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Prologo: 

Ultimamente todos tienen una vida amorosa. Comprendiéndose con personas muy diferente a ellos y
aprendiendo a convivir juntos. Pero eso es el amor.

Aun así ¿qué tal si yo construyo a mi propia mujer? Si yo mismo le inculco lo que yo quiero que ella sepa
y como yo quiero que ella sea. Sería fantástico. Una muñeca a la cual moldear. No la llenaría de maldad,
no la llenaría de tristeza. Ella iba a ser feliz y estaría conforme a todo. No le iba a faltar nada.

— Luhan. Aquí está el informe de como va la bolsa monetaria— dijo Xiumin despertándome otra vez de
mis pensamientos. Recolectó unos papeles de mi escritorio, colocando los que había traído y se marchó
fuera de mi oficina. 

— Vale.
"Encuentro"

– He aquí los resultados de esta semana. Todo, nuestra reputación, bolsa monetaria, negocios…, todo ha
incrementado. Agradeciendo también al grupo Corea, que no se encuentra aquí, pero desde su país nos
apoyan– empezó Wu Fan con su discurso. 

–Exacto, también…

Todos parecían emocionados porque todo salía bien. Pero todo esto me resultaba aburrido, aunque ya
estaba acostumbrado.

Mi nombre era Luhan, Xiao Luhan. Un joven millonario que era parte de EXO. Así se llamaba nuestro
“circulo de negocios”. Éramos socios, compañeros y hasta hermanos jóvenes con diferentes profesiones,
unidos para conquistar al mundo y podrirnos de dinero juntos. Pero así eran los negocios. Ganar dinero,
perder dinero, volver a luchar por el dinero para ganar más dinero. 

Suena hasta ridículo como la palabra “dinero” puede enaltecer a una persona. Y admito que este juego
era sucio; y sí, a veces teníamos que jugar de esa manera. Pero no me podía quejar, de la fortuna que
producía a diario era con que mantenía con facilidad y comodidad a mi familia. 

Digo, no es que esté casado, ni tenga hijos. Es que vivo con mi madre y mi hermana. Pero antes de que
me llamen “hijo de mami”, pues reconozco que a esta altura de juegos no es normal que viva con ellas,
tengo que decirles que no soy un fracasado en el amor como parece. Mi madre es una vieja enferma, que
aun si no viviese con ella, estaría en mi casa todos los días usando cualquier excusa para su estadía; y mi
hermana apenas se gradúa este año de la universidad y aun no trabaja, por lo que cuido de ella también. 

Suspiro. Aun así Luhan, sigues siendo un fracasado. Fíjate que todos en Exo tienen novias, o están
comprometidos, y otros hasta están casados y con hijos. Eres el único “afortunado” de todo el equipo, y
aun si sales en revistas como el soltero más codiciado de China, sigues siendo un malogrado en el amor.
Bueno…querido subconsciente, cállate y no ayudes tanto.

– ¿Qué opinas Luhan? – me interrumpe Yixing en mi tan importante reflexión. 

Yixing era un amigo de la infancia. Se dice que a los socios nunca debes de considerarles amigos, pero él
era uno para mí. Bueno, muchos en Exo. Era presidente de una de las mejores editoriales en toda Asia.
Estaba comprometido, y si no mal recuerdo, su boda está a ley de dos meses. Debe estar emocionado…
¡Hay! Maldita vida. 

Pero él merece su felicidad, es una gran persona tanto dentro como fuera del mundo del negocio.

– ¿Qué cosa?– dejé evidente mi falta de atención. Pero ya eso no les impresionaba.

– Enserio no puedo creer que con ese problema de concentración seas el gerente de una cadena hotelera
mundial– dejó claro Wu Fan, con una sonrisa divertida. Y creo que me sentí ofendido.
– Solo continúen hablando. Me pasan los detalles escritos luego, y los leeré más tranquilo. 

– Te ves cansado. Entonces, dejemos la reunión hasta aquí, colegas. Yo me encargo de los informes–
prosiguió Wu Fan a mi favor y todos nos levantamos de la mesa de reuniones y nos dispusimos a seguir
nuestro camino a casa. 

Fui al parqueo y alcé mi mano en modo de despedida a los chicos una vez más, quienes se subían a sus
respectivos vehículos. Pronto llegué a casa y me encontré con mi madre esperándome con una sonrisa
radiante, demasiado radiante para mi gusto. 

– ¿Qué la complace tanto, madre? – fruncí el ceño mientras esperaba su respuesta.

– Hay una chica que quiere verte hoy. Una cita a ciegas…

– ¡Oh, no! Aguarda ahí, vieja. ¿Qué nunca me das un respiro?– ingresé a la casa tirando mi maletín y mi
chaleco fuera de mi vista. Odiaba cuando mi madre me arreglaba citas. No solo salían de lo peor, sino
que me recordaban lo perdedor que era.

– Pero esta vez será diferente…– volvió a suplicar, pero dejé de escuchar su voz cuando me dirigí a mi
habitación y me dejé caer en mi cama. Mi vida se volvía monótona. Estaba muy molesto, ella debería de
consultarme estas cosas antes ¿no?

Levanté el rostro al escuchar sus pasos en el pasillo a las afueras de mi recámara. No se rendiría. Suspiré
y la miré con impaciencia. 

– Tiene dinero. Y es alta y muy delicada. No es fea, en realidad. Es sobrina del Ministro– dijo con la
tristeza vigente en su voz.

– ¿A qué hora?– escupí con dificultad, dándome por vencido. 

Fui testigo de cómo su rostro se iluminó y de pronto esa vieja amargada y enferma, empezó a dar saltos.
Manipuladora.

– ¡Eso! Termina de arruinar tu columna, vieja.

~~~~

Iba en camino al restaurante de la costa, a unos treinta minutos de la casa. No manejaba yo. Manejaba
Joel, mi chofer. Muy pocas veces conducía y Joel siempre hacía un buen trabajo. Creo que le encantaba
manejar mis vehículos del año, además de que el pagaba una buena fortuna.

Iba vestido de smoking, como casi siempre. Solo no lo utilizaba cuando estaba en casa o cuando
realizaba deportes como golf o natación. Me gustaba andar bien uniformado, las cámaras andaban por
doquier y no quería ser capturado con sandalias y cabello despeinado. 

Joel se parqueó en el estacionamiento fuera del gran y lujoso restaurant marino. Salí del vehículo y me
adentré al lugar encontrándome justamente con la mujer a quien venía a ver. 

Era rubia y esbelta.

Pero…un desastre. Si iba a darse dicho tinte en el cabello, porque no contrató un buen estilista. Y sus
uñas postizas eran demasiado largas y con más colores que su vestido, y cabe destacar de que dicha
vestimenta parecía una clase de arcoíris. Demasiado maquillaje y...uff qué horror. 

Mataría a mamá. 

– Señor Xiao Luhan– dijo poniéndose de pie cuando me acerqué a su mesa.


– Lo lamento. Solo fue un error. Pero, gracias por haber venido– me di la media vuelta y me fui por donde
mismo vine. Ignorando los “Señor Xiao, por favor” de la señorita plástica. Suspiré cabreado y casi
echando chispas cuando ya estaba fuera. No podía volver a casa. No así. 
No quería volver a romper cosas importantes por el enojo, tampoco quería matar a mi progenitora. No
aun.

Así que miré al oscuro paraíso poco detrás del negocio, pensando seriamente en ir a caminar antes de ir
a casa. Sí, debería dar una caminata. 

Caminé por la parte trasera del restaurante y poco después me encontré con arena suave y fina,
obligándome a quitarme los zapatos y las medias para que no se llenaran de aquel fabuloso material. Era
embriagador el olor a sal y humedad. El sonido de las olas. Y el suave tacto de la arena bajo mis pies.
Genial. 

Solo iluminaba el paisaje nocturno la luz intermitente de un faro no muy lejano. Caminé y caminé, y mi
humor se volvía distinto. Me sentía incluso relajado.

Pero toda relajación se drenó fuera de mi cuerpo cuando a la lejanía visualicé un bulto recostado a la
orilla del mar. Mi piel se erizó y no a causa del frío. Pero, curioso al fin, seguí acercándome,
percatándome de que era una persona. ¡Por Dios! ¿Estaba viva? Chillé como niña de solo imaginármelo. 

Me di media vuelta, listo para correr. Espera. Luhan, eres un hombre. Sí, criticas a las mujeres y aun a
estas alturas sigues soltero pero, sigues siendo un hombre. Un macho macho. Uno que se da a respetar.
Sensual y deseado. Muy masculino y… ¡Al grano!

Volví a voltearme para dar otra vez con el cuerpo recostado y decidí acercarme. Con el miedo incrustado
en mis venas. Y mientras me acercaba, mas aterradora me parecía la escena. Era una mujer, vestido
blanco, descalza y con el cabello cubriéndole la cara. 

Recuerdo como Chen, mi socio y un gran doctor, me mostró como verificar el pulso de una persona con
los dos dedos. Elegí su cuello, y cagándome del miedo, con la impotencia y el escalofrío recorriendo por
mi cuerpo, toqué su frío cuello.

¡Estaba viva! Pero ¿Por qué estaba aquí? Estaba toda empapada y ya sucia por la arena. ¿Quién decide
tomar un chapuzón a estas horas de la noche?...

Uhh, la sirenita.

Me coloqué en cuclillas y mechón a mechón, deslicé su cabello fuera de su rostro, quedando


impresionado por el rostro que había debajo. Pestañé varias veces embobado con su joven hermosura.
Delicada piel, fina nariz. Labios perfectos. Jamás en mi vida había visto algo tan hermosamente natural.

Paseé mi dedo por su suave e irresistible mejilla, luego por su nariz ¿eso la despertaría? 
Continué hasta llegar a su frente, pero pude notar un pequeño sangrado. Enredé mis dedos en su cabello
para tocar su cabeza con mi palma y al retirarla había más sangre. ¡Estaba sangrando! No, sirenita.

De por Dios, Luhan. Tú fantaseando con una mujer que se está muriendo frente a tus ojos. 
Sin pensarlo dos veces y ahora más que preocupado, cargué a la chica y empecé a correr camino hacia
el estacionamiento del restaurante.

¡No mueras, no mueras, no mueras!

"Building a castle: Construyendo un castillo"


Step 2: Paso 2

"Rescate"

Seguí corriendo con la joven en brazos hasta visualizar el restaurante nuevamente. ¿Mis zapatos? No lo
sé, quizás alguien los encuentre y con el dinero que valen pueda mantener a una familia por todo un año. 
Ella era muy liviana y eso también me preocupaba. ¿Cuantos días llevaba allí? ¿Cómo terminó así?

Volví a dar con la calle del estacionamiento. Joel rápidamente me identificó y horrorizado con la escena,
hice señas para que abriera la puerta trasera por mí, rápidamente se apresuró y actuó sin dudarlo. Se
aseguró de que estuviésemos dentro y volvió a su asiento, encendiendo el Mercedes Benz y pisando el
acelerador.

– ¿Al Hospital? – cuestionó eficientemente.

– Si, de prisa. Por favor. Iré llamando a Chen– supliqué. Nunca olvidaba los modales, aun si nuestra
posición ante la sociedad nos diferencie. 

Estaba sentado cerca de la ventana izquierda, y justo en mis piernas descansaba la cabeza de la joven,
mientras que su cuerpo reposaba a lo largo del sillón trasero. Mis pantalones terminaría manchados. Y el
asiento trasero del Mercedes también. Más pérdidas.

Dios, estaba nervioso. No podía apartar la vista de aquellos desconocidos ojos cerrados. Chen por fin
tomó la llamada del celular en que persistía y preguntó que qué quería tan tarde en la noche.

— Es una emergencia. Alguien está herido y necesito que me ayudes. Ella está mal, sangra mucho de la
cabeza. Va a morir– hablaba sin pausa en un débil susurro. Estaba apurado.

– Bien, amigo, cálmate. Trae a esa persona. Yo ya iré de camino entonces– notó el nerviosismo de mi
voz–. ¿Qué pasó? ¿De quién se trata? 

– N-o, yo no lo h-hice.

– No te estoy culpando. Solo pregunto quien es. 

– Es una historia muy larga que te haré cuando te vea…solo ayúdame. Estoy de camino al hospital ahora
mismo.

– Escucha, tardaré para llegar. Pero estaré ahí. No estés asustado, no morirá. Cuando llegues deja que
las enfermeras se encarguen y vayan deteniendo el sangrado. Diles que estas en espera del Dr. Kim
Jongdae. Ya llamaré para que te estén esperando. Tranquilo ¿vale?

– Vale.

Su llamada fue tranquilizadora. Estaba nervioso y desesperado. ¿Qué si muere en mis brazos? De solo
pensarlo mi corazón se arruga. Es muy joven y su rostro es de una persona delicada y saludable... ¿Fue
un accidente? ¿Fue provocado? 

Quizás me lo diga cuándo despierte.

Joel se detuvo frente al departamento de Emergencias del enorme hospital. Me abrió la puerta y salí
primero para sacar cuidadosamente a la chica e introducirme al edificio. Desde que entramos con
urgencias enfermeras se nos acercaron. 

— Recuéstela en esta camilla.


— Con cuidado.
— ¿Es usted pariente de la joven?
— ¿Qué le ha sucedido?
Muchas voces a la vez. Hice lo que me ordenaron y seguí a la chica con la excusa de que sí era un
paciente.

— Sangra mucho de la cabeza. He hablado con el doctor Kim Jongdae, estará aquí en unos minutos.

— Entendido. 

La camilla fue arrastrada a una sala a la que no pude ingresar. Así que tuvimos que esperar sentados.
Joel estaba junto a mí, y su rostro mostraba todas las preguntas que quería hacer pero que no podía. Eso
no estaba en su contrato de trabajo. No me gusta que me interroguen.

Vi la gloria cuando Chen apareció a la vista.

— ¿Quién es?— pregunta con prisa y entre jadeos.

— Una chica.

— ¿Un chica?— repitió sorprendido.

— Sí, sí. No la conozco. Tú solo sálvala. 

— Bueno, tenemos que comunicarle a su familia para los gastos Luhan. ¿Cómo se llama? ¿Tienes su
identificación? 

— Nada. La encontré sin bolso, sin cartera. Sin nada. Solo haz lo que tengas que hacer, el dinero se
resuelve, Chen.

— Vale, hermano— dijo e ingresó a la sala de cirugías.

Volví a sentarme desesperado. ¿Por qué me sentía tan responsable de esto? ¿Qué si no la hubiese
encontrado?

Tengo que llamar a mi mamá para que no se preocupe. Eso hago, y le aviso el problema. No doy
declaraciones de quién es, porque en realidad no tengo idea de quién es.

Las horas pasan. Y me doy cuenta de esto va para largo. Le informo a Joel que puede retirarse y
descansar, y que lo llamo cualquier inconveniente. El obedece firmemente a mi palabra y se va
dejándome allí sentado. 

Miro la hora, 1:47 a.m. 

Pienso positivamente y acomodo mi cabeza hacia atrás en la pared. Y tarareo una canción mientras la
espera parece eterna. Hace tiempo que dejé el cigarro. Pero unas cuantas caladas estarían bien. 

No, Luhan. Haz cambiado, me digo y agradezco de que no llevo ninguna caja de cigarros conmigo. Bien.
Sopórtalo. 

Fui despertado por Chen y tres enfermeras a las que no había visto. Me había quedado dormido en la
sala de espera.

— Perdón por la tardanza. Tuvimos que hacer algunos análisis y pruebas de sangre antes de interceder
en ella. Pues había que saber si era alérgica a algún medicamento o anestesia; ya que no tenemos a
mano su origen. Pero ha resultado bastante bien. Tenía el cráneo fracturado y su cerebro fue fuertemente
afectado. No sabemos qué tanto, para eso tenemos que esperar a que despierte. 

— ¿Entonces está bien?— dije suspirando el alivio. 


— Sí. Pero tenemos que saber de dónde viene...

— ¿Qué eso no se resuelve con alguna prueba de sangre?— pregunté inocente e ignorante hacia el
tema.

— No — rió divertido —Con eso solo enfermedades, estado de salud, tipo de sangre, etc. No es algo con
que puedas saber el nombre de la persona. Aún no han inventado dicha prueba de sangre. Por cierto, es
bastante hermosa, y quien le hizo esto tenía tal conocimiento ya que su cuerpo está sin ningún rasguño. 

— ¿Entonces fue intencional?

— Es lo más probable. De todos modos. Estamos cansados. Ella está estable y lo estará con los buenos
cuidados. No sé qué hubiera pasado si no la hubieses encontrado. Ah, y fue trasladada a la Suite 192
hace unos veinte minutos.

Asentí y dejé que se marchara. Había cooperado demasiado. Y de seguro tendría problemas con su
esposa por llegar a las tres de la mañana.

Pedí su autorización para poder pasar a la habitación e ingresé al ser aprobado. Caminé delicadamente
hasta un mueble justo a su cama. Estaba como la recordaba: débilmente hermosa. Era tan delicada, tanto
vendaje en su cabeza, tantos aparatos conectados a ella y el bip-bip-bip, que informaba el estado de su
corazón. Sentía que debía protegerla ¿quién la protegería entonces? Justo ahora no tiene a nadie.

— ¿Cómo te llamarás?— susurré jugando con su largo y sedoso cabello. Ya no estaba húmedo— ¿Qué
tal si te cuido? ¿Um? ¿Sí? Yo te cuidaré solo hasta que tu familia venga por ti. No te preocupes por el
dinero...tampoco por tu salud. El doctor que te atendió es el mejor ¿sabes?

Suspiré, si nos hubiésemos conocido de otra manera. ¿Por qué de todas las formas posibles, fue así? 

Tomé de su mano y al instante ella abrió los ojos...

"Building a castle: Construyendo un castillo"

Step 3: Paso 3

"Contigo"

Quedé perplejo mirando. Su mirada era perdida y distante. Ojos grandes de color caramelo que se
mostraban débilmente radiante... ¿Qué es este dolor en mi pecho? ¿Lástima? 

— Hola— susurré para no tratar de asustarla. Después de todo no me conocía. Ni tú tampoco la conoces
a ella, Luhan. Sí, lo sé.

Quedé esperando por su respuesta sin quitar mi mano de la suya. Sus ojos ensanchados a los míos como
si de ello dependiese su respiración. Y creo que si la situación fuese diferente, me sentiría alagado.

Fruncí el ceño al darme cuenta de que no iba a responder. Sostuve su mano con un poco más de fuerza.
Y allí pestañeó y sus ojos se acariciaron por una sonrisa oculta. Y no tuve otra opción que sonreírle. 

— Me llamo Luhan. Seguro no me conozcas pero, estas a salvo. No te haré daño— dije alegre y
conmocionado como un niño al ver helado. 

Tuve la tentación de llamar a Chen y decirle que estaba despierta, pero me detuve al recordar que eran
más de las tres de la madrugada y de que estaba muy exhausto, al igual que yo. Solo que yo seguía en
esta habitación con esta chica, sin poder dormir. Al menos ya no estaba descalzo, pero seguía con frío.
Agradeciendo el que Joel se ocupara de ropa limpia antes de marcharse.

Decidí acudir a una enfermera. Tenía que darle la noticia. 

Así que me puse de pie y halé un poco mi mano fuera de la suya, pero ella apretó mi mano para no
dejarla ir. Y un extraño calor corrió por mis venas y sentí unas ganas fuertes de llorar. ¿Ella sostiene la
mano de un desconocido porque sabe que no tiene a nadie? Cálmate Luhan, recuerda. Eres macho
macho. Hombres no lloran. 

Tomé fuertemente su mano otra vez y volví a sentarme en la silla junto a su cama.

— No estás sola— dije. Pero ella no contestó. Otra vez. Quizás estaba cansada. Quizás está
escudriñando su mente para recordar lo que pasó— ¿Recuerdas algo? Estabas en la playa...

Intenté persuadirla. Pero su lejana actitud no cambió y tuve que empezar a creer que de no estaba al
tanto de nada de lo que decía. ¿Era extranjera? admito que entre Asiáticos nos confundimos.

— ¿No me entiendes?— dije despacio como último esfuerzo... ¿Y adivinen qué? Nada. No habló.

Sin soltar su mano toqué uno de los botones que se encontraba al pie de su cama para llamar a una de
las enfermeras. Ésta, eficientemente, entró a la habitación.

— Oh ¿ya está despierta? Increíble— murmuró al acercarse. Sacó varios instrumentos médicos y empezó
a chequearla— ¿Es su novia?

¿Qué?

— No— dije frunciendo el ceño. No, y no me acuerdes mi mala suerte en el tema, mujer.

— Ella parece que confía mucho en tí— reveló mirando fijamente su mano atada a la mía— Y no deja de
mirarte, aun si estoy justo en frente. 

¿Me sigue mirando? Bueno, no puedo culparla. Tampoco he quitado los ojos de ella.

La enfermera se tomó su tiempo y trató de comunicarse con ella, pero ella continuó sin responder.

— Su estado físico es bueno. Pero su mente al parecer sigue en reposo.

— ¿Eso que significa?

— Que es como si aun estuviese en coma. O es lo que parece. Tendremos que esperar al doctor para
mañana— terminó de explicar y amablemente salió por la puerta.

Pero, repasemos lo que ella acaba de decir. Osea, ¿qué estoy hablando con nadie? 

Ya entiendo por que se ve tan perdida....

~~~

— ¿Luhan? Luhan— me despertó Chen moviéndome bruscamente los hombros.

— Mierd... ¿Qué soy un saco o algo sin vida?— murmuré aun con ojos cerrados. Pestañeando hasta
abrirlos por completo. Estiré mis brazos y bostecé. ¿Dónde estoy? ¡Oh sí! En la clínica. Miré a la cama
dónde se suponía que ella debía estar... Pero no estaba. ¿Dónde está? ¿Ya vino su familia? Miré con
horror a Chen y él me calmó con una sonrisa mientras tomaba asiento en la cama.

— Está haciéndose estudios. No está bien Luhan.


— ¿Morirá?— abrí los ojos como platos de solo imaginármelo y mi cuerpo ya se sentía gelatina. 

Sonrió nuevamente,

— Aveces puedes llegar a ser un niño, Lu. No. 


Físicamente se va recuperando a la perfección— dijo y dejé salir todo el aire que estaba conteniendo
inconscientemente— Su problema está aca— con su dedo indice, tocó mi frente.

— ¿Quedó loca?

— ¡Luhan!

— ¿Qué? Si no terminas las oraciones, puedo interpretar las cosas de tales maneras. ¡Ve al grano Kim!

Suspiró exasperado y pasó su mano por su cabello. 

— Su cerebro fue afectado. En demasía. Fue afectada su memoria y la producción lingüística. Es lo que
se sospecha por ahora. Se está estudiando para comprobarlo. Esto puede complicar el asunto, ya que
recuerda nada y...

— No sabe hablar— terminé su oración. Dios, ¿qué es esto?

— No es que no lo sepa. No sabe como organizar las palabras para decirlas. Pero sí las piensa. Y sí
escucha, pero no sabemos si comprende...

Terminó de decir. Entonces...no sabré nada de ella después de todo. No, no seas egoísta, Luhan, ni
siquiera ella sabe de sí misma. 

Pero no podía dejarla sola. El hecho de que la haya encontrado, no fue solo coincidencia ¿no? Y también
está este deseo de protegerla y de asegurarme de que esté bien. Quizás es lo que deba hacer, cuidar de
ella como se lo prometí al principio. 

Miré hacia la cama vacía. Solo hasta que sus verdaderos parientes aparezcan. Sí. 

~~~~~~~

Ya hacía dos días del incidente en la playa. Había creado la costumbre de visitar a la chica luego de
trabajar. 

Salí del vehículo y le pedí a Joel que me acompañara. Esperé a que parqueara el vehículo y juntos nos
adentramos al hospital. Pasillos, ascensor, mas pasillos y luego su habitación.

— Ya llegué— dije entregando mi maletín a Joel y sentándome en la silla al lado de su cama. Joel hizo
una venía a la chica y se sentó en un gran mueble al fondo de la habitación.

Ella sonrió dulcemente y se incorporó en su cama. Estaba mejor, y eso era confortante. 

— ¿Sabes? Aun no sé tu nombre, y eso me frustra— sonreí de vuelta a sabiendas de que no me


entendía. Las expectaciones de Chen ante su problema, eran ciertas. Él, junto a un psiquiatra, están en
busca de un programa de rehabilitación o terapia intensiva,

— Hoy fue un día muy duro. Los demás están muy entusiasmados con el progreso, el grupo de corea
estarán aquí la próxima semana para un siguiente proyecto y, ufff deberías ver todos los documentos en
mi escritorio que debo atender. 

Suspiré ruidosamente y ella me imitó. Causándo una gran risa. Ella usualmente imitaba mis expresiones y
era gracioso y tierno. 
Chen decía que era bueno, y que en cuanto ella se sienta cómoda en hablar, imitaría las palabras
también. 

Me crucé de brazos y ella volvió a imitarme. Entre-cerré mis ojos e hice puchero y ella continuó. Carcajeé
sin poder soportar la ternura ante mis ojos y halé delicadamente de sus mejillas.

— Oh, señor Xiao. Está aquí— dijo la enfermera con la que más me había familiarizado. Ya que su
horario de atender a la chica coincidía con las horas en que venía.

— Buenas noches, enfermera Lin. ¿Cómo ha estado?— pregunté muy amablemente.

— ¿Yo o la princesa?— dijo refiriéndose a la chica— Ambas bien— rió cómoda. Era una mujer con unos
cuarenta, realmente muy carismática y me caía muy bien. Al igual que a...demonios, sigo sin saber su
nombre.

— Ah, cierto. Mira lo que te traje— señalé a Joel para que me acercara el bulto. Saqué una pequeña caja
de allí y Joel volvió a su lugar. La chica se percató que la caja era para ella y empezó a sonreír y a
aplaudir emocionada. Me gustaba verla feliz.

Saqué de la caja un collar de plata con un pequeño dije de un vestido tallado en diamante. Lo vi esta
tarde mientras acompañaba a Xiumin a almorzar. Desde que lo vi pensé en comprarlo. No era tan caro
como parecía, pero si aun así lo fuese, no importaría. 

Ella miró con asombro la prenda y sonrió cómoda pero extrañada. No sabía lo que era. Aish. Me levanté
del asiento y le coloqué el collar. 

— Pero que hermoso detalle— argumentó Lin. Emocionada, ella enserio pensaba que salíamos. Nunca le
había respondido ante aquella conclusión, pero ella lo supuso porque "veía" la "química" entre nosotros.

— ¿Te gusta?

La chica asintió feliz y creo que fue la primera vez que entendió lo que le había preguntado.

