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Guía de manejo agronómico de quequisque en Nicaragua

Technical Report · April 2013

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1 author:

Guillermo Reyes Castro


Universidad Nacional Agraria (UNA)
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Guía de manejo
agronómico del
quequisque en
Nicaragua
Managua, Nicaragua, abril de 2013
© 2013. ProPemce
Carretera a Masaya km 5.5. Calle Erasmo de Rotterdam
Colegio Teresiano, 1 c al sur, 50 v al oeste. Contiguo a la Posada de Don
Pantaleón y La Embajada Real de los Países Bajos
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Esta guía se realizó en el marco del Programa ProPemce ejecutado por el


consorcio de Ramböll Finnconsult, SNV y Nitlapan, con financiamiento del
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ponsables de los derechos de autor para obtener permiso de reproducción
total o parcial.
Guía de manejo
agronómico del
quequisque en
Nicaragua
Managua, Nicaragua, abril de 2013

Elaborado por

PhD. Agr. Guillermo del Carmen Reyes Castro


Ing. Agr. Heeidy Guadalupe Corea Narváez
Ing. Agr. Tania Vanessa Guatemala Ortega
Contenido

I. Generalidades del cultivo 1

II. Características botánicas 4

III. Ecología del cultivo 5

IV. Fisiología del cultivo 5

V. Propagación y producción de semilla 6

VI. Cultivares en el país 10

VII. Prácticas agronómicas 11

VIII. Plagas y enfermedades 12

IX. Conservación cormos y cormelos 15

X. Bibliografía 16
Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua 1

I. Generalidades del cultivo


Origen y dispersión.

El quequisque, cuyo nombre científico es Xanthosoma sagittifolium (quequisque blanco) y


Xanthosoma violaceum (quequisque lila), es originario de América tropical y subtropical. Puer-
to Rico posee la mayor variabilidad de cultivares de los países del Caribe y Centroamérica.

Es comúnmente conocido como malanga y guagüí en Cuba, tiquisque en Costa Rica, tekisca-
mote y macal en México, ocumo en Venezuela, yautía en Puerto Rico, macabo en Camerún.
En muchas publicaciones internacionales es reportado como cocoyam.

Figura 1. Lugar de origen del quequisque


(tomado de Mayo et al., 1995).

En América se encuentran distribuidas 57 especies del género Xanthosoma. En Nicaragua


estudios realizados por la Universidad Nacional Agraria (UNA) reportan la existencia de al
menos 6 especies Xanthosoma: X atrovirens, X. violaceum, X. sagittifolium, X. robustum, X.
mexicanum y X. wendlandii. Los estudios de mejora genética actuales y potenciales del cultivo
de quequisque deben considerar la utilización de esta importante variabilidad.
2 Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua

Figura 2. Variabilidad en color y forma de las hojas de las especies Xanthosoma colectadas en Nicaragua.

El quequisque es uno de los primeros cultivos en Nicaragua. Durante el siglo XVII era consu-
mido extensivamente por los misquitos y mayagnas, grupos étnicos de la costa Caribe. Es lla-
mado como “duswa” por misquitos y “wilis” por los mayagnas. Hasta finales de los años 70 del
siglo XX la producción quequisquera estaba destinada al consumo local, y se podían identificar
tres zonas de cultivo tradicional: el Pacífico central (Masaya, Granada, Carazo), Norte-central
(Nueva Segovia), y el Caribe (Bluefields, Puerto Cabezas) (Figura 3).

Areas de producción

Figura 3. Zonas de cultivo del quequisque en Nicaragua. En verde) zonas tradicionales;


en rosado) introducida en los años 80; en azul) zonas de más reciente introducción.
Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua 3

En la década de los ochenta el incremento de la demanda internacional de quequisque motivó


a los productores del trópico húmedo sembrar pequeñas áreas para exportación, lo que se
logró con éxito, y en los años subsiguientes las áreas de producción se incrementaron hasta
llegar al máximo de 30 mil hectáreas sembradas en 2001. Para iniciar la siembra del cultivo
e incrementar las áreas de siembra los agricultores utilizaron semilla proveniente de Costa
Rica sin pasar ninguna norma cuarentenaria. Como consecuencia se introdujo la enfermedad
conocida como mal seco y se contaminaron los suelos con el hongo. Lo anterior explica la exis-
tencia y la persistencia de la enfermedad en estas áreas y los bajos rendimientos nacionales
reportados recientemente.

