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SUBDELEGACIONES NOVOHISPANAS

L a jurisdicción como territorio y competencia

Rafael Diego-Fernández Sotelo


Graciela Bernal Ruiz
José Luis Alcauter Guzmán
Coordinadores

El Colegio de Michoacán
352.10972
SUB Subdelegaciones novohispanas : la jurisdicción como territorio y competencia / Rafael Diego-Fernández Sotelo,
Graciela Bernal Ruiz, José Luis Alcauter Guzmán coordinadores. – Zamora, Michoacán : El Colegio de
Michoacán : Universidad de Guanajuato, Universidad Autónoma de Zacatecas © 2019
333 páginas : ilustraciones ; 28 cm. – (Colección Investigaciones)

ISBN 978-607-544-069-9

1. España – Colonias – América – Administración


2. Derecho – España – Colonias – América
3. Jurisdicción Territorial – México – Historia

I. Diego-Fernández Sotelo, Rafael, coordinador


II. Bernal Ruiz, Graciela, coordinador
III. Alcauter Guzmán, José Luis, coordinador

Ilustración de portada: GD280 Mapas, planos e ilustraciones, no. 3455. Título: Arzobispado de México, Obispado de Valladolid y
Pue. Año: 1853. Productor: Jose María Caballero F. Puebla. Se hace énfasis, al arzobispado y obispado que existen en Puebla,
también marca en figuras pequeñas la villa, cabecera de subdelegación y cabecera de Curato. Se hace con el fin de proponer
un nuevo obispado, el cual quedaría representado por él. Número de pieza: 3455. Clasificación: 978/2136. Fuente: Justicia
Eclesiástico, vol. 112, f. 4.

Patrocinadores:

Universidad Autónoma de Zacatecas “Francisco García Salinas”


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Campus Guanajuato
Impreso y hecho en México División de Ciencias Sociales y Humanidades
Printed and made in México Departamento de Historia
Lascuráin de Retana núm. 5, zona centro
ISBN 978-607-544-069-9 C.P. 36000 Guanajuato, Guanajuato
ÍNDICE

Presentación
Rafael Diego-Fernández Sotelo 11

Primera parte
Territorio

Gobierno intermedio y cohesión territorial con la Real Ordenanza de Intendentes


José Luis Alcauter Guzmán 23
Autoridades intermedias 24
Reforma territorial de la Ordenanza y lugares centrales 29
La causa que cohesionó el territorio 35
Conclusiones 41

Alumbramiento de la intendencia de Veracruz. De la militarización al reacomodo territorial,


1765-1804
Luis Juventino García Ruiz 45
Las pinceladas de un cuerpo provincial 48
Efectos de la militarización 50
Intendencia y autoridad provincial 57
Reacomodo de subdelegaciones 62
Conclusiones 65

Creación de subdelegaciones en la intendencia de Guanajuato, 1790-1810


Graciela Bernal Ruiz 71
Alcaldías mayores y el proyecto de Intendencias 72
Intendencia de Guanajuato y primeras subdelegaciones 79
Nuevas subdelegaciones 85
Consideraciones finales 101
Conformación de subdelegaciones en la intendencia de Ciudad Real, Chiapas
Ana María Parrilla Albuerne 105
Aproximación a la conformación territorial del Reino de Guatemala 107
La intendencia de Ciudad Real de Chiapas: antiguos y nuevos partidos 113
Subdelegaciones creadas en Ciudad Real 116
Conclusiones 127

Jurisdicción territorial de Tlaxcala a través del padrón de 1791


Víctor Gayol 133
Una jurisdicción provincial rebelde 135
Padrón de 1791 138
El padrón y la territorialización de la jurisdicción 142
Conclusiones preliminares 150

Segunda parte
Competencia

Administrar justicia a nivel local. El tenientazgo de Teuchitlán, subdelegación de Tequila,


intendencia de Guadalajara (1786-1797)
Rafael Diego-Fernández Sotelo y María Pilar Gutiérrez Lorenzo 173
Tenientazgo de Teuchitlán en el régimen de intendencias 175
El indio Salvador Ricardo versus la Acordada 184
Jurisdicción territorial en la Nueva Galicia 188
Conclusiones 190

Impartición de justicia en las fronteras de Colotlán


José Antonio Gutiérrez Gutiérrez 195
Fronteras de San Luis Colotlán 196
Gobierno de frontera e impartición de justicia 198
Justicia en las fronteras 203
Etapa de gobernadores 206
Conclusiones 215

Cabildo de Campeche versus subdelegados, 1791-1796


Laura Machuca Gallegos 219
Reclamo del cabildo de Campeche 221
Cabildo de Campeche 225
Respuestas al cuestionario 227
Los subdelegados contraatacan 229
Pesquisa de visitadores 231
Comentarios finales 234
Subdelegados y diputación minera de Inguarán, 1790-1810
María Concepción Gavira Márquez y María Carmen Alonso Núñez 237
Fundación de la diputación de Inguarán 240
Competencia del subdelegado como juez de minas 243
Conclusiones 254

Subdelegación de Juchipila. Vicisitudes de su tránsito de la intendencia de Guadalajara


a la de Zacatecas, 1789-1804
Marcelino Cuesta Alonso y Martín Escobedo Delgado 259
Juchipila y su región 259
Alcaldía mayor de Juchipila 262
Dificultades para instalar la intendencia de Zacatecas 266
La subdelegación de Juchipila en disputa 270
Conclusiones 281

Repositorios documentales y bibliotecas 285

Bibliografía 287

Índice de mapas, cuadros y gráficas 305

Índice onomástico 307

Índice toponímico 319


CONFORMACIÓN DE SUBDELEGACIONES EN LA INTENDENCIA
DE CIUDAD REAL, CHIAPAS

Ana María Parrilla Albuerne*

Sumario: i.Aproximación a la conformación territorial del Reino de Guatemala. ii. Intendencia de Ciudad
Real de Chiapas: antiguos y nuevos partidos. iii. Subdelegaciones chiapanecas. iv. Conclusiones

A pesar de lo mucho que se ha tratado el tema de las reformas borbónicas no cabe duda de
que éste aún no se encuentra agotado, y por lo que respecta a su instrumentación en las Indias
las interpretaciones son múltiples y variadas, pero, como indica Hamnett, “no es aconsejable
reducirla simplemente a la cuestión de si las reformas borbónicas fueron beneficiosas o daño-
sas, constructivas o disruptivas. Si pudiéramos llegar a una conclusión sencilla sería que las
reformas fueron contradictorias”.1
La complejidad de analizarlas se observa desde su diseño mismo, además de que su
aplicación se hizo de forma paulatina y discontinua aun dentro de las propias jurisdicciones.
Si algo se hizo evidente para José de Gálvez durante su visita, que comenzó en 1765,2 es que la
implantación de las Ordenanzas de Intendentes, tal y como se concebían desde la metrópoli,
no iba a ser posible, puesto que los grupos de poder asentados en territorio americano conta-
ban con mecanismos propios de negociación y aplicación de la normatividad. Esta situación
condujo a que, aun cuando la orden real era muy precisa en cuanto al establecimiento de
Intendencias en Nueva España, José de Gálvez se viera en la necesidad de crear una estrategia
de instrumentación paulatina, con la finalidad de minimizar los conflictos detonados por
los cambios que todo ello traería consigo; evidentemente en unos casos ese proceso fue más
complejo que en otros.
Pero a pesar de que existe una extensa bibliografía que nos ayuda a comprender la ins-
tauración de las ordenanzas de Intendentes en los virreinatos americanos,3 conocemos muy

* Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, Facultad de Humanidades.


1. Brian R. Hamnett, Política y Comercio en el Sur de México 1750-1821, 2013, p. 25.
2. Informe que, en virtud de Real Orden de 24 de mayo de 1771, hizo el Visitador General D. José de Gálvez al Virrey D. Antonio María
Bucareli, del estado de los graves asuntos que tuvo a su cargo, Biblioteca Digital Hispánica (www.bne.es).
3. Sólo por citar algunos, Horst Pietschmann, Las reformas borbónicas y el sistema de intendencias en Nueva España, 1996; Ricardo Rees
Jones, El despotismo ilustrado y los intendentes en Nueva España, 1979; Luis Navarro García, Intendencias en Indias, 1959; Gisella

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Ana María Parrilla Albuerne

poco acerca de cómo esta normatividad se aplicó en el territorio perteneciente a la Audiencia


de Guatemala;4 situación que se agrava si nos centramos en la intendencia de Ciudad Real de
Chiapas, espacio que nos proponemos analizar en este trabajo, y para el que los estudios son
más escasos aún.5
En cuanto a sus resultados, si algo nos queda claro en la historiografía sobre las refor-
mas borbónicas, ya sea a escala suprarregional o local, es que el pretendido fracaso del sistema
de intendencias debemos buscarlo en el marco de la administración distrital; es aquí donde el
proceso reformista ideado por José de Gálvez encontró el mayor escollo para la recuperación
del control de la Corona sobre la América hispana, que era uno de sus principales objetivos.6
En efecto, el nivel más bajo de la administración borbónica se encuentra al interior de las
intendencias, en las subdelegaciones, territorios que sustituyeron a las alcaldías mayores y
corregimientos y que, como núcleo básico del poder monárquico en América, nos permite
conocer y comprender los alcances reales del régimen de intendencias.
El análisis de la conformación del territorio es un tema fundamental para percibir la
forma de actuar de los subdelegados como funcionarios intermedios de poder, eslabón básico
en la relación entre el intendente y la población. Cuando hablamos de territorio, desde un
punto de vista jurisdiccional, lo estamos entendiendo como un espacio sobre el cual se ejerce
una potestad real determinada por las facultades en la autoridad –en el caso que vamos a tratar
de intendentes y subdelegados–, o las materias que se encuentran dentro de su competencia.
Así, podemos decir que el territorio es una concepción del espacio ordenado políticamente
que, en el caso novohispano, se concreta en la división, en un primer momento, en alcaldías
mayores y corregimientos y, posteriormente, en intendencias y subdelegaciones. Territorio, que
por otro lado, corresponde a ellos como magistrados, creando así “un gobierno de la justicia”.7
Con todo, la multitud de jurisdicciones creadas durante el Antiguo Régimen –término
que no vamos a discutir aquí–, produjo en algunos de los investigadores actuales la idea de
una suerte de torre de Babel a punto de desmoronarse. Esta idea ha provocado que autores
como Edmundo O’Gorman sostengan que el propósito de la Ordenanza de Intendentes no
era crear una nueva “división territorial”, sino poner orden a la multiplicidad de jurisdicciones

Morazzani, La Intendencia en España y en América, 1966; John Lynch, Administración colonial española 1789-1810, 1967; Edberto
Oscar Acevedo, La intendencia del Paraguay en el virreinato del Río de la Plata, 1992; John Fisher, Gobierno y Sociedad en el Perú
Colonial, 1981.
4. Flavio Quesada Saldaña, Estructuración y desarrollo de la administración política territorial de Guatemala, 2005; Héctor H. Samayoa
Guevara, El régimen de intendencias en el Reino de Guatemala, 1978; Miles Wortman, Gobierno y sociedad en Centroamérica,
1680–1840, 1991; Pedro A. Vives, “Intendencias y poder en Centroamérica”, Anuario de Estudios Centroamericanos, 13 (2), 1987,
pp. 37-47.
5. Para este caso concreto podemos consultar: Alma Margarita Carvalho, La Ilustración del despotismo en Chiapas, 994; Michael A.
Polushin, “Bureaucratic Conquest, Bureaucratic culture”, 1999.
6. Rafael Diego-Fernández Sotelo y Ma. Pilar Gutiérrez Lorenzo, “Genealogía del proyecto borbónico” en Rafael Diego-Fernández
Sotelo, María Pilar Gutiérrez Lorenzo y Luis Alberto Arrioja Díaz Viruell (coords.), De reinos y subdelegaciones, 2014, pp. 17-48.
7. Carlos Garriga, “Los límites del Reformismo borbónico” en Feliciano Barrios Pintado (coord.), Derecho y administración pública
en las Indias Hispánicas, 2002, p. 794.

