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EL ORIGEN DEL MUNICIPIO EN ROMA.

Municipio en Roma.

Cuando Roma se expandió por el mundo de su tiempo, tuvo la necesidad de


inventar un nuevo modelo de organización política, que le fue conduciendo a
aplicar a una gran parte de los pueblos sojuzgados, entre ellos España, la
estructura que privaba en la metrópoli.

Fue así como “la comunidad de Roma, o mejor dicho la comunidad del reino
empezó a estar constituida por un cierto número de comunidades sometidas al
régimen de ciudad, presentándose el problema de ordenar de manera
conveniente las relaciones que deberían guardar entre sí la autonomía de la
comunidad del Reino y de las particulares comunidades de la ciudad

Las comunas romanas eran dirigidas por un consejo municipal denominado curia,
por lo general de 100 miembros; el procedimiento en las curias emulaba a las del
senado, emitían decretos siguiendo el ejemplo de los senadoconsultos. Este
órgano nombraba los médicos oficiales, los profesores y los sacerdotes de
distintos cultos (pontífices y augures, del culto imperial, del oriental de Cibeles). .
La propia etimología del vocablo así lo confirma, pues “municipio” proviene de
munus (carga) y de capere (asumir o hacerse cargo), para referirse al hecho de
que las ciudades dominadas por Roma debían pagar un cierto tributo

Para atender la administración cotidiana de la ciudad fue conformándose un


cuerpo de funcionarios, que originó en la lucha que libraron patricios y plebeyos.
Para defender a estos últimos, se creó el cargo de tribuno de la plebe, que era
asistido por dos funcionarios llamaba ediles, guardianes del Templo de Ceres.
Ambos cargos (tribuno y edil) eran designados por el pueblo romano. Los tribunos
de la plebe llegaron a gozar de un notable poder, virtud a la intercesio (facultad de
impedir el voto de las leyes en ciertos casos o las decisiones de los propios
cónsules), además de que adquirieron mucha importancia en el gobierno de la
ciudad pues se encargaban del cuidado de sus servicios públicos;5 de estos
funcionarios dejó dicho Plutarco: “cuando el tribuno aparece en público, hay que
purificarse como si estuviese uno mancillado”.

Una vez que se fundieron patricios y plebeyos, hubo siempre cuatro ediles en
Roma: los ediles curules, a los cuales se les permitía el uso de la silla
jurisdiccional o curul y la toga, y los ediles cereales, que cuidaban de la
distribución de grano al pueblo.

Los tres órganos principales dentro del territorio romano eran la magistratura,
consejo y las asambleas populares.
Municipio en España.

Su origen se remonta al siglo XI, se consolida en las siguientes centurias y


comienza a declinar a medida que el poder real se impone de manera cada vez
más drástica sobre los municipios los reyes concedieran fueros a los municipios,
en los que conferían ciertos privilegios, exenciones de cargas o establecían
medidas para mejorar la condición de sus moradores.

Los fueros adoptaban la forma jurídica de pacto, convenio o con- trato entre el rey
y sus vasallos; dichos fueros escritos solían estar precedidos de un derecho
consuetudinario. Durante el siglo XI el municipio español se desenvolvió
normalmente a base del concilium, una asamblea en la cual los habitantes del
municipio fueron poniendo en práctica los derechos y privilegios que les habían
sido concedidos por los monarcas. Este movimiento fue particularmente visible en
los municipios de Castilla y en los territorios aragoneses que se habían repoblado.

Correspondía el concilium a la etapa de cabildo abierto o asamblea general de


vecinos la forma de concejo abierto, de sencilla práctica, tuvo una efímera
duración, subsistiendo sólo en comunidades municipales de pequeñas
dimensiones. Sustituyó a esta especie de democracia directa el consejo cerrado o
ayuntamiento, integrado por personas electas por la vecindad que ya es la
aplicación de la democracia representativa.

El gobierno de los municipios en el cabildo cerrado se torna más complicado. El


cabildo era dirigido por los alcaldes de elección popular (designados también con
el nombre de ordinarios o de fuero), que junto con los regidores formaban los
ayuntamientos. Había en el llamado regimiento un número variable de regidores,
los cuales en ocasiones llegaban a 36; los regidores se nombraban por elección o
por sorteo, insaculando los nombres de las personas que reunían las condiciones
del cargo.