Importancia mundial

El alto potencial de rendimiento, es afectado por pocas plagas y enfermedades, el poder de


conservación en condiciones naturales, y menor tamaño del grano almidón en comparación
con la yuca, el camote, el ñame y la papa, que lo hace recomendable para la dieta alimenticia
por su alta digestibilidad, son las características que han contribuido al desarrollo e importancia
mundial del cultivo.

El quequisque es cultivado en África, Oceanía, Asia y América Latina. Es producido para au-
toconsumo, consumo local y exportación a países desarrollados, donde ha aumentado la de-
manda por la incremento de inmigrantes provenientes de países tropicales. En Nicaragua fue
hasta 2005 la raíz y tubérculo de mayor exportación, cuya demanda internacional actual no
es totalmente satisfecha por los problemas del mal seco, la calidad de semilla y problemas de
manejo agronómico.

Valor alimenticio y utilización

Quequisque es un cultivo esen-


cialmente energético, rico en
carbohidratos y con mayor con-
tenido de proteínas que las de-
más raíces y tubérculos. En Áfri-
ca se consumen las hojas como
hortalizas, las que tienen que ser
ligeramente cocidas para reducir
el contenido de ácido oxálico. En
algunos países suramericanos
las hojas son utilizadas para la
alimentación animal. En Nicara-
gua el quequisque se consume
en sopas, consomés, purés, en
repostería o tortas horneadas.

Figura 4. Quequisque (Xanthosoma sagittifolium)


4 Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua

II. Características botánicas


El quequisque es una planta herbácea,
suculenta que alcanza 1-2 m de altura,
sin tallo aéreo, y cultivado anualmente. La
hoja envainadora está constituida de cua-
tro partes: vaina, pecíolo, nervio central y
lámina. La lámina es de forma acorazona-
da (Figura 5).

Este cultivo se propaga por cormos, que


son tallos subterráneos envueltos en hojas
envainadoras escamosas, que los prote-
gen de daños físicos y pérdidas de agua.
Son estructuras sólidas con nudos y entre-
nudos bien desarrollados. En los nudos se
insertan las hojas envainadoras y se ubican las yemas axilares en número variable. Cada
yema tiene el potencial de desarrollar una nueva planta. Las vainas cubren siempre una yema,
de las cuales sólo algunas logran desarrollarse en cormos secundarios o cormelos y poste-
riormente en nuevas plantas. El color de la pulpa de los cormos es generalmente lila o blanco,
aunque pueden encontrarse cultivares de color amarillo (Figura 6).

Figura 6. Izquierda: planta de quequisque y sus estructuras


subterráneas.
Derecha: cormo de quequisque con escamas de
hojas, cormelos y yemas brotadas.

La planta de quequisque rara vez florece, y cuando la hace las flores pocas veces producen
frutos, por lo que la reproducción sexual es muy difícil. Este hecho obstaculiza los trabajos de
mejora genética y propagación a través de semilla sexual del cultivo.
Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua 5

III. Ecología del cultivo


El quequisque es una planta de clima tropical y subtropical que se adapta a diversas condicio-
nes ecológicas. Estos factores solos o en combinación contribuyen o desfavorecen la forma-
ción de cormelos, el principal producto final.

Temperatura. El quequisque se desarrolla en rangos de temperatura de 20-35 °C. Las tempe-


raturas óptimas para la brotación de las yemas están entre 25-28 °C. Temperaturas nocturnas
de 14-17 °C favorecen la formación de cormelos, puesto que a bajas temperaturas se produ-
cen más sustancias tuberizantes. Temperaturas nocturnas superiores a los 29 °C tienen un
efecto contrario.

