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Dª María del Mar Hidalgo García, analista del Instituto Español de Estudios
Estratégicos, comienza su contribución «Iniciativas para la lucha contra la
proliferación de armas de destrucción masiva» constatando que las armas de
destrucción masiva están consideradas como amenaza a nivel internacional
desde la ONU hasta gran parte de diferentes estrategias nacionales, pasando
por la OTAN y la UE. Asimismo, afirma que para poder hacerlas frente se debe
ejercer un multilateralismo eficaz no solo mediante regímenes de no prolifera-
ción sino también a través de diferentes organismos internacionales.
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En el marco de la ONU, resalta la aprobación de la Resolución 1540 del Con-
sejo de Seguridad en la que se decide que «todos los Estados, de conformidad
con sus procedimientos, deben adoptar y aplicar leyes apropiadas y eficaces
que prohíban a todos los agentes no estatales la fabricación, la adquisición,
la posesión, el desarrollo, el transporte, la transferencia o empleo de armas
nucleares, químicas o biológicas y sus sistemas de vectores, en particular con
fines de terrorismo».
Para María del Mar Hidalgo, existen tres niveles de defensa frente a la prolife-
ración de armas de destrucción masiva. En un primer nivel, se encuentran los
tratados internacionales y los regímenes de control de exportaciones. En un
segundo nivel, se hallan aquellos acuerdos de carácter más restringido entre los
actores implicados como los bilaterales entre EE.UU. y Rusia y las iniciativas
internacionales o regionales. En un tercer nivel, se sitúan las medidas que cada
estado debe adoptar a nivel nacional en función de su grado de compromiso
con los acuerdos internacionales.
nisterio de Defensa.
Jesús R. Argumosa Pila
Resumen y conclusiones
II
Más adelante, el autor resalta que actualmente hay en Irán 23 centros nuclea-
res, siendo los más importantes el de Esfahan (producción de exafloruro de
Jesús R. Argumosa Pila
Resumen y conclusiones
En cuanto a Corea del Norte, el general Velarde señala que después de la pri-
mera prueba nuclear norcoreana realizada en 2006 con una bomba de plutonio,
los Estados Unidos estimaron que Corea del Norte había obtenido en el Centro
Nuclear de Yongbyon unos 50 kg de plutonio enriquecido al 94% para bombas.
Corea del Norte reconoció haber obtenido solamente 30 kg, suficientes para
fabricar 5 bombas atómicas.
mento nuclear y Director Emérito del Laboratorio Nacional de los Álamos entre 1986 y 1997.
Jesús R. Argumosa Pila
Resumen y conclusiones
El caso de Irán es diferente del de Corea del Norte y las medidas que se pudie-
sen adoptar para evitar la proliferación nuclear son radicalmente distintas. Irán
es productor de petróleo y, por tanto, los embargos que se pudiesen adoptar son
250 de resultado problemático. Aunque fueran destruidos los centros relacionados
con la fabricación de bombas nucleares la proliferación nuclear solo se retra-
saría unos años, por lo que tendrían que repetirse estas operaciones periódica-
mente, con los problemas que conllevan.
En la firma de tratados, acuerdos, etc., con Irán, hay que tener en cuenta que
Irán aplicaría, como es habitual, una compleja política de confusión, cansancio
y dilación, con objeto de tener tiempo a que pueda desarrollar el arma nuclear,
del mismo modo a como lo ha hecho Corea del Norte.
Corea del Norte sufre hambrunas periódicas y tiene graves problemas de abas-
tecimiento energético. Por este motivo el problema de la proliferación nuclear
podría resolverse estableciéndose unas salvaguardias generales que impidiesen
el desarrollo de armamento nuclear, a cambio de una importante ayuda eco-
nómica.
etc.), decida vender, en un futuro próximo y, al mejor postor, misiles con ca-
beza nuclear, de igual modo a como lo hizo la Red Jan de Pakistán vendiendo
ultracentrifugadoras a Irán, Corea del Norte e intentándolo en Libia.
III
Para el autor, la CAQ es uno de los tratados más completos sobre control de
armamento, considerado en sentido amplio, es decir, teniendo en cuenta la no 251
proliferación, el desarme, y las medidas de fomento de la confianza y la seguri-
dad. Asimismo, por el Artículo VIII se crea la Organización para la Prohibición
de Armas Químicas (OPAQ), con sede en La Haya, responsable de velar por el
cumplimiento de las disposiciones de la Convención. Es decir, tiene un instru-
mento de verificación.
destruir unas 9,5 toneladas de iperita. Los otros cuatro países ya han completa-
do la destrucción de sus arsenales químicos.
Al igual que Egipto y Siria, Corea del Norte también habría desarrollado la
capacidad de ser autónoma para la producción de armas químicas. Al parecer
el desinterés del régimen de Pyongyang por incorporarse al TNP parece exten-
derse también a su acceso a la CAQ.