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Conformación de subdelegaciones en la intendencia de Ciudad Real, Chiapas

existentes, postura que ha sido puesta en tela de juicio por Carlos Garriga8 y Beatriz Rojas,9
los cuales han dejado claro que la intención de los Borbones nunca fue poner orden en nada,
puesto que el orden siempre estuvo claro para los juristas de la época, de forma que las juris-
dicciones de unos y otros nunca se confundieron o solaparon.
Las dos preguntas que han guiado nuestra investigación son: con la aplicación de la
Ordenanza de Intendentes en la intendencia de Ciudad Real de Chiapas, ¿hubo un cambio
significativo en la forma de concebir el territorio? ¿Cómo se produjo el proceso de (re) orde-
namiento jurisdiccional? Podrían parecer dos preguntas muy obvias, pero sus respuestas no
se encuentran exentas de dificultad. Aunque existen algunos trabajos que abordan el periodo
de intendencias en Chiapas, como expusimos en los párrafos precedentes, poco se sabe al
respecto de la configuración jurisdiccional del territorio y la creación y evolución de las subde-
legaciones que la integraron entre 1786 y 1821.

Aproximación a la conformación territorial del Reino de Guatemala

Desde mediados del siglo XVIII los monarcas borbónicos iniciaron una serie de reformas admi-
nistrativas que tenían como finalidad principal centralizar y mejorar la administración de los
territorios en América, proceso que culminó con la implantación del régimen de intendencias
que, en el caso de Centroamérica, empezó en 1785 con el establecimiento de la intendencia de
San Salvador por real cédula del 17 de septiembre.
Durante su visita José de Gálvez pudo percatarse de la situación en que vivían las
colonias y, entre otras cosas, denunció la actuación arbitraria que tenían los alcaldes mayores
en sus territorios con la práctica del repartimiento de mercancías y su papel como interme-
diarios con los grandes comerciantes de Guatemala. A estos males se sumaba la inoperancia
administrativa del sistema de división política, alcaldías mayores y corregimientos, puesto que
los cargos que encabezaban cada una de ellas eran comprados y, por lo tanto, detentados por
personas que sólo buscaban resarcir la inversión que habían hecho para obtenerlos. Por ello los
territorios, en principio, se reorganizaron en nuevas unidades político-administrativas deno-
minadas intendencias, al frente de las cuales se hallaba el intendente, que contaba con amplias
atribuciones en guerra, hacienda, justicia y policía o gobierno, a ellas se sumaba el vicepatro-
nato de la Iglesia. A partir de este momento las intendencias pasarían a ser circunscripciones
territoriales intermedias y éstas, a su vez, se dividieron en subdelegaciones o partidos.
La primera intendencia del Reino de Guatemala, San Salvador, comprendía las pro-
vincias de San Salvador, San Vicente de Austria y San Miguel; el 20 de septiembre de 1786 se
estableció la intendencia de Ciudad Real de Chiapas, que abarcaba las provincias de Chiapas,

8. Idem.
9. Beatriz Rojas, “Orden de gobierno y organización del territorio” en Clara García Ayluardo (coord.), Las Reformas borbónicas 1750-
1808, 2011, pp. 131-164.

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Ana María Parrilla Albuerne

Tuxtla y Soconusco, y unos meses más tarde, el 23 de diciembre de 1786, las de Nicaragua y
de Honduras en la provincia de Comayagua. Esta divisiones generales ameritarían un análisis
más profundo puesto que en algunos casos denotaron un traslado de los núcleos de poder
tradicionales, y como expresa Vives: “De entrada, es de notar que tanto en Comayagua como
en Nicaragua se suprimieron la alcaldía mayor de Tegucigalpa y los corregimientos de Realejo,
Matagalpa y Nicoya, situando a la misma Comayagua y a León administrativamente por
encima de la tradicional Granada”.10
En el caso concreto de Chiapas la nueva conformación aparentemente buscaba reunir
y aumentar el poder administrativo en Ciudad Real, algo que extraña por las circunstancias
que se habían presentado previamente en esta zona: la alcaldía mayor de Ciudad Real se
había dividido en 1769, a partir de ella se fundó la alcaldía mayor de Tuxtla y, en la nueva
intendencia, se incluyó la hasta entonces gobernación del Soconusco. Esta nueva confor-
mación no deja de sorprender cuando años antes se había fortalecido el poder económico
administrativo de Tuxtla, no sólo como cabecera de alcaldía sino también como sede de la
Receptoría de Alcabalas.
Un caso aparte lo constituye la provincia de Guatemala, en la que nunca fue aplicado
el sistema de intendencias, asunto sobre el cual Quesada Saldaña ofrece dos posibles razones:
la primera se la atribuye a la importancia de la zona como canal comercial directo con la
Metrópoli; la segunda, a la necesidad de evitar hostilidades con los otros sectores dominantes
que no pertenecían al monopolio comercial; este último afectado por la nueva estructura
operativa.11
Pero más allá de esas hipótesis es importante considerar que en esta región ya se habían
puesto en marcha algunos cambios desde el siglo XVII, y la forma en que se fue conformando
el territorio de la Audiencia de Guatemala evidencia que desde 1670 la tendencia de la Corona
fue la creación de alcaldías mayores en detrimento de corregimientos. El tema resulta de gran
importancia porque, a pesar de la cantidad de investigaciones que se han realizado al respecto,
no existe un consenso sobre sinonimia o no de ambas divisiones político-administrativas,
considerando que se trata de un tema de gran relevancia para ayudarnos a comprender la evo-
lución administrativa y territorial del Reino de Guatemala.
La discusión historiográfica se divide entre quienes consideran que los cargos de corre-
gidor y alcalde mayor sólo presentan diferencias semánticas, y aquéllos que plantean que sí
hubo diferencias. Víctor Tau, después de centrar su estudio en el oficio de corregidor de indios
en el Perú piensa que, a pesar de que el oficio genérico de corregidor surgió con anterioridad,
ya para el siglo XVII éste se confunde con el de alcaldes mayores. Ricardo Zarroquín indica
que, a medida que se iban organizando las distintas provincias indianas, se fue creando una

10. Pedro A. Vives, “Intendencias y poder en Centroamérica”, Anuario de Estudios Centroamericanos, 13 (2), 1987, p. 39.
11. Flavio Quesada, Estructuración y desarrollo de la administración política territorial de Guatemala, 2005, p. 68.

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Conformación de subdelegaciones en la intendencia de Ciudad Real, Chiapas

jerarquía de funcionarios controlados por las Audiencias.12 Esta misma postura se intuye en
la obra de Woodrow Borah al considerar que las funciones de los alcaldes mayores en Nueva
España eran más cercanas a la tutela de los indios y, por lo tanto, equivalente a la labor del
corregidor de indios, considerando que ambos puestos contaban con idénticas atribuciones en
ámbitos territoriales más o menos extensos.13
Por su parte García Gallo sostiene que sí hubo diferencia entre ambos cargos, aunque
en principio poco notables,14 y el corregidor, según el autor, se limitaba al ámbito local,
mientras que el alcalde mayor extendía su acción a un distrito; el primero, además, ejercía
funciones de gobierno y justicia, mientras que el segundo sólo lo hacía de justicia. A esto se
suma el hecho de que se prefiriera para las alcaldías las zonas más alejadas de la residencia
del Gobernador y no se erigían en lugares donde hubiese corregidor; el autor afirma que los
alcaldes tenían una actuación colegiada frente a la de los corregidores que era personal, y que
el alcalde era juez de apelación de un distrito grande, atribución que no tenía el corregidor.
A pesar de todas estas diferencias, concluye que debido a la ampliación de funciones que
finalmente se dio a los alcaldes mayores, como indica Solórzano, llegó a ser un oficio con dis-
tintos nombres “… a los cuales en el Perú llaman corregidores, y en la Nueva España alcaldes
mayores”.15 De ser cierto, ¿qué sentido tendría, al menos en el caso centroamericano, suprimir
corregimientos para fundar nuevas alcaldías mayores?
Por nuestra parte consideramos, como hipótesis, que la formación de nuevas alcaldías
y supresión de antiguos corregimientos permitió a la Corona tener un control más directo
de áreas de interés económico, sobre todo de aquéllas con un alto índice de mano de obra
indígena, creando un escenario de negociación entre los alcaldes mayores y los alcaldes de los
cabildos. No cabe duda de que este tema amerita un trabajo de análisis más profundo, el cual
excede los propósitos de este artículo, pero consideramos conveniente señalar que, al menos
en el caso centroamericano, ya desde el segundo tercio del siglo XVII se aprecia un interés de la
Corona por aumentar su control, pero ¿cómo y por qué se dio este proceso?
La Audiencia de Guatemala, tal y como se constituyó desde 1570, estaba dividida en
cinco gobernaciones –Guatemala, Comayagua, Nicaragua, Costa Rica y Soconusco–, que a
su vez fueron divididas en corregimientos y alcaldías mayores. Estas gobernaciones primitivas,
como las denominó Stephen Webre,16 fueron sustituidas por corregimientos tras la creación
de la Audiencia de los Confines. Estos corregimientos tuvieron un carácter administrativo,
en los cuales el corregidor se encargaba básicamente de recoger el tributo y, en principio, de
evitar los abusos de los colonizadores. Parece que fue, en el sentido administrativo, un débil
intento de reemplazar el dominio directo de los colonizadores sobre los pueblos de indios, de

12. Román Piña, “Ordenanzas para Corregidores y Alcaldes Mayores dadas por las autoridades indianas”, Memoria del X Congreso del
Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano, 1995, vol. II, p. 1208.
13. Woodrow Borah, El juzgado General de Indios en la Nueva España, 1985, p. 97.
14. Alfonso García-Gallo, “Los orígenes de las instituciones americanas”, Estudios de Historia del Derecho Indiano, 1972, pp. 866-867.
15. Juan Solórzano Pereira, Política Indiana, L. V, c. 2, n. 1. http://fondosdigitales.us.es (15 de enero de 2016).
16. Stephen Webre, “Poder e ideología” en Julio Pinto Soria (ed.), Historia General de Centroamérica, t. 2, 1994, p. 152.

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Ana María Parrilla Albuerne

manera que se quiso convertir al corregidor, como funcionario real, en el intermediario entre
el dominio de los colonos y los indios.17 Sin embargo el cambio no tuvo el resultado deseado
puesto que el poder de los conquistadores no podía limitarse únicamente con el nombra-
miento de estos nuevos funcionarios, por lo que se decidió adoptar una nueva política, que fue
la implantación del Régimen Municipal, con el objetivo de liberar a los indígenas del control
de los encomenderos,18 medida con la cual cobró nueva vigencia la figura del corregidor, que
aglutinaba una cierta cantidad de pueblos indios que tributaban directamente a la Corona.
Además de los corregimientos, fueron implantadas las alcaldías mayores, unidades
administrativas-territoriales con extensiones de una riqueza relativa, pero que tenían un inte-
rés especial para la Corona. Quesada Saldaña apunta al respecto:

De las nueve alcaldías mayores existentes al final del siglo XVI, tres de ellas –San Salvador, Sonsonate
y Suchiltepéquez– eran importantes por la explotación añilera de gran demanda en el mercado inter-
nacional; en una de ellas –Ciudad Real– se producía colorante extraído de la grana o cochinilla, y este
producto tenía también gran importancia comercial; dos –Tegucigalpa y Minas de Zaragoza– eran
importantes por la existencia de minas en sus respectivas jurisdicciones; dos –Nicoya y Amatique–
tenían para la Corona un interés estratégico por ser importantes puertos comerciales, y la última
–Verapaz– estaba bajo alcaldía mayor por la peculiaridad de su conquista y la no menos importante
riqueza de sus aborígenes.19

Como indicábamos anteriormente, durante el siglo XVII se experimentaron algunos


cambios que marcaban una tendencia centralizadora por parte de la monarquía: en la década
de 1670 seis corregimientos se agruparon en tres alcaldías mayores, con la finalidad de ejercer
un control más directo sobre el territorio y su población; hacia finales del siglo XVII la división
de la Audiencia de Guatemala estaba constituida por once corregimientos –Atitlán, Solola,
Escuintla, Guazacapán, Acasaguastlan, Chiquimula, El Realejo, Matagalpa, Totonicapan,
Quetzaltenango, Valle de Guatemala–, nueve alcaldías mayores – Suchitepéquez, Nicoya,
Tegucigalpa, Ciudad Real, San Salvador, Sonsonate, Verapaz, Amatique, Minas de Zaragoza–
y cuatro gobernaciones –Nicaragua, Comayagua, Costa Rica y Soconusco–.20 El proceso
de reorganización del territorio culminaría con la supresión del corregimiento del Valle de
Guatemala en 1753, y con la posterior promulgación de la Ordenanza de Intendentes,21 aunque
es importante considerar también otras circunstancias, sobre todo comerciales, que se presen-
taron en medio de todo esto.

