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UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE MÉXICO

BACHILLERATO TEOLÓGICO
HISTORIA DE LA TEOLOGÍA
Pbro. Dr. Jesús Ma. Aguiñaga Fernández

ACTIVIDAD INTEGRADORA DEL CURSO

G R U P A L
Ciudad de México, 08 diciembre 2019.

1
Í N D I C E

1.TEOLOGÍA PATRÍSTICA (S. II-VII) 5

I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON


ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA 5

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA 5

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN 6

IV. FUENTES QUE UTILIZA 6

V. REPRESENTANTES 8

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA. 8

2. TEOLOGÍA MONÁSTICA
(PRE ESCOLÁSTICA O CAROLINGIA) (S. XVIII-XI) 9

I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON


ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA 9

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA 9

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN 11

IV. FUENTES QUE UTILIZA 11

V. REPRESENTANTES 12

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA. 12

3. TEOLOGÍA ESCOLÁSTICA (S. XI-XII) (PRIMERA ESCOLÁSTICA) 14

I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON


ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA 14

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA 14

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN 16

IV. FUENTES QUE UTILIZA 16

V. REPRESENTANTES 17

2
VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y
A LA VIDA DE LA IGLESIA. 17

4. TEOLOGÍA ESCOLÁSTICA (ALTA ESCOLÁSTICA,


SIGLO DE ORO DE LA ESCOÁSTICA) (S.VIII) 18
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA 18

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA 18

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN 19

IV. FUENTES QUE UTILIZA 19

V. REPRESENTANTES 21

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA. 21

5. TEOLOGÍA ESCOLÁSTICA (BAJA ESCOLÁSTICA) (S. XIV-XV)


(CRISIS DE LA TEOLOGÍA ESCOLÁSTICA MEDIEVAL) 23
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA 23

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA 23

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN 26

IV. FUENTES QUE UTILIZA 26

V. REPRESENTANTES 27

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA. 27

6. TEOLOGÍA HUMANISTA DEL SIGLO XVI (ESCUELA DE SALAMANCA


Y RENOVACIÓN D ELA TEOLOGÍA) (RENACIMIENTO),
TEOLOGÍA PROTESTANTE PRIMITIVA (S. XVI), 28
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA 28

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA 28

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN 31

3
IV. FUENTES QUE UTILIZA 31

V. REPRESENTANTES 32

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA. 32

7. TEOLOGÍA BARROCA (SIGLOS XVI-XVII), TEOLOGÍA ANTE


LA ILUSTRACIÓN Y EL IDEALISMO 35
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA 35

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA 35

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN 37

IV. FUENTES QUE UTILIZA 37

V. REPRESENTANTES 38

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA. 38

8. RENOVACIÓN Y DESARROLLOS DE LA TEOLOGÍA


DURANTE EL SIGLO XIX & TEOLOGÍA EN EL SIGLO XX. 40
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA 40

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA 40

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN 42

IV. FUENTES QUE UTILIZA 42

V. REPRESENTANTES 44

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA. 44

9. B I B L O G R A F Í A 51

10. C O L A B O R A D O R E S 52

4
1.TEOLOGÍA PATRÍSTICA (S. II-VII)
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA

II. INTERPRETACIÓN DE LA SAGRADA ESCRITURA

La teología patrística se refiere esencialmente al procedimiento del perfil doctrinal


de cada uno de los Padres y en su contexto cultural, a saber, aborda solo el estudio
del pensamiento del autor. En el período patrístico cabe distinguir tres etapas
fundamentales: la primera, llamada iniciación o formación de la teología y es la
época de los Padres apostólicos, de los Padres apologistas, de los primeros escritos
antiheréticos y de los primeros intentos de tratados o exposiciones teológicas. La
segunda etapa, es llamada también época de oro, porque comprende dos factores
importantes: la paz que se gozaba al cesar las persecuciones y la maduración ya
alcanzada por el pensar cristiano. Y la etapa final comprende la transición entre la
Antigüedad tardía y la Edad Media1.

Instrumentos, conceptos y métodos que dieron origen a esta teología.


El pensamiento patrístico tiene una raíz helenista porque no se puede dejar de lado
que esta teología se desarrolló en un clima cultural en la que la cuestión de la
salvación era central. De modo que, la teología no sólo incluye el aspecto
intelectual y crítico, sino que también tiene en cuenta lo espiritual. Por eso, no se
trata de un mero conocimiento conceptual, sino también de un conocimiento
inserto en un contexto humano.
Por otra parte, hay que señalar que, la historia de la teología no se compone
únicamente de manera cronológica sobre ciertos acontecimientos y de las proezas
de los personajes, sino más bien se da por las ideas. Ante la nueva doctrina sobre
Jesucristo predicada por unos cuantos, fue surgiendo una línea de pensamiento
que trasformó la historia. De modo que, la teología surge a partir de esta necesidad
de definir el dogma desde su más originaria formulación a partir de sus
repercusiones en la vida de la Iglesia.
Así, la teología se hizo historia para demostrar la importancia del dogma. Los
Padres de la Iglesia son testigos de esta tradición y principales protagonistas de la
formulación del dogma en el devenir del cristianismo desde la antigüedad. Por lo
que, cuando se habla de historia se debe hablar de concilios ecuménicos, corrientes

1 Cf. J. L. ILLANES – J.I. SARANYANA, Introducción en Historia de la teología, Madrid 1995, XVII-XVIII.

5
de pensamiento, escuelas, controversias y representantes ideológicos de cada una
de ellas2.

Interpretación de la Sagrada Escritura.


La teología patrística se debe sobre todo a la fidelidad a la Escritura, puesto que
está íntimamente conectada con la Escritura, no únicamente en los comentarios y
los sermones que se hicieron sobre la misma, sino sobre todo por las obras
sistemáticas que salieron a la luz. De modo que, el juicio de la exégesis de los
padres tiene que considerar muchos aspectos. El primero de ellos, es no pasar por
alto las divergencias entre los diferentes padres, ya que unos insisten más en el
sentido literal, otros en el sentido apologético o en el tipológico. No obstante, en
general la exégesis patrística está determinada por premisas sistemáticas, como por
ejemplo el dualismo platónico. Por otro lado, dentro de la interpretación de la
Escritura, se puede hallar una riqueza en la explicación que hicieron de la Escritura.
Lo más valido en la exégesis patrística no son las explicaciones singulares, sino las
unitarias y teológicas según la cual leyeron la Escritura a la luz de la economía
divina 3.

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN

IV. FUENTES QUE UTILIZA

Al hablar de la historia de la teología patrística es importante señalar que en la


antigüedad clásica se encuentran dos tendencias. La platónica, en la que los poetas
se llamaban “teólogos”. Que el término Theologein significaba hacer un discurso
sobre la divinidad de los dioses. Inclusive los autores cristianos desde Orígenes
también llamaron “teólogos” a los poetas pero además a los autores inspirados, y a
los ángeles que cantaban himnos a Dios. Hay que resaltar que toda teología
cristiana antigua tiene su fundamento en las Sagradas Escrituras. Los teólogos
famosos de aquel tiempo fueron exégetas, a partir de Justino, Ireneo y
especialmente de Orígenes en adelante.

Otros datos relevantes de la teología patrística: primero, que la Biblia se


hizo más importante en la teología después del año 200 en particular con
Orígenes. Y que la teología de los autores antiguos se presenta como “teología
bíblica”, es por eso que la teología cristiana nace con el mismo cristianismo, no

2 Cf. José Alberto HERNÁNDEZ IBÁÑEZ, Patrología didáctica, Verbo Divino, Estella 2018, 29.
3 Cf. E. VILANOVA, Historia de la Teología Cristiana, Herder, Barcelona 1987, 138.

6
después del NT y la edad apostólica. No hay que olvidar la figura del teólogo en la
época patrística, ya que a los Padres de los dos primeros siglos son “teólogos”, su
teología a la cual podemos llamar kerigmática y confesional, es la Gnosis
(conocimiento) que es demostración firme y segura de lo que se recibe por la fe.4

Gestión del diálogo fe y razón.


Dentro de la historia de la teología patrística, sin duda, Tertuliano es uno de los
reconocidos escritores antiheréticos del Occidente del siglo III, a quien le interesa
edificar un puente entre la religión y la razón. Existe una regla de fe, para
Tertuliano, el símbolo de la fe es más que una simple regla de la fe, es además una
ley de fe. La regla de fe es inmutable en todo tiempo , cuyo objetivo es creer en un
solo Dios todopoderoso, en Jesucristo, nacido de una virgen, crucificado y
resucitado, que está a la derecha del Padre, quien vendrá a juzgar a los vivos y a los
muertos por la resurrección de la carne, tal es así que Tertuliano propone a la base
de la regla de fe a la Santísima Trinidad. 5

Fuentes que utiliza.


En esta importante época de la historia en la teología patrística la labor teológica
en la Iglesia por los santos Padres fue la predicación sobre el símbolo y los
sacramentos. Orígenes: le dio importancia a la exégesis bíblica, fundamento de
toda la teología. Eusebio de Cesarea: hizo valer el interés histórico en la teología y
en la exégesis. Ireneo, Hilario, Atanasio: la importancia de la especulación trinitaria
hacia la soteriología. Basilio: puso en evidencia la tradición de los Padres y la
experiencia bautismal. Gregorio de Nisa: abre la perspectiva hacia el progreso
espiritual hasta llegar a la contemplación de la belleza infinita de Dios. Teodoro de
Mopsuestia: sobre la visión apocalíptica de los dos eones en la iniciación
sacramentaria. Cirilo de Alejandría: importancia de la unidad de Cristo para
garantizar la muerte de Dios mismo para la salvación del mundo. Dionisio
Areopagita: constituye un universo teológico en base a los conceptos
fundamentales de su tiempo. Ambrosio: organizó la vida eclesiástica y su ingenio
romano lo puso al servicio de la palabra de Dios.

Si leemos atentamente lo anterior se puede expresar que la fuente en la cual


se inspiraron los Padres en la época patrística para hacer teología es nada más y

4 Pbro. Dr. JoséMa. AGUIÑAGA FERNÁNDEZ, Apuntes de Historia de la teología, Seminario Mayor de San
Juan de los Lagos, ad asum privatum, pro manuscipto, San Juan de los Lagos 2019, pp. 1-13

5 HERNÁNDEZ, Alberto, Patroligía Didáctica, Verbo Divino, Navarra 2018, 119.

7
nada menos que Las Sagradas Escrituras, porque la relación estrecha entre la
lectura de la Biblia y la reflexión posterior sobre los datos de la fe cristiana es: el
biblicismo de los Padres. Es por eso que la Biblia se convierte en un elemento muy
importante después del segundo siglo, sobre todo a partir de Orígenes. Hay que
resaltar que toda teología cristiana antigua tiene su fundamento en las Sagradas
Escrituras, de allí la afirmación: la teología patrística es una teología bíblica.6

V. REPRESENTANTES

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA.

El punto de partida de la Historia de la teología hay que situarlo en la edad


patrística, referido en particular a la aportación sustancial que realizan algunos
Santos padres, que abren el camino inicial de la Teología a lo largo de los siglos.
Aquí se trata de un enfoque concreto, estudiar cómo hacen teología los santos
padres, qué método o métodos utilizan, a qué se debe su gran éxito como teólogos.
De manera general se puede afirmar que la teología patrística consiste en un gran
esfuerzo por armonizar de algún modo de la Fe cristiana con la cultura helenística
de la época. Los santos padres en la Iglesia de los primeros siglos debían difundir el
mensaje evangélico en el mundo grecorromano como tarea primordial.
Es evidente que los padres de la iglesia, cada uno de ellos en particular,
hacen una teología propia, con sus rasgos específicos en cada caso. En primer
término, destaca sobre todo lo demás el elemento bíblico exegético. La reflexión
sobre la fe está siempre apoyada directamente sobre la Sagrada Escritura; su obra
teológica es fundamentalmente una explicación y defensa de la Sagrada Escritura.
En segundo lugar, la teología patrística se configura como ordenación catequética
de la doctrina de la fe. Las dos principales, como es conocido, serán la de Alejandría
y la de Antioquía, que cobran pronto un alto nivel teológico y un claro
protagonismo. La primera fue de Alejandría, ciudad helenística de primer rango por
su actividad cultural en todos los órdenes, con su biblioteca famosa en todo el
mundo antiguo.
El primer director de la escuela fue Panteno, un filósofo famoso estoico
converso y después le sucedió Clemente de Alejandría fue un promotor del diálogo
entre la Fe y la Razón, su obra fundamental se titula Stromata, allí se hace una
relación entre cristianismo y la filosofía. Posteriormente Orígenes era un verdadero

6 Pbro. Dr. José


Ma. AGUIÑAGA FERNÁNDEZ, Apuntes de Historia de la teología, Universidad Pontificia de
México, ad asum privatum, pro manuscipto, México 2019, pp. 14-16.

8
maestro, brillante teólogo. Su obra teológica fue inmensa, ejemplo de las Hexapla
es, sin duda, la obra más famosa de él, se encuentra una empresa monumental de
crítica filológica del texto bíblico de la traducción de los setenta, tamtien san
Jerónimo enumera más de 300 títulos de los libros…por el Demetrio de Alejandría.
Enseguida alcanzó un alto nivel científico en filosofía y por su método alegórico en
exégesis. Aquí la aportación más importante a la Iglesia podría decirse en cierta
manera que nació la Teología como saber científico, de la mano de Clemente y de
Orígenes. La escuela de Antioquía, un poco posterior, fue dirigida inicialmente por
Luciano de Antioquía y tuvo entre sus principales representantes en el siglo IV a
hombres de la talla de Teodoreto de Ciro y san Juan Crisóstomo. No llegó a la
altura de la de Alejandría, pero su labor fue también muy considerable.
San Agustín de Hipona, por la gran amplitud de su obra literaria más de mil
obras… porta una originalidad al desarrollo de la teología sin comparación. Agustín
es el primero que logra articular un sistema teológico coherente y bastante
completo, utilizando una filosofía de corte platónico. Para san Agustín el
conocimiento de los misterios Fe debe ir inseparablemente unido a la
contemplación de Dios caridad. Agustín es un consumado exegeta; aparte de
numerosas obras de comentarios a libros concretos de la Biblia, todo su trabajo
teológico está impregnado de citas y desarrollos a partir de textos escriturísticos.
San Jerónimo, cuya su contribución a la teología y a la iglesia se debe
particularmente a sus estudios bíblicos, de una competencia científica muy
elevado. Él que puso la Biblia en el centro de su vida: la tradujo al latín, la comentó
en sus obras y, sobre todo, se esforzó de vivirla.

