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La inducción es un derecho que tendrán todos los/as docentes que ingresan al ejercicio
profesional en un establecimiento educacional subvencionado de conformidad al decreto con
fuerza de ley N°2, de 1998, del Ministerio de Educación, o regido por el decreto ley N°3.166, de
1980, siempre y cuando en su respectivo contrato se estipule una jornada semanal de un máximo
de 38 horas, por el periodo en que se desarrolle el respectivo proceso de inducción. Para estos
efectos, la Ley indica que el proceso de inducción deberá iniciarse dentro del año escolar en que el
profesor ingrese a prestar sus servicios profesionales, tendrá una duración de diez meses y requerirá
una dedicación semanal exclusiva de un mínimo de cuatro y un máximo de seis horas. Durante este
período el/la docente principiante será acompañado y apoyado por un/a docente denominado
“mentor/a”.
Para ello la búsqueda de los materiales para aquellos planes deberá fundarse en principios
de desarrollo de aprendizaje estructurantes, de tal manera que se vincule la actividad práctica con
procesos de análisis de sus evidencias, el desarrollo de la reflexión y la formación para la acción
práctica. Coherente con esta visión, para estos fines se debe entregar un amplio conjunto de
experiencias de aprendizaje que pueden facilitar en los/as docentes principiantes una inserción de
calidad en la docencia.
El mecanismo principal del modelo en este proceso de inducción son las mentorías, la cual
es la estrategia principal que utilizará el Sistema Nacional de Inducción y Mentoría. Ésta consiste en
el acompañamiento de un profesional de la educación calificado y formado en Universidades
acreditadas e instituciones públicas o privadas sin fines de lucro en convenio con el CPEIP, docentes
mentores, para facilitar la inserción al ejercicio profesional de docentes principiantes.
Para esto el/la docente mentor/a en un trabajo colaborativo con el/la docente
principiante, además del director/a y equipo directivo, establecerán las necesidades o aspectos a
fortalecer y lo plasmarán en un plan de inducción y mentoría, a través de un conjunto de actividades
diseñadas para el apoyo del/de la profesor/a principiante en un proceso de mejora continua
logrando así que este se transforme en una ayuda para superar las dificultades que pueden
encontrar los docentes que se inician en la profesión docente. Tendrá una duración de hasta diez
meses, las horas destinadas para este proceso son financiadas por el Mineduc.
Por otra parte, los establecimientos catalogados como de Desempeño Alto de acuerdo al
Sistema de Aseguramiento de la Calidad, podrán desarrollar sus propios procesos de inducción y
mentoría, administrando los recursos que disponga el CPEIP para este proceso (Art.18H).
Asimismo, podrán solicitar al CPEIP autorización para implementar sus propios planes de
inducción aquellos establecimientos educacionales de Desempeño Medio y que hayan fluctuado
entre dicha categoría y la de Desempeño Alto durante los tres años anteriores a la solicitud
(Art.18H).
En aquellas zonas del territorio nacional en que no sea posible asignar docentes
mentores/as, el CPEIP implementará programas y actividades especiales para apoyar la adecuada
inmersión profesional de los/as docentes principiantes que lo soliciten.
Por lo que este acompañamiento profesional se configura como un gran desafío para los
equipos directivos y técnico-pedagógicos, los que deben prepararse y llevar a cabo acciones de
apoyo a los docentes principiantes que se acojan a este derecho y a los docentes mentores/as que
lideran este proceso, comprendiendo que el desarrollo profesional depende directamente de las
oportunidades de mejoramiento en servicio y a las estrategias de formación continua a las que
pueda acceder el/la docente.