Está en la página 1de 419

Te

lo dedico a ti, Al hombre de mi vida, A mi mejor historia jamás escrita…

Título Original: Tu y yo para siempre Septiembre 2015

Autor: Lorena Guerra Méndez Fotografía de portada: Luca Invernizzi


Maquetación y gráfica: Luca Invernizzi


SAGA IMPOSIBLE
LORENA GUERRA MÉNDEZ


Tu y yo para siempre

La vida te da sabiduría, No temas al maestro.

Aprende de él…

Prólogo

- Julen, mírame por favor- lo hace-. Dime… ¿qué es lo que siente tú corazón
cuando me miras?

Olvida lo que has visto, y guíate por lo que se mueve bajo tu pecho, aquí dentro-
coloco una mano sobre su corazón-. ¿Qué te dice?
Cierra los ojos unos segundos…y cuando vuelve a abrirlos, veo que una mezcla
de sentimientos, nada en ese mar azul, ahora enfurecido, que me atrapó desde la
primera vez, que se cruzó con mi mirada.

- Te amo baby, sin ti mi mundo se acaba, todo se derrumba a mi alrededor…pero


hay un dolor más fuerte, que devora todo lo que siente mi alma, envenena lo que
se mueve bajo mi pecho, por tu engaño, porque me has mentido, Valeria- eso
rasga mi corazón-. Tú…- se calla unos segundos-…eras la mujer que alzabas
cada día la bandera de la sinceridad, y la llevabas orgullosa en cada paso que
dábamos juntos.

Tú…que me castigaste por proteger tu vida de esa forma, cuando me vi,


obligado a ello…- aparta sus hermosos ojos de mí-. ¡Vete!- grita lleno de ira sin
esperármelo-.

¡Fuera de mi vida, y no regreses nunca más…!

Doy dos pasos hacia atrás, porque sus palabras me empujan lejos de él, mientras
un terrible dolor golpea mi estómago. Me duele mucho, jamás he sentido esta
agonía dentro de mí…

Miento…una vez lo sentí, hace dos años, cuando se subió en el avión que lo
alejó de mí, dejándome destrozada y rota en mil pedazos. Me abrazo a mí misma
porque el dolor no me deja respirar, y siento que algo cae por mis piernas,
humedeciendo mi piel. Miro hacia abajo, y sólo veo sangre...un inmenso mar
rojo que emana de mí, sin que pueda detenerlo, bañando toda la habitación en la
que estamos. Solo puedo ver la sangre que me está envolviendo, que se escapa
de mi cuerpo para torturarme…

- ¡Julen! ¡Ayúdame! ¡Nuestro hijo! ¡No quiero perder a mi bebé!-

caigo al suelo de rodillas frente a él, pero no se mueve, no hace nada, mientras
veo como su cuerpo empieza a teñirse, con la sangre que estoy derramando. No
me ayuda, me contempla con una mirada sin vida, y poco a poco, su imagen se
aleja lentamente

hasta

desaparecer
lentamente

engullido

por

la

habitación bañada por mi dolor…

Una vez más, me abandona…

No puedo hacer nada, pierdo al amor de mi vida…pierdo a mi bebé…otra vez


me dejan sola y desolada…No me hagas esto Julen, ¿cómo puedes tratarme así?

- ¡Despierta, Val, joder, despierta!- Iván me sacude para que abra los ojos. Esa
pesadilla me persigue cada noche, torturándome, castigándome para que no
olvide lo que he sufrido, sin que pueda hacer nada para alejarla de mis sueños.

Regresa para recordar mi calvario, aquel

que

no

abandona

mis

pensamientos, ni un solo segundo, sin saber que no la necesito para sufrir,


porque lo sé muy bien. Mi corazón y mi alma rota, viven con ello… ¿Cómo
olvidar que que se te ha escapado entre los dedos sin poder evitarlo, una vida que
llevabas dentro de ti? ¿Cómo borrar eso? Ha sido no tener ninguna oportunidad
para luchar por tu hijo, ¿qué te he hecho vida? ¿Por qué me has castigado de esta
forma tan injusta?

Estoy empapada de sudor, han pasado varios días desde que he salido del
hospital, y ahora los brazos de mi hermano son mi refugio. Mi familia es l la que
me está ayudando a no cometer ninguna locura, porque siento que me quiero
morir. Allí encontraré la paz que necesito. Le suplico al mundo que se detenga,
al igual que me arrastro ante mi corazón para que detenga mi agonía, que acabe
con este sufrimiento, que no me deja respirar…

- Estoy bien, ya está, ya estoy mejor, de verdad Iván- me pasa un paño húmedo
por la cara. No ha dejado de cuidarme desde que ingresé en el Santo Rey. Tiene
unas ojeras tremendas de no dormir, toda mi familia lleva puesta la misma cara
que mi hermano.

Estamos todos rotos por lo que ha pasado, y no duermen tranquilos porque están
preocupados porque pueda perder la cabeza, y sé que tengo que ser valiente por
ellos, por mí…pero aunque lo intento, no tengo fuerzas para levantarme y luchar,
ante este nuevo reto que me ha lanzado esta puta vida.

Puta vida… ¿Qué te hice para merecer esto?

Llevo dos días en casa de mis padres, me siento más segura en mi habitación.

Las cuatro paredes de ese hospital, no me dejaban respirar.

Contra toda indicación médica, y enfrentándome a toda mi familia, quise lamer


mis heridas aquí, donde llorar cada noche, resulta liberador. He dejado que mi
hermano llame a Nueva York, para contarle a Jorge lo que ha ocurrido.

Dios, se ha vuelto loco al enterarse.

Había dado por hecho que Julen y yo, estábamos en España, ese era el plan,
celebrar el cumpleaños de mi prometido, y viajar a Ibiza para prepararlo todo
para la boda…Nuestra boda…todo a la mierda…No le dio mayor importancia a
que no llamásemos en dos días, pensaba que estaríamos encerrados nuevamente
en nuestra suite particular, aislados del mundo, antes de enfrentarnos a la locura
de los preparativos de la boda. ¡Qué equivocado estaba mi mejor amigo, la
realidad era otra bien distinta!

No he podido hablar con él, todavía no puedo…Me resulta imposible pronunciar


la palabra bebé y pérdida en la misma frase, y contar todo lo que ha pasado con
Julen…Julen… ¿Cómo has podido dudar de mí? ¿De nosotros?

¿Acaso todo lo vivido ha sido una mentira?

Mis pesadillas so un firme recuerdo de sus duras palabras, de todo cuanto he


perdido…un hijo… y a Julen, el amor de mi vida, porque no creyó en nuestro
amor, se rindió ante la primera batalla.

Si me amase de verdad, hubiese sabido que todo eso era un montaje, que alguien
había manipulado esas fotografías que llegaron a sus manos, para hacernos daño.
Pero decidió escoger la salida de los cobardes, y por destruir a la mujer que
había elegido para compartir sus días, gritando por esa boca envenenada por los
celos, que su futura mujer, era una mentira, como cada palabra que su corazón le
escribía cada día que pasaba a su lado, y como cada caricia que nacía cuando de
entregaba a él.

Llego hasta el baño, acompañada por Iván, que me deja sola, porque sabe lo que
viene ahora, sabe lo que necesito: llorar. No soporto que me vea así de hecha
polvo, porque eso lo destroza a él, sufre mucho por mí. Cada vez que ve como
una lágrima se derrama por mi cara, siempre escapan de sus labios las mismas
palabras: “nunca más volverá hacerte daño, no lo permitiré, está fuera de tu
vida para siempre. Esta vez se acabó, Julen Anderson ha muerto para esta
familia”.

Repito un ritual de autocompasión cada vez que entro aquí, y me refugio entre
estas cuatro paredes del baño. Me quedo desnuda frente al espejo, me coloco de
lado, de frente, y paseo mis manos por encima de mi vientre, acariciando mi piel,
aquella que escondía a mi hijo perdido, y que ni siquiera sabía, que era parte de
mí, hasta que nada se pudo hacer por él. Mis dedos dibujan mi tatuaje, mi regalo
de cumpleaños para Julen, para que tuviese presente lo importante que es mi
vida, que no hay otro hombre que pueda tener mi corazón.

¿Por qué dudaste? Pero que poco ha servido grabar sobre mi cuerpo cuánto lo
amo, porque no creyó en mí, ni siquiera ha escuchó el latido que vive bajo su
pecho. Arden…palpitan… estas letras queman mi piel, las siento como espinas
que desgarran mi alma, recordándome porqué todo se acabó…

para siempre…

Solamente existes tú para mí…

Te necesito para respirar… conocí el verdadero sentido de la vida cuando te


encontré…

¿Podré vivir sin ti?


Mira hacia delante Valeria, nada bueno queda en ese pasado…Caminas sola, la
felicidad, no será un regalo que caerá gratuitamente sobre ti, si no que hay que
salir a su encuentro, luchar por ello, no rendirse nena. Tienes que ser fuerte por
los tuyos, por ti, pero no te rindas…

Julen te ha fallado, te ha abandonado cuando debía cuidarte, te prometió un amor


eterno más allá de esta vida, pero todo se ha quedado en nada, en algo irreal.

Eso es en lo que nos hemos convertido, en un sueño roto, nada más…todo ha


terminado…

Julen te ha echado de su vida, ha decidido por los dos, y la consecuencia a todo


lo que ha pasado, es que habéis perdido un hijo… Vuestro bebé, ni siquiera
puedo creerlo todavía, esto me parece surrealista, injusto…

Siento rabia, dolor, mucho dolor, una agonía que aprieta mi corazón para que
sangre, haciéndome gritar en silencio, porque nadie puede escuchar mi llanto…

Julen se enterará de lo ocurrido, es más, pronto sabrá la verdad de lo que ha


pasado realmente con esas fotografías, pero para entonces, será tarde, muy tarde.

Julen, lo jodiste todo abriendo un abismo entre nosotros, que crece sin detenerse,
devorándome a su paso, para arrastrarme hasta el infierno. Allí me encuentro…

Y la locura se desata en Manhattan…

Julen golpea la pared con sus puños hasta que sangran, no se detiene, nadie
puede frenarlo, aquello que acaba de descubrir, es lo que su corazón le lleva
gritando días, desde que esas jodidas fotografías llegaron a sus manos.

Baby…lo siento…lo siento tanto…

Trevor y Neimar lo detienen contra su voluntad. E so, o terminará por romperse


los nudillos, está a punto de reventarse los huesos. Los Black están con él, no lo
han abandonado desde que Valeria se fue, saben que los necesita, y han tenido
que cubrirlo para que su familia no sospechara nada de lo ocurrido. Pero por
poco tiempo, pronto todos sabrán la verdad, de hecho, alguien ya se ha enterado
de lo ocurrido con Valeria, y eso, traerá graves consecuencias…

- Néstor, vete al baño y trae algo para curar las heridas, iremos al hospital, pero
antes, limpiaremos los cortes- ordena Trevor con la voz tan firme como siempre.
Los Black siempre han cuidado de Julen y Valeria. Ahora solamente de él. Su
jefe llevaba dos días encerrado en sí mismo sin querer escuchar a nadie, cegado
por los celos, sin atender a razones. Pero cuando Trevor y Dan, han averiguado
lo que en el fondo ya sabía, tanto él como los chicos. Antes de que hiciese una
locura, le han contado la verdad sin poder evitar, que su piel rasgue la pared, al
demostrarle que las fotografías estaban manipuladas.

Suena el timbre, alguien acaba de llegar…

Dan ha ido a abrir la puerta, pero apenas ha llegado a tocar el picaporte para
abrirla, cuando la empujan con fuerza y tiene que apartarse, para que no le
golpee en toda la cara.

- ¿Dónde está ese hijo de puta? – Jorge enfoca su mirada en su objetivo. Sus ojos
están llenos de odio

hacia

Julen-.

¡Eres

un

grandísimo hijo de la gran puta!-

Jorge intenta llegar hasta él para golpearlo, pero Alan y Tony, que han entrado
detrás de él, lo detienen. Está fuera de sí, parece poseído por el mismísimo
diablo.

- ¡Cariño, basta, detente! ¡Lo prometiste! - Tony coge la cara de Jorge para que
lo mire, intenta relajarlo, pero no hay forma de calmarlo. Dan tiene que
ayudarlos cogiéndolo por los brazos. Así es como Tony puede conseguir que su
novio le preste atención, está cegado por el dolor de aquello que golpea su alma
de amigo. Su niña, su dulce Valeria, llora lágrimas de sangre y él no está a su
lado. Eso lo mata.

- Te mentí, ¡quiero matarlo!- el sufrimiento que siente baña el rostro de Jorge.


Sus ojos negros derraman el dolor de su corazón, que solloza por su mejor
amiga. Iván le ha revelado hace apenas unos minutos el calvario que está
viviendo Valeria-. ¡Déjame matarlo Tony, quiero que sufra, que sienta el mismo
dolor que mi chica, por favor…!- su novio lo abraza cuando deja caer su frente
en su hombro.

Alan y Dan, no lo sueltan, no se fían. Y hacen bien, porque solo pasa un minuto,
hasta que vuelve a retorcerse lleno de rabia, cegado por todo lo que sabe, y por la
impotencia de no poder estar al lado de Valeria.

Julen se acerca a ellos. Sabe que se ha equivocado, que le ha hecho daño a la


mujer que ama, a los dos, que tendrá que arrodillarse ante ella para pedirle
perdón por desconfiar de su amor.

Entiende que Jorge esté cabreado, pero lo solucionarán, siempre lo hacen. Nada
podrá separarlo de Valeria.

- Jorge, escúchame- dice Julen cuando se planta frente a él. El valenciano lo mira
con cara de asco.

- No, escúchame tú a mí, maldito cabrón- quiere decirle todo aquello que sabe y
por lo que ha venido hasta aquí, para hundirlo más de lo que parece estar, para
que sepa la mierda de hombre que es, que no se merece a la mujer que ha tenido
a su lado. Y que hará todo lo que esté en su mano, para que nunca más vuelva a
tocarla. Julen lo interrumpe sin que pueda decir nada más.

- Sé que estás enfadado porque ella te habrá dicho lo que ha pasado. Yo también
lo estoy conmigo mismo por cegarme por los celos. He sido un estúpido al
desconfiar de Valeria, pero esas fotos…

- ¡Están manipuladas gilipollas!

¡Todos los que conocemos a esa mujer que se ha entregado a ti con toda su alma,
lo sabría!- su cara se decompone al gritar-. No mereces nada de ella, ni siquiera
eres digno de su desprecio. ¿Cómo has podido pensar que te engañaría con
Ángelo o con algún otro? Esa chica te amaba Julen, esa mujer…

- Me ama, no hables en pasado Jorge. –El rostro de Julen muestra la seguridad


con la que habla-.

Valeria es mía, y eso no cambiará nunca.


- ¿Tuya, jodido cabrón?- Jorge suelta una carcajada preso de la histeria del
momento-. Me río de eso, de tu estúpida seguridad cuando hablas.

- Mía- responde Julen sin amilanarse. La tensión fluye en el ambiente.

- ¡Soltadme, joder! – pide Jorge con una sonrisa maquiavélica, sonríe de medio
lado-. No pienso poner mis manos sobre este saco de mierda- mira a Tony-. Te lo
prometo, cariño. Esta vez de verdad…- dice haciendo un gesto gracioso con los
ojos. Tony asiente mientras Alan y Trevor lo sueltan.

Se acerca hasta quedar a escasos centímetros de la cara de Julen-Dejó de ser tuya


en el momento que la echaste de tu vida, tú decidiste dejarla marchar.

- La rabia me pudo, lo que descubrí en esas…

- Eran una trampa, idiota- escupe Jorge.

- Lo sé ahora…- Julen se pasa una mano por el pelo alejándose de Jorge-, y en el


fondo de mi corazón, sabía que eran falsas, pero me cegué, verla en brazos de
otro hombre, tocándola, besándola…

¡Nick hizo un buen montaje, joder!

Sé que fue él- se gira para encarar a Jorge-. La carta que me escribió lo decía,
guardaba una última baza para conseguir separarme de ella, y funcionó, pero te
prometo que iré a buscarla, ya he dado la orden para que preparen el avión, salgo
para España en una hora. Sé que se ha ido, Dan la llevó al aeropuerto.

Pensé que se iría a vuestra casa-Tony asiente para que continúe-. La he llamado
varias veces, pero no me coge el teléfono…

- Ni te lo cogerá nunca más, imbécil- responde Jorge.

- ¡Jorge, joder!- Julen contesta frustrado con el gesto desencajado-

¡sé que me equivoqué, pero entiéndeme, me volví loco! Yo…

- Tú nada Julen- responde el español. Tony coloca una mano sobre su hombro
para que deje de atacar a su amigo.
- ¡Basta Jorge, te veo venir, y no puedes utilizar eso para hacerle daño!- intenta
frenar la lengua de sus pareja.

- Es cierto- dice Alan-, creo que las cosas ya estás bastante jodidas, como para
empeorarlas más haciendo un daño innecesario. No eches más sal a la herida
Jorge, cuando lo sepa, ya…

- ¿De qué estáis hablando? Estoy aquí, os recuerdo que no me he vuelto ni sordo
ni invisible- Julen se pone tenso al sentirse perdido.

- Créeme si te digo que sé muy bien que te tengo frente a mí. El olor a basura
inunda esta habitación.

- ¡Jorge!- grita Tony-. ¡Déjalo ya, joder, te lo pido por favor!

- ¿Qué cojones está pasando en mi casa, Tony? Sé que la he cagado con Valeria,
pero sabéis que esto os hubiera

pasado

todos

si

estuvieseis en mi lugar - su mirada se

cruza

con

la

de

Alan,

recordándole todo lo que ocurrió con Beth-. Ver a tu prometida besándose con
otro, abrazada a él de
esa

forma

tan

íntima,

tocándola…- Julen aprieta los dientes con fuerza-…no…no pude pensar con
claridad, sólo pensé que había sido engañado por la mujer por la que daría mi
vida. Pero ahora, ya sé que esto sólo es una piedra más que este jodido mundo ha
vuelto a interponer en nuestro camino, pero que sabremos patear con la fuerza de
lo que sentimos el uno por el otro, una vez más.

- Lo dudo- responde Jorge, cruzando los brazos sobre su pecho desafiando a


Julen con su pose-.

Esta vez no la moverás, la piedra se ha convertido en un muro tan alto, que no


podrás mirar lo que hay al otro lado.

- ¿Por qué? ¿Acaso crees que voy a renunciar a Valeria? Voy a casarme con ella
el mes que viene.-

Julen habla mirando a todas las personas de la habitación-. La he jodido,

mucho…-

susurra

pasándose la mano por el pelo-. He metido la pata hasta el fondo, llenándome de


mierda hasta el cuello, pero sé que ella me perdonará, porque en el fondo, sabe
que la amo más que a mi vida, lo es todo para mí, es mi sueño hecho realidad.

- Eso ya no es suficiente, ya no sirve de nada lo que puedas sentir por mi chica-


Jorge se acerca a Julen-. Acéptalo Anderson, no puedes hacer nada por
recuperarla.

Existe un muro impenetrable entre vosotros, tú lo has construido.

- Jorge…-dice Tony conciliador para que no se acelere nuevamente, para que la


sangre no llegue al río.

- ¿Yo?- exclama Julen sorprendido. Mira a Tony, sabe que aquí se está cociendo
algo de lo que no ha sido informado -. Déjalo hablar, él sabe algo que yo no sé y
de lo que al parecer, vosotros dos también estáis al tanto. Escúpelo Jorge, dime
cómo he podido hacer yo semejante obra de arte, porque que yo sepa, fue Nick
quien lo manipuló todo- Julen adopta esa pose chulesca que le da el aire de chico
malo y que vuelve loca a más de una. No ha dejado que nadie le cure las heridas
de sus nudillos y tiene sangre en la ropa y la cara.

Está manchado por todas partes, pero al menos, ha dejado de hacerse daño.
Parece que venga de una guerra, aunque la auténtica batalla, está por llegar…

- Nick era un pirado obsesionado contigo, y sólo hizo lo que creyó mejor para
tenerte cerca. Has comprobado que las fotografías son falsas, cosa que yo no
necesitaba saber.

- Ya te he dicho que en el fondo, yo tampoco creía que mi española pudiese


engañarme. Me cegó la rabia, el dolor de lo que estaba viendo, fue terrible verla
en brazos de otro, pero ya estoy pagando por ello,

ella

también.

Nos

compensaré a los dos por mi estupidez, y haré que olvidemos esto,


demostrándole cuánto la amo.

- ¿Olvidar? Eso será imposible.

- ¿Por qué? Hemos pasado por cosas peores, estuvimos dos años separados
viviendo un infierno, al no poder estar uno al lado del otro, y no ha existido para
mí nada más doloroso que ese tiempo en el que vivimos alejados. Los dos
sufrimos una gran pérdida, la mayor de nuestra vidas, así lo sentimos.

- Te equivocas, hay otra pérdida, que dicen que está por encima del amor de tu
pareja. La desconozco, pero parece una verdad universal.

Nunca juzgaré el dolor de las personas en función de lo que han perdido,


ninguna pérdida se puede medir o clasificar como que una duele más que otra,
pero te aseguro que esto mata algo en ti, y eso será para siempre.

Julen contrae el gesto, porque no entiende a dónde quiere llegar Jorge.

Mira a sus amigos que no se enfrentan a sus ojos, fijando los suyos en el suelo.

- ¿De…de qué hablas Jorge?-

Julen apenas puede hablar, los engranajes de su cabeza se han puesto en marcha,
y no parecen darle una respuesta que entre dentro de sus esquemas.

- Dicen aquellos que lo viven, que por encima del amor de tu vida, está el amor
de un hijo, porque es carne de tu carne, sangre de tu sangre, un lazo irrompible –
La respiración de Julen se corta-. No como el de aquel ser, que tiene el poder de
clavarte un puñal en el corazón, y puede quedarse en el camino cuando sigues
avanzando sin él porque te ha fallado o porque ha dejado de amarte. Un hijo es
eterno, viaja hasta el final de la vida a tu lado. Siempre en tu corazón.

- ¿Un hijo? Pero Valeria y yo no…- Julen siente que sus piernas tiemblan,
apenas soportan el peso de su cuerpo…

- Valeria estaba esperando un hijo tuyo Julen- sin más Jorge escupe esas palabras
con toda la furia que lo llena, que acompaña al dolor que siente al saber por lo
que está pasando su amiga.

Esas palabras golpean el pecho de Julen, haciéndolo retroceder lentamente, el


aire no llega a sus pulmones, su corazón ha dejado de latir…

- ¿Estaba…? – pregunta apenas sin poder articular palabra. Mira a Jorge,


mostrando la palidez de su bello rostro.

- Lo ha perdido, gracias a ti Julen- Jorge no detiene su ataque.

- ¡Jorge, no seas injusto, esto no es culpa de nadie! ¡Sólo de un enfermo mental


que ha jugado muy bien sus cartas!- le reprocha Alan.
- ¿Qué estás diciendo? – la incredulidad asola a Julen, no puede ser verdad lo
que está escuchando-.

Eso…eso no puedo ser…- las piernas

de

Julen

finalmente

flaquean, y antes de que Alan y Tony lleguen hasta él, cae de rodillas frente a
Jorge, esperando la estocada final.

- ¡Jorge, cállate, por favor!- Tony no puede evitar llorar al ver a Julen en ese
estado. Sabe que esto lo matará.

- ¡No…no…no…!- apenas se escucha la voz de su amigo derrotado en el suelo.


Julen levanta la mirada, con lágrimas cayendo por su cara esculpida por los
dioses.

Incluso así, duele mirar su belleza.

La perfección masculina hecha carne-. Quiero que hable…déjalo decir aquello


que ha venido a escupirme en la cara- es increíble ver a este poderoso hombre
rendido de esta forma…

- Julen, deberías tranquilizarte un poco, esto…- dice Alan.

- Por favor Jorge- verlo en ese estado, debería ablandar el corazón del español,
pero no es así, porque sólo piensa en ella, en Valeria, aquella que no quiere vivir,
que se siente culpable por lo ocurrido, y que apenas come, consumiéndose cada
día. Se está destruyendo.

- Vuestra discusión, todo lo que ocurrió en estas cuatro paredes, le ha provocado


un aborto Julen. Ha estado ingresada en un hospital, ahora ya está en casa de sus
padres, desde hace dos días, porque no quiso quedarse allí. Esos días, en los que
al parecer, te has encerrado en ti mismo, regodeándote en tus fantasmas,

la
mujer

que

te

necesitaba a su lado, perdía a vuestro hijo, porque no fuiste capaz de ver más allá
de esas putas fotos.

La has destrozado Julen, has roto a tu familia, aquella que habías formado con
Valeria.

- No…no es verdad- se coge la cabeza

con

ambas

manos

desesperado, no queriendo escuchar lo que Jorge le está revelando-.

Valeria se toma la píldora, nunca se las olvida, es un reloj, ella…no puede estar
embarazada…

- Podía. – lo corrige Jorge-. Iván es quién me ha llamado y me lo ha contado


todo. Ella no puede hablar de esto, ni siquiera se ha puesto al teléfono, no tiene
fuerzas para contármelo- Jorge se emociona, su voz tiembla-. Se encierra todo el
tiempo en el baño para llorar, porque no quiere que su familia la vea destrozada.

- Tony…- Julen habla con voz suplicante-…dime que lo que tu novio dice es
mentira, que sólo está enfadado conmigo, porque he sido un auténtico gilipollas
con la mujer que amo. Dime que no es cierto que Valeria ha perdido un bebé,
nuestro bebé…dímelo por favor…dime que no es cierto, joder, dime que no he
podido

destrozarnos

de

esta
manera…- Julen llora desesperado cogiendo por lo hombros a sus amigo,
arrodillados uno frente al otro.

Tony abraza a Julen, es como un niño ahora mismo, roto por todas partes,
indefenso ante este duro golpe que le ha dado la vida.

- Lo siento, amigo. Te juro que daría lo que fuese por cambiarlo, porque tú y Val
no tuvieseis que pasar por esto, parece que nunca vais a dejar de sufrir, que el
mundo no os deja vivir vuestro amor en paz.

- Entonces… ¿es cierto? – mira a Alan por encima del hombro de Tony,

que

asiente

igual

de

emocionado.

- Sí, lo siento Julen- responde Alan.

Sin que nadie lo espere, se levanta del suelo y empieza a pasearse como un loco,
dejando a todos con la boca abierta.

- ¡No, no y no! ¡No acepto esto, mi hijo todavía no tenía que llegar!

Sabíamos que queríamos bebés, pero no ahora, no era el momento, ¡pero si


vamos a casarnos antes, joder! ¡Primero es la boda! Estáis equivocados- los
señala-. Los tres estáis

equivocados,

ella….ella

siempre ha sido muy cuidadosa con todo eso. Yo…- está muy nervioso -

…yo soy un desastre, sé que también es mi responsabilidad que se tome la


pastilla, pero mi cabeza… siempre piensa en lo mismo, al igual que otra parte de
mi cuerpo, en poseerla, en hacerla mía a cada segundo...- Julen sonríe triste al
recordar sus conversaciones con respecto a este tema con Valeria. Su corazón
está a punto de explotar, porque no tiene cabida en su mente, lo que sus amigos
le están contando-. La deseo todo el tiempo, y cuando la tengo cerca, el mundo
se mueve bajo mis pies, desaparece y sólo existimos ella y yo.

- Hasta que desconfías de ella y la echas de tu vida como si fuese la peste,


entonces ese mundo, ya no es tan

maravilloso-

dice

Jorge,

atacándolo de nuevo. No siente ninguna lástima por Julen, sólo tiene en mente a
su mejor amiga y todo aquello por lo que estará pasando, y él no está a su lado
para abrazarla y protegerla. Eso es lo que envenena cada palabra que sale por su
boca.

- No resucites ese tema Jorge-pide Alan-.

Todos

los

aquí

presentes hubiésemos reaccionado igual.

- No lo creo, no hasta el extremo de hablarle de esa forma a la persona que amas,


sin darle una oportunidad

para

explicarse-

responde Jorge.

- Eso habría que vivirlo cariño-dice Tony-. Es tu dolor el que habla esta noche -
Tony se acerca a Julen y le aprieta el hombro-. Pero sí ha pasado, nadie está
equivocado con respecto a eso.

- Eso da igual. La cuestión es que no quiero que vuelvas a acercarte a ella.


Valeria ya no existe para ti, Julen.

- ¿Estás loco Jorge?- la rabia llena cada poro de la piel de Julen-.

¿Acaso crees que voy a renunciar a mi mujer? Me necesita, y yo a ella,


acabamos…- su voz se apaga-…¡de perder a nuestro bebé, joder!

Quiero estar a su lado, abrazarla, decirle que todo saldrá bien, que tendremos
muchos hijos, que esto que ha pasado…

- Os ha separado para siempre.

Ella también lo piensa. Este mensaje me lo ha dado su hermano para que te lo


diga. No la busques, no la llames, no quiere saber nada de ti, para ella eres el
pasado, uno del que desea olvidarse.

- ¡Mientes!- grita Julen-. Valeria nunca diría esas palabras, al menos no las
sentiría de verdad. Puede odiarme ahora mismo, pero me ama incluso más, los
dos sentimos un amor infinito el uno por el otro Jorge, eso no cambiará jamás.

- No puede dejar de amarte, eso lo tengo claro, y su familia también, pero puede
mirar hacia delante empezando de cero sin que tú puedas herirla otra vez.

- No puedo prometer que no le haga daño otra vez, en el amor no hay garantías,
pero sí tengo la certeza de que somos almas eternas, destinadas a vivir unidas
por el amor que nos unió desde aquella primera mirada.

- Un amor imposible, Julen.

Acéptalo- Jorge quiere que asimile estas palabras.

- ¿Imposible? ¿Valeria y Julen imposibles?- Julen se acerca a Jorge muy seguro


de lo que va a decir-. No hay nada imposible entre Valeria y yo. Es mi destino, y
pienso salir a perseguirlo, porque ella es la única dueña de mi corazón, tiene la
llave del candado que me ancla a su alma, y que tiramos juntos al mar de Ibiza,
la primera noche que la hice mía, porque supe entonces que era suyo – Recorre
con la mirada a todos los presentes antes de decir-.
Me voy a España para casarme con Valeria, y empezaremos nuestra nueva vida
en Manhattan, donde llegarán más hijos que calmarán este dolor que sentimos, y
que…-

suelta el aire paseando esos profundos ojos azules por cada una de las personas
que lo escuchan, hasta encontrarse con unos pozos oscuros

que

lo

miran

con

desprecio. Derrotado y apenas sin fuerzas, porque todas las emociones que
sacuden su interior, afloran al darse realmente cuenta, de lo que ha pasado, de
ver la realidad de frente.

Habla demostrando el torrente de emociones que inundan su interior-.

He sido un cabrón con la mujer que amo, me siento confuso, pero sobre todo
impotente y muy asustado. Sé lo injusto que he sido con Valeria, me cegaron los
celos, y ¡joder Jorge, deja de castigarme con tu desprecio! ¡Yo también he
perdido a mi hijo, y a mi mujer, lo he perdido todo!

- Así es, lo has perdido todo Julen- sentencia Jorge.

- No aceptaré eso jamás. Voy a casarme con ella, la recuperaré, me arrastraré


hasta el último infierno si hace falta por tenerla otra vez en mi vida. Ella es mi
vida, mi destino – Tony y Alan asienten conformes-.

Trevor, Dan, prepararlo todo, salimos en una hora para España.

Voy a buscar a la razón de mi existencia, voy a perseguir mi destino, mi corazón.

- Será una guerra muy dura, Julen- dice Alan.

- Una lucha encarnizada-continúa Tony.

- No veo mejor manera de morir, que por aquello que le da la vida a tu corazón -
dice Julen.

Voy a por ti amor, pronto estaré a tu lado mi vida, para consolarte, quiero
calmar el dolor que he vertido sobre nuestros corazones. Te buscaré, te
encontraré, y te demostraré que somos uno, y que tú y yo, somos un para
siempre…

Ahí va un hombre enamorado rumbo a España, en busca del amor perdido por
causas ajenas a las partes implicadas, y que ha destrozado dos almas puras
cubriéndolas de odio, relegando el amor a un segundo plano.

¿Quieres saber cómo continúa la historia de Julen y Valeria? ¿Habrá perdón


para Julen después de romper en mil pedazos el corazón de su española?

Madre mía…¿tan duro es amar…?

El amor es pasión, deseo, confianza y respeto, pero también está hecho para los
valientes, aquellos que arriesgan y apuestan porque nadie dijo que amar fuese
fácil. Julen Anderson y Valeria Fernández, ¿ganará su amor por encima de
todas las cosas? ¿O todo habrá acabado para los protagonistas de Saga
Imposible?

¿Nos adentramos en “Tú y yo para siempre” y conocemos la respuesta…?


Julen
Jodido avión, siento que no se mueve, parece estar suspendido en el aire sin
parpadear un solo segundo. Quiero aterrizar en Valencia, correr hasta llegar a mi
destino, uno que solo tiene un nombre para mí: Valeria.

Después de la locura que se desató en mi apartamento, cuando cayó sobre mí la


verdad más dura que jamás haya conocido… Un bebé, Valeria y yo hemos
perdido un hijo, y todo por mi culpa, yo provoqué que esa vida no haya conocido
la luz del sol, porque desconfié de su madre, la castigué con mis palabras
hiriendo su alma, destrozando su corazón. Su cuerpo no pudo soportar el dolor
causado y todo ha desembocado en algo cruel, es un castigo injusto…no
merecíamos esto…

bastante teníamos ya con las fotos de Nick…¡Cabrón!…Si no estuviese muerto


yo mismo lo mataría, lo juro.

Dan averiguó que las fotos eran suyas, ese era el mensaje de su carta, todo
cuanto estuviese en su mano, para destruir mi relación con Valeria, era lo que él
tomaría sin más para lograr su objetivo, todo por ese único fin que era lo que
movía su locura, romper nuestra pareja en mil pedazos. Y vaya si lo ha
conseguido, lo ha destruido todo, los celos y la desconfianza han barrido el
poder de los sentimientos. Nick ha llegado más allá, de donde jamás hubiese
imaginado, llevándose con él la vida de nuestro hijo.

Mi niña, voy a por ti para abrazarte y cuidarte…

No sé cómo voy a enfrentarme a ella, cómo voy a poder conquistarla de nuevo


para que regrese a mi lado y me perdone. No lo sé. Valeria sabe tanto como yo,
que por separado somos dos seres incompletos, sin alma, que vagan por el
mundo perdidos sin rumbo fijo.

Pero tal vez esa sea mi condena, perderla a ella también por ser tan estúpido, por
dejarme llevar por lo que mis ojos me mostraron sin haber hablado las cosas
antes. Joder…fue horrible ver esas imágenes de mi chica con Angelo, creí morir
cuando las tuve entre mis manos, no fui capaz de pensar en nada más, que no
fuese que mi prometida estaba engañándome con un amigo. ¡Estúpido, estúpido,
eres un jodido estúpido Anderson, las has cagado pero bien!
Kai está descansando sobre mis piernas, no se ha separado de mí, echa mucho de
menos a su mamá, y yo también. Ha dormido pegado a una camisa de Valeria, su
olor está en ella, y él lo sabe, por eso no se separa de esa prenda de ropa. Perro
listo.

Cuando las cosas se calmaron un poco en aquellas cuatro paredes de mi casa,


todo se volvió una locura otra vez unos minutos más tarde. Todos terminaron en
mi casa, mi abuela incluso, me llamó histérica para decirme que subiese
inmediatamente en un avión a buscarla, en el cual me encuentro, y me dijo que
ya hablaríamos cuando regresara con mi chica. Mi familia y nuestros amigos, sí,
incluso Jorge, están aquí compartiendo el mismo aire conmigo. Todos viajan a
España. Quieren verla, abrazarla, necesitan tanto como yo saber que ella está
“bien”…por decirlo de alguna forma, saben que ese no es el punto.

Después de todo lo que ha pasado y sigue pasando, todo es un caos a mi


alrededor.

- Todo saldrá bien- Yara me aprieta una mano-, está loca por ti.

- Valeria me dijo una vez, que el amar no es suficiente cuando la confianza se ve


rota, sin ese vínculo, no hay relación posible. Y

tiene razón, sino cree en mí, en nosotros, nada podré hacer. Y yo he sido el
primero que no confió en ella, me he comportado como un auténtico cabrón,
Yara- sueno desesperado, pero lo estoy, y tengo miedo, mucho miedo a perderla
para siempre.

- Oye- susurra, todos aquí duermen-. Mírame peque- lo hago con las lágrimas
cayendo por mi cara. No han dejado de aparecer desde que soy consciente de lo
que he hecho. Acaricia mi rostro-. No será un camino fácil, tienes que llegar a su
corazón, que ahora está herido, y estoy segura que no ha dejado de latir por ti ni
un solo segundo. Ella te ama, pero también te llora. Lo hace por ti y por vuestro
hijo perdido. Eso ha sido terrible ¡Dios Julen!- se coge la cabeza-

¡Estoy deseando abrazarla! Ha tenido que ser tan duro lo que ha pasado. Perder a
ese bebé sin ti a su lado…

- Basta hada, no necesito más mierda

sobre
mí-

contesto

cabreado.

- No intento hacerte sentir peor, pero esa es la verdad. Las cosas son como son, y
no podemos obviar lo que ha pasado y cómo ha ocurrido.

Ello determinará muchas cosas que están por llegar, y tienes que estar preparado
para todas ellas.

- Estoy acojonado, muerto de miedo, no sé cómo enfrentarme a esto…

Alguien se sienta frente a mí. Estamos en la zona de descanso del jet.

- Esto tiene que tener un final feliz,

os

lo

merecéis,

todos

necesitamos eso- Alan.

- ¿Y tú, amigo? ¿No mereces el tuyo?- le pregunto. Se recuesta hacia atrás


soltando el aire. Puedo ver lo agotado que está. No saber nada de Beth, no poder
ir a buscarla porque no tiene por donde empezar, lo está torturando cada día. Y
ahora, voy yo y añado más sal a la herida.

¡Bien por ti, Julen!

- Esa mujer me está volviendo loco, y no sé cómo, pero la encontraré, mi vida


depende de ello. Pero vamos a solucionar primero la tuya, los problemas del
corazón, de uno en uno- dice con una triste sonrisa. Siempre intenta animarme,
por muy jodido que esté, sigue preocupado por mí. Amigos, divinos tesoros…

- Gracias Alan, te debo una- le contesto.


- Yo diría que muchas, pero bueno, ya veré cómo me las cobro.

- Estoy segura de que algo se te ocurrirá, esa mente es muy sucia-dice Yara.

- No lo sabes tú bien, preciosa-es un provocador.

- Alan, ya te dije una vez, que solamente en tus sueños- mi hermana lo señala
mientras se levanta.

- Tú te lo pierdes, pero sé que hubiese sido la leche- siempre ha mantenido un


ligero tonteo con Yara. Nunca llegó a nada con ella, y sé que es porque era mi
hermana, no sé por qué hubiesen tenido algo más que palabras si ambos no
detienen este juego. Ella se lo seguía, pero al final nada más de esa línea, que
decidieron no pasar. Conociéndolos a los dos, estoy seguro de que nada los
hubiese frenado de sentirse atraídos realmente, lo que ocurre, que a todos nos
gusta sentirnos vivos, como se suele decir, nos da vidilla.

Yara me da un beso en la mejilla, antes de despedirse e irse a descansar.

Nathan duerme en una de las habitaciones con mi sobrina, que está como loca
por volver a España y ver a su gran amiga de Ibiza, Dana, la sobrina de Marco.
Haremos lo posible para que puedan verse, aunque no sé lo que ocurrirá desde el
momento que pisemos Valencia, allí se decidirá todo. Lo único que tengo en
mente es correr al lado de Valeria, seguir a mi corazón que pide volver a la vida.

No me coge el teléfono, Jorge ha llamado para decir que estamos de viaje, y sé


que eso también lo ha hecho, para ponerla sobre aviso de que estoy de camino.
Voy a tener que derribar muchos muros antes de llegar hasta ella, y el peor de
todos se llama Iván. He podido escuchar los gritos a través del móvil de Jorge,
cuando han hablado de mí. Pero eso no va a detenerme, tiene que entender que
tengo que verla, hablar con ella, tiene que saber que la amo por mucho que me
haya equivocado. Esto nos ha hecho daño a los dos, somos víctimas de un loco,
yo nunca quise que todo esto ocurriese, jamás me perdonaría herirla de forma
consciente.

Sólo espero que su corazón no se haya olvidado de todo lo que hemos vivido, de
aquello que sentimos el uno por el otro desde que nos conocimos en Demonia,
que recuerde esa mágica noche en nuestra suit en el Juva…

Por favor baby, no me olvides, vuelve a mí…


- ¡Hola chicos!- Tony. Su cara es signo de lo que estaba haciendo, ha conseguido
dormir un par de horas, algo imposible para Alan y para mí.

- ¿Has dejado a la fiera en la cueva, bien dormidita?

- No te pases Alan- responde levantando una ceja-, es su mejor amiga, una


hermana para él. Es normal que quiera protegerla.

- Joder, ¿de quién, de Julen?

Sabe perfectamente que ambos están jodidos, y el golpe que ha recibido Julen lo
ha rematado. Y por lo que pude ver, ha disfrutado con la estocada final que le ha
dado, cuando ha soltado la bomba- Alan aprieta los dientes. Está muy
mosqueado con Jorge por cómo me ha tratado. Pero ahora mismo, toda reacción
es lógica, todos somos víctimas de lo que ha pasado.

- No voy a discutir contigo, amigo, esto nos ha tocado a cada uno de nosotros en
lo más hondo, nadie se ha librado. No es una guerra en la que tengamos que
posicionarnos- dice Tony-. No me mires así, Jorge es lógico que lo haya hecho,
Valeria es su chica.

- Es la chica de todos, nos ha robado el corazón- Alan me mira, y me guiña un


ojo sacándome una sonrisa.

- Estoy muy jodido, chicos, esta vez va a ser la batalla de mi vida.

- Así es- mi padre-. ¿Reunión de chicos y no se me ha avisado? ¡Soy vuestro

presidente,

muy

mal

señores!- aprieta mi hombro y besa mi cabello, al igual que cuando era un niño.
Creo que desde entonces no lo había vuelto hacer. Se sienta a mi lado, y lleva
una taza de café en la mano.

- Papá…
- Hijo, todo tiene solución. No puedo prometerte que será una que te guste, ojalá
estuviese en mi mano, pero lo que ha pasado es bastante grave.

- Pero la quiero, estoy loco por esa mujer, no puede dudar de ello.

¡Actué así por algo que llegó a mis manos, joder!- me desespero.

- Julen- mi padre me mira serio-.

Todos

hubiésemos

reaccionado

igual, pero la diferencia, es que en tu caso, ha pasado algo que ha herido


haciendo sangrar de verdad el amor que hay entre vosotros….-

niega con la cabeza-, y nunca mejor dicho, vuestros corazones han sido
aplastados. Ni siquiera sé qué decirte, todos estamos en estado de shock.
Creíamos que estabais en Ibiza, sin saber de vosotros porque…- se calla unos
segundos-

… ¡pues porque sois jóvenes y alocados y disfrutabais el momento antes de


regresar al mundo real!

¿Quién nos iba a decir, que hace unas horas tu hermana nos llamaría para
revelarnos algo tan cruel?

Realmente nunca terminamos de conocer a las personas, ese Nick nos tenía a
todos engañados. – Niega con la cabeza-. ¡Vaya par de dos, menudas piezas, él y
nelly! ¡Ver para creer!

- ¡El mundo está volviéndose loco!- dice Tony.

- ¡Pues que se detenga que yo me bajo!- responde Alan.

Los miro a los tres antes de contestar.

- Pues yo me aferro más a el que nunca, que tiemble todo lo que quiera, que me
sacuda con fuerza hasta tirarme al suelo, porque me levantaré cada vez que
tumbe, no me rendiré, nunca, nunca… voy en busca de mi destino, en busca de
todo lo que necesito: a mi española, a mi Valeria.
Valeria
Creo que no es el momento de enfrentarme a la verdad, no quiero…no puedo, no
tengo fuerzas de mirarlo a los ojos y ver en ellos la pérdida, la culpa…esa que
llevo conmigo y que no necesito que me recuerden. Cada noche vivo con ella,
forma parte de mí, me acompaña en este camino empedrado que parece que no
termina jamás.

- ¡Joder, no me da la puta gana, Valeria!- esto es una batalla desde hace unas
horas, desde el momento que sabemos, que Julen está de camino, viajando en su
jet hacia Valencia.

- ¡Iván, basta, no voy a cambiar de opinión!

- ¡No, no y no, me niego! ¿Por qué?- está fuera de sí.

- Porque es lo mejor.

- ¿Sabes que en cuanto lo tenga delante, voy a matarlo?- apoyado contra la


ventana, se frota la cara y se rinde, mirando el precioso día que ha caído sobre
nuestra hermosa ciudad, a pesar de que siento que para mí, hace mucho tiempo
que no sale el Sol.

Camino hasta él y lo rodeo por detrás, abrazándolo con todas mis fuerzas,
recostando mi cara sobre su espalda.

Unimos nuestras manos.

- Te quiero, cielo.

- Y yo ángel, por eso no puedo permitir que lo hagas- se gira para coger mi cara
entre sus manos.

- Mamá y papá están de acuerdo, el abuelo ya sabes que…

- Lo sé, lo sé…pero ni siquiera eso me basta. ¡No es justo, joder, nada

de
esto

debería

estar

pasando!-

se

siente

impotente

porque la situación se le escapa de las manos.

- La vida no es justa Iván, pero ha pasado, y debo afrontarlo, todos debemos


hacerlo, pero no así, necesito que sea a mi manera. Yo…

yo…- las lágrimas caen por mi cara, cada día aparecen, para recordarme lo débil
que me siento, desde que perdí a mi hijo…desde que perdí al hombre al que
amo…

todo cuánto tenía se me escapó de las manos…me quedé sin nada…así me


siento…vacía por dentro…

- ¡Ehh…shhh..!- se gira y me abraza-. No lo digas, no te lo permito, no más


Valeria, no más…

- Lo siento así, me quema por dentro todo el dolor que siento, me falta la
respiración cuando la pena aprieta, ¡es insoportable!- rompo a llorar, y él lo hace
conmigo.

- Si pudiera, me cambiaría por ti, si eso fuese posible, no lo dudaría ni un


segundo, para que no soportaras ese dolor que entristece tus ojos- me estrecha
más fuerte entre sus brazos-. Haría cualquier cosa por ti, para que nada pudiese
herirte.

- Me quieres y me cuidas, y lo haces muy bien. Te tengo Iván, eso calma la pena
que llevo dentro-acaricia mi pelo besando mi cabeza.
- No lo suficiente, lloras cada día sin que pueda hacer nada por ti- se siente atado
de pies y manos, inútil al no poder ayudar a su hermana y salvarla, como ha
hecho toda su vida.

- Lo haces todo, sin ti y sin nuestra familia, estaría hundida en la mierda. No hay
otra forma de clasificar esto. Y gracias a los míos, poco a poco, voy saliendo del
hoyo y empiezo a ver la luz, y cada día estoy más cerca de la superficie. He
tocado fondo, más bajo no puedo caer, sólo queda un camino, y es subir y subir
para coger el aire que me hace falta y que tanto necesito para enfrentarme a la
vida otra vez.

Sólo pido tiempo para aceptarlo, asimilar y digerir todo lo que ha pasado. Ahora
siento, que miro al mundo a través de los ojos de otra persona, que esta no soy
yo, que esta no es mi vida…- nos miramos a los ojos, ambos reflejamos la
angustia vivida-… ¡Dios mío, si en unos días íbamos a casarnos Iván, Julen y
yo! Teníamos un futuro juntos, miles de planes que se han esfumado, se han
quedado en sueños frustrados…y ahora… ¡no tengo nada! De repente, en un
segundo, el mismo en el que me enamoré de ese hombre, se ha convertido sin
más, en el tiempo más doloroso de mi existencia.

- Lo mato, está decidido- sisea entre diente alejándose de mí.

- No quiero que te acerques a él, no hagas una estupidez. Él también ha perdido a


su hijo, Iván. Eso es así.

- ¿De verdad crees que puedo sentir algo de lástima o empatía por él, después de
recoger a mi hermana del suelo de un aeropuerto, envuelta en

sangre?

finge

pensar

irónicamente-.

¿Te
respondo

educadamente, o prefieres las formas habituales que me nacen, cuando ese


cabrón sale en la conversación?

- De acuerdo, no es que quiera que seáis amigos, sólo que Julen…

- No lo nombres, por favor, mi estómago se revuelve, y hoy, he comido muy bien


después de varios días, de ver que mi hermana, no comía. Por fin, nuestra chica,
nos ha dado una alegría- sonrío y él lo hace también. Mi familia no tiene precio.

- Sí, el abuelo ha hecho una gran paella- le guiño un ojo y consigo que una
carcajada escape de sus labios. ¡Qué guapo está cuando sonríe!

Escuchamos unos pasos.

- ¿Quién osa nombrarme sin estar yo presente?- entra por la puerta uno de los
hombres de mi vida, el mejor.

- ¡Hola abuelo, ya te echábamos de menos!- me acerco y me abraza muy fuerte.


Últimamente es así con estos “chicarrones”, como si no quisieran dejarme
escapar. Estos últimos días, me dejo caer en los brazos de todos los que me
rodean…

El segundo día de hospital….Recibí la mejor de las visitas…

- ¡No me entra en la cabeza, te juro que por mucho que me lo expliques no me


entra!- mi pelirroja echaba humo. Marco no podía calmarla, nadie lo consiguió.
Ella e Iván son un frente unido, que no permitirá que Julen vuelva a estar cerca
de mí-. Por encima de mi cadáver, Val, ¿me oyes? ¡No volverá a ver tu preciosa
cara de cerca en su puta vida!