2. TEOLOGÍA MONÁSTICA
(PRE ESCOLÁSTICA O CAROLINGIA) (S. XVIII-XI)
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA

Instrumentos, conceptos y métodos que dieron origen a esta Teología

Conceptos
La denominación Teología Monástica es de época reciente y con ella se intenta
designar la teología realizada por los monjes, pero, sobre todo, un estilo propio de
teologizar característico de este período pre-escolástico, el cual presenta rasgos
parecidos a la teología oriental, más espiritual y mística. Tal teología tenía lugar

9
fundamentalmente en los Studia o Escuelas monásticas de las abadías
altomedievales.
Durante esta etapa intermedia entre la patrística y la escolástica se hace
presente una viva conciencia de transmitir la valiosa herencia patrística a la
posteridad, la herencia de los Antiqui: los teólogos son ante todo continuadoras y
transmisores. Se ha concluido un período creador cuya herencia es necesario
conservar, se percibe a las claras una voluntad general de asimilar el rico legado
patrístico y entregarlo a las generaciones medievales, más que innovar.

Instrumentos y métodos
La gran veneración y respeto con el que se recibe el legado patrístico,
conservándolo a través de copias manuscritas realizadas con todo cuidado en los
monasterios (labor iniciada ya por Casiodoro en los monasterios de Calabria).
Gracias a esta inmensa labor de los monjes, todo el patrimonio patrístico será
preservado de su desaparición en las bibliotecas monásticas. Serán obras típicas de
este período las «cadenas» y «florilegios» de textos patrísticos, que serán
ampliados en el período siguiente con las obras de Sentencias de los Santos Padres.
Junto a todo ello también se hereda y se transmite en este momento una
parte importante de la cultura clásica contenida en el plan de estudios del Trivium
y el Quadrivium que llegan a través de Boecio y Casiodoro. Reviste especial
importancia para la teología posterior la conservación de la lógica aristotélica
traducida del griego por Boecio, que constituye la primera recepción de Aristóteles
en Occidente (la así llamada, lógica vetus) se trataba de una parte significad. del
Organon del estagirita, cuyo conocimiento se completará en los siglos XII y XIII.

Interpretación de la Sagrada Escritura.

Se lee repetidamente la Escritura con una perspectiva de interesa, más que


el sentido literal, el sentido alegórico o espiritual. El modelo monástico está pues,
fuertemente caracterizado por una teología bíblica dirigida prevalentemente a la
contemplación y al provecho ascético del monje; también a la ortodoxia doctrinal
frente a posibles desviaciones. Se mantiene, pues, la línea sapiencial patrística en la
que no se distinguía del todo el estudio de la oración, la reflexión intelectual de la
contemplación. En tal sentido, los comentarios bíblicos constituyen el fruto de la
experiencia mística y espiritual de los autores. No se da propiamente un estudio
teórico o científico separado de la contemplación mística de Dios que habla en las
Escrituras.

10
III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN

IV. FUENTES QUE UTILIZA

Gestión del dialogo fe-razón.

Abría que partir como lo expresa E. Bertola7, que la teología monástica sería
una scienza del cuore, ordenada a la acción, con las notas de existencialismo,
humanismo, subjetivismo y filosofía de lo concreto. Por ello, en el claustro se hace
teología en función de una experiencia monástica, afirma Vilanova, en que andan
juntos la búsqueda de la verdad y el esfuerzo por la perfección. La teología
monástica 8 habla en imágenes y comparaciones extraídas de la Biblia y que
incluyen al mismo tiempo la riqueza y la oscuridad propias del misterio a que se
aproximan.
La gestión del dialogo fe-razón se palpa en uno de los preescolasticos
Anselmo de Canterbury9, figura en cuanto a la gestión de la fe-razón de la teología
monástica, ya que el intenta demostrar la existencia de Dios a partir de la fe en
Dios, con un razonamiento independiente de la autoridad de la Sagrada Escritura o
de la tradición patrística. El argumento es una razón necesaria, como
argumentaciones estrictamente racionales, de carácter apodíptico, que no admiten
ninguna réplica, y que se llevan a cabo en el interior de la propia fe, una vez
supuesta la fe. Lejos de demostrar la fe misma, lo que intentan es demostrar a la
razón que antes, con su acto de fe, no ha cometido una infracción de las leyes del
razonamiento, es decir, que no ha procedido de un modo absurdo10. En base a lo
anterior, Anselmo desarrollo cuestiones teológicas donde fe y razón interactúan
como la Trinología, soteriología, mariología, libertad y gracia, etc.

Fuentes que utiliza.


Las fuentes 11 de la teología monástica son la Sagrada Escritura y los Padres
de la Iglesia en íntima conexión con la Liturgia. Los teólogos monjes hablan en

7Cfr. Evangelista VILANOVA, Historia de la Teología Cristiana. De los Orígenes al siglo XV, Herder,
Barcelona 1987, 365.
8 Ibid., 374.
9 Cfr. Jose ILLANES-SARANYANA Josep, Historia de la Teología, BAC, Madrid 1995, 18.
10 Ibidem.
11Cfr. David FLURIACH, La teología monástica: un itinerario eclesial. Cristo y el Dios de los cristianos.
Hacia una comprensión actual de la teología, XVIII Simposio Internacional de Teología de la Universidad de
Navarra, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra 1998, 95-103.

11
imágenes y en comparaciones que son transcritas de la Biblia; la tratan con respeto
y se acercan a ella con un método preciso. En la atenta lectura de la Biblia, la
teología monástica usa el simbolismo y la alegoría. La Palabra que contiene la
Escritura se prolonga en una palabra interior, una experiencia propia que resulta
particular en cada uno. De tal manera que la teología monástica nace de aplicar el
método de la lectio divina a la Palabra de Dios.
La mayoría de los teólogos de esta época, sabios o no, comulgaron en una
misma idea de la Escritura, que a sus ojos era consubstancial a su fe12 . Más allá de la
simple ciencia exegética, es decir, de la búsqueda del sentido de la Escritura, hay
también un esfuerzo de comprensión de la fe, cuyo análisis más penetrante y
objetivo, por el hecho de su recurso directo a las fuentes. Las diversas facetas
teológicas de la época se muestran en el claustro, como la collatio monástica no
como una lectio magistral, proviniendo de una fuente común, pero con una
metodología propia.
Se puede afirmar que la existencia de una teología monástica bíblica13, es
decir, de una teología que tiene su primer fundamento en la palabra de Dios: se la
podría definir simplemente como la teología de la primacía de la Biblia.

V. REPRESENTANTES

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA.

Rabano Mauro

Este extraordinario exegeta, filósofo, poeta, pastor y hombre de Dios,


recordado como "praeceptor Germaniae", nació en Maguncia, alrededor del año
780; al entrar, muy joven, en el monasterio se le añadió el nombre de Mauro. Usa
el método de combinar todas las artes, la inteligencia, el corazón y los sentidos; fue
quizá el que más contribuyó a mantener viva la cultura teológica, exegética y
espiritual, su primer compromiso teológico fue en forma de poesía y tuvo como
tema el misterio de la santa cruz: "De laudibus sanctae crucis". Concentró su
atención sobre todo en la liturgia, como síntesis de todas las dimensiones de
nuestra percepción de la realidad y redactó explicaciones exegéticas apropiadas casi

12 Cfr. VILANOVA, Evangelista, Historia de la Teología Cristiana. De los Orígenes al siglo XV, 362.
13 Ibid., p. 363.

12
para todos los libros bíblicos del AT y del NT, con una finalidad claramente pastoral.
Un gran compilador de "Penitenciarios".

Juan Escoto Eriúgena

Pensador notable del Occidente cristiano, cuyos orígenes proceden de


Irlanda, donde nació a inicios del siglo IX, representa un platonismo radical, que
parece acercarse a una visión panteísta, aunque su intención subjetiva fue siempre
ortodoxa. Su pensamiento teológico es la demostración más evidente del intento
de expresar lo comprensible del Dios incomprensible. Cree que la autoridad y la
razón nunca pueden oponerse; que la verdadera religión y la verdadera filosofía
coinciden. De Dionisio, tradujo al latín sus obras y desarrolla estimulantes
reflexiones teológicas y espirituales.

Odón de Cluny

Odón fue el segundo abad de Cluny. Había nacido hacia el 880, en los
confines entre Maine y Turena, en Francia. Profundiza en la Regla de san Benito, se
subrayar en Odón la "virtud de la paciencia", entre otras virtudes como el
menosprecio del mundo, el celo por las almas y el compromiso por la paz de las
Iglesias; merece particular mención la "devoción" al Cuerpo y a la Sangre de Cristo.
A pesar del realismo de su diagnóstico sobre la situación de su tiempo, Odón no se
rinde al pesimismo. En cuanto a su aportación teológica, ha sido un verdadero guía
espiritual tanto para los monjes como para los fieles de su tiempo, amaba
detenerse en la contemplación de la misericordia de Cristo. No dejaba de ejercitar
como "fuente sobreabundante", el ministerio de la palabra y del ejemplo, "llorando
este mundo como inmensamente mísero"; trasluce su amor por la interioridad, una
visión del mundo como realidad frágil y precaria de la que hay que desarraigarse,
una inclinación constante al desprendimiento de las cosas consideradas como
fuente de inquietud; y valora la vida interior abierta al otro, al amor por el prójimo,
y precisamente así transforma la existencia y abre el mundo a la luz de Dios.

13
3. TEOLOGÍA ESCOLÁSTICA (S. XI-XII)
(PRIMERA ESCOLÁSTICA)
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA

La teología escolástica acoge la filosofía y la ciencia griega, árabe y judía más que
la teología monástica. Dentro de la escolástica hay dos tendencias: * recibir a San
Agustín y su herencia del neoplatonismo (autor tipo: San Buenaventura) *
concepción que busca una elaboración de la teología de modo científico (autor
tipo: Santo Tomás)

Una teología se caracterizará especulativamente por la estructura filosófica que la


sustente. La Teología Escolástica desarrolló una teología aristotélica, no de modo
inmediato sino progresivamente, pues Aristóteles llegó a Occidente en tres etapas:
1. La logica vetus via Boecio, que se orienta hacia la Biblia. La teología es
conocimiento del texto bíblico desarrollado con el instrumento de la lógica,
mayormente la gramática * todo el trabajo teológico hasta San Anselmo quedó
bajo el régimen de la gramática.

La teología depende de la Revelación, pero tendrá mayor o menor profundidad


dependiendo del instrumental filosófico que se utilice. Las ideas científicas van
evolucionando. Esas teorías influyen en la teología, en la moral, en el modo de
explicar las cosas. Siempre la teología tiene que estar en una actitud de corregir de
acuerdo con las nuevas realidades a las que se va llegando.

El Papa Celestino V (1294), de carácter débil, había renunciado a los pocos meses de
ser elegido. 3. El Imperio germánico se había debilitado mucho con la muerte de
Federico II Hohenstaufen (+1250) y poco después se extinguía esta dinastía
alemana (1268), iniciándose así la presencia de los monarcas franceses en el sur de
Italia y su intromisión en los asuntos pontificios. 4. Los conflictos entre el papa y el
emperador, que habían comenzado a mediados del siglo XII, fueron ahora
sustituidos por los conflictos entre el papa y el rey de Francia.(p. 81)

El método escolástico está caracterizado, no por la utilización de Aristóteles, sino


por los procedimientos escolares aplicados a la sacra página, y en especial por la
quaestio. Escolástico es, por definición, un maestro de escuela, es decir, alguien que
enseña en una escuela. Se dan en el siglo XII dos clases de escuelas, escuelas de
monjes y 4 escuelas de clérigos. Por lo general, los monjes adquirieron su

14
formación religiosa no en una escuela, bajo un escolástico, por medio de la
quaestio, sino individualmente, bajo la dirección de un abad, de un padre espiritual,
por la lectura de la Biblia y los Padres. De tendencia contemplativa. Las escuelas de
los clérigos son muy diferentes. En ellas nace la Teología Escolástica. Los hombres
del siglo XII tuvieron conocimiento claro de esta distinción. Los medios monásticos
y escolásticos no están habitualmente en oposición, presentan contraste, pero
están en relación el uno con el otro. La Escolástica trata de un saber, y el medio
para alcanzarlo era la quaestio. Se definen términos y se proponen divisiones. En el
método monástico, el objeto es el discurso contemplativo. No está ordenado a la
ciencia, sino a la espiritualidad, exige se sobrepasen los medios racionales. Supone
un don de Dios, una gracia. El que enseña es Dios. Es a Él a quien hay que orar. No
hay teología sin oración.» (J. Leclercq, Cultura y vida cristiana.