En cuanto a las «áreas grises» que se achacan a la CAQ, el autor subraya especial-
mente tres áreas donde se puede producir una violación de la Convención. La pri-
mera se refiere a la utilización de agentes antidisturbios en zonas «sensibles». Son
ejemplos de este área el uso de agentes antidisturbios por fuerzas de la OTAN, en
Brcko, en 1997, o en la operación del secuestro de unas ochocientas personas por
parte de terroristas chechenos en el teatro Dubrovka de Moscú, en 2002, al disper-
252 sarse una sustancia opiácea, por el sistema de ventilación del teatro.
La segunda, está relacionada con las inspecciones de las OCPF(6) ya que su nú-
mero supera con creces el número de instalaciones que producen sustancias de
las listas de verificación. De las aproximadamente cinco mil OCPF declaradas,
más de dos mil se encuentra en China e India. Por último, la tercera, se refiere
a las emisiones de agentes químicos por ataques convencionales Las graves
consecuencias que podrían haber tenido los ataques contra instalaciones quí-
micas en el conflicto de la antigua Yugoslavia, en los años 90 del siglo pasado,
muestran otra «área gris» en la Convención.
(6)
Otras instalaciones de producción de armas químicas.
Jesús R. Argumosa Pila
Resumen y conclusiones
Sugiere que si algunos Estados Partes no consigan destruir sus arsenales quí-
micos antes de la fecha límite impuesta por la CAQ, 29 de abril de 2012, de-
bería llegarse a una solución consensuado por todos los Estados Partes con
Jesús R. Argumosa Pila
Resumen y conclusiones
IV
También resalta Alberto Cique que, desde un punto de vista metódico, el cen-
tro de gravedad de la CABT gira en torno al concepto de «confianza mutua».
La cual se trata de alcanzar mediante la adopción de una serie de medidas
de tipo multilateral que se han dado en llamar «Medidas de Fomento o de
Construcción de la Confianza», que se fundamentan en el intercambio pe-
riódico de información relacionada con la existencia de programas biológi-
cos, actividades relacionadas, registro de instalaciones, etc. Sin embargo, esa
confianza es fácilmente vulnerable porque hay estados que están dispuestas
a quebrantarla, ya que la convención solamente es una declaración de inten-
ciones.
También hace notar que la aplicación acertada de las medidas de lucha contra
el bioterrorismo a las enfermedades emergentes y reemergentes exige realizar
una gestión integral y racional de los recursos permitiendo mejorar la respues-
ta de los sistemas de salud pública frente a la enfermedad, ya que en caso de
sufrir un incidente biológico las consecuencias económicas y sociales pueden
superar con mucho lo predecible, desde las pérdidas humanas hasta el aban-
dono de la actividad económica por cierre de negocios, la caída del turismo e
incluso el abandono del entorno.
256 Resalta el comandante que es prioritario que haya una mayor coordinación en-
tre las diferentes administraciones, ya que esto no solo redundará en beneficio
de la gestión de la información sensible, sino que beneficiará a las organizacio-
nes empresariales. Junto a ello, es preciso establecer unas adecuadas políticas
de comunicación ya que la amenaza biológica ha evolucionado en los últimos
años de forma exponencial, al menos en el papel, generando una sensación de
vulnerabilidad o de inseguridad subjetiva en la sociedad que la mayor de las
veces no se ajusta a la realidad.
Un aspecto muy importante que se destaca en todos los foros donde se trata la
proliferación biológica es la necesidad de establecer códigos de conducta y có-
digos de buenas prácticas para el personal que trabaja en el campo de la biolo-
gía. En definitiva, para prevenir la difusión del conocimiento hacia actividades
ilícitas lo que hay que hacer es «convencer» a aquellas personas que disponen
de la formación necesaria y suficiente para formar parte de un programa bioló-
gico que desistan de iniciar este camino.
Existe otro escenario que implica un riesgo radiológico, tanto para el personal
militar como para los civiles: los accidentes nucleares y radiológicos. En este
caso, las consecuencias pueden ser muy superiores y la dificultad en la gestión
258 también. Se puede hacer un paralelismo con los graves sucesos que en el mo-
mento de la redacción de este documento se estaban produciendo en la central
nuclear de Fukushima, Japón, donde varios reactores se encuentran en dificul-
tades emitiendo material radiactivo.
Para el autor, no parece necesaria ninguna ampliación del marco legal inter-
nacional en derecho de la guerra y humanitario para prohibir específicamente
este uso. Una opción de futuro sería concretar un protocolo adicional para la
prohibición del armamento radiológico, pero se encontraría con ciertas difi-
cultades técnicas como la definición de arma radiológica. En su opinión, sería
mejor una definición cualitativa que cuantitativa en base a la finalidad y el
carácter indiscriminado del arma
El capitán Ortega afirma que el terrorismo nuclear es una de las mayores ame-
nazas por su capacidad de destrucción física, su efecto psicológico, su impacto
económico y político y su incalculable valor coercitivo y propagandístico. Pero
Jesús R. Argumosa Pila
Resumen y conclusiones
Como final. el autor destaca que España participa activamente en las inicia-
tivas internacionales para combatir el terrorismo nuclear, considerando muy
importante el hecho de que nuestro país asumiera la responsabilidad de ser el
coordinador, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, del
Grupo de Ejecución (IAG) de la Iniciativa Global para Combatir el Terrorismo
Nuclear (GICNT) desde junio de 2010; de finalidad fundamentalmente técnica
para coordinar eficazmente las medidas de esta iniciativa.