17. Flavio Quesada, Estructuración y desarrollo de la administración política territorial de Guatemala, 2005, p. 48.
18. Idem.
19. Ibidem, p. 53.
20. Ibidem, p. 59.
21. Gustavo Palma Murga, “Economía y Sociedad en Centroamérica (1670-1750)” en Julio Pinto Soria (ed.), Historia General de
Centroamérica, t. 2, 1994, p. 277.

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Conformación de subdelegaciones en la intendencia de Ciudad Real, Chiapas

Hacia el año de 1740 el sistema mercantil español comenzó a modificarse con motivo
de la supresión de la Armada de Galeones, después del ataque del inglés Vernon a Portobelo
y Cartagena de Indias22 por los registros sueltos, oficialmente denominados navíos de registro.23
Este régimen de transporte se impuso en Centroamérica en 1744 y supuso la llegada perió-
dica de embarcaciones españolas a los puertos del Golfo de Honduras; la plata producida en
Honduras, cuya producción aumentó durante estos años, se exportaba a Europa utilizando
estas naves, y lo mismo sucedía con el tan codiciado añil.24
Las relaciones entre España y Centroamérica trajeron como consecuencia el fortaleci-
miento de una elite mercantil asentada en la capital de la Audiencia de Guatemala, elite que
dominó y monopolizó principalmente dos actividades: por un lado el comercio del añil que,
procedente de los poquiteros25 de El Salvador, Honduras y Nicaragua, era comprado por los
propietarios de recuas de mulas y trasladado a la ciudad de Guatemala, donde era intercam-
biado por otros productos; por otro lado el ganado, que era llevado cada año a la feria anual de
Guatemala desde Honduras, Nicaragua, Nicoya y Bagaces, e intercambiado por otros produc-
tos europeos y de la tierra.26 Poco sabemos de cómo se insertaban la provincia de Chiapas y la
gobernación del Soconusco en esta red mercantil y, aunque no es el propósito de este trabajo,
cabe señalar la necesidad urgente de iniciar un análisis a profundidad sobre este asunto que,
indudablemente, permitirá comprender el funcionamiento de la red de poder en estos territo-
rios tan aislados de la cabecera de la audiencia.
En 1779 llegó el nuevo capitán general de la Audiencia de Guatemala, Matías de Gálvez,
con la firme intención de combatir el monopolio guatemalteco. En 1782 convocó a una junta
de cosecheros de añil con el fin de fijar un precio sobre el producto, de la que fueron excluidos
los comerciantes de Guatemala, de esa junta salieron los Estatutos de la Sociedad de Cosecheros
de Añil –sin la dependencia entre éstos y los comerciantes era demasiado fuerte por lo que las
medidas no fueron adoptadas–. A esta intermediación se unió el cambio del lugar de la feria
anual, de ganado de Laguna de Cerro Redondo a Chalchuapan (Santa Ana en El Salvador),
además nombró un juez que fijara los precios e incluyó la prohibición de vender ganado fuera
de la feria. Esto último, en lugar de ser tomado por los ganaderos como un respaldo, se inter-
pretó como una medida favorable a los comerciantes de Guatemala que ocasionó la unión de
éstos con los añileros en su enfrentamiento con los comerciantes guatemaltecos.27

22. Para más información sobre este suceso consultar Allan J. Kuethe y Juan Marchena F. (eds.), Soldados del Rey, 2005.
23. Embarcaciones aisladas que navegaban por las rutas habituales, pero con autorización oficial expedida por la Corona y con un
registro para evitar el contrabando y el fraude. Esta modalidad existía desde el XVI, pero eran mal vistas por el consulado sevillano
por entender que estas licencias rompían su monopolio mercantil y de la política comercial; sin embargo en el XVIII el mecanismo
se implantó con mayor fuerza. Manuela Cristina García Bernal “Comercio”, Luis Navarro (coord.), Historia General de España y
América. Los primeros Borbones, vol. XI-1, 1989, pp. 226.
24. Héctor Pérez, Historia General de Centroamérica, t. III, 1993, p. 45.
25. Pequeños productores.
26. Héctor Pérez, ibidem.
27. Ibidem, pp. 54-55.

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Ana María Parrilla Albuerne

La provincia de Chiapas tenía un peso importante en la circulación y transporte de


bienes ya que se trataba del lugar de tránsito obligado hacia el Puerto de Veracruz pues,
aunque otros puertos del Golfo estaban funcionando, nunca lograron desplazar la salida de
mercancías por Veracruz donde, además, el contrabando contaba con su propia red de trans-
porte de mercancías, la mayoría de las veces controlada por los mismos comerciantes.
Consideramos que este contexto ayuda, en cierta forma, a explicar por qué las dos
primeras intendencias que se constituyen en Centroamérica fueron las de San Salvador, el
17 de septiembre de 1785, y la de Ciudad Real de Chiapas, el 20 de septiembre de 1786; en
ambos casos los primeros intendentes interinos elegidos fueron dos oidores de la Audiencia de
Guatemala, con amplio conocimiento de la justicia, que además mantenían estrechos víncu-
los con la élite comercial de Guatemala, José Ortiz de la Peña en el primer caso y Francisco
Saavedra y Carvajal en el segundo.
Para la intendencia de San Salvador el elegido fue José Ortiz de la Peña, un peninsu-
lar que se había afincado en Guatemala desde el año de 1777, y que como se especifica en su
nombramiento,28 lo fue por su conocimiento práctico. En el año de 1784 el presidente de la
Audiencia, José de Estachería, comisionó al oidor José Ortiz de la Peña para llevar a cabo una
investigación sobre las condiciones de trabajo en los lugares donde se cultivaba el añil –San
Salvador, San Miguel y San Vicente–, y de sus observaciones y anotaciones surgió un regla-
mento que pretendía mejorar el cultivo y la producción de este producto; poco después fue
nombrado intendente interino de San Salvador,29 y ya como intendente formó la Instrucción
a que deverán arreglarse los Gobernadores de los Pueblos de Indios,30 cuya finalidad era introdu-
cir una reforma en los pueblos de indios mejorando su policía, arreglando sus costumbres y
fomentando el cultivo de sus tierras.31
En el caso de la intendencia de Ciudad Real de Chiapas el designado fue Francisco
de Saavedra y Carvajal, como apuntábamos con anterioridad, quien había sido fiscal de la
audiencia de Guatemala desde 1775, y un año después de haber asumido el cargo de inten-
dente en Ciudad Real fue nombrado alcalde del crimen en México. Por otro lado sabemos que
en 1789 rechazó la regencia de la Audiencia de Manila, seguramente porque para entonces ya
fungía como alcalde del crimen en México; posteriormente, en 1794 fue nombrado regente de
la audiencia de Guadalajara y ministro togado del Consejo de Indias en 1803.32
El precedente que la aplicación de la Ordenanza de Intendentes en San Salvador repre-
sentó en la Audiencia de Guatemala fue de suma importancia para la implantación en otras

28. Héctor Humberto Samayoa, El régimen de intendencias en el Reino de Guatemala (1524-1821), 1978, pp. 171-173.
29. Robert S. Smith, “La producción y el comercio de añil en el Reino de Guatemala” en Jorge Luján (ed.), Historia Económica 1750-
1940, 1980, p. 104.
30. AHMOB, t. I, doc. 4 y 5, 28 ff.
31. Para un análisis más completo de la intendencia de San Salvador consultar Sajid Alfredo Herrera, “La idea borbónica de buen
gobierno en las poblaciones” en Ana Margarita Gómez y Sajid Alfredo Herrera (comps.), Mestizaje, poder y sociedad, 2003, pp.
97-132.
32. Ministerio de Gobernación, Gaceta de Madrid, Imprenta Real, 11 de febrero de 1803, p. 122.

112
Conformación de subdelegaciones en la intendencia de Ciudad Real, Chiapas

intendencias, y ejemplo de ello son las continuas referencias que Francisco de Saavedra y
Carvajal, intendente de Chiapas, hacía de los procesos de implantación que con anterioridad
se habían efectuado en la primera.

La Intendencia de Ciudad Real de Chiapas: antiguos y nuevos partidos

Según García de León, antes del establecimiento de la Intendencia de Ciudad Real la alcal-
día mayor de este nombre estaba integrada por cuatro partidos: Zendales, con cabecera en
la propia Ciudad Real; Llanos, con cabecera en San Bartolomé de los Llanos; Coronas, con
cabecera en San Juan Chamula, y Guardianías, con cabecera en Asunción Huitiupan –los
cuales sumaban un total de 52 pueblos tributarios–. La alcaldía mayor de Tuxtla estaba inte-
grada por dos partidos: Chiapa de Indios, con cabecera en el pueblo del mismo nombre, y
los Zoques, con cabecera en Tecpatán –sumando un total de 37 pueblos tributarios–.33 Como
expresamos líneas arriba, no contamos con información sobre cómo se subdividía la goberna-
ción del Soconusco.
En 1761 el alcalde mayor de Ciudad Real, Joaquín Prieto Islas y Bustamante, infor-
maba que su jurisdicción contaba con seis partidos que coincidían con las provincias eclesiásti-
cas: Zendales, Guardianía, Corona, Zoques, Chiapas y Llanos.34 Unos años después, en 1778,
justo antes de la reforma de intendencias, el obispo Francisco Polanco ordenó la realización de
un censo, el cual nos muestra que la estructura de las provincias religiosas continuaba siendo
prácticamente la misma, a excepción de la división en dos de la provincia de los Zendales y la
unificación de Guardianía y Coronas.35
Cuando se creó la intendencia de Ciudad Real en 1786 con el carácter de provincia
estaba constituida por tres partidos: Ciudad Real, Tuxtla y Soconusco, que correspondían a
dos alcaldías mayores y una gobernación asentadas en lo que hoy conocemos como Chiapas,
y que posteriormente quedarían constituidas como tres subdelegaciones. No contamos con
información sobre los motivos por los cuales se incluyó en esta nueva jurisdicción a la gober-
nación del Soconusco, que como tal había tenido un carácter independiente bajo la jurisdic-
ción de la audiencia de Guatemala; posiblemente se buscaba que las nuevas jurisdicciones
se adecuaran a las de los obispados establecidos, pues aunque en algunos casos la amplitud
del territorio hizo necesaria una o varias divisiones político administrativas –como sucedió
en Michoacán–,36 en Chiapas la nueva intendencia recuperaba, en cierta forma, el territorio
asignado al obispado. De este modo podemos suponer que la conformación jurisdiccional de

33. Antonio García de León, Resistencia y Utopía, 1997, p. 43.


34. Manuel B. Trens, Historia de Chiapas desde los tiempos más remotos hasta el gobierno del General Carlos A. Vidal, 1942.
35. Alma Margarita Carvalho, La ilustración del despotismo en Chiapas, 1774-1821, 1994, p. 49.
36. En este obispado se fundaron tres intendencias: Valladolid, Guanajuato y San Luis Potosí. Para mayor información consultar: José
Luis Alcauter, Subdelegados y subdelegaciones, 2017, Graciela Bernal en el capítulo III de este libro.