- ¡Ahí queda eso! - dijo Iván- ¡Yo contigo Lore! - se chocaron el puño y ella le
guiñó un ojo.

- Sinceramente, conociendo a Julen y lo que todos sabemos que siente por Val,
creo que nos estamos equivocando-

Marco
recibió

puñales

que

fueron

lanzados

duramente, y que salían directos de la mirada de su novia.

- ¡Cállate, no sigas defendiendo a ese yanqui, déjalo ya, Marco!- dijo Lorena.

- Tú tienes tu opinión, yo la mía-respondió él tranquilamente.

- ¿Ves dónde está ella? ¿Y sabes por qué? ¡Porque el cabrón de tu amigo lo ha
provocado, y no hay más qué hablar!

- No pienso igual- Marco y Lorena se retaban con la mirada.

- Chicos, calma- mi Lucy vino al rescate-. Val ya tiene suficiente, no necesita


que nosotros nos peguemos por ella y por Julen. Esto no va de posicionarse, aquí
sólo importa que nuestra chica se recupere a su debido tiempo, con nosotros a su
lado, apoyándola hasta el final.

- Por supuesto- dijo Marco mirándome-.

Preciosa,

estoy

contigo, no dudes de mí.

- Lo sé, tranquilo, entiendo tú postura por…

- Pues no entiendas nada, porque ya le sacudiré yo lo que haga falta, para que lo
entienda de la única manera posible- Lorena se cruzó de brazos en actitud
chulesca.

- Eso ha sonado muy porno- dijo Lucía.


- Ya lo creo- secundó Iván.

Todos estallamos en carcajadas. En medio de todo lo que está pasando, los míos
consiguen sacarme una sonrisa.

Son los mejores.

- Gracias- les dije limpiándome las lágrimas que caían y caían cuando los miraba
a cada uno de ellos, y pude ver, lo afortunada que soy, al tenerlos en mi vida.

Hay una persona a la que necesito, que nunca ha estado lejos cuando algo malo
ha ocurrido, pero que ahora es inevitable que ya no pueda tenerlo a mi lado en
momentos delicados. Jorge, mi Jorge, se volvió loco cuando Iván lo llamó.

Por fin hemos hablado, he conseguido articular dos palabras seguidas para
contarle cómo estoy, porque sé que está desquiciado, al no poder estar aquí. Se
siente fatal porque no puede ayudarme, pero si le añadimos a eso, que no podía
escuchar mi voz, eso lo estaba matando.

He hablado con Yara, con Kassi, ¡Dios!

¡Se han vuelto literalmente locas!

Hemos llorado, mucho…Kassi quería viajar con todos los que están a punto de
llegar a España, pronto estarán aquí…

Pero no se lo he permitido a mi pequeña y loca mujercita, prometiéndole que nos


veremos en breve… Ese breve, no tiene fecha definida, y menos en este
momento.

Beth es otra historia. Bastante tiene con su vida como para que yo eche más
mierda sobre ella, por lo que he decidido no contarle nada, y les he pedido a las
chicas que tampoco la informen. Tiene que restablecer su mundo, y darse cuenta
que es cerca de Alan donde podrá ser feliz de verdad.

Pero todo a su debido tiempo, pasará tarde o temprano, lo sé, esos dos cabezones
se merecen una oportunidad, aquella que no tuvieron en el pasado, por
circunstancias que propiciaron su distanciamiento durante años, hasta que sus
caminos han vuelto a unirse, y esta vez, seguro que hay un para siempre al final
del camino. Ese es un auténtico final de cuento…Para siempre…eso decíamos
nosotros…hasta el infinito y más allá…Creí cada letra, cada palabra, me tatué
que soy suya eternamente…

¿Por qué me dejaste ir? ¿Cómo hemos podido acabar así, y pasar por todo esto?
¿Qué le hemos hecho a la vida para merecer esto?

Solo tengo clara una cosa, y por mucho que a mi hermano, y a mi familia les
parezca mal, no queda otra que tomar decisiones, que a veces conllevan cambios
dolorosos, pero que a la larga, tienen que ser lo mejor. Creo…

De vuelta al mundo real…

Nunca me movería de aquí, del calor de mi familia, de mi hogar, ellos vuelven a


serlo. Julen se había convertido en todo para mí, primero él y luego el mundo, mi
corazón y mi alma pertenecerán a ese hombre eternamente, pero nuestros
caminos se han separado definitivamente, ya no podemos estar juntos, no hay
perdón para esto, demasiada mierda entre nosotros.

Tu corazón dice algo diferente…No lo escucho, no quiero, duele…duele


demasiado…

¿Estás segura de eso, Valeria? ¿Tan valiente te crees, si ese hombre se plantase
frente a ti? Permíteme que lo dude…

¡Cállate, cállate, cállate, no te escucho!

¡Tarará, tararí… paso de ti!

Recordar cómo me habló, es muy doloroso, echándome de su vida como si fuese


basura, no podía ni mirarme a la cara, después de ver aquellas fotografías
manipuladas, eso no puedo olvidarlo sin más, solo por tenerlo delante… ¿o sí?

Joder, a quién quiero engañar…Si es pensar en él y mi corazón se acelera, lo


echa de menos, todo de él. Pero al mismo tiempo, todo también duele… Ya sé
que fue Nick, quien estaba detrás de todo, aunque ya tenía esa certeza. Sólo
podía ser él por todo lo que había pasado…Joder, nunca pude imaginar que
estuviese enamorado de Julen.

Llegan a mi mente, las palabras que intercambiamos en una de las barras del
Juva, y hablamos de una mujer, o eso creía yo, porque él se estaba referiendo a
Julen. Ahora entiendo aquello de que “yo no tenía la culpa de nada, pero que a
veces pagan justos por pecadores” A eso se refería cuando quiso matarme.

¡Dios mío! ¡Estuve a punto de morir a manos de Nick…de Nelly! ¡Otra loca más
en el camino!

Lo que está claro, es que el amor es muy peligroso. Todo lo que tiene de bueno,
lo tiene de malo, ya que impulsa a las personas a matar, o a llegar hasta donde
sea para conseguir lo que anhelan…¡Una jodida locura! Tiene el poder de
destruir vidas al igual que de convertirlas en un auténtico paraíso. Dos caras de
una misma moneda, al igual que la vida…

- Ángel, sabes que me opongo a esto, siempre te he apoyado, pero esta vez no-
me separo de de él para respirar y coger aire, esto no es fácil para mí, pero lo
necesito.

- Abuelo, no pretendo que lo aceptéis,

simplemente

quiero

vuestro apoyo- niega con la cabeza, como si le resultase imposible creerse esto
que está pasando.

- Y te apoyamos, pero te queremos cerca, Valeria- dice Iván.

- No vamos a estar dándole vueltas a lo mismo, no más por favor, estoy muy
saturada. Papá y mamá

están

empeñados

en

acompañarme, y de verdad, necesito hacer esto sola- respondo mirando a estos


dos hombres maravillosos, que darían su vida por mí.

- ¡Te juro que lo mataré, voy a cargarme a ese cerdo!- grita Iván enfadado. Sale
por la puerta dando un portazo.

Miro al cielo derrotada cerrando los ojos. No quiero hacer daño a mi familia,
pero mi dolor me pide hacer esto, y más ahora, que Julen está a punto de
aterrizar en Valencia.

- Cariño- mi abuelo coloca sus manos sobre mis hombros-, lo que hablamos…

- Olvídalo, no debí decirte eso…

- Pero lo hiciste, y tienes que quitártelo de la cabeza, tienes que sacarlo fuera.

- Abuelo, me pesa demasiado, y me ahoga cada día, todo lo que ha ocurrido me


lleva a sentirlo, por encima de todas las cosas. Por eso debo irme, no puedo
enfrentarme a él, no podré mirarlo a los ojos.

- Es el hombre que amas, que te ama, todo lo que ha pasado ha sido una
conspiración de esta vida, que a veces nos pone pruebas, para que salgamos más
fortalecidos y enfrentarla

en

los

tiempos

venideros- cree esas palabras, pero sé que en el fondo ahora no le bastan. Intenta
que no haga lo que me pide mi dolor, porque sé, que él está muy decepcionado
con Julen.

- No tengo fuerzas…estoy cansada…dolida…todo

lo

que

siento…- me callo unos segundos para dejar que mis ojos expresen la emoción

que

los
llena,

desbordándolos una vez más -…y tú mejor que nadie lo sabe- a él se lo cuento
todo, cómo me siento de verdad, sólo he podido decírselo a él. Iván y mis amigas
se volverían locos, y mis padres, me encerrarían sin dejarme marchar.

- Ven aquí ángel…- me fundo con su cuerpo, dejando que proteja, al menos
durante unos segundos, aquí el mundo no puede tocarme.

Una nueva etapa está por llegar, una que jamás pensé tener que enfrentar, y es
aquella en la que Julen no estará a mi lado. Todo se acabó, nunca más
volveremos a estar juntos… ¿Nunca…?

No puedo, no quiero… Mientes y lo sabes…

Pero es que es imposible… No puede ser, que dos personas que se aman, se
hagan tanto daño. Tenía entendido que el amor era algo bonito, dulce, sublime…

que te hace crecer cada día, al lado de la persona que tu corazón ha elegido, para
compartir tu vida con él. Pero yo he conocido una cara del amor que no me
gusta, nada de los increíbles momentos vividos al lado de Julen, pueden
compensar todo lo malo que ha pasado…

Nuestro hijo perdido… ¿Cómo superar ese gran abismo que has abierto entre
nosotros, echándome de tu vida, como una bolsa de basura?

No hay nada más qué decir…está decidido, todo se ha terminado….para


siempre…tú y yo, Julen… Para siempre separados el uno del otro…corazones
que lloran en silencio. Sé que me amabas, pero ese lazo de amor, no fue
suficiente para mantenernos unidos…

Dios mío, no sabía que el dolor del alma, podía llegar a sentirse así…a doler
tanto…
Julen
Nunca el tiempo se ha ralentizado tanto a mí alrededor, esta mañana, todo se
mueve muy despacio, a cámara lenta.

Valencia parece estática, conspirando contra mí para que no llegue hasta mi


chica. Tenía un deportivo esperándome en el aeropuerto. Tony y Alan me
acompañan, el resto, incluido Jorge que no ha querido subir con nosotros, porque
me tiene demasiado asco, palabras textuales, viajarán en otro coche con mayor
número plazas.

- ¡Joder Julen, que esto no es un circuito ni una carrera, echa el freno colega!-
dice Alan. La verdad no es que el mundo se haya detenido, así me lo parece a
mí, porque no veo el momento de tenerla otra vez entre mis brazos para
consolarla, para pedirle perdón y decirle que la quiero, que soy un cabrón, pero
uno que la ama más que a su vida, más que a nada en esta y en la otra.

- ¡Tengo que llegar de una puta vez, Alan, mi cordura depende de ello!-

contesto

apretando

la

mandíbula. Mis dientes chirrían de la fuerza que hago.

- Tranquilízate, todo saldrá bien, y ella está en casa de su abuelo, eso dijo Yara-
Tony actúa como un bálsamo para mí en este momento, intenta calmarme desde
que subimos al coche. El mejor sin duda es Valeria, ella es la que le da sentido a
mi vida, y necesito tomármelo.

- Sí, mi hermanita, porque tu novio no suelta prenda, y esa sonrisa que ha puesto
al final, negando con la cabeza, esconde algo, y estoy intrigado en saber qué
es…

Veinte minutos más tarde…

Un coche entra de muy malas maneras al terreno de Matías. Rocco salta


alrededor, y ladra feliz a los visitantes que se están apeando del coche, aunque
uno de ellos, prácticamente se tira del vehículo, y corre hacia la casa, gritando
sin parar…

Julen ha llegado a su destino…

- ¡Valeria, Valeria… ¡- llego a la puerta principal de entrada a la casa, pero antes


de entrar, porque Matías

siempre

tiene

abierto,

aparece su silueta enorme entre el marco de la puerta.

Nos miramos unos segundos, su semblante no es el del anciano adorable y


amistoso de antaño, ahora tengo frente a mí, a un abuelo con muy malas pulgas.

- Deja de gritar, Julen- ya he dejado de ser hijo.

- Valeria, quiero verla, nece…

- No está aquí- responde cruzándose

de

brazos

mirándome… No soy bienvenido aquí, sus ojos me lo dicen todo.

- ¿Se ha ido a casa de sus padres?- pregunto intrigado. Hasta donde yo sé, había
venido a pasar unos días con su abuelo.

- No pienso responderte a nada más,

te
agradecería

que

te

marcharas- mis amigos se sitúan detrás de mí. Él los mira-. Buenos días
caballeros, siento que hayan hecho el viaje para nada.

- ¿Para nada Matías? ¡He venido a hablar con tu nieta, a pedirle perdón, sabes lo
que hemos pasado y…!

- Lo que tú has pasado, no, lo que mi ángel ha pasado, maticemos las cosas- su
voz se eleva por momentos dejándome boquiabierto-.

¿Acaso fuiste tú el que se desmayó en el aeropuerto bañado por tu propia


sangre? – eso golpea mi estómago, mi corazón. Miro a Tony y agacha la cabeza,
él sabía esto, Jorge también y se lo contó, pero me lo ocultaron-. Dime Julen- se
acerca para hablarme a pocos centímetros de mi cara-. ¿Acaso fuiste tú el que
estuvo inconsciente en ese hospital, y cuando despertó le dijeron que acababa de
perder a su bebé? ¿Uno que ni siquiera sabías que llevabas dentro? ¿Lo sabes
eso? ¿Lo has vivido así?-

escupe cada palabra con odio. Es su nieta, y lo entiendo, pero yo nunca quise
esto, también era mi hijo, mi mujer…

- Yo…- mi voz suena ronca, sale ahogada, apenas puedo articular palabra-…yo
la quiero Matías, y ese bebé era nuestro hijo. De los dos, ambos hemos perdido a
nuestro pequeño.

- No te tengo ninguna lástima, todo cuanto has hecho por ella hasta ahora, es
provocarle dolor y más dolor…Pensaba que esta vez era vuestro momento Julen,
que estabais destinados

unir

vuestros
corazones. Me equivoqué. Ver el sufrimiento en la mirada de esos ojos verdes,
de mi niña, esos que me robaron el alma- conmigo hicieron lo mismo en
Ibiza…-

cuando los encontré por primera vez cuando la sostuve en brazos…-

coge aire-, me impulsa a que no quiera que permanezcas ni un solo segundo más
en mi casa. ¡Iros de aquí por favor, antes de que llegue mi nieto!

Tarde para eso. Las cosas van a mejorar para Julen en unos minutos…

Un coche acaba de aparcar, y ese debe de ser el hermano de Valeria. Pasan unos
segundos y todos miramos hacia la misma dirección esperando que aparezca, y
cuando lo hace, camina muy decidido, y veo claramente cuál es su objetivo.

- ¡Hijo de puta, sal de aquí ahora mismo!- antes de que pueda llegar hasta mí,
Alan y Tony lo detienen-.

¡Soltadme! ¿Necesitas niñeras que te cuiden, yanqui?- escupe fuego por su


mirada.

- ¡Iván, por favor ¡- su abuelo se interpone entre nosotros-. ¡No quiero peleas en
mi casa, ni en ningún otro lugar, no empeoremos las cosas!

- ¡Si tengo la más mínima oportunidad, lo mataré abuelo, te lo aseguro, pagará


por cada lágrima de mi hermana, por cada puto segundo de su dolor, aunque me
vaya la vida en ello, pero te aseguro que lo pagarás! Mi hermana se ha ido de
Valencia…- eso no me lo esperaba.

- Iván, cállate- le reprocha su abuelo por hablar más de la cuenta.

No puedo más, esto ya es demasiado para mí, parezco el verdugo, joder…

- ¡Basta!- grito-. ¡Soltadlo, si quiere partirme la cara, que lo haga!- me planto


frente a Iván. Miro a mis amigos, asienten y lo sueltan.

El hermano de Valeria no lo duda, lanza su puño contra mi cara y en segundos


saboreo mi propia sangre.

Tiene una buena derecha, me ha partido el labio, pero no me he movido. Llevo


demasiados puños encima.

- ¡Iván!- su abuelo interfiere nuevamente interponiéndose entre los dos-. ¡No


pienso permitir este tipo de actuaciones en mi casa, por muy nieto mío que seas,
no te hemos educado para esto!- le reprocha a su nieto levantando la voz.

- Abuelo, no lo quiero aquí, quiero que se vaya por todo lo que le ha hecho a mi
hermana, quiero…-

responde Iván algo más calmado.

Pero ahora soy yo, que exploto, no puedo más.

- ¿Crees que lo que ha pasado me ha hace feliz, Iván? ¿Cómo puedes pensar que
yo querría hacer daño a Valeria, hasta el punto de provocar que perdiese a
nuestro hijo?

¡Nuestro, joder! ¡Nuestro!- grito llorando, me ahogo…- ¡Yo también lo he


perdido… ¡- Tony corre para abrazarme, y me derrumbo en sus brazos. Dios
mío, duele tanto aquí dentro, bajo mi pecho…Cariño, ¿dónde estás? ¡Te necesito
Valeria, te necesito tanto…!

- ¡Larguémonos de aquí!- dice Alan-. Ella no está, y es a la única que debes


rendir cuentas, no a toda su familia- nadie contesta a eso.

Me llevan hasta el coche y no protesto, no digo nada más, simplemente lloro


como un niño. Alan saca el coche a toda velocidad de la propiedad de Matías.

No nos despedimos, y lo peor de todo, es que no he visto a mi chica, ni siquiera


sé dónde está, y ellos no me lo van a decir.

- Llama a Marco, Lorena tiene que saber donde está Valeria, ella es mi única
oportunidad- le digo a Tony.

- Sabes que ese demonio pelirrojo, te cortaría las pelotas si pudiese ahora mismo,
no lo dudaría ni un segundo, Julen. Nunca fuiste santo de su devoción, date por
muerto si te coge entre sus manos-responde apretando mi hombro.

- No me cogerá, no en este momento, pero su novio es uno de mis mejores


amigos, y él me ayudará. Llámalo Tony, Marco es mi última esperanza para
encontrarla, toda su familia está en mi contra. Si Matías ha llegado a odiarme, ya
nada puedo hacer aquí.

- ¿Y si está en Ibiza?- pregunta Alan-. No habrá ido a otro lugar, puede estar con
Lorena y Marco, sabía que viajabas a España, por eso ha huido de Valencia.

- Estoy cansado, esto me parece una pesadilla. Se supone que íbamos a casarnos,
que todo estaba decidido,

ya

nada

podía

separarnos…nada… Y míranos, cada uno por su lado después de perder un bebé,


cuando deberíamos estar más unidos que nunca, apoyándonos, pasando juntos
este golpe que nos ha dado la vida. Yo debería

estar

cuidándola,

arropándola bajo mi pecho…-

suelto el aire recostando la cabeza en el asiento del coche-…y miro a mi


alrededor, y no tengo nada, sólo un vacío enorme aquí dentro- me cojo el
corazón.

- Nos tienes a nosotros- Tony aprieta otra vez mi hombro para darme valor.

- Como siempre ha sido y será-

dice Alan.

- Lo sé, nunca falláis.

- Los amigos de verdad nunca lo hacen, se pueden equivocar, pero nunca se


rinden, luchan hasta el final, por enmendar los errores cometidos. Somos
humanos y nos equivocamos. Y nosotros estaremos a tu lado una vez más, y las
que se presenten, no lo olvides- dice Tony.
- Eres peor que un grano en el culo,

pero

ya

nos

hemos

acostumbrado a rascarnos, creo que lo echaríamos demasiado en falta, si


desapareciese- Alan es un capullo.

- Os quiero cabrones- les digo.

- ¡Directo al hospital- dice Tony-

, ahora sí que estoy preocupado!-

bromea tocándome la frente.

- No lo volverás a escuchar hasta dentro de treinta años- me río, sienta bien…

- No nos hace falta, lo sabemos, y nosotros a ti- Alan tuerce el gesto después de
decir esto-. ¡Madre mía, necesito que esa mujer regrese ya a mi vida, estoy falto
de amor!- habla de Beth.

Los tres nos echamos a reír en medio de toda esta locura, que rodea mi vida, una
que me parece una auténtica pesadilla, de la que creo que voy a despertar en
cualquier momento. Así será al encontrarla.

Voy a encontrarte Valeria, te juro que lo haré, respiraremos el mismo aire otra
vez, y te prometo por mi vida, por la tuya y por la de nuestro hijo perdido, que
jamás volveremos a separarnos.
Valeria
El aire golpea mi cara, es realmente purificador sentirlo en mi piel, al mismo
tiempo que me pierdo en la inmensidad del océano que tengo frente a mí. Me
gusta la playa, adoro mirar el mar, hace que mi mente se libere por breves
periodos de tiempo, del dolor que cubre mi corazón.

Hace una hora mi hermano me ha llamado, y me ha contado el altercado que ha


vivido con Julen en la casa de mi abuelo. Un pinchazo no deja de sacudirme
desde entonces, porque escuchar su nombre, pensar en que lo han herido, me
duele a mí también. No quiero que sufra más, sé que está pasándolo tan mal
como yo…Sí lo sé, he hablado con Tony, ¿increíble? Lo sé, lo sé…pero algo me
impulsó a aceptar la llamada, porque sé que es una de las personas que más cerca
estará de Julen en este momento, incluso más que su propia familia, siempre ha
sido así, y yo…yo anhelo saber de él…lo necesitaba…

¿Boba? Puede, pero… ¿qué harían los demás en mi lugar?

Esta mañana antes de bajar a la playa…

- Valeria, por favor, termina con esto, sabes que todo ha sido un error, que
Julen…

- Desconfió de mí, Tony, ¿cómo pudo pensar que yo le engañaría con otro
hombre?- grité muy enfadada sin poder evitarlo-. Dos putos años sin él, y nadie
pudo acercarse a mí, tan sólo Víctor y no significó nada, ¡porque no hubo nada!
¡Tu querido amigo sí que pudo follarse a otras tan ricamente!

- Sabes por qué lo hizo, creyó que te había perdido, viajó para buscarte, sé eso
ahora.

- Ya da igual, la cuestión es que siempre soy yo la perjudicada en las decisiones


de tu amigo. Nunca habla conmigo, creo que ese es nuestro mayor problema, y
que lo arrastraríamos toda la vida. Somos muy impulsivos, tan posesivos el uno
con el otro, que nos dejamos llevar por la pasión que sentimos, sin medir las
consecuencias. Y

puede que hasta ahora, esos baches se hayan podido saltar, pero te aseguro que
esto es un agujero negro tan grande, que nos sitúa a cada uno en extremos
opuestos de este universo. No hay cercanía posible, se acabó Tony.

- Lo amas, no podrás vivir sin él, te escucho Valeria, tu voz tiembla-cierto.


Sentía cómo me dolía cada latido de mi corazón, al saber que él estaba cerca de
Tony.

- Me engañaría a mí misma si te dijese que no es así, sé que siempre será de esa


forma. Julen es parte de mí, de lo que soy, lo llevo en mi corazón allá donde
vaya. Viviré con ello toda la vida, pero sé que debo seguir mi camino, uno del
que él ya no forma parte, porque el amor no es suficiente entre nosotros.

- No digas eso, dime dónde estás, habla con él, escúchalo, está destrozado, os
estáis matando.

- No Tony, yo ya estoy muerta- y terminé la conversación.

Han llamado a Ibiza, Lorena me ha enviado un whatsapp para decírmelo.

Nadie sabe donde estoy, cuánto menos gente lo supiese mejor. Sólo una persona,
Jorge, y es porque…

Unos dedos cubren mis ojos, huelen a él, y responden inmediatamente bañando
mi cara al sentir esas manos… Las aparto y sin dudarlo me lanzo a los brazos
que tanto necesito, cayendo los dos sobre la arena de la playa.

- ¡Nena, mi nena, estoy aquí…!-

casi no me deja respirar pero no me importa. No quiero que me suelte nunca.

- Jorge…

- Shhhh…llora cariño, sácalo todo- está tan emocionado como yo, y


permanecemos así durante mucho tiempo.

Unos minutos más tarde, donde nos hemos deshidratado, termino sentada entre
sus piernas, mirando al mar.

- No se lo has dicho, y se va a enfadar contigo- rompo el silencio que


hemos

interpuesto

para

serenarnos.

- Lo entenderá, le he dejado una nota, algo muy práctico y que se está perdiendo-
tendrá problemas seguro.

- Me ha llamado, todavía no sabía nada de tu plan- lo miro. Está guapísimo, es


todo un hombre.

Refugio mi cara en su cuello, oliendo ese aroma suyo tan familiar.

Mis hombres huelen muy bien…

- Me he ido mientras iban a casa de Matías. Me ha llamado para contarme lo


ocurrido, y me ha dicho que iba a intentar localizarte. Por cierto, es una pena que
no hayas podido ver como Iván le ha dejado el morro a Julen. Yo quería haber
visto eso. Me quedé con las ganas de hacerlo yo.

- No querría ver eso, tonto.

- Pues a mí no me ha dado pena, no consigo compadecerme de él.

- Jorge- cojo su rostro entre mis manos para que me mire-, él también ha perdido
a su hijo.

- ¡Pero esto ha sido culpa suya, todo lo ha provocado él con su desconfianza!


¡Joder Val!- se siente frustrado-. Imaginar por todo lo que has pasado, todo lo
que ha visto tu familia, especialmente Iván en ese aeropuerto…. ¡Me pone
enfermo y hace que odie más a ese gilipollas!-

aprieta la mandíbula.

Besa mi frente y me abraza, no digo nada, porque no servirá para que se


compadezca de Julen, creo que más bien, todo lo contrario.

- No quiero que lo hagas- sabía que no tardaría mucho en decirlo.


- Está decidido nene, y es una gran oportunidad, y eso lo sabes tan bien como yo.

- ¿Has hablado con él?

- Sí, lo he llamado, y está todo claro.

- Supongo que se habrá puesto a dar saltos de alegría, ese cabrón acaba de recibir
el premio gordo y no es Navidad.

- No seas tonto, Jorge, tampoco pienses nada raro.

- Venga nena, ese tío y cualquier otro, desearía poder llevarte del brazo, presumir
de una mujer como tú ante el mundo.

- Pues no pasará, te lo aseguro, no quiero saber nada de hombres en un millón de


años- voy a centrarme en mi trabajo.

- Yara…

- Se pondrá como loca, lo sé, pero no pienso volver a Nueva York, no a trabajar.
Cuando esté preparada iré a veros, quiero ver a Kassi, Aden, a mi ahijada, ¡cómo
me gustaría darle un achuchón a esa pequeñaja…!

- Pues no tardes, sabes que Kassi es capaz de dar la alarma mundial sino
apareces pronto delante de sus ojos, no deja de llamarme. Está muy preocupada,
he intentado calmarla pero ya la conoces. Y más ahora que la prensa anda metida
en esto.

- ¡Siempre se enteran de todo, no sé cómo lo hacen!- algo he leído, pero no


quiero saber mucho más-.

Mañana llamaré a todo el mundo y se lo contaré todo. Ya estoy preparada para


ello, hasta ahora no tenía fuerzas, pero quiero salir de este agujero de mierda en
el que he caído, y la mejor manera es empezando de nuevo, lejos de lo que
duele, lejos de…

- Julen.

- Sí, no podré avanzar si está cerca, Jorge.


- Pero no es justo que los demás tengamos que perderte- habla tan bajo que casi
no lo escucho.

- Y no me vais a perder, eso no pasará jamás, no lo permitiré.

- Eso dalo por hecho- nuestros ojos llenos de lágrimas se cruzan-.

Te quiero.

- Y yo a ti…

- ¿Quién te cuidará?- susurra.

- Tú y todos los seguiréis haciendo, los amigos de verdad, son aquellos que con
el paso del tiempo, a pesar de no poder vernos todos los días, consiguen que
nada cambie. Y así somos tú, las chicas y yo. No os dejaré salir de mi vida por
muchos kilómetros que nos separen.

- Siempre juntos.

- Siempre…
Julen
Las cosas parecen empeorar por

momentos. Jorge se ha largado a ver a Valeria, y no le ha dicho nada a Tony,


simplemente ha dejado una nota y ha corrido al lado de su amiga sin decirnos
dónde se encuentra. Sin poder evitarlo, he tenido que salir del hotel en el que nos
hospedamos, y bajar a un gimnasio que hay cerca para golpear un saco. Eso, o
todo lo que llevo dentro lo dejo caer sobre el primer gilipollas que me toque las
narices. Y prefiero la primera opción. Prometí no regresar a las peleas, pero la
necesidad de golpear cobra fuerza por momentos, la rabia está llenando cada
gota de mi sangre, cada vez que Valeria ignora mis llamadas y mis mensajes. Ni
siquiera responde a ellos, nada…todo por su parte es silencio… ¡Me estoy
volviendo literalmente loco!

Antes de entrar al gimnasio suena mi teléfono. Miro la pantalla y mis ojos se


abren como platos. Contesto rápidamente.

- Dime- no pensé que pudiese llamarme después de nuestro último encuentro.

- ¿Podemos vernos? Sé que las cosas no fueron nada bien la última vez, tampoco
estuve muy acertado, pero tienes que entender que es mi nieta, y tú has tocado lo
que es mío, hiriéndome donde más duele. Has hecho daño a mi ángel, por tanto,
me lo has hecho a mí.

- Matías, si pudiese borrar cada segundo del dolor de Valeria, aunque fuese con
mi vida, lo haría.

- Lo sé, por eso quiero hablar contigo- una pequeña luz, al fin…

- Hora y lugar, y allí estaré.

- Ven a mi casa en una hora, yo voy de camino. Nos vemos allí.

- De acuerdo, hasta luego.

Me froto la cara, y doy media vuelta hacia el hotel. Cambio de planes, unos que
espero que me ayuden a encontrarla.
En la entrada del edificio veo a Alan gesticulando, habla por teléfono y parece
muy desesperado. Beth…seguro que habla con ella. Me acerco.

- Por favor, déjame ir a verte, dime dónde estás nena, ¿qué cojones os pasa a las
mujeres? ¿Os ha dado a todas por esconderos para volvernos locos?- se calla
unos segundos.

- No se lo merece, no sabes nada- veo que su chica está al tanto de lo sucedido.


Alguna de las amigas de Valeria o ella misma la habrán puesto al día-. Esto no es
culpa de nadie, son malentendidos que arruinan la vida de personas que deberían
estar unidas, no en continentes diferentes, como lo estamos tú y yo.

Beth se resiste a decirle a Alan el lugar en el que se encuentra. Está dolida, y es


comprensible, somos un par de idiotas que hemos metido la pata hasta el fondo.

Pero ella no está siendo justa, fue la que provocó la ruptura, para que su novio la
dejase. Lo que ocurre es lo que todos sabemos…

- ¡La arpía de tu hermana, es la que te está alejando otra vez de mí!

- ¡bingo!-. No se lo permitas, cariño, otra vez no, aléjala de nuestra vida, de la


tuya, es egoísta y sólo piensa en ella, tú no le importas- gruñe enfadado-. ¡Por
supuesto que a mí sí, joder! Te quiero, nunca dejé de hacerlo, y tú a mí tampoco.
Eres mía Beth, y yo soy tuyo, nunca fuimos de nadie más-suena cansado-. Como
quieras, ya estoy harto, pero recuerda una cosa, a veces, las malas decisiones se
pagan, y luego nada se puede hacer por remediarlas. ¡No lo olvides!

Se gira y me mira. No dice nada y pasa de largo. Necesita un tiempo a solas,


entiendo eso. Se nos acumulan los líos de faldas.

Entro en el hotel para subir a cambiarme, voy a tener una reunión con Matías, y
estoy muy intrigado en lo que quiere decirme. Espero que sea algo a lo que
aferrarme, para llegar hasta Valeria.

Matías

La vida no es fácil, nadie dijo que nacer en este mundo fuese un camino de
rosas, todo lo contrario, las espinas forman parte del sendero que nos toca vivir,
lo que ocurre, es que unos nos pinchamos con ellas más que otros. ¿Afortunados
los que no llegan nunca a sangrar? No sabría que responder a eso, ya que una
vez leí algo muy hermoso, triste pero realmente cierto. Y es que aquellas
personas que conocen el dolor, la pérdida, la verdadera cara del sufrimiento, son
aquellos seres con el alma más pura, más bella, con el corazón más inmenso,
porque desde ese momento su esencia cambia a un estado superior, dándoles el
don de amar a un nivel extremo, que sólo ellos pueden alcanzar por lo que han
vivido. Triste sí, pero hermoso al mismo tiempo.

Julen y Valeria, son dos corazones que sangran, pero que aman con todo lo que
llevan dentro, han sufrido desde que unieron su almas. Así lo he vivido a través
de las lágrimas de mi nieta, de ver cómo su luz, aquella que desprendían sus ojos
desde que era una niña, y que tomó un matiz único cuando lo conoció, se iba
apagando, cuando aquel avión arrancó de su vida al hombre que amaba. Sé que
se quieren, que son destinos encontrados, pero que no deben estar juntos, no
todavía, no es su momento, pero llegará. Siempre he confiado en el poder del
corazón, porque el amor es el único capaz de mover montañas, mundos, es algo
tan poderoso, que también es el único capaz de destruirnos, cuando nos lo
roban…Lo sé, sé muy bien de lo que hablo.

La abuela de Valeria, Cintia, fue mi compañera de vida y de viaje, por lo que fue
un auténtico paseo por el paraíso. Desde que nos enamoramos, todo cambió, mi
vida ya no era nada más que ella, vivía para hacerla feliz, compartir mi tiempo
con mi mujer, era un regalo que Dios me había hecho, aunque yo siempre he
dicho que me lo hizo su corazón. Nacemos, vivimos y claro que tenemos que
terminar este viaje, pero todos deberían hacerlo después de vivir una vida plena.
Cintia la tuvo, de eso estoy seguro, pero nunca tienes suficiente de la persona a
la que amas, una vida a su lado no fue suficiente. Quieres una eternidad a su
lado, y confío en ese cielo que nos la dará.

Levantarte por primera vez sin ella, hacer todas las cosas sin que la persona a la
que amas nunca más vaya estar a tu lado, es realmente…Duele, duele mucho.
¿El alma duele? Sí…y llora también. Sé lo que siente Julen, sé lo que sufre mi
ángel, porque aunque no sea la misma pérdida, ahora mismo viven el uno sin el
otro, y todos aquellos que han perdido a la persona que a la que han entregado
todo de ellos, saben que no hay palabras para explicar esa locura, esa agonía.
Todo sufrimiento jamás vivido, no podrás entenderlo por mucho que te lo
expliquen, sólo aquellos que sean tocados, por esta parte cruel de la vida, saben
cuánto duele. Ellos conocen la verdadera cara de la esa que decide por nosotros
muchas veces, aquella cara que no nos cuentan, para la que nunca nos preparan.
Entonces, comprendes varias cosas…

que aunque hay cosas que no quieres que sucedan, ocurren igualmente, y debes
aprender a vivir con ello, y que por muy duro que sea el vivir sin personas que
amamos, llega el momento de dejarlas ir…

Escucho un coche, es Julen. He dejado la verja abierta para que pueda entrar sin
llamar. Esto es por tu nieta, recuerda eso antes de echarte para atrás Matías.

Veo a Julen. Ya es demasiado tarde para echarse atrás, que sea lo que tenga que
ser…

Respira Julen, tiene que ser bueno, Matías, por muy dolido que esté, sabes que
te aprecia. Pero está herido, es su ángel al que hecho daño, la niña de sus ojos…

- Hola- está sentado en una silla en el porche y se levanta al plantarme frente a


él.

- Hola hijo- suelto el aire. Se acerca y sin esperármelo nos estamos abrazando.

Estamos así unos segundos, sin decir nada, pero sienta tan bien…Mi familia ha
regresado a casa, aquí ya no hacían nada, se lo he pedido porque puede que
Valeria viaje a Nueva York otra vez, sabiendo que estoy aquí, porque no quiere
saber nada de mí. Mi sobrina se ha enfadado mucho, pero se le pasará, y la
compensaré por esto. Quería viajar a Ibiza para ver a la hija de Lucas, Dana.

Sé que le dije que así sería, pero necesito a su madre en Manhattan.

Nos separamos y ambos tenemos lágrimas en los ojos. Los hombres también
lloran, y últimamente, mucho.

- Siento haber sido tan duro contigo Julen, no he podido actuar de otra manera al
verte- dice cogiéndome por los hombros.

- Lo entiendo, sé que me porté como un cabrón con Valeria, pero te juro que no
pude evitarlo, las fotos…

- Todos conocemos la historia, sin embargo verla en ese hospital, saber por todo
lo que ha pasado mi ángel…- niega con la cabeza-…es muy jodido chaval –
levanta la mirada que tenía fija en el suelo-.
Vamos a pasear- silba y Rocco aparece corriendo como un loco. Es un

animal

realmente

robusto,

hermoso. Kai ha regresado a casa, mi sobrina ha sabido hacer un buen trato con
su tío. Ella regresaba, pero el perro de sus tíos se iba con ella.

Chica lista.

- Hola pequeño, cada vez estás más grande, ¡vives bien aquí!- le rasco cómo le
gusta, Valeria me lo explicó cuando me lo presentó.

- Si no fuese así, hay una rubia de ojos verdes que me causaría problemas.

- No lo dudo.

- Vamos Julen, tenemos mucho de qué hablar.

Caminamos unos minutos sin decir nada, creo que debe ser Matías quien hable.

Llegamos al sendero que te lleva a seguir el río, y todo me parece tan familiar
aquí. La veo a ella jugando con Rocco, tan hermosa, tan llena de vida.

Mirándome con esa sonrisa que me enamora cada día, y que necesito volver a
ver para respirar de nuevo. Me estoy volviendo loco, mi cuerpo necesita el
oxígeno que Valeria me da, para seguir en este mundo, sin ella no puedo vivir, no
merece la pena seguir aquí.

- Julen- suelta el aire-, lo que voy a decirte sólo lo sé yo. Sabes que para Valeria
soy la persona en la que más confía, desde niña fue de esa forma, y yo me siento
tremendamente afortunado por ello.

No considero que esté rompiendo nada entre mi nieta y yo por contarte esto, lo
hago porque quiero que la entiendas,

y
ella,

nunca

te

reconocerá esto, ha interpuesto un muro entre tú y ella, uno que te va a costar


mucho derribar.

- Te prometo que lo derribaré, con todo lo que haga falta, no me detendré, esa es
la razón de mi vida, recuperarla para compensar todo el daño que le he hecho, y
para hacerla feliz, debo encontrarla, y sacar de su corazón todo que hemos
pasado.

- Julen…

- Lo sé, lo sé…-lo miro-…no podremos olvidarlo, pero sí vivir con ello.


Tampoco quiero hacerlo, eso nos hará más fuertes y nos unirá más. Lucharé para
que así sea, no viviré una vida sin ella.

- Confío en vosotros, por eso estamos aquí.

- ¿Dónde está? Por favor Matías, no lo soporto más. He intentado no ser


descortés, pero por favor, necesito ir a buscarla, coger un avión, un coche, lo que
sea, pero tenerla entre mis brazos –suplico desesperado.

- Me gustaría poder contestar a eso, pero nadie lo sabe. Pensaba decírnoslo pero
creo que me conoce demasiado bien, lo supe, lo leí en sus ojos, y sabía que
hablaría contigo, que de alguna forma tú y yo estaríamos reunidos aquí. Sus
padres se enfadaron mucho, todos los hemos hecho, pero no dio su brazo a
torcer. Nos ha llamado, que ha llegado a su destino, pero no nos dice cuál es.

Esto no me lo esperaba.

- ¡Joder, no puede hacerme esto, me volveré loco! Pero te juro que levantaré
cada piedra de este mundo para encontrarla, y lo haré. Este universo es
demasiado pequeño para que ella pueda esconderse de mí, de mi amor por ella,
la encontraré, donde sea que vaya, iré tras ella y la haré mía otra vez. Para
siempre Matías.
- Lo sé, sé que lo harás, por eso tenemos que hablar antes de que tu búsqueda
empiece y la encuentres.

Tienes que saber algo.

- Dispara- detiene sus pasos y ambos miramos como Rocco nada en el río.

- Valeria te ama, tanto o más que tú a ella. Nunca he visto tanto amor en unos
ojos, pero he visto algo más grande en ellos esta vez…

- Dolor…

- Sí, muchísimo dolor, sufrimiento. Una niña perdida, sin saber qué era lo que
ocurría dentro de ella, a su alrededor en ese hospital, porque no sabía que estaba
embarazada, y sin saberlo, ya había perdido a su bebé.

- Dios Matías, no lo sabíamos, yo…yo nunca hubiese sido tan cabrón de saberlo.
Actué movido por los celos, porque me sentí traicionado al verla en brazos de
otro hombre. Y sí, sé que no debí creer nada de lo que mis ojos me mostraban,
que debí hablar con ella…tantas cosas he hecho mal, pero

ya

no

sirve

de

nada

arrepentirme, sólo puedo pedir perdón, un millón de veces, las que haga falta, no
importa, si el fin es el mismo, recuperarla.

- Te escucho, y no puedo evitar pensar en todo lo que Valeria me contaba aquí


hace unos días. En este mismo lugar, perdida en este paisaje, derramando
lágrimas por su cara de ángel y abrazada a mí.

- ¿Qué dijo….?- me falla la voz.

Mi niña, ¿dónde estás amor?


Muéstrate ante mí, quiero secarte cada lágrima con mi alma, no quiero que
llores más…déjame cuidarte baby…

- Es tan duro ver a las personas que amas sufrir y no poder hacer nada…-
mantiene la mirada perdida por unos segundos, para volverse hacia mí y
cogerme por los hombros, y soltar puñales que se hunden en mis entrañas
cuando lo escucho decir…- Valeria me dijo: abuelo, no soy la mujer que Julen
merece,

siempre

termino

haciéndole daño, la culpa es mía de todo lo que está pasando…

- ¿Pero qué le pasa a esa mujer?-

camino como un loco de un lado a otro…- ¡Ella no puede pensar así, no puede
sentir esas cosas!…

¡Joder…joder…joder! ¡No entiendo el amor, definitivamente no lo entiendo!-


grito desesperado por todo lo que estamos pasando. No es justo, ¡joder, no lo es!
No merecemos esta mierda, ¿no hemos sufrido ya bastante?

- Hijo- Matías pone una de sus viejas y sabias manos en mi hombro-. En el amor
no hay garantías, te lo dije una vez, sólo los valientes se arriesgan. Muchos
huyen, cuando empiezan a notar que su corazón palpita, por miedo a terminar
derrotados, como aquel que tienen al lado, y les muestra la cara de la batalla
perdida, después de haber conocido el verdadero amor. Pero no saben que en su
ignorancia, se están perdiendo el conocer lo más bonito de la vida, el amar y ser
amado. Aunque todo ese sentimiento llegue a transformarse en dolor algún día,
por el motivo que sea, nadie podrá robarle a esa alma lo que ha vivido. Y la vida
va de eso, ¿no crees? Hay que vivirla, con todo lo bueno y lo malo que nos trae,
pero sin dejar de soñarla…

Cada detalle cuenta para dar un pasito más hacia el corazón de Valeria, incluso
aquel que creas que te aleja de ella, puede acercarte más- lo miro extrañado, no
llego a comprender esa última frase-.

Piensa una cosa, si dejas de soñar, dejas de vivir, que nadie detenga tus sueños,
¿los tienes, hijo?

- Ella es mi sueño Matías- noto que una lágrima recorre mi cara. Me siento tan
débil sin ella, incompleto para caminar por la vida…

- Pues persíguelo. Escúchame Julen- nos miramos y me pierdo en esos ojos que
te hablan con toda la franqueza de lo vivido, aunque duelan o calmen, pero
sinceros siempre-. Ella es tu sueño, pues entonces que nadie lo detenga,
persíguelo, que tu corazón vuele libre para abrazarlo y no dejarlo ir nunca más.

- Ella no quiere perdonarme, Iván dijo que me odiaba…

- ¿Cuándo te has rendido, hijo? -

pregunta cansado, sé que está agotado por la pena de su nieta.

- Con ella jamás me rendiré, Matías, hasta mi último aliento le pertenecerá a


Valeria.

- Demuéstralo. Díselo Julen, mi ángel necesita escucharlo, el dolor la mantiene


ciega, su corazón tiene una venda en los ojos, que la retiene bajo

el

manto

oscuro

del

sufrimiento, la pena y la rabia de lo que ha pasado.

- Rabia- niego con la cabeza soltando el aire retenido-. Ella me odia, hasta tal
punto que huye de mí porque no soporta mi presencia.

- Te equivocas…- susurra sin mirarme-…ella cree que no te merece porque


perdió a tu hijo.

- Pero…

- Ten- me interrumpe para que no diga nada.


Veo que saca algo de uno de los bolsillos de su pantalón.

- Esto lo ha dejado ella para ti, dice que lo entenderás todo con lo que hay aquí-
es un USB.

- ¿No sabes que contiene Matías?

- La respuesta a tu búsqueda.

Jorge y las chicas (este capítulo se lo quiero dedicar, a todas las personas
que están en mi vida dentro de lo que yo defino como amigo. Gracias por
salvarme…)

Un mes más tarde

Necesitaba esto, rodearme de mis amigas, falta la persona más importante de mi


vida, así lo siento, por encima de mis padres a los que adoro, incluso por encima
de Tony, siento que está ella, Valeria. Tal vez es porque está lejos y no puedo
abrazarla, tal vez sea porque me odio a mí mismo por no poder protegerla al
habernos alejado el uno del otro, porque nuestros corazones se imponen ante la
vida, no lo sé, lo único cierto, es que mañana voy a verla otra vez.

He conseguido reunirme con Lucía y Lorena, que ha viajado desde Ibiza sin
dudarlo. Sé que tiene que preparar la vuelta al colegio, este año han retrasado las
clases por motivos de mala gestión en su trabajo, pero ni se lo ha pensado, al
saber todo por lo que Valeria está pasando. Ellas se sienten tan impotentes como
yo, estamos acostumbrados a ayudarnos cuando estamos mal, acostumbrados a
necesitarnos cuando uno de los cuatro cae. Somos amigos de verdad, de esos que
no fallan nunca, de los que están en peligro de extinción por lo que escucho a mí
alrededor muchas veces. Si tienes a alguien así en tu vida, atesóralo, es de los
pocos regalos que te dará la vida, pero de los mejores.

- ¿Tony lo sabe no?- pregunta Lorena- No vayamos a liar más las cosas, Jorge,
los disgustos de uno en uno por favor. ¡Madre mía!-

suspira mirando al cielo.

Estamos sentados en la playa, hemos venido a la Malvarrosa, como en los viejos


tiempos, pero falta mi chica preferida, sin ella nada es lo mismo. Es viernes y
estamos pasando una mañana bastante relajada, después de una semana donde la
tensión se ha palpado a cada segundo.

Yo apenas cruzo palabra con Julen, que ha decidido regresar a Nueva York, Tony
y Alan se han ido con él. He llamado a Yara y no hay problema por mi trabajo,
sólo quiere que la lleve de vuelta, que Valeria regrese al lado de Julen. En el
fondo lo sé, sé… ¡no, no y no! No la dejaré, no puedo soportar todo por lo que
ha pasado por culpa de ese imbécil.

- Sabe que iré a verla, pero no sabe a qué lugar, eso sería darle carta blanca a
Julen y no queremos eso- digo esto último, apretando la mandíbula, me cuesta
un mundo pronunciar su nombre.

- Chicos, como siempre…-

sabemos lo que viene ahora por parte de Lucía-, soy la nota discordante de este
grupo y…

- ¿Y?- Lorena ya tiene la vena del cuello hinchada.

- Pues que no estamos siendo justos con Julen. ¡Eaa, ya lo he dicho! A ver, a
ver…- dice mirando de un lado a otro-, voy a ver por dónde está la Cruz Roja,
para que me ayuden cuando me mordáis la yugular.

- ¡Ja, ja, ja! - me burlo-. Me parto contigo, petarda.

- Sé que me quieres- tuerce el morro y le saco la lengua.

- Ahora mismo matar, no te mataría, pero sí te metería la cabeza bajo la arena de


la playa- dice Lorena mosqueada, pero no con el verdadero genio, firma de
nuestra pelirroja, que ya parece una gamba por el sol.

- ¡Me queréis tanto que no tenéis más remedio que soportarme, a mí y a mis
deliberaciones!- está muy orgullosa de sí misma.

- Si tu novio te escuchara, te pondría fino ese culo- ella me sonríe al pensar en


Iván. Me alegro mucho que todo lo pasado se haya quedado en eso, pasado.

- No puede vivir sin mí, me tiene muy consentida, y cada uno es libre de pensar
lo que quiera. Hemos discutido, está ciego por el dolor de…
- No es ceguera, Lucy, es amor de hermano, él vio como su hermana se
desangraba en medio del aeropuerto, cómo perdía a su bebé y cómo se castiga
por ello desde entonces. ¿Sabes la impotencia que siente de no poder ayudarla?

- ¡Cómo no voy a saberlo, soy su pareja, vivimos juntos Jorge! Pero no quiero
que se castigue más, todos lo hacen. Sus padres, su abuelo, mi novio, Julen,
vosotros y yo, no podemos seguir así. ¡No la estamos ayudando, no de esta
forma!

Además..

- Además…- repite Lorena.