Luz. Influye en la formación de los cormos y cormelos. Aunque es un cultivo que tolera cierta
cantidad de sombra, las plantas que crecen bajo sombra permanente o temporal producen
menos que las plantas que se desarrollan a pleno sol. La competencia por luz y nutrientes que
se establece entre las plantas a distancias de siembra cortas (menores de 60 cm) no permite
óptimos rendimientos.

Humedad. El requerimiento hídrico del cultivo es de de 1800-2500 mm bien distribuidas duran-


te el ciclo biológico. Cuando al período de lluvia le continúa un período de sequía, se acelera
la madurez del cormo y el almacenaje del almidón. Los agricultores nicaragüenses realizan
la siembra del cultivo en los meses de inicio del período de lluvia (abril-junio en el trópico hú-
medo; mayo-junio en la regiones Central-norte y Pacífico) y cosechan en febrero-marzo, en el
período de verano o sequía. De esta manera obtienen los mayores rendimientos.

Cuando se cosecha el quequisque a los 9-12 meses, con frecuencia ocurre que después del
período de sequía le continúa el nuevo período de lluvia, la planta reasume el crecimiento del
follaje, y sobreviene la hidrólisis de los almidones en los cormos, provocando la brotación y el
enraizamiento de los cormelos, afectando la calidad de la producción.

Suelos. El cultivo se desarrolla mejor en suelos profundos, ricos en materia orgánica, sueltos y
con buena capacidad de retención de humedad y de buen drenaje. Aunque no se recomienda
sembrar en suelos con pendiente mayor al 4 %, algunos agricultores siembran quequisque en
laderas y en suelos pedregosos con buenos resultados. En suelos pobres en materia orgánica,
como es el caso de suelos de Nueva Guinea, El Rama, San Carlos y el Caribe se recomien-
da la aplicación de materia orgánica sistemáticamente (compost, gallinaza, cachaza, humus,
etc.), lo mismo que abonos verdes (frijol terciopelo, canavalia, etc.) para mejorar las caracte-
rísticas físico-químicas-microbiológicas del suelo.

IV. Fisiología del cultivo


El quequisque es una planta herbácea monocotiledónea, perenne, que debido a propósitos
prácticos se cosecha a los 9-12 MDS. Aunque es un cultivo estrictamente de clima cálido, tam-
bién se produce en los trópicos y subtrópicos.
6 Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua

Ciclo biológico. El ciclo de crecimiento y desarrollo puede dividirse en tres principales perío-
dos. Durante los primeros dos meses el crecimiento es lento. Este período comienza con la
brotación de las yemas y termina con la emergencia de los cormelos. El segundo período se
caracteriza por el rápido incremento del crecimiento de la planta que dura hasta los 6-7 meses
después de la siembra (MDS). En este período la planta alcanza su máxima área foliar, diáme-
tro del seudotallo, y altura. En el tercer período comienzan las hojas a marchitarse y a decrecer
el peso seco total de la parte aérea de la planta hasta la cosecha. En este período ocurre el
máximo traslado de productos de la fotosíntesis desde las hojas a los cormos y cormelos. La
senescencia de la planta al final de este período les sirve a los agricultores como índice de
cosecha (9-12 MDS, Figura 7).

Figura 7. Ciclo de crecimiento y desarrollo del quequisque. Período I, crecimiento lento, de aproximadamente
dos meses. Período II, crecimiento rápido, hasta los seis-siete meses. Período III, decrecimiento y mar-
chitamiento de la parte superficial de la planta y desarrollo de los órganos subterráneos, de los siete a
los 12 meses.

V. Propagación y producción de semilla


El quequisque puede propagarse difícilmente por medio de semillas botánicas. Se propaga
obligatoriamente por medios vegetativos, por lo que se garantiza la identidad genética de las
descendencias con respecto a la planta madre, sin embargo, a través de esta forma se disemi-
nan plagas y enfermedades que reducen significativamente los rendimientos.

Los cormos son órganos de resistencia y almacenamiento en temporadas adversas o tiem-


pos prolongados, pero también son órganos especializados en la reproducción vegetativa. La
yema es un órgano de las plantas que se forma habitualmente en las axilas de las hojas y que
dirigen el crecimiento de las futuras plantas.

