad y la aniquilación. Pero cristianismo del ciclo paulino, acabarán
están acordes a la magnitud de los críme - el centro del Nitbeim —que es sólo uno ninguno de estos infiernos, ni de otros de enriquecer y universalizar esta
nes; pasado un lapso, el reo reencarna en de los abun dantes infiernos de la que podrían citarse aquí, compite en versión, cuyo fastuoso magma servi rá
un animal cuyos atributos se identifiquen mitología del norte europeo— se profundidad y magnificencia con el de base a la alta especulación de
con los vicios terrenales cometidos por el encuentra la fuente Haver gelmer, de la Tártaro, ese mundo tenebroso que el Alighieri. Se analizará
pecador (zorro para los taimados, urraca cual manan los ríos de la agonía, de la rapsoda ubicó tan lejos de la tierra como cronológicamente tal proceso en la
para los avaros, serpiente para los perver - tristeza, de la muerte, de la tempestad ésta está del cielo. La concepción homéri - segunda parte de este libro (De la
sos, y así sucesivamente) y puede hacer en el golfo, del aullido y el rugido, del ca —aunque numerosos exégetas, desde historia del Diablo), acabando aquí estas
méritos para aspirar a una nueva carna - torbellino y del reclamo ar diente. Rohde hasta Víctor Bérard, afirman que generalidades sobre el infierno, que san
dura humana. El matemático y astrólogo Morada especializada, sólo alber ga a el canto XI de la Odisea (donde aparece la Agustín llamó inspiradamente «la
Girolamo Cardan (1501-1576), cuenta los pusilánimes y a los que, por su famosa descripción del infierno) está pla - aterradora Ciudad de la desventura».
que los antiguos islandeses pretendían naturaleza pacífica, se negaron a gado de
que el infierno estaba en su tierra, y lo partici par en combate aunque no fuera
situaban en las profundidades del monte
a un tiempo de la beatitud y el deterioro,
para hacernos más comprensible la
grandeza y más soportable la infelicidad.
No es aventurado imaginar que de estos
rigores nace el Diablo, tanto si es en
efecto una emanación de Dios, o simple
—y terriblemente— el consolador amigo
de los hombres. Los ángeles, en todo caso,
existen para convencernos de que Dios
existe; son —como la luna es al sol— el -tado, en su versión parca y gloriosa, para amor —que no han renunciado a él, sino
reflejo impersonal de su presencia: lo quienes no podríamos soportar la que han sido expulsados de él por una
manifes- Manifestación. Lucifer —ese lucero del fidelidad mal entendida—, sufren inter-
alba, esa obra maestra del Creador en el minablemente la excepcionalidad de su
LA CORTE INFERNAL que Dios concentró todas las expectativas destino; ser objeto de nuestro horror y
de su taumaturgia— es, en todo tiempo y nuestra alarma, como único pago a su
lugar, el jefe supremo de los ángeles, antes fatal apuesta, cuando entre la deidad y la
de que su caída divida para siempre el criatura eligieron el lado de los hombres.
gremio de los intermediarios. En ninguna
parte, que sepamos, se nos dice que esa Disciplina sutil donde las haya, la angelo-
caída haya arrasado ninguna de las potes- logía intenta establecer las características
tades que Satán y sus huestes adquirieron en de los mensajeros, y sus relaciones con la
el tiempo original: apartados de la gracia divinidad y con los hombres. Ya hemos
Del griego ággelos (mensajeros) nos viene la de Dios, los demonios son sin embargo tan visto que no existen diferencias de com-
palabra ángel. Sinesio de Rodas —que se ángeles como sus hermanos celestes. portamiento, aunque las haya en relación
perdió en el mar— los imaginaba como una Mensajeros de oficio y vocación, cumplen a los fines, entre los ángeles caídos y los
vasta lanzadera, ocupada en tejer y como una tropa de férrea disciplina las que permanecen en la gloria. Como lógica
destejer sin pausas los destinos del hom- órdenes del jefe. Que éste no haya consecuencia de esto, la jerarquía infernal
bre. Intermediarios, puentes, necesidades conseguido devolverlos a la gloria —o —que veremos más adelante— imitará en
si se quiere de la Creación para haber creado para ellos una equivalencia de todo el orden de los coros angélicos, sus
comunicarse con lo creado, el papel de los igual intensidad— es un problema de la potestades, y los principios de su econo-
ángeles ha sido, en todo tiempo y lugar, la estrategia y el equilibrio del infierno; como mía social y litúrgica. Por esto podemos
razón necesaria y suficiente de las teogo- tal, ni nos concierne, ni podemos siquiera hablar de los ángeles en general, en el
nías para justificarse. Entre la idealizada sospecharlo. Sí podemos, en cambio, comienzo de este capítulo, antes de entrar
suma perfección de los dioses y el cúmulo de imaginar el sufrimiento que les produce a definir las especificidades de los que nos
nuestras desdichas y falencias, toda su tarea: criaturas del interesan en particular: vale decir, los
religión o mitología precisó insertar un colaboradores del Diablo. El ocultista
acolchado, un nivel neutral que participara F. Warrain —citando a Lenain— afirma
que el número de unos y otros es equiva- llamaríamos parapsicológicos de sus sueño es un m omento de debilidad hum ana
los que dos. Lo mismo vale para los ángeles de
lente, y deja entender que podría ser hermanos, la precisión y lucidez de su dem onios aprovechan la luz, quienes tan candidamente se
similar al de los hombres: de este modo, el conocimiento era sin embargo mayor. enamo raron de las hijas de los
drama celeste se mantiene en equilibrio y al Después de la expulsión del Paraíso, esa hombres.
libre albedrío humano corresponde diferenciación no hizo otra cosa que au-
inclinarse por uno de los contendientes. mentar: Adán —y con él nosotros— per- De antiguo, las tradiciones
Durante precisos lapsos estelares, este dió la inmortalidad, pero ganó la astucia, demonológi cas presuponían la
albedrío se encuen - la lucidez, la conciencia de la individuali- existencia de un orden infernal; una
dad y la capacidad especulativa, virtudes jerarquía donde estuviese establecida la
división de poderes, las funciones y las
especialidades de los de monios. Pero
-tra sin embargo sometido a la presión de todas ellas escasamente desarrolladas hay que llegar a mediados del siglo
los ángeles. Cada uno de ellos, dice en los ángeles. Esto explicaría la XVI, para que esta sospecha se escriba
Warrain, «influye cinco días consecutivos, credulidad de los demonios, tantas veces como una sistemática que se pue de
cada año, sobre el cuerpo del hombre; un burlados en sus intentos de seducción de considerar abrumadora. Su autor es
día entero, cinco veces al año, sobre su la especie, y su tendencia a aprovechar Johannes Wierius, discípulo de
moral (conducta, psiquis-mo, los momentos en los que la lucidez Cornelio Agrippa, y nos la legó en su
comunicación, etc.); veinte minutos humana desciende —como ocurre célebre Pandemonium , extenso libro en el
consecutivos, cada día, sobre su espíritu». Si durante el sueño, el coito o la ofuscación que —en tre otras curiosidades— afirma
esto es así, parece claro el sentido que los — para perpetrar sus atenta- que Sata nás fue derrocado del trono
gnósticos daban a su angelología, y el peso infernal por Belzebuth, y está reducido
que ella aportaba a su concepción del El desde hace miles de años al papel
universo: los ángeles, benéficos y ma- político de jefe de la oposición. La
léficos, nos aíslan de la divinidad, pero organización jurídica y mi litar, las
también del insoportable resplandor del dignidades y los escalafones, las tareas
mal absoluto; para nuestra desgracia —o y hasta las prebendas tenebrosas están
para nuestro consuelo— somos su campo descritos allí con sumo detalle, y no
de batalla. dejan hueco por llenar: en sus páginas
Según las tradiciones talmúdicas, los án- nos enteramos de que el infierno es
geles, en su totalidad, nacieron el segundo una mo narquía; que el poder judicial
día de la Creación, y sus gentiles natura- es, como corresponde, independiente
lezas inspiraron a Dios la idea del hombre, del trono; que la cancillería es más
para tener en la tierra quien le alabase como importante que todos los otros
sus hijos primigenios lo hacían en los cielos. ministerios, y hasta se nos informa de
Obra diferenciada del Creador, Adán no fue la existencia de un negociado de
ni superior ni inferior a los ángeles, sino Gastos Secretos, que incluye especia -
distinto: sin los poderes que ahora listas en diversiones, juegos de azar,
prostitución, arte escénico, etc., y su una caricatura de la Creación, pueblan la superficie de la tierra; las -cendidos al aire libre. En el Edda —
lógica proyección en este mundo. En asimilán dola: volviéndose su doble. ondinas, que moran en las aguas; los compendio de las sagas mitológicas
otro lu gar de esta obra (Antología infernal) Obra maestra de la especularidad, el elfos, cuya patria es el aire. Los gnomos, escandinavas— se las cita con
se describe la catadura de tales infierno debe su existencia a la generalmente representados como enanos, frecuencia, y están emparentadas con los
personajes, siguiendo la perspectiva de Creación que ha negado: la forma no son otros que los duendes de las sagas trolls o duendes de los incendios
Wierius, de otros compiladores y de las exacta de la Ciudad de Dios, que de los bosques, extendidos a los cuentos forestales que allí aparecen. Los silfos (o
leyendas po pulares. Aquí interesa señalar imaginaba Agustín, se refleja en su infantiles de,4oda Europa: de aspecto por lo elfos), por último, son afables o maléficos,
dos aspec tos que se desprenden de este nada. general simpático, de genio vivo y según el tipo de aire que elijan para
fascinante catálogo: la homologación de zumbón, sus malicias no pasan de ser otra habitar: así, tenemos al amable céfiro o el
las obras del Diablo con las del hombre, Miguel Psellos —enSobre las acciones de cosa que travesuras para incordiar a los cosquilleante remusgo, pero por otra parte
en primer lugar; el matiz específico de los demonios — comienza por admitir la mortales; muchos de ellos viven bajo tierra, el abrasador simún o el hosco y terrible
sus tareas y su proyección a lo existencia de demonios buenos y malos, y se irritan cuando se los obliga a salir a la tifón. Finalmente, los trasgos —duendes
maravilloso, en se gundo. Como para pasar luego a clasificarlos en seis luz del sol, por lo que es común no identificados con ningún elemento en
intermediario nato, como puente natural grandes secciones. «Los primeros —nos encontrarlos en cuevas y grutas, o en lo más especial— son también demonios
entre Dios y su criatura, ya hemos visto dice— son los demonios del fuego, que umbrío del bosque. Las ondinas, por su claramente favorables a los hombres, a
que el Diablo reaparece de continuo con habitan en lejanas regiones; los parte, dieron origen al vasto mito de las cuyo servicio se ponen por un precio
una doble singularidad: en su intento de segundos son los del aire, que vuelan a sirenas, y puede seguirse su rastro hasta la realmente irrisorio: algunos, se
imitar al Creador, acaba por parecerse nuestro alrededor, y tienen el poder de sobrena-turalidad del nacimiento de conforman con ofrendar jornadas enteras
siempre a los hombres. Wierius no es una excitar las tempesta des; los terceros son Afrodita. Las salamandras —llamadas de trabajo a cambio de una copa de vino o
excepción a este principio fun damental los de la tierra, que se mezclan con los también salamanquesas— viven como se ha de un trozo de pan.
cuando organiza el infierno se gún los hombres, y se ocupan en tentarlos; los dicho en el fuego, y de preferencia en los en-
regímenes de su época, pero tam bién cuartos son los de las aguas, que
apoya el carácter sobrehumano del habitan en el mar y en los ríos, para
Tentador cuando describe la eficacia de levantar en ellos las borrascas y causar
sus métodos y la especialidad de sus los naufragios; los quintos son los
obras. Satán —en la encarnación que demonios subterráneos, que obran los
corresponda a cualquiera de estos ejem - terremotos y las erupciones de los
plos— no es» un jugador fullero, ni un volcanes, hacen hundirse los pozos y
proxeneta, ni un asesino, ni un monedero atormentan a los mineros; los sextos son
falso, sino el protofullero, el arquetipo del los demonios tene brosos, así llamados
proxeneta, el protector de los asesinos, el porque viven muy lejos del sol y jamás
ideal del monedero falso. La corte infer - se muestran en la tierra.» Más
nal se convierte así en el negativo perfecto conocida, es la que podría mos llamar
del paraíso, en la opera magna de la universal clasificación de los espíritus
abominación, por el artero procedimiento elementales según los cuatro
de no inventar literalmente nada sino de elementos: las salamandras, o
darle la vuelta a todo; de convertirse en habitantes del fuego, los gnomos, que
EL PACTO DIABÓLICO universal— es el que celebró nuestro per-
En el segundo encuentro, su providencial sonaje, bajo la forma de Mefistófeles, con
amigo le pidió por todo pago tres gotas de el enigmático doctor Johannes Fausto.
su sangre, que recogió en una cascara de Ha podido establecerse con seguridad
bellota: «Me obligo a serviros siete años que Fausto —considerado unánimemente
—le dijo entonces—, concluidos los cuales el mayor mago del renacimiento, junto a
me perteneceréis sin remedio.» Pasado sus contemporáneos Paracelso y Cornelio
ese lapso, sin embargo, el Diablo no se Agrippa von Nettesheim— nació en
presentó a reclamar el alma del joven, Knittlingen, un pequeño villorrio perte-
Cuando santo Tomás niega la posible sino que comenzó a atormentarlo para neciente al Württemberg, en 1480, y que
existencia de la lujuria del Diablo, lo hace -tas de tiempo y de servicios En que cometiera todo tipo de malas accio- murió sesenta años después, de regreso en
como un tiro por elevación que apunta en Alemania —patria de las más importantes nes, tales como incendiar su casa, intentar su pueblo natal y luego de una vida
realidad a otra cosa: todo lo que el Tentador tradiciones sobre el tema— se asevera que asesinar a sus padres y, finalmente, tratar trajinante y asombrosa. Discípulo del be-
puede desear o sentir está concentrado en el firmante de un pacto tal queda de suicidarse. Llevado contra su nedictino Johannes Tritemus (uno de los
su anhelo de perder al hombre; su lujuria, estigmatizado por la pérdida de su som- voluntad al perpetuo ejercicio del mal, magos especulativos más considerables
sus estratagemas y hasta su devoción, bra: por este detalle se reconocería a los Bubenhofen encontró fuerzas para confesar de que se tenga memoria) el joven Fausto
serían otras tantas añagazas que él no signatarios del Diablo, y por la misma a un antigua criado, experto en estas lides, asombra a su época por la vastedad de su
experimenta en realidad, pero de las que razón eludirían ellos el exponerse al sol. el origen de su extraña conducta: éste lo conocimiento y la facilidad con que lo
se vale para hacerse con las almas de los En la capilla de san Ignacio, en la parro- puso en contacto con un exorcista jesuíta, adquiere. Licenciado por la universidad
mortales. El interés de Satán por quia de Molsheim, se encuentra una lápi- quien consiguió librarlo de su tenaz de Heidelberg, pone rumbo a Praga —ca-
acrecentar la población de los infiernos no da que narra la extraña historia de Mi- acompañante luego de largos y pital mundial de la magia, por entonces—
ha sido —curiosamente— discutido o in- chael Ludwig Bubenhofen, quien habría espectaculares trabajos. Este buen final, en los primeros años del siglo XVI. Por los
terpretado por la mayor parte de los vivido allí hacia finales del XVI. En su para los especialistas, se debe a la impre- epistolarios del propio Tritemus, del ca-
demonólogos y teólogos: se da como un adolescencia, estando en viaje de estudios cisión ritual que habría tenido el pacto en el nonista Mundt y de Heinrich Urbanus
hecho cierto, y tan evidente como para no y habiendo perdido todo su patrimonio en que no se especificaba el precio exacto de —quien lo menciona como Magister
perder tiempo en la investigación de su el juego, Ludwig habría recurrido al Dia- los servicios del Sombrío, y a la probable Georgius Sabellicus Faustus Júnior— sa-
causalidad. Mucho se ha escrito, por el blo para salir del apuro. Este se le apare- voluntad de Satán de obrar en forma bemos que ya entonces la cultura filológi-
contrario, de los pactos parciales que el ció bajo la forma de un joven de su misma indirecta sobre su siervo valiéndose de él ca y filosófica de Fausto era enorme: entre
Seductor establece con los hombres (en edad, elegantemente vestido, y le propor- para realizar acciones abominables. otras cosas, afirmaba —y demostraba—
los que brinda ayudas específicas a cambio cionó una bolsa de monedas de oro para Cuando el pacto es concreto, y el Diablo conocer de memoria la obra completa de
de malas acciones que, en forma indirecta, que se resarciera de su mala suerte, pro- apunta directamente a la obtención del Hornero, Virgilio y Horacio. No es impro-
condenan a sus validos), y, sobre todo, metiendo volver a verlo al día siguiente. alma de su víctima —se nos dice—, no hay bable que en Praga, precisamente, se
del más importante de estos pactos: aquel Como es de suponer, Ludwig tornó a la exorcismo que consiga desanudarlo. haya consumado el célebre y terrible pac-
por el cual el Diablo compra literalmente el mesa de juego, recuperó todo lo perdido y El modelo arquetípico de pacto diabólico — to. Según Johan Spiess —autor de la
alma de un humano, bajo cláusulas muy no dejó de ganar en el resto de la noche. y el que ha alcanzado mayor difusión primera historia de Fausto, publicada en
concre-
Frankfurt en 1587— el de Heidelberg aspecto de un perro fiel se ocupó de que alma al Diablo, «sin reserva de ningún miento a su carácter divino que el
poseía, aparte de sus dotes humanísticas, nada distrajera a su amo de los pensa- derecho para la redención, ni futuro re - sacrifi cio comporta. Esta plataforma
poderes paranormales tales como la levi- mientos que le concernían. Finalmente curso a la misericordia divina», así que sacrificial sobre la que se asienta el
tación, el don de ubicuidad y la xenoglosia —y luego de dejar arreglados todos sus hubieran pasado veinticuatro años sola - pacto del hom bre con Dios es, como se
(don de lenguas), y relata numerosas asuntos mundanales en manos de su cria- mente. sabe, tan antigua como la humanidad, y
anécdotas de su poder de hipnosis y su- do Cristóbal Wagner, en previsión de que Con pocas variantes —Wagner no sería hasta el austero monoteísmo mosaico
gestión. Se volverá sobre éste y otros perdiera la vida en el intento— el doctor otro que Mefistófeles, entre ellas— nos está impregnado de ella: la eucaristía
aspectos del personaje (en «El apogeo del Fausto no resiste a la tentación de conocer narra Johan Nicolaus Pfitzer, un médico cristiana, por otra parte, es una versión
Diablo»), pero ahora interesa ceñirse a al Diablo, con quien es fama que se cita en de Nuremberg, su Versión del mito fáusti- sublimada y metafísica del mismo
las características de su pacto, tal como lo los bosques de Mangeall, en las afueras de co, en una obra publicada en 1674 que principio. De ahí la grosería de ciertos
relata Georg Rudolf Widman, un fanático Wittenberg. Luego de sucesivas manifes- alcanzó notable popularidad. Para enton - cultos satánicos —sobre todo con -
luterano que, en 1599, amplió y diabolizó taciones de su poder —repentina tormen- ces, el mito ha arraigado profundamente temporáneos— que confunden esta exi -
notablemente la primitiva obra de Spiess. ta eléctrica, abatimiento de árboles, ho- en Alemania, donde es principalísima gencia cualitativa del ritual, con una
Obsesionado por poseer la suma del co- rrísonos sonidos—, el Diablo hace cesar obra de repertorio de las compañías de norma según la cual el sacrificio es una
nocimiento, y desesperando de alcanzarla esta parafernalia, y se manifiesta ante el cómicos de la legua y de conjuntos de escala que culminaría naturalmente en
en el corto lapso de la vida, Fausto habría mago en el paisaje calmo y silencioso del titiriteros. Este pasaje de la literatura a la el asesi nato.
meditado largamente en la posibilidad bosque, vistiendo hábito de franciscano. representación es debido al isabelino Otra especificación a tener en cuenta
del pacto, pero pasó tiempo sin decidirse a Durante un cuarto de hora da vueltas en Christopher Marlowe, quien en 1588 es - en las evocaciones es que los demonios
emplear las fórmulas e invocaciones torno a su impetrador, y finalmente se cribió y estrenó con gran éxito su Trágica son ansiosos y voraces: no se están
para establecerlo (aunque, al decir de su dirige a él: no cambian palabra; Fausto historia del doctor Fausto.Es casi seguro que quietos durante el rato que permanecen
biógrafo, las conocía perfectamente). lee el pergamino que le extiende, se pin- en una de estas versiones de marionetas la en nues tra presencia, y hay que
Atraído por ese interés, y por la excepcional cha con la pluma que también le ofrece el leyenda haya llegado por primera vez a centralizar su dispersión ofreciéndoles
calidad del alma fáustica, Satanás se le Diablo, y firma con su sangre al pie del conocimiento de Goethe, quien comenzó cualquier cosa de la que se esté bien
acercó por vez primera bajo el aspecto de documento. Según Widman, la copia de a bosquejar su obra maestra en 1775, provisto (panes, botones, cabellos,
un perro negro que seguía al mago en este documento fue encontrada entre los dándole cima en 1832, año de su muerte. etc.). También convie ne precisar que
todos sus paseos, hasta que consiguió papeles póstumos de Fausto, y sus cláusu- Collin de Plancy —citando a Muchem- son visibles sólo para quien los invoca,
conmoverlo y meterse en su casa. Sabido las pueden resumirse aproximadamente berg, san Macario, Lactancio y otros y algunos —como los que estaban al
es que el Diablo tiene sus limitaciones, y como sigue: Mefistófeles aparecería siem- autores— asegura que para evocar al servicio del mago Lepilis— son
no puede obligar a nadie a realizar aquello pre que se lo mandase Fausto, y estaba Diablo son indispensables ciertas precau - particularmente masoquistas: se les cita
para lo cual, por naturaleza o circunstancia, obligado a realizar lo que le solicitase; ciones. En primer lugar —y al margen de con insultos y amenazas, y se los trata
no esté dispuesto de algún modo: si se sería exacto y sumiso como un criado; los conjuros y fórmulas que se recomien - duramente cuando se presentan.
hubiese aparecido directamente al tendría forma sensible para él, pero nadie dan— debe hacérsele algún sacrificio ani -
caviloso Fausto, era probable que éste se más lo vería. El sabio, por su parte, se mal ya que gusta de ser respetado como
hubiese negado a concretar el pacto. Pero el obligaba a una sola cláusula, pero ésta era una deidad. No es imprescindible, sin
Tentador es astuto y paciente, y bajo el terrible: debía entregarse en cuerpo y embargo, que se trate de un sacrificio
importante (un gato, o una gallina, suelen
bastarle), ya que lo básico es el reconoci -
Fausto pierde su alma por su devoradora de 1590, y el bueno de Gaufridi se cuerpo movimientos muy lascivos»).
sed de conocimiento, y en ese sentido es llevó un susto de muerte. Sin embargo, Los beneficios del pacto de Gaufridi
un típico héroe gnóstico, que reproduce como explicaría veinte años después en fueron abundantes, no sólo por la
elvasto mito del titán Prometeo (con una la detallada confesión que lo llevó a la cantidad y variedad de mujeres a las
variante que conviene no eludir: como hoguera, «las buenas calidades que que consiguió poner bajo su irresistible
alto exponente del renacimiento, Fausto demos tró Lucifer ni bien entramos en aliento, sino porque disfrutó durante
es un individualista, y su aventura se conversa ción» redujeron sus temores, más de veinte años (plazo que, según
inscribe en la órbita ontológica; el titán, y al poco rato sintió que se apoderaban puede verse por el Fausto, parece ser
por el contrario, es un demiurgo, y tanto de él «dos efectos muy malos que desde aproximadamente el de la paciencia
su propuesta como su sacrificio están algún tiempo anhelaba: el uno, la ambi - del Diablo) placeres sin sobresaltos, y
hechos «para todos los hombres»). Moti - hasta una edad en la que normalmente
vos menos excelsos —pero no menos hu - no ocurren esos excesos. Las
manos— han provocado otros pactos, co - poderosas influencias del señor De la
El Diablo, invocado, se aparece a alguno
mo el de la famosa Non de l’Ellos, que Palud —en probada connivencia con las
de sus asociados
entregó su alma a cambio de la conserva - monjas ursulinas de Aix, que deseaban
ción mortal de su belleza hasta la anciani - la perdición del abad— pusieron fin a
dad (se asegura que pasó de los setenta tan brillante carrera. Luis Gaufridi fue
años, sin que sus encantos se hubiesen -ción de disfrutar gran fama en el juzgado y condenado a muerte, a fines
mundo, singularmente entre la gente de Palud, hija de un gentilhombre provenzal,
marchitado en absoluto: supo que estaba virgen y devota belleza hasta el momento de abril de 1611. La larga y
para morir, cuando el mismo gnomo que bien; el otro, una concupiscencia abrumadora sentencia concluye
desordenada». El afable visitante de la entrada de Gaufridi en su vida.
se lo había prometido en la adolescencia Tan estricta era la vigilancia de su diciendo que el reo debe «ser entregado
apareció a un costado de su cama. «Viene luciferino dio por hechas ambas a manos del verdugo, llevado y
pretensiones, a cambio del apocado madre sobre ella, que al monje le costó
a cobrar», dijo, y expiró). Más extraña — tiempo y paciencia a pesar de frecuentar conducido por todos los lugares y
más conmovedora— es la historia del espíritu del abate y su presuntamente callejones de esta ciudad de Aix
aburrida inmortalidad. Un par de días la casa, como íntimo amigo que era del
abate Gaufridi, a quien el Diablo proveyó señor De la Palud— encontrar la acostumbrados, y delante de la puerta
de una infatigable capaci dad erótica. después, el Diablo le hizo otra visita, mayor de la iglesia metropolitana del
confirmándole el método que debería oportunidad de ejercitar su poderoso
Aficionado a la magia, y de espíritu aliento sobre la doncella. Cuando lo Santo Salvador hacer honrosa
tímido e irresoluto, Luis Gaufridi fue un emplear para ver satisfechos sus deseos: penitencia con la cabeza y pies
ninguna mujer podría resistírsele, al consiguió, vio premiadas con creces sus
sacerdote provenzal, nacido en Aix en penurias: Magdalena se convirtió en la desnudos, una cuerda al cuello, un ha-
1550. Llegó a la cuarentena, que se sepa, segundo siguiente de haber respirado su chón encendido en sus manos, y dé
aliento. «Confieso —escribe Gaufridi en más sensual y libertina de todas sus
semi casto y lleno de deseos insatis fechos: amantes, y se asoció con él en todas las rodillas pedir perdón a Dios, al rey, a
por entonces ocurrió el momento de su su triste mea culpa— haber hecho mil la justicia, hecho esto, será llevado a la
veces uso de este medio, Y haberme prácticas y rituales satánicos (según
vida, que sería su casual encuentro con el memoria del tribunal que los condenó, la plaza de los Predicadores de la
Diablo. Una tarde, mientras se hallaba en complacido en disfrutar a las mujeres mencionada ciudad, donde será
enamoradas de mí.» Una de sus muchacha se había vuelto tan
su habitación, sumido en la lectura de un incontinente, que mientras hacía sus de- quemado vivo sobre una hoguera que a
grimorio, el Diablo en per sona mayores pasiones, y la que le costó un estos fines se arreglará, hasta que su
asedio más trabajoso, habría sin claraciones «se figuraba estar con un
compareció ante él. Corría el mes de mayo hombre, haciendo de continuo con su cuerpo y huesos sean reducidos a
embargo de perderlo: Magdalena de la
cenizas». Se ignora —las crónicas de la El minucioso Francesco María Guazzo y confirma la ya señalada tendencia del atribuirán un nuevo padrino y
época no lo mencionan— cuántas de las nos legó, en su Compendium Maleficarum, Diablo de carica turizar a Dios. He aquí, madrina, quienes deben darle la
honorables señoras provenzales seduci- el más sistemático modelo de pacto pues, las cláusu las y su comentario: instrucción necesaria en el arte de la
das por el abad asistieron a su humilla- diabólico de que tengamos noticia. Vale «Primera. Los novicios deben firmar con el brujería; han de renunciar a su
ción y su tormento: si hay que dar crédito la pena reproducirlo porque sintetiza, es demonio, o con algún brujo o mago que lo propio nombre y tomar otro la mayor
a sus jueces, hubiesen bastado para pro- sustituya, un contrato formal, por el cual, parte de las veces, un apodo absurdo
porcionarle un numeroso público. Gio- en presencia de testigos, son incorporados e indecente. Séptima. Deben cortar
vanni Papini —cuando menciona el caso al servicio de Satán que, a cambio, les da un trozo de sus vestidos y ofrecerlo
de este erotómano insaciable— arriesga la su promesa de que gozarán de los hono - como signo de su homenaje al
teoría de que su existencia pudo muy bien res, las riquezas y los placeres de la carne. Demonio, el cual lo toma y guarda.
ser el punto de arranque del mito del Segunda. Deben renegar de la fe católica, Octava. Deben mantenerse de pie
Tenorio. Tirso, en efecto, publica El bur- denunciar su obediencia a Dios y renun - dentro de un círculo que el Demonio
lador de Sevilla hacia 1630, pero es proba- ciar a Cristo y a la protección de la Santa ha trazado sobre el suelo, con otros
ble que lo haya escrito bastante antes: en Virgen María, así como a todos los sacra - brujos y brujas, y confirmar allí,
todo caso, el mercedario frisaba la cua- mentos de la Iglesia. Tercera. Deben arro - mediante un juramento terrible, todo
rentena cuando la ejecución de Gaufridi y jar el rosario, el cinturón de san Francisco lo que han pro metido anteriormente.
su increíble pericia de seductor dieron la o de san Agustín o el escapulario de los Novena. Deben pe dir al Demonio que
vuelta a los mentideros teatrales y litera- carmelitas, si pertenecen a algunas de borre sus nombres del libro de Cristo y
rios de toda Europa. Origen o no de un esas órdenes; la cruz, las medallas, el los inscriba en su propio libro.
mito universal, el abate puede reclamar Agnus Dei y cualquier otro objeto sagrado Entonces el libro negro inmundo en el
una indiscutible singularidad en la histo- o santo que lleven, y pisotearlo. Cuarta. que habían puesto sus dedos haciendo
ria de la demonología: es el único caso, Deben jurar obediencia y sumisión al homenaje al Demonio, es abierto, y
que se conozca, de un hombre que haya Demonio; deben rendirle homenaje y ser - sus nombres son inscritos allí por el
cambiado su alma por la exclusiva pasión vidumbre, poniendo sus dedos sobre al - Demonio con su garra. Décima. Deben
de poseer a todas las mujeres que se le gún «libro negro» inmundo. Deben asi - prometer al Diablo hacerle sacrificios
antojaran. Si Fausto consigue la virgini- mismo comprometerse a no retornar nun - periódicos: una vez cada quince días o,
dad de Margarita, y hasta el amor de la ca a la fe de Cristo, a no observar los al menos, una vez al mes, inmolar
resucitada Helena de Troya, esto no es en preceptos divinos, a no hacer buenas algún niño, o poner en ejecución
verdad más que una propina, o la conse- obras, sino obedecer sólo al Demonio y algún encantamiento mortal. Y,
cuencia natural de la vastedad de sus asistir diligentemente a las reuniones noc - semanalmente, ejecutar otros críme -
poderes y su conocimiento. Gaufridi, que turnas. Quinta. Deben prometer nes que debían hacer daño a otros,
de sabio no tenía nada y de ambicioso dedicar se, con todo su poder y todo su como provocar el granizo, las
poco, se limitó a pedir aquello que habría Contrato entre el Diablo y Urbano celo, a llevar a otras personas al tempestades, in cendios, enfermedades
atormentado sin duda su juventud, y que Grandier. Conservado en la Biblioteca servicio del Demonio. Sexta. Deben del ganado y cosas parecidas.
a los cuarenta años ocuparía sin pausa su Nacional de París recibir determi nado bautismo sacrílego. Undécima. El Demonio impri me sobre
pensamiento. -carne ciéndolas, varias de las Y, tras haber abjurado de sus ellos alguna marca, sobre todo en
exigencias de la ordenación sacerdotal, padrinos y madrinas cristianos, se les aquellos de cuya perseverancia duda.
Dicha marca no siempre tiene la misma Diablo? Con las tentaciones más del daimón). En su día, debe tenerse juegos de azar, potencia sexual, triunfos
forma o figura: a veces tiene la forma de groseras él se adueña de innumerables preparado un frasco que servirá de morada en la vida social, consejos atinados,
una liebre, a veces parece el pie de un almas, y otras muchas caen en sus al geniecillo, y en el que se verterá también prefiguración del porvenir inmediato, etc.
sapo, a veces una araña, un gozque o un manos sin que él haga nada por su alimento: unas gotas de azogue y Como puede verse, la especulación sobre
lirón. La marca es impresa en las partes hacerlas caer. ¿Por qué habría de limaduras de acero. Ya no queda sino el pacto diabólico es tan variada como
más escondidas del cuerpo; en el hombre, sostener todo ese lujo de favores y cascar el huevo, y disponerse a disfrutar del interminable, y desde la alta simbología
bajo los párpados, o bajo la axila, o en los servicios para conquistar algunas almas daimón. Los riesgos que configura la metafísica que se expresa en el mito del
labios, o en el hombro, en el ano o en sobre ese gran número?» Autores hay, posesión de este amuleto animado (detestan ciclo fáustico puede descender a las oscu-
cualquier otra parte; en las mujeres, por sin embargo, que sin entrar a terciar la luz, son voraces, se irritan si no se los ras esperanzas de la superstición.
lo general, sobre los senos o en las partes sobre la probabilidad de este pacto trata con consideración) parecen ser pocos si
genitales. Y el sello que hace estas marcas supremo (la sabiduría a cambio del
no es otro que la garra del Diablo. El alma), creen en cambio en la existencia
Demonio, a cambio, se compromete a de los daimones —que para los griegos
darle siempre rápida asistencia, satisfacer equivalían aproxi madamente a nuestro
sus deseos en este mundo y hacerle feliz ángel de la guarda, aunque la posterior
después de su muerte. Y una vez realiza - tradición cristiana se haya encargado
da esta profesión solemne, cada uno de los de darles un sentido pe yorativo—, que
novicios se retira con un demonio llama - pueden ser convocados y hasta
do Magistellus (maestrillo), para la satis - aprisionados, y que nos favorecen con
facción carnal, tomando dicho demonio sus conocimientos sin aspirar a que -
la forma de una mujer, si la persona que darse con nuestra alma. Paul Reader —
debe ser iniciada es un hombre, o la forma en Magia negra y hechicería—pretende
de un hombre, a veces de un sátiro, y en que los antiguos grimorios ofrecían
ocasiones de un macho cabrío si se trata incluso fór mulas eficaces para
de una mujer que debe ser iniciada.» proveerse de uno de estos valiosos
Buena parte de los demonólogos, tanto auxiliares. Una de las más originales
antiguos como modernos, afirman que el afirma que basta con apoderar se de un
caso fáustico es infrecuente, bien porque huevo de gallo negro, y fecundar lo con
no abundan talentos de su tamaño, bien una gota de sangre humana; se obtura
porque el Diablo prefiere ganar las almas luego el orificio por el que se introdujo
de los hombres incitándoles a cometer el la gota con un poco de cera virgen, y
mal sin tener que esforzarse, a cambio, en se lo entierra en estiércol de caballo
servirlos. En la postura extrema de esta durante el mismo tiempo que duraría
opinión está Papini, quien directamente su incubación normal (una variante
niega la posibilidad —aun excepcional— más sofisticada, pero altamente
de tal pacto. « ¿Cuál podría ser —escribe incómoda, suplanta el estiércol por la hay que creer en los beneficios que MUTACIONES Y OTRAS ESTRATAGEMAS
en Il Diavolo —, sobre todo, la ganancia del axila izquierda del aspirante a poseedor distribuyen: fortuna en los negocios y los
Sabido es que el Diablo gusta de las
metamorfosis, y desde el perro negro que
acompañaba a Fausto hasta el falso ángel
de luz que intentó vencer la tenaz resis-
tencia de san Antonio, ha encarnado en
casi todo aquello en lo que se puede
encarnar. Una de las más espectaculares
demostraciones de su habilidad mimética se
nos narra en la leyenda de Adam, el abad,
contemporánea de la extinción de la orden
de los caballeros del Temple (comienzos
del siglo XIV). Por razones que
desconocemos, el Falsificador había
decidido impedir el regreso de Adam a su
abadía de Vaux de Cernay, de la que
había tenido que ausentarse. Se presentó
primero como un árbol blanco de escarcha,
que interceptaba el camino del monje y que
comenzó a rodar hacia él a gran velocidad,
desapareciendo a continuación en una
niebla azufrada. Conociendo Adam con
quién tenía que vérselas,se afirmó en su
caballo y se preparó para el combate:
«Aléjate —le dijo, cuando le vio venir por
segunda vez, furioso jinete ahora de una Las tentaciones de san Antonio
cabalgadura negra—: ¿por qué me atacas
lejos de mis hermanos?» Desistió el Diablo, finalmente, las mata, como se demuestra a
pero no muchas millas más allá diario.» Curiosamente, esa posesión no es
reapareció bajo la apariencia de un extensiva a los caballos, en quienes el
hombre flaco, con un cuello larguísimo, Diablo no encarna con frecuencia. Se
que se trabó en combate a puñetazos con conocen, eso sí, historias de caballos fu-
el abad; éste, que debía saber lo suyo de riosos o enloquecidos, pero por lo general
riñas y camorras, le propinó una feroz lo están a causa de la caída irremediable
paliza y se desembarazó de él. Alertado, de sus hembras.
el Diablo volvió por cuarta vez, pero Más aún que la encarnación equina —y
armado en esta oportunidad con espada y más que ninguna otra, desde luego— el
rodela, y en hábito de capuchino: Adam, Diablo prefiere por sobre todas las formas
inflexible, volvió a rechazarlo, usando animales la de macho cabrío. Nicolás
esta vez como arma el crucifijo que llevaba Rémy —luego de reconocer que «no resulta
al pecho. Otras cuatro veces aún — bajo las fácil imaginar por qué (los demonios)
variadas formas de cerdo, asno, tonel de prefieren esta forma»— especula con la
vino y rueda de carro— interfirió el lascivia que proverbialmente se les atri-
accidentado viaje de Adam a su abadía, buye a estos animales, y con «el violento
pero finalmente hubo de darse por venci- humor belicoso hacia aquellos que se
do. La leyenda afirma, y es para creerlo, cruzan en su camino» que suelen manifes-
que el abate no volvió a salir de su refugio tar. «Los machos cabríos —agrega el fran-
en lo que le quedó de vida. cés— tienen también un aspecto feroz y
provocativo, de frente con cuernos, larga y
Sinistrari da —como cosa tan corriente y mal cuidada barba, pelo áspero y desor-
sabida que no necesita demostración— la denado y patas cortas; todo su cuerpo está
noticia de que los íncubos tienen especial tan adaptado a la deformación y a la
debilidad por copular con las yeguas. obscenidad, que no podría elegirse una
Nada parece justificar este capricho, pero forma más adecuada, exterior e interior-
la tradición sobre yeguas poseídas es tan mente, a aquélla, llena de vergüenza,
abrumadora que no cabe más remedio horrores y monstruosidades, del que ha
que mencionarla. «Si éstas se muestran elegido la forma de un macho cabrío.»
dóciles a sus deseos —dice el pedagogo Muchas otras figuras ha adoptado el Ten-
italiano, en relación a las hembras equi- tador, de las que podemos rescatar el
nas—, las cuida bien y trenza sus crines de buitre que intentó cortar un pie de Pedro
forma delicada. Pero cuando se resisten el Venerable, o el gato de penetrante olor
las maltrata, las toca con el morbo y, azufrado que santo Domingo de Guzmán

Anubis efectúa la pesada de las almas mientras Toth anota el resultado, según el Libro de los Muertos
(Museo Británico, Londres)
convocó ante un grupo de señoras círculo, que puede conformar y
piadosas para convencerlas de la encerrar la superficie del mundo
existencia del Infierno. Se atribuye dentro de un límite, que es
también a nuestro protagonista la vasta precisamente lo mismo que hace la
saga de la licantropía, o sea las inteligencia». Con ese aspecto, y con el
leyendas universalmente extendidas nombre de Ouroboros, la representaron
sobre la existencia de hombres que se los gnósticos, como símbolo del tiempo
convierten en lobos. En 1615, J. de y de la continuidad de la vida: aparece
Naynauld publicó un extenso tratado graneada ya en el Codex Marcianus (si-
sobre las manifestaciones licantrópicas glo II), junto a la inscripción Hen to Pan
—en las que creía a pie juntillas— que (el Uno, el Todo). Según E. Neuman —
ampliaba y sistematizaba un trabajo del comentado por J. E. Cirlot, en su
caballero de Beauvais-de-Chauvincourt, Diccionario de símbolos—, en sus
que con el título de Discurso sobre la estudios sobre el simbolismo matriarcal,
licantropía, o dela transmutación de los el ejemplo primordial de la creación
hombres en lobos,se había publicado en del mundo es la serpiente que se
1599. Ambos especialistas coinciden en
achacar al Tenebroso la posibilidad de
esta metamorfosis, e insisten en el
especial placer que obtiene de degradar
a los hombres a esta carnadura
esteparia. De Plancy —en su Diccio-
nario infernal— abunda en historias de
licántropos, ya bien entrado el siglo
XIX. Pero, sin duda, desde un punto
de vista teológico y cosmogónico, la
protoencarnación del Diablo es la
serpiente, o —más poderoso y
mitológico aún— el dragón, que es su
variante emblemática. Al aludir a las
formas ofídicas de Satán, Papini
reflexiona bellamente sobre las
limitaciones y la grandeza de esta
condición. Luego de señalar su falta de
garras, miembros, aletas o plumas, y su El Ouroboros, la serpiente que se muerde
reducido destino de reptante, el autor de la cola, según un manuscrito griego
Il Diavolo nos dice que la serpiente «es
también el único animal que puede
El juego tauromáquico cretense (Museo de Heraklion; arriba)
formar por sí mismo un
Dragón mítico de Babilonia (Museo de Bagdad; abajo)
muerde la cola, acto que significaría la teosofía —igual que para diversas le-
autofecundación. «Si en realidad todos yendas como el mito nórdico de la ser- animales especialmente agresivos y
los símbolos son funciones y signos de lo piente Mitgard— el reptil, más que la peligrosos, serpientes, cocodrilos, leones, y de su fascinante presencia: fuertes,
energético —agrega el propio Cirlot en el encarnación de la culpa personal o del también animales prehistóricos». No parece vigilantes, de vista agudísima —parece ser
libro citado—, la serpiente es simbólica pecado, es el principio del mal inherente a improbable que, según hipótesis de Krappe, que su nombre procede del griego dercein:
por antonomasia de la energía, de la todo lo terreno. Filón de Alejandría, im- haya sido justamente el asombro del viendo—, suelen presentárnoslos como los
fuerza pura y sola; de ahí sus presionado como muchos autores de la primitivo al encontrarse con los descomunales guardianes inmejorables de los más
ambivalencias y multivalencias.» Para la antigüedad por la muda periódica de la restos de estas bestias, lo que se convirtió en codiciados tesoros, y vencerlos es la prueba
piel de los ofidios, aseveró que al despren- idea genética del mito del dragón, que por indispensable para convertirse en héroe,
derse de ella se desprendía también de la tanto sería —sigue diciendo Cirlot— «lo como lo supieron Apolo, Cadmo, Perseo y
vejez, y ello lo llevó a identificarla como animal por excelencia, mostrando ya por ello Sigfrido, o Jorge, el santo guerrero,
signo de la resurrección y del cambio. un aspecto inicial de su sentido simbólico, en derivación terrena del arcángel Miguel.
Papini, por su parte, se interesa por la relación con la idea sumeria del animal como Filos trato, sin precisar sus fuentes,
etimología hebrea del término serpiente adversario, en el mismo concepto que luego asegura que los adivinos islámicos se
(Saraf, que también puede traducirse por se atribuyó al Diablo». Más adelante, alimentaban del hígado de una especie de
«quemante»), y la asimila al nombre de citando a Pinedo, nuestro autor nos dragón volátil, víscera que les daba acceso
los serafines, que escomo sabemos el más proporciona las variantes más usuales que a la videncia. En la Bretaña, en las
alto de los órdenes angélicos: Lucifer, sobre estos monstruos da la literatura cercanías de Lanlerlan, se narra aún la
como protoángel que era, debía pertene- sagrada y profana: «Unos les dan un cuerpo historia del dragón vencido por san
cer sin duda a esa categoría seráfica, de la de serpiente con alas, vive en los aires y en las Deriano, quien lo humilló sin otra arma que
que la serpiente sería el transparente aguas, sus fauces son enormes, devora a los su estola y la señal de la cruz. El
símbolo. hombres y animales, a quienes mata pri- equivalente español de esta leyenda es san
mero con su enorme cola. Otros, en cambio, Jonio, obispo de León en tiempos de la
En cuanto a su encarnación más poderosa, los hacen terrestres, sus fauces son muy patrística, quien habría vencido también a
terrible y legendaria —como dragón—, es pequeñas, su grande y fuerte cola es un la bestia con el crucifijo y la palabra.
interesante transcribir parte del comentario elemento de destrucción, vuela también y Bastarían estos y parecidos ejemplos para
que, desde el punto de vista de la se alimenta de la sangre de los animales que homologar el dragón a nuestro
simbología, le dedica Cirlot. Después de mata; no faltan autores que lo creen anfibio; protagonista, y para probar la antigüedad
presentarlo como una «figura simbólica su cabeza es de mujer hermosa, de luenga del Diablo en la imaginería de los pueblos.
universal, que se encuentra en la mayoría cabellera, y es aún más terrible que los Pero hay que agregar que esta
de pueblos del mundo, tanto en las culturas anteriores.» En la Biblia, los profetas homologación es, con mucho, anterior al
primitivas y orientales como en las Daniel, Isaías, Miqueas y Jeremías cristianismo, y que éste no ha hecho, en
clásicas», nos informa que en su morfología mencionan a los dragones, reservándoles la mayoría de los casos, más que adaptar
E va tentada por el D iablo en form a de serpiente, se da «una suerte de confabulación de Juan un lugar destacado en su Apocalipsis. la pareja Diablo-dragón a sus necesidades
s e g ú n u n a p in tu r a m u r a l dXeIlVs . elementos distintos tomados de Entre los autores profanos, desde Plinio a o a su iconografía. Así en la conocida
Pascal, muchos son los que se han ocupado historia de santa Margarita—
contrapartida femenina de Jorge, el guerre-
Otras encarnaciones podrían aún men-
-ro, y representada como él con un cionarse del Príncipe de este mundo, pero
dragón domado a sus plantas— que repite no son frecuentes ni significativas como
puntualmente una tradición sumeria, si las aquí reseñadas. Ya hemos visto, por
hay que creer a la variante con la que nos otra parte, la más inquietante de todas, y
la ofrece De Plancy: según este autor, su falencia fundamental: cuando se decide
prisionera la santa del tirano Olibrio de a adoptar forma humana, y los sutiles
Antioquía, el Diablo se le apareció bajo la errores que bajo esa apariencia lo dela-
especie de un dragón descomunal, que la tan. La estratagema mayor del Diablo,
tragó de un bocado y sin siquiera masti- sin embargo, para asegurarse el ánimo de F rontón de san Jorge y el dragón del palacio de
admitir—
la la necesidad de la creación del
carla. Esto último le permitió llegar con los hombres, no tiene que ver con sus G en era lida d d e B a rcelo n a hombre, esa criatura ambigua y pere-
vida a las entrañas del monstruo, y repo- metamorfosis sino con la liturgia que los cedera, dentro del plan perfecto, eterno e
nerse de su sorpresa: hizo pues la señal de pone a su servicio: por esta devoción, por inmutable del universo. Castigado por su
la cruz, y el vientre de su devorador se esta puesta en escena de sus potestades, el fatalidad: el maniqueísmo no adora a osada discrepancia, el Padre acabó sin
rajó, devolviéndola a su celda (con poste- Diablo se asegura el sometimiento de sus Satán; constata, mal que le pese, la aplas- embargo por perdonarlo; a modo de disci-
rioridad, Satán volverá a la carga bajo la fieles más allá del éxito o la espectaculari- tante evidencia de su soberanía. Otros plina ejemplar, no obstante, le confió la
figura de un apuesto caballero, y la santa dad de sus mutaciones. ritos, minoritarios y rigurosamente clasis- administración permanente de aquella
se desembarazará definitivamente de él tas, le han otorgado en cambio las pompas obra de la que se había permitido dudar:
en singular y poco litúrgico combate: Pocas —y sobrias, dado lo explosivo del de la adoración. Que se sepa, ninguno tiene vale decir, lo hizo para siempre el Prínci-
Plancy añade por ello, en defensa del material que manejaban— han sido las la dignidad y la grandeza del que pe de este mundo. Dos de las instancias
dragón, que no es bajo esta encarnadura comunidades que, a lo largo de la histo- practican los yezidas, tribu musulmana más altas del pensamiento especulativo-
que Margarita derrotara al Tentador, y ria, se han decidido a rendir culto al herética que vive aún en las proximidades religioso —la redención del Diablo, y la
no debería por tanto contársela entre el Diablo de una maneja literal. Podría del monte Sindyar, en la alta Mesopota- deificación del hombre desde su arcilla
número de sus vencedores). afirmarse, con razón, que ese culto está mia, y cuya población se cifra en cerca de original— son legisladas hoy por hoy,
No caben dudas, en cambio, sobre el implícito en todo el pensamiento mani- los setenta mil individuos. Sucesores del como vemos, por una tribu mayoritaria-
triunfo militar de santa Marta, quien queo —desde el zoroastrismo a los cata- califa Yezid, y devotos también del profeta mente analfabeta y en trance de extin-
libró la Occitania, en tiempos heroicos, ros, patarines y bogomilos que son sus Hallaj —crucificado en Bagdad, en 922, ción. Las misas negras —esa liturgia anti-
de un insaciable dragón al que denomi- últimos esplendores occidentales—, en la por sostener la posible deificación del clerical y de andar por casa que se practi-
naban «la Tarasca»: ignoro si la costum- medida en que el dualismo reconoce la hombre a través del amor—, los yezidas se ca en Occidente— serían el reverso fáctico
bre persiste, pero De Plancy nos informa potestad de Satán (uno de los dos demiur- encuentran a mitad de camino entre el del pensamiento yezida: una ficción que
que —hasta mediados del siglo pasado gos responsables de lo que consideramos cristianismo más ortodoxo y el pesimismo pretende honrar al Diablo, desconocién-
— se celebraba anualmente en Foix y sus nuestra realidad) sobre el reino de este maniqueo. Según ellos, el Diablo — Eblis o dolo; una blasfemia, antes que un acto de
alrededores la fiesta de la Tarasca, mundo. Pero este culto, caso de que poda- Iblis, como para todo el Islam— perdió la afirmación; una borrosa copia de la litur-
«cuya efigie se pasea con mucho rego- mos llamarlo así, sería menos provocado gracia de Dios por una discusión de tipo gia cristiana, en la que Satán deviene una
cijo». por el amor o el respeto que por la teológico: no comprendió —o no pudo caricatura de Cristo.
El padre Joseph Henninger, quien ha países anglosajones, durante nuestro si- VICTORIAS Y DERROTAS DEL TENTADOR
estudiado particularmente la adoración glo, como veremos en su oportunidad. El
de Satán entre las minorías primitivas, momento culminante de la práctica de la
nos aporta —desde el plano antropológi- misa negra puede situarse bajo el reinado
co— considerables datos sobre el Diablo de Luis XIV, y fue protagonizado por
bajo el nombre de Erlik (y sus variantes varias de las favoritas y validos del rey, a
etimológicas), en las culturas esteparias cuya cabeza hay que ubicar a la bellísima
de Siberia y Mongolia: «En ciertos madame de Montespan. Según Rafael
grupos —escribe, en El adversario de Urbano —El Diablo, su vida y su poder
Dios en los pueblos primitivos— no — fue ella la que realizó importantes «Si el oficio de Dios es el de perdonar
existe disconformidad de principios y de modificaciones sacrílegas en el ritual, -escribió Heinrich Heine — el de
orden moral entre el Ser supremo y Erlik; tales como las que corresponden a la Satanás es el de tentar.» Esta
mientras el Ser supremo reside en el participación física de la mujer en el afirmación parece ser un apabullante
cielo, Erlik es simplemente el príncipe mismo. Durante toda la edad media, el lugar común de toda
del mundo subterráneo. Además, estos cuerpo desnudo de una mujer apoyada en
dos seres han terminado por convertirse sus manos y rodillas hacía las veces de
en asociados, aliados y hermanos.» altar para la ceremonia; sobre su espalda,
que era el ara viviente de este altar, se
Fierre Aupetit, un sacerdote lemosino celebraban los sacrificios. La Montespan
que fue quemado vivo en junio de 1598, invierte la posición, y es la primera en
fue el primero en establecer con todo ofrecer sus pechos como ara; en su
detalle la existencia de las misas negras y vagina, como se ha venido haciendo
las características de su liturgia. En nada habitualmente desde entonces, se
difieren de la misa católica, dado que le introducía la hostia negra en el momento
son especularmente fieles en lo tocante al de la consagración. La marquesa de
orden y desarrollo, con el monótono re- Brinvilliers, María Olimpia de Manzini
curso de hacerlo todo al revés (la hostia (sobrina del todopoderoso cardenal demonología,
es negra en vez de blanca, y así sucesiva- Mazarino), la duquesa de Bouillon, y las pero pueden
mente). El mayor apogeo de estas prácti- tres más famosas videntes de la época (la señalarse ex -
cas —teñidas de detalles orgiásticos que Voisin, la Filastre y la Vigouroux), fueron cepciones.
las harían especialmente asombrosas para algunas de las protagonistas de esta Para Giovanni
el gran público— se dio en la Francia del extendida costumbre versallesca; entre los Papini, por
XVII y el XVIII, disminuyendo nota- oficiantes, hay que destacar acaso sobre ejemplo, si
blemente su intensidad durante el XIX, todos al abate Guibourg, protegido en los esto es así es
para reaparecer espectacularmente en los orígenes de su carrera por el cardenal Las tentaciones de san Jerónimo, por Zurbarán, en el monasterio de Guadalupe también
Richelieu. —y
previamente —por la voluntad de Dios,
arma de seducción más formidable del y la realidad cotidiana es el mejor ejemplo
Creador para con sus criaturas. Dotadas de su eficacia, pero muchas han sido y son hacerlo si lo tenéis a bien; ved que lo hago
de libre albedrío, son tentadas sin embar- también sus derrotas, a veces incluso a gratuitamente, y por el solo placer de
go a renunciar a él para adorar a Aquel manos de los más precarios conten- veros y de gozar de vuestra compañía.»
que se los otorgó, desde el limbo inocente dientes. Caradoc enfurece entonces, ante lo que
e ignorante de la gracia; el Diablo, que no considera hipocresía del Enemigo, y con
puede ofrecerla porque carece de ella, Un somero repaso de las desventuras violentos insultos lo obliga a retirarse:
ofrece a cambio la dura pero resplande- satánicas nos lleva de paseo por diversos «El Diablo se fue —concluye la curiosa
ciente acera de la gnosis: el conocimiento, puntos geográficos, y por distintos niveles narración— decepcionado por no
ese incómodo espacio desde donde el de la historia y la leyenda. Así por ejem- encontrar, entre los mortales más que
hombre puede cuestionarse a sí mismo, a plo, en los cantones suizos, es fama que injurias como recompensa a sus
su Creador, a las relaciones de su identi- san Bernardo consiguió encadenar al ofrecimientos.» Lo extraño del relato
dad con el universo. Dios —quien, aparte Diablo en el claustro de la abadía de está, sin duda, en la intencionalidad, ya
de su todopoderío, tienta con la comodi- Clairvaux; los lunes por la mañana, los que parece reconocer el hecho de que
dad de la ignorancia y la consiguiente herreros acostumbran dar tres golpes so- Satán obraba, efectivamente, de buena
dicha absorta— siempre gana; el Diablo, bre el yunque vacío, antes de iniciar sus fe. Esta sospecha de intentos de
con menos recursos y con una propuesta tareas, para remachar la cadena del pri- acercamiento al hombre por su parte
de ambiguos resultados, no se sale siem- sionero e impedirle que escape. Boffandi, reaparece en diversas tradiciones: por lo
pre con la suya. Muchas son sus victorias, por su parte, nos narra otra humillación general, los mortales acostumbran
del Diablo perteneciente a la leyenda del aprovecharse de esos momentos de
asceta Caradoc, un piadoso varón que debilidad del Diablo, y lo burlan en su
parece haber existido durante el ciclo confianza. En el folklore jasídico centro-
carolingio. Habiéndose retirado el eremita europeo, encontramos la historia de Jo-
y hasta en esta faceta central de su a una pequeña isla desierta para mejor sué-ben-Levi, rabino tan astuto y pruden-
carácter el Diablo no haría otra cosa que practicar sus disciplinas, el Mistificador te, que engañó a Dios y al Diablo en el
remedar a su creador y enemigo. La se le presentó bajo la forma de un joven momento decisivo. Gran cabalista y ni-
primera acción de Dios para con el respetuoso y apocado que le ofreció sus gromante, Josué habría hecho un pacto
hombre, reflexiona Papini, es en cierto servicios: «Vete —replicó Caradoc, reco- diabólico para tener acceso a ese vasto
modo una tentación, al hacerle nociéndolo—, ninguna necesidad tengo conocimiento; a la hora de su muerte, su
compartir el Paraíso con un árbol del de ti ni de los tuyos.» El Diablo, no acreedor se presentó puntualmente a re-
que no puede alimentarse: la huella de obstante, no se da por vencido a la prime- clamar lo suyo. El rabino dijo que no
esa primera mala jugada estaría en las ra, e insiste con humildes argumentos: tenía inconvenientes en cumplir, pero
palabras finales del Padrenuestro, que «No vengo por miras interesadas —dice al solicitó una gracia antes de descender a
nuestro autor traduce —siguiendo asceta— pero vos estáis tan solo y no los infiernos: contemplar siquiera de pa-
fielmente a Jerónimo y su Vulgata— co- tenéis quien os sirva. Me ofrezco para sada las puertas del Cielo, de cuya
mo «no nos induzcas en tentación». Si beatitud se sabía excluido para siempre.
hay que pedirle a Dios que no lo haga, es Aceptó el Diablo y, no bien Josué se
sin duda porque lo ha hecho o puede supo a la
hacerlo; el Diablo, en esto como en tantas
otras cosas, no haría más que imitar el
más intensos y sutiles es sin duda el del el cuerpo «como amas tu alma, que te es
entrada del Paraíso, se zambulló en él buscarla para darle suplicio, lo arrastró converso trovador Jacopone da Todi, es- de grande utilidad»; etcétera. La derrota
literalmente de cabeza, jurando por Dios con ella encadenado por el cuello y, poco tupendo poeta del siglo XIII italiano, del Tentador es pre-
vivo que no lo sacarían de la gloria. El antes de ser decapitada —según insiste la quien nos narra su enfrentamiento y labo-
Creador, según la coda de la fábula, tomó leyenda— lo arrojó en una letrina, donde rioso triunfo ante Satán, en De la battaglia
a cargo de conciencia el obligar al rabino el pobre demonio acabó su desafortunada del Nemico (edición establecida en 1490).
a caer en perjurio, y por este motivo misión. Lo interesante de este ejemplo es que
consintió que permaneciera entre los jus- Además de maltratado, el Diablo es tam- nuestro protagonista se muestra en él
tos. Otra historia, aún más humillante bién víctima de engaños con bastante dotado de una astucia argumental y de
para la jerarquía de los demonios, figura frecuencia. La tradición alpina quiere una elegancia expositiva, que deberían
en la leyenda de santa Juliana, tal como la que varias de las obras arquitectónicas de serle connaturales por ser quien es, pero
cuenta el R. P. Rivadeneyra. Cristiana, sus montañas —como es el caso de los que muchos de sus contendientes no han
pero casada con un prefecto romano, puentes de Mosson y de san Claudio— podido o no han sabido reconocerle. Así,
Juliana se negaba a cumplir con sus hayan contado con la colaboración infer- cuando se dirige al por entonces ascético
deberes maritales hasta que él no abjura- nal.1 El constructor del último de los Jacopone, no lo hace con groseras tenta-
se públicamente de su paganismo, cosa puentes nombrados, precisamente se en- ciones que da por superadas,
que el hombre no podía hacer porque los contraba en dificultades económicas para sino con el insidioso elogio a su
tiempos eran de persecución para la nue- pagar a sus obreros, y solicitó ayuda del virtud, acaso el punto más
va secta. Harto de los métodos persuasi- Maligno a cambio del alma de quien vulnerable de todo aspirante a
vos para obtener la culminación de su primero atravesara el puente una vez la santidad:
deseo, el prefecto hizo desnudar, azotar y acabado. Satán cumplió su parte sacando
encadenar en prisión a su testaruda mu- del problema al constructor, pero éste no El enemigo me dice así:
jer. Allí la visitó un ángel, que intentó correspondió a la ayuda e hizo pasar a un Hermano, hermano, tú sí
convencerla de que depusiera su actitud: gato como inaugurador del puente, pobre eres santo fama y renombre
extrañada, Juliana permaneció en ora- tributo que el Diablo se resignó a cobrar a tiene tu nombre entre las
ción a la espera de los acontecimientos, cambio de su ayuda. lenguas del mundo entero.
hasta que una voz interior le reveló que el
ángel era en realidad un impostor que Muchos han sido, a lo largo del tiempo, El combate prosigue, siempre a
quedaba a partir de ese momento bajo su los santos y místicos que vencieron al gran altura, con un Diablo vivaz
poder, y que podría obligarle a declarar Diablo en singular combate, y que de ello que cambia de frente todas las
quién era. Interrogado, el contrito visi- nos han dejado testimonio. Uno de los veces que lo necesita su
tante confesó en realidad ser un demonio, estrategia: el sufrimiento
y pidió permiso para retirarse. Pero la exagerado al que el asceta
1. Esta tradición del Diablo como ingeniero de puentes y
santa no sólo no se lo dio, sino que se caminos es, en realidad, europea, preponderantemente de somete su cuerpo «que está
vengó en él de todas sus humillaciones: lo las culturas montañesas. Ver si no, en Cataluña, el Pont del viejo y decaído» no puede
golpeó a su antojo hasta que vinieron a Diable, de Martorell.

