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ANÁLISIS DE

COYUNTURA
DE BANDAS, CARTELES Y MAFIAS

Narcotráfico: historia
social y su influencia
en la conformación
delincuencial
De delincuentes, organizaciones y carteles en Colombia
Iván Cubillos1

E
l llamado crimen organizado se prestigio y el cumplimiento de un rol so-
ha constituido a través del tiem- cial. Primero se era bandolero, bandido,
po ajustado al desarrollo de las asaltante de caminos; después, asaltante
sociedades y a la evolución de su devenir de bancos, secuestrador; luego ladrón de
histórico. Cada acto del ser humano de cuello blanco, político corrupto o narco-
manera individual o como asociado a un traficante.
grupo de personas obedece a caracterís- Es posible estudiar a una sociedad
ticas propias del desarrollo de la socie- tomando como ejemplo las instituciones
dad a la que pertenecen. Desde lo indivi- criminales que produce. Desde el robo
dual, la implantación del capitalismo y su provocado por el hambre o las organiza-
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manera particular de inocular los valores, ciones para comerciar sustancias quími-
viene a generar la ambición del hombre cas prohibidas, hasta la organización de
sin unos mínimos éticos que lo restrinjan.
Desde lo colectivo, las expresiones de
asociaciones criminales se forjan bajo el 1 Investigador independiente. 75
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instituciones criminales como la corrup- ron en Santander por sobre los años de
ción política, sirven como ejemplo para paz (...) en la provincia de Vélez, donde
analizarla. A través de una organización románticos bandidos ejercieron, una do-
criminal se puede estudiar la forma de go- minación implacable, eludieron la perse-
bernarse, la atención que sus dirigentes cución de la Ley y rindieron su vida en
prestan a sus miembros, sus expresiones una lucha que fue triunfal hasta para los
culturales, sus creencias religiosas, su for- cadáveres perforados por las balas in-
ma cotidiana de vivir y su forma de aplicar numerables que fueron necesarias para
justicia. Platón se hacía la pregunta ¿Qué poner término a sus proezas estupendas.
es la justicia? y para responderla obser- Todos comenzaron la gran trayectoria de
vó la ciudad, sus personas, sus oficios y sus vidas al margen de la Ley, por un he-
sus motivaciones haciéndose a través de cho insignificante o por una infracción de
ellos una idea de lo justo. policía. Pero como los rencores hallában-
En todo caso, como dijo el desapareci- se vivos e intactos el anhelo de represalia
do Presidente de la Corte Suprema de Jus- contra los atropellos de la revolución, los
ticia Alfonso Reyes Echandía, es imposible vencedores aplicaban sobre los vencidos
pensar en una sociedad sin delito, mínima- todo el peso de su poderío para inculpar-
mente posee desviaciones, ni siquiera en los bajo la influencia de la flamígera pa-
la ideal sociedad comunista; pues, si exis- sión política”4.
tiera, se estaría hablando de una sociedad Delincuentes de las tres primeras dé-
de ángeles.2 La sociedad colombiana se cadas del siglo XX fueron conocidos como
ha debatido entre guerras internas que han bandidos y algunos se conocieron por su
producido calamidades familiares como la manera de actuar al estilo de Robin Hood,
pérdida de un ser querido, el desplaza- protegiendo a los desamparados de los
miento forzoso o una quiebra económica. poderosos y haciéndose querer por las
El magistrado Reyes Echandía dijo que la gentes del común. El santandereano José
calamidad financiera familiar que surge a del Carmen Tejeiro fue apoyado por mu-
raíz de una guerra propicia el aumento de chos campesinos que veían en sus accio-
los delitos entre la población, como el robo nes un ánimo de justicia popular. Por ese
o el mercado negro.3 entonces era perseguido por su supuesta
Desde los tiempos de las guerras ci- participación en el incendio de la hacien-
viles existe una relación entre la violencia
política y la delincuencia que ha servido
además para enriquecer la literatura re-
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gional como en el caso de Jesús Antonio 2 Alfonso Reyes Echandía. Criminología. Bogotá: Edi-
torial Temis, 1987, p. 151
Osorio Lizarazo quien dedicó parte de su
3 Ibíd., p. 152
tiempo a escribir la crónica del departa-
4 José Antonio Osorio Lizarazo. Fuera de la Ley: His-
mento de Santander y quien dice que “los
torias de Bandidos. Bogotá: Talleres Gráficos Mundo al
76 odios de las guerras civiles se prolonga- día, 1940, p. 5
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poder político, el cual, en sus niveles más
altos, es el poder de los imperios y los es-
tados”7 y más adelante agrega: “(...), una
epidemia de bandolerismo representa
algo más que una simple multiplicación
de hombres capaces, que toman por la
fuerza de las armas lo que necesitan an-
tes que morir de inanición. Pueden refle-
da del Mayor Cuevas conocido tirano de jar la distorsión de toda una sociedad, la
la provincia de Vélez; su astucia lo llevó a aparición de estructuras y clases sociales
invertir los papeles pasando de persegui- nuevas, la resistencia de comunidades o
do a perseguidor pues Tejeiro flagelaba pueblos enteros frente a la destrucción de
sus enemigos y los castigaba con cruel- su forma de vida”8.
dad humorista, porque después les pedía Las personas aprendieron a tomar
recibos de los latigazos con que los ha- actitudes que les garantizaran la subsis-
bía sancionado consiguiendo con estas tencia de ellos y de sus familias en oca-
acciones justicieras la protección de los siones desafiando la ley debido a las
campesinos.5 pocas opciones que les dejaban. La so-
Otro de los estudiosos de esta parte ciedad resuelve sus problemas utilizando
de la historia es el escritor Pedro Claver las guerras y el hombre que pertenece a
Téllez quien describe a los bandidos en ella se adapta para enfrentar la crisis en
su libro “Crónicas de la Vida Bandolera”. A ocasiones olvidando su obediencia a la
mediados del siglo XX Roberto González ley, cuando su instinto de sobrevivencia
alias “Pedro Brincos”, se presenta como así lo exige. “Aunque a través de la histo-
un líder, quien con un ideal de justicia e ria el Estado, las autoridades y las élites
igualdad social, entrenaba cuadrillas en el siempre han tratado de soslayar el agrado
Tolima y pertenecía al Movimiento Obrero que entre la población despierta este tipo
Estudiantil Campesino MOEC. A pesar de de personajes (recuérdense los casos de
que Tejeiro no operaba sólo, la organiza- “chispas” y Efraín González en la violen-
ción de “Pedro Brincos” deja ver un nivel cia del cincuenta), es imposible perder
diferente de estructuración.6 El caso de de vista que numerosos individuos que
Tejeiro es conocido como bandolerismo
social mientras que el de “Pedro Brincos”
como bandolerismo político.
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5 Ibíd., p. 55
Eric Hobsbawn, reconocido historia-
6 Pedro Claver Téllez. Crónicas de la Vida Bandolera.
dor, plantea que “(...), la historia del ban- Bogotá: Planeta Colombiana Editorial, 1987
dolerismo, incluido el bandolerismo so- 7 Eric Hobsbawn. Bandidos. Barcelona: Editorial Críti-
cial, no puede entenderse ni estudiarse ca, 2001, pp. 25,26

