1
EL CONSORCIO ALBINGIA EN LOS hegemónico
INICIOS DE LA EXPLOTACION
BANANERA EN URABA (1909-1915)
Por: Rodrigo de J. García Estrada
Profesor Universidad de Antioquia
Nota: Este artículo fue presentado como
ponencia en el IX Congreso de Historia
de Colombia, realizado en la ciudad de
Tunja, entre los días 2 y 5 de mayo de
1995, y publicado en la revista Augura,
Año 18, No 1, Medellín, 1995, pp. 74-97
El contexto histórico.
Durante el siglo XIX la historia de la
región de Urabá transcurrió en medio de
las pugnas entre los gobiernos del
Cauca, Bolívar y Antioquia, interesados
en tenerla bajo su jurisdicción. Sin
embargo durante dicha centuria el
control político-administrativo estuvo
fundamentalmente, en manos de los dos
primeros, mientras que para Antioquia
se reservaría el siglo XX.
A lo largo de la segunda mitad del siglo
pasado la exigua población de Urabá se
ocupó de la economía de recolección.
Allí se encontraban campesinos pobres
de la costa y del Chocó, los cuales eran
contratados por los empresarios del
caucho, la tagua, la raicilla de
ipecacuana, el añil y las maderas
tropicales, de gran demanda en el
mercado internacional. 1 En su mayoría
los comerciantes de estos productos
eran cartageneros, quienes lograron
mediante su accionar económico,
político y de control social un poder
.
1
Botero Herrera, Fernando.
Urabá, colonización,
violencia y crisis del
Estado. Universidad de
Antioquia. Medellín 1990.
p. 23
sobre el territorio,
principalmente en el municipio de Turbo.
Cuando en el año de 1905 se creó el
departamento de Caldas, la clase
dirigente antioqueña fue "indemnizada"
por la pérdida de la zona cafetera de
"Viejo Caldas" con la incorporación a su
territorio de la margen derecha del rio
Atrato hasta Punta Arboletes. Desde
entonces los cartageneros empezaron a
ser desplazados por funcionarios
antioqueños de los cargos político-
administrativos determinantes.
Manuel Marulanda, un personaje que se
desplazó a la región para delimitar un
terreno baldío en el que estaba
interesado, escribió al presidente Carlos
E. Restrepo en el año de 1913 una carta
a favor de la llegada de empleados
antioqueños para la administración de
Turbo. Anota que antes de este
acontecimiento aquel territorio estaba en
manos de cuatro comerciantes de
Cartagena (Camilo S. Delgado, Gabriel
E. O'Byrne, Antonio R. Blanco y Nazir T.
Yabur) que habían venido explotando
los enormes taguales existentes en los
bosques de Urabá y que manejaban a
su antojo los asuntos públicos y "hasta
las vidas y haciendas de sus súbditos".2
Dichos personajes, asegura Marulanda,
se repartían las cuantiosas rentas
municipales dejadas por la explotación
de la tagua. Según el informe
presentado por este individuo la
corrupción era grande en la
administración de Turbo. Según datos
facilitados por el nuevo Prefecto de
Urabá, Julio Viana, "mandado en buena
2
. Archivo Carlos E. Restrepo.
Correspondencia Recibida.
38/97:223. En adelante:
ACER. CR. o CE
(correspondencia enviada).

hora de Medellín" los concejales se
repartían los empleos de la
administración municipal fijando
enormes sueldos entre ellos mismos.
Asi, los cargos de Juez Municipal,
Recaudador de Rentas y hasta uno
creado por ellos, el de Visitador de
Obras Públicas de Turbo eran ocupados
por los mismos concejales. 3
Estas denuncias directas deben
entenderse sin embargo en el contexto
de las pugnas suscitadas entre
cartageneros y antioqueños con motivo
de la transición político - administrativa
de un poder regional a otro. En aquellos
conceptos se imbrican imágenes
culturales asi como intereses políticos y
económicos. Pero se pueden concluir
algunas afirmaciones ciertas sobre la
situación del territorio urabeño antes del
contacto interregional, asi como en el
momento mismo.
El territorio bajo la jurisdicción de Turbo
dependía de la comunicación marítima
con Cartagena y esta era muy irregular y
poco frecuente, ya que, el único vapor
que se ocupaba de este servicio, el
"Diego Martínez", no despegaba de
Cartagena hasta no llenar sus bodegas
de carga. Pasaban meses sin recibir
telegramas ni correo, haciéndose mucho
más difícil la imposición de políticas
gubernamentales, el nombramiento de
empleados públicos o el cumplimiento
de las ordenanzas expedidas por la
Asamblea de Antioquia. Un viaje de
Frontino a Turbo tardaba quince días.4
Ahora bien, la manera en que los
comerciantes cartageneros realizaban
la explotación tagüera era en
condiciones de monopolio de la fuerza
. Ibid.
3 5
. ACER. CR. 10/287:466
4 6
2
de trabajo y bajo un régimen de
características precapitalistas. El
proceso de comercialización de los
productos de consumo básico, en su
mayoría importados, estaba en manos
de los mismos tagüeros. El aludido
visitador aseguraba que la
"desmoralización de estas regiones"5, y
el atraso se debía a la manera en que
se realizaba la explotación de esta fruta.
Los comerciantes costeños tenían
distribuidos en la región algunos
"capataces" quienes se encargaban de
contratar a los recolectores, en su mayor
parte negros chocoanos, a quienes
adelantaban una cantidad de dinero,
víveres, aguardiente y ropa. El precio de
estos era, al parecer alto, por el costo
igualmente alto de los fletes, con
respecto al pago por la tagua
recolectada y además, cada seis meses
la deuda se incrementaba por los
intereses (25%) hasta hacerse
impagable. En Palabras de Marulanda:
"...al cabo de un año de
trabajo y de haber entregado
grandes cantidades de tagua,
va un pobre negro a liquidar
su cuenta y se encuentra con
que lejos de tener excedente
hay un saldo a su cargo de
diez, veinte mil pesos; y no
es raro encontrar
trabajadores que a lo sumo
tienen como única propiedad
la canasta de recoger tagua,
debiendo un saldo de 500
dólares."6
Urabá era por entonces un territorio
marginal en la esfera de acción del
Estado y por lo tanto al vaivén de los
intereses particulares. Sus habitantes,
muchos de ellos recién llegados, no
. Ibid. fol. 224
. Ibid. fol. 224
 3

tenían un sentido de pertenencia y permiten afirmar lo anterior.