Adán y Eva tentados por la serpiente, relieve de la catedral de Orvieto


agradar a Dios; es una obligación
precisamente para con El amar y respetar
visible —porque si no el poema no hubiese Adán, pasa a su relación con Eva («Si él eres la más sabia, porque sometes tu había permitido regresar para cumplirle
sido escrito— pero, lejos de ser una apari- no quiere cuidarse de sí mismo ni de sus corazón a la razón.» De ahí a comenzar a su promesa de matrimonio, y que si con-
ción espeluznante cuando no ridícula, intereses, al menos debería cuidarte a hablar del árbol del Conocimiento, no descendía a yacer con él podría incluso
Satán resplandece aquí como adversario ti»), dando por sentado el poco valor que hay más que un paso, que el Diablo da materializarse y vivir a su lado. Estas
realmente de cuidado. Otro ejemplo, el patriarca daba a su mujer. Por último, como todos sabemos. Lo que nuestra «bodas sordas» —como llamaban en el
también antiguo, de las elaboradas mane- y cuando ya Eva se siente encolerizada madre puso de su parte también es cono- medioevo al ayuntamiento previo a la
ras de nuestro personaje, lo encontramos con Adán y capaz de cualquier cosa para cido, pero hay que reconocer en su des- ceremonia nupcial— se realizaron con
en Le jeu de Adam, anónimo normando del vengarse de sus desaires y su grosería cargo que hubo de enfrentarse a un adver- todo entusiasmo, y Zacarías anduvo en-
siglo XII, en el que se nos narra la argu- para con ella, el Diablo remata su faena sario formidable. carnando y desencarnando, y obrando
mentación que Lucifer habría empleado con un lance maestro: convencerla de que otros numerosos prodigios (adivinaba el
para seducir a Eva y ponerla de su parte. Aparte de las posesiones, los hechizos pensamiento, predecía los acontecimien-
Simple, y astutamente, critica a Adán su colectivos o la formal compra de almas, el tos cercanos) en compañía de su feliz
rudeza, su pretendida superioridad, su Diablo se complace también en ciertas amante, a quien sin embargo no logró
victorias parciales, algunas de las cuales embarazar en los tres años que duró su
son incomprensibles para nuestro conoci- unión. Cumplido ese lapso, el joven se vio
miento de sus fines —aunque tal vez no lo en la necesidad de revelar a Bietka su
sean para la economía del Infierno—, y verdadera naturaleza: se trataba de un
otras simplemente graciosas. demonio, le confesó, de jerarquía menor,
Una tradición polaca, que se hace remon- que estaba al servicio de un poderoso
tar a 1597, narra la historia de Bietka, mago italiano, de quien había conseguido
hermosa doncella de alta condición, ena- escapar en un descuido. Vagando por los
morada de un tal Zacarías, joven pobre bosques, en el disfrute de su libertad,
que correspondía totalmente a sus senti- había presenciado casualmente el suici-
mientos. Ante la tenaz oposición de los dio de Zacarías, y se le había ocurrido
padres de la muchacha, y en un acceso de suplantarlo; lamentablemente, y hacien-
melancolía, el enamorado optó por suici- do uso de su precognición, debía infor-
darse ahogándose en el río. Poco tiempo marle que su amo estaba en camino,
después, el espíritu de Zacarías compare-
El Diablo tienta a una pareja
ció ante Bietka diciéndole que Dios le
luego de haber consumido esos tres años
en dar con su paradero: no sólo debería,
por tanto, volver a su servidumbre, sino
que esperaba un prolongado castigo co-
mo condena por su fuga. Los dos amantes
no sólo no es inferior a su pareja, sino que lloraron juntos, y permanecieron el uno
le supera por el medido uso que hace de su en brazos del otro hasta el momento de la
inteligencia. «El Creador ha hecho de fatal separación. Esta no tardó en produ-
servilismo ante el Creador, y no lo consi vosotros —le dice— una pareja mal aveni-
--dera digno de la mujer que tiene. Más da: tú eres demasiado tierna y comprensi-
adelante, de la crítica a la conducta de va, y él demasiado duro y obtuso; pero tú
cirse, pocos días después: en la plaza del el Grial —que es, como se sabe, el cáliz EL SABBATH FALTA
pueblo, y bajo las ventanas de la pareja, el Justo en el momento en que el santo se usado en la Ultima Cena— habría sido
italiano en persona conjuró a su demonio volvió hacia los feligreses para pronunciar tallado en una esmeralda caída, nada
para que abandonase la impostura y re- el Dominus vobiscum, el demonio estaba menos, que de la diadema real del Diablo.
gresara con él; Zacarías resistió todo lo estirando con los dientes un pedazo de El príncipe de este mundo participaría así
que pudo pero, notoriamente contra su pergamino en el que escribía, «y habién- activamente en uno de los hechos funda -
voluntad, fue achicándose junto al cuerpo dosele roto en aquel instante dio de cabeza cionales del simbolismo cristiano: la co -
de su amada hasta desaparecer. El mago un terrible golpe en un pilón de piedra que munión, y sus vastas implicaciones
expuso luego públicamente lo que queda- había tras él, haciendo un gesto tan redencionales, y de renovación del pacto
ba de Zacarías, en el interior de una entre Dios y sus criaturas. Por eleva -
botella, y fustigó duramente por su credu- ción, y un estricto sentido iniciático, esta
lidad y falta de juicio a los pobladores allí anécdota perfila el indudable rol del
reunidos: antes de dejarlos, les dio ins- Diablo al lado de, los hombres: la esme -
trucciones para reconocer a los demonios, ralda —como el fruto, en el Árbol del
caso de que volviese a presentarse alguno ridículo que Martín al verle no pudo Bien y del Mal— es la piedra del conoci -
por allí, y les aseguró que la única manera contener la risa, perdiendo de este modo miento.
de contrarrestar sus imprevisibles accio- todo el mérito de su misa». La leyenda
nes era tenerlos encerrados, como él mis- agrega que esto era todo cuanto quería
mo había hecho. Bietka, sin embargo — el espíritu maligno, y que «satisfecho de
nos asegura la leyenda, y hay motivos su treta, desapareció sin esperar a que
para creerlo—, no quedó convencida con el obispo se tomase la molestia de
la docta disertación del mago, y no consi- arrojarlo de allí».
guió superar jamás la nostalgia por su Uno de los escolios más inquietantes a la
maravilloso íncubo, con el que había leyenda del Santo Grial —mencionado
disfrutado tres años extraordinarios. El por Hervé Masson en su Dictionnaire
otro ejemplo, más ingenuo aún si cabe, initiatique— atribuye al Diablo una
pertenece a laLeyenda de oro de san Martín de victoria mucho más espectacular que
Tours (códice franco, circa 900), y se en- estas bana lidades, y que casi podría
cuentra grabado en una losa de la basílica parangonarse con la que obtuvo sobre la
de Brest. Allí puede leerse que mientras el humanidad en el jardín del Paraíso.
obispo oficiaba la misa, un demonio se Según esta versión,
coló entre los monaguillos que estaban en
el coro, sin ser visto de ellos ni de nadie,
«pero bien sabía que Martín le conocería
así que le viese y procuró ocultarse de él».
urnado,
dormido y
con su
estigma como
aporte, el
candidato
estaba ya
listo pa ra
participar de
la ceremonia
(sobre los
estigmas:
eran
pequeñas
marcas no ma yores que un lunar, en su forma favorita de Macho Cabrío, o realizarse en la noche del viernes al sábado Los brujos alemanes, por ejemplo, se
forma de horquilla o medialuna; a las Maese Leonardo en su defecto, instruía a de cada semana, los extraordinarios no J, reunían al menos una vez al año en el
mujeres se las marcaba en las los brujos sobre las diversas técnicas de tenían fecha fija, y obligaban a monte Brocken; los gallegos, en el Coira;
proximidades de la vulva —prefe - su disciplina, tales como la formación de desplazamientos a veces muy los vascos y navarros, por su parte, en el
rentemente en la cara interna de los tormentas y granizo provocado, el arte importantes del punto de residencia prado de Berroscobero, entre las pobla-
muslos— o junto a un pezón; en los del maleficio con figurillas de cera, las habitual del brujo o de la bruja. Esto dio ciones de Urdax y Zugarramurdi. Los
hombres no había tal especificidad propiedades de las plantas venenosas, los pábulo a la leyenda de las escobas brujos catalanes e italianos acudían al
erótica. Bodin, De l'Ancre y la mayor sortilegios para enfermar o matar a voladoras, forma con que la imaginería más mítico de estos lugares de que tenga-
parte de los jueces de la época personas o animales; popular solucionó la velocidad de tales mos noticia:
coinciden en una afirmación La preparación para el aquelarre, grabado viajes. Es probable que el sabbath la localidad
asombrosa: tal estigma estaba absoluta de Hans Baldung Grien ordinario fuese una reunión específica de de Birtten,
y permanentemente anestesiado, y la trabajo esotérico y reconciliación mística, vastamente
prueba que hacía convictas a sus y que los extraordinarios no superasen el mencionada
víctimas era la falta de dolor que plano de lo simbólico o del sueño en la poesía
experimentaban, cuando dichos puntos inducido con ayuda de alucinógenos, al anónima
eran pinchados con agujas d sometidos la tercera parte era la orgía propiamente que se hacía referencia más arriba. En todo medieval, que
a la acción de un hierro ardiendo). dicha con la que se suele identificar a los caso, han quedado testimonios de los no ha podido
Precisamente un esco zor especial en la aquelarres. Es evidente, hasta para el lugares onfálicos en los que estas grandes ser identi-
zona del estigma era la imperiosa más profano, que este esquema sigue la reuniones habrían tenido lugar. ficada en la
convocatoria al aquelarre, a la que el pauta de las más antiguas religiones actualidad.
brujo o bruja no podía —ni que ría— iniciáticas: purificación, a través del
sustraerse por ninguna causa. A las ritual; trabajo, a través de la gnosis; Autores
sesiones habituales se asistía a pie o a exaltación, a través de la fiesta. De cristianos, en
caballo, ya que se realizaban en un l’Ancre y sus contemporáneos su mayor
lugar fijo y determinado de cada desconocían sin duda estas inquietantes parte
región, con una mecánica invariable: relaciones, y es harto probable que no les inquisidores o
presentación de respetos al caballero hubiese interesado conocerlas. Tenían una asesores de
taciturno, tocado con un sombrero al sola tarea por cumplir y la cumplieron: éstos, han he-
que atravesaba una eliminar todo aquello que hiciera cho hincapié
pluma de gallo negro, que hacía las veces discutible la en los aspectos
de maestro de ceremonias, y al que se infalibilidad del escatológicos
conocía como Gran Negro, Presidente dogma. y aun
del Sábado, o Maese Leonardo; en coprofílicos
segundo término, práctica y teoría A diferencia de del sabbath.
brujeril: el pro pio Diablo, las veces en estos Entre los ritos del Sabbath está el de besar al diablo en el trasero Como en los interrogatorios del Santo
que aparecía bajo aquelarres, Oficio —en un noventa por ciento de los
que podríamos casos— la pregunta llevaba implícita la
llamar ordinarios, y respuesta (vale decir: se partía de una
que solían serie de acusaciones que el reo debía
reconocer so pena de tormento, a partir

El sabbath en su apogeo
¿ES EL DIABLO ENEMIGO O AMIGO DE LOS HOMBRES?

de lo cual estaba en libertad de adornar caso, se han conformado en su mayor sabbath estaba corrompido para siempre ticipadamente, lo que ahora se conoce
estas «verdades» con sus fantasías parte con seguir escrupulosamente a los y, para gran número de tales jueces, como una política de «tierra arrasada».
personales), habría que ver hasta qué clásicos, y con su testimonio contamos excluido de la Redención. La base de su Curiosamente, su organización era ma-
punto las represiones y los deseos cegados para la presente exposición. Así, por razonamiento era que Dios permite la triarcal, y era la reina la encargada de
de los jueces entraron en el cuadro que ejemplo, siguiendo a Boguet, Guazzo y muerte de los recién nacidos antes de ser arengar a sus soldados antes del combate.
con rara unanimidad nos han legado sus Bodin, Frederik Koning nos hace saber su bautizados, de suerte que esos seres
víctimas. Es un estudio que, hasta donde opinión sobre la obscenidad de la bruje- humanos inocentes no pueden ser admiti-
sé, está aún por hacerse, y que ría, «lo cual se manifestaba no sólo en la
iluminaría sensiblemente la psicología
de la Europa prerenacentis-
-ta, y los mecanismos profundos de los
detentadores del orden y del poder. Los
demonólogos de nuestra época, en todo
preferencia por el coito anal, sino también -do en el Paraíso. Añadían que no
por la creencia de los brujos y las brujas corresponde al hombre buscar la solución
en el poder afrodisíaco de los excremen- de este misterio. La bondad de Dios es
tos». Más adelante, citando a Boguet, el perfecta, pero hay momentos en que
mismo autor nos informa que, durante trasciende toda comprensión humana.»
el sabbath «para hacer agua bendita, el En un códice anónimo —probablemente
Diablo orina en un agujero del suelo, y los siglos XV o XVI— llamado Errores
fieles son rociados con su orina por el Gazariorum, se nos informa, en una
celebrante, con un hisopo negro». detallada descripción, que el objetivo
Sabido es el papel fertilizante que el central del sabbath era la consumación
estiércol asume en los ritos agrarios; Ma- del incesto, ya que una de las obsesiones
linowski, en las Trobriands, encontró diabólicas sería el aniquilamiento de la
también inagotables relaciones sobre el institución matrimonial. La creencia es
carácter sagrado de todo cuanto sale del más antigua y aparece ya en Catulo —
cuerpo. Nuestros autores pasan sin em- poeta latino del siglo I a. J. C. — cuando
bargo de largo ante estas posibilidades nos cuenta que, según los persas, un mago
especulativas, y se ciñen a la letra de los sólo es perfecto cuando ha nacido de la
testimonios de las víctimas de la Inquisi- cópula de una mujer con su propio hijo.
ción. Aplicando el rasero de la cultura El misterioso pueblo de los guiagos —de
predominante en la edad media, hacen a los que no conozco otra referencia que la
los demonios convictos y confesos del más que nos da Collin de Plancy en su Diccio-
exasperante exhibicionismo, el más agu- nario infernal, de 1842— habría adorado
do voyeurismo, y aun la paidofilia más concretamente al Diablo, por considerarlo
recalcitrante. Sobre el caso de los niños no la deidad mayor del Universo, sino
víctimas de demonios paidófilos, es inte- aquella que tiene real poder sobre nuestro
resante atar completo el corolario del mundo. Practicaban, en sus artes guerre-
doctor Koning: «Teólogos y demonólogos -ras, una crueldad extraordinaria, y no
—escribe en Íncubos y súcubos— decidieron respetaban sexo ni edad del enemigo
que un niño que había asistido a un cuando salían de expedición: hacían, an-
animaba: «Con asombro —nos dice— hecho simplemente que este concepto pa-
comprobé por su actitud que los demo- sara de moda; se asomara, tímidamente
nios eran capaces de experimentar buenos en todo caso, en el pensamiento y en la
sentimientos; que se compadecían de la obra de quienes reflexionaron en el tema.
suerte de su compañero y estaban La comodidad y el alivio que este escamo-
dispuestos a ayudarle por una especie de teo depara a la conciencia religiosa no
solidaridad.» debería impedir que nos planteásemos
Tanto en el caso del reflexivo y prudente con mayor rigor el problema de las virtu-
Una curiosa tradición del siglo XII nos -nius fue alcanzado por tres hombres que interlocutor de Isabel de Hoven como en des del Diablo: al menos, el reconoci-
narra un arrebato que Isabel de Hoven, trabaron con él conversación. Luego de el de los caminantes que se acaba de citar, miento de ciertas identidades que no han
religiosa alemana, tuvo con el Diablo. un primer intercambio de banalidades, el Diablo escapa a las convencionales querido acentuarse, para que esa comodi-
Nuestro personaje se apareció un día en el uno de ellos le preguntó de dónde venía a descripciones que de él se hacen: no sólo dad y ese alivio no fuesen conmovidos.
dormitorio de la monja; antes de que esas horas: «De casa del sabio —respon- no se nos presenta como la suma de toda Uno de los lugares comunes de la teología
pudiese manifestar cuáles eran sus inten- dió nuestro autor— allá en la montaña.» perfidia y defecto, sino que nos deja entre- —pero también uno de los puntos que ha
ciones, ella le dio una tremenda bofetada. Su interlocutor rió entonces por lo bajo: ver características de una naturaleza más dado pie a disquisiciones más sutiles— es
« ¿Por qué me has golpeado de este modo «Insensato —le dijo—, ¿crees realmente compleja y atormentada. Pocas personas el que atribuye a la soberbia del Diablo su
—preguntó el Diablo— nada más verme y que hay sabios en este mundo? Sólo nos- saben que las virtudes (séptima acepción pérdida de la gracia. No obstante, si bien
sin saber a qué he venido?» «Porque estoy otros poseemos la sabiduría, y si algún del término en el diccionario de la Real se mira, esa soberbia es una creación de
enojada contigo —replicó Isabel—, que hombre la manifiesta es porque la ha Academia) nombran a los espíritus Dios: una huella de la omnipotencia de
has ofendido a Dios.» Satán permaneció recibido en préstamo de alguno de nos- bienaventurados que integran la quinta Dios en la esencia de sus criaturas. Sabe-
un momento pensativo, sobándose la cas- otros.» Aterrado, el bueno de Palingenius jerarquía de los ángeles, inferiores sola- mos, por la Biblia, que Dios creó al
tigada mejilla: «Si todos aquellos a los se enteró de que sus compañeros de viaje mente a los arcángeles y a los serafines. hombre «a su imagen y semejanza» y en el
que has ofendido te diesen de bofetones eran tres demonios llamados Saracil, Lucifer, el más hermoso y perfecto de Libro de los Salmos (III, 82; v. 6) se
—le dijo finalmente, antes de desapare- Sthiel y Jana, que marchaban a Roma todos ellos, tuvo también entre sus títulos ratifica esa afirmación con estas inquie-
cer— no tendrías el rostro tan descolo- para ayudar a un congénere en apuros. el de Suma Virtud. ¿Es posible que quien tantes palabras: «Yo dije: Vosotros sois
rido.» Ante sus preguntas sobre la naturaleza de fuera adornado de esos méritos, tan por dioses.» Jesús mismo, cuando transmite a
Marcellus Palingenius, de Ferrara, que esas dificultades, los habitantes de las encima de los hombres, haya dejado del los suyos el precepto de la imitación
vivió y escribió en la primera mitad del tinieblas le informaron que no podían todo de ejercerlos? divina («Sed perfectos como perfecto es
siglo XVI, nos cuenta por su parte una revelarlas pero que con gran frecuencia, vuestro Padre»: Mateo, v. 18), no hace
extraña aventura que le aconteció perso- al tomar forma humana, ellos eran vícti- La idea de que el Diablo no ha perdido más que reiterar esa dignidad excepcio-
nalmente, regresando de unos ejercicios mas del mal natural, la estupidez y la sus atributos angélicos no es nueva, sino nal de la condición humana que puede
espirituales con un ermitaño de san Sil- descortesía de los hombres. Lo que más todo lo contrario: la decadencia de su llevar, en sus últimas consecuencias, a la
vestre, en el monte Sacrate. Acercándose estupefacción causó a Palingenius, sin imagen, la necesidad que la cultura tuvo homologación de lo creado con su Crea-
ya a Roma, y al claro de la luna, Palinge- embargo, no fueron estas asombrosas re- de atribuirle el rol de la expiación, ha dor. San Pablo (I, Corintios, VI. 3) rema-
ta más esa sospecha cuando afirma: «¿No

-velaciones sino el sentimiento que las


sabéis que nosotros hemos de juzgar aún hablaríamos de marionetas, y nadie dife- los rasgos de su protervia, los hombres con su trabajo: "comerás el pan con e:
a los ángeles?» A la luz de estas sorpren- riría en esencia de sus congéneres. La podrían caer a su vez en la tentación de sudor de tu frente". La primera tentación
dentes afirmaciones divinas —o inspira- teología cristiana, sin embargo, ha hecho ser libres. Nada hay que irrite y desasosie- de Satanás a Jesús, como se recuerda, e
das por Dios—, ¿qué tiene de extraño que incansables referencias al uso y a los gue más al poder —y la Iglesia no es una pedirle que haga que las piedras se vuel-
la Serpiente prometiera a nuestros padres riesgos de este libre albedrío, dando por excepción— que el ejercicio de ese atributo van panes. Es decir, pretendía que Jesús
el conocido «seréis como dioses»? De sentado que existe, y que ni Dios mismo de la especie. Esto no es por supuesto librase a los hombres de la pesada fatiga y
cualquier forma que se mire, la soberbia puede torcer lo que un hombre elige sobre volitivo, sino que podríamos llamarlo es- del sudor; quería, en consecuencia, la
del Diablo es menos un defecto definitorio su conducta y su destino. Las teogonías tructural: Sigmund Freud —en El malestar abrogación de la anterior condena divina:
de su naturaleza proterva, que una carac- orientales —aun las que conllevan técni- de la cultura— señaló meridianamente esos
terística congénita de todo lo creado, cas encaminadas al anonadamiento del imperativos que nada tienen de morales
alentada incluso por el Creador. El yo— parten del reconocimiento de la es- (la necesidad de la represión para la
Diablo, en el comienzo de los tiempos, pecificidad individual, del trabajo perso- existencia de lo cultural). En la larga —y
compite con el hombre por la nal insustituible para el logro de la reali- probablemente interminable— lucha de
primogenitura de lo manifestado; zación (tanto si ésta consiste en el hallaz- la especie por la conquista de la libertad,
vencidos y alejados ambos de la presencia go del maya o ilusión de lo real, como en el el hombre intuye que el Diablo es su
de Dios por la comisión de idéntico delito budismo ortodoxo; en el satoris o revela- antecesor, su espejo, y hasta tal vez su
(haber pretendido imitarle), la sospecha ción espontánea entre el uno y el univer- cómplice. Importa a la cultura, al poder, a
de que éste les ha sido inficionado por so, como lo afirma el budismo zen; en la la represión que supone la morfología de
Aquel mismo que los juzga y los armónica integración de todas las posibi- todo orden gregario, que esa intuición no
expulsa, crea entre Diablo y hombre lidades del individuo, según lo busca el se convierta en una certeza. Si ello ocu-
algo más que una relación de tantrismo). «Lucifer —escribe Giovanni rriese, la identificación del hombre con el
analogía: con el devenir de la historia Papini— no hacía otra cosa que demos- Diablo sería inevitable, y el Gran Rebelde
acabará siendo una condena, pero tam- trar haber sido hecho a imagen y seme- culminaría finalmente la obra de su in-
bién una complicidad. janza de Dios, y no puede llamarse peca- cansable paciencia: la libertad del indivi-
do conformarse a la propia naturaleza tal duo por sobre toda reflexión que la limite;
San Anselmo de Canterbury — en De casu como la quiso quien la creó.» No obstante la disolución de las formas en el caos.
Diaboli— atribuye la rebelión de Satán al la justeza de estos razonamientos, a Satán Papini —nuestro tantas veces citado polí-
deseo de tener una voluntad propia; vale se le acusa reiteradamente de haber pre- grafo y demonólogo italiano—, es autor de
decir: a su vocación por la libertad. Sabe- tendido ejercer la libertad de que estaba un artículo que vale la pena copiar en su
mos que los ángeles, como los hombres, dotado, no faltando quienes ven justa- totalidad por lo aventurado y original de
gozan por decisión divina de libre albe- mente en la intensidad de ese deseo la su concepción. «Dios —dice, en El Diablo y
drío, y esa responsabilidad es práctica- causa de su caída. No es difícil intuir las el pan sin sudor—, como sabemos por el
mente la clave de toda ontología. En verdaderas razones de este anatema con- Génesis (III, 19), condenó a Adán, des-
efecto, si la libertad de los hijos, consistie- tra el más bello de los ángeles: si la pués del pecado, a procurarse el sustento El Diablo incita a Jesús a convertir las piedras
se exclusivamente en realizar los deseos libertad del Diablo no se pone al frente de en panes
del Padre, en lugar de ángeles y hombres
trataba de que fuese abolido un viejo son necesarios y hasta imprescindibles criatura estúpida antes que perfecta. «Sa- be —en el capítulo destinado a Lucifer
decreto, y que el hombre no estuviese ya para la prosperidad pública; Papini cree tanás —dice, por eso- puebla el infierno de su Dictionnaire initiatique— sobre la
obligado a comer su pan al precio de su ver en esta afirmación una prueba de la pero, al mismo tiempo, puebla el Paraíso. supuesta expulsión del mismo del reino
sudor. ¿Se trata, en este caso, de una cotidiana y benéfica presencia del Diablo Si el mal no existiese, no existirían los de la luz, y se manifiesta en contra de
dolosa tentativa de hacer retractarse a en nuestra vida. En efecto, ningún peca- santos. Y en este sentido puede afirmarse esta, en su opinión, simpleza
Dios en la persona de su propio hijo? do, ni en su manifestación más inocente y que el Diablo, por voluntad divina, es un especulativa. «Lucifer —dice—, el
¿O no podría tratarse, sobre todo, del perdonable, podría ser inspirado o alaba- coadjutor de Dios.» La última defensa del portador de luz, es, por el contrario, la
deseo de venir en ayuda del hombre do desde la perfección de Dios. Sin em- Diablo que conocemos de Papini es, sin personificación de la Gnosis que libera al
condenado por su culpa a la milenaria bargo, «hemos de reconocer que nuestra duda, la más contundente y espectacular: hombre de las cadenas de la ignorancia y
expiación del trabajo? Si es así, Satanás se vida no sería posible, si no concedemos aquella según la cual lo usamos como le permite liberarse de la esclavitud en
nos aparece bajo un aspecto totalmente algo al pecado, o sea al Demonio». Papini chivo expiatorio de nuestras propias im- que lo mantiene el creador de este
nuevo: como un liberador, como un resca- se pregunta, a continuación, cómo sería la perfecciones y flaquezas. En realidad, si el mundo malo. En este sentido es el gran
tador del hombre. Aun contradiciendo las existencia de poetas, artistas, filósofos, Diablo no es otro Dios —con idénticos escriba universal, el enviado cósmico, el
leyes divinas, quiere redimir a los hijos de grandes jefes de pueblos o héroes «sin un poderes taumatúrgicos, como afirmaban gran agente mágico,-» Para la visión que
Adán de una, al menos, de las consecuen- elemento de orgullo», y reconoce que los maniqueos— no parece razonable car- tradicionalmente tenemos del Diablo, es-
cias del pecado. Satanás aparece, al lado hasta Dante, sumo poeta del catolicismo, garle con todas nuestras culpas ni con la ta variante puede parecer exagerada,
del Redentor espiritual, como un redentor «no disimula la alta idea que tenía de su suma de nuestra frustración. Aquello que cuando no sacrílega. En efecto, desde un
material, com o un am igo del hom bre .» (E l genio». Sin el pecado de concupiscencia, nos aparta de la gracia, de la realización punto de vista teológico, Masson cae en
subrayado es nuestro.) Converso y por más tibia y espaciadamente que sea de nuestras posibilidades —viene a decir la aberrante incordura de atribuir a Satán
fanático católico en los últimos años de ejercida, «quedaría interrumpida la apa- Papini— no siempre (y casi nunca) es los elementos distintivos y diferenciales
su vida, Papini mantuvo sin embargo rición de las almas sobre la Tierra, ya que obra del Sombrío, que sólo acostumbra de la Santísima Trinidad: por su papel de
hasta el final algunos rasgos de su sin un mínimo de lujuria no nacerían cebarse en las almas que merecen la pena liberador del hombre de la servidumbre a
ejecutoria como brillante escritor liberal. vírgenes ni santos»; sin la ira, aun bajo su y que le ofrecen resistencia. «Satanás es un taumaturgo inferior, es el Padre;
Esta defensa del Diablo que acabamos forma de «legítima indignación» no sería un destructor —dice Papini— no un crea- como escriba universal aparece sin duda
de ver, forma parte de una doctrina más posible el cumplimiento de la justicia; dor. Si ha corrompido al hombre, también como el Verbo, o sea el Hijo; como
amplia, que no llegó más que a aun el más sórdido de los pecados —la es cierto que no lo ha creado con sus enviado cósmico cubre el rol del
bosquejar: si Dios es amor, y el cristiano avaricia— «contribuye a la virtud del manos.» En ese sentido, la responsabili- Paracleto que no es otro que el Espíritu
debe procurar imitarlo, no debemos odiar ahorro y a la prosperidad de los pueblos». dad por la conducta de cada cual debe Santo. Si esta homologación es
al Diablo sino antes bien comprenderlo; A mayor abundamiento, nuestro autor rendir cuentas ante el Creador: escudarse exagerada —y desde luego rechazable
entender que su rol le ha sido adjudicado señala que ni el camino de la santidad en las tentaciones del Corruptor es una para todo cristiano—, no lo es en cambio
por Dios como a nosotros el nuestro, y que sería realizable sin la presencia del Ene- facilidad que no siempre corresponde a los la profunda intuición sobre la
en muchos aspectos es un colaborador de migo, dado que donde no hay batalla no hechos. importancia gnóstica del Diablo. Las
El y también de nosotros. El moralista y hay triunfo, y la falta de tentaciones y de más antiguas tradiciones de la
médico Mandeville —Favolla dele api parámetros de virtudes a elegir y de leyes a Hervé Masson, unos de los mejores com- humanidad —desde la Epopeya de
(1705) — afirma que los vicios privados transgredir, harían del hombre una piladores modernos del esoterismo, escri- Gilgamesh asiriobabilónica, hasta el
Prometeo griego, cuyo renovado hígado
devoran los buitres para siempre—
seña-
derrotado hacia el final de los tiempos,
co-gobierna desde siempre el mundo,
-lan la presencia de un héroe solar, que tal como lo entendieron las primitivas
deviene nocturno y cae en desgracia por religiones dualistas y el intrincado
el mismo y reiterado pecado: la sed de laberinto de las mitologías. Satán —
conocimiento; el secreto de la clave del bajo otros nombres y otras formas, des-
universo (el árbol del bien y del mal, el tinatario del horror o la resignación— ha
fuego que no cesa, etc.), que roba a los estado siempre como protagonista de la
dioses para compartirlo con los hombres. aventura humana. Sus dos atributos cen-
El mito es tan universal, y su significado trales le aseguran la vigencia de ese prota-
tan transparente, que es imposible no gonismo: ama el conocimiento por sobre
asociarlo al Diablo de las culturas todas las cosas y, enfrentándose a Dios,
mosaicas. Inventoras y difusoras del está del lado de los hombres.
monoteísmo, éstas ya no tuvieron lugar
en sus teogonías para el segundo
demiurgo: el otro Dios que, aunque
finalmente
Segunda parte FALTA De la historia del Diablo
Cuando no hablamos acerca de Dios o en el
nombre de Dios, es porque el Diablo nos habla y
nos escucha en un silencio formidable.

León Bloy

El Diablo dijo: aquél no era lo bastante inteli-


gente como para que yo me preocupase por él. Se
trataba de un pobre de espíritu, y era tan tonto
que me ha vencido. Terrible problema es el de
seducir a un imbécil: no consiguió comprender
mis tentaciones.

Paul Valéry

NACIMIENTO Y JUVENTUD testimonio de E. O. James en su Historia


de
las religiones , representa la figura de un -cos de la veneración a la Magna Mater, prefigura la organización de la magia
hombre vestido con pieles y tocado con tan esplen dorosa carrera haría en el simpática sino uno de los atributos cen-
un cráneo de ciervo. Demasiado pensamiento occidental. Henninger, en trales de nuestro protagonista. En efecto,
tentador sería asociar a ese astado con justicia, señala aún la existencia de una al realizar la sustitución, el curandero
nuestro cornudo protagonista, pero sí tercera variante prehistórica (Hirtenkul- imita al Creador y lo suplanta; le enmien-
parece evi dente que se trata de un turen), correspondiente a los pastores nó- da la plana, por así decirlo, alterando el
brujo (o, más bien, de su antepasado madas: entre ellos, y hasta la actualidad orden de relaciones del universo. Como el
litúrgico), tanto por el atavío como por —como demuestra él propio Henninger Diablo, el curandero corrige la organiza-
el casi inaccesible lugar donde se con el ejemplo de las tribus siberianas— es ción divina de la materia; pero como él,
encuentra, sitio que no podía servir de Un brujo danza tras unos bisontes. Pintura donde más extendida y prolífica ha está sujeto a la condena que pondrá fin a
vivienda cotidiana, pero sí de esforzado rupestre de Trois Freres campado la demonología; acaso por su su impostura: la inevitable corrupción y
punto de reunión para algún tipo de carácter cíclico y errante, estas comuni- decadencia de su obra; el advenimiento
culto calendario. La presencia de este padre Joseph Henninger —en El dades han estado en condiciones de in- de la muerte, que se quedará con todo.
exorcizador habla, por omisión, de la adversario de Dios en los pueblos primitivos tuir mejor que nadie la especificidad
presencia del Enemigo: cualquiera — las diferencias cronológicas de acceso del Diablo, erradicado como está tam- Ya en el plano especulativo, Orígenes es
fuese su representación —y es probable al estadio productor son bién él de la seguridad y del reposo. tal vez el primero en afirmar que los
que no tuviese ninguna—, la evidencia extraordinariamente nota bles entre las No es posible, como queda dicho, ir más demonios son anteriores a la creación del
del Mal acompañó el nacimiento de la distintas comunidades que apenas allá de estos estadios preculturales en la hombre, y que acompañan a Dios en la
conciencia en nuestros primeros poblaban el planeta en tiempos búsqueda de los orígenes del Diablo. eternidad: al ser inmortales –razona- no
padres. prehistóricos. Siguiendo a W. Schmidt, Ciertas precisiones antropológicas —con- ha- brían realizado una evolución
propone, de todos modos, una primera firmadas por las observaciones en vivo de semejan- te a la nuestra; permanecerán
En todo caso —James, Otto, Andrew subdivisión evolutiva entre lo que el comunidades que aún permanecen en la —idénticos a sí mismos, sin
Lang, Matthew Arnold y, con ellos, los gran antropólogo alemán llamó pueblos edad de piedra, como las de Malinowski desarrollo pero tam- bién sin
primi tivos, en oposición a los también decrepitud— hasta el fin de los tiempos
principales historiadores contemporá - en las Trobriand— ayudan sin embargo a humanos. Un escolio a esta teo- ría se
neos de la religión están acordes en esto por él llamados pueblos primarios . Los delinear los antecedentes de lo que, con el
primeros, cazadores, daban predominio intuye en la concepción cíclica del
— parece seguro que los albores de la tiempo, sería la tradición diabólica en las tiempo de buena parte del pensamiento
religión, y la consiguiente entrada en al macho, y en sus vacilantes culturas históricas que se forman a partir
cosmogonías puede in tuirse la sombra ex -tremo oriental. En el vértigo de miles
escena de nuestro personaje,- coinciden del mesolítico. Ha querido verse en los de millones de años de la edad de la
con el pasaje del estadio de recolección de la pareja de demiur gos, tan cara a las ritos de sustitución —procedimiento cu-
posteriores religiones históricas Tierra -sería el planteo-, ¿qué nos impide
al de producción de alimentos. Las rativo que consiste en el sacrificio de creer en varios ciclos de generación y
sospechas anteriores que pudieran dualistas; entre los segundos, alguien o de una parte de ese alguien, a rui- na de todo lo viviente? Los
tenerse —aun cuando altamente recolectores, el rol protagonice era asig - cambio de la parte o el todo enfermo de dashavataras védicos creen en las
especulativas— caen tan fuera de la nado a la hembra, y en ellos está el otro, y que reaparece con monótona insis- llamadas «razas raí- ces», con cada una
historia que sólo es posible aproximarse germen más remoto del monoteísmo tencia en casi todas las preculturas— uno de las cuales reco-mienza la aventura de
a ellas desde hipótesis de trabajo, como que, a través de los cultos cretominoi — de estos antecedentes, ya que no sólo la vida: la nuestra, nos informan, es la
las que podrían plantear el quinta y desaparecerá por el fuego.
psicoanálisis o la simbología. Según
el
El D iablo m esopotám ico — Según Juan B. -morfo produzca diversas manifestaciones trabajos recuperar a su hijo-amante, y sólo de los del valle del Nilo, lo esperaban to-
Bergua, con los sumerios —un pueblo de un mismo principio). Esta tendencia a lo consigue cuando los dioses infer- nales do de esta vida y tenían poca o ninguna
protoelamita con elementos mongoles, la vaguedad formal y a las metamorfosis le dan, a regañadientes, su permiso. confianza en la eternidad: de ahí la im-
que se instala al sur de la Mesopotamia, —aparte del prestigio universal que en la Otra variante cosmogónica pretende que portancia que el Diablo, como señor de
hacia los años 3200 a. J. C. — se da el paso antigüedad tuvieron los magos caldeos— en el caos primordial sólo existía una este mundo evidentemente gobernado
de los mitos agrícolas a las religiones imprime un fuerte sabor diabólico, según pareja de deidades, An (Cielo) y Ki (Tie- por el mal, tuvo en sus pensamientos
civilizadas. La semitización se producirá los especialistas, a la religión mesopotá- rra). De su relación hierogámica habría cotidianos. Y no se trata sólo de los
luego por la paulatina invasión de los mica. nacido En-lil quien, una vez adulto, pro- ejemplos señalados, en los que el Tenta-
acadios, sus vecinos del norte (h. 2350 En el que es tal vez el mito central de su voca la desunión de la pareja, posee a su dor se confunde tanto con el demiurgo
a. J. C.), y la posterior hegemonía babiló- teogonía —el incesto entre Inanna (Dama madre y le hace parir todo lo viviente. En que hasta podría ser él, sino de la
nica (h. 1700 a. J. C.). Religiosamente, del Cielo) y Tammuz, su hijo y amante— este sentido En-lil es claramente el de- numerosa procesión de demonios como
representan también el enorme tránsito aparece la figura de Satarán, el dios-ser- miurgo, pero también se le llamaba El Nergal, cuyo mensajero Namtaru
cultural del animismo al politeísmo, y por piente, cuyo nombre y atributos recuer- Señor del Trueno, y su culto contenía no provocaba las pestes y las catástrofes; de
esta razón encontramos ya demonios en dan fuertemente a nuestro protagonista, pocos elementos de terror: no es impro- Rabisu, llamado el vagabundo, de
su cosmogonía, en lugar de vagas fuerzas sobre todo en la divulgada versión hebrea -bable que él haya sido el Diablo, tal apariciones imprevisibles; o de Labasu,
maléficas. El paso siguiente (creación de (que pasó a las religiones mosaicas): no como nos lo presenta Abraham. El An de el detestable ladrón. Pero acaso la más
un sistema de correspondencias que en- hay que olvidar que el patriarca Abra- los primitivos sumerios, que cede terreno original aportación mesopotámica a la
cubría un pensamiento en cierto sentido ham era caldeo, y había nacido en Ur. ante el En-lil acadio, será posteriormente demonología de todos los tiempos fue la
metafísico) se dará con el desarrollo de la Según el Corán —en el que también Abra- suplantado por Marduk, en pleno apogeo invención de Lilith (Lilitu, en acadio) a
compleja astrología del ciclo babilónico. ham es personaje importante— en Ur babilonio. Este Dios —cuya peripecia quien ya hemos visto como seductora de
El panteón mesopotámico es, sin duda, había un concreto culto de adoración a teogónica nos llegó a través de siete Adán y reina de los súcubos. Era el terror
uno de los más abigarrados de la antigüe- Satán; para probarlo, Papini cita la con- tablillas de unos 140 versos cada una, de los durmientes, de quienes obtenía el
dad; con la característica, además, de que versación del futuro patriarca con Tare, grabadas hacia el siglo XXI a. J. C.— semen que necesitaba para engendrar
sus dioses no muestran una conducta o su padre (Génesis XIX, 45) en la que le presenta también fuertes características monstruos: estas aberraciones —que
unos atributos constantes, ni evolucionan dice: «Padre mío, no adoraré a Satanás, infernales, ya que llega a la divinidad por poblaban de acechanzas el día y la noche
en cierta dirección —como se verá en el porque en verdad se ha rebelado contra el el proceso de suplantación que nuestro sumerias— se presentaban en el lecho de
caso de Egipto—, sino que su volubilidad Misericordioso.» Tammuz —el más anti- Diablo hebreo intentó, según la Biblia, sin muerte de su desdichado padre, y volvían
los hace prácticamente inaprehensibles. guo de los dioses cíclicos que se conozca, éxito: Apsu y Tiamat —otra variante de la atroces las horas de su agonía. Con el
En las listas de Shuruppak —encontradas cuyo culto central era la cópula entre el pareja primordial— se enfrentan a la re- nombre de Lamashtu, la bella perversa se
y descifradas por la misión Deimmel, rey y una sacerdotisa de su templo, que se belión de sus hijos (como Jehová a la de dedicaba a atormentar a las mujeres, a las
entre 1922 y 1924- se citan más de realizaba en la noche del año nuevo— sus ángeles) y Marduk, uno de ellos, que odia, en el ejercicio de sus funciones
setecientos dioses, pero algunos autores muere y desciende a los infiernos, adonde consigue matarlos y ocupar su lugar. fundamentales: complicaba los partos,
nos dicen que de entonces a la actualidad va a buscarlo la Diosa Madre Inanna, Emana elish es el nombre de la saga que provocaba abortos, impedía amamantar
su número ha crecido hasta cuatro mil potencia suprema del panteón caldeo: nos lo relata. y, en ocasiones, robaba a los niños de sus
(aunque es probable que su carácter poli- con todo su poder, le cuesta enormes Los pueblos mesopotámicos, a diferencia cunas. Curiosamente, Lilith no tiene
contrapartida masculina
entre los sumerios, por lo que los íncubos sigue: «Después de un combate con un saga, que acabará por convertirse en su _-do todo sigue como hasta
—que serán tanto más abundantes en la dragón llamado Yam o Nahar, que finali- escudero, su acicate y su mejor amigo. entonces: sólo los dioses gozan de la
demonología europea— son muy poste- zó con la victoria de Aleyan, el vencedor Cuando esto ocurre —resume Kurt inmortalidad.»
riores a las demonias que seducen a los parece haber sido instalado en un palacio Seeberger, en Mil dioses y un cielo— La novela anticipa, como puede verse,
hombres. F. Koning —en íncubos y real. Pero el benefactor Aleyan fue asesi- «ambos se trasladan a los bosques del algunos de los temas más recurrentes en
súcubos— hace notar que esto es nado en pleno verano, y de su descenso al Líbano, dispuestos a vencer al gigante los cuatro mil años de cultura que nos
extraño, tanto más cuanto, nos dice, las mundo subterráneo eran símbolos las Chumbaba, guardián de los cedros del separan de ella: la pareja de demiurgos
prácticas poliándricas estaban bastante plantas marchitas y el suelo agostado dios Enlil. En efecto, matan al gigante. (uno de los cuales, fatalmente, realizará
extendidas en la Sumer del tercer milenio durante la estación de la sequía. Su espo- Ishtar, diosa del amor, se enamora de con el tiempo una decadencia que lo
a. J. C. A partir de la decadencia de los sa Anath, aparentemente la Ishtar de esta Gilgamesh, pero éste la rechaza homologará con el Diablo, para equili-
acadios y el consiguiente predominio leyenda, emprendió la búsqueda de su recordándole el cruel destino que aguar- brar —en la indispensable armonía misté-
babilonio, Lilith desaparece de la cuerpo, y cuando encontró a Mot, el daba a todos los que habían tenido rela- rica— el ascenso de su paredro a la digni-
literatura, y no la reencontramos hasta en adversario, lo cogió, lo abrió de arriba ciones con ella. Uno de ellos fue Tammuz, dad divina); el diluvio universal; el árbol
Isaías XXXIV, 14 (escrito abajo con una hoz ritual (harpé), lo aven- dios de la primavera. Ishtar, ansiosa de del conocimiento; la tentación y el trabajo
presumiblemente hacia 740 a. J. C.), tó, lo asó al fuego, lo trituró en una venganza, envió contra los dos amigos el con el que el elegido la supera; la trans-
cuando predice el fin de Edom: «perros y muela, esparció su carne sobre los toro celestial. Enkidu y Gilgamesh dan gresión o pecado, y su necesario pago
gatos salvajes se reunirán allí y se campos y la dio a comer a los pájaros. Lo muerte al animal, y el primero arroja su reconstituyente del equilibrio cósmico (la
juntarán allí los sátiros. También allí trató, en fin, como el grano recolectado. lanza contra el rostro de la diosa. Por tal ley taliónica o la hibrys de la tragedia
Lilith descansará y hallará su lugar de Más tarde, Mot fue resucitado y ofensa y por haber derribado además el griega, que devendrá teoría de la expia-
reposo.» El profeta la teme persuadido por la diosa del sol de que cedro, Enkidu ha de sufrir un castigo. ción bajo el cristianismo); el elixir de la
especialmente por su nocturnidad, contra rindiera y reconociera la realeza de Morirá lentamente. Gilgamesh, que tiene vida eterna, etc. La antropóloga alemana
la cual ni un santo puede defenderse, y la Aleyan, con lo cual la tierra recobró su tres cuartas partes de dios y una de Franzis Jordán quiere ver también en la
elige entre todos los demonios como fertilidad.» humano, queda tan desesperado ante la epopeya, con abundantes argumentacio-
representante de los males que quiere pérdida de su amigo, que se pone en nes, el pasaje de la civilización matriarcal
erradicar de su pueblo. En la Epopeya de Gilgamesh —la novela camino para buscar la vida eterna. Des- a la patriarcal, y la mitología del prolon-
En las tabletas de Ras Shamra (descu- más antigua de la humanidad, escrita en pués de afrontar una serie de peligros, gado período de luchas intersexuales que
biertas en la costa norte de Siria, desde el siglo XXU a. J. C., en pleno apogeo encuentra a Utnapischtim, su antepasa- ello representó. Como quiera que sea, lo
1930 a 1933), se nos narra otro mito de la acadio— el Diablo desempeña un rol do, quien le explica cómo logró sobrevivir que interesa señalar aquí es la parábola
mayor importancia sobre la lucha entre polivalente, en la compleja y atormentada al catastrófico diluvio enviado por los francamente favorable a los hombres que
Aleyan, hijo de Baal (Dios), y Mot, hijo figura de Enkidu, y asume por primera dioses, mientras que todos los demás describe Enkidu, personaje redentorista
de El (el Diablo), en el que puede verse vez sobre sí las culpas de los hombres. hombres murieron, y le hace saber, asi- que asume sobre sí los pecados, las res-
la supervivencia de los ritos agrarios en Gilgamesh, héroe solar y dechado de mismo, que existe una hierba que propor- ponsabilidades y, finalmente, la muerte,
una cosmogonía ya orquestadamente perfecciones, desea conocer al hombre de ciona la vida eterna. La planta crece para restablecer el equilibrio roto por la
politeísta. Se trata de una versión los bosques (Enkidu), demiurgo menor y en el fondo del mar. Gilgamesh consi- soberbia y el abuso de poder de Gilga-
cananea (siglos XV y XIV a. J. C.) de deuteragonista de la gue cogerla, pero una serpiente se la mesh. Es por lo menos una injusticia
tradiciones acadias, que E. O. James arrebata. En consecuencia, en el mun —pero esa ha sido y es la suerte del
relata como
Diablo— que la tradición lo relegue a un lo que limitó las tentaciones expansionis- sino a soportar el peso de Osiris por toda
segundo plano, y se dedique a adorar al tas; en segundo término, el carácter de sus la eternidad y, para cerrar el ciclo de
opresor. habitantes, pueblo de agricultores escasa- muestra de su existencia. Osiris —héroe identificación con su víctima, a ser emas-
mente belicosos; en tercero, el culto a los solar, descubridor de la agricultura y de culado.
El Diablo egipcio — Desde que el legenda- muertos y la divinización del faraón, co- la palabra, que transmite a los hombres— Respetado y temido, cuando no franca-
rio Narmer-y-Aha (el Menes de los grie- lumna vertebral que dio una gran movili- es llevado por las malas artes de Seth a mente adorado, Seth atraviesa la historia
gos) funda Menfis, la ciudad de los muros dad a los otros elementos de su cultura, introducirse en un sarcófago; cuando el egipcia en permanente entronización, y
blancos, hacia el año 3000 a. J. C., y que pudieron desplazarse y cambiar de mal hermano ha conseguido su propósito, alcanza su momento culminante cuando
unifica bajo su capitalidad los reinos del nivel en torno a ese eje de seguridad.) No sella el arcón y lo arroja a las aguas del el florecimiento de los hicsos, los reyes
Alto y Bajo Egipto, hasta que Alejandro, se pueden detallar aquí sino muy sucinta- Nilo. Isis, no obstante, consigue recupe- pastores que dominaron el Alto Egipto
y posteriormente las tropas romanas, aca- mente las variantes e interpretaciones del rar el cuerpo de su hermano-amante —cu- con la novedad de sus carros de guerra
ban con la ya decadente continuidad mito osiríaco —el más rico que nos ha yo ka (alma, pero no precisamente en el tirados por caballos, entre 1650 y 1570
faraónica, el Diablo se pasea ininterrum- dejado el pensamiento egipcio—, pero sentido en que se utiliza en Occidente) ha a. J. C., y que lo hicieron su divinidad
pidamente por el prodigioso valle del conviene resumirlo por el papel central descendido al reino de los muertos— y se
Nilo, es la amenaza del desierto; la se- que en él juega nuestro protagonista. Ra, dispone a resucitarlo sobrevolando su
quía, el hambre y la muerte de las temidas primer principio, es el creador del mundo cadáver (la tradición dice que es en esas
«tierras rojas», que se extienden hasta el y de la Enéada, o corte de los dioses; circunstancias cuando concibe a Horus,
horizonte, a ambos lados de las feraces y Osiris, aun cuando como dios posee ca- hijo y vengador del héroe). Antes de que
limosas «tierras negras» que hicieron po- racterísticas demiúrgicas, es más bien el la diosa termine su labor resurrectora,
sible la civilización. Por esto, a despecho Hombre Primordial, el equivalente al Seth consigue escamotearle el cuerpo de
del cambio de dinastías, de la predomi- Adam Kadmón de los cabalistas (no el Osiris y, para asegurarse el éxito de esta
nancia de unos u otros dioses —según el fundador sino el redentor, el regenera- segunda tentativa, lo corta en catorce
panteón de la ciudad fundamental a cada dor), el Cristo a un tiempo dios y hombre pedazos, que arroja nuevamente al agua.
época: Tebas, Hermópolis, Heliópolis o verdadero. Hermano y esposo de Isis, es Con ayuda de otras divinidades menores,
Menfis—, el Diablo es uno de los inva- también hermano gemelo de Seth, en la Isis consigue no obstante recuperar el ka
riantes centrales de una cultura destaca- más antigua versión del mito de los diós- de su amante del reino de los muertos, y se
ble justamente por su sedentarismo y la curos. Este hermano de Dios, idéntico a él pone a la paciente tarea de reconstruir su
continuidad de sus valores históricos. (Se pero sombrío, cruel, celoso, soberbio, irri- mutilado cuerpo; lo hace casi en su totali-
ha señalado, y no es este el lugar de tante y envidioso, es precisamente el Dia- dad, pero le falta algo: el falo de Osiris ha
ampliarlo, que varios factores determina- blo. Más aún, Seth puede redamar para sido devorado por los peces del Nilo.
ron la solidez de ese esquema: en primer sí el patriarcado de los demonios, ya que Cuando Horus (dios del clan del halcón,
lugar la geografía del país, que era exclu- es el primero en manifestarse en toda su que ascenderá con el tiempo a Señor de la
sivamente el valle de un río —aunque éste entidad y con todos sus atributos, cuando Muerte, y muy probablemente rey unifi-
contara con 4000 kilómetros de largo por faltaban aún siglos para que el Satán cador en tiempos predinásticos) venga a
20 a 40 de ancho— rodeado del desierto, su padre derrotando a Seth, no lo mata
H o ru s rep resen ta do en fo rm a d e ha lcón
sino que lo somete al tribunal de la Enéa-
hebreo o el Tifón griego diesen alguna da: ésta tampoco lo condena a muerte,
principal hasta que el faraón Amosis los Como en todas partes, en Egipto los Entre las divinidades femeninas de las largo de más de treinta siglos. Para cuan-
expulsara, reconstruyendo la unidad del dioses relacionados con el conocimiento tinieblas destaca la demonia Nut, la «vaca do la técnica de momificación había llega-
valle. Seth, pese a la derrota de sus fieles, tenían características diabólicas. Si entre celeste», cuyo cuerpo desnudo cubría en do a su más alto nivel técnico —que
se queda en Egipto y no es vencido con nosotros no ocurre así, es exclusivamente arco la bóveda del cielo, haciendo las coincidió con el abaratamiento de los
ellos: va sumando atributos terribles a su porque el monoteísmo mosaico deifica en veces de filtro entre la pura luz y lo que costes y, por ende, con la mayor difusión
majestad, y ya hacia el siglo XV a. J. C. una sola dirección, con lo que hace caer nuestros ojos pueden soportar: se la re- de su práctica entre estratos sociales ya no
.encarna los dos azotes más temidos por toda la gnosis en el terreno del Adversario presentaba con cuernos, como a la poliva- emparentados con la nobleza— setenta
las tribus del desierto, la tempestad y la (ya que lo propio del Dios bueno —y en lente Isis, sólo que los de esta última eran días eran necesarios para completar el
sed. nuestro caso único— no es el conocimiento siempre liriformes. Paxhet y Tefnet, de proceso. Luego de una compleja prepara-
También, aunque su vencedor Horus lo sino la revelación). Así, en el panteón menor categoría, eran dos diablesas feli- ción técnica llegaba la parte central del
desplaza del reino de los muertos, se le demonológico del antiguo Egipto, encon- nas, en cuyo untuoso meneo formal se rito funerario —denominada «apertura
sigue reconociendo como Señor de las tramos la inquietante figura de Thot, «el sintetizaba todo el peligro de la seducción de la boca»—, que reproducía secuencias
Tinieblas, aquellas que aluden al caos corazón que piensa», cuyos atributos de femenina. del viaje ctónico de Osiris, y de la que
inenarrable que está aún más allá de la intermediario entre los dioses y los hom- Dos ejemplos singulares podrían aún dependía buena parte del éxito de la
muerte y de toda desventura. bres y de alado mensajero pasarán luego agregarse a este muestreo de demonios experiencia. El muerto pasaba a partir de
«Seth es lo estéril —dice Erman, en La al Kermes de los pitagóricos y al Mercurio egipcios. El espantoso pero jovial Bes, el allí a convertirse en un ba (alma viva); al
religión egipcia—, lo que quema, la seque- de la mitología romana. En algunas más familiar y solícito de sus congéneres, a escultor que modelaba la mascarilla mor-
dad. Es lo irracional e irreflexivo de las escatologías su paredro es Anubis, el dios quien se consideraba buen amigo de los tuoria —persona por la que se profesaba
almas, la morbosidad y el perturbamien- de la muerte con cabeza de chacal, que hombres: enano horrible y panzón, de gran respeto— se le denominaba s'nh (el
to del mundo: es el mal.» Un códice de la hasta la dinastía V fue sin discusiones el barba rala, patizambo y con cola de que hace vivir), lo que ejemplifica hasta
dinastía de los ramésidas (XIX) nos lo amo del Infierno. Más adelante, sin em- leopardo, hay que ver en él una prefigura- qué extremos la muerte era para los egip-
describe como el que «ansia llevar el bargo, se le liga con Horus —el hijo ción caricaturesca de los faunos y del cios el verdadero nacimiento a una ins-
hambre a los hombres, condenándolos a vindicador— llamado «la lengua que tra- macho cabrío del sabbath. El otro caso es tancia superior del ser. Por esta razón el
muerte». Para Noret, «el terror es su gran duce»: cuando se le asocia a Thot es aún más especial y se refiere a la homolo- Amenti (el infierno, durante las primeras
fuerza: hombres y dioses tienen miedo de representado desnudo, de pie sobre dos gación del Nilo —padre protector, en la dinastías) era infinitamente temible para
Seth y adoran su potencia brutal». Su cocodrilos, y en esta apariencia se le práctica— con un demonio hermafrodita los moradores del valle del Nilo, aun
originalidad —apunta además Papini— considera como el máximo talismán con- de poblada barba y arrogantes pechos cuando sus características no eran ni
es que es el único Diablo fratricida, y el tra la adversidad. Apopi, por su parte femeninos: por su excepcionalidad ha lla- remotamente comparables a las atrocida-
inaugurador de este poderoso tema míti- —«grande y poderoso demonio»—, no se mado la atención de varios egiptólogos; en des que le son asignadas por otras cultu-
co que poblará luego la Biblia (Caín y manifiesta en modo alguno durante la lo que á mí respecta, no encuentro ras: en el Amenti, las lamentaciones de los
Abel, Absalón y Amón, Salomón y vida de los hombres, pero es el tenebroso e explicación para este posible abuso de condenados tenían lugar sólo durante el
Adonías) y la mitología griega y romana inflexible guardián de la inmortalidad: el sincretismo. día, ya que desde el crepúsculo hasta el
(el doble fratricidio de Etéocles y Polinice, Libro de los muertos incluye bellísimas fór- alba el dios Ra (el sol), que había abando-
el escita Saulio y Anacarsis, Rómulo y mulas y conjuros para ganarse su benevo- Dos palabras sobre el culto a los muertos, nado la tierra, los consolaba con su calor y
Remo, etc.). lencia. rito unificador de la cultura egipcia a lo con su luz.
Hervé Masson afirma que este tolerante 500 a. J. C. Inteligentes y aristocráticos, apoya en la unidad estilística de ciertos Así —por primera y única vez en la
averno estaba destinado «a los perversos los persas introducen en las artes marcia- fragmentos del Zend Avesta —libro sa- historia del pensamiento religioso—, se
y a los indiferentes». les dos concepciones decisivas: los arque- grado, compuesto de cinco partes y un nos ofrece una instancia teológica que
ros montados, y la tropa mercenaria do- escolio (pequeño Avesta) para uso de los está francamente del lado de los hombres,
El Diablo persa — Pueblo guerrero, místico minada por el centro de los leales (los laicos— que indudablemente pertenecen a ofreciéndoles inclusive una participación
y poético, el persa lega a la humanidad la «10 000 inmortales» de los que habla una sola persona: los 16 gathas (himnos) en en lugar de una pasividad, y sin renunciar
más alta propuesta moral de la historia Jenofonte en su Anábasis). Luego de diver- los que se resume lo esencial de la por ello a la profundidad de la especula-
anterior al cristianismo: la reforma y ac- sas vicisitudes —que culminan con el doctrina. Según ésta, hay un principio ción metafísica. Ahura Mazda (el Impen-
tualización del mazdeísmo, hecha por el reinado de Artajerjes (465-425 a. J. C.), indeterminado (Ahura-Mazda o Dios, sable) admite en torno a él toda batalla
profeta Zarathustra (o Zoroastro), entre sabio y prudente rey al que se identifica también llamado Zervan o el Tiempo, en filosófica, aunque ella no consiga mover
setecientos y mil años antes de nuestra con el Asuero de la Biblia, desposando a el sentido de eternidad) creador de dos un milímetro las reglas de juego de nues-
era. Ester y permitiendo a Esdras la restaura- demiurgos complementarios: Ormuzd, tra realidad; la pareja de dióscuros que
Desde 1500 a. J. C. tribus indoeuropeas ción del culto en Jerusalén— el poderío «infinito por lo alto», y Ahriman, «infinito forman Ormuzd y Ahriman, por el con-
—bactrianos, sogdios, medos y persas— persa se hunde en la noche de los tiempos. por lo bajo» (sobre la antigüedad y trario, están lo bastante cerca de nosotros
invaden la meseta irania. Del 835 a. J. C. No antes, sin embargo, de dejarnos la más difusión del concepto zervánico como como para que nuestras obras los con-
es un documento del rey asirio Salaman- extraordinaria especulación sobre lo reli- productor de la realidad, es interesante muevan: por el trabajo individual de cada
sar III, en el que se alude por primera vez gioso que produjo el mundo antiguo: la anotar que ya aparece mencionado en uno de los hombres, podemos ayudar a
a los persas, a quienes se califica como concepción dualista, ese coherente e in- tablillas babilónicas del siglo XV a. J. C.; que la batalla entre los dos contendientes
tributarios. Poco después de ese lacónico quietante sistema de pensamiento que Berose el astrólogo —siglo IV a. J. C.—, se resuelva más tarde o más temprano.
y despectivo memorial (en 612 a. J. C.) sería la base del pitagorismo, y que suscri- según Flavio Josefo, escribió sobre «un Esta flexible dialéctica debía producir —y
Ciaxares, fundador del poderío medo, bió Platón; que —negado y exorcizado rey mítico llamado Zerovanus»; Eudemo produjo, como se ha señalado— la reli-
destruye Nínive hasta sus cimientos, y por la Iglesia triunfante— reaparecería de Rodas tiene noticia de una deidad gión más humanista, más cercana al pen-
con ella la hegemonía asiría en la geopolí- en el tejido interminable de las herejías central de la que saldría el dualismo: samiento de la Grecia clásica, solar y
tica de la época. Medio siglo más tarde nestorianas o arrianistas, y en la última llama a sus hijos Uromasdes y Areima- antropocéntrica, que haya conocido Oc-
Ciro II —rey persa, vasallo de los medos posibilidad de Occidente para enfrentarse nios). La originalidad del pensamiento cidente: el movimiento cátaro, barrido a
— se levanta contra sus amos, y en treinta con su destino helénico: los cataros. zoroastriano —que tendrá larga y fructífera sangre y fuego durante la primera mitad
años hegemoniza Irán: derrota a Creso, descendencia entre los nestorianos, del siglo XIII, por una alianza de poderes
rey de Lidia, somete el Asia Menor griega, Aunque algunos especialistas dudan de mándeos, maniqueos, cataros y bogomi- que no estaba dispuesta a tolerar esos
llega hasta los confines de la India. En su existencia, y otros (Hervé Masson) la los— consiste justamente en la practici- excesos.
539 conquista Babilonia, y es divinizado hacen retroceder hasta fines del segundo dad y humanidad de su monoteísmo: al
por los sacerdotes de Marduk; su hijo, milenio a. J. C., la mayoría está acorde en mismo tiempo que reconoce y alaba la
Cambises II, conquista Egipto en 525 a. admitir la existencia histórica de Zoroas- existencia del Primer Motor Inmóvil, de-
J. C.; su yerno, Darío I, somete Tracia y tro, y en ubicar su vida y su predicación lega en la pareja de demiurgos la respon-
Macedonia, llevando el esplendor persa hacia el siglo VI a. J. C., en el norte de sabilidad de nuestros azares cotidianos.
a su máximo desarrollo hacia