113
Ana María Parrilla Albuerne

la nueva intendencia de Ciudad Real obedeció al interés de la Corona de que ambas jurisdic-
ciones, civil y religiosa, fueran equivalentes territorialmente hablando, tema sobre el que se
volverá más adelante.
El 20 de septiembre de 1786 se nombró, por cédula real,37 como primer intendente
interino de la recién creada intendencia de Ciudad Real a Francisco de Saavedra;38 es impor-
tante recordar que, en un principio, la aplicación del sistema de intendencias en la audiencia
de Guatemala se hizo con base en la Ordenanza de Río de la Plata,39 pues la intenden-
cia de San Salvador se había creado el 17 de septiembre de 1785. Posteriormente, con la
entrada en vigor de la Ordenanza de Intendentes de la Nueva España, de 4 de diciembre de
1786, se adoptaría el nuevo ordenamiento, momento en que la Intendencia de Ciudad Real
ya había sido establecida.
No tenemos ninguna noticia sobre cómo se visualizaban los actores de los diferentes
partidos que constituyeron la nueva jurisdicción provincial, sólo contamos con el testimo-
nio del propio Saavedra: “… se ha dignado conferirme [el rey] el empleo de Gobernador
Intendente de las Provincias de Ciudad Real, Tuxtla y Soconusco erigiéndolas en Intendencia
de Provincia …”.40 Aunque en esta disposición sólo se estaba acatando el artículo 1 de
la Ordenanza de Río de la Plata, que posteriormente fue retomado por la de Nueva España,
“… que en lo sucesivo se entienda por una sola Provincia el territorio ó demarcación de
cada Intendencia con el nombre de la Ciudad ó Villa que hubiese de ser su Capital, y en que
habrá de residir el Intendente, quedando las que en la actualidad se titulan Provincias, con la
denominación de partidos, y conservando estos el nombre que tienen aquellas”.41
Interesante resultaría conocer cómo reaccionaron esos actores ante la propuesta de inte-
grarse en una intendencia, así como la reestructuración que ello significó en diferentes planos.
Por lo pronto se nos plantea un escenario complejo, en la medida en que el espacio es el resul-
tado de la acción de un actor que cuenta con un programa en algún nivel, ya que al apropiarse
concreta o abstractamente de un espacio mediante una representación lo está territorializando.
Como consecuencia recordemos que el territorio, usando palabras de Raffestin, es un espacio
en el que se ha proyectado trabajo, energía e información que revelan relaciones marcadas por
el poder,42 de suerte que se puede decir que cualquier proyecto en el espacio que se expresa
como una representación revela la imagen deseada del territorio como lugar de relaciones. En
efecto, pese a que consideramos que en la recién creada intendencia de Ciudad Real se trataba

37. AGCA, A1 (1), leg. 21, exp. 292, f. 2, Oficio del Señor Gobernador Intendente de Ciudad Real solicitando la creación de Ministerios
subalternos a imitación de lo practicado por la de San Salvador, 1789.
38. Quien se había desempeñado, hasta entonces, como fiscal de lo civil en la audiencia de Guatemala.
39. Real Ordenanza para el Establecimiento e Instrucción de Intendentes de Exército y Provincia en el Virreinato de Buenos Aires, 1782.
40. AGCA, A1 (1), leg. 21, exp. 292, f. 2, Oficio del Señor Gobernador Intendente de Ciudad Real solicitando la creación de Ministerios
subalternos a imitación de lo practicado por la de San Salvador, 1789.
41. Real Ordenanza para el Establecimiento e Instrucción de Intendentes de Exército y Provincia en el Virreinato de Buenos Aires, 1782,
artículo 1.
42. Claude Raffestin, Por una geografía del poder, 2013, p. 102.

114
Conformación de subdelegaciones en la intendencia de Ciudad Real, Chiapas

de establecer una nueva jurisdicción bajo la lógica de una concordancia civil y religiosa, una
lectura más profunda nos ayuda a puntualizar todo este proceso.
El clero secular en las provincias de Chiapas siempre había visto limitado su poder
frente al control que las órdenes mendicantes ejercían sobre los pueblos de indios: con la polí-
tica de reunión de la población en pueblos de indios los dominicos establecieron una red de
ayudantes que incluía fiscales, maestros de coro, sacristanes, mayordomos, músicos y otros
cargos menores, en los que descargaban parte de sus obligaciones, como enseñar la doctrina
a los indios, mantener actualizados los libros parroquiales y rezar el rosario todos los días.43
Además de estas acciones, reorganizaron los asentamientos dotándolos de las instituciones de
origen español para, de esta forma, crear una red de indios leales a ellos que hacía de la Iglesia
el pilar más sólido del dominio español en Chiapas.44
A lo largo de los siglos los dominicos crearon una serie de mecanismos que les permi-
tieron acrecentar y consolidar su poder frente a su “enemigo” más temido, la secularización de
las parroquias que les habían sido encomendadas, y uno de los mecanismos más utilizados fue
a través de las donaciones piadosas y del acaparamiento de tierras comunales, tema aún por
trabajar en profundidad.
Como vemos en el mapa 1, la orden de los dominicos estuvo presente en la mayoría de
los pueblos indígenas de Chiapas, lo que les permitió dejar su impronta; supervisaron la vida
de la población no española hasta la secularización de la doctrina en 1754, constituyéndose así
en un poder económico y político en constante conflicto con las autoridades civiles. A pesar de
la secularización Chiapas siguió viviendo bajo el control de la orden, los dominicos continua-
ron a cargo de la mayoría de las parroquias hasta finales del siglo XVIII ya que este territorio
nunca fue atractivo para el clero secular por lo intrincado de su geografía.45

Mapa 1 94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

Diócesis de Chiapa y Soconusco a principios


¯
Yucatán
18°0'0"N

del siglo XVIII46 Veracruz

! Tila
0 25 50 100 Km

!
Ixtacomitán Tumbalá
! Chapultenango !
Huitiupán
! Cualpitán ! ! Yajalon
! Tecpatán ! Chilon

Los enfrentamientos entre el poder


! Tapalapa ! Guaquitepec
Copainala !
17°0'0"N

o
! ! Cancuc sing
Jitotol ! Chamula ! Oco Yucatán
Oaxaca ! Oxchuc
Veracruz
Tuxtla ! ! Huistán

civil, apuntalados por el clero secular, y el


Ixtapa !
! S. Felipe
Ocozocoautla Oaxaca
! ! Chiapa Chiapas

! Xiquipilas ! Acala ! Teopisca Guatemala

regular llegaron a convertirse en un serio


Cuxtepeques ! Totolapa Despoblado del Lacandón
! ! Soyatitán
!
San Bartolomé ! Comitán
De

problema: Chiapas, carente de riquezas,


16°0'0"N

sp ! Socoltenango
ob
lad
o Escuintenango !
de
lS
oc
on !Chicomuselo

contaba con una gran cantidad de población


us
co

! Mapastepec
Simbología

indígena, y del control de ésta dependía el O



an
o
P
ac
!
Ocelocalco
!Tizapa
Guatemala
Curatos dominicos (27)
15°0'0"N

Curatos seculares (12)

aumento de poder y riquezas de los diversos


íf Tuxtla chico
ic Cuilco ! !
o
! Curatos franciscanos (2)
Huehuetán

!
a
tl
Ayu

94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

43. Juan Pedro Viqueira, Encrucijadas chiapanecas, 2012, pp. 186-187.


44. Idem.
45. Sidney David Markman, Arquitectura y urbanización en el Chiapas colonial, 1993, p. 63.
46. Elaboró José Luis Alcauter Guzmán a partir del mapa “Diócesis de Chiapa y Soconusco a principios del siglo XVIII” en Mario
Humberto Ruz, Savia india, floración ladina, 1992, p. 60.

115
Ana María Parrilla Albuerne

funcionarios y religiosos. Es por ello que con la nueva jurisdicción provincial se pretendía
debilitar el poder de la orden de los dominicos en los pueblos de indios, y romper con las rela-
ciones de poder tejidas entre las cabeceras y los pueblos en los diferentes partidos. La antigua
división político-administrativa, pero también religiosa, en su nivel más bajo se vio desdi-
bujada por la nueva distribución instrumentada al fundarse la intendencia de Ciudad Real,
dejando únicamente tres subdelegaciones, nuevos partidos, donde debieron quedar al menos
seis antiguos partidos, puesto que como señalaba la legislación aquéllas debían formarse no
sólo donde hubiera existido alcalde mayor y corregidor, sino también en aquellos pueblos que
hubieran sido cabecera de partido con teniente de gobernador, argumento sostenido en dife-
rentes ocasiones para la subdivisión posterior de la subdelegación de Ciudad Real.
No cabe duda de que la conformación territorial que había caracterizado el territorio
que habría de convertirse en la intendencia de Ciudad Real de Chiapas marcaría el devenir de
la conformación de los futuros partidos de su jurisdicción, siendo éste, aunque no el único, uno
de los elementos a considerar para comprender el surgimiento de las nuevas subdelegaciones.

94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W


Mapa 2
Partidos y provincias de Chiapas, siglos XVI
¯
18°0'0"N

Veracruz Yucatán
0 25 50 100Km
y XVII47
Guaquitepec
! Yucatán
Huitiupán Veracruz
!
17°0'0"N

!
Tecpatán Chamula Ocosingo Oaxaca
Chiapas
! !
Oaxaca

Subdelegaciones creadas en
Guatemala
Despoblado Lacandón
!
Despoblado de Mezcalapa Chiapa

!
! Comitán

Copanahuastla
Ciudad Real
16°0'0"N

De
sp
ob
lad
Despoblado de la Sierra Madre Simbología
od
el
So

Según Michael Polushin, durante su interi-


co Chiapa
nu
sc
o
Huitiupan
Mapastepec

nato el primer intendente de Ciudad Real,


! Las Coronas
O ! Escuintla
cé ! Tuzantan Guatemala Los Llanos
an Ocelocalco
o !
P Los Zendales

Francisco de Saavedra y Carvajal, fungió


ac
15°0'0"N

íf Huehuetlán
ic ! ! Los Zoques
o Tuxtla chico
Soconusco

como árbitro en las disputas existentes entre


!
Ayutla

el nuevo ayuntamiento de Ciudad Real48 y


94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

el alcalde mayor;49 sin embargo, y sin restar importancia a esta labor, en nuestra opinión su
logro más importante resultó la conformación administrativa de esta nueva jurisdicción.
Francisco de Saavedra y Carvajal, primer intendente interino de Chiapas, llegó a
Ciudad Real a principios de 1787 y lo que encontró fue la cabecera de la intendencia devastada
por la inundación que se había producido en 1785, situación que le permitió constatar cómo el
ayuntamiento había resultado incapaz de llevar a cabo un plan de reconstrucción de la ciudad,
lo que indicaba una gestión deficiente. En efecto, el ayuntamiento de Ciudad Real, que había

47. Elaboró José Luis Alcauter Guzmán a partir del mapa “Partidos y provincias durante los siglos XVI y XVII en Chiapas” en Jan de
Vos, La batalla del sumidero, 1985.
48. Ya que éste se restableció en 1783.
49. Michael A. Polushin, “Bureaucratic Conquest, Bureaucratic Culture”, 1999, p. 142.