Propagación convencional. La forma tradicional de obtención de la semilla es a partir del cor-


mo o lo que llamamos cepa. De un cormo se obtienen varios trozos con al menos una yema, que
sembrados y brotados dan originen a plantas genéticamente idénticas a la planta madre (Fig. 8)
Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua 7

Figura 8. Propagación convencional. Izquierda, cormos utilizados para obtención de la semilla. Derecha, trozos
de cormos empleados como semilla (fotos tomadas de INTA, 1995).

Técnica de reproducción acelerada de semilla (TRAS). Para disminuir las afectaciones de


enfermedades y plagas transmitidas por el material de propagación y elevar la cantidad de
semilla por cormo se puede utilizar la TRAS. Ésta aumenta los coeficientes de multiplicación
del cultivo, que generalmente son bajos, y aprovecha la cantidad total de yemas que tienen el
cormo y los cormelos.

La TRAS consiste básicamente en la extracción individual de las yemas axilares y apicales


de los cormelos,
su desinfección y
establecimiento en
un sustrato ade-
cuado para su de-
sarrollo de la nue-
va planta que irá al
campo (Figura 9).

Figura 9.

Esquema de la Téc-
nica de reproducción
acelerada de semilla.
(Tomado de Aguilar y
Reyes, 2005).
8 Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua

La técnica incrementa la cantidad de semilla obtenida del cormo inicial, facilita la multiplica-
ción rápida de nuevos materiales, aumento del potencial de rendimiento, recupera la calidad
genética y contribuye a la uniformidad en la cosecha. Las plantas obtenidas por esta vía no
transmiten insectos causantes de daños mecánicos en los tejidos, así como de ciertos hongos
y bacterias causantes de enfermedades.
Las plantas propagadas vía TRAS han registrado mayores rendimientos que las plantas propa-
gadas convencionalmente, como resultado de haber sido trasplantadas en estado de plántulas
con raíces, y con mejor estado sanitario.
Reproducción por cultivo de tejidos vegetales o micropropagación. La técnica de cultivo
de tejidos vegetales (TCTV) consiste en establecimiento, en medios de cultivo estériles, de ye-
mas, meristemos de crecimiento o de cualquier parte de las plantas seleccionadas, a partir del
cual se generan nuevas plantas con objetivos de propagación, mejora genética, conservación,
o intercambio de germoplasma.
A través de la TCTV se obtienen plantas sanas, libres de plagas y enfermedades (bacterias,
hongos y virus); las que registran incrementos en los rendimientos, crecen más rápido y gene-
ran cormelos más temprano en comparación con las plantas propagadas convencionalmente.
El proceso in vitro inicia con la selección de las mejores plantas madres en el campo (con buen
estado fitosanitario y que sean representativas del cultivar deseado). Las yemas de los cormos
y cormelos de las plantas se establecen, bajo condiciones de asepsia, en medios de cultivo
contenidos en frascos generalmente de vidrio. Las plantas obtenidas son luego multiplicadas
y posteriormente inducidas a formar raíces in vitro. La aclimatización o endurecimiento de las
vitroplantas se realiza en el sombreadero o invernadero. El proceso de producción de las plan-
tas se realiza en 6-8 meses (Figura 10).

Figura 10. Proceso de micropropagación in vitro de quequisque a partir de ápices meristemáticos. 1) Cormos de
plantas seleccionadas; 2) establecimiento de los ápices en condiciones asépticas; 3) vitroplanta desa-
rrollada; 4) vitroplantas en etapa de endurecimiento; 5) vitroplanta en sustrato en la etapa de endure-
cimiento; y 6) vitroplantas en el campo.
Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua 9

Producción de semilla certificada vía vitroplantas-TRAS. A pesar de las ventajas de las vi-
troplantas, el precio es una limitante para su uso directo por los agricultores. El uso de la TRAS
complementa las bondades ofrecidas por las vitroplantas. Las plantas libres de patógenos
generadas in vitro deberán ser establecidas en lugares sin antecedentes de enfermedades,
generalmente zonas no tradicionales del cultivo, pero donde se disponga de riego. Al momento
de la cosecha, la totalidad de cormos y cormelos obtenidos de esas plantas se utilizarán para
la multiplicación vía TRAS, al extraer todas la yemas individuales (alrededor de 40 plantas
TRAS por vitroplanta). Las plantas así generadas serán destinadas a la producción para el
comercio (Figura 11).