Irán. La crítica moderna, sobre todo, se


Cualquiera haya sido la época exacta de profundidad de la influencia zoroastriana El Avesta, en uno de sus numerosos ha-
la predicación de Zoroastro —Plutarco, en los albores del cristianismo—, lo que es llazgos poéticos, define a Ahriman como
desmesuradamente, la sitúa cinco mil indudable es que su originalidad modifica «el loco lleno de muerte». A pesar de ello,
años antes de la guerra de Troya: lo cual, radicalmente el pensamiento religioso de
por hipérbole, nos da una idea de la la humanidad, hasta el punto de que sólo Retrato ideal de Zoroastro
la aparición de Cristo —y, sobre todo, del la originalidad del Diablo persa consiste
excepcional promotor que fue Saulo de precisamente en su capacidad de otorgar
Tarso— consigue impedir que el mazdeís- vida: a diferencia de nuestro Satanás,
mo devenga religión universal. Ninguna Ahriman no es un rebelde ni un destruc-
otra (hasta que la demagogia paulina tor sino un creador; más aún, puede
sincretiza todo lo sincretizable) había decirse que a excepción del hombre —do-
ofrecido un espectro más amplio para la tado de libre albedrío y, por tanto, con
inserción de diversas culturas y clases capacidad para discernir— la realidad
sociales en su propuesta. Por otra parte, sensible le pertenece. Obra suya son las
la situación geográfica de Persia —enclave tierras y las aguas, las plantas y los
del Lejano Oriente, la península indos- animales, y es muy posible que el Diablo
tánica y el Asia Menor—, su tendencia de las religiones mosaicas herede de él la
expansionista, las subsiguientes campa- potestad para otorgar favores en el reino
ñas de Alejandro, el encuentro del mono- islamización del imperio, a partir de 637, de este mundo. Su primera aproximación
teísmo judío con la tradición caldea y el con el fanatismo característico de los ára- a Zoroastro —según nos cuenta el Avesta
humanismo griego; todo, en una palabra, bes en lo tocante a la ortodoxia. Los pocos — no es sin embargo tentadora; más
hacía previsible para el mazdeísmo un mazdeístas que sobrevivieron a la perse- expeditivamente, Ahriman opta por ma-
porvenir ecuménico. Sin embargo, en la cución islámica, formaron y forman hoy tarlo, y le envía para ello a su poderoso
práctica, su destino estuvo casi siempre todavía en Irán la secta de los guebras; los lugarteniente Drugia (la peste), quien
reñido con el poder. Si bien fue religión que emigraron —más numerosos hoy, con sólo tocar al santo lo contaminará de
oficial de los aqueménidas, en 320 Alejan- también por mejor acogidos en su mo- todas las enfermedades. Drugia, no obs-
dro ordena su fulminante aniquilación tante, fracasa en su misión, ya que en-
(cuando la quema de los manuscritos de
Persépolis, con fragmentos de los cuales
se restableció el Avesta). Después de cinco
siglos de oscuridad, y en gran parte
gracias a la obra del profeta Maní, vuelve a -mento y en los siglos posteriores— dieron
ser admitida como religión durante la origen a los parsis de la India. Grupos
dinastía de los sasánidas (que comienza dispersos e itinerantes —pero esa es otra
en 227), pero es cortada de raíz cuando la historia— accederían siglos más tarde a
los Balcanes y, a través de Bulgaria,
Albania, Italia y finalmente Francia,
traerían a Europa un mensaje de convi-
vencia y fraternidad, que Occidente no
supo o no quiso escuchar.
cuentra al profeta meditando tan honda- los mazdeístas creían, como Orígenes, en el número de los hombres. Había que apretadas como los pelos de la crin de
mente a las orillas de un río, que no se la redención final del Diablo después del exorcizarlo de modo especial, por tanto, un caballo», se sienten allí
anima a acercarse. Ahriman en persona Armageddón. durante las bodas, los coitos y los partos, y terriblemente so litarias.
se dirige entonces a Zoroastro, y lo ataca no se conocía para ello otro antídoto que la
con una sola tentación, que prefigura el No se ha reflexionado bastante en un mirada de un perro, cuya inocente Un breve párrafo aparte merece la
encuentro de Satanás y Cristo durante los hecho histórico revolucionario: el zoroas- transparencia era insoportable para Na- enigmática figura de Mitra, el
cuarenta días en el desierto: si renuncia a trismo es la primera religión fundada. Sau- sav: el animal moría al producirse el sacrificador primordial: para la
su devoción por Ahura Mazda, lo conver- rat define bien su originalidad, cuando encuentro, pero el demonio se batía en primitiva religión per sa es él quien, al
tirá en «señor de todas las tierras», como dice que aporta «por primera vez en la retirada, íncubos y súcubos poblaban matar el toro celeste, origina el proceso
ya lo hizo en otros tiempos con el rey historia, una religión nueva, traída por un también la demonolatría del maguismo cosmogónico del uni verso. Zoroastro,
Vadaghama (mítico personaje que debió hombre, y basada en una idea. Para advertir (nombre con el que se designa los albores sin embargo, lo relega a un segundo
ser arquetípico en tiempos de la redacción mejor esas características conviene mazdeístas) aunque, curiosamente, eran plano, tal vez porque su dualismo ya
del Avesta, pero del que no han llegado repasar, siquiera someramente, algunas afables y bellos, y engendraban hombres no lo necesita, o más bien porque le
señales hasta nosotros; tal vez es uno de creencias del mazdeísmo anteriores a su sabios y mujeres hermosas: De Plancy nos choca la ambivalencia del per sonaje,
los orígenes del mito del Rey del Mundo, reformador. Su demonología, por ejem- informa que les llamaban peris. cuya demiurgia no acaba de de cantarse
en el sentido en que lo estableció Rene plo, era un abigarrado friso politeísta que Por lo que respecta a las figuras clónicas en la dirección de Ormudz ni de
Guenón). Ante la inflexible fidelidad del no difería en lo esencial de sus contempo- femeninas, la reina del panteón persa era Ahriman. Por sus funciones
profeta, Ahriman cambia de actitud: se ráneos egipcios o mesopotámicos. Bordi Ana Hita (según Heródoto, prefiguración redentoris-- tas, Mitra coincide también
vuelve humilde y le pide que, por lo (o Albordi) llamaban a la montaña que dé Afrodita), especie de Isis subterránea con el Cristo, al que le unen muchos
menos, no destruya lo que él ha creado (el sostiene el mundo (el «monte análogo», con rasgos de una ambivalencia aún más lazos legendarios (sus primeros devotos
mundo físico, la realidad). Se ha querido según las precisiones de Rene Daumal; acentuada: virgen y puta, fecunda y estéril fueron pastores, habría nacido en una
ver en esto el reconocimiento por el pro- Guenón había teorizado previamente so- según la época, lasciva y casta, apasionada cueva hacia el comienzo del invierno,
pio Diablo de una de las profecías centra- bre esta necesidad común a todas las y desdeñosa, parecía reunir en sí todos acaba siendo sa crificado para salvar el
les de Zoroastro: según ella, una vez culturas en el momento de su ingreso en la los atributos de lo femenino. género humano) y rituales (comunión
cumplidos cuatro ciclos de tres mil años historia: el punto onfálico, o centro de El infierno mazdeísta, por último, era bajo las dos especies, celibato
cada uno, reencarnará bajo el nombre y la reunión, donde el principio de lo real se menos sutil que el de sus contemporáneos sacerdotal). Hasta tal punto es notable
figura de Shaushyant el Salvador, derro- manifiesta). Por el cráter de esta montaña mesopotámicos, y ni que decir tiene que el esta identificación, que Ernest Renán
tará para siempre a Ahriman, liberará a se despeñaban los malvados en el mo- ritualizadísimo modelo egipcio. El puente llegó a escribir que «si el cristianis mo
los hombres de su condición de mortales, mento de la muerte, y en su sima se Tchinbat —entre los montes Albruz y hubiera sido detenido en su creci -
e instaurará definitivamente el reino de la encontraba el infierno. De los innumera- Daitya— lo unía con el cielo: en una u otra miento por alguna enfermedad mortal,
luz. Hay que agregar que en la enuncia- bles demonios que, al igual que entre los dirección lo atravesaban los muertos, se- el mundo hubiera sido mitraísta». En
ción de esta profecía —claramente rela- sumerios, tormentaban la cotidianeidad gún hubiese sido su conducta. Según el todo caso, no parece casual su peripecia
cionada, por otra parte, con el simbolis- de los persas, tal vez el más terrible era Boundschesch —disperso y fragmentario histórica: relegado durante siglos a un
mo astrológico del dodecadenario— no Nasav, quien se especializaba en boico- canon del maguismo— en el infierno hace segundo plano por la autoridad de
existen ecos apocalípticos ni vindicativos: mucho frío siempre; las almas, «aunque Zoroastro, es redescubierto por los
El toro de Mitra, según un grabado cabalístico soldados de Pompe- yo, quienes lo difun
tear todo aquello que pudiera multiplicar
-den por los cuatro puntos cardinales -yó descubrir la clave de esa semejanza -típicos de lo mas culino y lo femenino:
del imperio. Desde en tonces, y durante inquietante y de esa larga «El Tao —dice— era la causa de las
cuatrocientos años, dis putará al competencia: dejó escrito que el del Diablo, por la sencilla razón de que estaciones, de las horas del día, de la
naciente cristianismo una mis ma mitraísmo, caricatura según él de la tampoco cabe la de Dios. Para sucesión del día y la noche, y a manera
clientela, con argumentos y promesas iglesia de Cristo, había sido prefigurado Confucio, como hemos visto, la de impulso interno, de todas las fuerzas
notablemente parecidas. Será por el Adversario, para imi tar una vez religión es una especie de muleta de activas en el universo. Se manifestaba a
necesaria la cristianización del poder, más la obra y los designios del Creador. cojo: está bien para aquellos que la través de la interacción de los dos
con la con versión de Constantino, y la A juzgar por la difusión que alcanzara, necesitan, pero no es una cosa útil en sí principios, el yin y el yang, y, según una
subsiguiente persecución sistemática por el tiempo y la energía que costó misma, ni mucho menos de aplicación concepción más abstracta y refinada, el
que surge del concilio de Nicea (en erradicarlo, y por la lucidez con la que universal. Su tolerancia, en este Tao era la razón e inteligencia sub-
325), para que el mitraísmo ceda se imitó lo que aún no había sido sentido, es absoluta: subalterniza el yacentes a la revolución y sus manifesta-
terreno, y regrese al com plejo mundo de creado, el mitraísmo sería —si Tertuliano papel de lo religioso, al cambiarlo por una ciones en los cielos visibles. Como dice
los ritos mistéricos donde permanece acierta— la obra maestra de la astucia ética (cinco siglos antes de Cristo, propu - Soothill, "considerado de manera absolu-
hasta la actualidad. ideológica del Diablo. so el «ama a tu prójimo como a ti mismo» ta, casi se le podría llamar Naturaleza con
como mandamiento primario de una nor - mayúscula, de manera relativa, naturale-
Tertuliano, en un golpe de talento, cre - El Diablo en Extremo Oriente: China — Dos mativa social), pero no se opone a prácti - za a secas". En el solsticio de invierno
características centrales definen la espiri - ca alguna, y ni siquiera discute sus alcan - nacía el yang, que iba creciendo hasta el
tualidad china: su extraordinaria toleran - ces y eficacia. En cuanto a Lao-tsé pro - solsticio de verano. Durante esta primera
cia, y la ausencia de profetismo y revela - pugna una teoría que —en ciertos aspec - mitad del año, su actividad se revelaba en
ción. Sus dos máximos pensadores tos— repetirá en Occidente el gnóstico la vida nueva de la primavera, que alcan-
—Confucio y Lao-tsé— no fueron en Basílides con su concepción del «Dios- zaba su apogeo a mitad de verano, cuan-
sentido estricto fundadores de religiones, que-no-es». El Tao —viene a decir— no es do nacía el yin, trayendo consigo la deca-
aunque de ellos hayan salido las dos Dios; porque, más aún, es anterior a Dios. dencia y la muerte, todos los demonios,
grandes religiones autóctonas: Confucio La tríada fundamental (Cielo-Hombre- espectros y vapores nocivos relacionados
fue -un moralista a quien tenían sin Tierra) está presidida y precedida por el con el frío y la oscuridad.» De este con-
cuidado los problemas del más allá, ya Señor Uno, pero éste tampoco es el Tao cepto taoísta surge una singularidad de la
que recordaba que demasiado trabajo (anterior a la unidad y, simultáneamente, teogonía china, que ni siquiera las bastar-
teníamos por de lante en mejorar diverso en lo unitario). Concepto, cosa, dizaciones posteriores consiguieron mo-
nuestra conducta en la tierra; Lao-tsé, representación y método a un tiempo, es dificar: Dios no ocupa en ella la posición
por su parte, fue un meta- físico cuya evidente que el Tao no necesita del mal central, de la que es desplazado por la
especulación en torno al Tao (sin duda porque lo incluye. bóveda celeste. De allí una sutil diferen-
una de las cumbres del espíritu humano) James, en su ya citada Historia de las cia, que explica sin embargo muchas
es una gigantesca tensión cog noscitiva, religiones , amplía esta posible definición cosas: el emperador no fue nunca en
del todo despojada de redento- rismo. Ni —dentro de lo que cabe, dada su naturale - China un dios, o Dios, o un hijo de Dios,
en uno ni en otro —a pesar de la vasta za indefinible— del Tao, relacionándolo sino concreta y únicamente El Hijo del
tendencia mágica y alquímica. que con los principios arque- Cielo.
asaltará al taoísmo siglos después de
lamuerte de su fundador— cabe la idea
Esto permite entender que —a pesar de ducido la cría y explotación del gusano de la difusión del taoísmo esotérico y del conviene señalarlo, los poderosos temas
que la brujería popular había poblado de seda.» Sería interminable traer aquí las budismo mahayana (siglo V d. J. C. en de la androginia y del incesto) aun cuan-
demonios y aparecidos la vida cotidiana intrincadas relaciones de estos y otros mil adelante) en kwei (componentes húmedos do el predominio es claramente matriar-
de los chinos desde unos diez siglos antes personajes míticos entre sí, pero lo que del principio femenino, o yin, pero tam- cal, ya que la diosa encarna el principio
de Cristo— fuera necesaria la irrupción interesa señalar es que el concepto de bién, literalmente, espectros), cuyo cre- de lo positivo, o sea la solaridad en defini-
del budismo mahayana (concretamente ascendencia y de familia es básico y cons- ciente número y mal genio atormentaba tiva triunfante.
en el año 67), con su abigarrado ceremo- tante en el pensamiento chino. Hasta tal la vida cotidiana de los hombres. Se afirma que del mítico nieto de Amate-
nial y su arte lujosamente figurativo, para punto es así que, aun cuando fuesen muy rasu desciende en línea recta Yimmu
que el Diablo se asentara en China. Como lábiles en materia religiosa, en este extre- El Diablo en Extremo Oriente: Japón— Hacia Tenno, fundador del imperio yamato,
en todos lados, llegó para quedarse: en mo han coincidido y se han mostrado comienzos del primer milenio a. J. C., primera formación histórica japonesa
menos de cuatro siglos, esa personal in- inflexibles todos los grandes filósofos, oleadas migratorias procedentes de Corea (hacia 660 a. J. C.). Con el tiempo, la
terpretación del budismo llegaría a ser la mandarines y emperadores de la historia y del sur de la península indostánica identificación entre la figura reinante y el
religión más popular del imperio. china. El culto a los antepasados, que en desplazan a los ainu, primitivos pobladores mito solar que le dio origen será tan
otras civilizaciones neolíticas fue cediendo del archipiélago japonés. Kaminomis-hi (o grande, que los historiadores de las reli-
Las comunidades que, a fines del tercer lugar a más complejas cosmogonías vía de lo sagrado, cuya forma superior giones están de acuerdo en señalarla co-
milenio a. J. C., se instalaron en las politeístas, en China permaneció como será el shintoísmo, siglos más tarde) se mo fenómeno único, que marcó profunda
fértiles tierras de loess de la cuenca del río elemento medular del sentimiento religio- denominaba la primitiva religión de los y decisivamente el espíritu y la cultura
Amarillo, practicaban un ritual agrario so. Exagerado, y hasta caricaturizado por isleños, configurada por una serie de ritos japoneses. Hasta el momento de la abdi-
—como las del Creciente Fértil, o sea la el paso del tiempo —como ocurre con toda animistas y por el culto a los muertos. La cación de sus atributos divinos, a fines de
Mesopotamia— y el culto de los antepasa- tradición no inscrita en un corpus idepló- pareja Dios-Diablo (Amaterasu-Susa- la segunda guerra mundial, el emperador
doa.» Desde esos remotos orígenes, los gico—, este culto es el verdadero inventor noo, de los que se hablará más extensa- Hirohito —como lo habían sido todos sus
mitos chinos comienzan a organizarse en y propulsor del panteón demonológico mente) ofrece en Japón una característica antepasados de los últimos dos mil años—
torno a genealogías. «Del héroe legenda- chino. Diría más aún: el culto a los ante- singular: el demiurgo bueno es hembra, y era el soberano reinante de mayor alcur-
rio Yu Ch'ao —escribe James— se dice pasados es la demonología china. De res- su hija parirá al primer Mikado (=alta nia del mundo. En efecto, si bien los
que enseñó a los hombres a construir petados y, presumiblemente, temidos co- puerta), fundador mítico del imperio, al vaivenes políticos e históricos del Japón
casas, y se presenta al emperador Fu Hsi mo fueron en los comienzos de este pue- que se le concederá el título de Tennos no siempre permitieron que el emperador
como autor de la invención de la escritu- blo, los muertos pasaron a ser exigentes, (=rey celeste). La japonesa parece ser tuviese el poder efectivo sobre el imperio,
ra, la domesticación de animales, el em- atormentadores, indeseables, espantosos. por tanto la única de las grandes culturas ni mucho menos, su figura permaneció
pleo del hierro, la música instrumental y Los demonios que, hasta el segundo mile- que no hizo el salto del estadio matriar- constantemente como depositaría de la
la pesca con redes. Al granjero divino nio antes de Cristo, se habían contentado cal-recolector (magna mater) al patriar- tradición y de la identidad nacional, y la
Shan Nung se le consideraba padre de la con encarnar en los elementos desencade- cal-agricultor (demiurgos o trimurti mas- institución imperial —sin una sola varia-
agricultura, y al Gran Emperador Amari- nados (el rayo, los tifones, los eclipses), se culina) sino que, yuxtaponiendo elemen- ción dinástica— no conoció fracturas en
llo, Huang-ti, se le atribuía la invención acercaron terriblemente a los hombres. tos y a través de un proceso que se nos más de veinticinco siglos.
del ladrillo, el calendario, el dinero y la Se convirtieron en cehn (daimones familia- escapa, llegó a la solución de una divini- Hasta el siglo IV de nuestra era —primer
fabricación de vasijas de barro y de made- res, molestos y pedigüeños) y, a partir de dad bisexuada (en la que sobreviven, movimiento expansionista que los lleva a
ra, mientras que su esposa habría intro-
apoderarse de Corea— los japoneses de- de sutras) con que había llegado al archi- primitivos pobladores del archipiélago, (=espíritus de los antepasados): «Todos
pendían culturalmente de China. Y preci- piélago, hasta la deslumbrante grandeza los ainu, unos veinte mil de los cuales los muertos —dice Hirata— se vuelven
samente del poderoso país asiático, hacia del zen, culminación del genio religioso todavía sobreviven en la isla septentrio- para ellos dioses.» Miríadas de dioses y
fines del quinientos, llega el budismo al japonés. nal de Hokkaido. «Bajos, extraordinaria- demonios pueblan por tanto el ánimo de
archipiélago y se va imponiendo paulati- El repliegue del Japón sobre sí mismo mente velludos y de escasa inteligencia los ainu, y la mayor parte de ellos son
ñamente a la autóctona religión shintoís- durante más de tres siglos (1639-1854), —los reputa Bergua en su Historia de las sumamente insociables: por esto, expli-
-ta. Las primeras sectas budistas fueron con cierre incluso de los puertos, es no religiones—, construyen canoas con los mé- can, no se dejan ver, pero suelen jugar
demasiado literarias y refinadas como sólo la mayor operación de clausura que todos más primitivos, y son de una sucie- muy malas pasadas a los hombres. En
para obtener arraigo popular, y hay que un pueblo haya realizado en la historia, dad repugnante.» Su animal totémico es cuanto a los demonios en concreto, dentro
esperar a comienzos del ochocientos, para sino el período decisivo en la formación el oso, uno de los cuales habría engendra- de sus tradiciones, el padre Joseph Hen-
la aparición de dos sectas sumamente del fuerte espíritu de identidad nacional. do en mujer al primero de los ainu: para ninger explica que «tienen un origen bas-
tolerantes y con capacidad sincrética, que Durante este lapso, precisamente, renace celebrar este acontecimiento, cada uno de tante curioso: el creador, una vez ha
absorben el shinto por el procedimiento el derrotado shintoísmo que, si bien no los clanes organiza una batida anual, configurado el mundo, rechaza las hachas
de agregarle elementos búdicos1 sin negar puede competir teológicamente con el durante la cual se procuran un osezno de obsidiana que utilizó en su obra; éstas
nada de sus creencias y prácticas esencia- pensamiento budista, pasa a ser una suerte recién parido; de regreso a la aldea, el se pudren en la tierra, y de allí nacen los
les: la secta tendai (a nivel culto), y la del de religión oficial, de doctrina de estado cachorro es criado por alguna de las espíritus malignos.» Agrega que éstos son
Misterio o Palabra Verdadera (a nivel de que resume las más antiguas tradiciones mujeres del grupo que esté a su vez numerosísimos y reconocen la potestad
masas). Este es el llamado período Nara niponas, y cuyo primer dogma de fe es la amamantando, y cuando se ha desarro- de un jefe supremo, pero no nos dice su
(710-782), con florecimiento cultural y confianza en el carácter sagrado del em- llado lo bastante lo sacrifican y lo comen nombre.
formación de dos noblezas: la burocrática perador, seguido de la recuperación de la entre todos. En el otro extremo de su Dos colecciones de mitos (Kojiki y Nihon-
(kuge) y la militar (buke). Esta última mitología ainu, y de los demás elementos sistema zoolátrico se encuentra el zorro gui: siglo VIII) y un manual de rituales
acabará alzándose con el poder en los constitutivos de la cultura original. Hasta —que no es otro que el Diablo— especiali- (Norito: siglo X), han conservado muy
siglos siguientes y, a causa del triunfo tal punto es así, que en el Japón de esos zado en robarles la pesca que consiguen y, bien los orígenes de sus rústicas mitolo-
ante los mongoles en las pretendidas in- siglos —y de allí en adelante— se da la muy especialmente, en poseer a sus muje- gías.
vasiones de 1274 a 1281, dará lugar al paradoja de que se puede ser ateo pero no res: íncubo rústico pero eficaz, el zorro de
nacimiento de la secta de los samurai. En se puede no ser shintoísta. los ainu es el único que se conozca que es En su heterogéneoDiccionario infernal , Co-
el aspecto religioso, el budismo japonés capaz incluso de preñarlas. Es probable llin de Plancy nos informa de la existencia
asciende también durante estos dos siglos El shinto —del chino Shen-tao = camino que similares caminos de homologación de los jamabuxos, «especie de fanáticos
—en una evolución extraordinaria que sagrado, que predominó sobre el original zoomórfica hayan seguido las religiones del Japón, que divagan por los campos y
nunca llega a darse en China—, desde el Kaminomishi—, mucho más que una reli- primitivas, antes de desembocar en la suponen conversar familiarmente con el
original amidaísmo (repetición mecánica gión es en verdad una mitología, lo que le pareja de demiurgos. En todo caso, en un Diablo». Según el francés, estos monjes
permitió su gran flexibilidad para adoptar curioso estadio que mezcla diversas va- demoníacos se atribuyen la propiedad de
1. No sin razón, hay quienes afirman que el proceso fue todas las creencias invasoras y renacer riables pre-religiosas, los ainus actuales resucitar a los condenados al infierno,
inverso o, al menos, simultáneo, dada la extraordinaria
capacidad sincrética del shinto.
arropado de ellas. Los creadores de esta son también animistas, y practican de convirtiéndolos en zombis que ejecutan
mitología, como se ha visto, eran los manera empeñosa el culto de los kami sus órdenes. Parece que practican tam-
bién el suicidio ritual, precedido de
un largo período de flagelaciones:
cuando el cuerpo está lo bastante de los sucesivos sincretismos y de los tierra. A causa de este dualismo, el
mortificado, embarcan en una canoa errabundos sacerdotes del Diablo -fiernos, donde se repone de su parto. shinto separa astutamente los asuntos
que desfondan una vez en alta mar. culminará —cuando el largo proceso de En todo caso estos personajes desapare- mortales de la divinidad y, en la medida
Después de decirnos que profesan sus estableci miento de los textos canónicos cen —con excepción de los hermanos en que tolera a Susanoo como una suerte
votos sacerdotales «en manos del del shin toísmo— en la figura de protagonistas— en la narración del se- de necesario coadjutor de su hermana
Diablo mismo, quien se les aparece Susanoo, quien puede reclamar para sí gundo ciclo. En él encontramos a la her- celeste, hace del Diablo un inmejorable
en una forma terrible», De Plan cy la equivalencia nipona del Seth del valle mana ya en posesión de sus potestades valedor para los hombres.
agrega que recorren el archipiélago del Nilo. En un primer ciclo administrativas y divinas, y al hermano a
tocados con una mitra negra, y cosmogónico, los pa dres primordiales la búsqueda de la definición de su lugar: El Diablo en Extremo Oriente: India —
provistos de «un azafate de bronce, Izanagi e Izanami («el hombre que «A la diosa del sol —escribe James— le fue Hasta hace poco más de medio siglo
sobre el cual sacuden para avisar a invita y la mujer que invita») se asignado el dominio del mundo, y bajo su (1922: cuando la expedición
la gente de su llegada». Su desprenden del caos de lodo del univer so, benéfico gobierno prevalecían la luz y la arqueológica de sir John Marshall
especialidad es la de descu brir, con donde moran los dioses, y se abocan a la vida, sólo turbadas por las maquinaciones desenterró las ciudades de Mohenjo-
ayuda de su amo, los objetos perdidos tarea de crear el archipiélago japonés. de su arrogante e impetuoso hermano Daro, Harappa y Chanchu-Daro) se daba
o robados, para lo cual utilizan - a Antes o después (los mitólogos no están Susanoo. El arrasó los campos de arroz por supuesto que, cuando los pueblos
manera de médium- a cualquier) acordes) del desventurado nacimiento del que ella había sembrado construyendo arios llegaron al Punjab, en el valle del
joven del pueblo donde se solicitan dios del fuego —quien, dada su naturale - canales de riego. Otra vez, desolló un Indo, unos quince o dieciséis siglos a. J.
sus servicios, el cual debe sentarse en za, abrasa el sexo de su madre y lo piadoso caballo celeste y lo arrojó desde el C., la zona no había conocido otros
tierra y con los pies cruzados. El inutiliza para la fornicación durante tejado al interior de una sala donde Ama- habitantes que los primitivos mundas y
jamabuxo con voca entonces al Diablo largo tiempo—, la pareja tiene tres hijos: terasu estaba tejiendo los vestidos que drávidas que los rubios forasteros
para que entre en el cuerpo del Ama-terasu, diosa del sol; Tsukiyomi, habían de llevar los dioses en la fiesta de encontraron allí (de piel oscura unos, y
muchacho, «que espumea, vuelve los dios de la luna, y Susanoo, dios de las la cosecha. Desesperada, la diosa se encerró de tipo melanesio-americano, los otros).
ojos y hace contorsiones horri bles». tormentas. Dada la importancia que en una cueva del cielo y atrancó la puerta. Pero las ruinas de lo que se ha dado en
Luego de un período de lucha que adquirirá en el segundo ciclo A partir de ese momento no hubo en el llamar «cultura de Harappa» han con-
parece imprescindible para el logro de cosmogónico, desplazando totalmente a mundo luz ni orden, hasta que las vencido a los arqueólogos de que, desde
los fines propuestos, el monje infernal su hermano Tsukiyomi y formando con ceremonias realizadas con ese fin y la unos tres mil años a. J. C. hasta poco
ordena al médium que se detenga y su hermana la pareja go bernante del hilaridad de los dioses la hicieron salir. antes de la llegada de los invasores,
diga dónde está lo que se busca: «el mundo, es altamente proba ble que haya Volvió a lucir el sol sobre la tierra, y había florecido en el valle una
joven obedece —concluye De Plancy sido él mismo el dios del fuego (que no Susanoo fue expulsado del cielo.» Con la civilización tan importante como la
su insólito artícu lo—y pronuncia con tiene nombre), que provo cara hondo expulsión, Susanoo cobra conciencia de sumeria, probablemente destruida por los
voz ronca el nombre del ladrón, el lugar conflicto entre los padres primordiales. quién es, y advierte la tarea específica que toscos pero aguerridos drávidas.
donde se ha puesto el objeto robado, el Esto parece así, no sólo porque una de le tocó en el reparto. El y sus hijos, se Lo interesante, para nuestro tema, de este
tiempo en que se tomó, y el modo como sus funciones relevantes es la de encargarán a partir de allí de «la magia, pueblo extinguido, es la impronta cultu-
se puede recobrar.» establecer la discordia y su elemento la adivinación, el exorcismo y el lado ral y religiosa que dejó como herencia a
natural es el fuego, sino porque cuando oculto de la religión», como de otras sus vencedores y a los arios que a su vez
Toda la parafernalia de los mitos ainu, Izanagi intenta una primera reconcilia - tareas relacionadas con el carácter imper- los vencieron: la tradición brahmánicade
ción con su mujer va a buscarla a los in- fecto y perecedero de los habitantes de la
los drávidas, y la codificación védica y el destino histórico de puente entre lo orien- más de treinta siglos, esforzándose por
sistema de castas (varna = color, en sáns- tal y lo occidental, sino por la flexibilidad que mientras el atinan (=alma) no esquivar el karma que les ha tocado
crito) que aportaron los arios, y que, al y la capacidad de sincretismo de sus pue- permanezca aprisionado en un cuerpo, en suerte, lo cual no haría sino
fusionarse, producirían, mil años des- blos, como puede verse desde los estará destinado a renacer en otro, durante complicar todavía más el ya de por sí
pues, el período clásico del hinduismo, orígenes por el ejemplo del parágrafo el vastísimo proceso hacia su moksa complicado y larguísimo proceso de su
ya estaban prefigurados en la anterior. Entre 1500 y 1000 a. J. C., los (=liberación), por el de karma (=acciones, samsara personal.
organización i social y religiosa de los de arios expulsan a los mundas hasta los comportamiento, y también el aprendizaje
Harappa. Esto parece desprenderse de los confines del Himalaya (donde sus escasos para soportar sus consecuencias), se nos Hacia el año 600 a. J. C. —cuando los
escritos del propio Marshall y, con descendientes sobreviven aún, en hace ver que depende del hombre el arios se han asentado definitivamente en
posterioridad, de los de Mortimer creciente involución, entregados a cultos aprovechar o no una nueva vida para el norte de la península, y han llegado
Wheeler. A tal punto es así, que una shivaístas de la más extrema progresar o retroceder en su condición. hasta Delhi— comienza para la India una
estatua de Shiva, el Destructor —el más demonolatría), y se mezclan —aunque «Todo pensamiento —escribe James—, centuria que, por su brillantez interior y
empecinado y popular de los dioses poco, y con el riguroso sistema de castas toda palabra, toda acción tienen sus proyección exterior, será el equivalente
hindúes, representante infernal de su como protección— con los drávidas. consecuencias en la fijación de la suerte oriental del siglo de Péneles. En esos años
trimurti (trinidad) — , fue encontrada Alrededor del primer milenio a. J. C. del individuo en sus existencias futuras. es redactado el código de Manú y los
entre las ruinas de una casa —o templo producen los veda (=saber sagrado; cf. las Por tanto, cada vida, con todos sus Upanishads, sistema jurídico y social el
— de Mohenjo-Daro, en posesión de voces latina vidi = he visto, sé, y alemana placeres y penalidades, es el resultado primero y libros morales y religiosos los
todos los atributos que tendría bajo su wissen = sabiduría), primer testimonio necesario de las acciones de las vidas segundos, que marcan el fin de los tiem-
aspecto de Pasupati (señor de los literario escrito en una lengua pasadas, y a su vez, por sus propias pos védicos y el esplendor del hinduismo
animales) en el hinduismo clásico: tres indoeuropea (sánscrito), y uno de los actividades, se erige en causa de futuros clásico. Ese esplendor no es inconvenien-
rostros, cuernos, y en actitud yoga de mayores monumentos religiosos de la nacimientos.» La comprensión de estas te para que el mismo siglo vea el naci-
meditación profunda (sentado, con las humanidad. Para entonces está sólida- convicciones torna ingenuas ciertas per- miento de los fundadores de las dos ma-
piernas abiertas y las rodillas mente asentada la creencia en la metem- plejidades y condenas occidentales ante la yores herejías brotadas de la sociedad
flexionadas, sobre sus talones juntos). psicosis (=reencarnación de las almas: perduración del sistema de castas en la hindú: el jainismo y el budismo. Var-
Se le calcula una antigüedad de 4500 aunque habrá que esperar a las leyes o India (desde el poder se ha intentado en hamana, llamado también Mahavira
años, y es la figuración más antigua del código de Manu —área 600 a. J. C.— vano, en la India independiente de los (=gran alma) y Jiña (=el victorioso)
Diablo que ha llegado hasta nosotros. para verla explicitada y legislada hasta en últimos treinta años, acabar con esta nace en familia noble, en 599; Gautama,
sus menores detalles), pilar del funciona- organización milenaria de la sociedad): príncipe Siddharta, a quien más tarde se
En el caso de la India, más que en miento del sistema de castas, que durante brahmanes (sacerdotes), chatriyas (nobles conocerá como Buda, nace a su vez en
ninguno otro, se hace indispensable un tres mil años dará a la India una organi- y guerreros), vaisiyas (comerciantes, 568. Ambos desarrollarán, más que pro-
breve repaso histórico, para no extraviar- zación social única en el mundo. Esta artesanos y campesinos libres), sudras puestas religiosas, sendos métodos de co-
se en la jungla de creencias, invasiones y singularidad viene dada por los conceptos (siervos y mestizos), y parias (intocables, nocimientos fuertemente antropocéntri-
culturas superpuestas que se dieron en de samsara y karma, sin cuya compren- que desempeñan los oficios impuros) con- cos, carentes de divinidades y, por tanto,
este subcontinente enorme y pobladísi- sión es imposible siquiera aproximarse a tinúan -aunque deban disimular para ello, de demonología, por lo que aquí se los
mo. Se ha dicho, con justicia, que la la complejidad filosófica y religiosa del sobre todo en las grandes ciudades- tal menciona sólo por su revolucionaria im-
India es el país de las diez mil lenguas y hinduismo. Por el primero de ellos como los dividieron los arios hace
de las mil religiones: esto es así no sólo (=viaje, transmigración) se nos explica
por su
Precisamente es obra de la administra-
portancia histórica. Lejos de decaer, el ción inglesa el minucioso censo religioso níaca central». Como ejemplo de ello cuenta. Desde las primeras especulacio-
apogeo hinduista puede decirse que cul- de 1931, en el que se declaraban hinduis- señala la ambivalencia de Vritra (de nes védicas se da por sentado que ni
mina con la invasión de Ciro en 512 tas casi 240 millones de habitantes, se- quien Shiva heredará buena parte de sus siquiera los dioses son eternos, y aunque
a. J. C., y el subsiguiente dominio persa: guidos por 77 millones de musulmanes, atributos), enemigo del dios solar Indra, sus teogonías abarquen lapsos enormes
la instalación de satrapías en territorio 7 millones y medio de animistas, 6 millo- «en el sentido de que personifica la resis- en relación a las expectativas humanas,
hindú llevará a los primeros y fecundos nes de cristianos, 4 millones y medio de tencia», a quien sin embargo, en textos están sujetos como los mortales al desgas-
contactos con el pensamiento griego, en el sikhs (última creación del genio religioso contemporáneos o muy poco posteriores, te del tiempo: al cumplimiento de una
siglo siguiente, que se harán permanentes indio, es un movimiento fundado por se le invoca como exorcizador de los obra, en definitiva, más allá de cuya
a partir de las expediciones de Alejandro Manak [1469-1538], un contemporáneo demonios. En mi opinión, es esta ambiva- realización carecería de objeto su existen-
(327-325 a. J. C.).1 Hasta el reinado de de Lulero que establece en Oriente idea- lencia la que precisamente define la per- cia (y, para el riguroso pensamiento hin-
Asoka (272-231 a. J. C.), fundador del les semejantes a los de la Reforma), un fección del Diablo hindú: temido hasta la dú, la economía del universo no admite
primer imperio indio y convertido al bu- millón y cuarto de jainistas, medio millón adoración —sin por ello concitar la ira o el excepciones: nada ni nadie, si no ejecuta
dismo, la preeminencia hinduista no ten- de budistas, y otro medio millón de diver- desprecio— el Diablo del panteón hin- una tarea, puede permanecer indefini-
drá alteraciones; entre los siglos VI y VII sas minorías, entre las que destacan los duista despliega su divinidad y sus limita- damente en un sitio; el Dios mosaico
de nuestra era, y poco antes de las prime- parsis (zoroastrianos) y los judíos. Luego ciones; sus capacidades demiúrgicas, pero —creando al mundo de la nada, y con
ras invasiones árabes, volverá a desplazar de la partición de territorio que produjo la también su fracaso como creador y dueño capacidad para borrarlo a su antojo— es
al budismo, esta vez definitivamente. independencia —creando Pakistán en las de la realidad (tarea que corresponde a una incongruencia inconcebible para el
Maltratados —pero menos que budistas y zonas preponderantemente islámicas— la Brahma, secundado por Vishnu, el hinduismo). Esto explica la ausencia de la
jainistas— por la dinastía de los mamelu- mayoría hindú es aún más abrumadora. demiurgo bueno). La teoría central de la intuición monoteísta, en la más rica y
cos, los hinduistas atravesarán la edad Pero no es solamente esta la razón para metempsicosis, por otra parte, trabaja continuada especulación religiosa de la
media en continua y victoriosa pugna ocuparnos excluyentemente del hinduis- además a favor de la humanización del historia de la humanidad: desde el Rig-
contra la islamización del país, hasta mo al tratar de la India: rodeado de Diablo, y lo homologa a los hombres: al no veda hasta el Mahatma Gandhi, esta
consolidarse como la indiscutible ma- minorías mosaicas o éticas, el pensamiento existir la muerte en el sentido cristiano de intuición no se manifiesta una sola vez,
yoría religiosa india durante el sólido hindú nos ofrece una de las canteras más acabamiento individual, el infierno es por la sencilla razón de que la cosmogonía
y tolerante imperio del gran mogol extensas y antiguas de la demonología también un lugar de tránsito, un período hindú no la necesita. El remoto Dyaus
(1526-1658). Desde fines del siglo XV, la universal; la única en la que el Diablo, de ajuste de cuentas previo a la siguiente Pitar ario (con toda probabilidad el mo-
religión hindú recoge e incorpora los ele- además, adquiere dignidad de deidad reencarnación; para el alma, el verdadero delo del futuro Zeus, como éste lo será de
mentos cristianos que le aportan los mi- suprema, hasta confundirse con Dios por infierno es el samsara, aunque éste Júpiter) es el generador de un proceso
sioneros portugueses, y ya en el XVII se su polivalente presencia y, en ocasiones, tampoco es eterno, y al final del cósmico cuya consecuencia es la creación
acomoda perfectamente a la creciente acabar por desplazarlo. monótono tiempo de las reiteraciones del mundo, pero está lejos de ejercer el
colonización inglesa. aguarda la liberación. La ausencia —o en control sobre su obra; más aún: una vez
Para el eminente hinduista francés Louis todo caso la subalter-nización— del cumplida su tarea tiende a fundirse en el
1. Es precisamente un autor griego —Megástenes, siglo Renou, en los tiempos védicos «pululan concepto de eternidad, es otra de las caos legendario, y otros dioses toman el
III a. J. C. —, la fuente occidental más antigua de que los demonios, pero no hay noción demo- originalidades del pensamiento hindú a relevo de la relación con los hombres
se dispone para el estudio del hinduismo clásico. tener permanentemente en (Varuna, el cielo que todo lo abarca;
Surya, el sol; Indra, la tormenta; Agni, el no difieren esencialmente en sus prácti- bueno: esto es, lo que lo aleja de la ser una severa reflexión sobre el maya, o
fuego). La persistencia de este modelo lle- cas, salvo en la supremacía que dan a uno responsabilidad de su propia conciencia. ilusión de todo lo verificable a nivel sensi-
ga hasta el período clásico, en el cual cul- u otro dios, incluyendo siempre al adver- Renou, como todos los grandes hinduis- ble; en otra dirección —complementaria
mina con la creación de la trimurti. A un sario como segundo de la jerarquía, dado tas, tiene perfectamente clara la naturaleza pero divergente— el genio griego exaltará
tiempo semejante a la trinidad cristia- que en muchos puntos se aproximan, y ambigua de Shiva, en la cual radica su la solaridad de lo vital, como ninguna
na y a las parejas demiúrgicas que hemos nada puede afirmarse de manera grandeza: «Como destructor —nos dice otra civilización histórica lo hizo, antes ni
visto en otras civilizaciones, la trimurti excluyente de cualquiera de ambos. El —, se identifica con la muerte y el después de ellos).
difiere sin embargo de ambas instancias: pensamiento hindú ha reflexionado tiempo; es Hará (el que quita) y, en su En todo caso, Shiva es el límite, el apogeo
si bien nos da la idea más aproximada de largamente sobre la sutileza que preside la forma más intensa, Bháirava (el espanto), de lo vital dentro de la concepción hindú
Dios, tal como se la entiende en Occiden- ley de los opuestos: a las disyunciones en sesenta y cuatro variedades. Por otra del cosmos. De ahí que su figura esté
te, detrás de esa idea subyace un principio día/noche, invierno/verano, frío/calor, parte, tiene un aspecto reparador: es el asociada como ninguna otra a la imagen
de armonía necesaria y suficiente, un agrega siempre los matices de la diversa benéfico; preside los juegos sexuales, la del lingam (=falo) —lo que es mucho
equilibrio de poderes realmente notable. oscuridad y la diversa luz, de las heladas, procreación, e incluso se le representa a decir en el erotizado panteón de finales
Brahma es, en la trimurti, el creador; las sequías, las lluvias; a la seguridad de veces como andrógino (...), la protección del ciclo védico—, así como sus esposas
Vishnú, el conservador, y Shiva, el des- las afirmaciones, en una palabra, prefiere que concede a las obras artísticas y espe- son portaestandartes del yoni (=vulva),
tructor. Ahora bien: el «trabajo» —y em- el ejercicio de la duda. Ello explica por qué culativas forma parte [también] de su en sus diversas manifestaciones de oque-
pleo el término con todas sus connotacio- Shiva, la más sutil encarnación del función creadora.» He aquí, sintetizadas, dad, abrigo, humedad reproductora, y
nes esotéricas— de Brahma es la creación Diablo, ha llegado entre los hindúes a la las funciones del Diablo como cómplice también terror nocturno, abismo, devora-
cíclica del mundo; cuando éste, a la ma- cumbre de su poder en este mundo. del hombre: una civilización menos hipó- ción.
nera de los hombres que lo pueblan, haya crita y utilitaria que la que produjo el
realizado la totalidad de su samsara, de- «El culto a Shiva —escribe Juan B. Ber- cristianismo no consideró nunca como De las múltiples representaciones de Shi-
saparecerá, y Brahma con él. Alejado de gua— es el más jubiloso, el más fuerte, el pecados la sexualidad y el conocimiento, y va —que van desde el yogi absoluto (Ma-
la contingencia humana y, por tanto, más desenfrenado, el más feroz e implaca- por esto elevó a los altares al Diablo, hayogi) cuya meditación es inmutable e
inmutable, en Brahma se reconoce el ble de los paganismos. El que tiene como paladín de ambos sistemas de ampliación interminable, al jovial frecuentador de las
principio generador y regenerador, pero horizonte la destrucción de todo, tal vez de la conciencia. tabernas (Bhute vara), pasando por el
no tendría sentido adorarlo o elevarle por juzgarlo malo, para que empiece de Es un lugar común en la bibliografía del polimorfo Mahadeva protector de las ar-
plegarias: hasta tal punto es así que —con nuevo.» En esta última aseveración reside hinduismo —a partir, precisamente, de tes y las letras, o el Ñandi toruno de la
excepción de uno, y no muy importante, no sólo uno de los misterios centrales del Megástenes— la comparación entre Shiva sexualidad— se desprenden otras tantas
en la ciudad de Ajmer— carece de santua- culto shivaítico, sino una de las claves de y Dionisio, aunque las características del variantes femeninas que lo acompañan en
rio independiente, y no se le rinde ningún la naturaleza del Diablo: como en el Diablo hindú son más hondamente su ruta cósmica, reelaboran el mundo a
tipo de culto especializado. Vishnú, en arcano XIII del Tarot —la muerte: aun- metafísicas (como en general ocurre en través del coito que realizan con él, devo-
cambio, como conservador de la obra —y que sea el único que carece de nombre—, todo paralelo que se intente establecer ran su falo o se lo restituyen, en una
ésta incluye a los hombres— se reparte en Shiva la destrucción es regeneradora; entre las dos mayores culturas de la anti- epifanía de amor por la condición huma-
con Shiva la adoración de las diversas destruye perpetuamente lo que en el hom- güedad: a partir de los Upanishads, el na. Es precisamente el rol de mujer de
sectas hinduistas. Vishnuitas y shivaítas bre hay de sometimiento al demiurgo hinduismo clásico tiende cada vez más a Shiva el que ampliará el panteón de las
shakti (diosas madres) que tanta impor- —la terrible diosa de la destrucción y de los quería librar: el sometimiento al deseo y ciones vishnuitas—, quien le condenó a no
tancia adquirirá en la cultura post-védi- la muerte, de piel negra y ojos relampa- al reclamo de los sentidos, que el medi- poder actuar más que un día por año;
ca, y aun en la India contemporánea. En gueantes inyectados en sangre, a quien tante acabaría desenmascarando como Ganga-gamma, diosa de extraordinaria
sus más importantes manifestaciones es suele representarse con cuatro brazos y pura ilusión. «Su nombre deriva de la raíz crueldad a quien se ofrecían sacrificios
Satí, la esposa fiel que se arroja al fuego ornada con collares cuyas cuentas son mr —nos informa Papini—, que significa humanos, y cuyas estatuas es fama que
para no presenciar la disputa entre su cabezas humanas— sin duda la shakti morir, y los teólogos hindúes lo llaman el beben la sangre que se les ofrenda; Râhu,
padre y su marido; Pârvatî, la hija de la más antigua del shivaísmo. demonio de la muerte. Pero no perdamos «el demonio que devora la luna», sin
montaña; Umâ, la bienhechora, cantada Además de sus numerosas manifestacio- de vista que es en un sentido muy diverso duda el eclipse, en el primitivo animismo
como modelo para realizar la unión místi- nes y de sus diversas mujeres, Shiva del que podríamos entender los occiden- pre-védico; Hiranyâksa, que hundió la
ca (diríamos amor, en Occidente) a tra- cuenta con un lugarteniente enormemente tales. Mará no es el que mata a los tierra en el mar, hasta que tuvo que
vés del absoluto sometimiento y entrega popular en el panteón hindú: su nombre hombres, sino el que estimula el deseo del intervenir Vishnú para restablecer el or-
sexual a su señor; Durga, la inaccesible; es Ganega, y se le figura con cabeza de placer y sobre todo el amor carnal, el que den (seguramente una de las centenares
Candi, la violenta; Kâli, la negra, o Anna- elefante y un soberbio abdomen búdico. perpetúa los nacimientos y, por esto, tam- de variantes del universal mito del di-
purna, la que procura el alimento. Todas Es el jefe de los ejércitos shivaísticos, el bién la muerte.» Las tentaciones de Mará a luvio) .
ellas, en su conjunto, nos dan la imagen que pone y quita los obstáculos, y el Buda son relatadas en varios textos También proliferan los grupos o cofradías
de lo femenino. Pero de lo femenino del guardián de las puertas de las ciudades; budistas, tanto indios como chinos: la demoníacas: «Los nâga —escribe L. Re-
Diablo: aquello que incita al deseo y al se le invoca principalmente al comenzar más extensa y poética es tal vez la conte- nou— son seres subterráneos que reúnen
ansia de saber y que, fatalmente, se resol- una empresa, sobre todo si ésta es religio- nida en el Buddacarita, de Asvaghosa, en su persona la representación de las
verá en un nuevo deseo insatisfecho. sa, económica o literaria. Su culto está escrita con toda probabilidad hacia el serpientes, que es lo que su nombre signi-
muy extendido, y sus santuarios son innu- siglo I a. J. C. fica. Los yaksa son ambivalentes: servido-
Antes del triunfo y asentamiento definiti- merables: se le atribuye una lujuria sin En la Gran Epopeya —canon que establece
vo del culto shivaítico, nuestro personaje fin. la expansión védica hacia Camboya,
conoció adoraciones más parciales, pero En el segundo lugar de la jerarquía infer- Birmania, Siam, Indonesia y Java— se
no por ello menos devotas. En los prime- nal hay que citar a Mará (el Mrtyu de los menciona, por otra parte, el panteón de
ros veda se le conoce bajo el nombre de Upanishads), a quien las tradiciones pa- los ocho dioses mayores del universo: uno
Rudra, «el aullador», señor del rayo y rabúdicas identifican con el tentador de de ellos es Yama —otra variante de nuestro
arquero implacable; su ambivalencia Gautama, durante las meditaciones que personaje—, señor de la muerte y de los
consiste en que es el dispensador de todas condujeron al asceta a la iluminación del infiernos, y también del tiempo y de la ley.
las pestes y enfermedades pero también el Nirvana y al hallazgo del camino del Otros demonios pueden agregarse aún
médico reparador: sabiendo que era Ru- medio. Mará —quien reina sobre el sexto —y la lista no es ni remotamente completa
dra el responsable del flagelo, a él se cielo, que corresponde a las delicias sen- — a la fastuosa demonología hindú:
invocaba para que le pusiese remedio. suales— se habría sentido alarmado del Shitragupten, especie de secretario del
Sus hijos —los maruts— cabalgan las curso de las reflexiones de Buda, ya que mencionado Yama, quien decide el acceso
nubes, y como genios aéreos que son, su poder sobre los hombres reside preci- de los hombres al infierno; Bali, batido
organizan las tormentas. Su mujer es Kâli samente en aquello de lo que Siddharta

por Vishnú —por supuesto, en las tradi-


res del dios Kubera, poseedores de rique- LA PRESENTACIÓN EN SOCIEDAD devastan la isla, sobre la que comienzan a
zas y de ilusiones mágicas, tienen por caer también las migraciones aqueas en
parejas las yaksinî, seres demoníacos fe- oleadas cada vez más espectaculares: un
meninos como lo son otras series: las
dakinî, las yoginî, etc. Los gandharva,
genios cantores y músicos, faunos lúbri-
cos, medio hombres medio bestias, tienen
como asociadas las ápsara, ninfas de las
aguas que procuran —y a veces logran— siglo después (1425 a. J. C.), un fallido
seducir a algún asceta a requerimiento de El esplendor pagano — De todas las civiliza- levantamiento cretense acaba con el in-
un dios amenazado por sus austeridades. ciones neolíticas la cretense es, induda- cendio y arrasamiento del palacio de
No lejos de ellos, en las nubes, viven los blemente, la más críptica y fascinante. Cnossos, y el predominio micénico no
vidyâdhara, pueblo de magos con rico Hasta las excavaciones de Arthur Evans tiene ya sobresaltos en los tres siglos
repertorio legendario.» —en Cnossos principalmente, a comien- siguientes.
Puede agregarse aún, para completar este zos de este siglo— esta cultura era literal- Poco sabemos —como de tantos otros
resumen, a los extraños asura, hijos de mente un hueco histórico. En las últimas aspectos de su cultura— de la religión de
Prajapati —demiurgo redentorista equi- décadas, por el contrario, se ha ido reve- los cretenses: que carecían de templos y la
valente al Cristo en el hinduismo—, que lando como el eslabón perdido que liga la ser los juegos gimnásticos y con pértiga, celebración de los cultos era, por tanto,
devienen demoníacos en el Rig-veda tar- civilización del valle del Nilo con las del que se dan como antecedente de la tauro- privada; que su panteón era eminente-
dío, a pesar de su origen eminentemente Creciente Fértil, y a ambas con los dorios, maquia) sigue el período denominado mente matriarcal, centrado en la liturgia
benéfico. aqueos y frigios que protagonizarían la minoico antiguo (3000-2100 a. J. C.), que de la Magna Mater; que no dieron el paso
gran aventura griega. Los relevantes des- arranca de la figura del fabuloso rey al antropomorfismo de sus divinidades,
cubrimientos arqueológicos, que no fue- Minos, de cuya existencia, como indivi- más que a través de pequeñas estatuillas o
ron acompañados por igual suerte en lo duo o como dinastía, ya no caben dudas tallas sobre gemas; que carecían de deida-
que respecta a la escritura de los creten- en la actualidad. De allí (pasando por el des híbridas como las del valle del Nilo, lo
ses, han calificado a la isla de «gran libro minoico medio, 2100-1600 a. J. C.) la que en cierto aspecto supone un avance
de ilustraciones sin texto». Ello no obs- cultura cretense se continentaliza, insu- en el desarrollo espiritual. ¿Cuál era,
tante, el estado actual de las ciencias flando su vigor a los aqueos de Micenas, dentro de este cuadro, el rol de nuestro
antropológicas ha permitido decodificar ciudad del Peloponeso que alcanza su protagonista? Juan B. Bergua —basándo-
varios de los misterios de este pueblo florecimiento en el siglo XVII a. J. C. La se en el estudio de la gema de la Hydra y
perdido, o conjeturar al menos sobre ellos talasocracia cretense llega por entonces a la de la Figalia— concluye que los demo-
con cierta base de certeza. A un primer su apogeo, capitaneada por una clase nios (en plural) hacían las veces de inter-
estadio mítico (Teseo, el laberinto, los dirigente que construye fastuosos pala- mediarios entre las diosas y los mortales;
primeros cultos táuricos: cuya cios en la isla, inventa la práctica regular tal vez, se ocuparan también de la limpie-
manifestación laica pudieron bien de los deportes atléticos y de las fiestas za y el cuidado de los altares.
taurinas, y cuenta con gigantescos alma- Otra hipótesis resulta, por lo menos, alta-
cenes para el acopio de granos, aceites y mente especulativa: inmediatamente por
vinos, que sus naves llevan a Egipto, al debajo del culto a la Magna Mater, el más
sur de la naciente Europa y al Asia Me- desarrollado de los cultos cretenses es el
nor. En 1530, sin embargo, los terremotos que se rendía a la serpiente. El propio
Bergua nos informa que, en más de una -ción de los ofidios, en salas o templetes FALTA
casa señorial, se han encontrado huellas destinados al efecto. Ahora bien: Salo-
que hacen suponer una crianza y venera- món Reinach ha hecho notar que, como
en los demás pueblos del Egeo, en Creta
pudo haber una veneración por las cigüe-
ñas (en Grecia, durante siglos, era delito
capital atentar contra su vida), y esto
explicaría la proliferación de svásticas en
sus muros (se sabe que buena parte de la
simbología contemporánea identifica la
svástica con una cigüeña en pleno vuelo).
El culto a la cigüeña, sin embargo, ha ido
asociado siempre a la exorcización de las
serpientes, de las que son básicamente
predadoras. Para cerrar el razonamiento
mítico —y no es una arbitrariedad, ya que
el pensamiento mítico funciona univer-
salmente de esta forma— sólo basta con-
cluir que la serpiente era adorada en
Creta, porque era temida, y rendirle culto
era una forma —como hemos visto en
otros casos— de mantener bajo control su
capacidad de mal.
Si esto es así, de la misteriosa isla del Egeo
habría partido, hace cuatro mil años, la
extendida identificación del Diablo y la
serpiente, que reptó por Egipto y Babilo-
nia antes de instalarse en el mito del
Jardín del Edén que hemos heredado.