estaban en una práctica situación de
indefensión con respecto a sus Según estipula la ley de concesión, el
patronos. La población erraba de un Consorcio se compromete a construir un
lado a otro en busca del codiciado fruto ferrocarril "con los ramales necesarios para el
y los caseríos se movían al ritmo de sus transporte de los productos de la región que
pobladores. Los empresarios de la tagua recorrerá" en una zona de seis leguas a cada
lado de la línea principal.8
vivían en Cartagena y hacían viajes
esporádicos para vigilar por el
La construcción de la vía férrea correría
rendimiento de sus negocios. Los
por cuenta de la compañía, sin
bosques y poblados urabeños se
subvención ni garantía por parte del
convirtieron en refugio para quienes
gobierno. Para el tendido de líneas
vislumbraban en aquella fértil tierra la
telegráficas y telefónicas, la cláusula
posibilidad de aumentar su riqueza y
quinta concede autorización, pero
ejercer su poder al margen de los
obligando a la compañía a permitir, en
marcos legales.
forma gratuita al Gobierno, la extensión
de sus redes sobre los postes del
Es en este contexto que surge el primer
Consorcio. De esta manera el estado
intento de explotación bananera en la
colombiano pretendía entrar a Urabá en
región de Urabá, bajo la ingerencia del
los hombros de la compañía alemana,
Consorcio Albingia, de Hamburgo, cuyos
evitando empantanar sus pies.
vestigios enmohecidos fueron
rescatados por el demógrafo
Igualmente la construcción de un muelle
norteamericano James Parsons, en su
para vapores de alta mar correspondía a
libro "Urabá salida de Antioquia al Mar".7
la compañía sin subvención ni garantía
Dicho autor presenta una acertada
por parte del gobierno. El lugar escogido
descripción de lo hecho por los
por la compañía para la construcción del
alemanes, pero luego de este trabajo
muelle, llevaría el nombre de Puerto
nadie más se había interesado por este
César, ubicado en un lugar comprendido
tema. Este artículo trata de responder a
entre Turbo y las bocas del río León.
este vacío en la historia de Urabá.
Vencidos cincuenta años desde la
otorgación del privilegio, el gobierno se
reservaba la compra del muelle y del
La concesión territorial.
ferrocarril, por el 75% de su valor, según
avalúo pericial. Por otra parte, el servicio
Al parecer, el Congreso Nacional
de transporte a realizarse por medio de
adjudicó al Consorcio Albingia una
vapores corría por cuenta del Consorcio.
porción aproximada de 5000 hectáreas
en la costa oriental del Golfo de Urabá,
Más aún, el edificio donde funcionarían
no sólo para establecer el cultivo y la
las oficinas del gobierno para el
exportación de banano, sino también
reconocimiento de la mercancía y
para ejercitar la soberanía en esta
vigilancia del contrabando, serían
región de frontera. Diversas razones

. Parsons, james. Urabá Salida

7 8
. República de Colombia. Leyes
De Antioquia al Mar. Colombianas de 1909.
CORPOURABA-Banco de la Bogotá. Reimp. Imprenta
República. (S.F) Nacional. 1919. p.138
 4

entregados gratuitamente por la contrato.10

compañía durante ocho años. Después
de pasado este término el gobierno
podría alquilarlo por la suma de $75
mensuales.
El Consorcio además se veía compelido
por la ley a comprar durante cinco años
todo el banano producido por
particulares o empresas establecidas en
Urabá. La compañía se comprometía a
realizar el transporte y recolección del
fruto producido, por medio del ferrocarril
y sus ramales, o valiéndose de
embarcaciones menores que se
desplazarían a las desembocaduras de
los ríos y lugares de la costa.9
Como se verá a lo largo de este trabajo,
a pesar de que el consorcio incumplió
los compromisos adquiridos por la ley,
nunca se declaró la caducidad del
contrato. Quizás por evitarse conflictos
de carácter internacional, o por las
noticias que divulgaban frecuentemente
los alemanes sobre la recuperación de
la compañía, y probablemente porque
las condiciones generadas por la
Segunda Guerra Mundial permitieron
flexibilizar la ley.

Ahora bien, la ley concedía autorización

al Consorcio para traspasar los
derechos y obligaciones obtenidos por
aquél contrato a la Sociedad Hamburg
Columbien Bananen Aktien
Gesellschaft. La sociedad aludida en
realidad era el grupo de accionistas más
fuerte del consorcio, cuya razón no
había sido legalizada y que debía
permanecer detrás de la escena jurídica.
El traspaso debía ser notificado al
Gobierno con anterioridad,
comprobando la organización legal de la
compañía y su incorporación como
persona jurídica en Colombia.

La caducidad del contrato podía

declararse en caso de que el muelle no
fuera terminado en el término de dos
años, o si no se establecía el servicio de
vapores y la compra de banano como lo
fijaba la cláusula segunda. En calidad de
fianza, el Consorcio se obligaba a dejar
en las arcas del tesoro nacional la suma
de diez mil pesos oro ($ 10.000), hasta
que se diera cumplimiento a las
obligaciones adquiridas por este

. Ibid. p.137
9
. Ibid. p.143
10

La ingerencia estatal.
Para entender la significación de esta
empresa en la historia de Urabá y del
Departamento de Antioquia se debe
tener en cuenta varios asuntos. Se trata
de un momento en el cual el
empresariado antioqueño se encuentra
en uno de sus mejores momentos a
nivel económico, político y de prestigio
nacional. Es una de las mejores
décadas en cuanto a exportación
cafetera, despegue industrial de
Medellín, auge comercial y esto le
permitió contar con su primer presidente
de la República.
Coincidiendo con este buen momento,
recibe del gobierno nacional el territorio
de Urabá para que impulse su
colonización y lo integre a la nación. De
otro lado, estaba la situación
internacional, caracterizada por el recelo
frente a Estados Unidos, con motivo de
la separación panameña y el proceso de
acercamiento a las potencias europeas.
Entre tanto Alemania era vista por la
élite nacional y regional como una
nación amiga, por los aportes que
súbditos germanos habían hecho a la
industria, el comercio, la educación y a
las buenas relaciones establecidas por
aquellos con la sociedad colombiana.
Particularmente en Antioquia, se habían
establecido vínculos familiares y pérdida del istmo panameño, por ser
económicos, empezando a florecer una
pequeña colonia alemana asociada a los
procesos industriales y de comercio
internacional.
Así pues, podría decirse que la
integración de Urabá a la nación y su
protección de posibles intereses
anexionistas norteamericanos quedaba
en manos de antioqueños y alemanes.
Por esta razón, el mismo presidente,
expresa interés en el adelanto de obras
5
de infraestructura y creación de Juzgado
en Turbo para atender a los conflictos
sociales.
No obstante, Carlos E. Restrepo, no se
mostraba seguro del éxito de la
compañía alemana y por esto era de la
opinión que este tipo de problemas
podrían considerase cuando los trabajos
de Puerto César hubieran avanzado de
manera que los comerciantes
antioqueños estuvieran convencidos del
serio carácter y de los sólidos
fundamentos en que se fundaba la
empresa.
En otros términos, la participación de los
gobiernos departamental y nacional en
el desarrollo de Urabá estaba
determinada en última instancia por el
éxito de la compañía alemana. Afirma el
presidente que entre otras razones para
el desinterés del gobierno departamental
de Antioquia estaba el que las energías
se centraban entonces en los
Ferrocarriles de Antioquia y del Cauca y
por lo tanto no podría destinar mucho
dinero a otras empresas.11
El Imperio del Norte.
El temor de una invasión por parte de
los Estados Unidos al golfo de Urabá se
consideraba inminente luego de la
esta una zona igualmente
geoestratégica. Por tanto, se pensaba
que la mejor manera de equilibrar el
poderío yanqui sería otorgar el territorio
a un país igualmente poderoso pero
aliado de los intereses colombianos:
este país fue Alemani. Una carta del
presidente colombiano del mes de abril
de 1910 dirigida a Nazir T. Yabur
personaje sirio-libanés propietario de
. ACER. CE. 4/245:199
11

