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Colegio Arroyo Hondo

Departamento de Educación Media – Segundo Ciclo


Área de Lengua Española y Literatura
Nombre: Jesús Ramos – Nº: 25 – Curso: 4toA

El Arte de Amar

Ovidio, con su producción literaria nos brinda la oportunidad de


profundizar en una realidad común, situaciones en las que se ve envuelto
todo hombre que haya pisado la tierra, o al menos en su mayoría.

Su constante intención didáctica otorga al lector la sensación de estar


siendo instruido, y lo lleva a concebirse, como alguna clase de discípulo o
aprendiz del autor.

No obstante, el enfoque que adquiere mi creación es algo distinto. Voy a


dirigir mi atención hacia la forma en que el autor, en diversas ocasiones se
apoya en la historia y las creencias de su pueblo para cumplir con su
cometido.

De ahí mi tesis: Influencia de la cultura greco-romana dentro del escrito.


¿Por qué Ovidio recurre a la mitología en “El arte de amar”? ¿Cómo pudo
haber influido esto en el lector de esa época? ¿Cómo puede influir en el
lector de hoy? ¿Cómo actúan los fragmentos de historia, sobre la intención
didáctica de la obra? ¿Se desvió el autor de su tema principal debido a
esto?

El autor vive en una realidad donde a todos los problemas y


cuestionamientos se les atribuye una respuesta de origen divino, en lugares
como Grecia y Roma, el hombre crecía y vivía dentro de las enseñanzas y
estatutos de sus dioses.

Ovidio Nasón no fue la excepción, es como si esas historias corrieran por


las venas del poeta, al igual que la de todos en su pueblo. Y llama la
atención como incluso siendo de origen romano, hace alusión a los dioses
griegos que comparten grandes similitudes con los de su pueblo. He aquí
un ejemplo, donde cita a Proteo, antiguo dios del mar griego:

“El que sabe vivir se acomoda a la variedad de los caracteres, y como


Proteo, ya se convierte en un arroyo, fugitivo, ya en un león, un árbol o un
cerdoso jabalí.”

De igual manera se apoya en otros personajes como Orfeo, o el perro


guardián de una de los niveles del inframundo, Cerbero, quien está siempre
a disposición de su dueño Hades.
Esto, por insignificante que le parezca a los desconocedores de ese
fragmento de la historia de la humanidad, causa gran impacto en el lector
de esa época. Como antes mencioné, la persona vivía dentro de lo que dicta
la mitología, y frases como la siguiente, llamaban la atención del lector
haciéndolo pensar que lo mencionado por el autor tenía que funcionar ya
que los dioses lo corroboraban:

“Yo no fingiré, Apolo, que he recibido de ti estas lecciones, ni que me las


enseñaron los cantos de las aves, ni que se me apareció Clío con sus
hermanas al apacentar mis rebaños en los valles de Ascra.”

Ahora bien, ¿Cómo esto logra influenciar en el lector de hoy? Es algo fácil
de explicar. Veamos este fragmento del poema:

“¿Quién conocería a Homero si no sacase a luz La Ilíada, su poema


inmortal?”

De no conocer el legado de Homero, esta frase no tendría sentido, lo que


induce al lector a investigar, a indagar dentro de esta cultura para que así la
obra adquiera significado y para su mayor comprensión, claro está.

De la misma forma Ovidio puede hacer que el lector llegue a sentirse aún
más como un estudiante, el poema posee una incuestionable intención
didáctica y sus enseñanzas no giran alrededor de un mismo campo. Frases
como la que cito a continuación hacen de la obra una lección gratuita de
historia universal:
“¿Qué espectáculo iguala en lo emocionante al simulacro de una batalla
naval en la que César lanza las naves de Persia contra las de Atenas?”

Entonces, resulta interesante la forma en que todo esto antes mencionado,


no desenfoca al lector alejándolo del tema principal, todo lo contrario,
Ovidio logra un rejuego entre las partes haciendo que al final prevalezca
siempre el consejo que se te ha dado anteriormente.

Son importantes estas intervenciones divinas, sí, pero las utiliza de una
forma en la que te puedan servir como un arma para salirte con la tuya.
Cito textualmente una de ellas:

“Esta es la ocasión de abordarla; lejos de ti el agreste pudor; Venus y la


Fortuna alientan siempre a los audaces.”

Dijo esto como una manera de invitar al joven soldado a hacer esto:

“Cuando las mesas se levantan y los convidados se retiran, aprovecha las


circunstancias del lugar y la confusión de la multitud para aproximarte a
ella; mézclate entre la turba, colócate sin sentir a su lado, pásale el brazo
por el talle y toca su pie con el tuyo.”

Así va utilizando estas frases como un detonante, que active la valentía del
hombre.

Concluyendo, “el arte de amar” podría ser catalogada como una obra de
arte polifacética, tiene el potencial para satisfacer al lector dependiendo de
lo que el mismo se encuentre buscando. Desempeña su función didáctica a
plenitud colocando a quien la lee dentro de una realidad que no pasa de
moda y posee la facultad de transformar (independientemente de tus
creencias) tus ideales en un manual para entrar en acción.

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