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7384-Texto Del Artículo-34321-1-10-20140904 PDF
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COYUNTURA
DE BANDAS, CARTELES Y MAFIAS
Narcotráfico: historia
social y su influencia
en la conformación
delincuencial
De delincuentes, organizaciones y carteles en Colombia
Iván Cubillos1
E
l llamado crimen organizado se prestigio y el cumplimiento de un rol so-
ha constituido a través del tiem- cial. Primero se era bandolero, bandido,
po ajustado al desarrollo de las asaltante de caminos; después, asaltante
sociedades y a la evolución de su devenir de bancos, secuestrador; luego ladrón de
histórico. Cada acto del ser humano de cuello blanco, político corrupto o narco-
manera individual o como asociado a un traficante.
grupo de personas obedece a caracterís- Es posible estudiar a una sociedad
ticas propias del desarrollo de la socie- tomando como ejemplo las instituciones
dad a la que pertenecen. Desde lo indivi- criminales que produce. Desde el robo
dual, la implantación del capitalismo y su provocado por el hambre o las organiza-
Ciudad Paz-ando
manera particular de inocular los valores, ciones para comerciar sustancias quími-
viene a generar la ambición del hombre cas prohibidas, hasta la organización de
sin unos mínimos éticos que lo restrinjan.
Desde lo colectivo, las expresiones de
asociaciones criminales se forjan bajo el 1 Investigador independiente. 75
ANÁLISIS DE
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instituciones criminales como la corrup- ron en Santander por sobre los años de
ción política, sirven como ejemplo para paz (...) en la provincia de Vélez, donde
analizarla. A través de una organización románticos bandidos ejercieron, una do-
criminal se puede estudiar la forma de go- minación implacable, eludieron la perse-
bernarse, la atención que sus dirigentes cución de la Ley y rindieron su vida en
prestan a sus miembros, sus expresiones una lucha que fue triunfal hasta para los
culturales, sus creencias religiosas, su for- cadáveres perforados por las balas in-
ma cotidiana de vivir y su forma de aplicar numerables que fueron necesarias para
justicia. Platón se hacía la pregunta ¿Qué poner término a sus proezas estupendas.
es la justicia? y para responderla obser- Todos comenzaron la gran trayectoria de
vó la ciudad, sus personas, sus oficios y sus vidas al margen de la Ley, por un he-
sus motivaciones haciéndose a través de cho insignificante o por una infracción de
ellos una idea de lo justo. policía. Pero como los rencores hallában-
En todo caso, como dijo el desapareci- se vivos e intactos el anhelo de represalia
do Presidente de la Corte Suprema de Jus- contra los atropellos de la revolución, los
ticia Alfonso Reyes Echandía, es imposible vencedores aplicaban sobre los vencidos
pensar en una sociedad sin delito, mínima- todo el peso de su poderío para inculpar-
mente posee desviaciones, ni siquiera en los bajo la influencia de la flamígera pa-
la ideal sociedad comunista; pues, si exis- sión política”4.