terrenos en Urabá y de gran influencia a
nivel de la localidad de Turbo ilustra en
este sentido:
"Veremos que logra hacer el
señor Egersdorfer, (director
del proyecto), cuya obra
alemana se hace más
urgente día por día a causa
de la delicadeza y tirantez de
nuestras relaciones con los
americanos; establecida en
firme esta colonia en
nuestras costas habremos
creado intereses que los
yanquis tendrán que
respetar."12
Opinaba Carlos E. Restrepo que el
establecimiento de la colonia bananera
en aquella región garantizaría el respeto
a la soberanía de la nación. Frases
como las siguientes incluidas en una de
sus cartas expresan las expectativas
con respecto a los alcances del
establecimiento de la empresa alemana,
en relación al imperialismo yanqui:
"...siempre le he dado a ella
(la compañía alemana) una
inmensa trascendencia
internacional, y hoy, cuando
los recientes sucesos de
Bogotá con el Ministro
Americano han hecho visible
el acercamiento del peligro
yanqui, se hace más
indispensable que
establezcamos en el Atrato
un control de los americanos
por medio de una colonia
seria y fuerte capaz de poner
a raya el ilimitado
imperialismo del norte."13
Carlos E. Restrepo, según él mismo
declaraba, fue uno de los congresistas
que más esfuerzos dedicó a la
legalización del contrato con la
12
. ACER. CE. 3/476:343.
13
. ACER. CE. 4/245:199
6
compañía alemana. Restrepo
consideraba que los alemanes harían
buena competencia al imperialismo
norteamericano y especialmente al
monopolio de la United Fruit Company.
"En el Congreso del año
pasado puse mucho empeño,
al fin victorioso, por la
legalización del Consorcio
Albingia, compañía alemana
muy fuerte que piensa fundar
una colonia bananera cerca
al golfo de Urabá y cuyo jefe
aquí, el señor Oscar
Egersdorfer, tiene hebra
cortada con la United Fruit
Co, a la cual hacen guerra a
muerte él y sus compañeros.
Esta colonia ejercerá un
temible control para los
americanos que en varias
formas nos amenazan por el
Chocó; por eso presté al
señor Egersdorfer mi
concurso incondicional y
entusiasta."14
El doctor Marceliano Vélez
exgobernador de Antioquia en una de
sus cartas con Carlos E. Restrepo
reforzaba los temores de invasión en los
siguientes términos: "Esa región será ya
objeto de la codicia americana y creo
que debe hacerse todo lo que se pueda
para salvarla de las garras yankees".15
El consorcio alemán y el desarrollo
de Urabá.
El ingreso de la compañía alemana tuvo
su base de apoyo en personajes que
como Nazir Yabur, tenían sus
principales negocios en la región y
esperaban que la empresa bananera
valorizara sus tierras y les permitiera
entrar en la industria del banano como
productores.
. ACER. CE. 3/276:217
14
. ACER. CR. 18/75:142
15

Yabur, poseedor de un terreno de 5000
hectáreas adyacentes al de la compañía
alemana esperaba poder emprender
negocios con el consorcio, el cual,
según creía, podría dar un impulso
definitivo al desarrollo de la región. Para
los aliados del proyecto antioqueño el
éxito del consorcio era deseable, puesto
que de este dependía el despegue
económico de Urabá, y el interés de los
empresarios antioqueños en la
construcción del ferrocarril Medellín -
Turbo.16
Ahora bien no sólo Nazir Yabur se creó
grandes expectativas con respecto al
cultivo de banano en Urabá. Diversos
funcionarios del gobierno departamental
y local, presos de gran entusiasmo por
los avances en las obras imaginaron a
Urabá como un futuro polo de desarrollo
de Antioquia. Sueño que se realizó
aunque no con la celeridad que ellos
esperaban.
Con motivo de la llegada de José María
Uribe Ospina a Turbo con el fin de tomar
posesión del cargo de Prefecto de
Urabá se reunieron el día 18 de mayo
de 1911 los más notables personajes de
la localidad. Los allí reunidos
considerando que la obra más urgente
para la región era la construcción del
camino de herradura hasta Medellín
esperaban que el Consorcio Albingia se
comprometiera en este sentido, asi
como en extensión de un ramal del
Ferrocarril de la compañía hasta la
población.17
16
. ACER. CR. 10/287:466
17
. Archivo Histórico de
Antioquia. Gobierno-
Municipios.1911. Tomo
7862. Leg. 79. (En
adelante A.H.A.)
7
Los asistentes a dicha reunión,
comerciantes de tagua y empleados
antioqueños, se comprometieron a
colaborar con el gobierno y la Prefectura
al mejoramiento del camino entre Turbo
y Medellín. En tal sentido ofrecieron
encaminar el trabajo subsidiario de sus
peones a las refacciones que la obra
requiriera. Entre las personas reunidas
en aquella ocasión se encontraban:
Manuel S. Licona, Eusebio Campillo,
Luis González P., Adolfo Fuentes S.,
Nazir T. Yabur, Aristides Paz G., Pastor
Echeverri, José María Moreno, Ricardo
Zuluaga, Antonio Pineda, Alfonso Vélez,
Guillermo Santacruz, Germán
Aristizabal, Ramón M. Tranco, Luciano
Uribe y Roque Vieira.18
Puesto que, como se ha visto, el
problema de las vías de comunicación
era vital en la incorporación de Urabá a
Antioquia, el gobierno departamental
desde 1913 proyectaba la posibilidad del
trazado de un Ferrocarril de Medellín a
Turbo, para cuyos estudios la Asamblea
de Antioquia asignó la suma de $ 50.000
pesos.19 De esta manera se pensaba
impulsar la colonización de labriegos del
interior del departamento y por esta
razón se hacía un llamado desde la
prensa de Medellín (El Progreso) para
que los campesinos antioqueños se
dirigieran a aquellos parajes ardientes a
dedicarse al cultivo del banano, "uno de
los más pingues negocios de
exportación".20
.
18
A.H.A. Gobierno-
Municipios.1911. Tomo
7862. Leg. 79.
.
19
Revista Nacional de
Colombia. Bogotá. Año II.
Vol. II. junio 21 de 1913.
Nº 35. p. 144.
.
20
Revista Nacional de
Colombia. Bogotá. Año II.
Mayo 24 de 1913. Nº 33.
p.112
 8