- No sois objetivos con este tema. Os recuerdo, muy a mi pesar, que Iván me
falló y lo perdoné, y todos decíais que me quería y bla, bla bla...- mueve sus
manos para enfatizar su discurso-. Pero como es vuestro amigo desde que sois
unos niños, y hermano de Val, pues había que perdonarlo, ¿no? Pues también se
portó como un cabrón. Y sí, es mi cabrón, pero lo fue- ahí va eso, y en toda
nuestra cara. Menuda lección nos acaba de dar. Así es Lucía, que habla poco,
pero cuando lo hace, sube el pan.

- ¿Y qué sugieres?- pregunta Lorena.

- A ver, las cosas son así. Le ha pasado algo muy cruel a nuestra chica, y no
podemos hacer nada por cambiarlo. Valeria ha perdido el hijo que esperaba, algo
que pasa cada día, y que nos duele porque es nuestra amiga, aquella que siempre
sonríe y nos cuida, y que ahora no sabemos cómo protegerla a ella.

- Lucy…

- No Lore, déjame terminar- está emocionada-. Amo a Val, tanto como os amo a
vosotros. Sois unos amigos maravillosos, que nunca me fallan. Así hemos sido
hasta ahora, los cuatro siempre juntos, porque por mucha distancia que se haya
interpuesto

entre

nosotros,

el
sentido de nuestra amistad ha prevalecido por encima de todo eso. Todo sigue
igual cuando nos vemos, porque somos de verdad.

Pero con todo el amor que nos tenemos, por desgracia, la vida en la que vivimos,
nos trae cosas malas, no sólo el regalo de los amigos, sino también sus
desgracias y sufrimientos, y aquí estamos, para hacérselos llevar lo mejor
posible, a una persona que nos necesita, en nuestra mano está conseguir que
duela menos. ¡Ojalá tuviese una barita mágica, para que nada malo le ocurriese a
los míos, joder, para que esta puta vida, que es una mentira, fuese de otra forma
para el mundo entero! Pero no la tengo, lo único que puedo hacer es intentar
estar a la altura de los que me necesitan, y por eso, aquí estoy, a vuestro lado y al
de Val.

- Cielo- le digo-, no llores, ven aquí.- La refugio entre mis brazos, sentándola
entre mis piernas, y Lorena se sienta entre las de Lucía.

Los tres mirando al mar, pero protegiendo a esta hermosa morena de ojos azules.

- Os digo esto, porque Julen está loco por ella, y también está sufriendo

mucho.

Cuando

se

despidió de mí- Lucía habló con él-, pude ver su alma rota, la misma que lleva
Valeria a cuestas. Son víctimas de la vida, de terceras personas que siempre
intentan separarlos, o que las mismas circunstancias que nos rodean sin que
podamos hacer nada por evitarlas, colaboran a ello. Les han caído latigazos de
todas parte encima

de

sus

espaldas,

separándolos una y otra vez.


- ¿Quieres que ayudemos a Julen? – Lorena sabe la respuesta a su propia
pregunta.

- Por supuesto, o al menos, no empeorar más las cosas entre ellos.

No necesitamos envenenar a Valeria para que lo odie, creo que ella se siente muy
mal por algo más, por un sentimiento de culpa que va mucho más allá de lo que
ha pasado.

- Se cerró y no quiso hablar- dice Lorena.

- Por eso necesito estar cerca de ella, nos necesita. Vosotras no podéis acudir por
vuestro trabajo-Lucía ya forma parte del Santo Rey a punto de terminar su
carrera-.

Lore tú has podido escaparte de rebote, pero yo sí puedo cuidarla, que hable
conmigo, que lo saque todo.

- Pero no la fuerces, que ella decida cuándo y dónde, está irreconocible- dice
Lucía.

- Un muro de hielo es lo que ha crecido dentro de ella, si de verdad esperas

que

ese

yanqui

la

reconquiste, lo lleva muy chungo.

Chungo…chunguísimo-

responde

Lorena.

- Sí Lore, pero confío en el amor, en su amor, y el amor es capaz de mover


mundos, y el suyo, carece de sentido si sus almas no permanecen unidas.
- Joder morena, estás que lo rompes esta mañana- le digo.

- Jorge, está enamorada del doctorcito más sexy de España, es normal que esté
ñoña.

Los tres nos echamos a reír y sienta bien, muy bien….

- Lo hemos entendido, no te preocupes- comento besando su pelo.

- Sólo os pido lo mismo que le he dicho a Iván. Poneros en el lugar de

Julen.

No

justifico

su

desconfianza, pero que os muestren unas fotos de vuestra pareja besando a otra u
otro, y luego me lo contáis. Yo perdoné a vuestro doctorcito, y lo mío sí fue real,
pero pude hacerlo porque sé que me quiere. ¿Merece Julen ese perdón?

Joder, joder, joder…la respuesta está muy clara…


Valeria
Creo que lo he cogido todo, excepto mi móvil, no me lo llevo. Donde voy no me
hace falta y….

- ¡Perdón! ¡No te había…!

¿Jorge? ¡Jorge! ¡Dios mío!- salto a sus brazos que me esperan ansiosos.

- ¡Hola nena!- casi no me deja respirar, pero no me importa, yo a él

tampoco.

Siempre

es

así

últimamente al vernos.

Permanecemos así varios minutos, sin decirnos nada. Es maravilloso tenerlo aquí
conmigo.

- ¡Deja que te vea!- me dice. Me separo de él y me doy una vuelta, para que se
tranquilice. Está nervioso, y lo entiendo, ha pasado demasiado tiempo desde la
última vez que nos hemos visto, pero sobre todo,

ha

ocurrido

la

mayor

desgracia de mi vida en estas últimas semanas, y eso, ambos lo sabemos. Al


menos así lo siento, sé que no dejaré de recibir golpes amargos, porque este
paseo que nos toca vivir desde que nacemos es eso, conocer ambas caras, la
dulce y la amarga, pero pensamos que nunca nos tocará saborear la mala.

Eso le pasará ahora a los demás, no a nosotros. Ven cada día desgracias, mucha
tristeza a su alrededor, pero continúan con sus vidas, yo también lo hacía. Todos
lo hacemos y es lógico, no podemos ni queremos asumir las penas de los otros.
Hasta que te toca a ti, te conviertes en ese elegido de la vida donde la cara oscura
se muestra ante ti, y entonces…todo

cambia

para

siempre. Lo que está por llegar, no depende de ti, tú no decides, pero hay algo
que nadie te puede robar, y es el elegir de qué forma continuar.

Luchar o rendirse. He decidido que nunca me rendiré.

- ¿Paso su examen, señor García?

- tira de mí para volver a resguardarme contra su cuerpo.

- Estás preciosa, ese ángel que brilla con luz propia sigue en ti. Te quiero tanto,
necesitaba verte, sentir que te tengo.

Está temblando, y sé que está llorando, ambos lo hacemos al escucharnos y


recordar en silencio todo lo que ha pasado.

- Estaré bien, muy pronto.

- Lo sé, eres una guerrera, una valiente. Mira dónde estás, tú sola en esta ciudad,
empezando de cero, con un par de ovarios, ¡esa es mi chica!- nos sonreímos.

- Era lo mejor, sé que he huido, pero no podía enfrentarme a…

- Julen- cojo aire antes de preguntar.

- ¿Cómo está?

- Pues la verdad…- veo la lucha interna que mantiene Jorge al pensar en

él.
Lo

odia,

pero

sabe

perfectamente lo complicado que es todo esto como para crucificar a Julen sin
más. Demasiada mierda nos

han

echado

encima-…Ha

levantado Valencia, te ha buscado por cada rincón. Cada día se presenta en casa
de tus padres suplicando que le digan dónde estás. Está desesperado, creo que
regresaban a Nueva York mañana, desde allí seguirá buscándote. No es el que
era, está triste, más delgado, apenas se arregla. Está jodido Val, muy jodido.
Hasta yo he empezado a sentir lástima por él.

Algo ha pasado para que quiera irse, Tony me habló de…

- Mi regalo- lo he rematado con él, pero mis sentimientos por él son una mezcla
entre el dolor y la rabia.

No puedo perdonar que desconfiara de mí, no después de cómo hicimos el amor


en su cumpleaños, donde me tatué para él. Mi alma y mi corazón ya llevan su
nombre, quería que mi piel se lo recordase cada día, que me siento suya, para
siempre.

- Sí, se ve que fuiste muy clara, cada palabra lo ha dejado hecho polvo. Alan fue
quien lo encontró y quién ha decidido llevárselo con su familia. La tuya lo ha
dejado de lado, con Iván las cosas están muy tensas. Matías está de su parte, pero
le aconsejó que se marchara, porque aquel no era su lugar, y que tampoco te iba
a encontrar porque no estabas en Valencia. Y para rematar, escuchó tu mensaje, y
ya todo se ha convertido en un auténtico caos para Julen.
- ¡Dios mío Jorge, lo amo y lo odio tanto a partes iguales! Necesito alejarme de
él, si lo tengo cerca ahora, podemos destruirnos, tengo que encontrarme a mí
misma, sin él a mi lado, porque Julen es quien hace sangrar mi corazón.

- No tienes que castigarte, todo es comprensible. Yo mismo he llegado a disfrutar


haciéndole daño, te juro que lo hice, pero sé que esa no es la manera, y que no
soy así.

Tony

está

muy

decepcionado

conmigo.

- ¿Estáis enfadados?- asiente.

- Madre mía, vamos a subir tu maleta y a tomarnos algo tranquilos, tenemos


demasiadas cosas de las que hablar, y aquí en el portal, no es el mejor lugar.

Siento como si algo acabase de empezar y de terminar al mismo tiempo. Hablar


de Julen lo remueve todo dentro de mí.

Es el amor de mi vida, el hombre al que pertenezco, pero también es aquel que


decidió alejarme de la suya.

Entramos en mi nuevo hogar, un precioso loft ubicado en una zona de lujo de


Italia. Sí, este es el destino que he escogido. Por una vez, no ha sido él quien ha
decidido mi vida.

Suena mi móvil que está en el recibidor.

- Hola…

- ¿Hola? ¿En serio has dicho hola? ¡Tu realmente no tienes ni idea de quién soy
yo! ¿Verdad petarda española?- ufff…tengo al personal contento…

- Kassi Miller, lo siento…


- Tú no sientes una mierda, mala amiga. Tengo a Aden a punto de dejarme,
porque me estoy volviendo loca desde hace varios días, que decías que habías
tomado una decisión. Pero la muy capulla de mi amiga, no puedo contármelo,
tiene que dejarme colgada y no coger el puto teléfono volviéndome loca.

¿Sabes lo mal que lo he pasado estos días sin saber nada de ti? He hablado con
tu familia, pero no es lo mismo. Joder Val, estoy aquí…-

su voz se apaga.

- Cariño, lo sé, y lo siento. No me lo tengas en cuenta, he desconectado

de

todos,

lo

necesitaba, sólo he dado la señal justa para que mi familia no saliese en


televisión pidiendo que me buscasen. Todos saben dónde estoy, y tú también.

- Todos no, pero ese no es el punto. No sabíamos nada de ti desde que nos
contaste que te ibas a Italia, pensé mil cosas, en tu estado, yo…

- No voy a quitarme de en medio, por mucho que se me haya pasado por la


cabeza, Kassi. Tranquila, no quiero que te preocupes más. Mi sobrina necesita a
su madre.

- Y a su madrina también, te echamos mucho de menos. Vuelve a casa.

- Esa ya no es mi casa.

- Lo es, pero todavía no lo sabes.

- No vamos a entrar en esa discusión otra vez. Se acabó. Julen y Valeria son
historia. Punto. No hay tema Kassi. Hablemos de otra cosa.

- Sólo quiero decir una cosa más: te quiero, y estoy aquí.

- Y yo también te quiero, mi niña.


Muchísimo.

Hablamos durante una hora más, donde nos ponemos al día. Me echan de menos
en J&Y, y yo a ellos, pero no es mi lugar, ya no. Jorge aprovecha y se da una
ducha relajante, y come algo, veo que está más cómodo ahora, cuando llegó
estaba muy nervioso.

Todo lo que ha ocurrido entre Julen y yo, ha alterado a nuestras familias y


amigos, y sé que debo enfrentarme a todos.

Merecen poder hablar conmigo y saber que estoy bien. Todos excepto Julen. A él
no puedo enfrentarme. No en este momento.

- ¿Lista para que conozca tu nuevo puesto de trabajo?- pregunta Jorge. No quiere
que me quede aquí, también desea que regrese a Nueva

York,

sinceramente,

mantengo una lucha interna con mi vida.

La

que

anhela

desesperadamente a Julen y a toda nuestra vida juntos, pero luego pesa otra… mi
vida bañada por la sangre derramada, que lo empaña todo, envolviendo

mi

corazón

para

ahogarlo y recordarle por qué no debo volver a su lado, por mucho que lo ame.
- ¡Lista caballero, te va a gustar, ya lo verás!

Te amaré para siempre Julen Anderson, pero un para siempre puede tener
muchos finales, y el nuestro, es uno muy distinto al que nos prometimos…
Julen
Tu decidiste dejarme tu disparaste

primero

Ni se te ocurra acercarte no te perdono ni quiero

Nada más de ti y aunque tu recuerdo arde

No voy a caer otra vez llegaste tarde…

- Julen, ¿otra vez esa canción?-

sí, una y otra vez la escucho.

“Decidiste dejarme” de Camila. Ese es el mensaje claro de Valeria, para mí. “Ni
se te ocurra acercarte no te perdono ni quiero…” esa frase me acosa cada noche,
cuando aparece la pesadilla de verla cubierta de sangre en ese aeropuerto, como
me contó su hermano, lleno de odio, cuando quiso partirme la cara en Valencia al
visitar la casa de su familia. Su padre y los chicos fueron

quienes

detuvieron

el

altercado,

esa

vez

no

pude

contenerme. Escupió cada palabra en mi cara, rasgando mi alma, matándome


una vez más. Porque muero cada vez que la pierdo, y ahora juntos hemos
perdido mucho, aquello que nos ha separado por mi desconfianza.

Estoy en mi despacho. He dado el día libre a mis secretarias, no quiero a nadie a


mí alrededor. Últimamente tolero a poca gente, aquella que no deja de buscar a
Valeria, de averiguar dónde puede estar.

Sigue sin cogerme el teléfono, no sé nada de ella, y los que saben dónde está, no
quieren traicionarla.

- Julen, deja de acosar a Aden, lo tienes muy agobiado.

- Yara, pues para que eso suceda, sólo tiene que decirme dónde está mi chica.
Hasta entonces, visitaré cada día su despacho. Haré lo que haga falta…- lo que
sea por encontrarla… todo me da igual.

- Julen Anderson, ¿qué has hecho? Me conozco esa sonrisa, no esconde nada
bueno.

- Nada hada, nada que no me facilite lo que quiero.

- ¡Joder peque, basta ya! Date un respiro, tiempo, Valeria necesita tiempo para
asimilar todo esto, y tú no te has dado ninguno.

- Han pasado más de dos meses, dos putos meses Yara, ¡Un jodido mes sin ella
ya fue una locura! ¡No puedo más! Mis manos arden por tocarla, no duermo, no
como, no vivo, necesito a Valeria para respirar, ella es mi aire, ya no sé vivir sin
ella…

- Julen por Dios…- de repente la puerta de mi despacho se abre, y entran varios


hombres. Alan, Tony, Dan y Trevor.

- Rápido, pon el canal 55, la televisión italiana- dice Tony.

- ¿Qué ocurre?- mi hermana está tan alucinada como yo mientras Alan, enciende
la pantalla gigante que cuelga en una de las paredes de mi oficina.

“En un par de minutos, Angelo Di Salvo, el millonario y empresario de la mayor


fábrica de telas a nivel europeo y casi a nivel mundial, concederá una entrevista,
acompañado de la nueva imagen del negocio familiar, todo hay que decirlo,
díganme ustedes si han visto mujer más bella que su nuevo fichaje, que sea
convertido en la portavoz de Angelo Di Salvo. Todo apunta a que es la nueva
conquista del italiano más deseado, pero ellos no han entrado a dar ningún tipo
de explicación. Atentos, la rueda de prensa empieza ya”- Estoy alucinando, no
entiendo nada.

El que habla, es un reportero que está retransmitiendo la entrevista que le hacen


a Angelo, y… ¡no me lo puedo creer…joder… ¡Valeria está sentada a su lado.
¿Qué cojones hace ella allí?

Esto ha sido un golpe bajo, sabe que me enteraría de esto, esta es su venganza.

Me levanto bruscamente de mi sillón.

- Prepara el avión Trevor, avisa a los chicos. Salimos en una hora hacia Italia-
ordeno sin opción a réplica.

- Julen, no…

- Yara, no pienso perder un segundo más aquí sabiendo dónde está. Voy a
buscarla, y traerla de vuelta a su casa.

- Vamos contigo- dice Tony.

- Por supuesto- sentencia Alan.

- Esta vez no chicos, necesito hacer esto sólo, y la empresa no puede estar a la
deriva, sabéis que últimamente no estoy muy acertado.

- Estás más que eso, tu empresa está mejor que nunca, no te preocupes- Tony me
sonríe para calmarme.

La verdad es que me siento entre aliviado por encontrarla, y por otro lado, y con
ganas de matar a Angelo. Si la ha tocado, si sólo se ha atrevido a respirar cerca
de ella, juro que me lo pagará.

- Gracias, pero os necesito aquí.

- Yo iré, y no pienso aceptar un no por respuesta. También quiero recuperar a mi


Relaciones Públicas, Angelo me la ha robado, ¡es un cabrón! - ¿por qué amo a
mi hermana? Aquí está la respuesta, nunca me abandona, nunca me dejará caer.

- De acuerdo, ¿Marcus lo tiene todo controlado?

- Y Jorge y Aden también, J&Y

se

queda

en

buenas

manos.

Recógeme antes de ir al aeropuerto.

Llamaré a papá y mamá para explicárselo todo.

- Sí hazlo, aunque mañana se hubiesen enterado por la prensa, esto va a ser todo
un espectáculo.

Valeria

no

ha

medido

las

consecuencias- no lo has pensado bien, baby.

- O tal vez sí, y le guste jugar con fuego- dice Alan.

- No sé, es más el estilo de Angelo, - responde Yara- un juego para él.

- Pues juguemos- aprieto la mandíbula con fuerza y les sonrío a todos-, no me


gusta perder. Nos vamos a Italia.
Valeria
Estoy cansada, hoy ha sido un día de locos. La prensa se ha vuelto
completamente loca, he tenido que caminar con guardaespaldas pegados a mí
todo el día cada vez que he salido a la calle. Desde la entrevista de ayer, los
periodistas quieren saber qué hago en Italia, la prometida de Julen Anderson, el
millonario más deseado del planeta.

Corrijo, ex prometida. Eso ya está confirmado.

Angelo sabía perfectamente que esto iba a suceder, y yo también, habíamos


hecho un trato, y era esperar un poco más, yo estaba trabajando sin mediar con la
televisión, todavía no estaba preparada para ello, pero sin previo aviso, ha
cambiado las cosas. No entiendo el por qué, él es el jefe, sabrá los motivos que
lo han llevado a tomar esta decisión.

Espero que Julen no nos haya visto, no al menos hasta esta mañana, donde los
periódicos se han hecho eco de mi nuevo puesto de trabajo, y han sacado un
sinfín de conclusiones. Ninguna acertada.

Timbre. Por fin llega mi pizza, cada día me gusta más Italia, al menos, hasta
ayer.

Todo se ha ido un poco a la mierda con el acoso de la prensa.

La ducha me ha sentado de maravilla, ahora toca sofá, televisión, coca cola con
hielo y limón, y pizza.

- Buenas…¡Julen!- mis piernas empiezan a temblar, mi respiración es igual que


la suya, acelerada.

Ninguno de los dos dice nada, sólo nos miramos…nos miramos… nos
miramos… y de repente me atrae de u tirón contra su cuerpo y nos estamos
besando desesperadamente.

Somos manos y cuerpos heridos que se necesitan después de….- ¡No!- lo


empujo.
Me llevo las manos a la cara, necesito respirar lejos de su olor, ese que se ha
convertido en mi droga. Me quedo apoyada contra la pared, a punto de caerme al
suelo. Llevo un cómodo pijama de verano, todavía hace calor a pesar de estar
casi en Navidad.

Y él…Señor dame fuerzas para que el hombre que tengo frente a mí no me


destruya. Lleva unos vaqueros con una camisa azul, como sus ojos. Es
irresistible…Está más delgado, su pelo más largo de lo normal, pero sigue
siendo ese dios griego del que me enamoré, es la perfección hecha carne.

- Baby, no me alejes- intenta acercarse-, déjame…

- ¡No, Julen! No puedes entrar en mi vida y arrasarlo todo como siempre. No es


justo que hagas eso, y no te lo voy a permitir.

- Es tu corazón el que me deja entrar, escúchalo- suena cansado, herido. Sé que


está sufriendo, los dos somos almas rotas.

- Por escucharlo estoy como estoy.

- Eso es un golpe bajo, no eres justa conmigo. Me equivoqué, fui un imbécil,


pero los celos, la rabia de creer en tu engaño me envenenaron la sangre.

- ¿Cómo pudiste dudar de mí? – consigo poner mi cuerpo en movimiento,


gesticulando como una loca.

- Aquellas fotos eran muy buenas, no podía saber que eran un montaje de Nick.

- ¡Claro, era más fácil creer que soy una zorra, una puta que juega con

los

sentimientos

de

las

personas! ¿Verdad? Dime una cosa, Julen- me mira de esa forma que hace que lo
sienta acariciar mi piel, de esa forma que provoca que toda ella queme,
desesperada por sus dedos-. ¿Y todo lo que ha pasado desde que nos
conocemos? ¿Todo lo que te he dado y demostrado a lo largo de estos años?
¿Mentira, no?

Soy la mejor actriz del mundo, no sé si te lo había dicho, pero estoy nominada a
los Oscar: Valeria, la amante

sin

corazón.

Soy

la

protagonista.

- ¡Basta, joder!- se siente impotente al no poder controla esto que nos ocurre-.
¿Crees que no me siento avergonzado? ¿Qué no me doy asco a mí mismo?
¡Perdimos a nuestro hijo, y no estuve a tu lado!

Mi corazón arde, mi alma grita por unirse y sentirse abrazada por la suya, pero
no puedo dejarlo acercarse, no puedo…

- No quiero hablar de eso contigo.

- ¿Y con quién? ¿Con Angelo?-

grita enfadado.

- ¡Vete, sal de mi casa ahora mismo! ¡Eres un cabrón, no tienes remedio!

- Valeria, baby…- intenta acercarse pero me alejo-. Lo siento, por favor,


hablemos de lo que ha pasado, te necesito.

- Y yo a ti, pero no es suficiente.

Vete, no hay nada que podamos hacer por solucionar esto. Yo no soy buena para
ti, y tú no lo eres para mí.

- Eres lo único que necesito, lo que pasó no es culpa de nadie, sé que te culpas,
que…

- ¡Vete, joder! ¡Sal de mi vida de una puta vez!- grito desesperada.

No lo miro, pero sé que él a mí sí.

Después de unos segundos, escucho la puerta cerrarse, una que no se abrirá


jamás…
Julen
Dos putos meses para encontrarla, era como buscar una aguja en un pajar, no
importa cuánto dinero tengas, ni los contactos que conozcas, mira de qué me ha
servido…de nada….He tenido que verla a través de una pantalla de televisor
para poder llegar hasta ella, y ¿ para qué Julen? No quiere saber nada de ti, te
miraba entre asustada, enfadada…pero ella sabe tan bien como yo, lo que hay
entre vosotros.

No hemos podido evitar unirnos a través de nuestros labios, somos dos seres que
se atraen de una manera brutal, bestial.

Valeria y yo somos puro fuego, pura pasión cuando respiramos el mismo aire…
Lo que ocurre es que ahora ese aire está contaminado por el dolor, la traición,
porque sé que se siente traicionada por mí al desconfiar de ella, al pensar que
otro hombre la había tocado.

Dios…pensar en eso me mata, me envenena, saca lo peor de mí al imaginar que


otras manos que no sean las mías, puedan recorrer mi templo. Valeria es mía y lo
sabe, aunque me cueste la vida, aunque tenga que emplear mi último aliento en
ello, volverá a mi lado. No hay otro camino para nosotros.

Llaman a la puerta.

- ¿Se puede?- es Tony. Se pasó por el forro mis órdenes de quedarse en Nueva
York.

- Claro, adelante, está abierto-entra en mi habitación. He decidido que nos


instalemos en una mansión cerca de la playa. Todo es más privado aquí. La
prensa está encima nuestra, la aparición de Valeria ante los

medios

de

comunicación

italianos,
ha

confirmado

definitivamente los rumores de ruptura.

Esta mañana los periodistas la acosaban al salir de su casa, y también a la llegada


de la sede de su nuevo trabajo.

Todavía me cuesta creer que esté bajo sus órdenes… No quiero envenenarme,
pero estoy seguro, que conociendo los antecedentes de mi querido amigo
italiano, ha intentado algo con ella. Lo mataré si es así. Puede que los celos estén
jugando en mi contra nuevamente, no pienso precipitarme hasta después de mi
próxima reunión.

- ¿Cómo estás?- pregunta preocupado.

- Tranquilo Tony, no pienso provocar ningún incidente. Somos amigos ante todo.

- Bueno, eso si no ha pasado nada entre ellos.

- Confío en ella, en lo que sentimos el uno por el otro. Mi cabeza tampoco para
de meterme imágenes, que me están jodiendo los sesos, pero debo sacarlas fuera.
Ya la jodí una vez, no pienso volver a estropearlo todo. La necesito…- me froto
la cara y Tony aprieta mi hombro.

- Lo sé, y aquí estoy para darte fuerza, siempre a tu lado, amigo.

- Siempre. Tengo la gran suerte de contar con personas maravillosas a mi lado,


que nunca me han dejado caer, que nunca se han rendido conmigo. Te quiero
Tony, no te lo digo mucho, y a Alan tampoco, pero os quiero como hermanos.

- Y nosotros a ti, anda, ven aquí-

nos

abrazamos.

Sienta

genial
sentirse querido y mimado de esta forma.

No separamos emocionados, no hace falta decir nada más. Alan se ha quedado al


frente de la empresa, me ha costado mucho que se quedase, concretamente he
tenido que sobornarlo con dejarle ese coche que tanto le gusta.

Mi Buggatti. Sé que esa no es la razón por la que no ha venido, al final,


simplemente ha accedido a mi petición.

Por otro lado, nada he podido hacer con mi hermana, ella se ha subido en el
avión, y a ver quién baja a Yara Anderson, ni siquiera su marido se atrevió a
decir nada, cuando dijo que viajaría a Italia con su hermano.

- ¿Estás listo?- Tony no las tiene todas con él, sabe que mi temperamento en
ocasiones me ha traicionado. He cambiado, pero con Valeria…el Diablo está de
vuelta.

Esta mañana, Trevor y Dan, han estado entrenando conmigo, y al final han
desistido. Mi energía cada vez era mayor…cuanto más pensaba en ella, más
fuerte pegaba.

- No, no lo estoy, pero es necesario.

además,

quiero

hacerlo. Me lo debe.

- Sí, como amigo tuyo que es sí, no hay más.

Escuchamos unos pasos.

- Julen, ya ha llegado, está en el salón principal- dice Trevor.

- Enseguida bajo- le respondo.

Asiente, se gira y se va. Los Black, como los llama Valeria, estarían encantados
de patear el culo trajeado que me está esperando en el piso de abajo, pero ya les
he dicho que se comporten-. Vamos allá.

- Os dejo solos, será mejor así-

dice Tony.

- Te lo agradezco, en cuanto se haya marchado, te llamaré.

- Estaré en el centro, te espero allí para cenar juntos.

- De acuerdo, nos vemos luego.

Tony se marcha, Neimar va con él. Ya sé que no hay peligro, que todo terminó
con Nick, pero ya me he acostumbrado a que los míos caminen cubiertos, eso me
da un poco más de tranquilidad. Mis padres dicen que me he vuelto un
paranoico, pero no lo puedo evitar.

Desde que llegamos a Italia, Dan es la sombra de Valeria. Sé que está molesta,
Dan y ella han hablado, aprecia mucho a mi amigo, y además, no le queda otra
que aceptarlo a su lado. En eso no voy a ceder. Néstor está con Yara, que ha
salido sin dar explicaciones, como si perdiese un avión. Luego la llamaré, pero
por su sonrisa, algo me huelo.

Entro en el salón. Y ahí está el hombre al que mi lado malo, desea machacarlo
por tener cerca a la mujer que amo.

Trevor me mira, asiento y sale de la sala. Nos miramos, dos hombres que ahora
mismo parecen retarse.

- Hola Julen, supongo que no vas a darme un abrazo, ¿me equivoco?-

pregunta precavido sin acercarse.

- Si es el abrazo de Judas, no lo quiero, si es el de mi viejo amigo, Angelo

Di

Salvo,

no
debes

preocuparte.

Se acerca, y en dos segundos nos estamos dando un abrazo. Al separarse, me


coge por los hombros y me mira directamente a los ojos.

- ¿Qué ha pasado, para que tu mujer esté trabajando conmigo, y no lleve un


anillo de casada en su mano izquierda?

Suelto el aire, dejo que la tensión de mi cuerpo desaparezca, y me relajo. Angelo


no me ha traicionado, dejo que el fantasma de los celos se vaya…por ahora.

- Fui un estúpido- nos sentamos uno frente al otro-, desconfié de ella y eso trajo
consecuencias muy graves, irreversibles que me han separado de Valeria.

- Ya veo…No quiere escuchar tu nombre, se pone muy tensa cuando intento


hablar de ti, sé que ella está sufriendo

mucho.

Apenas

la

conozco Julen, pero su mirada está apagada, no es la mujer que conocí en


Manhattan en aquel gimnasio, que te bebía con la mirada, te respiraba, ahora
parece un robot…

un alma en pena. Un cuerpo sin vida.

- ¡Joder Angelo, no me estás ayudando

mucho,

me

estás

hundiendo más en la mierda! Saber que está tan herida y que no deja que me
acerque a ella, me está consumiendo la vida- escuchar mi tono de derrota, es
muy habitual últimamente, pero no es lo mismo que el de aquel que se ha
rendido.

Jamás me rendiré con Valeria.

- Lo sé, ver lo que ella está sufriendo, me ha servido para darme cuenta de lo
mucho que necesitabas encontrarla. No me cabía en la cabeza que la dejases ir
sin más, no podía entender que cada uno hiciese su vida por separado, lejos el
uno del otro.

- ¿Cómo ha terminado contigo?-

no lo entiendo.

- Dímelo tú, yo no puedo responderte a eso. Creo que la respuesta la conoces


mejor que yo-se recuesta contra el respaldo del sofá-. Ella es una cámara de
acero impenetrable para mí.

- Espero…-siseo entre dientes levantándome de mi asiento-…que por tu bien,


esa sonrisa de gilipollas que

has

puesto

al

decir

impenetrable, no vaya con segundas, porque te juro que sales por esa ventana,

Angelo.

Sabes

perfectamente lo que ella es para mí.

- ¡Frena, no lo pagues conmigo!


Yo no soy tu enemigo, estás aquí, al otro lado del charco, por esa aparición
televisiva, sino, no la habrías encontrado. Me debes una muy gorda…- levanta
una ceja-…y sólo hay una manera de pagármelo, y es que…- sonríe travieso, sé
que lo que viene ahora, será una broma que me cabreará-… ¡¡¡tú y tú española,
tengáis hijos pronto, a poder ser, bellas mujeres como su madre, para que seres
tan hermosos como su ella, existan para este mundo y para ojos cómo los
míos!!!- eso ha dolido…

Mi cara se contrae, y mi corazón se detiene en seco, por el impacto de la palabra


que me recuerda lo que mi niña y yo perdimos, por mi estúpida desconfianza…

- ¿Qué ocurre, Julen? Ya tenía que estar saliendo disparado por esa ventana, pero
en lugar de ello, te has puesto pálido- se levanta y se acerca hasta llegar a mi
lado. Mis piernas tiemblan y me ayuda a sentarme-. Joder, ¿llamo a un médico?-
pregunta asustado.

- No, tranquilo, estoy bien, más de lo que merezco- me trae un vaso de agua.
Pruebo un poco pero mi boca está tan seca, que me sabe como si estuviese
bebiendo tierra.

Últimamente nada tiene gusto sobre mi boca, nada de lo que pasa entre mis
labios deja aquello que antes me daba al comerlo…sólo existe una sabor para mí,
el del mango…

necesito probar mi dulce mango otra vez, cada puto día, para que todo lo demás,
vuelva a tener sabor.

- Julen, ¿qué os ha pasado?

Valeria tiene tu misma mirada. Sus ojos verdes, son…- lo miro de reojo-. ¡No te
lo tomes a mal, pero nunca conocí otros igual, y sabes que por mi cama han
pasado muchas mujeres!- eso es cierto.

- Sí…- cierro los míos recordando cómo brillan los de Valeria después de
dejarnos ir juntos, cuando el placer nos ha consumido…Me estremezco por
cómo mi cuerpo la desea, la anhela, fundirnos en uno es vital para nosotros, y
por mucho que ahora no me quiera cerca, me necesita tanto como yo a ella.

- Estás realmente jodido, amigo.


Espero no vérmelas nunca así, el amor es una mierda, te deja para el arrastre- se
sienta negando con la cabeza y pensativo. Yo sé por qué.

- Sabes que no es cierto, amar a alguien es uno de los regalos que te hace la vida,
que un corazón llegue a conocer, aquello que lo eleva hasta lo más alto, hasta el
infinito…

es maravilloso- pienso en la sonrisa de Valeria. Verla cada día lo merece todo,


hasta llegar al fin del mundo si hace falta para recuperarla-. ¿Sabes lo triste que
es pasar por esta corta existencia, sin conocer lo que es amar y ser amado? – sus
ojos, tan tristes como los míos, conocen la respuesta.

- Es horrible, Julen. Cuando Ellen me dejó, sentí algo que dolía de verdad aquí
dentro- se toca el corazón-. Es algo difícil de explicar, pero te ahoga, te mata
cada día cuando te levantas, y te das cuenta que es real, que ella se fue, que te ha
dejado para siempre, que nunca más volverá. ¿Sabes lo que es vivir así el resto
de mi vida?- por lo que veo, estamos bien jodidos los dos.

Angelo y Ellen, se conocieron en uno de los viajes de mi amigo, pero la cosa se


torció…El muy idiota, jugó con fuego y se quemó. Las mentiras, tienen las patas
muy cortas, y cuando quieres que la verdad salga a la luz, la mierda que te rodea
se te echa encima, y ya nada puedes hacer por remediar el desastre.

Sólo aceptar con la mayor dignidad posible, las consecuencias.

- Te rendiste, no debiste dejarla marchar- le reprocho.

- ¿Cómo luchar contra ese muro que interpuso entre nosotros? No quería verme,
no quería que la llamase, y luego desapareció. Veo-niega con la cabeza,
pasándose ambas manos por el pelo, y apoyándose sobre ambas rodillas-, que

las

mujeres

tienen

por

costumbre, salir huyendo. –Me mira.


- No Angelo, hemos sido nosotros, quienes las hemos echado de nuestras vidas.

- Ilumina a este pobre ignorante, ¿qué pasó en Nueva York? La prensa te achaca
una amante, que por mi parte queda descartada esa posibilidad, pero sí es verdad
que has tenido que cagarla hasta el fondo…la mierda se te come, colega.

Pienso en contarle esto: “Sin poder evitarlo, esa noche en la que estábamos a
punto de irnos a cenar para celebrar mi cumpleaños…uno que estaba resultando
ser el mejor de mi vida después de que un ángel, que desbordaba sensualidad,
sexo por cada centímetro de su piel…me hiciese el baila más sexy que jamás
había soñado…para poner el broche de oro follándola sobre mi moto…”.Pero no
lo hago.

No amigo, ahora no es momento de ponerse dura, sé que es pensar en ella y no


puedes evitarlo, pero vamos a intentar torturarnos lo menos posible, primero
tenemos que recuperarla, y luego, nos pasaremos toda una vida entre sus
piernas para fundirnos con ella, y borrar todo el daño que le hemos causado.
Besar una a una sus heridas, lamerlas, curando cada día su alma herida.
Baby…te amo…te amo tanto…perdóname…

- Hice algo terrible Angelo- me levanto,

necesito

moverme,

recordar aquello que hace que tu pena se retuerza dentro de ti, y con esa
intensidad…hace que mi cuerpo pida oxígeno. Me ahogo…-, algo imperdonable.

- Si no es un engaño, la mentira es lo peor, ya sabes por qué lo digo, y si


tampoco es por otra mujer, ¿qué puede ser tan grave que Valeria no quiere saber
nada de ti?- está muy intrigado.

- Antes de que mi boca escupa la mierda que vas a escuchar, debes prometerme
una cosa- me observa unos segundos, antes de responder.

- Mientras no sea meterme en medio, los líos de faldas no van conmigo, sabes
que te ayudaría en cualquier cosa, pero no me pidas que interfiera.

- No es eso lo que iba a pedirte, aunque creo que hay otro motivo para no
hacerlo, ¿o me equivoco?-

cruzo los brazos sobre mi pecho, Angelo siempre está negociando, nunca pierde
una buena oportunidad para ello. Es por eso el único hijo de Di Salvo que se ha
quedado con el negocio familiar. Los demás no llevan el mismo gen que es
capaz de crear un imperio, que lucha por crecer en un mundo de tiburones, sólo
saben poner la mano.

- Si puedo mantenerla un poco más a mi lado, no haré nada para impedirlo. Es la


mejor en su campo.

¿Sabes la de ofertas que ha recibido para irse a otros países? Es como si todos se
la disputasen desde que saben que ya no está con el multimillonario de oro.
Todos temen enfrentarse a Julen Anderson, pero ahora sin ella a tu lado, han
visto vía libre para lanzarse como buitres.

- Igual que has hecho tú, cabrón.

- No, estás equivocado. Ella es la que ha venido a mí- respira Julen…

- Eso no me gusta nada como ha sonado Angelo, ten cuidado.

- Tranquilo fiera, no debes preocuparte, nunca intentaría nada con ella, aunque
sabes que sería de locos rechazarla ¡Eh quédate ahí!-

lo mato-. ¡No coges las ironías!

- Estás forzando las cosas, te juro que una más y no respondo. Todo esto me está
llevando a la locura, han

pasado

tres

meses…¡tres

jodidos meses sin ella, sin saber dónde estaba…y su mejor amigo, tampoco
quiso ayudarme!

- Bueno, eso creo que se llama lealtad, y sabes que en esta vida, escasea todo lo
bueno. No lo culpes por protegerla.

- ¿De mí?

- Es por ti que cruzó al otro lado, es por ti que está trabajando para mí, y es de ti
de quien no quiere ni escuchar su nombre. Así que, escúpelo ya.

No tiene lugar retrasarlo más, para qué…

- Valeria perdió a nuestro hijo por mi culpa, y lo peor de todo, es que sé que ella
se siente culpable por no poder protegerlo, por no haberlo podido salvar. Es tan
buena, que incluso ahora, cree que pudo hacer algo por ese bebé.

Angelo no dice nada, no lo miro, no me atrevo, no quiero ver cómo sus ojos me
juzgan, como me culpan por la atrocidad que he hecho.

Seguimos sin decir nada durante varios minutos, hasta que escucho como
camina, llega hasta mi lado, y pone una mano sobre mi hombro derecho.

- Lo siento muchísimo, en este momento no tengo palabras para tu consuelo,


aunque también sé, que a veces no existen, y vale más un gesto o el abrazo del
silencio, que todas las letras que puedan decirse-me giro hacia él y sin dudarlo ni
un segundo,

nos

abrazamos.

Últimamente, necesito esto. Que me sostengan, es como si ya mi cuerpo no


pudiese aguantarse sólo, tiene que recibir el aliento de los míos para darme el
valor y la fuerza necesaria, para poder pelear por Valeria.

- No sé qué hacer para recuperarla- mis lágrimas asoman por mi cara una vez
más, no puedo contenerlas ante la impotencia de ver que pierdo al amor de mi
vida, ante la desesperación de no poder consolarnos juntos, y estar más unidos
que nunca ante la pérdida de nuestro hijo.

Lo sé baby, te fallé…pero no me castigues más con tu ausencia…mi corazón


sufre por ti, por no yacer cada noche a tu lado, abrazándote con toda la
inmensidad de mis sentimientos por ti.
- Joder Julen…me siento atado de pies y manos. Si quieres puedo hablar con
ella, puedo intentar un acercamiento aunque con ello suponga, poder perder la
cabeza. Te aseguro que esa mujer no es la misma que conocí, su genio es mucho
peor.

- Tranquilo Angelo, sabré enfrentarme a la furia española, solo tengo que


prepararme para la dura

batalla-

nos

sonreímos

tristemente, ambos sabemos que será una guerra muy dura.

Nos sentamos, mi cuerpo lo pide a gritos. No me estoy cuidando nada, y eso, al


final, me está pasando factura.

Pero lo que necesito para sobrevivir no tiene nada que ver con mi apetito ni mi
falta de sueño, tiene nombre y apellidos.

Mi Valeria Fernández…
Valeria
Casi me caigo de culo, literalmente hablando, cuando entró en mi despacho, la
mujer a la que he admirado desde que la conocí, y aquella que apostó por mí
desde el primer minuto: Yara. Sin decir una palabra, cerró la puerta y se sentó
frente a mí. Yo estaba alucinando por tenerla delante, muy emocionada, pero no
me atreví a levantarme, no sabía qué pensaba de mí, de Julen, de todo lo que nos
está pasando. Pero una cosa era segura, y es que una vez más, allí estaba en
Italia, apoyando a su hermano.

Siempre a su lado. Julen tiene a gente que lo ama, que daría su vida por él, al
igual que él por ellos.

Julen…

Cuando apareció en mi apartamento, mi cuerpo y mi corazón lo reconocieron


como su dueño, pero antes de perderme en él como ocurre cada vez que estamos
juntos, mi alma herida rugió con fuerza, reclamando su merecido perdón,
pidiendo espacio, tiempo…soledad…

En sus ojos pude ver la sorpresa ante mi rechazo, pude ver lo herido que estaba,
y por eso evité ese contacto visual hasta que escuché cómo cerraba la puerta.

Tenía ganas de saltar sobre él, mis piernas temblaban, deseando salir corriendo
hacia ese hombre.

No sé si alejarme de Julen es lo correcto, pero sí sé que es lo que ahora mismo


necesito. Huir de él, eso hago, porque juntos nos hacemos daños, ya no hay
confianza, ni respeto, sin esos dos pilares, ya no hay nada por lo que luchar aquí.

- ¿Dónde quieres que te patee tu culo español?- dijo Yara sin apartar su mirada
de la mía-. Aquí, en tu nuevo despacho, que por cierto, es horrible, está decorado
con muy mal gusto,

o….-

pone
cara

de

interesante, esa que se le da tan bien cuando quiere salirse con la suya-

….nos vamos a una cafetería, y puede, no te lo aseguro, que con el aire fresco de
la calle, se me bajen estos humos de mala leche que tengo,

porque

mi

Relaciones

Públicas, me ha abandonado para unirse al capullo de Angelo Di Salvo. Aquel,


que la volvió loca de remate para conseguir sus jodidas telas. Dígame, señorita
Fernández, ¿qué voy hacer con usted?

- Pues…- me levanté, mis piernas parecía que nunca antes habían caminado, por
lo patosas que estaban ante la emoción de tenerla aquí,

sé,

que

se

estaba

conteniendo para no correr y llegar hasta mí. Pero no pasa nada, es lógico, yo he
huido, yo la he dejado tirada sin tener la culpa de lo que ha ocurrido entre Julen
y yo. Abandoné mi maravilloso trabajo, ese al que tanto echo de menos, a todos,
pero en especial, a mi gente, entre la que Yara está incluida.-…por lo pronto, me
planto a su lado, quiero…- y antes de que yo terminase la frase, ya estaba
saltando sobre mí. Qué bien sentó ese abrazo después de tanto tiempo sin verla.

- ¡Oh cielo, esto tiene que acabarse, no podéis seguir así, os estáis matando!- me
sujetó por los hombros para mirarme de arriba abajo- ¿Ya no queda nada de la
mujer que conocí?

- Esa mujer ya no existe, Julen la mató.

- ¡Dios, no digas eso, por favor!

Sé que estás herida, que te ha hecho muchísimo daño, desconfiar de ti es lo más


absurdo que ha podido hacer, pero las fotos…

- ¡Joder Yara!- me alejé de ella-.

Peleo contra mí misma cada día, cada noche se me desgarra algo dentro, porque
no estoy con él. Lo que no puedo perdonar es lo que pasó después…A él por
provocarlo, y a mí misma por no haber sido lo bastante fuerte, como para
mantener con vida a ese bebé…no…no supe cuidarlo dentro de mí…

- ¡No por Dios, Val! ¡No te atrevas a decir esas cosas! ¡No puedes pensar eso,
nena! Lo que ha ocurrido

es

una

cadena

de

infortunios, de desgracias, todas ellas provocadas por un persona enferma como


Nick, obsesionado con Julen, y que haría cualquier cosa, incluso destruirte, para
poder separarte de mi hermano. ¡No le concedas la victoria a Nick, no dejes que
él gane!

- Es que no puedo mirar a Julen a la cara, no después de tratarme como una zorra
barata, que se vende por un contrato. Dijo cosas muy feas Yara, estaba lleno de
odio hacia mí.

Yara me miró unos segundos, antes de ir a la mesa y coger de su maxi bolso, le


encantan así, una carpeta. Caminó con ella hacia mí y me la entregó.

- Mira esto- dijo muy seria.


La cogí y la abrí sin dudar, pero cuando miré su contenido, retrocedí un paso,
cayéndose de mis manos lo que acababa de ver. No me lo podía creer…

- ¡Es un hijo de puta, ha tardado dos putos segundos en estar con otra!- grité
negando con la cabeza, y tirándome casi del pelo. intentado sacar de mi mente
las imágenes que terminaba de ver. Era Julen con otra mujer, estaban
besándose…

- Mira bien las fotos- Yara las recogió del suelo y me las volvió a entregar.

- ¡No, no quiero mirar eso! ¿Por qué

me

haces

esto?

¿Estás

castigándome, Yara? ¿Cómo puedes tratarme así?- apenas podía verla porque las
lágrimas me lo impedían.

- ¡Mira las putas fotos, Val, y dime lo que ves, pero míralas bien!-

ordenó.

Me limpié la cara y los ojos con fuerza, pasando el dorso de mi mano por ellos.

Debía de tener una cara horrible con el maquillaje corrido, pero me daba igual.

Sabía que Yara estaba conteniendo la emoción, se estaba mostrando muy dura en
este momento, y desconocía lo que realmente pretendía, con la de tortura de ver
a Julen, una vez más, con aquella mujer.

Cogí las fotografías, y las volví a mirar de nuevo, una detrás de otra… ¡Dios
mío!

- ¿Y bien?- preguntó cruzando los brazos sobre su pecho.

- Yo…- no sabía qué decir…


- Has visto que no es tu chico, que es el cuerpo de otro, y creo que sabes
perfectamente de quién si también la has reconocido a ella.

Nick manipuló el reportaje de Víctor y su novia para haceros daño a ti y a Julen.

- Y lo ha conseguido, nos ha destruido.

- ¿Para siempre, Val?

- Para siempre es mucho tiempo…- susurré.

Sentadas en una cafetería…

Después de recomponerme de las imágenes que acababa de ver, decidimos irnos


a tomar algo a una de las terrazas cercanas a mi nueva empresa. Una que no
siento como mía, y por lo que veo, hay alguien muy dispuesto, a que la deje de
inmediato.

- No tiene ningún sentido que sigas aquí, entiendo que necesitases huir de Julen,
de todo, pero tanto tú como yo, sabemos la verdad, y este no es tu lugar. J&Y te
necesita, y sin ti nada es lo mismo. Tu puesto no ha sido reemplazado por nadie,
porque sólo tú puedes ocuparlo.

Llevo a Jorge loco, supongo que te lo habrá contado…

- Algo he oído…- y a todos.

- Estoy segura de que sí, así que si aprecias tanto a tu mejor amigo como siempre
has vendido…- me miró con su pícara sonrisa, esa que muestra cuando se sale
con la suya-

…sino quieres que se quede calvo antes de los treinta, ya sabes lo que tienes que
hacer. Regresar conmigo a Nueva York.

- No es tan sencillo, las cosas no son tan fáciles, como las pintas sobre tu mundo
de luz y color. Julen estará por allí cerca, y ahora mismo,

nos
hacemos

daño

respirando el mismo aire.

- Porque así lo has decidido Val, te he demostrado que tú hubieses cometido el


mismo error. A veces, el amar con esa intensidad que os caracteriza, puede ser
peligroso, pero

nada

que

no

pueda

solucionarse con la capacidad de perdonar, porque vuestro amor está por encima
de toda la mierda que os han echado encima. El poder de vuestros sentimientos
es más fuerte, lo ha sido hasta ahora, nunca os habéis rendido. ¿Por qué no
seguir luchando por lo que amas, por tu sueño?

Cierro los ojos con cada una de sus últimas palabras…aquello que amas…

mi sueño…

Julen es mi mayor logro, ningún éxito es mejor que él. Aquello que soñé toda mi
vida, y que jamás esperé encontrar, lo he tenido con él. Ser el centro de la vida
del hombre al que entregas tu corazón, al que ese músculo tonto ha elegido sin
preguntarte, aquel que te hace tocar el cielo con los dedos cada día, que tu vida a
su lado se convierte en un auténtico paseo por las nubes… Mi alma, supo que era
Julen el hombre al que buscaba.