~~~~~~~

— Ella confía en mí, Sehun.

— Aun así, Luhan. Sé que desde el momento en que la viste has sentido la responsabilidad de auxiliarle.
Pero no es del todo tu deber— respondió desde la otra línea.

Estaba hablando por teléfono con Sehun. Otro amigo y socio de corea. Había llamado para preguntar
sobre trabajo y terminamos hablando de la chica y del incidente. Eran apenas las 10:47 p.m y ya estaba
bajo sábanas liso para dormir luego que terminase la llamada.

— No puede comunicarse y no puede entender a nadie. Desconoce totalmente el mundo justo ahora. No
puedo dejarla sola, no debo y ni quiero. 

— Pero sigo pensado que te preocupad demasiado.

— ¿Qué sugieres? ¿Qué me olvide de ella y la abandone en un hospital en donde no tiene a nadie? Si
vieras la manera en la sonríe cada vez que me vez, no estarías diciendo eso— le reñí. 

— Bueno. Viéndolo desde ese ángulo...— seguía inseguro.

— Es el único ángulo para mí.

— Bueno, seguro tienes razón, amigo. Quizás hasta sea el destino. ¿Qué harás cuando la den de alta?—
dijo aceptando mi conclusión en el tema.
— ¿De alta?

— Sí. Si está tan bien como dices le darán de alta ¿no?

— Ni idea, viejo. Bueno te dejo. Me estoy quedando dormido.

Se escuchó una risa de su parte y colgó.

~~~~~

Fui despertado por el timbre telefónico. Me incorporé y vi la hora antes de contestar. Demonios, ¿quién
llamaba a las dos de la mañana? Debe ser algo importante. Pobre Jongdae, así de imprudente fui con él
cuando le llamé la otra noche.

— Xiao Luhan— contesté brusco de muy mal humor.

— Disculpe, señor Xiao. Lamento muchísimo esta llamada. Soy la enfermera Lin— sonaba preocupada.
¡La chica!

— ¿Le sucedió algo? ¿Qué pasó Lin? ¡Dígame!— salté de la cama aun con el teléfono al oído y encendí
la luz.

— Es la nena. Está descontrolada dando gritos. No la había visto así. Su amigo el Dr. Kim está aquí junto
con el psiquiatra. Tratan de chequearla pero no deja que la toquen. Está muy histérica y puede hacerle
daño a su estado... El doctor hizo que le llamara.

— Estoy de camino. Llámame si hay cambios— colgué. 

Me quedé inmóvil mirando el teléfono en mi mano. Ella está mal, y me afecta que esté mal. No quiero
quiero que esté mal. Uau, ahora me siento culpable por dejarla sola. Tal vez Sehun tenga razón y me
estoy responsabilizando demás.

— ¿Luhan?— sentí a mi mamá dentro de la habitación. Pero no pude siquiera mirarle. Me dolía mucho la
cabeza: mucho trabajo, falta de sueño y preocupaciones como esta. No era mi mejor semana que
digamos— ¿Cariño que pasa?

¿Luhan? ¿Qué haces aun aquí? ¿Te estás dando por vencido? No. Tienes un compromiso con ella...se lo
prometiste. 

— Saldré un momento, ma. Volveré pronto— dije cuando ya estaba vestido de manera presentable. Tomé
el celular y la llave, y salí corriendo. 

Mi mamá ha estado muy preocupada estos días. No le había comentado nada. Pero creo que después de
esto, tendría que decirle.

Por favor. Dios, que esté bien. 

N/A: Gracias por sus comentarios, me animan mucho a continuar.

"Building a castle: Construyendo un castillo"

Step 4: Paso 4

"Miedo"

Encontré a Chen, a la enfermera Lin y a otras dos enfermeras frente a la puerta de la habitación. Miraban
con terror el interior del cuarto pero ni siquiera daban un paso dentro. Y de allí se escuchaban gritos. 

Desgarradores gritos. 

Me aproximé a ellos y miré a mi amigo, buscando una explicación. Su mirada era más allá de
preocupación, pero aun así, mantuvo la compostura y se dirigió hacia mí.

— Perdió el control hace 27 minutos. Hemos tratado de todo, pero nada ha funcionado. El psiquiatra
Yunho sigue dentro. No ha dado con nada. Sugiere que la tomemos por la fuerza y la droguemos, pero
antes, quería llamarte para que conozcas la situación. 

— ¿Puedo entrar?

— Inténtalo. La enfermera Lin resultó herida de la muñeca. Así que ten cuidado. Te utilizaremos como
último recurso.

Sin más palabras que me sigan paralizando allí escuchando los llantos de la chica, me introduje a la
habitación y dejé de respirar al ver el estado de la situación.

Todo en el piso, la cama fuera de su lugar, la ventana rota, pastillas por todas partes, el Dr. Yunho contra
la pared diciendo una y que otras palabras para calmar a la chica que estaba en un rincón de la
habitación gritando, llorado y halándose el pelo desesperadamente.

Él doctor me miró con alivio y susurró,

— Trate de hablarle a una distancia prudente, si se le acerca, acaba literalmente con todo.

Asentí, empezando a respirar otra vez. Necesitaba ser fuerte. Tragué exageradamente y me acerqué dos
pasos hacia ella para llamar su atención, al recibir su mirada me dispuse a hablarle calmadamente.

— Hola, nena. Soy Luhan— sonreí lo mejor que pude y di otro paso. 

Ella dejó de aullar, dejando en cambio unos silenciosos sollozos.

— Estoy aquí. No estás sola. ¿Recuerdas? Luhan te lo prometió. Luhan no rompe promesas. 

Seguía mirándome con temor y algo de odio. Di otro paso y mi pie izquierdo falló la pisada al encontrarse
algo bajo este. Miré qué era lo que me impedía pisar en ese lugar y visualicé el collar. 

Lo tomé y lo alce. ¿No lo quería? ¿Por qué lo recibió desde un principio entonces? Juré haberla visto feliz.
Y una ola de tristeza arrugó mi corazón. Como si hiciera falta más sentimientos amargos.

Ella dejó de mirarme para ahora mirar el objeto en mi mano. 

— Luhan pensó que te gustaba. 

Exprimí con voz ronca y con el ceño fruncido. Recordando perfectamente como ella pudo entender a
aquella pregunta.

Caminé a grandes zancadas la habitación, terminando la distancia entre nosotros.

— Señor Xiao, no es...— murmuró el doctor a mis espaldas, pero no presté atención y siquiera terminé de
escuchar lo que decía.

La respiración de la chica se entrecortó y sus ojos se abrieron, alarmándose por un falso peligro, porque
era falso, jamás le haría daño.

Me detuve justo en frente de ella y sus sollozos fueron tomando volumen, decidida a empezar con los
gritos nuevamente.

— ¡Calla! Deja de hacer eso. ¡Nadie va a hacerte daño! Estoy aquí para protegerte...maldita sea— tenía
sueño, y mi cólera por encontrar el collar tirado, no ayudaba en nada.

Ella automáticamente obedeció e hizo silencio. Guardé el collar en el bolsillo y alcé ambas manos sin
tocarla aun. Pidiendo permiso con la mirada antes hacerlo. 

— Luhan...Luhan te ayudará— dije con calma, tratando de convencernos a ambos.

Conecté mis ojos con los de ella una vez más y repetí lo mismo. Ella dejó caer sus hombros,
anteriormente tensos, y todo su cuerpo se relajó.

— Está funcionado.
— ¿Es así?
— Sí.

Escuché detrás mío. Pero volví a ignorar. Toqué las manos de la chica y luego tomé de ellas para halarla
hacia a mí y abrazarle. Ella empezó a llorar, no los gritos de locura y desaprobación como antes, sino
unos de miedo y tristeza. 

Ella era triste.

Sentí pasos adentrándose en la habitación. 

Cargué a la muchacha y ella, depositando su confianza en mí, se relajó y acomodó su cabeza en mi


regazo. Me di la vuelta y enfrenté a los doctores y las enfermeras que miraban asombrados y tranquilos.

— Me la llevo— dije decidido.

— ¿Qué?— formuló Chen mirándome como si ahora el loco fuese yo— No, no puedes. Ella necesita
ayuda. Debe irse a la clínica "especial" con el Dr. Yunho.

— No. Como ven, ella confía en mí. Hizo todo esto por miedo. Y me encaró con rabia porque la dejé sola
— concluí sin saber si era del todo cierto. Pero si no era de esa manera, entonces sigue sin ser mentira,
solo una mala interpretación.

— No. No eres un pariente de ella para llevártela, además. Y si sus verdaderos seres queridos aparecen y
no la encuentran pueden demandarte.

— Que lo hagan. Ellos se tardaron en aparecer. Dame a firmar todo lo que haya que firmar, hazme pagar
todo lo que haya que pagar. No me importa, me la llevo y punto.

— Ella no...— siguió Chen, pero fue interrumpido por Yunho.

— Vale. Llévela con usted. Quiero que envíe notificaciones de ella diarias, tanto al Dr. Jongdae, como a
mí; quiero dos citas por semana con ella y que si algo así vuelve a suceder, usted llame de inmediato—
autorizó el psiquiatra con una sonrisa. Conmovido por lo bien que manejé la situación.

— Yunho.

— Jongdae, estará bien. Justo ahora no te recomiendo que apartes al señor Xiao de ella, terminarías
muerto— dijo divertido, señalando lo tranquila que se quedaba en mi regazo— Vaya, señor Xiao, mañana
temprano el Dr. Jongdae le enviará la receta de medicamentos para su mejora física y yo le llamaré para
acordar lo de las citas. 

Sonreí agradeciéndole el acceso y salí con la chica en brazos. Llegué al parqueo subterráneo y cuando
traté de bajar a la nena, me percaté de que se había quedado dormida. Y esto me recuerda la vez en que
la salvé. 

Sonreí una vez más para mí mismo y abrí, con dificultad, la puerta trasera. Traté de acostarla en el sillón
trasero, pero también me pareció imposible cuando ella, aun durmiendo, se apegó a mi cuerpo
negándose a separarse. 

Suspiré frustrado y acudí a una llamada.

— ¿Joel? Te necesito...en el parqueo subterráneo B14 del Hospital. Bien.

~~~~~~

Llegué a casa, y no visualicé movimiento alguno. Genial, mamá había vuelto a dormir. Llegué a mi
habitación, caminando en puntillas con la chica a hombros. La recosté en mi cama, esta vez tan
consumida en el sueño que lo permitió. 

Mmm, tendré que dormir en el gran sofá de mi habitación.

Tomé una almohada y una sábana de mi armario y me recosté en el mueble situado al pie de mi gran
cama. Cama a la que extrañaré esta noche. Mierda. Suspiré y me recosté lo largo del sofá y al instante
quedé envuelto en el sueño.

~~~~ 

Fui despertado por la incomodidad y el calor, algo me estaba estorbando. Abrí perezosamente los ojos y
me di cuenta del por qué tanto calor, la chica estaba acostada conmigo en el sofá, atada como koala a
árbol. 

Cielos, su pierna entrecruzada con la mía, sus brazos alrededor de mi cintura y su cabeza apoyada en mi
pecho. Aun dormía. 

Pensaba como quitarla de encima cuando mamá abrió la puerta y se asomó en la puerta. 

— Amor, ¿todo está...— quedó en shock mirando nuestra malinterpretada posición— ¡Luhan!

— No es lo que...te lo explicaré. Solo no hagas ruido, la despertarás. Ven, dame una mano.

Ella incrédula de lo que veía se acercó para ayudarme a quitarla de encima con exagerado cuidado.

Cuando por fin estuve libre y de pie, enfrenté a mamá.

— Vivirá aquí. 

— ¿Qué?

— Le arreglaré la habitación de huéspedes. 

— Luhan...

— Y no quiero comentarios negando esta decisión. Es mi casa y solo te explicaré lo que pasa porque eres
mi madre.

No sería difícil, sería fácil si se trataba de ella. Ella viviría conmigo y yo la ayudaría. Sí.

"Building a castle: Construyendo un castillo"

Step 5: Paso 5
"Nombre"

Estaba sentado frente a ella. Yo en el gran sofá que adornaba el living de la casa y ella en un sillón que
hacía juego con dicho sofá. Estaba inclinado hacia delante, con mis codos tocando mis rodillas mientras
frotaba pensativamente mi barbilla. 

A diferencia de ella, su espalda tocaba el espaldar del sillón y sus ojos estaban muy abiertos, atenta a
cualquier movimiento de mi parte. Llevaba un gran sweter en la parte superior y unos jeans en la inferior.
Su cabello ondulado caía libre por su espalda, hombros y pechos. Y llevaba un gorro que cubría su
cabeza y algunos vendajes que aun poseía. 

No era la mejor vestimenta. Pero es el tipo de ropa que mi hermana menor tiene en su closet -cosa que
cambiará cuando se tenga que visualizarse ya como una profesional- y fue lo que mamá le proporcionó.
Mi mamá colaboró en su higiene: le bañó, le cambió, le secó el cabello y se encargó de alimentarla
apropiadamente. 

— Necesitas un nombre. Para cuando quiera reñirte por tocar algo sin permiso. No puedo llamarte "nena",
"princesa" o "joven" todo el tiempo. ¿Sabes lo difícil que es?— rompí el silencio para quejarme. 

Sabía que no me iba a entender, pero tenía que intentarlo. Al final, siempre hablo con mi madre y ella
nunca me comprende. Le situación no es tan diferente. ¿Oh si, Luhan?

— ¿O quieres que te llame nena y princesa todo el tiempo?— le fulminé con la mirada, pero ella quedó
perpleja con esos grandes ojos, mirándome como si mi funcionamiento racional estuviese fallando. 

No, no estoy loco. No aún. Aunque si el hecho de salvarla y traerla a mi casa sin tener una mínima
información de ella, se considera locura, entonces sí. Ni siquiera sé si en su vida pasada era una asesina
o algo potencialmente negativo ante la sociedad. Pero pensar así me motiva aun más a tenerla aquí para
averiguarlo. 

— ¿Podrías dejar de espantarla?— se acercó mamá con una bandeja para entregarle un vaso de jugo a
la chica. Ella tímidamente lo recibió y...¿Ven lo que digo?" Ella" "la joven" "la muchacha". Si quiera
pensando me lo encuentro cómodo. 

— ¿Cómo podemos llamarle?— le pregunté entonces a mamá.

— ¿Nombre? No es una mascota, Luhan. 

— Sí, creo que me percaté de ello, madre. 

— Pero si "princesa" está bien. O ponle tu nombre.

Le había explicado todo lo ocurrido a mamá, ella difícilmente entendió mi buena actitud ante el tema. Dijo
que era increíble cometer un acto de buena bondad y que qué había hecho con su hijo. ¿Tan raro es?
Bueno, ella continuó acusandome por el hecho de que la dejé dormir en mi habitación cuando nadie,
absolutamente nadie, tiene permitido entrar. Con nadie me refiero a mamá, ni a mi hermana, ni al
personal de la casa. Mi recamara debía ser respetada a toda costa, mi privacidad era algo importante que
no permitiría que mi familia corrompa. 

Miré por el rabillo del ojo a la chica. Aunque, siendo franco, podría pasarme todo el día viéndola sin
problema. 

La chica se empezó a tomar el jugo.

— Si le llamo princesa, será muy obvio— espeté.

— En coreano "princesa" suena lindo. "Gongjul"—sugirió la vieja. Umm, no era mala idea. Pero Chen y
Yunho eran coreanos y me imaginaría la cara que pondrían cuando se enteren de dicho nombre.

— Tengo amigos coreanos, mamá. Sería vergonzoso.

— Ya sé, estoy viendo una novela coreana muy buena— madre, ¿esto qué tiene que ver con el asunto—
la protagonista se llama Han Ah. Su nombre me acuerda al tuyo. LuHan— se sentó a mi lado en el sofá y
me miró con ternura. 

Pero seguí frustrado. ¿Hanah? No suena tan mal. Todo sería mucho más sencillo si conociera su nombre.
Aunque, si así fuese y ella lo recordase, ella no estaría aquí. Y no puedo negar que su presencia es
refrescante. Me hace pensar en otras cosas que no sean trabajo, fracaso en el amor y más trabajo.

— Luhan.

— Creo que suena...— le iba a decir que el nombre sonaba bien, pero algo me detuvo. 

Mamá y yo quedamos perplejos mirándonos el uno al otro. Ella no fue quien había respondido con mi
nombre. Ambos giramos la cara hasta la chica y ella tenia las manos extendidas con el vaso de jugo vacío
en ella.

— ¿Q-qué dijiste?— le pregunté a Han Ah...Uau, si se ve bien el nombre. ¡Luhan! Eso no es lo que
importa, ella acaba de pronunciar tu nombre. Su primera palabra fue mi nombre. 

— ¿Eh?— sonrió con el baso entre las manos. Tal vez pidiendo más jugo— Luhan— Y creo que me
derretía de tanta ternura. De por Dios. 

Querido Luhan, eres un blandito. Querido subconsciente, me vale mierda. 

Emocionado, me levanté y halé de sus manos para levantarla también y abrazarle, ignorando a mamá
que decía " la espantarás". Pero sé que ella también estaba conmovida.

Sí, creo que mamá le va tomando aprecio. 

Luego que mamá me amenazara con tirarme una fotografía, decidí soltar a la muchacha. No es que odie
las fotografías, pero no quería que una foto de Xiao Luhan cargando a una chica entre sus brazos,
anduviese por ahí. Sería peligroso y malinterpretado. Acordé con mamá, y con los poco que saben esto,
que este asunto no debía salir a la luz pública.

— Vamos HanAh, te serviré más jugo— mamá tomó la muñeca de HahNa y se la llevó a la cocina con
ella. Yo quedé embobado mirando como se perdía entre las paredes del hogar. 

"Luhan". 

Tenía que llamar a Yunho.

~~~~

— Entonces, ella en muestra de que quería un poco más de jugo, se vio obligada a comunicarse...y lo que
dijo fue tu nombre— estaba en la oficina de Yunho. Había venido solo, ya que según lo tratado las citas
eran de Martes, Jueves y Sábado. Hoy apenas era un Domingo.

Asentí hacia el especialista y sonreí.

— Dijo "Luhan", doctor. Mi madre también lo escuchó.

— ¿Y cómo reaccionaste ante ese hecho? 

¿Era eso importante? Hablamos de HanAh.


— Pues...feliz. Le di un breve abrazo. ¿Por qué lo pregunta?— cuestioné evidentemente confundido. 

— Porque dependiendo de la manera en que usted responda, ella hará las cosas. Si le sonrió y le hizo
creer que estuvo bien, ella perderá el miedo e intentará hablar mas seguido. Es un gran avance,
solo llevas una noche con ella y ya la haces hablar.

Oh. Mierda, este hombre sabe lo que hace.

— ¿Sabe?— continuó— Sé que cuidará bien de ella. Le muestra mucho afecto. ¿Lo hace porque sabe
que lo necesita o porque siente dicho afecto por ella? Y no trate de mentir, me daré cuenta al instante—
sonrió triunfante antes de que yo le respondiera siquiera.

— Este...estoy consciente de que lo necesita...

— ¿Pero...?

— Pero ella a veces resulta ser tan inocente y dulce que hace que enloquezca de emoción. El hecho de
que la primera palabra que diga sea mi nombre fue...— no supe describirlo sin revelar lo blando que
Hanah me hacía sentir.

— Satisfactorio.

— Sí.