116
Conformación de subdelegaciones en la intendencia de Ciudad Real, Chiapas

sido reinstaurado en 1783, contaba con escasos, por no decir inexistentes, fondos de propios y
arbitrios, puesto que hasta entonces éste había sido sostenido por los alcaldes y regidores que
constituían la corporación.50 Ante esta situación Saavedra se dio a la tarea de crear un plan
de arbitrios que paliara la situación de las finanzas locales y que permitiera al ayuntamiento
hacerse con un caudal de propios a corto plazo, plan que fue presentado el 28 de noviembre
de 178751 y aprobado hasta el 26 de mayo de 1791 por la Junta Superior de la real hacienda.52
Paralelamente a esta tarea Saavedra presentó dos peticiones a la audiencia de Guatemala
en febrero de 1787: la primera se refería a su jurisdicción en materia militar, pues no aparecía en
su nombramiento, con lo que Saavedra buscaba el nombramiento de intendente gobernador
frente al de intendente corregidor, pues en este último caso su jurisdicción quedaba limitada
únicamente a las causas de policía y justicia, mientras que con el primero adquiría también
las causas de guerra y hacienda, que en principio podía ser competencia del gobernador; la
segunda consistía en que se le reconociera como vicepatrono en su territorio.
A estas peticiones se sumaron, en el mismo mes, el nombramiento de los ministros de
la real caja de Ciudad Real, con la que no se contaba desde que en 1549 se clausurara la exis-
tente: un tesorero y un contador como ministros de la Real Hacienda; un oficial mayor y un
escribiente para cada uno de las oficinas; un alguacil merino para las diligencias judiciales de la
intendencia, y un mozo para el aseo y servicio mecánico de la real caja. En la misma petición
se solicitaba el alquiler de una casa que fungiera como sede de la real caja, y que se abonara al
escribano el papel gastado y los portes de las cartas de oficio.
Estos documentos son importantes porque hacen alusión a la creación de la intenden-
cia de Ciudad Real como intendencia de provincia “… para los importantes objetos de su real
servicio que dicta la Ordenanza e Instrucción formada para el Virreynato de Buenos Aires, a
que por ahora se me manda arreglar en lo adaptable …”.53 Además, también queda claro que
la intendencia de San Salvador llevaba la cabeza en la forma de implantación administrativa
de las intendencias.
Durante el mandato de Saavedra también se establecieron las tres subdelegaciones o
partidos que se le habían asignado, y con su experiencia de oidor pronto llegó a conocer a pro-
fundidad los territorios que conformaban esas jurisdicciones; al haber gran cantidad de mano
indígena y, por lo tanto, la tributación el cimiento económico de la intendencia de Ciudad
Real, se dio a la tarea de conocer la cuantía de los tributos pagados en cada uno de los pueblos
de los tres partidos, y derivado de un estudio pormenorizado de la información que le fue
presentada pudo percatarse de cuatro aspectos:

50. Ana María Parrilla, “Propios y arbitrios del ayuntamiento de Ciudad Real: un pulso entre el poder local y los nuevos funcionaros
de la Intendencia (1786-1812)” en María del Rocío Ortiz Herrera (coord.), Ayuntamientos chiapanecos: fiscalidad, ciudadanía, elec-
ciones y justicia, en prensa.
51. AGCA, A1.2, leg. 6, exp. 76, ffs. 1-2, Sobre nuevos arbitrios con motivo de la dotación de diputado a Cortes, 1811.
52. Ibidem, f. 24.
53. AGCA, A1 (1), leg. 21, exp. 292, f. 1, Oficio del Señor intendente de Ciudad Real solicitando la creación de ministros subalternos
para este nuevo establecimiento a imitación de lo practicado para la de San Salvador, 1789.

117
Ana María Parrilla Albuerne

a. La gran disparidad en cuanto a las cuotas que cada tributario tenía que pagar dependiendo
del pueblo al que pertenecía, frente a lo cual el intendente propone un pago fijo por tribu-
tario en todos los pueblos, de tres pesos al año, quedando suprimidos los diezmos y comu-
nidad que se cobraban irregularmente como se verá en los siguientes puntos.
b. La disparidad en cuanto a lo aportado en cada uno de los tercios, San Juan y Navidad.
c. Los bienes de comunidad se contribuían en dinero, lo cual contravenía el artículo 38 de la
Ordenanza de Intendentes.
d. A pesar de que el tributo ya se pagaba en dinero seguía descontándose de éste el diezmo,
de forma que este impuesto se cobraba dos veces, uno sobre los productos de los pueblos
y otro sobre el dinero aportado por los tributarios, y no entendía el oidor cómo la iglesia
podía seguir exigiendo unos productos que no cosechaba.54

Las propuestas del nuevo intendente de Ciudad Real ameritaron un extenso informe
que incluyó la petición de pareceres a los intendentes de El Salvador, Comayagua y León, gene-
rando varios informes de gran interés para comprender cómo se realizaban las adecuaciones
de la Ordenanza de Intendentes de Nueva España en territorio de la audiencia de Guatemala.
Francisco de Saavedra pudo percibir la situación que caracterizaba la vida económi-
ca de los territorios que le fueron asignados. Es cierto que la corrupción permeó en la mayoría
de las alcaldías mayores, pero consideramos que en Chiapas, donde el ayuntamiento estuvo
ausente por largos periodos, la actuación de los alcaldes mayores fue especialmente abusiva,
además de que el relato de la situación de la nueva provincia muestra cuál era el entorno
al que se enfrentaron los recién nombrados subdelegados, y permite conocer el contexto en el
que debieron desenvolverse así como lo infundadas o no de sus quejas por la baja retribución.
La Ordenanza de Intendentes de 1786, cuyos primeros ejemplares se enviaron a
Guatemala desde España el 23 de abril de 1788,55 establecía que los subdelegados no debían
tener sueldo alguno, y que únicamente se les permitía disfrutar de la asignación de 5% del
cobro de tributos de sus jurisdicciones, añadiendo 1% que quedaría en manos del gobernador
indio o recolector de ellos.56 Esta medida estaba estrechamente relacionada con la prohibición
a los subdelegados de intervenir en los repartimientos de mercancías, cuyas consecuencias no
podremos analizar en profundidad en esta ocasión,57 lo que produjo que comenzaran a surgir
las quejas de los subdelegados señalando que la retribución resultaba insuficiente. Esto pro-
vocó que tanto en Nueva España por parte de los virreyes, como en la audiencia de Guatemala
por los presidentes, se solicitara una serie de informes a las intendencias para determinar si el
peculio era suficiente o no. En 1791, siendo intendente de Ciudad Real Agustín de las Quentas

54. AGCA, A3.16, leg. 246, exp. 4912, Sobre que se arregle la cuota que paga cada tributario con uniformidad en todos los pueblos, 1804.
55. Ibidem., f. 33, Se enviaron 264 ejemplares de la nueva legislación de diferentes calidades para su distribución y aplicación.
56. Real Ordenanza para el establecimiento é instrucción de Intendentes de exército y provincia en el reino de Nueva España, 1786, 2008,
artículo 132.
57. Para mayor información al respecto consultar Víctor Gayol, “Retribución de los subdelegados en la Nueva España” en Rafael
Diego-Fernández, Ma. Pilar Gutiérrez y Luis Alberto Arrioja Díaz Viruell (coords.), De reinos y subdelegaciones, 2014, pp. 49-71.

118
Conformación de subdelegaciones en la intendencia de Ciudad Real, Chiapas

Zayas, se informa a la audiencia de Guatemala sobre el número de subdelegados existentes y


la cantidad anual que percibe cada uno por el 5% de tributos.58

Mapa 3
Partidos que conformaron la intendencia
94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

¯
18°0'0"N

Yucatán

Veracruz
Pichucalco !
0 25 50 100 Km de Ciudad Real, 178659
! Ixtapangajoya Salto de Agua
Sunuapa ! ! ! Palenque
Nicapa
! ! Solosuchiapa
Ostuacán ! !
Los Moyos
Ixtacomitán !
Chapultenango ! Amatan
!
Ixhuatán ! Sabanilla! Tila
Coalpitán ! ! ! Tumbala
Tapilula ! Asunción Huitiupan!
Ocotepec ! !Petalcingo
Tapalapa ! ! Pantepeque S. Catarina Huitiupan
! !!
Solistahuacan ! S. Pedro Huitiupan
! Yajalon
Guatemala

En el partido de Ciudad Real no


Coapilla !
! Chilon
Oaxaca ! Simojovel
17°0'0"N

! Copainala
! Bachajon
Quechula ! San Bartolomé Plátanos
Bochil !
Chicoasen ! Chalchihuitan! Sibaca
! !
Osumacinta Chenalho ! Cancuc ! !
Soyaló ! !
Mitontic ! Tenango
Ocosingo
Ixtapa ! !Tenejapa
Yucatán

existía subdelegado por ser la cabecera de la


!San Juan Chamula ! Oxchuc

!
!
Ocozocoautla 6 Zinacantan
TuxtlaChiapa
!
!
9 Veracruz
Cintalapa
!
Ciudad Real Huixtán ! San Martin Teultepeque
!
!
San Lucas
Suchiapa ! Chiapilla Teopisca
Acala ! !
Totolapa ! ! Amatenango
Oaxaca
Chiapas

intendencia, y se encontraba subdividida en


!
Aguacatenango
!
San Bartolomé de los Llanos ! Pinola Guatemala
! !
Socoltenango Comitán

10 comisarías; en el partido de Tuxtla fungía


16°0'0"N

!
Tonalá

!
Coneta

como subdelegado Cayetano Benítez de


!
! Chicomuselo
Pijijiapan

Simbología

Oliver, familiar del que fuera primer alcalde


Mapastepec !
Acacoyagua

O Soconusco 6 !
Escuintla
!
Guatemala

!
! San Felipe
Acapetahua 9 Capital de Intendencia
an
o
P
Huixtla ! !
Tuzantan
6 Cabecera de Subdelegación

mayor de Tuxtla en 1768, que contaba con


ac Islamapa !
15°0'0"N

íf Cacahoatan
ic
o
Huehuetlán ! ! ! Pueblo
Tapachula !
! Mazatan
! Ciudad Real
Metapa

siete comisarías; el partido del Soconusco,


Soconusco
Tuxtla

cuyo subdelegado era Luis Pardo y Quiroga,


94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

estaba compuesto por dos comisarías, más el territorio controlado por el propio subdelegado.
Como vemos en el caso de la intendencia de Ciudad Real, en un principio se utiliza
el término comisario para designar a una persona delegada por el intendente o subdelegado
para llevar a cabo una comisión particular, funcionarios que, a diferencia de los tenientes,
no necesitaban que sus nombramientos fueran aprobados por el presidente de la audiencia de
Guatemala ni tenían obligación de vivir permanentemente en la cabecera de su jurisdicción,
quienes tan sólo se trasladaban al territorio por el tiempo de la encomienda. Sus comisiones
pueden ser englobadas principalmente en las causas de justicia y hacienda:

… el teniente [comisario] de Tonalá abraza las Haciendas que están en su territorio las que se concep-
túan como pueblos puesto [que] tiene que ministrarle justicia pasando a ellos cuando ocurre motivo,
no obstante la distancia que hay de unas a otras; así mismo sucede en todas las jurisdicciones pues
como en las expresadas se hallan establecidas muchas familias de indios y ladinos sirvientes que pagan
tributo es necesario para su cobro evacuar personalmente el requerimiento que motiva su trabajo y
gasto.60

En el rubro de justicia seguían manteniendo la actuación que habían desempeñado los


tenientes de alcalde mayor, y en la causa de hacienda los comisarios fueron los encargados,
con mayor o menor fortuna, de tasar y recaudar los tributos de indios en sus jurisdicciones.

58. AGCA, A1 (1), leg. 1976, exp. 13455, Real Orden sobre subdelegados, 1790.
59. Elaboró José Luis Alcauter Guzmán a partir del mapa “Diócesis de Chiapa y Soconusco a principios del siglo XVIII” en Mario
Humberto Ruz, Savia india, floración ladina, 1992, p. 60.
60. Idem.