Vitroplantas

1 CV Plantas sanas Zonas no tradicionales

Productores
1 meses seleccionados
(TRAS 1 X40)

2 CV
Productores
de la Zona

Comercialización

Figura 11. Esquema de uso de la técnica de reproducción acelerada de semilla partiendo de vitroplantas libres de
principales plagas y enfermedades.

El esquema anterior supone suministrar a los agricultores semilla, ya sea trozos de cormos o
cormelos extraídos vía TRAS, plantas a raíz desnuda desarrolladas en arena o plantas obte-
nidas en sustratos contenidos en bolsas. Los agricultores compran y usan semilla en forma
de cormos, es la manera tradicional de trasladar y utilizar la semilla. Una variante adicional
aplicable a la producción de semilla expuesto en la Figura 11 es la venta a los agricultores de
cormos y cormelos provenientes directamente de las vitroplantas, sin pasar por la propagación
vía TRAS, sacrificando el potencial de propagación expuesto.

A través de décadas la producción nacional de quequisque ha descansado en el uso y re-uso


de material de propagación sin ningún proceso de limpieza y rejuvenecimiento. La recurrente
infección del material de propagación ha conllevado a una gradual reducción del rendimiento
en el tiempo, lo que es llamado declinación fisiológica de los cultivares (Figura 12).
10 Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua

Figura 12. Esquema de la pérdida sostenida del rendimiento de los cultivares a través de décadas de utilización
semilla de baja calidad (declinación fisiológica); y recuperación del rendimiento histórico a través de
la introducción periódica de semilla certificada.

Las vitroplantas comienzan a disminuir su rendimiento en el campo después de cuatro gene-


raciones o ciclos, como producto de las nuevas infecciones y contaminaciones con plagas y
enfermedades. Es decir, las vitroplantas garantizan rendimientos superiores que las plantas
convencionalmente en al menos cuatro cosechas consecutivas.

La utilización de semilla certificada de quequisque por los agricultores es aún una posibilidad,
aunque su necesidad es real. La creación de empresas, o microempresas productoras de
semilla con calidad genética y fitosanitaria es un imperativo para la modernización de la pro-
ducción quequisquera nacional. La aplicación de la norma técnica de producción de semilla
certificada de quequisque es inexorable.

VI. Cultivares en el país


A los cultivares se les asigna el nombre de acuerdo al lugar de origen y/o el color y forma pre-
dominante de las estructuras subterráneas. Aunque se desconoce la totalidad de genotipos del
país, sobre lo cual es necesario realizar más estudios, se mencionan los cultivares represen-
tativos de las zonas quequisqueras.

Cultivar Masaya. Se propaga en los departamentos Masaya, Carazo y Granada. Masaya es


el departamento de mayor tradición quequisquera en el país, y su producción es destinada al
consumo local y de las poblaciones del Pacífico central. Los cormelos cosechados en estas
zonas son de tamaño mediano, y la masa del cormo y cormelos es de color rojo-púrpura. Los
cormelos son los de mayor duración en anaquel y cocidos son de consistencia porosa, com-
pacta y de color lila.

Cultivar Nueva Guinea o Cultivar Lila. Se propaga en el trópico húmedo nicaragüense (Nue-
va Guinea, El Rama y Río San Juan). La producción de esta zona representa el 75% de la
producción nacional y la totalidad destinada a la exportación. Este genotipo fue introducido en
esta zona desde Costa Rica a mediados de los años 80 del siglo pasado, como resultado de un
incremento de la demanda internacional de quequisque. Los cormos y cormelos son de color
Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua 11

lila-rosado. En condiciones óptimas los cormelos son grandes; cocidos son de consistencia
semi-pastosa y de color rosado lila.