Él elevó sus comisuras para entregarme una de sus mejores sonrisa. 

~~~~~

Después de la corta charla con el Dr.


Yunho, decidí llegar a casa nuevamente. 

— ¡Luhan!— llamó y saltó de emoción. Y allí estaba yo, sonriendo a gusto con mirada iluminada. Jesús,
no me acostumbraré a esto— Luhan.

Corrió hacia a mí y me abrazó. Otra vez ese Koala. Parecía una niña de cinco años a quien trataba, pero
en vez de parecer estúpidamente inmadura, parecía hermosamente tierna. Y ya no lo seguiré negando.

— Es lo único que dice, Luhan Luhan y más Luhan. Me tiene cansada, se comporta como un pequeño
cachorro, dando vueltas de arriba a bajo— decía la señora, recolectando algo del suelo. 

Carcajeé divertido y despreocupado con la escena. Seguro no iba a ser sencillo para mamá, así que
mejor le daba una mano.

— Anda— extendí mi mano tomando la suya— Compraremos algo de ropa para ti.

— Cuidado, puede acabar con toda la tienda— refunfuñó mamá una vez más. 

¿Qué tan mal se había comportado Hanah? Quizás mamá solo exageraba como siempre. 

Salí con Hanah a mi lado justo al estacionamiento. Mientras caminábamos, Hanah se encargaba de agitar
su mano al aire saludando a toda persona que veía, bueno no solo persona, a todo animal, planta y carro
que en nuestro camino se cruzaban. 

— Luhan.

— Dime, Hanah— giré la vista a ella y me di cuenta de que no se refería a mi, sino saludaba a Fei, la
vecina de al lado, quien parqueaba su vehículo. 
¿Osea, para ella todo es Luhan?

— Hanah, ¿cómo te llamas?

— Luhan.

— ¿Qué es esto?— señalé al carro.

— Luhan.

Quedé desconcertado. Todo en su vocabulario era Luhan...esto iba a ser más difícil de lo que pensé.

"Building a castle: Construyendo un castillo"

//:N/A: sorry por tardar tanto. He estado taaan ocupada, pero espero que les guste este cap. Fue hecho a
toda velocidad y no hice una revisión, así que me disculpo si aparece uno o dos errores ortográficos. No
se por qué, pero me encanta este cap, revela algunos acertijos...aunque no hay mucha interaccion entre
ellos, esto abrirá muchas puertas... shhh!! que no les debo de contar! Emoticono upset Pero ya no les
cuento. Besos/// 

Step 6: Paso 6 

"El Yate"

Ibamos de camino a casa, Joel nos había recogido de una de las boutiques a cuales asistimos en el
menos tiempo posible. Él conducía, y Hanah y yo nos encontrábamos en el cómodo asiento trasero del
vehículo. 

Ella descansaba su cabeza en mi hombro mientras dormía profundamente; ni bien nos montamos en el
carro y se durmió.

Mamá...tenía razón. Hanah puede resultar imperativa e inquieta. Literalmente acabó y desordenó cada
uno de los pasillos de las primeras tres tiendas de ropa. 

Debido a ello, les debí dos disculpas, una oral y otra de mi bolsillo. Prácticamente pagué el triple de la
compra. 

Pero es comprensible...¿o es que soy demasiado paciente? Bueno, en el mundo del negocio la
impaciencia no se encuentra dentro de la metodología para llegar al éxito. ¿Y cual es el éxito que todo
mundo quiere obtener? Riqueza. 

Pero creo que se siente extraña y ajena a todo esto, entonces se comporta así. Tendré que comentárselo
a Yunho más tarde.

Fui sorprendido por mi celular, que abruptamente empezó a sonar. Tomé rápidamente aquella llamada
para evitar que esta despertara a Hanah, quien ya se retorcía adormilada. 

— Xiao Luhan— respondí sin la mínima idea de quien era, no tuve tiempo de ver el nombre en la pantalla.

— "Hello, sexy broda" Estoy en el avión llegando a China, espero y envíes a Joe a buscarme. Se que tú
no lo harás— decía mi hermana con una pizca de veneno en sus palabras, pero así era ella: directa e
indiscreta a sus emociones. Pero también parecía algo enojada.

Y mierda...me había olvidado de que su vuelo era hoy. Creo entender el por qué de su enojo. 

Mi hermana estaba haciendo su Tesis para ya graduarse de la universidad. Así que para hacer algo con
hecho verídicos, tuvo que ir al lugar de dicho hechos, en este caso, Inglaterra.

No sabía el cómo explicarle lo de Hanah sin que se alarme y lo diga al mundo. Pero vuelvo y repito, es mi
casa, si no les gustan mis decisiones, mamá y ella son libres de marcharse. 

Bueno, Yunho y Chen no permitirían que estuviese solo en una casa con la chica. Así que viendolo así,
ellas necesitan de mí, y yo de ellas. Creo que es un acuerdo justo. Luhan, estos no son negocios, es tu
familia.

Suspiro ruidosamente contra el móvil.

— Enviaré a Joe, he estado fuera de casa y estoy algo cansado— respondí hablando por Hanah, no por
mí. Ella se veía destruida y con sus razones. Se me vuelve a la mente la imagen de la tienda de patas
para arriba ¡Hay Hanah! ¿Qué haré contigo? 

Miré a la chica, aun dormida, por el rabillo del ojo y continué.

— Tengo algo que hablar contigo, cuando llegues. Así que prepara tu mente en el viaje y relájate. 

— ¿Algo que hablar conmigo? Dios Luhan, ya me siento intrigada por tu culpa.

— Eso me alegra.

— Malvado. Ya tengo que irme.

Ella finalizó la llamada y justo en ese entonces entramos al parqueo del edificio.

— Joe, ayuda con las compras. Yo llevaré a la señorita.

Salí del vehículo y tomé a la Hanah durmiente en mi espalda. Ella instantáneamente enredó sus brazos
en mi cuello y acomodó su cabeza en uno de mis hombros. Metí mis brazos entre sus rodillas, que
colgaban en ambos lados de mi cuerpo, y de allí la sujeté para que no cayera.

Cuando llegamos a casa la llevé a mi cuarto y la acosté en mi cama. MI cama, MIA. El solo pensar en que
no dormiré allí esta noche, me pone a los gritos entre la desesperación y depresión.

Me di una pequeña ducha y me encaminé hasta mi oficina para atender algunas llamadas y confirmar
asuntos y reuniones importantes para mañana. Y creo que durante esas pocas llamadas, el cielo se
oscureció. Dicidí darme un respiro y salir al salón, en donde me encontré con Irene. 

Sonreí a gusto al verla saludable y feliz. 

— Hola pequeña cosa viviente— dije llamando su atención para luego recibir un fuerte y exagerado
abrazo de su parte— Ya, que me asfixio. 

Ella carcajeó emocionada. Así que ya le creo cuando dice que extrañó la casa. Me libera de su abrazo y
se aleja para mirarme mientras aun sonríe.

— He estado bastante nerviosa esperando tu "noticia". Así que sin más preámbulos, dime.

— Bueno...— no sabía como empezar— Ya no somos nosotros tres quienes vivimos en esta casa...

— ¿Vendiste el apartamento?— dejó caer su mandíbula mientras interpretaba mis palabras.

— Déjame terminar. Hay un nuevo miembro en la familia. Quiero que respetes a esa persona a pesar de
las condiciones. Es una chica.

Dejó caer su mandíbula una vez más y abrió los ojos, tanto que dejó de parecer asiática.
— ¿Chica? ¿Tu novia? ¿Por qué la trajiste? Oh por Dios ¡¡¿está embarazada?!!

— ¡Irene!...no. No seas estúpida y escandalosa. Necesito que esto quede como secreto entre nos.
Es...Ven, siéntate.

Esa noche le expliqué todos los detalles a Irene. Ella lo comprendió y prometió guardar el secreto y
ayudar a las necesidades de la chica. Se sintió entusiasmada cuando la llegó a visualizar y estuvo de
acuerdo conmigo en que ella era toda una ternura andante. 

Luego de dejar a Hanah con Irene y mamá. Me marché a mi estudio para seguir con mi trabajo. Sabía que
Hanah estaba en buenas manos así que era una preocupación menos. Necesitaría preocuparme menos
para lo que me espera en esta semana entrante.

Hablé con Sehun para modificar la fecha de su llegada durante la semana. Fue una conversación breve.
Luego llamé a Tao para iniciar la investigación del misterio del origen de Hanah.

Al principio había decidido dejar que algo de tiempo pase y esperar a que alguien reclamara una pérdida,
o que algún accidente -dentro del mismo lugar en donde la encontré- se hiciera noticia. Pero nada, había
nada. Y ese nada me empezó a molestar, así que era hora de actuar.

— Bien, Xiao. Para mañana te tendré respuestas. Sean positivas negativas o hasta inconclusas. Pero sí
tendré algo que informarte— aseguró con eficiencia y colgó. 

El detective Zi Tao es un miembro exclusivo de la asamblea general del Intelpol (Organización


Internacional de Policía Judicial) y agente secreto en la policía cibernética. Es el mejor en su área y
prácticamente es quien manda y hace las decisiones. Nunca le ha puesto la mano al volante de un carro
de policías, sin embargo, es quien decide por ellos desde un mayor rango y sin mostrar mucho su rostro.
De hecho, si sale a la calle, es difícil saber que esa persona tan común puede ser tal importante
personaje, tanto en China como en Corea del Sur. 

Bueno, no necesito mencionar de que me siento orgulloso de que también esté en nuestro círculo de
negocios. Sí, el gran Tao era parte de nuestra firma. Él tiene todos mis respetos.

Esta semana si que iba a ser dura. Y según mi agenda, apenas tendría tiempo para comer y dormir. Lo
cual tampoco consideraba importante, pero una buena salud física, tendrá mucho significado al final de
cada proyecto. Así que lo mejor sería no evitarlas, por más trabajo que tenga.

La mañana siguiente, salí directo mi oficina junto a Joe. Tenía que estar lo más temprano posible, debido
a una reunión con una empresa turística en Francia. Ellos están interesados en mis intervenciones
hoteleras, dice que son los mejores en todo Asia, y no los culpo, ya que todos los hoteles bajo mi nombre
son cinco estrellas. Todos, sin excepción. 

No fue fácil llegar hasta aquí. Al principio de mi proyecto tuve que viajar mucho, sudar, llorar, ignorar y
continuar. Mucha gente no apreció mis ideas ni mis esfuerzos. Y ahora, he visto a cada una de ellas de
rodillas a mis pies, admirando y pidiendo perdón cuando le amenacé en dejarles sin nada. Y aunque el
daño es incorregible, creo que fueron sus críticas que me hicieron crecer. Así que bajo algunas
condiciones, he llegado a acuerdos con ellos. Ser dueño de medio mundo no tiene que hacerte una
persona horrible. De hecho, nos va mejor cuando tenemos una sonrisa sincera y menos política.

Terminando este día recibí la tan esperada llamada de Tao.

— ¿Tienes algo que decirme?— dije nervioso por saber el origen de Hanah. Sudaba la mano y me mordía
el labio mientras esperaba su respuesta que parecía eterna.

— ¿Dijiste que la encontraste a 2 kilómetros al este del restaurante de la costa? Hoy temprano estuvimos
inspeccionando el lugar, nada inusual. Y sé que han pasado días, pero fue muy extraño no encontrar
absolutamente nada— hablaba despacio y su tono de voz mostraba su cansancio— Así que decidimos
escudriñar el mar frente a nosotros y...

De pronto se detuvo. Dios mío, que hable ya. ¿Qué encontró?

— Habla Tao. 

— Era un Yate. Un gran Yate. Uno al parecer privado y discreto. A 4 kilómetros de la orilla y a unos 320
pies de profundidad. Tardamos cuatro horas en sacarlo. Y lo raro es que este barco no tiene
identificación. En los puertos mas cercanos no lo tienen registrado, ni su salida, ni tampoco su existencia.
Es como si fuese un bote fantasma. Es la primera vez que algo me extresa tanto, Luhan. Me pagarás tu
media fortuna por esto.

— Te encanta hacer este tipo de cosas. Me adoras por ponerte al mando de esto. Lo sé— reí, pero mi
seriedad volvió en fracciones de segundos— ¿Pero el Yate no muestra nada? Un logo, nombre...

— Tiene un grafitti de diseñador en uno de sus costados. Dice "Brettanlence" y no tengo la puta idea de lo
que significa. Y no, no hay nada dentro. Solo objetos, cama, muebles...esas cosas. Y muchas de ellas
parecen intactas, así que sí es reciente. Eso es lo que hay por ahora. Te seguiré diciendo durante la
semana, recuerda que vienen los chicos de corea.

— Sí, nos vemos en la reunión.

A mediados de la semana llegaron Oh Sehun, Kim Jong In, Do Kyung Soo y Kim Joonmyun. Nuestra otra
mitad de la firma de negocios. Teníamos tantos proyectos en mente y la responsabilidad era tan grande
que me olvidé de todo lo demás para centrarme en esto, que nos motivaba tanto. No es que sacara de mi
mente el hecho de que Hanah esté relacionada con un Yate hundido y ni nada y nadie dentro, solo creí
que era saludable el dejar esto de lado por un momento. Mi cabeza explotaría si no. 

De vez en cuando mamá llamaba a mi celular, pero estaba tan ocupado que le prometía hablarle más
tarde. Y todo resultaba mentira, pero no mentía conociendo la situación, más bien, las situaciones me
obligaban a confiar en que todo estaba bien y que siga trabajando.

Ya es viernes y no recuerdo una semana más dura que esta. No he sabido nada de Hanah, ni de mamá y
ni de Irene. Ya que llegaba a media noche para salir a las 5:00 de la mañana. Solo llegaba, visualizaba el
mueble en donde dormir, el baño y el armario. Más nada. Pero solo sería por esta semana, después de
esto pretendo compensarme a mí y a las mujeres por esta inestable semana.

Es ya una tarde del sábado, y por fin puedo respirar. Los coreanos han vuelto a su país y no volverán
hasta la boda de Lay. Es triste ver partir a buenos amigos, pero es genial poder volver a una digna vida.
Así que pienso nuevamente en Tao y su investigación. Él no mencionó nada cuando nos vimos en estos
días, así que supongo que no se ha enterado de más nada.

Llego a casa con una gran sonrisa. Esperando a decirles a todos que ya hemos conseguido acciones en
el mundo del entretenimiento y que probablemente podamos convencer al gran Lee Sooman de hacer
algunos acuerdos y negocios con nosotros. Cuán bien nos iría si lo lográramos.

Al salir del vehículo recibo un mensaje de Chen "Yunho y yo vamos de camino". ¿Vendrían? ¿Ahora?
Bueno. Seguro hoy tocaba un chequeo y no me acordaba... 

Cuando entro a la casa no veo ningún movimiento. No es lo que esperaba. Esperaba a Hanah corriendo
hacia mí. De hecho, la he echado de menos. Y yo a ella, lo más probable. En los pocos segundos en que
mamá y yo nos comunicamos, ella dijo que yo era, algo así, como la batería de Hanah. 

Probablemente sea cierto y esté más tranquila y estable, y lo confirmo al no verla cuando entro. Lo cual
me resulta muy extraño. Seguro habían salido. Pero ¿por qué no me dirían? Fácil, estabas en tus
negocios Luhan. Me adentro, dejo mi maletín y mi saco en el gran sofá y entro a mi habitación para
cambiarme de ropa. 
Abro la puerta de mi recamara y lo que veo no me gusta. Oh no. Para nada. Me encuentro con mamá e
Irene, mamá sentada en una silla al lado de la cama e Irene sentada en la cama, masajeando lo que
parece ser el cuerpo de Hanah. 

Mamá mira con preocupación. 

Mamá tiene grandes ojeras bajos sus grandes y hermosos ojos.

Irene parece desesperada.

Y Hanah no se mueve.

Hanah está recostada en la cama, pero no se mueve.

Hanah mira inocentemente hacia mí. 

Hanah sonríe débil.

Hanah está mal.

"Building a castle: construyendo un castillo"

Step 7: Paso 7 

"Más"

— ¿Cómo está?—pregunta mi mamá cuando Chen trataba a Hanah y Yunho tomaba nota. Estaba
preocupado, mis piernas temblaban desesperadas. 

Mamá buscó mi mirada y notó la impaciencia en mi. Esto no era normal. Puso una mano en mi rodilla y
sonrió.

— No es grave. Es tan solo una fiebre, pero tenemos que indigar el por qué la fiebre y qué está mal con
ella ¿Cuánto lleva así?— preguntó Chen.

— Tres días— responde mamá. 

Tres días
Tres días
¡Tres días! ¿Qué demonios? 

Mamá aprieta su agarre contra mi rodilla y oculta su rostro.

— Ha estado indiferente a todo. Mirando a la puerta. Hasta que ayer tuvo un desmayo muy irregular.
Pensé en llamar a una ambulancia, pero no podía hacerlo sin ti. Traté de llamarte pero tampoco pareció
ser la solución. Así que me dispuse a atenderla por mis propios métodos. Y lo hablé con Irene y ella sin
dudarlo llamó a tus amigos.

— Entonces esto parece ser un decaimiento emocional. La persona se auto-impone mentalmente a


situaciones personales y esto la llega a afectar tanto que termina enfermándose físicamente— añade
Yunho mientras lee las notas que ha escrito.

— No te culpes por esto Lu, terminarás igual y eso no es lo que quiere Hanah después de que ya estás
de vuelta ¿oh si?— me animaba. 

Asentí para calmarles, pero no podían hacerme prometer no sentirme así. Que idiota fui. Finjo una sonrisa
y les permito seguir hablando.
— Despertará cuando se sienta descansada. Al parecer tuvo noches sin dormir. Luhan, sé que tienes
mucho trabajo, pero aun así no la dejes a un lado...llévala contigo, a la oficina, viajes de negocios. Ella
puede resultar una muy buena compañera si eso le inculcas. Tu le enseñarías nuevas cosas y ella estaría
contigo en todo momento— termina de analizar Yunho.

— Esto suena tan romántico. 

— Mamá, de por Dios. Compórtate. 

Hace una mueca de que se siente apenada pero una sonrisa oculta la traiciona. Esta mujer no desiste con
mi vida amorosa. Y eso siempre me incomodará.

— Otra cosa— mamá se pone de pie— Ha aprendido a decir "Sí" y "Jugo".También puede comer sola. 

— ¿Si? A pesar de su alteración mental sí avanzó. De hecho no tomará mucho tiempo hasta que pueda
expresar lo que piensa, ya que su cerebro está desarrollado y tan solo se busca información perdida. Así
que estén atentos, no se dejen sorprender.

Yunho finaliza la conversación y se dispone a dejar el apartamento junto a Chen, asegurándonos que
todo está bien si estoy aquí.

Ok, ya no es solo Luhan. Ahora puede decir algo más. Me siento muy egoísta cuando me siento mal por
ello, pero tengo que acostumbrarme a dejar se ser el centro de su mundo. 

Lo importante es que ella estará bien y yo estaré siempre que pueda a su lado. No dejaría que esto
pasase una próxima vez. No pensé que le afectaría tanto, pero ahora que estoy consciente, seré más
precavido. Y eso asusta a mamá, ella dice que no exagere con estas cosas, pero pssss yo nunca
exagero. 

— Joel, hazme el favor de ir a comprar un celular para Hanah. Con plan de comunicación 24/7 los 365
días del año. De color blanco. Antes de que anochezca. 

Llamo a Joel para pedirle un móvil a Hanah, quiero que no haya barreras de comunicación, y aun si no
sabe hablar con un "Luhan" que diga, estará bien. Ah, verdad, ya no soy su único vocabulario. 

Mierda. 

~~~~~<<~<<<~~~~~~~~~~~~

— ¿Quién es el hombre más guapo del mundo?— pregutaba a Hanah mientras le secaba el cabello con
una toalla. 

Ella había despertado horas atrás y se veía mucho mejor. Con ese ánimo exasperante pero que tanto me
agrada. Mamá le había dado un largo baño para quitar todo resto de fiebre. La cambió y se fue a hacer la
cena mientras yo jugaba y secaba con su largo y sedoso cabello.

— Luhan— respondía en un tono obvio, y eso me hacía sentir grande y fabuloso. Hasta que me percato
de que ella no tiene idea de lo que está diciendo. Pero eso no me dejaría perder el tiempo, ya que pronto
no seré su único vocabulario y necesitaba aprovechar esto. 

— ¿Y el hombre más inteligente? 

— Luhan.

— ¿La persona mas simpática y divertida?

— Luhaaan.
Me río. 

— ¿Y con quien te gusta pasar el tiempo?

— Luhan.

— ¿A quien quieres más? ¿A mamá, Irene o a Luhan?

— Luhan, sí. 

Dios que me la como de tan bella. Tranquilo hombre, ¿qué te pasa? Me doy una buena paliza
mentalmente.

— Eso es trampa— interrumpe mamá cuando entra en la recamara.

Ella también se ve despreocupada y en paz. 

— No sé de qué hablas mujer— desvío la mirada hacia el cabello de la chica mientras aun lo masajeo con
una toalla. Hace par de minutos que se secó, pero acá estaba yo, descubriendo que me encanta hacer
esto— Mañana arreglaré la habitación de huéspedes para Hanah. La pintaré del color que quiera.

— No me sorprende que se lo dejes en blanco. Toda la ropa que le compraste es blanca, los zapatos,
accesorios, el celular— dice mamá como si estuviese hablando con alguien loco y fuera de sí.

Es que...encontré a Hanah vestida de blanco, y era tan hermosa de blanco, que hasta parecía un ángel.
No quería quitarle esa belleza y ternura que le daba el color blanco a su piel. 

— ¿En serio? Es que fue ella que las eligió, así que supuse que le gustaba ese color-no-color— mentí
riéndome a carcajadas a sabiendas de que lo que acababa de decir no era nada gracioso. 

— Luhan, sí, Luhan— aportó Hanah para defenderme, creo. Podría estar diciendo "Luhan es un patán" y
bien no me daría cuenta.

Sus mejillas ya tenían color y su sonrisa era imborrable, así que ya me había dejado de echar la culpa a
mí mismo, solo por el momento. Si era capaz de hacer a Hanah feliz, nadie me lo impediría. 

~~<<<~~~~~~~~~~

Me levanté al día siguiente con Hanah enrollada a mis pies. No creo poder a acostumbrarme a esto. Que
use mi cama, bien. Que duerma en mi cuarto un par de veces, bien...¿pero amanecer conmigo? De por
Dios, ni siquiera me doy cuenta cuando se cruza por las noches, y no quiero ser grosero, solo no me
gusta compartir el lugar en donde duermo y menos con una mujer a la cual no pueda mirar
pervertidamente. No es que sea un pervertido, soy un hombre. Bueno, esas dos últimas palabras al final
terminan siendo sinónimas. 

Despego a Hanah de mi cuerpo y salgo cabreado a ducharme. Eso me relaja y no tengo la necesidad de
gritarle pues sé que lo hace inconscientemente. 

Cuando ya estoy listo hago par de llamadas a decoradores profesionales para así dar por terminado el
tema de habitación-Hanah-usando-mi-cama, es algo que debo resolver hoy. 

Mientras estoy en espera de los especialistas, veo a Hanah salir felizmente y dedicarme una sonrisa. Aun
despeinada y con cara de soñolienta, luce increíble. 

Mamá la arrastra hasta la cocina haciendo que pierda el contacto visual con ella y vuelva a concentrarme.
Tomo mi ipad y tecleo en Google "Brettanlence" y nada. No hay nada. La única pista que pudimos seguir
y no significa nada. Creo que es por ello que Tao aún no llama.
Busco su número en mi móvil y decido hablar con él.

— "Brettanlence" no aparece en nada— digo desconcertado. Digo, ¿quién llamaría a un Yate con un
nombre tan largo pero cuyo significado no existe?

— No del todo. No tengo nada confirmado y por eso no sabía si llamarte. Viene de Brettan, que puede ser
un nombre o un apellido en países de habla inglesa. Pero es todo lo que tenemos, en el Yate no hubo
nada más, y si lo hubo, fue todo destruido por la humedad. Con esto me refiero a papeles y libros que
pudieron ser útiles, quedaron irreconocibles. 

— Bien. Bueno, espero que se encuentre algo más.

— Estoy en eso. 

Y con eso colgó. 

El día resultó relan y bastante cómodo. Pintamos la nueva habitación de Hanah del color que le gustó
más y la decoramos sencilla y delicada como su personalidad. El resultado final nos gustó a todos pero
eso no detuvo el que ella volviese a aparecer en mi cama la mañana siguiente. 

— No entiendo porque lo hace— le decía con impaciencia a Yunho. No me había levantado y aun estaba
en los brazos de Hanah. 

— No sé que es lo que le molesta, Xiao— rió desde la otra linea. 

— Sabes bien porque me incomoda todo esto. No puedo...respetarla si sigue distrayéndome de este
modo— grité en un susurro. No sé si es posible gritar en un susurro, solo sé que prácticamente vociferaba
las palabras en un todo de voz casi audible. 

— Ahh, ya veo a dónde vas. Bueno, no lo tomes así, ya que lo más probable es que te vea como figura
materna— explicó entre risas. Pero creo que entendí a donde quiso llegar. 

— ¿Pero por qué no mamá? Ella le confía su cuerpo y su alimentación a ella.

— Cierto, pero "Luhan" ha sido su salvador y creo que ella es tan consciente de ello que sabe bien a
quien acudir por las noches. De todos modos, debe haber alguna razón por la cual se despierte de noche
y te busque. Así que para que resolvamos esto lo más pronto posible necesito que no duermas esta
noche para que la vigiles ¿está eso a tu alcance? 

— Bueno...eso creo. ¿Crees que sean pesadillas?

— No lo dudo. 

~~~~~< 

Estoy sentado en el sofá que da vista a la cama de Hanah en su nueva habitación. Ella está perdida en su
mundo de sueños, mientras que yo estoy aquí deseando estar en su lugar. Suspiro, es increíble lo que
hago por esta mujer. Creo que me deberá toda una vida cuando se recupere de todo esto. 

Miro el reloj y visualizo las 3:56 a.m. 

Debo parecer un zombie viviente, pero no me atrevo a verme a un espejo, no necesito confirmarlo. Sigo
perdido pensando en lo de " Brettanlence" para no quedarme dormido. No es un lugar, no es un objeto
histórico y no es seguro de que venga de un nombre o un apellido. Sigo indagando hasta que unos
sollozos hace que borra todo pensamiento y me concentre en Hanah. 

Alarmado me acerco cuidadosamente a su cama y veo que aun duerme. Pero sus sollozos crecen. Cierra
sus ojos con fuerza y sus manos hacen movimiento de alcanzar algo. Está teniendo una pesadilla.
Recurro a pasar la palma de mi mano por su espalda y a decir palabras tranquilizadoras. Pero no es
suficiente y termina abriendo los ojos. 

Me brinda una mirada de terror y nostalgia. Ella perdió algo más en ese accidente del Yate. Esto me tiene
tan consumido de curiosidad. ¿Qué es? Perdió algo...o a alguien. Pero no hay evidencia de que otra
persona haya estado en el Yate...aun. 

No detengo el movimiento de mis manos y su mirada se suaviza. Termino recostado en su cama junto a
ella y ella se abraza a mí. Algo la ha estado perturbando todas las noches, algo que no deja que quiera
sentirse sola. El sueño debe asegurarle la soledad para que ella le tema tanto. Tanto que quiera dormir
conmigo. Aunque, vuelvo y repito, soy irresistible y lo más probable es que se ha dado cuenta en las
maneras en que puede cautivar a Luhan, porque lo ha logrado desde que la conocí. 

¿Pero como verla con otros ojos cuando está en este estado? Ni pensarlo. 

Y allí me paso la noche. Despierto la mañana siguiente cuando mi madre abre la puerta de la habitación y
se queda contemplando la escena, no luce sorprendida. 

Me incorporo con cuidado de no despertar a la chica aun y estiro los brazos con pereza.

— ¿No preguntarás que hago aca?— consigo formular mientras aun me estrujo los ojos, pues dormí solo
dos o tres horas.

— No realmente— mira conmovida— Si ella confía en ti para que duermas con ella, puedo confiar yo
también, ¿no?

— Esto no se trata de mi, Li Mei. ¿Sabías que tenías pesadillas por las noches?— pregunté, y al no
escuchar su respuesta negando, supuse el "si"— ¿Por qué no me lo dijiste? 

Entrecerré los ojos al mirarla desconcertado. 

— ¿Y por qué tú no me dijiste que la estabas investigando y que encontraste un Yate y todo eso?—
terminó por fulminarme con su última mirada y luego salió de la habitación.

¿Qué mierda? 

Me levanté y corrí tras ella. Mamá aveces actuaba como una esposa celosa. Creo que fue por eso que
papá la dejó...papá. No, no puedo pensar en él ahora.

— Mujer, ¿qué ahora vamos a pelear por quién sabe más de ella? Te recuerdo que soy quien la tiene
aquí y que es mi casa, mamá— consigo decir enfurecido pero sin levantar la voz. 

— Otra vez la misma mierda, Luhan.

Oh, oh. Ya si se enojó. Pero yo estoy molesto también...

— Sí, sé que es tu casa, Luhan. Y si me vas a decir qué o no hacer, estas muy equivocado. Es más, haré
mis maletas. Me iré hoy mismo— continuó gritando por la casa sin detener su andar.

— Woah, mamá. No tienes que perder los estribos. No digas las cosas sin pensar.

Que está loca.

— No puedes negar que eres hijo de tu padre. Eres un inconsciente y no piensas en los demás. Pero ahí
tienes a Hanah, espero que puedas con ella sin mi.

— Ya ni siquiera sé por qué peleamos, Mei. Cálmate. 


Se detiene, por lo que yo lo hago también. La veo respirar agitadamente.

— ¿Qué pasa mamá? ¿Qué es eso de que me parezco a mi padre? ¿Por qué sales con eso? Acaso...
¿Has hablado con él?

— Lo siento, Luhan. Pero necesito irme. Solo por unos días. Cuida bien de ella, y cuando vuelva...quiero
que por primera vez confíes en tu madre, que no me mientas, que no me ocultes cosas. ¿Es tanto pedir?
Te llamaré mas tarde. 

Y con esto se tranca en su habitación y cinco minutos después sale para marcharse definitivamente. Y
eso no me deja dudas de que se enteró de la nueva relación de papá en Corea del Sur y de que tiene otro
hijo en espera. Pero peor aun, se enteró de que lo sabía.

De pronto me siento una mierda, no puedo estar allí para ella lo suficiente para que estas cosas no le
duelan. ¿Pero cómo decírselo? Además, no tiene por qué relacionar las situaciones...¿oh si? 

Pienso en tomar las llaves y seguirlas, pero sé que sentirá asfixiada si la vuelvo a trancar en mi
apartamento. Necesita respirar y pensar. 

Me quedo allí con mis pies pegados al suelo mientras pienso y analizo la situación. 

Me entristece. La reacción de mamá solo indica de que nunca superará el hecho de que papá se haya
ido. No ha vuelto siquiera a ver a otros hombres. Solo se enfocó en terminar de criarnos dándonos todo lo
que necesitábamos. Hasta que me gradué hace cuatro años y empecé mis propios proyectos haciéndome
alguien en este mundo, y así devolverle a mamá todo el sudor que cargó ella sola con Irene y conmigo.
Pero lo estoy haciendo mal, "esta es mi casa y..." Es siempre lo que le digo, y ella nunca me dijo esas
clases de cosas, aun cuando tuvo mil y unas razones. 

Me sorprendo a sentir unos brazos rodeando mi cintura, y un cuerpo apegándose a mi por mi espalda.
Volteo el rostro y por el rabillo del ojo veo a Hanah abrazándome. 

Y me dejo hacer. Debió presenciar parte de la escena. 

— Luhan está triste— le informo.

— Luhan...triste.

Sonrío y me volteo para poder tomar su rostro con mis manos y darle un beso en la punta de la nariz. Otra
palabra, aunque solo repitió lo que dije. 

La tomo de hombros y vuelvo a abrazarle. Entierro mi nariz en su cabello y respiro ese dulce aroma que
solo Hanah puede tener. Eso me tranquiliza. 

— Ven...vamos a lavarnos los dientes para desayunar. 

Hago gesticulaciones con las manos de "cepillar" y "comer".

Ella sonríe y asiente.

"Building a castle: Construyendo un castillo" 

Step 8: Paso 8

" El Libro" 
Era más de las once de la noche, así que Hanah ya dormía e Irene aun no llegaba a la casa. Me imagino
que de fiesta. Y eso me cabreaba. No quiero que sea etiquetada en ese tipo de ambiente. 

Pero ella como siempre me desafía y hace caso omiso a mis quejas.

La esperaba con el ceño fruncido a más no poder, hasta que escuché el timbre. De mi boca estaban por
salir todo tipo de palabras, menos bonitas para Irene, hasta que visualicé a Sehun diciendo que quería
dormir aquí. 

¡Wow! Espera un segundo. Alegre de verlo, pero ¿quedarse aquí? 

— Escucha ciervo. Ya te lo expliqué— decía él parado en el arco de la puerta de mi departamento con su


estúpida cara pocker— Sino...me voy a un hotel.

— Sehun... No puedes venir acá sin avisarme. Sabes que acá esta Irene y Hanah. Mamá me mataría si
se enterase que dormiste aquí.

— Solo serán dos días. Sabes que preparo la despedida de soltero de Lay. Además tú también eres un
hombre y duermes entre dos mujeres...aunque aveces tu delicadeza nos confunda...

Suspiro y me cabreo aun más. 

— Sehun. Vete a la mierda— hice ademán de cerrar la puerta con fuerza bruta, pero Sehun soltó sus
equipajes de las manos y la detuvo a tiempo.

— Venga...solo bromeo. Ciervo mío. No tocaré a Hanah. Lo prometo.

Dice dando un paso dentro de la casa, le miro, le miro y sigo mirándole esperando a que termine la
oración, pero al final no dice nada más y me obliga a incentivarlo. 

– ¿E Irene? Necesito que me prometas que no la tocaras a ella tampoco. Te conozco.

Le fulmino con la mirada. Pues se supone que Sehun tiene su novia y la ama. Pero yo mismo he sido
testigo que hasta con mi secretaria la engaña. E Irene no es otra santa. Así que tengo que andar atento. 

Achino más los ojos ansiando su respuesta. 

— ¿Tengo qué? Me da pereza prometer...

— Que pases buenas noches— le corto, tomo la manija de la puerta y empiezo a empujar para cerrarle la
puerta en las narices.

— Bien, bien...— grita y me detengo para abrir la puerta nuevamente. Se reincorpora y jadea cansino. 

El solo pensar que quiere ligar con Irene me pone en modo alerta. Este tipo podrá ser mi mejor amigo,
pero eso no le quita lo desgraciado que es y que si se sobrepasa le descuartice hasta sus riñones.

Asiente de mala gana y luego sonríe cómplice. Y la situación mejora, ya si puede estar en juego.

— Prometo no tocar a tu hermana. 

¿Es tan dificil eso? Ni que Irene fuese una Cocacola en el desierto. 

Le sonrío y le doy la bienvenida. 

Él entra y acomoda su equipaje dentro con familiaridad. 

— ¿Entonces tía Mei se fue?— dice tomando asiento en el sofá. Y sacando un cigarro. Él no suele fumar,
pero según él la nicotina, de vez en cuando, es necesaria para relajarse. 

Pongo los ojos en blanco y mantengo distancia. Quiero oprimir las ganas de pedirle uno. 

Muevo la cabeza afirmativamente y no comento más. No quiero hablar de mi madre. Estoy aun
escudriñando mi cerebro para saber que demonios hacer con ese tema. 

Él nota mi incomodidad, clausura sus preguntas sobre mamá y apaga el cigarro. 

— Bueno, me dormiré, ¿misma habitación de siempre?

— No— me acerco y tomo su equipaje— Sabes que solo hay cuatro habitaciones. La de mamá, la mía, la
de Irene y la de Huéspedes, esta última se la acomodé a Hanah. Asi que duermes conmigo o en el cuarto
de mamá. Sabes que a ella no le importaría si eres tú.

El apartamento tiene una gran sala de recibimiento, una sala de estar, dos comedores, una gran cocina,
una sala de entretenimiento y cine, cuatro cuartos de baños, tres terrazas: en una está la piscina, en otra
dos jacuzzis y la otra es una terraza normal para la vista de la ciudad a nuestros pies. Y están las
habitaciones, que a pesar de ser pocas son súper amplias, pero como supuse que viviría solo no me
importó. Ahora me incomoda y tendré que investigar por otro lugar reconsiderando que estoy rodeado de
personas. 

— Esta bien si duermo contigo, hermano. Estoy curioso por conocer a Hanah— admite con una sonrisa
no pervertida, poco común. 

— Dejarás de llamarme blandito cuando lo hagas... 

Ambos nos abrimos a carcajadas y entramos a mi habitación. Y nos preparamos para dormir. 

¡Stop!
Algo azota mi mente y me deja inmóvil frente a la cama. 

Hanah.

— No puedo dormir contigo...Hanah se cruza por la noches— murmuro lo suficientemente audible para
llamar su atención. 

— ¿Cómo que...

Le corto y prosigo, 

— Anda, duerme en mi cama. Me iré a su cuarto.

Tomo mi almohada, doy una sonrisa lasciva y me salgo del cuarto dejando a un desconcertado Sehun
dentro. 

Pero por supuesto que no me imagino a los tres dentro de una misma cama. Yo me controlo. Sehun no
tiene límites.