La teología de los monjes no estaba desconectada de la de los clérigos, pero es otro


mundo. La estructura de los monjes al teologizar es más parecida a la oriental, más
espiritual y mística. Hay una cierta continuidad. Algunos puntos de contacto son: •
La terminología: aunque algunos conceptos son entendidos de modo distinto; por
ejemplo: Teología, para los monásticos, es el estado del alma en oración que
traduce su contemplación de los misterios divinos. Unida a la experiencia, la vida
litúrgica, los escritos espirituales y la búsqueda de santidad. • Los temas: éstos son,
para las dos teologías, las grandes ideas centrales de la fe. A los monásticos les
interesan más como misterios en los que profundizar que como hechos históricos.
• El lenguaje: suele ser místico, tomado de los monjes orientales. • Tienen las
mismas fuentes: la Biblia. En los monásticos es el origen de la lectio divina, una
lectura que es oración, meditación. El monástico contempla: la lectio, el escolástico
se pregunta: la quaestio

A finales del siglo XI, principios del XII, hay ya dos tendencias, una más
contemplativa y otra más intelectual. De esta segunda nace la Escolástica. San
Anselmo de Canterbury será el último intento de unión. Poco a poco se separarán
cada vez más. Monásticos s. XII Intelectuales s. XII - San Bernardo - Anselmo de
Laón - Guillermo de Saint-Thyeri - Gilberto de Poitier - Ruperto de Deutz - Pedro
Abelardo - Arnaldo de Bonnevall - Pedro Lombardo - Hugo de San Víctor - Alain de
Lille - Isaac de la Estrella - Pedro el Venerable Hay diferencias entre las dos
tendencias: en las fuentes y, en la mayor o menor conexión con oriente en la
tendencia contemplativa. Los monjes no desconocen la teología escolástica.

15
III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN

IV. FUENTES QUE UTILIZA

Gestión del Dialogo FE Y RAZÓN

En el pensamiento medieval se distinguen dos modelos teológicos: el monástico y


el escolástico; el primero se caracteriza por la oración y la contemplación (siglos XI
y XII); el segundo, por la especulación y sistematización (siglo XIII), el paso de la
Patrística a la escolástica viene a través de la teología monástica.

La Escolástica hizo avanzar la inteligencia de la fe (intellectus fidei) en los


principales sectores de la teología, especialmente en la cristología, angelologya,
eclesiología y sacramentaria.

El primero y más destacado preescolástico, y uno de los últimos grandes de la


teología monástica, fue Anselmo de Canterbury. Ha pasado a la historia por un
famoso argumento, que se halla al comienzo del Proslogion. En él intenta
demostrar la existencia de Dios a partir de la fe de Dios, con un razonamiento
independiente de la autoridad de la Sagrada Escritura y de la tradición. Con lo
anterior queda claro que el diálogo entre fe y razón surge con san Anselmo, al
recurrir él al razonamiento intelectual para explicar la existencia de Dios.

Para finalizar esta gestación es necesario mencionar que el diálogo entre fe y razón
se concentró en las aulas de las universidades donde los teólogos profundizan
sobre el dato revelado en la filosofía retomando particularmente a Platón y
Aristóteles.

Fuentes que utiliza

* Siguen el método de referirse a la Biblia y a los Padres de la Iglesia reconocidos


como tales.

* Existe una fuerte presencia de San Agustín.

* Desde el punto de vista filosófico dependen del Platonismo.

*Desde la lógica es derivada de Porfirio.

* Pseudo Dionisio Aeropagita y los florilegios

*Sigue a San Isidoro, Beocio, Veda el venerable.

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V. REPRESENTANTES

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA.

Representantes
- San Anselmo de Canterbury
- San Pedro Abelardo
Aportaciones en la teología y de la vida de la Iglesia

San Anselmo de Canterbury

Su pensamiento era de la relación entre la fe y la razón, En el curso de su


trabajo y pensamiento, a diferencia de la mayoría de sus contemporáneos, San
Anselmo desplegó una argumentación que, en muchos aspectos, dependía
indirectamente de la Sagrada Escritura, la doctrina cristiana y la tradición.
San Anselmo también desarrolló análisis sofisticados del lenguaje utilizado
en la discusión e investigación de cuestiones filosóficas y teológicas. Destacando la
importancia de centrarse en el significado de los términos utilizados en lugar de
dejarse engañar por las formas verbales, y examinar la adecuación del lenguaje a
los objetos de investigación, particularmente a la naturaleza divina.
La prueba que S. Anselmo intentó aportar en la Iglesia es sobre la existencia
de Dios se conoce habitualmente como argumento ontológico, En la teología por
su doctrina de la explicación, una de sus preocupaciones principales fue la
compresión de aquello que la fe le proponía, por eso, en sus dos obras principales
intenta demostrar la existencia de Dios.

Pedro Abelardo

En medio de su ajetreada vida e historia, Abelardo es el modelo medieval de


la predicación dialéctica e inquieta. Supo buscar argumentos persuasivos, partiendo
del contraste de razones. Su método “Del sí y del no” fue modelo y estilo del
racionalismo medieval. El contraste entre las “razones a favor y en contra”, es un
verdadero precedente de la “catequesis universitaria” o teología pastoral de niveles
intelectuales y de actividades orientadas a la búsqueda de argumentos entre
personas intelectualmente cultivadas.
En teología como aportación, sacó la Teología de los estrechos límites de la
Tradición y de la Autoridad, para hacerla caminar por senderos de investigación y
de los problemas nuevos, Aunque el verdadero conocimiento sólo es de los

17
particulares (y en esto Abelardo se acerca a los nominalistas) el conocimiento vago
que proporcionan los conceptos universales también tiene un fundamento real.
Como puede verse, la postura de Abelardo es muy semejante a la de Aristóteles
(salvo en valorar más el conocimiento de lo particular que de lo universal).

4. TEOLOGÍA ESCOLÁSTICA (ALTA ESCOLÁSTICA,


SIGLO DE ORO DE LA ESCOÁSTICA) (S.VIII)
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA

A mediados del siglo XII comenzaron a conocerse otros escritos aristotélicos que
constituyeron la lógica nova. Con esta irrupción de los escritos lógicos del
Estagirita se difunde también la Física, los tratados sobre la generación, sobre el
cielo, sobre los meteoros, sobre el alma.

La irrupción de Aristóteles en París de la mano de las paráfrasis de Avicena y


posteriormente con los comentarios de Averroes produjo un gran impacto en el
ambiente universitario. Anteriormente la especulación teológica había estado
inspirada por el platonismo o el neoplatonismo. La herramienta propedéutica había
sido la Lógica de Aristóteles, conocida con el nombre de Lógica vetus.

La diferente actitud de Abelardo Magno, Alejandro de Hales. Buenaventura y


Tomás de Aquino, con relación al Estagirita y a la síntesis aristotélica, más o menos
contaminada o influida por la filosofía árabe, determinaría en los cuatro casos el
estilo teológico e incluso las respectivas conclusiones teológicas.

El IV Concilio Lateranense (1215) aborda el tema de la herejía albigense. Los


albigenses habían asumido las principales tesis del maniqueísmo. La respuesta
católica confirma que el mundo no se ha originado de dos principios coeternos,
uno bueno y uno malo, sino que ha sido creado de la nada por Dios.

En este periodo viene una serie de conceptos que son los que van a llevar a la
escolástica a desarrollar sus métodos. Los conceptos son: desarrollo dogmático
filosófico, Dios creador, el bien, la verdad, el hombre, la gracia en general, los

18
ángeles, la esencia divina, Dios Trino, Dios en sí mismo, la encarnación del verbo, la
moral. Prevalece el esquema bíblico cronológico y el esquema filosófico dual.

Los diferentes autores de esta época van desarrollando su propio método, lo cual
da origen a esta época. Pero la base en la que la mayoría de estos autores se basa,
es sobre la filosofía de Aristóteles. Durante y después de la edad medieval hubo un
gran crecimiento intelectual, por el cual vienen las universidades y con ello la
ciencia, esto da pie a que algunos de los representantes de esta época (Santo
Tomás, San Buenaventura, San Alberto Magno) comienzan a responder a todas las
interrogantes y filosofías. También se hace filosofía partiendo siempre de la
filosofía de Aristóteles.

Es una época que nos va a conectar con el siglo de oro de la edad media o de la
escolástica, que es la madurez de la edad media. En la alta escolástica: tenemos
síntesis, summas. Hay una incidencia por el racionalismo. Surgen las órdenes
mendicantes. Aparecen los teólogos en las universidades. Surge un nuevo método
para hacer teología: La Lectio, la Questio y la Disputatio. Es un método dialectico.

La Sagradas Escrituras son fundamentalmente comentadas en esta época, por


ejemplo: San Alberto Magno, comenta la Escritura, se conservan importantes
glossas o paráfrasis a los salmos, Jeremías, profeta Daniel y al Nuevo Testamento.
San Buenaventura hace baria tesis teológicas y una son partiendo de las Sagradas
Escrituras, con la existencia de Dios, la encarnación del Verbo, más aparte es un
místico, y comentador de San Pablo. Santo Tomás tuvo un gran interés por padres
de la Iglesia, lo cual lo puso en contacto con las primeras fuentes de la tradición
cristiana. Y tuvo a la mano los mejores florilegios patrísticos y las grandes glossas a
la Escritura. Él mismo compuso una notable <Glossa continua super Evangelia>.
También planteo la existencia de Dios a partir de la creación, según el criterio de
San Pablo en Rom 1, 20. Por tanto la teología escolástica, busca la reflexión
teológica con las Sagradas Escrituras y los padres de la Iglesia, surgen los florilegios
y las cadenas; que son comentarios de pasajes de la Sagrada Escritura.

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN

IV. FUENTES QUE UTILIZA

19
La teología monástica era una continuación de la lectio divina. El maestro
procuraba meter el alma de los discípulos el fruto de su experiencia espiritual,
construyendo la teología no como una ciencia en sentido estricto, según los usos
de la dialéctica aristotélica, sino como una ciencia del corazón. Sin embargo, el gran
desconocimiento de las cuestiones metafísicas, produjo un gran desarrollo de la
lógica. Se realiza amplios comentarios a la Sagrada Escritura.

Encontramos cinco controversias teológicas importantes: a) el culto a las


imágenes: El II concilio de Nicea, definió la legitimidad del culto a las imágenes;
para esta etapa, la terminología es importante, las palabras griegas empleadas con
relación al culto, son las siguientes: latría, que significa adoración dulía que
significa servicio; temor timé que significa honor; prosquínesis que significa
veneración (adoración); la gran confusión venía motivada por el término
prosquínesis. Esta palabra, que literalmente significa adoración expresa el culto de
latría pero también podía significar veneración.

Por lo tanto, se podría hablar de una veneración latréutica, que sería propia
de Dios, o latría en sentido absoluto o simple; y también se podría hablar de una
prosqínesis de honor o prosquínesis timetiqué, que se daba a los santos y a las
imágenes. En los libros carolingios se impugna todo culto a las imágenes, incluso
culto relativo, y solamente se permitía el culto de ellas. En el Concilio de Frankfurt
condena la “adoración” e incluso al Concilio de Nicea; a finales del siglo IX, la
polémica había terminado.

b) El adopcionismo hispano: la controversia adopcionista comenzó cuando


el arzobispo mozárabe Elipando descubrió errores trinitarios en la predicación de
Magencio, y al disputar con él y exponer la fe católica el propio Elipando incurrió
en errores cristológicos. Sostuvo que Jesús en cuanto hombre no es hijo natural de
Dios, sino solamente adoptivo. Basándose en la Sagrada Escritura, Beato Liébana y
Egerio, sostuvieron que Jesús en cuanto hombre es Hijo de Dios. León III congregó
a un sínodo que condenó con toda claridad el adopcionismo.

c) controversia predestinacionista: tuvo su origen en una lectura


descontextualizada de ciertos pasajes de san Agustín. El protagonista de la
controversia predestinacionista fue el benedictino Gothescalco, quien concluyó que
había dos predeterminaciones: similiter omnio, de los buenos a la vida eterna y de
los malos a la muerte eterna. Negó la voluntad salvífica universal de Dios e incluso
la misma libertad humana en respuesta a la gracia. Su obispo era Rabano Mauro
quien lo remite a Riems. En 853 fue condenada la doble predestinación sostenida
por Gothescalco.

20
d) Controversia eucarística: Se desarrolla a mediados del siglo IX; comenzó
cuando el monje Pascasio Radberto, escribió en 831 un opúsculo titulado de
corpore et sanguine Domini; Ratramino de Corbie, escribe una obra con el mismo
título; en él se defiende la identidad entre el cuerpo histórico de Cristo y su cuerpo
eucarístico, y al mismo tiempo se sostiene que hay una diferencia entre el modo de
ser y de estar o de ser de Cristo cuando vivía en palestina. Sin embargo, Ratramino
no comprendió el alcance de su doctrina y pensó que al afirmar la identidad
sustancial entre el cuerpo histórico y el cuerpo eucarístico se estaría cayendo en el
error cafarnaítico, en alusión al pasaje de san Juan (Jn 6,60-66).

e) El filioque: En el concilio de Friuli, Paulino de Aquileya sostuvo el


correcto uso del término filioque, e incluso se incorporó a la liturgia de la misa que
celebraba en Aquisgrán. Focio, patriarca de Constantinopla, tomo el filioque paraun
duro ataque en la Iglesia, pues usó el término proceder en su sentido más estricto,
la procedencia de un principio sin principio. Dicha doctrina fue condenada por
Adriano II, y definitivamente condenada por el IV concilio de Costantinopla.

En la escuela de san Víctor, hay esfuerzos de sistematizar los conocimientos


teológicos. Así mismo, la sistematización del derecho canónico, a cargo de
Graciano; así mismo, Pedro Lombardo elabora sus sentencias.

V. REPRESENTANTES

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA.

La irrupción de Aristóteles en París de la mano de las paráfrasis de Avicena y


posteriormente con los comentarios de Averroes produjo un gran impacto en el
ambiente universitario. Esto previno a las autoridades eclesiásticas. Hasta entonces
la especulación teológica había estado inspirada por el platonismo o el
neoplatonismo. El recelo de la autoridad eclesiástica frente al pensamiento
aristotélico estaba justificado. Se sospechaba que el legado peripatético estuviese
contaminado por los comentarios de la filosofía árabe, y que, por consiguiente, no
fuese compatible con la Revelación cristiana.

Por la universidad de París:

21
Guillermo de Auxerre, Alejandro de Hales, Felipe el canciller quienes elaboraron
sumas independientes a la de las sentencias de Pedro Lombardo.