De otro lado la Asamblea Departamental Sin embargo dos años antes de este
de Antioquia por Ordenanza 17 de 1911 testimonio, Jesús Miguel Márquez,
pretendió fomentar la navegación del Alcalde de Turbo comentaba con
Atrato, votando del presupuesto la suma respecto a la plantación bananera, "La
de $ 10.000 anuales para la Compañía Patria", que ésta contaba con
Fluvial Antioqueña del Atrato. Para el doscientos trabajadores, y que tenía
cumplimiento del contrato la compañía, desmontadas y cultivadas trescientas
cuyo gerente era el antioqueño Carlos treinta y tres hectáreas.23 La especie
R. Restrepo se comprometía a emplear utilizada en aquellos cultivos es la
dos vapores de nombres "Ilse" y "Kate" conocida como Gros Michel.24 Fuera del
siguiendo una ruta que recorría el río terreno cultivado la compañía había
entre Puerto César y la ciudad de desmontado y nivelado una franja de
Quibdó, manteniendo el servicio durante terreno de cinco mil quinientos metros,
cinco años.21 Queda por averiguar el con un ancho de treinta y dos metros
éxito de dicha compañía, pero parecía para la extensión de la línea férrea.25
su propósito garantizar el
abastecimiento de mano de obra y En pocos meses las obras en Puerto
productos agrícolas para la compañía César habían avanzado
germana. considerablemente, contando con seis
casas de madera para el albergue de los
Según los testimonios de algunos trabajadores y algunos meses después
viajeros que visitaron la región en 1912, el Gobierno Nacional, por decreto 1038
en la zona bananera de Urabá ya se creó la Aduana de Puerto César.26
vivía una atmósfera de cambio y Aduana que llegó a contar con varias
vitalidad de buenos augurios. Pedro A. embarcaciones para controlar el
Gómez, colaborador de la Revista contrabando y sus ingresos cubrían los
Nacional de Colombia comentaba en gastos de personal dejando algún
aquél año: excedente por razón de las taguas y
demás artículos exportados.27
"El grande y constante
empuje que la compañía del
Albingia y sus
consorcio ha dado a sus
dependencias en Colombia".
propiedades, ha Revista Nacional de
transformado aquellas Colombia. Año I. Vol. I.
salvajes y pantanosas Bogotá, Agosto 3 de 1912.
playas, antiguo albergue de Nº 13. p.321
la desolación y la muerte en
.
23
A.H.A. Gobierno-Municipios.
un emporio de riqueza, de
1910. Tomo 7852. Fol. 9
industria y de trabajo que
.
24
Parsons James J. Op. Cit.
predicen los gérmenes de un
p.102
futuro e importante centro
avanzado al norte de nuestra .
25
A.H.A. Gobierno-
Municipios.1910. Tomo
nacionalidad."22
7852. Fol. 9
.
26
Gómez Pedro A. Op. Cit.
21
. Latorre, Gabriel. Informe al p.321
Gobernador. Imprenta .
27
República de Colombia.
Oficial. Medellín, 1913. Boletín del Ministerio de
p.45-46 Relaciones Exteriores.
22
. Gómez Pedro A. "El Consorcio Tomo IV. Julio-septiembre

Tan sólo un año después el puerto y el
centro de la plantación contaban con
dieciocho edificios para el servicio de los
empleados alemanes, los trabajadores,
las oficinas de la aduana y del
Resguardo Nacional. Los ingenieros de
la compañía tenían trazado el plano de
una ciudadela con su sistema de
alcantarillado, servicio de gas,
acueducto, luz eléctrica, muelle, faro y
demás comodidades requeridos por un
moderno puerto marítimo.28
En julio de 1912, el aludido Pedro A.
Gómez visitó la empresa y observó que
el muelle cuya extensión habría de ser
de 1,025 metros de largo por 4 de ancho
y doble carrilera, alcanzaba la mitad de
esta longitud. Del muelle partía en forma
recta una línea férrea de más de 5
kilómetros de largo y que conducía a la
plantación bananera de nombre "La
Patria". Para construir esta línea, la
empresa había hecho amplios
desmontes a lado y lado de la carrilera,
y terraplenado las muchas ciénagas del
trayecto. El descuajo de esta vegetación
habría contribuido a sanificar
considerablemente el aire y a limpiarlo
de la plaga del mosquito.29 En el centro
de la plantación estaban las casas de
los empleados de la compañía, las
oficinas de ingenieros y directores
además de la proveeduría. Según la
descripción se trataba de "...pintorescas
quinticas de madera en feliz armonía
con la estética, la solidez y la
de 1912. Nº 5-7. Bogotá.
Imprenta Nacional. p. 597.
28
. Gómez Pedro A. Op. Cit.
p.321
29
. República de Colombia.
Boletín del Ministerio de
Relaciones Exteriores.
Tomo IV. Julio-septiembre
de 1912. Nº 5-7. Bogotá.
Imprenta Nacional. p.597.
9
elegancia"30 Tanto las habitaciones de
"La Patria" como las de Puerto Cesar
tenían baño, filtros y tanques para el
almacenamiento y purificación del agua,
y algunas otras comodidades para hacer
más confortable la vida en aquellos
climas.31
Del edificio central, donde estaba
ubicada la administración salían
numerosos ramales del ferrocarril en
todas las direcciones de la plantación,
cuya área era de 700 hectáreas,
además de disponer de otras 300
desmontadas y listas para cultivar. Para
el servicio de transporte del fruto en los
talleres de la empresa se hallaban dos
magníficas locomotoras, denominadas
"Antioquia" y "Medellín", con capacidad
de 16 toneladas cada una, "bien
conservadas y listas para funcionar en
cualquier momento".32
Al finalizar aquel año de 1912 se
esperaba enviar al mercado alemán las
primeras remesas del producto. Para el
transporte de materiales, mercancías y
personas la compañía disponía del
vapor "Oscar" de sesenta toneladas de
capacidad, que realizaba frecuentes
desplazamientos entre los puertos de
Colón, Cartagena y el Darién. Además
de este vapor, la compañía tenía un
remolcador y dos bongos, y para el
transporte del banano, una vez que se
diera principio a la exportación, estaban
listos seis buques, cada uno de seis mil
toneladas de capacidad.33
30
. Ibid. p. 322
31
. A.H.A. Gobierno-Municipios.
1914. Tomo 7904. Leg. 86.
32
. A.H.A. Gobierno-Municipios.
1914. Tomo 7904. Leg. 86.
33
. República de Colombia.
Boletín del Ministerio de
Relaciones Exteriores.
Tomo IV. Julio-septiembre
 10

representantes de la Compañía en
Por lo menos hasta fines de 1912 las Alemania propagaban la noticia de que
obras realizadas auguraban un gran las tierras de Urabá no eran propicias
futuro para la empresa y sus inversiones para el cultivo de banano.
estaban alrededor del millón de
dólares.34 Los edificios construídos hasta
entonces, en su mayoría de madera con
techo de zinc, eran los siguientes. En
Puerto César: la casa de la Aduana, la
de Resguardo, la Oficina Telegráfica, la
de empleados, la de Correos y la
destinada a Inspección de Policía. En
"La Patria", centro de los cultivos: ocho
casas de madera para trabajadores,
amplias y bien ventiladas; estación y
bodegas; casa de la Gerencia y tres
grandes cobertizos para depósito de
materiales y almacenaje de frutos.
Había además un taller de sesenta pies
de largo por treinta de ancho equipado
de la maquinaria y herramientas
necesarias en los trabajos.35

La empresa llegó a derribar

aproximadamente 1500 hectáreas de
bosque vírgen, de las cuales se habían
sembrado 1.000, sin contar una
considerable área cultivada por los
colonos. De los racimos cosechados se
informa que revelaban una
extraordinaria fecundidad en la tierra.36

Sólo dos años luego Francisco Luis

Campuzano, Prefecto de Urabá
presenciaba con cierto dejo de
melancolía cómo las obras de la
compañía estaban prácticamente
paralizadas.37 Mientras los

de 1912. Nº 5-7. Bogotá.