tiera, se estaría hablando de una sociedad Delincuentes de las tres primeras dé-
de ángeles.2 La sociedad colombiana se cadas del siglo XX fueron conocidos como
ha debatido entre guerras internas que han bandidos y algunos se conocieron por su
producido calamidades familiares como la manera de actuar al estilo de Robin Hood,
pérdida de un ser querido, el desplaza- protegiendo a los desamparados de los
miento forzoso o una quiebra económica. poderosos y haciéndose querer por las
El magistrado Reyes Echandía dijo que la gentes del común. El santandereano José
calamidad financiera familiar que surge a del Carmen Tejeiro fue apoyado por mu-
raíz de una guerra propicia el aumento de chos campesinos que veían en sus accio-
los delitos entre la población, como el robo nes un ánimo de justicia popular. Por ese
o el mercado negro.3 entonces era perseguido por su supuesta
Desde los tiempos de las guerras ci- participación en el incendio de la hacien-
viles existe una relación entre la violencia
política y la delincuencia que ha servido
además para enriquecer la literatura re-
Ciudad Paz-ando
gional como en el caso de Jesús Antonio 2 Alfonso Reyes Echandía. Criminología. Bogotá: Edi-
torial Temis, 1987, p. 151
Osorio Lizarazo quien dedicó parte de su
3 Ibíd., p. 152
tiempo a escribir la crónica del departa-
4 José Antonio Osorio Lizarazo. Fuera de la Ley: His-
mento de Santander y quien dice que “los
torias de Bandidos. Bogotá: Talleres Gráficos Mundo al
76 odios de las guerras civiles se prolonga- día, 1940, p. 5
ANÁLISIS DE
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poder político, el cual, en sus niveles más
altos, es el poder de los imperios y los es-
tados”7 y más adelante agrega: “(...), una
epidemia de bandolerismo representa
algo más que una simple multiplicación
de hombres capaces, que toman por la
fuerza de las armas lo que necesitan an-
tes que morir de inanición. Pueden refle-
da del Mayor Cuevas conocido tirano de jar la distorsión de toda una sociedad, la
la provincia de Vélez; su astucia lo llevó a aparición de estructuras y clases sociales
invertir los papeles pasando de persegui- nuevas, la resistencia de comunidades o
do a perseguidor pues Tejeiro flagelaba pueblos enteros frente a la destrucción de
sus enemigos y los castigaba con cruel- su forma de vida”8.
dad humorista, porque después les pedía Las personas aprendieron a tomar
recibos de los latigazos con que los ha- actitudes que les garantizaran la subsis-
bía sancionado consiguiendo con estas tencia de ellos y de sus familias en oca-
acciones justicieras la protección de los siones desafiando la ley debido a las
campesinos.5 pocas opciones que les dejaban. La so-
Otro de los estudiosos de esta parte ciedad resuelve sus problemas utilizando
de la historia es el escritor Pedro Claver las guerras y el hombre que pertenece a
Téllez quien describe a los bandidos en ella se adapta para enfrentar la crisis en
su libro “Crónicas de la Vida Bandolera”. A ocasiones olvidando su obediencia a la
mediados del siglo XX Roberto González ley, cuando su instinto de sobrevivencia
alias “Pedro Brincos”, se presenta como así lo exige. “Aunque a través de la histo-
un líder, quien con un ideal de justicia e ria el Estado, las autoridades y las élites
igualdad social, entrenaba cuadrillas en el siempre han tratado de soslayar el agrado
Tolima y pertenecía al Movimiento Obrero que entre la población despierta este tipo
Estudiantil Campesino MOEC. A pesar de de personajes (recuérdense los casos de
que Tejeiro no operaba sólo, la organiza- “chispas” y Efraín González en la violen-
ción de “Pedro Brincos” deja ver un nivel cia del cincuenta), es imposible perder
diferente de estructuración.6 El caso de de vista que numerosos individuos que
Tejeiro es conocido como bandolerismo
social mientras que el de “Pedro Brincos”
como bandolerismo político.
Ciudad Paz-ando
5 Ibíd., p. 55
Eric Hobsbawn, reconocido historia-
6 Pedro Claver Téllez. Crónicas de la Vida Bandolera.
dor, plantea que “(...), la historia del ban- Bogotá: Planeta Colombiana Editorial, 1987
dolerismo, incluido el bandolerismo so- 7 Eric Hobsbawn. Bandidos. Barcelona: Editorial Críti-
cial, no puede entenderse ni estudiarse ca, 2001, pp. 25,26
luego se le impone otra forma totalmente lombiana (1965-1992). Bogotá: Tercer Mundo Editores,
primera edición, agosto de 1994, p. 143
distinta de ver el mundo.