Por la escuela franciscana:


Roberto Grosseteste estaba relativamente en contra de la obra de Lombardo por el
apartamiento progresivo de la S.E. Alejandro de Halles (suma halensis) contiene
material sobre la esencia divina, atributos esenciales operativos y entitativos de la
Trinidad, el Dios creador, la encarnación del Verbo.
San Alberto Magno, puso las bases para una adecuada relación entre fe y razón.
San Buenaventura (Juan de fidanza), teólogo y también un gran místico, autor de
notables tratados ascéticos. El ejemplarismo, hay que descubrir en las criaturas, por
tanto, las sombras, los vestigios y las imágenes de Dios. Las tres facultades del
alma: memoria, inteligencia y voluntad, reflejan la Trinidad divina, Padre, Hijo y
Espíritu Santo.
Santo Tomas de Aquino, demuestra la existencia de Dios según cinco vías, esencia
divina como ipsum ese subsistens. Su teología moral que respeta lo natural y lo
sobrenatural, Su Cristología y sacramentos.
Beato Juan Duns Escoto, el lugar de encuentro entre filosofía y teología será la
metafísica. Predestinación de Cristo a la encarnación, María inmaculada
concepción.

Fe y razón, como ambas facultades son obra de Dios, si los planteamientos de la


razón humana eran correctos, no podían diferir de aquellos que procedían de la fe.
De este modo, filosofía y teología son disciplinas complementarias. La filosofía
ayuda a la teología demostrando que los misterios de la fe serían comprensibles y
explicables por la razón. La teología, por su parte, aportaría conceptos filosóficos
nuevos como el de la Creación o la dignidad del ser humano en el orden moral. De
acuerdo con esto, las verdades reveladas no serían irracionales sino
suprarracionales. Se distingue la filosofía de la teología. Las verdades de la fe y las
verdades de la razón no podían estar en conflicto, sino que más bien son aplicadas
a campos diferentes.

La escolástica entrará en crisis como filosofía imperante en Occidente alrededor del


siglo XIV, y paulatinamente cederá su lugar a otras tendencias y doctrinas, en la
misma medida en que la teología dejaría de ser una ciencia y sus principios de ser
verdades.

22
5. TEOLOGÍA ESCOLÁSTICA (BAJA ESCOLÁSTICA) (S. XIV-XV)
(CRISIS DE LA TEOLOGÍA ESCOLÁSTICA MEDIEVAL)
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA

Instrumentos, conceptos y métodos que dieron origen a esta teología


La mayoría de los historiadores opinan que la segunda mitad del siglo XIV ha de ser
considerada como una época de decadencia. Es clásico el cuadro de este declinar
eclesial: fiscalidad cada vez más opresiva, corrupción del régimen de beneficios,
abusos en el campo de los privilegios y de las dispensas. Se trata también de la
decadencia del clero, capaz de los peores escándalos, negligencias graves en el
servicio pastoral, de donde arrancan supersticiones a causa de una ignorancia
generalizada. La Iglesia vive con un doble peso muerto encima, en su inteligencia y
en su conducta: por una parte, una escolástica charlatana y molesta, sobreexcitada
por la filosofía nominalista, que llegaría a vaciar de fe el pensamiento teológico;
por otra parte, la vida monástica había hecho del estado de perfección, que tiene
por ley y secreta libertad el amor, un conjunto de observancias, de formalismos
estrechos, de orgullo corporativo. Está también el escándalo colectivo de una
Iglesia dividida por el cisma, incapaz de reformarse; hasta los príncipes han de
intervenir para hacer entrar en razón al clero y poner límites a la codicia y
ambición de la Santa Sede.
Pero, sin duda, se dieron reacciones muy vivas: nacieron comunidades de
«devotos modernos», en las que la liquidación de las formas tradicionales favoreció
la piedad interior, la simplicidad de vida, la inclinación a la reflexión moral, un
humanismo amigo de los bellos libros y también de las nuevas pedagogías.
Sin embargo, la Iglesia está constituida esencialmente por clérigos, o incluso
sólo por los miembros de la curia romana. Así, en una obra titulada De ruina et
reparatione Ecclesiae, Nicolás de Clamanges no escribe ni una sola palabra acerca
de los laicos. La cuestión de la reforma se reduce en ellos a una cuestión de
moralidad. Pero una de las características de la época es que, para muchos
reformadores, el problema no está ahí.
El siglo XIV había desarrollado prodigiosamente la Iglesia visible, había
reforzado el centralismo, había aumentado el poder pontificio y había precipitado
la evolución de la Iglesia como una monarquía administrativa. A lo largo de todo el
siglo aparecieron reformadores que criticaron los abusos que se seguían de todo
ello y que recordaban las exigencias del espíritu evangélico: Alvaro Pelayo,

23
Qatalina de Siena; pero ninguno de ellos impugnó las estructuras de la Iglesia,
ninguno quiso ir en contra de la dirección señalada por la reforma gregoriana. El
final del siglo XIV va mucho más allá que la época de Aviñón en el análisis del mal y
en los proyectos terapéuticos; esta época fue tan radical en ese sentido que pareció
que quería modificar la misma constitución de la Iglesia.
Este término reforma, en las circunstancias de la época hacen que esté
constantemente asociado a la idea del cisma. Por otra parte, dado que la idea
conciliar se relaciona estrechamente con la preocupación del cisma, la palabra
reforma está siempre en relación con la mención de los concilios, ya que éstos son
efectivamente y ante todo concilios reformadores: el de Constanza y el de Basilea.
En ese período se opera un despertar que no consiguió reconstruir
suficientemente, a lo largo del siglo XV, ni la vida ni el pensamiento cristianos. Este
despertar se suele denominar con el término polémico de prerreforma; porque
después llegó la Reforma, la que dividió la Iglesia, porque procedía de la dislocación
parcial de las condiciones de salvación en la Iglesia, pero también, ocasionalmente,
porque la pusilanimidad intelectual e institucional de los dirigentes responsables
no supo detectar a tiempo, mesurar y satisfacer las necesidades; pretendían
moralizar al enfermo sin rehacer las fuerzas de su organismo. Savonarola tuvo que
sufrir la hoguera (1498). Quince años después llegó Lutero.

Realismo y biblismo: John Wiclef


John Wiclef nace hacia 1328 en una familia noble de Yorkshire. Presbítero (1361) y
doctor en teología en Oxford (1372), también allí ejerció de profesor (1363-1381).
Wiclef fue el reformador más sobresaliente del final del siglo XIV. En efecto, en el
inicio de la guerra de los cien años, el papado instalado en Aviñón desde 1309 es
suspecto, en Inglaterra, de parcialidad pro francesa; el cisma de Occidente (1378)
representa un rudo golpe contra la autoridad de la sede apostólica. Se explica así el
éxito de las doctrinas de Wiclef que ponen en entredicho la autoridad de toda
jerarquía eclesiástica.
Wiclef se dio a la reflexión teológica y llegó a ser una figura notable como
teólogo, filósofo escolástico y reformador religioso.
Junto a la toma de posición filosófica a favor del realismo, Wiclef milita en
favor de un retorno a la Biblia. En el De veritate Scripturae sacrae (1378) llega a
decir que basta con la Escritura, que, además, es suficientemente clara para no
precisar el comentario de la Iglesia. Wiclef asigna a la Biblia no sólo el primer lugar
en el conocimiento de la verdad religiosa, sino una situación realmente excepcional
o privilegiada. Con esto no hace más que seguir a Occam y a todos los teólogos que
querían volver, no sólo en la vida espiritual, sino en la teología, a la vida apostólica

24
o al menos patrística, cerrar el paréntesis que a los propios ojos representaba la
escolástica y limitarse a una teología meramente positiva. Pero, en realidad, la
revolución de Wiclef va más allá: desconoce que la Iglesia transmite íntegramente
el mensaje y rechaza las mediaciones propias de la comunidad. El tema tiene un
alcance eclesiológico.
Wiclef publicó, también en 1378, su tratado De Ecclesia, el más importante
de los que escribió. Hay en esta obra una dura crítica a la Iglesia de los clérigos. Al
ser inculpado por la jerarquía, sólo podía escapar de la sentencia negando a los
jueces el derecho a condenarlo. Pero, más allá de esta tesis oportunista, Wiclef no
quiere que los fieles identifiquen Iglesia y clero; cae así en el «clericalismo» que
insistía en el papel mediador de la jerarquía hasta llegar a olvidar el contacto
personal con Dios. Por otra parte, buscando fórmulas decisivas, define a la Iglesia
como universitas praedestinatorum. Así, para corregir lo que en la Iglesia de su
tiempo había de demasiado humano y arrancarla de ese mundo sensible en la que
tendía a hundirse, Wiclef sacrifica el elemento visible de la Iglesia, de suerte que su
carácter sobrenatural aparezca más claro. Después descubre, una tras otra, las
consecuencias de una concepción de esa índole, que afecta a la institución
pontificia, los sacramentos, las indulgencias. Sobre la eucaristía, su pensamiento es
fluctuante: admite, al parecer, la presencia real, pero concilia mal la
transubstanciación con la filosofía realista. Respecto a la confesión, recomienda la
confesión pública y niega a los presbíteros en pecado mortal el derecho a perdonar
las faltas.
En 1378, la muerte de Gregorio XI y el cisma retrasaron la represión de sus
doctrinas. La gran actividad de Wiclef se sitúa en esta época hasta 1382. Durante
cierto tiempo, las circunstancias favorecen su causa reformista: el escándalo que
para la cristiandad representa el cisma le permite, después de un corto período de
admiración por Urbano VI, ataca violentamente la persona de dicho pontífice, y
después la misma institución del papado.
Al final de su vida sufrió un ataque de parálisis (1382) que no le impidió, sin
embargo, una intensa actividad literaria.
Parece que sus numerosos escritos, muchos de ellos inéditos aún, no
tuvieron ninguna influencia directa sobre Lutero.

25
III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN

IV. FUENTES QUE UTILIZA

Diálogo fe y razón

El nominalismo de Guillermo de Ockham juega un papel fundamental en la


degradación de la escolástica en la Baja Edad Media. El origen o la raíz profunda es
más de índole filosófica que teológica. En el fondo es el problema de los universales
y su solución nominalista; la consecuencia principal será negar la capacidad
metafísica de la razón humana. La intuición sensible inmediata es lo que se afirma
y tiene valor epistemológico. En otras palabras, se subestima las fuerzas de la
razón, no se puede conocer sino lo experimental, lo sensible, lo fenoménico. Lo
cual supone un claro pesimismo regional.

A partir de aquí, el carácter científico de la teología queda en entredicho. Se


acaba negando el papel de la razón humana en la inteligencia del dato revelado. En
el fondo se da una separación fe-razón, desembocando en un cierto fideísmo: la
Revelación y la Fe no pueden ser entendidas por la razón humana de ningún modo.

De aquí que se vaya operando un deslizamiento de la Teología hacia


cuestiones morales y prácticas de la religión cristiana, cuestiones también
sociopolíticas y jurídicas. Es decir, frente al pesimismo racional se llega a un
optimismo voluntarista: se defiende la prioridad de la voluntad sobre la razón y se
proclama la autodeterminación absoluta del querer (el de potentia Dei absoluta y
el relativismo moral son típicos del nominalismo).

Fuentes

Otro rasgo fundamental, derivado del pesimismo racional, será su


inclinación al biblismo. La teología, que no puede deducir nada racionalmente a
partir de unos principios de fe, solo podrá ordenar y estudiar los elementos
inmediatos contenidos en la Sagrada Escritura, pero sin añadir absolutamente
nada.

Se entiende por conciliarismo (o teoría conciliar) aquella postura teológica


que afirma la superioridad del Concilio Universal sobre el Papa; la plenitudo
potestatis o suprema autoridad en la Iglesia no estaría en el Romano Pontífice sino
en le Concilio Universal. Los orígenes de esta teoría se remonta a la Alta Edad

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Media, tiene su punto culminante en la crisis del Gran Cisma de Occidente
(concilios de Constanza y Basilea) y Pisa (1511) por Luis XII de Francia contra el
Papa Julio II.

Ya en la Baja Edad Media, La Iglesia se concibe como una corporación


compuesta de cabeza y miembros que constituyen un todo, pero donde cada uno
de los miembros tiene derechos y deberes propios.

V. REPRESENTANTES

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA.

REPRESENTANTES:
En el siglo XIV aparecería Juan  Duns  Escoto (1266-1308), franciscano escocés; y
Guillermo de  Ockham  (1290-1349), célebre por su principio de “La navaja
de Ockham”.

APORTACIÓN A LA TRADICIÓN Y A LA VIDA DE LA IGLESIA


Como tal no se puede hablar de una aportación a la tradición y vida de la Iglesia,
sino por el contrario, de una notable alteración en la forma de hacer teología en
este periodo, que afectó incluso a su misma terminología, se produjo al hilo de las
transformaciones de la gnoseología.

Por un lado, Duns Escoto observará que la demostracion tomista "a posteriori" del
efecto a la causa, no es verdaderamente demostrativa y que muchas verdades de fe
quedan fuera de su alcance. El número de proposiciones teológicas
indemostrables se multiplica considerablemente, desde la existencia misma de
Dios hasta los mandamientos de la ley de Dios.  La teología deja de ser
considerada una verdadera ciencia  ya que es incapaz de demostrar su
afirmaciones fundamentales, convirtiéndose en un saber "práctico" que conduce al
hombre hacia la salvación eterna.

Despues, Guillermo de Ockham, el Venerabilis Inceptor, negó ́ la posibilidad teórica


de una ciencia verdaderamente «científica» acerca de las verdades teológicas
(verdades que versan sobre Dios y son cognoscibles naturalmente); y redujo a la
mínima expresión una ciencia que verse sobre los artículos de la fe (solo

27
cognoscibles sobrenaturalmente), infundidos por Dios en el intelecto. La teología
quedaba, de este modo, desposeída casi totalmente de objeto propio, lo cual
implicaba la inauguración de una nueva época.

