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Matricula: 1170663
White, Ellen G. Testimonios para los ministros. 2015.
(Capítulos leídos) = 8-12, 14-17
La verdad la lectura me abrió los ojos y nos da el valor para realizar las
cosas.Cada uno de nosotros no debe guardar silencio y muchos menos dejar
de utilizar los dones que Dios nos dio, ya que debemos de estar seguros que
DIOS estará con cada unos de nosotros el libro dice lo siguiente “Los que
confían en Dios y en su sabiduría, y no en sí mismos, andan por sendas
seguras”, de acuerdo a (TM 347.2), como iglesia tenemos una obra grande
grande que llevar acabo y es que debemos presentar a Dios y no lo que
nosotros queramos, algo que me gusto de la lectura es lo la forma en que
exhorta a no juzgar a los demás ya que el único que puede hacer esto es Dios.
La iglesia se encuentra en constante prueba el libro nos menciona que
debemos tener cuidado en lo que la iglesia se involucra ya que los ojos de
Dios están sobre cada miembro de su pueblo y si estos reflejan la mezcla de
todo lo pagano a Dios le duele y lo ve con desagrado, me gusta y estoy de
acuerdo como la escritora refleja lo que Dios quiere para cada uno de los
miembros de la iglesia y reprende a que allá un conocimiento espiritual
Me he dado cuenta que carece en gran parte los textos bíblicos que se
deberían utilizar, yo como adventista a leer esto lo entiendo y lo acepto porque
Elena G de White para mi es alguien realmente inspirada por Dios, sin
embargo para muchos que de por si están en contra al no haber textos que
justifiquen lo que ella dice pueden tomarlo a la ligera y decir que es un texto
sin significado, pero de ahí en adelante veo como esto es guiado por Dios, y
me gustaría que así pensaran los demás, visitas o amigos a los que lean los
escritos de Elena g de White
Cada uno de los temas nos llevan a la conclusión, que es “dejarnos guiar por
Dios”, creo que esta lectura me motiva hacer esto, como futuros ministros es
muy importante comprender que sin la dirección realmente estamos perdidos
por lo que debemos aprender a ver la diferencia entre la obra que Dios
quieres y la obra que el hombre realiza, por lo que nuestra dependencia no
debe estar fundada en el hombre, sino como pablo dejarme guiar por el
espíritu santo