La Grecia clásica (siglos VI al IV a. J. C.)


inaugura una nueva concepción del Dia-
blo, tan opuesta a la terrorífica visión
mesopotámica o egipcia, como a la mora-
lista y condenatoria que nos ofrecerá el
Hermes Trimegisto

sas de Dionisos que serían con posteriori-


dad las bacantes romanas), como bien los malos, los buenos y los neutros, a los
dice el propio James, «tomaban el reino que llamaban, respectivamente, cacodai-
de Dios por la fuerza». Esta suprema món, eudaimón y daimón a secas. Entre
manifestación diabólica —la carne es, co- los primeros figuraban los «demonios del
mo sabemos por la Iglesia, la morada de mediodía» que se dedicaban a asustar a
Satán, y llevarla a su frenesí es el mayor los agricultores; los cobalios, especializa-
de los homenajes que pueden rendírsele— dos en fracturar piernas o brazos de los
se encauzará hacia ritos más elaborados desdichados que se le cruzaban en el
con el advenimiento del orfismo, basado,
más que en el culto, en el ritual cognosci-
tivo en torno a la legendaria figura del
músico tracio, mítico inventor del lenguaje,
y demiurgo que vence a la muerte,
desciende a los infiernos, y trae de allí la
revelación que dispensa a los hombres.
Deificado, sus atributos pasan al enigmá-
tico Kermes —que antes fuera el Toth
egipcio, y será el Mercurio romano—,
quien conquistará un puesto de privilegio
en el panteón helénico: bajo su aspecto
trimegisto (tres veces grande, para los
egipcios, y también uno y trino para
ciertas sectas shivaíticas) pasará a los
neoplatónicos, y desde allí a presidir la
alta aventura especulativa de la alquimia.
Sólo falta considerar —en esta resumida
demonología griega— el papel desempe-
ñado por los daimones, una de sus crea-
ciones más originales. A diferencia de lo
que ocurriría con posterioridad —cuando
el cristianismo metiese en una misma
bolsa maléfica todas las características de
la sutil personalidad del Diablo—, los
griegos distinguían entre los daimones a camino (había que echarse boca abajo en
el suelo, para eludir el castigo), o el
espantoso Empusio, del que nos habla
Aristófanes en Las ranas. Entre los segun-
dos, sin duda el más célebre es el que
acompañaba a Sócrates, y le recomendó
estudiar música, durante su última apari-
ción, mientras el filosofo aguardaba la -ciones religiosas irían superponiéndose a penates y genios, igualmente impersona- Tíber, y Tito Livio afirma que el senado,
copa de cicuta. Diversas son las interpre- los cultos animistas, relativamente sim- les, que guardaban la casa, los alimentos o en 185 a. J. C., debió limitarlas —ya que
taciones de esta asombrosa recomenda- ples, de los latinos.» Carter —citado por la virilidad del paterfamilias. Hasta que los no se animaba a prohibirlas— exigiendo
ción — Papini cree ver en ella un sarcasmo Bergua— se refiere a estos primeros siglos cultos mistéricos griegos llegan al Lacio, que las orgías no superasen la cantidad de
típicamente infernal, al ser destinada a un de la romanidad (período de los siete sus habitantes carecían de toda sospecha cinco participantes. Por Apuleyo, en El
anciano que espera la muerte y, a un reyes de Roma), con las siguientes pala- sobre la posibilidad de la salvación asno de oro, sabemos también de la existen-
tiempo, una crítica a la actividad pública bras: «El desarrollo del concepto de indi- personal, y no necesitaban por tanto de cia de cultos clónicos a la Isis subterránea
de Sócrates— pero nadie, que yo sepa, ha vidualidad fue retardado en el suelo ro- dioses y demonios proyectados más allá hacia la época de Calígula, y no cabe
conseguido dar una explicación satisfac- mano a causa del grado excesivo hasta de su efímera vida. En Roma, sin duda de que la Pascua pagana y es-
toria. donde la idea social había sido llevada. El embargo, ocurrió como en todas partes: pectacular de la Cibeles era pública
individuo no existía sino a causa de la cuando el Diablo se instala, ya no hay y oficial bajo Claudio (siglo II d. J. C.).
A comienzos del primer milenio a. J. C., familia y de sus prolongaciones, el clan y manera de desalojarlo de la cultura y la Anterior —el futuro Augusto nace en
se conocía como latinas las tribus célticas la tribu. A su muerte, pasaba a la mayoría historia que ha decidido habitar. Aunque 62 a. J. C.— es la leyenda según la cual la
indoeuropeas que habían cruzado los y perdía lo poco de individualidad que en estos procesos no puede hablarse de madre del emperador habría sido amante
Apeninos, asentándose en las orillas del había conseguido durante su vida: caía, cronologías exactas, la llegada del Diablo a de un íncubo quien, como señal de amor y
Tíber. En el siglo VIII a. J. C. -del año absorbido, en la masa de los espíritus la que sería capital imperial coincide con de fidelidad, le grabó una serpiente en
753 data la fundación de Roma— traba- difuntos.» La religión romana —como su la importación del culto a Diana, la diosa pose de Ourobouros en el centro del
ron contacto con los sabinos, al este, y al cara oculta, la demonología— es, por esta etrusca de los calveros y los bosques, vientre, justo encima del monte de Venus:
norte con los etruscos, un grupo invasor doble razón de hibridez y falta de identi- señora de las fieras salvajes, cuyo la tradición afirma que la matrona estaba
proveniente del Asia Menor, que se había dad personal, un conglomerado de dioses demoníaco ritual de sacerdotes asesinos orgullosa de ello, y que solía mostrarla a
instalado en la Toscana; tras la invasión protectores y demonios agresivos, que ni (la sucesión se producía por el asesinato sus amistades. La huella del Diablo en la
doria de Grecia, por otra parte, varios siquiera tienen nombres, hasta los tiem- del titular, que era sustituido por su historia del imperio ha querido verse
grupos habían llegado por aquellos siglos pos de la república. Bien es cierto que se asesino, quien conservaba el cargo mien- también en el suicidio de Antonio, y en la
a la península, instalándose no sólo en atribuyó ascendencia infernal a Numa tras evitara, a su vez, ser asesinado) nos muerte ritual de Cleopatra por medio del
Sicilia sino bastante más al norte. «Resul- Pompilio (segundo rey de Roma, a quien ha llegado por las vividas descripciones áspid (culto ctónico de Seth, Diablo del
tado de todas estas inmigraciones —dice el español Del Río calificara como «el más de Macaulay y de Frazer. La posterior Nilo como hemos visto). Adriano, Catili-
James— fue el desarrollo gradual de una insigne mago que haya gobernado en este helenización del panteón romano (sobre na, Caracalla, Nerón y Calígula fueron
cultura híbrida, en la que diversas tradi- mundo») y otro tanto se hizo con Servio todo con el ingreso del jocundo Dionisos también relacionados de una u otra forma
Tulio, penúltimo de los reyes, y que las bajo el nombre de Baco), y la deformada con el Diablo, u homologados con él.
creencias populares se cuidaban de estar apropiación que hacen de Cibeles, la Según Leloyer, las historias de íncubos
a bien con los demonios (por ejemplo Gran Madre Frigia, acaban de diabolizar —a los que llamaban conferentes— esta-
desparramando habas en los huertos, ya el panorama. Lucrecio relata que —a ban a la orden del día en la Roma impe-
que aseguraban que era su alimento favo- diferencia de las más esotéricas y discretas rial; los egipanos, por su parte, demonios
rito), pero esto no es más que la contracara ménades— las bacantes se manifestaban silvícolas de apariencia caprina, acecha-
lógica y necesaria del culto a lares, en plena ciudad, a las orillas del ban la ciudad desde las colinas, y son
lizado, refutado, puesto bajo la luz de las
muchísimas las casas patricias que inten- precisamente por su condición más menciones que le dedicasen los profetas; más diversas hipótesis.
taron exorcizarlos, reproduciéndolos en heterodoxa cuando no más esotérica, para los detalles sobre su naturaleza y Rápidamente —aunque el tema merece-
sus muros. ofrecen mayores detalles sobre el acechanzas, el pueblo de Israel contaba ría un libro— veremos su paso por la
La vastedad y difusión que los demonios Enemigo, y sobre lo que de él pensó y con su inagotable tradición oral, que irían literatura bíblica y parabíblica, y las co-
habían adquirido por entonces en el mun- sufrió el pueblo de Dios en los últimos recogiendo los escritos rabínicos y, princi- rrespondientes tradiciones.
do romano está presente sobre todo en la cuatro mil años (si se toma como punto palmente, el Talmud. La recopilación
Eneida de Virgilio, cuyo libro VI es, de partida el viaje de Abraham desde su talmúdica se inicia en la escuela de Tibe- Para Louis Chochod —en su minuciosa
fuera de dudas, la obra maestra de la Ur natal que, según la mayoría de los ríades del rabí Johanan (quien muere en Historia de la magia— es imposible
demonología latina: convocado por el especialistas modernos, debió producirse 279 d. J. C.), y se concluye durante el comprender el pensamiento del pueblo
espíritu de su padre y guiado por la todo lo más uno o dos siglos antes del siglo siguiente. Voluminosa en sí misma, de Israel si se leen sus libros a la letra.
sibila, Eneas baja en él al reino de las reinado de Hamurabbi, circa 1700 a. J. no lo es al lado del Talmud babilónico, de Tanto la Biblia como el Talmud serían
tinieblas, y lo describe largamente y con C.). finales del siglo V, cuatro veces mayor por tanto compilaciones multifacéticas
todo detalle. El longevo Varrón (116-27 Es necesario recurrir a estas fuentes para- que su antecedente jerosolimitano. En de casi infinitas variables, escritas en un
a. J. C.) nos ha legado —en su tratado De bíblicas —Talmud y sus escolios, escritos cuanto a la cabala (kabbalah = lo sistema de combinatoria lingüística con
las cosas divinas— otra fuente preciosa rabínicos angelológicos, cabala, tradicio- recibido), la tradición la hace retroceder a el que la cabala experimentaría hasta sus
para ampliar los hechos y las correrías nes y relatos jasídicos, principalmente— la existencia del hipotético Simeón bar últimas consecuencias. El análisis de
del Diablo en el imperio. por la distancia que hay entre la parque- Iojai, quien habría escrito hacia el siglo II sólo tres palabras de un texto se lleva
dad del Antiguo Testamento, y el consi- el Zohar (Libro del Esplendor), compilado varias páginas del libro de Chochod, por
El Diablo de Israel — Ningún otro derable peso y entidad que nuestro prota- y puesto en circulación mil años más tarde lo que no es de extrañar que los rabinos
apartado de esta sección histórica del gonista tenía para cuando la redacción de por el gran místico español Moisés de praguenses dedicaran en ciertos casos la
libro toca más de cerca que éste al autor sus últimos libros canónicos. El más León (1250-1305). Casi contemporáneo mayor parte de la vida al estudio e
y a los lectores. En efecto, si la joven de ellos —Sabiduría, ya muy de la alta especulación cabalística interpretación de uno solo de los tratados
universalidad del Maligno —como fuertemente helenizado— es del siglo I a. española es el movimiento jasídico, talmúdicos. Esta dialéctica revelación-
venimos viendo— no conoce fronteras, J. C. y carece, como la mayor parte de sus encabezado por la extraordinaria figura encubrimiento hace particularmente
también es cierto que es el pueblo judío predecesores, de toda escatología del rabí Eleazar de Worms, que aporta un difícil las afirmaciones contundentes
el descubridor de nuestra visión del infernal. Sin embargo, a cien años de nuevo sentido a la reflexión mística del cuando se trata de referirse al
Diablo; del punto de vista según el cual distancia, la figura de Jesús de Nazareth judaísmo centroeuropeo. pensamiento judío. No obstante, la huella
se ha insertado en la vida cotidiana de será inseparable de la demonología de la Dentro de esta marea de corrientes ideo- del Diablo en él es suficientemente
Occidente en los últimos dos mil años. época —como veremos en el próximo lógicas producida por el pensamiento de la honda y perdurable como para permitir
La Biblia —ese tronco común a las apartado— y no precisamente por diáspora (un admirador de Maimónides — seguirlo en ese nivel en el cual sale a la
religiones monoteístas mosaicas— es aditamentos posteriores. Esta aparente en la otra punta del espectro— y, por superficie.
explícita con él desde su comienzo (o contradicción se explica sin embargo a tanto, racionalista, como es el profesor J. Luego de su archiconocida presentación
sea: el Génesis) y, por boca de diversos poco que se conozca el pensamiento Bernard Agus, debe reconocer que la en el Libro de los Libros bajo la especie
profetas redondea la figura de Satán a religioso judío: libro básicamente especulación cabalística ha producido de la serpiente, nuestro personaje
través de su largo desarrollo. Lo mismo revelado, la Biblia no debía hacer lugar al «una biblioteca de más de tres mil volú- reaparece en Caín (el protoasesino) y su
puede decirse de otras fuentes judías que, Diablo entre sus páginas, más allá de las menes»), el Diablo es con frecuencia ana-
condenada estirpe —de quien la leyenda Pero en ninguno de los libros canónicos sando con bienes, familia y salud del
salomónica de Hiram el constructor dará de la Biblia aparece visión tan compleja y piadoso varón, y reduciéndolo a la más que es la astucia, y el pavo real, que es la
una versión totalmente distinta, como se especulativa del Diablo como en el prólo- espantosa miseria moral y física. Inde- soberbia), y no parece casual que sea
verá más adelante— y, después del go del de Job (escrito, con toda probabili- pendientemente del lugar común de «los animal protagónico en el tema diluviano,
diluvio, en Cam, el maldecido hijo de dad, en el siglo V a. J. C.), hasta el punto oscuros designios de la providencia», lo con todo lo que éste tiene de re-fundación
Noé, a quien las más diversas tradiciones de que los comentaristas de la Nácar-Co- que sorprende en esta historia son las de la raza humana, y de la consiguiente
señalan como el transgresor por lunga (Biblioteca de Autores Cristianos, cordiales relaciones entre Dios y el Diablo; renovación del pacto edénico de Dios con
excelencia, el violador de todo tabú, 21.a edición) se ven en la obligación de la familiaridad con la que se acepta la los hombres. Al no regresar al arca, el
llegando algunas a interpretar las precisar que «es de lo más atrevido que presencia de este último en el cielo; el rol
famosas palabras «la desnudez de su hallamos en el Antiguo Testamento». En de coadjutor divino que parece desempe-
padre», referidas a Noé, como una él se nos informa que un día «los hijos de ñar. Cualquiera sea la conclusión que de
metáfora de la sexualidad del patriarca: Dios fueron a presentarse ante Yavé, y esto se extraiga, lo que resulta evidente es
de lo que infieren —no sin cierta lógica, vino también entre ellos Satán». A esta que el Satán hebreo de hace veinticinco
ya que textualmente la venganza de Noé sorprendente presencia del Enemigo en siglos era una figura compleja, mucho
es desmesurada en relación a la falta sitio donde se le supone expulsado para más interesante que su simplificada de-
cometida por su hijo— que la siempre, sigue un diálogo aún más sor- gradación a causa del cristianismo. Ello
transgresión de Cam fue en verdad la de prendente: «¿De dónde vienes?», le pre- explica la riqueza sobre el tema en la
acostarse con la mujer del constructor del gunta Dios: «De dar una vuelta por la especulación judía de la diáspora, si se la
arca; algunos llevan la interpretación tierra y pasearme por ella», contesta Sa- compara con su monótono paralelo en la
hasta afirmar que se trataba de su propia tanás. Jehová no parece asombrarse en evolución de la teología cristiana.
madre, homologándolo con el Edipo grie- absoluto de las actividades demoníacas;
go. Isaías, como se ha visto, abomina del antes bien, le pregunta si ha visto por allí a Muchos talmudistas creen reconocer al
Diablo bajo su temible forma de Lilith, y su siervo Job, de quien hace un encendido Diablo bajo la especie del cuervo que
sabemos que en tiempos del profeta (siglo elogio. El Diablo razona entonces, figura en el relato del diluvio. Como se
VIII a. J. C.), los moabitas lo adoraban en provocativamente, que Job es así porque sabe, antes de enviar a la paloma —dis-
su aspecto de Moloch, los filisteos como Dios lo colmó de beneficios, «pero extiende pensadora de la buena nueva de que las
Dagán, y los amonitas como Milkon. En tu mano y tócale en lo suyo —le dice—, y aguas habían bajado hasta las copas de
Tobías, por otra parte tiene que interve- veremos si no te maldice en tu rostro». El los árboles, en señal de lo cual lleva al
nir el arcángel Rafael para que el virtuoso Creador acepta el desafío y retira la arca la rama de olivo— Noé envía al
joven pueda consumar su matrimonio protección a su criatura ejemplar: la deja cuervo, pero éste no cumple con el encar-
con Sara, a quien el enamorado demonio a merced del Diablo, con la sola condición go, y no regresa. Comoquiera que sea, el
Asmodeo matara siete pretendientes an- de que no la destruya. «Mira —dice cuervo es una de las figuras emblemáticas
teriores en el lecho de bodas: curiosamen- Dios—, todo cuanto tiene lo dejo en tu del Diablo en sus carnaduras zoomórfi-
te, Rafael no destruye a Asmodeo; se mano, pero a él no lo toques.» Sabido es cas: representa su taciturnidad y su cogi- cuervo es el único animal que queda
limita a desterrarlo «por algún tiempo» a que Satanás cumple bien el encargo, arra- tación (las otras figuras son la serpiente, El arca de Noé, según un manuscrito del s.
los desiertos de la Tebaida. Xlll. Nótese, a la derecha, el cuervo
El Talmud reconoce también la promis- a. J. C.), durante la prolongada visita que
suelto por el mundo, como en el primer cuidad de íncubos y súcubos con mujeres El le hiciera Belkis, la reina de Saba, con
pacto lo había sido la serpiente al ser y hombres, y —aparte de ligarlos con el motivo (o con pretexto, para quienes dan
expulsada del paraíso. El hebraísta Fabre esplendente e inagotable Salomón— los por cierta su relación erótica con el mo-
d'Olivet aporta un dato curioso a esta relaciona con la especie desde nuestros narca: Belkis sería en este caso la destina-
homologación: del nombre hebreo del primeros padres: la caída de ambos en los taria del Cantar de los Cantares)de las obras
cuervo (hereb) derivaría el Erebo con el respectivos brazos de Lilith y Lucifer de construcción del templo, que se desa-
cual Hesíodo —y, detrás de él, la cultura habría sido, en algunas de las tradiciones, rrollaban bajo la dirección de Hiram,
clásica— denominó al infierno. En el mito consecuencia de su sentimiento de ver- célebre arquitecto y maestro del bronce
de Hiram es también un cuervo — Hud- güenza ante la expulsión del paraíso, y de enviado a Jerusalén por el rey de Tiro (o
hud, mascota de la reina de Saba— quien la larga castidad que se habían impuesto el propio rey de Tiro, en otras versiones
descubre las artimañas de Salomón y para no multiplicar una especie estigma- demonio Belial se presenta ante Salomón que se hacen eco del Libro de Samuel).
profetiza el advenimiento del Cristo. El tizada por el pecado original. El demonio Comoquiera que sea, celoso de la juven-
citado Louis Chochod pone como Sakar —también del ciclo salomónico— se sombrío. Por el mismo procedimiento de tud, genio y potencia de su visitante,
ejemplo de la rica especulación talmúdica sale de esta regla de colaboración fraterna apareamiento y disyunción se obtiene la Salomón lo hurtaba de la vista de Belkis
el Tratado de los Berakhoth, en el que se nos con los mortales, y se hace adorar valién- contrafigura del Adán terrestre, en el con múltiples excusas. A pesar de estas
dice —entre otras cosas— que Dios creó a dose de un subterfugio. Terada, concubi- tiempo primordial de la «ruptura de los precauciones, ambos jóvenes acabaron
los demonios un viernes por la noche y, a na del rey hebreo e hija del vencido y vasos»: los residuos de impureza (=keli- conociéndose y haciendo el amor a espal-
causa de la proximidad del sábado, no muerto rey de Sidón, ruega a su amante le poth) crean, durante el proceso, al Adán das del ya anciano monarca; enterado
tuvo tiempo de dar forma a sus cuerpos: permita reproducir una efigie de su padre Belial. éste cedió a las intrigas de tres capataces
de ahí que su sustancia material esté para rendirle honores: una vez construida que, envidiosos de Hiram, querían per-
compuesta de los cuatro elementos en la estatua, Sakar se posesiona de ella y Pero con dos leyendas judías no canónicas derle, y les prometió secundarlos en sus
diversas proporciones y, con frecuencia, recibe un esmerado culto en el centro culmina el acercamiento insuperable del planes. El desastre y la humillación del
sólo de uno (aire o tierra, parece ser en mismo de la dignidad monoteísta del pueblo de Israel a la naturaleza del héroe es preparado minuciosamente, y
estos casos). El mismo tratado reconoce pueblo de Dios. Diablo: la de Hiram, el constructor del culmina con el fracaso del llamado «mar
que «los demonios están dotados de inte- La cabala —dado su modelo especulativo templo de Jerusalén, y la de la invención de bronce», que iba a ser la obra maestra
ligencia, extendidos por todas partes y en que no deja resquicio de dudas sobre la del Golem, la triste criatura que pobló de del arquitecto tirio y que los conjurados se
gran número», mencionando a varios por lógica del universo— va aún más lejos en espanto las juderías centroeuropeas del encargan de desbaratar. Hiram, que atri-
su nombre propio —Asa y Asael, entre los esta superación del estrecho dualismo en Renacimiento. buye el descalabro a su responsabilidad,
principales— con lo que les reconoce una el que recaerá la cultura cristiana (necesi- El mito de Hiram —tomado como ritual se hunde en el desconsuelo, y está a punto
identidad individual. De ellos habrían tada del Diablo, pero incapaz de soportar litúrgico por la masonería— es una elabo- de quitarse la vida. Entonces le acontece
aprendido las artes mágicas los profetas su complejidad). Su bifronte figura de- rada vindicación de los cainitas y, en una visión que modifica la conciencia que
Balaam, Jetro y Job, y por su intermedio miúrgica llamada Metratón incluye a consecuencia, del Diablo en su aspecto de hasta ese momento tuviera de sí mismo, y
Salomón reinaba sobre los pájaros, acce- nuestro protagonista, ya que es el arcán- demiurgo donante del conocimiento. La que alterará su trayectoria obligándole a
dió a extraordinarias cumbres de sabidu- gel Miguel, pero también Samael, su lado historia transcurre durante el reinado de asumir su destino: una voz desconocida y
ría, y forzó a la reina de Saba a visitarlo. Salomón (a comienzos del primer milenio
estentórea lo llama tres veces por su de ciudades, Mathusael, inventor de la -truye el «mar de bronce» y recupera su -ro, al fallar infinitesimalmente en su
nombre, arrancándolo de sus amargas escritura, Lamech, propiciador de la poli- prestigio; posee a Belkis y la fecunda intento de imitar a Dios, los maestros de
cavilaciones. «Alzando los ojos —nos gamia para asegurar la supervivencia de antes de que ella regrese a Saba con el Praga convirtieron su proyecto en el más
narra Hervé Masson, en su ya citado los incipientes hombres, la pareja Tubal- hijo del héroe en sus entrañas; es osado de los hechos del Diablo.
Dic-tionnaire Initiatique—, el maestro caín-Nohem (su hermana-esposa), y el asesinado por los tres capataces que Contemporánea del esplendor de la caba-
vio una forma humana de talla gigantesca propio Hiram. Una voz —que carece de habían atacado antes su obra. Como dato la española, la alemana se encarna en el
que le tendía la mano: "Sígueme, hijo cuerpo y que es, presumiblemente, el curioso cabe agregar que sobre su tumba primer movimiento jasídico (que renace-
mío —dijo la aparición—, he soplado propio Eblis— le da a entender que se planta una acacia, el mismo árbol de rá en el siglo XVII con el movimiento
sobre ti y ahora puedes respirar las estuvo en el origen de todo (como íncubo cuya madera se fabricará —mil años redentorista y mesiánico de Shabatai
propias llamas." "¿Y quién eres tú?" de Eva), y que al conocimiento de la después— la cruz de Cristo. Zevi, y culminará -con los seguidores de
"Soy tu antepasado Tubalcaín, y te guío naturaleza angélica de Caín por sus En ninguna otra leyenda como en la del Isaac Luria- en el XVIII: la superviven-
hacia el centro de la tierra, hacia el alma padres y hermano, debió éste todos sus ciclo hirámico aparece más completa y cia del mito del Golem adquiere
del mundo, en el dominio de Eblis. Allí males, ya que sus familiares no podían definida la personalidad del Diablo como entonces un significado esotérico y
podrás gustar libremente de los frutos del soportar su superioridad. El desconocido demiurgo sometido a Dios (en el plano religioso mucho más profundo, que no es
Árbol de la Ciencia."» Eblis es, como se le informa a continuación que es «el universal, y en el sentido en que puede posible tratar aquí). El fundador del
sabe, el Diablo, y Tubalcaín uno de los único que ha contemplado cara a cara al decirse que Vishnú y Shiva se someten a movimiento, muerto en 1217, es el rabí
descendientes en línea recta de Caín. En mismo Dios. Y Adonai me dijo: de ti Brahma en la trimurti), pero con la tierra Yehudá ben Samuel, el piadoso (=jasid),
el infierno le es narrada a Hiram la nacerá un hijo que no conocerás, y que te como limitado y —a un tiempo— indiscu- que le da nombre y desaparece sin
verdadera historia de su desdichada dará posteridad innumerable.» Esa raza tible reino, y los hombres como sus sier- apenas dejar obra escrita; su sobrino,
genealogía, según la cual el protoasesino que, según las declaraciones del mismo vos y —también a un tiempo— la Eleazar ben Judá ben Kalonymos
habría cometido su crimen llevado por la Dios, sería superior a la de Adán, se vería justificación final de su obra. La promesa (conocido como Eleazar de Worms) será
desesperación y por la injusticia de que sin embargo humillada por esta última. de Eblis a Hiram puede resumirse (una el verdadero propulsor de la cabala
era víctima constante. Despreciado desde «Esta situación —siguió diciendo el vez más, pero en ninguna otra parte la germánica, con lamentables consecuen-
pequeño por Adán y Eva, en beneficio de invisible Eblis— durará por los siglos de encontramos tan explícita) en la cias personales: según Zung y Ribadeau-
su hermano Abel, no tenía otro consuelo los siglos, pero un día los mejores serán aspiración central de la taumaturgia Dumas, en las persecuciones de que fue
que el amor de su hermana Aclinia, quien también los más fuertes y establecerán el diabólica: si se le reconoce como Señor, el objeto por parte de los cruzados, éstos le
a su vez le correspondía tiernamente. Sin culto del fuego sobre la tierra. Tus niños, Diablo es buen pagador y tiene con qué mataron a Dulcina, su mujer, a Belat y
embargo, llegada ésta a la pubertad, sus sabedores de tu verdadero nombre, pagar; su moneda es el conocimiento, Hanerat, sus dos hijas, y a su único hijo,
padres decidieron darla por esposa a destruirán el poder de los reyes y de los único camino que señala a los hombres Jacob. Su obra —cuyos manuscritos se
Abel, condenando de este modo a Caín a ministros despóticos de Adonai.» Lo que para librarse del temor, la reverencia y el conservan en la actualidad en el museo
la soledad. Una vez cometido su crimen, sigue de la historia, con ser importante, sometimiento a un Dios que es con ellos del Vaticano— fue densa y prolífica,
Caín se autoexilió en compañía de su es menos significativo para nuestro del todo indiferente. abonada por el reiterado terror y
amada: con ella, y luego de abandonada capítulo, y puede resumirse expectativas que los milenarismos pro-
la casa paterna, establece la nueva raza a aproximadamente así: al regreso del in- El Golem por su parte es —debió ser— la ducen en el pueblo de Israel, y que el
la que pertenecerán Enoch, el fundador fierno, Hiram recibe la iniciación, recons- obra maestra de la armonía cabalística. Pe cristianismo ha heredado (hacia media—
-dos del siglo XIII, cuando la vida y obra había que regrabar de continuo la palabra pesados. No era, sin embargo, un hombre exigiría el conocimiento de los
de Eleazar, el calendario hebreo rebasó el para que no languideciera del todo. El como los otros y apenas lo animaba una «alfabetos de las 221 puertas», que
año 5000). En ella destacan, junto a más célebre taumaturgo, el que llegó más vida sorda y vegetativa. Esta duraba hasta deben repetirse sobre cada órgano del
comentarios eruditos sobre los libros sa- lejos —recuperado, para nuestro siglo, la noche y debía su virtud al influjo de una Golem. «En la frente —concluye Borges
grados, los Hekaloth (=palacios), por el por la justamente célebre novela El inscripción mágica, que le ponían detrás — se tatuará la palabra emet, que
esplendor de sus visiones y, para el Golem, de Gustav Meyrinck, escrita en de los dientes y que atraía las libres significa verdad. Para destruir la criatura,
interés del tema que aquí se trata, el 1915—, fue el rabí Judá Loeb ben fuerzas siderales del universo. Una tarde, se borrará la letra inicial, porque así
Sepher Hachem, o libro del Bezabel (Judá León), quien acaba antes de la oración de la noche, el rabino queda la palabra met, que significa
Tetragramma, que sería el tratado destruyendo a su criatura, espantado ante se olvidó de sacar el sello de la boca del muerto.»
nutricio para la fabricación del Golem. el imprevisible porvenir del engendro. Golem y éste cayó en un frenesí, corrió
Se supone que el Tetragramma, o Si, como hemos visto (Primera parte, De por las callejas oscuras y destrozó a quie- El Diablo frente a Jesús — Antes de
nombre secreto de Dios compuesto de la naturaleza del Diablo), una nes se le pusieron delante. El rabino, al llegar a este encuentro central para la
cuatro letras, incluye el principio característica diabólica por definición es fin, lo atajó y rompió el sello que lo historia de los dos mil últimos años de
animador de la vida, ya que —desde el la de imitar a Dios, seguida por el animaba. La criatura se desplomó. Sólo Occidente, son necesarias algunas
Génesis lo sabemos, y el pensamiento inevitable fracaso que se traduce en la quedó de él la raquítica figura de barro, precisiones. Verificar, por ejemplo, la
judío no lo olvidó jamás— es la palabra obtención de una caricatura divina, no que aún hoy se muestra en la sinagoga de vigencia de Satán (conocido
la que anima al mundo: la creación entera hay ejemplo mejor que el Golem para Praga». precisamente bajo ese nombre) en ese
no « hasta que Dios no la dice. Desde ilustrarla. No sólo porque en este caso se En el Talmud (Sanhedrin, 65, b) se lee que momento de la comunidad palestina, o el
este punto de partida —que pasará al trata de copiar la obra maestra de Dios — el maestro Rava consiguió crear un hom- estado de ánimo que por entonces
esoterismo cristiano en la búsqueda del el hombre, hecho a su «imagen y bre, combinando las letras de los inefables aquejaba al pueblo que iba a producir el
homúnculus por los alquimistas— parece semejanza»—, sino porque el patetismo nombres de Dios, y lo envió al justo Rav Cristo, su paredro y su enemigo desde el
coherente la ambición largamente del resultado ejemplifica magistralmente Zera, pero éste descubrió la patraña: «Eres comienzo de los tiempos. Pero, ante todo
acariciada en las juderías de Praga la imposibilidad de la empresa. Ahora una creación de la magia —le dijo—; —y para hacer justicia a nuestro
durante los siglos XV y XVI: crear un ser bien: si el Golem, siquiera precariamente, vuelve a tu polvo», y el muñeco se personaje—, establecer el punto de
humano; animar una materia inerte, por vivió, la aparente derrota se transforma en desarticuló. En el mismo libro se narran partida: en las páginas que siguen no se
el procedimiento de insuflarle la palabra una formidable victoria; otorga al las especulaciones de dos maestros, quie- tratará de enfrentar un personaje histó-
de Dios. A Elias de Chelm se le atribuye demiurgo sombrío el don de la nes cada viernes conseguían crear un rico a un fantasma, sino a dos concepcio-
la creación del primer golem, en cuya creatividad, que en otras latitudes y tiem- ternero de dos a tres años, que luego se nes míticas no por antagónicas menos
frente habría grabado la palabra «emet» pos se le reconoció, pero que las aprovechaba para las comidas. Jorge Luis equivalentes (o a dos fantasmas, si el
(=verdad, que sería una de las religiones mosaicas le han negado Borges —en su Manual de zoología lector prefiere una concepción del todo
combinaciones posibles del empecinadamente. fantástica— nos ratifica que Eleazar de materialista). Hay que decir que si Jesús
Tetragramma): la tosca criatura parece En el capítulo quinto de su novela, Mey- Worms había conservado —o redescu- de Nazareth existió —lo que no es
que no hacía sino movimientos rinck escribe que Judá León construyó el bierto— la fórmula necesaria para cons- seguro pero es posible— en todo caso
elementales, tales como parpadear o Golem «para que éste tañera las campanas truir un Golem. La formulación del ritual tuvo poco o nada que ver con la leyenda
simular penosamente una sonrisa, y aún en la sinagoga e hiciera los trabajos abarcaría veintitrés columnas en folio, y que hemos heredado sobre su actuación
histórica, que no es otra cosa que la obra dudosa identificación: partiendo de lo mito como para refutarlo.» A partir de la se observaron en su proceso «para que
maestra del sincretismo religioso; en que de él nos han contado, sin obra de Dupuis —principalmente L'Ori- se cumplieran las Escrituras», que de
formación durante los últimos siglos especificar a cada momento que se le gine de tous les cultes , 1794, donde se enun
- haber ocurrido así hubiesen llamado
anteriores a nuestra era, esta obra maestra ponga en duda, pero tampoco cia por primera vez la teoría de los mitos notablemente la atención de los autores
no hubiese sido posible sin los fulgores suscribiendo la certeza de que haya solares como antepasado común de las de la época), y concluye que el cristia-
del siglo de Augusto, el redescubrimiento ocurrido así. Voy a extenderme un poco religiones— comenzó a ponerse en tela de nismo fue más bien el producto de «un
de los cultos mitraicos por los soldados sobre esto —el concepto crístico; el mito juicio la historicidad de los cultos religio- momento de la conciencia universal, una
de Pompeyo, la destrucción del templo Jesús y el probable personaje histórico sos, y el cristianismo no constituyó una ideología de las clases desheredadas en la
de Jerusalén y la subsiguiente diáspora, que encubre— siquiera sea para com- excepción —como debería ser obvio— a que confluyen el estoicismo, el neoplato-
el pensamiento hegemonizador de pensar una parcialidad que, en la ese replanteo del conocimiento. Durante nismo y el judaísmo de la diáspora».
Alejandría y —sobre todo— la figura mayoría aplastante de libros publicados el siglo siguiente y el actual —muy Robertson y también Edouard Dujardin
carismática, sintetizadora y fanática de er España sobre estos temas, roza la radicalmente a partir de Marx y Engels y consideran el origen de Jesús en los
Saulo de Tarso, emergente lúcido de ese aberran ción histórica: todo lo que es los estudiosos marxistas posteriores, cuya ritos tribales (dios menor de la tribu
río revuelto y fecundo. En atención a mític —cuando no risible y producto de concepción ha ido cayendo cada vez más de Efraín), y este último lo homologa
esto es necesario separar —como de seré inferiores— en relación a otras en la simplificación de todo dogmatismo a Josué; otros autores (Benjamín
hecho lo hacen en la actualidad todos culturas teogonías, se convierte en — estas discusiones admitieron un amplio Smith, Kalthoff, Drews, Cochod) lo
los historiadores serios de las religiones histórico e i discutible cuando se toca el abanico de opciones: desde los que niegan asimilan a Moisés, Prajapati, Mitra, o le
— el concepto Cristo de la figura Jesús: cristianismo. la menor posibilidad de la historicidad de confieren el rol aglutinante, en Judea,
el Cristo que, como demiurgo Jesús hasta los que, aun admitiendo que de la importación del espartaquismo
redentorista no es exclusivo del No sólo los enciclopedistas —con Voltaire a haya existido, confiesan la escasa (movimientos de liberación de los
cristianismo (ver si no Mitra, o el la cabeza— señalan ya en el XVIII las fiabilidad de las fuentes; en la postura de esclavos, contemporáneos en el imperio
Prajapati hindú, o el Saoshyant del falencias históricas y los acomodos capri- quienes defienden al pie de la letra los a la hipotética vida de Jesús). En este
zoroastrismo), tiene su contrapartida, su chosos del Nuevo Testamento. Goethe, textos evangélicos, no queda nadie que sentido, ya Marx y Engels habían
justificación y su paredro en el Diablo, por ejemplo, entre las cumbres del pensa- pueda ser tenido en cuenta (como no sea sostenido que el cristianismo no
como Vishnú en Shiva, u Osiris en Seth; miento de la época, fue consciente de la desde argumentos basados en la revelación hubiese sido históricamente capaz de
Jesús, por el contrario —a la manera de grosería argumental del cristianismo y, al y la fe, tautologías que no soportan el más la conquista de Roma desde la remota
Buda o el propio Zoroastro—, tropieza mismo tiempo, de su excepcional arraigo precario análisis cuando de e insignificante Palestina si no se
con él durante su encarnación, pero este mítico en la sociedad: «Debido al mito de confirmaciones históricas se trata). Para hubiese arropado de todos los
encuentro cae fuera de la historia, o es Jesús —escribe, en carta a Herder, del 4 Bruno Bauer(Crítica de la historia evangélica elementos grecolatinos dispersos en el
en todo caso anecdótico y arquetípico, de septiembre de 1788—, el mundo podrá de los sinópticos,1841) no deja deser imperio, como un gran crisol que el
como cualquier otra leyenda medieval o mantenerse estacionario durante diez mil sorprendente el silencio de autores judíos poder necesitaba precisamente para su
la especulativa saga del ciclo fáustico. años todavía, y debido a él persona algu- y paganos contemporáneos, en relación a subsistencia. Desde otro frente, el
Quede claro, por tanto, que a la figura na razona en forma conveniente, porque Jesús y al naciente cristianismo (sobre asiriólogo Jensen, o Van Manen y la
histórica de Jesús el Nazareno se le es preciso emplear tanta energía, ciencia, todo teniendo en cuenta la cantidad de llamada «escuela radical holandesa» —
dará aquí el mismo trato que a otras de inteligencia e ingenio para defender este violaciones a las normas establecidas que con el desmonte de los ciclos míticos y el
reconocimiento de las invariables que los lo que no es más que una ilustración- al «Cristianismo» del Diccionario occidental del mundo— beneficiarios o
unen— colaboraron también a una servicio de una tesis apologética». Char- Filosófico: «¿Cómo —escribió allí— este víctimas.
clarificación del tema. Hasta A. Loisy, les Hainchelin, por último —en Orígenes judío obstinado habría dicho que Jesús era
relevante historiador católico —en Les de la religión, 1935—, puntualiza sobre el el Cristo? ¡Qué absurdo hacer hablar a Aunque los hechos que nos narra el
Evangiles synoptiques, de 1907: escrito silencio que llamaba la atención a Bauer, Josefo con palabra de cristiano!» Libro de Daniel se remontan al siglo VI
antes de su ruptura con la Iglesia—, no y que hubiese sido imposible si la vida y Esta más que apretada síntesis —el tema a. J. C., la moderna exégesis bíblica da
puede menos que reconocer las los hechos de Jesús hubiesen transcurrido ha consumido docenas de volúmenes— no por seguro que fue escrito durante la
asombrosas coincidencias entre la en el primer tercio del siglo I, tal como pretende zanjar la cuestión de la historici- primera mitad del siglo II a. J. C. (y en
teogonía cristiana y el culto quedaron fijados definitivamente tras el dad de Jesús (que, en definitiva, será apoyo de esto iría la propia tradición
mesopotámico de Marduk. Guignebert concilio de Nicea, en 325. Nos informa siempre un problema de fe) sino estable- judía, que incluye vagamente a su autor
—también católico, y profesor de historia que no hay mención alguna a Jesús, o al cer un punto de vista no preferencial para en el número de los profetas,
del cristianismo en la Sorbona— se ve Cristo, o al movimiento por él la inserción de su figura en estas páginas. presentándolo más bien como un
forzado a admitir, en su Jesús, que «las protagonizado en la obra de Plutarco (46- Lo que nos interesa —aunque haya que hagiógrafo). La fecha importa aquí
verosimilitudes a las que nos permiten 120), «a pesar de que el autor es tan ávido recurrir a su leyenda, como en el caso de porque marca el inicio del apogeo de la
llegar los textos en relación con los pro- de hechos religiosos», Juvenal (55-140), otros profetas o iluminados, para el literatura apocalíptica (apokalypseis =
blemas que hemos formulado hasta aquí Marcial (40-103), Séneca (2-63), Plinio el soporte anecdótico de la presente biogra- revelaciones) y apócrifa (apokryphos =
(lugar, fecha, circunstancias del naci- Viejo (23-79), Apuleyo (125-fines del fía— es su faceta crística, o sea aquélla en ocultos), cuyo tema central es la
miento, familia), se reducen por lo tanto siglo II), «el más curioso por conocer las la cual su enfrentamiento trascendente con inminente llegada del Mesías, y la
a lo siguiente: Jesús nació en alguna religiones de entre todos los autores de la el Diablo amplía y perfecciona las consiguiente redención del pueblo de
parte de Galilea, en tiempos del antigüedad», o Filón de Alejandría (34 a. características de nuestro personaje, fa- Israel. Hay buenas razones para creer
emperador Augusto, en una familia de J. C. - 54 d. J. C.), notable figura de vorecido como el cristianismo estuvo de que en este proceso redentorista tuvo
gente humilde que tenía, aparte de él, una reunión entre el helenismo y el una tradición que incorporó y acabó de notable influencia el mito del Saoshyant
buena media docena de hijos». Más pensamiento judío, quien —a; pesar de redondear. El demiurgo redentor y sacri- iranio, y la anunciada destrucción del
adelante, y refiriéndose al arresto, haber sido con toda probabilidad amigo ficial, que intenta la restauración de la mundo por el fuego personificada en el
proceso y condenación de Jesús, el de san Pedro en Roma, y haber escrito armonía primaria mediante la celebración Agni de los veda. En pocos momentos de
mismo autor confiesa que, si se sigue a detalladamente sobre la época de Pila tos de un nuevo pacto con la especie, y el la historia, en todo caso, se produce una
los evangelistas «hormiguea de — no menciona a Jesús en el medio demiurgo apóstata, que no desea que esa mayor concentración de influencias
imposibilidades, de inverosimilitudes, de centenar de tratados que nos han llegado especie sea librada de la condena del disímiles y hasta contradictorias como la
incoherencia: considerado desde el punto de él. La única excepción estaría en un conocimiento que él mismo eligió como que cae sobre la pequeña superficie de
de vista jurídico es ininteligible», para párrafo de las Antigüedades judaicas, de destino, se enfrentan por última vez en Palestina en los años que nos ocupan. En
concluir que «el error de todas las Flavio Josefo (37-95), pero Hainchelin tierras de Judea, hace ahora casi dos mil 198 a. J. C., el territorio palestino pasa a
hipótesis respecto de la veracidad de demuestra —por la crítica comparada que años. Esa es la historia que de ahora en manos de los seléucidas, gobernantes de
nuestros textos consiste en suponer esta hace de otros pasajes— que se trata de adelante presidirá las páginas de este la parte asiática del imperio macedonio.
veracidad de antemano y en creer en ella. una grosera y tardía interpolación. Ya lo libro, porque del resultado de ese La creciente intransigencia religiosa de
Consiste en tratar como materia histórica había intuido Voltaire, en su artículo encuentro somos todos —en la porción los conquistadores no tardó en provocar
—hacia 175— las primeras ránea de Jesús, a los zelotes (guerrilleros primitivas comunidades de las catacum- - poca bíblica clásica no es, como se ha
insurrecciones de los nativos que sobrevivientes de la campaña de Pompe- bas. De antiguo se les atribuía el carácter visto, producto de la casualidad. Se puede
culminaron, en 167, con la rebelión de yo, que no serán exterminados hasta 70 d. de conservadores del judaísmo esotérico y señalar, para resumir, las causas de su
los asmoneos (el anciano sacerdote J. C., cuando la destrucción del templo se especulaba con la posibilidad de que apogeo: a) el florecimiento de la colonia
Matatías y sus hijos, principalmente por las huestes de Tito) y a los esenios. Jesús hubiese pasado entre ellos los miste- judía de Alejandría pone el pensamiento
Judas Maca-beo), quienes consiguen para Aniquilados por la misma época que sus riosos, años que van desde su enfrenta- de Israel en estrecho contacto con los
Israel la plena libertad religiosa y belicosos contemporáneos, los esenios miento con los doctores en el templo hasta gnósticos, tiñe el monoteísmo clásico de la
política. Si bien deben someterse en años fueron exactamente su antítesis, refugián- su reaparición pública, y que correspon- especulación helenística en torno al mito
posteriores a diversas fórmulas de dose en monasterios —de los que salían derían a los trabajos de su iniciación de los dióscuros, y le hace necesitar —en
vasallaje —básicamente en atención a su sólo para predicar en las ciudades— y (aproximadamente 18 años si se acepta, consecuencia— cada vez más del Diablo
escaso poderío militar—, este estado de llevando una vida humilde y pura basada como es corriente, que andaría por los como coadjutor de la realidad; b) el domi-
independencia se mantiene durante poco en el temor de Dios. Desde 150 a. J. C. doce cuando su discusión teológica, y que nio de los seléucidas, que llevan a la
más de un siglo, hasta que en 63 las formaron una fraternidad cuyo centro había cumplido los treinta hacia el inicio propia Palestina el discurso alejandrino y
tropas romanas al mando de Pompeyo estaba en Qumrám, a orillas del mar de su predicación). provocan, por reacción, el florecimiento
acaban con una complicada sucesión de Muerto, no muy lejos de Hebrón, lugar Movimiento colateral, o escasamente de la literatura apocalíptica (como se ha
guerras civiles, poniendo a Palestina bajo onfálico donde se supone están las tumbas posterior al de los esenios (para algunos visto, en relación al Libro de Daniel), un
jurisdicción romana como parte de la de Abraham, Isaac, Jacob y —según las autores se trata de su degradación a causa género que sería incomprensible e inefi-
provincia de Siria. tradiciones talmúdicas— Adán y Eva. de la diáspora) es el de los mándeos caz sin la presencia del Diablo; c) el auge
Herodes Antipas, llamado el Grande Hasta el hallazgo de los famosos manus- (mandaya=gnosis), también llamados consiguiente de la temática de los apócri-
(39-4 a. J. C.) es coronado rey de los critos, en 1947, sólo se los conocía por sábeos, nazarees (¿nazarenos?), o cristia- fos, basada en el redentorismo: no hay
judíos, y con el consentimiento de Roma menciones de Filón, Flavio Josefo y Plinio nos de san Juan, pequeñas comunidades Redentor sin la previa figura del Tenta-
aniquila la estirpe de los asmoneos, tole- el Viejo: «Formaban —escribe Plinio— de los cuales existen aún en Irak e Irán. dor que haya provocado la caída; d) la
rando en cambio el robustecimiento de una nación sin mujeres, sin amor, sin Aunque el concepto del Cristo no aparece llegada —a mediados del siglo I a. J. C.—
los dos grandes partidos políticos (fari- dinero... un pueblo eterno donde no se en ellos, se dicen descendientes del Bau- de los contingentes romanos al mando de
seos y saduceos), que son a su vez los nacía.» Según puede saberse ahora, pre- tista, lo que liga considerablemente con la Pompeyo, que aportan su reciente descu-
sustentadores del poder religioso e intér- cisamente a causa del hallazgo de los hipótesis anterior. En el Ginzá ( = tesoro), brimiento del dualismo persa y de la
pretes de la ley, rol que en un pueblo manuscritos, creían en la inmortalidad tal vez el más importante de sus libros deslumbrante figura de Mitra (que tantos
como el israelita es de importancia capi- del alma, hablaban de la existencia de un sagrados, se describe vividamente el in- elementos aportará, como se ha visto, a la
tal. A estos dos grupos (los primeros eran Ángel de las Tinieblas, y separaban radi- fierno, donde un Diablo zoomorfo reina del Cristo). Los dos más relevantes auto-
laicos, conservadores y, en su mayor par- cálmente el paraíso del infierno. Numero- «sobre pululantes sombras, sobre una res judíos de la época, por otra parte, no
te, controlaban la burocracia estatal en sos cultos que no aparecen en otras sectas solitaria opacidad que no conoce principio vacilan ante el tratamiento de temas de-
Jerusalén, mientras que los segundos re- judías pero sí en el cristianismo —el rito ni fin». monológicos, con una familiaridad que
presentaban la aristocracia sacerdotal de la comunión, acaso el más importante La, existencia de estos y otros grupos da a entender lo cotidiano de su presen-
poseedora de tierras y ganados) hay que — los unen a la figura de Juan el donde el Diablo desempeña un papel de cia: Filón de Alejandría sustentó la tesis
agregar, en la sociedad judía contempo- Bautista, de Jesús, y a las prácticas de las creciente importancia en relación a la é— de que los gigantes mencionados en la
Biblia no podrían haber sido otra cosa por entonces niño Caracalla (las —trato (sin saberlo, el Ateniense -sentes a la recién parida, al enterarse
que demonios; Flavio Josefo, por su parte, consejas populares de la Roma imperial cerraba así el ciclo paródico, y le milagrosamente de la llegada de
escribe que la famosa unión de los ángeles que han llegado hasta nosotros daba su soberbio sello; infernal: Apolonio al mundo; siendo poco más
con las hijas de los hombres habría pro- afirmaban que la concepción de Damis se convertía de este modo : en la que un niño discute con los doctores, y
ducido demonios, y que ésta fue la causa Caracalla había sido el fruto del imitación de san Juan —único de los los derrota, en el templo de Esculapio;
del diluvio universal, que tuvo por objeto adulterio de Julia con un íncubo, de evangelistas que conoció a Jesús—, y el en su nacimiento cantaron los cisnes y
evitar su creciente proliferación. Este donde el interés de la dama por la propio Filóstrato en la versión satánica el rayo cayó del cielo (la adoración de
proceso de demonización culminará —si demonología pudo ser algo más que inte - de los sinópticos que acababan por los pastores y la estrella de Belén); los
hay que creer a comentaristas posteriores, lectual). En todo caso, Filóstrato nos ha entonces de escribirse). Según Hervé ángeles lo transportaban por el aire
a partir de los Hechos de los Apóstoles— dejado, con su Vida de Apolonio, una Masson, el vilipendio cristiano hizo (segunda tentación a Jesús); resucitaba
en la encarnación lisa y llana del Diablo historia pródiga en maravillas que en desaparecer —tras la odiada imagen del muertos, curaba ciegos y —según De
en dos contemporáneos de Jesús: sus tiempos no tiene otro paralelo que El competidor luciferino del Cristo— al Plancy— «se aparecía a amigos lejanos»
Apolonio de Tiana y Simón el Mago, asno de oro, de Apuleyo. Lo que interesa Apolonio histórico, quien habría nacido (leyenda del camino de Emaús), etc.
taumaturgos ambos de extraordinario aquí es que la similitud de los portentos en Capadocia, hacia el año 4 d. J. C., Otros milagros (entendía el lenguaje de
poder y sólida fama, cuyos prodigios atribui dos a Apolonio y a Jesús — y habría sido un deslumbrante sabio en los pájaros; podía convocar a voluntad
terrenales no desmerecen ante los del personajes ambos sobre cuya existencia quien encarnaron los últimos al Diablo, quien se le aparecía bajo la
Nazareno, y en los que el Diablo habría histórica poco puede afirmarse— resplandores de la decadencia del especie de un olmo; tenía poder sobre
delegado todas sus potestades para con- desencadenaron las furias de los helenismo: no comía carne, ni habas, ni los demonios inferiores que atormentan
-fundir a los hombres sobre la cristianos primitivos, que acusaron a bebía vino; viajó por todo el mundo a los poseídos, y les hacía salir con
identidad del verdadero Mesías. Filóstrato de haber escrito una parodia conocido en la época —desde la India sólo desearlo) nos cuentan sobre este
de su religión y sus creencias. hasta España—, y se le atribuye la discípulo de Pitágoras, perjudicado por
Flavio Filóstrato, llamado el Ateniense Bien que a éste no le importase redacción de un tratado (Nuctemeron) una serie de desdichadas simetrías: si
(170-245) había nacido probablemente mayormente la acusación por dividido en doce horas simbólicas su vida —o su mitología— no hubiese
en Alejandría, pero desde joven se provenir del quienes provenía —aunque (aluden al rico orden del sido tan semejante a la de Jesús, es
instaló en la capital del imperio, donde tolerados desde Marco Aurelio, los dodecadenario: zodíaco, trabajos de probable que ocupase un lugar más
supo rodearse de amigos importantes y cristianos sufrirían aún persecuciones Hércules, etc.), escrito a manera de vía destacado en la historia de la filosofía;
nobles protectores. Poco o nada parciales durante más de un siglo, y su de iniciación mágica. Comoquiera que tal como ocurrieron las cosas, nos queda
sabríamos de su vida —se le atribuye, peso social en el imperio era todavía sea, lo que aquí interesa señalar es el de él una Apologé tica, varios tratados
sin seguridad, una Vida de los sofistasy insignificante—, se tomó sin embargo paralelismo antagónico (es igual, pero es fragmentarios o in conclusos, y la
un Tratado de gimnásti ca— si no hubiese el trabajo de escribir una carta para el Diablo) entre Apolonio y Jesús. Al durable sospecha de que fue el hijo del
escrito una biografía de Apolonio de refutarla: en ella admitía haberse neopitagórico de Tiana se le atribuye Diablo, puesto sobre la tierra para
Tiana, para satisfacer la curiosidad de basado, para la redacción de su libro, también nacimiento de madre virginal, repetir frente a Jesús el mismo combate
su protectora Julia Domna —a quien en las memorias de Damis, discípulo sólo que en su caso la concepción habría —y con el mismo resultado— que ya
está dedicado el libro—, mujer del del Apolonio, muerto pocos años sido obra del Diablo y no del Espíritu habían librado los Padres. Él otro
africano Septimio Severo, y madre del antes del nacimiento del propio Filós— Santo; diversos reyes envían cartas y pre- Cristo negro, equivalente diabólico de la
obra redentorista de Jesús es tam bién, cada filosofía es imposible resumir en redención del sometido género humano; del Diablo: aquélla por la cual no niega
curiosamente, contemporáneo del estas páginas) es con mucho anterior a él, pero inmediatamente detrás de él llega la al Cristo sino que lo absorbe, al asignarle
Nazareno. Alejandrino de origen, y el pensamiento de Basílides, Carpócra- encarnación del Padre (Simón = salva- un papel intentando hacer de los
Simón el Mago (que algunos tes o Valentín, que le continúan, no le ción y fuerza) y del Espíritu Santo (Hele- triunfadores lo que ellos hicieron pre-
hagiógrafos con fundieron con el apóstol debe tampoco su originalidad. La singu- na = belleza y libertad). Ambos traen a viamente de él: una figura de segundo
Simón el Zelote) habría sido convertido laridad de los postulados simonianos ra- los hombres la definitiva revelación, la orden, buena sólo para mantener el equi-
al cristianismo por san Felipe, pero su dica en cambio en la personalidad reden- llave del conocimiento, que abre todas las librio.
desmedido afán de poder —al torista que se atribuye a sí mismo y a puertas. Sólo la gnosis, ejercida sin pau- Si el Diablo, como se ha visto, acompaña
pretender comprarle a los apóstoles el Helena —una prostituta de Tiro a la que sas, permitirá al hombre superar en cono- a la especie desde el comienzo de los
don de imposición de ma nos— lo hizo su mujer— demagogia que no come- cimiento a los ángeles que han creado las tiempos, también es cierto que debe al
habría desenmascarado: así, al menos, terá ningún otro de los grandes gnósticos leyes de la realidad (el mundo) y, por lo cristianismo su definitiva relevancia his-
nos lo relatan los Hechos. De Sa maría, y que, por el lado sombrío, lo homologa a tanto, escapar a ellas: no morir, no enfer- tórica, .ya que ninguna otra religión ante-
donde es repudiado por la peque ña su contemporáneo Jesús que pretendía mar, conocer pasado y porvenir, levitar, rior le asigna una intimidad tan inquie-
comunidad cristiana, pasa a Roma: lo ser el Cristo. Como blasfemia —desde el comunicarse a distancia, y demás artes tante en relación a su protagonista como
encontramos allí a mediados de siglo I, punto de vista cristiano— la propuesta de mágicas. Ribadeau-Dumas hace notar la la que tiene con Jesús. «De los sinópticos
gozando de los favores de Nerón, que Simón es una cumbre, una obra maestra descendencia simoniana en el ciclo fáusti- —dice, con razón, Koning— se desprende
lo respetaba y temía, y granjeándose la del Diablo más allá de la cual no se puede co (que hasta incluye a Helena): para la fuerte impresión de que Jesús es cons-
enemistad de san Pedro quien, según la ir. Simplificando al extremo la vasta her- Fausto, el problema del Bien y del Mal es ciente por completo de que su principal
tradición, hizo fracasar uno de sus más menéutica que esa propuesta requiere, implanteable y sólo importa la libre ac- tarea es destruir a Satán, su obra y su
espectaculares experimentos mágicos hay un momento —en la teogonía de ción; la moral descansa «sobre la indife- poder, y el Evangelio de san Juan y el
(delante de una muchedumbre Simón— en el cual el pensamiento aban- rencia de las obras». De ahí que Fausto no Apocalipsis lo confirman enteramente.»
extasiada, Simón prometió elevarse por dona al Padre y pasa a manos de los tema al Diablo, porque plantea el discurso Detrás de esta certidumbre, sin embargo,
los aires, y había ya comenzado a ángeles, quienes lo utilizan para sojuzgar sobre la salvación en términos radical- hay un plano más ambiguo y conjetural:
levitar, cuando el primer pontífice hizo a los hombres. Una figura femenina pri- mente distintos a los de la escatología el de la sospecha de una fraternidad
la señal de la cruz, precipitándolo a mordial (sin duda la Magna Mater) era la cristiana. Un anticipo de este pensamien- preconcebida entre los dos demiurgos;
tierra). Su vida, sin em bargo, es menos verdadera recipiendaria del pensamien- to, en pleno siglo I, debía forzosamente como si ambos representasen, en los
espectacular que su doc trina, de cuyo to, pero derrotada por los ángeles (sus levantar en su contra —y levantó— todas evangelios, el rol que les ha sido asignado
vago conocimiento extrajo san Ireneo la hijos) es condenada a la cadena de las las energías de la naciente Iglesia, cuyas en el drama cosmogónico, y del que no
conclusión —equivocada— encarnaciones descendentes (en la últi - bazas de triunfo pasaban justamente por pueden apartarse: no hay inquina o
de que se trataba del «padre de los gnósti- ma, prostituida y abyecta en la ciudad de la aceptación de una filosofía estoica, por el enemistad entre ellos, sino el mutuo
cos», con cuyo apodo ha pasado a la Tiro, la reconoce Simón y se casa con concepto del pecado y la prédica de la reconocimiento de que cada uno cumple
historia. Fue, sin duda, uno de los prínci- ella). La herejía alcanza entonces su punto resignación. Simón el Mago, borrado como con su deber. Si se comparan
pes de la gnosis, pero esta concepción culminante: Jesús sería en efecto el tantos otros del escenario de la historia, se desapasionadamente las relaciones de
(basada en la supremacía del conoci- Cristo, el hijo de la pareja primordial, nos aparece ahora simplemente como el Jesús y el Diablo con las que nuestro
miento sobre la revelación, y cuya intrin- cuyo sacrificio es indispensable para la representante de la más audaz conjetura personaje tendrá en los siglos siguientes
con los padres del desierto, se llega a la En Il Diavolo , Giovanni Papini llama la una primicia en el Evan gelio. ganarlo para su causa. Jesús se niega a
asombrosa conclusión de que es el atención sobre un hecho curioso, que no Ni en Mateo ni en Lucas —quienes lo ello, pero realiza luego —a lo largo de
terror de éstos el que inventó el horri- he visto señalado por ningún otro autor: refieren detalladamente— el encuentro su ministerio y en las consecuencias
es el Diablo el primero en reconocer el entre los adversarios primordiales ad - históri cas del mismo— los tres deseos
carácter crístico de Jesús, antes que nin- quiere el dramatismo y la violencia que del Dia blo: la multiplicación de los
guno de sus discípulos, y antes de que el suelen darse por supuestos. Jesús soporta panes y de los peces (Marcos, VI, 30,
mismo Nazareno haya proclamado su pacientemente las embestidas del Enemi - 44); la ascensión (Lucas, XXIV, 50,
divinidad. Marcos, en el capítulo quinto go, no desdeña su compañía, no lo conmi - 51); el reino de este mundo, a partir de
de su evangelio, relata la historia del na a desaparecer, acepta incluso ser Teodosio y el creciente poder temporal
«hombre poseído por un espíritu transportado por él hasta los techos del de la Iglesia.
impuro, que tenía su morada en los templo; tiene, por así decirlo, una rela - Menos un enemigo que un
sepulcros y ni aun con cadenas podía ción dialéctica con su rival, en la que éste colaborador, el Diablo evangélico
nadie sujetarle», que sale al encuentro también se muestra a la altura de tal desempeña a la per fección el rol que se
de Jesús y sus discípulos y, postrándose trato, sin ofuscarse en ningún momento. le ha asignado en e drama del
ante el tauma turgo, le dice: «¿Qué Más aún; como se sabe, el Diablo plantea universo, secundando incluso la tarea
tengo yo que ver contigo, Hijo de Dios a Jesús tres tentaciones (que sacie su del demiurgo redentor: cuando entra
altísimo? Por Dios te conjuro que no me hambre de cuarenta días convirtiendo las en el cuerpo de Judas (Juan, XIII, 27)
atormentes.» Que es el Diablo quien piedras en pan; que se arroje desde lo alto lo hace para moverle a traición, que es lo
habla por boca del pose so, no cabe duda del templo sin hacerse daño; que lo adore, que Jesús necesitaba para consumar su
para los escoliadores bíblicos: es él a cambio de lo cual lo convertirá en amo obra y acceder a la Pasión. Las
mismo quien contesta la famosa frase del mundo), las dos primeras encamina- misterio sas palabras de Lucas (IV, 13),
La tentación de san Antonio («Mi nombre es legión») ante la al final de su relato de las tentaciones,
pregunta de Jesús sobre su identidad, cuando afir ma qué el Diablo —tres veces
-ble arquetipo de Satán que hemos que ha dado pie a la especulación de la repudiado— «se retiró hasta el tiempo
heredado: los ermitaños —a la cabeza patrística sobre la pluralidad demonía ca. determinado», sugieren una
de los cuales hay que colocar a san A este sorprendente privilegio de ser el continuación, uno o más actos
Antonio Abad (251-356), patriarca de heraldo de la divinidad de Jesús, puede pendientes de realización en el pro yecto
los cenobitas, célebre por la agregarse otro aún más notable y teogónico: sea, como pensaba Orí -
desmesura de sus tentaciones— crean tampo co señalado habitualmente: es genes, la readmisión del Diablo en la
la tradición horrí sona del Diablo, ante el Diablo que el Galileo se Gracia hacia el fin de los tiempos, u
poniendo en primer pla no sólo una de autodefine por primera vez como otra variante que se nos escapa. Los
sus facetas, hasta hacer desaparecer homólogo de Dios. En la segunda de las evange lios nos dan en todo caso una
por completo las restantes (su tres tentaciones, según Mateo (tercera, visión dinámica de Satán, un retrato
sabiduría, su belleza y su poder, entre según Lucas), a las que el Diablo somete polifacéti co que en nada se parece al
las principales). Jesús —y los a Jesús, éste responde literalmente: espantajo de los ermitaños, o al tenaz
evangelios lo confirman— estaba lejos «No tentarás al Señor tu Dios» (Mateo, embaucador de las consejas
de tal simpli cidad. La tentación de Jesús medievales.