Los campos teológicos y filosóficos se dividen, aunque no implica necesariamente


una desvaloración del mundo y la teología sino, por el contrario, se inspira más
bien en un profundo respecto por lo religioso que aspira a rescatar lo específico de
la fe frente a la contaminación de la filosofía de origen pagano. La teología se
alejará del racionalismo y comenzará a buscar su apoyo en la revelación.

6. TEOLOGÍA HUMANISTA DEL SIGLO XVI (ESCUELA DE


SALAMANCA Y RENOVACIÓN D ELA TEOLOGÍA(RENACIMIENTO),
TEOLOGÍA PROTESTANTE PRIMITIVA (S. XVI),
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA

El paso de la historia medieval a la historia moderna está marcado por tres hechos
capitales: el primero se presenta en el plano económico-social, el segundo, más
estrictamente político y el tercero se sitúa en el plano estrictamente espiritual, el
cual, consiste en la irrupción de una nueva concepción de la vida y de una nueva
civilización, que se conocen con el nombre de Humanismo y de Renacimiento14.
En Occidente durante el siglo XIV se da un profundo cambio cultural, conocido
como Renacimiento, y por su versión literaria, el Humanismo. El Renacimiento
mira hacia el pasado clásico auténtico como modelo de reforma, pero también es
un movimiento de renacer y novedad, dedicado a la educación de una nueva
generación con medios de comunicación “modernos”, particularmente con la
imprenta que estaba invadiendo Europa a partir de la mitad del siglo XIV.
Por otra parte, el Renacimiento contribuirá en la mundanización de la Iglesia,
haciendo de Roma un fulcro de cultura renacentista. La reforma de la Iglesia no
tiene como fondo una reforma de la doctrina y de la teología, sino la manera de

14 Cf José Luis LUANES - Josep Lgnasi SARANYANA, Sapientia Fidei Serie de Manuales de Teología Historia de la
Teología, BAC, Madrid 1995.

28
administrar y vivir. Los cambios sociales de la época al inicio del siglo XV hicieron
sentir el desvarío de esta falta de formación y una sociedad civil que se hace más
urbanizada y culta. De aquí los esfuerzos por una formación sacerdotal más
cuidada, estos esfuerzos aterrizaron el decreto sobre la institución de los
seminarios en el concilio de Trento.
La “escuela”, el lugar privilegiado de la teología, se convertirá en un punto de
tensión con el Humanismo, que tuvo una contribución importante para el
desarrollo del método teológico. Independientemente de la propuesta de nuevas
ideas y problemas, la cultura humanista tuvo un efecto estimulante sobre las otras
disciplinas: puso a disposición nuevas fuentes clásicas desconocidas al momento,
consideró las fuentes antiguas desde un nuevo método filológico e histórico, e
introdujo nuevas formas de argumentación, nueva terminología y nuevos modos
de exposición literaria. Esto vale también para la teología.
El panorama teológico cambió no sólo a causa de la Reforma protestante, sino
también a causa del nuevo acercamiento “humanista” y “literario”. Hay una nueva
manera de acercase a las fuentes y los textos, que será una contribución a la
teología positiva, diversa de la escolástica y de la monástica. Con la mejoría
espiritual, moral y la imitación de Cristo, fundado sobre una familiaridad con la
Biblia, enmendada según criterios filológicos y llevada en cierta manera a la pureza
de los orígenes. La división entre la Iglesia occidental y oriental se experimentó
sobre todo como el cumplimiento de una alienación secular entre dos culturas
diversas y geográficamente separadas. La división provocada por la Reforma
protestante provocó un trauma interno de la Iglesia occidental que continúa hasta
nuestros días, y evoca espectros lúgubres en la memoria de las iglesias. La Reforma
protestante, es en primer lugar una reforma teológica.
El acontecimiento de la Reforma protestante condujo a una erogación, tanto en
sentido positivo como negativo, de Martin Lutero: para unos es “el Reformador”
por antonomasia, elegido por Dios para reformar la Iglesia. Por el contrario, para
otros es la personificación de todas las herejías. El Lutero histórico se encuentra
junto con el hombre de gran fe, un teólogo embebido como pocos de su tiempo por
un grande amor al conocimiento de la Sagrada Escritura, y un pastor y predicador
dedicado a la Palabra de Dios. No se puede olvidar que la Reforma protestante
quiere ser sobretodo y aún bajo todos los condicionamientos políticos y sociales,
un movimiento de renovación religiosa. En este sentido, no se puede minusvalorar
la importancia que tuvieron por la propagación del mensaje, los escritos y la
predicación de varios reformadores locales y las repercusiones que tuvieron sobre
los auditores y la sed espiritual que éstos tenían.

29
El acontecimiento eclesiástico central del siglo XVI fue la celebración del
Concilio de Trento (1545-1563). El anterior concilio ecuménico, V de Letrán, había
concluido en 1517, justamente la fecha en que Lutero hacía públicas, desde
Wittenberg, sus noventa y cinco tesis. En el concilio debían intervenir no
solamente los obispos y los clérigos, sino también los seglares, y se había de
proceder «cristianamente», o sea, se había de juzgar únicamente según el criterio
de la Sagrada Escritura. Un acontecimiento eclesial tan destacado debía de afectar
al desarrollo de la ciencia teológica, en este sentido, el papel de los teólogos fue
relevante, lo cual estimuló mucho la reflexión teológica, sobre todo de las
universidades15.
La teología de los siglos XVI-XVII viene calificada por los estudiosos, en
analogía con el estilo artístico y literario del barroco, como “teología barroca” o
“escolástica barroca”. El inicio de esta fase teológica coincide en ámbito católico con
Francisco de Vitoria (+1546), considerado el fundador de la escuela de Salamanca;
en ámbito protestante, con Filippo Melantone (+1560), padre de la ortodoxia. En
la Universidad de Salamanca se prepararon buena parte de los más destacados
teólogos de Trento. La primera generación de la «Escuela de Salamanca», iniciada
por Francisco de Vitoria, fue una corriente filosófica y teológica que surgió desde la
Facultad de Teología de la Universidad de Salamanca entre la segunda mitad del
siglo XVI y la primera del XVII. Sus figuras más conocidas son Domingo de Soto,
Francisco Suárez y Martín de Azpilcueta, pero muchos otros contribuyeron al gran
número de ideas filosóficas, teológicas, jurídicas y económicas de la Escuela16.
El siglo XVII es un momento de grandes cambios, tanto en lo político como en
lo cultural. No hay unidad de lengua, ni de mentalidad. El eje del poder había
estado en el Mediterráneo, ahora se traslada a centroeuropa. Se pasa de la unidad
política a los estados nacionales. La escena intelectual, tradicionalmente
escolástica, pasa a estar dominada por otras líneas de pensamiento: el racionalismo
de origen francés y el empirismo de origen anglosajón. Descristianización
intelectual de Europa. De igual forma, se presenta una ruptura espiritual e
intelectual que se manifestará en el siglo XVIII. Un mundo que ha sido cristiano y
deja de serlo, esto para la Teología es importante. A lo largo del siglo XVIII hay una
decadencia.
En el siglo XIX inicia un proceso de renovación, a través de la vuelta a las
Fuentes bíblicas y patrísticas, la recuperación de la tradición escolástica en su

15 Cf. Jesús Ma. Aguiñaga Fernández, Historia de la teología del Renacimiento a la época Contemporánea, Apuntes de
clase, 2019.

16 Cf. Miguel CATALÁN, «La escuela de Salamanca. Filosofía y Humanismo ante el mundo moderno », revista filosófica
eikasia, n.73 (2017) http://www.revistadefilosofia.org/73-18r.pdf (14.11.2019), 311-313.

30
momento de esplendor y el diálogo con algunas corrientes del pensamiento
moderno.

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN

IV. FUENTES QUE UTILIZA

Gestión del dialogo fe y razón

Renacimiento.
Con el concilio de Basilea-Florencia, termina la Edad Media. Se recuerda no solo los
acontecimientos históricos, sino también la diferencia de puntos de vista, la unión
entre las dos Iglesia de Oriente y Occidente.
La caída de Constantinopla, lleva consigo en Oriente la división en Constantinopla,
considerada herética e infiel a la ortodoxia.

Humanismo
La cultura humanista, puso a disposición nuevas fuentes clasistas desconocidas al
momento.

Martin Lutero, la reforma protestante


La reforma protestante es una reforma teológica.
Esta visión histórica es presentada por Lutero en una frase emblemática de la
Resolutiones disputationum de indulgentiarum virtute (1518), Lutero histórico se
encuentra junto con el hombre de gran fe, teólogo de gran amor al conocimiento
de la Sagrada Escritura, y un pastor y predicador de la palabra de Dios.
La reforma protestante quiere ser un movimiento de renovación religiosa.

La Escuela de Salamanca
Su iniciador y fundador es Francisco de Vitoria. +1546. Quien dice que toda
autoridad es legítima, su fuente reside en Dios, causa del hombre naturalmente
social. Retoma las cuatro causas de Aristóteles: causa eficiente, causa material,
causa formal. También aplica el criterio moral. También es creador del derecho de
gentes, que justificaba la solidaridad. En ámbito protestante con Filippo Melantone
+ 1560. Padre de la ortodoxia.

En la escuela de Salamanca se enseñaron y se formaron los más famosos teólogos


de los siglos XVI-XVII, como Domingo de Soto, así como Melchor Cano.

31
Fuentes utiliza.

Renacimiento. Ocupará de manera reflexiva a la invasión del ingenio en su


horizonte cultural cerrado, reflexionando sobre la dignidad humana y la relación de
la voluntad salvífica de Dios y el rol mediador de la Iglesia por la salvación.
Los cambios sociales al inicio del siglo XV, hicieron sentir el desvarío de esta falta de
formación y una sociedad civil que se hace más urbanizada y culta.

Humanismo. Considero las fuentes antiguas desde un nuevo método filológico e


histórico, e introdujo nuevas formas de argumentación, nueva terminología y
nuevos modos de exposición literaria.

Lutero. Es un regreso al estado primitivo del Cristianismo, es regreso de la Palabra


de Dios. “al tiempo que comenzó la teología escolástica, es decir ilusoria, entonces
se vacío la teología de la cruz y todo se pervirtió.
El concilio de Trento es una respuesta a los retos del momento, en particular al
movimiento protestante y a la urgente necesidad de reforma al interno de la
Iglesia católica.

Escuela de Salamanca. Analogía con estilo artístico y literario del barroco.


Los teólogos católicos documentan su tesis recurriendo a la autoridad del pasado,
de ahí una tesis será legitima si se fundamenta en la Escritura y con autoridad.

V. REPRESENTANTES

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA.

Humanismo.
a) Erasmo de Rotterdam (1488-1536) y Alcalá: Innovación teológica. Perspectiva:
(1) Renovación humanista de la teología: (1) Aprovechar, con moderación, los
logros del humanismo. (2) Renovación de la exégesis Bíblica: Sin conocer la lengua,
sin individuar el contenido histórico cultural en el cual nació el texto, no se puede
intentar afrontarlo. Para Erasmo la finalidad de la teología es descubrir a Cristo,
fuera de formalismos. Por eso, la práctica de la religión debe ser iluminada con las
fuentes originales: la Palabra de Dios y los Padres de la Iglesia.

32
b) Escuela de Salamanca: Renovación teológica. Perspectiva: Renovación de la
teología escolástica: Aprovechar los logros del humanismo, método histórico-
critico de las fuentes.
La primera generación salmantina (1526-1563) está constituida fundamentalmente
por los cuatro teólogos dominicos que se sucedieron en la ocupación de la cátedra
de prima de la Universidad y tenían como objetivo una renovación de la teología
escolástica, así como la refutación de los errores de Lutero, a partir de una teología
de controversia y del reestudio de cuestiones importantes, como Iglesia, gracia,
justificación, etc.
1) Francisco de Vitoria (1492-1546). a) Vida: (1) Fundador de Salamanca. (2)
Conocedor del humanismo y nominalismo en París. (3) Tiene muchos discípulos,
Soto y Cano, que serían grandes protagonistas en la controversia con el
protestantismo. b) Línea teológica: 1. Sigue a Tomás, pero con apertura de
pensamiento, 2. Orientación moral y jurídica, 3. Superación del nominalismo.

c) Doctrina: 1. Legitimidad de la autoridad civil: Demostración de que Dios es


fuente de la autoridad civil con las 4 causas aristotélicas, 2. Ius Gentium:
Fraternidad universal de los hombres para la solidaridad internacional de los
pueblos.
2) Domingo de Soto (1495-1560). a) Vida: (1) Teólogo más importante de su
generación. (2) Conversión al tomismo. b) Aportación en Trento: De iustificatione:
Eficacia intrínseca de la gracia, no tanto como premoción física cuanto como
predeterminación moral objetiva.
3) Melchor Cano (1509-1560): a) Estilo teológico: (1) Claridad. (2) Elegancia. (3)
Apertura de mente. (4) Búsqueda de la verdad. (5) Enfrentamiento con las nuevas
cuestiones.
b) De locis theologicis: la jerarquía de los lugares teológicos propios:
Fundamentales (2): SE. Y Tradición Apostólica; Declarativos (5): Iglesia católica,
Concilios, Iglesia de Roma, Padres de la Iglesia y Teólogos escolásticos; auxiliares
(3): Razón, Filósofos y juristas y la Historia con sus tradiciones humanas. c)
Extensión: Infalibilidad de la Iglesia y de su Magisterio: (1) Concilios convocados y
aprobados. (2) Fórmula «ex cathedra».
Pedro de Soto (1496/1500-1563): (1) Apologista y Controversita. (2) Agustianiano-
Tomista. (3) Defendió la doctrina sacramental: institución, carácter y causalidad

33
d) Protestantismo: Lutero (1483-1545)
a) Datos biográficos: (1) Sacerdote agustino. (2). Teólogo alemán. (3) Reformador
protestante: Exhortaba a la iglesia cristiana a regresar a las enseñanzas originales
de la Biblia.
b) Principios teológicos: (1) Solus Christus 1 Co 3,11;  1 Tm 2,5-6: Significa que el
individuo debe rendir cuentas sólo a Dios (Col 2,8). (2) Sola Gratia (sólo la gracia)
Rm 3,23, “simul iustus et peccador”. (3) Sola fide (sólo la fe) Rm 1,17: Lutero negaba
radicalmente la idea de una participación humana porque así no sería posible que el
hombre se abra totalmente por Dios y mantenga sus dudas en la falta de algo para
conseguir la gracia y la atención de Dios. (4) Solus Christus (sólo Cristo) 1 Co
3,11; Tm 2,5-6: Significa que el individuo debe rendir cuentas sólo a Dios (Col 2,8).
(5) Sola Gratia (sólo la gracia) Rm 3,23, “simul iustus et peccador”. (6) Sola fide
(sólo la fe) Rm 1,17: Lutero negaba radicalmente la idea de una participación
humana porque así no sería posible que el hombre se abra 100% por Dios y
mantenga sus dudas en la falta de algo para conseguir la gracia y la atención de
Dios. 

e) Doctrina:
a) Theologia crucis. b) Justificación por la fe. c) Sólo hay dos sacramentos: el
bautismo y la santa cena, d) Ética: La gracia de Dios no nos obliga de hacer buenas
obras, nos libera y entusiasma a actuar en amor.
Lutero tuvo muchos discípulos, pero no todos fueron igualmente influyentes.
Entre ellos, quizá haya sido Juan Calvino (1509-1564) el de un influjo más notable y
duradero. La secuencia de los hechos podría narrarse sumariamente de la siguiente
forma: las enseñanzas de Ulrico Zwinglio (1484-1531), fuertemente «regalista» y
nacionalista, reformador de Zurich, Basilea y Berna, no se perdieron después de su
muerte en la batalla de Kappel (1531) contra los cantones católicos.

f) Aportación de esta teología a la tradición y a la vida de la Iglesia.