10 Ulf Hannerz. Exploración de la Ciudad. Hacia una
Es de esta manera como los despla- antropología Urbana. México: Fondo de Cultura Econó-
zados en los años cincuenta y sesenta mico, 1986, p. 248
78 serán las personas que ayudarán en la 11 Alfonso Reyes Echandía. Op. Cit., p. 142
ANÁLISIS DE
COYUNTURA
P
El hombre recién llegado tenía que or eso hay tanta corrupción,
luchar, muchas veces sin éxito, por aco- porque no hay trabajo, no
modar sus valores, ideas o imaginarios, a hay comida. Porque antes
los valores propios de la gente de la ciu- eran los campesinos los que agri-
dad y a sus leyes, así su forma de ver la cultaban y ahora son los señores
vida fuera en contravía de esas reglas. En los que tienen la tierra para sem-
muchas ocasiones y por falta de medios y brar arroz, algodón, soya, pero a
de educación para aprovechar las pocas nosotros nos toca comprar el ar-
oportunidades de lo urbano, se convirtie- roz en las tiendas para comer.”
ron en seres marginales propiciando el
paso al umbral delincuencial.
En las ciudades se concentraban las cunstancias de la ciudad. Prueba de este
industrias que ofrecían empleos que no cambio lo registra la crónica judicial de la
cubrían a todas las personas y alrededor revista Semana número 10 de 1982 cuan-
de las cuales se daba el desarrollo. Ma- do dice: “Y es que el gran periodismo an-
nuel Montero cuenta como se daba esa terior a los años sesenta estuvo siempre
transición del campo a la ciudad: “Los manchado de sangre. Esas ciudades pe-
muchachos de ahora (1973) trabajan en queñas, provincianas aunque fueran capi-
las ciudades o se dedican a robar (...) tales, se estremecían con las historias de
Por eso hay tanta corrupción, porque no los escasos crímenes que los periódicos
hay trabajo, no hay comida. Porque antes aprovechaban muy bien”13.
eran los campesinos los que agricultaban El delincuente de ciudad tiene pare-
y ahora son los señores los que tienen la cido al bandolero en sus objetivos y en
tierra para sembrar arroz, algodón, soya, ocasiones en sus ideales, pero se diferen-
pero a nosotros nos toca comprar el arroz cia en las herramientas que usa. El de la
en las tiendas para comer.”12 ciudad debe usar los elementos que sean
Las personas que optaban por la vida necesarios para sobrevivir y enriquecerse
delincuencial en las décadas de los años de acuerdo a las condiciones de la ciudad
cincuenta y sesenta serían los pioneros en y su desarrollo tecnológico.
la conformación del delincuente urbano Hubo una famosa banda de asaltantes
moderno. Compartían algunas caracte- donde participaba el conocido “mono” Tre-
rísticas con sus antecesores bandoleros, jos que a través de sus asaltos a bancos
poseían la tenacidad del campesino here- y joyerías logró convertirse en producto
dada de la educación de padres y abue- de exportación hacia países como Ecua-
Ciudad Paz-ando
otros por establecer contactos con la fa- como lo ilustra Montero hijo, quien des-
milia, otras personas se encargaron del pués de prestar el servicio militar realiza
“bienestar” del secuestrado. cursos para ingresar a la policía hasta lle-
El delincuente que creció en las ciuda- gar a antinarcóticos: “Llegué al Grupo de
80 des en las décadas del setenta compartió Inteligencia. (...) a mí se me presentó un
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problema, y era que yo no tenía una or- ciedad y de sus exigencias. La aparición
ganización, mejor dicho, una rosca, o un en el escenario nacional de los diferentes
combo como lo llaman allá”14. tipos de delincuentes hace parte también
Las llamadas bandas son grupos de de ese desarrollo capitalista en Colombia
personas que de manera local o regional y Latinoamérica.