Existían en el ayuntamiento, además, otros oficios concejiles. El alférez real o


alférez mayor, que llevaba el pendón de la ciudad; dos fteles ejecutores,
nombrados por el regimiento con el mandamiento de hacer cumplir las ordenanzas
municipales; el procurador síndico, elegido anualmente por los regidores, para
velar por los intereses de la comunidad en cuestiones judiciales y administrativas;
un mayordomo, que cuidaba de los bienes comunales; un escribano de concejo,
nombrado por el rey.
El municipio en Francia.

Francia establecía la acción de elegir municipios que en ese entonces eran


llamadas comunas a principios de la revolución francesa. Una comuna era una
colectividad territorial. El 20 de septiembre de 1792, la responsabilidad de llevar el
registro de nacimientos, casamientos, y muertes fue retirada de los curas de las
parroquias para convertirse en responsabilidad de los alcaldes de las comunas.

La Asamblea nacional dictó una ley creando a la comuna, definiéndola como el


más bajo nivel de división administrativa en Francia, dando su aprobación de este
modo a las comunas independientemente creadas, pero también creando
comunas la Asamblea misma. En este aspecto, así como en muchos otros, la obra
de la Asamblea Nacional fue completamente revolucionaria: no solo transformaron
todas las ciudades y aldeas en comunas, la Asamblea Nacional también decidió
transformar todas las parroquias en comunas independientes.

Después de la Revolución Francesa las comunas francesas siguen pareciéndose


muchísimo a aquellas que fueron establecidas a comienzos de la Revolución
francesa. Los cambios más importantes ocurrieron en 1831, cuando el Parlamento
de Francia restableció el principio de la elección de los concejos municipales, y en
1837 cuando las comunas francesas adquirieron personalidad jurídica. Los
revolucionarios Jacobinos temían de los poderes locales independientes, los
cuales eran vistos por ellos como conservadores y opositores a la revolución, así
que ellos favorecieron al poder del Estado Central.

Durante la Revolución francesa aproximadamente 41 000 comunas fueron


creadas, en un territorio correspondiente a los límites de la Francia de hoy. Esto
fue menos que las 60 000 parroquias que existían antes de la revolución (en
ciudades y urbes, las parroquias fueron combinados en una sola comuna), pero 41
000 continuaba siendo un número muy grande, en ese momento sin comparación
alguna en el mundo, exceptuando el Imperio de China (pero allí, solo el nivel de
Condado y superiores tenían una administración permanente)..

Municipio en la colonia.

La colonización en América se justificó jurídicamente a través de la institución


municipal. Con la fundación del primer ayuntamiento, instalado en la Villa Rica de
la Veracruz el 22 de abril de 1519, se dio el primer paso a la organización de este
cuerpo político y jurídico en el Continente Americano.

Cortes, al crear el primer ayuntamiento en el continente funda el primer municipio,


su objetivo principal no era el de fundar un centro poblacional, sino el de implantar
una instancia de poder que le confiriera facultades legales.
Los cabildos de indígenas o repúblicas de indios tenían diferentes funciones como:

A.- Recaudar y entregar los tributos a los españoles.


B.- Distribuir el trabajo para construcciones o tareas agrícolas.
C.- Cooperar en el proceso de evangelización.
Además tenían facultad en materia penal (aprehender a los delincuentes y
consignarlos).
Las funciones de los cabildos de españoles consistían en: Ejecución de justicia;
los alcaldes ordinarios a la administración; los regidores a las obras públicas.

Los ayuntamientos empezaron a jugar un papel importante en el desarrollo de la


colonia ya que se encargaban de la recolección del erario, control sobre las
artesanías, vigilar la paz pública, administrar el municipio.

Respecto a la división del territorio, los españoles tomaron como antecedente


ciertas entidades precortesianas, la llamada división antigua, a las que se
añadieron las conquistas militares realizadas a través de las llamadas
capitulaciones reales.