Imprenta Nacional. p.598.
34
. A.H.A. Gobierno-Municipios.
1914. Tomo 7904. Leg. 86.
35
. A.H.A. Gobierno-Municipios.
1914. Tomo 7904. Leg. 86.
36
. Ibid. p. 597.
37
. A.H.A. Gobierno-Municipios.
1914. Tomo 7904. Leg. 86.

Los trabajadores.
Para el mes de mayo de 1910 la
empresa bananera de Urabá tenía en
sus nómina alrededor de trescientos
trabajadores. Según Jesús Miguel
Márquez, Alcalde de Turbo en aquel
entonces el trato que los representantes
alemanes daban a los trabajadores no
podía ser mejor. Aquellos extranjeros se
caracterizaban, según el, por su
caballerosidad, pagaban con
puntualidad los salarios, y los alimentos
eran de lo mejor posible.38
Algunos empleados superiores de la
compañía eran colombianos, como el
ingeniero antioqueño Roberto Arango
Velásquez, recién egresado de la
Escuela Nacional de Minas de Medellín.
Algunos años más tarde este
abejorraleño se encargaría del cambio
de rieles en el Ferrocarril de Antioquia.39
Según el señor Márquez estos
empleados eran tratados con toda
deferencia posible y respeto necesario.
La impresión que le quedó al alcalde
después de su visita a aquel lugar se
resume en las siguientes palabras: "...al
retirarse uno de allí le queda en el
corazón un grato recuerdo de esos
lugares y de los dignos representantes
de la empresa alemana Consorcio
Albingia"40
El buen trato recibido por los empleados
y trabajadores colombianos contrasta
con la suerte sufrida por un grupo de
38
. A.H.A. Gobierno-Municipios.
1910. Tomo 7852. Fol. 9-13
39
. Ospina, E. Livardo. Una
vida, una lucha, una
victoria. Empresas
Públicas de Medellín.
Medellín, 1966. p.149
40
. A.H.A. Gobierno-Municipios.
1910.Tomo 7852.fol.9-13
11
ingleses vinculados a la compañía en
Barbados, ya que según noticia
publicada en los periódicos El Sol de
Medellín y El Tiempo de Bogotá, estos
fueron abandonados en Cartagena, sin
ser contratados ni repatriados.41 Aquello
puede entenderse como una expresión
de la rivalidad existente en los tiempos
de la preguerra entre los súbditos
alemanes y los ingleses.
El personal superior de empleados
estaba compuesto por alemanes en su
totalidad: Gerente, Eduardo Lange;
Secretario Tesorero, Kwurt Deissner;
Tenedor de Libros, V. Kashler; Asistente
Werner Brosch; Ingeniero en Jefe del
Muelle, Bernard Pellny; Ingeniero en
Jefe de la Línea Férrea, Henrique
Hechtel.42
Para 1912 La nómina de trabajadores
de la plantación bananera estaba
alrededor de 800, en su mayoría
sinuanos y de las costas del Darién.43
Estos peones recibían un jornal
relativamente mejor que el ordinario, y a
través de la proveeduría se abastecían
de alimentos importados y carne,
proveniente de ganados, que
regularmente eran transportados por un
buque de las dehesas del Sinú.44
41
. El Sol. Medellín. Año III.
Serie XVIII., 21 de agosto
de 1911. Nº 236. p.3
42
. República de Colombia.
Boletín del Ministerio de
Relaciones Exteriores.
Bogotá. Imprenta Nacional.
Tomo IV. Julio-septiembre
de 1912. Nº 5-7. p.597-
598.
43
. Gómez Pedro A. Op. Cit.
p.321
44
. República de Colombia.
Boletín del Ministerio de
Relaciones Exteriores.
Bogotá. Imprenta Nacional.
Tomo IV. Julio-septiembre

Los obreros y empleados de la empresa
alemana recibían asistencia médica en
el hospital de la compañía, servido por
el doctor Züssek, especialista en
enfermedades tropicales, acreditado por
una larga experiencia en colonias
agrícolas del Africa.45 Según informe del
alcalde de Turbo, al visitante llamaba la
atención especialmente, el cómodo
hospital que tenía la empresa, provisto
de todas las comodidades exigidas en
aquel entonces por la ciencia. El
instrumental de cirugía había costado en
Alemania, según estimativos del doctor
Süssek la respetable cantidad de 3000
dólares; en drogas y demás utensilios el
costo era de 7000 dólares.46
Es de anotar cómo aquel caserío bajo el
influjo de la empresa alemana llegó a
tener la categoría de corregimiento de
Turbo en la misma categoría que
lugares como Chigorodó, Necoclí,
Churidó y Micuro. Los dos primeros de
estos sitios fueron erigidos en
municipios posteriormente mientras que
"La Patria" desaparecería del mapa a
causa del abandono en que quedó luego
de la Primera Guerra Mundial.47
En 1911 para responder a la
aglomeración de personas y los
conflictos consiguientes, en la plantación
bananera y el puerto, el Concejo
Municipal de Turbo, logró la erección de
una Inspección de Policía el caserío
de 1912. Nº 5-7.
45
. República de Colombia.
Boletín del Ministerio de
Relaciones Exteriores.
Bogotá. Imprenta Nacional.
Tomo IV. Julio-septiembre
de 1912. Nº 5-7.
46
. A.H.A. Gobierno-Municipios.
1914. Tomo 7904. Leg. 86.
47
. A.H.A. Gobierno-Municipios.
1914. TOMO 7904. Leg. 86.
12
denominado "La Patria". 48 El cargo de
Inspector fue desempeñado por
Modesto A. Vargas 49 a quien se le dio
de dotación tres Remington, dos Grass y
30 cápsulas.50
Y al parecer eran frecuentes los
problemas de orden público, originados
en las relaciones obrero - patronales,
debidos probablemente a la paralización
de los trabajos, y las dificultades
financieras de la empresa, en los cuales
debieron mediar las autoridades civiles,
judiciales y de policía de Turbo. José
María Uribe Ospina, Prefecto de Urabá,
informaba al secretario de Gobierno
Departamental en el año de 1911 que:
"En varias ocasiones el
subscrito, a solicitud del
Administrador de la Sociedad
(Consorcio Albingia), o por
otros motivos, ha tenido que
ver y resolver varias
cuestiones de policía
suscitadas casi siempre entre
la empresa y los trabajadores
de ella."51
Los conflictos habidos en aquellos años
entre la empresa y los trabajadores, y de
otro lado entre los empleados alemanes
y las autoridades locales seguirá
marcando la corta historia de este
proyecto agroexportador. Nuevamente
.
48
A.H.A. Gobierno-Municipios.
1911. Tomo 7862. Leg. 79.
49
. A.H.A. Gobierno-Munici[ios.
1913. Tomo 7886. Leg. 85
50
. Moreno J. Miguel. Memoria
del secretario de
Gobierno. Imprenta
Oficial. Medellín, 1914.
p. 21
51
. Informe que el secretario de
gobierno de Antioquia
presenta al gobierno con
motivo de la Asamblea de
1912. Imprenta Oficial.
Medellín, 1912. p.131-132.