se dedican a un tipo de delito: robo, falsi- El comerciante ilegal de drogas prohi-
ficación, atraco, piratería terrestre, contra- bidas surge como producto de las conti-
bando, piratería de libros, discos compac- nuas guerras y los desplazamientos que
tos, tráfico de fauna y flora y otras. También éstas conllevan hacia las ciudades en de-
están los llamados ‘carteles’ reconocidos sarrollo en donde se encontraban alterna-
así por la aparente vinculación organizada tivas de subsistencia, pero no suficientes
para ejercer una actividad delincuencial, para la cantidad de personas desplaza-
están los llamados carteles de la droga, das por la guerra. “De hecho, la incapaci-
cartel de la gasolina, cartel de los medi- dad de la industria para absorber produc-
camentos y otros. Sin embargo, la pala- tivamente la fuerza de trabajo desplazada
bra cartel no parece corresponder exac- del campo, se escondía tras la visión del
tamente a la actividad a la que más se le problema agrario, (...)”15
ha reconocido, pues en primer lugar es un Según el magistrado desaparecido du-
término traído de afuera con el que se pre- rante la toma y la retoma del Palacio de
tende reunir en una organización regional Justicia Alfonso Reyes Echandía un 30%
a personas que delinquen de una manera de la población se apropia del 60% del
aparentemente organizada y adrede en el ingreso nacional16 y esto incentiva la apa-
comercio de drogas prohibidas. rición de personas que buscan ser partí-
Algunos de estos llamados ‘carteles’ cipes de la riqueza a través de cualquier
se expandieron tanto con el tiempo que medio. Si para los estudiosos de la historia
lograron establecer vínculos en diferentes como Eric Hobsbawm, Gonzalo Sánchez y
sectores sociales, como el deporte, la fa- Donny Meertens es posible pensar en ban-
rándula, el periodismo y la política, convir- didos sociales como aquellos al mejor es-
tiéndose posteriormente en organizacio- tilo de Robin Hood, y en bandidos políticos
nes fragmentadas pero especializadas, siguiendo ideales con el fin de llegar al po-
cuyo objetivo sobrepasaba lo económico der, es posible pensar en los comerciantes
pues su mayor aspiración era la adquisi-
ción de poder en varios niveles.
Estas expresiones de lo legal y lo ilí- 14 Libardo Saavedra Rivera. Op. Cit., pp. 60-67
Ciudad Paz-ando
pero bajo el ritmo del desarrollo de la so- 16 Alfonso Reyes Echandía. Op. Cit., p. 138 81
ANÁLISIS DE
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traciones de las amplias masas populares
ste apoyo de sectores del pue-
que, sumidas en la miseria y la explota-
blo ... sumidas en la miseria
ción, ven en quien es capaz de “sobre-
y la explotación, ven en quien
salir”, de ponerse por encima de ellas, a
es capaz de “sobresalir”, ... a un fiel
exponente de su clase y condición, un fiel exponente de su clase y condición,
convirtiéndolo, por tanto, en objeto convirtiéndolo, por tanto, en objeto de ad-
de admiración, respeto y protección, miración, respeto y protección, sin impor-
sin importarles o entender que se tarles o entender que se halle al margen
halle al margen de la ley. de la ley.”18
Los actos delictivos pueden tener dos
caras: la acción y la omisión. No sólo se
de drogas ilícitas desde lo económico. Por delinque en una sociedad cuando se eje-
un lado se acercan a lo social compartien- cutan acciones en contra de la ley, sino
do el sentimiento de Robin Hood al distri- cuando por omisión no se llevan a cabo
buir entre los más pobres parte de la des- acciones que prevengan el delito. El de-
orbitada riqueza adquirida ilegalmente con lito no es únicamente un fenómeno indi-
el fin de crear interesadamente base social vidual, sino también un fenómeno social,
de respaldo. Por otro lado, se aproximan a por cuanto tiene causas y repercusiones
los bandidos políticos por su inquietud de sociales.19
acercarse al poder. Como se ve entonces son una serie de
Algunas de estas acciones dirigidas a elementos los que conllevan a la creación
las clases menos favorecidas les garanti- del delincuente narcotraficante. Desde
zaba satisfacción al ayudar al necesitado, sus referentes en la historia, pasando por
así como la ayuda de esa gente a la hora el deseo y la ambición, el desamparo es-
de necesitarla, como efectivamente suce- tatal que genera miseria, desarraigo y falta
dió en el caso de la persecución, fuga y de oportunidades, los conflictos armados
clandestinidad de varios de estos comer- que tienen como consecuencia el des-
ciantes ilegales. Por encima de todo, es- plazamiento, hasta el encuentro oportuno
tas acciones les hacían recordar el lugar con la mafia de la clase política corrupta.