Lo reconoció aquella noche en Demonia, se rindió al poder de sus ojos…de su


elegancia que destacaba entre miles de personas…. Mi sexy americano…Un
sueño, mi sueño…

- No puedo Yara, lo que pasé después de la ruptura, no puedo perdonarlo…


Respeto y confianza, son los pilares de cualquier relación, y en esta, han sido
destruidos por completo.

- Sólo te pido que no sacrifiques tu felicidad por un error, uno en el que todos
caeríamos. Sí, es verdad que sé que tú hablarías con él de ello, Julen es más
impulsivo y visceral que tú, pero no por eso, te ama menos. Daría su vida por
recuperarte.

- Lo sé…

Claro que lo sé… pero el dolor puede más que el amor que nos tenemos.
Julen
- Te debo una- me sonríe pensativo.

- Ya pensaré en algo.

- Seguro que sí, sabes sacar buen partido de todo tus favores.

- Es por eso, que los Anderson y los Di Salvo, hemos llegado tan lejos. ¿No
crees?

- Sí, así es, amigo. Deséame suerte, después de varios días, por fin ha llegado el
momento. Estoy acojonado, esa mujer es imposible.

No hay forma de ablandar ese corazón helado que late bajo su pecho. No la
reconozco, no sé quién es ahora…- ¿dónde estás, baby?

- Tranquilo, es tuya Julen, pero a veces el tiempo es nuestra mejor baza. Sé


paciente- dice Angelo-, no queda otra.

- Voy a su ritmo, la he respetado estos días en los que me ha pedido tierra de por
medio, pero ya no puedo más, no vivir en paz al saber que la tengo tan cerca y
no la puedo tocar, necesito cuidarla…

- ¡Joder, y alguien dijo que amar es lo más hermoso del mundo…ya lo dudo
todo!

- Sí, y sabes que es cierto. Y que también, nadie dijo que fuese fácil, la vida no lo
es…pero lo que sí es realmente verdad, es que cada gota de sudor, cada golpe
recibido, merece la pena por lo que logras al final de la batalla…-cierro los ojos
anhelando ese final.

- ¿Qué logras?- pregunta Angelo en un susurro apenas audible.

- Su corazón. Tendré el amor de Valeria, y todo lo vivido, todo lo pasado,

por

mucha
sangre

derramada, quedará grabado a fuego en nuestras almas, para recordarnos quiénes

somos

ahora,

para

esforzarnos más en vivir cada día al máximo, sin olvidar jamás lo que fuimos,
con nuestros recuerdos siempre a cuestas. Lo bueno y lo malo de la vida, ambas
caras forman parte de la misma moneda.

Y por mucho que seamos nosotros quienes la lancemos al aire, nunca podremos
elegir hacia donde caerá la balanza, pero sí podemos decidir, cómo vivir esa
opción otorgada por ella – miro a Angelo-. Mi moneda ha caído en la oscuridad,
pero te aseguro que no voy a dejar que me deje ciego, porque yo elijo luchar,
elijo a Valeria, ella es mi luz, el lado bueno de mi moneda.

- Esa mujer no te lo pondrá nada fácil.

- Ahí está el reto, y la victoria será realmente dulce.

- Te veo muy confiado esta mañana, Julen. Después de todos los palos que te ha
ido dando estos días…

Es verdad, no debo venirme arriba tan rápido, pero es el maravilloso sueño que
tuve esta noche, el que ha provocado que me levante tan optimista.

Los dos estábamos en nuestra suit del Juva, recién casados, haciendo el amor
durante horas y horas interminables, hasta quedarnos dormidos…agotados por la
pasión…

Estos días Valeria y yo hemos tenido varios desencuentros. Me he presentado


cada día en su trabajo, fue bastante reconfortante ver cómo sus preciosas
esmeraldas se encendían por los celos cuando sus nuevas compañeras de oficina
eran demasiado amables conmigo. Eso hacía que me excitase, deseando
arrastrarla a su despacho y follarla. El deseo no desaparece, pero rápidamente el
dolor y la rabia irrumpen por encima de él, dejando la cosa en nada.
He llenado su oficina de ramos de rosas azules, su apartamento, incluso le envié
esa canción que tanto significa para nosotros de Pablo Alborán…pero nada…ella
sigue sin bajar la guardia.

En su despacho, la última vez que hablamos, tuvimos una conversación muy


tensa…ambos estamos destrozados por mi estupidez…

- Quiero volver a recuperar la confianza en la vida, quiero volver a creer en los


cuentos de hadas, en los

príncipes

azules,

quiero

recuperar la confianza en ti…-

Valeria lloraba temblando, y mis dedos quemaban por tocarla-, ¡pero no puedo,
no es fácil!- no me miraba. Se abrazaba a sí misma, sin dejar que fuese mi
cuerpo quien le diese consuelo.

- ¡Dios mío, baby…!.- mi voz sonaba desgarrada, desesperado por tocarla,


muriendo lentamente por hacerlo, pero sabiendo que no debía presionarla-. Me
gustaría ser esas lágrimas que mueren en tus labios, porque necesito la vida que
tu boca le da a la mía, sin ella…me estoy muriendo Valeria…

- ¡Vete…!- los sollozos sacudían su cuerpo-. ¡por favor bebé…

necesito que te vayas…!

- Te quiero…nunca dejaré de hacerlo…- me alejé de ella caminando hacia la


puerta, me ahogaba, irme de aquel despacho dejándola allí hacía que me faltase
el aire…

- Lo sé…y yo también te quiero, mi corazón es tuyo…para siempre Julen…

Eso me detuvo unos segundos. Cerrando los ojos saboreé cada palabra, y las hice
mías una vez más, como el día que descubrí ese bello tatuaje como regalo de
cumpleaños.
Antes de irme, le hice una pregunta. Me giré para mirarla, ambos estábamos
bebiéndonos con los ojos, una lucha interna se debatía en el corazón de Valeria.

- ¿Crees en el destino? ¿Crees que la vida tiene un plan para nosotros?- la


sorprendí con estas cuestiones.

- Pues yo…

- Lo tiene Valeria- no dejé que respondiese. Contesté esto antes de cruzar esa
puerta que me alejaría de ella-. Tú eres mi destino, y no todos deciden
perseguirlo, y por suerte para nosotros, yo sí, y nunca me cansaré de correr
detrás de él, porque donde sea que tu vayas, donde tu corazón y tu alma viajen,
siempre permanecerán unidos a mí.

- Julen…

Eso fue lo último que escuché de sus labios…

Hoy es mi último día aquí en Italia. Mi cuerpo me pide un respiro, un paréntesis


entre Valeria y yo, pero mi corazón, no se lo concede, no se rinde, no quiere
hacerlo. Juego una última baza. Vamos a escoger ese juego donde uno arriesga…

y luego el otro…es quien tiene la respuesta definitiva.

- ¿Seguro que no desayunamos juntos?- pregunta Angelo por quinta vez.

- No- respondo muy seguro.

- Ok, pues suerte entonces-palmea mi espalda.

- La necesitaré- nos miramos unos segundos antes de salir juntos por la puerta
sin decir anda más.

Angelo sube en un coche con chófer, y yo en un Bentley negro EXP 10 Speed 6.


Lo elegí por una razón, es apodado el Bentley Baby. Sinceramente, ella sería un
pecado sobre ruedas conduciéndolo.

¡Ufff…relaja campeón…!

Suena mi móvil.
- ¿Todo listo?- pregunto.

- Sí peque, espero que dentro de unas horas, pueda ver otra vez esa sonrisa que
tanto echo de menos, y tu sobrina también- mi hermana y mi princesa están
pasándolo muy mal con todo esto, realmente toda nuestra familia y amigos. Jane
incluso está más rebelde de lo normal en el colegio, por no tener a sus tíos cerca
y unidos. Hago todo lo que puedo y lo que ella me deja, princesa, te llevaré a tu
tía Valeria de vuelta, pero aún no sé cuándo ni de qué forma…ni si lo haremos
juntos o por separado, pero una cosa sé seguro, la seguridad que mostraba hace
unos días de que nunca regresaría a Manhattan, flaquea. Lo sé por Angelo y
Yara, echa de menos J&Y, su vida allí y todo lo que Nueva York le ha dado, sólo
se existe una razón que le impide volver: yo. No quiere enfrentarse a mí, pero a
veces… no queda otra, amor, que coger la vida de frente y plantarle cara por
mucho que nos duela, y siempre se lucha mejor contra ella, si es al lado de la
persona que amas. Bueno…eso cuando no es el determinante, que ha causado la
guerra en la que batallas…

Julen…Julen…Julen…estás realmente jodido.

- No te hagas muchas ilusiones, ni siquiera me ha dejado acercarme a menos de


un metro de su cuerpo-cierro los ojos recordando ese aroma a mango, mi dulce
mango.

Lo que me ha llevado a ser un poco más positivo, es ver que estos días que he
estado en Italia, Valeria ha recuperado peso. Ambos lo hemos hecho. ¿Eso tiene
que ser bueno, no? Tiene que serlo.

- Tiempo, sólo es cuestión de tiempo, los que estamos en la misma sala que
vosotros, podemos ver ese amor que os caracteriza, herido por la vida, pero no
perdido. Confío en ti.

- Gracias, luego te llamo.

- Espero que no…

- Y yo también lo espero…

Cuelgo y arranco el coche. Miro por el retrovisor y Dan asiente, viene detrás
para llevarse el coche en cuanto llegue a mi destino…a mi Valeria.
Valeria
Hoy me he levantado de buen humor, la verdad es que tener a Julen cerca, está
ayudando mucho a ello. Las fotos que me mostró Yara, lo han cambiado todo, y
puedo sentir como la capa de hielo que envuelve mi corazón, se va cuarteando
cada día.

No me ha tocado, no me ha besado desde ese primer encuentro en mi


apartamento, donde dejé que mi amor por él me manejase olvidando por unos
segundos, el daño causado por su desconfianza. Ese puñal clavado en mi alma se
retorció, y dolió…entonces reaccioné para alejarlo de mí, de mi vida. Y así ha
sido cada día, desde que se ha presentado frente a mí para que lo perdone.

Ayer estaba dándome un baño, y puse una canción que Julen me envió, una que
forma parte de la banda sonora de una hermosa trilogía de libros, una melodía
que provocó que mis manos, viajasen por todo mi cuerpo hasta llevarme a la
cima del placer, imaginando sus dedos sobre mi piel mojada….

“Love Me Like You Do” de Ellie Goulding… dice cosas mágicas….

Eres la única cosa que quiero tocar..

Nunca pensé que podría significar algo…tanto….

Puedes ver el mundo que has traído a la vida...a la vida Ámame como lo haces…

Tócame como lo haces…

Dios mío Julen…necesito tanto que me ames…quiero volver a estar a tu lado sin
que duela…

Miro el reloj, Angelo se retrasa. Hemos quedado en un lugar un poco peculiar,


pero dice que es el cliente quien ha escogido el sitio de la reunión, y ante un
nuevo fichaje, no seré yo quien se queje.

He aparcado fuera, no me dejaban entrar el coche hasta esta zona privada. He


tenido que enseñar la acreditación de mi empresa para poder estar aquí. Parece
que se acerca uno de los impresionantes yates que parecen formar parte de este
exclusivo puerto.

Es realmente… ¡Joder…joder…joder…

es…es… es el Española! ¡Puedo leer el nombre claramente! Está atracando


frente a mí. Escucho el rugir de un deportivo…por favor…no es posible…

No me atrevo a girarme, pero mis piernas que no dejan de temblar cobran vida
propia y me mueven, para darle a mi ojos la mejor vista que jamás van a tener en
su vida. Aquella que siempre me ofrece el hombre al que amo, aquella que me
bebo cada vez que tengo ante mí al ser humano al que pertenezco…

Julen…

Sale del coche, uno que por cierto es una auténtica joya, y que nunca le había
visto ni siquiera aquí. Siempre miro por la ventana de mi despacho como
desaparece de mi vista…no sin antes levantar hacia ella ese hermoso océano,
que baña su rostro para mirarme, antes de irse una vez más…derrotado por mi…

Voltea la carrocería, con elegancia, con ese caminar que lo caracteriza, cubriendo
su escultural cuerpo con un traje negro, firma de J&Y, ya no suele vestir otros.
¡Madre mía Yara, no hay mejor publicidad que esta, créeme!

Creo que me voy a caer de culo, no me esperaba esto…

- ¡Eh Baby!- sus brazos llegan a tiempo de rodearme y refugiarme contra su


cuerpo. Hundo mi cara en su cuello apoyando mis manos sobre su pecho…

- ¡Ah….!- volver a olerlo tan de cerca, su piel a un centímetro de mis labios…


me

siento…me

siento

drogada por él…me siento…me siento otra vez en casa…- ¡Oh Dios mío, Julen!-
me aferro a su cuello más fuerte que nunca.

- Shhh…estoy aquí, cariño, siempre estaré aquí para ti, amor…-


sus brazos no me dejan, me sostienen para no dejarme escapar.

Pero no lo haré, al menos no ahora, no puedo, no quiero, lo necesito…

No puedo dejar de llorar, siento que por primera vez en mucho tiempo mi llanto
es liberador, me alivia…Nos movemos pero me da igual, me dejo llevar…

Abro los ojos, empañados por las lágrimas que Julen besa intentando alejarlas de
mí. Estoy tumbada, acaricia mi cara, y poco a poco puedo ver su bello rostro, por
donde su dolor viaja por sus mejillas, y mis dedos recogen para aliviarlo.

- Necesitaba esto- dice con la voz desgarrada-, necesitaba llorar contigo la


pérdida de nuestro hijo.

- Y yo, y no lo sabía hasta hoy, hasta que tus brazos me han rescatado de una
cárcel diaria donde mi pena era el carcelero.

Siento como si…

- Se hubiese calmado, parece que nuestros

pulmones

vuelven

funcionar- asiento sin dejar de mirarlo-. Te echo de menos, y no sé qué hacer


para recuperarte, sé que obré mal, que desconfié de ti, que…- está muy nervioso,
apenas consigue hablar. Pongo un dedo sobre sus labios para que no hable.

Ha debido de traerme en brazos hasta su camarote, y creo… que no hay lugar


más bonito que este para que exista una posible esperanza entre nosotros. El
mismo lugar donde me entregué a Julen por primera vez como mujer, donde
nuestros cuerpos, se fundieron en uno para vincularnos eternamente.

Para siempre…

- Ven aquí Julen, te necesito ahora…- su boca se une a la mía en un beso lento y
maravilloso, el más apasionado de mi vida, ambos jadeamos
mezclando

nuestros

alientos.

Se sitúa entre mis piernas apretándose contra mí, notando el maravilloso tesoro
que se esconde bajo esos pantalones, y que mi entrepierna anhela desesperada.

Llevo un vestido que ya está arrugado en mis caderas. Buena elección Valeria.

Ahora no importa nada más que este momento, y quiero dejarme llevar…

Une nuestras manos por encima de mi cabeza sin dejar de besarme, su lengua me
castiga con furia, bailando con su cuerpo sobre mí, despertando todo aquello que
estaba enterrado bajo el dolor de la pérdida y la rabia por la desconfianza. Siento
que cada centímetro de mi vuelve a la vida, como si mi corazón volviese a latir
de nuevo.

Sus labios recorren mi rostro, mi cuello, regresan a mi boca para saquearla con
fuerza, así una y otra vez, nuestros atormentados besos mezclados con los jadeos
que huyen de mí, llenan el silencio.

- Te quiero, te quiero tanto Valeria, perdóname, no soy nada sin ti- nos miramos
a los ojos. Veo tanto dolor en los de Julen, reflejo de lo que él está viendo en los
míos-.

Iremos a tu ritmo, poco a poco, volveré

conquistarte,

pero

permíteme que lo haga, cariño. No me alejes más de ti, déjame cuidarte, déjame
llorar a tu lado por la pérdida de nuestro hijo.

- Julen…- beso sus lágrimas-, me tienes, estoy aquí, pero no puedo decirte que
esto será fácil, no puedo prometerte nada. Te amo, más que a mi vida, pero
rompiste mi corazón en mil pedazos, y uno, estará siempre perdido aunque el
tiempo lo reconstruya de nuevo.

- El mismo que me faltará a mí, yo también lo he perdido. Ambos seremos


incompletos desde ese díanos abrazamos. La pasión de hace apenas un segundo,
se va por la puerta, no debemos engañarnos y forzar las cosas. Levanta la cabeza
que permanecía hundida en mi cuello-. No te he traído aquí para acostarme
contigo, yo…- está tan nervioso y vulnerable, siento que yo tengo que protegerlo
a él.

- Lo sé bebé, simplemente nos hemos dejado llevar por lo que sentimos, por esa
química que existe entre nosotros, una que pocas veces se encuentra en la vida,
pero que ahora se ve eclipsada por algo que pesa sobre el deseo y nuestro amor.

- Te he hecho mucho daño, todo lo que te dije…

Nos arrastra para que yo termine sentada entre sus piernas, y Julen apoyado
contra el cabezal de la cama. Une nuestras manos sobre mi vientre.

- Él estaba aquí, dentro de ti, de su mamá- ambos sin soltar nuestras manos,
acariciamos ese lugar…

- No quiero que esto determine nuestras vidas, Julen - Me giro para encararlo y
sentarme sobre él-. Sé que hoy no puedo perdonarte, porque lo que sí es cierto,
es que me hiciste muchísimo daño. Pero también sé que me quieres y ¡¡oh!!-

me apresa tan fuerte entre sus brazos que apenas puedo respirar.

Echaba de menos ese ímpetu.

- Por encima de cualquier persona y cosa estás tú, decir que te quiero es poco-
coge mi cara entre sus manos y me roba un beso-. Soy tuyo, te pertenezco-
ambos miramos nuestras

pulseras-.


me

perteneces a mí, y eso es una verdad eterna.

- Y no diré jamás lo contrario Julen, pero no podemos evadirnos de la realidad, y


esta es la que hay: somos dos almas rotas.

- Sí, y que no pueden vivir por separado, deja de huir de mí, joder-gruñe y con
un rápido movimiento estoy debajo de su cuerpo, en alerta, expectante, deseosa
de que me haga suya al notar lo duro que está…nada importa en este momento.
Veo sus ojos llenos de deseo, y no hace falta decir nada más…

Nuestras manos trabajan rápido para que la ropa termine en el suelo hasta que
nos quedamos desnudos. Por favor….volver a verlo así, en todo su esplendor,
con su miembro erecto, listo para entrar en mí, con cada línea de su cuerpo
perfecto…

provoca en mi piel una sensación olvidada. Puedo notar lo húmeda que estoy, mi
entrepierna palpita desesperada por ese dulce bocado que Julen tiene para mí. Lo
acaricio, es tan suave y hermoso, como la imagen que tengo sobre mí.

Tiembla entre mis manos, cierra los ojos y jadea.

- Echaba tanto de menos tu contacto,

que

me

tocaras,

sentirte…- pone sus dedos sobre los míos y ambos recorremos su pene,
lentamente arriba y abajo-…me correré si no paramos- dice entre dientes.

Aparto mis manos que viajan por sus músculos, hasta llegar a su cara y atraerlo
para besarlo. Mientras el beso es lento, apasionado, Julen entre en mí poco a
poco. A pasado demasiado tiempo para los dos sin esto, sin unir nuestros
cuerpos…y no alcanzo a describir la magnitud de sentir cómo me va llenando,
de cómo rompe esa barrera que nos separa, debilitando mi dolor, para sentir su
amor por mí…
- ¡Joder…baby…no…no puedo aguantar...mucho tiempo sin ti…sin esto…!

- ¡Ah…sí…no pares, déjate ir, no pasa nada…!- rota sus caderas y mi clítoris
hinchado recibe cada roce acercándome

al

clímax.

Es

maravilloso conectar así con él, que no hayamos perdido en nuestra magia, me
hace sentirlo por todas partes.

Mete una de sus manos entre nuestros cuerpos, y me arqueo al tocarme en ese
punto, es delicioso, solo existimos Julen y yo.

- Estás tan bonita así, envuelta por el deseo, córrete conmigo, amor, déjate ir
conmigo- sus dedos trabajan más rápido y golpea mi sexo con si polla sin
descanso-. ¡Sí, joder…oh…!-

Julen

se

está

corriendo y eso me excita más hasta el punto que me lleva con él, hasta el cielo,
el nuestro. Lo tocamos juntos, después de tanto tiempo sin verlo…

Respiramos abrazados. Yo sobre el cuerpo de Julen, me ha arrastrado hasta


dejarnos en esta postura, intentando recuperar el aliento. Ha sido rápido, pero
muy intenso, y es maravilloso volver a tenerlo así.

- Te necesito Valeria, esto es lo que somos tú y yo, fuego, pasión y deseo,


envueltos de un amor incondicional, donde ha habido fisuras, pero nada roto, no
podemos separarnos más.

Me sitúo a su lado, entrelazamos nuestras piernas, y sus brazos me rodean.


Siento como si el mundo no pudiese tocarme, salvo Julen, es el único que puede
herirme.

- Y yo te necesito a ti, bebé, pero las cosas han cambiado entre nosotros. Sí, nos
amamos, eso nunca lo dudaré, sólo que el daño que me hiciste, todavía duele
demasiado.

Me levanto de la cama, y miro por la ventana, nos hemos movido, parece que
solo hay mar a nuestro alrededor, aquí hay tantos recuerdos…la noche que…

- ¿Estás pensando en lo que hay encerrado en este camarote?- me abraza por


detrás besando mi cuello-. Mi dulce mango…- cuando pone esa voz de línea
erótica, saltaría sobre él.

- Sí, aquella noche fue todo tan perfecto, un comienzo…

- ¿Y hoy no? – susurra-. ¿No podría ser el comienzo de mi perdón?

- Quiero que sea así, pero no puedo engañarte, engañarme a mí misma, que sin
más, podemos empezar de cero.

Me doy la vuelta entre sus brazos, apoyando mis manos sobre su pecho,
perdiéndome en su mirada.

- La vida es complicada, y a veces, es una perra, la peor de todas. Todos vivimos


en una burbuja, tú y yo estábamos dentro de la nuestra, ajenos a lo que pasaba
fuera. Y entonces, un buen día, reventó.

- La reventé yo, baby.

- Sí, cariño, tú lo hiciste, pero he pensado mucho, y lo que nos pasó, podría
habernos pasado estando bien. Para nada me aferro a este argumento para
disculparte, no es eso, lo que quiero decir, es que las desgracias ocurren a cada
segundo en la vida de las personas, y no podemos hacer nada por evitarlas.

No está en nuestra mano decidir los acontecimientos duros que nos golpean
dejándonos sin aliento, pero lo que sí podemos hacer en decidir

cómo

queremos
enfrentarlos. Y yo decidí el día que traje mis maletas a Italia, que nunca me
rendiría. Sólo existen dos opciones, vivir o morir, y yo elijo vivir. No dejaré que
la vida determine

mi

futuro.

Somos

personas moldeadas por nuestras vivencias, nuestro pasado es parte de lo que


somos en el presente, nuestros recuerdos y vivencias viajan en nuestros
corazones, pero debemos

saber

hacia

dónde

queremos ir. Y yo quiero seguirte a ti, Julen, pero no encontré el camino todavía.
Todo está oscuro ahí fuera…

- Me siento perdido Valeria, ¿me pides tiempo?- hace un gesto extraño con la
cara y me hace sonreír. Toco su ceño fruncido e intenta morderme la mano.

- ¡Eh, tú!- me da un beso rápido-.

Te pido que vivamos el momento, sin forzar las cosas…- trago saliva porque
esto que le voy a decir, me ha hecho pasar largas noches de llanto, y sacrificar
muchas horas de sueño-. Me sentí culpable por todo lo que nos pasó.

- Sé eso, pero soy el único que se equivocó.

- Supongo que mi abuelo te lo contó, no sé por qué sabría que lo haría, y como
yo no iba a ser capaz de decírtelo, de alguna forma, ese sentimiento de culpa que
me perseguía quería que llegase a ti, que supieses cómo me sentía.

- ¿Tú culpable, amor?- me aprieta fuerte-. Nunca, yo soy el único verdugo de


nuestra desgracia.
- Sí, Julen, tu desprecio, tus palabras hirientes, todo esa lluvia de insultos
desembocaron en la pérdida de nuestro hijo. Lo sé- me falla la voz.

- No podrás perdonarme, ¿verdad?

- Escúchame ahora, por favor-asiente como un niño. Mi niño-.

Nuestra mente, muchas veces, juega sucio, al igual que la vida. Empecé a pensar
que yo provoqué de alguna forma todo, que el haber sido cordial con Angelo era
el motivo de tu desconfianza, no las fotos en sí. Y

que por otro lado, yo…- me duele la garganta al decir esto-…no era una buena
madre por no salvar a mi bebé, por dejarlo ir y no protegerlo aquí dentro.

Las lágrimas regresan, me separo de Julen, necesito aire. Salgo del camarote
hasta llegar a la cubierta y que la brisa del mar golpee mi cara. Cierro los ojos al
mismo tiempo que me envuelve algo.

Julen nos ha tapado con una de las sábanas de seda, estamos desnudos y yo ni
siquiera he sido consciente de ello.

- Así está mejor, no quiero tener que arrancarle los ojos a nadie, amor.- Besa mi
cabello y me reconforto contra su cuerpo. A veces se me olvida que incluso la
prensa podría estar cerca. Nunca dejan de intentar sacar algo. Sería una bomba
sacarnos desnudos.

- No, no queremos eso- le sonrío y él también. Tristes pero es gratificante verlo


sonreír.

- Ya nunca sonreímos. Verte feliz cada mañana era la razón por la que me
levantaba cada día, tú eres el motivo por el que tengo algo por lo que luchar en la
vida, cuando creía haberlo perdido todo. Nada me importa si tú no estás a mi
lado, Valeria- cojo aire, mis pulmones se llenan de vida.

- Tú eres mi vida, mi sueño hecho realidad- le doy un beso casto-, te soñé una y
mil veces, y llegaste a mí siendo mejor que cualquier fantasía. Pero el cuento se
ha visto truncado con un final muy diferente al que esperaba.

- Deja que tu príncipe escriba otro, que le dé a su princesa todo lo que se merece
y más.
- Vamos a dejar que el cuento se rescriba sólo, poco a poco, Julen.

Eso es lo que he aprendido todo este tiempo, bebé. Que hay cosas en la vida que
no dependen de nosotros, por mucho que nos empeñemos en buscar soluciones,
en cambiarlas, en culparnos por no conseguir modificar la realidad, no sirve de
nada ese castigo auto impuesto. Queremos salvar el mundo, a todo lo que
amamos, nos gustaría evitar por encima de cualquier cosa, que los nuestros
sufrieran. Pero la verdad es que no podemos, cosas buenas y malas pasan cada
día, y son la esencia de la vida, y la mayor parte de ellas, no dependen de
nosotros, sí como enfrentarlas.

- Amor, quiero llegar a pensar como tú, pero no puedo.

- Con el tiempo de das cuenta de muchas cosas, nadie es intocable, puedo ver
eso en los demás. Cada persona lleva su bagaje, y el de nadie es peor que de
otros, porque el dolor no se mide, lo importante es saber aceptar las cosas, y algo
fundamental, es dejarnos ayudar, apoyarnos en la familia y amigos.

Ellos me han salvado a mí, Julen. Y

sé que a ti también.

- Yo quiero salvarte cada día de todo lo que intente dañarte, pero…-

acaricio sus labios con los míos.

- Pero no puedes hacerlo si el que me daña eres tú. A veces las personas que más
amamos, se convierten en nuestros monstruos, en aquellos, que no nos ayudan a
avanzar. Y tú eras el mío, cariño, necesitaba huir de ti.

- ¿Ya no?

- No lo sé, Julen. Tiempo, vamos a dejar que el tiempo decida.

- Siento que te estoy perdiendo, Valeria, esto parece una despedida.

- Bésame, por favor- me mira unos segundos, y nos fundimos en un beso, aquel
que no sabemos si será el último…
Julen
Me duele la cabeza, anoche no pude dormir nada. Me parece increíble que me
haya ido de Italia y que esté a punto de aterrizar en Nueva York. Valeria fue la
que me pidió que le diese espacio, que era necesario poner un mar de por medio,
uno que hace meses, me hubiese bebido para llegar a su lado, y no separarme
jamás de ella.

- Julen, no está todo perdido, has estado en el Española con ella, ni siquiera
pensabas que se subiría en él, y por lo que sé, hubo fuegos artificiales- esa bruja
que está sentada frente a mí, me guiña un ojo.

Bruja.

- Yara, cállate- le saco la lengua y

ella

suelta

una

carcajada.

Escucharla hace que me una a ella, y que mi polla reaccione al recordar la


jornada de ayer…

Hablamos…follamos…comimos…

follamos…no podía dejarla respirar, quería marcarla, que hoy recordase a quien
pertenece, que es mía, que somos uno.

- ¡Julen…ah…!- devoraba su sexo en la ducha. La levanté sobre mis hombros,


enloquece cuando la devoro de esa forma, mi lengua se follaba su coño, bañado
por la esencia que me embriaga y que me enloquece, sin poder frenar el saqueo
de mi boca-. Por favor, no…

no puedo correrme otra vez, voy a perder el sentido…- decía eso aferrándose a
mi cabello, sin dejar que me moviese de ese lugar. Ella quería que no dejara
aquello, lo deseaba tanto o más que yo. Se corrió tantas veces en mi lengua, que
me emborraché de Valeria.

- Es maravilloso escucharte gritar- la bajé para que me rodease con sus piernas y
la empotré con fuerza contra la pared. Mi pene entraba y salía elevándola a cada
estocada, sin descanso, sin tregua, éramos

una

furia

apasionada

desatada en aquella ducha. Me clavó las uñas en las nalgas, adoro eso, que se
deje arrastrar por el deseo.

Nuestros labios se buscaron mezclando su dulce sabor con sus gemidos,


enloqueciéndola más. Valeria se excita mucho cuando se saborea a sí misma, y
eso me endureció más provocando un cambio en los acontecimientos. La moví
rápidamente aplastándola contra la pared. Levanté su pierna derecha y entré
hasta el fondo, llenándola con mi polla.

- ¡Ahhh…sí…Julen… por Dios…!-la cogí por el hombro con la otra mano y


golpeé duro, sin dejar que se moviese, sólo yo podía entrar y salir, y ella
recibirme. Mía por completo. La había dejado a medias cuando la bajé, y
mientras la follaba contra la pared de la ducha la seguí provocando, pero sabía
que no se había corrido, y que necesitaba llegar.

- ¿Qué, nena?- estocada lenta pero profunda. Jugué con ella, torturándola. Amo
que suplique por mí.

- ¡Oh…sabes qué!- cogí su cara apresándola fuerte con una mano, sin dejar de
follarla, duro pero suave, enloqueciéndonos a los dos.

- No amor, quiero que me lo expliques, ha pasado tanto tiempo sin esto…-


gritamos juntos por la sensación de llegar hasta sus entrañas-…¡joder…quiero
esto

cada puto día…estás ardiendo…!-y sin más le susurré cantándole al oído-…


tómame de los pies a la cabeza, porque quiero ser la lava que derrama tu volcán
de miel, bésame tápame la boca, con tu boca

porque

quiero

arder…-

gracias

Pablo

Alborán…eso

terminó por volvernos locos y perder la cabeza, mordiéndome la boca perdida en


mí, en nosotros. Y

el ritmo de mis golpes se enturbió, gritamos desesperados, y cuando estuve a


punto de correrme, la masturbé,

saqueé,

castigué

pellizqué su clítoris hasta que de sus

labios,

escaparon

gritos

incoherentes, por legar al más puro y delicioso de los éxtasis. Fue apoteósico,

terminamos

casi

inconscientes en el suelo.
Amo a esa mujer, mi corazón lleva escrito su nombre.

- Nada está decidido, me ha pedido que dejemos pasar un tiempo, y eso no cabe
en mi cabeza, porque cuando tienes que pensar algo, para mí ya está todo
perdido-me froto la cara.

- Eso no es verdad, colega, a veces lo que creas que te aleja del premio gordo, te
lo pone más en bandeja que nunca - Dan con un refresco, se sienta a nuestro
lado.

Sé que va a darme un buen sermón, es muy bueno en ello. Tanto, que creo que
acaba de darle sentido a la frase de Matías, aquella que no entendía en su
momento, pero que ahora cobra todo su sentido: “las cosas que a veces creemos
que nos alejan de la persona que amamos, son las que nos pueden acercar a
ellas”. Tiempo es lo que ella pide…

nada más…-. ¿Listo?- Yara y yo sonreímos y asentimos.

- Listo- respondo.

- Hay una mala costumbre en esta vida, y es la de juzgar a las personas, nos
creemos sabedores de verdades universales con respecto a los acontecimientos
de la vida de otros, eso sí, especialmente cuando se trata de criticar a los demás.
La gente es muy lista, y para olvidarse de sus problemas, se centra en tachar a
los a sus iguales, cuando nadie es juez en este mundo para decir si algo es así o
“asá” ¿Me pillas?- niego, Yara también me imita-. Lo suponía. A lo que voy es,
que las cosas no son siempre blancas o negras, hay matices, también existe el
color gris. Es decir, no porque una pareja se haya puesto los cuernos ya no se
quieren.

Hay altibajos, pero pueden remontar y ser incluso más felices. ¿Acaso eso no ha
pasado nunca? Sí, doy fe de ello, lo he visto con este par de bellos ojos que
adornan esta hermosa

carita-

eso

provoca
carcajadas

en

el

ambiente-.

Continúo.

- No hay quien te frene, así que adelante- dice Yara.

- Ahí le has dado, porque hasta que el “menda leyenda” no lo escupa todo, este
avión no aterriza-es realmente bueno. Valeria le tiene mucho cariño. Sabe
ganarse a las personas, y también sé que han estado hablando en Italia. Dan es
muy protector con ella, y necesitaba saber que su amiga estaba “bien”,
comprobarlo con sus propios ojos-.

Toda esta parrafada, viene por lo que

has

dicho

ahora

anteriormente, lo que pasa es que quería tener claro mi discurso para poder
rebatir tus palabras. Dices, al igual que la mayoría de la humanidad, cosa
surrealista en estos tiempos, que si se lo tiene que pensar es que no te quiere
como antes. Error. No tiene que debatir si te ama, necesita espacio para que su
dolor sea parte de la mujer que es ahora. Aceptar lo que ha pasado, y me alegró
saber que apartó la culpa de todo esto.

- Sí, ella no tiene la culpa-susurro.

- Julen, tú tampoco. Fuiste un cabronazo, te perdieron las formas, pero fueron


provocadas, hasta ella ha reconocido que los celos se la hubiesen comido de ser
al revés. Se lo demostré- Yara quiere que avance en este punto-. Sé que esas
palabras tan feas no escaparían de sus labios, pero te aseguro que otras parecidas
sí. A ella y a cualquier hijo de vecino.

- Eso es así, secundo a tu hermana. Pero a lo que voy, es que por pedirte tiempo,
un espacio que su cuerpo le pide, su corazón- niega con la cabeza-, hasta vuestra
historia ha provocado que yo suene cursi, ¡joder!- nos reímos-. A lo que iba, que
ese tiempo es lo más lógico. Queréis estar juntos, y dudo mucho que pueda haber
otro final para vosotros, pero un respiro después de un golpe tan duro donde os
quedasteis sin aire, no es menos amor que otro. Dejemos ya de poner etiquetas a
las cosas, de si esto pasa es porque no te quiere, o de si hace esto es porque ya no
siente nada. Y

si ha hecho esto es porque es una descocada o un cabrón. ¡Que la gente viva su


vida y deje vivir, cojones, que bastante duro es levantarse cada día como para
preocuparnos de lo que hacen o dejan de hacer los demás! No te creas todo lo
que se dice. Tiempo, es simplemente tiempo, no falta de amor.

- ¡Bravo y bravo!- Yara le aplaude-. Ojalá fuese eso una realidad, Dan, te
aseguro que la gente caminaría de otra forma, sin sentirse juzgada. Es tan fácil
hablar desde fuera, a veces parece que tenemos el corazón podrido.

- Y todo esto ha venido por lo que hablamos el otro día- tuvimos una charla la
última vez que Valeria me echó de su nuevo trabajo.

- Sí, porque te quedas en la superficie de las cosas, y hay que rascar. Ni blanco ni
negro, hay matices, recuerda eso. Ni pedir tiempo es no querer, ni hacer otras
cosas es no amar. Que nos enseñen las reglas de lo que significa el amor
verdadero, lo más complicado de esta vida, creo que es el amor, es infinito, a la
par que complicado.

No hay norma universal en las cosas del querer, pero tenemos la mala costumbre
de ofuscarnos en lo de siempre.

- Cada uno es libre de decidir- le contesto-, no podemos obligar a las personas a


pensar como tú.

- Sí, por supuesto que no podría obligar a nadie, pero que tampoco quieran que
los demás pensemos como ellos, que eso es lo que me toca los huevos a mí. ¡Yo
tengo que respetar al mundo, pero yo soy un incomprendido!
- Pon un ejemplo, don pluscuamperfecto- Yara se adelanta en su asiento.

- Bueno…tengo un amigo- me mira, creo que ya sé por dónde van los tiros
porque este ejemplo me lo puso a mí, y me tapó la boca.

Llevaba razón-. La forma de amar de una pareja, por ejemplo. ¿Tú qué opinas
del sado?- eso pilla a mi hermana desprevenida.

- ¿Cómo? ¿Te va ese rollo, Dan?

¡Me dejas loca!- Yara abre los ojos como platos.

- Nunca lo he probado en su versión dura, jueguecitos leves, pero muy


productivos, te lo aseguro.

A lo que voy. Cuando alguien cuenta que azota su chica o chico, los miran como
si perdiesen aceite, o fuesen desequilibrados. ¿Por qué?

- Pues porque es raro, Dan-contesta Yara.

- No estoy de acuerdo. Te repito lo de antes, ¿dónde está esa norma universal que
concierne a las parejas, o al amor en general? ¿Por qué se aman más las personas
de sexo vainilla que las que practican otras modalidades, o llevan otro tipo de
vida más abierta? Si el respeto y la confianza, son base fundamental, creo que es
tan amor como cualquier otro. Odio eso de que para quererse de verdad, pues
tiene que ser como digan los sabiondos de turno. Opinar sí, juzgar no.

- Amén le contesto. Ha quedado claro su punto de vista caballero, y lo


patentaremos en un futuro- le contesto.

- Estoy seguro de que sí. Una cosa es no compartir esos estilos de vida, pero hay
que respetarlos, un amor tan grande y sincero como otro, ¿no?- asiento. Alan y
Beth saben mucho de eso. Ya lo creo que sí saben, de más diría yo… ¿y quién
duda de que están locos el uno por el otro? Yo no, ni tan siquiera cuando ella está
torturándolo con su indiferencia.

“Diez minutos y estaremos en tierra.

Señor Anderson”- de vuelta a casa, sólo…Lo siento Kai, te fallé otra vez,
pequeño. No he querido preocuparla cuando me preguntó por nuestro perro. L
e dije que la echaba de menos, que la necesitaba tanto como yo, pero que todo
estaba en orden. No era necesario decir otra cosa. El veterinario me recomendó
que si podía dejarlo con algún familiar, para ver si así mejoraba, ya que yo
también le estoy transmitiendo mi dolor, y Kai lo siente, y eso lo aflige más
junto a la pérdida de su “mami”. Y así ha sido, está con Leire y con Bat, ha
recuperado peso, y ha sido la mejor noticia que he recibido estos meses.

Bastante ha pasado ya nuestro pequeño en esta vida, ahora es nuestro deber


cuidarlo y hacérsela más fácil. A él también le he fallado, porque es otro daño
colateral de lo que he provocado entre Valeria y yo.

- La primera parada Dan que sea en casa de mi abuela, quiero recoger a Kai-
empezaremos de cero, y espero que muy pronto, con nuestra chica al lado.

- Te acompaño- dice mi hermana.

- Tienes una familia que te espera- le contesto.

- Sí, allí mismo, todos están allí.

- ¿Sabías…?- soy un libro abierto para mi hada.

- No lo he dudado ni un segundo de que irías a buscarlo, es lo único que te queda


de ella, y quien más te puede ayudar con su compañía y cariño. Ese perro
también te necesita, Julen.

- ¿Sabes que te quiero, no?- le pregunto.

- Sí, pero me gustaría escucharlo más a menudo. Me gusta.

- Hecho.

- Y por cierto- dice-, yo también te quiero.

Dos meses después, en Nueva York.


Julen
- Bueno, si tengo que hacer balance general de este último año, voy a quedarme
con lo bueno, no con lo malo- mi hermana me mira.

Ha querido que mi padre y yo estemos en este discurso de comienzo de año. Han


sido unas navidades horribles, Valeria las pasó en España, lejos de mí y de Kai,
sólo hemos hablado por teléfono estos dos últimos meses.

Jane quería que fuésemos a pasarlas con su tía, y yo también, pero las cosas

siguen

muy

tirantes,

especialmente con su familia, esta vez no están de mi lado, salvo mi aliado de


siempre, Matías, él ha vuelto a subirse a mi barco, y aunque

parezca

mentira,

pero

guardando las distancias, Jorge parece

estar

más…sociable

conmigo.

Sigue cauto, no se fía de mí, y si sale el tema de lo que pasó cuando hemos
quedado para cenar en su casa o la mía, se pone tenso. No pudo estar al lado de
su mejor amiga, y lo que no consigue olvidar, es lo que ella vivió por mi culpa
desde que se desmayó en aquel aeropuerto. Eso mismo que me carcome el alma
cada noche a mí, que no pude cuidarla, no estuve a su lado cuando todo pasó…-.
J&Y, no ha dejado de crecer, todo ha sido producto de un gran trabajo en equipo,
pero en especial, de una gran mujer que ha peleado para que creciéramos por
todo el mundo, ganándose a nuestros clientes, y que quiero que tengáis muy
claro, que siempre ha seguido aquí, en la distancia, pero cerca. Es una diosa, no
entiendo cómo lo hace, pero así ha sido. Quiero que recibamos a… ¡Valeria
Fernández-

¿qué…qué coj…? Miro a mi padre que levanta los hombros riéndose. Mi


hermana ni me mira, sabe que los dardos que salen de mis ojos, la pinchan
seguro.

Busco la puerta, y ahí está la razón de mi existencia, eclipsando a todas las


personas que hay en esta sala. Hoy todo el mundo viste de gala, estamos de
celebración por otro nuevo año de J&Y, y no puedo evitar morderme el labio
apresando una sonrisa al ver el vestido que lleva mi española. Uno azul, como su
mirada, aquel que le regalé en Ibiza…aquel que lleva tanto escrito en cada
centímetro de su tela. Hermosa, es un ángel, mi ángel. Aplausos, todos
aplaudimos su entrada triunfal, pisa seguro, es una mujer de los pies a la cabeza,
¡joder cómo la amo…!-, la mejor Relaciones Públicas y Organizadora de
Eventos que jamás haya habido y habrá en esta empresa!

Todo lo acontecido hoy, es obra de su magia- ambas se miran-. ¡Ven aquí!- se


funden en un abrazo, uno que demuestra el cariño que se tienen. Después de que
Marcus, Aden y finalmente Jorge se la coman a besos, algo que me cabrea por
no poder ser yo el que esté ahí abajo a su lado, Valeria toma el relevo de Yara
para decir unas palabras.

- Hola chicos, muchísimas gracias por este caluroso recibimiento, y pido perdón
desde ya, a todos aquellos con los que no he podido hablar estos últimos meses,
tan sólo me limité a mantener a flote mis responsabilidades, y de ello eran
conscientes unos pocos. Ha tenido que ser así por circunstancias personales que
no vienen al caso, pero ya estoy de vuelta por completo, para trabajar en equipo
como bien nos ha enseñado la fundadora de esta empresa- Yara asiente. Levanta
la vista hasta lo alto de la sala, y nuestros ojos chocan, después de tanto tiempo
sufriendo la ausencia de su mirada, me veo recompensado cuando veo su
sonrisa. Se la devuelvo-. No quiero remover el pasado, sólo afrontarlo y
aceptarlo, quedándome con lo bueno, y haciéndome más fuerte con lo malo que
haya ocurrido- en menos de un segundo, toda la sala me está mirando. Era de
esperar, es un hecho que rompimos, el por qué, un misterio para la gran mayoría.
Las especulaciones siguen en el aire, y ahora que ha regresado a Nueva York,
todo cogerá más fuerza, la prensa ya tiene carnaza para tirar a los tiburones-,
estoy feliz de poder regresar en cuerpo y alma a J&Y, y espero seguir dando lo
mejor de mí cada año. Gracias a todos.

- ¡Eso será si te lo ganas, española, ya veremos si te renuevo el contrato!- suelta


Yara para que todos la escuchen. Las carcajadas inundan el ambiente, eso está
bien, la tensión que se notaba en la sala parece diluirse.

- ¡Intentaremos que así sea, jefa!-

vuelve la vista al frente, abarcando la sala y mirándome a intervalos cada vez


más cortos. Siento unas ganas irrefrenables de llevármela de aquí.

- Tranquilo, hijo- mi padre coloca una mano sobre mi rodilla-.

No es el momento de que saltes encima de ella- dice sonriendo-, aunque puedo


entender tus ansias, pero todo a su debido tiempo.

- Madre mía, papá, si alguien vuelve a nombrar ese palabrita, me tiro por la
ventana- tiempo, tiempo, tiempo…¡¡¡¡argggggg!!!!! Ya pasó su tiempo, de eso
estoy seguro. Ella está aquí, yo estoy aquí, y ahora que sea lo que Dios quiera,
pero el paréntesis se agotó.

- Sin más, deciros que estoy deseando empezar este nuevo año, donde todavía
nos queda realizar los informes finales, pero eso ya el lunes, recuperados de la
resaca que nos traerá la noche de hoy, ¿estáis conmigo?- un griterío enloquecido
se desata en estas cuatro paredes.

Todos a una con ella. Un aplauso al unísono termina por cerrar la reunión, y yo
ya no puedo más. Bajo las escaleras corriendo, varias personas la saludan
abrazándola y besándola. No me importa, llego hasta Valeria, ella me sonríe y no
lo dudo, tiro de ella cogiéndola de la mano, llevándomela lejos de allí.

- ¡Julen, estás loco, por tu madre, mira los tacones que llevo, vas a romperme

un

pié,
ayúdame

hombre!- A sus órdenes, mi señora.

La levanto y me la cuelgo al hombro como un saco. Escucho risas detrás de


nosotros, Dan me ha hecho un gran favor y el ascensor nos espera listo para
bajar-. Gracias.

- Para eso estamos. Hola Val.

- Hola Dan- dice apenas sin aire, sin poder dejar de reírse-. Ya te daré dos besos
en otro momento, aquí tu jefe ha perdido los papeles.

- Sí, bueno, es algo habitual en él desde que una valenciana peligrosa entró en su
vida- la dejo en el suelo, arrastrándola por todo mi cuerpo, dejándola a la altura
de mis labios.

Sin dejar de mirarnos, le responde.

- Puede que ahora sea más peligrosa que antes, creo que tu jefe necesite mano
dura, no hay que ponérselo fácil –levanto una ceja-.

Soy una chica nueva.

- Pues entonces, ¡Dios nos pille confesados!- contesta Dan mientras las puertas
del ascensor se cierran.

No dejamos de mirarnos mientras ella se pasea la lengua por el labio inferior,


humedeciéndolo, hasta que finalmente se lo muerde.

- Nena, ¿quieres que te folle ahora mismo?

- ¿Vas a estar hablando mucho más tiempo?- se aprieta contra mis caderas, para
notar mi polla, que está como una roca bajo mis pantalones.

No contesto y asalto su boca empujándola contra el ascensor, y tardo dos


segundos en entrar en el paraíso, ambos gritamos de placer y por lo que veo…
dejo de moverme.

- ¿Vas sin bragas, amor?- asiente traviesa-. Supongo que habrás sido discreta, no
quiero empezar el año arrancándole los ojos a alguien.

- Muy discreta, me he movido como una señorita, señor Anderson, nadie ha


podido ver nada de lo que se esconde bajo este precioso vestido.

- Me alegra mucho que te lo hayas puesto, ¿eso es un sí?- le hice una pregunta la
última vez que la llamé por teléfono. Es decir, hace unas horas en las que…- ¿Ya
estabas aquí cuando te llamé?-

vuelve asentir-. Señor…¿quieres enloquecerme, Valeria?

- Tanto como tú me enloqueces a mí- se acerca a mi oído, lo lame, lo muerde y


susurra…- empótrame, nene.

- Joder…- eso me endurece más en su interior húmedo y caliente, y follamos


como locos, hasta que me dejo ir al notar como se contrae apretándome la polla
al llegar al clímax.

Recuperamos la respiración con Valeria aferrada a mi cuerpo, ambos hacemos lo


mismo, nos olemos, necesitamos saber que estamos en casa. Bajo sus piernas y
la aplasto con mi cuerpo levantando sus brazos por encima de su cabeza.

- Te quiero- susurro contra esa boca que me vuelve loco. Sus ojos verdes tienen
un brillo especial, uno que hacía demasiado que no veía.

Estaban sin vida en Italia a pesar de sentir que era mía… sólo quiero tu perdón.
Baby. No merezco ni respirar el mismo aire que tú, pero te amo demasiado para
alejarme de ti y dejar que ambos vivamos una vida alejados el uno del otro.

Nunca me rendiré, eres la razón de mi existencia-. Te necesito…dime algo


acerca de lo que hablamos la última vez…

- No pienso decirte un sí rotundo-

le

pedía

en
esa

conversación

que

regresara

nuestra casa, con Kai y conmigo-, no voy a mentirte, Julen. La herida no está
cerrada, sigue cicatrizando, por ello no quiero que nos precipitemos. Sabes que
te quiero, que no puedo ni quiero alejarme de ti, pero no pienso forzar las cosas
ni correr…- levanto una ceja y sonrío al ver que se muerde el labio escondiendo
su pícara sonrisa.