~~~~~

Me despierto faltando tres para las seis de la mañana. Volteo mi rostro hacia la bella durmiente a mi lado
y me burlo de la manera en que abraza mi cintura.

Dispuesto a empezar con una buena mañana me levanto y pongo un café en la cafetera eléctrica.
Mientras se prepara observo tentativamente mi celular. Lo tomo y marco un número.

— Hola— escucho a mamá en la otra línea. 


— ¿Cómo estás?— dijo sin transmitir emoción alguna. 

— Bien. ¿Y tu? ¿Y Hanah?— cuestiona también con poco ánimo.

— Bien, Sehun durmió aquí. Te envía saludos. 

Nos comunicamos un rato más y le informo que papá viene para la fiesta de bodas de mi amigo Lay. Ella
me pidió no secretos, así que le informo y le animo a ir. Así hablarían y me dejarían fuera de todo esto.

Sin llegar a ningún acuerdo pero con un "lo pensaré" ella cuelga. Justo después Sehun sale de mi cuarto
y le sirvo su café mientras se sienta en el desayunador. 

— Oí un poco tu conversación...lo siento— dice con ojos sonrientes y da un sorbo a su café.

Río y contesto:

— Sabes que de todos modos te lo contaré así que no vengas a dar pena. 

Ahora él me acompaña a reír. 

Dejo de reír abruptamente y me levanto con el ceño fruncido.

Algo me molesta.

— Ciervo...tus cambios de humor han empeorado ¿ahora qué? Ni que fuese una mujer embarazada
cuyas hormonas atacan— se queja Sehun.

Pero cabreado con mil demonios por encima, no contesto.

Me encamino a grandes zancadas a la habitación de Irene. Esa puta me las paga, le mostraré que en mi
casa mando yo. 

Abro la puerta y la veo dormir con las piernas y los brazos extendidos y con todo el cabello tapándole el
rostro. Lleva jeans y solo tiene el sujetador puesto en la parte superior. 

Sin dudarlo tomo de sus pies y halo fuertemente de ella hasta dejarla caer en el piso y la escucho
maldiciendo mis antepasados.

— ¿Dónde estabas?— gruño aun sosteniendo sus pies. 

— Muérete Luhan. 

Halo de ella nuevamente y la arrastro literalmente por el suelo. Es divertido, pero oprimo mi risa y
mantengo mi cara de mala leche para ella.

Ella grita de furia y me detengo para enfrentarla otra vez. 

— ¿Dónde? 

— Arrastrame lo que quieras, eso no te importa.

Sonrío con malicia. 

— Sehun está desayunando en la cocina.

Digo con chulería y soy testigo de como su rostro se descompone. 


Levanto y bailo mis cejas repetidas veces en modo de burla mientras aun sonrío. 

— ¿Oh Sehun está aquí?— dice en un jadeo de asombro.

Sus ojos se abren de horror y mi sonrisa se amplía. 

¡Oh, sí. Hermanita!

Y la arrastro y corro con ella a mis pies sin esperar su respuesta. Ella chilla. Maldice. Vuelve a chillar. Y yo
como un niño con nuevo juguete me lo disfruto. La amo pero con Luhan nadie se mete. 

Llegamos hasta donde Sehun y este se atraganta con el café por lo que ve.

Miro a Irene con sonrisa victoriosa y ella sigue maldiciéndome por lo bajo sin que Sehun la escuche. 

— H-hola Irene— dice perplejo y desconcertado Sehun. Tremendo show que le estamos ofreciendo.

Ella voltea el rostro y saluda con vergüenza. La acabo de humillar. Ignorando el hecho de que está semi-
desnuda de la cintura para arriba se levanta echando humo de enojo y se marcha a su habitación. 

— Dios me ha dado la paz de ser hijo único. No sé como no se han matado— dice relajado sin hacer
comentario o insinuación alguna de los pechos de Irene. 

Eso me alegra de él, cuando promete, cumple. 

Mi instinto malvado se esfuma cuando Hanah se acerca a nosotros con una hermosa sonrisa. Disfruto el
verla acercándose y la abrazo cuando por fin llega. 

Veo los ojos de Sehun examinando a Hanah. Abre los ojos como platos y pregunta con señas si ella es
Hanah. Asiento y veo como se queda sin aire. 

— Que mona...

— Lo sé— digo con cierto orgullo mientras le acaricio el cabello a la recién llegada. 

Sehun sonríe y se presenta a sí mismo a Hanah y ella le recibe con una sonrisa cariñosa. 

Irene se acerca con el rostro bajo, me imagino que aun se siente humillada y cree que ocultando su rostro
puede ocultarse de Sehun. 

Llega hasta nosotros y toma del brazo de Hanah.

— La ducharé...—dice entre dientes.

Las veo alejarse y luego miro a Sehun, dándome cuenta de que ahora me estudia a mí con la mirada.

— ¿Qué?

— No lo sé. Te siento diferente... ¿Te has percatado de tus cambios de humor esta mañana? Serio al
hablar con tu madre, enojado cuando saliste de la cocina, divertido cuando te burlas de Irene y ahora
embobado por ver a Hanah...

— ¿Embobado?— replico con gracia. Tiene razón, algún día pararé loco. 

— Sí...esa niña te pone de flores— sonríe y sé a lo que se refiere. Me pongo serio y dejo en claro algo
que él está confundiendo.

— Sehun. No. Nada. Nunca.


— ¿Nunca?

Pienso, pienso y pienso. Es cierto, no estoy enamorado de Hanah ahora, pero no puedo hablar por el
futuro.

— Eso no lo sé.

Él sonríe complacido por mi respuesta.

— Te ves feliz. Digo, junto a ella. Es como si no te faltara una mujer con quién conversar, pelear, celar o
tener intimidades. 

Dice y de pronto me percato de que aquello es cierto. No he vuelto a maldecir el no tener a alguien a mi
lado. Mamá tampoco ha intentado prepararme más citas e Irene no se ha burlado de mi soltería, así que
lo más probable es que vieran todo esto primero que yo.

Pero no...yo no quiero a Hanah de esa manera. El día en que lo haga la apartaré de mi lado. Ese no es el
compromiso que tengo junto a ella, y se vería como si yo estuviese abusando de su debilidad en estos
momentos. Además, Yunho lo dijo...ella me ve como alguien en que refugiarse, no ha alguien a quien
amar. 

Y punto. 

La mañana continúa. Sehun se alista y desaparece por horas. Dice que tiene que alquilar el local en
donde la fiestecita de Lay será dada. A Sehun no le gusta la espontaneidad ni las improvisaciones. Dice
que todo lo que se prepara y se planifica a tiempo, termina como se es deseado. Y yo estoy de acuerdo.

Me paso mi día libre en casa. Irene solo me dirige la palabra si es necesario. Está que echa fuego. Pero
en símbolo de paz, no comento ni le provoco y espero que se le pase. Ok, lo que hice no fue lo mejor,
pero ella no puede comportarse de esa manera y llegar de madrugada a la casa. 

Me introduzco por par de horas en mi oficina y hago algunos acuerdos de negocios vía telefónicas. 

Cuando salgo veo todo muy callado, así que me dispongo a buscar a donde están las chicas. 

Abro la puerta del cuarto de Irene y las veo a ambas sentadas en la cama. Irene le pinta las uñas, y el
color y la habilidad de Irene parece enganchar la mirada de Hanah en aquella acción.

— Si comentas algo en contra, te puedes ir largando. Estamos entre chicas— protesta Irene sin mirarme.
No tengo ganas de seguir discutiendo, así que formulo una sonrisa y me siento en la orilla de la cama. 

— ¿Cuando es la presentación de tu tesis?— pregunto después de un rato.

— En esta semana, que por cierto estarás solo con Hanah, porque sabes que es fuera de la ciudad y
necesito partir con anticipación.

Asiento. Puedo entretener a Hanah lo suficiente. Y en horas de trabajo llevarla conmigo. 

Pero toc, toc, toc.


La tristeza llama a mi puerta, si mamá estuviese acá no sería tan complicado. 

Irene alza la vista hacia mí y al parecer se hace consciente de mis pensamientos y pregunta,

—¿Quieres darle una ojeada a lo que tengo preparado? Está sobre mi escritorio. 

Dice con orgullo y al parecer, en reconciliación. Pero en el fondo sé que solo quiere distraerme de lo que
pensaba hace un momento.
Me levanto y hurgo entre varios libros en busca de su tesis. Hasta que hay un libro rojo oscuro que me
llama mucho la atención. 

Se me hace conocido. 

Abro la primera página y el libro se presenta con el título "Hermosos detalles desastrosos", y es raro no lo
he escuchado antes y mucho menos lo he leído. 

Sigo mirando atento y curioso, y ningún recuerdo llega a mi mente. Quizás no le conozco y punto. Pero al
bajar la vista al fondo de la página olvido como respirar. 

" Brettanlence W&I" 


"1479"

Mi cara debe de ser un poema justo ahora. Mis manos tiemblan hasta dejar caer el libro. Con ello gano la
vista de ambas chicas.

— ¿Qué sucede?— pregunta Irene.

— ¿De dónde sacaste este libro?

— ¿Lo conoces? ¿Verdad que es fabuloso? Es de la vieja librería de papá. La librería que tenía en
nuestra casa anterior. Tenía toda una colección, pero solo decidí tomar uno. Y me da miedo volver a
aquella casa sola. Desde entonces he tratado de buscar vía internet, pero nada. Y luego papá me dijo que
es un libro no emitido. Es la única copia en todo el mundo. 

— ¿La librería de papá?— confirmo. Ella asiente. 

La existencia de Hanah, todo este tiempo ha estado allí...

— ¿De qué trata el libro?

— Es una novela...no lo he terminado de leer, así que si lo quieres llevártelo puedes...

No termino de escucharla y corro fuera de la habitación con el libro en manos nuevamente. Llamo a Tao y
él en par de minutos llega y me voy con él a la antigua casa de los Xiao.

N/A: Siiiieeeento tanto el abandono!!! Pero aquí estoy para brindarles dos capítulos, esperando con ello
su perdón y de que no hayan dejado de esperar este fanfic u.u... Las quiero mucho, y por favor comente
que les pareció, eso me animara a seguir hasta el final! ♥

"Building a Castle: Construyendo un castillo"

Step 9: Paso 9

" No recuerdo"

Al pararnos en frente de la casa gigante, abandonada y descuidada, Tao me mira. Se percata de lo


descompuesto que está mi rostro. Mi respiración irregular hace evidente mi nerviosismo. 

— Esto parece película de terror. ¿Cómo pudieron vivir en un lugar así?— dice divertido, tratando de
acatar la tensión. 

La casa tenía ventanas rotas y sucias. Su pintura estaba arruinada y necesitaban retoque, el pasto había
crecido hasta ser grandes hierbas cubriendo la casa y su oscuridad aterraba a la más mínima alma.
Pero la casa es solo un reflejo de cómo quedó nuestra familia. Allí crecimos juntos...ahora míranos.

Tao empieza su andar para adentrarse a la mansión, yo le sigo. 

Muebles rotos, la puertas deterioradas, más oscuridad y todo empolvado. 

Ignoramos todo a nuestro alrededor y vamos directo al sótano. Es dónde está la librería.

Tao hala de la manija de la puerta, mas esta no abre.

— ¿Tienes la llave?

— ¡Puta llave!— maldigo al recordar que mi padre la tiene. El lugar tiene una pésima seguridad. Más la
biblioteca es un lugar imposible de traspasar. Siempre fue un lugar valioso para papá. Lo que nunca
entendí fue por qué no intentó trasladarla a su nuevo hogar. 

— Señor Xiao la tiene ¿no?— pregunta Tao y asiento — Pues tendrás que pedirle la llave a tu padre,
mientras está en camino, ve leyendo el libro y me avisas. 

Quedamos en silencio un rato, cada uno entretenido en sus pensamientos.

— Ya, vámonos. Este lugar me está asfixiando.

Tao asiente, abraza mi cuello con su brazo y salimos de allí. 

~~~~~ 

" ...Yo seguía a mi padre, el camino estaba enlodado y nuestros zapatos se manchaban.

Mi padre significaba tanto para mí. Más aún porque era el padre que siempre anhelé y que ahora podía
tener. 

— Padre, has abandonado tu puesto en el reino. ¿Qué será de nosotros ahora? 

Inquiría pero solo recibía el silencio como respuesta..."

~~

"...La vida era injusta. Papá ya no estaba. Y solo porque su prometida había quedado embarazada. Papá
ya no era joven para salir con tales fetiches de la vida.

¿Por qué?

Lloraba y lloraba desconsoladamente, volvía a la soledad. 

— No te voy a abandonar.

Me confirmaba, pero sabía que me dejaría a un lado. 

— Ya he dicho que dejes de llorar.

Se enojaba. Cuando papá se enojaba me pegaba y sus golpes dolían. Pero estaba bien, porque luego se
disculpaba y traía de cena mi comida favorita..."

~~

"... ______ nació y papá dejo de llegar a casa. Sus suegros le exigieron que volviera a su puesto. La
reputación del reino debía mantenerse al margen. 

Pasó una semana. Semana que significó hambre, frío, dolor y enfermedad. 

El estado en que me encontraba debía ser tan desastroso como para hacer llorar a papá cuando por fin
llegó. 

Me abrazó y me prometió una mejor vida. 

Al día siguiente tomó de mi mano y me llevó consigo.

Mis ojos se agrandaron al verme frente al gran castillo. 

— Vivirás aquí de ahora en más. Comportarte como es debido y se te anunciará como un segundo hijo
perdido del príncipe. Esto llamará mucho las críticas, así que necesito que tu actitud los calle. 

Asentí y sonreí. Papá no me abandonaba"

Cerré el libro para recibir a una Hanah soñolienta. Ella se sentó a mi lado en el mueble y dejó caer su
cabeza en mi hombro.

Miré el reloj y visualicé las 2:30 a.m. Debió haberse despertado a causa de una pesadilla y salió a
buscarme. 

Había regresado hace horas y me concentré en leer el libro. Le mostré el libro a Hanah, pero ella
reaccionaba indiferente. Así que deduje que no sabía de su existencia.

Y hasta ahora el libro estaba fascinante. 

Si no fuese el libro que me hablase del origen de Hanah, pudo haber sido un libro que disfrutara haber
leído. Tiene buena trama y me intriga saber lo siguiente. Pero mis intrigas ya no son como las de un buen
lector. 

Sehun dormía e Irene también. Así que solo estábamos nosotros en medio del salón recostados en el
gran mueble. 

Empujé levemente su cuerpo, haciendo que se incorporara en el mueble. Me recosté a lo largo del
mueble, colocando mi cabeza en los posa brazos del cómodo mueble. Ya acomodado, halé de su brazo y
ella cayó justo encima de mí. Su cabeza se posó en mi pecho y el resto de su cuerpo en medio de mis
piernas, con su cintura, que terminó en mi entrepierna y tuve que apartar mis malos pensares.

Inhala, exhala, Luhan.

Reí para mis adentros. 

Si Sehun hubiese estado despierto, le encantaría ver esta posición. 

Acaricié su larga melena y ella logró conciliar nuevamente el sueño. 

~~~

La noche del día siguiente los chicos nos divertimos junto a Lay en la asombrosa despedida de soltero
que Sehun preparó. 

Tomamos alcohol debidamente, disfrutamos de bailes sensuales hechos por chicas sumamente
atractivas. Pero que siendo sinceros, no les daban ni por los talones a nuestras chicas. Bueno, las chicas
de los demás. No considero a Hanah en ese ámbito. 
Pero si la tengo que comparar, no hay duda de que Hanah solo tiene que sonreír para volver loco a un
hombre, en vez de tener que bailar tan inapropiadamente. 

La fiesta acabó muy tarde en la madrugada. Y sentía mi cabeza palpitar a causa del todo Suju, cerveza y
Champagne tomado. No me había sobrepasado como para estar borracho. Pero si admito que estaba
más alegre de lo normal.

Llegué a casa y me recibió una Irene cabreada. Estaba en pijamas y su cabello era todo un desastre, así
que empecé a reír descontroladamente.

— Me peleas a mí, por llegar a estas horas y mira que tu lo haces igual. Deja de reír ¡¿Estás borracho?!

— No seas toooonta hermanita hermosa. Que solo te enojas porque no te llevé... ¿y saaaabes porque no
te llevé? Sé que te hubieses metido a-al baño con Sehunnie...

Arrastraba las palabras mientras reía. Ella puso los ojos en blanco y se contuvo para no mandarme a la
mierda y darme par de abofeteadas. 

— Estás borracho...— concluyó y fue por la cocina. 

Yo la seguí haciendo el intento de no caerme. ¡No! No estaba borracho...solo que la mezcla de bebidas
me estaban haciendo daño y...eso. 

Cuando llegué a la cocina, Irene me acercó un gran vaso de agua, que tomé sin dudarlo.

— Lo siento...creo que s-si estoy algo mal— dije cerrando los ojos un momento y sintiéndome algo
adormilado ya. 

— Es muy raro en ti. ¿Tanto disfrutaron?— cuestionó cómica. 

— Fui el que menos tomó, Irene— reí al recordar lo desorientados que quedaron los demás. No creí
jamás ver a Kyungsoo bailando en la barra sin camisa. ¡Kyungsoo que era el más serio! 

Quizás mañana se avergüence, o mejor aún, quizás no lo recuerde y nosotros no se lo comentaremos


hasta enseñarle la grabación que hizo Xiumin. 

Sería épico.

— Ve y descansa en tu habitación. Yo dormiré con Hanah. Tú procura dormir y recuperarte. 

La jefa habla y yo le hago caso. 

Me dirijo a mi recamara, me quito toda la ropa que me incomoda. Cuando me siento aliviado en solo
calzones me tiro exageradamente a la cama y cierro los ojos.

— Brettanlance... Libro... Hanah... Papá... A la mierda Tao que no ha hecho nada— maldigo entre el
sueño al recordar de que me he leído medio libro y no he encontrado nada. Y el colmo es esperar toda
una semana para que papá llegue a la boda de Lay y me entregue la llave.

Quiero ayudar a Hanah...

Pasan los minutos y cada vez estoy más vencido por el sueño. Pero no logro dormirme completamente y
solo termino mascullando palabras haciendo ecos en la habitación. 

Escucho el sonido de la puerta abrirse, pero me da flojera voltearme a ver. ¡La pancha que plancha! Abro
los ojos y todo da vueltas. Río por lo bajo, este no es Luhan. Pero se siente bieeeeen. 

Me espanto y todo mi cuerpo se arquea cuando una mano fría toca mi espalda desnuda. 
Ruedo los ojos vagamente para descifrar quien es, pero solo puedo visualizar cabello largo color
caramelo. Así que es Hanah. 

Que no le gustó dormir con Irene. Seguro ronca. Vuelvo y río.

Ella me toca nuevamente, y probablemente quiere que me despierte. Pero la cama está tan cómoda. Alzo
mi brazo halándola hasta que cae a mi lado en la cama. Dejo mi brazo sobre su cuello. Trato de mirarle
pero todo está taaan borroso que tengo que acercarme para poder identificar sus hermosos ojos. 

Y justo después me doy cuenta de que estamos muy cerca, nuestros alientos se vuelve solo uno y ella
esta perpleja y desorientada. Me imagino que ya se encontrará raro, mi comportamiento o el olor a
alcohol. 

Debí ducharme.

Justo cuando quito el brazo de encima de Hanah ella me rodea con los suyos. ¡Provocadora! 

Sonrío y vuelvo a posar mi mano en su cuerpo, esta vez abrazando su cintura. Y ante aquel movimiento
me percato de que estoy arropado de la cintura para abajo. Hanah me arropaba. 

Eso me basta para emocionarme demasiado... ¡Demasiado! Tomo su mentón y la acerco hasta rozar mis
labios con los de ella. Son suaves y tentativos así que repito la acción lentamente, dando pequeños
besos. 

Ella no me rechaza y eso sube aún más la adrenalina. De pronto me encuentro adicto a su boca, a su
sabor y a su textura. ¿Por qué no lo había hecho antes? Me incorporo y me subo quedando a horcadas
de en ella, mientras intensifico el beso. Succioné su labio superior y mordí el inferior...y ella solo se dejaba
hacer.