IV, 7), afirmación cuya contundencia es Alejandría y Bizancio. La gnosis. Del ciclo
das a verificar su divinidad, y la tercera a
paulino a la patrística —En el año 331 a.J. Constantinopla, el 11 de mayo del 330 Para comprender este proceso y narrar pensamiento griego, a través de una
C., luego de someter Frigia, Cilicia, d.J.C., y la convierte en capital cristiana estos siglos, hay que comenzar por acer- pedagogía flexible que llegaba, a casi
Siria y Egipto, el victorioso Alejandro del imperio; sesenta años más tarde, su carse a la explosiva figura de Saulo de todos los niveles de la población. Según
Magno funda, sobre el Mediterráneo, sucesor Teodosio prohibirá todo culto Tarso, una de las personalidades más Ch. Guignebert, no parece probable que
la ciudad de Alejandría, destinada a que no sea el cristianismo, y hacia la inquietantes de la historia, sin cuya con- Saulo haya estudiado en Jerusalén, ya
ser la capital del imperio más vasto que caída del imperio romano de Occidente tribución es probable que el cristianismo que había de sobra excelentes doctores
hubiesen visto los tiempos. En los tres —en 476— la hegemonía de la ciudad y no hubiese salido de las catacumbas, ni el judíos en Alejandría y Antioquía, y el
siglos siguientes —bajo la dinastía de de su religión sobre la cultura de la Diablo hubiese recuperado —como lucero excepcional talento sincrético de que dará
los ptolo meos, y hasta la toma de la época serán indiscutibles. Nacido en del alba que nunca dejó de ser-su alto muestras Saulo lo denuncia más bien
ciudad por las legiones de Octavio— esa Palestina, difundido por Alejandría, lugar en el firmamento de los hombres. como un sobresaliente habitante de su
capitalidad será indiscutida. Centro consagrado en Bizancio y establecido en El futuro san Pablo nació en Tarso (Cili- ciudad, y de la encrucijada cultural que
cultural sin paralelo en el mundo Roma el cristianismo hará, en los cia), en el área de influencia alejandrina, era en su tiempo. De temperamento fuer-
antiguo, se reunirán en ella todas las primeros cuatro siglos de nuestra era, en el año 2 d. J. C., y murió decapitado en temente místico, la visión del camino de
variantes de la filosofía helenística, el una carrera fulgurante y una metamorfo- el camino de Ostia, en las afueras de Ro-
dualismo persa y los ritos mistéricos de sis sorprendente: de secta menor, sostenida ma, con toda probabilidad en el año 64.
Mitra, el vasto panteón egipcio, el por el ardor de escasos y menesterosos Su célebre visión, cuando se encontraba
monoteísmo mosaico; en los primeros catecúmenos, pasará a convertirse en la en camino hacia Damasco comisionado
siglos de nuestra era, el sincretismo de religión más vastamente extendida que para organizar la persecución de los cris-
su ambiente intelectual será decisivo haya existido jamás. A su sombra, el tianos, se cree que se produjo hacia el
para la formación y madurez del Diablo entretejerá sin pausas las elabora- año 40: una luz enceguecedora lo derribó
cristianismo. En su interminable das torres verbales de la gnosis, penetrará del caballo; en medio de ella apareció el
biblioteca —que llegó a albergar hasta los huesos en el pensamiento de la Nazareno, que se limitó a preguntarle:
ochocientos mil volúmenes— abrevarán religión que se atrevió a nombrarlo en voz «Saulo, ¿por qué me persigues?» Las con-
durante mil años eruditos de todos los alta: admitido como antagonista del dra- secuencias de este encuentro fueron incal-
pueblos de la tierra, hasta que la furia de ma de la Pasión, como personaje indis- culables en ese momento para el derribado
Ornar acabe para siempre con ese pensable de la cristología, ya no será jinete, pero en todo caso Jesús eligió con
esplendor: en el 650, el segundo califa posible librarse nunca más de él. Con inefable acierto a aquél, de entre todos
sucesor de Mahoma arrasa la ciudad cada golpe ascensional, la Iglesia triun- sus perseguidores, a quien debía dirigirle
—con excepción de un barrio, que fante lo remontará con ella: preparará — su pregunta. Fariseo, hijo de fariseos,
reserva para residencia de los jerifes—, y sin saberlo—, mientras se consolida, los Saulo pertenecía a una familia judía
los libros de la biblioteca alejandrina siglos de apogeo del Diablo y su definitiva sólidamente establecida en el mundo
sirven de combustible durante meses instalación en la cultura. Desvirtuándolo, romano —gozaban de ciudadanía romana
en los baños públicos. atacándolo, negando varios de sus atribu- —, e instalada en una ciudad de tránsito,
Luego de derrotar a su rival Licinio y tos y discutiendo sobre otros, la Iglesia no comercial y cultural, entre el helenismo
convertirse en soberano único (Totius podrá evitar que el Diablo crezca hasta alejandrino y el Oriente; en su universidad
orbis imperator), Constantino el Gran - ser su propia sombra, el contexto de su —célebre por entonces—, ma-
La conversión de san Pablo
Damasco cambia el signo pero no los
métodos de su destino: con la misma
intensidad con la que se había abocado al
exterminio de la naciente herejía, se pone
a su servicio; su genio religioso, no tarda-
-de rebautiza Bizancio como discurso, la angustia tenaz de su teología. -estros estoicos difundían lo principal del
rá en hacerle ver cuáles eran las bazas a apóstoles) era lisa y llanamente una secta toma del apocalíptico libro de Daniel, y le garantiza la inmortalidad), liquida el
jugar para hacerse con la jefatura de la judía, que en nada se diferenciaba del cuya profunda genealogía demiúrgica es- esquema del destino histórico de un pue-
secta: revelación directa (en lugar de corpus ortodoxo de la religión mosaica, tablecerán los gnósticos. A medida que se blo y lo traslada —en un doble eje diacró-
conversión a través de un misionero), lo salvo en el detalle mesiánico y en su acerca a su concepción del Cristo universal, nico y sincrónico— a la eternidad, en un
que lo pone en pie de igualdad con los consecuente escatología: a diferencia del el de Tarso se va alejando de la figura del sentido y, en el otro, a la superficie de la
apóstoles; incorporación al cristianismo resto de los judíos, los escasos cristianos Galileo: en las Epístolas le da el tierra. Los pasos siguientes son una con-
de elementos que desbordan la ortodoxia afirmaban que el reiterado Mesías que tratamiento de Kyrios (Señor), descono- secuencia inevitable: la aceptación de los
judía, lo que le concede un auditorio de prometían las Escrituras había llegado cido entre los griegos para designar a las gentiles, cosa que repugna a la iglesia de
una vastedad y riqueza de matices que los ya, y que sólo faltaba aguardar su pronto divinidades, pero que es precisamente el Jerusalén, que no tiene más remedio que
once estaban lejos de conseguir (y ni retorno glorioso, momento en el cual aca- que empleaban para nombrar a los dioses ceder ante dos hechos consumados: la
siquiera de proponerse). La concepción barían para siempre las tribulaciones de redentoristas del Asia Menor; agrupán- capacidad ecuménica de la iglesia de
cristológica de Saulo está calcada casi los justos. El genio de Saulo consistió en dose en torno al héroe cultual llamado Antioquía, y el poderío económico de
paso a paso de la concepción redentorista advertir lo limitado de esta propuesta, y el Kyrios, las comunidades helenistas ini- algunos de sus primeros fieles, cosa esta
de los antiguos ritos mistéricos y de la seguro desgaste de su precario aparato cian —probablemente sin advertirlo del última que estaba lejos de ocurrir en la
terminología estoica, fuentes ambas a las ideológico; anclado en un misticismo que todo— un camino divergente del estricto desnutrida grey jerosolimitana. Esta
que es muy probable que haya tenido no aportaba nada nuevo como no fuese monoteísmo mosaico, que será la base de aceptación conduce a su vez a un doble
acceso, dado el lugar y la condición social una declaración de fe, es casi seguro que su triunfo y su grandeza. Paralelamente, triunfo paulino: la sustitución del mesia-
a los que pertenecía. En el panteón tarsia- el cristianismo no hubiese sobrevivido — el pensamiento paulino establece la ambi- nismo (idea extraña y escasamente inte-
no de la época, por otra parte, preponde- sin Saulo— a la generación de los após- güedad del Diablo, argumento insupera- resante para los no judíos) por el redento-
raban las figuras de Baal Tarz —suerte de toles. Imposibilitado de establecer un ble para el ejercicio de su tenebrosa ma- rismo; la aceptación de incircuncisos, lo
Padre todopoderoso, asimilable a Zeus— acercamiento frontal con éstos, Saulo se jestad: entre los apóstoles —ingenuos y que facilita notablemente la tarea proseli-
y Sandan, el intercesor redentorista co- apoya en los judíos llamados helenistas, fanáticos como eran— el Diablo tendía a tista. Para cuando muere Saulo —a una
mún a todos los ritos mistéricos, a quien probablemente los primeros misioneros desaparecer; había sido vencido en el generación escasa de la muerte de Jesús—
sólo faltaba el carácter de Logos que cristianos en tierra pagana, avanzadilla desierto, y la proximidad de la parusía la ruptura entre judaísmo y cristianismo
agregará la gnosis para redondear un del flexible movimiento de la diáspora y (=segunda venida de Jesús para el Juicio está consumada: arropado en la incipiente
retrato del Cristo. fundadores de la iglesia de Antioquía, que Final) liquidaba prácticamente el papel teología de la más joven de las religiones
«Por su triple calidad de griego, judío y es a su vez el origen de la primera iglesia que le quedaba por desempeñar. Saulo, mistéricas, el moribundo Diablo de los
romano —escribe Guignebert—, Pablo es- de los gentiles. Desde ese punto de parti- por el contrario, al dar impulso a la apóstoles recompone sus afeites, y se
taba en condiciones inmejorables para la da, Saulo transforma —o simplemente cristología (su acento, como hemos visto, prepara para entrar en escena.
elaboración de una nueva religión reden- desconoce— nociones que son esenciales está puesto en el redentor: intermediario
torista: como judío, se interesó en Jesús; para los apóstoles. Para ellos, la muerte que salva al hombre del pecado y, a la vez, El movimiento de la gnosis (= conoci-
miento) puede situarse históricamente
entre el siglo I a. J. C. y el siglo IV d. J. C.
Pero sus raíces se hunden profundamente
en las religiones mesopotámicas, y sus

como griego, amplió este interés a la de Jesús no es un sacrificio expiatorio;


medida del mundo; como romano, propa- Saulo agrega este deslumbrante hallazgo
gó la doctrina hasta hacerle alcanzar mistérico. Los apóstoles ven en Jesús al
valor universal.» «servidor de Dios»; Saulo lo eleva a la
La comunidad cristiana primitiva (los categoría de «Hijo del Hombre», que
frutos se distinguen en el segundo neopla- en Jehová un demiurgo imperfecto y ren- pertenece a la categoría de los espíritus -moníaco por el cristianismo oficial, y no
tonismo renacentista (Giordano Bruno, coroso, hijo del caos, que se dejaba enga- caídos. Para el cristiano la salvación coin- es improbable que llevasen en ello razón si
Marsilio Ficino, Savonarola) y hasta en ñar por su propia obra (cf. Génesis) lleva- cidirá con la resurrección del cuerpo res- es que el Diablo está —como venimos
las fraternidades masonas, rosacruces y do por la falsa soberbia de considerarse taurado en su estado "glorioso" anterior a viendo— más cerca y más de parte de
teosóficas del XVIII y el XIX. Que su Dios. Le llamaban Ialdabaoth, y en algu- la falta original; para el gnóstico, heredero los hombres de cuanto la Iglesia está
emergencia coincida con el apogeo del nos de sus principales aspectos —como del pitagorismo y del orfismo, el cuerpo es dispuesta a aceptar. En todo caso, el
naciente cristianismo es una consecuen- Arconte caricaturesco, que fabrica un una prisión, el signo tangible de la caída. choque entre la resignada visión cristiana
cia de la naturaleza de éste. Reedición producto fallido al que tomamos por la Está condenado a su destrucción final, en y la laboriosa visión gnóstica era de cual-
exitosa de los ritos mistéricos, el cristia- realidad— no es otro que el Diablo, tal y tanto que el alma pneumática se reintegrará quier forma inevitable. A los inconcebi-
nismo permite a la gnosis acceder a la como lo entendería y lo divulgaría la al alto mundo. Para el cristiano, el cuerpo bles extremos de su teogonía (en la medi-
superficie y mostrar, por una vez, su patrística. Para ellos, en cambio —pensa- del justo puede ser santificado, y de da en que el Propator — =Dios— es incog-
naturaleza: ni religión —y de ahí su falta miento que llevaría a su culminación cualquier -modo lo será a la consumación noscible, la realidad es organizada, pero
de proselitismo, y su desinteresada parti- Basílides, con sus reflexiones sobre el de los tiempos. El gnóstico estima, por su no creada, por el Árcente bueno, cuyo
cipación en el nacimiento del cristianis- «Dios-que-no-es», semejante en ciertos parte, que el cuerpo está hijo es el que conocemos bajo la figura de
mo— ni herejía —en la medida en que no sentidos al Brahma de la Trimurti, y más irremediablemente maldito por pertenecer Cristo), seguían con naturalidad las espe-
es una refutación del dogma, sino otra aún al principio Ain-Soph de los cabalis- al dominio de la materia.» Por esta última culaciones cristológicas más aberrantes
cosa agregada a la interpretación del tas—, Dios no es, no puede ser, ni bueno razón creían —a la manera de pitagóricos para la Iglesia: María habría sido madre
dogma—, la gnosis no pretende otra cosa ni malo: es simplemente indiferente ante y platónicos, en quienes hay que buscar su de Jesús por el procedimiento que han
que investigar las causas de la caída de la los avalares de este campo de batalla, en genealogía— en la división tripartita del empleado siempre las mujeres para acce-
especie hasta su evidente precariedad his- el que dos arcontes fanatizados en sus hombre (que el catolicismo y, der a la maternidad, y el Cristo habría
tórica, y promover los métodos para la extremas posiciones dirimen entre el bien básicamente, santo Tomás, simplificarán descendido sobre el Nazareno en los co-
salvación. Iniciático y elitista, el movi- y el mal la insignificante suerte de los al orden del binario): el aspecto híli-co, o mienzos de su ministerio, sólo después de
miento gnóstico mal podía intentar com- hombres. «Si para el cristiano —escribe cuerpo; el psíquico, o alma; y el que él hubiese realizado esforzadamente
petir con una religión tan poco rigurosa Hervé Masson, especificando las diferen- pneumático, o espíritu. El avance, en los trabajos que lo hicieron digno de
como el cristianismo paulino, cuya praxis cias básicas que provocarían el ostracis- nuestro siglo, de las investigaciones de la alojarlo; existía un cristianismo esotérico,
no fue otra que la búsqueda de todos los mo gnóstico— la caída es una consecuen- psicología profunda, de la parapsicología cuyos textos canónicos (un Evangelio de
elementos que le aseguraran su matrimo- cia del pecado, para el gnóstico, en cam- y, sobre todo, de las ciencias físico-mate- Santiago el Mayor, y otro de Tomás
nio con el poder. Los gnósticos, por el bio, es anterior a este último, de modo que máticas, parece darles la razón, pero es quien —en ciertas versiones— era consi-
contrario, sólo ofrecían trabajo a sus pro- el pecado constituye una consecuencia comprensible que, por entonces, una filo- derado como hermano y confidente de
sélitos, un punto de partida muy poco lógica de la caída. Pero no su causa, sin sofía del rigor, del trabajo personal y de la Jesús) escamoteaba la Iglesia para impe-
atractivo para conseguir adeptos: las casi embargo. En un caso es el hombre, ser desesperanza no pudiese competir con dir el acceso al mensaje profundo del
setenta sectas que sobrevivían aún en el creado puro, quien al pecar se mancilla y una religión que no regateaba el cielo Cristo; el Diablo —por último—, como
siglo IV —según enumeración de Epifa- determina la caída; en el otro, el propio para nadie, a cambio de unos pocos años Arconte malo pero igualmente poderoso
nio— compartían la especulación sóbrela hombre es una parte integrante de la de obediencia y sumisión. Es obvio que que el Padre trinitario, gozaba de la
maldad intrínseca de la creación, y veían caída. Sólo peca a continuación, y porque este pensamiento debía ser tachado de de - potestad de engendrar un hijo terreno, un
Cristo negro de parecida potencia sobre el de dogma, el cristianismo no podía acep- abandonaban sus adeptos, pero que éstos personaje femenino entre los componen-
mundo físico, lo cual era una consecuen- tar sin autoinmolarse la posibilidad del habrían tomado a la letra su expresión tes de la secta: «Pero tengo contra ti —
cia natural de la teoría de los dos adanes encuentro de la santidad en el mal. Para «ejercer la carne»: en realidad el de An- dice— que permites a Jezabel, esa que a sí
(que utilizaría largamente la cabala y, los gnósticos, por el contrario, por excesi- tioquía habría querido decir con ello «so- misma se dice profetisa, enseñar y
posteriormente, los alquimistas), según la va que sea la frecuentación de la vía meterla a ejercicio, a disciplina», con el extraviar a mis siervos hasta hacerlos
cual los restos de la confección del Adam- húmeda (como entre los barbelognósti- objeto de no atarse ni someterse a sus fornicar.» Por el contrario, a los que no
Kadmón, u hombre primordial, habían cos, que ofrecían esperma y sangre mens- precariedades; predicando con el ejem- conocen «las que dicen profundidades de
producido a su paredro Adam-Belial, en trual al principio de lo indiferenciado, en plo, entregó a su mujer —a la que parece Satán» —o sea: aquellos que no siguen a
quien la Iglesia veía simplemente una sus complejos rituales) el adepto es cons- que amaba extraordinariamente— a to- los nicolaítas— les promete un sorpren-
abominable figuración del Diablo, pero al ciente de una cosa: el espíritu —chispa de dos los miembros de la comunidad que dente premio: aparte de hacerlos reinar
que muchas sectas gnósticas homologa- luz que escapa a la inmanencia— no quisieran fornicar con ella. La tradición sobre las naciones —lo cual se repite en
ban con el principio de la inteligencia y el puede ser modificado, para bien ni para no nos dice cuántos de ellos aceptaron el muchos pasajes como garantía del triunfo
libre albedrío de los hombres. mal, por los excesos de la carne. Y esa presente, pero dadas las costumbres del final del cristianismo—, afirma que les
Para completar este cuadro sobre los carne puede ser —por la tortura ascética grupo cabe suponer que debieron ser dará «la estrella de la mañana». Se sabe
motivos que el cristianismo tuvo para tanto como por la exaltación dionisíaca— bastantes. La importancia que, en todo que este lucero del alba no es otro que
ceder a Satanás todas las posibilidades la puerta de acceso a la suprema tarea del caso, alcanzaron en tiempos de la comu- Lucifer, o sea el Diablo en la epifanía de
especulativas que le ofrecían los gnósti- conocimiento. nidad apostólica, debió ser considerable: su belleza, pero es difícil imaginar qué
cos, bastarán pocos ejemplos más. En san Juan les hace el raro honor de mencio- harían los devotos de Tiatira con un
primer lugar, la gnosis es una concepción Aunque se sabe que la gnosis es un movi- narlos por tres veces en el Apocalipsis regalo tan comprometido. Cerinto —
basada en el destino ascensional del hom- miento anterior al cristianismo, y no de- (2.6,15,24), y de referirse dos más a ellos y contemporáneo y rival de Juan en
bre, cuya clave es el conocimiento: en la saparece cuando éste adquiere categoría sus hábitos (2.14,20), aunque se abstiene cuestiones apocalípticas— dio por su
gnosis, el trabajo sustituye a la revela- de religión oficial de Occidente, nos inte- de nombrarlos. Por el evangelista del parte origen a otra secta pseudognóstica
ción. Una consecuencia de esto es que el resa aquí sintetizar su trayectoria en los Logos sabemos las acusaciones concretas de carácter milenarista (es sabido que el
gnosticismo carezca de la idea de la Gra- tiempos en los que salió a la superficie, que se les dirigían, y el temprano pa- milenarismo es una de las recurrentes
cia: nada es en este sistema concedido; todo, porque encarnó entonces la primera siste- pel que desempeña en ellas el Diablo: en expectativas escatológicas del cristianis-
por el contrario, pasa por el minucioso mática atribuida al Diablo en el mundo la carta al ángel de la iglesia de Esmirna mo, sobre la que no hay dogma pero sí
esfuerzo, una vez realizada la elección de cristiano. —y en las que le siguen, dirigidas a Pérga- una teorización extraordinaria). Tam-
la vía. Este último tema (la homologación En el seno de la propia iglesia de Jerusa- mo y a Tiatira— Juan escribe que el trono bién se acusó a Cerinto de diabólico
de bien y mal, equivalentemente intras- lén encontramos la secta de los nicolaítas, de Satán está donde se encuentren los porque incluía —entre los festejos del
cendentes para la eternidad, punto de que habría sido fundada nada menos que nicolaítas, quienes enseñan «a poner tro- prometido milenario de gloria— las más
vista que aceptan numerosas disciplinas por Nicolás de Antioquía, uno de los siete piezos delante de los hijos de Israel, a libres y variadas satisfacciones eróticas
esotéricas) fue probablemente el bocado diáconos consagrados en la primera orde- comer de los sacrificios de los ídolos y a para los sufridos justos que tanto pade-
más indigerible para la piedad cristiana. nación realizada por los apóstoles. Se fornicar». En la enigmática carta al ángel cían en la vida cotidiana. Pero hay que
Basado como está en la exaltación de un afirma que el propio Nicolás no preconi- de la iglesia de Tiatira, Juan nos revela llegar al siglo II —cuando los frutos del
solo principio que ha elevado a categoría zaba los excesos carnales a los que se también la existencia de un poderoso ciclo paulino anuncian ya el esplendor
ecuménico de la Iglesia— para evangelio —que el concilio de Nicea retiró La última persecución importante que -397), Jerónimo (345-420), Gregorio
encontrarse a la vez con el apogeo de la de circulación— explicaba de este modo sufre el cristianismo ocurre entre los años Nacianceno (330-390), Basilio (329-379),
gnosis y con sus mayores figuras: Santor- los prodigios atribuidos al Galileo, incluida 249 a 251, bajo Decio, restaurador de las Gregorio de Nisa (331-396) y Agustín
nil (que denuncia a Jehová como testafe- la ascensión), y hasta el propio Apuleyo, primitivas costumbres romanas. A partir (354-430), todos ellos hombres del siglo
rro del Diablo, y perfila a Jesús como quien sin ser propiamente un gnóstico del edicto de Milán, en 313, por el cual el IV y emergentes destacados del apogeo
demiurgo redentor); Basílides (para mu- compartió con ellos el aura luciferina a emperador Constantino le restituye sus cultural bizantino.
chos, cumbre de la especulación gnóstica, causa de su fantástica vida, parte de bienes y le asegura la libertad de culto, la Durante su efímero reinado (361-363),
y primero en homologar la zarza ardiendo la cual nos ha dejado encubierta en Iglesia —y, con ella, la popularidad del Juliano el Apóstata representa la última
que enfrentó Moisés a la personificación las admirables páginas de El asno de oro. Diablo— se consolida firmemente a lo oposición pagana y solar al arrollador
del dios inferior, aunque bueno, que sería En relación a nuestro personaje, la más largo del extraordinario siglo IV: Cons- progreso del cristianismo, pero su intento
el límite de comunicación con los princi- transparente de las sectas gnósticas es sin tancio II protege débilmente la herejía de de revitalizar los viejos cultos mistéricos
pios superiores a que pueden aspirar los duda la de los ofitas quienes, como su Arrio (monje alejandrino que, en 323, muere con él: en 380, Teodosio el Grande
hombres: se le debe también el concepto nombre lo indica, adoraban a la serpiente afirma la teoría de que el Logos o Hijo es prohibe toda variante herética que se
de agnosia (= desconocimiento, en el por haber desencadenado, en el paraíso, inferior al Padre), que el concilio de Nicea oponga a las conclusiones de Nicea; en
sentido inefable) como meta de la aventura el proceso del conocimiento. Hija de la desautoriza en 325, proclamando que el 391el cristianismo es ya religión oficial
humana en el fin de los tiempos, y el de mirada colérica del demiurgo laldabaoth Hijo es igual al Padre por homusía del estado, y en 395 la situación de los
Abraxas (señor de los 365 cielos, abstrac- (Jehová: en este caso, suplantador de (= identidad de sustancia), al tiempo excatecúmenos da un giro de ciento
ción que desarrolla las reflexiones pitagó- Dios), Ophis y el arcángel Miguel (única que establece la fórmula del Credo y la ochenta grados, con el decreto de Teodo-
ricas sobre los ciclos calendarios); Carpó- variante que presenta asociados a los validez de los libros canónicos, barriendo sio que prohíbe todos los cultos no cristia-
crates (filósofo alejandrino que preconi- tradicionales enemigos) desencadenan el de un solo golpe toda disidencia teológica, y nos: los perseguidos pasan a ser persegui-
zaba la comunidad de bienes y de muje- caos que es nuestra realidad cotidiana, colocando en la acera de enfrente de la dores; la edad media está próxima.
res, y la indiferencia entre dolor y placer, pero para forzar al hombre a una tarea verdad —bajo el rótulo común de herejía
extremos válidos solamente para la carne El Diablo, fiel a su estrategia, se acomoda
ascensional, a un regreso consciente al —, cualquier pensamiento que se apartase a los pasos del enemigo, y se cuela entre
perecedera); Valentín (el más metafísico paraíso, del que fue justamente expulsado del dogma establecido. A la generación de
de los gnósticos, creador de la más com- apologistas, padres y doctores, obligán-
por su embelesada estulticia. Descen- los apologistas, como Justino el Mártir (m. doles a prestarle cada vez mayor atención
pleja de sus teogonías, en la que la trini- dientes de esta secta son los cainitas y 165), muchos de los cuales habían nacido
dad cristiana se desdobla y sutiliza en dos cuando más creen tenerlo reducido. Pare-
sethianos, quienes reconocían respectiva- durante el siglo fundacional del cen lejanos los tiernos tiempos del gran
tetratkys que forman la ogdoada primor- mente a Caín y Seth como padres positi- cristianismo, sucedió la de la patrística
dial, a partir de la cual la realidad se mago Cipriano (invocador de demonios
vos de la especie, en una temprana vindi- (siglos II y III), cristólogos como Ireneo, convertido al cristianismo por amor a la
organiza en parejas: sospechó, como Pla- cación del mal cuyas últimas huellas Tertuliano, Hipólito, Cipriano, Clemente
tón, la especularidad de lo divino en el bella Justina, en cuya compañía sufrirá
resonarán en la obra de Proclo, el neo- de Alejandría y Orígenes, que aportan las martirio y subirá a los altares), y los
mundo de las ideas); Marción (heresiarca platónico bizantino que, en el siglo V, afir- profundidades helenísticas a la idea del
célebre por negar la encarnación del Cris- severos doctores —estrenando las mieles
maba ser la reencarnación de un pita- Logos y preparan la definitiva madurez de del poder temporal— intentan hacer del
to, a quien atribuía un físico aparente górico. la teología cristiana posterior a Nicea, a
durante su ministerio terrestre: en su Maligno una abstracción metafísica o,
través de figuras como Ambrosio (340- cuanto más, un tema de reflexión moral.
Es el momento que aprovecha el Diablo histórico que se ha dado en llamar «la encima de su cabeza y por debajo de las vuelta al Vaticano; no le recrimina su
para su más ruidosa reaparición desde los encrucijada de Occidente» para estable- nubes», la presencia de una reunión de conducta, sino antes bien lo cree (cada
tiempos galileos: la ascesis y los padres cer las sólidas bases sobre las que perma- demonios. Uno de éstos se dirige a él y le uno cumple con su deber, y el del Diablo
del desierto vuelven a ponerlo en primer necería, sin interrupciones, durante las cuenta que tres días antes, en la madrugada es tentar), y su única angustia es reparar
plano; hablan y escriben sobre él, dibujan largas centurias medievales. En los años del domingo de Ramos, tentó e hizo caer cuanto antes el pecado del papa; el demo-
su retrato, se le enfrentan en combates previos y posteriores a la caída del impe- en pecado al pontífice romano; como nio del cuento no es un arquetipo de
singulares, y extienden por toda la cris- rio romano de Occidente, el Diablo es una prueba de la veracidad de su historia protervia, ya que obra gentilmente al
tiandad la relación de sus prodigios, po- presencia constante y turbadora en el muestra de inmediato al espantado obispo confiar a un obispo la debilidad de su
deres y estratagemas. Las célebres y tu- ánimo de los pueblos. Los bárbaros son una zapatilla del papa. Antido le exige, en superior en lugar de publicarla; devuelve
multuosas tentaciones de san Antonio identificados como sus legiones (Alarico y el nombre de Dios, que le conduzca de lealmente la zapatilla, etc. De pocos años
Abad, a finales del siglo III y comienzos sus visigodos, Genserico y sus vándalos, inmediato a Roma, lo que el demonio más tarde es el relato que Boecio
del IV (el Diablo llegó a dedicarle una Odoacro y sus hérulos), proceso que cul- cumple de buen grado; ya en el Vaticano, (480-524) hace, en Scotorum Historiae, so-
verdadera galería de pintura pornográfi- mina en la terrible figura de Atila (406- exhorta a Simplicio a confesar su culpa, bre el íncubo que habría preñado a la
ca, que el cenobita hubo de borrar a 453), el caudillo huno homologado al cosa que éste hace pidiendo ser absuelto madre de Merlín el mago, quien gracias a
golpes de agua bendita), se continúan en Anticristo en múltiples leyendas. De la en confesión por el obispo. Una vez repa- la intercesión de un sacerdote —que acepta
la agitada controversia que con Lucifer misma época (año 408, según Teófanes, rada la falta del pontífice, Antido vuelve a bautizarlo, a pesar de conocer el origen
sostiene su discípulo Hilarión (290-372), citado por De Plancy) es la saga del rey su diócesis por el mismo veloz procedi- infernal de su concepción— se convertirá
o en las visiones de Macario (300-340), Cabades y el castillo de Zoubdadeyer, miento que lo llevara al Vaticano: a lomos en el más grande mago blanco de la
llamado el Egipcio, quien aseveraba ha- fortaleza repleta de tesoros que el Diablo del servicial demonio, que acepta además historia, cuando estaba destinado a ser el
ber contemplado, durante una piadosa tenía ocupada con sus huestes: inútiles desprenderse de la zapatilla incriminato- Anticristo. San Gregorio Magno, hacia
junta de ermitaños, legiones de demonios fueron —se nos dice— los sortilegios de los ria. Vale la pena reflexionar en el poliva- finales del siglo VI, narra con entera
voladores que les proponían indecencias. magos, hasta que el rey recordó la exis- lente significado de esta historia, para naturalidad la historia del abad Equitius,
Juan, apodado Crisóstomo (= boca de tencia del Dios de los cristianos, cuyos advertir hasta qué punto el Diablo formaba a quien los demonios de la lujuria ator-
oro; 347-407) por su extraordinaria elo- sacerdotes exorcistas pusieron en fuga a parte del pensamiento cotidiano de los mentaban día y noche, hasta que un ángel
cuencia; Jerónimo (345-420), el minucio- los demonios, permitiéndole disfrutar del hombres de la época: Antido no se espanta del Señor se condolió de él y, tocándole el
so compaginador de la Vulgata, y uno de encantado botín. Durante el papado de ante la presencia de los demonios sino por sexo, lo volvió definitivamente insensible;
los hombres más eruditos de su tiempo, Simplicio (468-483), contemporáneo de el contenido de lo que uno de ellos le el mismo milagro se afirma que aconteció
así como su amigo y confidente, el herma- la caída de Rómulo Augústujo y del fin revela; parece natural que un demonio — con san Sereno, quien no se vio necesitado
no Rufino; Sulpicio Severo (363-410); del imperio en 476, se ubica la leyenda del y no precisamente de primera categoría, por tanto —como le ocurriera a Orígenes
Hilario, quien fue papa entre 461 y 468; obispo Antido, que sirve de ejemplo sobre puesto que ni nombre tiene— goce de la — a llegar al extremo de la autocastra-
Victoriano (m. 484), pueden agregarse a las potestades que se otorgaban por en- potestad de tentar y hacer caer en ción.
la larga lista de santos y padres del desier- tonces a Satanás. Antido —obispo de pecado al propio vicario de Cristo; el Esta familiaridad en el trato con el Diablo
to que, del siglo IV al VI, sufrieron una de Besançon en algunas versiones, y de obispo no tiene repulsión por el contacto -que hubiese sido inconcebible para la
las más prolongadas y eficaces ofensivas Tours en otras—, saliendo de su ciudad físico con la criatura de las tinieblas, y se primitiva iglesia apostólica de Jerusa-
del Diablo, que aprovechó este momento un día de martes santo, advirtió «por sirve de él para su veloz viaje de ida y lén- se refleja también en los relatos que
nos han llegado del apogeo bizantino. - rados impuros, bebían alcohol y tenían a un segundo plano la existencia de sus do en los curilos, geniecillos nocturnos y
Samamiel, uno de los jerarcas más distin- comercio sexual a la vista de todos los contemporáneas, en los bosques previos a mortificantes, que cogen de la mano al
guidos del Averno, era considerado como presentes, que eran también participantes. la roturación de la tierra, en las landas y viajero desprevenido y le obligan a saltar
autor de varias de las canciones más Esta ceremonia sexual carecía de todo las florestas que —a partir del ciclo y reír hasta la total extenuación.
populares de Constantinopla, a comien- tabú (podía incluir incesto, sodomía, etc.), carolin-gio— comenzarían a ser Europa. Parcialmente, dentro del extenso panteón
zos del siglo VI: como dato curioso, la y se celebraba como una religación con la Pero estas culturas existieron, y el Diablo celta, el Diablo presta sus atributos a
tradición agrega que la reiterada alabanza potencia cósmica, un poco a la manera de estuvo en los bosques con ellas. Antes de diversos dioses: es Taran, deidad de los
a los ojos claros y las pieles blancas que la gimnasia erótica del tantrismo, que emprender el rastreo de las huellas del truenos y de la tempestad; Teutates,
figura en dichas canciones, se debe a que probablemente conocieron los euquetes a Enemigo por los caminos de la alta y baja padre del pueblo pero también voraz
Samamiel las prefería rubias. Procopio, través del Asia Menor. Se ha querido ver edad media, conviene pues detenerse un demandante de sangre; Cernunnos, el
en sus crónicas sobre el reinado de Justi- en su dualismo el origen de los bogomilos momento entre las grandes familias de cornudo tricéfalo especialista en
niano I (de 527 a 565), afirma que el (antepasados, a su vez, de cataros y pueblos —celtas, germanos, eslavos, metamorfosis; Valfadis, guardián del
emperador era hijo de un íncubo, según patarines), ya que reconocían también la escandinavos— que habitaron la umbría camino de los muertos, y hasta el perro
testimonio de su misma madre, y no figura de Jehová, y al Cristo como un europea desde la edad del bronce. Hasta Gurmo, que permanece atado desde la
parece dar a este dato la menor carga puro espíritu que no habría podido nuestro siglo, poco más que la Historia de eternidad, pero que en el fin de los
peyorativa. encarnar en Jesús, perteneciendo a una la guerra de las Galias, de Julio César, tiempos se soltará para despedazar al
Miguel Psellos (1018 - ca. 1080: crono- región de la realidad del todo podía citarse como fuente de información Demiurgo. Este, cuyo nombre es Hu-Ka-
lógicamente, uno de los primeros demo- incomunicada con los hombres. Este era, sobre el mundo céltico. La obra de darn, tiene notables semejanzas con el
nólogos), filósofo, historiador y político poco más o menos, el estado de las celtistas destacados, como Anatole Le Osiris egipcio —en el sentido de
bizantino, ha testimoniado la abundancia relaciones de Occidente con el Diablo a Braz, Dottin o Yves Berthou, ampliada inventor de progresos que dona a los
de las sectas satánicas en el imperio las puertas de la edad media. En esta por trabajos como Les Dieux de la Gaule, hombres, y en el del sacrificio
romano de Oriente, principalmente en su familiaridad es donde hay que ir a buscar de Paul-Marie Duval, o Au pied des regenerador—, y va acompañado, por
obra Perienergeias daimonón. Allí nos las razones de su permanencia durante los Menhirs del riguroso Robert Ambelain, ha supuesto, del equivalente de Seth: Avang
dice que la más importante de las siglos oscuros, y —tal vez— los sucesi- echado considerable luz sobre el vasto y Dhu (= castor negro), niño perverso, que
cofradías de adoradores del Diablo era la vos renacimientos que lo han mantenido complejo esoterismo celta. No es posible rompe los diques, obra del demiurgo,
de los euquetes, originarios de Tracia, vigente hasta nuestros días. Una vez ins- traer aquí siquiera un resumen de esta provocando la variante celta del diluvio.
que consideraban a Lucifer como hijo talado en el corazón de la doctrina que teogonía —que por otra parte, según los Como se comprenderá, se trata del
primogénito del Padre, y rendían culto a había venido para abolirlo, el Diablo no especialistas, encubre otra más profunda, Diablo de esta cosmogonía, a quien —
la materia, obra fundamental del Lucero tenía otra cosa que hacer sino manifestar- que habría sido la fuente de poder de los para redondear aún más la universalidad
del Alba. Sus ceremonias —que eran se cada tanto, para que los hombres druidas, los médicos-sacerdotes, cuya de la imagen— solía representárselo bajo
comunitarias, y tenían por meta el éxtasis recordasen la entidad de su presencia autoridad y sabiduría impresionaron a la especie del dragón. Más fragmentarias
sexual— se caracterizaban por violar inevitable. César—, pero sí puede afirmarse que en nos han llegado las creencias de los
deliberadamente las cinco reglas de las ella también se manifiesta el Diablo, ese primitivos eslavos, en los que resulta
clases poderosas (observadas, al menos, El Diablo en la noche — El esplendor de principio imprescindible para la reflexión difícil reconstruir un corpus mítico, que
en las celebraciones oficiales): comían las culturas del Creciente Fértil, del valle sobre el esfuerzo de vivir. En su forma debió existir, pero que en la actualidad
carne, pescado y ciertos granos conside - del Nilo y del Mediterráneo suele relegar más elemental y gnómica está representa- presenta numerosas lagunas. Sabemos,
sin embargo, que intuyeron —o heredaron del paraíso en compañía de Sigyn, su a la vez que un ejercicio ascensional. el empeñoso proselitismo cristiano; el
— la noción dualista de los iranios esposa, no menos perversa que él. Viven Condenado a una pena recurrente y en desplazamiento de los núcleos urbanos
(aunque en sentido inverso) la pareja desde entonces en una gruta, en las pro- apariencia interminable —como Prometeo preponderantes o la diversificación de las
luz/tinieblas engendraba al ambivalente fundidades de la tierra, donde una ser- encadenado, a merced de los buitres que artesanías, son —entre otros— problemas
dios del cielo Svarog, quien a su vez piente escupe veneno sobre sus rostros devoraban sin cesar su hígado— Loki es que merecen una atención diferenciada.
creaba el sol, la luna y las criaturas sin cesar. Al final de los tiempos, la pa- finalmente liberado: sobrevive al parricidio Si se mira con calma, puede decirse inclu-
vivientes). Poseían también un extendido reja infernal escapará para participar que intenta Midgard (hija y también sive que fue relativamente corto el lapso
y profundo culto a la diosa Mati-Sira- en la destrucción de los dioses y de imagen duplicada de su tormento en la empleado en pasar del orden romano al
Zemlia (= Madre-Tierra-Húmeda), pero los hombres. En el día del Ragnarok gruta) y a la muerte de sus propios orden carolingio, en relación a la radical
es indudable que su Diablo hay que (= crepúsculo de los dioses), la serpiente jueces. Es de sospechar que, si lo encon- modificación del mundo que suscitó.
buscarlo en Tihernobog, el protoseñor de Midgard —hija del abominable Loki, y tramos gozando de la compañía de los Para lo que interesa a nuestro tema, este
las tinieblas, impasible y perpetuo princi- uno de los engendros más espantosos que nuevos hombres, después del crepúsculo período es, en muchos aspectos, apasio-
pio del mal universal. Las riquísimas haya concebido la imaginación humana de los dioses, su castigo habrá tenido que nante, aunque la documentación sobre él
mitologías germánicas y escandinavas — — convulsionará los océanos y hará ver con ellos. El Edda no nos informa de sea todavía —y quizá para siempre— más
imbricadas tan estrechamente, que en temblar las montañas, provocando el mo- la trayectoria posterior de Loki, pero conjetural que otra cosa. «Son numerosas
muchos aspectos resulta imposible vimiento sísmico más violento que haya repasando la que trazó el Diablo desde su —ha hecho notar Edouard Salín, escri-
diferenciarlas— nos han llegado en soportado la tierra. Loki se salvará de esta expulsión del Edén, entre nosotros, no es biendo sobre los siglos VI al VIII—, las
notable estado de conservación gracias devastación así como de la siguiente, imposible imaginarla. Desde la caída del supervivencias y las resurrecciones de
al Edda, recopilación atribuida al cuando las legiones de Sutt —rey del imperio romano de Occidente (476) hasta antiguos cultos naturalistas, así como las
monje islandés Snorri Sturlesson mundo ardiente de Muspelheim y, al comienzos del reinado de Carlomagno trazas de panteísmo. La presencia de
(1178-1244), quien a su vez parece haber mismo tiempo, idealización divinizada (771), se tienden sobre Europa —con innumerables símbolos, entre los cuales
trabajado sobre códices anteriores. De del Diablo— abran los abismos de los excepción de la costa adriática, y ésta es un figuran los más antiguos que haya conoci-
entre la cantidad de demonios y dioses cielos para purificar la tierra por el fuego. reflejo de Bizancio— trescientos años de do la humanidad, como el círculo ocula-
ambiguos que pueblan el Edda, sobresale Esto acontecerá después de la muerte silencio, confusión y estancamiento, do, la rueda, la svástica, la lacería cuadri-
por su originalidad y su fuerza la figura de de los dioses: el mundo actual habrá des- cuando no decadencia. lobulada, el signo , etc., testimonian un
Loki, personificación del Mal y señor del aparecido totalmente; en su lugar habrá Esta afirmación —por lo general admitida renacimiento de la religión del sol, o más
país de los jotuns (infierno), país en don- otro mundo nuevo, y los dioses resucita- — es sin embargo injusta si se la toma al pie bien de la religión del fuego en todas sus
de se asientan algunas de las raíces del dos se encontrarán en las praderas del de la letra: los profundos cambios formas.» Esto parece natural si se piensa
árbol de la Vida (lo que explica la facili- Ida. demográficos que originan las invasiones; que los movimientos centrífugos y centrí-
dad de acceso que tiene el mal en la de los Además de la grandeza épica del mito, es el vacío jurídico, político y militar que se petos que caracterizan a toda la alta edad
hombres). Hermano de leche de Odín, el preciso señalar en él un detalle original, produce por la desaparición de la hege- media se hacen sentir también en el plano
demiurgo bueno, Loki había sido adopta- que ya se ha visto en la intuición de monía romana; el proceso sincrético entre espiritual, río revuelto en el que el cristia-
do por los dioses y vivía entre ellos, pero Orígenes: la redención del Diablo, cuya las primitivas religiones silvícolas (teñidas nismo jugará su baza decisiva, al ofrecer
su protervia determinó que le expulsaran larga condena parece ser una purificación del politeísmo imperial durante cinco una alternativa de orden, simplicidad y
siglos), las mitologías de los invasores, y esperanza. Hasta el simbólico y funda-
mental día de Navidad del año 800, en el los caballeros de la Tabla Redonda (mito que habría llegado a su poder por inter- disfrazó de huérfana, a quien el normando
que el papa León III ciñe sobre la frente fundacional de Inglaterra, y ritual iniciá- medio de Gabriel, el arcángel. Le llama- recogió en el bosque y crió en su castillo,
de Carlomagno la corona de emperador tico de la gnosis céltica), de la reina ban Adalberto el hereje: fue encerrado, hasta que —cuando la niña tenía catorce
de Occidente, ese triunfo no estuvo del Titania de los germanos, no conseguirá por loco, y murió en prisión sin haber años, y prendado de su belleza— la hizo
todo consolidado, y los tenaces evangeli- ocultar jamás su origen pagano y solar, su conseguido realizar ningún milagro. su mujer. El súcubo murió al poco
zadores encontraron muchas veces la carácter de provocación en el corpus mis- Carlos el Calvo (823-877), nieto de Garlo- tiempo, dejando a Ricardo viudo y
muerte como respuesta a su prédica. Los mo de un monoteísmo que no pudo sus- magno, tuvo una relación especialmente receloso. Años después, Brudemort
viejos mitos —sofocados pero no extingui- traerse a la seducción de su belleza. El turbadora con el Diablo, a quien creyó ayuda a Ricardo a triunfar en diversos
dos por la romanización— volvieron a Diablo seguía ganando tantos. Habrá ver en diversas oportunidades: durante el lances caballerescos, le confiesa la
brotar al amparo de los últimos druidas, y tenido razón al sonreír —si lo hizo— ante sitio de Angers, según su propio relato, verdad sobre la huérfana, y le propone un
los bosques se poblaron vertiginosamente quienes preparaban tan devotamente, sin demonios en forma de langostas, con seis trato: si le ayuda a dirimir sus propias
de hadas, silfos, gnomos y otros espíritus saberlo, la consumación de su apogeo. El alas y dientes afilados, se precipitaron disputas con un demonio rival, llamado
elementales, en el último renacimiento primer personaje al que la tradición desde el aire sobre los caballeros francos, y Burgifer, promete ser su amigo y servidor
panteísta de la historia occidental. En la cristiana identifica con el Diablo, durante sólo a costa de gran lucha lograron para siempre. Ricardo acepta, y vence a
cantera de estos tres siglos hay que ir a el ciclo carolingio, vivió y murió precisa- exorcizarlos y obligarlos a batirse en reti- Burgifer en singular combate, a partir de
buscar los orígenes de toda la literatura mente durante el reinado (771-814) del rada; en vísperas de su muerte, cuando lo cual el demonio cumple su promesa,
infantil europea: sus prodigios, su cruel- gran emperador. Parece haber sido com- regresa derrotado de una campaña en el llegando al extremo de secundar al nor-
dad edulcorada por transcriptores asimi- pañero de estudios del sabio Alcuino —el norte de Italia, una legión de demonios le mando en sus correrías por Tierra Santa.
lados a una civilización de moral piadosa, hombre que mayor influencia moral tuvo visita y se burla de él, anunciándole que La narración —un modelo sobre la econo-
eran realidades concretas para los habi- sobre Carlomagno—: celoso del encum- no conseguirá transponer los Alpes: muere, mía de las relaciones del Diablo con el
tantes de la Bretaña; de las oquedades y bramiento de su condiscípulo, dio en efectivamente, pocos días después, en el hombre— se complica precisamente du-
de los calveros donde vivían, surgían las imaginar una alternativa fantástica para paso del monte Genis. Sobre finales del rante la estancia de Ricardo en Palestina:
hadas para complicar sus noches, les superarle. Comenzó contando historias siglo X se estima el nacimiento de Ricardo otro demonio, cuyo nombre no se especifi-
daban tema de conversación y de espan- prodigiosas sobre su venida al mundo, II de Normandía (Ricardo Sin Miedo), ca, posee a la segunda mujer del cruzado,
to, les rememoraban los demonios que acerca de la cual su madre habría tenido cuyo nieto sería Guillermo el Con- dejándola embarazada. El fruto de esa
habían habitado en las familias. El cho- visitas angélicas, agregando que dicho quistador, rey de Inglaterra en 1066. Su unión será Roberto el Diablo, quien en-
que entre la teologizada demonología ángel le protegía desde entonces y tenía vida parece relacionada desde temprano trará en la historia con un nombre que
cristiana y aquella otra demonología con- con él una relación de absoluta intimidad. con un demonio llamado Brudemort, que parece no haber merecido como no fuese
cebida como una prolongación de lo mila- Ni bien hubo recolectado algunos adep- intentaba atemorizarlo en su adolescencia, por la conducta de su madre. En 1112
groso en lo real, debió ser extraordinario. tos, les daba como premio a su buena lo sedujo en su juventud, y acabó siendo —según informa Jacques Le Goff, en La
Por un fenómeno sincrético inevitable en conducta fragmentos de uñas y de cabe- su vasallo y amigo. Parece ser que, una vez baja edad media— inicia su predicación un
todo tiempo y lugar, el derrotado panteís- llos cuando se los cortaba. Escribió diver- Brudemort comprendió que Ricardo monje ermitaño denominado Tanchelm,
mo pobló a las creencias de sus vencedo- sas oraciones de su cosecha, que repartía carecía de la capacidad de asustarse, dejó quien «alza contra el clero a las gentes de
res de todos sus fantasmas: la cristianiza- entre los pobres, y se decía depositario de de salirle al encuentro por las noches y Anvers y de los campos de los alrededo-
ción del hada Melusina, del Santo Grial y una carta de puño y letra de Jesucristo, adoptó otros métodos de conquista: se res, que dejan de frecuentar las iglesias y
de pagar los diezmos, y adoran como a par su aburrimiento, el Diablo se instaló tipapa: el diácono Juan quien, a la cabeza conjurándose para echar la mayor
un nuevo Cristo al heresiarca, el cual se en el Vaticano. Durante dos siglos — de un grupo de sediciosos, se hizo fuerte cantidad de tierra posible al asunto. El
rodea de doce apóstoles y de una mujer desde mediados del IX hasta mediados durante unos meses en la basílica de Juan VIII reconocido históricamente
que representa a la Virgen María, organi- del XI— fueron contados los años en los Letrán. Según la tradición oral —que (872-882), no tuvo mejor suerte que su
za enormes colectas de dinero y objetos que no protagonizó la historia de la Santa todavía se conserva en Roma, y dio origen predecesora, ya que murió también asesi-
preciosos y distribuye el agua con la que Sede, llegando —en ocasiones— a ocupar a innumerables bromas y secreteos— el nado: «Como el veneno —informan los
se baña, que sus discípulos utilizan para el solio pontificio. «Fue aquella una tal diácono fue una mujer, que llegó a Anales de Fulda—, administrado por un
comulgar o guardan como reliquia». Cu- época terrible —escribe el historiador reinar en el Vaticano bajo el nombre de pariente, no surtiera efecto en seguida, el
riosamente, Tanchelm muere asesinado católico Albert Wucher, en Breve historia Juan VIII. La más antigua referencia asesino destrozó el cráneo al
por uno de sus apóstoles a los tres años de los papas—. La Silla de San Pedro se escrita que se ha conservado sobre el moribundo.» Entre 896 y 904, una
del comienzo de su ministerio y, no tan hundió en una crisis gravísima, viéndose tema, aparece en la Crónica de Scotus decena de papas, entre agitadas y cada
curiosamente, las crónicas de aquella en trance de naufragar no sólo Minorita —muerto en 1086— quien ano- vez más sórdidas intrigas, se suceden
época lo reputan como encarnación del políticamente sino también en el orden ta, refiriéndose al año 844: «a él (es decir: vertiginosamente: «Menudearon tanto
Diablo. moral.» La realidad del momento justifica Gregorio IV) sucedió Jehanne, una mujer, los crímenes —escribe Wucherque—
Estas anécdotas —cuya reiterada inge- con creces este severo juicio. A pesar de durante dos años, cinco meses y cuatro que sería difícil decir en qué año
nuidad podría prolongarse durante mu- la rígida censura vaticana, que escamoteó días». Curiosamente, es casi exactamente culminaron las atrocidades.» El papa
chas páginas—, eran narradas como ver- en siglos posteriores toda la el tiempo que se atribuye a la duración del Formoso (891-896) inicia la sombría
dades fuera de toda sospecha durante el documentación posible al respecto («Poco pontificado de Sergio U, admitido lista: excomulgado por conspirar contra
ciclo carolingio. La Iglesia, en su después —confiesa el mismo Wucher—, oficialmente como sucesor de Gregorio. Juan VIII, Martín II le levanta la pena
encarnizada batalla contra el Maligno, no hasta la crónica oficial de la Curia [Líber Sigebert de Gemblours —muerto en 1112 cuando asesinan a Juan; muere a su vez
había hecho hasta entonces más que Pontificalis] renunció a registrar tales — narra con mayor cautela el episodio, en circunstancias misteriosas, proba-
abonar él más fértil de los terrenos de su hechos.»), lo que ha llegado hasta aseverando que fama est hunc Johannem blemente organizadas por una fracción
rival: el de la superstición, en el cual nosotros es suficiente para comprender la faeminam esse («se dice qua. el tal Juan que lo consideraba ilegítimo. Su sucesor
podía cosechar triunfos casi sin el menor primera gran crisis de la espiritualidad del era una mujer»). Si el hecho fue histórico, establece una marca de fugacidad en el
esfuerzo. Fue, sin embargo, una época papado (la segunda —cuando la es comprensible que el más estricto trono: muere —o lo matan— a los
aburrida para el Diablo, que culminaría irresistible ascensión de los Borgáa— mutismo se haya extendido sobre él. La quince días de su consagración. Esteban
en el macabro y monótono tribunal del aunque más aireada por los historiadores, tradición, en todo caso, relata las razones VI —tercer papa que ve el año 896—,
Santo Oficio. Popular y temido como será menos brutal y abyecta que la del del fin del insólito reinado de Juana: representante de la fracción
nunca, el Diablo se sintió sin duda medievo: como corresponderá a su época, según ella, la papisa habría quedado antiformosista, organiza el más
irritado por ese exceso de mediocridad: sus crímenes estarán sutilizados por la embarazada de uno de sus familiares e, bochornoso y salvaje espectáculo de la
esperaba rivales dignos de su inteligencia y los buenos modales). El ignorando la época del parto, el historia vaticana. Lleva adelante un
inteligencia, ambientes capaces de proceso de degradación comienza con el acontecimiento le habría sobrevenido en juicio por usurpación contra el fallecido
apreciar la sutileza de sus razonamientos más oscuro y borrado acontecimiento de plena calle, durante una procesión entre la Formoso, y no repara en detalles para
y la habilidad de su estrategia; esperaba la historia pontificia: la leyenda de la iglesia de San Clemente y la basílica de asegurarse la espectacularidad de la
el Renacimiento, que aún demoraría en papisa Juana. Entre Gregorio IV (827- Letrán; descubierta de modo tan dramá- sentencia (por otra parte decidida de
llegar. 844) y Sergio II (844-847), los códices tico la superchería, el burlado séquito optó antemano): desentierra a su predecesor y
Puesto a jugar fuerte, y tal vez para disi- vaticanos admiten la existencia de un an - por asesinar in situ a Juana y a su hijo, expone al tribunal el cadáver putrefacto,
sentado y con sus vestiduras, ordenando - tio; para que comparezca y se justifique la misa en Jerusalén. Silvestre, cuenta de los simoníacos: el romano Nicolás III
que se haga cargo de su propia defensa. ante las acusaciones de incesto, Benone, creyó que se trataba de la ciudad, (1277-1280: un Orsini qué no des-
Por supuesto, lo que quedaba de Formoso asesinato, perjurio y profanación de y por ello no puso reparos —algunos años mereció el prestigio de la familia); el ca-
no rebatió uno solo de los cargos, y sus iglesias; durante el juicio —en el que se le más tarde— en celebrar misa en Santa talán Benito Cayetano (Bonifacio VIII:
restos fueron sometidos a todo tipo de encuentra culpable y se le destituye, Cruz en Jerusalén, una de las más antiguas 1294-1303), y el tristemente célebre Cle-
vejaciones (se le desnudó y se le arrastró aunque su popularidad en Roma obliga iglesias romanas, donde se sintió acometido mente V (1305-1314), sometido a Felipe
por las calles, prohibiéndose que se le al sínodo a retractarse— salen a luz otras por un desfallecimiento mortal: «Viéndose el Hermoso hasta el extremo de trasladar
volviera a enterrar en sagrado). El alucí- comprobaciones: el vicario de Cristo venir encima la muerte —escribe el la corte papal a Avignon para complacer
nante Esteban murió a su vez asesinado, participaba de cultos a Venus y Júpiter, y cardenal— suplicó que le cortasen las al francés, y responsable histórico de la
pocos meses después, probablemente a solía brindar a la salud del Diablo. En manos y la lengua, con las cuales, al
manos de un vindicador de Formoso. Sus 993, Otón III decide investir a un sacrificar al Diablo, había deshonrado a aniquilación de los templarios.
sucesores Romano y Teodoro II duraron .alemán —por decisión unipersonal— en la Dios.»
respectivamente dos meses y veinte días. cátedra de san Pedro, «para,.limpiar de Juan XIX (1024-1032), conde y lego, ya Si la Comedia —que es como la llamó su
A tal extremo habían llegado las cosas, una vez la cloaca romana» (Anales de no se cuida siquiera de guardar las apa- autor, ya que el adjetivo Divina con que
que Juan IX (898-900) se vio en la necesi- Hildesheim). Pero su enviado, quien rei- riencias: no se interesa en absoluto por el la conocemos le fue agregado por
dad de dictar un breve, a comienzos de su nó bajo el nombre de Gregorio V, murió sacerdocio, e impone como sucesor a su Giovanni Boccaccio (1313-1375) en su
pontificado, encareciendo a la corte vati- tres años más tarde, y el emperador hubo hijo, de veinte años, que accederá al solio Vita di Dante— incluye la síntesis y la
cana que se abstuviese en lo sucesivo de la de rendirse ante el prestigio intelectual de en 1032, hasta ser expulsado por mala culminación de la escatología infernal
extendida costumbre de tomar por asalto Gerberto de Aurillac (papa Silvestre II: conducta doce años después, bajo el nom- del medioevo, y el más alto retrato del
las casas y objetos personales de papas y 999-1003), uno de los eruditos más céle- bre de Benedicto IX. Por dos veces, y Diablo que nos haya legado su poesía,
obispos, si bien éstos morían, con frecuen- bres del milenario, pero en las antípodas mediante arduas intrigas, reconquista la orden del Templo parece haber sido
cia sin esperar ni a la llegada de los de la santidad. Para Giovanni Papini, su más vasto proyecto político militar,
deudos. A Benedicto IV (900-903), probo nunca estuvo el Diablo mejor representa- Benedicto el papado, y en una de ellas
realiza la más insólita operación comer- dentro de la más pura tradición
varón que nada pudo contra la corrup- do en el Vaticano: educado en la Toledo esotérica.
ción vaticana de su tiempo, sucede León que era por entonces capital mundial de cial de los anales vaticanos: vende la tiara
papal, por mil libras, a su padrino Juan Dante —quien, según Rene Guénon, ha-
V, en octubre de 903, pero Cristóbal —su la magia, Silvestre era un nigromante bría sido uno de los jefes de la Fede Santa,
capellán— lo obliga a renunciar apenas (= mago negro) en el más acabado senti- Gracián, quien se hace coronar como
Gregorio VI (1045-1046), pero tiene que logia templaría—, en la polisemia aún
consagrado, y ocupa su puesto bajo el do de la palabra; adivinaba el porvenir, indestejida de su obra maestra, apunta a
nombre de Cristóforo: el disgusto lo mata, evocaba a los muertos, y tenía su demonio renunciar a su dignidad por imposición
en diciembre de ese mismo año. consultor. Este precisamente —si hay que del emperador Enrique III. Aunque la una summa del conocimiento de su
Hasta un papa en cierto sentido dar crédito al cardenal Benone, autor de situación mejora, para el prestigio de la tiempo, con una actitud gnóstica que no
importante como fue Juan XII (954- dos opúsculos reunidos bajo el título Gesta Iglesia, con el advenimiento de los papas sólo no excluye al Diablo sino que lo
964) no consigue pasar a la historia sin Rom anae Ecclesiae contra H ildebrandum, pu- alemanes, poco más de dos siglos reconoce como uno de sus protagonistas
sensibles máculas sobre su conducta blicados en 1088— le había profetizado después tres pontífices casi sucesivos indispensables. Más allá de su fachada
privada: un año antes de su violenta las circunstancias de su muerte: oficiando merecen ser incluidos por el Dante, el más ortodoxa, la Comedia denuncia la
muerte, el sínodo le envía una intimida - Alto poeta de la cristiandad, en el infierno cultura y la intuición excepcional de un
hombre
cuyo pensamiento estaba por encima de
toda dogmática: los elementos —mentos de que se vale para la
pitagóricos, islámicos, persas, cataros y descripción del infierno, y el español -ta, en una fusión de elementos místicos los mismos motivos, durante la primera
del gnosticismo alejandrino que Miguel Asín Palacios (La escatología y cognoscitivos «trascender las mitad del siglo anterior, sus pre-
aparecen por doquier —y que han m usulm ana en la Divina Com)edia ha fronteras lógicas y filosóficas, para decesores habían perseguido a sangre
llamado la atención de buena parte de estudiado con todo detalle su relación penetrar en esa luminosa región donde y fuego —hasta exterminarla— la
los incontables autores seducidos por el con el Islam. Esta heterodoxia del todos los conceptos religiosos y iglesia de los cataros, que había calado
enigma del florentino—, dejan suponer florentino, y el gozne esotérico- dogmáticos se funden en una realidad hondo en el sentimiento de los pueblos,
un profundo entrenamiento esotérico, y exotérico que su obra propone, explican metafísica única». Más allá de las desde los Balcanes y el norte de Italia
hasta iniciático, que ilumina de manera su poco convencional acercamiento al conjeturas, nos quedan los hechos. Una hasta la ribera oeste del Rhin en
especial la estructura de la obra y las Diablo, su falta de sumisión a las operación fulminante, combinada por la Alemania; desde el Mediodía francés
intenciones de su autor. simplicidades que su época corona francesa y el papado, decapitó a hasta el extremo sur de Catalunya.
Si Dante fue un iniciado, los reproches predicaba sobre la figura del la orden de un día para el otro; sus Tanto en la propuesta iniciática, elitista
que le dirige Michel Carrouges (Imágenes Tentador. Lo que se aplica al Dante en dignatarios sufrieron tormento, y en y —por tanto— aristocrática de los tem-
del infierno en la literatura
) se convierten en el plano del acercamiento verbal al 1314 —luego de un proceso que hasta los
bien distinta cosa: «A pesar de su genio y inconcebible drama del bien, el mal y el autores católicos no vacilan en calificar
de su cristianismo —dice Carrouges—, conocimiento, es posible que pueda de inicuo y vergonzoso— fueron ejecu-
Dante está profundamente influenciado aplicarse a los templarios en el terreno tados en la hoguera. La mayor parte
por los visionarios no cristianos que lo de la praxis si —como tantos autores de los estudiosos que han intentado
precedieron»; y más adelante: «El colmo han sostenido hasta la fecha— su reconstruir las causas de la estrepitosa
es que en esta vasta descripción de los fachada guerrera disimulaba un caída de los templarios dan como
tormentos, el peor suplicio del infierno, o ejercicio espiritual de primera magni- motivación central de los soberanos
sea, la privación eterna de la presencia de tud. También en este caso, la aliados contra ellos la codicia que les
Dios, no es mencionado ni una sola vez.» discusión tradicional habría estado mal despertaba la fabulosa fortuna de la
Desde un punto de vista esotérico, este planteada, o en todo caso orden. Es casi seguro que así haya sido;
razonamiento carece de sentido: el cielo y desarrollada desde un discurso que no sobre todo en el caso de Felipe, no parece
el infierno, Dios y el Diablo, no son para el correspondía en absoluto, a la haber otra razón. Pero en lo que respecta
iniciado más que manifestaciones, esta- intencionalidad de los caballeros de a Clemente V, es posible arriesgar otra
dos o alegorías del conocimiento, como la blanco: acusados de herejes, hipótesis: el papa temía el poder
Comedia —en su letra— no sería más que el adoradores del Diablo y convertidos espiritual de los templarios, el aura de
edificio exotérico de una vasta y laboriosa al Islam, es probable que los santidad y rectitud que los rodeaba;
propuesta subterránea. Brifault (Los tro- templarios hayan incurrido en esas hasta en los momentos de mayor
vadores y los sentim ientos rom ancescos
) denun- actividades, sólo condenatorias para la depravación, la Iglesia fue sostenida
cia la deuda del Dante con el poeta sufí estrechez de miras de sus acusadores. por guerreros y ratificada por
Ibn-Arabí —que ha señalado En efecto, como bien señala Hervé emperadores porque representaba ese
tambiénj Rene Guénon— en los ele — Massón, el adepto no reniega del poder: ningún tesoro del mundo valía
Cristo para adorar a Alá, sino que lo que la conservación de ese privilegio, Grabado de Gustave Doré para el canto
XXV de la
inten y Clemente debió comprenderlo así. Por D ivina Comedia de Dante
-plaríos, como en la flexible, humanitaria
y popular religión de los cataros, la
amenaza fue la misma: una alternativa
fresca y renovada a los casi mil años de
dictadura de la moral cristiana. Ambas aporte individual: el protagonismo del año 2000 ha comenzado a producir los letra la profecía de Juan; la disputa sobre
expectativas fueron cortadas de raíz y, Diablo en el proceso escatológico. mismos efectos sobre nosotros —el fin del el punto de partida de la marcha atrás
con ellas, las últimas posibilidades de La profetizada liberación del Diablo, co- mundo por agotamiento de las fuentes hacia la hecatombe (el nacimiento o la
Occidente para acceder a una perspectiva mo paso previo a la batalla final en la que energéticas, hambre o guerra nuclear; el crucifixión de Jesús) lo que prolongaba
espiritual que estuviese del lado de la el Cristo aplastaría a la bestia e inaugura- auge de la literatura temática que pretende la expectativa en más de treinta años; la
vida. En ambas ocasiones, el responsable ría los mil años de esplendor, pesó tan poseer la revelación parcial o total; el irregularidad calendaría en los diversos
oficial, el gran derrotado, fue el Diablo. radicalmente en la visión milenarista cris- creciente interés por los fenómenos países, ni remotamente unificados en
tiana que empañó totalmente la conclu- paranormales y las técnicas de cuanto a la fecha en que vivían («podía
Se conoce como milenarismo la escatolo- sión radiante de la parábola. Casi nadie, adivinación; el éxito de la cinematografía variar de ciudad en ciudad —escribe Ha-
gía profética relacionada con el fin del en el mundo cristiano, dejaba de conside- relacionada con las catástrofes, etc.—, lo le— y, aun dentro de una misma, en las
mundo, o de la civilización, a fecha fija. rarse en deuda con el Diablo de alguna u que prueba la honda supervivencia de los diferentes clases de documentos: en Ro-
Patrimonio de la cultura judeo-cristiana, otra forma; casi nadie, por tanto, esperaba terrores milenaristas en la cultura. ma
el milenarismo nace con la literatura pa- sobrevivir a su liberación para gozar del Pero el apogeo absoluto del milenarismo
lestina contemporánea al libro de Daniel, milenio luminoso. Así, del milenarismo en la historia de Occidente se produjo en
se desarrolla con el florecimiento de los judío —que sigue coincidiendo con la los alrededores del año 1000, ayudado por
apocalípticos (Juan es uno de ellos), y expectativa jubilosa por la inmediatez de diversos factores: las circunstancias de
repta por la historia europea —a través la llegada del Mesías, con una exaltación profundo cambio, inestabilidad y descon-
de videntes, magos y cabalistas— hasta nacionalista y mística, como hemos visto cierto que atravesaba Europa, en primer , las bulas se fechaban de acuerdo con un
culminar en las Centurias de al hablar de los tiempos de Eleazar de lugar; la precisión de la fecha para quienes año que daba comienzo el 25 de marzo y
Nostradamus (escritas entre 1546 y 1548, Worms— surgió un milenarismo antitéti- tomaban —y eran la mayoría— al pie de las cartas papales de acuerdo con otro
y publicadas siete años más tarde). La co, basado en el espanto por la liberación la que empezaba el 25 de diciembre»). Por
originalidad de Juan, en su Apocalipsis, del Diablo y la casi segura aniquilación una u otra razón, en consecuencia —y
consiste en dos detalles fundamentales de la vida que ella traería apareada; un aunque alcanzó su cenit en los años
que lo hacen diferir de sus milenarismo para el cual la palabra apo- inmediatos a la fatídica fecha— el terror
contemporáneos. Desplaza, en primer calipsis se convirtió en sinónimo del milenarista tuvo en vilo a Europa desde
lugar, el centro de gravitación de la horror. la segunda mitad del siglo X hasta bien
literatura apocalíptica —la venida del J. R. Hale (La Europa del Renacimiento) Los jinetes del Apocalipsis, grabado de Duren
Mesías—, y lo coloca en el «regreso cuenta que en los últimos años del siglo para las visiones de san Juan
triunfal»; esta parusía deberá XV y primeros del XVI, al cumplirse el
forzosamente ser espiritual, porque la milenario y medio de nuestra era, una
etapa terrena ya se ha cumplido con el oleada de videntes catastrofistas se preci -