en el mes de junio de 1913 se dieron
algunos enfrentamientos entre la
empresa y los trabajadores en los que
intervino el inspector de "La Patria"
granjeándose algunas amenazas de los
habitantes de la plantación.52 Con motivo
de estos conflictos el señor Vargas
Inspector del Corregimiento debió ser
trasladado a otra inspección para evitar
problemas mayores y fue nombrado en
su lugar el señor Buenaventura Lemos.53
La paralización de las obras en la
plantación también condujo a estuvo considerando el contrato de una
manifestaciones de los trabajadores, las
cuales fueron motivo de preocupación
en el gobierno departamental. Sin
embargo los trabajadores de la
empresa, ante la fuerza de los hechos,
se vieron precisados a emigrar o
integrarse a las cuadrillas recolectoras
de tagua.
De ninguna manera podría compararse
dichos incidentes con los acaecidos en
Santa Marta en 1928, pero igualmente
expresan la conflictividad que conlleva el
establecimiento de economías de
enclave en regiones de frontera donde
la regulación estatal brilla por su
ausencia.
El Consorcio Albingia y la Primera
Guerra Mundial.
Ahora bien, los trabajos del Consorcio
Albingia en Urabá tendrían
repercusiones a nivel internacional y
afectarían las relaciones diplomáticas de
Colombia con algunas potencias
europeas. Para entender estos hechos
52
. A.H.A. Gobierno- Municipios
1913. Tomo 7886. Leg. 85
53
. A.H.A. Gobierno-Municipios.
1913. Tomo 7886. Leg. 85
13
es preciso tener en cuenta el contexto
internacional en que las actividades de
esta empresa se desenvolvieron.
Alemania favorecida por el clima político
adverso a los Estados Unidos hizo su
entrada a territorio colombiano con
mayor facilidad. Es por esta razón que
se establecieron en aquel período
diversas empresas de capital alemán
como el mismo Consorcio Albingia y el
Banco Alemán Antioqueño. De otro lado,
el Gobierno de Carlos E. Restrepo
Misión Militar Alemana para culminar la
labor de la Misión Chilena en la
reorganización del ejército colombiano;
además se debe agregar el contrato de
obras como la ampliación de las Bocas
de Ceniza y el establecimiento de
estaciones de Telégrafo inalámbrico en
Cartagena y San Andrés realizadas por
compañías alemanas.
En torno al establecimiento de telégrafos
inalámbricos en Colombia por parte de
empresas alemanas se suscitaría uno
de los altercados internacionales más
significativos de los años de la primera
preguerra. A fines de 1912 el ingeniero
alemán Oscar Egersdorfer encargado de
firmar el contrato con el gobierno
colombiano para el establecimiento del
Consorcio Albingia en Urabá actuaba
como representante de la compañía
alemana a la cual se encomendó el
montaje del Telégrafo inalámbrico en el
Cerro de La Popa (Cartagena).54
Además de la estación telegráfica de
Cartagena existía otra en Santa Marta
levantada a expensas de la United Fruit
Company, mediante permiso del
.
54
Revista Nacional de
Colombia. Bogotá. Año 1.
Vol. 1. Bogotá, diciembre
7 de 1912. Nº 22. p.472.

gobierno.55
La estación construida en Cartagena por
contrato con la Sociedad Alemana de
Gesellschaft fur Drahtlose Telegraphie
M.B.H., estuvo ubicada en terrenos de
propiedad nacional. El sistema
Telefunken utilizado en aquella
instalación tenía una potencia suficiente
para establecer comunicación con la Isla
de Cuba y para recibir, durante la noche,
comunicaciones directas de Nueva
York.56
Por la posición geoestratégica de
Colombia y la proximidad del Canal de
Panamá, el montaje de una estación
telegráfica alemana era visto como una
amenaza para los ejércitos británicos.
En efecto, la estación inalámbrica de
Cartagena ocasionó múltiples reclamos
del gobierno británico.57
Hasta tal punto llegaron los reclamos
ingleses que el servicio se suspendió
por diversos periodos, se nombró un
veedor para las comunicaciones y
finalmente se despidió a todos los
empleados alemanes de la estación de
La Popa, (all german influence).58 En el
mes de noviembre de 1914 Marco Fidel
Suárez informa al Encargado de
Negocios ad interim de la Gran Bretaña
55
. República de Colombia.
Boletín del Ministerio de
Relaciones Exteriores.
Bogotá. Imprenta Nacional,
1913. Tomo V. agosto-
diciembre de 1913. Nº 3 y
4. p.455
56
. Op. Cit. p.455
57
. República de Colombia.
Boletín del Ministerio de
Relaciones Exteriores.
Bogotá. Imprenta Nacional.
1914. Tomo VII. Nº 8-10. .
p.75
58
. Ibid. p.79-80.
14
en Bogotá sobre la satisfacción de esta
exigencia.59 Además fueron traídos dos
técnicos extranjeros "neutrales", de
nacionalidad anglo-americana, para la
vigilancia en los despachos de la
Estación de Cartagena.60
Ahora bien, los ingleses también
estaban enterados de que el vapor
"Oscar", perteneciente al Consorcio
Albingia y anclado en las costas del
golfo de Urabá estaba equipado de un
telégrafo inalámbrico tan potente como
el de La Popa. Los británicos exigieron
al Gobierno colombiano la toma de
medidas que sacaran de uso el telégrafo
del vapor alemán que se encontraba en
Puerto César.
Con el fin de alejar las sospechas
británicas el 10 de noviembre de 1914
Ramón Rodríguez Diago, Gobernador
de Bolívar escribe a Marco Fidel Suárez,
Ministro de Relaciones Exteriores que el
vapor "Oscar" estaba amarrado al
muelle completamente abandonado, sin
empleados. Dice que según informes
recibidos del capitán del vapor "Diego
Martínez", el cual había regresado del
río Atrato, no se usaba el inalámbrico ni
había carbón en las bodegas de la
embarcación, y que aquel vapor cuando
navegaba lo hacía usando como
combustible petróleo crudo.61
Sin embargo para tranquilidad del
embajador inglés en Bogotá Edgar
Bowle, fue necesario el desplazamiento
del experto colombiano Jorge Caicedo,
al lugar donde se encontraba el vapor
"Oscar" para desmontar y transportar el
aparato inalámbrico a Cartagena.62
59
. Ibid. p.91
60
. Ibid. p.78
61
. Ibid. p.95
62
. Ibid. p.91

