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EL FINANCIAMIENTO A

LA PROLIFERACIÓN DE
ARMAS DE
DESTRUCCIÓN MASIVA
El rol que juega
Colombia
Comparte: CARLOS A
BOSHELL NORMAN

El Grupo de Acción Financiera


Internacional (GAFI) incluyó en las 40 Recomendaciones publicadas en febrero del
año 2012, una nueva recomendación, identificada con el número 7, por la cual, los
estados deben adoptar medidas orientadas a prevenir, suprimir y desarticular la
proliferación de armas de destrucción masiva y su financiamiento. En particular, está
dirigida a la aplicación de sanciones financieras en virtud de lo estipulado en las
Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas Nos. 1718 (2006),
1737 (2006), 1747 (2007), 1803 (2008) y 1929 (2010). Si bien el GAFI aún no ha
acordado una definición de trabajo válida acerca del término “financiamiento de la
proliferación”, se entiende, según lo publicado por este grupo internacional en el
documento.

"Buenas Prácticas de la Recomendación Nº2" que: "Financiamiento de la


Proliferación es todo acto que provea fondos o utilice servicios financieros,
en todo o en parte, para la fabricación, adquisición, posesión, desarrollo,
exportación, trasiego de material, fraccionamiento, transporte, transferencia,
depósito o uso de armas nucleares, químicas o biológicas, sus medios de
lanzamiento y otros materiales relacionados (incluyendo tecnologías y bienes
de uso dual para propósitos ilegítimos) en contravención de las leyes
nacionales u obligaciones internacionales, cuando esto último sea aplicable”.

Los efectos de la globalización y el creciente protagonismo de los actores no


estatales plantean nuevos riesgos a la comunidad internacional del siglo XXI. En
este contexto, el Consejo de Seguridad adopta la resolución 1540 (2004), del 5 de
noviembre de 2004, que regula el control del armamento nuclear, químico y
biológico para evitar su adquisición por grupos terroristas. Entre las medidas que la
resolución impone a los Estados Miembros, el control de exportaciones,
especialmente de bienes de doble uso, adquiere mayor relevancia. Este trabajo
analiza la efectividad de los mecanismos disponibles en un ámbito tanto
internacional general como regional para evitar la adquisición de materiales
relacionados con las armas de destrucción masiva y su posible uso.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó la Resolución 1540 (2004), de


28 de abril de 2004, en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas
debido a la responsabilidad primordial de “mantener la paz y la seguridad
internacionales” que le concede el artículo 24 de la Carta. Existe un reconocimiento
general de que la Resolución 1540 (2004) no reemplaza ni destituye al régimen
convencional en materia de no proliferación y control de armamentos, sino que lo
complementa (Bosch y van Ham 2007, 7; Asada 2009, 315; Salisbury et al 2018, 7).
En este sentido, es objetivo principal de la resolución subsanar las lagunas
existentes en el marco normativo internacional de no proliferación, abordando las
amenazas que plantean las armas nucleares, químicas y biológicas, así como sus
sistemas vectores. La resolución crea, además, mecanismos de carácter
preventivo, y no sancionador, y tiende a la universalización de las medidas para
afrontar los riesgos que presentan los actores violentos no estatales.

Desarme y no proliferación

Armas Convencionales
El Estado colombiano, como país afectado por el tráfico ilícito de armas pequeñas
y ligeras, sus partes, componentes y municiones, está comprometido con el
fortalecimiento del régimen internacional en materia de desarme, no proliferación y
control de armamentos convencionales.
En este sentido, nuestro país juega un rol activo en los principales instrumentos
internacionales, a saber:

• El Programa de Acción de las Naciones Unidas para prevenir, combatir y


eliminar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos y
el Instrumento Internacional de Rastreo

Este Programa de Acción tiene por objeto promover la acción responsable de los
Estados para prevenir la exportación, la importación, el tránsito y la reexpedición
ilícitos de armas pequeñas y ligeras, mediante el desarrollo de acciones en plano
global, regional y nacional.

• La Convención interamericana contra la fabricación y el tráfico ilícito de


armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados -
CIFTA-
Colombia firmó la Convención en noviembre de 1997 y la ratificó en 2003, entrado
en vigor para el país el 5 de marzo del 2003. La ley aprobatoria de la Convención
es la N° 737 de 2002. Como Estado Parte de la CIFTA, Colombia da pleno
cumplimiento a sus disposiciones y participa activamente en las reuniones del
Comité Consultivo y del Grupo de Expertos. En el marco de estas reuniones, nuestro
país tiene la oportunidad de informar sobre el desarrollo de nuestras capacidades
nacionales, así como intercambiar experiencias positivas en materia de prevención,
combate y erradicación de la fabricación y tráfico ilícitos de armas pequeñas y
ligeras, sus municiones, explosivos y otros materiales relacionados.

