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EN LO PRINCIPAL: REVOCACIÓN DE MEDIDA CAUTELAR; EN EL PRIMER OTROSÍ: SOLICITUD DE

AUDIENCIA; EN EL SEGUNDO OTROSÍ: SE DESIGNE CURADOR AD LITEM, EN EL TERCER OTROSÍ:


PROVIDENCIA URGENTE .

JUZGADO DE FAMILIA DE VIÑA DEL MAR

NICOLE ALEJANDRA PIÉROLA SEPÚLVEDA, abogada por la parte requerida en causa RIT P-
42-2020, caratulada “CAJALES/ ROMERO”, a S.S., Respetuosamente digo:

Con fecha 15 de Junio del presente año, mi representada doña CELIA JOHANNA ROMERO
MORA, toma contacto vía telefónica con su hijo RENATO CAJALES ROMERO, quien le informa que
se encuentra “solo con el padre del menor y que la abuela paterna se había ido a pasar la
cuarentena a cuidar a un abuelito”, y que dicha situación había ocurrido el día 12 de Junio del
presente, cuando otorgan cuarentena total para Valparaíso y Viña del Mar, a raíz de la pandemia
por COVID 19 que afecta actualmente a nuestro país.

Posteriormente la madre vuelve a tomar contacto con el menor, quien le indica que
“estaba cocinando, ya que el papá se encuentra enfermo”, esta situación es tremendamente
preocupante, ya que en primer término, la abuela del menor doña SYLVIA ARANCIBIA PIÑUÑURI,
se encuentra incumpliendo gravemente el cuidado personal provisorio del menor, dejando al
niño a cargo y cuidado de su padre enfermo, al parecer de una enfermedad respiratoria grave; lo
cual es inadmisible, ya que hablamos de un menor de 12 años haciéndose responsable de sí
mismo y de su padre. Lo cual es concordante con lo que indica el informe del DAM de Viña del
Mar, realizado a don José Miguel Cajales Romero, con fecha 30 de Mayo del presente año, en que
señala “el evaluado fue entrevistado en contexto de postración, toda vez que muestra signos de
dificultad respiratoria”.

En razón de ello S.S, estas no son las condiciones adecuadas para el menor de 12 años,
exponiéndolo a situaciones claramente de riesgo, negligencia e irresponsabilidad por parte de la
abuela paterna, ya que no se hace cargo del cuidado personal del menor, sino que lo deja en
manos de su hijo, el cual se encuentra enfermo y que por lo tanto, el menor tiene que hacerse
cargo de los quehaceres del hogar, y estar al tanto de las necesidades de su padre que se
encuentra enfermo.

En dichas condiciones a esta parte le preocupa de sobre manera lo que está ocurriendo con
Renato, debido a que después de la última conversación no contesta el teléfono y no sabemos
cuáles son las condiciones en que se encuentra.

Cabe hacer presente S.S, que esta parte cuenta con grabación telefónica donde consta que
el menor de autos le comenta dicha situación a su madre.

POR TANTO;

PIDO A S.S, la REVOCACIÓN DE LA MEDIDA CAUTELAR del cuidado personal provisorio del niño
RENATO VICENTE JUAN CAJALES ROMERO, con su abuela paterna doña SYLVIA ISABEL CAJALES
ROMERO, en atención a las condiciones de grave incumplimiento de cuidado provisorio de la
abuela SYLVIA ARANCIBIA PIÑUÑURI, toda vez que deja al menor solo, en las condiciones
anteriormente expuestas y más aún en el contexto actual de pandemia que se encuentra nuestro
país.

EN EL PRIMER OTROSÍ: En virtud de lo expuesto en lo principal de esta presentación, SOLICITO A


S.S. audiencia para solicitud revocación de medida cautelar, en atención a los antecedentes
anteriormente señalados y que indican grave incumpliendo de cuidado provisorio se hacen
presente en esta solicitud.

EN EL SEGUNDO OTROSÍ: SOLICITO A S.S. Se sirva nombrar curador ad litem sin más trámite, ya
sea perteneciente a la OPD de correspondiente, Corporación de Asistencia Judicial o la institución
que S.S. estime pertinente, ya que en la presente causa con fecha 26 de Febrero de 2020, se llevó
a cabo audiencia preparatoria, donde NINGUNO de los intervinientes, solicitó que se nombrara un
Curador Ad litem para el menor de autos, y en consideración a que mi representada asistió a dicha
audiencia sin asistencia letrada.

Tomando en consideración lo delicado del requerimiento y que este fue realizado por la
abuela paterna del menor, en atención a la posible vulneración derechos que podría estar
sufriendo el niño Renato Vicente Juan Cajales Romero, y la situación actual de riesgo en la que se
encontraría el menor en cuidado de la abuela paterna, en virtud de los antecedentes expuestos
anteriormente en los otrosíes de esta presentación.

