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UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA - SEDE BOGOTÁ

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES


PROGRAMA DE LICENCIATURA DE FILOSOFÍA
FILOSOFÍA DE LA RELIGIÓN
DOCENTE: ÁNGEL RIVERA
ESTUDIANTE: JUAN ESTEBAN ZEA TIRADO.

Parcial Primer Corte

1) Jenófanes es muy conocido por su crítica al antropocentrismo, mientras que Epicuro


es conocido por defender un hedonismo que implica una despreocupación por los
dioses. ¿Qué tienen en común el rechazo al antropomorfismo de Jenófanes y el
hedonismo de Epicuro en relación con el vínculo entre divinidad y ser humano? ¿En
qué se diferencian?

Para iniciar este escrito parto de la idea que tiene Jenófanes en cuanto al rechazo al
antropomorfismo, en relación con el vínculo entre divinidad y ser humano, diciendo que
para Jenófanes es claro que la imaginación de los hombres es la que adjudica características
humanas a los dioses, verbi gratia: que los dioses escuchan, ven, y tienen figura humana,
etc. Y que en última instancia esas características resultan desacordes con su naturaleza.
Por tal razón, para Jenófanes no se puede justificar el que nosotros los humanos le
adjudiquemos o más bien les atribuyamos a los dioses características y/o formas humanas.

En este mismo orden de ideas, se presentan dos personajes que de alguna manera me
ilustran esta concepción antropomórfica: Hesíodo y Homero. Ellos nos describen que si
“los animales tuvieran la capacidad de expresar a través de la pintura, mostrarían a sus
dioses semejantes a ellos” […] (Conf. Los filósofos presocráticos I. Tales, Anaximandro y
Anaxímenes. Pitágoras. Alcemón. Jenófanes). Esto para indicar que los dioses en plural no
pueden existir, y que por lo tanto sólo debe existir un dios, y éste a su vez debe ser inmóvil
e inengendrado, ya que los dioses son una invención nuestra. Por lo tanto todo ello
resultaría una representación de la cultura, terminando con que los dioses son desemejantes
a nosotros.

De igual manera, Epicuro considera a la divinidad como un ser incorruptible y dichoso, a lo


cual cabe decir que no se le debe atribuir nada diferente a su naturaleza. Por consiguiente,
para Epicuro los dioses no se preocupan de los asuntos humanos, puesto que viven felices
en un mundo diferente al nuestro, y en esa misma perspectiva en el pensamiento de Epicuro
los dioses son seres inmortales.

Para establecer la diferencia entre el pensamiento de Jenófanes y Epicuro, en cuanto a la


relación del hombre con la divinidad, en el primero (Jenófanes) se deja entrever que sí
debería existir un dios, y al mismo tiempo una relación de éste con el hombre, sin atribuirle
aspectos, características humanas al dios, puesto que dejaría de ser dios. Y el segundo
personaje (Epicuro) tiene un pensamiento arraigado en el placer, el cual es principio y fin
de la felicidad buscando la ataraxia que el hombre debe encontrar. Con ello quiero indicar
que para Epicuro no hay necesidad de establecer una relación alguna con dios, ya que uno
de los principios hedonistas es desconectar al hombre de dios, y al mismo tiempo señalando
que a dios no se le necesita en las actividades humanas. Por consiguiente dios tampoco
necesitaría de los humanos para existir.

2) ¿En qué consiste el problema del mal? ¿Cómo San Agustín cree resolver el
problema del mal? Detalle paso a paso la argumentación de Agustín para resolver el
problema del mal.

Para San Agustín el problema del mal es la ausencia del bien, así como la oscuridad o las
tinieblas son ausencia de la luz, indicando con esto que el mal no tiene una esencia en sí,
sino que es un alejamiento de Dios en el cual prima más la voluntad que la razón. Por ende
el mal no existe por sí sólo, entendiéndose éste como una “privación” de algún bien que
tiene como objeto algo físico o moral, en este caso, se encuentra un sujeto que lo genera: el
hombre cuando se aleja de Dios y rompe el orden establecido por ÉL.

San Agustín cree resolver el problema del mal, diciendo que Dios es bondad, perfección e
infinitud, y es un Dios omnipresente, es decir que se encuentra en todas partes. Por ende ÉL
no pudo haber creado el mal en ninguna de sus formas. De esta manera se establece que el
mal es causa del libre albedrío que adquiere el hombre, es decir el que está condicionado
por el mal moral.

Por lo anteriormente escrito, me surgen dos preguntas: a sabiendas que Dios no puede ir en
contra de lo que ha hecho ¿se podría pensar que el libre albedrío puede hacer parte de la
condición de Dios? Y si lo tuviera podría decirse que ¿Por su libre albedrío sería capaz de
generar el mal?

Bibliografía

Varios autores. Los filósofos presocráticos I. Tales, Anaximandro y Anaxímenes.


Pitágoras. Alcemón. Jenófanes. Editorial Gredos, 1978.

Epicuro. Carta a Meneceo. En: Obras. Trad. Jufresa, M. Altaya: Barcelona, 1994.

San Agustín. Confesiones. En: Las obras de San Agustín II. Madrid: Bibliotecas de autores
cristianos, 1974.

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