La escolástica barroca se distingue de las épocas precedentes y aspectos de la
escolástica, por el regreso a las fuentes estudiadas según el texto original y la
exigencia y uso de la lengua latina clásica. Su lema es: “Ad fontes!”. El nuevo
método es discursivo y expositivo. Así, con el acontecimiento del humanismo, se
delínea una nueva figura del teólogo en el Humanismo y la Reforma: el exégeta del
texto sagrado. Modelo de esta figura es Erasmo de Rotterdam. En esta época, la
traducción del texto sagrado no es sólo una obra de altísima filología, sino también
interpretación rigurosa y científica de la palabra de Dios.

34
En este ámbito madura también la obra de Reforma, sobre todo teológica,
de Martín Lutero que más allá de su polémica con la Iglesia de Roma, que lo llevará
a la ruptura, se debe señalar el esfuerzo de renovación religiosa, de dar vida a una
teología más bíblica, más vital, capaz de hablar al corazón de las gentes. En este
sentido no se puede minusvalorar la importancia que tuvieron por la propagación
del mensaje, los escritos y la predicación de varios reformadores locales y las
repercusiones que tuvieron sobre los auditores y la sed espiritual que éstos tenían.
Estas instancias de regreso a las fuentes de la teología, Escritura y Padres, se
harán propias de aquellas generaciones de teólogos legados al concilio de Trento,
que fue sin duda el momento significativo para el desarrollo de la teología católica,
cuyas dos grandes preocupaciones fueron la definición de la doctrina católica
frente al protestantismo y la reforma de la Iglesia. Se trata de teólogos formados
por mayor parte en las dos más famosas universidades españolas, Alcalá y
Salamanca, que responden a los problemas espirituales, comerciales, políticos y
económicos de su tiempo con un método psicológico, exegético y teológico que
habla los hombres de aquella época.
Gracias a estos autores la escolástica y mística, humanismo y teología, razón
y fe, coexisten armónicamente en un todo unitario. Surgirá así una nueva figura de
teólogo, donde algunas características ya están presentes en los controversistas y la
apologética que apoyándose en los loci propios de la ciencia teológica individuados
por Cano, se limitará esencialmente a comentar la Summa Theologiae de san
Tomás y a interpretar la teología del magisterio que aparecerá en el Denzinger.

7. TEOLOGÍA BARROCA (SIGLOS XVI-XVII), TEOLOGÍA ANTE


LA ILUSTRACIÓN Y EL IDEALISMO
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA

La teología de los siglos XVI-XVII viene calificada por los estudiosos, en analogía
con el estilo artístico y literario del barroco, como “teología barroca” o “escolástica
barroca”. El inicio de esta fase teológica coincide en el ámbito católico con
Francisco de Vitoria († 1546), considerado el fundador de la escuela de Salamanca;
en ámbito protestante, con Filippo Melantone († 1560), padre de la ortodoxia. El

35
siglo XVII es un momento de grandes cambios, tanto en lo político como en lo
cultural. No hay unidad de lengua, ni de mentalidad. El eje del poder había estado
en el Mediterráneo, ahora se traslada a centroeuropa. Se pasa de la unidad política
a los estados nacionales. La escena intelectual, tradicionalmente escolástica, pasa a
estar dominada por otras líneas de pensamiento: el racionalismo de origen francés
y el empirismo de origen anglosajón. Descristianización intelectual de Europa.
Ruptura espiritual e intelectual que se manifestará en el siglo XVIII. Un mundo que
ha sido cristiano y deja de serlo, esto para la Teología es importante17.

Instrumento, conceptos y métodos que dieron origen a esta teología

Los humanistas de Florencia y de Roma en el s. XV y en los comienzos del XVI no se


ocupaban sistemáticamente de la teología o de la religión. Aunque eran cristianos
cultos y practicaban su religión mostraban un interés relativamente escaso hacia la
teología. Y estas actitudes han desempeñado un cierto papel en la metodología
teológica del s. XVI e incluso en tiempos posteriores.

En este periodo se pueden considerar tres aspectos que dejarían huella al método
teológico:

1. Hay una mayor atención hacia el hombre, que ya no considera el mundo


solo como una antesala de la eternidad, lo cual supone un giro
antropológico moderado.

2. Se impone la convicción de que la ciencia sagrada no puede ausentarse de la


historia.

3. La autonomía creciente de la cultura, la ciencia, la literatura y el arte que


supone un clima social de secularización18.

Por otro lado, nos encontramos con la reforma protestante, convencidos de la


importancia exagerada dada a la tradición y a las tradiciones dada por los teólogos
católicos y ortodoxos, limitando la teología al estudio de la Biblia. En este hecho la
teología católica adquiere un carácter de «controversia», significado con ello que la

17 Notas de clases. Algunos autores le llaman a este periodo “Teología positivo-escolástica”, que abarca la
“euforia Tomista” (s. XVI); la “teología de controversia” (s. XVI); y la “teología barroca” (s.XVII), que tiene
como representantes principales las escuelas Jesuítica y Dominicana. (cf. Evangelista VILANOVA, Para
comprender la teología, Verbo Divino, Navarra 1995,45.

18 José MORALES, Introducción a la teología, Eunsa, Navarra 1998, 240-241.

36
teología se reduce a la trasmisión y a la formulación ortodoxa de la fe contra la
herejía y enseguida contra «el mundo»19.

Interpretación de la sagrada escritura

Hay una corriente especulativa, propuesta por los dominicos llamada “teología de
las conclusiones”; y otra corriente positiva de carácter apologético representada
por los jesuitas. Melchor Cano († 1560) realiza la síntesis de estas dos orientaciones
y con su método, degradado dio origen a una teología que veía a la escritura no
como principio para construir la teología, sino como material para apoyar tesis
preestablecidas. Es la llamada teología de la thesis probatur20.

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN

IV. FUENTES QUE UTILIZA

Gestión del diálogo fe-razón21


En este período la teología es el resultado de la herencia del nominalismo,
atenido a lo particular, ya definitivamente rota la conexión con el mundo
neoplatónico. La síntesis que san Alberto y santo Tomás habían logrado entre el
mundo del pensamiento y de la ciencia positiva, entre la fe y la razón, entre la
Iglesia y la sociedad, se rompe. Todo esto porque en esta relación de fe y razón ya
no encuentran cabida las nuevas experiencias históricas. La teología surgirá ahora
de la mirada histórica y filológica a la Biblia, de la experiencia cristiana, de la pasión
por reencontrar vivas las palabras de Jesús, de san Pablo y de los primeros
cristianos. Surgen las Disputationes metaphysicae (1597) de Suárez, como figura de
la teología del barroco español. Él, en su obra, enseña la filosofía como una
introducción a la teología. Establece la relación que existe entre ellas, donde si bien
cuenta con el servicio de aquella a ésta, sin embargo otorga primacía a la
metafísica en la medida en que establece los principios por los que se guía también
la teología.

19 E. VILANOVA, Para comprender la teología, 41.

20 Cf. Clodovis BOFF, Teoría del método teológico, Dabar, México 1998, 151.

21 Olegario, GONZÁLEZ DE CARDEDAL, El quehacer de la teología. Génesis. Estructura. Misión, Sígueme,


Salamanca 2008, 619-620.

37
El siglo XVII tiene a Francia por epicentro con tres figuras que suman una
visión teológica y filosófica de la realidad: Descartes, Pascal y Bérulle. Ofreciendo
razones para superar el escepticismo y luego razones para creer.
Ante la Ilustración y el Idealismo que surgen por la Revolución francesa en el
siglo XVIII, la Teología no tiene figuras a la altura del tiempo nuevo que eleven a la
reflexipon integradora y crítica los nuevos horizontes, habrá que esperas hasta el
siglo XIX, en el que aparezcan los grandes nombres del protestantismo.

Fuentes que utiliza


En esta etapa, la teología se fundamentará en las ediciones nuevas de la
Biblia y de los Padres en sus textos originales con Erasmo como gran protagonista,
la reforma católica con Ignacio de Loyola, los místicos abulenses y Lutero. Cabe
mencionar el redescubrimiento de la Suma de Tomás de Aquino y las grandes
figuras que van surgiendo de la Escuela de Salamanca, con Francisco de Vitoria
como iniciador.

V. REPRESENTANTES

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA.

En la escuela de Salamanca de los siglos XVI-XVII se formaron los así considerados


teólogos de la época barroca. Francisco de Vitoria es considerado el fundador de la
escuela de Salamanca. En esta escuela se crearon grandes teólogos como Domingo
de Soto y Melchor Cano. Por otra parte, la compañía de Jesús también tuvo sus
propios teólogos representantes. Entre ellos destacan dos tríadas: la andaluza con
Francisco de Toledo, Francisco Suárez y Tomás Sánchez. La castellana con Luis de
Molina, Gabriel Vázquez y Gregorio de Valencia. Estas escuelas tendrán a la base la
Summa Theologica de santo Tomás para la teología.
Francisco Suárez es el último teólogo de la teología barroco español. Su obra
es las Disputationes metaphysicae (1597). Estas fueron pensadas como una
introducción a la teología. Ya que Suárez había enseñado filosofía por muchos
años. «Suárez tuvo una gran influencia en el pensamiento metafísico del siglo XVII,
sobre todo en Alemania y especialmente en la filosofía y teología protestante» 22.
Las figuras del siglo XVII en Francia en el ámbito filosófico y teológico son:

22 Olegario GONZÁLEZ DE CARDEDAL, El quehacer de la teología, Sígueme, Salamanca, 2008, 620.

38
Descartes, Pascal, Bérulle. Por otro lado, se tiene a: Juan de Timoneda, Lope de
Vega, José de Valdivielso, Tirso de Molina y Calderón de la Barca. Por lo que
respecta a América los representantes son: Ramón Pané, Pedro de Córdoba y fray
Juan de Zumárraga (1468/75-1548).
Ahora bien, «durante el siglo XVIII se prepara la Revolución Francesa con la
Ilustración como fermento y presupuesto. Teológicamente no existen figuras a la
altura del tiempo nuevo que eleven a reflexión integradora y critica los nuevos
horizontes, teniendo que esperar hasta el siglo XIX, en el que aparecen los grandes
nombres del protestantismo»23.

Aportación de esta teología a la tradición y a la vida de la Iglesia


La teología surgida en este periodo de tiempo aportara a la tradición y a la vida de
la Iglesia elementos importantes que incluso se habían descuidado. Por tanto, «La
teología surgirá ahora de la mirada histórica y filológica a la Biblia, de la
experiencia cristiana, de la pasión por reencontrar vivas las palabras de Jesús, de
san Pablo y de los primeros cristianos. Junto a ello está la aparición del nuevo
mundo con el descubrimiento de América, que suscita nuevos problemas, tanto
teóricos como prácticos, y con ello una nueva teología»24.
La teología es calificada como “teología barroca” y “escolástica barroca”. La
escolástica barroca se distinguió por el regreso a las fuentes estudiadas según los
textos originarios. La Reforma protestante exigió una reflexión sobre el concepto
de Tradición. Ante la Sola Scriptura los teólogos fundamentaron sus tesis en la
Escritura y en la autoridad. La teología de la compañía de Jesús ofrece una
respuesta a los problemas y cuestiones que la situación de la Iglesia de los siglos XV
y XVI habían suscitado. La misma, busca mantener la fidelidad a las fuentes
primitivas. La escuela de los jesuitas se desenvolvió en dos ámbitos: el interés
metodológico-institucional y el contenido tanto doctrinal como el ético- moral.
Hay que decir también que la aportación dada por Francisco Suárez es de
suma importancia, éste muy probablemente haya sido el último escolástico en
centralizar su atención en la historia del misterio del Eterno encarnado. Por otro
lado, esta F. de Vitoria quien «fue el creador del derecho de gentes, el ius gentium,
que justificaba sobre la base de la solidaridad internacional de los pueblos, es decir,
por la fraternidad universal de los hombres entre sí»25.