- Sí correrte, ¿no?- se escucha en este elevador, esa maravilla que existe en mi


mundo, su carcajada.

Es una melodía hermosa, que termina plasmada, con esa felicidad que me regala
su bello rostro, partido por una sonrisa.

- Por supuesto, además de ser muy saludable y recomendado por los médicos, es
algo que provocas tú al volverme loca, y habría perdido la cabeza
definitivamente si renunciase a ello- nos damos un beso que me pone enfermo…

- Entonces, sólo me quieres por mi cuerpo- le hago notar lo mucho que cada
centímetro de mí la desea, especialmente eso que ella llama, “la bestia”…

- Entre otras muchas cosas…pero ahora mismo…- levanta una de sus piernas
acercándome más a ella, enredándose como una serpiente a las mías-…sólo
pienso en comerme todo lo que tengo delante- froto mi pene

contra

su

entrepierna.

Jadeamos al notar lo que está ocurriendo ahí abajo.


- ¿Nos vamos de aquí, amor?-

muerdo su oreja.

- ¡Ah…!- se aleja de mí sin esperármelo colocándose la ropa-.

No señor Anderson, tenemos que acudir a un acto benéfico, donde se inaugura


un nuevo año de la empresa de su hermana, y en el que se requiere nuestra
presencia.

- ¡Valeria por el amor de Dios, no me tortures más!- me paso las manos por el
pelo desesperado-.

¡Quiero una puta respuesta ya!

- ¿Cómo has dicho?- su semblante cambia. La jodiste Julen.

- Yo…

- Escúchame bien, bebé. Saca papel y bolígrafo por si lo necesitas apuntar para
releerlo cada puto día a partir de ahora- nada bueno viene detrás de esas
palabras…-. He vuelto a Nueva York, sí, y no lo voy a negar, el motivo principal
que me ha

movido

ello

eres

tú,

¡gilipollas! ¡Cosas de la vida! ¡Me tocará amarte hasta los confines del mundo!
Pero eso no borra nada de lo que pasó, ¡nada! ¿Me oyes?- grita poniendo en
marcha el ascensor otra vez. Verla así de enfadada no es algo que me guste, no
estamos en ese punto donde me pone hasta querer follarla, más bien todo lo
contrario, creo que si me bajase los pantalones ahora mismo, no me la
encontraría-. Hemos hablado mil y una veces de todo esto, y todavía no siento
que te haya perdonado, de hecho, creo que a veces te odio como en este
momento, donde me pregunto si de verdad merece la pena arriesgar mi corazón
una vez más por ti, o si prefiero vivir muerta en vida sin tener el tuyo, pero al
menos sin que sangre más, cicatrizando poco a poco, porque sólo tú puedes
reabrir sus heridas.

- Baby, joder, no seas tan dura, estoy desesperado por volver contigo,

porque

me

perdones,

quiero que vuelvas a confiar en mí, en nosotros, que volvamos a ser uno junto a
Kai- Se coloca frente a las puertas que están a punto de abrirse.

- La confianza no es un derecho, es algo que hay que ganarse Julen- y sale del
ascensor.

- Valeria…- camina como una diosa, sus caderas, su melena… es un ángel que
enloquece a este diablo…

No quiero montar un número, la planta baja está llena de gente, todos listos para
acudir a la comida de gala. Mi chica se va con Jorge que la mira extrañado, y
enseguida me busca con la mirada. Si ese gesto matase…

- He supuesto que en ese ascensor pasaba algo, al ver que Dan no dejaba que
nadie lo utilizase por problemas técnicos- Yara-.

¿Qué ocurre, Julen?

- Me está volviendo loco-Valeria sale del edificio, no ha hecho falta decirlo, pero
Neimar la escolta, la sigue a unos metros de distancia-. Gracias Dan.

- Sin problema, sé que lo querrías así- está a mi lado.

- Siempre, nunca sola- miro a mi hermana-. Al igual que toda la familia, sois
como un llavero que llevarán puesto todos los días.
- Hermanito, ten cuidado, no la presiones- se coge de mi brazo-.

Alan y Tony vendrán un poco más tarde, dicen que tienen unos jefes usureros
que los explotan mientras ellos andan de parranda- eso me hace sonreír-. ¡Venga
Julen, ya la tienes

aquí,

eso

es

algo

maravilloso!

- Sí, pero no conmigo, me pone la miel en los labios, y luego nada…- una cosa
que no había pensado-. ¿Dónde se ha instalado?

- En su antiguo apartamento, estaba libre y no lo ha dudado-perfecto, esa zona


está cerca de mi casa.

- Bueno, tendremos que poner el cuerpo en movimiento para llegar a nuestro


destino- dice Yara.

- Eso me gusta, hada, no tengo otra meta más en mi vida, que perseguir mi
destino- le guiño un ojo.

- ¡Ese es mi chico!- le doy un beso en la frente y partimos hacia ese lugar, al que
quiero llegar y una vez lo haga mío, no volveré a dejarlo ir nunca más.

Eres mía…
Valeria
Julen no ha cedido en una cosa desde que llegué a Nueva York, y es en que Kai
se venga conmigo. No quiere desestabilizarlo cambiándolo de casa.

Chorradas, lo que pasa es que así tiene una excusa para vernos más. Y de verdad
que me alegro de ello. No puedo volver con él sin más, hemos vuelto a tocarnos,
a sentirnos porque nos necesitamos, nuestros cuerpos se reclaman por encima de
todas las cosas.

No pienso con claridad cuando está tan cerca, pero no quiero precipitarme,
equivocarme al retomar nuestra relación sin haberlo perdonado. Aún no lo he
hecho. Valoro todo lo que ha pasado, y los dos hemos perdido un hijo, pero fui
yo la que lo pasó sola sin él, fui yo la que terminó en ese hospital, después de
que mi hermano me recogiera en el suelo del aeropuerto, porque sus palabras
lanzadas directas a mi alma, me mataron. Ese día todo cambió para siempre, ya
nada puede ser igual entre nosotros por cómo pasaron las cosas. Sé que ocurren
cada día, y de forma natural, pero no es nuestro caso. Me culpé mil veces por
ello, por no ser una buena madre que no sabía proteger a su bebé, y lo culpé a él
por hacerme débil, por castigar a mi cuerpo y dejarlo inservible para luchar por
esa vida. Ya no más. Ya no más culpa, eso quedó atrás.

Julen se volvió loco al verme con otro hombre, y yo caí en esa trampa cuando
Yara me mostró, aquellas fotografías del montaje que Nick. También había
preparado otro para hacerme daño a mí.

La jugada le salió más redonda que nunca…

Lo que me duele fue que no me dio la oportunidad de hablar, de demostrar nada,


sé que yo querría escucharlo, no sería tan cruel como Julen fue conmigo.

“Creo que te equivocaste de nombre cuando te hiciste el tatuaje”….”me has


engañado, la dulce Valeria se ha convertido en una auténtica perra…”

Estoy desnuda frente al espejo de mi habitación, mis dedos dibujan cada línea de
ese regalo de cumpleaños, y quema, cada letra lo hace sobre mi piel. “Te
pertenezco Julen, mi corazón es tuyo para siempre”. Así es y será, una verdad
infinita.
Suena el timbre, y seguro que será Jorge, hemos quedado para darle una sorpresa
a Kassi, estoy loca por ir a verla, y a mi ahijada también. Aden prometió que no
le diría nada de mi regreso. Creo que valora demasiado su vida. La prensa
todavía no me ha “pillado” para estropear la sorpresa.

Me coloco una toalla alrededor de mi cuerpo, me vestiré rápido y Jorge que nos
prepare algo rápido para desayunar.

Antes iremos a dar un paseo con Kai, así lo hablé con Julen, que hoy se iba con
Tony y Alan a casa de Leire, comían con toda su familia. Estábamos invitados,
pero ya teníamos los planes hechos para visitar a Kassi.

- Hola nene, enseguida es…-

madre mía…

- Hola- Julen. Kai como un loco patalea en sus brazos, quiere venir con mamá.

- Ho..hola…-carraspeo-. Dámelo y pasa, esto es toda una sorpresa- lo dejo en el


suelo y al agacharme, me dejo comer a besos por este enano. Julen cierra la
puerta.

Estamos en invierno y hace frío todavía, y salir prácticamente en cueros a abrir


la puerta no es buena idea.

- ¿Recibes así a todas tus visitas?

Porque seguro que te están llamando a cada minuto a la puerta- cojo a Kai en
brazos y me lo llevo al sofá.

- Nos seas idiota, Julen, pensé que eras Jorge, nada más.

- Pero no lo soy, y podría haber sido cualquiera, no me ha gustado nada verte


abrir así- se aclara la garganta-. Bueno, no exactamente, tú ya me entiendes.

- Sí, y tienes razón, pero tenías que ser Jorge, y Neimar está ahí fuera. Ya, déjalo
ahí.

Escucho como suelta el aire, eso me hace sonreír. En otras circunstancias,


estaríamos discutiendo. En eso somos igual los dos, odiamos que otros vean lo
que es nuestro. Julen es mío, así lo siento a pesar de todo.

- Hola precioso mío, ¿has venido a verme? ¿Me echas de menos?- no deja de
besarme, y yo lo abrazo contra mi cuerpo y él se deja hacer-.

Es que convives con un ogro que no te deja venir a mi castillo- le susurro en una
de sus orejas. Mi superviviente, Kai es todo un luchador, un ejemplo de fortaleza
para mí. Pensé muchísimo en él en aquel hospital, recordando que después de
maltratarlo, aún tenía ganas de vivir, y a pesar de las secuelas físicas que le
dejaron, aquí está, apostando por la vida. ¡Ese es nuestro pequeño!

- Porque sabe que en este lugar vive una bruja, y el ogro sólo quiere protegerlo-
miro a Julen. Todavía me deja boquiabierta cuando lo veo aparecer, como hace
unos minutos.

Está guapísimo. Ha venido en chándal, sabe que me gusta verlo vestido de esta
forma. Lleva una sudadera de la firma de J&Y y unos pantalones Adidas. Hecha
cada pieza para adaptarse a cada parte de su cuerpo. Ha recuperado su peso, y
eso me gusta, ambos estamos mejor ahora. Las heridas del alma, esas que no se
ven, son las que tardarán más en curarse.

- Pero te recuerdo que soy una bruja blanca, título oficial que me otorgó tu
sobrina- le sonrío triunfante.

- Y la tuya, amor. También es tu sobrina- mi piel se eriza, cuando me habla así,


tan dulce, con esos ojos llenos de amor, me desarma.

Me atrapa bajo su hechizo, ese que cayó sobre mí en Demonia, y desde entonces
vivo cautiva bajo su influjo. Mi respiración se acelera, dejo a Kai que sale
corriendo para recorrer el apartamento. Sin apartar la mirada el uno del otro,
Julen se acerca. No me muevo, no hago ni digo nada.

Inhala mi olor, pasea su nariz por mi cuello, y siento leves roces de sus labios
por mi piel. Llevo el pelo recogido en una pinza que el rápidamente me quita,
porque le encanta suelto.

- Mi dulce mango…salimos tan rápido de casa, que no he desayunado nada-


cierro los ojos.

No me toca, solo sigue con esas leves


caricias

de

su

boca.

Susurrando sobre mi piel.

- Yo tampoco he comido nada-jadeo cuando lame mi oreja.

- ¿Y qué nos propones, baby?-

habla sobre mi oído-. Yo tengo muy claro lo que quiero…

- ¿Qué deseas?- agarro con fuerza uno de los cojines, para que mis manos no
salten a por Julen.

- Pues…- se levanta de repente dejándome alucinada-. Me apetece un café del


Starbucks, ese al que íbamos en Central Park, así que podías vestirte, y nos
tomamos uno.

- Pero…- estoy volviendo al planeta

Tierra,

pero

con

un

aterrizaje forzoso, me he dado un “ostión” de la leche….

- ¿Pero qué, amor? ¿Tienes una sugerencia mejor?- niego con la cabeza. Me está
castigando por no volver con él, pero todos podemos jugar al mismo juego. Me
levanto para

ir
a

mi

habitación

comprobando antes la erección que se esconde bajo ese pantalón de chándal-. Sí,
esto me duele más a mí, te lo aseguro, porque no sé cómo voy a conseguir bajar
esto.

- Bueno…-estamos uno frente al otro, separados por unos metros de distancia, y


dejo caer mi toalla al suelo-. Tenía algo en mente, pero lo del café me convence
más- me paso los dedos entre mis pechos bajando hasta llegar a mi monte de
Venus perfectamente

depilado.

Cada

movimiento seguido por los ojos de Julen, y sus dientes apresan su labio inferior.
Te tengo Anderson.

- Vete a vestirte Valeria o te juro que te follo- Julen le ha dado un nuevo sentido
a la palabra follar cuando la pronuncia, desearía escucharla cada día.

- ¿Y eso es un castigo?- Meto mis dedos entre mis pliegues, que están húmedos
desde que abrí esa puerta.

Mi clítoris hinchado está muy sensible, y con lo excitada que estoy,

no

tardaré

mucho

en

correrme.

ulen se acerca, camina lentamente hacia mí, y cuando está a escasos centímetros
de mi cuerpo, se deja caer de rodillas.

- Mira como me tienes- su respiración es acelerada-, a tus pies. Soy tu puto


esclavo- dice paseando su lengua por mi coño apartando mis dedos y cogiendo
mis manos con una de las suyas por detrás de mi cuerpo. Nos miramos-.

He intentado ser bueno, pero no me has dejado, contigo es imposible.

- Entre tú y yo, parece que la palabra

imposible…

¡ah!…su

lengua me folla, acompañada por sus

dedos

que

se

mueven

desesperados en mi interior. Mis piernas

fallan…-

…no

tiene

cabida…

¡joder

Julen!…me

corro…- y mientras lo hago en su boca que se bebe mi esencia, me tumba en el


suelo.
Sin dudarlo se baja lo justo el pantalón, para sacar esa maravilla de la naturaleza,
y llegar hasta el fondo de mi ser. Levanta una de mis piernas apoyándola en su
hombro, para golpear más duro. Ver su cara de placer me excita, me enloquece,
saber que es por mí que se pierde en su deseo, es increíble. Necesito su boca, me
aferro a su cuello para acercarlo, y lo rodeo con mis piernas y el apoya sus
manos a ambos lados de mi cabeza, comiéndome los labios.

- Perdóname, baby…no soporto no poder hacer esto cada noche-gritamos por sus
acometidas. Son brutales,

hay

una

necesidad

primitiva en su forma de hacerme el amor.

- No puedo, no todavía, dame tiempo- hunde su cara en mi cuello, cogiéndome


del cuello y acelerando más sus caderas que no descansan hasta que se corre…

- ¡Oh…sí…!- poco a poco deja de moverse, y acaricio su espalda, metiendo mis


manos por debajo de su ropa. Julen reparte besos por toda mi cara hasta
enmarcarla con sus manos y susurrar contra mi boca-.

Te

esperaré

siempre,

tenemos toda la eternidad. Acaricio ese rostro perfecto.

- Gracias- dos lágrimas caen por mi cara y él las recoge con sus labios.

- A ti, por existir en mi mundo-me desarma…

- Y a ti por elegirme- nos besamos, un beso que despierta tantas sensaciones


dormidas, tanto amor que pide llegar a la superficie, porque permanece bajo el
manto oscuro del dolor.
- Siempre serás tú- noto…

- ¡Kai, la madre que te parió, te mato!- Julen se parte de risa, y al final, yo


viendo el panorama, también.

Nuestro querido perro, tiene la costumbre de romper almohadas, le encantan las


plumas, ¡qué le vamos hacer!- y leva sobre su pelaje la prueba del delito.

- No podremos con él nunca-dice Julen sentándome entre sus piernas y yo


cogiendo al maleante en mis brazos-. Te echamos de menos, no tardes mucho en
volver a nuestra casa.

Me giro para mirarlo.

- Nuestra casa…- también la echo de menos, estar en lo que considero nuestro


hogar. Allí he vivido con él desde que llegué a la Gran Manzana, apenas pisé
este apartamento.

- Nuestra- me aprieta fuerte-. Te pertenezco, Valeria.

- Y yo a ti bebé- nos sonreímos-, y ahora nos toca, cambiar ese café, por la
recogida de la destroza que ha hecho este enano.

- No me parece un cambio justo-nos levantamos del suelo.

- La vida no es justa, diablo-recojo mi toalla y le doy en esas nalgas que se


aprecian deliciosas desde esta perspectiva-. ¡Así que…

en

marcha!-

corro

hasta

la

habitación.

- ¡Bruja!- Julen viene detrás seguido de Kai.


- Madre mía- digo al entrar en la habitación seguida de Julen que me rodea por
detrás con sus brazos, y al

ver

cómo

está

todo

de

desordenado, susurro- : pide por favor ese café- Kai se lo ha pasado genial.

- Veo que somos una familia muy unida, sabemos divertirnos juntos-Julen se ríe
levantando los hombros mientras llama por teléfono.

Espero que ese café llegue pronto, necesitamos cafeína para un rato largo, pero
estoy seguro, que podemos encontrar una forma de seguir divirtiéndonos
juntos…


Julen
Valeria está cabreada, y yo no puedo evitar reírme al verla así. No quiere subir al
coche, porque le he dicho que no la pienso llevar con Jorge. Habían quedado
para pasear juntos a Kai por Central Park, y yo le he desbaratado sus planes.

- Julen no seas cabezón, he llamado a Jorge y me está esperando- no lo dudo,


siempre está a punto para ella. Y me alegro de que sus amigos la amen tanto
como yo, pero ahora yo he regresado a su vida, no como me gustaría, pero no
pienso descansar hasta recuperarla.

- ¿No puedes pasear a Kai conmigo?- pongo esa cara que sé que me da ventaja y
que a ella le gusta tanto. Todo vale por lograr mi fin: ella.

- Julen, podemos hacerlo otro día, hoy tengo planes, no hagas eso-intenta no
sonreír sin éxito-. No juegas limpio.

- Contigo toda regla queda olvidada.

- No quiero que me presiones-escuchar eso no me gusta.

- ¿Te estoy agobiando?- quiero una respuesta.

- No he dicho eso. Hemos hablado de darnos tiempo, de ir…

- Tú lo has hablado, tú eres la que lo necesita.

- ¿Y no me merezco al menos eso? He regresado a tu lado, arrastrada por esa


fuerza que nos une.

- Amor, se llama amor Valeria, y no es cierto, no has regresado a mi lado. Me


vas dando migajas.

- ¡Basta Julen, basta!- grita cerrando los ojos y mirando al cielo-. ¡No es fácil, no
es fácil perdonarte!

- Lo sé, pero para mí tampoco es fácil vivir sin ti cada noche, despertarme cada
mañana sin tu sonrisa, sin tu calor, hace que viva en una perpetua oscuridad.
Sólo te pido que me rescates- me acerco a ella-, que me perdones por lo que
pasó. No puedo hacer que lo olvides, pero sí puedo prometer que te cuidaré cada
día del resto de mi vida, dándote las gracias por dejarme ser el hombre que
crezca a tu lado.

- Julen…- acaricio su cara y se frota contra la palma de mi mano.

- Solo te pido una cosa- me mira esperando mi argumento-. Que no hagas llorar
más a tu corazón, porque eso hace que el mío lo haga también. Están unidos
Valeria, y si estás aquí frente a mí después de todo lo que ha pasado entre
nosotros, es porque debemos pasar por esto juntos. Déjame besar tu alma herida
y curarla, para que así se cure la mía.

Apoya su cabeza en mi pecho, y beso su pelo.

- Te quiero, pero todavía duele.

Cuando estoy contigo siento una mezcla de sentimientos que no puedo

controlar.

Estoy

aquí-

nuestros labios se rozan-, sólo te pido tiempo.

Ver su mirada atormentada, esa que ahoga los ojos que me miraban felices y
llenos de vida, una que construíamos juntos cada día, hace que no la presione
más. Mis ansias por recuperarla me superan, pero tengo que ser consecuente de
una vez con lo que pasó y aminorar la marcha. Ni siquiera podía soñar otra vez
con volver a tocarla y está aquí, dejándose abrazar por mí. No corras Julen. Pero
esto no quita lo que está por llegar…

- De acuerdo. Sube al coche y te llevo a casa de Tony y Jorge.

- Veo que te ha gustado este deportivo- es el mismo que utilicé en Italia. Bentley
Baby. Ordené traerlo, Valeria y yo juntos otra vez en un mismo coche, era un
recuerdo nuestro, y además, sé que le encantó.

- Cuando quieras puedes conducirlo, baby, sé que te gustó más a ti que a mí.
- Presumido, eso es porque yo no puedo tener uno de estos cuando se me antoje,
y los valoro más que tú.

- Sí puedes tenerlo, porque tu chico para algo es millonario y te comprará el que


quieras. No me mires así, ya sabes que no alardeo de mi dinero, pero las cosas
son como son.

- Con mi chico me basto y me sobro, no necesito nada más-subimos al coche-.


¿Algún día vamos a dejar de tener a los Balck pegados al culo?

- ¿Te molestan?- arranco el deportivo.

- Sabes que no, pero…

- Pues nada más que decir al respecto. Son tu sombra, y los envidio por eso.
Están más cerca de ti de lo que yo pueda desear cada día.

Suena una canción. Danna Paola y Noel Schajris cantan “No es cierto”,
últimamente me gusta torturarme…

Ninguno de los dos dice nada mientras las calles de Manhattan nos engullen, la
música nos deja sumidos en nuestros pensamientos.

Lo siento

Yo ya no entiendo para qué te miento

Si estoy hundida en este sentimiento

Aún no es tarde, por favor, Se siente cada vez peor Nada parece caminar…

Nuestras manos se buscan y se entrelazan. Beso el dorso de su mano y veo una


lágrima fugaz por su mejilla.

- La música siempre será especial en cada paso que vamos dando- dice, con la
mirada ausente.
- Es una de las formas más bellas de dejar hablar al corazón.

- Sí, el tuyo tiene una voz maravillosa- nos miramos parados en un semáforo.

- Tú lo has devuelto a la vida-sonreímos a eso.

- Zalamero- tiro de ella acercándola a mis labios.

- Soy así porque me has hecho un romántico, yo no era así- le planto un beso
brusco y nos separamos jadeando-. Aunque a veces, el chico malo que hay en
mí, asoma el morro a la superficie para que no te olvides de que existe.

- Tranquilo Anderson- ambos nos recomponemos. Mi polla está lista para jugar
otra vez, y el vestido de Valeria no ayuda mucho. Hoy ha salido el sol y no hace
nada de frío, la jornada perfecta para lo que tenemos por delante.

- Julen, ¿qué estás haciendo?-

pregunta sin dejar de mover la cabeza hacia la calle que he dejado atrás. Se
enfada. Está claro que no necesito

mucho

para

eso

últimamente.

- Conducir.

- No te hagas el gracioso conmigo. Te has pasado de calle, ¿qué tramas? Sabes


que me están esperando, Jorge te cortará las pelotas. Créeme, tiene muchas ganas
de ello.

- Lo sé, pero me gusta el riesgo.

- ¡La madre que te parió, regresa ahora mismo o me pongo a gritar como una
loca por la ventanilla!- no lo hará.

- ¿Y darle un motivo a la prensa para ser noticia de primera plana?


Ya

puedo

leerlo:

“Valeria

Fernández, la Relaciones Públicas de J&Y, pierde los papeles por las calles de
Manhattan, lanzando aullidos desde un deportivo en marcha”

- ¡Oh, eres un capullo, cariño!-

dice haciendo un puchero. Tenemos a la prensa en cola otra vez, pero puede ser
que esta mañana hayan tenido algo más importante que cubrir porque nadie nos
ha seguido, a excepción de los chicos de negro.

Sigo conduciendo con el silencio consensuado que hemos establecido en el


coche. El mar aparece ante nosotros, y Valeria sonríe. Sabe a dónde la llevo.

- ¿Ella lo sabe?- pregunta nerviosa.

- Claro, está deseando abrazarte.

- Tenía muchas ganas de verla, pero no encontraba el momento de ir, por cómo
estamos nosotros y por todo lo que pasó. No quise hablar con ella, con nadie…

- Y todos lo entendieron y te respetaron, porque te quieren. Las personas a las


que les importas, baby, siempre van a querer lo mejor para ti, y hagas lo que
hagas, te respetarán.

- Así ha sido en todo este proceso, mis padres estaban un poco enloquecidos con
la idea de que me fuese a Italia, y ya acabé con sus

nervios

al

decirles

que
regresaba a Nueva York. Tuvimos una larga conversación, horas sentados,
incluido el abuelo. La cosa no terminó muy bien, porque mi hermano se fue
dando un portazo y desde entonces no quiere hablar conmigo. Llamo a Lucy
para saber de él, y le envío mensajes sin respuesta. Sé que es porque tiene miedo
de que vuelvas a herirme, pero se le pasará, porque aunque cada pareja es un
mundo y nuestro caso es distinto al suyo, pasaron por lo mismo al darse una
nueva oportunidad, con el riesgo de que nada

es

definitivo-

asiento

conforme-. Nada lo es, nada.

- Nosotros.

- No, ni siquiera tú y yo, Julen.

¿Pensabas que podrías decirme alguna vez que soy una perra?

¿Pensabas alguna vez que podrías echarme de tu vida? Un segundo bebé, tan
sólo un segundo para enamorarnos, pero es el mismo tiempo

que

tuvimos

para

destruirnos. Nada, nada es seguro.

Creo que ambos hemos cambiado mucho nuestros valores, nuestras prioridades,
dándole valor a lo que realmente importa, y que hasta ahora no sabíamos
apreciar. La vida es una, y pasa muy deprisa, por eso hay que vivirla al máximo,
porque lo bueno o lo malo que nos depara, pasará igualmente, pero mientras
tanto, seguiremos caminando sin rendirnos. Así lo veo desde que perdimos al
bebé, desde que perdí a Valeria. Hacíamos el amor sobre mi moto, perdidos el
uno en el otro, celebrando el mejor cumpleaños de mi vida, y horas después, se
convertía en un infierno. Un segundo…tan sólo se necesita un segundo para
cambiarlo todo…

Hemos llegado y entramos en la propiedad en la que…

- ¡Serás liante!- apenas he parado el coche y Valeria corre sin dudarlo hacia otra
mujer a la que abraza como si le fuese la vida en ello.

Veo que estamos todos, camino hacia ellas, y una princesa no duda en saltar a
mis brazos, cuando es consciente de mi llegada.

- ¡Tío, tío, tío! ¡Eres el mejor, la has traído de vuelta!- Jane hunde su carita en mi
cuello-. Mami me dijo que me traías un regalo, y yo le he dicho al ver a la tía
Valeria, que era el mejor regalo del mundo.

- Como tú, princesa- me la comería. Llego hasta Valeria, que no suelta a su


amiga.

- ¡Kassi, no me lo puedo creer, por fin juntas!- están emocionadas, ha pasado


mucho tiempo y muchas cosas.

- Te juro que me iba a Italia, ya no había vuelta atrás- responde Kassi-. Ese auto
encierro alejada de todos, nos estaba matando- finge reñirla-. Pero sé que lo
necesitabas, era la impotencia de no poder ayudarte.

- Lo hacíais- se limpian la cara.

- Hola tía Valeria- Susurra Jane tímida reclamando su atención, parece que teme
su rechazo.

- Pequeña…- se arrodilla frente a ella y la atrae contra su pecho con un fuerte


abrazo-. Te he echado mucho de menos, y tenía muchas ganas de estar contigo.

- ¿Volverás a irte? ¿Ya no te casarás con el tío Julen? Yo quiero que os caséis- la
boda…lo jodí todo…todo…

a
punto

de

convertirla en mi mujer, todo estaba preparado para esa celebración, y lo eché a


perder. No quiere hablar de ello, lo he intentado, pero se cierra en banda.

- Bueno cariño- juega con sus rizos-, eso es algo que no sabemos qué

pasará,

porque

hay

que

solucionar otras cosas primero y…

- ¿Ya no quieres al tío?- mira al suelo. Valeria la coge por su mentón para que la
escuche atentamente.

- Jane, la vida de los mayores a veces

se

complica,

por

circunstancias ajenas a ellos. No podemos controlarlo todo, pero una cosa quiero
que tengas muy clara, y que no dudes nunca de que es cierta, y es que yo quiero
muchísimo, a ese hombre que está detrás de ti.

- Pero el tío Julen está muy triste, ya no baila conmigo nuestra canción- la
verdad es que no he estado muy atento con ella. Me he centrado demasiado en
recuperar a Valeria.

- Pues hoy bailará contigo, y yo también- eso hace que mi sobrina sonría

como
nunca,

salga

corriendo a contárselo a sus padres.

Mi preciosa española se levanta mientras, Kassi nos concede un poco de


intimidad, que desaparecerá en breve, al acercarnos a la mesa que han preparado
en el jardín de mi abuela. Me resulta imposible no pensar en mi abuelo, Valeria
le hubiese robado el corazón.

- Eres todo un embaucador, Julen Anderson. Creo que me será imposible

huir

de

ti-

dice

acercándose a mí-. Todos están aquí, lo tenías muy bien pensado- la rodeo con
mis brazos. Que se deje hacer me alivia, porque esa barrera que hay entre
nosotros, es palpable todavía y frena mis impulsos.

- Me mata verte y no poder tocarte, no ser libre para hacerlo cuando lo desee.

- Estoy aquí.

- Sabes que no de la forma que necesito.

- Julen, por favor, no me presiones

más.

Te

agradezco
muchísimo

todo

lo

que

has

organizado para que pueda verlos a todos juntos- me da un beso-. Vamos a


disfrutar de nuestra gente.

- De acuerdo, pero antes, bésame, quiero perderme en ti, antes de que todo se
nos vaya de las manos, en cuanto la marabunta se te eche encima- envuelvo su
cara.

- Julen…-susurra antes de que mi boca caiga sobre la suya. Nuestras lenguas


danzan, ese baile que nos enloquece y que nos excita.

- Joder…- digo separándome de ella antes de acabar tirándola contra el coche.

- Sí…- ambos estamos jadeando-

…joder…

Sin darnos la mano, porque creo que es mejor así a pesar del beso que todos
acaban de ver, quiero que sean sabedores de que las cosas no están bien entre
nosotros. Juntos, pero no revueltos.

Así estamos Valeria y yo.

Kai juega con Bat, bajo las órdenes de Jane que los vuelve locos. Se dejan hacer,
todo el mundo cae bajo el influjo de mi sobrina.

Llegamos hasta la mesa y todos se acercan para besar a mi chica. Mi abuela es la


última en saludarla y se la come a besos. Jorge me sigue con la mirada, sé que no
está conforme con este acercamiento entre su amiga y yo, pero lo acepta.

- Esto te aseguro que suma puntos, Julen, es un detalle por tu parte reunirnos a
todos por ella-dice Tony.
- Ya lo creo- lo apoya Alan-, esa mujer volverá a tu lado.

Sin poder evitarlo, se instala un silencio consensuado cuando Valeria coge en


brazos a Irina, la hija de Kassi y Aden, y me busca con la mirada. Una llena de
añoranza, de pérdida.

- Ha crecido mucho, está preciosa- intenta darle normalidad a la situación, y


todos vuelven a sus conversaciones para no generar más tensión. Me acerco a
Valeria, será una gran madre. Esta imagen, en un pasado no alteraría mi corazón
como lo está haciendo ahora.

- ¿Estás bien, amor?- le susurro besando su pelo.

- Sí, tranquilo, puedo con ello.

¿Quieres cogerla?- me pregunta con la mirada brillante.

- No, lo siento, es demasiado para mí- supe eso el día que abracé a Jane después
de la pérdida del bebé. Los niños son un recuerdo de lo que no tengo y me
gustaría tener.

No sabía mi necesidad de ser padre hasta que hemos pasado por todo esto.

- Tranquilo, lo entiendo- Kassi coge a su hija para darle su toma.

Aden y ella entran dentro de la casa de mi abuela para buscar un poco de paz. Al
parecer Irina es muy activa, y si escucha movimientos a su alrededor, no come
nada. Así es la vida de los padres, pendientes siempre de sus hijos.

Vamos a comer una barbacoa, Nathan es hoy el encargado de poner la carne en


el asador, y mi padre actúa de pinche.

Jorge se ha llevado a dar un paseo Valeria por la playa, cada uno está en lo suyo.
Veo que Alan está hablando por teléfono, y parece muy alterado, por lo que ya se
puede deducir una vez más, quién está al otro lado de la línea.

- Esa mujer acabará con él, tampoco entiendo por qué se esconde de Alan. Esa
manera de castigarlo por lo que pasó, hace que estén perdiendo un tiempo
precioso para
recuperar

lo

que

les

arrebataron.

- Estoy de acuerdo, la hermana de Beth es una auténtica zorra manipuladora-


dice Yara que se una a la conversación que mantengo con Tony-. Pero todo tiene
un límite, y a veces, hay que ayudar a las personas a sacarse la venda de los ojos-
eso suena peligroso viniendo de Yara.

- Hada, cuando hablas así con la mirada perdida en el horizonte, es que tramas
algo- le digo.

- ¿Yo? Pero si soy un amor, por Dios peque, ¿qué va a pensar Tony de mí?- tiene
un morro tremendo.

- A estas alturas y después de tantos años, ya sabes lo que pienso de ti- eso nos
hace reír a los tres.

- Que tu mejor amigo tiene una hermana encantadora, a la que tú también


adoras- le saca la lengua a Tony.

- Sí, con los años aprendí a que se te quiere o se te odia. Decidí que la primera
opción me traería menos quebraderos de cabeza- esa es buena, colega.

Alan camina hacia nosotros arrastrando la cara. No poder ayudarlo es frustrante.

- ¡Esta mujer saca lo peor de mí!

Corta la conversación porque dice que

tiene

una

reunión
muy

importante. ¿Hoy sábado? Está con otro, y yo me voy a cagar en todo.

¡Te juro que armo una guerra mundial para encontrarla!

- Alan, ella está dolida, pero loca por ti. Recuerda que fuiste tú quien la echó otra
vez de tu lado-ahí está mi hermanita tocando las narices.

- Yara, no vayas por ahí- le digo.

- No caballeros, llamemos a las cosas por su nombre. La jodisteis, los dos- nos
señala a Alan y a mí-, pero también hay qué decir que os empujaron a
comportaros como unos capullos.

- Gracias por el cumplido-contesta Alan.

- Y por ello, a veces, la solución a vuestros problemas, está en manos de las


personas que os quieren-resuelve muy segura de sí misma.

- Yara, ten cuidado- esconde algo detrás de esa sonrisa maléfica.

En la playa….

El mar actúa como un bálsamo para mí, me relaja mirarlo, me ayuda a pensar
con claridad. Hace un poco de frío, aquí la brisa que corre acaricia la piel
dejándola helada, pero es soportable, podemos caminar un poco más antes de
regresar con todos.

Ha sido increíble poder abrazar a la familia de Julen, las cosas fueron muy
precipitadas en su momento, a la par que desagradables, y llegado el día de
recibir sus llamadas, no me sentía capacitada para escucharlos. Lo hice, pero
tardé en hacerlo. Su familia no tenía la culpa de lo que estaba pasando entre
Julen y yo, y sin saber el final de la historia, siempre les tendré un cariño
especial.

Hay algo que me ha dejado bastante preocupada.


- Jorge, ¿has visto a Leire desmejorada, o soy yo que me preocupo demasiado
por todos?

- No nena, creo que no está muy bien, al parecer estuvo ingresada en el hospital-
responde nervioso.

- Vale, lo pillo. Me lo han ocultado. Joder qué aburrido resulta que siempre
estemos con lo mismo de protegerme de todo- me suelto de su brazo.

- Esta vez sabes que tenemos motivos, siempre los hubo- Julen me estaba
protegiendo de un acosador-. Y ahora más que nunca.

Has pasado por un trauma fuerte, y esto no te beneficiaba en nada.

Estaba todo bajo control, no había peligro.

- ¿Cómo que no lo hay? ¿Has visto su cara? Ni siquiera hemos podido mantener
la conversación de pié. Ha tenido que sentarse porque se agota. Su corazón está
fallando, ¿verdad?

- Julen habló con Tony, vino a casa.

- ¿No te pondrías burro con él?-

las cosas siguen tirantes entre ellos, pero poco a poco todo se solucionará.

Todos

necesitamos

tiempo.

- Val, ¿por quién me tomas? No soy un cerdo insensible, incluso me senté con
ellos. Julen sabe que algo no va bien, su abuela intenta disimular por él, pero
Leire…

- ¿Qué Jorge?- no puede ser.

Dios mío, danos un respiro.

- Se está muriendo, su corazón está fallando y no se puede hacer nada por ella.
Julen se reunió con su familia para que fuesen claros con él. Todo eso pasó
cuando fue a buscarte a Italia con Yara.

- Estoy segura que ese día Manhattan tembló. No quiero ni imaginar cómo se
sentiría Julen al saber que Leire estaba en el hospital, y él intentando solucionar
lo nuestro. Y yo…yo…

- Tú no sabías nada, y aunque suene mal, una cosa no va con la otra.

- Lo sé Jorge, pero está doblemente hundido, y no ha compartido esa pena


conmigo, lo que me lleva a pensar, que hay un abismo enorme entre nosotros.

Pensaba que la distancia era más corta, pero me he equivocado.

- Sólo quiere quitarte cargas de encima, se preocupa por ti.

- No me gusta que lo haga así. Si queremos volver a ser uno, lo seremos en lo


bueno y en lo malo-miro al mar. Está sereno, todo lo contrario a la tempestad
que siento dentro de mí. Julen me necesita, y ahora entiendo su forma de entrar
en mí, de hacerme suya, me estaba reclamando ayuda, en silencio con su forma
de amarme, pero lo gritaba en cada sacudida-. Estoy tan centrada en mí, que me
olvido de lo que los demás necesitan, Jorge. Y

eso no quiero que siga pasando.

- Necesitabas tu tiempo, todo volverá poco a poco, incluida la Val que se


preocupa por todos.

- Pues ya voy a dejar de flagelarme, me cansé. Lo decidí hace un tiempo pero


ahora lo veo más claro que nunca.

- ¿Vas a perdonar a Julen y volver con él?

- No lo sé, pero sinceramente ya tenemos un compromiso. Está intentando darme


mi espacio, pero le

cuesta

cumplir
con

los

parámetros establecidos.

- Me lo creo- dice torciendo el morro.

- Desde que entró en mi apartamento de Italia, esto ha ido cada vez a más.

- Bueno, creo que todos sabíamos eso en el fondo. Por mucho que nos gustase
que te alejases de él, el final estaba escrito. Hasta Iván sabía eso, y eso hace que
se enfade más. Si llegas a casarte con él algún día, no sé si lo verás entre tus
invitados.

- La boda no es lo que más me preocupa, creo que perdí la ilusión por ella-
reconozco que quiero casarme con él, pero todo se ha complicado demasiado y
ese evento tan importante de nuestras vidas, se ha visto empañado por el golpe
más duro que hemos vivido Julen y yo como pareja.

- ¿Por qué no vuelves a casa con él?- sé que esa pregunta le ronda por la cabeza
a todos los que nos rodean.

- Por miedo a precipitarme. Y sé que debo tomar una decisión, pero quiero estar
segura de que volver al mismo lugar del que me echó, no será una equivocación.

- Lo entiendo. Vamos, tengo hambre, y casi puedo oler desde aquí esa barbacoa
rica, rica.

- Por cierto, ¿Se lo has dicho ya a Tony?

- No, pero todo llegará. Andando muchacha.

Regresando con todos…

Valeria tiene las mejillas sonrojadas por el frío, está helada, está realmente
hermosa. La brisa del mar ha jugado con su melena, dándole un toque diferente,
muestra a una mujer relajada, ya no es la niña que conocí en Ibiza. Ha cambiado
mucho desde entonces. Su belleza salvaje se ha suavizado, y creo que está más
bonita que cuando la encontré. El mejor desayuno de mi vida fue aquella mañana
teniéndola frente a mí, moviéndose inquieta en su asiento, al igual que mi pene
bajo mis pantalones.

Qué dolor tan delicioso. Mereció la pena esperar aquella noche donde se entregó
a mí. Sueno estúpido, posesivo, pero que sólo mi cuerpo la haya poseído, hace
que me sienta el hombre más afortunado del mundo, porque no sé cómo
reaccionaría ante uno que la hubiese tenido antes que yo. Machista, gilipollas,
bla, bla, bla…pero seguirá siendo solo mía..Mía…

Camina hacia mí y se refugia contra mi pecho. Esto es maravilloso…joder…

- Estás helada, baby, vamos dentro y buscamos algo que echarte encima, seguro
que hay alguna cosa de mi madre o de mi hermana.

- O de tu abuela, no me importa.

Acepto el ofrecimiento, encantada, porque al final me he quedado como un pavo


helado.

- Un pavo muy rico- beso su cabello mientras entramos dentro y vamos hasta la
habitación de Yara.

Busco en un armario y saco una chaqueta de lana.

- Julen, ¿Por qué no me lo has contado?- esperaba esa pregunta después del
paseo con Jorge.

Le acerco la prenda y se la pone.

- Gracias, así estaré mejor- sigue esperando mi respuesta.

- Hoy no Valeria, no quiero hablarlo con ella ahí fuera.

- Pero…

- Yo te respeto a ti en tus tiempos, hazlo por favor tú con los míos.

- Eso es cuestionable, y lo sabes-es verdad, pero no puedo hablar de ello en este


momento.

- ¡Ni siquiera he podido encajarlo todavía, no me entra en la cabeza que mi


familia sea de las más poderosas del planeta, y el puto dinero, que mueve este
mundo, porque es así, no pueda hacer nada por ella en ningún hospital de la
Tierra!

- El dinero no es suficiente para salvar una vida, cariño.

- ¡Ya lo sé, joder, no sé ni lo que digo! Es horrible no poder hacer nada por ella,
es esta sensación que me quema por dentro al sentirme atado de pies y manos, al
ver que se muere y no puedo salvarla.

- Sabes que no puedes salvar a todo el mundo, la vida sería más fácil si fuese
posible hacer eso, pero no es el caso.

- Dejemos el tema, ya lo hablaremos.

- Lo haremos- dice acercándose y aferrándose a mí para besarme-.

Cariño, lo siento tanto. No sé qué decirte, ni siquiera se cómo debo actuar


delante de ella ahora que sé esto.

- No debe notar nada, total normalidad baby, sé que es difícil, pero hay que
hacerlo.

- Tenemos que hablar de esto, Julen, no puedes…

- Lo haremos, -la corto-, pero cuando yo lo decida.

- Touché, bebé.

- Vamos, no quiero que ella se dé cuenta de nada.

Necesito que hoy sea un día especial, porque quiero que una de las mujeres más
importantes de mi vida, se lleve con ella los recuerdos más dulces que haya
vivido al lado de su familia, antes de partir hacia un largo viaje.

- Sabes que puedes contar conmigo. Sé que las cosas están como están entre
nosotros…

- Las cosas están bien, baby, estás aquí conmigo y con mi familia, rodeada de
nuestros amigos. Ni siquiera he aceptado nada de lo que sé, la veo ahí, viva,
sonriendo, rodeada de los suyos, y esa es la realidad con la que me quedo. Y

con la tuya a mi lado otra vez.

- Julen, no quiero forzar las cosas, sigo estando muy dolida y…

- ¿Acaso crees que voy a permitir que te alejes de mí otra vez?

- ¿Vas a permitir? No eres mi dueño- la acorralo contra la pared.

- Soy más que eso, me perteneces. Y yo a ti, no sabemos vivir el uno sin el otro.

- Pero juntos también nos hacemos daño- la aplasto con mi cuerpo, para que
sienta lo que somos-. Julen…- jadea al notar mi polla apretarse contra su sexo.

- ¿Qué…?- recorro con mis labios su cuello hasta detenerme en su oído y


susurrarle-. ¿Puedes vivir sin mi boca? ¿Sin mis manos tocándote por todas
partes?- un llanto

lastimero,

desesperado

escapa de sus labios-. ¿Y sin mi polla entre tus piernas, moviéndose salvaje entre
tu coño húmedo, hambriento de ella, pidiendo más y más porque nunca tiene
suficiente?

Yo tampoco tengo bastante, siempre quiero más, querría vivir hundido en ti para
no escapar nunca del paraíso.

Sus ojos brillan de deseo, lujuria, rabia, son una mezcla peligrosa acompañada
de nuestras respiraciones aceleradas.

- Ahora mismo te follaría contra esta pared, hasta corrernos y partirnos por la
mitad- me separo de ella-. Pero como no eres mi novia oficialmente, pues no te
empotraré. ¿Lo he dicho bien, no?-

Creo que en menos de un segundo, voy a tener que salir corriendo-. Ya no soy el
chico de antes, ahora sólo follo por amor.

- ¡Julen Anderson! Eres, eres….- grita y mis piernas ya corren pero no muy
lejos.

- Hola titos- Jane al rescate. La levanto y le planto un beso en la mejilla. Valeria


llega hasta nosotros y hace lo mismo.

- ¿Qué es el tío?- pregunta curiosa arrugando el entrecejo.

Escondo una sonrisa mirando a Valeria, esperando su respuesta al igual que mi


princesa.

- Pues estoy entre calificarlo como un buitre carroñero, o un perro con muy
malas pulgas. ¿Cuál crees que le va más, señorita?- le hace cosquillas
pinchándola con su dedo índice.

- ¡Ay tía Valeria, para por favor, que me haré pis encima!

- ¡Ni se te ocurra!- le contesto rápidamente. Sigue en mis brazos.

- SÍ. Méate encima del presumido de tu querido tío, no pasa nada, son cosas que
pasan- me saca la lengua.

- No, ya se me fueron las ganas al parar de hacerme cosquillas, pero ha faltado


poco- la dejo en el suelo.

Más vale prevenir.

- No quiero arriesgarme, y ahora, os voy a contestar lo que soy- las miro y las
dos se cogen de la mano y echan a correr-. ¡Guau! ¡Grrrrrrr!

¡Os voy a dar un mordisco en el culo a cada una!

- ¡Corre Jane, el perro pulgoso y de mala baba se ha colado en casa!-

las persigo hasta el fin del mundo, ese en el que quiero estar con Valeria,
terminar mis días con ella….
Valeria
Antes de irme al trabajo, he decidido revisar unos informes que me ha pasado
Tyler por correo, mientras desayuno. Las ventas este nuevo año en J&Y han
empezado bastante bien. Se nota la crisis mundial, eso es un hecho que no
podemos esquivar, pero los ricos siguen siendo ricos, y son los que más dosis de
beneficios nos dejan.

Han pasado dos semanas desde que la triste noticia, de que Leire puede morir en
cualquier momento porque su corazón está muy débil, no deja de perseguirme.

Los golpes de la vida seguirán llegando y para eso, ya estamos mentalizados.

¿Preparados? Eso ya es otra historia, nunca puedes esperar estar listo para
asumir algo tan doloroso como la pérdida de un ser querido. Jamás.

Julen la visita cada día, han intentado que se traslade a la casa de sus padres pero
no hay quien la haga entrar en razón. Entiendo por qué. Allí yacen los restos de
su marido, es un lugar precioso, y ella quiere estar cerca de él llegado el
momento.

James está muy triste, de hecho, toda la familia lo está, y no poder hacer nada
por ellos, es doloroso. Yo adoro a esa mujer, es la abuela del hombre al que amo,
y soy una víctima más de su encanto, me conquistó el primer día que la conocí.

Hace dos días, un cardiólogo muy importante, se ha interesado por su caso, Julen
y James movieron todos sus hilos para que así fuese, y estamos a la espera de
una respuesta.

Suena mi móvil.

- Hola guapo.

- Baby, ábreme la puerta.

Me acerco a la entrada de mi apartamento, y allí está, esa escultura perfecta que


no hay forma de evitar que se te caiga la baba cuando lo tienes delante de ti.

Sin esperármelo, me levanta y me planta un beso que hace que los dedos de mis
pies bailen, dándome vueltas sin bajarme del suelo, gritando enloquecido:

- ¡La ayudará, amor! ¡Ese médico ha dicho que sí hay esperanza para mi abuela!
¿Te lo puedes creer?

- ¿Cómo? ¿Qué dices, Julen?-

sonrío con él de felicidad ante tan buena noticia.

Detiene su baile loco.

- Sí, la operará, porque tiene solución, sabe como alargar su vida , dándole una
calidad de bienestar del noventa y cinco por cien. Es maravilloso.

Sólo

deberá

no

esforzarse, tendrá que cuidarse mucho. ¿Sabes lo que feliz que soy?

- lo veo en sus ojos.

- Sí mi niño, puedo verlo en esa increíble mirada que ilumina tu cara- pone una
mano en la parte de atrás de mi cuello y me acerca para devorarme la boca.

- Te necesito, ahora- no hacen falta más palabras, en pocos segundos nuestra


ropa termina en el suelo y Julen me hace el amor lento y dulce sobre el sofá. Es
delicioso sentir como cada centímetro suyo entra y sale de mi interior.

- ¡Dios…!- me vuelve loca…

- Mi corazón…

- No digas nada, bebé, no ahora…

- Sí- golpea lento pero fuerte sacudiéndonos a los dos-. Tengo que decirte
esto…- se acerca a mis labios uniendo nuestras manos.

Mete su lengua en mi boca, donde la mía la espera para bailar con ella.
Me pierdo en sus besos, y con sus caderas, marca el ritmo que me está llevando
poco a poco a lo más alto.

Termino encima de él, moviéndonos juntos mientras juega con mis pechos
doloridos por lo excitada que estoy. Sus dedos buscan y encuentran aquello que
anhelaban tocar. Tortura mi ano y mi clítoris con ellos, son demasiadas
sensaciones juntas.