Mis latidos martilleaban fuertemente y eso bastó para que toda mi energía se agote. De pronto me dio
mucho sueño y todo se volvió oscuro.

~~~~~~

Me levanto con ganas de ir al baño. Corro prácticamente con los ojos cerrados, acudo a mis necesidades
y aprovecho y me tomo una larga ducha. Mi dolor de cabeza es latente, así que también me veo forzado a
tomarme un calmante con un zumo de naranja. 

Pero el dolor de cabeza tardará en menguar. Mientras, no me escudriño el pobre cerebro para acordarme
de lo sucedido anoche, me visto y me voy a trabajar.

Al llegar a casa esa noche recuerdo no haber visto a Hannah durante todo el día. Y eso me acuerda a la
última vez que dejé preocupada sin ver a este hermoso hombre. Así que caminé hacia el centro del salón
de recibimiento y me encontré a Hannah e a Irene viendo doramas...en donde la escena al parecer se
ponía buena mientras los personajes se comían la boca, beso que llevaba a otra cosa. 

¿Qué demonios? 

Me acerco en silencio y les apago la tele en el mejor momento. 

Ambas miran desorientadas a la televisión y termino de hacer mi entrada para quedar en frente.

— ¿Qué rayos haces Irene?— pregunto con amabilidad en tono sarcástico. Pues tengo ganas de tirarla
por el balcón. ¿Cómo puede enseñarle estas cosas a Hanah? 

— Lo siento. Íbamos pasando de canal y ella se mostró interesada en verlo. No me permitió cambiarlo.
Pero no te preocupes, le expliqué por qué sucede y...
Se detuvo cuando mi cara mostró desaprobación. Suspiré ruidosamente y me senté en el gran sofá,
quedando en medio de las dos. Por alguna extraña razón, sentí el cuerpo de Hannah tensarse y
definitivamente no cruzaba mirada conmigo.

Me quedé mirándola, buscando esa comunicación que siempre hacíamos con las miradas. Pero ella
simplemente no accedió.

— Irene... ¿Hanah durmió contigo anoche?— pregunté antes de pensar. Porque lo que pensaba era
totalmente absurdo.

— No, insistió en ir contigo. Aunque traté de detenerla y la obligué a quedarse, ya que estabas muy
borracho, ella se cruzó a tu recámara desde que cerré los ojos. 

— ¿Y yo...me dormí cierto?— cuestioné una vez más alarmado. Por eso no me gusta beber, termino
haciendo cosas que en realidad no recuerdo después. 

— Pues sí, fui a ver como estaban y los encontré durmiendo. La pobre sufrió tu mal olor al alcohol y tus
palabras sin sentido toda la noche. Quizás por eso ni te mira... Debería darte vergüenza— Y ahí está
Irene, nunca pierde la oportunidad para hacerme sentir errado y culpable.

— Lo estoy...tendré cuidado— volví mi vista hacia Hannah quién en ese momento me miraba. Y había
algo extraño, su mirada era más significativa. Sabía en dónde la había visto antes, pero me negaba. No.
No le he dado motivos para ello. 

Dios. Terminaré loco...y enamorado... Y no quiero. ¡No! 

Me levanté y me puse en marcha a mi habitación. Disimuladamente moví mi mano sobre mi cabellera,


halándola con desespero mientras me mordía el labio hasta sangrar y cerraba los ojos con impotencia.

"Building a Castle: Construyendo un castillo"

Step 10: Paso 10.

"Procedencia"

Estamos todos los hombres de Exo en el camerino junto a Lay. Está más que nervioso y por más que se
seque las manos vuelve a sudarlas. Me burlo de él, pero él sonríe feliz y nos comparte su felicidad,
dejando claro que jamás en su vida se sentía tan ansioso, pero que esa ansiedad era el reboce de alegría
y amor para completar su alma. 

— Wao, pero que si estás guapetón Luhan— escuché la voz de Chanyeol a mis espaldas.

— Amigo mío— sonreí con sinceridad y lo recibí con un gran abrazo. 

Así fui recibiendo a los demás. Quienes andaban en trajes de grandes marcas italianas a petición de Lay.
Iban junto a sus novias, mujeres en turno (en el caso de Sehun, Xiumin y Jong In) y esposas. 

Estaban despampanantes. 

— Luhan— me saludó Taeyeon, la esposa de Baekhyun. Andaba con un vestido largo color rosa pastel
con estampados color plateados de lo que parecía ser pequeñas estrellas. Tenía escotes a ambos lados
de la cintura, sin embargo, está estaba bien sostenida y pegada a la piel, para dar con las buenas curvas
de la mujer— Vi a tu novia, está súper hermosa. No pensé que te darías tal partido.

— ¿Novia?— Dije automáticamente. 


— Sí, Sehun nos las presentó. Está que se está robando el show allá afuera. Sehun tuvo que aclararnos
quien era, pues Kai no quería desaprovechar...sabes cómo es él.

— Hannah... ¿Sehun dijo que...? Espera... ¿Kai se le insinuó? Ese hijo de perra no sabe cuándo
agarrarse las...

— Cálmate— dijo Tae dejando ver su perfecta dentadura en una leve carcajada— Quién diría...es un gran
privilegio verte celoso, cuñado mío. Pero no quiero escuchar ese tipo de vocabulario. 

De pronto reí. Taeyeon solía cómo comportarse como adulta fina y coqueta cuando había mucho público
a su alrededor. Pero cuando estábamos lejos de multitudes, era una chamaca a la que le gustaba tomar a
"pico de botella". 

Salí de los camerinos en busca de Hannah. No era el mejor lugar para partirle la cara a alguien, así que
mejor prevenir. 

Mis ojos se encontraron con Hannah y mi copa de Champagne que traía calló al piso, alertando a los
demás. 

— Increíble...

Irene dijo que se encargaría del vestuario de Hannah. Pero no creí capaz de verla así de perfecta. Era
como un girasol en invierno.

Vestía un vestido blanco muy corto, adherido en la parte superior del cuerpo como segunda piel, cuya tela
se iba extendiendo a lo largo quedando como una falda con flecos, tenía mangas largas que cubrían los
brazos hasta un poco más arriba del antebrazo; llevaba un cinturón dorado que hacía juego con su bolso
de mano blanco con dorado. Su maquillaje era prudente dejando en ella un toque sensual pero delicado, y
en este caso formal. 

— ¿Todo bien, señor?— preguntó un camarero a mi lado sin mucha preocupación, rostro que cambió al
ver mi cara— Señor Xiao, ¿ha pasado algo?

Boqueé par de veces intentando formular alguna palabra, pero simplemente la belleza de Hannah me
había puesto mudo. 

Pude ver como los chicos se acercaban desde atrás y de pronto me sentí avergonzado. Avergonzado
porque me estaba sonrojando como un adolescente. Así que caminé hacia el encuentro de Hannah, no
quería que me viesen así.

Hannah me identificó entre la gente y se acercó con una tierna sonrisa. Al terminar de llegar, su brazo
derecho de adhirió a mi izquierdo. 

— Estás divina.

— Gracias.

— Denada. 

— Luhan...divina. 

Carcajeé emocionado y divertido ante la escena y no controlé los impulsos de abrazarla como si hacía
meses no la veía. 

— "Divina" estará Baekhyun, Hannah. Pero gracias. 

Me voltee para pedir dos Champagne más al camarero, y al hacerlo seguía siendo el punto de atracción
de todos, incluyendo a los chicos de Exo y sus mujeres. 

— A ver hijo mío, que si quieren irse a una habitación adelante— escuché la voz paterna a la que tanto
aprecié cuando niño. Y que aun si no está junto a mí, siento ese pinchazo de admiración y alegría cada
vez que le oigo. Pero por supuesto no se lo dejo saber, él no se merece tanto cariño de mi parte. 

— Genial, ya estás aquí padre. ¿Ha traído la llave? — hablé pausadamente, mientras mis ojos
escrudiñaban a la mujer a su lado. Y creo que fue mala idea invitar a mamá. Suerte que aún no llegaba
para ver a los tórtolos tomados de las manos como recién casados. 

— No seas así, hijo— rio alegre— Estamos en la boda de mi ahijado, no quiero tener que largarme antes
de tiempo. Está a minutos de empezar. Porque eso es lo que me dicen tus ojos…no quieres que este acá.

Su semblante se tornó serio con las últimas palabras. Soltó la mano de su nueva esposa al fijarse que mis
ojos no dejaban de ver ese agarre, por alguna razón sentía celos y molestia. Pero al final daba igual, me
imagino que sería otro hijo abandonado por su padre. Eso no me sorprendería. 

— Solo responde a mi pregunta… necesito esa llave.

— Por supuesto— tomó una bocanada de aire y continuó— Aquí esta. Por favor, regrésala cuando
termines tu investigación. Es muy importante todo lo que tengo allí. 

Iba a cuestionar el por qué no había trasladado la biblioteca a su nuevo hogar pero el volvió a hablar. 

— ¿Quién es la chica con quien andas? — curioseó con una sonrisa nerviosa. Pues creo quien ha sido mi
padre la primera persona que dudó de mi sexualidad. 

Tomé a Hanah de la mano y la insté a que se acercara a mi papá. Pero justo después de realizar la
acción, Hanah empezó a temblar y retrocedió todos los pasos que había dado hace solo segundos. 

— Hanah, ¿qué pasa?

De pronto miré a papá. Su estado no era mejor que el de ella. Frunció el ceño y sus ojos se humedecieron
discretamente.

Y hubo un silencio que pareció eterno.

— ¿___________? ¿Qué demonios haces aquí? ¿Qué haces con mi hijo…? Maldito gusano.

Papá levantó su brazo con intenciones de golpear a Hanah, a mi Hanah. Pero fui lo suficientemente
rápido para entremeterme y empujarlo lejos de ella. 

Hanah se dejó caer de rodillas, desmoronándose y dejando caer sus tan apreciadas lágrimas. 
¡Pero que mierda!

— ¡¿Que significa todo esto papá?! ¡Estás loco! — grité llamando más público a presenciar el show. 

Mi progenitor se reincorporó y se sacudió el traje para entregarme una mirada de desprecio como nunca
antes. 

— ¿Por qué no se lo preguntas a ________? ¿Qué no están saliendo? No sé por qué… me haces esto
Luhan. Si tanto me odias, solo dilo. No me hagas la vida imposible— dijo en un murmullo lo
suficientemente audible. 

Con esto, se dio la vuelta. Pero en realidad no estaba de suerte cuando se encontró con mamá. Miró
hacia arriba unos segundos, tal vez implorándole a Dios que lo matara allí mismo. Luego volvió la mirada
hacia ella. 
— Li Yin. Espérame en el auto— le habló a su mujer y esta rápidamente accedió— Ven, hablemos.

Terminó por desaparecer junto con mi madre y fuimos auxiliados por los muchachos, quienes no se
habían acercado para darnos privacidad. Sin embargo, habían escuchado todo lo dicho.

— Hermano, ¿qué fue todo eso…?— preguntó Kris con cara de preocupación, mientras Taeyeon y
Hyesung ayudaban a “Hanah” a levantarse.

No, ella no era “Hanah”, era ____________.

Recordar todo lo que papá a dicho… Dios no permitas que mis pensamientos sean reales. Hanah no
pudo haber estado con mi padre en su vida pasada. No pudieron estar juntos. No puedo estar enamorado
de la persona que estuvo en la misma cama que mi papá. Porque conociendo a papá, él no es hombre de
citas y flores. Mierda, mierda… 

Solo escuchaba los zumbidos a mis oídos, mi empezaba a sudar frio.

— Kai, ayúdame con Luhan. Está colapsando… Luhan, Luhan respóndeme.

"Building a Castle: Construyendo un castillo"

Step 11: Paso 11.

"Castillo demolido: Mentiras, Verdades"

N/a: Antes, quiero disculparme por tardar tanto. Pero todos mis archivos fueron borrados, y me costó
volver a crearlo. Pero ya estoy de vuelta hasta terminar el fic. ♥

N/A 2: Recuerden, Luhan se desmayó en la boda de Lay porque su padre y Hanah se encontraron. Y
pensamientos de que su Hanah y su padre estuviesen involucrados en el pasado, lo llevó a esto.
*
*
*
Desperté en mi cama aun con mi traje puesto. Me incorporé en la cama tratando de recordar bien lo que
había pasado y el por qué estaba aquí. Y de pronto, como un relámpago, recordé lo que pasó con
Hannah en medio de la celebración de la boda de Lay. Dios, tendría que disculparme con Lay.
Me levanto cuidadosamente de la cama y voy a por mi teléfono.
- ¿Ya estas desierto?- dijo Irene saliendo de mi baño.

- Aishh! ¿Qué se supone que hacías en mi baño? Sabes que no me gusta…- decía, o más bien le
peleaba a Irene, hasta que fui interrumpido. 

- Hannah se fue.

Wow, espera. Despacio. ¿Qué?

- ¡Irene!- Justo me percaté de que todo este tiempo Sehun estaba sentado en el sofá de mi alcoba.
- ¡Lo siento! Pero, como se lo digo entonces…- dijo desesperada. No parecía bromear.
- No lo sé, con algo de delicadeza. No ves que acaba de despertar de un desmayo.
- ¿Entonces le miento y no le cuento que desapareció de la fiesta?
- Aigoo, eres igual de frustrante que tu hermano. Pero esta vez le has ganado.

Tuve que sentarme nuevamente en la cama para no caer. Y mientras aquellos dos peleaban entre quien
tenía la razón, una pregunta cruzó por mi cabeza. ¿Por qué de todo el mundo, tuve que ser yo quien se
topara con Hannah? Pero sacudí mi cabeza y rechacé ese tipo de idea. El que Hannah saliera con mi
padre no estaba confirmado. ¿Pero por qué huía?
- ¿A dónde fue Hannah?- mi pregunta al parecer sonó más calmada de lo que debió fue, ya que Ambos,
Irene y Sehun, callaron y me miraron con preocupación. 

Pero tardaban en responder, así que puse de pie nuevamente y vi la hora en mi despertador. 3:24 a.m.
Bueno, creo que era la hora perfecta para cabrear a alguien, ese alguien era mi padre. Tendría que
vérselas conmigo y decirme en donde estaba Hannah.

- ¿A dónde vas?- demandó Irene al ver que me ponía mi chaqueta y mis zapatos. 

- Si no responden a mi pregunta, tendré que averiguarlo yo. 

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Bajé del coche y caminé por todo el parqueo subterráneo del edificio hasta llegar al ascensor y detenerme
en el primer piso, en la recepción. Me acerqué al recepcionista y este me miró algo extrañado. 
- Lo siento, pero no se permiten visitas a las 4 de la madrugada- utilizó un tono algo sarcástico para quien
se supone ser un recesionista. Si el recepcionista de mi empresa hiciese algo similar, lo lamentaría toda
su vida.

Traté de controlarme y sonar amable.


- Necesito pasar al piso de mi padre. El señor Xiao- expliqué. 
- Lo siento, pero si él no notifica con anticipación que espera visitas, no podemos dejarle pasar.
- Escúchame enano, necesito urgentemente hablar con él. ¡¿No escucha que soy su hijo?!
- Si claro, ni si quiera se parece a él. Llamaré a seguridad. 
- Hijo de la…- mi hermosa frase no pudo ser continuada cuando figuré a alguien conocido esperando el
elevador con dos hombres de seguridad detrás. Demasiado conocido. Casi lloro de nostalgia al darme
cuenta de lo mucho que había extrañado a esa persona. Esa quien hizo de padre de Irene y yo, cuando el
nuestro nunca estuvo en casa. Me acerqué corriendo y eso alarmó al recepcionista.

-¡Seguridad! ¡Deténgalo!- casi sufre un desmayo cuando vio que el hombre se seguridad a cargo dormía
placenteramente en un sofá. Así que decidió correr a por mí. 
- ¡Viejo Jjang!- dije y eso pareció bastar para que se volteara a verme con incredulidad. No creo que
alguien se atreva a decirle “Viejo” más que yo. Acorté a distancia, y como si de un niño pequeño aún se
tratase, me abalancé para abrazarlo. 
Demonios, lo había extrañado.

- Increíble… Joven Lu, ¿Es usted? ¿Enserio es usted?- preguntó conmocionado también y me abrazó
fuertemente, para luego soltarme y verme a los ojos- Ha crecido tanto.

Casi río al ver dos lágrimas derramarse por sus mejillas. 


- ¡No se preocupe, señor Jjang! Ya lo he corrido y le toca irse- dijo el recepcionista cuando nos alcanzó y
me hizo señas para que me largara. 
- ¿A quién? ¿A este hombre? Ni de broma, si hago eso probablemente nos metan presos a los tres- dijo
señalando también al guardia dormido- ¿Sabe cuanta influencia tiene este chamaco? Desde ahora en
más, tiene todo acceso permitido aquí. 

-¿Qué?- dijo avergonzado- Entonces, si es hijo del...

- Aigoo, lo que escuchaste. Ahora, ve a trabajar- dije con superficiencia. ¡Dios! Parecía un niño
aprovechando la oportunidad de ser defendido por un adulto para avergonzar al otro. Pero creo que todo
era posible si el viejo Jjang estaba frente a mis ojos.

El viejo Jjang era la mano derecha de mi papá. Había sido mayordomo y su asistente personal desde que
tenía uso de razón. Odiaba ser llamado viejo, se tuvo que acostumbrar, ya que según él, nunca lo dejé de
llamar así. Y era consciente de que era mucho menor que mi progenitor, pero el punto es que el nunca
dejó su formalidad solo me llamaba “Joven Xiao”…entonces él fue el “Viejo Jjang”.

Le entregué todo el cariño que mi padre nunca se ganó. Fue aquel quien me leyó los cuentos antes de
dormir, a escondidas. Aquel quien me compraba todos mis caprichos y aquel quien me aconsejó cuando
tuve mi primera novia. Y luego llegó Irene, y tuve que compartirlo con ella. Sin embargo se hizo cargo de
los dos, sin darme motivos para sentirme celoso o con falta de atención. Porque siempre estuvo allí.

No tenía idea como es que soportaba estar al lado de mi padre sin mandarlo a la mierda. Pero creo que
ambos además de ser amigos, se necesitaban mutuamente. El viejo un trabajo, y mi padre a alguien en
quien confiar ciegamente, claro, siendo yo su excepción. 

Llegamos al piso de mi padre y tomamos asiento. Fui invitado a tomar vino, mientras el solo tomó agua
fresca.
- Me alegra tanto verle. Son alrededor de 5 años la última vez que le vi. Joven Xiao. Esta todo un hombre-
dijo orgulloso y como siempre, hablándome formalmente.
Le di la sonrisa más sincera que he dado en mucho tiempo.
- Lo sé. Pero solo vives detrás del culo de mi padre.

Rió con complicidad y asintió. 

-Sí, aún sigo haciendo este trabajo sucio. Pero es que tengo un contrato firmado, con fecha ilimitada. Pero
si lo cancelo, dejaré de recibir algunos beneficios- sonrió y guiñó un ojo – Me imagino que no me ha
venido a ver a mí. Seguro ni sabía que estaba Corea del Sur.
- Así es, pensé que aún estabas a cargo de la empresa en China mientras papá esta acá.
- No se moleste por no haberle buscado. Solo llevo días aquí. Además siempre preguntaba por usted a su
madre- se excusó- Su padre está en su habitación. Si le dice que me ha visto o que le dejé entrar,
prepárese paar ser tirado por el balcón- dijo con ojos sonrientes pero no dudé de que tan cierto fuese.
Luego se marchó de la sala, no antes sin darme un afectuoso abrazo. 

Asentí y llamé al celular de mi padre. Cuando contestó, le pedí que viniese a buscar agua. Así que
inteligentemente salió de su alcoba y se sentó justo en el lugar en donde estaba el Viejo Jjang hace unos
minutos.

- ¿Dónde está Hannah?- fui al grano.


- No sé quién es Hannah- dijo con voz apagada. Lo siento anciano. Hoy tampoco te tocará dormir hasta
que me des información. 
- ¿Dónde está _______? 

Me miró y estudió mi mirada en silencio. Luego dio un largo bostezo y se acomodó en el costoso sofá.
- ¿Qué tanto sabes de ___________?
- La salvé, la cuidé y le di un hogar.

Rió para sí mismo y negó con su cabeza.


- La vida da vueltas tremendas. Que ironía. 

Le busqué muchos significados a eso último. Pero al final, solo callé. Especular no me haría bien, y
estaba aquí por Hannah, no por mí.

- ¿Sales con “Hannah”?- dijo. Y la verdad, no supe que responderle. No, no salíamos, pero no podía
simplemente negar que mi corazón latía hasta doler cuando le tenía en frente. – Me imagino que ese es
un sí. No puedes ver a ___________ de esa manera, baja de esa nube, Luhan.

Lo sabía, si él no quiere que salga con ella, es porque si la ha tenido en su cama. Respiré bruscamente y
me contuve para mantenerme en mis casillas, necesitaba que siguiera hablando.

- ¿Por qué? ¿Es por lo que creo que es?- le fulminé con la mirada.

- No puedo leerte la mente, hijo mío. Y creo que en estos momentos no me apetece. Pero, te confieso
algo de Hannah, y así no te quejas de mí. Ella está fingiendo Luhan, está a tu lado por todo menos
inocencia. Y te lo puedo probar- dijo y creo que casi me desmayo nuevamente. Tuve que sostenerme bien
en el respaldo del sofá.
Lo miré buscando mentira o burla en sus ojos. Pero parecía sincero. ¡Y no puede estar siendo sincero! Es
ilógico. La encontré, la llevé al hospital yo mismo. Estaba mal. He incluso fue tratada por Psiquiatras que
sí dieron con su resultado de amnesia y… de pronto la imagen de Dr.Yunho explicándome que quizás ella
este fingiendo también atravesó mi mente. 

- No estoy mintiendo. Y lo sabes, sino no estuvieses sudando así. 

Entonces…
Hannah me buscó por ser hijo de un amante suyo.

Mi manos temblorosas alcanzaron el florero que estaba justo al lado sobre una mesita y lo lancé con
fuerza hacia el piso. Me levante y tomé el florero del lado opuesto, dándole el mismo paradero. 
¿Por qué tenía que estar metido en algo tan humillante?

Mi padre se puso de pie, nervioso, y el viejo Jjang y mamá salieron de otras habitaciones al escuchar el
escándalo. Espera… ¿Mamá? 

-Luhan…-dijo al parecer arrepintiéndose de haber salido.

Listo. Ahora también me sentía traicionado. Escapa de mi casa para venir a la de mi padre.

- Señor Xiao- el viejo Jjang habló con autoridad y caminó hasta quedar entre mi padre y yo - ¿Qué sucede
aquí? 

-¡Se ha vuelto loco!- dijo mi padre desesperado. Y no mentía. Tomó un vaso de agua que mamá le facilitó,
y me extiende otro vaso de agua, al que definitivamente rechazo. ¿Qué clase de víboras tengo de
padres?

- ¡¿Cómo no quieres que enloquezcas cuando te acuestas con ___________?!

Todos pusieron cara de incredulidad. Papá dejó caer el vaso con agua y me miró como si me hubiesen
salido dos cabezas más. El viejo Jjang, se volteó lentamente hasta mirarme y mamá dejó escapar un
sollozo antes de sentarse en una silla del comedor, no tan lejos de la sala de estar. 

- ¿Qué acabas de decir? Repítelo otra vez…-dijo papá. Con la mirada perdida en el piso. Esta vez parecía
destrozado tanto como yo. Y no tenía idea del porqué. ¿No quería que mamá lo supiese tal vez?-
¡REPITELO MOCOSO!

- ¡Cálmate y no sigas por ese camino!- le gritó mamá de vuelta con lágrimas en los ojos.

- ¿Joven Xiao…de donde conoce a __________?- preguntó el viejo Jjang casi en un susurro. Y ya ni
sabía que pensar. Que alguien me hablase claro, por favor. Empecé a creer lo del paro cardiaco, cuando
mi corazón empezó a doler y se volvió incomodo respirar.

- ¡Dime! ¡¿Quién demonios dijo que me acosté con ella?! ¡Bestia! ¡ES MI HIJA!- dijo y mamá se acercó
para abofetearlo.

- ¡SEÑOR XIAO!- gritó el viejo Jjang. Se me dificultó el estar de pie, y recé para no perder el equilibrio y
caer, aun no.

Hanah…es mi hermana. Hanah es mi hermana…Hanah es mi hermana.


Y todo, empezaba a encajar perfecta y dolorosamente.

Me reí, carcajeé lo más fuerte posible mientras lloraba. Y todos me miraron preocupados. Mamá empezó
a explicarme, papá continuó insultándome y el viejo Jjang, me miró con tristeza, y leí en sus labios un “Te
llevo a casa”. 

- ¿Soy hermano de Hanah?- susurré al viejo Jjang, quien me miró con el corazón roto al verse
involucrado. 

- No. No son hermanos- seguimos susurrándonos entre sí, mientras, aquellos dos se comían con malas
palabras entre ellos.

- Pero es hija de…

- Si, lo es.

Dios, juraba que iba a morir en ese momento. Ya me estaba mareando. Imposible, injusto, inhumano. 

- Entonces, debe ser mi hermana- insistí, perdiendo la cordura de mis palabras.


- Joven Xiao, por favor. Déjeme llevarle a casa. 
- Prefiero que sea mi hermana, al saber que he sido engañado por todos, viejo.
- Joven Xiao…
- Voy a morir, viejo.
- No está solo, Joven Xiao.
- Viejo, estoy muriendo. 
- Escúcheme… no está solo. Yo estoy aquí, no diga eso por favor- el viejo y atractivo Jjang empezó a
llorar como niño en busca de consuelo.
- No tengo una familia- las voces de mis…”padres” se redujeron al silencio cuando los sollozos del viejo
inundaron todo el piso.
- Luhan. Estoy aquí, hijo.

Me llamó Luhan…No, espera, me llamó hijo…

Y literalmente sentí como mi corazón se detuvo y el aire me faltó hasta caer al suelo inconsciente, si
quiera pude seguir escuchando las voces…y eso me daba paz. Quizás si moriría.

"Building a Castle: Construyendo un Castillo"

Step 12: Paso 12

"Bajo lluvia"

N/A: Prometido es deuda ↨ dejo varios links de videos con distintos Ost, lee con musica al fondo y dejate
llevar por la imaginacion♥ Espero les guste.

*
*
Abrí lentamente los ojos, y parpadeé hasta acostumbrarme a la claridad, desperté de mi segundo
desmayo irregular. Pero esta vez no tenía mi traje y no estaba en mi cómoda habitación. Más bien en una
casual llena de flores y con olor a medicamentos. Estaba en el hospital. Concluí para luego reafirmarlo a
verme en bata y un suero en mi mano derecha.

Y… ¿Adivinen a quien divisé sentada en una esquina de mi cama? Pero, por ahora no necesitaba tanta
tortura, debo aprovechar que no estoy completamente despierto y pensar en ello después. Ignoré su
mirada triste, y me di la vuelta, dándole la espalda.

- Largo. Vete de aquí, Hanah. No eres bienvenida. 

Cerré los ojos con pereza.

- Luhan- escuché la voz de mi mamá… bueno, ya ni sé si es mi madre. No Luhan, sigue durmiendo,


descansa otro poco, aun no necesitas enfrentarte a esto- Necesitamos hablar, hijo.

- Tu también. Largo. No sé quiénes son. 


- Soy tu madre, Luhan.

- ¿Por qué le creería a alguien que me ha mentido por más de 20 años? ¡¿Con qué maldita cara vienes a
pedir que hablemos?!- apreté mis puños contra la sabana y enterré mi rostro en la almohada.

- Señora Xiao, ¿puedo quedarme a solas con Luhan?- levanté mi rostro y la miré. Una voz suave, fina y
melodiosa vino desde el fondo de su ser. 

Dios, Luhan ¡Duérmete, maldita sea! Mi respiración se volvió irregular y sentía como mi enojo
incrementaba y fluía por cada vena de mi cuerpo. La miré confundido y se me hacía imposible creer
cuanto descaro puede llegar a tener una sola persona. ¿Por qué a mí Hannah? ¿Yo te ayudé y te di la
mano? ¿No merecía siquiera un poco de piedad?

Mi corazón dio una pequeña punzada, y eso me hacía recordar que no sabía por qué rayos estaba en el
hospital, pero tan pronto como me dejasen solo me les escapo y desaparezco definitivamente de sus
vidas. Pero antes de lo planteado, necesitaba una buena charla con el Viejo Jjang. Nuestra última
conversación me dejo más que confundido…

Mis pensamientos fueron interrumpidos.

- Hola- trató sonar amable y esa fue la gota que rebosó el vaso y todo me pegó de un pronto, como una
fuerte cachetada. ¿Enserio me estaba hablando? ¿Enserio me mintió todo el tiempo? Tenía por lo menos
un poco de esperanza a que fuese mentira. Me reincorporé y me halé la aguja que traspasaba mi mano,
haciendo que Hanah se alarme- Luhan, ¡no! ¡Escúchame! 

Trató de acercarse.

- Si te me acercas, olvido que eres mujer y te desfiguro el rostro. Eres una basura, como puede alguien
ser tan inhumano- dije con desprecio mientras la encaraba y rechinaba los dientes para contenerme a
decir cosas peores. ¿Cómo pude haberme enamorado de tal anguila? Seguro disfrutó todo este tiempo,
viéndome la cara de mierda. 

- Yo también fui víctima, Luhan- gimió y empezó a llorar. Fue justo allí que me percaté de su acento
francés y el hermoso enlace que hacia entre una palabra y otra. Mi Hanah ya podía expresarse sola. 

Sonreí con nostalgia y me rasqué el cabello. Seguro necesito un psicólogo después de esto. Estos
cambios de emociones y pensamientos tan drásticos definitivamente no son normales. Pero poco era, si
no llegaba al pensamiento del suicidio aun. Pero no llegaría a tanto. Solo es que no sé cómo siquiera
respirar con este dolor en el pecho, mis seres supuestamente más queridos, y sencillamente no tuve que
enterarme así. 
Pero el que busca, siempre encuentra Luhan.
Cierto, pero…quería información sobre Hanah por su bien, no por mi mal. Si hubiese sabido, la hubiese
dejado tirada en la playa. 
Eso no es verdad, Luhan.
Que frustración. 
Hannah quiso seguir hablando. Sin embargo, no la callé.

- No fingí nada Luhan. Yo, yo sí tuve mis problemas. Y tú me salvaste. No estas sufriendo solo. Tu estas
sufriendo ahora, lo que yo he sufrido desde que te conocí. Fui obligada a callar y tenía que alejarme de ti
cuando supe quien eras. Pero me sentía tan segura…y apreciada…

-Que por eso me utilizaste… solo lárgate. Me incomoda tu presencia- dije fríamente y puse los ojos en
blanco, dentro de poco empecé a “leer” algunos medicamentos que estaban en la mesilla junto a la
cama. 

- No, a mí me debería incomodar más la tuya. Tengo un padre que nunca me aceptó y ni lo hará, sin
embargo fue fácil para él decirle “Soy tu padre” a un desconocido…
Auch, eso sí dolió. Dejé los medicamentos en su lugar, más bien los estrellé contra la mesita y la miré no
de manera tan agradable. Si volvía a decir eso, yo mismo la sacaría de aquí. 
Ella entendió el mensaje y cuidó se sus palabras.

-... Estuve encerrada todo este tiempo, Luhan. Con amenazas de mi madre si le decía a mi “padre” que mi
verdadero padre era su primo. Y cuando por fin escapo y vengo a conocer a mi padre, lo primero que
hace es llamar a mi mamá y decirle que hui de casa. Como siempre me mandaron a buscar por esos
desgraciados hombres vestidos de negro- su voz sonaba con rabia mientras se quebraba y se hacía
añicos con su propio llanto, pero eso no la detuvo- Viajé mar y tierra, buscando un paradero. Pero sucedió
el estúpido accidente en el Yate. Y tuve miedo de morir. Entonces apareciste tú como un ángel, Luhan.
Escuché tu respiración cuando me cubriste con tus brazos sin importar empaparte y ensuciarte con mi
sangre. Escuché como preguntabas por mí en la clínica. Y por primera vez en mis 20 años me sentí
segura. Pero cuando me enteré quien eras, me volví loca en la habitación y no pude contenerme a hacer
un desastre para que me echaran de allí y no irme por mis propios métodos, porque no tenía fuerza de
voluntad de irme sin decirte después de que me habías rescatado y me habías buscado ayuda, y ¿Cómo
decirte?.

De pronto vino a mí el recuerdo cuando Hanah perdió el control en la clínica y puso la habitación de arriba
hacia abajo.

- Tuve miedo a morir, y te odié. Pero me prometiste protección, dijiste que nunca me dejarías sola…el
collar que me diste. La manera en que me callaste y me dejaste en claro que nunca te apartarías de mi
lado. Hice un pacto con el diablo y tomé tu mano, sabiendo que hacia algo malo. Pero tú no tenías la
culpa, pero yo tampoco Luhan… Yo…y-yo…aprendí a querete…

Un silencio se apoderó luego que terminó su discurso. Ella me miraba expectante a cada movimiento que
realizaba, mientras yo procesaba la información recibida. Entonces su padre de crianza y el puto Xiao son
primos. ¿Por qué no lo conocí nunca?

Seguro porque no eres un Xiao, Luhan.

La poca paz que me inundó hace algunos minutos desapareció. Desconocía tantas cosas, y aun si ella se
explicó, seguía sin entender muchas. ¿Por qué la perseguían? ¿Quién era su madre? ¿Realmente es de
Francia como su acento? ¿Cómo mi padre supo lo que ella tramaba?... uf.

- Ya te escuché, ahora. ¿Puedes irte por favor?- pedí con un nudo en la garganta, y sintiendo un fuerte
dolor de cabeza. 

[Ost https://www.youtube.com/watch?v=f7CfSeqNmCE ]

- Sé que también me quieres, Luhan. No me hagas esto.

- No. No sé quién eres y ni me interesa conocerte. Solo conocí a Hanah y ella ya no está- miré a
________ con el cuerpo de Hanah y sentí un gran hueco en mi corazón- Yo la amé, y tú la mataste. Así
que has matado todo amor y aprecio hacia a ti. Ahora solo eres una traidora con un padre traidor, eso los
hace la familia perfecta. 

- ¡¡No!! ¡Yo soy Hanah, Luhan! No me hagas esto.

- Piérdete, espero tu madre venga a por ti, tu padre se entere y que te encierren. O mejor aún, te
deshereden y te quedes sin nadie así como yo. Vete a la mierda- me volví nuevamente y me acosté
dándole la espalda una vez más. Ella no volvió a decir más. Mi voz fue un susurro calmado con palabras
venenosas, sabía que le dolía lo que decía. 

Se limitó a llorar y no pude evitar derramar lágrimas mientras la escuchaba. Pero no iba a ceder. Jamás
iba perdonarla por verme cara de estúpido y abusar de mi amabilidad, y por saber la verdad todo este
tiempo y ocultármela.
- Yo también te amo, Luhan- dijo entre quejidos, reusándose a marcharse y dejarme en paz.

¿Después de los insultos esa parte fue la que rescató? Ahora era yo quien sollozaba. Cuanto soñé
escuchar a Hanah decir eso. Pero ella no era Hanah y solo hacia este dolor insoportable. Lloré
silenciosamente y buscando protección de la almohada. Ella se acercó lentamente hasta quedar sentada
junto a mí. Lentamente posó su mano sobre mi hombro. No tenía fuerzas para apartarla. 
Levanté el rostro cuando estuve a falta de respiración y simplemente me recosté en la almohada. Me
sentía demasiado débil, y me preocupaba que ella tomara ventaja de eso. Así que tomé su mano y la
quité de mi hombro. 

Caminaba solo, y no solo hacía frío, sino que también llovía mucho ¿Se detendría la lluvia? No lo sabía,
pero aun si se detiene, quedaré empapado, y seguirá haciendo mucho frío.

- Soy Hannah.
- No es cierto.
- Tú me pusiste un nombre.
- Solo fingiste ser alguien que no eras.
- ¡Nunca fingí! Solo callé.
- Eso es lo que te hace traicionera.
- No. Yo también tenía mis problemas, y no sabes cuán difícil fue querer entre tus brazos al que se
supone es el enemigo. 
- Esta conversación se está poniendo pesada. No conozco a una tal ___________.
- Cambiaré mi nombre si es lo que quieres. Siempre actué con sinceridad.
- ¡No! ¡VETE!…te odio.
- No me odias.
- Te odio.
- Eso no es cierto.
- Sí, te odio a morir.
- Me amas a morir.
- Es imposible después de todo esto.
- Es posible, y podemos superarlo. No me hagas a un lado.
- … Deja de decir tonterías.
- Aun me amas.
-No…
- Mírame, Lu.

Y la miré y sin querer bajé la guardia, era algo en su rostro. Esto era complicado si tiene el mismo y
hermoso rostro, la persona que “odio” a la que amaba hace unas horas atrás. 
Sin esperarlo, tomó mi rostro entre sus pequeñas y delicadas manos y unió sus labios contra los míos.
Fueron fracciones de segundos, pero tan pronto como reaccioné la empujé lejos haciendo que cayera al
suelo. Justo en ese momento entró “papa”, el viejo Jjang y “mamá”. 

- ¡______!- gritaron y fueron a socorrerla. Ellos entraron y tardamos un rato en cortar nuestras miradas.

Mamá la ayudó a levantarse mientras que el señor Xiao y el viejo Jjang observaban desde atrás.

[ Ost: https://www.youtube.com/watch?v=cxNoY8Xgw1s ]

-¿Te has lastimado algún lado?- le preguntó mamá y me encontré a mí mismo sentado en la cama
escuchando su conversación y esperando que nada malo le hubiese pasado por mi culpa. No pude
rescatar el actuar así, no esperaba eso.

- No, estoy bien. Estaba mal sentada- se excusó. Pero su padre no la creería.

- ¡¿Por qué hiciste eso?!- me gritó papá acercándose y no pude evitar sentirme culpable. No lo hice
pensando en que caería.
- ¡¿Y con qué derecho vienes a reclamarme algo?!- le hablé en su mismo tono de voz, ya sacado de
quicio. Ahora se suponía que se preocupaba por su hija, luego de que la negó. Debe ser una broma.

Pero su próxima respuesta acuchilló mis entrañas. Al parecer quería sentirse a gusto viéndome en lo más
profundo del dolor. ¿Por qué lo disfrutaba tanto? ¿Fue obligado a criarme? Yo… yo no tenía culpa alguna.
Yo lo llegué a querer como padre, aun si nunca trató de hacerlo bien.

- Ella es mi hija… junto a Irene.

Quedé inmóvil mirándole fijamente con los labios ligeramente entreabiertos, reconsiderando la idea del
suicidio. Mátenme. 

- ¡Señor Xiao!...- empezaba a reclamar Jjang.

- Debe conocer la verdad… Tú mismo lo has dicho- le respondió sinvergüenzamente. Y más aliviado,
como si se hubiese quitado un peso de encima. Ese peso era yo. Solo fui una carga.

- Tú…tú negaste a Hanah de todos modos, así que aun si la tiro por la ventana desde esta altura, eso no
te debe importar- dije en tono calmo mientras me quitaba el suero de manera poco obvia ante los ojos de
los demás- Y sobre lo de Irene, me alegra que no esté metida en mentiras sucias. 

Hubo un gran silencio. Tanteé el piso con un pie hasta encontrar algún calzado.

- ¿Viejo Jjang? ¿Eres mi padre?- dije con la mirada fija al piso tratando de encontrar el otro par de las
sandalias. 
- Luhan…yo… sí.

Me levanté de la cama y busqué mi billetera y mi celular. Es incomodo hacer las cosas cuando tienes
tantos ojos encima de ti. Pero mantuve la frente en alto hasta el último segundo. No le daría de comer al
lobo.

- Entonces vámonos. Alejémonos de estos problemas familiares.

- Luhan…-escuché a Hanah.

-…Y de Hanah, sácame de aquí y aléjame de ella también.

El hombre asintió y me ayudó con mi bulto de ropa, que dicho sea de paso, no sabía que estaba en el
armario. 