común y marginal de donde provenían: la Rodrigo Uprimny en el prólogo que
cultura popular; “estos proyectos de nar- hace al libro de Darío Betancourt y Martha
cobienestar alcanzan a comunidades a García, Contrabandistas, Marimberos y
donde el gobierno no llega”17 El profesor
Darío Betancourt refiriéndose a Rodríguez
Ciudad Paz-ando
Gacha dice que “al igual que otros mafio- 17 Lee III Rensselaer, W. El laberinto blanco. Cocaína y
Poder Político. Bogotá: CEREC, 1992, p. 44
sos, logró consolidar una amplia base so-
cial de apoyo entre los habitantes de sus 18 Darío Betancourt. Op. Cit., p. 74
zonas de influencia. Este apoyo de sec- 19 Julio Romero Soto y Juan Carlos Salazar De La To-
rre. Antropología y Psicopatología Criminal. Bogotá: Edi-
82 tores del pueblo se inscribe en las frus- ciones librería del profesional, 1998, p. 12
ANÁLISIS DE
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Mafiosos, Historia social de la mafia colom- la ley sus propias asociaciones espontá-
biana, resalta la insistencia de los autores neas, poco o medianamente frecuentes
sobre cómo los contextos estructurales que les permitieran satisfacer las nece-
afectan los comportamientos de las or- sidades que el capitalismo les generaba
ganizaciones mafiosas y que es esencial y exigía: “El mercado ilegal no es la cara
modificar aquellos entornos sociopolíticos opuesta de la racionalidad capitalista, es
que favorecen su desarrollo y dinamizan la forma más descarnada que pueden ad-
violencias que les están asociadas.20 quirir esos valores. Se podría decir que el
Es posible entender que la organización mercado ilegal es una “radicalización” de
delincuencial del tráfico de sustancias pro- esa lógica capitalista que no soporta con-
hibidas responde a la realidad económica, tradictores u oposiciones para la realiza-
política y social de la transición del país en ción de sus fines: se derriban los posibles
las décadas del 50, 60 y 70 cuando se obstáculos que dificulten la consecución
daba una transformación de un ambiente de los fines.”22
agrario a unas características que preten- El sistema capitalista nutre desde su
dían una industrialización en Colombia en estructura la conformación de sociedades
medio de la acumulación de capital propia tanto lícitas como ilícitas. Giddens afirma
del sistema capitalista que además per- que “(...) las acciones delictivas son tan
mitía la libre asociación lícita situada entre aprendidas como las que respetan la ley
el individuo aislado y el Estado. Quienes y que tienen como fin las mismas nece-
eran excluidos de la ‘libertad democrática’ sidades y valores. Los ladrones intentan
y pretendían ingresar al proceso de indus- ganar dinero igual que la gente que tiene
trialización y de acumulación de capital trabajos convencionales, pero eligen una
creaban mecanismos que les permitieran forma ilegal de hacerlo”23
realizar sus metas; en muchos de estos Rensselaer W. Lee III se refiere a lo que
casos se cayó en lo ilícito. En esta transfor- él denomina “mafia” de la cocaína, en tér-
mación del país hacia la industrialización minos que ayudan a entender por un lado
y el capitalismo las asociaciones debían la complejidad del comercio de sustancias
servir para que el individuo viera reflejado y de otro la distancia que debe tomarse
medianamente el modo en que vive y se
mantiene su sociedad así como debían de
20 Darío Betancourt. Op. Cit., p. xviii
servirle para consolidarse como ciudada-