- No puedo con esto…

- Sí puedes, somos tú y yo, una vez más volamos para tocar el cielo. Siénteme
por todas partes, amor mío.

- No puedo, no todavía…

- Te amo, Valeria, Estoy roto en mil pedazos desde que me dejaste.

He intentado recoger cada uno de ellos pero se me caen de las manos, porque mi
cuerpo- empuja dentro de mí haciéndome gritar cuando un primer orgasmo
sacude mi cuerpo.

No me deja, no me suelta, y sigue tocándome por todas partes, Julen llega a cada
rincón de mi ser-tiembla de frío porque no tengo el calor de tu amor en mis
largas noches sin ti. El vacío que llena mi alma, sólo tú puedes hacer que
desaparezca, pegando cada pedacito de mí, de ti, uniéndote para siempre
conmigo.

- Julen…- las lágrimas caen por mi cara porque coge mi cara entre sus manos, y
me da un beso tierno.

- Lo siento, lo siento muchísimo, no me dejes, vuelve a casa conmigo.

Asiento, sonriendo al ver cómo se abren sus ojos como platos.

- Sí, bebé, vuelvo a casa contigo.

- ¡Te amo, te amo, te amo…!- me empuja de nuevo contra el sofá y se torna


salvaje. Ya no hay compasión.

Mete una de sus manos entre nuestros cuerpos para provocar que me deshaga
otra vez, dejándose llevar conmigo-. ¡Sí, sí…oh…

joder….!- hunde su cara en mi cuello… ha sido increíble.

Pasados unos minutos en los que recuperamos el aliento, nos levantamos del
sofá.

- Vamos a desayunar juntos antes de ir al trabajo, hay mucho que celebrar.

- No puedo, tengo una reunión a …- miro el reloj-, ¡joder, joder!

¡Voy a llegar tarde! ¡Cariño, a la próxima antes! ¡Los polvos de reconciliación es


lo que tienen, ¿no?

- No habrá más de estos por este motivo, baby. Te lo aseguro.

Me pongo la ropa rápidamente y él hace lo mismo, parece un concurso para ver


quién termina antes. ¡Qué guapo está con traje!

- Me gustan nuestros polvos de reconciliaciones- me acerco y rodeo su cuello


con mis brazos.

Llegaré tarde de todas formas…

- ¿Ya no tienes prisa?-levanta una ceja con aire travieso apretando mi culo.

- Sí la tengo, pero ya llego tarde, y quiero un beso de mi novio.

- De tu prometido.

- Eso ya lo discutiremos en otro momento.

- No…

- Julen Anderson, no aprietes tanto la tuerca, o te pasarás de rosca, y te aseguro


que no te gustará nada. Dame mi beso, y llévame al trabajo.

- Sí, señorita Fernández….- no puedo creer que haya sobrevivido sin su boca…
pero al segundo…

llegan los terribles recuerdos de lo que pasó, y recuerdas que es el dolor de tu


corazón quién te mantiene en estado de alerta cada día, para que luches y sigas
sin aquel que te lo destrozó-. ¿Qué ocurre?

- Nada- me alejo para coger mi maletín y una carpeta con unos documentos, y
sin mirarlo me encamino hacia la puerta. Me coge del brazo.

- ¿Qué cojones está pasando Valeria? – está desconcertado.

- Por favor, ahora no- suplico- se acerca y besa mi mejilla. Apoya su cabeza
sobre la mía.

- De acuerdo, no voy a presionarte,

marcarás

los

tiempos. Sólo quiero saber si sigues conmigo- me giro para encararlo.

- ¿Alguna vez he dejado de hacerlo? Creo que por mucha distancia que haya
entre nosotros, incluso por muchas piedras que se crucen en nuestro camino,
nunca dejaré de ser tuya.

- Baby, yo…

- Por favor….- asiente, me da la mano y queda flotando en el aire la necesidad


de gritar que lo quiero, pero que sin poder evitarlo, también existe el odio, la
rabia por su desconfianza, por echarme sin dudarlo de su vida, por alejarme y
llevarme a perder a nuestro bebé…

Dios mío, dame fuerzas, dame un respiro….


Julen
- Me alegro que por fin las cosas se hayan arreglado entre vosotros, que todo
empiece a tener un poco de sentido en la locura de vida que nos rodea- dice
Alan.

- No está nada solucionado. No podemos vivir sin estar juntos, eso lo sé. Sí
respiramos el mismo aire, las chispas saltan y nos volvemos locos. Pero la cagué,
rompí el lazo de la confianza y el respeto que existen en una pareja, y ahora no
sé cómo devolverlos a su lugar. Tengo miedo, siento que la voy a perder en
cualquier momento- no sé qué hacer.

Hay que ver, el par de amigos toca pelotas que me han tocado. Sufren mal de
amores, y no hay manera de que solucionen su vida como personas normales!-
dice Tony sentándose en uno de los sofás de mi despacho.

- Mira el señorito, como a él le va de puta madre con el españolito-responde


Alan.

- Bueno, eso es porque soy el mejor novio del mundo- finge una pose chulesca
mirándose las uñas, y limpiándoselas en la camisa, sobre la zona del pecho.

- Eres un capullo- los tres nos reímos-. Ahora Jorge está con ella.

¿no? Dime que sí o me vuelvo loco.

- Sí, y ata los caballos Julen, no la agobies- Tony me señala.

- ¿Por qué lo dices?- sé la respuesta.

- ¿Hace falta que te conteste?-

pregunta serio.

- A mí sí, no lo entiendo- Alan no está al tanto como Tony, porque no tiene


información directa del mejor amigo de mi chica.

- Pues aquí, tú jefe, que ahora se dedica a acosar a su novia- no ha sido


exactamente así…o sí…
- ¡Joder, me vuelvo loco cuando no puedo localizarla, sabes lo mal que lo he
pasado estos meses! Era insoportable, no quiero pasar por ahí otra vez.

- ¡No me jodas, Julen, trabaja en el edificio de al lado!- Alan niega con la


cabeza.

- No es sólo porque no la veo Alan, es porque tengo miedo de que huya, de que
le ocurra algo, lo de Nick…

- Olvídalo, no estamos rodeados de locos todo el tiempo- dice Tony-, aunque


tengo que decir, que sigo sin creerme lo que pasó. Nos tenía a todos bien
engañados. Lo de la zorra de Nelly, era más lógico, pero de un amigo de toda la
vida, no me esperaba eso. ¡Y enamorado de ti!

¡Ya podría haberlo estado de mí, hombre!

Yo

le

hubiese

correspondido de buena gana! ¡Si es que la gente se complica sola!- eso nos hace
sonreír.

- No era mal tío, perdió la cabeza por amor, y así estamos todos, zumbados
porque el amar te cambia la vida por completo. Para bien, aquellos que son
afortunados, o te pude joder vivo, como nos pasa a otros- Alan está muy mal,
pero Beth no cede.

- ¿La has llamado?- pregunto.

- Sí, y bueno, al menos ya me coge el teléfono, eso ya es un adelanto después de


meses sin recibir respuesta.

- Su hermana es una perra- dice Tony-, es una manipuladora. Le está robando la


vida a Beth, como ella es una amargada, quiere que su hermana sea una infeliz
también.

Salta a la vista que la envidia, esa actitud demuestra eso.


- Si quieres, esta noche hablo con Valeria y le pregunto si sabe algo más de Beth.

- No, déjalo, creo que sino me muero, esta mujer no regresa para comprobar que
es cierto y vivir tranquila- niega con la cabeza, suena derrotado.

- Está dolida, por todo. Ella no tiene razón, es la rabia que la envenena porque
sabe que en el fondo lo provocó lo que hizo en el pasado. Pero tener a la
hermanita tocando las narices, poniéndola en tu contra, metiéndole ideas de que
no creías en vuestro amor, y de que vino arrastrándose y la rechazaste…

pues eso, no ayuda, la verdad-argumenta Tony.

- Pero esta vez fui yo, no la dejé hablar, no quise escucharla.

- Alan, tú seguías dolido por lo que pasó en la universidad, creías que lo que
viste era real, no provocado por ella para alejarte de su vida. Han sido sucesos
que os han llevado a este punto, pero en el fondo, no hay culpables, sólo
circunstancias que os han llevado a este punto- lo miro y chasqueo la lengua.

- Buen punto, amigo- dice Tony.

- No me vale con Valeria, Tony, yo fui un estúpido, debí dejarla hablar, fui muy
duro con ella, cada vez que recuerdo las burradas que le dije…- creo que te
equivocaste de nombre cuando te hiciste el tatuaje….la dulce Valeria se ha
convertido

en

una

auténtica

perra…

- No lo pienses más, Julen. Sabes lo que tienes que hacer- miro a Tony.

- Sí, recuperar a mi mujer,


Valeria
Necesitaba esto, un respiro, paseando al aire libre, y qué mejor compañía que la
de Jorge después de un día tan intenso…

Esta noche se supone que voy a regresar a “casa”, como dice Julen. Creo que me
he precipitado, tengo miedo al menos de haberlo hecho. No estamos bien del
todo, y la convivencia podría ser un error, o tal vez no, lo veremos, ¡qué lío todo!
Si sigo a mi corazón, como dice Jorge, este corre detrás de Julen si dudarlo, pero
la razón es más cauta, y me dice: “frena nena, no corras tanto, todavía la herida
sigue abierta”

El regreso al trabajo ha sido maravilloso, ese es mi lugar, no otro.

Irme con Angelo, fue una gran oportunidad para tener donde huir por un tiempo,
pero saber que mi antiguo puesta me seguía esperando, era todo un aliciente para
llevar mejor mis días en Italia. Le debo mucho a Angelo, a pesar de que me
enfadé mucho, porque quiso salir en la televisión para dar parte a Julen de donde
estaba yo. Aprendí mucho a su lado, es todo un libro abierto en cuestión de
negocios, y siempre hay algo nuevo que aprender de él.

Central Park…cada rincón de Nueva York, lleva para mí la firma de Julen


Anderson…

- Creo que te has precipitado, nena-Jorge y yo paseamos cogidos de la mano, me


aferro a su brazo y recuesto la cabeza sobre su hombro.

- La verdad es que yo también lo creo, pero es difícil hablar con Julen, no sabe ir
despacio, lo quiere todo ya.

- Pues que lo entienda, aquí es una relación de dos, y las dos opiniones cuentan.
Sé que lo de su abuela lo ha mantenido en un estado de ansiedad máxima, Tony
me lo contó. Pero ahora sabéis que tiene una nueva oportunidad, está bien querer
vivir la vida y aprovecharla porque son dos días, pero no lo queramos todo en
uno.

- ¿Sabes? También me gusta esa intensidad de Julen, tengo miedo de que se


canse de esperarme- nos detenemos para mirar uno de los lagos. A Jorge y a mí
nos encanta detenernos aquí.

- Eso no pasará, no por mucho que lo desee.

- ¿No quieres que esté con Julen?- pensé que lo había perdonado.

- Es contradictorio. Sé que os amáis, pero me asusta volver a verte triste, no


soportaría que te ocurriese algo otra vez, y yo no pueda estar a tu lado para
cuidarte. Yo…- no, otra vez no…

- Shhhh- lo abrazo-, nunca te he reprochado nada, siempre has estado a mi lado.


- Está llorando, la culpa no lo deja en paz.

- Yo debí irme contigo, estar en ese hospital….

- Cariño, no sabías nada, me fui sin decirte nada, sólo quería huir y llegar a
Valencia. Todo pasó muy rápido, no pensé en nada ni en nadie, solo en
marcharme lejos de Julen.

Nos separamos para mirar al frente.

Escucho unos pasos acercarse, sé quién es y por qué.

- Val…

- Dan, dile a tu jefe, que luego lo llamaré- puedo escuchar los gritos de Julen al
otro lado de la línea.

- Está bien. Que te pongas-levanta los hombros-. Me gusta demasiado este traje
que llevo- eso me hace sonreír. Me pasa su móvil.

- Hola.

- ¿Hola? ¿Me estás vacilando, Valeria?- pregunta gritando.

- No me grites, no estoy sorda.

- Pues dime- sé que está apretando la boca-, ¿por qué no me coges el teléfono?
Llevo llamándote media hora, y al final he llamado a Dan, porque me obligas a
ello.
- Yo no te obligo a nada, sabes que estoy con Jorge.

- Sólo quería saber que estabas bien- su tono de voz cambia y eso me desarma.

- Amor…- entiendo su preocupación…¡joder todo es una locura! Entiendo a


Julen, no me entiendo a mí…

- Baby, no quiero agobiarte, pero parece que vayas a desaparecer, no quiero


perderte otra vez. Déjame arreglar las cosas.

- No quiero forzarlas, hoy me dejé llevar por lo que siento, pero todavía no
puedo volver a casa contigo y con Kai, me asusta un poco- suspira al otro lado
de la línea.

- De acuerdo, que Dan te lleve al apartamento, pero me gustaría un beso de


buenas noches. ¿Puedo tener uno?- Julen…

- Claro que sí, mi niño, y dos también.

- Te veo luego.

- Te quiero- sé que echaba escuchar esto, puedo sentirlo…

- Repítelo, por favor….

- Te quiero más que a mi vida, Julen, para siempre…

- Para siempre…no tardes…- y cuelga.

Miro

el

móvil

unos

segundos antes de devolvérselo a Dan. No dice nada, lo coge y se aleja con


Oliver.

- ¿Estás bien? ¿Quieres que nos vayamos?- pregunta Jorge.


- No, todavía no. Luego pasaré a verlo, todo está bien- me muero de ganas por
correr al lado de Julen, pero alguien me necesita ahora, y no pienso fallarle-.
Suéltalo, nene, estoy lista para oírlo.

Coge aire y lo suelta antes de empezar su discurso.

- Hubo un tiempo, que odié a Julen, creo que munca en mi vida he sentido tal
nivel de desprecio por alguien, te juro que ni siquiera por Nelly o Nataly, o
cualquiera de las personas que han hecho daño a los míos. Esto fue diferente,
porque sé que ese hombre tiene el poder de darte o quitarte la vida- lo miro con
la boca abierta embobada por sus palabras-. El amor es una fuente de poder
inmensa, dicen que mueve montañas, mundos, y es cierto.

¿Existen guerras por amor? Sí.

¿Existen los actos más bellos movidos por el corazón de un hombre o una
mujer? Sí. A veces, somos víctimas de nuestros propios sentimientos, sin que
podamos hacer nada.

- Ya, pero debería ser todo más sencillo cuando dos personas se quieren, el amor
es bonito y …

- A veces, para tener que llegar a un estado de perfección absoluta, antes


debemos pasar por unas pruebas que harán de esa unión un lazo irrompible. No
hay norma ni sello en el amor, todo es posible.

Pero sí unas condiciones que deben ser básicas en toda pareja, sea cual sea,
lleven la vida que lleven, y son el respeto y la confianza, Pilares fundamentales
entre dos personas.

- Y Julen los enterró aquella noche…

- Sí nena, los lapidó. Pensar en cómo te debías sentir tú, por todo lo que estabas
pasando porque él no confió en ti, hizo que quisiera matarlo, sacó cosas de mi
persona que ni yo mismo conocía. Te juro que cuando entramos en un estado de
ofuscación profunda, hacemos y decimos las mil perrerías.

- Nadie te juzgaría por defenderme frente a Julen.

- Lo sé Val, eso lo tengo claro, la cuestión es…que a veces exigimos a los


demás, algo que ni nosotros mismos somos capaces de cumplir.

Castigué

Julen,

porque

se

equivocó, pero…¿quién en su lugar no hubiese reaccionado así? Puede que si se


hubiesen hablado las cosas, no hubiesen llegado tan lejos, pero el hecho que
habría provocado la discusión estaría ahí, y el resultado final creo que sería el
mismo en todos los casos. Todos reaccionaríamos como Julen.

- ¿A dónde quieres llegar?

- Que pedimos respeto, confianza por parte de nuestra pareja, pero también hay
que tenerlos por nuestros amigos. Y yo me equivoqué con Julen.

- Jorge, no digas eso, tu reacción fue lógica en aquel momento, te lo dije, no te


castigues.

- Pero lo hago, porque Julen nunca te trataría así gratuitamente, ese hombre voló
a España para regalarte un perro, ¡joder! ¡Daría su vida por ti! ¡Ya lo hizo una
vez!

- No me lo recuerdes- el disparo de Kelly…

- ¿Sabes a donde quiero llegar?

- Sí, que nunca nos olvidemos de los amigos.

- Exacto, podremos tener muchas cosas en la vida, y tu pareja pasa a ser tú día a
día cuando la encuentras, pero hay cosas que pueden tener un final anticipado,
pero la amistad, es eterna, si sabes mantenerla.

- Como la nuestra- nos fundimos en un abrazo.


- Eso te lo aseguro aquí y ahora, que nunca te dejaré, nena, siempre estaré a tu
lado….

- Siempre….
Julen
He bajado de casa porque no podía seguir esperándola más allí dentro, se me
caía el techo encima. Desde que ella se fue, apenas duermo nada. Kai está raro,
la echa de menos tanto o más que yo, somos dos víctimas del efecto Valeria
Fernández.

Hay una pequeña zona verde cerca del edificio, y a Kai le encanta jugar en ella, a
estas horas, es toda suya.

- Un poco tarde para sacar al perro, ¿no crees?- esa voz…

- Bueno, a veces no queda otra-se acerca hasta quedarse a escasos centímetros de


mí.

- ¿Te molesto?- joder, pues la verdad es que sí. Es Vanesa, la nueva presentadora
que sustituye a Nelly, y desde el principio ha sido muy “atenta” conmigo. Le dije
a mi padre lo que pasaba, y no tuvo otra respuesta que esta: hijo, si la echo por
eso, creo que nunca voy a tener una presentadora nueva, todas quieren tener a
Julen Anderson” He intentado que contrate a un hombre, pero prefiere para esa
parte de la programación, una cara femenina. Y

sé que tiene razón, ¡pero que me dejen en paz!

- No, para nada, pero ya me iba a casa.

- ¿Vives por aquí?- pregunta sonriendo y tocándose el pelo.

- Sí, pero es un poco tarde para invitarte a subir- responde una voz que me eriza
la piel y me calienta el corazón. Me giro y Valeria llega hasta situarse a mi lado.
Ninguno de los dos lo duda y nos damos un beso. Le cojo por la cintura, para
acercarla más y profundizar ese contacto labial mientras ella se aferra a mi
cuello.

- Eh…bueno, tengo que irme…

buenas noches…- no miramos a Vanesa, pero soy educado y contesto.

- Buenas noches, Vanesa-escuchamos los pasos alejarse.


- ¿Vanesa? – pregunta enfadada.

- Dame otro beso y luego perdemos el tiempo hablando de esa chica- le respondo
besándola otra vez y ella se deja hacer. Me gusta eso, que se deshaga en mis
brazos.

Sin darnos cuenta la cosa se nos va de las manos y tengo mis dedos perdidos en
el interior de Valeria.

Está muy excitada, y eso me vuelve loco.

- Julen, para… detente- gime contra mis labios.

- No puedo, voy a follarte aquí mismo- escucho que suelta una carcajada y eso
provoca que me detenga-. ¿Qué pasa?

- Mira- señala al suelo.

- ¡Joder, enano! ¿No podías darte una vuelta? ¡Tienes un parque para ti solo, y
tus padres te están dando permiso para jugar un rato más!-

Valeria se sigue riendo. Le ha roto las medias al rascarle las piernas.

- Ven aquí- lo acoge entre sus brazos. Miro alrededor, y no veo a nadie. La
verdad es que soy un inconsciente, tenemos que tener cuidado con la prensa. Ya
saben que hemos vuelto, y este espectáculo sería, toda una noticia de primera
página.

- Tenemos que ser más prudentes- dejo caer mi brazo en los hombros de Valeria
mientras ella lleva a Kai en brazos.

- Tú y yo, nunca lo tenemos, esa norma no vale, bebé, y lo sabes.

Hasta yo lo tengo asumido- esa respuesta me gusta, y mucho.

- ¿No te importa que nos pillen?

- Pues no, porque si me pillan-me mira directamente a los ojos muy seria-,
siempre será con el único hombre con el que haría una locura así: contigo- Plaff,
en toda la cara
Julen.

¿Esperabas

otra

respuesta?

- Lo pillo- digo acercándome a ella para besarla, pero alguien me gruñe-. ¿Me
estás prohibiendo que bese a mi chica, enano?

- Sí, porque también soy la suya, y por lo que veo, no le gusta compartirme-
empieza a caminar si mí, pero la detengo.

- A mí tampoco, baby, sabes que eso me volvería loco, ya lo hizo una vez y mira
cómo acabamos…

- Lo sé, cariño- abro la verja y entramos. Deja a Kai en el suelo y corre al garaje.
Valeria rodea mi cintura.

- ¿Te quedas esta noche?-

asiente.

- ¿Tengo pijama?

- ¿Crees que te hará falta?

- Por supuesto, no pienso hacer nada esta noche más que tener dulces sueños.
¿Dormir con Julen Anderson sin que nos toquemos?-

empieza a caminar pavoneándose delante de mí, moviendo ese cuerpo escultural


que me vuelve loco-. Eso es

pan

comido

para

mí,
caballero…- se gira de medio lado y posa para mí, adoro eso de ella, sabe que a
pesar de morderme las uñas cuando desfilaba, era un deleite para mis ojos,
admirar todo lo que daba sobre esas tablas.

Diosa… mi diosa…

- Bueno…- carraspeo, me he quedado sin voz-… pues a dormir se ha dicho….


Valeria
Pum..,pum…pum…

- ¡Joder…no puedo parar…!-

gritaba Julen enloquecido…

- ¡Dios, no lo hagas, no lo hagas nunca…!- estábamos follando como locos, no


hay otra forma de decirlo, contra los ventanales del loft.

- Baby, te quiero, no puedo vivir sin ti, sin esto- cada estocada era más salvaje,
más profunda, me llegaba al corazón, llenándome por todos lados. Mis manos se
clavaban en la piel de sus nalgas, para que no pudiese salir de allí nunca más, mi
cuerpo

lo

tenía

prisionero-.

Necesito esto, tenerte así cada día, perdóname amor, no dejes que nadie me aleje
de ti…

Mordía la piel de mi cuello, me marcaba como suya una vez más. No era justo
que me pidiese aquello en ese momento, soy débil frente a él, estaba desnuda
literalmente, porque nos arrancamos la ropa desesperados el uno por el otro,
después de que Julen me mostrase cómo estaba la casa. Prácticamente vacía,
todo lo que destrozó lo tiró, no salvó nada, está esperando a “que juntos
reconstruyamos nuestra vida juntos, esta es nuestra casa, y quiero juntar pedazo
a pedazo, unir cada trocito destruido por mi desconfianza, con tus manos sobre
las mías. Tú y yo, Valeria, esa es mi frase favorita. Tú y yo, unidos para
siempre” ¿Cómo resistirme a esa mirada que se rendía ante mí? Esos ojos que
me hicieron suya cuando cayeron sobre mi cuerpo, fundiéndose con los míos
aquella noche en Demonia? Nuestros labios se buscaron y ya sólo fuimos manos
y piel…cuerpos necesitados de amor, que se han visto privados porque la vida no
ha sido justa con ellos, siempre poniendo trabas.
- ¡Oh Julen…!- grité a punto de correrme. Sabe cómo moverse para que eso
pase, y sabe dónde tocar y volverme loca para que llegue al clímax

- Me voy a correr, ven conmigo…toquemos el cielo juntos, amor….

- ¡Sí, sí, si…!- mi orgasmo fue brutal….

- Eso es- y él se dejó ir conmigo.

No siempre puedes llegar al mismo tiempo que tu pareja, pero hacerlo juntos es
maravilloso.

Siguió golpeando mi sexo hasta vaciar la última gota dentro de mí, y nos
quedamos así, sin movernos, recuperando el aliento, hasta que sin salirse de mí,
nos llevó a nuestro rincón.

Nuestro lugar especial sigue intacto, no sufrió la ira de Julen.

- No lo toqué, no pude, aquí fue donde detuve mi locura, caí arrodillado frente a
este lugar, y Kai fue

quien

me

consoló-

dijo

mirándome a los ojos, acariciando mi cara que derramaba lágrimas sin pedirme
permiso-. No tengo perdón, pero….

- Shhhh- puse un dedo sobre sus labios-. Esta noche no, bebé, esta noche sólo
quiero sentirte…- y así he pasado la noche, haciendo el amor lentamente con
Julen, entre las palabras más dulces que un pastelero pueda hornear.

Es impensable para mí que hayamos vuelto a vernos de esta forma. Sabía que mi
retiro a Italia no sería eterno, pero flaquear tan rápido frente a Julen, es algo con
lo que no contaba. ¿En serio?

De acuerdo Valeria, despierta, y déjate de chorradas. Julen y Valeria… ¡deseo,


deseo y más deseo…! ¡Eso no hay quien lo frene! Ya luego, después del
desahogo…vienen los razonamientos…

- Toc, toc, toc…¿hay alguien ahí dentro de esa cabecita?- pregunta Tyler con una
sonrisa.

- Sí, claro que sí- le sonrío también, regresando al mundo real-.

¿Qué ocurre?

- Tienes una visita, pero como tenemos una reunión en quince minutos, esa que
te dije que Yara ha solicitado urgentemente- es verdad, no sabemos que planea-,
no sé si querrás

recibirla-

este

chico

esconde algo, se está aguantando la risa…

- ¿Qué tramas Ty?- digo saliendo de detrás de mi mesa, dirigiéndome hacia la


puerta, pero antes de llegar…- ¡Joder!- es lo único que consigo decir antes de
terminar cayéndome de culo en el suelo, siendo atacada por las babas de un
perro enorme. ¿Perro enorme?-

¿Rocco? ¡Tú…tú…! ¡No puede ser!

¡Pequeño grandullón! ¿Tú qué haces aquí?- lo abrazo y me lo como a besos. No


es posible. Sin dudarlo, miro hacia la puerta, y…¡ No me lo puedo creer…!- ¿En
serio? ¿Esto es de verdad?- salgo corriendo hacia los brazos que me han cuidado
desde que era una niña, hacia esos brazos que me dan calor cuando la vida es
fría….- ¡Abuelo! ¡Dios mío, no puede ser! ¡Estás aquí!- lloro descontrolada, esto
es una bonito sueño, y no me quiero despertar nunca.

- ¡Mi ángel, no aprietes tanto que me ahogas!- que bruta soy. Cojo Su cara entre
mis manos, nos miramos sin decir nada, no hace falta.

- ¿Cómo puedes conocerme tanto? – pregunto emocionada.


- ¿Nunca has escuchado que a veces se quiere más a un nieto que a un hijo?-
asiento, eso es algo que él y la abuela Cinthia repetían mucho-.

No sé si será cierto, pero si mis nietos me necesitan, no existe océano, ni


montañas en este mundo, que me puedan separar de ellos.

- ¡Oh abuelo, no te merezco, no te merezco!- sé que le hice daño al irme a Italia,


pero me apoyó. Pero cuando supo que regresaba a Nueva York, tuvo miedo, lo
noté en su voz cuando hablamos. Sabe que este es mi lugar, es quien me dice que
cada uno debe luchar por lo que ama. La guerra es de los valientes, pero también
sabe que me hace tanta falta en mi batalla, sus manos son mi escudo, aquellas
que me protegen y ayudan a dar cada nuevo paso.

- Tú te lo mereces todo, todo lo bueno de la vida, mi niña-escuchamos un ladrido


detrás de mí.

Limpiándome la cara me acerco a Rocco.

- ¿Y tú qué? ¿Cómo te habrán tomado el pelo no? – miro al abuelo-. Se os habrá


hecho eterno el vuelo, tantas horas, separados en ese aparato.

- Pues la verdad es que no, porque hemos volado juntos.

- ¿Y cómo ha sido eso posible?-

no está permitido un perro tan grande en las inmediaciones de los pasajeros.

- Eso es posible, cuando un buen chico norteamericano, me envía su avión para


que pueda estar cerca de mi nieta, porque sabe que me necesita- resuelve con
cara de orgullo, como si acabase de soltar por la boca, la verdad más relevante de
la historia.

- ¿Julen? ¿Él ha conseguido que vengas?- no doy crédito.

- Es un chico listo, sabe que en mí tiene a un buen aliado- eso es verdad.

- Pero, también sabe que en mí, jamás lo tendrá.

- ¿Iván?- grito como una posesa saltando sobre él-. ¡Esto no es posible,
estoy

soñando!-

mis

lágrimas afloran otra vez.

- ¿Quedan abrazos para nosotras?

- Lucía y Lorena, y cómo no, Marco tras ellas.

- ¡Mis chicas!- las tres nos fundimos un abrazo dando saltitos y gritando.

- Bueno, dejadme al menos las sobras- dice Marco y me lanzo contra su cuerpo.

- ¡Oye, te quiero rubia pero no te pases, ese hombre es mío!- ¡qué tonta es!

- Bien lo sabe él y el mundo- le respondo, y mi pelirroja me guiña un ojo.

Escucho unos tacones acercarse. Sé a quien pertenecen, y por quién vienen


acompañados.

- ¡Jorge!- Lorena y Lucía saltan sobre él. Esto se ha convertido en una auténtica
locura. Yara saluda a todos.

- ¡Eres una cabrita!- le suelto a mi jefa muy emocionada.

- Pero me quieres, y ya no puedes vivir sin mí, eso es algo que les he dejado muy
clarito a todos estos que están aquí. Que a mi directiva, no se la llevan a España-
mira a mi hermano, que mueve los hombros levantando una ceja.

- Bueno, eso es una decisión de mi hermana, de nadie más- cruza sus brazos
sobre su pecho.

- Así es, sólo de ella- mal rollo… Yara me mira-. ¿Podemos hablar un minuto?

- Por supuesto- al pasar por al lado de Jorge, le planto un beso en la mejilla. Por
su cara sé que tampoco sabía nada.

- Tranquila, yo ato a tu hermano-dice sonriendo.


- Te lo agradezco.

Sigo a Yara, que acelera el paso.

- ¡Oye, espérame que esto no es una carrera!- me sitúo a su lado pero camina
mirando al frente sin decir nada. Está muy enfadada, puedo verlo. Me he perdido
algo.

Entramos en su despacho, y al cruzar el umbral de la puerta, veo a Tony y Alan


con Julen, y este último le está colocando una bolsa de hielo en la cara-. ¡Julen!-
corro hasta situarme entre sus piernas y caer arrodillada-. ¿Qué te ha pasado?

- Pues ha sido el recibimiento que le ha dado tu hermanito- escupe Alan


apretando los dientes.

- Menos mal que hemos ido al aeropuerto, no creo que tu abuelo y Marco,
hubiesen detenido solos a tu hermano- dice Tony.

- Pero acabo de verlo, no he visto nada en su cara que me indique…- no se ha


defendido-.

¿Por qué dejas que te haga daño?

- Si cree que así se va sentir mejor por lo que le hice a su hermana, pues que se
alivie. Sé que también le he hecho daño a tu familia- esto sí que no. Me levanto
muy enfadada.

- Mira Julen, lo que pasó entre tú y yo, sí es cierto que ha afectado a nuestra
familia y amigos, pero bajo ningún concepto, tiene nadie ningún derecho a
meterse en nuestras vidas, y menos agredirte por lo que pasó.

¿Acaso Yara y tu madre me ha castigado a mí cuando te hice daño?

Y créeme, sé que fue mucho- nos miramos, y sé que sabe que conozco la verdad
de cómo lo encontró su madre cuando regresó de España-.

Después de verte así, ¿crees que no quería matarme? Lógico, pero lo


solucionamos hablando. Así es como se hacen las cosas, y si no puede ser, pues
cada uno a su casa.
¿Pero agredirte? ¡De eso nada! Iván puede odiarte, lo entiendo, nada más lejos
de eso.

- Baby, déjalo correr, por favor, no quiero más líos. Sinceramente, este no era mi
plan- cierra los ojos apartando la bolsa de hielo. Veo la hinchazón de su ojo
izquierdo. Me acerco a su lado.

- ¿Te duele mucho?- acaricio despacio su hermosa cara.

- Dolería menos si recibiese un beso de tus labios. ¿Puede ser?

- Concedido, bebé- mi boca se une a la suya y me atrae para sentarme sobre sus
piernas. Escucho como se cierra la puerta del despacho de Yara-. Por eso ayer
mientras me poseías como una bestia- beso su nariz-, me decías que no dejase
que nadie me alejase de ti, ¿no? Por mi hermano, hablabas de mi hermano.

- Sí, era por él. Sabes que mi mayor aliado, dentro de tu familia, ha sido Matías,
sé que los necesitas…

- Tanto como a ti, Julen.

- Pero yo soy la causa de tu dolor. Escúchame- me mueve y me coloca de forma


que quedo sentada a horcajadas sobre sus piernas.

Enmarca mi cara entre sus manos, unas fuertes y que sé que anhelan cuidarme
cada día, y que yo…yo no consigo dejar que se acerquen del todo por miedo a
que me rompan otra vez-. Una vez te dije esto, amor…

Cuando tengas miedo, mis brazos te protegerán

Cuando llores, mis labios secarán tus lágrimas

Pídeme una estrella Que mi corazón que late por ti Y mi alma, que vivirá
eternamente amándote,

Subirán al cielo para entregarte, la más hermosa del firmamento.

Por ti escalaré las nubes Por ti, volaré hasta el infinito y más allá,

Y ahora añado…
Me arrodillaré frente a ti para pedir perdón a tu corazón cuando me equivoque,

Porque el amarte demasiado ciega mi alma,

Pero nunca dudes de lo que este hombre te entrega, Valeria, mi vida está tus
manos…

Tú y yo para siempre…siempre serás mí para siempre…

Eso lo escribió en mi cumpleaños, uno de tantos días maravillosos que me ha


dado, porque no puedo quedarme sólo con uno.

- Bebé- reparto dulces besos por sus golpes, él se deja querer-, estoy aquí,
contigo, te quiero, te amaré siempre, no dudes de ello- las lágrimas bañan mis
mejillas-.

Nunca has dejado de tenerme.

Hemos estado separados, era algo inevitable y necesario, pero siempre confié en
ti, en que vendrías a buscarme, aquel no podía ser nuestro final.

- Ambos sabemos que estamos heridos, tú por mí, y yo por haberte causado tanto
dolor. Perder a nuestro hijo, eso…

Yo me he culpado durante mucho tiempo por ello, por no poder salvar a nuestro
hijo, pero a veces, las cosas ocurren y no podemos hacer nada por evitarlas. Sí
hay otras que elegimos, pero lo que la vida nos tenía preparado a Julen y a mí,
no fue nuestra elección.

Viéndolo así, derrotado, cansado, mirando esos ojos que brillan por la tristeza
que los embarga, no por aquella luz especial que me han mostrado desde que me
cautivaron, me desarma por completo. La vida no es justa, no señor, pero no
vamos a dejar que nos gane la batalla. Leire es un ejemplo para nosotros, ella
está a punto de enfrentarse a un nuevo reto, poder seguir a nuestro lado, y aquí
estamos Julen y yo, frente a una nueva oportunidad en la vida, dejándola escapar.

Me lanzo a por su boca desesperada. Mi ataque lo pilla por sorpresa, pero no


tarda en reaccionar, puedo notar como es así entre mis piernas. Bien por ti
Valeria por elegir este vestido.
Julen gruñe como un toro enfadado, y me levanta llevándome hasta la pared,
aplastándome con todo el poder de su cuerpo. No decimos nada, sólo nos
dejamos llevar por lo que está ocurriendo entre estas cuatro paredes.

Busca debajo de mi vestido, sin dejar de devorarnos la boca, creo que nunca nos
hemos besado con tanta necesidad.

Rompe mi ropa interior y jadeo porque eso me excita mucho. Deja de besarme
para enfrentarse a mi mirada. Tiene mis manos apresadas sobre mi cabeza,
ambos jadeamos, nuestros labios hinchados por nuestra pasión desenfrenada,
brillan como nunca.

- Esa es la luz que quiero en tu mirada, cariño, nunca dejes de mirarme así,
Julen- sin decir nada asiente, se acerca y me roba el aliento una vez más. Con sus
manos expertas, me quita el vestido y el sujetador, dejándome con las medias
que caen a la altura de mis muslos, y con unos tacones, que han sido otra buena
elección.

Recorre mi cuerpo, acariciándome lentamente, sin dejar que yo lo toque, esto es


para él, ambos lo sabemos, para que entienda que soy suya, que hay mucho que
trabajar, pero que pertenezco a Julen Anderson.

Su boca se acerca a mi cuello, bajando lentamente hasta llegar entre mis pechos,
que son eclipsados por sus manos y humedecidos por su lengua. Jadeo ante ese
contacto, noto mis pezones duros y doloridos, y él los muerde juguetonamente.

- ¡Ah…Dios…!- sonríe contra mi piel, eso me gusta.

- Podría correrme ahora mismo en los pantalones sólo con esto, con tenerte así,
rendida ante mí otra vez- abandona mis pechos y cae de rodillas, dejando su
boca a la altura de mi sexo. Inhala mi olor, pero no me toca, y muero porque lo
haga, mi coño reclama todo de Julen-. Mi dulce mango, mi elixir, mi vida…

Bajo la mirada para encontrarme con la suya. Veo la mezcla de todo lo que se
mueve dentro de él. Deseo, amor, lujuria, puro sexo…

- Y tú eres la mía- le digo acariciando su pelo mientras cierra los ojos.

- Yo también me rindo ante ti-lame mi sexo y ese simple toque de su lengua,


sacude mi cuerpo-, tómame Valeria, sé mía otra vez…
Y sin poder contestarle, no puedo evitar emitir un quejido de placer al sentir
como su boca ataca mi sexo sin compasión, su lengua entra y sale, me folla sin
detenerse, y las manos de Julen me cogen por los muslos y me colocan sobre sus
hombros.

- ¡Ah…ah…joder…!- saber que me está volviendo loca, lo excita más y sin


esperármelo, me levanta sin dejar que su boca beba de mí, apresando fuerte mi
culo para mantenerme sujeta contra la pared. Me muevo buscando más, sacudo
mi cabeza a un lado y a otro, y sucumbo al clímax más intenso de mi vida-. ¡Oh
Julen, no puedo, esto es demasiado…!-

creo me voy a desmayar sino se detiene.

- Sí puedes, quiero que vuelvas a deshacerte en mi boca- y castiga sin tregua mi


botón del placer, que está demasiado sensible pero no lo suficiente para volver a
caer rendido ante él, y nuevamente me lleva a tocar el cielo-.

Eso es, maravilloso…- bebe sin parar de mí, mi cuerpo es suyo, y tiembla
mientras me baja al suelo.

Me sujeta entre sus brazos y me siento viva…viva por fin en mucho tiempo…

Nos sonreímos y me pego más a su cuerpo saboreando de sus labios mi propia


esencia. Un beso…otro… y mi piel siente que quiere más, que esto no ha sido
suficiente….

- Nena…- la voz ronca de Julen es todo un peligro para mis hormonas


revolucionadas-, si me sigues besando así, va a pasar algo malo, y no quisiera
explotarte, te he dejado K.O.- que chulito es mi chico cuando quiere. Echaba de
menos esto…

- Tal vez….los años le pesan al Diablo, y ya no sabe aguantar el ritmo de su


Diablesa. Recuerdo un León…- niega con la cabeza mordiéndose el labio.

- Tú tiras el guante, amor, yo lo recojo encantado- mi chico malo está de vuelta.

Cambia la postura colocándome contra la pared, dejando claro quién lleva ahora
las riendas. Pasea sus dedos entre mis nalgas hasta meterlos en mi interior,
impregnándose con mis fluidos fruto de lo que él provoca en mí.
- Tienes el mejor culo del mundo, baby- su mano retrocede, y juega con mi ano,
hasta meter un dedo lentamente. Primero la punta, hasta que poco a poco
consigue llegar al nudillo.

- ¡Ah…!- apoyo mi cabeza sobre mis manos, que caen una sobre otra contra la
pared.

- Te gusta esto, y a mí, me vuelva loco poder follarte así- siento un nuevo placer,
que llega desde mi sexo, sus dedos también juegan con él y todo me resulta
increíblemente placentero-. A veces desearía ser un pulpo…- susurra en mi oído.
Eso me hace reír y a él también. Muerde mi oreja y clava de golpe dos dedos en
mi coño, y con el pulgar, acaricia mi clítoris-…para poder tocarte por todas
partes, torturar de placer todo tu cuerpo, sin dejar ningún rincón -

sus manos trabajan más rápido, pero yo quiero otra cosa…

- Entonces deberías ser un ciempiés…- sonreímos y…- ¡ah!…-

mete otro dedo más en cada parte que está castigando-. Julen por favor…- su
polla grita por salir de esos pantalones, no he dejado de notarla cada vez que se
aprieta contra mi cuerpo.

- ¿Qué desea mi Diablesa?

- A la bestia que se esconde bajo ese traje…

- Pero…¿La del León o la del Diablo?- abandona mi cuerpo, sé que es porque se


está quitando la ropa. Lo miro por encima del hombro y ver a este hombre en
todo su esplendor, es lo más hermoso que han visto mis ojos.

Me muerdo el labio deleitándome con esa imagen, Julen se acaricia el pene,


firme y enorme, y se acerca lentamente, apoyando sus manos a ambos lados de
mi cuerpo. Me giro para encararlo, y sin tocarnos, sólo escuchando nuestras
respiraciones, le contesto: - Te lo dije una vez, y te lo repito para que quede claro
de aquí al fin de nuestros días: siempre te elegiré a ti- y esta vez soy yo la que
me dejo

caer

de
rodillas,

para

saborearlo, para devolverle el placer que él me ha dado, y porque necesito


tenerlo de esta forma.

Abarco con mis manos su tallo, lamo la punta que brilla y la saboreo antes de
meterme la polla de Julen en mi boca.

Juego con sus testículos, mis labios llegan hasta ellos, y Julen tiembla sobre mí.

- ¡Baby, eso es nuevo…sí, joder…no dejes de hacerlo…!-

quiero comérmelo enterito, también me gustaría ser un ciempiés ahora mismo,


para tocarlo por todas partes.

Lamo, chupo y muevo mis manos para enloquecerlo. Julen mueve sus caderas,
follándome la boca, acompasado con mis movimientos.

- Valeria…no puedo más, me corro, demasiado tiempo…- y segundo después se


deja ir y cae sobre mi lengua su esencia. Sigo masturbándolo hasta que exprimo
la última gota de su clímax, hasta que me levanta para aplastarme contra la pared
y besarme. Me aferro con todo mi cuerpo al suyo para profundizar más nuestro
beso- …

Tienes una boca muy peligrosa, nena, no dejas de sorprenderme.

- Al igual que tú a mí, esto funciona para los dos- llaman a la puerta y eso nos
deja inmóviles.

- ¿Valeria?- es Lorena-. ¿Estáis ahí dentro?

- ¡Sí, sí,- consigo decir al fin-, en unos minutos salimos!

- ¿Ya le estáis dando a la mandanga? ¡Estáis enfermos!

- ¡Lore! ¡No seas burra!- contesto riéndome, y Julen tampoco puede parar de
reírse.

- ¡Así me gusta, colega, tú a dejar el pabellón bien alto!- Marco-.


Vamos, ahora ya sabemos que están bien.

- ¡Y tan bien, no saben hacer otra cosa, los guarros!- escuchamos los pasos que
se alejan.

Nos miramos, y no podemos evitar soltar unas carcajadas, que nos sientan de
maravilla. Lorena es buena, muy buena en sus apuntes.

- Vamos a vestirnos, o provocaremos otro altercado- dice Julen dándome un beso


rápido, para vestirse pero no le permito alejarse.

- Escúchame. Sé que no te has defendido porque Iván es mi hermano y crees que


debe odiarte.

Eres quien eres y has llegado lejos en la vida, no sólo por ser hijo de James
Anderson, sino por ser Julen Anderson. No dejaré que mi hermano te falte al
respeto y menos que te agrada. Sé que me adora, y que mi familia ha sufrido
mucho con todo lo que nos ha pasado, especialmente él, recogerme de aquella
forma en el aeropuerto es algo que no te perdonará jamás.

Pero tú también tienes una familia, que ha sufrido contigo y la misma pérdida
que nosotros. No será fácil, pero solucionaremos esto, juntos.

No dejes que te humille porque creas que tiene ese derecho.

- De acuerdo, pero…¿Estamos juntos…

juntos?-

pregunta

esperando

mi

respuesta

muy

ansioso.
- Sí, mi amor, juntos. No pienso pelear contra mi corazón, quiero superar esto a
tu lado, es como debe ser y como quiero que sea.

- Te quiero tanto…

- Y yo a ti…

- Te pertenezco Valeria, te lo demostraré cada día…pelearé por ello…

- Y yo te pertenezco a ti, pero ahora- señalo a la puerta con la cabeza-, tenemos


otra pelea ahí fuera. ¿Listo?

- Contigo a mi lado, sí.

- ¡Pues a por ellos campeón!


Julen
Lo que vino después de mi reconciliación con Valeria, no fue tan maravilloso.
Hubiese dado mi vida por no salir nunca de aquel despacho. Al salir, nos
encontramos en el pasillo con todo un recibimiento. Sus amigos, los míos,
nuestros hermanos y su abuelo con Rocco. Había miradas de todo tipo, creo que
no hace falta decir, de qué lugar provenían los dardos envenenados.

Nos fuimos todos juntos a un restaurante de mi familia, allí Rocco podía entrar
sin problema, y ordené tener la mayor privacidad posible. Hasta el restaurante,
nos siguieron unos periodistas, quieren terminar de confirmar si Valeria y yo
volvemos a estar juntos, y eso, creo que es algo con lo que estoy totalmente de
acuerdo. Quiero que el mundo entero sepa que es mía, y todo hombre que haya
puesto alguna esperanza en tenerla, se hunda en la mierda. Sé que Víctor tiene
novia, lo mantengo controlado cuando me pasan el“informe” que Marco me hace
llegar. Es el único papel que me interesa de Ibiza, por lo demás, confío en mi
amigo para llevar todas las gestiones del Juva.

Ha resultado ser todo un éxito, y que sea accesible a bolsillos más humildes, es
lo que lo ha hecho realmente especial.

Valeria estuvo preguntándole a Marco y Lorena que tal iba todo por allí, y como
siempre, existen personas que no se aprecian mucho sus dientes.

- Cuando regreses a Ibiza, no vas a negarle al Juva un pasecito, ¿eh Val?- Marco
al escucharme gruñir soltó una carcajada.

- Aunque aquí mi chico, suelte humo por las orejas, sería un placer para mí.
Sabes que adoro bailar, y regresar

ese

lugar

sería
maravilloso. Para mí siempre será la Demonia de antaño- eso no ocurrirá si
puedo evitarlo. Me gusta verla bailar, pero para mí, me consumen los celos al ver
cómo otros la devoran con la mirada.

Sueno como un imbécil, pero me da igual. Ahora soy más posesivo con ella, es
algo que no puedo controlar desde que perdimos al bebé.

- Bueno chicos, vamos a lo importante- dijo Lorena. En ese momento, su abuelo


con el perro, Iván y Lucía, se habían ido a descansar. Estos últimos al hotel que
les reservé sin Iván saberlo, cree que todo lo ha hecho Lorena.

Mis padres le han ofrecido su casa, pero Iván no ha querido. Matías sí aceptó,
especialmente para que Rocco juegue en los jardines que rodean la mansión-.
¿En qué jodido punto estáis vosotros dos?- nos señalaba saltando de uno al otro-.

¡Aquí estamos perdidos ya!

- Sí, porque a mí también me está volviendo loca, y ya no sé que decirle a tu


sobrina. Temo decirle que sí, y luego que estéis otra vez a palos- Yara
gesticulaba sin parar-.

Sois la historia más complicada que conozco. Creo recordar que en los libros, no
se complican tanto con los protagonistas.

- Nosotros hemos querido ser un poco diferentes, dando un poco de todo,


tenemos hasta el perro-contestó Valeria, y en ese momento, reinó un silencio
general. Creo que todos pensamos en que ahora nos faltaría el niño…-. Chicos,
estamos bien. Lo peor ha pasado, y con el tiempo se van superando las cosas.

Por supuesto no se olvidan, pero las heridas toman forma de cicatriz, y estamos
en ese punto. – Cogió mi mano entre las suyas y me miró, desarmándome una
vez más-. Nos queremos, y por separado, somos piezas incompletas. Vamos a
darnos una nueva oportunidad…

- Que será la última porque no volveremos

separarnos-
le

contesté.

- Así lo esperamos todos, cuando pase un tiempo, podéis escribir un libro,


porque entre lo que folláis y todo lo que pasa a vuestro alrededor, sería una
buena trama.

Además, los libros picantes por fin ya no son un tabú gracias al señor Grey, así
que, anotad eso- Lorena nos guiña un ojo.

- Sí claro, le cuento al mundo como me lo monto con Julen, para que su club de
fans, que ya es “pequeño”- enfatizó con los dedos Valeria-, vaya en aumento- le
sacó la lengua a su amiga.

- Tú también tienes el tuyo, baby, no lo olvides- le dije a mi chica.

- Sí, pero las tuyas son más descaradas,

como

la

nueva

presentadora. Al final, voy por terminar de odiar la televisión- se cruzó de brazos


poniendo morritos como una niña pequeña.

- ¿Otra presentadota toca pelotas?- preguntó Jorge.

- Sí nene, otra más para la colección- contestó riéndose cuando la atraje entre
mis brazos.

- Mientras no nos salga igual de loca- dijo Alan-, que de eso ya tenemos
bastante.

- Joder, quita, eso ni lo digas!-

Tony todavía alucina con ese tema-.