~~~~~
Jjang desviaba la mirada desde la carretera hacia el retrovisor para mirar al asiento trasero, donde yo
estaba ubicado. El ambiente era silencioso mientras conducía y yo solo me limitaba a mirar por la
ventana. Mirando a millones de personas y preguntándome si cada uno tendría una vida tan difícil como la
mía. 

- Si no miras la carretera, vamos a tener un accidente- dije totalmente consiente de que me miraba por
más de un minuto.

- S-sí. 

Acomodé mi cuerpo en el asiento trasero y me relajé, captando su vista en el retrovisor nuevamente. Le


miré y rápidamente se fijó en el camino otra vez.

- ¿Entonces…por qué mi apellido es Xiao?- saqué el tema, mirando como fruncía los labios y las cejas en
señal de desaprobación- Tienes que contarme, y si es ahora es más fácil. No más mentiras, viejo.

Se aclaró la garganta.
[ Ost https://www.youtube.com/watch?v=3ZK_Qw3q8hI ]

- Era una familia humilde, que vivía a las afueras del país. En China, para ser especifico. El padre y la
madre de esta familia trabajaban arduamente para sacar adelante su pequeño hijo concebido con amor y
felicidad. El papá tuvo que luchar mucho para encontrar un buen trabajo y llevar sustento a sus dos seres
queridos. Pero no ofrecían buenos empleos para alguien de su categoría en ese entonces. Por último, fue
contratado para cubrir una licencia de trabajo como mayordomo. El empleado necesitaba irse de viaje,
porque se casaba. Así que, papá aprovechó la gran cantidad de dinero que ofrecían solo por servir, y dar
lo mejor de sí. Cosa que le gustó mucho al empleador, de hecho alagaba el que nunca cometía errores y
lo animó a seguir dando lo mejor de sí. Pero ese trabajo requería mucho tiempo, y apenas iba a la casa a
dejar algunas compras. Pero la madre comprendía, y estaba agradecida. Ya que solo sería hasta que el
mayordomo oficial volviese. Y Papá seguía trabajando mucho, y extrañaba tanto a su pequeño, que
consideró consultarle al dueño del hogar, si era posible que trajese al niño de apenas un año para
compartir con él, mientras su jefe estaba trabajando y no necesitaba de él. Fue muy considerado y
permitió que el niño se quedase. A mamá le alegró que pasara más tiempo con papá y no presentó
problemas porque ella trabajaba también…pero Papá no supo cuando ella empezó a alejarse, de hecho
casi no la veía, y el tener el niño en la casa para quien trabajaba, se hacía una costumbre. 
Mi último día para cubrir la licencia, volví a casa…y no encontré a nadie. No estaba su ropa, no estaba
sus pertenencias, no estaba el dinero que llevaba a casa y ahorrábamos juntos, ni si quiera su perfume
deambulando por la casa. Ella se había ido. No conocía a otra persona de poder que me ayudase a
buscarla, más que el dueño de la gran mansión. Así que volví y le pedí su ayuda. El hizo todo lo posible,
pero no pudimos hallarla, simplemente… puff…desapareció. Dejándome solo con una pequeña casa y sin
nada de dinero. Así que me acogió nuevamente como empleado y me dio una mano con el bebé y con
todo lo que él necesitase. Pero su empresa se vio en juego, cuando su madre le dijo que necesitaba un
nieto antes de morir o sino le quitaría la compañía. Él ya tenía una esposa y para ella no había excusa.
Ella ya estaba vieja y se aseguraría de que en ese mismo mes, lo dejaría sin nada. Pero entonces,
precisamente en ese momento, el bebé empezó a gatear por el salón en donde tomaban esa charla él y
su madre. Y no tuvo otra opción que decir que era su hijo. La madre, incrédula se fue contenta y
conforme, pero luego pidió más información.

[ Repetir Ost]

Ahí fue cuando firmé el contrato Luhan, te darían todo y nunca te faltaría nada, yo estaría junto a ti, y tú
serías feliz con una familia, y no con una que yo no pude sostener, a cambio, de mi buen servicio. Un
contrato ilimitado, dejarían de dártelo todo, el día en que yo renunciase. Te cambiaron el apellido y te
agregaron a su familia legalmente. Yo siempre traté de dar lo mejor de mí, y estar presente, no quería que
me olvidases nunca. Pero mientras más ibas creciendo, más estabas adaptado a ese estilo de vida, uno
que yo no te podía dar si te dijera la verdad y rompía el contrato. Así que solo lo dejé ser. Y más aún
cuando llegó Irene, debías ser el “mejor hermano mayor” y siempre me pedias consejos para luego tu ir y
aconsejarle a ella. La querías mucho, y nuevamente me limité a observar… Luego creciste, tuviste los
mejores estudios, que pagué en secreto y justo ahora eres empresario de una gran empresa y estas en la
organización de Exo, gente influyente. Quizás hoy en día tenga el dinero para seguir apoyándote en todo
lo que desees, y para que sigas teniendo buena reputación. Pero sabía que al enterarte…ibas a ser
dañado, ibas a sentirte traicionado, y es que no pude Luhan… no quería verte como estas ahora…

- Debiste haberlo dicho- dije con lágrimas cayendo por todo mi rostro. Y justo allí me percaté de que ya
habíamos llegado a mi edificio, estábamos en el parqueo subterráneo. 

Seguí llorando como marica en el asiento trasero por un buen tiempo, Jjang se trasladó al asiento de
atrás, junto a mí y me abrazó fuertemente mientas me desahogaba y rompía en llanto como nunca antes
lo había hecho.

- Tenías que de-decirme… nunca lo hu-bie- hubiese sabido…Yo..lo siento, fue difícil para ti también-
decía contra su hombro mientras sollozaba escandalosamente.

-Shhh…todo está bien. Yo lo siento aún más, hijo- frotaba mi espalda cariñosamente y controlaba sus
impulsos de llorar. 
- Siempre te tuve presente viejo…eres mi mejor recuerdo en la niñez, junto a Irene… pero tú eres real.

- Irene también es real, y su amor no podrá ser de sangre, pero es uno inseparable. Ya veras, todo se
arreglará. Solo no odies a tu padre por no poder darte lo mejor y tener que haber acudido a eso.

Dejó de abrazarme y me limpió las lágrimas con las mangas de su saco formal. Lo miré de arriba abajo, el
viejo Jjang, a pesar de los años seguía siendo muy atractivo, y fue allí cuando descubrí varios rasgos que
veo diariamente cuando me veo al espejo. Sencillamente, no me di cuenta porque nunca dudé. Pero
ahora que lo sé, siempre fue obvio. Pero, ¿nunca consideró tener otra familia? ¿Por qué crucificarse en
un trabajo y darlo todo de sí aun si su propio hijo no lo sabía para agradecerle? Por fin comprendí el amor
de un padre hacia su hijo. El viejo siempre estuvo allí.

- Nunca te he odiado, y ni podré hacerlo. Aun antes de que me contaras la historia, eras lo mejor que
tengo y lo seguirás…Gracias por ser tu mi padre, viejo. Creo que ahora puedo soportar la situación.

Sus manos, que acariciaban mis hombros, empezaron a templar. Y no pudo contenerse a llorar también y
a bajar su rostro. Al parecer pensaba otra reacción de mi parte, y era algo lamentable, porque nunca le
odiaría. De pronto los problemas y no parecían tan grandes si él estaba allí. 

-Pensé que me odiarías. 