no pues es en esta época en que se co- 21 Demarchi y Ellena. Diccionario de Sociología. Ma-
drid: Ediciones Paulinas, 1976, pp. 130,132
mienza la consolidación de lo urbano21, es
Ciudad Paz-ando
Mary Mcintosh en su libro “La Organi- 25 Mary Mcintosh. La Organización del Crimen, Méxi-
zación del Crimen” plantea que la orga- co: Siglo Veintiuno Editores, 1981, Primera edición en es-
pañol en 1977, primera edición británica en inglés 1975,
nización del negocio criminal permanente p. 65,66
y continuado es mayor en escala, y tiene 26 Eugenio Raúl Zaffaroni. El Crimen Organizado una ca-
84 una división del trabajo más acentuada y tegoría frustrada, Bogotá: Editorial Leyer, 1996, pp. 51,52
ANÁLISIS DE
COYUNTURA
tados Unidos, a pesar de que las carac- que tuvo el país evidencia el interés ex-
terísticas de la organización son mucho terno por el fenómeno. Dicha intervención
más complejas y de que en el contexto es corroborada por el profesor Betancourt
latinoamericano participan toda una serie cuando dice que “los cuerpos de paz se
de actores que no corresponde a lo que adentraban en nuestro territorio con cla-
era aquella.27 La complejidad se presenta ras orientaciones ideológicas –desviar a
en la especialización del trabajo en cada nuestra juventud de los efectos de la re-
una de las fases, en la independencia, au- volución cubana- se encontraron con las
tonomía y compartimentación que guar- delicias de la marihuana colombiana, (...)
dan entre ellas y por la baja y mediana Al volverse adictos se fueron convirtiendo
frecuencia con que se relacionan. en traficantes al por menor, difundiéndola
Mary Mcintosh dice que se cree que el entre sus parientes y conocidos al regre-
“crimen organizado” es sinónimo de una sar a Estados Unidos, iniciándose así las
sociedad secreta dedicada a actividades primeras redes de distribución maneja-
criminales, y que exige a sus integrantes das por núcleos norteamericanos.”30 Se
fidelidad y obediencia tácita, agregando encuentra que quienes dieron inicio a la
que ante todo, existe considerable con- primera bonanza fueron extranjeros que
troversia acerca de si semejante socie- venían a Colombia a cosas diferentes y
dad (“Mafia”, “Cosa nostra”, o lo que sea) se convirtieron en pequeños emisarios de
existe en absoluto.28 la marihuana. Después eran ya pequeños
Dicen Krauthausen y Sarmiento que: aviones los que venían de Estados Unidos
“Si el mercado y sus empresas se encon- a llevarse la marihuana que en principio
trasen altamente formalizados, tal como era comercializada por contrabandistas
con frecuencia se pretende hacer creer que época anterior se dedicaban a co-
a la opinión pública, para el caso de los merciar con otro tipo de mercancías. Sin
supuestamente jerarquizados “carteles”, embargo la fuerza que toma el negocio
la represión estatal se facilitaría y podría del narcotráfico no viene sola sino auspi-
limitarse a dar unos cuantos “golpes” a ciada por el contexto que vive la sociedad
empresas “claves” para paralizar todo el colombiana en su conjunto. El profesor
mercado. “Golpes claves” ha habido innu- Betancourt dice que el surgimiento de lo
merables a lo largo de los ya prolongados que él llama “mafia” “se halla íntimamente
años de lucha contra el narcotráfico. A me-
diano y largo plazos, sin embargo, nunca
han podido frenar la exportación de cocaí-
Ciudad Paz-ando
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