Finalmente se hizo la división en provincias internas de oriente y occidente y de


las 12 intendencias las cuales se crearon en 1786 mediante la ley que la
constituyó como organización territorial de la administración colonial.

Evolución del Municipio en el siglo XIX en México.

Etapa de la guerra de Independencia

El marco jurídico de la nueva organización política se inicia durante el movimiento


de Independencia. Son momentos cruciales en la vida del país donde surgen
deseos de cambio.

La Constitución de Cádiz

Su conformación y realización fue promovida por el sector liberal español,


constituyendo una fase relevante de la evolución jurídica y política del
ayuntamiento, tratando de restaurar y transformar el régimen local, tanto en la
península como en las colonias españolas. Se establece en esta constitución la
organización de los municipios, consolidando la institución como instancia básica
del gobierno, así como su organización territorial y poblacional.

La Constitución de Cádiz fue promulgada el 19 de marzo de 1812, en España; y el


30 de septiembre del mismo año, en la Nueva España. La cual pretende
establecer la organización de los municipios, como instancia básica de gobierno,
así como una organización territorial y poblacional, dando fin a las regidurías
perpetuas.

Respecto al ayuntamiento establecía:

a) El ayuntamiento se integraba por: alcalde o alcaldes, regidores, un procurador


síndico, presididos por el jefe político o el prefecto donde lo hubiese, que era el
representante del gobierno central en el departamento o partido.

b) Atribuciones del ayuntamiento: administrar en áreas de salubridad, orden


público, instrucción primaria, beneficencia, obras públicas, cárceles municipales.

El México Independiente

Los ayuntamientos fueron principales protagonistas del proceso para


conformación del Congreso constituyente del nuevo estado mexicano. Es así
como se puede hablar ya de la existencia del municipio con la denominación de
mexicano.

En el periodo intermedio entre el Plan de Iguala y la Constitución de 1824, sube al


poder Agustín de Iturbide quien suscribió en 1822 el Reglamento Provisional
Político del Imperio Mexicano en el que estableció que la elecciones de
ayuntamientos para el siguiente año se llevaran a cabo de acuerdo con un decreto
promulgado por dicho reglamento.

El 4 de octubre de 1824 se aprobó el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana,


estableciéndose la República Federal en el artículo IV que manifestó: La Nación
Mexicana adopta para su gobierno la forma de república representativa, popular y
federal. Con 19 estados, 4 territorios y un Distrito Federal.

Al no hacerse referencia a la forma del gobierno local, dejó en plena libertad a los
estados para organizar sus gobiernos y administraciones, regulándose los
municipios por la normatividad de la Constitución de Cádiz.

En 1836 se promulgaron las Siete Leyes Constitucionales las cuales dieron las
bases de funcionamiento del nuevo régimen centralista.

A través de estas leyes se dividió el territorio de la república en departamentos,


éstos en distritos, a la vez organizados en partidos. Las leyes de 1836
consagraron constitucionalmente a los ayuntamientos, disponiendo que fueran
popularmente electos y los hubiera en todas las capitales de los departamentos.

El Municipio en la Constitución de 1917.


El Congreso Constituyente de 1916 y 1917 aborda la elaboración del artículo 115
de la Constitución, que trata de la organización de los estados y de los municipios.

El 1º de mayo de 1917 se inicia la vigencia de la Constitución, ocupando el


municipio un sitio muy destacado en la vida política, jurídica, económica y social
de México.

Es importante mencionar como en esta constitución se habla del Municipio Libre


como la base de la organización política y de la administración pública de los
estados, adoptando para su régimen interior la forma de gobierno republicano,
representativo y popular, tendiendo como base de su división territorial y de su
organización política y administrativa el Municipio Libre, conforme a las tres bases
siguientes.

I.- Cada municipio será administrado por un ayuntamiento de elección popular


directa y no habrá ninguna autoridad intermedia entre éste y el gobierno del
estado.

II.- Los municipios administrarán libremente su hacienda, recaudarán todos los


impuestos y contribuirán al gasto público del estado en la proporción y término que
señale la legislatura local.

III.- Los municipios estarán investidos de personalidad jurídica para todos los
efectos legales.

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