• El Tratado sobre Comercio de Armas Colombia se encuentra adelantando el


proceso de ratificación de este instrumento internacional. Este Tratado se constituye
como un hito en la materia puesto que es el primer instrumento internacional,
jurídicamente vinculante, que regula de forma integral las transferencias de
armamento convencional; obliga a cada Estado Parte a reportar sus exportaciones
e importaciones de armas; insta a los Estados a crear un sistema nacional de control
que permita negar transferencias de armas cuando éstas puedan ser utilizadas en
la comisión de genocidios, crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad; entre
otras disposiciones.

• Otros instrumentos internacionales en la materia

• La Convención sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas


convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos
indiscriminados y sus protocolos I (fragmentos no localizables), III (armas
incendiarias) y IV (láser cegadoras).
• La Decisión 552 de la Comunidad Andina, por medio de la cual se establece el
Plan andino para la prevención, combate y erradicación del tráfico ilícito de armas
pequeñas y ligeras en todos sus aspectos.

Armas Nucleares

Colombia ha mantenido apego a los instrumentos jurídicos y a la institucionalidad


internacional, señalando la importancia del efectivo cumplimiento y la aplicación de
los tres pilares del régimen de desarme y no proliferación nuclear, a saber: el
desarme, la no proliferación nuclear y la promoción de los usos pacíficos de la
energía nuclear.

Instrumentos relevantes en la materia:

• Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP)

Colombia es Estado parte de este tratado, el cual fue aprobado mediante Ley 114
de 1985 y entró en vigor para el país el 30 de abril de 1986. El Tratado sobre la No
Proliferación de las Armas Nucleares es un hito en materia de desarme, puesto que
es el único instrumento jurídicamente vinculante de carácter multilateral, cuya
finalidad es el desarme y la no proliferación de armas nucleares.

• Tratado de Tlatelolco

Este tratado fue aprobado en Colombia mediante Ley 45 de 1971 y entró en vigor
para el país el 6 de septiembre de 1972. El Acuerdo tiene como propósito la
desnuclearización de América Latina y el Caribe. En virtud del mismo la región se
convirtió en la primera zona del planeta densamente poblada libre de armas
nucleares. Los Estados Parte del Tratado de Tlatelolco tienen el compromiso de
utilizar exclusivamente con fines pacíficos el material y las instalaciones nucleares
sometidos a su jurisdicción, así como de prohibir e impedir en su territorio el ensayo,
uso, fabricación, producción o adquisición, por cualquier medio, de cualquier arma
nuclear, bien sea directa o indirectamente, por mandato de terceros o de otra forma.
• Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)

Colombia es miembro de esta importante organización. El Estatuto del OIEA fue


aprobado mediante Ley 16 de 1960 y modificado mediante el Decreto 1682 de 1997.
Este tratado entró en vigor el 30 de septiembre de 1960. El OIEA es una
organización internacional independiente de carácter gubernamental asociada al
Sistema de las Naciones Unidas, cuyo propósito es procurar, acelerar y aumentar
la contribución de la energía atómica a la paz, la salud y la prosperidad del mundo.

• Otros instrumentos internacionales en la materia:

• Convención para la protección física de materiales nucleares.


• Convención sobre la pronta notificación de accidentes nucleares.
• Convención sobre asistencia en caso de accidente nuclear o emergencia
radiológica.
• Acuerdo regional de cooperación para la promoción de la ciencia y tecnología
nucleares en América Latina y el Caribe (ARCAL).
• Tratado Antártico.
• Tratado por el cual se prohíben los ensayos con armas nucleares en la
atmósfera, el espacio ultraterrestre y debajo del agua.
• Tratado para la prohibición completa de los ensayos nucleares (TPCEN).

Armas Químicas y Biológicas

El uso pacífico de la energía nuclear, de los agentes biológicos y de las sustancias


químicas es parte de los lineamientos seguidos por el Gobierno Nacional en materia
de política exterior. Por ello, el país ha participado activamente en foros
internacionales en los que se abordan estos temas además es Estado parte de los
principales instrumentos jurídicos en la materia:

• Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el


Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su Destrucción.

El 13 de enero de 1993 Colombia firmó la Convención sobre Armas Químicas, la


cual entró en vigor para el país el 5 de mayo de 2000. Colombia aprobó esta
Convención en su marco legislativo mediante la Ley 525 de 1999. La Convención
se erige sobre cuatro pilares: el desarme químico (destrucción de las armas
químicas e instalaciones para su producción o su reconversión hacia fines
pacíficos); la no proliferación (prevenir el resurgimiento de las armas químicas a
través del control de las sustancias de uso dual); la asistencia y protección; y la
cooperación internacional. En virtud de este instrumento internacional, Colombia es
Estado miembro de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas y a
partir de mayo de 2017 hasta mayo de 2019 Colombia es uno de los 41 miembros
del Consejo Ejecutivo de la OPAQ.
• Convención sobre armas biológicas y toxicas

Colombia ratificó la Convención en diciembre de 1983 y entro en vigor para el país


ese mismo año. La ley aprobatoria de la Convención es la N° 10 del 14 de febrero
de 1980. Es el primer tratado internacional en proscribir una categoría de arma de
destrucción masiva, prohibiendo la producción, almacenamiento, fabricación, uso y
transferencia de armas biológicas. Con el fin dar aplicación al artículo IV de este
instrumento, Colombia actualmente centra esfuerzos en adopción de medidas para
la aplicación de la Convención por medio del establecimiento de una Autoridad
Nacional.