119
Ana María Parrilla Albuerne

Ahora bien, para llevar a cabo una recaudación eficiente de los tributos fue necesario realizar
un padrón de tributarios completo de los pueblos de Chiapas, tarea encomendada por el
intendente Agustín de las Quentas Zayas a José Farrera, quien la realizó entre los años de 1790
y 1794 con excelentes resultados.61
Esta división territorial, y por lo tanto jurisdiccional, continuó intacta hasta el año de
1800, cuando se propuso la creación de una nueva subdelegación en Ixtacomitán, que no fue
aprobada sino hasta 1802. Este territorio pertenecía a la subdelegación de Tuxtla, encabezada
en ese momento por Sebastián Esponda y Olaechea, miembro destacado de la nueva élite
chiapaneca, y los argumentos esgrimidos por el solicitante fueron la gran extensión del territo-
rio a su cargo, lo que imposibilitaba la buena aplicación de justicia y la adecuada recaudación
de tributos; sin embargo, detrás de esta justificación se hallaba el interés de la familia Esponda
por seguir controlando de forma indirecta un territorio de gran potencial económico y punto
clave de las rutas del contrabando.62

Que es el río del Ixtacomitán caudaloso y navegable desde el paso de [Casahuyapa] hasta salir al
de Mezcalapa que pasa por Villahermosa de Tabasco y sale a la Barra de dicha Provincia de donde
salen y entran buques para Veracruz, Campeche, La Habana… entran Bongos y canoas cargadas de
géneros de mercaderías, comunmente por el citado río de Ixtacomitán hasta la ribera del Blanquillo
en donde hay cuantioso vecindario y muchas haciendas de cacao, allí verifican sus […] y así de los
géneros que venden como del cacao que compran o reciben a cambio de géneros usurpan el real erario
de Alcabalas al soberano…63

Desde 1800 se encontraba José Joaquín de Arriola como comisario subdelegado en la


zona, y aunque fue excluido de la terna presentada por el intendente para el nombramiento
del nuevo subdelegado en 1802, se valió de sus contactos en Guatemala para lograr su nom-
bramiento; desde el principio la relación del recién nombrado subdelegado Arriola con las
autoridades civiles y religiosas locales fue tensa, lo que derivó en un juicio que se alargó hasta
1809, cuando fue nombrado como subdelegado José Pinto en detrimento del hasta entonces
subdelegado interino José María Robles.64
La justificación jurídica a la nueva división la encontraron en el hecho de que en
Ixtacomitán había teniente de alcalde mayor desde antes de la división de la alcaldía mayor
de Tuxtla, es decir que se basaban en las primeras líneas del artículo 12 de la Ordenan-
za de Intendentes de 1786. La jurisdicción de la nueva subdelegación incluyó los pueblos
de Ixtacomitán, Ixtapangajoya, Chapultenango, Nicapa, Sunuapa, Ixhuatán, Tapilula,

61. Tadashi Obara-Saeki y Juan Pedro Viqueira, El arte de contar tributarios, 2017, p. 144.
62. Para mayor información consultar Ana María Parrilla, “Un subdelegado incómodo”, Espacio I+D, Innovación más Desarrollo, vol.
4, núm. 8, marzo 2015, pp. 109-133.
63. AGCA, A1 (1), leg. 2, exp. 27, Sobre si conviene o no poner subdelegado en el partido de Ixtacomitán, 1801.
64. AGCA, A1 (1), leg. 4, exp. 50, Sobre averiguar el principio y medios de que se echó mano con el fin de colocar en la subdelegación
del partido de Ixtacomitán al alférez real don José María Robles, 1811.

120
Conformación de subdelegaciones en la intendencia de Ciudad Real, Chiapas

Comistaguacan, Coalpitán, Uxtuacan, Sayula, Ocotepec, Tapalapa, Pantepeque y Coapilla,65


pero lo más importante es que aseguraba el control comercial, tanto legal como ilegal, de
los productos, por lo que resultó un área donde los conflictos entre autoridades y vecinos se
hicieron más patentes.
Esta fue la única división territorial que se produjo en el partido de Tuxtla, aunque
una situación muy distinta se vivió en el partido de Ciudad Real, donde se hallaba la cabe-
cera de la intendencia, pues la división en tres partidos o subdelegaciones de la intendencia
de Ciudad Real no dejó de ser un esqueleto jurisdiccional de lo que debía de llegar a ser
la conformación en subdelegaciones, tal y como expresaba el mencionado artículo 12 de la
Ordenanza; estamos seguros de esta afirmación porque una vez llegado el primer intendente
permanente, Agustín de las Quentas Zayas, se hizo patente la necesidad de subdividir la sub-
delegación de Ciudad Real en partidos más pequeños, territorialmente hablando, sin embargo
la propuesta fue bloqueada por el entonces teniente letrado, el controvertido Mariano Valero66
quien, ansioso porque la recaudación de los tributos recayera en su persona, alargó el proceso
innecesariamente.
En un principio la recaudación de tributos fue una tarea encargada a los funcionarios
de la caja real de Ciudad Real, pero por la “continua molestia y los perjuicios que se seguía a
los indios” en 1793, bajo el interinato en la intendencia de Francisco Durán y Francavilla, se
nombró a una persona que llevara a cabo esta tarea: primero fue encomendada a Eusebio de
Silva, al que sucedería, después de un cobro parcial del partido de Coronas y pueblos inme-
diatos en manos de Luis García, el capitán de milicias Rafael de Tovar y Gimbarda, entonces
subdelegado comisario del pueblo de Comitán, que para 1799 se había hecho con la cobranza
en todo el partido de Ciudad Real con el nombramiento de Subdelegado Cobrador de Tributos
de la Provincia, labor que siguió realizando hasta el tercio de Navidad de 1803.67
Este nombramiento nos permite señalar algunas apreciaciones sobre la importancia
que tenía el cobro de tributos y su control, así como de la dificultad que entrañaba realizar
esta tarea: por un lado todo parece indicar que los funcionarios de real hacienda se sintieron
aliviados y acordes con el nombramiento de Rafael de Tovar, quien dio fianzas de una forma
parcial; por el otro, se hacía evidente el interés por parte de los tenientes letrados porque el
encargado de realizar esta tarea fuera persona de su confianza. Finalmente, se hace patente
el intento de recuperación de la jurisdicción de los antiguos partidos, aun cuando en el docu-
mento existe una gran confusión entre los términos provincia y partido usando, todavía, los
términos anteriores a 1786. Pero más allá del consenso que debió existir para realizar este
nombramiento, lo cierto es que se trató de un subdelegado ilegal, puesto que no se le atribuyó

65. AGCA, A1 (1), leg. 2, exp. 27, Sobre si conviene o no poner subdelegado en el partido de Ixtacomitán, 1801.
66. Para mayor información consultar Michael A. Polushin, “Bureaucratic Conquest, Bureaucratic culture”, 1999.
67. AGCA, A1 (1), leg. 2, exp. 31, ff. 1 y 2, El señor gobernador intendente de la provincia de Ciudad Real sobre el cobro de tributos,
diezmos y comunidad de ella que corre a cargo de don Rafael Tovar sin legitima aprobación, 1803.

121
Ana María Parrilla Albuerne

ninguna jurisdicción y la única causa de su competencia sería la de hacienda, y sólo en cuanto


al cobro de tributos.
La mala interpretación que se hizo del artículo 129 de la Ordenanza de Intendentes
es notoria, pues por un lado debemos de considerar que para nombrar subdelegados primero
debía haberse contemplado el artículo 12, en tanto que el artículo 29 señalaba claramente que
para que la Junta Superior de Hacienda pudiera establecer una regla general de administración
y manejo del ramo de hacienda en todo el reino era necesario conocer el parecer de los inten-
dentes y, una vez tomada la decisión, comunicarían la resolución por medio del Contador
General de Propios Arbitrios, que debía ser secretario de la Junta. El acatamiento de este
artículo en particular era imposible en Chiapas pues para el año de 1793 la Junta Municipal
aún no se había constituido.
En cuanto al artículo 129, relativo al cobro de tributos, era claro en el sentido de que en
las villas y ciudades este cobro debía hacerse por los alcaldes ordinarios, es decir que se estaba
usurpando una de las funciones del ayuntamiento pues ni funcionarios de la caja real ni otros
subdelegados debían realizar esta labor, y aunque en los pueblos de indios cabecera de partido
debían hacerlo los subdelegados, aún no se había producido la división en partidos de la sub-
delegación de Ciudad Real, por lo tanto, no quedaba claro quién debía realizar esta tarea, de
forma que se inventaron un cargo de subdelegado cobrador de tributos exento de jurisdicción
–y que, además, no había afianzado su cargo–, lo que contravenía la legislación misma. Este
mismo artículo indicaba la necesidad de que el cobro de tributos se realizara por los caciques
indios y fuese depositado en manos de alcaldes o subdelegados, lo que no se realizó desde 1793
en adelante en el partido de Ciudad Real.
El interés por recuperar la jurisdicción en los antiguos partidos se hizo patente en
marzo de 1802 cuando el intendente Francisco Durán y Francavilla, en los últimos meses
de su mandato, proponía la creación de tres subdelegaciones en el partido de Ciudad Real:
Llanos, para la que se proponía a Rafael de Tovar –que ya había sido comisario subdelegado
en esa jurisdicción–; Zendales, cuyo primer subdelegado sería Felipe Solís –miembro de la caja
real de Ciudad Real–, y Corona, a cuyo frente se proponía colocar a José María Robles –este
último ya había sido comisario subdelegado en el partido de Tuxtla–.
Es importante señalar que en el mismo año de 1802 llegó el nuevo intendente de Ciudad
Real, Manuel de Olazábal, quien pronto estrechó relaciones con el promotor fiscal, Sebastián
Esponda y Olaechea, y dio la espalda a Mariano Valero, como era de esperar por los antiguos
enfrentamientos entre éste y el promotor. En un interesante documento se hace alusión al
compadrazgo entre Valero y el intendente Agustín de las Quentas Zayas, lo que nos ayuda a
comprender por qué nunca surgieron desavenencias entre ambos, a pesar de los importantes
sucesos que se vivieron en la ciudad hasta la llegada del nuevo funcionario.
Aprovechando los nuevos aires que corrían en Ciudad Real el promotor fiscal,
Sebastián Esponda y Olaechea, solicitó a Rafael de Tovar y Gimbarda que satisficiera las

122
Conformación de subdelegaciones en la intendencia de Ciudad Real, Chiapas

fianzas completas de su cargo, puesto que hasta entonces sólo lo había hecho por la cantidad
de 5 000 pesos, siendo que en el partido de Ciudad Real “el ramo de tributos en el tercio de San
Juan asciende a 1 0345 pesos y 3 reales, el mismo que en navidad con el agregado del diezmo
y comunidades monta 17 543 pesos y 5 reales que son las sumas que dicen afianzarse en cuya
atención Vuestra Señoría determinará como estime de Justicia”. De manera que, para 1803, el
tesorero y contador de la caja real exigían que el subdelegado cobrador de tributos afianzara la
diferencia de “11 695 pesos y 6 reales”, cantidad que nunca pudo satisfacer.
El asesor letrado, Mariano Valero, trató de hacerse con el cobro de tributos, pero los
oficiales de la caja real se opusieron a esta petición, con lo cual consideramos que este suceso
provocó, al fin, la división del partido de Ciudad Real en nuevas jurisdicciones que permi-
tieron, además, comenzar a realizar el cobro de acuerdo con lo dispuesto en la Ordenanza de
Intendentes.
La creación de la subdelegación de Palenque se aprobó el 11 de octubre de 180368 a peti-
ción del intendente Manuel de Olazábal y Munguía, pero no se hizo efectiva sino hasta 1804
con la aprobación del presidente de Guatemala. Palenque se consideraba el último pueblo de
la jurisdicción de la intendencia, “inmediato a las Playas del rio navegable de Catazajá, que va
a desembocar al mar del norte… dista treinta leguas del penúltimo pueblo que es Tumbalá”;69
lo cual lo convertía en un punto estratégico importante para abrir y controlar nuevas rutas
de comercio desde y hasta el puerto de Campeche. La jurisdicción de la nueva subdelegación
incluyó los nuevos pueblos de San Fernando Guadalupe Salto de Agua, San José de las Playas
y San José de Gracia Real, población esta última de lacandones fundada por José Antonio
Calderón, quien sería el primer subdelegado designado para el lugar. La renta destinada al
subdelegado sería, como marcaba la ordenanza, 5% del tributo, diezmo y laborío que era de
12 pesos y 4 reales al año.
José Antonio Calderón, primer subdelegado interino nacido en Santander, había lle-
gado a Chiapas en 1751, cuando se le encargó arrestar al alcalde mayor Juan Bautista Garrasín,
el cual había llegado a Guatemala para asumir ese cargo en 1743.70 Calderón se desempeñó en
diferentes cargos en Palenque y alrededores, por ello no es de extrañar que en 1790 fuera nom-
brado comisario subdelegado del partido de Palenque y Tumbalá por el intendente Francisco
de Saavedra, cargo que fue ratificado por Agustín de las Quentas Zayas. Su labor incluyó
una expedición a la zona arqueológica de Palenque en 1784; el intento de la reducción de los
lacandones, mediante la intermediación de su hijo, el cura Manuel José Calderón, fundando
el pueblo de San José de Gracia Real; la extensión del territorio de Palenque hasta la mitad del

68. AGCA, A1 (1),leg. 1759, f. 90, Mercedes y nombramientos de empleados del tiempo del muy ilustrísimo señor presidente don
Antonio González Mollinedo y Saravia y contiene los años de 1808, 1809 y 1810.
69. AGCA, A1 (1), leg. 2, exp. 32, Testimonio del expediente sobre la subdelegación de Palenque, 1803.
70. AGI, Contratación, 5486, n. 1, r. 11, Juan Bautista Garrasín Ponce de León, 1743.