bien excepto como parte de la historia del 8 Ibíd., p 39 77


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se ponen al “margen de la ley”, quienes conformación de las ciudades modernas


inclusive en muchos casos están compro- sobreviviendo en estos lugares con recur-
metidos en crímenes horrendos, generan sividad e ingenio, y de donde se formarán
extraordinaria atracción en las gentes del en parte las personas que bajo la presión
“común” pues, pese a lo socialmente de sus necesidades, quebrantarán la ley.
aceptado (y a su manera), ellos también Reyes Echandía dice que es comprensi-
construyen grandes “bases sociales de ble el comportamiento delictivo de estas
apoyo” y, quiérase aceptar o no, también personas por cuanto están siendo some-
“hacen historia” delinquiendo.”9 Ulf Han- tidas a un cambio rápido de leyes y cos-
nerz, estudioso del comportamiento del tumbres11 sumando el cambio brusco de
hombre en las ciudades, dice que siem- desarraigo de su tierra.
pre se tiende a cruzar la línea que divide lo Crece la ciudad moderna ayudada por
normal de lo que está prohibido y que se sus gentes, los aventureros en busca de
tiene la disponibilidad para hacerlo.10 fortuna y los obligados a migrar por cau-
El manejo de la tierra y su propiedad sa de la guerra provocada por el biparti-
se convierte en elemento esencial para dismo en el campo. Todos llegan con la
observar cómo se forma el personaje de- idea o el imaginario de encontrar un lugar
lincuencial en su transición del campo a de oportunidades donde poder convivir y
la ciudad pues a los ejemplos de concen- trabajar como lo venían haciendo en su
tración de riqueza que observa en los te- lugar de procedencia. Vienen con la ilu-
rratenientes, adjuntará posteriormente los sión de establecerse con sus familias o
observados en la ciudad, pues su mane- poder conformar una. A pesar de ello se
ra de ver el mundo es influenciada por lo estrellan con una realidad bastante dife-
que ve en ella. El hombre que llega a las rente por cuanto no sólo tenían que luchar
ciudades, llega con la idea, la imagen o por conseguir un sitio donde dormir y vivir
el imaginario de lo que pensaba acerca sino que además tenían que hacerlo con-
de su pedazo de tierra o de su lugar de tra las costumbres y comportamientos de
origen. Al llegar a la ciudad choca su idea las personas propias del lugar y de tantas
con la dificultad de encontrar fácilmente otras que, también desplazadas como
dónde vivir. Su idea sobre la tierra ha sido ellos, venían procedentes de diferentes
violentada, encontrando en la ciudad otra partes de Colombia.
forma de pensar respecto del lugar donde
se vive y comparte cotidianamente. Prime-
9 Darío Betancourt y Martha García. Contrabandistas,
ro se le violenta y se le saca de su tierra y Marimberos y Mafiosos. Historia Social de la Mafia Co-
Ciudad Paz-ando