A las diligencias de desmantelamiento
del inalámbrico del Vapor Oscar
verificadas en Puerto César el 21 de
noviembre de 1914 asistieron: Francisco
Luis Campuzano, Prefecto de la
Provincia de Urabá; Jorge Caicedo
Abadía, experto de la Estación
Inalámbrica de Cartagena; Virgilio
Mastrodoménico, Capitán del Guarda
Costa Nº 2; Eduardo Lange
representante de la compañía alemana
Hamburg Columbien Bananen Aktien
Gesellschaft y Enrique Alvarez M.,
Secretario de la Prefectura. El aparato
posteriormente fue conducido por el
Guarda Costa Nº 2 a la Estación
Inalámbrica de Cartagena en calidad de
depósito.63
Compárese la rigurosidad en el
tratamiento de los inalámbricos
pertenecientes a los alemanes con las
diligencias formales realizadas con
respecto al inalámbrico de la United
Fruit Company en Santa Marta. El
ministerio de Relaciones Exteriores de
Colombia se limitó a hacer un llamado
de atención en el sentido de que las
comunicaciones se realizaran
respetando la neutralidad colombiana.
La competencia con la United Fruit
Company.
La United Fruit Company de Boston,
sociedad anónima constituída en 1899
con un capital de veinte millones de
dólares, tenía negocios conjuntamente
en Jamaica, Costa Rica, Santa Marta y
Bocas del Toro (Panamá). En 1901
estableció su División de Santa Marta, y
desde el momento en que finalizó la
Guerra de los Mil Días extendió sus
63
. A.H.A. Gobierno-Municipios.
1914. Tomo 7904. Leg. 86
15
cultivos en un área de cien kilómetros en
territorio que era recorrido por el
ferrocarril de Santa Marta. De 263.193
racimos que producía en 1901 pasó a
1'397,388 en 1906, cifra que se
cuadruplicó para el año de 1912. 64 La
gran mayoría de esta producción se
exportaba para Nueva York e Inglaterra,
país desde donde se distribuía al resto
de Europa.
El servicio de exportación era prestado
por modernos barcos de gran calado,
con capacidad para 70.000 racimos y
camarotes de pasajeros con todas las
comodidades. La línea con destino hacia
Europa era servida por vapores ingleses
de la compañía Elders & Fyffes Limited,
de cuatro a cinco mil toneladas, con
nombres colombianos como el
"Manzanares" y el "Aracataca". Esta
compañía, que debió su éxito a la
implementación de refrigeradores para
el transporte de banano, fue adquirida
en 1910 por la United Fruit Co.65
De esta manera la compañía americana
al momento de constituirse el Consorcio
Albingia, ya monopolizaba la producción
y comercialización del banano a nivel
mundial. Los capitalistas alemanes
trataban de generar alguna competencia
por medio de las plantaciones de Urabá
y otras localizadas en territorio africano
de propiedad de la Afrikanishe Fruch
Kompagnie Hamburg. Esta compañía
llegó a tener sembradas y en plena
producción 1.500 hectáreas de plátano
de la variedad Musa sapientum.66 Sin
64
. Ibid. p. 76
65
. Kepner, Jr. Ch. D. y Soothil
J. H. El Imperio del
Banano. Ediciones del
Caribe. México, 1949. p.
181
66
. Revista de Industrias.
Bogotá. Vol. V. Agosto de

embargo al igual que sucedió con la
empresa de Urabá la establecida en el
Africa fracasó en el momento del
estallido de la Primera Guerra Mundial.67
El fracaso del Consorcio Albingia.
Ahora bien, hasta ahora se ha dicho que
la causa del fracaso del Consorcio
Albingia fue el estallido de la Primera
Guerra Mundial.68 Vale la pena hacer
algunas salvedades ya que el proceso
no fue tan automático y muy diversos
factores subyacen en la quiebra de
aquel proyecto agroexportador.
El Consorcio había gastado cuatro
millones de marcos en la construcción
del muelle y el Ferrocarril de Puerto
César quedando sometido a una
situación de iliquidez. A esto se aunaba
la contracción del crédito en Alemania,
país que se aprestaba a emprender una
guerra a nivel mundial. Como
consecuencia el Consorcio recibió las
generosas ofertas de Elders & Fyffes Ltd
de Liverpool, filial de la United Fruit
Company.
Debido a esta situación, el Ministro
Plenipotenciario de Alemania en Bogotá,
Doroteus Kracker Von Schwartzenfeldt y
el embajador colombiano en Berlín,
Gustavo Michelsen visitaron al
comerciante Adolfo Held en Bremen con
el fin de consultarle algún modo de
reorganizar la compañía "para que no
cayese en manos de los yankees". Held
contaba con gran prestigio entre los
antioqueños porque a él se debía la
fundación del Banco Alemán
Antioqueño. Después de deliberar
1928. Nº 51. p.98
67
. Ibid. p. 98
68
. Parsons, james. Op. Cit.
p.101
16
durante horas aquel asunto el
empresario alemán propone vincular el
capital alemán y el colombiano, tal como
se había hecho para la fundación del
citado banco.
La situación del Consorcio en aquel
momento era la siguiente: El Consorcio
Albingia se había asociado a fines de
1910 a la compañía germano -
americana Hamburg American Line,
(que se ocupaba de la navegación entre
Nueva York y Colombia), y al Atlantic
Fruit And Steampship Company de los
Estados Unidos.69 Según información
extraída de la correspondencia entre
Adolfo Held y el presidente Carlos E.
Restrepo dicha asociación había
entregado el Consorcio a los
americanos. 70
El capital era de tres millones de
marcos, de los cuales dos millones
pertenecían a la Compañía
Hamburguesa Americana de Vapores.
Según el señor Held esta compañía
había hecho un arreglo con Elders &
Fyffers Ltd., por el cual ambas empresas
se comprometían a no hacerse
competencia, dejando el negocio del
banano en Alemania completamente al
Trust anglo-americano. Además de que
la mayor parte del Consorcio Albingia
era de propiedad de esta compañía,
sujeta por el antedicho pacto, éste debía
a banqueros y capitalistas alemanes la
suma de 800.000 marcos.
El arreglo de Elders & Fyffes Ltd. con el
Consorcio consistía en el pago de la
compañía inglesa de siete mil libras
esterlinas anualmente durante treinta
años, revirtiendo al Consorcio su capital
original de tres millones y un 4% anual
. ACER. CR. 23/71:162
69
. ACER. CR. 24/62:137
70
 17

