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EL PASTOR QUE DESAGRADA A DIOS

INTRODUCCIÓN

El apóstol exhortaba así a su hijo espiritual: Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. (2 Tim 2:15)

¿Hay alguna faceta en el ministerio que puede agradar o desagradar al Señor? EGW lo afirma así:

Si descuida esta obra, el visitar a la gente en sus hogares, es un pastor infiel, y la reprobación divina lo
alcanza. Su obra no está hecha ni a medias. Si se hubiera dedicado al trabajo personal, se habría hecho
una gran obra y muchas almas se hubieran reunido. {Ev 323.1; Ev.440.2}

I. JESÚS FUE UN BUEN PASTOR

1. Este es un texto bien conocido: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas,
no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? (Luc 15:4). ¿De
qué pastor está hablando Jesús? Nada menos que de sí mismo:

Cristo, el amado Comandante de las cortes celestiales, descendió de su elevado estado, puso a un lado la
gloria que tenía con el Padre, con el fin de salvar al único mundo perdido. Para esto dejó allá arriba los
mundos que no habían pecado, los noventa y nueve que le amaban, y vino a esta tierra para ser “herido...
por nuestras rebeliones” y “molido por nuestros pecados”. Isaías 53:5. Dios se dio a sí mismo en su Hijo
para poder tener el gozo de recobrar a la oveja que se había perdido... { SSJ 348.6; BLJ.359.7 }

2. Él mismo, al describir su obra, nos enseñó cuál debe ser la obra de un pastor:

"Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. El asalariado no es el pastor, y a él no le
pertenecen las ovejas. Cuando ve que el lobo se acerca, abandona las ovejas y huye; entonces el lobo
ataca al rebaño y lo dispersa. Y ese hombre huye porque, siendo asalariado, no le importan las ovejas.

“Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí, así como el Padre me conoce a mí y
yo lo conozco a él, y doy mi vida por las ovejas. Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a
ellas debo traerlas. Así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor. (Juan 10:11-16)

Así como Jesús, el príncipe y dechado de los pastores dejó el cielo y vino a esta tierra para
salvarnos, también el sub pastor que desea imitarlo, debe dejar la comodidad del hogar e ir en
busca de los perdidos. Este no desagradará sino que agradará al Señor. Este seguramente
escuchará el: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra
en el gozo de tu señor”. (Mat 25:21)

Cuando quieras saber cuál es el trabajo del pastor, consulta el Salmo 23.
II. LA DENUNCIA CONTRA LOS PASTORES DE ISRAEL

1. Los pastores de Israel no cumplieron su ministerio: No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma;
no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os
habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia. (Eze 34:4)

2. Vivo yo, ha dicho Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas fueron
para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los
pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas. (Eze 34:8)

3. Porque he aquí, yo levanto en la tierra a un pastor que no visitará las perdidas, ni buscará la pequeña, ni
curará la perniquebrada, ni llevará la cansada a cuestas, sino que comerá la carne de la gorda, y romperá
sus pezuñas. (Zac 11:16)

4. ¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! dice Jehová. (Jer 23:1) (El que
conmigo no recoge, desparrama)

5. Aullad, pastores, y clamad; revolcaos en el polvo, mayorales del rebaño; porque cumplidos son vuestros
días para que seáis degollados y esparcidos, y caeréis como vaso precioso. Y se acabará la huida de los
pastores, y el escape de los mayorales del rebaño. (Jer 25:34)

6. Pablo exhorta a ser buenos pastores:


Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para
apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. (Hech 20:28)

Y después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: volvamos a visitar a los hermanos por todas las ciudades
en las cuales hemos anunciado la Palabra del Señor, para ver cómo están (Hech 15:36).

III. NOSOTROS, QUE TENEMOS EL HONOR DE SER LLAMADOS PASTORES,

Deberíamos obedecer algunas directivas para los pastores fieles:

1. Visitad cada familia—Como pastor del rebaño [el ministro] debe cuidar las ovejas y los corderos,
buscando a los perdidos y descarriados, y trayéndolos de vuelta al redil. Debe visitar todas las familias, no
meramente como un huésped para gozar de su hospitalidad, sino para inquirir acerca de la condición
espiritual de cada miembro de la casa. {Ev 255.2; Ev.346.5}