luego se le impone otra forma totalmente lombiana (1965-1992). Bogotá: Tercer Mundo Editores,
primera edición, agosto de 1994, p. 143
distinta de ver el mundo.
10 Ulf Hannerz. Exploración de la Ciudad. Hacia una
Es de esta manera como los despla- antropología Urbana. México: Fondo de Cultura Econó-
zados en los años cincuenta y sesenta mico, 1986, p. 248
78 serán las personas que ayudarán en la 11 Alfonso Reyes Echandía. Op. Cit., p. 142
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P
El hombre recién llegado tenía que or eso hay tanta corrupción,
luchar, muchas veces sin éxito, por aco- porque no hay trabajo, no
modar sus valores, ideas o imaginarios, a hay comida. Porque antes
los valores propios de la gente de la ciu- eran los campesinos los que agri-
dad y a sus leyes, así su forma de ver la cultaban y ahora son los señores
vida fuera en contravía de esas reglas. En los que tienen la tierra para sem-
muchas ocasiones y por falta de medios y brar arroz, algodón, soya, pero a
de educación para aprovechar las pocas nosotros nos toca comprar el ar-
oportunidades de lo urbano, se convirtie- roz en las tiendas para comer.”
ron en seres marginales propiciando el
paso al umbral delincuencial.
En las ciudades se concentraban las cunstancias de la ciudad. Prueba de este
industrias que ofrecían empleos que no cambio lo registra la crónica judicial de la
cubrían a todas las personas y alrededor revista Semana número 10 de 1982 cuan-
de las cuales se daba el desarrollo. Ma- do dice: “Y es que el gran periodismo an-
nuel Montero cuenta como se daba esa terior a los años sesenta estuvo siempre
transición del campo a la ciudad: “Los manchado de sangre. Esas ciudades pe-
muchachos de ahora (1973) trabajan en queñas, provincianas aunque fueran capi-
las ciudades o se dedican a robar (...) tales, se estremecían con las historias de
Por eso hay tanta corrupción, porque no los escasos crímenes que los periódicos
hay trabajo, no hay comida. Porque antes aprovechaban muy bien”13.
eran los campesinos los que agricultaban El delincuente de ciudad tiene pare-
y ahora son los señores los que tienen la cido al bandolero en sus objetivos y en
tierra para sembrar arroz, algodón, soya, ocasiones en sus ideales, pero se diferen-
pero a nosotros nos toca comprar el arroz cia en las herramientas que usa. El de la
en las tiendas para comer.”12 ciudad debe usar los elementos que sean
Las personas que optaban por la vida necesarios para sobrevivir y enriquecerse
delincuencial en las décadas de los años de acuerdo a las condiciones de la ciudad
cincuenta y sesenta serían los pioneros en y su desarrollo tecnológico.
la conformación del delincuente urbano Hubo una famosa banda de asaltantes
moderno. Compartían algunas caracte- donde participaba el conocido “mono” Tre-
rísticas con sus antecesores bandoleros, jos que a través de sus asaltos a bancos
poseían la tenacidad del campesino here- y joyerías logró convertirse en producto
dada de la educación de padres y abue- de exportación hacia países como Ecua-
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los, y además la recursividad que exigía


la falta de oportunidades en la ciudad. El
12 Libardo Saavedra Rivera. Antropología de la Violencia,
fin del delincuente era el mismo: sobrevi-
del Azadón al Gatillo, Bogotá: Fundayudas, 1990, p. 15
vir y lucrarse asimismo y a los suyos, la
13 “Crímenes de Otros Tiempos”. En: Semana, No. 10,
metodología variaba de acuerdo a las cir- Lunes 9 de agosto de 1982
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dor y de Centroamérica asaltando bancos