de intereses. Comenta sobre este El proyecto de Held consistía en la

negocio acertadamente el señor Held: reiniciación de los trabajos en Turbo por
medio de una nueva sociedad, con una
"Parece la intención de exportación aproximada de veinte a
Elders & Fyffes Ltd y de la treinta mil racimos hacia Nueva York y
United Fruit Company la de
abandonar completamente la Nueva Orléans, y el desarrollo de otros
empresa en Puerto César y negocios como la ganadería y
hasta impedir su resurrección plantaciones de maíz.
y reorganización por sus
influencias en el Consorcio Pero la United Fruit Company,
Albingia"71
propietaria de las bananeras de Santa
Marta, estaba poco interesada en
Ante esta situación Held considera
aumentar la oferta de banano, con su
"cuestión de patriotismo alemán" la
inevitable consecuencia: la baja en el
reorganización de la compañía bajo otra
precio del producto. Era más rentable
firma, ubicada preferiblemente en
pagar al Consorcio Albingia siete mil
Bremen. Es probable que hubieran
libras esterlinas anualmente y entregar
existido pugnas entre los comerciantes
al abandono las plantaciones de Urabá.
de Bremen y los de Hamburgo por
atraer hacia su ciudad los negocios con
El curso de los acontecimientos habría
Colombia.
de convencer a Held de la imposibilidad
de llevar a cabo la reorganización de la
Apela entonces Held al patriotismo de
compañía. El mismo en una carta a
colombianos como el industrial
Alejandro Echavarría le informa que
antioqueño Alejandro Echavarría, a
además de todas las complicaciones
quien invita a interesar otros capitalistas
existentes, los problemas aumentaban
colombianos de manera que se evitara
debido a que el Gobierno colombiano
la abdicación de la compañía ante los
estaba haciendo nuevas concesiones de
intereses anglo-americanos.
tierras, alrededor de las que pertenecían
al consorcio, inhibiendo el desarrollo de
Entre los argumentos de Held estaba la
la compañía. Dice que estas
protección que la región de Urabá
concesiones caían a manos de
recibiría del Imperio Alemán contra la
especuladores sin capital que
influencia de otras naciones. Propone la
estorbaban al "cultivador capitalista y
formación de una compañía con dos
serio". Por último se lamenta de que un
millones de marcos para comprar las
capital tan grande invertido en los
propiedades del Consorcio en Puerto
trabajos ya hechos tenga que perderse
César, las cuales no podrían ser
como efectivamente se perdió. Concluye
traspasadas por el consorcio a otra
la correspondencia sobre este asunto
compañía sin la anuencia del Congreso
diciéndole al señor Echavarría que no
Nacional. La venta sin embargo
perdería más tiempo en el asunto.
dependía de la decisión de los
propietarios del Consorcio, quienes
En 1928 Rafael Herrán, director de la
estaban amarrados por el pacto secreto
Oficina de Propaganda de Colombia en
realizado con Elders & Fyffes Ltd.
Hamburgo en un artículo sobre la
industria del banano confirmó lo dicho
71
. ACER. CR. 39/62:116 por Held con respecto al fracaso del

Consorcio Albingia. Comenta Herrán
que la competencia con la United Fruit
Co. dio por resultado la paralización de
actividades de la compañía en aquella
región. En cuanto al contrato con la
Elders & Fiffes dice que este consistió
en la inserción de la Hamburg
Columbien Bananen Aktien
Gesselschaft como organización activa
de Elders & Fiffes en Alemania. La
compañía inglesa se comprometía a
poner todo el capital necesario y pagar a
la sociedad alemana durante treinta
años una suma anual de 145.000
marcos ($36.000) quedando la
compañía alemana con su concesión de
Puerto César y demás posesiones.72
Todo lo anterior permite aseverar, como
ya quedó enunciado que la causa del
fracaso de esta empresa alemana en
Urabá no radicó en el estallido de la
Primera Guerra Mundial, aunque sí con
las situaciones de preguerra. Las
dificultades de crédito en Alemania para
esta compañía, los altos fletes en el
transporte de materiales hacia una
región carente de vías de comunicación,
los costos en mano de obra, y sobre
todo la presión de la United Fruit
Company con el fin de mantener
elevados los precios del banano en el
mercado mundial fueron más
determinantes en el fracaso del
conocido Consorcio Albingia de
Hamburgo.
Entretanto en Urabá seguían
aliméntandose las esperanzas de la
recuperación de la compañía En 1914
Marco A. Posada alcalde de Turbo en
uno de sus informes a la Secretaría de
Gobierno de Antioquia presentaba un
72
. Revista de Industrias.
Bogotá. Vol. V. Agosto de
1928. Nº 51. p.98
18
luctuoso panorama luego de su visita a
los sitios de "La Patria" y Puerto César.
Después de las enormes esperanzas
creadas por el establecimiento de la
empresa alemana, quedaba entre la
población de Urabá y sus autoridades
un sentimiento de frustración. Decía el
alcalde:
"Que la paralización de los
trabajos en dicha empresa
dejó sin él (trabajo) a un
número de trabajadores que
llegó a ser de 800; que lo que
antes era movimiento y vida
para esta población es un
silencio casi sepulcral; que
contrista el ánimo de toda
persona que la visita, ver
como la acción destructora
del tiempo va llevando la
muerte a un gran número de
edificios y obras, todas ellas
valiosas e importantes; que
se experimenta un no sé qué
de amargura al ver cómo la
naturaleza fecunda hace que
en la Bananera, millares de
frutos se produzcan y luego
se pierdan allí sin beneficio
para nadie; y que un anhelo
santo brota del pecho de todo
el que amando el progreso
desea que los trabajos se
emprendan nuevamente para
que el bien sea con todos."73
El epílogo.
Según el historiador norteamericano
James Parsons, las tierras del
Consorcio fueron abandonadas por los
alemanes y las escrituras quedaron en
poder de la familia Yabur. Luego la
propiedad fue vendida a Mora
Hermanos de Medellín y al bananero
norteamericano Luis Coulsen, quienes a
su vez las vendieron en 1960 a una
compañía que las utilizó en cultivos de
.
73
A.H.A. Gobierno-Municipios.
1914. Tomo 7904. Leg 86.
 19

palma africana. Dicha compañía

conocida con el nombre de COLDESA,
sociedad de capital colombo-holandés
seis años después tenía sembradas
2.000 hectáreas con la especie de
palma Elaeis Guiniensis, y había
realizado el montaje de una procesadora
de aquel producto.74

En cuanto al cultivo de banano, en

aquella región, su despegue definitivo
sólo fue hasta el año de 1960, cuando la
United Fruit Company abandona la zona
bananera de Santa Marta para fomentar
el cultivo en Urabá. Basada en la
experiencia del Consorcio Albingia y
valiéndose de sus conocimientos sobre
las potencialidades de las tierras
urabeñas la United Fruit a través de su
filial la Compañía Frutera de Sevilla se
dedicó a otorgar créditos a los
propietarios de tierras en Urabá, para el
cultivo y la construcción de drenajes.75
La United Fruit además se valió de los
cultivos de Gros Michel que
sobrevivieron de la experiencia alemana
para los sembrados en la década de los
sesenta.76 James Parsons visitó a fines
de aquella década a Puerto César y
presenció las ruinas del muelle y los
rieles que aún resistían el olvido. El
mismo que ha recaído sobre la primera
experiencia de explotación bananera en
Urabá y que este trabajo ha tratado de
sacar a la luz.

74
. Parsons, James J. Op. Cit.
p.102
75
. Botero Herrera, Fernando.
Op. Cit. p.73
76
. Parsons, James J. Op. Cit.
p.102