123
Ana María Parrilla Albuerne

camino de Nuevo Bachajón,71 y la lucha contra la epidemia de viruela que asoló el territorio
en 1802.
En 1804 se crea la subdelegación de los Llanos72 con cabecera en Comitán, la que dentro
del territorio de la intendencia de Ciudad Real tuvo un carácter especial porque, de acuerdo
con el artículo 11 de la Real Ordenanza, en 1800 se nombraron dos alcaldes ordinarios,73 esto
la convertía en subdelegación de dos causas, guerra y hacienda; a ellos se sumaron un alcalde
de la santa hermandad y un escribano real. Este partido estuvo constituido en un principio
por los siguientes pueblos: San Bartolomé, Acala, Chiapilla, San Lucas, Totolapa, Teopisca,
Amatenango, Aguacatenango, Coneta, Chicomuselo, Escuintenango, Socoltenango,
Soyatitán y Pinola, y desde un principio resultó evidente la inconformidad de los alcaldes con
el subdelegado designado, utilizando una estrategia de negociación interesante con todos los
medios que tenían de su parte para convencer a las autoridades de las ventajas de trasladar la
cabecera de la subdelegación a San Bartolomé. La explicación radica en que este último pueblo
estaba en el centro del territorio de la subdelegación, que tenía una gran población de indios,
la mayor de todo el partido, y que se encontraba situado en el Camino Real; por el contrario,
Comitán estaba apartado de las rutas de comercio, tenía una gran población de españoles y
ladinos y, además, se encontraba lejos de la mayoría de los pueblos del partido.
El primer subdelegado del partido de Llanos fue Tiburcio Farrera, sin comprender que
su jurisdicción se reducía a dos causas, y la situación produce un fuerte enfrentamiento entre
éste y los miembros del ayuntamiento. Para comenzar, a pesar de que Farrera había dado noti-
cia de su próxima llegada a Comitán, cuando finalmente lo hizo nadie le estaba esperando ni,
según su parecer, se le presentaron los honores que le correspondían. La casa Real de Comitán
estaba ocupada por los miembros del ayuntamiento, aunque nadie residía en ella, y por las
salas necesarias para que éstos desempeñaran sus funciones, aunque el archivo administrativo
se encontraba en casa de uno de los alcaldes. Farrera, intuyendo la hostilidad hacia su persona,
trató por todos los medios de desacreditar a los alcaldes y señalaba que no se estaban atendiendo
adecuadamente los asuntos de justicia, ni se recaudaban como debían los tributos por diluirse
un número considerable de indios entre los ladinos.74 Finalmente, el ayuntamiento recuerda a
Farrera que él sólo era subdelegado de dos causas, y por lo tanto debía respetar la jurisdicción
de los alcaldes ordinarios en la cabecera de la subdelegación. La decepción del subdelegado no
se dejó esperar pues no habiendo sueldo su subsistencia dependía principalmente del cobro de
tributos. De acuerdo con la legislación los alcaldes tendrían jurisdicción sobre justicia y el cobro

71. Nuevo Bachajón actualmente se ubica en el municipio de Ocosingo.


72. AGI, Guatemala, 629, exp. 2, ff. 1-3v, Expediente del capitán general sobre la utilidad y necesidad de crear una nueva subdelegación
en el partido de Llanos, provincia de Ciudad Real, 1804-1816.
73. Estos alcaldes debían cobrar el tributo, laboríos y comunidad dentro de la jurisdicción que les fue otorgada, dando cuenta a la
Junta Superior de Hacienda y entregar la media annata por sus empleos y pagar la mitad de los 12 pesos y cuatro reales estipulados
para el cargo.
74. AGCA, A1 (1), leg. 2, exp. 34, Expediente sobre la erección del partido y subdelegación de Llanos ejecutada por el nuevo subdele-
gado don Tiburcio Farrera por haberse exentado los alcaldes ordinarios, 1804.

124
Conformación de subdelegaciones en la intendencia de Ciudad Real, Chiapas

de tributos en la cabecera y sus pueblos sujetos, mientras que el subdelegado la tendría en el


resto de la subdelegación –no cabe la menor duda de que esta subdelegación merece un trabajo
más profundo que excedería nuestro objetivo en estos momentos.
Un año después, en 1805, se aceptó la división del partido del Soconusco creando la
subdelegación de Tonalá75 y, aunque poco sabemos sobre los pueblos y haciendas que cons-
tituyeron esta subdelegación, podemos aventurar que se trató de San Francisco Tonalá (y su
valle), Pijijiapan, San Pedro Mapastepeque y un gran número de haciendas (entre ellas Nuestra
Señora, Santa Lucía, Santa Catarina, Buenavista, Macuilapa, San Antonio, Llano Grande,
Santo Tomás, San Bartolomé, Hoja Blanca y Santo Tomás). Este territorio había ido ganando
importancia por la concentración de haciendas en manos de las nuevas elites chiapanecas,
la mayoría de ellos llegados a principios del siglo XVIII, y entre estas familias de hacendados
se encontraba la familia Esponda y Olaechea –estudiada en profundidad por Sergio Nicolás
Gutiérrez–,76 por lo que no resulta de extrañar que el primer subdelegado, nombrado en
1808, para la nueva jurisdicción fuera Manuel Esponda y Olaechea, Comandante de Milicias
Regladas.
En 1807, después de un breve interinato de Mariano Valero, llegó a Ciudad Real Tomás
de Mollinedo Villavicencio, quien tenía parentesco con la esposa de Jacobo de Villaurrutia,
oidor de Guatemala entre 1792 y 1804, y con Antonio González Mollinedo, quien fuera pre-
sidente de la audiencia de Guatemala entre 1801 y 1811, ambos santanderinos.77 Sus estrechas
relaciones con destacados personajes ilustrados de Guatemala le llevaron a impulsar el desarro-
llo económico de la región, fue durante su mandato cuando se lograron los nombramientos de
un buen número de nuevos subdelegados aunque, como veremos, algunos de ellos ya habían
sido aprobados por la Junta Superior de Hacienda requerían de la aprobación del presidente
de Guatemala.
El 20 de agosto de 1806 se aprobó la creación de la subdelegación de Tila, incluyendo los
pueblos de Tumbalá, Yajalón, Petalsingo, Sabanilla y Moyos, además de sus valles y haciendas.
Un año después fue nombrado para el cargo Andrés Borrego, el cual había sido propuesto con
anterioridad en segundo lugar para la subdelegación de Ocosingo. Desde 1799 se había repor-
tado un alto número de pequeñas haciendas en esa subdelegación, un total de 334 dedicadas
a la siembra de cacao en las tierras llamadas San José Buluji, y en el informe presentado por
el comisario subdelegado se informó de la existencia de 179 120 árboles,78 información que
permite hacerse una idea de la alta producción de cultivo de cacao, aunque más adelante los
vecinos se quejaron de que su producto no se comercializaba en la zona sino que se llevaba

75. AGI, Guatemala, 618, exp. 1, f. 14, Apunte para dar la real orden al presidente de Guatemala para el establecimiento de una nueva
subdelegación en Tonalá, 1805.
76. Sergio Nicolás Gutiérrez, Casa, Crisol y Altar, 2009.
77. Michel Bertrand, “Tomás de Mollinedo y Saravia” en Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica, ficha
630, consultada en: www.afehc-historia-centroamericana.org/index.php?action=fi_aff&id=630, 15 de marzo de 2016.
78. AGCA, leg. 2, exp.26, Razón que manifiesta la cantidad de cultivo de cacao que disfrutan los indios de Tila, 1799.

125
Ana María Parrilla Albuerne

hasta el río Blanquillo, donde los comerciantes obtenían una fuerte ganancia,79 por lo que se
solicitó su separación del partido de Ciudad Real.
En ese mismo año se erigió la subdelegación de Huixtán, para la que había sido nom-
brado en el año anterior en prevención Juan de Dios Ancheyta, pero después de la aprobación
de la nueva jurisdicción el nombramiento recayó en José Pinto.80 Por último se sumará la
aprobación de la Junta Superior de Hacienda para la creación de la subdelegación en el pueblo
de Coronas, cuya cabecera era San Andrés, a la que estaban sujetos los pueblos de Santiago
Huixtán, Santa Marta y otros que no se determinan.81 Cuando se llevó a cabo el nombra-
miento del primer subdelegado el teniente letrado Mariano Valero, con carácter de intendente
interino por defunción de Tomás de Mollinedo en 1808, propuso a Andrés Borrego, subdele-
gado que era de Tila; a Felipe Solís, oficial de la contaduría de real hacienda, y a Juan de Dios
Ancheyta, subdelegado a prevención del partido de Huixtán. Finalmente, el nombramiento
se hizo a favor de Andrés Borrego, que abandonó su puesto en Tila, siendo reemplazado allá
por Felipe Solís.
La subdelegación de Ocosingo surgió hacia el año de 1807, lo cual suponemos así porque
el primer subdelegado nombrado para la nueva subdelegación lo fue Sebastián Fulgencio
Solórzano, y poco más sabemos de ella, más allá de que ésta fue un área controlada por los
padres dominicos donde mantenían varias haciendas, a tal grado que de lo extraído de ellas
costearon la fachada del convento de Santo Domingo en Ciudad Real a principios del siglo
XVIII.82 Consideramos que después de la secularización de las doctrinas, proceso tardío en
Chiapas, la zona se fue poblando poco a poco, a lo que habría que añadir la fundación de
nuevos pueblos, como Nuevo Bachajón, que permitieron un poblamiento sostenido del área.
94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

Mapa 4 ¯
18°0'0"N

Yucatán

Subdelegaciones creadas en la intendencia Veracruz

Pichucalco Ixtapangajoya
!
6
0 25 50 100 Km

de Ciudad Real
Sunuapa ! ! ! Salto de Agua
Palenque
Nicapa! 6
! Solosuchiapa
Ostuacán ! Ixtacomitán Los Moyos
!
Chapultenango! Amatan ! Tila
Sabanilla
Coalpitán! Ixhuatán ! ! 6 !Tumbala
Tapilula ! Asunción Huitiupan
Ocotepec ! ! ! Petalcingo
Tapalapa ! ! Pantepeque !S. Catarina Huitiupan
! !S. Pedro Huitiupan !Yajalon Yucatán
Coapilla ! Solistahuacan 6 ! Chilon
! Simojovel
17°0'0"N

! Copainala ! Bachajón Veracruz


Quechula Chicoasen
Bochil ! !San Bartolomé Plátanos
! Chalchihuitan ! Sibaca
! !
Osumacinta
Soyaló! Chenalho ! Cancuc ! !
Tenango Ocosingo
6
Mitontic ! Tenejapa Oaxaca
Ixtapa ! ! Chiapas
! San Juan Chamula ! Oxchuc

No tenemos noticias de la creación


!
Ocozocoautla 6 Zinacantan !
9
! Tuxtla ! Chiapa 6
Ciudad Real Huixtán ! San Martín Teultepeque
Cintalapa Guatemala
! ! San Lucas
Suchiapa Chiapilla
Acala ! ! ! Teopisca
Totolapa ! ! Amatenango
! Aguacatenango

de una subdelegación en Huitiupan pero


San Bartolomé de los Llanos ! ! Pinola
Oaxaca
! 6
Socoltenango Comitán

consideramos que, de existir, vendrían a


16°0'0"N

Tonalá
Simbología
!
Coneta

9 Capital de Intendencia

redondear el esbozo realizado sobre la crea-


!
! Chicomuselo 6 Cabecera de Subdelegación
Pijijiapan
! Pueblo
Ciudad Real
Mapastepec !
Comitan

ción de las nuevas jurisdicciones distritales


Acacoyagua
!
Soconusco 6 ! Escuintla Huixtán
! ! San Felipe
O Acapetahua Guatemala
cé Ixtacomitan
an Huixtla ! !
Tuzantan
o Ocosingo
P Islamapa !
15°0'0"N

en la intendencia de Ciudad Real.