semanalmente hasta ser capturados en
México y llevados a la cárcel de Lecumbe-
rri. Dentro de la cárcel esta banda de asal-
tantes cambiaría las normas internas des-
pués de ser sometidos a cruentas torturas
y haber emprendido su desquite liderando
a los presos en contra de la guardia.
Este es un ejemplo que sirve para ver
cómo las personas se decidían, por ne-
cesidad o ambición, a tomar el camino de sus experiencias con otros delincuentes
la delincuencia, se iban agrupando en las y las adaptó y tecnificó de acuerdo al
ciudades para planear y dirigir sus delitos crecimiento de la ciudad. Esta persona
a un terreno determinado. Se conforman junto con su necesidad y ambición veía
grupos especializados en asalto a bancos, como otros hombres que tenían medios
robo de carros, falsificación de moneda materiales y oportunidades en la ciudad,
o robo de apartamentos. La necesidad se enriquecían muchas veces a costa del
de satisfacer el hambre o la ambición de trabajo de los demás.
riqueza llevó a que ciertos grupos comen- Las organizaciones delincuenciales de
zaran a secuestrar personas pues esto se las ciudades operan con métodos pareci-
había convertido además de un gran ne- dos a las organizaciones delincuenciales
gocio, en una acción que dentro de la vida en el campo, pero sus objetivos están di-
delincuencial otorgaba prestigio criminal. rigidos en otros sentidos. La ciudad im-
Con el secuestro se da toda una es- pulsa a esos hombres a poner sus ojos
pecialización de la organización delin- cada vez más alto y a organizarse para
cuencial pues a diferencia de otros delitos alcanzar sus metas mezcladas de ham-
que son momentáneos y rápidos como bre y ambición. Para lograrlas los delin-
el robo de bancos o joyerías, este nece- cuentes asumen una actitud sin escrúpu-
sita de personas que se especialicen por los conformando en la historia de la de-
mantener al secuestrado ‘a salvo’ durante lincuencia colombiana grupos como las
un tiempo incierto. pandillas que se dan en el barrio o zona,
Hubo personas especialistas en segui- con objetivos inmediatos de control terri-
miento, otras en asalto, otros se preocu- torial; los combos que se dan al interior
paron por la evasión a las autoridades, de organizaciones de seguridad estatal
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otros por establecer contactos con la fa- como lo ilustra Montero hijo, quien des-
milia, otras personas se encargaron del pués de prestar el servicio militar realiza
“bienestar” del secuestrado. cursos para ingresar a la policía hasta lle-
El delincuente que creció en las ciuda- gar a antinarcóticos: “Llegué al Grupo de
80 des en las décadas del setenta compartió Inteligencia. (...) a mí se me presentó un
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problema, y era que yo no tenía una or- ciedad y de sus exigencias. La aparición
ganización, mejor dicho, una rosca, o un en el escenario nacional de los diferentes
combo como lo llaman allá”14. tipos de delincuentes hace parte también
Las llamadas bandas son grupos de de ese desarrollo capitalista en Colombia
personas que de manera local o regional y Latinoamérica.
se dedican a un tipo de delito: robo, falsi- El comerciante ilegal de drogas prohi-
ficación, atraco, piratería terrestre, contra- bidas surge como producto de las conti-
bando, piratería de libros, discos compac- nuas guerras y los desplazamientos que
tos, tráfico de fauna y flora y otras. También éstas conllevan hacia las ciudades en de-
están los llamados ‘carteles’ reconocidos sarrollo en donde se encontraban alterna-
así por la aparente vinculación organizada tivas de subsistencia, pero no suficientes
para ejercer una actividad delincuencial, para la cantidad de personas desplaza-
están los llamados carteles de la droga, das por la guerra. “De hecho, la incapaci-
cartel de la gasolina, cartel de los medi- dad de la industria para absorber produc-
camentos y otros. Sin embargo, la pala- tivamente la fuerza de trabajo desplazada
bra cartel no parece corresponder exac- del campo, se escondía tras la visión del
tamente a la actividad a la que más se le problema agrario, (...)”15
ha reconocido, pues en primer lugar es un Según el magistrado desaparecido du-
término traído de afuera con el que se pre- rante la toma y la retoma del Palacio de
tende reunir en una organización regional Justicia Alfonso Reyes Echandía un 30%
a personas que delinquen de una manera de la población se apropia del 60% del
aparentemente organizada y adrede en el ingreso nacional16 y esto incentiva la apa-
comercio de drogas prohibidas. rición de personas que buscan ser partí-
Algunos de estos llamados ‘carteles’ cipes de la riqueza a través de cualquier
se expandieron tanto con el tiempo que medio. Si para los estudiosos de la historia
lograron establecer vínculos en diferentes como Eric Hobsbawm, Gonzalo Sánchez y
sectores sociales, como el deporte, la fa- Donny Meertens es posible pensar en ban-
rándula, el periodismo y la política, convir- didos sociales como aquellos al mejor es-
tiéndose posteriormente en organizacio- tilo de Robin Hood, y en bandidos políticos
nes fragmentadas pero especializadas, siguiendo ideales con el fin de llegar al po-
cuyo objetivo sobrepasaba lo económico der, es posible pensar en los comerciantes
pues su mayor aspiración era la adquisi-
ción de poder en varios niveles.
Estas expresiones de lo legal y lo ilí- 14 Libardo Saavedra Rivera. Op. Cit., pp. 60-67
Ciudad Paz-ando

cito se manifiestan contextualmente en el 15 Jesús Antonio Bejarano. “Industrialización y Política


país en tiempos y espacio determinados. Económica” 1950-1976. En: Jorge Orlando Melo (coor-
dinador) Colombia Hoy. Perspectivas hacia el siglo XXI,
El delincuente obedece a necesidades Bogotá: Tercer Mundo Editores, 1995, 15° edición au-
también contextuales de orden individual mentada, p. 218