2. El descuido del trabajo por la lectura y el estudio—Con frecuencia un pastor descuida


vergonzosamente los deberes que le incumben, porque carece de fuerza para sacrificar sus inclinaciones
personales al retraimiento y el estudio. El pastor debe visitar a sus feligreses de casa en casa, enseñando,
conversando y orando con cada familia, y atendiendo al bienestar de sus almas. No debe descuidarse a los
que hayan manifestado un deseo de conocer los principios de nuestra fe, sino que se les ha de instruir
cabalmente en la verdad.—Obreros Evangélicos, 352, 353 (1915). { Ev 257.3; Ev.350.2 }

3. Completar el trabajo -Cuando un ministro de la Palabra ha predicado un sermón, su trabajo apenas ha


comenzado. Tiene que hacer obra personal. Debe visitar a la gente en sus casas, hablar y orar con ellos con
fervor y humildad. Hay familias que nunca serán alcanzadas por las verdades de la Palabra de Dios, a
menos que los dispensadores de su gracia penetren en sus hogares y les señalen el camino más elevado.
{HAp 292.2; AA.363.2}

4. Se logra diez veces más mediante la visitación y la conversación con sus feligreses—No es suficiente
predicar a los hombres; debemos orar con ellos y por ellos; no nos debemos mantener fríamente alejados
de ellos, sino acercarnos con simpatía a las almas que deseamos salvar, visitarlas y conversar con ellas. El
ministro que hace el trabajo fuera del púlpito en forma correcta logrará diez veces más resultados que el
que se concreta a trabajar sólo desde el púlpito—The Review and Herald, 8 de agosto de 1878. { MPa
257.3; PaM.225.2 }

5. La manera de medir la eficacia de su predicación es visitando a las familias a quienes les predicó—
¿Cómo va a saber usted si la palabra hablada desde el púlpito ha sido sabor de vida para vida, a menos
que visite a las familias, ore con ellas, y descubra el verdadero estado de sus mentes y la condición real de
su experiencia, para que pueda señalarles al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo? Hay
necesidad que el hálito de Dios sople sobre ellos, y les dé vida espiritual. Las iglesias necesitan ser
iluminadas con respecto a la religión práctica en la vida hogareña.—Address to Ministers (Ph 118), 17.
{ MPa 261.2; PaM.229.2 }

6. Hablar palabras de ayuda y de aliento en el hogar es mucho más efectivo que predicar—Esta es obra
misionera en el hogar, una obra que los ministros de Dios deben afanarse por hacer fielmente. No deben
solamente predicar; sino deben ministrar yendo de casa en casa, llegando a conocer a las diferentes
familias de la iglesia, algunas de los cuales pueden estar convertidas, mientras que otras están aún sin
Dios y sin esperanza en el mundo.—The Review and Herald, 31 de enero de 1899. { MPa 261.3;
PaM.229.3 }

7. No te detengas en lo fácil. “Un ministro puede gozarse en sermonear; porque es la parte


placentera del trabajo y es comparativamente fácil; pero ningún ministro debe ser evaluado por
su habilidad como predicador. La parte más dura viene después que deja el púlpito... el interés
despertado debe ser cultivado POR UN ESFUERZO PERSONAL: “Visitando...” (Ev,pág. 321)

IV. ¿Y QUÉ PASA SI NO LO HACEMOS?

1. Un pastor dijo que preferiría ser azotado que visitar—El pastor H. vivía antes aquí y le predicaba a la
gente, pero no era un pastor del rebaño. Les decía a las pobres ovejas que él preferiría ser azotado que
visitar. Descuidó la labor personal, así que el trabajo pastoral no fue hecho en la iglesia ni en sus
alrededores…. pienso en lo que se pudo haber hecho si el hombre encargado del rebaño hubiera sido un
fiel mayordomo de Dios, velando por las almas como uno que debe dar cuenta, mi corazón se entristece.
Si el predicador hubiera hecho el trabajo de un pastor, un número mayor estaría regocijándose en la
verdad.—Manuscript Releases 9:343, 344. { MPa 255.1; PaM.223.1 }

2. Los ministros que predican sin cuidar de las ovejas deben ser despedidos—Pero ha habido deberes
solemnes descuidados al aceptar ministros para trabajar en palabra y en doctrina que solamente pueden
predicar. Estos no velan por las almas como quienes tendrán que dar cuenta. Ellos sermonean; pero el
trabajo que se necesita hacer en favor de las ovejas y los corderos es dejado sin hacer. Y esta clase de
trabajo a medias ha sido hecho por toda América, y se le ha pagado dinero a hombres empleados, cuando
deberían haber sido despedidos para que buscasen trabajos de menos responsabilidad y cuidado. ... El
rebaño del Señor tiene derecho de esperar ser visitado por su pastor; de ser instruido y aconsejado en sus
propios hogares. Y si un hombre falla en realizar esta parte de su trabajo, no puede ser un ministro a la
orden de Dios. Las iglesias que tienen tales obreros están desorganizadas, debilitadas, y enfermizas y listas
para morir. Los sermones no son vitalizados por el Espíritu de Dios, porque la bendición de Dios no
descansará sobre ningún hombre que esté descuidando el rebaño de Dios.—Appeal and Suggestions to
Conference Officers (Ph 2) 17, 18. { MPa 255.3; PaM.223.3 }