- No es así.

~~~~~~~~~
[ Ost: https://www.youtube.com/watch?v=GjaEroptFqE ]

- ¿Quieres algo de tomar?- le pregunté al llegar a mi piso.

- Tranquilo, yo hago algo para los dos. Antes que nada, ve y date un buen baño.

Miré mi vestimenta y reí para mí mismo. Había estado modelando con una bata media transparente por
todo el parqueo y la recepción hasta llegar aquí. Ya mi humor había mejorado un poco, y esperaba seguir
así, mientras se resolvían los desastres de mi vida. 

Me di la vuelta para encaminarme hasta mi habitación y darme una merecida ducha, pero la puerta
principal se abrió e Irene cruzó por ella. Me visualizó y corrió hasta abrazarme como nunca lo había
hecho, ahora era su turno de llorar, y me tocaba consolarle. Era muy egoísta si pensaba que era el único
afectado en esta situación, pero le había prometido al viejo Jjang que pensaría el asunto con más
claridad, y cuidaría de mis acciones. Despues de todo, la familia Xiao, especialmente mamá, me trató
como su hijo aun si no lo era. Y bueno, papá dio varias oportunidades a Jjang, y eso sería suficiente. Y
pues Irene, ¿Qué puedo decir de ella? La amaba, y lo único que lamentaba era que no fuésemos
verdaderos hermanos, porque amor y afecto habían demás, y nunca podría quitarle ese puesto que se
había ganado en mi corazón. 

- Ahh~ ya ha llegado mi hermanita...demasiado cariñosa de por cierto- dije con mucho cariño, estrujandola
en mis brazos.

- Lo siento, no sabía- lloriqueó – Si lo hubiese sabido, no te hubiese maltratado tanto, hermano.

Reí tiernamente dejándole en claro que todo seguía en pie entre nosotros.

- Si fuese así no hubiésemos sido hermanos. Siempre serás mi hermanita, Irene. Digan lo que digan. Ya
deja de llorar y hablemos despacio, pero después de que me duche.

Asintió con energía mientras se secaba las lágrimas con su propia ropa, típico de Irene. 

A pesar de todo, presentía que no todo mi mundo estaba acabado como pensé, había muchas que
rescatar. Y debía ser fuerte para seguir dándome cuenta de las cosas buenas ocultas en la situación.

Todo estara bien, Luhan.

"Building a Castle: Construyendo un Castillo"

Step 13: Paso 13

"I'm Here: Estoy aquí"

N/A: Antrs que nada, no pude avanzar mucho y por ello no pude satisfacer algunas peticiones de
matarón. Pero ya estoy de vacaciones de la uni, asi que no desistiré y escribiré lo mas que pueda. Otra
cosa, no se si les gustaron o no los Ost, en este cap me los reservé. Pero si para el proximo quiere Ost,
solo pídanmelo♥ Espero les guste!

*
*
*

Caminé hasta donde Xiumin y le saludé cortésmente y lleno de ánimo. Cosa que impresionó al más joven.
Parpadeó varias veces antes de contestar.

- Pensé que no vendría a trabajar hoy. Dijo que se tomaría todo el mes- se inclinó y trató de sonreír
nerviosamente. 

- Pues hay que trabajar. Y sabes que tenemos varias cosas que hacer, pero tu primer trabajo de hoy es
llamar a Lay y hacer que se comunique conmigo, por favor- tomé algunos papeles que me entregó y
empecé a caminar hasta mi oficina, pero antes, me di la vuelta y volví a sonreír- Soy yo, o ¿estas yendo al
gimnasio? Te vez genial.

Luego terminé llegando a mi oficina con un humor mejor que el de antes, ver a Xiumin sonrojarse hizo mi
día. 

La verdad es que era consciente de que todos mis empleados ya se habían enterado que no pertenecía a
la familia Xiao. Los rumores crecían y había escuchado yo mismo como se preguntaban si dejaría la
empresa, cosa imposible porque la empresa es mía y no de la familia Xiao. Es de Luhan y no de mi
apellido. Y para ser sincero, puede que me haya molestado uno que otros comentarios, pero sabía que
tan pronto como mi paciencia se acabe, echaré a algunos y el resto se calmará por obligación. 

El Luhan es el Rey, b*tches. Extendí mis brazos mientras recibía y agradecía a los aplausos imaginarios
por tan grandiosa idea.

Me estiré vagamente y tomé asiento, bueno, realmente me tiré contra el asiento. Y justo el teléfono sonó.

- Yixing reportándose de este lado. ¿Cómo estás? Me enteré que terminaste en una clínica hace algunos
días- dijo de manera familiar.

- Pues han pasado muchas cosas, y creo que lo más probable es que ya lo sepas, he sido la comida de
muchos reporteros y canales televisivos, llevan toda la semana en esa misma mierda. Al parecer la oreja
de una de las enfermeras del hospital se familiarizó con la puerta cuando discutíamos que no pertenecía a
los Xiao. Pero contestando a tu pregunta, sí, estoy bien.

- Sí, la verdad. Pensé que te incomodaría hablar sobre el tema. Por eso no lo toqué. 

- Esta bien, entiendo y gracias. Llamé porque quería disculparme por hacer de tu boda un espectáculo. 

Escuché la risa de Lay en la otra línea y no pude evitar curvear mis comisuras. 
-No hay problema, hermano. Todo se dio bien, y ¿sabes que es lo mejor de todo?

- ¿Qué es?

- Que estoy recostado en una hamaca junto a mi esposa frente a la playa, con una copa de Martini en mis
manos.

¿Se burlaba de mí? Ese perro del demonio se las verá conmigo cuando regrese de su luna de miel.

- ¡Yah! ¿A quién crees que le hablas así? Hijo de mierda. Es más, ya cuelgo. Yo tratando de ser buena
persona y disculparme- dije en tono alto mientras reía silenciosamente, me alegraba que estuviese
pasándola bien.

Al parecer se atragantó con la bebida al reírse, ya que lo escuché toser y volverse a reír.

- Hablando de que disfruto de una esposa y tú no, ¿Qué ha pasado con tu novia? ¿Le ha afectado que no
seas un Xiao?

Y mi humor se vino abajo, ¿Por qué carajo todo el mundo se enfocaba en mencionármela?, mamá al
llamarme anoche, Irene cada vez que me ve y dice “Todo se siente vacío”, el viejo Jjang durante toooda la
semana, y ahora Lay. 
Quiero decir, sé que no lo ha hecho conscientemente, pero demonios, pagaría porque su nombre no
fuese mencionado en todo el puto día.

- ¿Hice una mala pregunta? Lo siento- dijo en tono apagado Yixing cuando vio que no contestaba.

- No, está bien- contesté dolido- Bueno, tengo mucho trabajo, así que sigue disfrutando, Lay. Cambio y
fuera.

- Vale, que tengas buen día, cambio y fuera. 

Colgué el teléfono y baje mi cabeza hasta el escritorio, ya mis ganas de trabajar habían desaparecido. El
teléfono volvió a sonar y lo contesté aun con la frente apoyada en la mesa.

- El Dr. Yunho está en la otra línea. 

- Gracias, pásalo. 

Y Xiumin me comunicó con Yuhno. Me preguntaba que quería, ya que lo único que nos relacionaba era la
salud psicológica de Hanah.

- Buenos días- dije pacientemente.

- Buenos días, quería saber si podría pasar por aquí a cubrir los últimos pagos de la terapia, ya que por lo
que me he enterado, no creo que continuará.

De pronto sentí vergüenza, Yuhno trató de advertírmelo y yo simplemente no le entendí, me imagino que
cuando nos veamos hoy, me mirará con ojos de ‘te lo dije, estúpido’.

Acordamos una la cita a las diez, y traté de enfocarme en mi trabajo dejando a Hanah fuera de mis
pensamientos. 

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
El Dr. Yuhno me recibió en la salida del hospital y me saludó amablemente, sin preguntar nada de ella, y
eso me relajó. Pagué en recepción la cuenta, y decidí irme, pero él me pidió acompañarlo a su oficina. Me
extrañó su invitación, pero de pronto me imaginé que solo quería hablarme de algo en privado. Y sabía
perfectamente de qué trataba, y ganas de salir volando por la puerta surgieron con necesidad. Pero no
podía huir y hacerme el loco toda la vida, así que solo asentí y le seguí.

Entramos a su oficina y acerté al encontrarme a ________ sentada en una de las sillas de consulta. Me
dio deseo de pegarle a Yuhno, pero me resistí, tenía que dejar esto en claro hoy y ambos me dejarían en
paz.

- Por favor, no se sorprendas. Solo quiero hablar con ambos. Me imagino que usted no está del todo bien.

- ¿Porque fui traicionado por todos? No te preocupes, ya todo está aclarado- dije ignorante y con mirada
firme.

- Si, habla por su familia. ¿Pero y Hanah?- su mirada se volvió fría y calculadora al finalizar su pregunta.

- No entiendo, ¿por qué debería eso importarme?- tomé asiento en la silla junto a la de Hanah, no sin
antes distanciarla un poco más dela suya. Mis ojos, voltearon unos segundos a mirarle, pero su cabeza
gacha no me permitieron verle el rostro.

Miré rápidamente a Yuhno, poniendo mi atención en él otra vez, y vi como una sonrisilla cruzó por sus
labios al percatarse de que la miraba. ¿En qué rayos pensaba? No soportaba que alguien más esté
viajando por mis más profundos pensamientos.

Él tomó asiento en su escritorio y nos miró a ambos.

- Precisamente porque no le importa es porque le hago esta consulta gratis- sonrío y continuó- ________,
¿Cómo estás?

Ella levantó el rostro y miró a Yuhno para luego responder con voz apagada.

- No del todo bien. 

Sentí que me miraba pero luché para no devolverle la mirada. Ella no se merecía siquiera que yo la
mirase.

- Estás siendo duro Luhan- me sorprendió tanto el hecho de que usara informalidades conmigo, como el
hecho de que esté calculando cada uno de mis movimientos. Me sentía incómodo. Y me preguntaba
cómo es que Hanah pudo ocultarlo todo ante alguien como él. Pero no le reproché por ninguna de las
anteriores.

- No sé a qué te refieres.

- Te sientes lastimado por lo que Hanah te hizo, por lo que nos hizo. Pero no por ello puedes ocultar todos
tus sentimientos y actuar indiferente ante ellos, eso no te hace bien- explicó.

- ¿Entonces prefieres que la siga enviando al mismísimo infierno por el resto de su vida? Más fácil es
terminar con esto y dejarla en paz. Ella sabe que ya no me interesa tenerla cerca. Además, no miento al
decir que el haberme enterado de que Jjang es mi padre, me ha tranquilizado mucho ante la situación. 

Anotó algo en su libreta y volvió a mirarnos.

- ________, ¿Qué opinas de esa respuesta?- se dirigió a ella.

- Que tiene razón.

Me sorprendió su respuesta, mucho. Pero me inmuté a solo escuchar, no quería que Yuhno se percatase
de ello.

- Pero…-continuó hablando-… Luhan me haría menos daño maldiciéndome, que ignorarme y hacer como
si yo jamás hubiese existido- su voz sonó temblorosa y débil. Como si necesitase un fuerte abrazo, claro,
no mi abrazo.

-Bien, entonces seguiré ignorándote- le dije sin mirarle – Yuhno, ¿ya me puedo ir?

Ahora parecía que era él quien quería pegarme.

- Ten los granos para quedarte Luhan, y deja de estar huyendo. Huyes al callar, huyes al ignorar y ahora
también quieres huir físicamente, actuando infantilmente. Solo me estas dejando en claro que necesitas
más ayuda de Hanah.

Me empecé a enojar ante lo dicho, pero me quedé allí sentado y le miré con desprecio, mucho desprecio
mientras apretaba los puños para drenar el enojo por lo menos un poco.

- ¿Qué quieres que haga entonces?

- Háblale. 

- ¿Qué?- dije confundido. Parecía que era él el loco aquí.

- Los sentaré de frente, y quiero que tengan una conversación y le digas cómo te sientes exactamente.

- ¡Y una mierda, Yuhno!- me levanté de mi asiento.

- ¿Por qué no? Dime Luhan. ¿No quieres dejarle en claro cómo te sientes?

En realidad sí.

- No- contesté negándome a todo lo que me pedía.

- Deja de reusarte y siéntate allá. Yo me quedaré lejos para no incomodar- señaló a un juego de muebles
más alejado, al otro lado del gran consultorio, junto al gran ventanal que dejaba a la vista la hermosa
ciudad desde el cuarto piso del hospital- Hanah, haz lo mismo.

Hanah sin titubear obedeció, y empezó a caminar hacia lo indicado, miré su espalda y parecía mucho más
delgada de lo que la recordaba, ¿había descuidado su alimentación? ¿Por qué? Bueno, en lo que estoy
pensando…eso realmente no me incumbe. Se sentó, yo tuve que pensarlo antes de moverme un
centímetro. Pero al final obedecí.

Nos miramos fijamente a los ojos, y algo en mí hizo que todo mi cuerpo temblara, no precisamente de
dolor. Aparté la mirada, ella no.

- Dime cómo te sientes- hablo bajo, haciendo imposible que Yuhno escuche. Le miré y él sonrió, al
parecer no estaba en sus planes escuchar nuestra conversación. Eso me alivió un poco.

- Bien- dije.

- Yo no lo estoy, Luhan- jugaba con sus dedos nerviosamente- Y ya sabes que lo siento.

- No, no lo sé.

- ¿Qué tengo que hacer para que sepas que de verdad no quise lastimarte? ¿Para que sepas que de
verdad te amo? ¿Para qué me perdones? 

- No creo que haya una respuesta a eso. Simplemente olvídalo __________. Ve a tu país, y deja todo
como estaba, como lo encontraste antes de llegar- decía aun sin mirarla. 

- ¿Enserio quieres que me vaya?


-…. Sí.

- Creeré eso cuando me lo digas mientras me miras a los ojos, Luhan.

- La última vez que te miré a los ojos no tuviste buenos resultados, así que agradece que te sigo hablando
calmadamente. 

- ¿De qué vale? ¿De qué vale, Luhan? 

- Pues si no vale de nada, me voy.

-¡No!...lo siento. Yo… está bien- hubo un pequeño silencio antes de volver a insistir- No estaré bien sin ti,
Luhan.

Y sentí eso nuevamente, un calor acorralaba mi corazón y me daban ganas de llorar. Pero no lloraría,
había derramado demasiadas lágrimas. 

- Solo te pido que me perdones…no me ames, no me hables. Solo haz que deje de sentir esto, Luhan. Mi
corazón duele tanto- y empezó a llorar. Miré hacia donde Yunho para maldecirle por ponerme en esta
situación por segunda vez, pero él no estaba allí. No me había dado cuenta cuando había salido de la
oficina. 

- ….Yo… no llores- no supe como calmarla mientras parecía ahogarse en su propio mar. Y me acordó a
mí mismo durante toda esta semana. Lloré a falta de un abrazo esperando que alguien me consolara
debidamente. Pero ese alguien no llegó hasta que el viejo llegó y le dio un nuevo rumbo a las cosas, mi
verdadero padre fue quien me sacó del laberinto del dolor y me consoló. Y aun si fue casi imposible el no
llorar los siguientes días él estuvo allí para animarme, como padre y amigo. 

- Soy una e-estúpida…Luhan, te hice mal…- gimió.

Así que por primera vez dejé de pensar y actué de corazón. Era como decía el viejo Jjang, cuando me
cuidaba de niño a escondidas de mi padre, no lo hacía conscientemente ya que no se le estaba permitido,
lo hacía porque su corazón se lo demandaba. Y él siempre escuchó a su corazón. 

Me levante y lentamente, y con pasos inseguros, llegué hasta su silla y me puse en cuclillas frente a ella.
Ella no llegó a darse cuenta hasta que le pasé un pañuelo. Miró al pañuelo y hacia mí, repetidas veces, y
decidí mirarle a los ojos. 

Ella me había preguntado cómo debía mostrarme que de verdad lo sentía, así que ahora comprendía que
era algo que tenía que descubrir en sus ojos. Porque sus acciones ya me habían convencido. 

Estaban desgastados, cansados y su rostro también estaba muy delgado.


Cuan culpable me empecé a sentir. 

Si soy capaz de no odiar al señor Xiao, por hacerme pasar un mal rato todo este tiempo, era imposible
que odiara a alguien a quien amé y no estoy seguro de seguir amando con todas mis fuerzas.

Quiero decir, ni siquiera puedo dormir por las noches porque a la mitad de éstas me levando buscando a
Hanah, su cuerpo, su calor, su presencia, a esa que había despreciado por tratar de defenderse a sí
misma. Y no podía conciliar el sueño, hasta que el cansancio me ganaba a las cuatro o cinco de la
madrugada. 
Hanah me había acostumbrado a dormir con ella, a buscarla, a tenerla en mis brazos a esas horas. Y me
preguntaba ¿tardaría mucho en dejar atrás esa costumbre?, pero lo que realmente quería saber era
¿Quién durmió conmigo todo este tiempo, una Hanah falsa que se hacía ver débil o una _______ sincera
que de verdad necesitaba de mí para dormir?

Justo con esa última pregunta me di cuenta de que en realidad si era así, no amaba a Hanah en cierto
sentido, Hanah había sido solo un carácter actuado por _______, por lo que Hanah era el personaje falso
aquí, a quien debí odiar desde el principio, pero ______, fue quien actuó detrás, y quien me enamoró con
sus acciones. 

No sé si en verdad me estoy volviendo loco, pero creo que solo yo entendería eso último. 
Empecé a sonrojarme cuando me di cuenta de que enserio quería a esta chica, pero aun no era hora de
dejarla de mirar.

_______ tomó el pañuelo, dejando de llorar y secándose las lágrimas. Todo lo hacía sin desviar el
contacto visual. Era bellísima, aun si tenía sus ojos todos rojos de tanto llorar, así como su nariz. Aun si
estaba más delgada, aun si había usado un caparazón todo este tiempo.

- ¿Cómo v-vivo sin ti Luhan? Te quiero tanto.

Mordí mis labios, mientras cerraba mis ojos y respiré profundo. Me daría otro ataque si ella volvía a repetir
eso. 

- Repítelo. 

- ¿Eh?- eso la tomó de sorpresa, pero creo que más sorprendido estaba yo- Te quiero…no, te amo. Te
amo mucho Luhan, con todo mi ser- dijo segura de sí y con un nuevo brillo en los ojos, iba a empezar a
llorar otra vez.

Yo sonreí mientras abría los ojos y la miraba con mucho aprecio esta vez, y aun si no le pude responder a
eso, extendí mis brazos hacia ella y ella no dudó en lanzarse sobre mí para abrazarme con fuerza y llorar
nuevamente. 

Y ahí estábamos, sentados en el piso abrazándonos mientras ella lloraba y yo la calmaba acariciando su
espalda y su largo y hermoso cabello. Esto no se supone que debería estar pasando. Pero sencillamente
creo que lo hacía más por Hanah que por mí. Me había prometido cuidarla y ahora, le hacía pasar un
tiempo difícil. 
Así que, antes de que me arrepienta, aproveché ese momento, y le di a entender todo lo que mi corazón
deseó expresarle desde que la vi sentada en la clínica hablándome por primera vez.

Te amo, Hanah. Te amo __________. Y porque te amo, ¿Tendré que dejarte ir?

"Building a Castle: Construyendo un Castillo"

Step 14: Paso 14

"Taken: Tomada/ Apartada"

N/A: Oliss! Quiero informar antes de que empiecen a leer, que el fic esta llegando a su fin. No les diré
cuanto capitulos faltan en sí, pero son menos de 5! Asi que disfruten lo mas que puedan y espero enserio
que este fic sea de recordar pues lo hago con todo el amor del mundo. Agregué Ost! Cada quien tiene su
manera de leer (rapida o lenta) sugiero repetir los ost cuando la escena aun no acaba (cuando no le
indico el ost que sigue) o que si terminan la escena, simplemente detenganlo y continue lo que sigue. xD
Y si no quiere Ost, pues no los ponga♥♥ Esto es todo. Gracias!
*
*
*
*
[ Ost: https://www.youtube.com/watch?v=JN9NHjyxOt0 ]

Como lo lamenté antes, el arrepentimiento alcanzó mi conciencia y petrificado me alejé de los brazos de
________. Fue como si un balde de agua fría me bañase por completo. Empecé a sudar de solo imaginar
mis pensamientos hace minutos atrás. ¿Qué estás haciendo Luhan? ¿Lastimarte otra vez? Levanté
nerviosamente y tosí con incomodidad. 
- Luhan…- miré aquella criatura aun en el suelo, mirando con anhelación y necesidad. Algo que
definitivamente consiente, yo no le podía facilitar. 

- Lo siento. Me dejé llevar. 

- No, actuaste con sinceridad. Lo sentí.

- No es así. No puedo actuar con sinceridad hacia una persona que nunca me fue sincera. 

Ella asintió levemente y se puso de pie. Con cara gacha, tomó sus cosas y salió de la oficina. Y yo me
quedé allí, como un crío repugnante por hacerle la vida infeliz a alguien a quien amo. ¿Por qué todo se
complicaba? ¿Por qué no solo aceptaba todo? ¿Por qué no le confesaba que ya todo estaba bien? En
vez de eso, me tranquilicé a mí mismo al saber que no la odiaba, y que no pasaría mis noches pensando
en qué hacer, porque ya tenía una respuesta. Pero ella no la tenía, ella sufría. 
Me quedé parado hasta que Yuhno volvió a entrar a la oficina. Me miró con algo de decepción y se sentó
a trabajar otra vez, me propuse a irme.

[Poner fin a Ost]


~~~~~~~
[ Ost/ Música de fondo del lugar : https://www.youtube.com/watch?v=HMgnMuZyWgc ]
- ¿Cómo anda todo?- preguntó con seriedad mientras agregaba azúcar a su café. Era la primera vez que
me encontraba con el señor Xiao luego de lo sucedido. Esta vez parecía más amable, ¿o era solo mi
imaginación porque ya no lo veía como padre y no le demandaba un cariño especial? 

- Manejable- contesté saboreando el aroma del café entre mis manos- Así que, ¿para qué me llamó
exactamente?- dije suavemente y algo relajado. El ambiente no era tenso, en absoluto. Cosa que me
parecía increíble. 

- Lamento haberme salido de mis casillas cuando el tema surgió. No supe controlar la situación, y me
sentí sorprendido y frustrado cuando insinuaste y malentendiste mi relación con _______. 

______. Sentí una punzada de culpabilidad al escuchar su nombre. Ya habían pasado dos días desde
nuestro encuentro en la oficina de Yuhno. Y desde entonces, no me había si quiera contactado con ella. 

- Si. Perdona. Debió ser horrible haber escuchado eso- reí tímidamente mientras asentía- Pero lo que
menos me imaginaba era todo ese rollo oculto que había detrás. 

- Tienes razón- acordó el hombre frente a mí.

-… Yo… gracias. Por todo lo que tuviste que soportar de mi parte aun si no tenía ningún tipo de relación
contigo. De haberlo sabido, no te presionaría tanto. Pero… ¿Puedo preguntar algo?

El hombre de ojos oscuros y tez blanca asintió con amabilidad. 

- Esos libros en la biblioteca…

- ¿Brettanlence? El nombre del Yate hundido. ¿Es eso?

O todo el mundo ha hecho un curso de como invadir los pensamientos de los demás o yo era demasiado
obvio. Miré perplejo, esperando a que continuase.

- Irene, me habló de su tesis. Uní los cabos y me encontré admirando tu inteligencia al pedirme la llave de
la biblioteca. Aun si yo no te lo hubiese dicho, te hubieses enterado del origen de “Hanah”. Los volúmenes
ha sido escritos por su…padre. Mi primo Edward- dijo tratando de disimular un poco su vergüenza, pero
me valía mierda la noche candente entre la esposa de su primo y él- Al final del libro habla un poco del
autor y para quien va dedicado. La historia está inspirada en ti. 
Wow, eso sí me sorprendió. El padre de ______ me conoce. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? De pronto la
camarera del lujoso restaurante en donde charlábamos, se acercó y nos trajo la comida anteriormente
pedida. Pero justo ahora, no podía comer. Sentía que me faltaba un mundo por conocer, por descubrir.
Pensé que me había enterado de todo con lo del viejo Jjang. Pero…

- No te imagines cosas absurdas- interrumpió mis pensamientos – El viejo Jjang y Edward estudiaron
juntos en la secundaria. Por lo que fueron buenos amigos. De hecho, fue por eso que nunca le negué la
mano a Jjang. Edward se casó con una mujer francesa y se fue a Francia a vivir. Pero me imagino que
siguieron en contacto. Pues recibías muchos juguetes con el “Made in France”- rió, pero no pude
responder de la misma manera. Seguía enfocado que cada palabra salida de su boca, era difícil
procesarlo todo. El papá de Hannah y el mío, amigos. ¿En qué maldito juego nos puso el destino?

- Sé que es sorprendente. Edward sabe todo de ti, te quiere como a un sobrino. Pero no te sorprendas
cuando llegue y lo veas como un león, por enterarse de que “Hanah” es mi hija. Ellos tienen otro hijo, pero
obviamente es difícil de tratar y eso es una historia aparte que no te contaré- empezó a jugar con su
comida y sospechaba que tampoco tenía apetito en ese preciso momento – Negué a ______, cuando me
vino con la locura de que era su padre. Sabía como Edward reaccionaria y temí, por primera vez, tuve
miedo a morir. Así que solo la alejé y llamé a Edward, un padre sobre-protector, para decirle que ella
estaba aquí y le inventé las razones. Si a alguien respeto es a Edward. Seguro te dirás que es estúpido
porque me crucé en su relación, pero fue un accidente que claramente no volví a repetir.

- Pero…no entiendo, ¿Por qué escribir un libro sobre mí? 

- No lo sé, era muy buen escritor en ese entonces. Y no ves todo los días una historia como la tuya y la
nuestra. Así que no escribió directamente los sucesos, los cubrió con sabanas de otra historia, y como te
sentirías al enterarte. Puede que no tenga mucho sentido si te lo digo ahora, pero cuando re-leas lo que
está escrito, le veras el sentido oculto. 

Un silencio abrumador contaminó la buena atmósfera que había al principio. Enterarme de los más
oscuros secretos de mi propia vida era la cosa más difícil que había hecho en toda mi vida. 

- Estas abrumado. Le diré a Joe que te lleve de vuelta a casa. 

- Edward…- empecé muy inseguro de lo que iba a decir, tenía la mente en blanco en ese preciso
momento - … ¿Por qué le temes a Edward?