pero bajo el ritmo del desarrollo de la so- 16 Alfonso Reyes Echandía. Op. Cit., p. 138 81
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E
traciones de las amplias masas populares
ste apoyo de sectores del pue-
que, sumidas en la miseria y la explota-
blo ... sumidas en la miseria
ción, ven en quien es capaz de “sobre-
y la explotación, ven en quien
salir”, de ponerse por encima de ellas, a
es capaz de “sobresalir”, ... a un fiel
exponente de su clase y condición, un fiel exponente de su clase y condición,
convirtiéndolo, por tanto, en objeto convirtiéndolo, por tanto, en objeto de ad-
de admiración, respeto y protección, miración, respeto y protección, sin impor-
sin importarles o entender que se tarles o entender que se halle al margen
halle al margen de la ley. de la ley.”18
Los actos delictivos pueden tener dos
caras: la acción y la omisión. No sólo se
de drogas ilícitas desde lo económico. Por delinque en una sociedad cuando se eje-
un lado se acercan a lo social compartien- cutan acciones en contra de la ley, sino
do el sentimiento de Robin Hood al distri- cuando por omisión no se llevan a cabo
buir entre los más pobres parte de la des- acciones que prevengan el delito. El de-
orbitada riqueza adquirida ilegalmente con lito no es únicamente un fenómeno indi-
el fin de crear interesadamente base social vidual, sino también un fenómeno social,
de respaldo. Por otro lado, se aproximan a por cuanto tiene causas y repercusiones
los bandidos políticos por su inquietud de sociales.19
acercarse al poder. Como se ve entonces son una serie de
Algunas de estas acciones dirigidas a elementos los que conllevan a la creación
las clases menos favorecidas les garanti- del delincuente narcotraficante. Desde
zaba satisfacción al ayudar al necesitado, sus referentes en la historia, pasando por
así como la ayuda de esa gente a la hora el deseo y la ambición, el desamparo es-
de necesitarla, como efectivamente suce- tatal que genera miseria, desarraigo y falta
dió en el caso de la persecución, fuga y de oportunidades, los conflictos armados
clandestinidad de varios de estos comer- que tienen como consecuencia el des-
ciantes ilegales. Por encima de todo, es- plazamiento, hasta el encuentro oportuno
tas acciones les hacían recordar el lugar con la mafia de la clase política corrupta.
común y marginal de donde provenían: la Rodrigo Uprimny en el prólogo que
cultura popular; “estos proyectos de nar- hace al libro de Darío Betancourt y Martha
cobienestar alcanzan a comunidades a García, Contrabandistas, Marimberos y
donde el gobierno no llega”17 El profesor
Darío Betancourt refiriéndose a Rodríguez
Ciudad Paz-ando

Gacha dice que “al igual que otros mafio- 17 Lee III Rensselaer, W. El laberinto blanco. Cocaína y
Poder Político. Bogotá: CEREC, 1992, p. 44
sos, logró consolidar una amplia base so-
cial de apoyo entre los habitantes de sus 18 Darío Betancourt. Op. Cit., p. 74

zonas de influencia. Este apoyo de sec- 19 Julio Romero Soto y Juan Carlos Salazar De La To-
rre. Antropología y Psicopatología Criminal. Bogotá: Edi-
82 tores del pueblo se inscribe en las frus- ciones librería del profesional, 1998, p. 12
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Mafiosos, Historia social de la mafia colom- la ley sus propias asociaciones espontá-
biana, resalta la insistencia de los autores neas, poco o medianamente frecuentes
sobre cómo los contextos estructurales que les permitieran satisfacer las nece-
afectan los comportamientos de las or- sidades que el capitalismo les generaba
ganizaciones mafiosas y que es esencial y exigía: “El mercado ilegal no es la cara
modificar aquellos entornos sociopolíticos opuesta de la racionalidad capitalista, es
que favorecen su desarrollo y dinamizan la forma más descarnada que pueden ad-
violencias que les están asociadas.20 quirir esos valores. Se podría decir que el
Es posible entender que la organización mercado ilegal es una “radicalización” de
delincuencial del tráfico de sustancias pro- esa lógica capitalista que no soporta con-
hibidas responde a la realidad económica, tradictores u oposiciones para la realiza-
política y social de la transición del país en ción de sus fines: se derriban los posibles
las décadas del 50, 60 y 70 cuando se obstáculos que dificulten la consecución
daba una transformación de un ambiente de los fines.”22
agrario a unas características que preten- El sistema capitalista nutre desde su
dían una industrialización en Colombia en estructura la conformación de sociedades
medio de la acumulación de capital propia tanto lícitas como ilícitas. Giddens afirma
del sistema capitalista que además per- que “(...) las acciones delictivas son tan
mitía la libre asociación lícita situada entre aprendidas como las que respetan la ley
el individuo aislado y el Estado. Quienes y que tienen como fin las mismas nece-
eran excluidos de la ‘libertad democrática’ sidades y valores. Los ladrones intentan
y pretendían ingresar al proceso de indus- ganar dinero igual que la gente que tiene
trialización y de acumulación de capital trabajos convencionales, pero eligen una
creaban mecanismos que les permitieran forma ilegal de hacerlo”23
realizar sus metas; en muchos de estos Rensselaer W. Lee III se refiere a lo que
casos se cayó en lo ilícito. En esta transfor- él denomina “mafia” de la cocaína, en tér-
mación del país hacia la industrialización minos que ayudan a entender por un lado
y el capitalismo las asociaciones debían la complejidad del comercio de sustancias
servir para que el individuo viera reflejado y de otro la distancia que debe tomarse
medianamente el modo en que vive y se
mantiene su sociedad así como debían de
20 Darío Betancourt. Op. Cit., p. xviii
servirle para consolidarse como ciudada-
no pues es en esta época en que se co- 21 Demarchi y Ellena. Diccionario de Sociología. Ma-
drid: Ediciones Paulinas, 1976, pp. 130,132
mienza la consolidación de lo urbano21, es
Ciudad Paz-ando