Minas Antipersonal

Instrumentos relevantes en la materia:

• Protocolo II enmendado sobre minas, armas trampa y otros artefactos (CCW)

Colombia se adhirió a la Convención y a su protocolo II enmendado en 1998 y entró


en vigor en septiembre del año 2000. La ley aprobatoria del tratado es la 469 DE
1998. La problemática del uso de las minas antipersonal fue abordada inicialmente
por la Convención sobre Prohibiciones o Restricciones del Empleo de Ciertas Armas
Convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos
indiscriminados (CCW, por sus siglas en inglés) de 1980, en el marco de la cual se
adoptó el Protocolo sobre Minas, Armas, trampa y Otros Artefactos, enmendado en
1996. Colombia es Estado Parte del Protocolo II enmendado y de conformidad con
sus obligaciones como Estados Parte, presenta anualmente Informe de Aplicación
Nacional, los cuales están disponibles en la siguiente página
web: http://www.unog.ch/80256EE600585943/(httpPages)/66F87A925AAEBCF4C
12574830030A9CF?OpenDocument

Durante el año 2018, Colombia ejercerá co-coordinación del Grupo de Expertos


sobre Artefactos Explosivos Improvisados, en conjunto con Francia.

• Convención de Ottawa

La Convención sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y


Transferencia de Minas Antipersonal y sobre su Destrucción de 1996, también
conocida como la Convención de Ottawa, fue ratificada en septiembre de 2000 y
entró en vigor en marzo de 2001. La ley aprobatoria es la 554 de 2000. En el marco
de la Convención se han establecido cuatro pilares para la Acción Integral contra
Minas Antipersonal, a saber, universalización, limpieza y descontaminación y
educación en el riesgo, asistencia a víctimas y cooperación y asistencia. Cada uno
de estos pilares cuenta con un Comité conformado por los Estados parte de la
Convención. Durante el año 2018, Colombia será parte del Comité para la
implementación del Artículo V, en conjunto con Suiza, Chile y Países Bajos. Para
mayor información sobre la Acción Integral contra Minas Antipersonal en Colombia
ingrese a www.accioncontraminas.gov.co
• Municiones en Racimo

La Convención sobre Municiones en Racimo fue aprobada por Colombia mediante


ley 1604 de 2012 y entró en vigor para nuestro país el 1 de marzo de 2016.La
Convención sobre Municiones en Racimo, hace parte de los tratados de desarme
que proscriben el uso de armas de impacto humanitario, es decir, aquellas armas
que por su naturaleza afectan negativamente a la población civil, debido a que violan
principios del derecho internacional humanitario, en especial los principios de
distinción y proporcionalidad. Por medio de esta Convención se prohíbe, en
términos generales, cualquier empleo, producción, transferencia y almacenamiento
de municiones en racimo. Colombia es un país comprometido con el desarme, la no
proliferación y el control de armamentos, aun sin haber entrado en vigor dicha
Convención, el Estado colombiano trabajó para promover los principios de la misma
y dio cumplimiento a sus disposiciones de forma práctica y voluntaria, eliminando la
totalidad de sus existencias de municiones con características tipo racimo en el año
2009.

Referencias.
• Abi-Saab, G. (2010). The Security Council Legibus Solutus? On the legislative forays of the Council, en International law
and the quest for its implementation, Boisson de Chazoirnes, L. y Kohen, M. (eds.), Leiden: Koninklijke Brill, pp. 20-43.
• Albright, D. y Hinderstein, C. (2005) Unraveling the A. Q. Khan and Future Proliferation Networks. The Center for
Strategic and International Studies and the Massachusetts Institute of Technology, 
The Washington Quarterly, 28:2 pp.
111–128.
• Anthony, I., Ahlström, C. y Fedchenko, V. (2007). Reforming nuclear export controls the future of the Nuclear Suppliers
Group. SIPRI, SIPRI Research Report No. 22.
• Anthony, I. (Enero 2014). Exports of dual-use chemicals to Syria: an assessment of European Union export
controls. Non-proliferation Papers, No. 35.
• Asada, M. (2009). Security Council Resolution 1540 to Combat WMD Terrorism: Effectiveness and Legitimacy in
International Legislation. Journal of Conflict & Security Law, Oxford University Press, pp. 303-332.
• Bauer, S. (Julio 2013). WMD-related dual-use trade control offences in the European Union: penalties and
prosecutions. Non-Proliferation Papers, No. 30.

Feliz día

CARLOS ALFONSO BOSHELL NORMAN


Correo: gerencia@cbconsultoresprofesionales.com
Cel. 318 883 23 76
www.cbconsultoresprofesionales.com

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