3. Ojalá que entendamos para siempre que Dios todavía no ha renunciado al método de visitar
a la gente en sus hogares o donde se encuentre; ni ha eximido a sus ministros de este deber.
Aún siguen siendo verdad las palabras de Santiago: “La religión pura y sin mácula delante de Dios
el Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones...” (Santiago 1:27).
¿Es que hemos olvidado la visitación? Francamente, en alto grado esta fase de nuestro ministerio
está en gran decadencia. A este descuido le podemos atribuir, en gran medida, el tan sonado y
alarmante aumento de la apostasía que hoy prevalece.

4. Los hermanos se quejan de que rara vez tienen el privilegio de ver a su pastor en sus hogares.
Hay colegas que han estado en un distrito por tres o más años, pero más del 30% de sus
feligreses jamás recibieron una visita pastoral. Hay muy poca convivencia entre el pastor y su
rebaño y a medida que avanzamos hacia el fin, parece ir empeorando esta situación. El
profesionalismo, las técnicas refinadas y los métodos depurados, van minando aquel ministerio
que fue representado en el cuadro de un pastor sentado en la sala de una familia con su Biblia
abierta en mano y rodeado por los padres y los niños de la familia, quienes quedan absortos por
la lectura sencilla de la Palabra.

5. Recordemos que el pastor que no puede ser visto durante la semana, no podrá ser
comprendido el sábado en el púlpito. Los pastores más apreciados por su grey son aquellos que
más visitan sus hogares. Pero algunos dirán: –Pero, no estamos buscando aprecio personal– A
estos les contesto que antes de que la gente acepte lo que usted dice, debe aceptarlo a usted.
Nada será mejor, que una visita pastoral bien hecha, a tiempo. (Extraído de “¿Dónde está la grey
que te di?”

6. ALGUNOS RESULTADOS DE LA VISITACIÓN:

- Aumenta la asistencia a la iglesia.


- Aumenta las ofrendas, tanto locales, como para las misiones mundiales.
- Imperceptiblemente anima a los miembros al trabajo y al servicio.
- Asegura una saludable relación de amistad y confianza entre el pastor y su grey.
La falta de ella, con seguridad producirá el efecto contrario. Es vergonzoso que un obrero pase
años en un distrito y no haya visitado todas las casas de sus miembros de la iglesia. No es raro
que ellos se quejen y su clamor llega hasta el cielo.
V. COMO HACER LAS VISITAS

1. Visite con un propósito—El pastor es el pastor de las ovejas, y debe protegerlas, alimentarlas,
amonestarlas, reprenderlas o alentarlas, según lo exija el caso. Hay visitación que hacer, no para tener una
conversación agradable, sino para hacer el trabajo que se requiere de un centinela. Debe haber
conversación seria y oración con estas almas. Esta es la clase de trabajo que da una valiosa experiencia de
edificar el reino de Cristo.—The Review and Herald, 20 de octubre de 1896. { MPa 256.2; PaM.224.2 }

2. Cuando visite procure conversar con todos los miembros de la familia, adventistas o no—Las visitas de
casa en casa constituyen una parte importante de las labores del ministro. Debería tratar de conversar con
todos los miembros de la familia, ya sea que profesen la verdad o no.—Testimonios para la Iglesia 2:303.
{MPa 262.1; PaM.229.4}

3. La oración debe ser parte de cada visita familiar—La obra del pastor no se hace toda desde el púlpito.
Debiera hablar con todos los miembros del rebaño, con los padres para conocer su posición y con los hijos
para conocer la de ellos. Un ministro debiera alimentar al rebaño del cual Dios lo ha hecho mayoral….
Nunca entren a un hogar sin reunirlos a todos, y postrarse y orar con ellos antes de salir.