22 Ciro Krauthausen y Luis Fernando Sarmiento. Cocaí-


decir de las grandes ciudades. Como se na & Co. Un Mercado Ilegal por Dentro. Bogotá: Tercer
daba la exclusión de ciertos individuos y Mundo Editores, Universidad Nacional Instituto de Estu-
dios Políticos y Relaciones Internacionales IEPRI, 1993,
se negaba o impedía el acceso a las aso-
p. 194
ciaciones lícitas, muchos individuos ambi-
23 Anthony Giddens. Sociología. Madrid: Alianza Edi-
ciosos fueron construyendo al margen de torial, 2000, p. 235 83
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que sería tentador afirmar que al lograr la


neutralización de la represión estatal con-
sigue asimilarse en todos los sentidos a
cualquier organización de negocios líci-
ta,25 lo que corrobora de un lado el hecho
de la especialización en cada fase del
narcotráfico y del otro la reflexión parale-
la que se hace de las asociaciones lícitas
con ilícitas. Existe especialización en cada
una de las fases del negocio ilícito del trá-
de este fenómeno cuando se quiere de- fico de sustancias controladas, pero no
finir como “mafia” o “cartel”: “(...), estas quiere esto decir que todas estas organi-
organizaciones parecen ser más amorfas zaciones sean dirigidas por una persona
que las organizaciones criminales de los o un grupo determinado de individuos
Estados Unidos y Europa. Sus fronteras confabulados en una sociedad secreta o
son variables, los protagonistas cambian algo parecido.
constantemente y los eslabones de la ca- Eugenio Zaffaroni dice que la categoría
dena están unidos por un complejo siste- de ‘crimen organizado’ es producto de la
ma de contratos y subcontratos”24 tradición norteamericana y concluye que
Se puede entonces decir que aun- “El “mito mafioso” extendido a todas las
que existieron personajes visibles en el actividades ilegales en el mercado, es
narcotráfico en las décadas del 80 y del una teoría conspirativa científicamente fal-
90, no puede esto servir de argumento sa, sostenida por los medios, la ficción, el
para estructurar organizaciones criminales clientelismo político y las policías, que la
con altos niveles de complejidad y gran- criminología se esforzó por elaborar pero
des infraestructuras logísticas. Lo que sí que no pudo hacerlo, pese a que hubie-
se puede ver es la especialización frag- se sido del agrado de muchos criminólo-
mentada del trabajo, es decir la especiali- gos.”26
zación de personajes en alguna o algunas “Mafia” dice Rosa del Olmo, es un tér-
fases del tráfico de sustancias prohibidas: mino equivocadamente utilizado tomado
en la producción, en el procesamiento, en de la época de la prohibición en los Es-
el transporte, en la venta y distribución en
los países consumidores, en el lavado del
dinero, etc. 24 Lee III Rensselaer. Op. Cit., p. 150
Ciudad Paz-ando

Mary Mcintosh en su libro “La Organi- 25 Mary Mcintosh. La Organización del Crimen, Méxi-
zación del Crimen” plantea que la orga- co: Siglo Veintiuno Editores, 1981, Primera edición en es-
pañol en 1977, primera edición británica en inglés 1975,
nización del negocio criminal permanente p. 65,66
y continuado es mayor en escala, y tiene 26 Eugenio Raúl Zaffaroni. El Crimen Organizado una ca-
84 una división del trabajo más acentuada y tegoría frustrada, Bogotá: Editorial Leyer, 1996, pp. 51,52
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tados Unidos, a pesar de que las carac- que tuvo el país evidencia el interés ex-
terísticas de la organización son mucho terno por el fenómeno. Dicha intervención
más complejas y de que en el contexto es corroborada por el profesor Betancourt
latinoamericano participan toda una serie cuando dice que “los cuerpos de paz se
de actores que no corresponde a lo que adentraban en nuestro territorio con cla-
era aquella.27 La complejidad se presenta ras orientaciones ideológicas –desviar a
en la especialización del trabajo en cada nuestra juventud de los efectos de la re-
una de las fases, en la independencia, au- volución cubana- se encontraron con las
tonomía y compartimentación que guar- delicias de la marihuana colombiana, (...)
dan entre ellas y por la baja y mediana Al volverse adictos se fueron convirtiendo
frecuencia con que se relacionan. en traficantes al por menor, difundiéndola
Mary Mcintosh dice que se cree que el entre sus parientes y conocidos al regre-
“crimen organizado” es sinónimo de una sar a Estados Unidos, iniciándose así las
sociedad secreta dedicada a actividades primeras redes de distribución maneja-
criminales, y que exige a sus integrantes das por núcleos norteamericanos.”30 Se
fidelidad y obediencia tácita, agregando encuentra que quienes dieron inicio a la
que ante todo, existe considerable con- primera bonanza fueron extranjeros que
troversia acerca de si semejante socie- venían a Colombia a cosas diferentes y
dad (“Mafia”, “Cosa nostra”, o lo que sea) se convirtieron en pequeños emisarios de
existe en absoluto.28 la marihuana. Después eran ya pequeños
Dicen Krauthausen y Sarmiento que: aviones los que venían de Estados Unidos
“Si el mercado y sus empresas se encon- a llevarse la marihuana que en principio
trasen altamente formalizados, tal como era comercializada por contrabandistas
con frecuencia se pretende hacer creer que época anterior se dedicaban a co-
a la opinión pública, para el caso de los merciar con otro tipo de mercancías. Sin
supuestamente jerarquizados “carteles”, embargo la fuerza que toma el negocio
la represión estatal se facilitaría y podría del narcotráfico no viene sola sino auspi-
limitarse a dar unos cuantos “golpes” a ciada por el contexto que vive la sociedad
empresas “claves” para paralizar todo el colombiana en su conjunto. El profesor
mercado. “Golpes claves” ha habido innu- Betancourt dice que el surgimiento de lo
merables a lo largo de los ya prolongados que él llama “mafia” “se halla íntimamente
años de lucha contra el narcotráfico. A me-
diano y largo plazos, sin embargo, nunca
han podido frenar la exportación de cocaí-
Ciudad Paz-ando