ac Huehuetlán ! Cacahoatan Simojovel
íf !
ic Soconusco
o !Tapachula
! Mazatan ! Tila
Metapa
Tonalá
Tuxtla

94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

79. AGCA, leg. 2, exp. 31, El señor gobernador intendente de la provincia de Ciudad Real sobre el cobro de tributos, diezmos y comu-
nidades de ella que corre al cargo de don Rafael Tovar sin legítima aprobación, 1803.
80. AGCA, A1 (1), leg. 1759, ff. 84-86, Mercedes
y nombramientos de empleados del tiempo del muy ilustrísimo señor presidente don
Antonio González Mollinedo y Saravia y contiene los años de 1808, 1809 y 1810.
81. Ibidem, ff. 186- 187.
82. AHAG, Juicios Civiles y Criminales, t2, 29, fray Antonio de Lizárraga, maestro en sagrada teología, prior provincial de Santo
Domingo, sobre las causas hechas por el ex provincial fray Damián Ignacio Regíl contra el ex provincial fray José de

126
Conformación de subdelegaciones en la intendencia de Ciudad Real, Chiapas

Conclusiones

Esta primera inmersión en un tema tan poco explorado, como lo es la conformación territorial
de la intendencia de Ciudad Real de Chiapas, nos ha permitido comprobar cómo, más que la
creación de nuevas jurisdicciones y, por lo tanto, un nuevo orden territorial, lo que se puede
apreciar es la institucionalización o recuperación de los antiguos partidos existentes durante el
antiguo régimen, por lo cual consideramos que más que hablar de un nuevo orden territorial,
habría que hacerlo de un periodo de transición y readecuación del nuevo orden administrativo.
Hasta el momento se manejaba la información de que en la intendencia de Ciudad
Real existieron 12 subdelegaciones; sin embargo, al efectuar esta investigación se constató que
entre los años de 1808 y 1816 Llanos se dividió en dos subdelegaciones, Llanos y Comitán,
por lo que debemos hablar de 13 subdelegaciones; además de que se hizo el intento de cons-
tituir una subdelegación en Acala, punto de un gran interés estratégico por encontrarse en
el camino real y en las rutas de trasiego desde Zinacantán, cercano a Ciudad Real. No cabe
duda que las vicisitudes presentadas a lo largo del proceso de división distrital son mucho más
complejas de lo que en un principio se había planteado, por lo que consideramos que ésta sigue
siendo una vía de investigación con mucho que aportar.
Por otro lado la concreción de información con respecto a las actividades y perfiles
profesionales de las personas que estaban siendo consideradas para encabezar las subdelega-
ciones nos permite sostener que los subdelegados elegidos en el momento de ser creadas las
nuevas jurisdicciones cumplen con los parámetros expresados en la Ordenanza de Intendentes
de 1786; sin embargo, es de apreciar que en un primer momento se tratara de personas cuyas
familias habían llegado a territorio chiapaneco a principios del siglo XVIII y que habían con-
formado lo que se ha dado en llamar la nueva elite, constituida por comerciantes y hacen-
dados. Posteriormente llegan a estos cargos personajes pertenecientes a otros ámbitos, como
pueden ser militares recién llegados a Chiapas y funcionarios de la caja de real hacienda, que
veían en la ocupación de esos cargos la posibilidad de integración en la elite local y obtención
de altos ingresos mediante un excesivo cobro de tributos e incursión en el comercio. Por otro
lado, en los expedientes de los nuevos funcionarios se ha podido constatar que, en ocasiones,
sobre todo durante el mandato de Agustín de las Quentas Zayas, se otorgaban atribuciones en
la causa de justicia a determinados comisarios subdelegados en territorios fuera de su jurisdic-
ción –véase el caso de Andrés Borrego–.
Por último, es de destacar la creciente pugna acontecida en torno al cobro de tributos.
Recordemos que la única riqueza en lo que hoy conocemos como Chiapas era la mano de obra
india y, por ende, los fuertes ingresos que derivaban del cobro de este impuesto, situación que
trajo como consecuencia la búsqueda de argucias que permitieran el control del ingreso deri-
vado de esta actividad, como lo fue la creación del puesto de subdelegado cobrador de tributos

Santo Domingo. Sobre administración de las haciendas de Ocosingo en Chiapas, 1744. Agradezco a José Gabriel Domínguez
Reyes el haberme facilitado este documento.

127
Ana María Parrilla Albuerne

en el partido de Ciudad Real. Quizá el punto más importante en todo este proceso fue la
actuación del teniente letrado, Mariano Valero, quien, en un primer momento, esperanzado
en poder hacerse con el control de esta actividad, impidió la división distrital del partido de
Ciudad Real, provocando con ello el que la creación de subdelegaciones en Chiapas resultara
tardío y engorroso.

128
Mapa 1
Diócesis de Chiapas y Soconusco a principios del siglo XVIII
94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

Yucatán

18°0'0"N
Veracruz ¯
0 25 50 100 Km

! Tila
!
Ixtacomitán Tumbalá
! Chapultenango !
Huitiupán
! Cualpitán ! ! Yajalon
! Tecpatán ! Chilon
! Tapalapa ! Guaquitepec
Copainala !
o
! ! Cancuc sing
! Oco Yucatán

17°0'0"N
Jitotol ! Chamula
Oaxaca ! Oxchuc
Veracruz
Tuxtla ! ! ! Huistán
! Ixtapa
S. Felipe
Ocozocoautla Oaxaca
! ! Chiapa Chiapas

! Xiquipilas ! Acala ! Teopisca Guatemala

Cuxtepeques ! Totolapa Despoblado del Lacandón


! ! Soyatitán
!
San Bartolomé ! Comitán
De
sp ! Socoltenango
ob

16°0'0"N
lad
o Escuintenango !
de
lS
oc
on !Chicomuselo
us
co

! Mapastepec
Simbología
O
cé ! Guatemala
an Ocelocalco Curatos dominicos (27)
o
P !Tizapa
ac
íf Tuxtla chico Curatos seculares (12)
ic Cuilco ! !

15°0'0"N
o
! Curatos franciscanos (2)
Huehuetán

!
la
t
Ayu

94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

129
Elaboró: José Luis Alcauter Guzmán.
Mapa 2

130
Partidos y provincias de Chiapas, siglo XVI y XVII
94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

18°0'0"N
Veracruz Yucatán
0 25
¯50 100Km

Guaquitepec
! Yucatán
Huitiupán Veracruz
!
!
Tecpatán Chamula Ocosingo Oaxaca

17°0'0"N
Chiapas
! !
Oaxaca
Guatemala
Despoblado Lacandón
!
Despoblado de Mezcalapa Chiapa

! Comitán
!
Copanahuastla

De

16°0'0"N
sp Despoblado de la Sierra Madre
ob
la
Simbología
do
de
l So
co Chiapa
nu
sc
o
Huitiupan
Mapastepec
! Las Coronas
O ! Escuintla
cé ! Tuzantan Guatemala Los Llanos
an Ocelocalco
o !
P Los Zendales
ac
íf Huehuetlán
ic ! ! Los Zoques

15°0'0"N
o Tuxtla chico
Soconusco
!
Ayutla

94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

Elaboró: José Luis Alcauter Guzmán.


Mapa 3
Partidos que conformaron la intendencia de Ciudad Real, 1786
94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

18°0'0"N
Yucatán

Veracruz 0 25
¯50 100 Km

Pichucalco !
! !
Ixtapangajoya Salto de Agua
Sunuapa ! ! Palenque
Nicapa
! ! ! Solosuchiapa
Ostuacán ! Los Moyos
Ixtacomitán !
Chapultenango ! !
Amatan Tila
Coalpitán ! Ixhuatán ! Sabanilla! ! ! Tumbala
Tapilula ! Asunción Huitiupan!
Ocotepec ! !Petalcingo
Tapalapa ! ! Pantepeque !! S. Catarina Huitiupan
! ! Yajalon
Guatemala
Coapilla ! Solistahuacan ! S. Pedro Huitiupan
! ! Chilon
Oaxaca Simojovel
! Copainala
! Bachajon
Quechula ! San Bartolomé Plátanos
Bochil !
Chicoasen ! Chalchihuitan! Sibaca
! !

17°0'0"N
Osumacinta
Soyaló ! Chenalho ! Cancuc ! ! !
Mitontic ! Tenango
Ocosingo
Ixtapa ! !Tenejapa
!San Juan Chamula ! Oxchuc Yucatán
! Zinacantan !
!
Ocozocoautla 6 ! 9 ! Veracruz
TuxtlaChiapa Ciudad Real Huixtán ! San Martin Teultepeque
Cintalapa
! San Lucas
!
Suchiapa ! Chiapilla Teopisca
Acala ! !
Totolapa ! ! Amatenango
Oaxaca
! Chiapas
Aguacatenango
!
San Bartolomé de los Llanos ! Pinola Guatemala
! !
Socoltenango Comitán

!
Tonalá

16°0'0"N
!
Coneta

!
! Chicomuselo
Pijijiapan

Simbología
Mapastepec !
Acacoyagua
!
!Escuintla
O Soconusco 6 ! ! San Felipe Guatemala
cé Acapetahua 9 Capital de Intendencia
an
o Huixtla ! !Tuzantan
6 Cabecera de Subdelegación
P
ac Islamapa !
Huehuetlán ! Cacahoatan
! ! Pueblo
íf
ic

15°0'0"N
o Tapachula !
! Mazatan
! Ciudad Real
Metapa
Soconusco
Tuxtla

94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

131
Elaboró: José Luis Alcauter Guzmán.
Mapa 4

132
Subdelegaciones creadas en la intendencia de Ciudad Real
94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

18°0'0"N
Yucatán ¯
0 25 50 100 Km
Veracruz

Pichucalco !
Sunuapa ! ! !
Ixtapangajoya Salto de Agua 6
Palenque
Nicapa! ! Solosuchiapa
6
Ostuacán ! Ixtacomitán Los Moyos
! !
Chapultenango! Amatan Tila
Coalpitán! Ixhuatán ! Sabanilla
! 6!Tumbala
Tapilula ! Asunción Huitiupan
Ocotepec ! ! ! Petalcingo
Tapalapa ! ! Pantepeque
!
!S. Catarina Huitiupan!Yajalon
!S. Pedro Huitiupan Yucatán
Coapilla ! Solistahuacan 6
! Simojovel ! Chilon
! Copainala ! Bachajón Veracruz
Quechula Chicoasen
Bochil ! !San Bartolomé Plátanos
! Chalchihuitan !
! Sibaca
!

17°0'0"N
Osumacinta
Soyaló! Chenalho ! Cancuc !
! Tenango 6
Mitontic ! Tenejapa Ocosingo Oaxaca
Ixtapa ! ! Chiapas
! San Juan Chamula ! Oxchuc
! Zinacantan !
Ocozocoautla 6 9
! Tuxtla ! Chiapa 6
Cintalapa Ciudad Real Huixtán ! San Martín Teultepeque Guatemala
! ! San Lucas
Suchiapa Chiapilla
Acala ! ! ! Teopisca
Totolapa ! ! Amatenango
! Aguacatenango

San Bartolomé de los Llanos ! ! Pinola


Oaxaca
! 6
Socoltenango Comitán

6
Tonalá
Simbología

16°0'0"N
!
Coneta

9 Capital de Intendencia
!
! Chicomuselo 6 Cabecera de Subdelegación
Pijijiapan
! Pueblo
Ciudad Real
Mapastepec !
Acacoyagua Comitan
!
Soconusco 6 ! ! Escuintla Huixtán
! San Felipe
O Acapetahua Guatemala
cé Ixtacomitan
Tuzantan
an Huixtla ! !
o Ocosingo
P Islamapa !
Huehuetlán ! Cacahoatan Simojovel
!
ac
íf

15°0'0"N
ic
!Tapachula
Soconusco
o
! Mazatan ! Tila
Metapa
Tonalá
Tuxtla

94°0'0"W 93°0'0"W 92°0'0"W 91°0'0"W

Elaboró: José Luis Alcauter Guzmán.

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