23 Ibid, 620.
24 Ibidem, 619.

25 José Luis ILLANES-Josep Ignasi SARANYAN, Historia de la Teología, BAC, Madrid 1995, 135.

39
Por su parte, Melchor Cano su aportación reside en los sintetizados diez
lugares teológicos: «dos lugares propios fundamentales: la Sagrada Escritura y las
tradiciones de los Apóstoles; cinco lugares propios declarativos: la Iglesia católica,
los concilios, la Iglesia de Roma, los Padres de la Iglesia y los teólogos escolásticos;
y tres lugares auxiliares: la razón, los filósofos y juristas, y la historia con sus
tradiciones humanas»26.
En Domingo de Soto es «Muy destacable la participación en las polémicas
sobre los títulos legítimos de conquista. En 1542 fueron promulgadas las Nuevas
Leyes de Indias, que provocaron una vivísima resistencia por parte de los españoles
traspasados a América. Recogiendo el descontento general, Juan Ginés de
Sepúlveda, cronista del emperador, compuso un opúsculo, titulado Democrates
secundus, donde sostenía que es justo someter por las armas, si no se puede de
otro modo, a quienes son esclavos por naturaleza, pues —como habían enseñado
los más célebres filósofos de la antigüedad— es justo hacerles la guerra si se
resisten a aceptar pacíficamente el dominio de los hombres libres» 27.
Entre otras de las aportaciones que se da a la teología de este tiempo es la de
Pascal, con él se abre un dialogo con la razón de todos los libertinos salidos de
control en la Francia del siglo XVII.
En suma, los siglos XVI, XVII y XVIII son siglos en los que la teología debió
luchar con problemas nuevos, a los cuales se propuso como reto no dejarlos a la
intemperie por muy delicados que estos hubieran resultado. La teología enfrento el
tiempo de la edad moderna donde la razón cobro fuerza sobre la fe. Aunque todo
esto le dio paso para estar más o menos preparada para enfrentar los retos de los
próximos siglos XIX, XX y XXI.

8. RENOVACIÓN Y DESARROLLOS DE LA TEOLOGÍA


DURANTE EL SIGLO XIX & TEOLOGÍA EN EL SIGLO XX.
I. INSTRUMENTOS, CONCEPTOS Y MÉTODOS QUE DIERON
ORIGEN A ESTA TEOLOGÍA

II. INTERPRETACIÓN D ELA SAGRADA ESCRITURA

26 José Luis ILLANES-Josep Ignasi SARANYAN, Historia de la Teología, 139.

27 Ibidem, 143.

40
Siglo XIX renovación teológica, pues el espíritu romántico aspiró a una renovación
de la teología por medio no solo de la incorporación de los estudios de teología
positivo, sino la valoración de la historia en cuanto tal. Escuela de Tubinga dos
facultades de teología una protestante y la otra católica. Unión del método
histórico con la especulación. Rosmini, emplea instrumento la cuestión teorética
fundamental, conexión del hombre con Dios. Recuperación de la Escolástica, un
pensamiento romántico, con diversidad de corrientes intelectuales. La tradición
aporta a la renovación de la teología. Restauración científica de estudios
eclesiásticos. Empleo del método escolástico-deductivo. Tendencia especulativa de
orientación teológica- positiva en preparación para primer Concilio Vaticano. Se
abordan conceptos como el orden de la gracia como superior al orden de la
naturaleza, pero no desconectados; en sintonía con los Padres Griegos.

La teología protestante liberal no vinculada ni por escritos ni tradición,


enfrenta el texto bíblico con por personal subjetividad creyente. Teología de la
mediación promovió diálogo entre fe y cultura. Predomina subjetivismo religioso,
el hombre no accede a Dios y a la revelación a través de su experiencia interior,
sino por su adhesión a las Escrituras. Dos escuelas contrapuestas: la liberal y la
escatológica abordan juicio sobre el mundo. Se produce un predominio de
tendencia liberal como en protestantismo francés. El anglicanismo, calvinista y
evangélica. Movimiento de Oxford, conversión al catolicismo de Newman.

El siglo XX se precisa renovación desde planteamientos especulativos, a


instrumentos de investigación bíblica e histórica. Empleo del método escolástico.
Blondel, L´action, en la acción, querer, conocer y ser se integran. La crisis
modernista, continuidad entre Iglesia y Evangelio. Experiencia religiosa contra
dogmática eclesial; modernismo derivado de agnosticismo. Metodología histórico-
crítica con exégesis de los métodos filológicos e históricos en contexto teológico.
La teología liberal, método histórico-crítico, penetra con elemento histórico en el
estudio de la Biblia

Por su parte, la teología existencial con Bultmann, Manifiesto de la


desmitificación de 1941, la novedad del NT para el hombre de hoy. Dios es
acontecimiento. Existencia auténtica es la fe. Kerygma como palabra eficaz.
Teología hermenéutica, comprender ciencia de la naturaleza y del espíritu. La
hermenéutica como una metodología general de las ciencias del espíritu. Usa el
método histórico-crítico. Se instrumentaliza el lenguaje. Teología de la cultura,
aborda la historia de la revelación, cuyo centro es Cristo; afirma en un discurso a
los emigrantes. Lenguaje religioso, hay distinción entre signo y símbolo. Por su
parte, la Teología sistemática no pretende ser una Summa. Su estrategia es el

41
método de la correlación. Teología de la secularización, por la emancipación del
mundo moderno de la tutela del cristianismo, mundo mayor de edad. Se configura
como un sistema de estructuras eclesiástico-sacramentales.

Teología católica, La apologética del método de la inmanencia, sin


embargo, necesidad de la realidad concreta del Verbo y es aquí donde el método
histórico tiene su campo de aplicación. Teología y modernidad, Moltmann:
peligrosa "pérdida del horizonte", de la realidad secular, histórica, espiritual. La
controversia modernista, Congar de la eclesiología al ecumenismo. La iglesia, como
pueblo mesiánico, es germen de unidad y de esperanza para todo el género
humano. La teología kerigmática a partir de Jungmann busca tratar renovación
de la predicación mediante cuestiones metodológicas y prácticas. Guardini:
teología y literatura, la Weltanschauung católica es la mirada que la iglesia dirige al
mundo, en la fe, desde el punto de vista del Cristo vivo. Por su parte, Karl Rahner:
teología trascendental, en la cual emplea el Método antropológico-trascendental
que tiene a la base al ámbito antropológico con un a priori y a posteriori, a partir
del pluralismo social un cristianismo anónimo. Hans Urs von Balthasar: teología
trinitaria, la vía del amor: sólo el amor es creíble. Completar la consideración del
verum y del bonum mediante la del pulchrum. Teología de la historia con
Cullmann; se emplean categorías histórico-salvíficas.

Teología de la esperanza, con Jürgen Moltmann, teólogo ecuménico,


intuitivo redescubrimiento del carácter escatológico del cristianismo. Una
recuperación de la escatología bíblica y es promesa que alimenta la esperanza; la
esperanza activa la misión. Teología política: que la palabra cristiana llegue a ser
una palabra socialmente eficaz. Proyecta las acciones de la esperanza de la
comunidad cristiana. Emplea elementos críticos y emancipadores, una
hermenéutica política del Evangelio. Teología de la Liberación, Gutiérrez, empleo
del método inductivo; Este comienza su recorrido suscitando las aporías, los
callejones sin salida del pensamiento moderno, de la experiencia humana, para, con
una nueva comprensi6n de la revelación, poder responderlas. Teología feminista,
una teología del genitivo subjetivo, es decir, una teología de mujeres y hecha por
mujeres. En el círculo que vincula la experiencia del pasado fijada en los textos de
la Biblia y de la tradición con la experiencia actual de la mujer.

III. GESTIÓN DEL DIALOGO FE-RAZÓN

IV. FUENTES QUE UTILIZA

42
En el siglo XIX se fue extendiendo un progresivo desencanto respecto a los grandes
sistemas idealistas, e imponiéndose una mentalidad o actitud más concreta, y, en
consecuencia, más apegada al dato histórico y a la experiencia inmediata. Las ideas
de signo deísta, agnóstico o panteísta continuaron, no obstante, difundiéndose,
contribuyendo a una secularización de la vida social, progresiva, aunque en
muchos aspectos latente.

León XIII concibe a la Teología como esfuerzo intelectual por penetrar en el


contenido intelectual de la fe, poniendo de manifiesto la conexión entre los
misterios cristianos y, en consecuencia, la unidad del plan divino de salvación. León
XIII coloca el acento en la fase especulativa, viendo en ella el momento
formalmente constitutivo de la Teología, en cuanto ciencia de la fe, es decir, en
cuanto profundización en la verdad que la fe implica.

Teología protestante liberal el deísmo ilustrado y, los planteamientos de


Kant, de Fichte, de Hegel, de Schleiermacher marcaron hondamente los ambientes
protestantes alemanes, y no sólo alemanes. Los representantes de la llamada
teología de la mediación acentuaron, por su parte, la necesidad de un diálogo entre
fe y cultura, vista como mediación indispensable para la transmisión de la fe, con
riesgo, en algunos casos, de pasar de la mediación a la subordinación. La teología
protestante liberal, cabe encontrar autores que llevaron ese planteamiento hasta el
extremo, reduciendo la fe a pura manifestación de una religiosidad genérica, y
otros que adoptaron posiciones más moderadas.

Teología ruso-ortodoxa: Vladimir Soloviev (1853-1900), seglar también


como los anteriores, aunque su trasfondo intelectual se diferencia del de los
eslavófilos, ya que aspiró a unir la tradición eslava con la europeo-occidental. Su
horizonte histérico teológico estuvo siempre constituido por la Iglesia universal,
capaz de abarcar a la humanidad y de unificarla. Especulativamente, parte de la
Trinidad, como realidad y vida supremas, y de Cristo, «teofanía plena y perfecta».
La verdad cristiana no es sólo logos, sino también, e inseparablemente, sophia,
sabiduría —verdad no sólo racional, sino vital y amorosa que desde Cristo se
difunde sobre los hombres, dando origen a la «humanidad ideal y perfecta».

En el siglo XX la conmoción provocada por la crisis modernista se dejó sentir


fuertemente en el seno del mundo católico, con obvias y variadas repercusiones en
la orientación y desarrollo de la labor teológica.

Factores de renovación teológica cabe destacar los siguientes: los estudios


bíblicos, respecto a los cuales la crisis modernista representó a la vez un momento

43
de inflexión y de impulso, ya que planteó con toda crudeza el problema del
estatuto de la metodología histórico crítica, lo que, una vez superado un primer
momento de incertidumbre, redundó en la busca de una exégesis que, asumiendo
los métodos filológicos e históricos, los situara en un contexto reducidamente
teológico ";

Los estudios patrísticos, campo en el que en continuidad con la línea iniciada


en el siglo XVII por Thomassin y Petaü y potenciada en el XIX por la escuela de
Tubinga y los escritos de Newman se fue adquiriendo cada vez conciencia más
clara de que los textos patrísticos no podían ser meros puntos de referencia o
simples complementos de una argumentación decidida al margen de ellos, sino
fuentes primarias de orientación e inspiración; el desarrollo del pensamiento
filosófico de inspiración cristiana, sea de orientación espiritualista, sea de
orientación escolástica, con la consiguiente profundización, en este último caso, en
la obra de Tomás de Aquino.

La renovación litúrgica, iniciada, como ya dijimos, en el seno de los


monasterios benedictinos franceses, de donde pasó a los alemanes, hasta ser
impulsada por Pío X y los pontífices posteriores, y de la que derivan no sólo una
revitalización de la fe, sino, además, un sentido del misterio de la realidad de la
comunicación divina y una conciencia del carácter unitario y orgánico que posee la
comunidad cristiana, con hondas implicaciones, también a nivel teológico
científico.

La nueva conciencia eclesiológica suscitada por la teología romántica y


potenciada por estudios posteriores, así como por los fuertes cambios operados en
la vida de la Iglesia, como consecuencia de factores sea histórico culturales la crisis
de las estructuras de cristiandad, sea carismáticos e intraeclesiales.

V. REPRESENTANTES

VI. APORTACIÓN DE ESTA TEOLOGÍA A LA TRADICIÓN Y


A LA VIDA DE LA IGLESIA.

Autores del siglo XX


La escuela de Tubinga: El impulso inicial a todo el movimiento intelectual, que se
desarrolló en Tubinga, viene de su primer Director que puede considerarse como e
fundador de la escuela: Johann Sebastian Drey (1777-1853) quien propone al
cristianismo como una historia sagrada, sólo puede ser comprendido en su realidad

44
concreta; esta historia santa, no se reduce a hechos inconexos, sino que obedece a
un designio eterno de Dios que se manifiesta en el tiempo.

Johann Adam Möhler (1796-1838): Möhler aspira a una teología en la que


las referencias históricas se unieran a la reflexión especulativa. El cristianismo no
es para él mera doctrina, ni tampoco mera experiencia religiosa individual, sino
vida concreta, que, nacida de Cristo, se transmite, manifiesta, y comunica en la
Iglesia. En su itinerario cabe distinguir dos etapas centradas en sus obras
principales: la unidad en la Iglesia, en donde subraya que la Iglesia es ante todo
vida, la vida divina presente en la historia, en donde el Espíritu Santo la configura y
la conforma mediante su actividad incesante; y la simbólica impregnadas de una
profunda conciencia de la verdad de Cristo, de la realidad de la unión en Cristo de
lo humano y lo divino.

John Henry Newman (1801-1890): El estudio de los Padres de la Iglesia,


llevaron a Newman a considerar más de cerca el catolicismo romano. El Ensayo
sobre el desarrollo de la doctrina cristiana, tiene cuna profunda reflexión sobre el
sentido y el valor de la tradición; que no implica inmovilidad, implica el
crecimiento, desarrollo, capacidad de la verdad, para afrontar e iluminar los nuevos
problemas y situaciones, expresando así la riqueza de su contenido. En la raíz de
toda su exposición, la visión de la Iglesia como comunidad viva, animada y
sostenida por el Espíritu Santo, que hace posible que la imagen de Cristo se
reproduzca y mantenga fielmente a ella.

Antonio Rosmini (1797-1855): Aspiró a promover que la filosofía fuera


capaz de abrir camino para la afirmación de la realidad de Dios y de la relación del
hombre con Él; pensaba que la tradición escolástica no ofrecía recursos suficientes
para la cultura de su tiempo, marcada por el empirismo y el idealismo; por lo que
recurre a planteamientos gnoseológicos con reminiscencias agustinianas, pero
sustancialmente original.