27 Rosa Del Olmo. La Cara Oculta de la Droga. Bogotá:


na hacia los países consumidores.”29 Editorial Temis, S.A., 1988, p. 74
La intervención extranjera actual no es 28 Mary Mcintosh. Op. Cit., pp. 66,67
para nada nueva. El hecho de encontrar 29 Ciro Krauthausen y Luis Fernando Sarmiento. Op.
ciudadanos extranjeros en la cadena de Cit., p. 30

distribución de la bonanza marimbera 30 Darío Betancourt. Op. Cit., p. 47 85


ANÁLISIS DE
COYUNTURA

de “drogas” se hallan asociadas no sólo


a la crisis de valores de la sociedad mo-
derna y a los excedentes de capital legal
invertido superproductivamente en estas
sustancias sino también, en muchos ca-
sos, a las políticas neoliberales de “in-
ternacionalización de la economía” (que
sumen a amplios sectores sociales en la
desesperanza y la miseria), (...)”33
ligado a la crisis económica y social de las Extranjeros, contrabandistas y llama-
élites regionales (...)” y agrega que “Los dos mafiosos hicieron parte de la cadena
orígenes y la consolidación de la mafia no productiva del negocio desde los años
pueden verse al margen de los orígenes sesenta. Luego la dinámica misma del
y evolución del Estado”31 A cada núcleo país llevó a incorporar diversos sectores
mafioso mencionado por estos académi- de la sociedad colombiana en el tráfico
cos se le asigna una causa de crisis re- de sustancias ilícitas. La guerrilla y los
gional en productos o renglones produc- paramilitares entraron a cobrar impuesto
tivos de cada región donde operaron. Se en las diferentes zonas donde tenían in-
presentó crisis en los cultivos de algodón fluencia haciendo notar nuevamente, la
en la Costa Atlántica, crisis en la indus- falta de atención del Estado en las regio-
tria textil antioqueña por causa del uso de nes lo que hace que asociaciones ilícitas,
sintéticos, problemas en las cuotas inter- grupos guerrilleros y paramilitares hagan
nacionales del azúcar, lo que afectaría la presencia en estas zonas. El surgimien-
industria azucarera del Valle del Cauca, to de las “mafias” dice Betancourt, debe
crisis en la región esmeraldífera por la vio- verse ligado a la crisis económica y social
lencia generalizada en dicha zona, crisis de las élites regionales y que la “debilidad
en la región nororiental por la caída del del Estado” y su escasa presencia regio-
bolívar y sus consecuencias; aparte de nal dejaron en manos de agentes particu-
que en todas estas regiones se presentó lares locales la solución y mediación de
crisis de élites, de violencias ancestrales, los conflictos, favoreciendo el surgimiento
culturales y étnicas.32 y posterior fortalecimiento del sicariato y
Las políticas internacionales afectan la el paramilitarismo.”34 Así mismo, los gru-
economía del país, ahora más con el neo-
liberalismo y la apertura económica, hasta
Ciudad Paz-ando