entrado el XI. Fue, en la edad media, el


siglo del Diablo: ni siquiera bajo la inqui-
ministerio y Pasión de Jesucristo, lo que - pitó sobre el continente, y los sición más gente, durante más tiempo y
produce como lógico corolario la idea del fenómenos incomprensibles y prodigiosos con mayor frecuencia, habrá pensado en
Juicio Final. Es esa concepción del juicio se multiplicaron por cien. No es él como en ese período, en el que la
lo que lo lleva a su segundo y decisivo sorprendente, ya que la proximidad del inmediatez de su presencia recorrió
de arriba abajo a las clases sociales y de
punta a punta la extensión de las tierras. por la naturaleza. Glaber de Borgoña, no ejercitar las armas desde el miércoles una vez que la fiebre milenarista se
«La desolación reinaba por doquier minucioso cronista de las calamidades del por la noche al lunes por la mañana—, los hubiese disipado. Llena de él, ansiosa de
—escribe Henri Kubnick resumiendo a fin del milenio, anota que «en estos últi- pobres se sometían a las más duras peni- su presencia esquiva, de su insoportable
cronistas de la época— y la naturaleza mos 73 años ha habido 48 de hambre y de tencias. Todo el mundo quería estar en ubicuidad, la cristiandad no tardó en
también contribuyó al cuadro general. pestes»; miserables cuya «carne se des- gracia cuando el Enemigo fuese liberado: responder a su demanda: desde fines del
Lluvias semejantes a diluvios y granizo limpios de culpa, accederían al Paraíso siglo XI homologó el Islam al Diablo, y
prendía de sus huesos y caía podrida», se mientras él asolase la tierra. Pero el
destruían las cosechas, nubes persistentes sumaban por millares a las fantánticas comenzó a buscarlo en las cruzadas.
tapaban el sol. Sucedió que hubo heladas convocado faltó a la cita, dando muestras,
procesiones de flagelantes (arrepentidos y una vez más, de su extraordinaria
en verano y que algunos días de invierno temerosos que pretendían, por este me- El Diablo musulmán— Arabia es una enor -
habilidad política. En el punto más alto de me península de unos tres millones de
fueron tórridos. Parecía que el orden de dio, exorcizar la terrible cercanía del Dia- su popularidad, se negó en redondo a salir
las estaciones se había trastornado brus- blo), hasta ir a morir en las iglesias sobre kilómetros cuadrados, con el sonriente
a la superficie: exigió que se le buscase en territorio del Yemen, al sur, y la franja
camente. Temblores de tierra sacudieron las reliquias de los santos. El escorbuto, el otro sitio —para seguir ocupándose de él-
Europa. En el 993 el Vesubio entró en ergotismo y la lepra se difundían como no
erupción. Varias ciudades de la Galia y se tenía memoria hasta entonces; la mala-
de Italia fueron pasto de las llamas. En die des ardents, una especie de erisipela
Roma, el fuego prendió en las vigas de la gangrenosa, se consideraba como un anti-
iglesia de San Pedro. Sobre Aquitania se cipo del fuego infernal enviado por el
abatió una lluvia de sangre, y fue imposi- Diablo, e hizo estragos durante la epide-
ble limpiar las manchas que dejó en la mia de 997. Atraídos por la cantidad de
ropa, en la piel o en las paredes de las cadáveres sin sepultura, los lobos bajaron
casas. Algunos pretendieron ver cruzar el a las aldeas, y en algunos casos entraron a
cielo un cometa de estela fulgurante, en las ciudades.
forma de serpiente, y otros vieron caer Los prodigios meteorológicos, las catás-
globos de fuego que incendiaron las ca- trofes, la incesante guerra, el hambre y la
sas.» Bandas de mercenarios en paro peste, colaboraron notablemente a la psi-
transitorio, que se hacían y deshacían cosis colectiva que desembocó en la ma-
según la oportunidad, asolaban para col- yor manifestación de penitencia y arre-
mo los pueblos y campos perjudicados pentimiento de la historia de la cristian-
dad. El Diablo, omnipresente, desarregló
las conductas y puso al descubierto las
miserias de la condición humana: los
avaros —cuenta el cronista Glaber— da-
ban a manos llenas, los ricos se volvían
caritativos, los guerreros aceptaron la Los flagelantes, según una crónica de Constanza del s. XIV
«tregua de Dios» —que los conminaba a
costera que le continúa sobre el Indico mitología), dotada de una moral práctica para su libertad. Denominaba djinns a importó del Talmud a las páginas del
(Adén y Omán) en condiciones de habita- y eficaz (a la que la intuición genial de estos demonios, que habitaban tras las Corán.
bilidad. El resto —casi el noventa por Mahoma privó desde la cuna de toda piedras del desierto, en las aguas envene- Se verá más adelante el peso de Eblis en la
ciento de su superficie— es el desierto, posibilidad de devaneo teológico), y al nadas, en el interior de los ídolos y en los tradición coránica, y su especificidad en
surcado desde tiempo inmemorial por asombroso desarrollo intelectual con el espejismos. Única constante metafísica relación a sus parientes más próximos, el
lentas caravanas que convergían en La que beneficiaron a España —en su fructí- de su pensamiento, los djinns viajaban Satán hebreo y el Diablo cristiano. Pero el
Meca (una de las ciudades más antiguas fera estancia de más de siete siglos— y, a con el beduino a todas partes: el ejército cristianismo no necesitó del Corán (alqo-
del mundo, enclavada en la desolación), través de ella, a toda la cultura de Occi- de ídolos de La Meca cambiaba de conti- rän: libro escasamente divulgado en la
centro de idolatría y de comercio desde dente. nuo, unos caían en desgracia para dar
muchos siglos antes de Mahoma, y patria Este fuerte sentimiento de identidad —no lugar a otros, pero los djinns permane-
del profeta. Los beduinos —nómadas, exento de orgullo— aparece en una de las cían; no se podía ni soñar con la instala-
excepcionales jinetes y guerreros, jugado- más viejas tradiciones beduinas. Según ción de una nueva estatuilla o amuleto,
res empedernidos, devotos de la sexuali- ella, un día Dios1 quiso dar vida al viento, sin que un djinn viniese a ocuparlo de
dad y del alcohol— eran los señores de y el resultado de ese deseo fue la creación
este reino lunar, cuya aridez lo protegió del beduino; para que no estuviera solo
de la ambición de los sucesivos amos del animó también la flecha, y así fue creado
mundo. La formidable noción de identi- su caballo: mucho tiempo después, con
dad que los beduinos desarrollaron como los excrementos del caballo, hizo Dios al
pueblo, es la única explicación que puede hombre sedentario. Este hombre libre y
darse para comprender su evolución, sin sin miedo, sensual pero también feroz
paralelos en la historia: pocos siglos uni- cuando era necesario, casi en los umbra-
ficados tras las banderas del Islam les de lo religioso, tuvo sin embargo su
(= sumisión), les bastaron para una tarea Diablo. Fue un Diablo plural, ubicuo,
en la que otras culturas emplearon mile- intangible, tormento único de sus corre-
nios. De la más ruda idolatría, la moral rías y aventuras, única amenaza latente
más primaria (desconocían el concepto
de pecado y, por consiguiente, la culpa,
obligaban a la reparación), el analfabetis- 1. La moderna exégesis de la historia de las religiones
mo y una ciencia casi prehistórica, pasa- está acorde en atribuir una cierta intuición monoteísta a
ron a crear la más estricta de las religiones las tribus del desierto, proveniente tal vez de un remoto
culto a un dios supremo, cuyo nombre variaría según la
monoteístas (sin el pasaje previo por el comunidad u organización ciánica. En el caso de Alá,
politeísmo y su consecuente cosmogonía, parece tratarse del Allah Taala, de la antigua cultura
neolítica del país de Heyaz, primitivos pobladores de la
que aparece como indispensable en casi zona donde nacería el Islam: de otro modo, la prédica
todas las culturas: los árabes carecen, y del Corán hubiese sido ininteligible para los habitantes
de La Meca. Algo similar debió ocurrir con Yahvéh
han carecido siempre, de todo tipo de entre las tribus nómadas anteriores a Moisés. La ciudad de La Meca, según un grabado de Ohson realizado en 1790
inmediato. Díscolos y entrometidos, sólo baja y tardía edad inedia, en parte debido
se resignarían a desaparecer del pensa- a que el Islam prohibía dejarlo en manos
miento árabe cuando los suplantase la de los infieles) para identificar a los triun-
rotunda presencia de su amo: Eblis, el fantes jinetes árabes con las legiones in-
Diablo con mayúscula, a quien Mahoma fernales: su profeta —cuya vida, prédica y
temperamento lo colocaban en las antípo- las cuevas del cercano monte Hira, hasta Entonces tiene la más complicada de las - tel derrota y mata a Abderramán en la
das de la figura de Jesús— era la personifi- que —a poco de cumplir cuarenta años— visiones que se le atribuyen, durante la llanura de Poitiers, frenando la expansión
cación del Anticristo, y la incontenible le sobreviene finalmente la revelación. El cual visita los cielos y los infiernos —guiado árabe en Occidente (medio siglo más
expansión de sus huestes la prueba de arcángel Gabriel se le aparece, y le comu- por Gabriel en los primeros, y por el tarde, Carlomagno cruzará los Pirineos
que los milenaristas no andaban desenca- nica dos cosas: no hay otro Dios que Alá, terrible Malik en los segundos—, y que en sentido opuesto, y será derrotado en
minados. Para comprender esta repulsa, y él, Mahoma, es su profeta; con el mate- concluye con la más aguda metáfora corá- Roncesvalles; la suma de ambos descala-
es necesario sintetizar siquiera brevemen- rial de ésta y de las siguientes revelaciones nica sobre la eternidad. Al final de la bros establece sólidamente la frontera
te la vida y la ideología del profeta de Alá. que se le harán, deberá componer un libro azora (= capítulo) donde se relata el entre el Islam y el mundo cristiano en
Nacido en La Meca hacia el año 570 y (el Corán) que encierra la suma sabiduría extenso viaje, se nos dice que —al momento Europa: la marca hispánica, núcleo y
huérfano desde temprana edad, Mahoma y cuyo original es una tablilla que está en de ser reclamado por el arcángel para que matriz de lo que sería Catalunya). Pero
ejerció durante su juventud el oficio de el cielo. El abrumado depositario de tal le acompañe— Mahoma, con las prisas, en ese siglo, y hasta conocer su primer
camellero en las caravanas que conecta- carga cree en principio haber sido víctima vuelca un vaso de agua: cuando regresa contratiempo importante, el Islam se ha-
ban su ciudad con Siria, la Mesopotamia de un djinn (cuya voz, se afirmaba, era de su excursión sideral, el agua aún no ha bía derramado sobre Siria, Egipto, Per-
y Egipto: en conversaciones con judíos y precisamente el silbo del viento en las tocado el suelo. Fortalecido por la visión, sia, España; comenzaba la invasión de la
cristianos de Alepo y de Damasco parece cavernas), pero su mujer y sus amigos le que lo ratifica en sus convicciones India y, por el norte, había llegado dos
ser que asimiló lo poco que sabía de animan a asumir su misión, cosa de la que proféticas, decide volver a La Meca, pero veces a las puertas de Constantinopla.
ambas religiones, que su intuición y su se convence ante nuevas y apremiantes tiene que huir por segunda vez de ella —a Mahoma había repetido numerosas ve-
talento sincretizarían más tarde, adap- apariciones del arcángel. Comienza a uña de camello— salvándose por poco de ces, durante su predicación en Medina,
tando el hallazgo del monoteísmo a las predicar hacia el 615 la existencia del ser lapidado. Esta segunda huida, en el que no había sido elegido para hacer
necesidades y expectativas de su pueblo. Dios único y verdadero y la falsedad de 622, es la que se conoce como la Hégira, y milagros (que, en efecto, no realizó) sino
En 595, la vida del futuro profeta cambia los ídolos: sus conciudadanos —en su marca el comienzo de la cronología para imponer la verdad al mundo por la
bruscamente de signo: la rica viuda Jadi- mayoría de la tribu de los quraysh, como musulmana. Efectivamente, la es- espada. Ese sincero pragmatismo era pre-
ya, a cuyo servicio trabajaba, se enamora él mismo— se preocupan en un principio, pectacular salida de La Meca marca el cisamente la primera de las dos cosas que
de él y lo hace su marido; ascendido de tomándolo por loco; se burlan luego de punto crucial en la trayectoria del elegido: no conseguía digerir la cristiandad, y
camellero a organizador de caravanas, sus pretensiones proféticas, y acaban haciéndose fuerte en Medina, ciudad en la colocaba a Mahoma ante sus ojos como la
Mahoma deja pronto también estas res- siéndole francamente hostiles ante su in- que cuenta con partidarios, Mahoma vera efigie del Anticristo; la segunda, no
ponsabilidades en manos de terceros, pa- sistencia en arruinarles el negocio de la proclama la guerra santa contra su ciudad menos grave, tenía que ver con su sensua-
ra dedicarse a la vocación mística que le idolatría, del que La Meca vive como natal, que finalmente somete luego de una lidad: nunca, en toda la historia de la fe, el
preocupa desde la adolescencia. Cada vez ciudad santa que es. Acorralado, tiene larga campaña. Para cuando muere, el 7 fundador de una religión se había permi-
con más frecuencia se retira a meditar a que huir a un territorio vecino, en compa- de junio de 632, su poder es total sobre su tido exhibir de tal manera sus apetencias
ñía de su mujer, su primo Alí, su hijo aislada tierra, y sus ejércitos se disponen a masculinas.
adoptivo Zaydy, su pariente Abu Bakr llevar más allá de las fronteras árabes la En la práctica, la diferencia estribaba
(quien luego será su suegro y sucesor), y concepción de la guerra santa. exclusivamente en la franqueza de unos y
pasa allí dos años de pobreza y depresión, Exactamente un siglo después del tránsito en la hipocresía de los otros: en lo que
que culminan con la muerte de su mujer. del profeta, en 732, Carlos Mar- respecta a la guerra santa, desde Cario-
magno (es decir: desde que se sintió con do ya era el soberano indiscutido de Gabriel a nuestro planeta para que consi- Cuando lo hace —en el tercer acto indis-
fuerzas para hacerlo) la Iglesia venía Arabia. Aunque en general prefería muje- guiese la tierra que deseaba usar como pensable para la consumación de la obra:
bendiciéndola cuando no instigándola; res maduras para la época y el país —no materia prima; pero ésta —previendo tal materia prima/materia inerte/materia
ocho cruzadas, el martirio de los cataros y menos de veinticinco años: casi siempre vez la responsabilidad de la empresa— animada—, comunica a los ángeles que
la conquista de América coronarían esa más de treinta y, con frecuencia, viu- suplicó al arcángel que el Señor se dignara acaba de crear al que está destinado a
concepción, agravada por una barbarie das—, hizo una excepción con la que sería usar otro material. Miguel, enviado a reinar sobre todos los animales, las plan-
que en muchas menos ocasiones puede su favorita: Ayesha, hija de su íntimo repetir la misión, se dejó conmover a su tas, los paisajes y los mares de la tierra, y
achacarse al Islam. En lo tocante a la colaborador Abu Bakr, a la que desposó a vez por las súplicas de la tierra, y regresó les ordena que le rindan adoración. To-
moral, el Vaticano del milenario o del los nueve años y dejó viuda a los veinte, al cielo con las manos vacías. Entonces dos lo hacen, arrodillándose, menos
renacimiento podía competir con ventaja única muchacha entre la corte de matro- Alá envió al implacable Azrael, quien Eblis, nada menos que el más regio habi-
con las cortes de los califas. Claro que nas que le velaron (Abu le tenía prometi- cumplió drásticamente el encargo. Hay tante del cielo, favorito de Alá. Este le
siempre hubo cristianos —desde Agustín da la niña para cuando cumpliese doce que hacer notar que Azrael, en todas las pregunta por qué desobedece; Eblis, sen-
a Savonarola, pasando por Tomás de años, pero el impetuoso profeta no pudo tradiciones, es uno de los demonios ma- satamente, le dice que no se siente obliga-
Aquino— que vivían a la letra el espíritu esperar, porque confesaba estar enamo- yores, hasta el punto de ser el lugarteniente do, él —criatura resplandeciente y puro
evangélico, y sentían el apego al reino de rado de ella desde que la viera por primera de Lucifer durante la rebelión. Pero espíritu inmortal—, a humillarse ante una
este mundo de los musulmanes como una vez, cuando contaba seis). Aunque que el Diablo haya sido también mano criatura fabricada del polvo, sometida a
radical negación del mensaje del Naza- ante los datos enumerados no hacen falta derecha de Dios en la realización de su la muerte. Esa es la causa de la rebelión y
reno. mayores testimonios sobre el ejercicio de obra más querida; que haya triunfado en la caída: de la transformación de Eblis en
Robusto, bello, ardiente y, sobre todo, la sexualidad en Mahoma, se puede citar una empresa donde fracasaron las altas el Diablo.
hijo de un pueblo acostumbrado a la al mismo profeta: «Me gustan las mujeres potestades de Gabriel y Miguel, son deta- Se ha especulado bastante sobre esta
precariedad, que no hacía ascos a lo que y los perfumes», solía decir, y —según lles asombrosos que sólo encontramos en interpretación coránica de la tragedia del
pudiese tomar en los escasos momentos Anas ben Malee: «Yo sobrepujo a todos la versión del Islam. Lucero del Alba, y una cosa parece cierta:
de abundancia, es de suponer que a Ma- los hombres en cuatro cosas: en valor, en Eblis no cae por envidia, ni por querer ser
Una vez confeccionada la criatura —sigue
homa ni se le pasó por la cabeza conside- liberalidad, en fuerza luchando con los igual a Dios, ni mucho menos por proter-
narrando el Corán— Dios llamó a todos via. Se limita a razonar con toda justicia,
rar como una virtud la limitación del puños, y en vigor con las mujeres.» Si hay los ángeles para que admiraran su obra;
deseo sexual. Casó catorce veces, y tuvo que creer a una tradición —que la ortodo- y haciendo uso del libre albedrío que Alá
todos lo hicieron, pero Eblis (el Diablo) le ha dado; lo que éste exige de él es a
además once concubinas oficiales (gene- xia desmiente— a esa ilimitada vocación además la tocó: advirtiendo que era hue-
ralmente conseguidas como botín de gue- erótica debió su fin: parece haber sido todas luces un forzamiento contra natura:
ca, supo que pasaría hambre y estaría una humillación que el Diablo rechaza
rra), amén de las esporádicas no recono- envenenado por una judía, quien se le sujeta a tentación. Otra revelación singu-
cidas. A los sesenta años, seguía mante- entregó para acceder a su intimidad, con asumir, es cierto, pero en forma comedida
lar: si, como Azrael, el Diablo es el porta- y sin ofender al Padre. La fulminante
niendo una diaria actividad sexual —en el deliberado deseo de vengar los ultrajes dor de la materia prima de los hombres,
gira perpetua por las chozas de su harén a los que Mahoma había sometido a su respuesta del Señor es incongruente con
como Eblis es la primera criatura que la naturaleza de la que él mismo dotó al
—, hasta el extremo de que sus biógrafos pueblo. establece contacto con Adán, apenas salido
están acordes en que jamás tuvo dor- En la leyenda coránica de la creación del príncipe de sus ángeles: parece más un
de las manos del Padre y aún antes de que estallido de cólera despótica y autoritaria
mitorio ni cama propios, ni siauiera cuan- hombre se nos dice que Dios envió a éste le hubiese dotado de alma.
que un acto emanado de la suma sabidu- consideraba su antecedente inmediato, lo tierras, hubiesen caído sobre el Medite- primitivas costumbres o las
ría del universo. cita con frecuencia y —durante su visita al rráneo hacia el siglo II de nuestra era, es construcciones que los rodeaban como
Para no tildar de incoherente a quien es la cielo— lo encuentra compartiendo la pro- posible que hasta el menor vestigio de la sus visitantes; 3) ha podido establecerse,
Coherencia misma, varios exégetas han ximidad inefable de Alá. La mejor prueba civilización egea se hubiese perdido por con toda seguridad, que las principales
propuesto una solución: desde la creación de que esto es así la da un hecho que completo para nosotros; 2) los deposita- culturas con las que tropezaron los espa-
de Eblis, Alá lo dotó de la naturaleza que siempre ha resultado chocante para es- rios de la ciencia, la cultura, la religión y la ñoles —azteca e incaica—, eran invasores
le haría obrar como obró, porque lo nece- pectadores desprevenidos: junto al sepul- historia de los pueblos ocupados —desde que no llevaban más de doscientos años
sitaba dentro de Su plan como coadjutor cro de Mahoma, en la gran mezquita de México, a comienzos del XVI, hasta en el poder; una tercera —la maya-qui-
suyo en la tierra, como tentador del hom- Mesdjid-en-Nabi, se conserva una tumba Pascua, a mediados del XVIII— fueron
bre para que éste aprendiese a distinguir vacía para Isa-ben-Miriam (Jesús, hijo tratados con el mismo menosprecio que
entre lo bueno y lo malo, como instigador de María), que aún espera al Nazareno. sus vasallos, esclavizados o muertos por
permanente para que la criatura no se igual: cuando se comenzó a pensar en este
abandonase a la molicie y —alerta y con el El Diablo precolom bino — Las especulacio- hecho —fenómeno que se repite a lo largo
alma en vilo— alabase perpetuamente al nes más audaces sobre el remoto pasado
Creador. americano, insisten en un punto que no
Si esto es así, también es cierto que carece de considerable aparato teórico:
nuestro personaje tiene para el Corán una las civilizaciones que, a lo largo de la
jerarquía que están lejos de reconocerle primera mitad del siglo XVI, fueron des-
las otras religiones mosaicas. Para corro- cubiertas y avasalladas por los conquista-
borarlo, basta con ver el papel que desem- dores españoles, no serían más que el
peña en la otra punta del drama cósmico estadio decadente de culturas muy supe-
de la humanidad: el Juicio Final. El Dia- riores, pero enfermas, que habían sido
blo (llamado esta vez «la Bestia de la aniquiladas por pueblos más jóvenes y
Tierra», luego del largo ejercicio del mal vigorosos. La hipótesis se desarrolla más
que le tocó asumir) será el encargado ese o menos a través de los siguientes razona-
día de proclamar la gloria y el triunfo mientos: 1) Si pueblos venidos de regio-
definitivo del Islam, en compañía nada nes desconocidas, primordialmente inte-
menos que de Jesús. Para comprender resados en agregar tierras a sus dominios
hasta qué punto este emparejamiento, —cuanto más despobladas, mejor—, a la
lejos de ser peyorativo, es una muestra de búsqueda de un material concreto que no
la alta dignidad del Diablo islámico, hay tuviese demasiado valor para sus con-;
que destacar que Jesús contó siempre con quistados, provistos de una tecnología
la mayor simpatía de Mahoma, y que su militar incomparablemente superior, y
figura es apreciada entre las más altas en sin el menor interés por la cultura de los de
la tradición musulmana: el profeta lo habitantes de las —para ellos— nuevas toda Sacrificio humano azteca, según la Historia de Indias de Diego Duran
América— ya no quedaba nadie a quien che, de la península del Yucatán— había
preguntar que pudiera dar una respuesta; desaparecido por completo para la época
generaciones de embrutecimiento habían del desembarco de Colón —ayudada por
aniquilado hasta la tradición oral, y los la selva tropical, que borró sus ciudades y
nativos sabían tan poco sobre las cubrió sus monumentos— y los poblado-
res de la zona, caso de haber sido interro- bien del mal, y hasta había desarrollado ción del animismo. Algunas canteras de- - ción del Diablo y la serpiente entre las
gados, no hubiesen podido aportar gran una escatología sumamente precisa sobre monológicas —pienso especialmente en tribus de América del Norte —como los
cosa sobre ella: hasta finales del siglo XIX, los castigos y recompensas de la vida Brasil, pero no es el único caso— abundan algonquinos y los maidus—, esté libre de
esta grandiosa civilización era poco más ultraterrena; 5) en otros casos, que siguen en material apasionante para el interesa- la influencia sembrada al viento por los
que una leyenda —y ni siquiera con el siendo enigmáticos, queda al menos la do: pero sería abusivo traerlas a estas puritanos del Mayflower. Los demonios
prestigio de la Atlántida— y los trabajos evidencia de culturas muy superiores a páginas, ya que son el producto del inter- caribes (como Cocoto, íncubo que
realizados hasta el presente no han hecho las del siglo XVI, que habrían poblado minable sincretismo que comenzó con la provoca feroces reyertas matrimoniales, o
más que levantar una pequeña parte del América en algún momento de su histo- conquista y que —ola tras ola migratoria Chemiano, daimón familiar al que hay
velo que la cubre; 4) algunas contradic- ria: el calendario venusino atribuido a los de los más diversos pueblos de la tierra— que proporcionar comida y ofrendas para
ciones que rompen todos los modelos mayas, cuya exactitud sólo pudo ser com- no ha terminado todavía. No puede que no se irrite y se mantenga
antropológicos conocidos, robustecen la probada hace pocos años, cuando lo per- afirmarse —dado el reciente inicio de las favorable) pueden haber estado ocultos
teoría sobre la existencia de civilizaciones mitió el progreso de la astrofísica soviéti- investigaciones antropológicas y durante los siglos de más férrea hegemo-
previas, muy superiores a las que conocie- ca; los moäis y ahús de la isla de Pascua; etnográficas— que la reiterada homologa- nía católica, pero es difícil admitir que no
ron los españoles, de las que éstas habrían las construcciones submarinas del lago
asimilado determinados aspectos o con- Titicaca; las grandes pistas, sólo visibles
servado el recuerdo: los incas, cuyo siste- desde el aire, de las serranías peruanas,
ma social era más avanzado que cual- son algunos, entre incontables ejemplos
quiera que hubiese conocido Europa hasta sobre el oscuro pasado del continente. En
entonces, y dominaban técnicas cientí- todo caso, no resulta demasiado osado
ficas tan complejas como la trepanación admitir la existencia de pueblos que al-
del cráneo, no sabían escribir; los aztecas, canzaron su punto cenital hacia fines del
cuyas obras de ingeniería, urbanismo y primer milenio, y fueron conquistados —
riego maravillaron a Cortés, estaban reli- durante su decadencia— por pueblos
giosamente en la etapa de los sacrificios bárbaros a los que parcialmente culturi-
humanos; los guaraníes, pueblo de la zaron; la llegada de los españoles en un
edad de piedra en todo lo referente a sus período histórico de transición, y el hecho
hábitos y costumbres, sorprendieron a los de que no pensasen que se estaban enfren-
misioneros con una teogonía rigurosa- tando a una cultura desconocida pero
mente monoteísta, que incluía las ideas paralela a la europea, acabó por confun-
de pecado y expiación, diferenciaba el dirlo todo.
Esta hipótesis me parece plausible para
explicar la arbitrariedad del Diablo ame-
ricano, bocetado aquí y allá de manera
imperfecta, ausente en otros lados, o mul- Sacrificio azteca en honor del señor de la guerra, Huitzilopochtli
tiplicándose en los terrores y la supersti-
está más allá de la comprensión humana, EL APOGEO DEL DIABLO
carece de culto, y no tiene función alguna
que al menos podamos comprender (sir la
finura especulativa de que lo dota
Basílides, se parece al Dios-que-no-es de
los gnósticos y, en cierto sentido, al Brah-
ma del hinduismo). A la cabeza de la El ciclo fáustico — Johannes Faustus de especulación idealista no conoce fronte-
jerarquía de lo que siquiera podemos Heidelberg nace en el burgo de Kundlin- ras; Aristóteles retrocede ante Platón. El
intuir se ubica Omeyocán (= dos luga- gen, en la región de Wurttemberg, en culto al estagirita (que Alberto Magno,
Representación de Quetzalcoatl, la res), dios doble que habita el primer y el 1480, y muere —con toda probabilidad— Tomás de Aquino, Averroes y Avicena
serpiente alada, en un templo mexicano segundo cielo, al que siguen la pareja en su pueblo natal, en 1540. Durante su oficializaran durante la alta edad media
compuesta por el sol (Tonacatecuhtli) la vida, y en las décadas anteriores y poste- con una autoridad apabullante) -se adel-
luna (Tonacacihautl), padres a su vez de riores a ella, la comunicación del Diablo gaza hasta casi desaparecer: la realidad
hayan sufrido retoques por parte de las
la serpiente-pájaro Quetzalcoatl, de- con la especie humana alcanza su cenit: en no está configurada; es el pensamiento el
nutridas colonias negras y asiáticas que se miurgo creador y civilizador, padre de la este período —que, en esa cara oculta de que la recrea y modifica; la idea que
cruzaron o aposentaron en el archipié-
raza y el más popular de los dioses luna que es a la historia oficial la historia el hombre tiene del mundo es el mun-
lago. aztecas. del esoterismo, se ha dado en llamar el do: el nombre vuelve a ser arquetipo de la
Así las cosas, sincretizadas, borradas por
Su contrafigura —aunque la mecánica de ciclo fáustico— parece convergir la cosa, y la palabra y la imagen recuperan
la conquista o antes de ella, empalideci- culto no lo establecía así, ya que no ha) acumulada intimidad del Diablo con los su capacidad de fundación. El Diablo,
das por un animismo regresivo en otros
rivalidad entre ellos— es la figura del hombres, y desde allí se proyecta la platónico de toda la vida, preside esa
casos, las huellas del Diablo precolombi- panteón mexica claramente identificable. especulación sobre su figura que llega olimpiada de la inteligencia.
no sólo son detectables entre los aztecas,
como nuestro Diablo: Huitzilopochtli hasta nuestros días. Empresas diabólicas (o sea: imposibles,
pueblo de fuerte estructura teocrática y (= el colibrí terrible), señor de la guerra, Estamos en el corazón del Renacimiento y antidogmáticas, herejes) se suceden sin
por tanto propenso a los cultos demonía-
ávido de sacrificios humanos, en cuyos de la Reforma, de la época de los pausa; el corpus de la escolástica es bom-
cos; con una teogonía de origen náhuatl altares se practicaba la antropofagia to-. grandes viajes y los descubrimientos geo- bardeado desde sus propios sótanos, y el
que puede rastrearse hasta el siglo VI,
davía en tiempos de la llegada de Cortés, gráficos: el mundo se ensancha, y la con- nominalismo renace en las lecciones flo-
gracias al sedentarismo de las sucesivas lo que no ha dejado de llamar la atención ciencia del hombre se ensancha con él. rentinas de Marsilio Ficino, y se desborda
oleadas conquistadoras que reconstruían
dé los historiadores de las religiones, dado Durante el portentoso siglo que comprende en la palabra neo-panteísta del excesivo
lo que habían destruido en el mismo e el elevado estado de politeísmo cosmo- la última mitad del XV y la primera del XVI Picco della Mirandola (tomado por el
incomparable valle de México. En el
gónico en el que se encontraba —en se invierte el sentido del pensamiento que mismo Diablo por sus enemigos, porque a
principio de su teogonía yace el inmuta- otros aspectos— el pensamiento religioso predominaba hasta entonces: todo es los veintitrés años había escrito novecien-
ble Ometecuhtli, principio andrógino que
azteca. posible para el espíritu humano, cuya tas tesis sobre filosofía, teología y cábala,
llevaba en preparación una síntesis de -çois Villon (1431 -1489), Ludovico últimos siglos. En lo que respecta a la arte de establecer contacto con los muer-
las religiones mosaicas unificándolas Ariosto (1477-1533), Boscán (1478-1542), magia, a fines del siglo XV culmina en tos (necromancia); el de las palabras
por el platonismo, y dominaba Garcilaso (1503-1536) y Pietro Aretino Praga el proceso de heterodoxia iniciado mágicas (carmina); el de la hechicería
veintidós lenguas). (1492-1556) sus poetas. El siglo se por las guerras hussitas, y la ciudad es la (veneficum); el de la profecía y la videncia
En 1450 y en Maguncia, Johan Gens- beneficia también de la magnificencia de capital europea del pensamiento secreto, (vaticinia); el de obrar prodigios sobrena-
fleisch —llamado Gutenberg— abre el los Mediéis, de los destellos de así como Roma y Florencia compiten por turales, o milagros (incantatio); el de
siglo del Diablo al descubrir el método Berruguete y de Cellini, de la prosa de serlo de su manifestación pública y solar. comunicarse con los dioses o genios bené-
para imprimir libros con tipos Castiglione y Pietro Bembo, del genio Uno de los centros praguenses de la ma- ficos (teúrgia, conocido como magia blan-
movibles de fundición metálica polifacético de Rabelais, de la música de gia es justamente el barrio de Santa María
(curiosamente, su socio y financista del Juan del Encina, de la inteligencia de de las Nieves, en los alrededores de la
proyecto se llama Johan Faust). Erasmo y Maquiavelo, de las cumbres plaza Jungmannovo, donde se encuentra
Exactamente en un lapso de treinta éticas de Savonarola y Thomas Moro, de la estatua de Juan Huss («De mis cenizas
años (1492-1522), velocidad de vértigo las epopeyas de Pizarro y de Cortés, del nacerá un cisne al que no podréis que-
para la época, se altera radicalmente la fanatismo incandescente de Zwinglio y de mar», habría dicho el mártir al ascender a
relación del hombre con la geografía de Calvino, y —sobre todo, para nuestro la pira: Lutero, con justicia, sería llamado
la tierra: Colón descubre América; tema— de la vida y la obra de Martin años más tardeel cisne de Juan Huss ); otro
Vasco de Gama llega a la India por el Lutero (1483-1546), ese protoenemigo está en la judería, no lejos de allí, en torno a
cabo de Buena Esperanza; Núñez de del Diablo, que no pudo sin embargo la sinagoga construida en 1269, donde
Balboa accede al océano Pacífico; la pasar sin él ni un solo día de su vida. Más hay ventanas que permanecen encendidas
expedición de Magallanes realiza la secretamente —entrelazándose con el toda la noche y los cabalistas se fatigan
primera vuelta al mundo. Pocos años esplendor humanista por una red de vasos tras la huidiza fórmula del Golem; un
después, el polaco Copérnico demuele comunicantes que con el paso de los años tercero —al que la tradición otorga la
la astronomía ptolomeica, y el español irán quedando al descubierto— este herencia de los templarios—, bulle en
Servet demuestra la circulación de la período marca también el punto cenital torno a la capilla de San Juan bajo la
sangre, herejías ambas que espantan a de la Gran Obra alquímica, y el mediodía Cadena, en el barrio de la Mala Strana.
la ortodoxia. En el eje del siglo, el de la magia. Son los años de Jacques Sólo en Praga era posible encontrar los
Diablo vuelve a instalarse en el Coeur, «platero de su majestad», y de antiguos manuscritos supervivientes de la
Vaticano en la figura de Alejandro Nicolás Flamel, en Francia, de Isaac el magia caldea, y las claves iniciáticas pita-
VI, el papa Borgia, y el esplendor holandés, del británico George Ripley y el góricas perdidas o dispersas por el mundo
renacentista derrama su pirotecnia en español Enrique de Villena (quien, se desde la matanza de Metaponto. Sólo en
todas direcciones: Leonardo da Vinci asegura, llegó más lejos que nadie en la la «ciudad de las cien torres», como se la
(1452-1519), Miguel Ángel (1475- fabricación del homúnculus, u hombre llamaba, vivían los maestros de lo que
1564), Boticelli (1455-1510), Rafael artificial), y de la cumbre de su época, el Juan Spiess definiría como «artes dardá-
Sanzio (1483-1520), Durero (1471- alemán Basilio Valentín, monje benedic- nicas» (de Dardania, antiguo nombre de
1528), Cranach (1472-1553), el Bosco tino cuyas Doce claves han sido vastamente Troya, patria primordial de los brujos): el El alquimista, según Teniers el Joven
(1460-1516), son los suntuosos manipuladas por el hermetismo de los
ilustradores de la apoteosis, como Fran -
-ca); el de comunicarse con el Diablo El burgo de Kundlingen (Knittlingen, con toda nitidez al asombroso personaje Hacia 1503, el noble Franz von
(goecia, o magia negra). según otras fuentes), se encuentra en el en el que se convertirá: se interesa por los Sickingen (amigo de Durero, y modelo
En Praga culminará su aprendizaje el Württemberg, región boscosa, clásicos, y aprende de memoria Platón, de su famoso El caballero y la muerte),
enigmático doctor Fausto, el hombre más fracturada y agreste de la Selva Negra, Aristóteles, Plauto, Terencio y, sobre to - enamorado de las artes secretas y atraído
extraño que ha existido, el que llegó enmarcada por el discurrir del Necker y do, Hornero (devoción que le acompaña - por el creciente prestigio del joven
más lejos en la aproximación al Diablo. el Danubio. A dos horas de camino del rá siempre: solía jactarse de ser capaz de sabio, lo invita a tras ladarse a Erfurt,
Allí conocerá a los otros dos príncipes de burgo está la ciudad de Bretten; no reconstruir la obra del rapsoda palabra donde vive, para hacerse cargo del
la magia renacentista —Agrippa y Para- lejos, la carretera que va de Frankfurt a por palabra, si el mundo sufriese su pérdi - preceptorado de los niños de su casa. En
celso— tal vez los dos únicos amigos que Stuttgart. Johann Georg, hijo de da). Intriga a sus condiscípulos —quienes los años que pasa en Erfurt -tres o
no lo repudiarán; que no caerán en la campesinos pobres, nació y se crió en ese le apodan «el especulador»— eligiendo cuatro-, Fausto se ayuda dando clases
envidia ante su fama, y sospecharán el paisaje hasta los ocho o diez años de para sí una ambigua divisa que nadie en la escuela de Kreuznach, y con
fondo alucinante de su trayectoria en el edad, época para la cual un tío materno sabe de dónde sacó: «Creed, mortales, la
siglo: la soledad y la melancólica grande- de posición más acomodada se decide a noche puede ser mortal» (en el sentido de
za que encubrían los prodigios, esceno- costearle los estudios. El chico no lo que puede matar, pero también en el de
grafía exterior de una propuesta heroica e defraudará: brillante alumno elemen tal que puede acabar —como los hombres— y
insensata. Felipe Melanchthon, el «pre- en un colegio de Ingolstadt, ciudad dar lugar a otro estado no tenebroso).
ceptor de Alemania», discípulo suyo en la mediana a orillas del Danubio, hará igual Cuando se le pregunta cuál de ambos
juventud, le volverá la espalda y se con- carrera en la universidad de sentidos elige él, el joven Fausto contesta
vertirá en su implacable enemigo, pero no Heidelberg, adonde el entusiasmado tío que los dos. Es casi seguro que en esos
podrá dejar de reconocer que «era fasci- le envía, ha ciéndose cargo de sus gastos y años, antes del cambio de siglo, conozca
nante»; el propio Lulero, que lo odiaba, del costo de las matrículas (por las que en Heidelberg al célebre abate Tritemo
experimenta por él la misma ambigua conocemos el verídico paso de Fausto -Johannes Heidenberg (1462-1516),
mezcla de repulsión y respeto que le por la alta casa de estudios: siguiendo la erudito benedictino que tuvo dificultades
produce el Diablo. Originador de uno de moda latinizan te de la época, se con la jerarquía por su devoción por el
los mitos más fértiles de los últimos siglos matricula bajo el nom bre de Georgius conocimiento oculto: llegó a reunir sobre
(de Christopher Marlowe a Thomas Sabellicus Faustus Jú nior, y cursa en estos temas una biblioteca de dos mil
Mann, pasando por Goethe), Fausto re- forma distinguida teolo gía, filosofía, volúmenes, que perdió a manos de sus
úne en su persona todo cuanto sabemos o medicina y matemáticas). Este mismo sublevados monjes de la abadía de Spons-
sospechamos del Diablo: su historia y su pariente, providencial mece nas para el heim— quien fue su primer maestro de
leyenda —sin que se sepa con claridad niño campesino, le dejará como magia. Teórico y tímido, Tritemo se entu -
donde termina una y comienza la otra— herencia una casa con jardín en siasmó demasiado con el talento de Faus -
producen la vaga inquietud de lo relacio- Ingolstadt, donde el mago pasará to, y lo alentó a las más altas empresas: se
nado en grado sumo con el Tentador; esa algunos de sus años más felices. arrepentiría de ello, renegando rabiosa -
imagen turbadora y terrible ante la que la Por las crónicas de sus contemporáneos, mente del prosélito, cuando éste hubiese El doctor Fausto, grabado de Rembrandt
conciencia suele preferir volver la página. el estudiante de Heidelberg prefigura ya acabado de desplegar las alas.
un empleo como guardián (custos) en los viven una epifanía cotidiana del Diablo Pero Lutero y Fausto saben que esa una- prestigio de sus encantamientos y proezas
agustinos. Se da como seguro que de esos tema continuo de sus conversaciones, de nimidad sólo es aparente: ambos están sobrenaturales, que serán su permanente
años data su amistad con Martín Lutero, sus chanzas, de su agresividad contra la condenados a representar para el siglo las fachada mundanal. Internamente, la cri-
ciudadano de Erfurt entre 1501 y 1507, iglesia de Roma, de su terror. La mono- dos caras del Diablo (la exotérica, Lutero, a sis espiritual que lo alejó de la Reforma, lo
año este último en el que profesa y se manía de Lutero con respecto a Satán irá quien la leyenda vaticana no tardará en lleva al redescubrimiento del maniqueís-
traslada a Wittenberg. Hacia 1510, en en continuo aumento con el tiempo, y no homologar al Tentador; la esotérica, mo. Le atrae el pensamiento de los bogo-
todo caso, Fausto está en Praga, donde lo abandonará ni a la hora de la muerte. Fausto, cuya desordenada vida pública milos: llegar al conocimiento supremo,
vive en una vieja casucha con subterrá- «El Diablo es un rudo contrincante a encubrirá el vasto mito que dejará sem- que está por encima del mal (hay que
neo, en las inmediaciones de la iglesia de quien difícilmente se resiste», escribe; brado con su muerte); ambos tienen toda anular el temor al mal para conocer real-
Skalka. Allí conocerá a sus grandes ami- pero también: «cuando no tenemos al; la intimidad necesaria con el personaje; mente, porque el conocimiento incluye el
gos: el temperamental Heinrich Cornelio Diablo atado al cuello, no somos más que ambos —y esto también lo saben o lo mal). Lee con detenimiento las Confesio-
Agrippa de Nettesheim (1486-1535), y el unos tristes teólogos». Son célebres sus intuyen, en el momento de compartir la nes, de Agustín, relacionadas con la mili-
todavía adolescente Felipe Aureliano escaramuzas físicas con Satanás, a quien exaltación y la alegría— deberán transitar tancia maniquea del futuro obispo de
Teoírasto Bombast von Hohenheim un día —furioso porque se había converti- caminos divergentes para llegar a fundirse Hipona; cree entender que toda conver-
(1493-1541), que pasará a la historia do en mosca, rehuyendo el enfrentamien- con su destino. Lutero pasará a la sión es hija del miedo, un retroceso de la
como Paracelso. to directo— le arrojó el tintero de su historia como el campeón mundial de la conciencia ante el espanto que produce
En 1512, Fausto se reúne con Lutero en escribanía. En 1525, acabado de casar lucha contra el Diablo; Fausto, como el sospechar lo que hay del otro lado. De
Wittenberg, y participa activamente del con la monja Catalina de Bora —a la que arquetipo del horror al que conduce in- ahí, medita, la trágica luz que se despren-
clima de euforia que anuncia el inminente había preñado en el convento, y que le tentar ser su aliado. Según Widmann, de de los grandes conversos; los que toca-
nacimiento de la Reforma. Tiene 32 años, daría seis hijos—, confesó que ni ella lo luterano fanático, el de Wittenberg rompe ron la frontera del mal, intuyendo que
una excepcional formación intelectual, y libraba de la continua y asediadora pre- con Fausto porque éste no teme al Diablo; detrás de él está el conocimiento, tierra
es recibido con los brazos abiertos: a la sencia del enemigo: «duerme más estre- no combate con él, sino que se le entrega: para siempre libre de la dualidad en la
edad en la que es habitual que los hom- chado a mí que mi Catalina», admitió. En «Nada más fácil —escribe Lulero—: lo que los hombres se debaten. Tocaron esa
bres providenciales inicien su ministerio, esos turbulentos años de furia antipapal difícil es resistirle.» Para Ernest Faligan, la frontera y retrocedieron con espanto, ca-
Fausto comenzará a comprender sin em- —Lutero confraterniza con el pintoresco versión es muy otra: la ruptura es inevitable yeron de espaldas en la acogedora alfom-
bargo que el suyo es un oficio de tinieblas, mago campesino Konrad, fundador de la porque Lutero se detiene en el camino que bra de la fe, perseguidos sin embargo
que fatalmente deberá recorrer en sole- cofradía del Tonel, con quien bebe inter- él mismo ha abierto, y por el cual Fausto hasta el fin por el destello de lo que
dad. Joñas Víctor, Felipe Melanchthon minables cervezas: Konrad será decapi- lo sigue con entusiasmo: descubrir la alcanzaran a entrever: Lutero, Agustín,
que por entonces tiene quince años y se tado tiempo después, acusado de bruje- naturaleza del Diablo. Fausto seguirá, tal vez Saulo de Tarso. Encuentra una
deslumhra por la personalidad y los cono- rías en perjuicio de sus conciudadanos— solo, hasta las últimas consecuencias. El frase de Agustín, cuya oscuridad tiene
cimientos del mago; (con el tiempo llega- los doctores se mezclan con los borrachos distanciamiento entre los dos grandes visos de revelación: «Y luego vendrá
rá a ser el más feroz y tenaz de sus de taberna, porque tienen un tema y un demonólogos se produce en 1515. Fausto Fausto, y me lo explicará todo» (Conf.
enemigos: «turpissima bestia et cloaca ideal en común: el Diablo, personificado se retira unos meses a casa de unos VI, 11). Escribe otra divisa, que le acom-
multorum diabolorum» lo llama en 1532) en el Vaticano; el Vaticano, como voraz e canónigos amigos, en Magdeburgo, donde pañará durante esos años: «Una moral,
y, más que ninguno, el propio Lutero, insaciable explotador del pueblo alemán. parece que brilla como nunca el antes que una fe; el conocimiento, por
sobre toda moral.» Decide, en una pala- viandas, sólo con asomarse a pedirlas por Luego de una improbable residencia en la tiplicarán los tormentos y las muertes. El
bra, seguir donde sus predecesores se la ventana abierta de su casa, y que igual agitada corte del joven Carlos V, Fausto te Diablo de Lulero, enseñoreado del mun-
detuvieron: no se detendrá, no tendrá procedimiento empleaban para estrenar instala finalmente en Ingolstadt, en la casa do, apenas si dejará un espacio de
miedo, no se convertirá. continuamente ropas; que la corte infernal que le legara su tío: algunos visitantes meditación para el Diablo de Fausto.
fue un día a visitarlos, por pedido expreso cuentan que era un caserón sólido y Todavía mundano y despreocupado,
A partir de 1516, Fausto visita con fre- de Fausto; que poseía el don de la alegre, lleno de pájaros y otros animales, nuestro mago deja la ciudad de Ingol-
cuencia la abadía de Maulbronn —sobre ubicuidad, por lo que se presentaba en las presididos por Prestigiar, el inseparable stadt —sin vengarse de ella—, y vuelve
el camino que une Frankfurt a Stutt-gart fiestas de sus amigos de Erfurt en los perro del mago; estaba —o está— en la por algún tiempo al Erfurt de su juven-
—, donde han hecho abad a Entel-fuss, tiempos en que vivía en Praga; que era Schergstrasse, entre Esquiladores y De- tud. Se aloja en «El áncora», casa de un
de su mismo pueblo y edad, y amigo invisible cuando lo quería, y levitaba golladores, al lado de la Puerta de Hierro gentilhombre admirador suyo, en la calle
suyo desde la infancia. Es fama que allí también a voluntad; que resucitó a y de la Casa de la Oca. Las actividades de del Castillo. En Erfodia literata
—con el entusiasta visto bueno de su Alejandro Magno, a pedido del Fausto, sin embargo, no parecían ser del continúala, el cronista Montschmann
amigo, apasionado de las investigaciones emperador Carlos V que quería agrado de sus vecinos: luego de unos años cuenta que hasta allí fue el franciscano
ocultas— el mago instalará un gabinete conocerlo; que —por deseo de unos estu- de serenidad para él, se le declara persona Kling, doctor en teología, encargado por
secreto, al que se accedía por una diantes— convocó el fantasma de Helena non grata. En el protocolo de los las autoridades de convertir al reprobo.
ventana del dormitorio de los de Troya y, habiéndose enamorado de ella proscritos, de Ingolstadt, de 1528, en el En un diálogo delicioso —y refiriéndose
seminaristas, atravesando los tejados de la forzó a reencarnar, se casaron y «día miércoles después de san Guy», se le a su supuesto pacto con el Diablo—,
la abadía hasta una falsa puerta tapiada. tuvieron un hijo al que llamaron Justus... invita a irse «a gastar su dinero en otra Fausto le argumenta que lo firmado,
En ese refugio —del cual sólo el abad y Lo que se sabe es que hacia 1519 está en parte»; el reconocimiento de sus poderes firmado está, y que prefiere la
él tenían conocimiento— se habrían Leipzig, donde Enrik Stormer, llamado por parte de las autoridades, es condenación al deshonroso juicio que
celebrado las negociaciones con el «el doctor Auerbach», le organiza un impresionante: el edicto concluye tendría de él la posteridad, caso de que se
Diablo, que concluyeron con la firma del almuerzo de reconciliación con Lulero, pidiéndole que «no se vengue de la retractase de su palabra. Al ver que no lo
pacto más célebre de la historia. cuando el Monje Negro va a la ciudad ciudad». toman en serio, el despechado
Luego de 1516, en todo caso, comienza para su famosa controversia con el doctor La situación europea comienza a ser in- franciscano lo llena de maldiciones y se
la etapa que en el ciclo fáustico se Eck (uno de los más divulgados prodigios quietante para los magos y demás hetero- va.
conoce como «los años de los prodigios» de la picaresca fáustica, se relaciona pre- doxos. A diez años de la proclamación de La huella de Fausto durante el lustro
(y que dura unos veinte años, luego de cisamente con Stormer, propietario de las tesis de Wittenberg por Lulero, las siguiente (1530-1534) es errática, pero
los cuales el mago comienza a entrar en una taberna que todavía hoy luce en sus luchas religiosas están al rojo vivo: el todavía triunfal: se le ubica en Worms (el
decadencia, a medida que se acerca el paredes escenas alegóricas al mito): la condestable de Borbón saquea Roma, médico Phillippe Begardi, cuenta que el
fatídico plazo de los veinticuatro reconciliación parece haberse producido, convirtiendo San Pedro en un establo, y el Index Sanitatis de la ciudad registra su
estipulados con el Diablo). La narración pero exclusivamente por cortesía, ya que papa Clemente VII huye a refugiarse en paso como «gran embaucador que
de las maravillas que se le atribuyen los dos hombres no vuelven a verse en los Sant'Angelo; en pocos años más, Enrique engañó a todo el mundo»); en Praga; en
superaría con mucho el espacio de este veintitantos años que les quedan de vida, VIII se proclamará jefe de la iglesia Basilea (Johann Gast, pastor de esa
capítulo: baste decir que él y su criado — y el juicio de Lulero sobre Fausto se hará anglicana, Lulero —siempre un paso ade- ciudad, dice en Sermones convivales que
el enigmático Cristóbal Wagner, que será cada vez más agrio e intransigente. lante— traducirá la Biblia al alemán, y las poseía dones sobrenaturales, y afirma
herejías internas del protestantismo mul- que almorzó con él un par de veces); en