Entre eso y amigos pirados, creo que ya hemos tenido bastante para esta vida.
- ¡Amén! - dijo Marco levantando su copa. Después de comer nos acercamos al
River a tomar algo, ese local le gusta mucho a Valeria y a sus compañeros de
trabajo. Mi chica, desde que estuvo en Italia, bebe algo nuevo que probó
conmigo, el nuevo Martini Royale.

Le encanta porque es dulce, como cada centímetro de su cuerpo…-

¡¡¡Brindo por esta nueva etapa de Julen y Valeria, porque puedan tener toda la
felicidad que se merecen, y así de esta forma, podamos todos respirar
tranquilos!!!¡ ¡Salud!- ¡qué cabronazo!

- ¡Salud!- dijimos todos al unísono.

Esa es mi única prioridad en la vida, hacer feliz a la mujer que amo, porque esa
es la única forma de que yo también pueda serlo…
Valeria
Creo que como no pare de moverse de un lado a otro, me va a dar algo, ya es
bastante difícil esperar a que Nathan salga por esa puerta, y nos diga que todo ha
salido bien, como para que encima Julen, nos ponga más nerviosos.

Llegó el día, y Leire se juega la vida ahí dentro. Dos días después de que
llegasen los míos a Nueva York, la familia de Julen recibió la llamada que el
Doctor Bécquer, viajaría a Estados Unidos, para intervenir a Leire. Desde ese
momento la actitud de mi chico ha sido otra. Nos trasladamos sin dudarlo con
Kai, a la casa de su abuela, ella no quiso venir a la ciudad, de su casa no la
mueve nadie, y eso me suena de algo.

Aunque mi abuelo ha superado todas mis expectativas. Y no sólo mi abuelo, mi


familia en general y la de Jorge. ¿Por qué? La respuesta nunca la sabríais. Sin
decir nada a nadie, mis padres y los de mi mejor amigo, se subieron en un avión
rumbo a Nueva York, ¡que cómo iba ellos a estar lejos de su hija cuando más los
necesitaba! ¡Eso impensable para quien los conozca! No puedo describir lo que
ocurrió en ese encuentro, pero lo resumo en un sin fin de emociones
maravillosas, al tener a toda mi familia aquí, en Manhattan. Julen se quedó de
piedra cuando mi madre lo abrazó y no le arrancó la cabeza, algo que me dejó a
mí sin habla. No esperaba esa reacción por parte de ella, pero puedo decir, que
esa es mi madre, por la que daría mi vida.

Y hoy, estamos aquí, todos al lado de los Anderson, porque somos todos una
gran familia, a pesar de que le cueste mucho de entender, a una persona muy
cabezona que no consigo que entre en razón.

En la casa de Leire, días antes de la operación, mi abuelo hizo exhibición de su


arte culinario arropado por Tony. Fue un evento en toda regla, Kassi y Aden, y
mi nueva princesa Irina, no faltaron al encuentro. Lo planeé todo con Lucía y
Lorena, quería que los ánimos se relajasen, ante este numeroso encuentro
familiar, pero especialmente por la intervención de Leire.

Julen y yo discutimos, decía que su abuela necesitaba reposo, no una fiesta antes
de algo tan serio. Me sentí fatal, se enfadó mucho, tanto que apenas nos
dirigimos la palabra en toda la jornada.
Se dedicó a estar pendiente de su abuela, ni siquiera prestó atención de Jane
como hace siempre. La pequeña reclamaba su cariño para sus juegos, pero su tío
no estaba por la labor.

Entiendo muchas cosas, tiene miedo a perder a su abuela, y no la deja respirar


porque cree que de esa forma evitará todo lo malo. Pero se equivoca, y en el
fondo sé que lo sabe, porque lo que tenga que ser será, y no podemos hacer nada
por cambiar lo que está por venir.

Quería aprovechar cada segundo a su lado por si la operación no sale bien, pero
esta vez confío en que sí, no podemos perder siempre.

Iván y yo, fuimos a dar un paseo por los alrededores de la casa de Leire, la playa
es un buen lugar para hablar, mirar el océano, tranquiliza el alma castigada.

- No me pidas más de lo que pueda

darte,

ángel,

no

me

presiones- nos sentamos frente a la inmensidad que se presentaba ante nosotros.

Kai

Bat

nos

acompañaron, y por supuesto mi sobrina, Jane no dudó en salir corriendo detrás


de nosotros cuando se lo propuse.

- No lo hago, pero no puedes golpear a Julen.

- Lo volvería hacer- La cara de Julen a mejorado, pero todavía queda alguna


señal sobre su piel.

- Debes de salir de ese bucle en el que te encierras, para ver más allá, y
comprender aquello que intento que entiendas- miraba la felicidad de Jane
mojándose el vestido. Saltaba las olas en compañía de los perros, era una imagen
tan bella, que la inmortalicé con la cámara que Julen me regaló.

Ese día saqué unas fotos preciosas.

Todos los nuestros reunidos, esa estampa no será tarea fácil en un futuro. Me
sorprendió mi objetivo mientras

buscaba

su

próxima

víctima, y fue cuando cayó sobre Alan. Estaba cabizbajo mirando su móvil. Me
acerqué a él y le acaricié la espalda. Sé que está pasándolo muy mal, Beth no
cede a un encuentro con él, y ya no sabe qué mas hacer porque no tiene donde
buscarla. Es dura la señorita.

- No quiero entender nada. Tengo aquí- señaló su cabeza-, grabado algo que no
desaparece, con lo que incluso tengo pesadillas porque se repite una y otra vez…

- Cielo yo…- se levantó cogiéndose la cabeza.

- ¿Sabes lo que sentí en ese puto aeropuerto al verte allí tirada en un charco de
sangre? ¡Joder, Val, creí que te perdía, que mi hermana se moría ante mí y yo no
podía salvarla! ¿Sabes lo jodido que es eso? ¿Lo sabes?

No pude imaginar hasta qué punto Iván estaba sufriendo con todo lo que pasó,
podía entender su rechazo a Julen, pero me dejó sin palabras ante su revelación.

- Me despierto gritando tu nombre, bañado de sudor- sé lo que es eso, y Julen


también. Creo que los tres necesitábamos sentarnos y hablar, puede que de
alguna forma ayudásemos a sanar el alma, al menos a cicatrizar heridas que
siguen abiertas. No tuve que esperar mucho a ese momento.
- Jane, vete con mamá para cambiarte de ropa, empieza a refrescar y mañana
tienes colegio-ordenó Julen a su sobrina. El fin de semana se terminaba, pero
todavía quedaba lo mejor…

Julen se acercó a nosotros, y me cogió por la cintura besando mi cabeza, sin


dejar de mirar a mi hermano.

- Sé que me odias- dijo.

- Veo que has estudiado mucho para llegar a esa conclusión, ¿o es tu ojo morado
quién te lo recuerda cuando te miras al espejo?- mal iba la cosa…

- De acuerdo, suelta de una vez todo lo que tengas que decirme, zanjemos esto
de una vez, no soporto que Valeria tenga que pasar por estos desencuentros cada
vez que tengamos que vernos. Aquí y ahora Iván, luego si quieres, cada uno
seguirá su camino, pero te advierto que el mío es el mismo que el de mi mujer.

- No es tu mujer, no es nada tuyo, ni siquiera deberías estar tocándola ahora


mismo- mi hermano dio un paso al frente apretando los puños.

Se mascaba la tragedia.

- ¡Iván, hijo, basta ya por favor!-

mi padre habló detrás de mí. No estábamos solos, todos estaban allí.

Yara debió de alertarlos de que algo grave pasaría en esa playa al llevarse a la
niña.

- Esto es entre él y yo, papá, ha herido lo más sagrado para mí, aquello que
siempre he protegido, y que mientras yo viva, nadie dañará.

Mi familia es lo más importante, y él nos ha destrozado- Lucía corrió al lado de


Iván para intentar calmarlo, al igual que mis padres.

- ¿Y qué buscas, Iván?- mi abuelo aparece entre todos los presentes, su presencia
llenaba aquella playa. Veía en su mirada el reproche y la comprensión hacia la
actitud de su nieto.

- Ya lo sabes abuelo, lo quiero fuera de la vida de mi hermana, no se la merece,


ha tenido demasiadas oportunidades- siseó entre dientes Iván. Mi madre le
susurraba algo al oído, pero él parecía no escucharla.

- ¿Acaso crees que porque golpees a Julen tantas veces como tu rabia te lo pida,
vas a cambiar lo que pasó? ¿De verdad confías en que Valeria se aleje del
hombre al que su corazón ha elegido?- se acercó hasta mi hermano y colocó
ambas manos sobre su cara. Iván abandonó su postura desafiante, y se rindió
ante su abuelo-. La quieres, todos la queremos, y ni tú ni nadie que la conozca-
se giró para mirarme y hablarme directamente a los ojos-, podría vivir sin ella,
por eso ella consigue que toda su familia esté hoy aquí reunida para apoyarla, en
todo lo que haga falta.

Aunque se equivoque, porque al fin y al cabo es su vida, sus errores, y es ella la


que debe aprender de ellos.

- Julen es el mayor error de su vida. ¡Casi la mata!- gritó mi hermano

para

que

todos

lo

escuchasen. Sentí como mi chico se ponía tenso ante esa acusación, pero antes
de que pudiese decir nada, mi abuelo contestó a Iván.

- Tú amas a Lucía- le dijo.

- Por encima de todas las cosas-respondió mirándola y volviendo su vista al


frente, para encarar a su abuelo que le hablaba.

- Y también te equivocaste con ella, rompiéndole el corazón- ese golpe bajo,


Iván no se lo esperaba.

- Pero…

- Pero crees que porque no perdió un bebé, y porque no la encontraste tirada en


el suelo de la misma forma que tu hermana, sufrió menos, ¿verdad?- Lucía
agachó la cabeza. Apartó la mirada, algo que descolocó a su novio al buscarla y
no encontrarla-. Ese es tu error, cielo, que mides el dolor de las personas por los
hechos, crees que puedes saber qué duele más según tu criterio, y eso es algo que
nadie puede hacer.

- No puedes comparar los hechos, no me puedo creer que me estés haciendo


esto, abuelo- mi hermano miró al suelo, sin saber qué decir.

- No me has dejado más remedio.

Creí que los valores que te he enseñado a lo largo de los años, estarían por
encima de tu odio hacia Julen, que el respeto y la empatía, algo tan básico en
esta vida para entender a los demás, te quitarían esa venda que te ciega y que no
te deja vivir en paz. Fue duro, hijo, muy duro lo que has pasado, pero debes de
aprender a vivir con ello.

Mírala, sigue aquí, y vuelve a sonreírle a la vida.

- No es tan fácil, no puedo perdonarlo…

- ¿Realmente lo has intentado?-

le pregunté acercándome a él-. Te quiero tanto o más que tú a mí, daría mi vida
por ti. Pero si no eres justo, te lo haré saber, al igual que tú me has enseñado a mí
cuando me equivocaba.

Siempre

me

has

protegido, y sé que nunca dejarás de hacerlo, pero la vida me golpeará más


veces- cogí sus manos- y tú no podrás evitarlo.

- Hay cosas que se eligen, y puedes evitarlas sino son buenas, Val, se puede huir
de ellas y empezar de nuevo - respondió sin mirar a Julen, pero sabía que
hablaba de él.

- Sí, puedes elegir comer una hamburguesa o un bocadillo, pero no mandas sobre
tu corazón, y el mío eligió a Julen, y lo hará siempre, porque él es mi vida ahora.
No voy a huir de lo que me hace feliz, porque sólo puedo serlo a su lado. No
concibo mi vida sin Julen.

- No te merece, no se ha ganado el derecho de tenerte a su lado- esto le dolía


demasiado, debíamos terminar con aquel sufrimiento.

- ¿Sabes que ese bebé tenía un padre?- arrugó la cara ante mi pregunta-. Julen
Anderson, ese hombre al que odias tanto, era el padre del que iba a ser tu
sobrino, y también perdió a su hijo. Julen me ama. Nunca me hubiese hecho
daño de esa forma, todo fue una conspiración de la vida, de un hombre
despechado que casi logra su objetivo, destruirnos. ¿Crees que Julen no lo ha
pasado mal con todo esto? ¿Su familia, Iván? Él también tiene una, y han pasado
por esto al igual que nosotros. Dime, ¿qué harías tú en su lugar si esas fotos
hubiesen sido de Lucía con otro hombre? ¿Qué hubiésemos hecho cada uno de
nosotros? No seamos hipócritas. Sí, se que fue desmedida la actitud de Julen,
que debió dejarme hablar, pero eso ya no importa, ya pasó, porque yo lo he
perdonado, porque los dos hemos sufrido, y vosotros también. Y

debemos seguir Iván, por favor-supliqué llorando-, no me dejes en esto sola, te


necesito a mi lado, en mi vida, en mi nueva vida con Julen me faltas tú.

- Val…yo…- y no hizo falta más, me abrazó y todos aplaudieron. El final bonito


de ese momento, hubiese sido un acercamiento con Julen, pero era pedir
demasiado. Al menos, terminamos la jornada con un ambiente más relajado.

Desde ese día, he podido ver cómo Julen e Iván acercaban posturas, y Lucía, me
dio una noticia que me tranquilizó mucho. Mi hermano había dormido por
primera vez de un tirón en meses. Eso es algo maravilloso, el tormento de ver
morir a tu hermana, una y otra vez, es algo insoportable de llevar. Fue duro
escuchar aquello, nunca me lo dijo, pero saber que esa etapa tan dura empieza a
quedarse atrás, es toda una recompensa a meses de calvario.

Julen y yo somos otra historia, llevamos la superación de todo lo ocurrido a otro


ritmo, nos ha marcado, pero no dejaremos que dirija nuestras vidas.

- Cariño, me estás poniendo nerviosa, ¿por qué no te sientas un poco o bajas a


dar un paseo? La operación dura varias horas, y solo llevan una dentro- Ana
intenta algo imposible.
- Mamá, no pienso moverme de aquí, hasta que aparezca mi cuñado y me diga
que todo ha salido bien, ¿estamos?- menudas pulgas se gasta mi hombre.

- Julen, todos estamos muy alterados, mi madre está ahí dentro, no empeores las
cosas hablando así a la tuya. Sólo intenta mirar por ti-detiene sus pasos y mira a
su madre.

- Lo siento mamá, es que esto es insoportable, quiero verla, quiero que salga de
esta mierda, porque la necesito, quiero compartir con ella lo que con el abuelo ya
no podrá vivir a mi lado- Dios mío, mi cuerpo se estremece cuando me mira-.
Quiero que me lleve al altar para que pueda casarme con la mujer a la que amo,
y que conozca a mi hijo. Quiero todo eso- susurra con una triste sonrisa.

- Y seguro que lo verá- dice su madre-, pero ahora tenemos que ser pacientes, y
no hacer las cosas más difíciles. Por favor, cálmate.

Asiente y le da un beso que ella agradece. Viene hasta mí y se sienta a mi lado.


Algunos han bajado a la cafetería, todos estamos en el hospital, hasta los padres
de Jorge, mis padrinos maravillosos, que mañana parten para España en
compañía de los míos y mi abuelo. El resto se quedan una semana más. Ya que
han viajado, quieren aprovechar para conocer la Gran Manzana. Claro está, si la
operación de Leire sale bien.

Han llegado en el momento justo, la vida a veces te regala esas cosas.

- Ángel, ¿has llamado para ver que tal están los perros?- me lo pregunta a cada
hora desde que salimos de casa de Leire.

- Sí, y en media hora volveré a hacerlo- Oliver se ha quedado al cargo de ellos.


Es un Black amante de los animales, no podían quedarse en mejores manos. Ha
dicho que se los llevaría a correr por la playa, así que, creo que esta noche,
dormirán muy bien esos tres señoritos.

- Gracias, siento ser tan pesado, pero Rocco ya sabes que es incansable, no se
cansa nunca de jugar- le planto un besazo en su mejilla.

- Tú no eres nada pesado, y no te preocupes, Oliver está encantado con esta


misión, creo que antes se cansan los perros que él, te lo aseguro- eso lo hace
sonreír.
- Baby, deberías llevarte a tu abuelo cuando suban los demás, o si lo prefieres,
bajaros ya. Es tarde y no ha comido nada desde primera hora de la mañana- mi
amor está cansado, no ha dormido nada. Eso lo sé. Esta noche, ha sido especial
para él, no la ha pasado conmigo.

Yara y él, han dormido con su abuela. Dice que eso era algo muy común cuando
su abuelo vivía, que desde entonces no lo habían vuelto hacer. Pero esta noche,
ni lo han dudado, los hermanos Anderson, han arropado con sus brazos a Leire.
No he podido evitar la curiosidad y hacer algo que tal vez Julen se enfade, pero
forma parte de algo muy importante para mí y que querré compartir con él
llegado el momento.

- No te preocupes, Julen, estoy bien- contesta mi abuelo.

- Nena, por favor, los disgustos de uno en uno, sólo faltaría que por no comer tu
abuelo, se marease o le ocurriese cualquier cosa- cuando se pone cabezón, no
hay quien lo calle.

- Matías- dice Ana levantándose-

, acompáñeme o mi hijo no callará.

Lo que él no sabe, es que no sólo los mayores comemos, se cree que los jóvenes
pasan simplemente del aire que respiran- esa ha sido muy buena.

- Mamá…

- Subiremos unos bocadillos, ¡y no te quiero escuchar!- Julen seguro que iba a


decirle que no quería nada-. ¡Si te comportas como un niño, te trataré como tal!
Vamos Matías- se engancha al brazo de mi abuelo, y salen de la sala de espera en
la que nos encontramos. Es amplia, y tiene sofás para estar más cómodos,
además de las sillas. Una mesa para aquellas personas que pasan, al igual que
nosotros, varias horas aquí, y puedan utilizarla para sus menesteres en las largas
esperas.

- Papá, lo siento, de verdad, no consigo controlarme- abrazo a mi chico que se


deja hacer.

- Tranquilo, no pasa nada, esto no es fácil para ninguno de nosotros.


Todos

queremos

llevárnosla a casa- le sonrío a mi suegro. Ya me he acostumbrado a llamarlos así.

- Saldrá bien, ella es fuerte, y esto no podrá con ella, amor- me sienta sin
esperármelo sobre sus piernas para hundir su cara en mi cuello.

- Mi mango….olerte me relaja-pues que así sea. Nos abrazamos más fuerte.

- Te quiero- susurro.

- Lo sé, y nunca me cansaré de escucharlo.

- Te quiero, te quiero, te quiero….- levanta la cabeza y esa sonrisa que me


enamora cada día más de él, aparece ante mí.

- Y yo te quiero más, baby, ya sabes hasta dónde…

- Recuérdamelo- digo contra sus labios.

- Hasta el infnito y más allá, ni toda la eternidad será suficiente a tu lado…

- Amor…- y nos besamos. Un beso tierno y dulce, de necesidad.

Se esconde nuevamente en mi cuello sin decir nada más, y escucho que tararea
una canción.

Esa canción que marcó nuestras vidas.

Solamente tú de Pablo Alborán. A decir verdad, bellas canciones forman parte de


los momentos más importantes e íntimos de nuestras vidas.

- Hace mucho que no te escuchaba cantar…- le digo.

- No tenía una razón para hacerlo, ahora sí, mi corazón vuelve a latir gracias a ti,
por eso te canta, te dice lo mucho que te ama y te necesita- así es imposible que
mi cuerpo no deje de pensar en otras cosas…me muevo inquieta.

- No tenemos remedio, ¿verdad?-


pregunta travieso conocedor de las cosas.

- Nunca. Y tampoco quiero encontrarlo- cojo su cara de dios griego y lo beso-.


Todo saldrá bien.

- ¿Me lo prometes?- ojalá pudiese.

- Confiemos en ella, cariño.

- De acuerdo….
Julen
Empiezo a creer que nada es imposible, que la vida vuelve a dar segundas
oportunidades par poder aprovecharla más que nunca. ¡Apuesta contra mí vida,
te ganaré la batalla, esta vez no me dejaré vencer!

El día del hospital, fue de los peores de mi vida…al menos, esas primeras horas
cuando mi abuela luchaba por su vida, en aquel quirófano. Sentir que Valeria no
me soltaba la mano, tenerla a mi lado en ese trance en el que una de las mujeres
de tu vida, podría irse para siempre, juro que es lo que me mantuvo cuerdo, para
no perder la cabeza y ponerme a gritar.

Todo salió bien, mi abuela vive, y todos hemos dado gracias a mi abuelo por
cuidarla y… a quien haya que darlas, sinceramente no lo sé, a veces me siento
perdido con todo eso…pero ella sigue aquí, podrá acompañarnos por un tiempo
más, en el que quiero que sea feliz, que no sufra por mí. Sé que lo ha pasado
muy mal, y que todo lo acontecido este último año, fue parte de la causa de que
se debilitara tanto. No necesito que nadie me lo explique, a veces puedes leer la
verdad en las miradas de las personas, especialmente cuando no se atreven a
mirarte a los ojos…

Culpa y más culpa…ese sentimiento forma parte de mi vida, del hombre que soy,
no hay forma de que acontezcan las cosas sin que recaiga sobre mi
persona….Sinceramente, a veces agota demasiado sentirse así, por mucho que la
mujer de mi vida, intente quitarme esa carga de encima, es algo con lo que creo
que voy a tener que vivir eternamente.

Nuestras vivencias son el carnet de lo que somos en el presente, determinan al


hombre en el que me he convertido.

Una vez leí esto: “las personas más bellas son aquellas que han conocido la
derrota, el sufrimiento, conocido la lucha, la pérdida, y han encontrado la forma
de salir de sus profundidades”

Fue cuando perdí a mi abuelo, tras esa etapa funesta donde sólo estaba metido en
peleas. Yara fue quien me dijo que leyese a esta mujer, Elisabeth Kubler Ross, y
estas fueron las palabras que se me quedaron grabadas. Dice que la gente
hermosa no surge de la nada, y yo creo que tiene toda la razón del mundo.
Miro lo más bonito de mi mundo, dormida entre mis brazos, y que es poseedora
del corazón más puro y compasivo que he conocido. Humilde, entregada a los
suyos, que lo dan todo por ella…

Gracias mi amor por elegirme….gracias por entregarme tu alma Valeria…Le


has dado sentido a mi vida, y ahora entiendo el significado de aquellas palabras
que se quedaron grabadas bajo mi pecho, y nunca supe por qué…Ahora lo sé,
tenía que conocerte, y perderte…para entender el verdadero significado de mi
paso por la vida…
Valeria
- Joder nena, creo que vamos a tener que atarle los caballos al señor Anderson,
cuando te vea bajar por esas escaleras, ¡vas que lo rompes!- dice Jorge. Es mi
mejor amigo, no tiene mucho criterio.

- Ese vestido es lo más- las chicas siguen aquí. Me han ayudado a maquillarme y
peinarme, como hacía

siempre

antes

de

que

saliésemos a comernos las noches de Valencia e Ibiza. En un par de días se irán,


tienen que retomar sus vidas que han detenido para viajar a Nueva York, para
asegurarse de que estoy bien, de que Julen y yo, somos capaces de vivir bajo el
mismo cielo sin hacernos más daño. Hemos superado todas sus expectativas, y
creo que las nuestras también. Mis padres y los de Jorge, y mi abuelo y Rocco,
partieron en jet al día siguiente de que todo saliese perfecto en el hospital con
Leire.

Fue maravilloso tenerlos a todos aquí.

Jorge y yo, tuvimos unas horas con nuestros padres, nos necesitaban así, y
nosotros a ellos, querían abrazarnos y comprobar que todo estaba en orden, que
podían regresar a España con pena por separarse de sus hijos, pero felices de
saber que han elegido el camino que sus corazones han escogido para ellos.

- Demasiadas emociones, ¿eh pequeña?- me recosté contra el pecho de mi padre.


Me impregné del olor de los míos, para no olvidarlo jamás.

- Sí papá, pero a partir de ahora, creo que las cosas van a ir bien, al menos,

espero
que

podamos

respirar durante un largo tiempo sin que la vida nos sacuda.

- Hija- mi madre se acercó tanto como su asiento le permitió-, Julen, ha hablado


con nosotros…con los cuatro, sabe que Rafa y Laura son como unos padres para
ti, son tus padrinos y también te han criado.

- Lo sé…

- ¿Y?- Laura levantó una ceja esperando mi respuesta.

- Pues vamos a dejar eso por ahora- no lo entendieron, pero llegado el momento,
conocerán mis motivos.

- ¿Por qué?- preguntó Rafa-. Ese chico está como loco por casarse contigo,
cariño, no entiendo por qué retrasar algo que ambos deseabais tanto, y que ahora
nada os lo impide. Pasó lo que pasó, pero qué mejor manera de superarlo que
retomando vuestros planes de futuro.

- No la presionéis- dijo Jorge. Él sabe por qué ahora no es posible-.

Si tiene que pasar, pasará, tampoco se acaba el mundo por vivir en pecado, os
aseguro que se vive muy bien.- Eso provocó una carcajada general.

- Pues que sepas que tu madrina, desearía verte casado también- dijo mi madre-,
sería realmente bonito veros a Tony y a ti daros el sí quiero.

- Bueno, tal vez me case antes que Val, eso nunca se sabe- dijo misterioso. Le
encanta jugar con esas cosas.

- ¿En serio? ¡Nos encantaría!- mi padre parece mentira que todavía no lo


conozca.

- Papá. Tú eres el que nunca cae en las chorradas de Jorge, que no sea en esta.
¿Casarse Jorge? No lo creo, aunque sé que su sexy americano,


querría-

eso

descoloca a mi amigo.

- ¿Có..cómo es eso?- se ha puesto nervioso. Sé que en el fondo, lo haría, ahora


sí. Lo ha encontrado, tiene al hombre perfecto a su lado, eso es algo que no había
conocido, y por lo que pasar por el altar, no entraba en sus planes. Pero las cosas
han cambiado radicalmente.

- Nada, no te interesa. Tony y yo hablamos

mucho

de

cosas

importantes, cuando los demás os ponéis a debatir temas aburridos del trabajo-
así fue, y me encantó ver ese brillo en los ojos de su novio al decirme lo feliz
que le haría ser el marido de Jorge, porque lo quería todo con él. Incluso en un
futuro adoptar un niño, pero le asusta decírselo a su pareja por si sale corriendo.

- Nena, no seas bruja conmigo, no te conviene…- me gusta esto de ser malota…

- Me quieres demasiado para castigarme, así que, no te queda otra que


aguantarte- el viaje de vuelta a casa, fue un calvario. Le dije a Dan, que es mi
sombra, que pusiera la música a tope para no escuchar las súplicas de Jorge-.
Habla con tu chico, eso te ayudará bastante- fue lo último que le dije antes de
que se bajara del coche.

Este vestido para mí es especial, muy especial. Forma parte de mi historia con
Julen, él me lo regaló, y quiero que esta noche, que es muy importante para
nosotros, esté presente. Sé que lo he elegido varias veces, pero hoy tiene algo
diferente, no parece el mismo.

- Además, para Julen no es nada nuevo que me ponga este vestido, ya me lo ha


visto, me lo ha quitado…te aseguro que lo ha disfrutado mucho-se me eriza la
piel al recordar aquella noche en la playa de Ibiza…
el ascensor…

- Te equivocas Val- dice Lucía.

- Y tanto- la apoya Lorena.

- ¿De qué habláis?- me intrigan.

- Siempre has sido preciosa, cariño. Tienes una belleza que va más allá de tu
envoltorio, y este último año, a pesar de todo lo vivido, has conseguido
convertirte en una mujer realmente hermosa, Val. Tu hermano, dice que vemos
por fuera el pequeño reflejo de lo que escondes dentro- Lucía se emociona al
hablar.

- Lucy…- la abrazo.

- Te quiere con locura, y me alegro tanto de verlo sonreír otra vez. No sabía
cómo ayudarlo, sólo tú

podías

curar

su

alma

atormentada- se desmorona.

- Nena, eh…shhh- Lorena y Jorge se acercan y los cuatro nos abrazamos-.

Siempre

estaremos

juntos, no lo olvides, y saldremos adelante, podremos con todo lo que venga.

- Es difícil tenerte lejos, Iván te echa de menos, pero lo entiende, ahora sí lo


entiende. Jorge, Lore y tú siempre habéis estado cerca, y que cada uno haya
seguido su camino, ha sido duro de aceptar.
Antes era todo más sencillo.

- Éramos adolescentes que estaban buscando su camino, y lo han encontrado al


fin, pero por muy lejos que vivamos unos de otros, nunca dudes que cuando nos
necesitemos,

allí

estaremos-

asiente a mis palabras como una niña pequeña.

- ¡Morena, yo te mato, el maquillaje, coño, ahora tengo que retocármelo!- dice


Lorena. Eso nos hace reír y nos relajamos un poco.

Es verdad cómo las etapas de la vida van cambiando. De niños a adultos, y sin
darnos cuenta, en un segundo, los años pasan rápidamente. No hay que dejar
escapar ni un solo instante, tenemos que vivirlos todos al máximo, y siempre
hacia delante, nunca retroceder. Es importante aceptar lo bueno y lo malo que
nos ocurre, aunque para ello muchas veces implique dolor y lágrimas.

Debemos seguir y luchar, por uno mismo sobre todo, pero también por los que
nos rodean, y por nuestras ilusiones, aquellas que nos mueven para tener algo
por lo que no rendirse.

Mi abuelo me dijo una vez algo que no olvidaré jamás, antes de irme a Italia, y
fue que “la vida está hecha para los valientes. Caerás, una y otra vez, pero lo
que debemos tener presente, es cuántas veces nos levantamos, porque estamos
hechos para batallar contra los golpes de la vida. Valiente el que lucha, valiente
el que no se rinde, valiente el que apuesta por resurgir de las profundidades,
más fortalecido que nunca”

- Bueno, es la hora, hay cuatro hombretones

esperándonos

ahí

abajo- dice Jorge.


- ¡Joder, no me puedo creer que vayamos a una gala de esas de famosos y
ricachones, saldremos en la televisión y la prensa!- grita Lorena.

- ¡Pero qué tonta eres!- contesta Lucía, que ya ha solucionado aquello que sus
lágrimas habían causado, en su carita de niña buena.

Iván ha sabido elegir muy bien.

- Oye, que los únicos acostumbrados, a codearse con las altas esferas son estos
dos- nos señala a Jorge y a mí.

- A mí no me metas en el saco, Tony y yo somos un daño colateral.

Te aseguro que los focos siempre están puestos en Val y Julen, y a partir de esta
noche, ¡será la marabunta!- es verdad, volvemos a la realidad del mundo de
Julen.

- Chicos, dejar de animarme tanto, o creo que me pongo el pijama y me escondo


bajo las sábanas- me miro al espejo por última vez.

- Sí bueno, al menos tienes con qué taparte por las noches, porque el piso de
abajo, pide ayuda urgentemente- sí, eso también lo sé.

- Lo solucionaremos cuando pasen estos días y tengamos tiempo para ello- le


contesto a Lorena, torciendo el morro.

- Pero si chasqueáis el dedo y os lo hacen, ni salir de casa os hace falta para ello-
comenta Lucía.

- Es algo que queremos hacer juntos- eso es un momento especial para nosotros,
recomponer cada parte de nuestra nueva vida.

- Mira que eres rarita, ir a ver muebles, ¡vaya emoción!- Lorena es tan burra
como siempre.

- Sí, ya sé por qué dice Marco que eres la más romántica- Jorge se parte de risa y
salimos de la habitación para irnos a la gala.

Julen estuvo a punto de suspenderla, todo dependía de Leire, de si superaba la


operación y de si estaba “bien” para que su nieto pudiese estar tranquilo esa
noche. Es toda una luchadora, en breve le darán el alta, o creo que al pobre de
Nathan, se le pega a la fuga el personal sanitario. Los está volviendo locos a
todos porque no sabe guardar reposo.

Ella quiere caminar y caminar. Se siente muy vital, ha dejado sin palabras al
Doctor Bécquer, que nunca había visto una recuperación a ese ritmo.

Me quedo la última, y estoy nerviosa, respiro varias veces y retomo mis pasos.

Volver a ir del brazo de Julen a un evento, es algo que hace demasiado tiempo
que no pasa, pero si además añadimos, que vamos a confirmar lo que todos
quieren escuchar y que ya saben, pues eso, quiera o no, pone más emoción a la
noche.

Un ángel acaba de aparecer ante mí…

- Por el amor de Dios, esta mujer quiere matarte- dice Alan que acaba de llegar.
No quería venir pero lo he obligado como jefe, ya que como amigo no servía mi
insistencia.

- Te juro que quiero morirme así, cada puto día de mi vida- le contesto

acercándome

las

escaleras para esperarla.

Ella baja con esa elegancia que la caracteriza. Ese vestido, su hermoso cabello a
ondas, y sus ojos, que destacan sobre ese rostro angelical, me muestran a la
mujer que amo, más bella que nunca. Asusta en la belleza en la que se ha
convertido, ahora mismo, pienso en encerrarla en una urna y no dejarla salir, una
en la que yo sea el único que puede admirarla.

Cojo su mano, y baja los dos últimos escalones hasta quedar frente a mí, Coloco
mi mano abierta en la parte baja de su espalda, libre de tela.

- Amo este vestido.


- Es mi favorito, y siempre que pueda, lo llevaré conmigo- me contesta
sonriéndome de la forma más dulce que jamás he visto.

- Quedémonos, no quiero compartirte con nadie esta noche-susurro contra sus


labios.

- Nunca me compartirás con nadie, porque sólo pertenezco a un hombre, y ese


eres tú, Julen Anserson. Mi piel, lleva grabado tu nombre para recordármelo
cada día, y mi corazón, se mueve por el amor que siento por ti. Soy tuya.

- Soy tuyo…te amo…- y la beso sin dejar que diga nada más.

Suspira entre mis brazos, y es difícil soltarla, pero los carraspeos que empiezan a
sonar detrás de nosotros, son la señal de que no estamos solos, y de por qué
tenemos que separarnos.

- Son una peli porno, no pararían de rodar, ¿os lo dije o no os lo dije?

¡Qué castigo!- dice Lorena si esperar respuesta, y saliendo por la puerta que nos
lleva al ascensor privado de nuestra casa. Nuestra casa… ¡qué bien suena eso!

- ¡Tú no tienes que sufrirlos todo el año- dice Alan-, eso sí es un castigo!

¡Amigos, divino tesoro!

He querido que lleguemos solos a la gala, para pasar el trance cuanto antes, y
poder disfrutar de la velada en compañía de todos. Sé que a Valeria le hace
mucha ilusión que su hermano y sus amigas estén esta noche con nosotros, y
quiero que la aproveche al máximo.

Se recuesta contra mi pecho, y sé que me está oliendo.

- Echaba de menos tu olor, siempre lo llevo conmigo y volver a sentirlo así, es


como volver a casa-besa mi cuello.

- Baby, mis pantalones están sufriendo la tortura, de eso que tu llamas bestia,
desde que has bajado por esas escaleras, volviéndome loco, no juegues con
fuego, estoy al límite.

Veo que se mueve y sube la pared del cristal ahumado que nos separa de Dan y
Oliver. Los Black, están llevando a todos a la gala de esta noche. Trevor lleva
uno de los coches con Neimar, y en otro, dos miembros de la nueva plantilla que
aumentamos por todo lo que pasó con Nelly y Nick. Valeria, como no podía ser
de otra forma, se lleva a las mil maravillas con todos. Si, me pongo muy celoso,
pero lo llevo bien. Lo entiendo, mientras ninguno pase la línea, aunque tengo
claro que los jóvenes que han llegado del Tatum, son personas que nunca me
traicionarían. Es un código sagrado para nosotros.

- Tengo un poco de hambre, y…-

pasea sus dedos por encima de mi polla, que palpita buscando más.

- Amor….- me mira traviesa y se arrodilla frente a mí, entre mis piernas,


buscando y encontrando lo que quiere. No se lo piensa y se lanza

por

mi

pene-.

¡Nena….joder…qué

gusto

joder….!- es increíble sentir esto, su boca hambrienta de mí, alrededor de mi


polla.

Sube y baja, ayudada por sus manos, sin dejar de torturarme, es una imagen que
me la pone más dura. Ella lo nota, lo sabe que me excita que haga esto, y su
ataque se acelera, hasta que ya no puedo más y me vacío en su boca, sin que ella
se detenga, hasta que mi miembro, pierde fuerza, dejándome muy relajado.

Me mira y cojo su cara atrayéndola a mis labios para devorar los suyos.

- No sabes lo loco que estoy por ti, no tienes ni idea, te quiero más que a mi
propia vida- muerdo su boca. Esto ha sido solo el comienzo, necesito más, y ella
también.
- ¡Ah…!- jadea. Veo la excitación en sus ojos, pero ahora no será la recompensa,
yo elegiré el momento, vamos a jugar un poco con fuego esta noche.

- Eres una provocadora, ¿y ahora qué?- pregunto.

- ¿No sabes qué hacer conmigo?-

será bruja.

- No cariño, me he quedado tan relajado, que se me han nublado las ideas y el


deseo.

- ¿Me estás castigando por lo que acabo de hacer?- se sienta otra vez y yo me
coloco bien los pantalones.

- Sí, esto ha encendido la mecha.

¿sabes lo caliente que estoy?- cojo su mano y la sitúo sobre mi verga, que vuelve
a querer guerra-.

Estamos en un estado de frenesí sexual, que si no te poseo durante horas, no me


calmo, y ni así sucede. Siempre quiero más de ti.

- Pues empieza por calmarnos ahora…

- De eso nada, ya hemos llegado-abre la boca sorprendida. Sólo quiero jugar,


hace tiempo que esto no sucede, vamos a por los buenos recuerdos, ¿no?

- Ni se te ocurra tocarme esta noche

ahí

dentro,

lo

justo,

¿entendido?- mi fierecilla sale a la luz. ¡Menuda noche, Julen, vamos a por ella!
Le planto un beso y ella se deja mimar.
- Te tengo en el bote, baby, mira que fácil te rindes- eso la hace sonreír y darme
un puñetazo juguetón-. ¡Auch! Vamos a salir a decir que estamos juntos, ante la
prensa de todo el país, ¿y tú me pegas? Pues menuda reconciliación, señorita
Fernández.

- No me provoque señor Anderson- eso ya lo veremos….

Dan abre la puerta para que podamos salir, yo ayudo a Valeria, que está
deslumbrante, y con su sonrisa creo que ha fundido más de una cámara.

- Por favor, no atosiguen y déjenlos

salir

del

coche.

Contestarán sus preguntas pero dejen espacio para que puedan moverse- Trevor
y los demás están aquí, es imposible que Dan y Oliver, controlen solos a todos
los periodistas.

- ¡Señor Anderson, señor Anderson!- nos hemos situado en la mitad de las


escaleras, que nos llevarán al recinto donde se celebra el evento, para recoger
donaciones para los niños desnutridos de nuestro continente-. ¿Esto ya es la
confirmación definitiva de que usted y la señorita Fernández, vuelven a estar
juntos?

- Si, efectivamente estamos juntos, no podíamos terminar de otra forma. Valeria


es la mujer de mi vida- miro orgulloso a la mujer que tengo a mi lado, y feliz de
lo afortunado que me siento. Sus preciosos

ojos

verdes,

me

devuelven el amor, que yo siento por ella.


- Entonces- vaya por Dios, la presentadora toca pelotas-. ¿Eso quiere decir que
los planes de boda se han retomado?- Valeria se tensa, pero solo yo puedo
apreciarlo.

- No quieras saber tanto, no vamos a darte todos los detalles de nuestras vidas.
Estamos hablando con vosotros, para confirmar un hecho que ya era evidente
para todos, pero no crucéis la línea. No os lo permito, se terminan las preguntas
si os pasáis de listos-digo enfadado mirando a Vanesa. Sé que hace su trabajo,
que Valeria y yo somos interés incluso en los canales de mi familia, pero hay
preguntas que ella debería tener más respeto

que

sus

compañeros.

¿Porque soy su jefe? Sí.

- Lo siento señor Anderson, pero la gente está muy interesada en su historia con
Valeria- mal, ahí has patinado del todo.

- Una cosa le voy a decir...- no recuerdo su apellido ni me importa tampoco-,


disfrute de esta noche-ahí lo dejo.

- Se ha comentado que podría fijar su residencia en España, ¿es eso cierto?-


alguien que sabe por donde pisar sin mancharse. Es Valeria quien contesta. Hasta
para esto hacemos buen equipo.

- Podría ser una opción en el futuro, nunca se sabe lo que pasará mañana, no es
algo que tengamos que descartar. Lo que sí tenemos claro, es que vamos a
compartir una vida- se gira para mirarme y mis pantalones están a punto de
terminar en mis tobillos-, el lugar no importa, sí la compañía, y la única que
busco, es la de este hombre.

Con ello me basta.

- Y yo la de mi mujer- y nos besamos

frente
a

todos,

sin

importarnos los miles de flashes que está cayendo sobre nosotros-.

Buenas noches a todos.

Me llevo a Valeria al interior, donde todos los invitados disfrutan del cóctel de
bienvenida. Suena música clásica para amenizar la velada, pero más tarde, se
celebrará una fiesta donde los invitados podrán desmelenarse a su aire.

También hay que divertirse.

- ¿Lista baby para causar sensación?- asiente feliz.

- ¡Más lista que nunca, bebé, vamos a divertirnos!- ¡pues a por ello!
Valeria
Tengo mucho calor, pero no calor de altas temperaturas, sino otro distinto,
provocado porque mi pareja no ha dejado de calentarme toda la noche. Es el
diablo en persona, nunca mejor dicho.

La cena ha sido una auténtica tortura, sus palabras calientes susurradas en mi


oído, incendiaban mi cuerpo, y así estoy, a punto de explotar como un volcán. Ya
me vengaré de Julen, prometido.

Ver a mi hermano y a Julen hablar tranquilamente, rodeados de nuestros amigos,


ha sido lo mejor de esta noche.

Al fin parece que las cosas entre ellos empiezan a tomar forma, y eso, era algo
impensable hace unos días. La rueda nunca deja de girar y girar, y lo que ayer
era blanco, hoy es negro. Así funciona la vida.

La velada ha pegado un cambio radical, la gente ya no parece tan estirada, y


están disfrutando con la música más moderna del momento.

Julen y yo hemos bailado. ¡Este hombre quiere que desparezca por combustión
espontánea! Eso ha terminado de encenderme, a mí, y a todas las mujeres de la
sala. Y lo entiendo, esas caderas deberían estar prohibidas…

Alucinadas se han quedado mis amigos de ver a estar personas que a veces
caminan como si tuviese un palo metido en el culo, dejarse llevar por los ritmos
latinos que suenan en estas cuatro paredes. Julen provocó que la gente se uniese
a nuestro baile, y Jorge y yo, hemos bailado sin parar, sin poder evitarlo, hemos
sido el centro de muchas miradas, eso nos ha traído muy buenos recuerdos, y
hacía mucho que no lo pasábamos tan bien. Julen no me ha quitado el ojo en
ningún momento, y he bailado para provocarlo, jugar, sabemos jugar todos, pero
voy perdiendo. Yo parezco una yegua desbocada y acalorada, y él, enfundado en
ese traje de Armani, parece un modelo de anuncio. Ni se ha despeinado.

- Chicas, necesito ir a que me pegue un poco el aire, o creo que me derrito, voy a
salir a esa terraza del fondo, ahora vuelvo- las dejo en la barra, están enfrascadas
en una conversación con unas mujeres que trabajan en su mismo gremio, y han
hecho muy buenas migas.
“No son tan pijas como parecen”, dijo Lorena cuando ha comprobado que el
dinero, no es motivo para determinar el carácter de las personas, y que las
apariencias, engañan, y mucho.

Sé que pronto alguien estará aquí conmigo…He sabido elegir el lugar, no hay
nadie a la vista, y esta es una pequeña terraza que da a los jardines del recinto.
Allí abajo, hay invitados que charlan y bailan, hay barras y música por todo este
hermoso lugar, pero aquí arriba, sólo estoy yo y…

- ¿Se ha perdido usted, señorita?-

esa voz…pone en alerta a todo mi cuerpo.

- Sí, he tenido que alejarme, por causas mayores…- me apoyo en la piedra del
balcón en el que estamos, hay poca luz aquí, pero la suficiente para vernos.

- ¿Y esas causas mayores, puede compartirlas conmigo?- se sitúa detrás de mí,


sin tocarme, apoyando sus manos a ambos lados de mi cuerpo, cerca de las mías.
Empujo mi culo hacia detrás para rozar su entrepierna,

noto

algo

maravilloso.

- Pues… tengo mucho calor, concretamente, hay una parte de mi cuerpo que
arde….- siento como respira sobre la piel de mi nuca, he tenido que recogerme el
pelo en un falso moño, para aliviarme un poco el sofoco.

Se pega contra mí, para que sienta su erección, cierro los ojos imaginado qué
puede hacer con ella.

- Tal vez pueda ayudarla a calmar esa quemazón, si me concreta el punto exacto
del conflicto que la aflige tanto- cojo una de sus manos y la llevo hasta mi muslo
que queda visible por la abertura del vestido. Hice que Yara le diese este toque
distintivo al anterior, que era estilo sirena, así el traje tendría un punto nuevo.
Todo un acierto por lo que veo.
Arrastro su mano arriba y abajo por mi piel, llegando hasta el fino borde de mi
lencería de seda, pero sin llegar más allá. Estira sus dedos traviesos, y roza mi
clítoris.

- Eso no está permitido, caballero.

- ¿De verdad?- susurra en mi oído-. Porque estoy deseando follarla, meter mis
dedos bajo sus bragas para comprobar cuanto arde su

coño

caliente.

Déjeme

comprobar si de verdad, está sufriendo tanto…

No contesto, sólo se escuchan jadeos, no sé hasta donde seré capaz de seguir con
esto sin que Julen me folle. A veces, los juegos se vuelven en nuestra contra.

Vuelvo a guiar su mano, esta vez, no lo dudo, y la paso por encima de mis
bragas, ambos profundizamos ese movimiento a lo largo de mi sexo.

- Joder baby, estás empapada…

- Por ti…llevas toda la noche jugando conmigo…

Mete los dedos por debajo de la fina tela impregnándose de mí, pero sin
penetrarme con ellos, rozando con leves toques mi botón hinchado y a punto de
explotar.

- Julen….

- Sshhh…voy a follarte, amor, pero antes, quiero prepararte…

- ¿Más? No puedo estar más preparada para ti, te necesito ahora…-

escucho

cómo
se

desabrocha los pantalones, levanta mi vestido lentamente, sintiendo la brisa de la


noche acariciando mi piel, calmándola. Baja mis bragas hasta quitármelas por
completo, y vuelve a subir arrastrando la punta de

sus

dedos

que

terminan

aferrándose a mis caderas.

- Esta imagen hace que casi me corra, nena- sin esperármelo me coge
pegándome a su cuerpo girando mi cara para morderme la boca-. ¿Sabes cuánto
te deseo?

¿Cuánto desearía no tener que salir de entre tus piernas hasta morirme?

- Sí, lo sé, porque así lo siento yo- gruñe desesperado. Me empuja para que me
incline, cogiéndome por un hombro con una mano, y con la otra, guía a su pene
para que rápidamente me atraviese hasta llenarme por completo de un fuerte
empujón, que levanta mis pies del suelo-. ¡Oh…sí…!- grito al sentirlo y al
correrme cuando sus dedos frotan mi clítoris, con movimientos duros, para
llevarme al clímax.

Mientras los espasmos sacuden mi cuerpo, Julen me folla como una bestia, y yo
tengo que morderme el brazo para no gritar y que no nos escuchen las personas
que están allí abajo.

- Joder….- dice entre dientes, sé que también tiene que retener sus jadeos, esto lo
hace más excitante, el que estemos dejándonos llevar por la pasión, con tantas
personas a nuestro alrededor. Sus estocadas cada

vez

son
más

intensas,

profundas, y vuelvo a correrme, no quiero que pare nunca-. Dime que te vuelvo
loca, que esto es cosa de dos…- azota mi culo y eso me encanta. Son golpes
juguetones que añaden más dulce al pastel.

- Sí, no pares, necesitaba esto, a ti, así, de esta forma….siempre sabes lo que
quiero, lo que mi cuerpo necesita…

- Porque eres mía…

- Tuya Julen…

- ¡Oh… me corro…sí joder….sí…!- y sigue sacudiendo mi cuerpo hasta que la


última gota de su orgasmo, me llena el alma-.

Todo de mi…- susurra abrazándome en esta postura. Me giro reclamando un


beso que no tarda en llegarme.

- Todo de mí…

- Te pertenezco baby, para siempre…

- Tú y yo para siempre, Julen…


Valeria
No consigo dejar de llorar desde que hemos vuelto del aeropuerto para
despedirnos de mi hermano y nuestros amigos. Julen intenta consolarme, y
ayuda mucho tenerlo a mi lado, pero no es suficiente. Estamos igual que el otro
día, cuando partieron mis padres y los de Jorge para España.

Mi chico se pone muy nervioso cuando me ve así, se desespera al no poder hacer


nada, pero se me pasará, es el momento, nada más. Pronto volveremos a vernos,
el verano está cerca, y los meses pasan muy rápido.

Esta mañana Julen se la ha tomado libre para estar conmigo, por la tarde sé que
tiene varias reuniones, por lo que yo he aprovechado para citarme con la nueva
decoradora de interiores que será la sustituta de Beth, hasta que le dé la real gana
de regresar, porque lo hará. No sé cuando, pero no puede renunciar a su vida sin
más. Sabe que Alan está loco por ella, es el orgullo lo que la mantiene alejada de
su felicidad, y la estúpida de Lilian. La nueva incorporación a la plantilla, pasará
a ser la ayudante de Beth una vez regrese a Manhattan, ella sola no podía con el
departamento que he creado para ella. Yara está de acuerdo con mi decisión, y
así todos contentos. Da gusto que las cosas fluyan de esta forma.