Cultivar Casitas. Es cultivado entre otros lugares en las laderas del volcán Casitas, el depar-
tamento Chinandega, donde es consumido localmente. Produce en la zona cormos y cormelos
pequeños y medianos, de color rosado.

Cultivares Blanco largo y Blanco redondo. Ambos presentes en el Trópico húmedo, la re-
gión Central y el Caribe del país. Los cultivares blancos son de crecimiento más rápido que los
cultivares de pulpa lila o rosado-lila y pueden cosecharse con anterioridad en relación a esos
cultivares. En la región Central y el Caribe son consumidos localmente. En el Trópico húmedo
es de mucha importancia el cultivar Blanco largo por su potencial exportador.

VII. Prácticas agronómicas


Plantación. En la mayoría de las áreas productoras de quequisque se prepara el suelo antes de
la siembra. Se ara y se pasan gradas para mullir el suelo, y se surca para facilitar el crecimiento
de los cormelos. En algunos casos se hacen canteros donde se establecen las porciones de
cormos o cormelos con las yemas hacia abajo y son cubiertas con 5-7 cm de capa de tierra. En
lugares donde no se puede preparar la tierra la semilla se siembra en hoyos hechos con picos.

El quequisque generalmente es cultivado por agricultores de pequeña y mediana escala, aun-


que se encuentran también plantaciones bajo manejo intensivo. Además se puede encontrar
en asocio con cultivos permanentes como el café, musáceas, palma africana, y cacao, o culti-
vos anuales como la yuca y el maíz.

El momento de plantación depende de la disponibilidad de agua, el suelo debe estar húmedo, y


si se dispone de un sistema de riego se puede sembrar en cualquier momento del año. Sin em-
bargo en los sistemas campesinos tradicionales la siembra se realiza inmediatamente cuando
el período de lluvia se establece, usualmente en mayo-junio en las regiones Pacífico y Norte,
y en abril-junio en el tópico húmedo.

El cultivo requiere humedad durante los seis-siete meses del período de crecimiento. Si se pro-
porciona agua después de este período, la planta reanuda el crecimiento y se puede extender
el período de cosecha de la planta. Por otro lado el insuficiente abastecimiento de agua retarda
el desarrollo de los cormelos y reduce los rendimientos.

Densidad de la plantación. Distancias de siembra entre plantas y entre surcos que resulten
en el incremento del área foliar generalmente resultan también en incrementos del rendimien-
to. Se piensa que distancias de siembra cortas aumentan los rendimientos por hectárea de
cormos y cormelos, pero el rendimiento por planta es mayor a mayores distancias de siem-
bra. Esta relación puede modificarse en dependencia del momento de cosecha. Distancias de
siembra anchas reducen los rendimientos cuando se cosecha antes de los nueve MDS; en
cambio se aumenta cuando se cosecha a los 11-12 MDS. En Nicaragua se utilizan distancias
de siembra de 0.6 × 0.8 m (± 16 mil plantas ha-1), 0.6 × 1.0 m (± 17 mil plantas ha-1) y 0.8 ×
1.0 m (± 12,750 mil plantas ha-1).
12 Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua

Control de malezas. Es una práctica cultural muy beneficiosa en los primeros estadios de
crecimiento de la planta, especialmente cuando los cormelos comienzan a crecer y la com-
petencia de las arvenses tendrá un efecto reductor del rendimiento. Se usa control químico
o manual (machetes y azadones) antes del cierre de calle por parte de la planta. El aporque
controla las arvenses, previene la exposición de las raíces al sol, y favorece el desarrollo de
los cormelos. Los agricultores del Pacífico y Norte del país realizan regularmente aporques, no
así en el Trópico húmedo.

Fertilización. El quequisque responde muy bien a la fertilización orgánica y sintética. En suelos


fértiles el cultivo desarrolla hojas grandes y buenos rendimientos. El crecimiento de las hojas
y el rendimiento incrementan con la adición de fertilizantes, las altas fertilizaciones reducen el
tiempo para que los cormelos alcancen su máximo tamaño. Cuando se cosecha a los 9-12 me-
ses, se requieren aplicaciones de fertilizantes a los 2, 4 y 6 MDS. Cuando se cosecha después
de los 12 MDS o se considera como cultivo bianual se necesitan aplicaciones adicionales.