su heredero— recibían las más exquisitas


Viena (vive en casa del arquitecto Paul no escribirá nunca). Tiene 56 años cuan- Johann Spiess, cuyo padre había conocido huyendo, y si se encontraba aquella no-
Köbbel, amigo de sus años en la escuela do llega a Wittenberg, en busca de viejas a Fausto y fue su primer biógrafo che en las proximidades de su pueblo
de magia de Cracovia, en el número 1 de amistades; una de ellas le avisa que (Historia del doctor Johann Fausto, mago natal, también es seguro que lo estaba de
la calle del Viejo Mercado de la Carne; duque Juan ha dado orden de detención y encantador, Frankfurt, 1587), da como la abadía de Maulbronn (ubicada, como
después solo, en el 7 de la calle contra él, y Fausto sigue viaje. En Nurem- lugar de la tragedia una posada en camino hemos visto, en la misma zona), donde
Flossgasse); en Holanda (en el castillo de berg escapa por pelos de una partida de hacia el burgo natal del mago. Cuenta tenía su gabinete secreto, y es muy proba-
Waerdenberg: según Riba-deau-Dumas arqueros que ha ido a detenerle en el Spiess que durante todo el día que sería el ble que allí se dirigiera. Se ignora qué le
se conservan allí numerosos testimonios mesón en donde almuerza: se siente mal último para él, el doctor de Heidelberg impidió llegar. En el ciclo de los prodi-
de su estancia) donde pasó una en la mitad de un plato; sin pensarlo dos estuvo nervioso y desprovisto de su habi- gios, es fama que el perro Prestigiar profe-
temporada triunfal. En 1535, su amigo veces se levanta y sale de la posada por tual don de gentes con los parroquianos; a tiza la muerte del abad Entelfuss, cosa
Cornelio Agrippa —pobre, solo y enfermo una puerta: segundos después, la partida la noche, invitó a cenar a su habitación a que habría ocurrido antes de la de su
— se arrastra hasta Grenoble para morir, entra por la opuesta. Piensa en los Países los pocos habitantes de la posada y al amigo: si esto tiene una base verídica —
luego de dos encarcelaciones a manos del Bajos de sus grandes triunfos; apenas ha propio posadero: les informó que quería como es común a las mitologías— el
Santo Oficio (en las que se salva del llegado a Holanda, cuando es detenido y despedirse de ellos, y que no se inquieta- acceso a la abadía tal vez no era tan fácil
tormento por remota intervención del encarcelado —por primera y única vez en sen si escuchaban ruidos durante la noche, por entonces para Fausto, y habrá esta-
emperador, quien recuerda aún a su porque esperaba una visita. Cuando todos blecido una última base en sus inmedia-
exbibliotecario). Parece que Fausto sufrió su vida—, en la localidad de Battenberg, dormían, en efecto, fueron sobresaltados ciones, a la espera del momento favorable
mucho esta noticia, y más aún la Eder, situación de la que sale mediante el por un terrible estruendo proveniente de la para llegarse hasta su gabinete. Parece
degradación que la acompañó: Agrippa pago de una fianza muy elevada. planta baja, donde el mago tenía su que, con toda probabilidad, Fausto fue
habría renegado de todas las Desde aquí hasta el momento de su muer- habitación; en un momento, se le oyó abrir asesinado esa noche, y no precisamente
convicciones de la juventud, para te, ocurrida en 1540, poco y nada es lo la puerta y pedir socorro con voz cada vez por el Diablo: su formidable intuición le
alargar su vida unos pocos meses. Al que se sabe de la suerte de Fausto: no hay más ahogada: los aterrados vecinos, no se puso sobre aviso de la proximidad de los
año siguiente es la derrota del jefe de los más noticias de su vida pública, y es de atrevieron a intervenir. En la mañana, el enemigos; la confianza en sí mismo, por su
anabaptistas de Münster, Juan de supo- ner que anduvo errante, tratando de cuarto de Fausto ofrecía uh aspecto atroz; experiencia de brillante hombre de
Leyden (quien se había proclamado rey en- contrar ese lugar pacífico que lo todos los muebles habían sido volcados y mundo, le hizo concebir la esperanza de
de Jerusalén, y vivía con un harén de pusiese a cubierto de las iras de los destruidos; manchas de sangre goteaban que podría negociar una sentencia que
17 mujeres) a manos de las tropas del príncipes y de la Inquisición. Gustav aún en las paredes, y el cadáver mutilado estaba dictada en forma inapelable. Sus
obispo de Waldeck: el triunfador encierra Schwab, afirma que consiguió refugiarse del mago fue encontrado en el jardín, a asesinos no venían a discutir con él —lejos
a Leyden en el castillo de Bevergen, y lo en su gabinete de la abadía de varios metros de la casa, con la cara vuelta estaban los tiempos de Wittenberg— sino
somete a los más atroces suplicios; cuan- Maulbronn, «donde el Diablo lo mató», la hacia la espalda. «El Diablo —dice Spiess a matarle.
do muere, el hereje ha sido mutilado noche que se cumplían los veinticuatro — lo había arrojado contra las paredes y, Resultaba fácil —y coherente— adjudicar
hasta quedar irreconocible. Fausto años pactados; Cari Engel da como lugar cuando estaba moribundo, lo había el crimen al Diablo, para redondear la
comprende que su estrella declina, y del ajuste de cuentas una granja cerca de estrangulado.» leyenda; para que, también en este caso,
busca un lugar tranquilo donde retirarse Cappel, al norte de Do-rum, en Frisia; Salvo el final, creo que la versión de «se cumpliesen las Escrituras». Pero el
a meditar y —tal vez— escribir las obras Zimmern, afirma que murió en el señorío Spiess es la más ajustada. Fausto iba Diablo no opera de esta forma. No, al
que ha prometido (y finalmente de Staufen, en Breisgau: los tres
coinciden en el año 1540.
menos, el Diablo de Fausto, cuya desciende a los infiernos para arrebatar —pera el desafío de quienes intuyen su -ducir una reacción en cadena: si la
sutileza intelectual había enfurecido a el saber: ignoramos si lo consiguió, naturaleza de guardián del Paraíso. reforma ve demonios por todos lados, el
los mejores teólogos de la época. El fin pero es el único hombre de quien se nos Detrás de él, detrás de la terrible apuesta Vaticano debe extremar su celo para que
—o la culminación— de las relaciones cuenta que lo haya intentado (no funda, de saber lo que él sabe, no hay tal no se escabullan los que pululen en sus
entre Fausto y Satán debió ni pretende hacerlo, religión culto Infierno como no hay tampoco tal Cielo: territorios; el verbo satanista de
necesariamente plantearse en el satánico alguno: su proyecto es una sólo la vasta y quieta llanura del conoci- Lutero, Melanchthon y Calvino se
terreno de la inteligencia. exasperación de lo individual, una supre miento, desde la cual los conceptos de percibe como música de fondo de la
-ma tensión entre el hombre y su pecado y penitencia, de bien y mal, de bula Coeli et Terrae (1585), de Juan
Madame de Staël —según cita del destino) Fausto no pacta «para alcanzar crimen y castigo, de Dios y Diablo, se XXII, y de la Omnipotentis Dei (1623),
melancólico Gérard de Nerval, en el el olvido o el placer —acierta Silvetti adelgazan hasta desaparecer en el si- de Inocencio VIII. En el segundo de
prefacio de su traducción del Fausto de Paz—, sino para acercarse a las fuentes lencio. los factores señalados, la repentina
Goethe, de 1840— suscribió un de la vida (...) darse alguna vez por multiplicación del ámbito hispánico
relampagueante comentario sobre la satisfecho significa haber perdido: La Inquisición — Originado en un decreto fuerza a la administración —apenas de-
peripecia del mago: «Nos hace significa la muerte», Al poner su del papa Lucio III (del año 1184), y
reflexionar sobre todo —escribió—, y apuesta a la interminable baraja de la puesto en funciones por el concilio de
sobre algo más que todo.» gnosis, Fausto la pone también a la Toulouse de 1229, el tribunal del Santo
En ese algo más hay que ir a buscar la insaciable voracidad del conocimien- Oficio tardó sin embargo en adquirir su
singularidad de la aventura fáustica y -to cuyo techo —si existe— está por siniestra y merecida fama. Detectar, co-
la desmesura de su propuesta; su encima de todo lo imaginable. La firma rregir y sancionar las herejías eran sus
fracaso —incluido en el punto de del pacto se convierte así en un funciones primarias y específicas, como lo
partida—, importa menos que el formidable crédito favor de la especie: es recuerdan tres bulas de Gregorio IX —del
asombro de que ese planteo haya sido posible saber tanto como Satán, y en ese 1231 al 1233-, pero Gregorio estaba
soñado por un hombre. Saltando por estado el hombre ya no será su víctima demasiado ocupado en combatir al empe-
encima de la magia de su tiempo —y sino su condiscípulo. Con Fausto rador Federico II, y las herejías se aniqui-
de todos los tiempos—, Fausto deja de culmina el apogeo del Diablo porque él laban por medios bastante más expediti-
lado los procesos de simpatía para captar encarna precisamente la redención del vos que los jurídicos (como lo supieron los
el favor de lo numinoso: no quiere Diablo, su posibilidad de paso a la cataros, a manos de Simón de Montfort y
granjearse la amistad del Diablo; cultura como signo de esperanza y no sus cruzados), de modo que el apogeo del
quiere ser el Diablo. Advierte —y ése es de maldición. Detrás de la caricatura tribunal tardó en llegar. Dos factores
el momento que simboliza la firma del de Satán —proterva y monótona en la pueden considerarse como generadores
pacto—, el problema central de la fabricación de un mal que a nadie ni a del esplendor inquisitorial: la madurez
demiurgia: la insustancialidad del mal nada beneficia—, Fausto intuye su del cisma reformista; la conquista de
y del bien, categorías morales previas verdadero rostro: harto de asustar América, y el consiguiente endurecimien-
al conocimiento. En la tradición de los imbéciles, consejos de viejas, de to del absolutismo español. En el primero
Auto de fe celebrado en Madrid en 1680
cultos mistéricos —como Hércules, sermones que han perdido el contacto de los casos, el enfrentamiento de dos
Teseo, Osiris, Orfeo, Krishna o Cristo— con la palabra vivificante, el Diablo es - concepciones fanáticas no tarda en pro -

desembarazada, por otra parte, de la


larga hostilidad con el Islam- a reforzar grado sumo. A mediados del XVII - rios mágicos, y los engendros por el describe la sociedad humana como
los controles, de modo que el poder de -mientras comenzaba a apagarse el estilo de Malleus Maleficarum, de Enrique una implacable e irreversible lucha de
la metrópoli se haga sentir en forma rá- resplandor de las hogueras- diversas Insistoris y Jacobo Sprenger, manual de todos contra todos, por lo que propone
-pida y certera hasta los remotos confi- señales permitían adivinar el fin de las inquisidores considerado cuasi canónico; el cultivo de una moral basada en el
nes del naciente imperio. Así, si el ciclo vacaciones de nuestro personaje; su o el panfleto herético de ocasión, como egoísmo, y el ejercicio despótico del
fáustico -1450-1550- puede ser conside- cautelosa prepa- ración para reaparecer De Tribus Impostoribus (atribuido al poder como única forma de gobierno.
rado como el siglo del Diablo, el que en sociedad, cuando ésta se hubiese emperador Federico II, pero que en Pocos años después, en 1658, John
le sigue -1550-1650- es el del creci- estabilizado lo bastante como para 5 realidad parece haber escrito un tal Milton publicará su Paraíso perdido, una
mieto hasta la hipertrofia de la Inqui- volver a merecer-lo: la segunda mitad Fausto Longiano), en el que se de las obras maestras de la demono-
sición. El Santo Oficio, creado para del XVII, preñada de estos signos, denunciaba como impostores a Moisés, logía de todos los tiempos. En este
combatir y juzgar las herejías, pasará a anunciaba el festival diabólico del Siglo Jesús y Mahoma— el Diablo es una vasto poema —que es al renacimiento
ocuparse básicamente de brujas, magos de las Luces. figura familiar, pero considerada con lo que la Divina Comedia a la época
y sortilegios, extendiendo su base de escaso respeto. El mejor ejemplo de esta medieval—, Milton da otra vuelta de
operaciones al campesinado y al pueblo El Diablo ilustrado — En la literatura del afirmación lo da el teatro isabelino (The tuerca a la reflexión sobre el Diablo, al
llano de las ciudades. No se ha compi- período que acabamos de ver —si se Devil and his Dame L., de William Haugh- presentarlo como el gran atormentado,
lado aún una estadística minuciosa y to- exceptúan de igual forma los grimo — ton, en 1600; The Devil is in it, de Thomas que no ha perdido su majestad pero ha
talizadora de sus víctimas; las parciales Dekker, en 1612; The Devil is an Ass, de agregado a ella la más infinita de las
de que se dispone, permiten sin em- Ben Jonson en 1616), en el que el Diablo tristezas: este príncipe taciturno y som-
bargo conjeturar que fueron decenas es personaje habitual aunque, descendido brío, señor de un imperio frío y desér-
de millares entre Europa y América. al nivel de la comedia cuando no de la tico donde nunca ocurre nada, presi-
La extensa y tediosa bibliografía sobre bufonada, es sólo una parodia de sí mis- dirá siglos más tarde la especulación
el tema —todos los casos se parecen; mo. En la obra de Jonson, por ejemplo, el demonológica de los románticos, y
todos los procedimientos pecan de demonio Pug es enviado a la tierra para buena parte de la actual revisión de la
similares aberraciones jurídicas; todos escarmentar a los mortales, pero éstos son figura de nuestro protagonista.
los inquisidores adolecen de una estul- más astutos y trapaceros que él, y el ángel No por sepultada en la actualidad entre
ticia semejante— me exime de tratarlo tenebroso regresa a los infiernos descor- el follaje de sus obras mayores, es
con mayor detenimiento en estas nado y vencido. menos digna de mención también la
páginas que, por lo demás -como ya se Hay que esperar al Leviathan, del filóso- Historia política del Diablo, que Daniel
ha dicho-, procuran eludir a la ingenua y fo materialista Thomas Hobbes (1588- Defoe escribió hacia 1720, inmedia-
buena gente ejecutada por error o sevicia 1679), publicado en 1651, para encontrar tamente después de su célebre Robinson
en nombre de Satán. la figura del Diablo —invocado en el título Crusoe. A lo largo del XVIII -y, más aún
con uno de sus nombres más devastado- que en la literatura, en la literaria vida
Al Diablo le aburre la estupidez, y res—, presidiendo la tesis de un pensador de los personajes homologados al Dia-
detesta la monotonía, dos característi— Portada de la edición de 1669 pesimista y atormentado: considerado co- blo que veremos en seguida- la exalta-
mo obra infernal por católicos y anglica- ción de una moral demoníaca y libera-
nos, con unánime irritación, el Leviathan dora irá en continuo aumento, hasta la

- cas que la Inquisición poseyó en


gran explosión atea del iluminismo: -luminados en oposición a los iluministas; eruditos de la corte. Cualquiera que -cuperando las viejas tradiciones
rechazado Dios, por su larga defensa del el último radiante mediodía de los magos. hubiese sido su origen (tan incierto como proféticas, y que la Iglesia se apresuró a
oscurantismo, poetas y filósofos verán en la consumación de su destino), hay descalificar como satanistas de cuidado.
el Diablo la imagen de la vitalidad, la testimonios irrefutables de sus Podría mencionarse a muchos de ellos
inteligencia y la cultura, además del Hace ahora doscientos años, en París, excepcionales atributos: dominaba todas (como Juan Engelbrecht, quien asegu-
paladín de una nueva aristocracia del médico siciliano José Bálsamo, conocido las lenguas europeas y varias orientales; raba haber repetido el viaje órfico a los
pensamiento: «¿No era un genio extraor- en su siglo y en los que siguieron bajo el sus conocimientos históricos —que él atri- infiernos, de donde traía precisas instruc-
dinario -escribe Schiller, en 1781- aquel seudónimo de Cagliostro, alcanzaba el buía simplemente a su buena memoria, ya ciones para el bien de los hombres; o el
que osó declarar la guerra al Omnipo- punto más alto de su fama, y los habitan- que habría vivido los hechos en lugar de desdichado Sabbatai Cevi (1625-1676),
tente?... Mejor es quemarse en el fuego -tes de Versalles —comenzando por Luis leerlos relatados en libros—, eran real- quien encarnó durante algunos años la
de Belial, en compañía de Borgia y Cata- XVI— competían por ganarse sus mente portentosos; pintaba y dibujaba reiterada expectativa mesiánica del pue-
lina, que estar sentado a la mesa celeste favores. Fue el último de los grandes ma- maravillosamente, y muchos lo han con- blo de Dios), pero basta con el ejemplo
gos, y su probada relación con la goecia
con todos los imbéciles vulgares.» Por la no escandalizaba a nadie, en una corte siderado el mejor clavecinista de su tiem- de Emmanuel Swedenborg (1688-1772),
misma fecha de este arrebato del autor de donde las favoritas del monarca era po. El conde no ocultaba que sus habili- sin duda el más célebre de ellos, cuya
Los bandidos, Juan Benjamín Ehrard, un devotas del satanismo (la Montespán, dades provenían de la magia, y coquetea- inspiración no se extinguió con su vida
médico de formación kantiana, publicó amante de Luis XIV y suma sacerdotisa ba —sin negarlo ni afirmarlo—, con la sino que se prolonga hasta la actualidad,
una suerte de diez mandamientos al revés satánica había establecido, un siglo atrás leyenda que le asignaba paternidad dia- a través de los grupos o iglesia de la Je-
(«No reconozcas propiedad alguna el ritual renovado de la misa negra entre bólica. rusalén Celeste. El caso de Swedenborg
-pontificaba en uno de ellos, pero afirma las costumbres habituales de palacio). No es extraño que se recurriese al Tenta- es singular porque —a diferencia de casi
que la propiedad es inviolable y apró- Más identificado aún que él con el Diablo dor para explicar lo inexplicable, ya que todos los iluminados—, no sólo no era
piatelo todo»), que fueron considerados fue su inmediato predecesor, el enigmáti- otro tanto ocurrió con Franz Antón Mes- un místico en estado salvaje, sino antes
como una blasfemia de inspiración de- co conde de Saint-Germain, quien apare- mer y su teoría del magnetismo animal, en bien uno de los científicos más consi-
moníaca, cuando no eran en verdad más ció en la corte de Luis XV en 1749, sin pleno período racionalista: si bien los derables del siglo: matemático, astróno-
que las normas de conducta de la burgue- que se supiese de dónde procedía, para envidiosos colegas del exitoso médico sui- mo, ingeniero, miembro correspondiente
sía en ascenso, desprovistas de los evaporarse con igual sigilo unos años zo no solventaron esta teoría desde la de las academias de Estocolmo y San
pudorosos velos de la hipocresía. rnási tarde, luego de establecer el Academia, le dieron pábulo en los salones Petersburgo, y uno de los padres de la
Antes de acabar el siglo, la poesía inglesa perdurable mito de su inmortalidad. El y mentideros parisienses, hasta provocar cristalografía moderna, deviene visiona-
—y, con ella, la literatura protagonizada misterio histórico de Saint-Germain ha la ruina de la reputación del honesto rio a los 54 años, cuando ya era continen
por el Diablo— toca una de sus cumbres, desafiado a los más tenaces investigador, quien tuvo que cerrar su -talmente respetado como sabio eminen-
con la publicación de Matrimonio del frecuentadores de archivos, que han Sociedad de la Armonía y largarse de te. Sus revelaciones —que atacan la orto-
Cielo y el Infierno (1790), del asombroso tenido que conformarse con hipótesis París. En otro plano menos pragmático doxia: no hay más Dios que el Padre,
casi tan fantásticas como la historia que
William Blake. A espaldas del poeta, su el conde relataba sobre sí mismo: según que el de la magia se ha querido ver aunque reconoce en Jesucristo la huma-
centuria dejaba un saldo grato al corazón él, tenía dos mil años de edad, lo que le también el auge de Satán desde mediados nidad de Dios; el hombre puede y debe
de Satanás: el apogeo de la galantería y habría permitido adquirir la cultura y las del XVII: me refiero al de los iluminados, conocer la naturaleza del infierno, y él
los mitos eróticos; el nacimiento de los i- habilidades que eran el asombro de los visionarios que pulularon por la época re- mismo es transportado muchas veces allí
-lo homologan al Diablo para la ortodo- por completo, y el desconocimiento sobre que por cierto le costó la vida. Este caresco de sus tiempos, atravesando en
xia de la época, sobre todo por la profunda la ideología masónica puede decirse que sardónico y desaprensivo ama dor parece todas direcciones la sociedad europea y
influencia que ellas tendrán en el pen- es masivo. Pero en el corazón del haber sido el modelo que inspirara a sus clases sociales. Si hubiera que
samiento teosófico, y en las comunidades ilumi nismo la situación era radical- Tirso —contemporáneo su yo— El elegir un solo ejemplo de la polivalente
francmasónicas y rosacrucianas. De co- mente dis tinta, y la actitud ante la ma- burlador de Sevilla: como se recordará, la presen cia del Diablo en el XVIII, la
mienzos de este pródigo siglo XVIII es sonería llegó a ser un test para eva- obra concluye con el descenso a los obra del veneciano —reflejo fiel de su
precisamente la constitución orgánica de luar la capacidad mental de un inter- infiernos del incontinente sevillano. La vida, según ha podido demostrarse—,
la masonería (en Londres, en 1717), locutor: la indiferencia o el desdén eran estrecha relación del mito con lo demono- sería sin duda la que mejor podría
«bestia negra» de la Iglesia católica, que clara señal de oscurantis mo; así como lógico continúa en la larga descendencia representarla: interlocutor filosófico
tuvo que atribuirle naturaleza diabólica ser masón llegó a ser casi sinónimo de del personaje puesto en circulación por
para paliar de alguna forma el inconteni- ser inteligente. obra de fray Téllez: escritores y músicos
ble crecimiento de su prestigio, sobre todo (Moliere, Mozart, Gluck, Goldoni, Meri-
entre las clases dirigentes, lo que atacaba Tres ejemplos —mítico uno, real otro, y mée, Espronceda) se ocuparán de él, des -
por el eje la seguridad del poder temporal literario el tercero— sintetizan, en el tacando sobre todo su faceta diabólica en
del Vaticano. Nada más injusto y alejado pasaje del renacimiento al iluminismo, Don Juan de Manara, o la caída de un ángel,
de
de la verdad, sin embargo, que la imputa- una de las facetas menos exploradas Alejandro Dumas, y en el inconcluso Don
ción de satanismo hecha contra la maso- pero no por ello menos significativas de Juan, sutil poema del luciferino lord
nería: anticlericales y herederos de la nuestro per sonaje: sus dotes de seductor Byron.
tradición gnóstica y del ritual iniciático y libertino; las aventuras y los métodos El hombre que fue el mito en la vida real,
para acceder al conocimiento, los maso- del Diablo galante. es una de las personalidades más fasci -
nes están cerca de una cierta idea del El mito —que alcanzará su definitiva nantes del siglo XVIII, al que representó
Diablo (como demiurgo: tal como lo he- universalidad a través del Tenorio de magistralmente en sus grandezas y en sus
mos visto reiteradas veces), pero en las Zorrilla, en la segunda mitad del XIX—, miserias, y —sin duda— en su concepción
antípodas del irracionalismo satanista, no es otro que el Don Juan, amante y majestuosa y a un tiempo charlatana del
las misas negras, y las distintas variantes satanista, protoíncubo de la dramatur- Diablo. Se llamaba Gian Giacomo Casa-
sacrilegas de la superstición. Con distin- gia de Occidente. Según Alonso Cortés nova, había nacido en Venecia el 2 de
tos métodos, porque los tiempos eran —y, posteriormente, Gregorio Mara- abril de 1725, y murió cuando trabajaba
otros, pero el mismo objetivo (la neutrali- ñen— el primitivo Don Juan no ha- de bibliotecario del conde de Waldstein,
zación del adversario) la Iglesia desarro- bría sido otro que el conde de Villa- en Dux (Bohemia) a comienzos de junio
lló implacablemente su estrategia de des- mediana (1580-1622), poeta y seductor de 1789. A través de sus copiosas y deta -
prestigio contra la masonería, como en impeniten te —Cortés afirma que era lladas Memorias (doce volúmenes, en la
forma más expeditiva lo había hecho para homosexual, sugiriendo la tesis que edición original de Leipzig, 1826-1838),
aniquilar a cataros y templarios. Hoy por Marañón desarro llará en su Biología de el caballero de Seingalt —falso título que
hoy —y España es un caso extremo, como Don Juan—, que llevó su audacia hasta adoptó para disimular sus orígenes entre
cualquier lector sabe recordando años enamorarse de la veinte añera Isabel de la nobleza del siglo— nos proporciona el
D on Juan y el com endador, según Goya
recientes—, ese objetivo se ha logrado casi Borbón, mujer de Feli pe IV, extremo fresco más abigarrado, polifacético y pi-

de Voltaire, espía a sueldo en misteriosas


misiones, acosado perpetuo por las Cazotte fue, sin embargo, un hombre; funciones conoce a Soberano, un -no).
deudas pero con un crédito interminable, extraordinario. Con poco más de veinte nigromante que asegura —y demuestra— A partir de aquí, la novela —que parecía
prisionero y evadido de la terrible prisión años, conoció tempranos éxitos literarios tener a su servicio un demonio, cosa que extraída de cualquier grimorio de siglos
de Los Plomos (proeza que, por en los salones de la época, a través de hace perder la cabeza al joven Álvaro, anteriores— entra en el vértigo de lo
inverosímil, no tardó en atribuirse a poemas y canciones que —so capa de empeñado desde allí en compartir la imaginario. Deseoso de deslumhrar a los
Satán), falso alquimista, mago de fábulas edificantes— narraban historias sabiduría de su amigo. Este le explica que nigromantes que lo han iniciado, el
ocasión, racionalista avant-la-lettre, ateo maravillosas, recorridas por la inquietud, los demonios son en verdad menos extremeño pide a la perra que se
y sin embargo panteísta, inteligente, en las que velada o explícitamente solía poderosos que los hombres, pero que se convierta en un paje (quien —notable
cínico, sentimental, voluble, díscolo, aparecer el Diablo. Llevado por su natu- valen del miedo que provocan en ellos hallazgo— debe disfrazar con esfuerzos
resentido, pragmático, escéptico y, sobre raleza retraída, Cazotte elude pronto esta para sojuzgarlos: sólo en caso de estar su condición, porque aún como ser
todo, erotómano hasta el riesgo y la incipiente celebridad y elige radicar en la seguro de soportar el horror de su humano sigue siendo hembra) y organice
obnubilación, Casanova sintetiza como Martinica, donde se dedica a la agricultu- presencia, debe tener uno la temeridad de una fiesta para sus amigos. Acabados los
nadie al siglo del Príncipe de este mundo. ra, se casa y tiene hijos, organiza con é- convocarlos. Álvaro acepta las condicio- prodigios de ésta, y regresado al cuartel,
Ambiguo y equívoco, vital y astuto, xito la defensa contra los ataques ingleses nes y es llevado —por Soberano y otros le queda a Álvaro como testimonio de la
seductor y apasionado, el Diablo de y amasa una fortuna. De regreso, dos dos nigromantes desconocidos—, a una veracidad de lo ocurrido la presencia de
Casanova es la culminación de las décadas más tarde, es estafado por la cueva ceremonial, en la que es dejado su servidora, de la que no sabrá cómo
«pompas y las glorias»: no ofrece nada Compañía de Jesús —a la que había con- solo, luego de proveerlo de fórmulas para librarse. La maestría de Cazotte, a partir
más allá de la carne perecedera, pero fiado su capital—y se encuentra otra vez asegurar la eficacia de la convocatoria. de ese momento, consiste en
hace de su disfrute y su ejercicio una pobre; escéptico como siempre, pero ya Cuando Álvaro las pronuncia, se raja el convencernos de los argumentos de
ceremonia solar, una exaltación del viejo como para intentar el resurgimiento techo de la caverna y, entre el chisporro- Biondetta —quien declara ser una sílfide
individuo en medio de la locura de la de su esplendor material. En la frontera teo de luces cegadoras, aparece la espan- enamorada de la audacia de Álvaro en su
historia y la pretendida trascendencia de del medio siglo, toma contacto con la cara tosa y desmesurada cabeza de un camello, trato con los demonios—, al mismo
las ideologías. Pocos recuerdan en oculta del iluminismo, se hace amigo de quien con voz atronadora le interroga: Che tiempo que éstos convencen a su señor.
cambio la vida y la obra de Jacques los filósofos martinistas, y comienza a vuoi? Álvaro, a punto de desfallecer, Luego de múltiples peripecias —
Cazotte, nacido en Dijon a mediados de soportar sus complejas pero beatíficas recuerda que su única salvación consiste Biondetta es agredida y casi muerta por
1720, y ajusticiado en la place del visiones, todas ellas de corte escatológico. justamente en no manifestar su miedo, y una amante despechada del capitán, éste
Carrousel, de París —convicto y confeso Por esos años, tropieza con la obra de su contesta en forma arrogante a la aparición; se enamora finalmente de ella, la pareja
monárquico—, hacia el crepúsculo del 25 vida (El Diablo enamorado), cuya como estaba previsto, ésta se anonada, tras vive en Venecia y en Brenta, aunque la
de septiembre de 1792. Su nombre no primera edición es de 1772. La absoluta lo cual el español le ordena aparecer en hidalguía del caballero le impide poseer
figura en las enciclopedias; en relación novedad de la novela —a la que un una forma más grata a la vista, por a su amada hasta no contar con el
con los iluministas y los iluminados, no epílogo forzado y moralizante no quita ejemplo un cachorro de spaniel, que el consentimiento de su madre, doña
se decantó por ninguna de ambas nada de su concepción maravillosa—, monstruo vomita de inmediato. Álvaro Mencia— la pasión se impone, y Álvaro
corrientes de la dialéctica del XVIII: tal merece una síntesis. Don Alvaro, su juega con el animalito, quien «se echa sucumbe a los encantos físicos de su
vez ese eclecticismo, si no impidió su protagonista, es un capitán extremeño de sobre la espalda como para pedirme Biondetta, a quien hace el amor a una
ejecución al menos le aseguró el olvido. veinticinco años, a cargo de la jefatura de perdón; vi entonces que era una hembra», jornada escasa de su castillo natal. Es
la guardia del rey de Ñapóles. En esas y lo bautiza Biondetta (rubiecita, en italia- entonces cuando —al poseerlo porque la
ha poseído—, ella se decide a confesarle con esta recomendación: «creedme, esta- ciendo a una respuesta ctónica a la pre- alianza de lo demoníaco con el principio
la verdad: «Soy el Diablo, mi querido — bleced vínculos legítimos», que es todo ponderancia masculina en la liturgia de la femenino hay que buscarla por el
le revela—, soy el Diablo.» Ante el uníprograma para la futura vida de luz. costado antropológico. No hay dudas
desconcierto de su hombre, la Álvaro, y un melancólico resumen de lo Responsable de la pérdida del Paraíso, su casi, en la actualidad, de que los cultos a
hermosísima encarnación de Lucifer que acaba de perder. interminable culpa es duramente señalada la Magna Mater configuraron las
reflexiona tristemente: «Era necesario Gazotte —a quien La Harpe atribuye en las religiones mosaicas: «Y hallé que experiencias más antiguas de la
engañarte —le dice— para hacerte videncia profética en todo lo relativo a la es la mujer más amarga que la muerte humanidad. En retroceso desde que las
razonable al fin. Vuestra especie escapa a revolución francesa y el subsiguiente te- -dice el Eclesiastés (VII, 26)- y lazo para culturas recolectoras y, por lo tanto
la verdad: cegaros es la única manera de rror—, no previo posiblemente la larga el corazón, y sus manos, ataduras. El que nómadas, dieron paso a las culturas se -
haceros felices. ¡Ah, mucho lo serás, si descendencia de su obra: si él fue el agrada a Dios escapará de ella, mas el
quieres serlo! Me propongo colmarte de primero en considerar la posibilidad del pecador en ella quedará preso.» Scribo-
felicidad. Y estarás de acuerdo conmigo amor en el Diablo, sus hijos —los román- nius Largus, médico romano de fines del
en que no soy tan repugnante como me ticos del XIX— llegarían a sospechar que siglo I, asegura que los demonios se dedi-
pintan!» en la propuesta de rebeldía y de pasión caban con preferencia a las mujeres, por
Mediante un denodado esfuerzo de la que significa el Diablo, reside justamente ser éstas más profundamente voluptuosas
voluntad —y, agregaría, un considerable la única y remota epifanía del amor. y fáciles de seducir que los hombres.
anclaje en sus represiones— Álvaro Tertuliano es de la misma opinión, así
consigue escapar del encantamiento, y El Diablo y las mujeres — Diversos auto- como Vindiciano, amigo de san Agustín, y
obtener la absolución de su madre, res —desde posturas tan extremas como el propio Agustín en La ciudad de Dios.
reforzada por sabios consejos de un otorgarles el privilegio del misticismo o La patrística abunda en definiciones como
teólogo de Salamanca llamado al efecto. el privilegio de la histeria— han intentado «puerta de Satán» (metáfora altamente
Que yo sepa, es esta la primera y única justificar la preferencia histórica de Satán representativa de las angustias físicas de
obra literaria que revela —desde su título por la mujer. No conozco ningún estudio su autor) para definir a la mujer, y san
— la capacidad de amor de Satanás. Ni concluyeme al respecto, pero cualquiera Damián no vaciló en llamarla «víbora
en un solo momento ese amor se rebaja a sea el motivo del Tentador para preferir la venenosa y tigresa sedienta». Insistoris y
la parodia, a la estratagema tendida para complicidad de las hembras, el hecho es Sprenger, en su reputadísimo Aíalleus
obtener otros fines: Biondetta ama en innegable y merece una meditación: Ma-leficarum, son autores de esta inefable
Álvaro exactamente las cosas que el Dia- desde los cultos diánicos de carácter definición: «La mujer supera al hombre en
blo ama en el hombre (su valentía, su silvícola (que se continuarán en la más superstición, sensualidad, mentira y
voluntad de conocimiento), y es él y no elaborada ritualización de las ménades y frivolidad; y, en su deseo de venganza,
ella quien rompe el encantamiento; quien las bacantes) hasta el satanismo contem- como carece de fuerza física, busca la
retrocede —desautorizando los motivos poraneo, pasando por el largo apogeo de alianza con el Diablo; con sus encantos,
del amor— para ir a hundirse en la las brujas o las misas negras de la Montes tiene también el medio de satisfacer su
mediocre virtud de doña Mencia, y en los -pán, las mujeres han sido las sacerdotisas lubricidad vindicativa.»
Un demonio se burla de una dama presumida
consejos del teólogo, que cierra el relato por excelencia del Diablo, como obede- La explicación más coherente de esta
ras sedentarias y a la consiguiente inven- —que ha estudiado este fenómeno fluencia de su amado salvó de un triste
ción de la ciudad, estos restos matriarca- profundamente en The cult of witches in fin: acusada de impiedad por el poeta
les se convirtieron en sustrato de la Western Europe— señala la cómico Hermippo, fue juzgada por esa
nueva sociedad patriarcal, erosionándola supervivencia de los rituales diánicos causa, y la absolución no fue bastante para
profundamente hasta bien entrado el si- durante los siglos de apogeo de la despejar las dudas de sus contemporáneos.
glo XV de nuestra era, una época en la Inquisición, y concretamente en el caso Otra Aspasia —sacerdotisa de Venus en
que ya las mujeres llevaban más de mil del proceso contra Juana de Arco (como Ecbatana, llamada la joven—, fue acusada
años alejadas del culto. Margaret Murray se verá más adelante). La profunda huella de tratos con las potencias infernales,
del rol femenino como elemento única explicación que se encontró para
heterodoxo dentro del poder y la religión justificar la inmarchitable perennidad de Catalina II de Rusia, grabado histórico de
organizada, se remonta inclusive a los su belleza: mujer de Ciro el Joven, pasó a Alexiowna
veda: allí se nos habla de Draupadi, serlo de su hermano Artajerjes Mnemón a
esposa común de sus cinco hermanos a la muerte de Ciro, durante casi cuarenta dad egipcia asimilable al mito del
los que conduce al exterminio, y de Sita años; contaba en todo caso más de sesenta «doctor divino», por lo que suele
—mujer de Rama— que es raptada por un cuando el futuro Darío III — hijo de confundírsela con Esculapio). Una vez
demonio, en buena parte debido a su Artajerjes— se enamoró impetuosamente muerta, su cadáver fue descuartizado por
consentimiento. En las tradiciones celtas de ella, hasta el punto de que su padre la muchedumbre: su obra, que era
—que la Europa occidental ha heredado tuvo que consagrar a Aspasia al extensa, se perdió con el incendio de la
mucho más allá de lo que se atreve a sacerdocio de Venus para hacerla biblioteca de Alejandría.
reconocer— la mujer es también intocable. Se ignora cuándo murió, pero No sólo filósofas y cortesanas, sino
homologada al bosque, a la oquedad de bajo Darío III (336-330) vivía aún: pasaba mujeres que estuvieron en el poder -o lo
las peñas y el desamparo del calvero, a la de los ochenta años, y es fama que su ejercieron detrás del trono- fueron iden-
humedad vegetal y las sorpresas de la belleza no fue ultrajada por el tiempo. No tificadas con el Diablo a lo largo de la
noche: a todo —en una palabra— lo que sólo por bella —que lo era en grado sumo, historia. Entre las principales destacan la
alude al terror por la memoria de un según afirma Hainchelín— sino por esplendorosa Teodora de Bizancio (500-
orden derrotado pero latente; una supe- inteligente, fue sospechosa de satanismo 548), cuyo pasado de prostituta de
rioridad en cierto modo usurpada por el Hipatía (380-415) filósofa y matemática suburbio pudo haber influido en el juicio
hombre, que no se resigna a morir, y alejandrina, hija del matemático Teón, de sus envidiosos contemporáneos; la ce-
puede regresar desde el ominoso pasado quien creó y dirigió una escuela platónica lebérrima Lucrecia Borgia, a quien una
de la fábula. famosa en su ciudad natal. Instigadas por tradición no verificada históricamente
Diversas mujeres, en la antigüedad clási- la elocuencia de san Cirilo, patriarca de cargó siempre con el rol de inspiradora
ca, fueron asimiladas al Diablo, o crearon Alejandría, las turbas cristianas la de su demoníaca familia; la intrigante
leyenda de ser sus representantes. Así lapidaron cuando los desórdenes que Catalina de Médicis, de larga relación
ocurrió con Aspasia de Mileto, célebre culminaron con la toma y destrucción del con el perfumista Ruggiero, uno de los
amante de Pericles, a quien sólo la in- serapeum (templo de Serapis: divini- grandes magos negros del rnacimiento; o
Un rito diabólico según una versión moderna
o la imponente Catalina II de Rusia, negativa a jurar sobre los Evangelios ridad de los viejos ritos paganos, a los
arquetipo de la ninfomanía y el (muy al final se conseguirá que acepte que se entrega en carácter de pontífice y
libertinaje para la imaginación popular nacerlo sobre un misal); la revelación de aun de dios encarnado. Tiene prisa en
de los últimos doscientos años (se le que las voces la visitaron por primera vez recuperar el tiempo perdido, y de ahí la
atribuyen las célebres Memorias de una junto al «árbol de las Hadas», y el hecho ferocidad de su conducta: sabe que
princesa rusa, texto anónimo que merece de que ello haya ocurrido cuando contaba dispone sólo de nueve años (el ciclo de
ser considerado como el Quijote de la trece años, edad canónica del pacto del la enéada, límite de la encarnación del
pornografía). Pero acaso la figura Diablo con las brujas; su permanente dios hasta su sacrificio), al cabo de los
femenina relacionada a mayor altura con referencia a «los santos» (espíritus libera- cuales deberá provocar su martirio si éste
el Diablo —tal como se lo entiende en dos que casan perfectamente con el pan- no se produce por imperativos exteriores.
este libro- haya sido la de Juana de Arco teísmo diánico) cada vez que se le En el límite de su tiempo, precisamente,
Acta del proceso de brujería contra Juana de
(1412-1431), procesada y muerta en pregun- ta sobre Dios; su negativa a rezar Gilíes abandona toda prudencia; busca
condiciones del todo anormales para la el padrenuestro como no sea en Arco ser descubierto y, cuando lo consigue,
época, si no hubiese detrás del sumario confesión (circunstancia que sellaría la espanta a sus jueces con la narración de
una verdad más inquietante que se boca del confesor, quien no podría atrocidades que incluyen la antropofagia,
impidió que saliera a la superficie. aportar al tribunal lo confesado por Juana, sólo era una camarada, sino que estaba extremo que no entraba en la
Margaret Murray ha estudiado detalla- so pena de sacrilegio). Parece lógico que, especialmente bajo su protección, y es imaginación de sus captores. Dos
damente el caso, y su conclusión es que en este encuadre, sus jueces no hayan natural pensar que su honor estaba en detalles aún, señala Murray en la muerte
Juana fue la última emergencia de la vacilado en identificar al san Miguel juego. Pero si la consideraba como una de ambos amigos: las cenizas de Juana
antigua religión silvícola de las hadas; su protector de la doncella con el víctima predestinada, elegida y apartada son recogidas por sus partidarios «y
derrota habría significado el fin histórico mismísimo Diablo, y se hayan para la muerte —como lo requería la esparcidas sobre el agua» (rito lustral de
de estos cultos, su irremediable avasalla- apresurado en consumar el sacrificio de religión a la que ambos pertenecían— no regreso del principio femenino a lo
miento a manos del cristianismo Juana ante la pasividad de sus propios podía hacer otra cosa que permanecer indeterminado); la hermana de Gilíes
triunfante. Esto torna coherentes las partidarios. Esta pasividad es por lo inactivo y permitir que se consumara su construye un túmulo sobre su sepulcro,
abundantes zonas oscuras del proceso de menos extraña —el duque de Alençon destino.» al que las recién paridas de la región van
la doncella de Orleáns: se refiere siempre («le beau-duc» tantas veces mencionado Desde esta misma perspectiva resulta cla- a rezar «en demanda de leche» (rito de
a los cristianos como si fueran gentiles por la mártir) y el mariscal de Francia ra la inconcebible trayectoria del mariscal, fertilidad asociado con la encarnación
(oye y ve las voces «entre los cristianos», Gilíes de Rais, sus valedores, se mantie- en quien —a causa de sus asesinatos del principio masculino). Queda, por
que no se aperciben de ellas); el uso de la nen a la expectativa durante el largo masivos de niños, luego de sodomizar-los supuesto, mucho por investigar en esta
cruz como señal de mentira, en el código proceso—, si no se acepta la teoría del —, la tradición europea ha querido ver no historia por tantos motivos
escrito que mantenía con sus partidarios; cumplimiento místico del destino de Jua- sólo al Diablo, sino a la misma encar- incomprensible, pero es bien venida una
su insistencia en vestir ropas masculinas na. «Parece increíble —escribe Margaret nación del Anticristo. Tironeado por las teoría que no se conforma con la
(necesidad esta relacionada con la Murray— que un soldado del carácter y la dos religiones que signaban su vida, Gilíes simplicidad de las casualidades nacidas
expectativa sote-riológica del culto posición de Gilíes no haya hecho nada se somete a la nueva hasta que la amistad del mero azar.
diánico, según el cual el dios redentor por salvar a Juana por el rescate o por la de Juana —y su posterior martirio— le
aludirá a la androginia); su fuerza, cuando ésta fue capturada. No convence de la vigencia y superio-
LA METAMORFOSIS DEL DIABLO Thomas Mann, como ya se ha visto, los románticos era —a dos puntas—, de
minimiza el aspecto físico del Diablo, raíz anticlerical, y de rechazo a las
precisamente porque acentúa la trascen- reglas de juego del establishment; desde
dencia de su peso en la aventura humana. un punto de vista religioso —que
La filosofía existencialista acota aún más culminará con los parnasianos—, eran
el campo con su concepción del «hombre esencialmente panteístas: cuando creían
Aun cuando posee una lujosa fachada para la muerte», y Sigmund Freud (El convocar al Diablo, lo hacían en
demoníaca —sobre todo a través de la repliega; prepara, como tantas otras ve-
ces, una estrategia basada en la malestar en la cultura) acepta la inevitabili- realidad a los demonios, en tanto
obra de sus escritores—, el XIX es un dad de la represión. En una palabra: el fuerzas del mal, o de otra ética reñida
siglo de empobrecimiento del Diablo. metamorfosis, que esta vez llevará hasta mal es inevitable; el hombre debe morir; con la de la sociedad en que vivían. La
Sólo hacia finales de él —Nietzsche la radicalización más absoluta: la su única patria es la tierra, y su única búsqueda desesperada de la simbolo-
mediante— la especulación sobre el progresiva pérdida de identidad formal posibilidad de trascendencia es el conoci- gía ocultista en Nerval; la
enemigo de Dios retomará vuelo, con la que aparece en el pensamiento miento; el Diablo no existe porque Dios programática inconformista de Petrus
readquirirá una hondura metafísica de contemporáneo, argucia por la cual ha no existe: el hombre está solo. Borel (los revulsivos Cuentos inmorales,
la que se había visto largamente conseguido convertirse finalmente en la Esto es precisamente lo que quería decirle en 1833; su periódico Satán, en 1844); el
privada. Desde luego que no se puede pura idea del mal, sin que haga falta el Diablo desde el comienzo de los opio de Teófilo Gautier y Thomas de
considerar a Nietzsche —ni a su convocarlo por su nombre o dotarlo de tiempos. Quincey (y, en este último, la apología
genealogía inmediata: Schopenhauer y característica alguna para que presida el del asesinato); la atracción del abismo
Goethe, principalmente— como demo- pensamiento de los hombres (aun de Pero antes de conseguir esta suprema en Poe (The Imp ofthe Perverse, que tanta
nólogo en el sentido burdo y supersticio- los que suponen que la desaparición de metamorfosis que consiste en el abando- influencia tuvo en Baudelaire, cuyo Los
-so de un Bodin o un De l'Ancre: aludo su fantasmagoría ha implicado la no de toda forma, nuestro protagonista paraísos artificiales es otro buen ejemplo
aquí, por el contrario, a la solaridad desaparición de su esencia). Ya atravesó un siglo de dificultades. Ignora- de lo que se viene señalando); la
apolínea de Goethe, o a la revaloriza- Dostoievski, al final de su vida (en Los do por Hegel y por Marx, subalternizado necrofilia de Becquer en sus Leyendas;
hermanos Karamazov), presenta al Diablo por el espiritismo de Alian Kardec y sus la iconoclastia de Giosue Carducci (Inno
ción del hombre desde una perspectiva huestes; desprestigiado por los teósofos a Sotana, 1865); la convocatoria a la
zoroastriana en el filósofo del Sils-Ma- como un pulcro y atildado caballero,
vagamente escéptico, en las antípodas como madame Blavatsky y compañía; demencia de Hoffman; el ajenjo de
ría; o sea, al Diablo tal como lo hemos reducido al más elemental satanismo du- Ver-laine, o «el desarreglo sistemático
visto con frecuencia en estas páginas: del horror físico y la escenografía
infernal. En los años treinta, Mijaíl rante el apogeo de las sectas rusas, ani- de todos los sentidos», preconizado por
demiurgo instigador antes que reden- quilado por el positivismo, desplazado Rim-baud, son respuestas —
torista, enemigo de los conceptos de Bulgákov (1891 -1940) pondrá su por la metapsíquica (cuyos titubeantes extraordinarias y, en algunos casos, de
culpa y expiación y, en consecuencia, de extraordinaria novela El Maestro y progresos provocarán el parto de la pa- una incomparable grandeza moral— al
la moral de la derrota y el someti- Margarita, bajo la advocación de este rapsicología), a Satán no le quedó ni hastío provocado por el mundo, a la
miento. diálogo del Fausto de Goethe: «Aún así, siquiera el recurso de refugiarse entre los hipocresía reinante, a la injusticia y a
Por tanto, durante el XIX -y salvo excep- dime quién eres» / «Una parte de románticos, a pesar de que ellos enarbola- la sospecha de la inutilidad de todo
ciones que se mencionarán-, el Diablo se aquella fuerza que siempre quiere el mal sen su nombre como bandera. Esta apa- esfuerzo. No hay que olvidar que sus
y que siempre practica el bien.» rente paradoja tiene, sin embargo, una vidas son contemporáneas de las de
explicación sencilla. El demonismo de los nihilistas rusos, cuya ideología
extremista no es más que la exas - Así, pues, el Diablo del XIX es TERCERA PARTE D e los nom bres del D iablo
peración —ante circunstancias básicamen te un gran personaje literario,
objetivas muchísimo más duras— del que no alarma ni inquieta la vida de los
pensamien to romántico (sin el hombres, aunque los estimule a la
esteticismo que le agregarían ampliación de la conciencia y a la
simbolistas y parnasia nos). rebelión. En el último tercio del siglo
Si este caldo de cultivo es grato para la aparecerán inclusive las semillas de su
proliferación del demonismo, también degradación (el satanis mo), tal y como
es cierto que cae fuera de la estrategia se lo practica en la actualidad (ver Los
demonios están entrenosotros ). Pero ése
central del Diablo. Porque el Diablo es será el tema de la conclusión de este
monoteísta; más aún: es el principal libro, que se detiene ahora en el proceso
mono teísta. Por eso lo hemos visto de la mayor estratagema concebida por ¡Oh, Satán! ¿Qué te importa el bárbaro furor
progresar hasta alcanzar su apogeo Satanás para sobrevivir: dejar de ser, nazareno del rito impúdico? ¿Qué importa que el
durante la refor ma: porque para él, para convertirse en un personaje de ficción; enemigo quemara antaño tus templos con la
la certeza de su identidad, es «convencernos de que no existe», como antorcha sagrada y que derribara y esparciera las
imprescindible la severa, la estricta escribiera el lúcido y atormentado estatuas de Argos? / El pueblo, de digna memo-
idea de Dios. Baudelaire. ria, te dio asilo, exiliado, entre los dioses lares de
sus chozas, y por esta vía, hinchando de amor un
seno palpitante de mujer, tú, Dios ardiente y
amoroso, impulsas a la bruja, pálida en su eterna
congoja, a socorrer a la doliente naturaleza
humana.