El artículo 13 de la ley 19.968 dispone que “Promovido el proceso y en cualquier estado


del mismo el juez deberá adoptar de oficio todas las medidas necesarias para llevarlo a termino
con la mayor celeridad. Este principio deberá observarse especialmente respecto de medidas
destinadas a otorgar protección a los niños, niñas y adolescentes y a las víctimas de violencia
intrafamiliar. Asimismo, el juez deberá dar curso progresivo al procedimiento, salvando los errores
formales y omisiones susceptibles de ser subsanados, pudiendo también solicitar a las partes los
antecedentes necesarios para la debida tramitación y fallo de la causa.”

Que el principio de representación jurídica es requisito del debido proceso, y su


trascendencia radica en el hecho de que dichas normas procesales buscan otorgar la adecuada
protección de los derechos de la persona humana, lo que dice relación con diversos tratados
internacionales de derechos humanos ratificados por Chile, tal es el caso de la Declaración
Universal de Derechos Humanos, que en su artículo 10 establece “Toda persona tiene derecho, en
condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal
independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen
de cualquier acusación contra ella en materia penal”, en este mismo sentido se consagran los
principios del debido proceso en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su
artículo 14.1, en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en sus artículo
18 y artículo 26; normas que establecen principios de acceso a la justicia, principio de inocencia, y
el derecho a ser oído, y la Convención Americana de Derechos Humanos, artículo 8 la cual
establece garantías judiciales.

La Convención sobre Derechos del Niño (CDN) en su artículo 3 número 1 consagra que
todas las medidas adoptadas por instituciones públicas o privadas de bienestar social que afecten
a los NNA deberán tener como primordial consideración el interés superior del niño. A su vez, el
artículo 12, número 2 consagra el derecho a ser oído de todo niño, niña y adolescente (NNA)
señalando que “Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado, en todo
procedimiento judicial o administrativo que afecte al niño, ya sea directamente o por medio de un
representante o de un órgano apropiado, en consonancia con las normas de procedimiento de la
ley nacional.”
Del artículo 19 de la ley 19.968 se desprende que:

El juez de Familia podrá designar como curador ad litem a un abogado perteneciente a la


respectiva Corporación de Asistencia Judicial del territorio de su competencia, o al abogado
perteneciente a cualquier institución pública o privada que se dedique a la defensa, promoción o
protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes,

Atendido a que el abogado es el representante de los intereses de los NNA el Juez de


Familia nombrará un curador ad litem cuando: a) El NNA carezca de representante legal. b)
Cuando por motivos fundados, el Juez estime que los intereses del NNA son independientes o
contradictorios con los de aquél a quien corresponda legalmente su representación.

Es ante la ausencia de representantes legales que velen por el interés superior del niño,
que el curador ad litem, no siendo parte en el proceso judicial, concurrirá a representar los
intereses manifiestos del NNA, permitiendo que se cumpla con lo dispuesto en el artículo 12 de la
CDN , lo anterior en razón a que el derecho a ser oído de niños y niñas implica a su vez el derecho
a expresar su opinión libremente y que esa opinión sea debidamente tomada en cuenta, siendo el
curador ad litem el profesional que puede y debe dar efectividad a estos derechos.

En nuestra Constitución Política de la República la cual en su artículo 19 N°3 instituye el


derecho del debido proceso; previo y legalmente tramitado y a una sentencia dictada como
resultado de un proceso racional y justo, conformándose una serie de derechos y principios que
conforman el espíritu general de la legislación chilena, tales como: el derecho a un proceso ante
juez independiente e imparcial, el derecho a un juez natural pre constituido por la ley, el derecho
de acción y defensa, el derecho a un defensor, el derecho a un procedimiento que conduzca a una
pronta resolución del conflicto, el derecho a un procedimiento que contemple la existencia de un
contradictorio, el derecho a un procedimiento que permita a las partes la rendición de prueba, el
derecho a una igualdad de tratamiento de las partes, el derecho a un procedimiento que
contemple una sentencia que resuelva en conflicto de relevancia jurídica y el derecho a un recurso
procesal que permita impugnar las resoluciones.

El artículo 16 de la Ley N° 19.968 dispone: “Esta Ley tiene por objeto garantizar a todos los niños,
niñas y adolescentes que se encuentran en el territorio nacional, el ejercicio y goce pleno y efectivo
de sus derechos y garantías. El interés superior del NNA y su derecho a ser oído, son principios
rectores que el juez de familia debe tener siempre en consideración principal en la resolución del
asunto sometido a su conocimiento”.

En virtud de lo anteriormente expuesto, el niño se encontrarían frente a una vulneración de sus


derechos y garantías, transgrediendo además principios rectores que se indican en esta
presentación.

EN EL TERCER OTROSÍ: SIRVASE S.S., dictar providencia urgente en esta presentación.

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