Cosecha. La cosecha usualmente se realiza en período seco, sin embargo los cormelos pue-
den cosecharse en cualquier momento del año. El período desde la siembra a la cosecha varía
con los genotipos y los métodos de cultivo. En las plantaciones comerciales usualmente se
cosecha a los 9-12 MDS, aunque se reportan cosechas a los 14-15 MDS.

El área foliar de la planta se ha correlacionado con los rendimientos de cormos y cormelos.


Cualquier drástica reducción del área foliar durante el segundo período de crecimiento resulta
en una reducción del tamaño de los cormos y la producción de cormelos.

VIII. Plagas y enfermedades


El quequisque es considerado un cultivo con pocas afectaciones de plagas y enfermedades. A
continuación se describen las principales afectaciones en Nicaragua.

Mal seco. Es la enfermedad más devas-


tadora del quequisque a nivel mundial
puede causar pérdidas totales del ren-
dimiento. El agente causal es el hongo
Pythium myriotylum de la clase Oomice-
te. La enfermedad se disemina a través
del suelo y el material de propagación, y
puede persistir en el suelo por muchos
años.

Figura 13 a. Algunos síntomas de mal seco.


Cormo de planta desarrollada en
suelo sin antecedentes de la en-
fermedad, sistema radicular sano,
comparada con el cormo de una
planta desarrollada en suelo conta- a
minado, sin raíces.
Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua 13

Los síntomas aéreos del mal seco son visi-


bles a los 3-4 meses después de la siembra
del cultivo, en casos severos a los 2-3 me-
ses. Los síntomas son clorosis y necrosis
de las hojas más viejas, las hojas jóvenes
presentan color verde pálido y en casos se-
veros las hojas se doblan en forma de arco
(Figura 13). Las afectaciones en el campo
se focalizan en áreas donde las plantas no
crecen o han muerto.

Pythium myriotylum se desarrolla en el


perfil del suelo, donde ataca las raíces de
las plantas. Las plantas sobreviven única-
mente de la reserva que contiene el cormo
y responden generando nuevas raíces, las
cuales serán otra vez afectadas por el pató-
geno. Este ciclo se repite varias veces hasta acabar con las reservas en el cormo, finalmente
la planta muere (Figura 13).

No existen genotipos resistentes o tolerantes al mal seco, por lo que a nivel internacional se
han evaluado sin éxito aplicaciones de productos químicos, distancias de siembra, mejora-
miento del drenaje del suelo, el uso separado de vitroplantas sanas, rotación de cultivo, el uso
de fertilizantes orgánicos. Estudios recientes y en ejecución en Nueva Guinea, en suelos con
antecedentes de la enfermedad, registran rendimientos aceptables, pero todavía insuficientes.
Las reducciones de las afectaciones de la enfermedad se logran al utilizar el hongo Trichoder-
ma, un enemigo natural de Pythium, combinado con abonos orgánicos bioestimuladores. Se
requiere realizar más estudios que conlleven la aplicación conjunta de prácticas agronómicas,
control biológico, uso de fertiliza ntes orgánicos y bioestimuladores.

Virus del mosaico del Dasheen (DsMV). A nivel mundial es el principal virus patogénico de
las especies de la familia Araceae, a la cual pertenece el quequisque. Está clasificado como
una especie del género Potyvirus, de la familia Potyviridae, cuyo genoma está compuesto de
ARN de cadena simple en sentido positivo.

a b c d
Figura 14. Síntomas del DsMV en quequisque. 1) Distorsión de las hojas; 2) enanismo de las plantas; 3) decolora-
ción o clorosis de las hojas y mosaico intervenal en forma de plumas; y 4) síntomas expresados intermitentemente.
14 Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua

Los síntomas del virus son variados y expresados intermitentemente; entre los que se incluyen
la distorsión y clorosis de las hojas, mosaico en forma de plumas entre las venas, y enanismo
de la planta el caso de ataque severo (Figura 14).