La cuestión teorética es fundamental, el reflexiona sobre el origen de las


ideas, que enfoca en oposición al sensismo, con vistas a decir que el hombre no
está encerrado en el mundo sensible, pues puede alcanzar las ideas universales; el
juzgar depende de la existencia en la mente humana de la idea de ser, hablando del
ser como una idea innata puesta en el hombre directamente por Dios.

45
El ontologismo de Rosmini, ayudó para que algunos autores cristianos que
creían que con este planteamiento se podía superar el racionalismo, afirmando la
apertura de la mente a la verdad y al ser.
Jaime Balmes (1810-1848): Contribuyó poderosamente a la restauración
de la escolástica, al igual que en sentido pleno el dominico y cardenal Ceferino
González (1831-1895).
Matthias Joseph Scheeben (1835-1888) Centró sus reflexiones en la
conexión distinción entre naturaleza y gracia. Intentó definir el estatuto de la
sobrenaturaleza (gracia) o el orden de la gracia visto como distinto, superior,
trascendente al orden de la naturaleza, aunque no separado ni desconectado de él.
En su doctrina, subraya la acción santificadora del Espíritu Santo que, haciéndose
presente en el alma, la eleva a la identificación con Cristo y a la comunicación con
Dios Padre. Esto lo condujo a esforzarse por superar toda separación entre teología
dogmático especulativa y teología mística, punto más meritorio de su síntesis
teológica.

León XIII y la Aeterni Patris: que buscaba una reconstrucción cristiana de


la filosofía; León XIII asegura que se ha procedido a filosofar, basándose sólo en la
razón, abandonando el philosophandi genus; el estilo de filosofar que caracterizó a
los grandes autores del patrístico y medieval. Concibe a la teología como un
esfuerzo intelectual por penetrar en el contenido intelectual de la fe, poniendo de
manifiesto la conexión entre los misterios cristianos y la unidad del plan divino de
salvación. Coloca el acento en la fase especulativa, viendo en ella el momento
formalmente constitutivo de la Teología, en cuanto ciencia de la fe.

Iván Vasílievich Kireievski (1806-1865) y Alexis Stepanovich Khomiakov


(1804-1860) son los pensadores más representativos; se piensa en el término ruso
sobornost, que cabe traducir por catolicidad, pero por catolicidad vivida en la
comunidad o comunión universales; se dice entonces a partir de esto, que la vida y
la verdad, residen en la sobornost, en la comunión en la totalidad del cuerpo
eclesial, depositario y guardián de la verdad.

Maurice Blondel (1861-1949) quien aspira a enfrentarse con los


planteamientos racionalistas y positivistas, imperantes en gran parte de los
ambientes intelectuales franceses y europeos del momento. Él habla de la acción y
la voluntad de la que la acción proviene, implica un dinamismo que permanece
siempre abierto ya que ninguna de las elecciones o voluntades concretas agota la
capacidad de querer que la voluntad en sí misma implica; surge así, una pregunta

46
por la existencia de una realidad que si se dieran, plenificarían por entero el
dinamismo que la sostiene; el espíritu aspira a una comunión con Dios, que no se
puede producir ni demostrar como posible, pero si se puede presentir y presentar
como una hipótesis deseable.

Alfred Loisy (1857-1940): En contraposición a Harnack y su reducción al


Evangelio a una doctrina moral; Loisy afirmaba la continuidad entre la Iglesia y el
Evangelio, sostenía que Jesús al dilatarse el acontecer de la parusía. Diversos
pasajes de su obra, dejaban en entredicho no sólo la voluntad fundacional de
Cristo, sino también la conciencia de Jesús sobre su divinidad.

George Tyrrell (1861-1909) quien defendía una interpretación simbolista


de los dogmas y se propugnaba un misticismo religioso presentado como
contrapuesto a la exterioridad eclesial; el eco de los planteamientos del
modernismo, como empezó a ser denominado, manifestaban tener en amplios
sectores una fuerte y preocupada reacciónen la autoridad episcopal y en la
pontificia después.

Etienne Gilson (1884-978): Puso de manifiesto la necesidad de estudiar


directamente a Tomás de Aquino, situando a la obra tomasiana en su contexto
histórico primigenio, lo que contribuye de relieve su originalidad. El resultado de
ese esfuerzo, fue la reafirmación de primacía del acto de ser, como principio
estructurador del pensar tomista, tesis que hasido ampliada e incluso
universalmente aceptada.

Juan González Arintero (1860-1928): aspiró a renovar a la vez la


eclesiología y los estudios místicos , considerando la vida de la Iglesia desde la
perspectiva del desarrollo de la santidad, como testifica su obra más importante:
desenvolvimiento y vitalidad de la Iglesia.

Marie-Dominique Chenu (1895-1990): Afirma que la teología debe ser


solidaria con el propio tiempo, por lo que no puede reducrise a fórmulas fijas, ni si
quiera por tratarse de fórmulas acuñadas por el Aquinate. Desarrollo su trabajo en
la investigación sobre la naturaleza de la Teología, analizando la teología de los
siglos XII y XIII, a fin de mostrar cuestiones metodológicas, están de hecho en
relación con el subsuelo mental y cultural del que cada pensador se alimenta y
frente al que reacciona. Se ocupó de las cuestiones socio-culturales y socio-
políticas, por lo que la parte central de su pensamiento: la histórica no es una

47
realidad mostrenca o vacía, sino un proceso dotado de sentido; el teólogo debe
escucharla, dirigir a ella su atención para detectar así los signos de los tiempos, y
consecuencia, percibir el ritmo inmanente del acontecer.

Yves-Marié Congar (1904-): procedió abordando progresivamente las


cuestiones de los temas eclesiológicos, realizando en ellos aportaciones
significativas: el episcopado, e presbiterado, la vocación laical, los ministerios y las
relaciones entre Tradición y la Escrituras, la evolución histórica de las ideas
eclesiológicas, el ecumenismo; su pensamiento obedece a un enfoque eclesiológico
de fondo.
Henri de Lubac (1896-1991): promovió una teología que fuera capaz de ir
al núcleo de la fe cristiana y del misterio del hombre. Ofrece un diagnóstico de la
historia de la teología: el pensar teológico sufrió una inflexión en el siglo XVI,
cuando los autores influidos por un aristotelismo rígido, no sólo afirmaron un
estado de naturaleza pura, sino que consideraron toda reflexión sobre el hombre y
sobre su destino podía y debía realizarse asumiendo como punto de partida y
criterio de referencia constante dicho estado.
Con dicho análisis se inicia un intento de recuperar la unidad perdida,
propugnando un intento de teologizar en el sentido de la unidad de la creación, en
cuanto expresión de la voluntad salvífica de Dios, como criterio o fuente básica de
inspiración, es decir, dirigirla a su designio de salvción.
Romano Guardini (1885-1968): Su pensamiento se estructura a partir del
concepto de oposición o polaridad: la existencia de lo seres vivos, en especial del
ser humano, está dominada por polos opuestos, de tal manera que la unidad no se
alcanza de manera monista, sino integradora. Es entonces que la revelación y la fe,
cobran un papel decisivo en la antropología, pues si bien el hombre, puede percibir
la realidad simbólica del ser, puede elevar su conocimiento hasta percibir a Dios. La
revelación divina encuentra su culminación en Jesucristo, epifanía o expresión del
Dios vivo, punto superior que confluye toda la realidad.
Karl Rahner (1904-1984): Su trabajo se caracteriza por lo que él llama “giro
antropológico”; al hombre ser espiritual consiste de sí, nada puede serle anunciado
o comunicado como procediendo pura y simplemente desde fuera de él. Si se aspira
a transmitir la revelación cristiana de modo que fuera ser efectivamente recibida,
a eso ha de contribuir es necesario, no proceder desde Dios que se revela, sino
desde el sujeto al que la revelación se dirige; de manera que desde él y a partir de
él, se acceda a los contenidos de la revelación cristiana presentados como
realidades que corresponden a lo que el sujeto ha recibido previamente en sí.

48
Con terminología y enfoques heideggerianos, Rahner presenta, al hombre
como ser que, situado en el mundo, toma en relación con ese mundo, conciencia de
sí; más concretamente como ser que al confrontarse con el mundo advierte su
apertura al infinito, y puede, desde esa conciencia de relación con el infinito,
enfrentarse adecuadamente con el propio y personal existir.
Karl Barth (1886-1968): Dios es el totalmente otro, al que ningún
concepto y ninguna realidad humana puede alcanzar. Infinitud divina y fnitud
humana resultan así dialécticamente contrapuestas, en orden a presentar a Cristo,
y la palabra de la predicación que lo anuncia que lo anuncia y evoca ante nosotros,
como la única fuente de vida y de verdad; sólo en Cristo en quien se desvelan a la
vez la realidad del pecado y la oferta de la salvación encuentra el hombre un
camino a la salación, hacia Dios; fuera de Cristo no hay sino orgullo y extravío,
cerrazón existencial.
Rudolf Bultmann (1884-1976): en su trabajo, las perspectivas exegético
históricas y las teológico especulativas se entremezclan, en mutuo apoyo. Su
planteamiento exegético, le condujo a poner en tela de juicio la historicidad de las
narraciones evangélicas, y en consecuencia, a dudar de toda posibilidad de alcanzar
un conocimiento científicamente cierto respecto a la vida real de Jesús.
La imposibilidad de conocer la verdad histórica de Jesús, no connota
dramaticidad alguna, lo que cuenta es el kerigma, el anuncio, que al proclamarlo
como salvador, invita a decidir en referencia a él la propia existencia. Esto
presupone que Jesús existió, por lo tanto, el kerigma es una invitación a la
conversión dirigida en y a partir de Jesús que realmente vivió y murió. La tera del
teólogo es entonces, descubrir la llamada de Dios que invita a la decisión
existencial.

Aportación de esta teología a la tradición y a la vida de la Iglesia28

El pensamiento de Scheleirmacher aporta a la tradición teológica un giro


antropológico de la fe en Dios a la religión del hombre como primer hecho de
evidencia con su obra Sobre la religión. Discursos a sus menospreciadores
cultivados (1799-1831). Giro de Cristo como figura histórica a la experiencia
soteriológica que él hace posible al hombre y que es la clave centradora en todo su
sistema dogmático.
Aporta a tradición y vida de la Iglesia la centralidad de la soteriología, la
pneumatología y la experiencia cristiana.

28 Ibidem, 620- 629.

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J.A. Möhler, quien es el exponente de la Escuela de Tubinga, aporta a la
Teología y a su vida, el leer la realidad cristiana teniendo ante los ojos lo que Kant,
Hegel y el idealismo han supuesto.
J.H. Newman aporta a la Teología cuáles son los caminos interiores que
llevan a certeza de la fe y cuáles los que le llevaron a él a ver la plenitud del
cristianismo realizado fundamentalmente en la Iglesia católica; esto desde la
perspectiva de la patrística por un lado y en diálogo con la actitud empirista y
pragmática del mundo inglés, por otro.
Esta teología de los siglos XIX y XX aportan a la tradición y a la misma vida
de la Iglesia, el movimiento ecuménico, que incita a los cristianos al encuentro en
la audición de la palabra de Dios, a la oración, a la acción y a la esperanza activa; el
movimiento litúrgico, que recupera la celebración eucarística y los sacramentos
como el lugar concreto de la presencia activa de los misterios de Cristo para el
hombre.
El P. Congar aporta a la teología y a la vida misma de la Iglesia una
aspiración de reforma, que encontró su interpretación del pasado y su programa
para el futuro con su obra Verdadera y falsa reforma en la Iglesia (1950), esto a raíz
de los retrasos en las estructuras de la Iglesia y su “distonía” en la evolución de la
sociedad.
Cabe destacar la recuperación del pensamiento de Tomás de Aquino por
parte de P.M.D. Chenu y la inserción de los movimientos de la Acción Católica
dentro de las corrientes del mundo obrero, la ideología de socialismo y comunismo
ascendentes en el siglo XX.
Carlos de Foucauld y Madeleine Delbrêl tenía la preocupación de situar a la
Iglesia en las almas, la fe en las conciencias, el evangelio en las masas, la esperanza
de Cristo en el corazón del mundo. Y desde esta actitud hicieron una relectura de la
anterior historia de la Iglesia y de la teología.
El P. De Lubac aporta con su teología una nueva visión de la tradición como
dinamismo para la creación contemporánea y a través del estudio en alto del
tesoro creado por los mejores hijos de la Iglesia como Orígenes, Gregorio de Nisa,
Máximo el Confesor y san Agustín; mostrar el empobrecimiento que supone
reducir la inspiración de la teología a lo que ella ha sido en el occidente latino y en
la forma tan peculiar de la neoescolástica. Aquí se fermenta la aportación que más
tarde hará Hans Urs von Balthasar con su estudio de patrística y de teología actual.
De los aportes anteriores nace un nuevo vigor para pensar las realidades
cristianas, la Iglesia y la existencia creyente, en diálogo con todos pero sin ser
tributarios de cosmovisiones exteriores ni de filosofías de las que se esperase que
ofrecieran el fundamento de la racionalidad de la teología y de su legitimidad

50
histórica. La teología del siglo XX cumplió con la eterna tarea de comprender,
interpretar y sistematizar con rigor racional las realidades cristianas del momento.
El concilio Vaticano II supuso la embocadura de todos esos impulsos, a la vez que
su decantación en principios de comprensión teórica, de vida interior para la Iglesia
y de criterios para su actuación en el mundo.

9. BIBLIOGRAFÍA

AGUIÑAGA FERNÁNDEZ, J.M. Apuntes de Historia de la teología, Universidad Pontificia


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FLURIACH, D. La teología monástica: un itinerario eclesial. Cristo y el Dios de los


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VILANOVA, E. Historia de la Teología Cristiana, Herder, Barcelona 1987

VILANOVA, E. Para comprender la teología

51
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