4. Visita de médico--Interésense por la salud de sus almas. ¿Qué hace un buen médico? Se interioriza de
los detalles del caso, luego procura administrar los medicamentos. Así mismo el médico del alma debiera
interiorizarse de las enfermedades espirituales que afligen a los miembros de su rebaño, luego
administrarles los medicamentos apropiados, y pedirle al gran Médico que venga en su ayuda. Denles la
asistencia que necesitan. Esos ministros recibirán todo el respeto y el honor que se debe a los ministros de
Cristo.—Testimonios para la Iglesia 2:547. { MPa 262.2; PaM.230.1 }

5. Al visitar al desanimado, lleve un rostro alegre, palabras de esperanza y un apretón de manos—La


misión de Cristo fue sanar a los enfermos, alentar a los desesperanzados, vendar a los quebrantados. Esta
labor de restauración debe ser hecha entre los dolientes necesitados de la humanidad. Dios no solamente
pide vuestra caridad sino vuestro semblante alegre, vuestras esperanzadas palabras, el apretón de vuestra
mano. Aliviad a algunos de los afligidos de Dios. Algunos están enfermos y han perdido la esperanza.
Devolvedles la luz del sol. Hay almas que han perdido su valor; habladles, orad por ellas. Hay quienes
necesitan el pan de vida. Leedles de la Palabra de Dios.—El Ministerio de la Bondad, 75. { MPa 264.1;
PaM.231.2 }

6. Por medio de la visitación, los ministros pueden descubrir cómo alimentar a la grey—Es en la labor
fuera del púlpito, entre las familias, donde se obtienen las más ricas y valiosas experiencias, y donde el
ministro aprende cómo alimentar la grey del Señor, dando a cada uno su porción de alimento a su debido
tiempo. Si hay un apóstata, el pastor sabe cómo presentar la verdad de tal manera que el alma sea
convencida. El dejará las noventa y nueve, y buscará la oveja perdida. Pero si el pastor no visita a su
rebaño, no conoce su condición, no sabe qué verdades exponerle, ni qué es apropiado en su caso.—
Appeal and Suggestions to Conference Officers (Ph 2) 18. { MPa 221.2; PaM.192.2 }
7. DISCUSIÓN ABIERTA SOBRE LA MANERA DE HACER LAS VISITAS Y MATERIALES A LLEVAR: a) frecuencia,
b) avisada o no, c) tarjeta o memo de visita, d) motivo de la visita, e) con quiénes, f) misceláneas.

VI. UN EQUIPO VISITADOR

1. Esta es la verdadera ayuda idónea. Cuando sea posible, que el pastor y su esposa trabajen juntos. A
menudo la esposa puede estar al lado de su esposo y cumplir una noble tarea. Puede visitar los hogares de
la gente y hacer un trabajo por las mujeres de esas familias que su esposo no puede realizar [...]. { HD
108.3; DG.110.3 }

2. Debe acompañar a su esposo en la ganancia de almas—Si la esposa de un pastor acompaña a su


esposo en sus viajes, no debiera ir para su propio placer, para visitar y para ser servida, sino para trabajar
con él. …La gente espera esto, y tiene derecho a esperarlo. Si esas expectativas no se cumplen, se destruye
más de la mitad de la influencia del esposo. { Ev 489.2; Ev.675.1 }

3. La esposa de un ministro puede hacer mucho si así lo quiere. Si posee el espíritu de abnegación y amor
por las almas, puede hacer con él casi la misma cantidad de bien. Una obrera en la causa de la verdad
puede comprender ciertos casos y puede influir en ellos, especialmente entre las hermanas, cosas que el
pastor no podría hacer.—Testimonies for the Church 1:452 (1864). { Ev 489.3; Ev.675.2 }

4. Se debe enseñar a los miembros a visitar a los enfermos—Las iglesias han sido enseñadas de tal forma
que no sienten una responsabilidad especial de visitar, hablar la verdad, orar los unos por los otros, visitar
a los enfermos, alentarlos, darles simpatía y amor, y hacer manifiesto que en Cristo ellos son miembros los
unos de los otros.—Manuscript Releases 6:69. { MPa 264.4; PaM.232.2 }

5. El pastor debe hacer, por lo menos, un par de visitas al año. Y debe organizar la visita pastoral de los
ancianos. Hablaremos de esto en la sección práctica.

6. “Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos,
o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te
cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De
cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.
(Mateo 25:37-40).

Modelo de Memo de visita: Puede ser media carta, incluso ¼ de oficio.

Logo y dirección de la iglesia central del distrito o dirección pastoral y teléfono

Estimado hermano________________________________________________

Hoy vine a visitarlo. Como no lo encontré le dejo mi afectuoso saludo y regresaré en otra oportunidad.
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