(Giosue Carducci - Himno a Satán)


EL EJERCICIO DE LA PLURALIDAD

Al Diablo, como hemos visto, le gusta tenemos, por ejemplo, en las consejas
cambiar de rostro, de sexo, de vestido. populares españolas, los apodos de FALTA
Según la época y la oportunidad, Pedro Botero, Perete, Perecho, Patillas,
encarna bajo formas humanas o se en- el Chápiro o el Mengue, entre los más
cubre detrás de mayores sutilezas: para habituales, que corresponden a los más
entrar al Arca de Noé tomó el aspecto internacionales de Pedro Trabajos,
de una gota de miel; para poseer a una Compadre Martinito o Don Dineros.
abadesa alemana —según cuenta Horst, Diversos autores nos informan que en
en su Demonomagia— no vaciló en Escocia se le conoce como Oíd Man, en
el Mediodía francés como «le vilain»,
habitar una inocente hoja de lechuga. en Alemania como «der böse Feind», en
Si tantas y tan variadas han sido sus Portugal como «o pecado». En la edad
presentaciones, no parece casual que o- media, durante la época de las grandes
tro tanto haya ocurrido con sus nom- pestes, se le conocía popularmente como
bres. En muchas tradiciones populares, «el mono de Dios» (según la extendida
se elude nombrarlo directamente -como creencia de que lo. imita en todo, pero
una forma de evitar convocarlo-, y se le siempre con un puntillo de desacierto).
llama de una manera convencional, que Lo que se presenta a continuación, sin
sin embargo todo el mundo entiende: el embargo, no es una lista de generali-
maligno, el enemigo, el tentador, el dades que más o menos disimulan al
maldito, el hombre negro, el hombre Diablo -por temor, como se ha dicho, y
rojo, el príncipe de las tinieblas, y otros no pocas veces por reverencia-, sino todo
tantos apelativos. lo contrario: una antología de sus mani-
Un paso más cerca en la confianza to- festaciones, con nombre propio y atribu-
ma ya un nombre propio, que suele os- tos determinados, según la han ido esta-
cilar entre la chanza y el temor, extre- bleciendo los más eminentes
mo este último que disimula el demonólogos, desde
seudónimo. Así
cular es tan devoto de las llamas que se uno de sus personajes de confianza, ya
dedica a provocar los incendios. Parece que es el encargado de su guardarropa.
ser el mismo que en las tradiciones talmú- Acaso por esto, ya que no por su
dicas es llamado Thamuz. grandeza, los asirios gustaban de estar a
bien con él, y solían ofrecerle sacrificios
Adramelech. Si bien no tiene gran jerarquía humanos. Los talmudistas aseguran
política o militar en los infiernos, goza de que encarna bajo la figura de un pavo
gran predicamento junto al Diablo y es real.
Agarés. Tiene el aspecto de un señor
maduro y afable, y en otros tiempos
solía presentarse con un milano en el
puño. Si hay que creer a Wierius (en su
Pandemónium) monta en un cocodrilo,
pero este último extremo no parece
conciliar con su afabilidad. Es políglo-
ta, y gusta de enseñar las lenguas que
conoce. También da valor a los pusilá-
nimes y es buen abogado para quienes
confían en él un ascenso en su carrera.
Pertenece a la cofradía infernal de las
Virtudes.
Agathion. Demonio bonachón que sólo
es visible al mediodía. Afirma Leloyer
(en Discurso e historia de los espectros)
que
se deja encerrar en un talismán o en una
botella, para mejor servir a quien
establece un pacto con él. Sus poderes
son limitados, pero se puede contar
con su fidelidad.
Alastor. Demonio severo e implacable,
máximo ejecutor de las sentencias del
Diablo. En el zoroastrismo se lo cono-
Los demonios Astarot, Abaddón y M ammón, ce por esto con el apodo de «el verdu-
según eran imaginados en elXVIII
s. y recogidos go». Desde antiguo se le identifica con
por Francis Barret en 1801 los remordimientos.
Algol. El Diablo, entre los astrólogos vea en posesión de instrumento alguno. tan farragosas como cambiarlos de
árabes. Los árboles se inclinan ante su voz. lugar, crear celadas y señales falsas para
confundir a los hombres. Este triste y
Alocer. Monta un alazán enorme, y su Ammon (o Aamón). Es el demonio de laborioso demonio ocupa sus escasos
rostro es leonino y de ojos ardientes. mayor vigor físico, y ocupa un puesto ratos libres en tareas terroríficas: toca
Carece de sentido del humor, pero en importante en la corte infernal. Vive con las campanas a medianoche, hace
su estilo docto y grave es buen maestro comodidad en la forma de un lobo, y aparecer los espectros, enciende los
en astronomía y ciencias matemáticas. cuando adopta la humana se le reconoce fuegos fatuos. Su estigma es que no
por la dentadura canina. Reconcilia cuan puede conocer el amor.
Alpiel. Demonio de poca categoría, de -do quiere a los amigos que han pelea-
carácter indolente y bucólico. Se espe- do, y fuerza a los enemigos de sus prote Andras. Antiguo demonio vasco, que tal Asm odeo
cializa en proteger los árboles frutales. -gidos a pedirles perdón y sometérseles. vez fue en sus orígenes una jerarquía
hembra (Sánchez Calvo cita la raíz
Alrinach. Demonio hembra, organizado- Amy. Uno de los más poderosos euske--ra andra como «fuerza» y también
ra de catástrofes meteorológicas. Tam- príncipes infernales, aunque en la tierra como «señora»). En todo caso se el terror de los mineros ya que muchos
bién hunde los barcos, y acaso en aten- sus funciones son versátiles y poco asegura que tiene cuerpo de ángel y de ellos mueren al contacto con su
ción a este hobby sólo se deja ver por fiables: ayuda a encontrar tesoros cabeza de búho, y que va armado de espantoso aliento.
los marinos. En el ejercicio de sus mal- ocultos, es amigo de los artistas, otorga sable. Su disciplina es enseñar a matar,
dades, sin embargo, se limita al área de a sus favoritos la habilidad para por lo que se le considera protector y Ascaroth. Poco se sabe de él, acaso
Occidente. congraciarse con sus subalternos. Es asistente de los asesinos. porque su especialidad le recomienda el
uno de los pocos jerarcas que aún sigilo y la prudencia: es el patrono de los
Alrunesias. Demonias que, de su conserva nostalgias del cielo y —al decir Andrialfo. Demonio importante, que se espías y de los delatores.
comercio con los hombres, parieron a del demonólogo Wierius— aspira a esconde en el cuerpo de las aves de corral.
los hunos. Los antiguos germanos las volver allí así que pasen doscientos mil Rara vez toma forma humana, por temor Asic-Pachá. Demonio turco, francamen-
adoraban en la forma de estatuillas de un años. a ser reconocido, ya que por razones que te benévolo, gran conocedor de todo
pie de alto, a las que prodigaban grandes se ignoran pierde en este caso una buena cuanto se relaciona con el amor y el e-
cuidados —dándoles inclusive de comer Anamalech. Demonio oscuro, portador de parte de sus potestades, y se ve obligado a rotismo. Pocos tan eficaces como él pa-
y beber— para evitar que gritasen, ya malas noticias. En la antigua Sepharaim servir a quien lo haya descubierto. Es ra excitar a los amantes, anular la frigi-
que sus aullidos se consideraban como se le rendía culto, precisamente para excelente maestro en el arte de la discu- dez o curar la impotencia. Su celo pa-
indefectible presagio de desgracias. conjurar su infausta costumbre. Cuando sión y sus validos aprenden de él cómo ternal llega hasta facilitar el embarazo
Collin de Plancy (Diccionario infernal) se hace visible, suele adoptar la forma mudar de aspecto y de figura, de modo de las mujeres que lo desean, y cuidar-
las identifica con las mandragoras. de una codorniz. que pueden desaparecer en los más apu- las para que no sufran demasiado en
rados trances. los partos.
Amudscias. Es un unicornio, pero Anazaret. Es el principal de los tres
cuando se le convoca adopta forma demonios encargados de la custodia de Aneberg. Demonio alemán, con aspecto Asmodeo. Llamado «el destructor», es
humana. Es devoto de la música, y ofre los tesoros ocultos (sus compañeros son de gigantesco caballo, que vive bajo uno de los demonios de más rancio
-ce conciertos maravillosos sin que se le Goziel y Fecor), e incluso de operaciones tierra y carece de todo rasgo amable. Es abolengo.
europea» contemporánea. No parece
difícil aceptar este último extremo ya - mo de la Luna. funciones son más bien modestas: es el
que los demonólogos lo dan como uno de jefe de los retenes y centinelas del
los máximos corruptores, como el sem- Azazel. Bajo ese nombre, antiguas tradi- Infier -no, y es responsable de la
brador de la disipación y el error, y le ciones talmúdicas recuerdan el macho organización de las guardias. Pero en
atribuyen -en los infiernos- la superinten- cabrío en el que se expiaban los pecados los tiempos fara -ónicos alcanzó
dencia de las casas de juego. Como del pueblo. Una vez al año, se celebraba categoría de divinidad superior, y aun
dato curioso habría que agregar que, a una ceremonia en la que el sacerdote en culturas posteriores fue el
diferencia de las restantes potestades conjuraba sobre la cabeza del animal sus encargado de la fidelidad de los
infernales, gusta de comer en público. propios pecados y los de su gente; luego esclavos. El cristianismo y la caída del
de esto, abandonaban a Azazel en el imperio romano lo redujeron a su
D o cu m en to firm a d o p o r A sm o d eo . M a n u scrito
Astarot. Poderoso, pero desdichado desierto. En los tratados demonológicos actual situación.
con serva d o en la B ib lio teca N a cio nal d e P arís
demo se le llama «el emisario», y se le
nio, que afirma haber sido condena- reconocen esas pesadas tareas. Para Baco. Príncipe de los sátiros y los
-do injustamente a su situación. Para Milton es el portaestandarte de los sueños, seguramente emparentado con
Aparece ya en la Biblia como el tenaz colmo, Wierius dice que «tiene la fi- ejércitos infernales. la divinidad romana del mismo nom-
enamorado de Sara, quien sería luego gura de un ángel muy feo» y que, en bre (y, por tanto, con el vasto y comple-
mujer de Tobías: hasta la llegada del caso de convocarlo, debe usarse un ani- Baal. Según la mayoría de los demonólo- jo simbolismo de Dionisios). Como de-
piadoso varón, que lo derrota, consigue llo de plata en la nariz para prevenirse gos es el general en jefe de las tropas del monio es alegre y gozador, preside el sa
matar en el lecho nupcial a siete de su insoportable hedor. Su expectan- mal, o sea la mayor potencia militar -bbath y su capacidad orgiástica es in-
aspiran -tes a la virginidad de Sara. te posición en los infiernos proviene de del Infierno. Curiosamente, en relación terminable. Cuando encarna en forma
Viejas leyendas judías lo dan también su cargo de tesorero general, y es esta a esa jerarquía viril, también están humana, dos detalles lo hacen
como derro -tado por Salomón, a quien condición suya la que le hace recomen- acordes en su hermafroditismo. Se sabe fatalmente reconocible: tiene siempre
-de mala gana- habría ayudado a dable como protector de banqueros, que fue adorado por caldeos y babilonios algún defecto en uno de los pies, y su
construir el templo de Jerusalén. Más hombres de empresa y financistas. —y, en ocasiones, por los israelitas— y pene es de dimensiones excepcionales.
cercanamen- te en la historia, es uno de se supone que su leyenda es una
los protago- nistas del juicio de las Astartea. Mujer de Astarot y, a diferencia degeneración del extendido y Bacon. De mal natural y carácter
posesas de Lou- dun. Alvaro Cunqueiro de él, muy bella y elegante. De Plancy antiquísimo culto solar. resentido, es el que siembra la discordia
-siguiendo a Ca -bell- asegura que en dice que luce hermosos cuernos «festo- entre los amantes. Se lo conoce como
una de sus últimas apariciones fue neados y en forma de media luna». Los Baalberít. Llamado «el archivero». Es «el demonio de los celos».
amigo de Oscar Wilde, y que «su fenicios la relacionaban con los ritos abogado marrullero y su memoria es pro-
pasaporte inglés lo había con- seguido venéreos, y Sanchoniaton asevera que digiosa. Los fenicios lo tomaban como Bael. Demonio muy prestigioso entre
gracias a la influencia de Flo- rence tuvo dos hijos, «el deseo y el amor». Por testigo de sus juramentos. Entre los siglos los brujos, porque otorgaba a sus
Nightingale, y a la amistad de és- ta un procedimiento hierogámico común a XV y XVIII, aparece invocado con fre- devotos la inmunidad en el tormento.
con la reina Victoria». El mismo Cun muchas cosmogonías, Astarot —que cuencia en los grimorios populares como Por lo demás, es algo así como el gran
-queiro lo responsabiliza de la financia- proporciona las riquezas— sería una campeón de causas perdidas. pendenciero del Infierno. Es fuerte y
ción de «la gran industria pornográfica hipóstasis del Sol; su mujer, señora de astuto, excelente guerrero, y posee el
los placeres de la noche, lo sería asimis- Baalcefón. Desde hace muchos siglos sus don de la invisibilidad. Sus legiones
forman la tropa más soez, indiscipli-
diplomáticos, los domadores de potros,
los devotos de la caza mayor y los toreros.
-nada y chocarrera de todo el ejército del
Diablo. Baltazo. Diversas historias se nos
cuentan de este gran seductor, pero
Bafomet. Célebre representación diabóli- todas ellas coinciden en un solo punto:
ca, que los templarios habrían reveren- parece existir para hacer el amor con
ciado como un ídolo. Sin embargo —y las mujeres. La más célebre de sus
anécdotas se refiere a una tal Nicola-
pese a la importancia, difusión y variedad sa Aubry, posesa de la región de La-
de las leyendas que lo incluyen—, la ón, en el siglo XVI. Enterado de que los
estatua que supuestamente le representa- Behémoth, según Plancy Belfegor, según Plancy
exorcismos eran impotentes para de-
ba no fue encontrada jamás. En el tor- volver la mujer a la cordura, Balta-
mento, algunos de los caballeros dieron Físicamente; es uno de los demonios más
-zo se presentó al marido, cenó con él, bellos, lo cual facilita sus trabajos. Mánti-
cumplidas descripciones de Bafomet, pe- y le aseguró que en una sola noche en Honorio, no se tienen mayores referencias
ro toda la policía del inquisidor Guiller- co consumado, enseña a sus devotos todas
que le permitiese ocupar su puesto en las artes de la adivinación, especializán- de él. Pero todos los demonólogos le
mo de París no consiguió dar con él. En la cama, junto a la enferma, Nicolasa dose en los oráculos que reconoce en la confieren la categoría de rey en Occi-
diversas tradiciones se le atribuye cabeza curaría. El marido, seguramente harto voz de los animales. dente.
de mujer bellísima, o de gato, o de hom- de la situación de su casa, aceptó el
bre barbudo con cuernos caprinos, cuan- singular envite: entre la medianoche Batim. Es grande y robusto, y suele mos- Behémoth. Demonio de gran dignidad, pe-
do no se le declara bicéfalo y hasta tricéfa- y el alba, Baltazo poseyó veintisiete trarse caballero en un corcel de ro pesado, torpe y de lenta inteligencia. El
lo. Autores esotéricos —llevados sin duda veces a la supuesta endemoniada, y lívida blancura. Es herborista, y centro de su poder es el estómago, y es el
de su polimorfía— han pretendido que se luego desapareció. Los cronistas no permite a sus validos los más patrono de la gula por antonomasia. Se
trataba de la representación del andrógi- están acordes sobre los detalles, pero vertiginosos desplazamientos. Hacen afirma que es el sommelier del Diablo, y su
no primordial. Para el historiador Serge coinciden en que Nicolasa se curó. bien en encomendarse a él quienes usan asesor en todo lo relativo a los placeres de
Hutin, el auténtico Bafomet sería el que con frecuencia el avión. la buena mesa. Las tradiciones hebreas y
todavía hoy se encuentra en el pórtico de Barbatos. Con Prusias y Arimón —sus
socios y secuaces— comparte la musulmanas lo imaginan bajo la forma de
la iglesia de Saint-Merri, en París. En Batscumbasa. Demonio propiciador de las un inmenso buey, que come un bosque de
especialidad de seducir a las mujeres, lluvias. Nada en el mundo le gusta
cuanto a su misterioso nombre, Albert sobre todo en verano, a la hora de la forrajes diario, y a quien Dios privó de su
Ollivier lo hace derivar de Bapho, un tanto como el pan que no consigue en el hembra en el comienzo de los tiempos,
siesta, o cuando están en el baño. Hace Infierno, por lo que hay que ofrecerle
puerto chipriota donde existía un famoso estragos, durante las vacaciones, en para evitar que se propagase tan mons-
templo dedicado al culto de Astarté; para buenas cantidades para atraerse su
hoteles, playas y piscinas. En otro de sus voluntad. truosa especie.
otros autores, sin embargo, se trataría de aspectos, es el prototipo de Robin Hood:
una corrupción de Mahomet (Mahoma). buen asaltante de bosques y caminos, Bayemón. Aparte de las convocatorios con- Belfegor. Demonio de los inventores, los
que despoja a los poderosos para tenidas en el grimorio atribuido al papa descubrimientos, y las soluciones inge-
Bahaman. Demonio que apacigua la cóle- repartir entre los pobres. niosas. Algunas de las mayores autorida-
ra. Entre su clientela destacan las mujeres
con maridos violentos, los negociadores
des demonológicas (Selden, Banier, Wie- asegura que fue uno de los primeros en ceñida de una banda de fuego, henchido Bileto. Demonio de aspecto torvo y ceñu-
rius, Leloyer) se han fascinado por el sufrir la expulsión del paraíso. Ayudado el pecho, abo tagado el rostro, brillantes do, pero débil ante el halago. Son necesa-
hecho de que siempre tiene la boca abier- por su sobrehumana belleza, este gran los ojos, levan tadas las cejas y rias extraordinarias precauciones para
ta, y de que sus adoradores le rinden culto corruptor se especializa en seducir a los amenazador el aire.» A otros diversos conjurarlo, pues sólo escucha a los hom-
sirviéndose de grietas o hendiduras, a adolescentes. Pero también es verdad autores antiguos se deben características bres cuando se encuentra de mal humor.
través de las cuales arrojan sus ofrendas: que paga sus favores con una devota que se le atribuyen, y que se han hecho Conviene estimularle a aparecer colocan-
de ahí que lo hayan asociado con antiguos protección. Su más señalado defecto comunes para describir al Diablo: alas do en el sitio del conjuro una botella de
cultos coprofágicos. Preferimos, sin em- terrenal es que es incorregiblemente de murciélago, grandes nari ces, cuernos, vino, bebida a la que es muy aficionado, y
bargo, la versión que sugiere M. Maestri, mentiroso. patas de ánade, pilosidad extraordinaria,
etc. Añaden que nada es más espantoso hacerle —dice De Plancy— «una graciosa
cuando lo define como «una apariencia que presenciar su cólera: aulla como una acogida: cumplimentarle por su buena
femenina, de deslumbradora juventud y Belzebú (o Beelzebuth). Su nombre signi- manada de lobos, vomita llamas, y el presencia; demostrarle el caso que se hace
belleza». Esta variante vaginal parece fica «el señor de las moscas», y todos los ánimo más fuerte desfallece ante él. de él y de sus otros hermanos, y es muy
más acorde con sus características recón- demonógrafos y poetas que se han ocu- sensible a todo esto». Como contraparti-
ditas, que hay que ir a buscar en un pado de él, están acordes en reconocerle Berilo (o Bolfri). Joven y poderoso demo - da a ese exceso de susceptibilidad, es
agujero para sacarlas luego a la luz. el número dos de la jerarquía infernal, sumamente fiel cuando se llega a un
inmediatamente por debajo de Satanás nio con títulos nobiliarios. Cuando encar -
na, lo hace en la figura de un muchacho acuerdo con él, y se esmera lo indecible
Belial. Patrono de los sodomitas, cuyo y con poder y autoridad sobre todos los por satisfacer a sus validos.
otros demonios. Incluso (y M. Maestri vestido con atavíos militares, cuyo unifor -
nombre significa rebelde o desobediente, me es rojo, y suele ser caballero en un
según Delancre, o más concretamente recoge esta especie, en su Diccionario de
Ciencias Ocultas) hay autores que afir- corcel de encendido pelaje. Su dignidad Bitru (o Sytry). Demonio hermafrodita, en
«inútil o impío», según el índice Bíblico man que, luego de la rebelión de los án- se advierte en la austera corona que ciñe forma de leopardo alado. Cuando se ma-
Doctrinal de la B. A. C. «Se dice —aseve- geles, Belzebú consiguió derrocar a Sa su frente. Conoce el pasado y el porvenir, nifiesta como varón o como hembra es de
ra De Plancy— que el Infierno no ha -tán y reina en su lugar desde hace mi- y tiene la habilidad de transmutar todos una gran belleza, y tiene el poder de
recibido espíritu más disoluto, más borra- les de años. Tal vez por la inmensidad los metales en oro: por esto último, ha excitar sexualmente a hombres y mujeres
cho, ni más enamorado del vicio por el de su poder y el pavor que provoca su sido llamado el «demonio alquimista». con su sola presencia. Pero no se contenta
vicio mismo.» Sin embargo, o quizá preci- prestigio, su iconografía es contradic- De antiguo, es genio protector de los sólo con gozarlos, sino que organiza todo
samente a causa de sus intereses, Belial es toria, así como los datos que poseemos cantantes, cuya voz hace clara, sonora y tipo de combinaciones entre ellos, de cuya
uno de los demonios más fascinantes de de él. Divinidad mayor de los pueblos melodiosa. contemplación gusta extraordinariamen-
toda la jerarquía. El propio De Plancy de Canaán, según Bodin, el monoteísmo te. Le encanta poner en ridículo a las
reconoce que «su exterior es bellísimo, israelita (y el poste rior triunfo del cristia- Bifrorus. Demonio herborista que enseña mujeres, descubriendo aquello que las
tiene un talante lleno de gracia y digni- nismo) habría forja do su leyenda negra. al hombre los secretos de la medicina avergüenza en los momentos más inopor:
dad, y el cielo no ha perdido otro más Para Milton tiene un aspecto imponente, natural. Tiene el extraordinario capricho tunos; su poder es tal que, sin embargo,
hermoso habitante». El demonólogo Wie- y sus facciones tra suntan una altísima de trasladar los muertos de un lado a otro, las ofendidas no hacen con esto más que
rius le atribuye un rol preponderante en sabiduría. «Es de una talla prodigiosa profundizar en la lujuria. Las excita tam-
-dice Palínge nes- y está sentado sobre por lo que suele vérsele -en los cemente -
la rebelión de los ángeles caídos, como rios, portador de una antorcha. bién a mostrarse desnudas con el menor
gran instigador de numerosas legiones, y un trono in menso, teniendo la frente pretexto y les inspira el desprecio al pu-
dor. Cosecha rendidos admiradores vesura y le deja disponer libremente del Drollos. Trabajadores y útiles demonios, están sujetos a la muerte. A pesar de
entre quienes llegan tardíamente al dinero. Es por esta razón que se le evoca para quienes se benefician de su amistad. ello, es tal la virulencia de su pasión
descubrimiento del placer. y se busca su amistad entre los Hacen sin protestar las tareas más difíci- por la hembra humana, que no vacilan
hombres. les y pesadas de la casa o el taller, y son en arriesgar la vida cuando se
Brulefer. Demonio alcahuete, que infatigables en su cometido. Como tienen enamoran de una.
garantiza el éxito en las más Cobolios. Pequeños y traviesos demonios, una extraordinaria intuición, también
descabelladas aventuras eróticas. que habitan en los rincones de las ca- ponen sobre aviso de los peligros o Fénix. Gran Marqués de los Infiernos
sas, en las hendiduras de los árboles, en contrariedades que se ciernen sobre la -según laPseudomonarchia doemunius, esta-
Buer. No encarna nunca, pero se deja los baúles y en las bohardillas. Consi- casa que los aloja. blecida por Wierius-, aparece sólo en el
ver como una estrella de cinco puntas deran a los hombres como a una especie caso de ser convocado por la voz de un
que avanza rodando sobre sí misma. inferior, y aunque no los desprecian por niño. Responde cabalmente sobre los
Enseña filosofía, lógica y matemáticas, esto, gustan de jugarles malas pasadas. Eurinome. Es el príncipe de la muerte. Su acontecimientos futuros, y si su forma
y cura a los enfermos. A esta familia pertenece el legendario aspecto es horrendo, ya que tiene el cuer- es vaga su elocución es en cambio cla-
«diablo cojuelo», fisgón de tejados. po lleno de llagas que oculta a medias con ra y melodiosa. Excelente poeta y lin-
Buno. Tiene tres cabezas, y una una piel de zorra. Se alimenta de cadáve- güista, contesta siempre en verso y en
marcada vocación necrofílica. Sus Chiridirelles. Demonio servicial, que res en descomposición, y se le asocia por cualquier lengua en que se le convo-
legiones se caracterizan por causar todo ayuda a los viajeros extraviados y les esto con el aspecto y los hábitos de las que. La finura de su espíritu hace que
tipo de pequeños contratiempos a los enseña el buen camino. Conoce todas las hienas. No presta ningún servicio a los sus oráculos sean profundos y precisos,
seres humanos, a quienes gusta poner posadas, albergues y restaurantes. Se le hombres, de los que sólo desea sus restos pero con frecuencia oscuros por la
de mal humor. A pesar de que es mudo reconoce porque bajo ningún concepto mortales. abundancia de metáforas y por su
y se comunica por señas, otorga el don acepta apearse de su cabalgadura. barroco amor por el hipérbaton.
de la elocuencia. Fauno. Como tantas otras divinidades
Dagón. Demonio de escaso predicamen- precristianas, los faunos pasaron a engro- Filotano. Lugarteniente de Belial, amigo
Camos. Demonio de la lisonja, es to entre los suyos, pero popular entre sar la población del Infierno, aproxima- y protector de los homosexuales. A
patrono de todo tipo de arribistas. artesanos y campesinos. Es el panadero damente a partir del siglo V de nuestra diferencia de su amo, no participa en las
mayor del Infierno y en tiempos remotos era. Son más bellos y sutiles que los relaciones terrenales de sus validos,
Claudec. Pobre y atareado demonio de enseñó a los hombres las técnicas agrí- sátiros, y menos brutales que éstos ha- pero las favorece. Conviene invocarlo
segunda categoría, que tiene el grado colas. ciendo el amor, arte en el que se destacan hacia el crepúsculo o en el amanecer
de sargento en los ejércitos infernales. (en este último caso es altamente más
Es el asistente de Nébiros, poderoso David Jones. Nombre que tradicionalmen especialmente. San Agustín los conside- probable tener éxito si se ha pasado la
mariscal de campo, quien no vacila en -te dan los marineros y balleneros de raba corno demonios íncubos, por lo que noche en vela).
usarlo también como cabalgadura. habla inglesa al demonio de los mares. parece que su reputación libidinosa está
Los que lo han visto —sobre todo por la afianzada desde antiguo. Una caracterís- Flauro. Tiene rango de general en el
Claunec. Demonio de poca categoría, noche y con clima de tempestad— tica que los distingue de todos los otros ejército del Infierno, y es el enemigo nú
pero que es una especie de paje favorito aseguran que tiene tres hileras de demonios hace que sus frecuentes aventu- -mero uno de los exorcistas. De éstos pro
del Diablo, el cual le perdona cualquier dientes, ojos de espanto, y que por sus ras con mujeres posean una tensión dra- -viene su fama, porque han declarado
tra- narices brotan llamas azules. mática y romántica: cuando encarnan, repetidamente cómo los atormenta.
Focalor. Demonio marítimo, originador la conciliación. Por esto es buen patrón Goleo Beenban. Demonia del desierto. Hos- ruina, y pasea contento por los campos
de naufragios y patrón de los ahogados. de los amores y de los odios absolutos, tiga con su invisible presencia a los me- de batalla. Su odio es inextinguible.
Su tarea es, sin embargo, indiscrimi- pero resulta peligroso evocarlo si no se lancólicos, y se la conoce como «el espíri-
nada, ya que mata sin haber antes sedu está seguro de la intensidad de una tu de la soledad». Hécate. Terrible diablesa que debe ser
-cido a sus víctimas, por lo que la gran pasión: en esos casos, condena la convocada al aire libre, preferente-
mayoría de éstas se le escapan. Esto le inconsecuencia como la peor afrenta Gomory. Bellísima demonia, se deja ver mente en pasajes y callejuelas, por los
ha dado un carácter torvo e insatisfe- personal. Como dato curioso, puede con un tenue vestido que apenas cubre que tiene predilección. En los infiernos
cho. agregarse que es uno de los demonios sus encantos, amazona en su pálido ca- es la jefa de la policía de caminos, por
que menos teme a Dios. mello, y tocada con una sobria y elegante lo que entre los mortales es patrona y
Formo. Demonio gentil, al cual es fácil benefactora de los guardias de tránsito.
evocar, y cuyas condiciones para el Gamigin. Dócil demonio que, por alguna diadema ducal. Su especialidad es volver Antiguos cultos aseveran su eficacia
pacto son harto satisfactorias: es el único negociación que se nos escapa, tiene apasionadas a las mujeres frígidas: aque- para la consecución de una venganza.
que no pide la eternidad a cambio de sus libre acceso al Purgatorio. Esto le llas que se le encomiendan, descubren «Su presencia —nos dice el especialista
favores, sino la consecuencia en el permite informar a exorcistas y con asombro todas las posibilidades de su Del Río— hace temblar la tierra,
ejercicio de una vida depravada. demiurgos sobre el estado del proceso de sexualidad. crepitar el fuego y ladrar a los perros.»
las almas, y facilita entre los hombres
Pureas. Es un sabio anciano, de barbas las tareas para su redención. Gulletos (o Bonazos). Demonios masoquis- Jezbeth. Demonio de los prodigios
y cabellos blancos, que enseña a los tas, cuyo placer consiste en ser humilla- imaginarios, de la estafa y la super-
hombres las virtudes del escepticismo. Gnomos. Gentiles demonios, cuyo mayor dos. Buscan la compañía de los hombres, chería, gran protector de mentirosos y
Buen profesor de filosofía, es también placer es servir a los hombres, sin tener para desempeñar a su servicio las más embaucadores. De Plancy comenta, no
el jefe ideal de un monasterio, un ningún otro tipo de comercio con ellos. ruines tareas, y sólo se enfadan cuando se sin razón, que sería imposible contar
proyecto de estudio o una oficina, por el En antiguos grimorios se establece que intenta recompensarlos. el número de sus súbditos.
natural respeto que inspira y la grave y las gnómidas, sus mujeres, «son
segura parquedad de sus costumbres. pequeñas pero muy agradables, y Haagenti. Enseña a convertir el agua co- Kelen y Nisroch. Pareja de demonios que
vestidas muy curiosamente». Como rriente en vino finísimo, por lo que se le proteje y facilita los adulterios, incestos
Furfur. Se deja ver bajo la figura de un excepción al rol meramente servicial de considera patrono indiscutible de los bo- y demás amores ilícitos. Gustan de
ciervo, y miente descaradamente a su los gnomos, se narran los amores de degueros. presidir las experiencias sexuales en
invocador hasta que éste consigue uno de ellos con Magdalena de la Cruz grupo, y se da como decisiva su
encerrarlo en un triángulo. A partir de —mística que fue abadesa de un invocación para asegurar el éxito de una
ahí es dócil y benévolo; se especializa monasterio de Córdoba—, a quien el Habondia. Demonia de la mayor jerar- orgía. Como en el caso anterior, su
en mantener la paz y la armonía de los gnomo sedujo cuando ella contaba quía, que es la reina de las hadas. Una clientela es extraordinaria.
matrimonios. doce años. Sus relaciones duraron tres leyenda quiere que haya sido la protecto-
décadas, y sólo se interrumpieron ra y consejera de la gesta de Juana de Kobal. La curiosa definición que dan de
Gaab (o Tap). Gran concitador de las cuando el confesor de Magdalena, alar- Arco. él diversos grimorios y colecciones
pasiones extremas, le enfurece todo mado por los vividos relatos de la demonológicas, es ésta: «demonio
sentimiento que tenga que ver con la abadesa, la convenció de que su amante Halfas. Llamado «el destructor de ciuda- pérfido, que muere riendo». Esta
tibieza o era un demonio. des». Se goza en la aniquilación y la ambigüedad parece avenirse perfecta -
avenirse perfectamente con su oficio: es Leonardo. Demonio de la más alta jerar-
el director de los teatros del Infierno, y quía, encargado de presidir las misas uno de los más bellos entre los ángeles de los débiles por los poderosos, y se le
en la tierra vela por los cómicos y negras y todo otro tipo de culto al Diablo caídos, y su hermosura es especialmente conoce como representante del Diablo
demás gente del espectáculo. que se cumpla entre mortales. De natura- melancólica, con una sombra de dolor en Gran Bretaña.
leza taciturna, su aspecto es grave y me- que cubre siempre la suavidad de sus
Lamias. Famosas demonias, cuyo cam- lancólico cuando admite presentarse a rasgos. Se dice que en esta característica Mandrágoras. Duendes familiares que
po de acción ha sido preferentemente el quienes lo convocan. Por las descripcio- reside la clave de su seducción, ya que en -carnan en las raíces de la planta
Asia Menor. Sanguinarias e insacia- nes que de él nos han llegado, no cabe nada hay más irresistible para el corazón del mismo nombre, cuya forma semeja
bles, su horrible especialidad es devo- duda que se trata del célebre Bafomet de humano que el sufrimiento unido a la la de un hombrecillo con largos
rar a los hombres. Bellísimas, no son los templarios. belleza. Bajo el nombre de Iblis o Eblis los cabellos. La tradición afirma que para
sin embargo súcubos ya que jamás lle- musulmanes le adjudican el haber sido que la mandrágora salga de su letargo
gan al coito con sus víctimas, limitán- Leviathan. Gran almirante del Infierno, el amante de nuestra primera madre, y se ac- tive, es necesario regarla con
dose a mostrarles con toda generosidad favorece a hombres y mujeres que gustan cuando ella fue abandonada por Adán. semen -o al menos con orina- de un
sus encantos: el desprevenido que sigue de correr el mundo, sirviéndoles para A diferencia, sin embargo, de lo ocurrido ahorcado; pe- ro en estas condiciones
tras ese señuelo, no tarda en encontrar- obtener fama y honores. Wierius lo llama en el caso de Lilith, los amores de esta no es posible a- rrancarla porque se
se en un lugar desierto donde, sin pre- «el gran embustero», por la facilidad con pareja habrían sido prolongados y extra- corren serios peli- gros de muerte. Los
sencia de testigos, la lamja lo devora. que triunfa en lances políticos, tratados ordinariamente fogosos, pero sin llegar a antiguos, mañosa- mente, se valían
La moderna simbología ha querido comerciales e intrigas palaciegas. Poderoso producir descendencia. El «bello melan- para esta operación de un cordel de
asociarlas al terror ancestral ante el íncubo, se especializa en poseer a las cólico», como también suele llamársele, doble lazo, uno de cuyos extremos
misterio de lo femenino. Leloyer dice mujeres famosas. ejerce su potestad geográfica sobre todos abrazaba la planta y el otro el cuello
que hay una forma de reconocerlas: no los países de Europa. de un perro. Azuzando al pe- rro, se
saben hablar, y si se ven forzadas a ello Lilith. Reina de los súcubos, y tal vez la conseguía que éste arrancase la
más antigua y legendaria de todas las mandrágora, muriendo en el acto y de-
emiten una especie de silbido. Maimó. Demonio cicatero, hábil en las jando al ingenioso en posesión del po-
demonias. Ya se la conocía entre los negociaciones comerciales, en las que deroso talismán.
Lechianos. Variante de la familia de los sumerios, y las tradiciones talmúdicas y siempre obtiene más de lo que da. Por su
sátiros, más toscos y burdos que éstos musulmanas aseguran que fue amante de capacidad escamoteadora y la multiplici- Marbuel. No hay más datos que la auto
en su naturaleza y diversiones. Adán, durante los años en que éste estuvo dad de sus escondites, se le identifica con -descripción que, según Paul Reader,
Corretean por los caminos, y trepan separado de Eva. De su vientre habrían la urraca, forma en la que suele manifes- ha dejado de sí mismo en diversos gri-
con gran agilidad a las copas de los salido los primeros demonios encarnados, tarse. Estimula por todos los medios la morios: «Soy —afirma— aquel espíritu
árboles, jaraneando en forma insensata que produjeron la larga estirpe de los propensión de los humanos a las malas que es servicial, el que aparece en figura
y riendo a carcajadas. Gustan de diabólicos de todos los tiempos. acciones, por lo que se le considera el de niño de diez años, el que en todo
extraviar a los viajeros, y de gastarles enemigo natural del Ángel de la Guarda. tiempo es provechoso invocar. Desapa-
todo tipo de bromas pesadas. Su mayor Lucifer. Príncipe de los demonios, su nom- Mammón. Demonio de la avaricia, favorece rezco como una flecha.»
placer es acorralar a alguien en una bre significa «lucero de la mañana», sin a los acopiadores de fortunas, a los
caberna, y hacerle cosquillas hasta duda por el esplendor de su presencia. Es esclavistas, a los buscadores de tesoros y a Mefistófeles. Nombre de origen griego,
matarlo. los aventureros. Propicia la explotación que significa «el que no ama la luz».
Servicial, de maneras afables, astuto y
los brazos abiertos para recibir a sus su clientela. Lo cual, si se suma al hecho das operaciones de gematría cabalística
víctimas. Se dice que le inmolaban de que no pide a cambio nada más que la —A. Cunqueiro cita concretamente un
niños de tierna edad. Muchos amistad, puede decirse que es de estudio realizado en una judería de Ucra-
comedido, pero también implacable e demonólogos lo relacionan con los agradecer. nia, en 1909—, Samael debe reaparecer
inmune a toda afectividad. Su fama antiquísimos ritos de la fertilidad. espectacularmente en la Tierra en 1977.
universal proviene de su participación Ovahiche. Patrono de los juglares, otorga el Dados los tiempos que corren, habrá que
en la tragedia del doctor Fausto; a Nahama. Súcubo de características espe - don de la rima y la improvisación y toca y tomar en cuenta otra de sus característi-
partir de la versión que de ella hizo ciales, que permanece encarnada desde enseña a tocar maravillosamente la gui - cas principales: su inmoderado afán de
Goethe, mucho se ha escrito sobre este tiempos inmemoriales. Hace, por tanto, tarra. dinero, que puede provocar grandes de-
singular demonio a quien la mayoría de la vida de una común mortal, pero pasa sastres en las finanzas de una nación.
los autores dotan de la jerarquía de ser do un tiempo debe desaparecer de los lu Oze. Gran protector de las ciencias libera -
el mayor intermediario entre los -gares donde se instala para no desper- les, convierte a sus validos en destacados Satán (o Satanás). Su nombre, en hebreo,
infiernos y la humanidad. Más recien- tar sospechas sobre su perpetua lozanía. médicos, abogados, etc. El único peligro significa «el enemigo», y para muchos
temente —y sobre todo a partir de la Se cree que es ella la reiterada protago- es que se divierte haciéndoles concebir autores es el Diablo por antonomasia, por
excelente adaptación del mito fáustico nista de historias de mujeres fantasma- delirios de grandeza; pero su poder enaje- lo que se le conceden todos sus atributos.
hecha por Thomas Mann— tiende a con- les, forasteras siempre, que dejan tras nador es transitorio, ya que no puede Millón lo describe alto e imponente como
siderárselo como el gran arrepentido, de sí misterios y leyendas. El Talmud le ejercerlo más que una hora por día. una torre.
condenado a hacer el mal contra su vo- otorga, en el Infierno, categoría de
luntad, porque no consigue superar su madre primordial. Pero no puede Samael (o Samamiel, o Semmazai). Sidragaso. Se le reconoce un solo poder,
orgullo y su incapacidad de amor. En este quedar emba razada de los hombres. Celebérrimo demonio que sedujo a la pero éste es inquietante: ninguna mujer
sentido, se le tiene por el representante nuera de Noé, en los tiempos del arca, puede resistirse a desnudarse si él se lo
Nergal. Demonio tenebroso, es el jefe de quebrando con ello la prohibición de ordena. Lo que se haga luego con la mujer
cabal de «la tristeza del Diablo». la policía secreta del Diablo. Entre fornicar que pesaba sobre todos sus desnuda, ya es algo en lo que Sidragaso
nosotros, obviamente, proteje a los habitantes. Su ejemplo no cundió, no interviene: lo deja a la habilidad de sus
Minosón. Demonia protectora de los juga- organismos re presivos y a los servicios
dores, sobre todo de los que juegan a los gracias a la energía del patriarca, pero clientes.
de seguridad. alcanzó para alentar una incipiente
naipes. Su fama es notable entre tahúres y
fulleros, a quienes favorece en sus tram- rebelión en la que sólo le siguieron el Thamuz. Buen diplomático, se le atribuye
Nibbas. Carece casi de poder en los perro y el cuervo. Todos fueron
pas. A veces, en forma de súcubo, pide a infiernos, donde se le tiene por ineficaz, también la invención de la artillería y de
castigados (nuera incluida) menos los talismanes para conseguir o retener el
cambio ser satisfecha sexualmente: quie- charlatán y chapucero. Entre los Samael, que huyó del arca tal como había
nes la han poseído aseveran que, en este mortales, sin embargo, sus reducidos amor de alguien. Desde tiempos remotos,
entrado: convertido en una gota de miel. es el embajador perpetuo del Diablo en
terreno, es extraordinariamente voraz. medios le asegu ran la satisfacción de los Más antiguamente, se le identifica con la
pequeños place res, o sea de aquello que España.
serpiente del Paraíso, por lo que bien
Moloch. Un anónimo grimorio de finales hace llevadera y sin tensiones la vida puede considerársele como un extraordi -
del XVII, lo invoca como el «príncipe del cotidiana. Se afirma que, en el nario tentador, y un especialista de cuida - Trasgos. Demonios que se caracterizan
país de las lágrimas». Las primitivas tri- cumplimiento de esta tarea menor, es de do en, mujeres. Si hay que creer a reitera- por su malicia y espíritu jaranero más que
bus israelíes lo adoraban bajo la forma de un celo escrupuloso para con
un rey de bronce, sentado en un trono del
mismo metal, con cabeza de buey, y con
por su maldad. A tal punto, que se afirma también por ello protector de los curan- Conclusión Los dem onios están entre nosotros
que jamás cometen un acto de violencia deros.
en sus innumerables correrías, conten-
tándose con asustar a los mortales o Zagam. Gran señor de las transmutacio-
compartir sus fiestas y placeres. «Donce- nes, convierte el agua en vino, el metal
llas y buen vino, son la querencia del innoble en oro, la grasa en aceite refinado.
trasgo»,, era proverbio común en la Fran- Su poder llega también al cambio de los
cia del XVIII, por la que circulaban innu- caracteres (hace sabio al insensato, o Conozco a Satanás, sé que no duerme: que tiene
merables historias de estos ladronzuelos extrovertido al tímido), pero carece de el ojo abierto en tiempos de disturbio y de
aprovechados. sutilezas y no se detiene en los matices, desolación.
por lo que su invocación entraña los Martín Lutero
Uphir. Demonio experto en química, es riesgos que es de imaginar.

«El Diablo existe no solamente como actividades de los exorcistas, a quienes


símbolo del mal, sino como realidad físi- mucha gente —millones de católicos entre
ca», afirmó Paulo VI en 1974, saliendo al ella— consideraba desaparecidos desde
paso a la ola de escepticismo que en hacía siglos, hasta que un reciente best-
relación al tema se extendía entre los seller y su secuela cinematográfica se en-
creyentes, incluidas altas jerarquías de la cargaron de divulgar su existencia. En la
Iglesia. Luego de recordar que el dogma realidad, acaso el más célebre exorcista
de la existencia del Diablo había sido de este siglo fue Goffredo Polacchini, un
claramente establecido por el IV concilio sacerdote muerto en 1971 (se dice que en
lateranense (en 1215), el papa añadió: olor de santidad), a quien continúa su
«No se trata de un único demonio. Sata- discípulo Sesto Serri, sacerdote también y
nás, que quiere decir enemigo, es el prin- austero profesor de religión en un colegio
cipal, pero con él hay otros muchos, todos de segunda enseñanza de la ciudad de
ellos criaturas de Dios caídas por su Modena. Su arzobispo, monseñor Fores-
rebeldía y condenadas. El pérfido y astuto ti, en declaraciones a la prensa, negó que
encantador sabe insinuarse en los seres Serri hubiese recibido autorización ex-
humanos a través de los sentidos, de la presa para practicar exorcismos, pero
fantasía y de la concupiscencia.» La de- luego de la contundente manifestación
claración pontificia fue entendida en su pontificia sobre la actualidad y perma-
momento como un tácito respaldo a las nencia del Diablo, no se atrevió a ser
demasiado agresivo: «Así como se reza rato. Summers, quien ha coleccionado Paul Reader señala que el vudú —religión por la monja Adela Chevalier —a quien
para invocar de Dios el bien — concedió con celo entomológico las más variadas sincrética de cristianismo y cultos afros y había seducido, y de la cual tenía un hijo
—, del mismo modo se puede exorcizar muestras del satanismo contemporáneo, caribes, importada desde las Antillas— no — y otros siete sacerdotes. Acusado de
para alejar el mal y a su principal nos narra que en una trastienda de Brigh- es ajeno a este renacimiento, pero no realizar misas negras y verdaderos
artífice.» Que el Diablo ha vuelto a ton —como en tantos otros miles de sitios aporta pruebas de esta opinión (no es aquelarres sexuales en el convento de
ponerse de actualidad, es algo que apenas del mundo anglosajón, en donde hay que improbable, de todos modos, dada la Sévres, Boullan debe marcharse y abrir
puede poner en duda cualquiera que mire buscar el núcleo de la actual exportación intimidad y la confianza que estos cultos un nuevo convento, pero esta vez en la
a su alrededor. Hace ahora diez años, masiva de cultos satánicos— se realizan tienen con el Diablo, a quien hay que localidad de Triel.
cuando Román Polanski realizó con regularidad misas negras, con todo el pedir permiso para servirse de un zombie,
Rosemary's Baby (basado en La semilla ritual establecido ya en el siglo XVIII, y o muerto que se desentierra y se destina
del Diablo, de Ira Levin, título que en la correspondiente escenografía de por lo general a las tareas domésticas). En
España llevó también el film) el éxito cuernos, misales rojos, grafismos París, en todo caso, funciona una secta
mundial de la película sorprendió en obscenos en el altar, y negras hostias fundada por siete mujeres provenientes de
primer lugar a su director: la apetencia hexagonales. Haining, por su parte, nos la afición al vudú: profesionales inde-
demoníaca estaba en el aire; la gente informa que sólo en Inglaterra ha podido pendientes todas ellas, decidieron ampliar
volvía a pensar en el asunto, a verificarse la existencia de 16 «iglesias» sus experiencias con la práctica del
apasionarse por él, y nadie se había dado del Diablo, perfectamente organizadas satanismo, a comienzos de esta década, y
por enterado. A comienzos de 1977 había como tales, con cultos periódicos y hasta fundaron la comunidad de las Compañeras
en rodaje, sólo en los Estados Unidos, recaudación de fondos entre los fieles. En del Introito.
una docena de films protagonizados por los Estados Unidos, donde estas sectas se Conservados en riguroso secreto hasta el
el Diablo: «Satanás —comentó entonces cuentan por docenas, destaca la Iglesia de último tercio del siglo XIX —cuando co-
radio Vaticano— parece destinado a ser Satán, fundada a comienzos de los años menzaron a desarrollarse en Europa— los
la nueva estrella de la pantalla.» sesenta en San Francisco, cuyo pontífice cultos satánicos empezaron a salir a la
No sólo de la pantalla, como pudo verse es Antón Szandor Lavey; poseen un superficie durante la célebre polémica de
cuando el asesinato ritual de Sharon Tate templo —una espectacular mansión los magos, que culminaría en un duelo
y sus amigos a manos de miembros de la victoriana, enteramente pintada de negro entre el novelista J. K. Huysmans y
«familia Manson». El gran público des- — al que se accede por una escalera de Stanislás de Guaita —joven y talentoso
pertó entonces a la realidad del satanis- trece escalones, y su grey está integrada investigador esotérico—, a causa de que
mo, como lo había hecho un año antes exclusivamente por millonarios: no les aquél acusaba a Guaita y sus amigos de
con el film de Polanski; descubrió que, interesa el proselitismo entre quienes no haber causado la muerte del abate
lejos de haberse quedado en la edad puedan pagar los elevados costes del Boullan, aniquilándolo psíquicamente por
media, el Diablo seguía entre los culto. Más democrática es la iglesia de medio de sus operaciones cabalísticas. Las
hombres. Los especialistas, como el Etersheim, a unos 35 kilómetros de actividades del extraño personaje que fue
reverendo Monta-gue Summers, el Amsterdam, primer templo público Boullan habían comenzado a mediados
ensayista Peter Haining, el novelista dedicado al Diablo en Europa, que fue del siglo, cuando se proclamó fundador de El Diablo acodado en Notre Dame de París
Michael Burke, o el extraño Arthur consagrado con toda solemnidad en 1976. la Orden marista de reparación, secundado
Macen, lo sabían desde hacía
Prácticas poco escrupulosas —se habla de los casos, sólo el aspecto folklórico y acceder a su dignidad, todos sus sueños repetir, ser consciente de la dignidad del
una estafa— dan con él en la cárcel duran- exotérico de la demonología, no es posible irrealizables, todoá sus deseos sometidos a uno entre la muchedumbre, fornicar con
te tres años: en cautiverio —informa Her- negar el signo que de ellas se levanta y la los imperativos exteriores que se le alegría, gozar de los sentidos, no arrepen-
vé Masson— el abate desarrolla y perfec- manifestación profunda que encarnan co- dictaban; todas sus pulsiones. El Diablo tirse sino de desaprovechar una experien-
ciona sus técnicas redentoristas basadas mo epifenómeno cultural. A la «muerte era expulsado del Paraíso por desobede- cia, negar los dogmas en beneficio de la
en la promiscuidad sexual. Hacia 1875, de Dios» ha seguido —y ocultarlo no sirve cer a Dios, e instigar al hombre a que investigación.A partir de ese
adopta el nombre de «doctor Johannes», para nada— la resurrección del Diablo. también le desobedeciese; se le acusaba de descubrimiento, la suerte estaba echada.
y se le considera a la cabeza de los magos Carente de fe, decepcionado de las ideolo- soberbia, apetito desmesurado de co- Y si es cierto que los hombres no
negros de París: establece las «uniones de gías, en una relación con el poder cada nocimiento, arrogancia en vindicar su pueden vivir sin Dios, no es menos
vida» (la fornicación, como puede com- vez más remota y despersonalizada, el condición de ángel, lujuria, desenfreno. verdad que no parece posible que
prenderse) como culminación imprescin- ciudadano medio se vuelve hacia las pro- Imitar al Diablo significaba entonces re- intenten resucitar al viejo dios mosaico,
dible del sacrificio tenebroso. La guerra de puestas marginales; aquellas opciones belarse contra la opresión, negarse al terrible y represor, tirano de la carne a
los magos hizo repentinamente público murmuradas en voz baja, que si no han sometimiento entendido como una fatali- cambio de un premio cuya verosimilitud
este tinglado —del que participaban des- hecho su vida más estimulante tampoco dad inmodificable, conocer en lugar de es hipotética, sino que lo reemplacen por
tacados personajes públicos de París— han tenido oportunidad de desilusionar-
cuando la muerte de Boullan, fulminado lo: la posibilidad de vida en otros mun-
por una apoplejía en 1893, la desencade- dos, la parapsicología y su confianza en el
nó. El fin del siglo y los oropeles de la desarrollo de nuevos poderes individua-
belle-époque echaron tierra al asunto, y el les, la historia contada del lado de los
satanismo volvió a reptar en la penum- perdedores. En una palabra: el Diablo.
bra. Su actual apogeo no es, como puede Si él encarna en principio el mal, también
creerse, producto de un brote o una mo- es cierto que no es el ciudadano medio el
da; simplemente, es una consecuencia del que ha definido, catalogado y condenado
aflojamiento general de la represión en las esa concepción del mal; no ha hecho otra
costumbres de la sociedad. Ahora, y es cosa que soportarla, como una verdad
bueno que así sea, estamos contemplando inmutable que está del lado de las cosas
a plena luz la existencia de una necesidad que no se discuten. De pronto, cuando la
de la cultura, que la hipocresía moral represión se ha hecho menos espesa y
negaba por el cómodo expediente de con- paralizante, cuando ha descubierto su
finarla en sótanos y trastiendas. Aunque soledad pero también su mayor capaci-
las prácticas esbozadas en esta dad de movimiento, el ciudadano ha co-
conclusión sean —en su mayor parte— menzado a preguntarse por qué no se
residuos de supersticiones ancestrales, discuten precisamente esas cosas. En el
cuando no técnicas de enriquecimiento a Diablo, durante siglos, la Iglesia acumuló
costa de los incautos y, en cualquiera de todas las expectativas del hombre por El Diablo observa el mundo desde lo alto de la catedral de Notre Dame de París
vacilantes como en toda iniciación cul-
tual— no son otra cosa que los EL AUTOR Y SU OBRA
borradores del evangelio según Satán.

Barcelona, 1976/77

A través de las diversas partes que nos las causas y la justificación de su


componen esta Biografía del Diablo — vigencia en la actualidad, esta
hábitos y costumbres del protagonista, su especulación se torna coherente y
aspecto físico, su historia y, entre otras rigurosamente posible. Como todos los
cosas, los planes y designios que se le temas que sacuden o cuestionan las más
atribuyen—, Alberto Consté desarrolla arraigadas creencias, esta Biografía
una visión ágil, informativa, erudita, del Díablo puede resultar explosiva para
profundamente entretenida y, sobre todo,
de extraordinaria originalidad en su
acercamiento al llamado «príncipe de este
mundo».
otro: jovial, concesivo, estimulante, En efecto, la torva y simplista
dis -puesto a mezclarse con sus representación del Diablo que hemos
criaturas y a provocarlas a la acción. heredado de los códices medievales, se
Acaso ese tiempo ya ha comenzado, y fragmenta y diversifica en estas páginas
las manifes- -taciones externas — hasta llegar a una conclusión inquietante:
grotescas y bien pudiera ser que el Diablo —o, en todo
caso, el principio de rebelión que él
ejemplifica — no fuese el horrible espantajo
que nos han acostumbrado a temer sino,
por el contrario, el amigo de los hombres
en su camino hacia el conocimiento, la
libertad y la realización personal. Para
muchos, esta posibilidad puede resultar
extravagante cuando no subversiva, pero
si nos detenemos a analizar —como el
autor lo hace— el papel desempeñado por
el protagonista de este libro en las diversas
culturas de la humanidad hasta plantear-
lectores poco preparados, pero su
intención evidente es la de esclarecer las
líneas generales de un personaje tabú,
sobre el cual se habla mucho y se lleva
investigado muy poco. En una lograda
síntesis de siglos de leyendas y
tradiciones, el autor abre un abanico sobre de corte antropológico y especulativo,, ha
el cual, en definitiva, la fe o el raciocinio ejercido también el periodismo y la BIBLIOGRAFÍA
de cada lector deberá estampar una dirección escénica. Lleva publicados tres
conclusión. libros de poemas, dos novelas y tres
Alberto Cousté nació en Buenos Aires ensayos, el más difundido de los cuales fue
(Argentina), en 1940, y reside en España El Tarot, o La máquina de imaginar
—donde ha publicado 1969. Poeta, (1972), que cuenta en la actualidad con
novelista y la mayo parte de su obra— varias ediciones en castellano y otras
Abou-Zeid:Le livre de la création (trad. Francesa Caillet, Emile: La prohibition de l'occulte.
desde especializado en ensayos esotéricos lenguas. En 1976i,con su tercera novela —
de Huard). Cardan, Giacomo: De la sutileza.
aún inédita— fue último finalista del Caro Baroja, Julio: Las brujas y su mundo.
Premio Internacional de Novela México; Agus, J. Bernard: La evolución del pensamiento
judío. Carrouges, Michel y otros: El infierno.
ese mismo año, le fue concedida la beca de Casanova, Gian Geacomo: Memorias.
Agustín, san: Confesiones.
la Fundación Guggenhem. — La ciudad de Dios. Cayla: Le Diable: sa grandeur, sa décadtnce.
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