El DsMV es transmitido de una planta infectada a una planta sana exclusivamente por áfidos.
Aphis gossypii se ha registrado como vector del virus. Sin embargo el virus se disemina prin-
cipalmente a través del uso de semilla infectada. Este virus no es letal, no obstante retarda
el crecimiento y puede reducir los rendimientos. Según estudios de Reyes y colaboradores
(2006) las afectaciones con el virus pueden reducir hasta en 23% los rendimientos.

DsMV se encuentra en todas las plantaciones en Nicaragua, y no hay genotipos resistentes a


este virus. La producción de plantas libres de virus a través del cultivo de tejidos vegetales y su
multiplicación a través de la TRAS, contribuirá al aumento sostenido los rendimientos.

Barredor del tallo. Es un serio problema en Río San Juan (San Carlos y San Miguelito). En-
contrado en cormos del cultivar Lila Nueva Guinea e identificado como Cacographis osteolalis
del orden Lepidóptera, familia Noctuidae. Los adultos son de movilidad nocturna. El huevo del
barrenador es depositado por la hembra en el pseudotallo de las plantas jóvenes. Al eclosionar
la larva se alimentan del pseudotallo y el cormo. Destruyen el meristemo apical de crecimiento
retrasando el desarrollo y crecimiento de la planta (Figura 15).

Figura 15. Ciclo de vida del barrenador del tallo de quequisque (Cacographis ostolalis): a) larva alimentándose de
tejido de reserva; b) pupa; y c) adulto.

El conocimiento del ciclo de vida y las características de la plaga facilita su control. Aplicacio-
nes preventivas y de fondo de hongos entomopatógenos Beauveria bassiana o Metarhizium
anisopliae, en combinación con la eliminación de hospederos, pueden ayudar a resolver el
problema.

Gallina ciega (Phyllophaga spp.). Insecto del orden coleóptera, llamado también chogote o
gusano blanco, realiza el mayor daño en estado larval. Se alimenta con su aparato masticador
de los cormos, cormelos y raíces. Los ataques son focalizados, aunque en casos severos cau-
san reducciones importantes de los rendimientos (Figura 16).
Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua 15

Figura 16. Ciclo biológico de la gallina ciega (Phyllophaga spp.). (Tomado de http://agronomia1ersemestreu-
nach.blogspot.com/2010/08/gallina-ciega.html)

Durante la preparación del suelo mueren muchas gallinas ciegas y otras se exponen a enemi-
gos naturales (pájaros, hormigas y otros depredadores). La gallina ciega es delicada y muere
con cualquier golpe, el sol la mata.

El uso de controladores biológicos ha dado buenos resultados en el control de Gallina ciega.


La aplicación de Beauveria bassiana o Metarhizium anisopliae, ambos hongos entomopató-
genos, durante la preparación del suelo, y varias veces durante el ciclo de cultivo reduce las
poblaciones de las larvas. Las aves de patio son una opción de control natural ya que gustan
de las larvas

IX. Conservación cormos y cormelos


Tradicionalmente los cormos son apilados en lugares frescos y sombreados después de cose-
cha para su conservación como fuente de semilla para el próximo ciclo vegetativo. Se pueden
conservar debajo de árboles sombreados, donde se colocan los cormos en posición vertical,
se cubren con una capa de tierra y se les garantiza suficiente humedad aplicando riegos cada
15 días. Igualmente se pueden hacer hoyos en el suelo donde quepan las cepas verticalmente,
se cubren con una capa delgada de tierra y se les garantizará un riego de mantenimiento cada
15 días. Se pueden hacer pilones de cormelos en lugares frescos para uso de semilla, aunque
no hay en el país costumbre de utilizar los cormelos como semilla. Los cormelos duran más en
condiciones de conservación que los cormos. Se recomienda remover los pilones de cormelos
una vez por semana, y pueden conservarse hasta por un mes y medio.
16 Guía de manejo agronómico del quequisque en Nicaragua

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