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EL EGO Y LOS EQUIPOS

Imagine un equipo en el que uno de los miembros crítica destructivamente a otro que no está presente, menciona
que hace mal su trabajo, que no confía en su capacidad y que todo el tiempo se equivoca perjudicando el área, la
reunión termina con un clima negativo que refuerza la creencia de que trabajar en equipo no funciona.
¿Cuál fue el problema? La respuesta está relacionada con el ego. Cuando las personas trabajan en equipo, existen
“individuos” invisibles que los acompañan, no me refiero a sus ángeles guardianes, sino a los egos de las personas
que actúan en forma subconsciente y que siempre están presentes, aunque no nos demos cuenta. Estos egos tratan
de controlar lo que hacemos y decimos para que todo el tiempo se puedan inflar, al ego no le interesa el trabajo en
equipo.
El ego tiene sus raíces en la autoestima, las personas que tienen una baja sensación de valía personal., tienen un
ego que quiere inflarse a toda costa y ocultar estas carencias.
Algunas conductas típicas del ego, que bloquean el trabajo en equipo son :
• Destacar que nuestra área es la mejor, la más identificada y la más eficiente, hacer sentir a las personas de otras
áreas como mediocres, en vez de ayudarlas a mejorar.
•No confiar en los miembros del equipo y acapararse todo el trabajo, por que creemos que solo nosotros podemos
hacer bien las cosas.
•Hablar mal de los otros en vez de darles una crítica constructiva.
•Tratar permanentemente de controlar el poder, tomar decisiones y proponer ideas “inteligentes” en vez de respetar
y escuchar con empatía los aportes de los miembros del equipo.
•Tomar un enfoque territorial y no dejar que nadie aporte sugerencias sobre nuestras áreas.
El problema con el ego es que nunca se satisface, siempre quiere que lo inflemos más
¿Cómo mejorar si el ego actúa de forma subconsciente? ¿cómo puedes caminar de espaldas sin tropezarte?,
pidiéndole a un compañero que te cuente al oído lo que ve, los compañeros del equipo que si observan claramente
las conductas del ego, tienen la responsabilidad de contarle al oído, lo que ven, para evitar que tropiece.
Los equipos deben tener como principio no aceptar conductas egocéntricas y si ocurriesen, como regla, hacérselas
saber en privado.
Cuentan que una persona cayó en un pozo profundo y trataba desesperadamente de salir, un campesino lo vio y le
dijo : “deme su mano y le ayudaré”, pero la persona seguía intentando salir por su cuenta, el campesino insistía en
que le diera la mano, pero el hombre actuaba como si no escuchara. El campesino reconoció el carácter egocéntrico
de la persona y en lugar de pedirle su mano, le dijo :”tome mi mano”, en ese momento el hombre accedió y el
campesino lo sacó del hueco.
Como en la historia, hay personas manejadas por su ego que no están dispuestas a servir ni a dar ni siquiera su
mano, para ser salvadas, solo se orientan a recibir y a satisfacer su beneficio personal, para trabajar en equipo
necesitamos dejar afuera de la reunión a nuestros egos, requerimos pasar por encima de nosotros mismos y
orientarnos a servir a los demás.

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