- Ese tío da miedo cuando se lo propone. Estuvo en la mafia cuando aún pasaba por su pubertad. Se
ganó respeto, por el simple hecho de salir de esa faceta sin salir herido o amenazado de muerte. Luego
se dedicó a escritor, pero aun así tiene casi toda una agencia de seguridad metida en su casa. Por eso
siempre sobreprotegió a los niños. 
- Xiao…
-¿Si?
- Te has metido en rojo, eres hombre muerto.
- Lo sé- pasó su mano por su cabello mientras todo su rostro era una polémica. 
En serio estaba cegándose de miedo. Y no sé por qué, pero me causaba un poco de gracia el verlo así,
por primera vez en toda mi vida. Aunque, debo agradecer a Dios que ese desconocido me tenga aprecio,
me imagino las amenazas que recibiría si se enterase de todo lo que siento por su hija. Chillé
mentalmente, ahora que lo pensaba, no estaba en mejor situación que mi padre de crianza. Dios mío, en
que me he metido. 

~~~~~~~
[ Ost: https://www.youtube.com/watch?v=2Ht9z3Wv69U ]
- ¿Sehun? – abrí la puerta de mi departamento encontrándome con, no solo Sehun, sino Kai, y Kyungsoo.
Fui arrastrado hacia adentro y ellos mismos se ocuparon de acomodarse dentro de mi casa y cerrar la
puerta- ¿Qué hacen aquí?

- Yo no vine por ti, vine por Irene. ¿Dónde está?- dijo Sehun con ojos de enamorado. 
- Espera, ¿Qué? Entorné los ojos hacia él y lo desafié- ¿Me he perdido de algo durante de mi semana
depresiva? 

- Escucha, según lo que me has dicho por teléfono. Tu estarás en esta misma situación cuando los ninjas
franceses te aten y te asesinen. Eso cuando el padre mafioso se entere de tu amor hacia ________. Así
que, hazme las cosas más sencillas. Debes conocer mi situación. 

Tenía sus razones en realidad.

Una semana pasó y los chicos quedaron en mi casa cuidando de mí, o eso pensé que hacían. Irene dejó
de dormir en mi casa por órdenes de Jjang, éramos demasiados hombres para que una mujer habite
entre nosotros. Yo definitivamente apoyé la idea, y fue increíblemente gracioso ver como Sehun sufría.
Pero sabía que su verdadero motivo de su estadía era para darme apoyo, y estaba más que agradecido.
Semanas antes me quedé encerrado en soledad, preguntándome por qué estaba tan solo. Hoy casi me
golpeo el haber pensado así. Tengo personas muy valiosas en mi camino. Ellos habían dejado su hogar,
su familia, para asegurarse de que estuviese bien. Y no solo ellos, si no el resto de Exo, quienes llamaban
a diario luego de que se enterasen de lo sucedido.

- Kyungsoo-ah. ¿Tomaste mis calcetines?- me giré con mirada diabólica para enfrentar al más bajo y
apreté entre mis dedos el ultimo calcetín que había conseguido en mi guardarropas. En serio terminaría
sufriendo de la presión arterial con estos chamacos aquí. ¿Por qué no se iban ya? 

Abrió sus ojos por la discriminación y negó con su cabeza un tanto dolido.

-Esta vez no he sido yo. Lo juro por la vida de Kai. Que se caiga por las escaleras si así es- dijo en tono
serio. Y Kai reaccionó ante lo dicho, prácticamente le habían dicho “muérete” ya habían sido dos las
veces que había visto a D.O. con mis calcetines puestos mientras veía doramas en mi sofá. 

- ¡Hey…!- empezó quejarse Jong In con su cara de abogado-reclamando-derechos. Pero le interrumpí.

- Kyungsoo, por el amor que le tenemos a Kai. ¡Sino me dices donde está mi calcetín, literalmente tiro a
Kai por las escaleras! Y tú le pagas el hospital, sin ayuda de Chen- lo miré desafiante con mi mentón alto
y mi pecho sacado hacia delante, como todo macho macho. 

- Pero que mierd…- volvió a debatir Jong In.

- ¡Bueno! Solo procura que no se rompa más de tres huesos. Las cirugías en China son demasiada caras,
en Corea tenemos más tecnología médica y aun así le facilitamos las cosas efectivamente. Pero por mí
está bien, tira a Kai, no tengo tu calcetín. 

- ¡Aish!- rugió como un león la pobre víctima de nuestras amenazas- ¡Déjenme fuera de esto!- explotó-
¡Sehun, las tiene, Sehun! ¡¡Que se muera él, que lo tiren a él, que le hagan cirugías a él!! NO YO- tomó
sus cosas y se largó de mi habitación con pasos furiosos y decisivos.

-¡Cuidado con las escaleras!- le vociferó D.O a Kai y se escuchó el portazo de la habitación de
huéspedes. Pobre Kai. Nadie lo entendía, y pensar que Kyunsoo era el pingüino bueno en la historia.
Niego con la cabeza penosamente mientras le miro y chasqueo mi lengua ante la decepción. 

Kyungsoo toma postura de contestar un “tú también le has ofendido” pero mi celular suena y levanto mi
mano haciendo señas de que se detenga. Deslizo mi dedo sobre la pantalla táctil y me llevo el teléfono
inteligente a mi oído. 

- Xiao Luhan - respondo como siempre. Había acordado con mi padre y con Jjang que no cambiaría mi
apellido. Aun si no soy sanguíneamente parte de ellos, tendría que bregar mucho con actas de nacimiento
y toda esa porquería. Y no gracias.

- “Edward llegó al país. Si quieres ver a Hannah, tienes el ultimo chance…”

****
[ Ost: https://www.youtube.com/watch?v=HMgnMuZyWgc ]
Corrí dentro del edificio en el que vivía mi papá. Sintiendo como una clase de miedo, un monstro se comía
toda racionalidad en mi cabeza, o más bien, llevándose mi alma con ella. ¿Cuándo había descuidado la
situación? ¿Y si ya Hannah estaba en un vuelo camino a Francia? Llegué al ascensor y mi respiración se
volvió dificultosa. Sentía que una parte de mí se alejaba, me sentía incompleto. Joe me sujetó del brazo
cuando mis pies flaquearon mientras el elevador ascendía. 

- Joe… ¿Y si se fue?

- Solo haga las cosas bien, esta vez- sonrió con ternura y me brindó apoyo, ese que nunca dudé de su
parte. El conocía el caso de Hanah, desde que me la encontré en la playa hasta el sol de hoy en día. No
necesitaba informarle las cosas para que supiera que pasaba y callar.

Asentí levemente notando un pequeño fragmento de cansancio llegando a mi cerebro. Veía y no veía. Joe
lo guio hasta el piso correcto y tocó por mí. Pero la puerta aun no abría cuando ya estaba escuchando
gritos y malas expresiones de las personas dentro. Mi estómago empezó a revolotearse por los nervios,
pronto tendría que vomitar.
La puerta abrió.

Mis ojos dieron un escaneo rápido a todo el lugar. Especialmente al hombre vestido de negro que me
había abierto la puerta.
No supe en qué enfocarme primero. Si en el desorden del hogar, el que mi padre Xiao estuviese en él
suelo cubriéndose un ojo de un posible golpe mientras gemía de dolor, el que mi madre Xiao llorase
desconsoladamente, el que Hanah estuviese sentada en el suelo en una esquina con sus pies llevados a
su pecho y su cabeza apoyada en estos, el que Jjang estuviese de pie frente ella tratando de protegerla, o
el que hubiese un hombre alto, fuerte, con un cuerpo muy bien formado, tez blanca, cabello castaño claro
y alguna que otra canas rápidamente detectadas que decía groserías e insultaba vilmente a todo aquel
que se encontraba allí. Y cabe también mencionar que estaban los famosos “ninjas franceses”. Dios, que
me meaba. No pensé que un día así llegaría. 

Di un paso hacia atrás, necesitaba salir de ahí. Yo no tenía que estar allí ¿o sí? 
Joe midió mis intenciones y sostuvo más fuerte de mi brazo, que no había soltado desde el ascensor, y
me miró. “Solo haga las cosas bien, esta vez” repitió con la mirada sin emitir ningún sonido de sus labios,
y solo tragué el nudo formado en mi garganta y asentí.

Caminé dentro de la habitación llamando la atención de todos. Busqué la mirada de ________ y algo en
su mirada me hizo decidir que de aquí saldría con ella, sí o sí. Ella se levantó y corrió hacia mí, pero en
vez de fundirme en un abrazo se colocó detrás de mí y se agarró de mi camina mientras apoyaba su
cabeza en esta y temblaba. 
[ Ost: https://www.youtube.com/watch?v=iLcHCKn-x7Y ]

Eso llamó aún más la atención de Edward. Sus ojos de malicia, penetraban y sacaban todo temor fuera
de mi cuerpo. Ahora no sabía si era Hanah o yo quien temblaba. Pero no era tiempo de temblar.

- ¿Quién demonios eres?- dijo con la voz más grave y demoníaca que en mi vida había escuchado. Mi
piel se hizo gallina. Bajé la cabeza.

- Luhan... ¿Jjang? ¿Lo llamaste?- dijo mamá alterada. 

Hallé sorpresa en el rostro de Edward al volver poner la cabeza en alto.

- ¿Luhan?- repitió incrédulo. 

Asentí y pensé bien lo que iba a decir.

- Puede que me conozca, pero no tengo ni la puta idea de quien sea. Solo sé que es mi padrino y el padre
de __________. Por tanto, por el supuesto cariño que me tiene, le pido que deje a __________- tome una
de las manos de Hanah y entrelacé mis dedos con los suyos. Sentí como su corazón latió fuerte al
instante y dejó de temblar.

Carcajeó incrédulo y sarcásticamente como respuesta.

- Primera vez que te veo luego de mucho y ya me caes pésimo. ¿Puedo preguntar qué tipo de relación
tienes con _______? Sea cual sea, me la llevo justo ahora. Es mi hija, y yo decido que hacer con ella sin
que maricas como ustedes se interpongan. Tu padre de mierda, ese hijo de la…- se reservó el resto de
sus palabras rudas-… ________ vayámonos.

Los hombres de negro empezaron a moverse estratégicamente por la habitación y Hanah estalló un grito
que casi me rompe el tímpano cuando el tío que me abrió la puerta le tomó del brazo. Me puse más
nervioso.

- ¡Solo escúcheme! Lo que tengo que decir, escúchelo por favor- supliqué de manera penosa y
humillante. Los agentes dejaron de moverse y obtuve toda la atención de Edward nuevamente. 

Esta vez dejé de pensar y hablé con el corazón.

- Necesito que esta persona se quede aquí. Es la persona que simplemente llegó a mi vida por puro
destino. Yo no la busqué y ni la forcé. Simplemente pasó así –su rostro se endureció- Pero… ¿sabía
usted que yo había salvado a su hija? ¿De que si no fuese por mí no estuviese aquí sana y salva? ¿De
qué aun sin conocerla la tomé de brazos a un hospital? Donde YO la llevé, de donde YO la acogí y pagué
todo lo que necesitó, de que la cuidé y la protegí de todo mal. ¿Sabía usted de que sufrió un trauma que
no le permitió hablar? Claro, esto último no es totalmente cierto, pues ella sabía por qué estuvo aquí todo
el tiempo. Más bien, yo no supe nada y actué con inocencia y con el corazón. No sabía que no pertenecía
a los Xiao, no sabía de que Jjang era mi padre, no sabía las razones del por qué ________ vino, no sabía
de su existencia siquiera, padrino. Me ocultaron tantas cosas de mi propia vida, que el que debería estar
atemorizando a todos con palabras bruscas debería ser yo. Usted se ha enterado de algo que nunca se
imaginó, así que sabe perfectamente cómo me siento. Pero aun así, tengo la cabeza suficiente para
perdonar, amar y respetar, porque después de todo, estas personas me quieren. Claro, le estoy haciendo
pagar las mil y una a ________. Porque lo que me hizo me ha dolido demasiado y me sigue doliendo,
pero es solo eso, quiero hacerla sufrir para después decirle que no importa, que la amo, que quiero vivir
con ella, que quiero que el futuro nos casemos, tengamos hijos y gatos por toda la casa- sentí como
Hanah aflojó el abrazo y las miradas de todos se había vuelto atónita ante lo que decía, pero no les presté
atención, quería aprovechar que hablaba con la otra cara del corazón, una que desconocía- Por eso le
pido, deje que se quede. Ella, ni tiene la culpa de no ser su hija biológica, más bien siempre lo apreciará
como padre, así como yo lo haré con Xiao. Ella tampoco tuvo la culpa su pasado, Edward. ¿Por qué
encerrarla? El que haya estado aquí a mi lado, sin que nada malo le pasase, es solo una prueba de que
ella no necesita ser encerrada para ser protegida. Resuelva sus problemas con su primo y déjela decidir
su futuro. 
[ Ost: https://www.youtube.com/watch?v=jQQRa38nm-8 ] 
Cuando no encontré que más decir, el silencio reinó por varios minutos. Mis padres, Jjang y Xiao, me
miraban con orgullo y asombro, mamá no pudo evitar llorar ante lo que dije. Y Hanah, no sabía que
expresión tenía por estar a mis espaldas. Edward bajó la cabeza mientras parecía debatir consigo mismo
lo que yo le decía. Pero me empezaba a desesperar, ¿había siquiera escuchado lo que dije?

- Tío Edward…

- Está bien. 

Todos gimieron de asombro. Incluyéndome. 

- Está bien- repitió y me miró- Tienes razón. Creo que dejé esto en manos de mi yo enojado. Más tarde le
rompo el hocico a mi primo – le entregó una mirada de muerte a Xiao, dejándole en claro que lo de ellos
no era un tema terminado- Pero si eres capaz de expresarte así, de cuidar y respetar a ___________.
Entonces… haré el esfuerzo de entender. 

- Oh père! Merci, merci, pour tout. Je suis la fille plus heureuse du monde!- dijo a los gritos y se acercó por
primera vez a su padre desde que llegó, lo abrazó con fuerza y mucho aprecio. Continuaron su pequeña
charla en francés y mientras más hablaban, más relajado parecía el rostro de Edward. En serio lo había
logrado. 

Sonreí para mí mismo y empecé a respirar con regularidad. 

Jjang se acercó a mí y colocó un brazo sobre mis hombros, acercándome a él mientras sonreía conforme.
Mamá ayudó a papá a levantarse y los hombres o ‘los niñas franceses’ como los denominó Sehun,
desaparecían disimuladamente por la salida del apartamento.

- Entonces, ¿Cuándo te casarás con mi hija? 

¿Eh?

"Building a Castle: Construyendo un castillo"

Step: 15: Paso 15

"Destined: Destinado"

N/A: Owww, casi casi es hora de decir bye♥ La verdad era que el Paso 16 iba a se el final, pero lo
extenderé otro más. Espero les guste este capitulo y perdon por tardar tanto xD Saben que las adoro, y
nuevamente gracias por leer. Comenten si le gustó y como creen que terminará.
*
*
*
*
[Ost: https://www.youtube.com/watch?v=prCAQSJ9F9c ]

Mi respiración se detuvo por más tiempo de lo debido. ¿En serio había escuchado esa pregunta? Mi
alrededor empezó a dar vueltas al imaginarme una y otra vez lo que Edward había propuesto, pues juraría
que había escuchado mal. 

Mi padre Jjang bajó su brazo de mis hombros y lució un tanto incómodo mientras me miraba. Entonces no
había escuchado mal. 

- ¿Papa… qué?- inquirió una vez más __________. Parecía más petrificada que yo. 

- Edward, eso…- empezó el señor Xiao.

- ¿Qué no escuchaste su discurso? Habló de matrimonio, y realmente es por eso que he accedido a que
mi hija se quede, porque con el matrimonio le está prometiendo un futuro a __________. ¿O he
escuchado mal? Porque si no es de esa manera es imposible el que ella se quede- le miré fijamente a los
ojos tratando de captar todo lo que emitía, pero sencillamente estaba en entre la confusión y el
aturdimiento. 

- Papá, si él habló de ello… es porque así será- dijo insegura- O quiero creer que así será. De todos
modos, no puedes hablar de eso así, es algo que pasará en muchos…muchos años más.

Todos asentimos de acuerdo a lo que ella había propuesto.

- El próximo mes- sentenció Edward y casi me da un derrame cerebral. 

Este hombre era el más terco que jamás haya conocido en toda mi corta vida. En primer lugar tener este
hombre de suegro sería lo peor y lo más estropeante. El que ___________ y yo nos casemos, ¡bien!
Admito que lo dije, y que sí me interesa llegar a ese punto con ella, ¡pero no ahora de por Dios!
- Edward, mira lo nervioso que lo tienes. Colapsará nuevamente si le dices algo así. ¿En qué mundo cabe
que un mes es suficiente para preparar una boda?- le reprochó mamá a Edward. 

¿Me veía tan mal? Genial. Sobre-actué un poco más buscando asiento en uno de los muebles de la casa.
Agaché mi cabeza y di un ruidoso suspiro. Mi papá Jjang, preocupado, se sentó a mi lado y empezó a
masajear mi espalda con tranquilizantes caricias paternas. 
Lo siento viejo, no estoy tan mal, pero necesito hacer esto.

- ¿Colapsar?- demandó Edward extrañado. Sentía que me miraba.

- Tiene razón- respondió mi padre Xiao, cojeando al tratar de ponerse de pie – Van dos veces que lo hace
desde que inició todo este lío de aclaraciones. 

Alcé la mirada de cachorro abandonado y le imploré piedad con mis ojos. El parecía pensarlo antes de
contestar.

- Solo cásense. Si se aman tanto como dicen, no debe importar nada de esto. Es más, se lo hago más
sencillo. ¿Hija mía quieres casarte con él?- Se volvió medio cuerpo para encarar a ________ quien
simplemente no dejó de boquear como pez fuera del agua.

- Yo… papá- me miró, pero aparté la mirada, ya ni sabía en qué pensar, la había cagado y…- Sí.

Mis pensamientos de dispersaron por el aire y perdí el hilo de cada uno de ellos. Ella dijo que sí. ¿Por qué
me sentiría tan a gusto con esto? ¿Por qué se aceleraba mi corazón? Señor, si existes, dame una mano. 

- ¿Luhan?- me miró Edward con actitud inquietante. 

[ Ost: https://www.youtube.com/watch?v=JLnq_Wf94vI ]

Fui el punto de las miradas, de cada una de ellas, y fue abrumador. 

¿Yo? ¿Casarme con Hanah? Eso estaba entre mis deseos más ocultos, deseos que había sacado a la
luz sin querer. Ahora me estaba ahogando en la piscina que yo mismo llené con agua. No era justo. Estas
cosas se pensaban. Se requería tiempo. Busqué los ojos de mi “prometida” y algo se iluminó en la sala,
algo que solo yo pude presenciar, o quizás ella también. Era algún tipo de pacto travieso el que hacíamos,
y por primera vez me pregunté…

- Jjang…. ¿Conocí a Hannah antes? 

-¿Antes?- dijo confundido. Y Edward alzó las cejas, aligerando un poco el rostro.

- Sí, de pequeños- volví a hablar.

Edward, por primera vez, sonrió abierta y sinceramente. Y se sentó a mi lado en el sofá. Xiao y Jjang,
sonrieron con él.

- La verdad no. Pero aun si no se hubiesen conocido, estuviesen pasando por este paso. Jjang, Xiao y yo,
habíamos acordado casarlos cuando apenas tenías 10. Fue un trato informal que surgió en una
conversación cualquiera. Debí apreciarte mucho en ese entonces para poder poner a mi hija de 7 en tus
manos. Yo siendo como soy- sus comisuras se fueron debilitando hasta quedar en una amarga sonrisa.

-¿Y por qué ya no le agrado?- inquirí dolido. ¿Había hecho algo mal? ¿Había ganado el odio de mi recién-
conocido padrino?

Suspiró exasperado, y jugó con sus pies y la alfombra antes de continuar.

- No. Solo que, me alejé de mi gente, Luhan. Recibí mi primera amenaza contra mi familia al año
siguiente, y me alejé de mis relaciones cercanas y no tan cercanas, y me volví un padre mucho más
controlador. Necesitaba asegurarme de que nada malo le pasaría a mi familia por mi culpa. Así fue como
ese tema también quedó en el olvido. Pero, mis deseos y viejas ganas de que eso pase, acabaron de
surgir cuando le prometiste un futuro a mi hija. Me dejaste ver el grandioso hombre en que te has
convertido. Así que, porque ahora tengo la oportunidad de que eso pase….quiero que pase Luhan. Si
esto no es el destino, no sé qué otra cosa sea. No hago esto simplemente porque se había predicho en el
pasado, más bien porque me has mostrado que la amas, y creo que ni tú mismo sabes cuánto- su voz
esta vez fue calma y pacífica. Entendía a lo que se refería. Y sabía que era lo que debía hacer. 

No me esperaba nada de esto. Pensé que había sido un total fracaso en el amor, pero en realidad el
destino tenía esto guardado para mí. Por eso quizás nunca amé con sinceridad a más nadie, y no me fue
bien en citas arregladas, y hasta era considerado gay. Pero sí, amaba a esa niña con todo mi ser, la amé
cuando me miró por primera vez, cuando me sonrió. La amé cuando se apoyó en mi para cuidarle, la amé
cuando la vi dormirse a mi lado por primera vez, cuando dijo sus “primeras palabras”, que quizás fueron
parte de su actuación, pero cuando la escuché hablando con tanta perfección y fluidez, no solo dolió, sino
que mi corazón latió a velocidad luz, porque ¿Cuántas veces deseé ese momento? 
Sentía que si la dejaba ir esta vez, sería para siempre. Y eso no podía ocurrir. Jamás.

- ¿En un mes?- pregunté a Edward luego consultar las razones positivas del por qué debería amarrar mi
vida junto a la de Hanah.

- Un mes. En dos meses la familia Lance se mudará a Canadá, iniciaré un nuevo proyecto que ya está
firmado. Así que si no es ahora, no podré estar presente. Pero si me pides tiempo, te doy tiempo
exclusivamente para ti Luhan. Tal vez no esté presente, pero tu….tú mereces eso, ahijado mío. Lo siento
por verlo ahora, me dejé cegar por el control y el enojo- sonrió. 

Y no pude evitar sonreír mientras sentía que mis mejillas se ruborizaban ligeramente. Edward, a pesar de
todo era un buen tío. Y no solo eso, sino que, inexplicablemente, me tenía mucho aprecio, y justo ahora
estaba siendo testigo de eso. 

- Que sea en un mes- dije decidido. Con una razón más para tirarme al barranco, ¿Qué encontraría al
fondo? ¿Tinieblas, carabelas y mi muerte? ¿O arbustos amortiguadores en un precioso y florecido bosque
con vista al paraíso?

No lo sabía. 
Pero habías elegido bien, Luhan. 
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

[No-Ost]

Estábamos en un almuerzo familiar, esas comidas pre-matrimoniales en donde los padres se reparten
entre sí los gastos. Era una cultura de muchos países asiáticos, y puede que alguna u otra familia
americana o europea. Los novios solo se ven las caras y se casan, los padres hacen todo lo demás. 
La vista a través de los ventanales sea hermosa, pensaba cuando no encontraba que decir en la
conversación.

Ellos hablaban plácidamente mientras comían y elogiaban los talentos culinarios de mi mamá. Nos
acompañaban Irene, Jung Kook (el hermano menor de la familia Lance, que resultaba ser el verdadero
apellido de Hanah), la madre de los Lance se había reservado la visita, y al parecer Edward pensaba en
un divorcio, pues lo mencionó indirectamente en una conversación, pero Jjang rápidamente lo captó y dijo
“Se te ha enfriado la mente para hacer lo correcto para la felicidad de nuestros hijos, sin embargo, trata de
enfriar un poco más los pensamientos por el bien de tu propia felicidad”. 

Hanah y yo estábamos sentados el uno junto al otro. No habíamos hablado abiertamente desde lo
ocurrido con Edward. Más bien, les dejábamos todo a nuestras miradas cómplices, y eso parecía estar
bien de momento. Pero sabía que pronto tendríamos que tener esa incómoda conversación que nos
habíamos reservado. Y sabía que mientras más pronto mejor. Teníamos que dejar muchas cosas en claro
antes de empezar a vivir juntos y toda esa mierda.
¡Madre mía! Si quiera me imaginaba una vida junto a ella.
Al finalizar el postre y al verme fuera del tema de conversación, decidí salir al balcón por un poco de aire.
Me apoyé contra los barandales para aislar un poco mis pensamientos. Miré hacia la vista de un
anaranjado mar, cerré los ojos y era magnifico como solo se escuchaba un tranquilizador oleaje. A pesar
de solo ser un segundo nivel, la vista de la casa del viejo Jjang era increíble, aún más si sabes que nunca
tuvo acceso a todo esto cuando joven. Él se había convertido en un gran hombre de bien, a pesar de ser
abandonado por mamá. Investigaría eso después. 

[ Ost: https://www.youtube.com/watch?v=wWNQzQsCdlk ]

Sentí como otra figura se apoyaba de igual manera contra los barandales y suspiraba algo cansada. La
miré y sonreí. 

- El sonido de las olas me acuerdan al día en que te vi por primera vez- dije para iniciar la conversación.
Ella asintió.

- Lamento si fue un feo episodio vivido… lamento tantas cosas Luhan.

Me miró buscando consuelo en mis ojos, temía que la rechazara nuevamente ahora que no estábamos
frente a nuestros demás familiares. 

- Supongo que no vale de nada lamentarse. Pensándolo bien, todo fue jugado por el destino. ¿Tú no lo
crees así? 

- ¿Tú estás bien con eso?

- Lo he estado ya hace varias semanas, __________. Necesitaba hacerte sentir mal y necesitaba
comprobar qué ganaría si te perdonaba. Pero solo fue una pérdida de tiempo ¿no? En vez de ello, pude
haber conocido a tu verdadero yo, porque si a algo le temo es el hecho de que estoy a punto de casarme
con alguien a quien desconozco. 

- Yo…

- No me mal-entiendas. No sé cuál es tu comida favorita, ni que película te hace llorar. No sé si te gustan


los gatos o si prefieres los perros. No sé si te agradan los niños. No sé si eres introvertida o extrovertida.
No sé si sueles tener muchos amigos, si te gusta ir de compras o si prefieres quedarte en casa haciendo
llamadas telefónicas. No sé ni siquiera que estudiabas en Francia, no sé tus pasatiempos. No sé nada de
ti. Solo sé que te amo, y porque te amo, voy a intentarlo Hanah- dije mirándola fijamente a los ojos.
Quería que todo lo dicho fuese captado debidamente esta vez- Ya no voy a correr lejos de ti, sin embargo,
prométeme que podré saber todo eso de ti. No ahora, si no con el tiempo. 

Su labio inferior empezó a temblar nerviosamente y bajó su cabeza mientras sollozos salían de lo más
profundo de su ser. No eran llantos tristes ni amargos, eran unos de felicidad y alivio. Ella esperaba algo
peor, y lamentaba que pensase así. 

La cubrí con mis brazos la acurruqué contra mí. Y una brisa con olor a húmeda sal y arena acarició
nuestras narices.

- Te amo, Lu- miró hacia arriba encontrando mis ojos una vez más. 
- Yo te amo mucho más, _________- sonreí y abracé su rostro con mis manos para luego acercarnos
hasta unir nuestros labios. Se podía decir que había sido nuestro primer beso. Literalmente no lo era, pero
éste era mutuo. 

Sus labios eran cálidos y suaves. Sus brazos cruzaron por encima de mis hombros para abrazarse a mi
cuello y unirse más a mí. El beso se profundizó haciéndose uno más apasionado y sugerente. Jugueteé
con su lengua y mordí su labio inferior haciéndola reír, y empezaba a hacer calor, y no precisamente por
el sol.
- Luhan- suspiró mi nombre cuando nos separamos por falta de aire, ella aun abrazada a mí- Tenemos
que esperar la luna de miel para… ¿eso?

¿Qué? Me quedé con ojos abiertos y mi boca formando una perfecta”O” ante la sorpresa.
Creo que mi expresión fue tan clara y expresiva que todo el rostro de Hanah se volvió rojo y se cubrió la
boca, quizás aniquilándose mentalmente por haber propuesto eso.

[ Ost: https://www.youtube.com/watch?v=fIUmSSGDlMQ ]

- _________, tú. D-definitivamente tengo que conocerte pronto, ¿Quién diría que la verdadera tu fuese
tan…caliente?- reí aun anonado por lo dicho. No me lo terminaba de creer.

- ¡No! Eso… yo no soy así. Pero es que…

- ¿Es que qué? ¿No es apenas nuestro primer beso mutuo?- estaba petrificado, pero necesitaba escavar
sus más profundos deseos- Porque el de la clínica no fue uno memorable.

- Eso no es cierto. La vez que te emborrachaste con tus amigos, esa noche me besaste como si no
hubiese un mañana. Casi hablo para pedirte que te quitaras toda la ropa-explicó bajando la mano de su
rostro.

Reí ruidosamente, mientras me apartaba de su abrazo y me sujetaba a las barras, al escuchar eso, era
increíble. Realmente me había sospechado de que esa escena había sido real cuando me la soñé la
noche siguiente, pero jamás pensé en los más oscuros pensamientos de esta mujer, ¡por Dios! Estaba
que temblaba de los nervios y asombro, y no podía parar de reír. 

- ¿Quién eres y que has hecho con mi Hanah angelical?- demandé cuando pude respirar nuevamente.
Esta conversación se ponía más excitante de lo debido. 

- Si no te hubieses dormido esa noche hubiese sabido que nunca ha habido una Hanah angelical- puso
ambas manos en su cadera- ¿Qué quieres de mí? Soy una joven mujer que nunca ha estado con un
hombre antes y que el tenerte en frente mío todo este tiempo, no resultó fácil. ¡Nada fácil!- exclamó
avergonzada y algo frustrada. Yo que metía la mano en el fuego por la seriedad de esta mujer. 

- ¿Entonces…qué estas sugiriendo exactamente?- entrecerré los ojos y ronroneé intencionalmente


mientras me acercaba a ella una vez más. Y miraba sus labios.

Ella dejó todo aire de sus pulmones, y propuso con una voz malditamente sexy.

- Pues, que nos escapemos sin dar explicación alguna y me muestres que en verdad me amas tanto
como dices y que enserio ya no hay rencor alguno- jugó con mi corbata- Correr en la playa, jugar con la
arena toda la tarde, comer helado, luego podemos hacerlo mientras el sol se esconde y hasta que la luna
llegue, frente a la misma luna con la que me encontraste aquella noche, y así oprimimos cualquier mal
recuerdo- Se alejó y me guiñó un ojo. Se quitó los tacones, los tiró fuera del balcón y brincó los
barandales para caer en una suave arena en el primer nivel. No me preocupé si había resultado
lastimada, porque era muy poco probable cuando solo había un piso de distancia y abajo se encontraba
un confortable conjunto de arena. Miró hacia arriba y corrió hacia el mar, haciendo que yo me apresurara
en bajar.
Esta no era la chica que tenía en mente, pero quizás pueda ser una mejor.

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