el punto en que el narcotráfico resultó glo-


balizado con todo y su frustrada guerra 31 Ibíd., pp. XX, 3

antidrogas. El profesor Betancourt acierta 32 Ibíd., p. 45

cuando dice que “Sin lugar a dudas (...) la 33 Ibíd., p. 227


86 producción, comercialización y consumo 34 Ibíd., p. 140
ANÁLISIS DE
COYUNTURA
pos armados ilegales se fortalecieron en
las regiones por la falta de presencia del
Estado. En una estructura como la co-
lombiana en la que existe una inequitativa
L ejos de que estas políticas
represivas frenen el negocio
lo que han fomentado es su
especialización y su incremento.
política fiscal, en la que en lo económico
hay concentración del ingreso, en la que
la participación política se ha mantenido es su especialización y su incremento.
restringida (...) y en la que son extrema- Prueba de ello es que cada día se si-
damente difíciles las posibilidades de ac- guen abasteciendo las altas demandas
ceso de las nuevas fracciones de clase de países industrializados en donde las
que buscan con afán expresarse social y políticas frente al consumo siguen siendo
políticamente, tanto la guerrilla, como los poco efectivas y las políticas para contro-
paramilitares, los sicarios, los mafiosos lar a quienes producen precursores para
y aun la delincuencia común no pueden el procesamiento de cocaína lo son aun
verse sino como una expresión de la lu- menos.
cha de clases y fracciones, como actores La presencia del delincuente narcotra-
sociales, políticos y culturales que luchan ficante no es fortuita ni aparece producida
por abrirse paso en tan restringido mode- únicamente por mentes perversas y des-
lo de sociedad y de Estado.”35 equilibradas. Dicha presencia obedece
La internacionalización y globaliza- entonces a las particulares características
ción del contrabando o tráfico ilegal de del desarrollo de la sociedad colombiana
sustancias controladas se proyecta en la y su historia. Los grupos conformados
medida en que la complejidad de su fun- para operar este negocio ilegal, se crea-
cionamiento se ve en la necesidad de per- ron con base en la desatención estatal,
feccionar su accionar al ritmo de las polí- las continuas guerras y la falta de satis-
ticas erradas de represión. En la medida facción de las necesidades básicas de
en que estas políticas son implementadas los miembros de esta sociedad. Hubo una
en contra de cada una de las fases del transición tanto en el individuo como en la
llamado narcotráfico, contra los cultiva- conformación de asociaciones para delin-
dores, los comerciantes, los lavadores de quir propiciada por la transición y confor-
dinero, los participantes de la cadena se mación de las ciudades y la implantación
ven forzados a tecnificar sus maneras de del capitalismo sobre una sociedad que
operar para poder continuar en sus activi- como la colombiana, no estaba prepara-
dades. “El mercado es extremadamente da para ello. Es posible que con el incre-
Ciudad Paz-ando

dinámico: las unidades que actúan en él


continuamente tienen que transformarse
y adaptarse a nuevas circunstancias.”36 35 Ibíd., pp. 145, 146
Lejos de que estas políticas represivas
36 Ciro Krauthausen y Luis Fernando Sarmiento. Op.
frenen el negocio lo que han fomentado Cit., p. 30 87
ANÁLISIS DE
COYUNTURA

mento del fenómeno y el fracaso de las que se refiere a la acumulación de capi-


políticas implementadas para acabarlo, tal, la posesión de la propiedad privada y
sea necesario reflexionar en la creación las ansias de poder político. Las cabezas
de nuevas estrategias que de manera efi- visibles del narcotráfico a quienes se les
caz puedan contribuir en la solución del atribuía la gestación de ‘grandes organi-
problema. Para esto es necesario reflexio- zaciones’ sufren un proceso de desgaste
nar en torno a si la sociedad colombiana a través del tiempo que desemboca en su
está preparada para optar por una posi- eliminación, encarcelación o extradición y
ción propositiva orientada a la legaliza- esto no ha hecho mella en la disminución
ción, más cuando se generan aceptacio- del fenómeno y por el contrario ha gene-
nes de errores cometidos tal vez por una rado una sofisticada especialización del
inadecuada conceptualización de las ca- delito y una tecnificación y refinación del
tegorías que intervienen en el estudio del mismo. La dinámica económica propio
fenómeno. del capitalismo, engendró un crimen con
Si se acepta que la categoría de “car- características también propias y enquis-
teles” es y ha sido una categoría inade- tadas en este sistema de producción que
cuada o salida de intereses descontex- por inercia histórica, desde el bandole-
tualizados en la historia del fenómeno del rismo social y político, arrastró caracte-
narcotráfico, es posible decir que este rísticas de tiempos pasados creando una
tipo de categorizaciones tal y como se especie de mutación del crimen dentro del
han presentado en los medios y desde sistema capitalista.
políticas estatales equívocas, no ha sido Hoy los grandes capos han venido des-
la más acertada y que lo que hoy se con- apareciendo y el fenómeno continúa en
sidera o se ha dado en llamar ‘baby carte- ascenso. Los narcotraficantes se siguen
les’ han estado presentes siempre pues la ideando la forma de continuar exportan-
fragmentación especializada en diferentes do droga a los países con una demanda
etapas del fenómeno y sus asociaciones creciente de consumidores. Mercancía
de mediana frecuencia se han dado de que de paso, se erige como producto de
manera permanente. En la historia crimi- alta tecnificación y refinación desde lo in-
nal de la llamada organización del crimen dustrial, y que se vende sin ningún tipo de
se generó una escala que de manera con- estudio de mercado y sin ningún tipo de
textual a la historia y desarrollo social del campaña publicitaria. Es decir un fenóme-
país, actuaba con objetivos de ambición no globalizado y con características pro-
por una parte, y de otra obedeciendo a pias del neoliberalismo: mínima inversión,
Ciudad Paz-ando

las características del capitalismo en lo máxima ganancia.

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