VI
Así, es probable que el primer despliegue sea como sistemas C-RAM (Counter
Rocket, Artillery and Mortar) o sistemas antimisiles balísticos, siempre que
sean evaluados como superiores a los convencionales actuales o en desarrollo.
Por tanto no es probable que se desplieguen con fines eminentemente ofensi-
vos en un plazo inferior a veinte años, estando este plazo condicionado a la
evolución real y a los progresos que se consigan.
VII
Tras explicar las características más importantes de las tres categorías rese-
ñadas, el autor destaca que frente al surgimiento y desarrollo de este tipo de
armas, la reacción de la comunidad internacional ha sido la negociación de
convenciones internacionales para prohibir su producción, es decir su proli-
feración, mientras se establecían compromisos jurídicos para proceder a su
eliminación, en fórmulas y plazos diversos. Un caso especial es el de las armas
nucleares, cuya producción no está prohibida para los «Estados nucleares» re-
conocidos por el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, mientras
que se obligan a un desarme completo sin una fecha definida en virtud del
artículo VI.
En cuanto al segundo pilar, nace del TNP que entró en vigor en 1970. Una serie
de consultas multilaterales condujeron a un régimen de control de exportacio-
nes a través de dos mecanismos: el «Comité Zangger», creado en 1971, y el
Grupo de Suministradores Nucleares fundado en 1975. En la década siguiente
se crearon el Grupo de Australia –para el control de tecnología y sustancias
químicas y biológicas–, fundado en 1984, y el Régimen de Control de Tec-
nología de misiles, siguiendo el mismo modelo, creado en 1987. España es
miembro de todos ellos.
Con los mecanismos creados desde mediados del siglo XX hasta la actualidad
se ha conseguido retrasar el proceso de proliferación, pero ahora es necesario
y urgente emplear con eficacia el tiempo que ha ganado la comunidad interna-
cional. España debe estar presente en este debate a través de los foros multi-
laterales, y contribuir en la medida de sus posibilidades a nuevas fórmulas de
equilibrio entre seguridad, confianza y progreso técnico.
■■ COMENTARIOS FINALES
En un tercer lugar, para reforzar la seguridad frente a las CBRN, las cuatro
medidas más importantes están conformadas por la aplicación de la resolución
1977 del CS de NN.UU., de 20 de abril de 2011, complementaria de la reso-
lución 1504 (2004) contra la proliferación de las CBRN y su uso por actores
no estatales, especialmente terroristas; por la firma, por parte de los estados,
del Protocolo Adicional de OIEA, garantizando que sus programas nucleares
son de uso civil; por la universalización de todos los Tratados y Convenciones
de las CBRN así como por la implantación de un sistema de verificación para
la CABT.
Como punto capital para que el sistema de no proliferación sea creíble y co-
herente, resulta ineludible que la comunidad internacional haga el máximo es-
fuerzo para que el TPCE, adoptado en 1996, en el que faltan algunos países por
ratificarlo, entre ellos los EE.UU., entre en vigor; que el FMCT termine su fase
de negociación, que se inició a principios de los años 90 del siglo pasado; y que
se potencie el HCOC, que se adoptó en 2002, ya que la participación anual de
sus integrantes es decreciente.
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Una siguiente consideración trata de apuntar alguna de las posibles medidas
a tomar en relación con Corea del Norte e Irán. Con el primero, la solución
más acertada estaría en establecer unas salvaguardias reforzadas que impidie-
sen el desarrollo de su armamento nuclear a cambio de una importante ayuda
económica. En el caso de Irán, a pesar de su compleja política de confusión y
dilación, que utiliza para ganar tiempo, se apuesta porque la comunidad inter-
nacional, estrechamente unida, continúe las negociaciones con el régimen de
los ayatolas.
Como ampliación al punto anterior, y aunque sea una cuestión polémica, es ne-
cesario tener presente la iniciativa de enfoques multilaterales del combustible
nuclear, basada en la idea de garantías de suministro del combustible nuclear a
través de un «banco de combustible nuclear» o reserva bajo la autoridad del di-
rector general del OIEA, que se activaría en caso de que hubiese una interrup-
ción del suministro a un país determinado por motivaciones políticas. Se trata
de un proyecto amplio y complejo en el que se pretende combinar dispositivos
ofrecidos por varios países en el marco del OIEA.