Tyler fue quien me pasó las seleccionadas por Aden, dejó un total de diez entre
más de cien que se habían presentado. Las entrevisté una a una, la semana
pasada, y la elegida es perfecta.

Es una italiana muy simpática, y muy atractiva también, y su currículum es


impresionante.

- ¿Te apetece que vayamos a ver a mi abuela?- pregunta Julen mientras me


aferro más a su cuerpo.

Quiero más mimos.

- De acuerdo, pero antes recogemos a Kai, que le encanta la playa y nos lo


llevamos a jugar en la arena con Bat. ¡Se vuelven locos!

- ¿Mejor, baby?- besa mi frente-.


Cuando quieras, nos vamos a España.

- Ahora tú y yo, tenemos mucho trabajo, tú has dejado de lado tus negocios, has
estado demasiado centrado en mí y todo lo demás que ha pasado últimamente.

- Tú y mi familia, sois mi prioridad por encima de todo, y sabes perfectamente


que Tony y Alan, nunca dejarían que las cosas se me fuesen de las manos.

- Y tú tampoco, tienes un ojo sobre mí y otro sobre tu empresa.

- Pues no lo olvides, siempre te vigilo- ronronea.

- Me gusta que me vigiles-mmmm…esa boca…- Adoro tus besos, nunca deje de


besarme.

- No lo haré, si llega ese día, es porque he dejado de respirar- dice contra mi


boca.

- No me gusta eso que has dicho por muy romántico que suene, bebé-

sé que soy tonta por pensar esas cosas.

- De acuerdo, pero ya sabes lo que quería decir, amor.

- Bésame…- y no deja de hacerlo hasta que llegamos a casa para recoger a Kai.

Subimos en el ascensor y Dan se queda en el coche esperando a que bajemos


para irnos a casa de Leire. Ha conseguido que la trasladen a su casa y monten
allí el operativo sanitario acorde a su operación, para su total recuperación. ¡Es
mi heroína! Puede con los hombres Anderson, solo ella es capaz de callarlos.

Al escuchar el ascensor, Kai siempre se pone a ladrar. Caminamos por el


recibidor de entrada que nos lleva a la puerta del loft, y ya está rascando la
puerta.

- ¡Kai, te vas a dejar las uñas!

¡Ya estamos aquí, pequeñazo!- dice Julen abriendo la puerta y cogiendo en


brazos al perro que se vuelve loco y no deja de lamerlo-. Te tengo dicho que los
besos a tu madre, a mí en la cara no me gustan.
- ¡Qué mentiroso es papi!- me entrega a Kai porque suena su móvil.

- Sí, déjalos sobre mi mesa Ruth.

No, ya le dije a Sofía- son las secretarias de Julen, un encanto de mujeres-, que
los quería para esta tarde. De acuerdo, gracias.

- ¿Todo bien?- su cara de enfado indica que no.

- Eso espero, no me gusta repetir las cosas cuando me dicen que han quedado
claras la primera vez que las digo.

- Sí, señor. Ponte firme Kai, o el señor Anderdon nos abrirá un expediente
disciplinario.

Se acerca y me abraza, el perro y yo apresados por los músculos de Julen.

Estamos encantados.

- Yo te abriría de otra forma, nena- no tiene remedio.

- Eres un grosero- aparto mi cara fingiendo sentirme ofendida.

- ¿Lo soy, o te gusta que te diga, todo lo que se me pasa por la cabeza y que
quiero hacerte?-

vamos vestidos con ropa cómoda.

Sus pantalones de deporte, que le sientan de aquella manera que me pone a


mil…esconden algo muy duro que siento apretarse contra mis nalgas.

- ¿Qué quieres hacerme? Sólo por curiosidad, y recuerda, que tengo a Kai en
brazos- eso lo digo más para mí que para él. No vaya ser que pierda el norte, y se
me escape de los brazos teniendo un disgusto.

- Déjalo en el suelo- estoy en esos días, no podemos hacer nada porque no me


gusta hacerlo de esta forma, me da apuro, a pesar de que Julen insiste en ello.
Cuando el periodo me ha visitado esta mañana, se ha puesto de un humor de
perros, que sus secretarias están pagando.

- Vas a calentarnos para nada, ¿lo sabes? Y luego, lo pagaremos el resto de los
humanos que estemos a tu alrededor. ¡Pobres los que acudan a las reuniones de
esta tarde!

- Si hacen bien su trabajo, no deben temer nada- coge a Kai y lo deja en el suelo,
que sale como siempre corriendo como un loco a jugar-. Estas cositas que te
pones, que marcan tus piernas, tu culo, tu coño…me ponen a mil…

- Se llaman leggins, señor sabelotodo- acaricia mi trasero, con suaves


movimientos, manteniéndose pegado a mi espalda-. Sé lo que buscas, Diablo…

- ¿A sí?- claro que lo sé…me giro para encararlo y pasar mi mano a lo largo de
su miembro.

- Quieres mi boca aquí- aprieto su pene y jadea-, para calmar tu deseo por mí,
por no poder estar dentro de mí. Mi sexo llora por tenerte, porque sientas ese
calor abrasador que envuelve tu polla, y que te la pone más dura.

Agarra mis nalgas con ambas manos apretando fuerte, para que sienta el poder
que desprende entre sus piernas.

- Eres una deslenguada, ya no sé qué

hacer

con

esa

boca

provocadora- mete su lengua en mi boca

nos

besamos

apasionadamente

durante
unos

minutos que nos encienden hasta terminar aplastada contra la puerta.

- Te gusta empotrarme de esta forma, Diablo…

- Me gusta empotrarte como tú dices, follarte, dejarte agotada porque

mi

polla

ha

estado

golpeando tu sexo durante horas…-

recorre mi cuello, muerde mis pechos a través de la camiseta que llevo-, podría
hacer que te corrieses de esta forma, frotándome contigo-y empieza a rotar las
caderas, dando en

el

punto

exacto

para

demostrarme esa verdad que ya conozco.

- Julen…no juegues con fuego…

- Algún día cederás, te volveré loca

te

olvidarás
de

tu

menstruación- me planta un rápido beso en los morros y llama a Kai.

Me entra la risa sin poder evitarlo.

Se gira, y se da cuenta, del motivo por el que no puedo parar de reírme-. No has
hecho nada para remediarlo.

- No me has dejado, has preferido provocarme.

- Y de poco me ha servido, me voy peor que he llegado- coge a Kai en brazos.

- No me das pena, te quedas a pan y agua como yo- no suele ser así, siempre
cuido de mi bestia en estos días.

- Estos jueguecitos, se volverán en tu contra, baby- salimos por la puerta, y la


erección de Julen casi ha desaparecido.

- Adoro nuestros juegos- le doy un azote en ese culo que lo estaba pidiendo a
gritos.

- Y yo te adoro a ti, bruja- nos metemos en el ascensor y Kai reclama

nuestra

atención.

Me

acerco y le doy un beso en su cabecita. Ha estado un poco tontorrón estos días.


Cada vez que venían mis amigos y mi hermano a casa, era el centro de de todos
los mimos que se repartían, y creo que se ha acostumbrado a tenerlos a todas
horas.

- Oye, enano, no te lo creas tanto-se mueve inquieto y es que quiere venir


conmigo.

- Ya va, vete con la bruja de tu madre, a ver si a ti te trata mejor-me muerdo el


labio aguantándome la risa.

- ¡Está feo que me hables así delante del niño!- le reprocho intentando ponerme
seria.

- Kai me entiende, ya ha aprendido que las mujeres son crueles, lo ha vivido en


sus carnes-eso trae a mi cabeza ciertas imágenes y al mirar a Julen estallamos

en

carcajadas.

En

Central Park, hay una perrita que no deja que Kai se acerque a ella.

Cada vez que la ve, se empeña en jugar con Lusi, así se llama, pero no hay
manera de conseguirlo, siempre intenta morderlo. Es muy gracioso ver cómo
nuestro enano no se rinde, él lo intenta siempre que la ve aparecer. Sus dueños
son un matrimonio mayor, que nos han robado el corazón a Julen y a mí.

Nos sentamos muchas tardes con ellos a charlar, y siempre tiene alguna anécdota
que contarnos.

Así me veo yo con Julen, felices después de toda una vida juntos, como Julio y
Alma, son latinos, pero llevan toda su vida aquí en Nueva York.

- Algún día esa perra se rendirá a tus encantos- le digo a Kai que responde
lamiéndome.

- Eso ha sonado raro, cariño- sí, mucho, pero nos hemos entendido.

Subimos al coche rumbo a la casa de Leire. Julen necesita visitarla con


frecuencia, y todo lo que haga sentir bien a mi hombre, pues se lo daré.

Cuidarlo es parte de nuestra vida juntos, tanto o más como él me cuida a mí.

Es realmente maravilloso, tener a alguien por el que levantarte cada día y


compartir tu vida. Cuando el amor te toca, conoces el verdadero sentido de la
vida…
Julen
Hemos hecho un descanso de media hora, y he quedado con Valeria para vernos
en una cafetería de al lado de la empresa para tomarnos algo. Ha terminado de
cerrar el contrato con la chica que cubre la ausencia de Beth, y le he pedido
vernos antes de llegar a casa.

Hoy no sé a qué hora saldré del trabajo, pero la cosa pinta bastante mal.

- Perdón, no te había….- ¡joder!

- Tranquilo, yo…yo tampoco- se ha puesto nerviosa. Ella no me conoce, pero yo


a ella sí. Bueno, no de

la

misma

forma-.

¿Julen

Anderson?- sabía que por la prensa podría saber quién soy.

- Sí, el mismo.

- Acabo de conocer en persona a su prometida- eso lo ha dado ella por supuesto,


pero me gusta que la gente crea que volvemos a estarlo, porque aunque no sea
nuevamente oficial, espero que Valeria acepte de una vez casarse conmigo. Me
lleva loco con lo de “aún es pronto”-. Es una mujer increíble-suena su móvil. Se
aleja y hace un gesto para que la disculpe, pero al parecer tiene que irse. Sino
supiese que voy a volver a verla, no dejaría que se fuese. ¡Esto es todo un
bombazo!

Entro en la cafetería, y mi humor cambia, más bien empeora. Valeria ya tiene a


un moscón molestándola. No puedo dejarla sola, es una cruz que no me
acostumbro a llevar. Me acerco a la mesa y me sitúo detrás del individuo en
cuestión.
- Es una pena que estés comprometida, me gustaría mucho invitarte a cenar
para…

- Sino quieres que tus dientes salten de esa boca de mierda que tienes, aléjate de
mi mujer- se pone tenso y se da la vuelta.

- Yo no quería molestarla, sólo estábamos hablando.

- No, tú no hablas, sino que molestas y sobras. ¿Sabes quién soy?

- Sí- responde plantándose frente a mí sin intimidarse.

- Julen, cariño, no…

- Tranquila, amor, no pasará nada, porque este caballero se larga, ¿verdad?- me


desafía unos segundos y se marcha, sentándose en otra mesa con dos personas
más que también me miran.

- Todo bien por aquí- es Dan.

- Perfecto, Dan, sólo un gilipollas babeando por Valeria- me siento pero antes le
doy un beso a mi chica. Dan sale fuera del local al ver que me tranquilizo.

- No puedes alterarte de esa forma, odio verte así. ¿Ibas a pegarle delante de
todas estas personas?

- Si me tocaba mucho las narices, sí.

- ¡Pues muy bien cariño, me parece una respuesta muy madura por tu parte! –
contesta levantando las manos al cielo.

- No soporto ver a otros hombres intentando tocar lo que es mío.

- No hables como un cavernícola, no te queda nada bien. Y puedo entenderlo, yo


también las odio a ellas- hace un gesto con la cabeza señalando una mesa de
chicas, que no dejan de mirarme y hacerme fotos con el móvil.

Suelto el aire que estaba conteniendo, y cojo sus manos por encima de la mesa.

- Estás muy lejos- le digo y eso provoca que sonría. Bien Julen. Se levanta y se
sienta a mi lado.
- ¿Una tarde complicada?-

asiento y pongo morros. A ella le encanta y no tarda en besarlos.

- Llegaré tarde a casa, nena, cena sin mí. Pediré algo para que nos lo lleven a la
sala de reuniones, las cosas están un poco revueltas, pero nada por lo que
tengamos que preocuparnos. Ya sabes como son los negocios.

- Sí, y tú llevas muchos.

- Por eso debo ponerme al día de todo, nunca he estado alejado de nada por tanto
tiempo, y la verdad, es que tengo muchos deberes, baby.

- Podrás con ello, eres el futuro Presidente de Industrias J&A. Tu padre quiere
cederte el puesto, ya está cansado.

- Sí, pero no podrá alejarse del todo, lo llevamos en la sangre.

- Eso no es malo, mientras no os olvidéis de vivir- cojo su hermosa cara entre


mis manos-. ¿Cómo olvidarme de ti?

- No te dejaré hacerlo- susurra antes de que me apodere de sus labios.

- Necesitaba esto, verte, para subir ahí arriba y enfrentarme a horas de trabajo.

- Pues aquí me tienes, siempre que el señor guste- se acuerda de algo-. ¡Por
cierto, ya he cerrado el contrato, todo está en orden, mañana se incorpora Ellen
Bachhi, mi nueva interiorista, hasta que Beth regrese.

No puedo evitar negar con la cabeza tapándome la cara con las manos.

- Esto es un jodido dejavú de esos.

- ¿Qué dices? ¿Has perdido la cabeza en esas reuniones o qué?-

está perdida. No entiende nada.

- Esa chica cariño…¡joder, sólo tú eres capaz de repetir lo mismo!-

es que es increíble.
- Julen, me estás poniendo nerviosa, ¿de qué hablas?

- Ellen, sé quién es.

- ¿Cómo? ¿La conoces?- esa cara…

- No me la he tirado, no vayas por ese camino, que te equivocas-cruza los brazos


sobre su pecho esperando una aclaración por mi parte.

- ¿Y bien?

- Es la mujer de la que Angelo lleva toda su vida enamorado, y por la que no ha


rehecho su vida con nadie más.

- ¿Qué? ¿Cómo?- abre los ojos como platos llevándose las manos a la boca.

- Sí, baby, acabas de contratar a la mujer que Angelo lleva años buscando. Sé
quien es porque he visto fotografías suyas.

- No puede ser…

- Creo que deberías cambiar de trabajo, y dedicarte a buscar los amores perdidos
de la gente, ¡los encuentras a todos!

- Julen, no bromees, esto es serio, porque…

- Porque…

- Ella y yo hemos estado hablando. Ya sabes, las mujeres cuando cogemos


confianza, pues nos abrimos, y el tema de chicos, ha salido a la luz. Ahora
entiendo una cosa…

- ¿Qué cosa?

- Esta conversación es un poco rara, ¿lo sabes?- dice risueña.

- Tú eres quien la provoca con tus descubrimientos, cariño, ¡es que eres única!
¡Ven aquí!- y la beso perdiéndome por unos minutos en ella.

- Eso ha estado muy bien…


- Sí, demasiado bien- que se lo digan a mi polla-. Explícame lo de antes.

- Pues que hablando de todo un poco, al explicarle que trabajé en Italia, ella es
italiana, y la he elegido por dos cosas, por lo bien que hemos conectado, y
porque además de poder sustituir al Beth, podrá ocupar el puesto vacante de
fotógrafo que necesitamos en J&Y, ya sabes por qué- claro que lo sé…-. El
departamento de Beth y el de Nick..

- No nombres a ese cabrón, amor…

- De acuerdo- acaricia mi cara y beso

sus

dedos-.

Sabes

perfectamente que no conseguía a alguien para ese puesto, el listón estaba muy
alto, y hemos estado tirando de unos y de otros, pero sin rumbo fijo. He visto el
trabajo de Ellen, y es una pasada, me ha dejado impactada con cada detalle que
recoge con su objetivo.

- Me alegro mucho de que por fin se vayan solucionando ciertas cosas,

pero

no

deja

de

impresionarme que haya tenido que ser ella. ¡Te juro que empiezo a tenerte un
poco de miedo!

- Eso está bien, mantenerte en alerta, Diablo- esa boquita…se muerde

el

labio
de

forma

juguetona….La

follaría

aquí

mismo…-. Continúa bruja- Me gusta tanto cuando sonríe así….

- Bueno, pues al comentarle quien era mi jefe en Italia, Ellen me ha dicho que he
ganado mucho regresando a Nueva York, porque seguro que hubiese sido una
víctima más de Angelo. Yo lo entendí como una más en su lista, ya sabes la fama
que tiene de mujeriego, y es conocido por sus escarceos a la par que por sus
negocios. Lo chocante, es que la he visto un poco perdida en su discurso, como
ida, y ha terminado confesándome que ella estaba en esa lista.

- Tú nunca formarías parte de ella, ni de otra que no sea la mía-digo entre


dientes.

- Eso se lo he dejado claro, que yo sólo soy de un hombre. Como te dejo claro a
ti, que yo soy la última de la tuya, ¿lo tienes bien grabadito?- me pone a mil que
sea tan posesiva conmigo.

- Desde una noche ibicenca en el que una Diablesa, disfrazada bajo el manto de
ángel, me robó el corazón…

- Y tú se lo robaste a ella, cayó en el fuego del infierno eterno…-

muerde mi labio inferior-, de tu infierno diablo.

- Y no me canso de quemarte cada día…

- Cada noche…

- Eres mía…

- Mío…
- Para siempre, hasta el infinito y más allá, Valeria…- y nos besamos
perdiéndonos durante el tiempo que tenemos para ello, ante las personas que no
dejan de mirarnos, pero ellos no existen, sólo existimos mi española y yo.
Valeria
Mañana es mi cumpleaños, el recuerdo del último hace que todas las
terminaciones de mi cuerpo tiemblen, fue espectacular. Este año, no sé si Julen
ha preparado algo, pero no nos hemos movido de Manhattan, por lo tanto, si
trama algo, tiene que ser aquí. Seguro que es especial, Julen hará que lo sea
porque extrañaré mucho a mi familia, y esta vez no podrán estar aquí, como en
otros muchos cumpleaños que vendrán.

Ahora mi vida está aquí a su lado, y eso significa que para ser tu feliz, debes
sacrificar vivencias con las personas a las que amas, pero tiene que compensar
hacerlo sin resultar un castigo, sino algo maravilloso, como ha empezado a ser
nuestra nueva vida.

Lo que tengo claro, es que seguro que mañana será un día, que no olvidaré
jamás.

Desde que descubrí quién es Ellen, no puedo evitar mirarla con otros ojos.

Julen me ha contado la historia de lo que pasó, y realmente me doy cuenta, de


que el amor a veces es toda una jodienda.

Llegar a lo fácil, de lo que significa que una pareja sea ideal, porque es sencillo
si todo va bien, no siempre es un camino de rosas. Eso de que al principio es lo
bonito… ¿quién dijo semejante burrada?

No hay reglas a seguir que determinen una norma general en este sentimiento.

Lo afirmo y lo reafirmo.

Julen ha querido llamar a Angelo, pero siempre se arrepiente en el último


instante. Son amigos, yo también le tengo mucho cariño por todo lo que ha
hecho por nosotros, fue quien dio el pistoletazo de salida para nuestra
reconciliación. Aquella aparición ante la prensa, fue un mensaje para Julen, para
que me encontrase.

Dos cosas frenan a Julen: una, que no sabe en qué punto se encuentra Angelo
con respecto a Ellen, si querría estar con ella. Tal vez lo ha dejado pasar. Y el
otro es, ¿y si ella no quiere saber nada de él y provoca que el corazón de Angelo
vuelva a sufrir? Si habla con su amigo, la veda queda abierta.

Esto no es como el caso de Beth y Alan, que todos sabemos que se aman, pero se
interpone el pasado entre ellos, una zorra, y el orgullo de una mujer despechada
y herida por el rechazo de Alan, cuando estuvo aquí hace un año.

¡Joder, ya ha pasado un año!

La vida es complicada, ¿eh? Pero a pesar de todo, merece la pena saborearla, sin
saber cual es la lotería que nos va tocar, aún con esa incertidumbre…hay que
seguir hacia delante y sonreír cada día.

Bueno, voy a dejar de pensar en las musarañas, y a preparar el desfile de la


próxima colección otoño – invierno, con una línea de verano que Yara ha
añadido al evento. La verdad es que ver ropa de invierno en estas fechas donde
el calor empieza a ser el centro de cada día, es algo que no me gusta, pero
funcionamos así. Termina una temporada y comienza inmediatamente la
siguiente. Llevas puestos los shorts de verano, y te plantan en las tiendas, las
chaquetas de lana de la próxima temporada de invierno que se llevarán al año
siguiente. ¡Te pones a sudar solo de mirarlas!

¡Irrumpen en mi despacho como una manada de hipopótamos!

- ¡Val, joder, Val!- Jorge está histérico, camina de un lado a otro cogiéndose la
cabeza y llorando.

Doy un salto para levantarme rápidamente y llegar hasta él.

- ¡Jorge cariño, detente!- cojo sus brazos para que me mire-. Respira-esto no va
ser nada bueno…ayyy Dios mío…-, respira, dime, ¿qué ocurre?-

detiene

su

caminata

descontrolada-. ¿Julen está bien?


- ¡Alan, joder es Alan!- grita.

- ¿Qué…qué le pasa a Alan?- no puede ser tan malo… ¿verdad?

- Me ha llamado Tony llorando, están en Queens, en una calle de Eimhurst, Julen


también está allí, dándole la mano a Alan, los bomberos… ¡un puto accidente!

- ¿Dándole la mano a Alan? ¿Qué estás diciendo, Jorge? ¿Accidente?

Julen…Julen me habría llamado…-

susurro incrédula por todo lo que estoy escuchando.

- Al parecer te llamó al móvil…

¡joder eso da igual ahora, nena!

Retrocedo para coger mi bolso, y salir cagando leches de mi despacho.

- ¡Vamos! ¡Ty, llama a Dan y que nos espere a la salida de J&Y, tengo que irme!-
subimos en el ascensor llegando

con

una

carrera

desesperada, y ante la atenta mirada,

de

todos

nuestros

compañeros que están sorprendidos de vernos marchar de esa forma.

- ¡Val, Val!- grita Yara. Consigo detener las puertas del ascensor.

Llega corriendo hasta nosotros, con muchas preguntas que ahora no puedo
responder.

Tiro de ella para meterla en el elevador y grita por mi gesto.

- ¡Oye, qué coño…!

- No hay tiempo Yara, en el coche te lo explicamos, pero te aseguro que tienes


que venir…

- De acuerdo…- nadie dice nada más, sólo se escucha el llanto de Jorge, Yara
está alucinando y yo no consigo asimilar nada de lo que acabo de escuchar…

Dos horas más tarde, la pesadilla continúa…

- No me siento las piernas Julen, no puedo creer que te vaya a decir esto, pero
tengo miedo…- joder…

mi mano no ha dejado la de Alan ni un segundo desde que su coche ha sido


arrollado por un conductor borracho que está sentado en la ambulancia

tan

tranquilo,

con

apenas

unos

rasguños,

mi

hermano, así es Alan para mí, como un hermano, lleva dos horas atrapado entre
los escombros de su coche sin poder moverse. Los bomberos siguen estudiando
la manera de sacarlo sin dañarlo más, temen romper sus huesos dando los pasos

equivocados
en

esta

operación de rescate. He llamado a Trévor, y me da igual todo, pero no quiero


prensa de esto, ni una puta foto de Alan en este estado. Sé que puedo confiar en
él y los chicos.

- Estamos aquí, y esto pasará rápido, todo saldrá bien, no dejaré que ocurra de
otra forma- beso su mano.

- No dejaremos, que el más toca pelotas de los tres, nos abandone, te queda
mucho por hacer, amigo, no es tu momento. Respira Alan, por favor, intenta no
ponerte más nervioso. Sé que te pedimos mucho, pero inténtalo.

Escucho gritos a lo lejos.

- ¡Es mi hijo, por favor, mi hijo!-

los padres de Alan han llegado.

- Mi madre, Julen, escucho…

- Tranquilo, Trévor se encargará de todo.

Dos minutos eternos pasan…

- ¡Mi niño, por Dios!- Enma y Patrick caen arrodillados a mi lado y me aparto
para que puedan coger la mano de su hijo. Nathan está aquí, pegado a Alan,
controlando en todo momento sus constantes vitales hasta donde le permite la
chatarra del coche. No podría estar en mejores manos.

- Mamá, estoy bien, sólo un poco encajado- quiere sonreír pero siente demasiado
dolor, y lo intenta sin éxito. Sé que suaviza las cosas para que sus padres no se
preocupen, pero la cosa pinta mal. La buena señal es que no ha sangrado por la
boca, lo que indica que sus órganos internos no están reventados ni hay derrame
tampoco. ¡Venga Alan, no puedes dejarnos, no te lo permitiré!

Me levanto del suelo, esto es un momento íntimo, en unas circunstancias


terribles, pero es suyo. Tony hace lo mismo y veo que mira hacia un punto.
Tres personan corren hacia nosotros.

- ¡Julen, cariño…!- se lanza a mis brazos y la recojo fundiéndome con ella.

- ¡Dios…cómo necesitaba esto…!- estoy muy enfadado con ella, este no es el


lugar ni el momento para demostrárselo, pero estoy seguro de que ya lo sabe.

- Yo…

- Ahora no, baby, sólo quédate así por un tiempo, amor...- La huelo, eso me
tranquiliza, me calma.

Jorge consuela a Tony que se ha derrumbado al verlo. Demasiado tiempo


conteniéndose para que Alan no nos viese preocupados, bastante tiene encima, y
nunca mejor dicho. Valeria se aleja para que pueda abrazar a mi hermana.

- Peque, ¿se pondrá bien?

Miénteme si hace falta…

- Joder, no lo sabemos, Nathan está con él, y hasta que no lo saquen de ahí, no
pueden determinar la gravedad total del estado de Alan-miro a mi chica por
encima del hombro de mi hermana. Se siente perdida y sé que culpable por no
llevar el móvil encima. Estoy seguro que lo ha dejado en casa, ayer estaba sobre
la mesa de mi despacho porque estuvo liada con unos informes antes de meterse
en la cama. No escarmienta…

- Voy con mi marido- da dos pasos y se detiene-. ¿Son los padres de Alan?

- Sí- me giro y se los llevan. Nos acercamos todos hasta Alan.

- Una crisis nerviosa, nada grave, pero van a sedarla- dice Nathan. No se le
puede ocultar a Alan, porque acaba de vivirlo en primera persona.

- Es que soy demasiado, no dejo de causar sensación en las mujeres, y mi madre


no iba a ser menos- es de lo mejor de mi vida, ahí está, con el ánimo arriba. Tú
puedes con esto Alan, tú puedes…

Valeria y Yara se acercan, Jorge no puede dejar de llorar y Tony prefiere que no
se arrime.
- Hola campeón- dice mi niña, las lágrimas no dejan de caer por sus mejillas, y
mi hermana no puede ni hablar. Le da una mano a Nathan, y junto a la de
Valeria, envuelve la de Alan-. No sabes qué hacer para que las chicas se
arrodillen ante ti-eso lo hace sonreír, pero pronto se derrumba. Verlo llorar, es
frustrante, hasta ahora no había llorado, pero sé que siente algo muy especial por
mi chica, y estos años desde que mi historia empezó con ella, surgió algo mágico
entre ellos, y con el tema de Beth, se ha afianzado más que nunca. Valeria tiene
un corazón enorme, que consigue derribar muros, y el de Alan, ha caído como
todos.

- Me gusta verte arrodillada ante mí, siempre te dije que elegiste mal-mira a mi
hermana-, las dos no sabéis lo que os habéis perdido.

Joder…Señor, danos fuerzas…abuelo, ayúdame, no me dejes ahora, cuida de él,


por favor…

- No nos hemos perdido nada, porque te tenemos en nuestras vidas, es bonito de


esta forma también-responde Valeria.

- Además, sabes que somos muy guerreras, nos hubieses mandado a paseo en
dos días, y entonces, tendría que patear tu culo cada día que te viese, creo que te
lo aprecias demasiado- Yara es buena también.

- Gracias chicas, estoy bien, de verdad, en unas horas todo habrá terminado, os
lo prometo- las dos asienten y se levantan. Tomo el relevo y cojo su mano, no
quiero soltarla, no quiero que esté sólo ni un minuto por mucho que Nathan esté
con él. Sé a quien necesita, sus ojos me lo dicen. A mí.

- Estoy aquí, te tengo- aprieta los labios con fuerza y mi mano. Eso es bueno,
nuestro chico no ha perdido su toque.

Miro hacia detrás y veo que Valeria se aleja hasta un punto con mi hermana para
abrazarse y romper a llorar desconsoladas. No puedo ir con ella, no ahora, sé que
lo entiende. Se separa de Yara y le insiste en algo y parece que quiere hacer una
llamada. Me mira pidiendo permiso.

Asiento.
Valeria
No me puedo creer lo que está pasando, hace un momento estaba pensando que
mañana sería un gran día, que mi cumpleaños sería algo especial entre Julen y
yo…y acaba de convertirse en una pesadilla.

Por fin, los bomberos van a proceder a sacar a Alan del coche, y nos han pedido
que nos retiremos. Julen no quería, Trévor y Dan han tenido que pedir ayuda a
Oliver y Neimar para separarlo de Alan. Ha sido terrible verlo así. Sus padres se
han puesto histéricos, y finalmente, han tenido que sedar a su madre y llevársela
en una ambulancia acompañada por su marido. Las cosas empeoran por
momentos, o esa es la sensación que tengo.

Julen está inquieto, no deja de pasearse de un lado a otro, los Black no lo dejan,
saben que puede hacer una locura en cualquier momento. He querido acercarme
a él, pero Yara y Tony me han aconsejado que no.

Ahora no piensa con claridad, está demasiado alterado, y debe aceptar las cosas
que están pasando. Van a ayudar a su amigo, y él no puede hacer nada más que
esperar y dejar trabajar a los operativos de rescate.

- ¡Joder!- grita desesperado-.

¡Tengo que estar allí, dejadme estar con él, quiero estar con él, darle la mano, me
necesita! ¡Trévor, te juro que mañana estás en la puta calle, te lo juro!- esto es
insoportable. Sé que no habla en serio, todos aquí lo sabemos, es la rabia y la
impotencia de no poder hacer nada más por Alan.

Se acerca a nosotros el jefe de bomberos.

- Señor Anderson- habla detrás de Dan, no se acerca más a Julen.

- ¡Qué! ¿Qué cojones hace que no saca a mi amigo de una puta vez de ese saco
de chatarra? ¿Van a dejarlo morir? ¿Cuántas horas más tiene que esperar para
que hagan algo por él?

– mi cuerpo tiembla, Julen está fuera de sí, está descontrolado, ha perdido los
papeles por completo-.
¡Juro que rodarán cabezas, como no lo saquen ya, hagan su jodido trabajo!- lo
señala entre los cuerpos de Dan y Neimar que lo mantienen cautivo, junto al
resto de los Black.

- Estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano, y vamos a sacarlo, se lo


prometo, pero antes, necesito su ayuda- eso deja a Julen paralizado. Tarda un
segundo en reaccionar, y enseguida da un paso al frente porque los chicos se
apartan.

- Lo que haga falta, pídamelo, pero no perdamos más tiempo-suplica. Su voz


desgarrada me mata, quiero estar a su lado, pero no sé cómo hacerlo.

- Voy a ponerle un transmisor y a su amigo otro mientras procedemos a


desmontar las piezas del coche.

Usted es la persona en la que más confía por lo que he podido observar estas
horas, y será de gran ayuda que él esté tranquilo, en el proceso de rescate. Eso
facilitará las cosas.

- Por supuesto, donde está el transmisor, quiero hablar ya con él, que no se sienta
solo ni un segundo más.

- Mis compañeros están con él, y su cuñado también- veo que tiene muy claro
que aquí somos todos familiares.

- No es lo mismo, por favor, quiero hacerlo ya- saber que podrá estar cerca de
Alan de alguna forma, lo ha calmado.

- Venga conmigo, sólo usted, que escuche una sola voz, es lo mejor en estos
casos, podríamos alterarlo si alguien metiese la pata- Julen no tarda en irse con
el jefe de bomberos para poder estar con Alan.

Todos nos hemos quedado callados, no esperábamos este giro en los


acontecimientos, pero creo que sentimos lo mismo, que eso es algo bueno, muy
bueno que Alan se sienta acompañado por Julen.

- ¿Qué te ha dicho Beth?-

pregunta Tony. Todos excepto una persona, saben que la he llamado.


Se ha puesto histérica, no entendía nada de lo que me decía, ha terminado
colgando.

- Está de camino, me lo ha dicho por mensaje, por teléfono era imposible


hablarlo. No podía articular palabra- le contesto.

- ¡Pues menudo reencuentro, hay que joderse!- dice Jorge que me mantiene entre
sus brazos.

- Sí, hay que ver cómo son las cosas.

Alan

lleva

meses

suplicándole que lo perdone por algo que ella misma provocó, y ahora tiene que
romperse los huesos para que se digne aparecer- no me esperaba esto de Yara.

- Yara, no seas así, no es momento de buscar culpables, las cosas…

- Pasaron porque ella así lo buscó. Finge follar con mi hermano, su mejor amigo,
y encima, ¿qué pretende? ¿Qué Alan la reciba con los brazos abiertos? ¡Venga
hombre, no se merece nada a ese hombre, y si por mí fuera, no la habrías
llamado! Que desparezca de su vida sería lo mejor para él y para todos-estoy
alucinando.

- ¿Cómo puedes decir algo así en este momento? Entiendo que todos estamos
muy alterados, ver a Alan así es terrible, pero Beth no tiene la culpa de lo que ha
pasado- Yara chasquea la lengua y me da la espalda.

No entiendo nada. Miro a Jorge y a Tony y apartan la mirada.

- ¿Jorge?- no me gusta ser siempre la última estúpida en enterarse de las cosas.


Me coge por los hombros para decirme algo que no esperaba escuchar.

- Al parecer, Alan acababa de discutir con Beth antes de subirse al coche. Se lo


contó a Julen y Tony, los tres estaban aquí con unos clientes en una reunión y al
terminarla, se tomaron algo en una cafetería. Alan salió a llamarla como tantas
otras veces, y minutos después

entró

muy

alterado,

diciendo que ella estaba con otro, que la dejara en paz porque ya no quería saber
nada de él.

- Eso no es verdad, Beth me lo habría dicho, tuvo que decirle eso para cabrearlo,
ese es su juego, siempre se están provocando como dos

niños

tontos-

susurro,

desorientada. No me esperaba nada de esto.

- Pues el juego de esa niña ha ido demasiado lejos, tanto, que se largó sin más, y
se subió al coche y mira el resultado- Yara vuelve al ataque-.

No esperes que esa zorra entre en mis oficinas, Val, olvídate de ello- y se aleja de
nosotros. Tony se va con ella para calmarla.

- No sé qué decir, Jorge, es que todo

está

pasando

demasiado

rápido…

- Ven aquí- me envuelve con sus brazos-,

todos
estamos

muy

nerviosos, Yara está enfadada con Beth, la culpa por lo sucedido.

- Bueno, según como se mire, más de uno lo hará. Pero ha sido culpa de ese
conductor borracho.

- Sí nena, pero Alan circulaba muy

deprisa,

pudo

haberlo

esquivado si la rabia no lo hubiese cegado, sus reflejos fallaron para esquivar a


ese camión y…- lo miro….

- No puedes estar pensando eso, nadie puede…

- Es una posibilidad, Tony dice que desde que lo dejaron, nunca lo habían visto
así.

- ¿Cómo iba a querer chocar contra ese camión? Alan no haría eso, no intentaría
suicidarse.

- Eso no lo sabremos, la cuestión es que todos piensan como Yara, incluidos


Tony y Julen. Esa mujer se ha cavado su propia tumba. Tu chico, ha jurado
vengarse de ella como Alan no salga bien de esto.

- ¡Por Dios, esto se nos está yendo de las manos! No pienso hacer caso de nada
de lo que estoy escuchando. Cuando Alan esté a salvo en el hospital, las cosas se
calmarán, y todos nos sentaremos para hablar más relajados.

- Rezo por eso, nena, pero no apostaría mi mano derecha porque así vaya a
suceder.

- Madre mía….
Ahora viene lo realmente duro…

- Cuando yo le indique hable, y por favor, no deje de hacerlo, es muy importante


no comentarle nada que lo altere- me explica el responsable de todo lo que
tienen aquí montado.

- ¿Se cree que soy idiota?- tengo ganas de romper algo…

- No señor, pero mi obligación es decírselo- hay varias personas con nosotros.


Nathan sigue cerca de Alan, pero veo que se aleja, tiene que hacerlo para que los
bomberos puedan empezar la maniobra de rescate.

- Si se pone nervioso, o siente que no puede hacerlo, por favor, dígalo


levantando la mano derecha.

No pasa nada, es habitual en estos casos. Se lo pediremos a otro familiar sin que
su amigo sospeche nada- dice una mujer-. Soy Yanet, psicóloga especializada en
rescates.

No se sienta atacado por mis compañeros o por mí, todos tenemos un mismo
objetivo, y es que lo rescaten para que pueda ser trasladado a un hospital y
ponerse bien.

- Lo sé- debo calmarme. Ellos hacen su trabajo, y Alan me necesita. No voy a


fallarle.

- Puede haber momentos del proceso que sean duros, sea fuerte, y recuerde que
si es demasiado, pida ayuda. Esto es muy importante.

- De acuerdo- suelto el aire.

- Conéctalos, Ramírez- ordena Yanet-. Hable con él.

Abuelo, no me falles ahora, dame fuerzas para ayudarlo.

- ¿Alan?- he sonado algo nervioso, pero me aclaro la voz para reforzarla.

- ¿Julen?¿Eres tú?- pregunta con la voz apagada. Sé que ahora mismo se

siente
mejor,

aliviado

al

escucharme.

- El mismo que viste y calza como nadie, ya lo sabes- lo escucho reírse de


aquella manera, sé que hasta eso le duele.

- Eso es cierto, pero siempre habrá alguien que te supere, aunque las mujeres
todavía no se han dado cuenta de ello.

- Pues date prisa, porque nos hacemos viejos y las excusan se te acaban,
hermano.

- Tal vez ya no veamos eso- no me jodas Alan, eso no-, puede que esta

sea

nuestra

última

conversación.

- No te lo permitiré, me debes una partida de vuelta con la Play, a ti puedo


ganarte, a Tony no- quiero sonar tranquilo, pero mi voz falla.

Siento una mano sobre mi hombro y un dulce olor a mango. Cierro los ojos unos
segundos, no la miro porque me vendré abajo, pero saber que está aquí, cambia
mucho las cosas. Me da las fuerzas que me faltaban para luchar por Alan.

- Me encuentro débil, cansado, mis ojos se cierran- eso no es bueno.

- No dejes de escucharme, habla conmigo, pronto nos iremos de aquí, confía en


mí.

- Prométemelo, Julen, no quiero morir…


- Joder Alan, no te voy a dejar nunca, eres mi hermano, mi amigo, siempre has
estado a mi lado cuidándome, protegiéndome de mí mismo. Esta vez los papeles
se han cambiado, y te juro que no va a ser diferente,

sólo

cambia

el

protagonista. Ahora yo cuidaré de ti- Valeria aprieta mi piel, coloco mi mano


sobre la de ella para no desfallecer. Mis lagrimas ahogadas en mi garganta gritan
por salir, pero ahora no pueden. Yo puedo verlo a él, hay cámaras instaladas para
ello.

Los bomberos trabajan lo más rápido posible, pero incluso eso, no me parece
suficiente. Llegan por fin hasta Alan.

- Señor Anderson- Nathan vuelve a estar cerca del coche junto con tres personas
más del personal sanitario-. Sea fuerte, lo difícil viene ahora. Van a sacarlo, pero
esto puede ser muy desagradable, no sabemos a ciencia cierta qué nos
encontraremos. Sólo intentamos no dañarlo más- Asiento muy nervioso.

- ¿Julen? ¿Te has ido?

- Nunca amigo, aquí estoy.

- Están encima, dicen que van a mover la pieza que me mantiene aplastado, que
esté listo- la posición en la que ha quedado el cuerpo de Alan en contra el suelo
y su cuerpo atrapado hasta su pecho, dificultando su respiración.

- Van a sacarte, ya casi lo tienen Alan, ya…

- ¡Joder…joder…Dios….duele!

¡Duele mucho!- grita desesperado.

- ¡No, qué le están haciendo, paren, dejen de hacerle daño!- me saco el auricular
del oído y salgo corriendo de esa caravana, situada a pocos metros de Alan.
- ¡Señor Anderson, deténgase…!-

gritan a mi espalda pero escucho más que la voz de mi amigo que suena
desgarradora de lo que está sufriendo al sacarlo, de debajo de esos escombros.

No puedo detenerlo, nadie puede…

Julen pasa entre todas las personas y llega hasta Alan. Corro detrás de él, pero
Dan me impide llegar hasta ellos.

Puedo ver el cuerpo de Alan. Está lleno de sangre y grita de dolor. Julen le coge
la mano pero rápidamente lo alejan de él para que Nathan y los sanitarios ayuden
a Alan.

- ¡Julen, joder, escúchame, lo peor ha pasado, te lo prometo!- dice Nathan-.

Vamos

llevárnoslo

rápidamente

al

hospital,

pero

déjanos hacer nuestro trabajo.

- Voy en esa ambulancia, Nathan-eso no es una sugerencia.

- Lo daba por hecho, vamos a llevarnos a ese campeón- Nathan se acerca a Alan.
Rápidamente lo suban a una camilla y se lo llevan ante los ojos de todos los que
estamos aquí.

Julen sube en la ambulancia que lleva a su amigo y yo, guiada por Dan, corro
hasta el coche que me llevará con ellos.
Valeria
Tengo la sensación de que últimamente pasamos demasiado tiempo entre estas
cuatro paredes. Tras una de ellas están operando a Alan, y Nathan es el cirujano
que lleva a cabo la intervención. No había duda de ello.

Han pasado tres horas desde que llegamos aquí, estamos bastante asustados
porque nadie nos ha dicho nada todavía. Julen sólo quiere escuchar a su cuñado
cuando termine la operación.

- ¿Quieres algo de beber?- le pregunto.

- No, no quiero nada- así de seco me lleva contestando cada vez que le digo algo.

- ¿Vas a seguir así de borde conmigo mucho tiempo?- juega con los dedos de mi
mano izquierda. Es lo único que ha hecho sin decir nada.

- Aquí falta una cosa- señala ese lugar donde…

- Bueno, yo no la tengo.

- Tampoco la quieres, y ahora soy yo el que no piensa dártela, porque no quieres


casarte conmigo.

Ya no quiero casarme, si mi novia no quiere, ¿para qué voy a quererlo yo?

- Como no creo que estemos en el lugar indicado para hablar de estas cosas, y
que tampoco confío en que mi novio esté cuerdo del todo en este momento,
porque ha estado sometido a una dura sesión de estrés por lo que le ha pasado
uno de sus mejores amigos, voy a pasar por alto ciertos comentarios-le meto el
dedo índice en su mejilla.

- Estoy más cuerdo que nunca.

- ¿De verdad?

- Sí, estamos bien así, ¿no? Te lo he pedido mil veces, y siempre recibo la misma
respuesta: “deja que llegue el momento” Uno que sólo sabes tú, porque yo no
soy adivino.
- ¿Por qué estamos hablando de esto aquí y ahora?- No estamos solos, todos nos
vinimos detrás de la ambulancia y no me gusta que los demás escuchen esto.
Incluso los padres de Julen han venido al hospital, están al lado de los de Alan.

- Porque he estado pensando desde que nos sentamos en esta sala.

- Julen, aquí no.

- Sí, aquí sí. Esta es nuestra familia, amigos, y todos saben que me muero por
casarme contigo. La cagué pero se suponía que ya me habías

perdonado,

pero

me

equivoqué,

porque

sigues

negándote a ser mi mujer. Vale, lo acepto. Esto que ha pasado, me ha enseñado


una vez más, que la vida es

corta,

que

debemos

aprovecharla sin perder el tiempo con cosas que no van a ningún lado, y así,
poder invertirlo en otras- me deja sin palabras. Está siendo cruel.

Está enfadado, todo lo de Alan le ha afectado demasiado, pero no es justo que lo


pague conmigo.

- No estás siendo razonable, y todo esto está fuera de contexto- y está tan
equivocado…

- Desisto, baby, no habrá boda, vendrán otras cosas, sólo quería que los nuestros
lo supiesen, y aquí estamos casi todos. Al resto ya se lo iremos diciendo.

Mi estómago se revuelve, a veces las cosas no son lo que parecen, lo que ocurre
es que no llegan en el momento esperado para todos.

- Hijo, no está bien eso que dices- Ana me mira con dulzura.

- Mamá, es un hecho. Mi novia no quiere casarse conmigo. Fin de la historia- me


levanto y salgo de la sala, no quiero que me vean llorar, y necesito hacerlo.

Estoy harta de todo en este preciso momento. Sino fuese Alan el que está ahí
dentro peleando por su vida, me iría a casa…pero no sé a cual….

No puedo evitar correr y al hacerlo sin mirar, me choco con alguien y nos
caemos al suelo.

- Joder Val, ¿estáis bien?- Dan me ayuda a levantarme, y Neimar levanta a…

- ¿Beth? ¡Oh, por fin estás aquí, nena! – nos abrazamos y rompe a llorar.

- ¡Es culpa mía, discutimos, estoy segura de que es culpa mía!- que no escuche
eso el aquelarre de brujos de la sala de espera, porque la crujen.

- Shhh, ven, siéntate. Dan por favor, ¿puedes traernos un poco de agua? Para las
dos, yo también la necesito.

- ¿Ha empeorado Alan? ¿Cómo está? ¿Puedo verlo?

- Frena morena, tranquilízate, cielo- nos traen el agua y ambas bebemos. Que
bien me sienta-.

Sigue dentro del quirófano, como te dije

hace

una

hora
cuando

aterrizaste.

- Necesito verlo, saber que está bien. ¡Dios Val, fui demasiado lejos esta vez, no
debí decirle aquello!-

los

arrepentimientos

en

este

momento no sirven de mucho.

- Eso está claro, pero no va a cambiar las cosas, cuando hables con Alan, se lo
explicas todo a él.

- Ella no le dirá nada, porque no va acercarse a menos de un kilómetro de


distancia.

Julen.

- No creo que debas hablarle así-

le reprocho. De verdad que está insoportable,

quiero

ayudarlo,

consolarlo, pero en este plan, es imposible.

- Estoy hablando contigo, nena, no con ella. No voy a perder mi tiempo con
gilipolleces- eso sí que no. Me levanto para encararlo. Está agotado, cansado, y
sufriendo por su amigo, pero aquí todos queremos a Alan. Incluida esta mujer
que se acaba de hacer muy pequeña al escucharlo.

- ¡Ya basta, cariño! No puedes seguir con esa actitud.


- No sé de qué me hablas, estoy bien.

- No, no lo estás y te entiendo, pero todo tiene un límite- me acerco más a él y se


aleja-. ¿Qué haces?

- Estoy enfadado contigo, y ya sabes por qué- el móvil - Eso ya no tiene


importancia, déjalo correr- vuelvo a intentar tocarlo pero no me deja.

- Sí la tiene, y ya ves cuánta. Te comportas como una niña, y tal vez debería
tratarte como tal- respira Valeria.

- Lo siento, sé que no debí dejármelo en casa, pero lo hice, lo siento Julen, no me


castigues más por ello. No volverá a pasar, lo prometo.

- No me prometas algo que no vas a cumplir- sí, eso es cierto.

- Tienes toda la razón, pero por favor, basta con este tema y con otros que no
vienen al caso. Lo único que importa es que Alan se ponga bien. Todos lo
estamos pasando muy mal.

- No amor, unos más que otros-mira a Beth pero ella tiene la vista fijada en el
suelo-. Dan, haz el favor de acompañar a la señorita a la salida.

- ¡No serás capaz, Julen, no te lo voy a permitir!- lo empujo pero ni se inmuta.


Suelta una carcajada forzada.

- Nena, tú no puedes permitirme nada en este precioso instante, y tampoco en


este lugar.

- ¡No abuses de tu poder, no vayas por ahí, Anderson!

- Te dije una vez que si tener dinero me da ciertas satisfacciones, no tengo por
qué privarme de ellas, y si en este instante, quiero hacer uso de él, lo hago- esta
chulería no le pega nada. Está en plan estúpido y no hay más. El niño está
enfadado con el mundo y lo paga con quien se le cruza por delante.

- ¡Si la echas, me voy con ella, y no vuelves a verme el pelo!- eso hace que su
cara cambie. No hablo en serio, al igual que sé que Julen está demasiado
alterado, con todo lo que le está pasando a Alan, y al ver a Beth, las cosas no
mejoran las cosas.
- Esto no va contigo, Valeria.

Ella no es buena para Alan, ya has visto donde ha terminado por su culpa- me da
la sensación que mi vida va a ser una continua montaña rusa. ¡Señor, dame
fuerzas!

- No seas injusto. ¡Joder Julen, detén esta locura, este no eres tú!-

me aferro a su cuerpo hundiendo mi cara en su cuello. Estaba rígido y poco a


poco, se deshincha y me devuelve el abrazo-. Por favor, vuelve conmigo, aleja a
esa persona de nosotros, no quiero conocerla-este es el Julen que terminó en el
Tatum, lo tengo claro.

Suspira derrotado abrazándome más fuerte.

- Lo siento, joder, lo siento baby….

- Lo sé- levanto la cabeza para recibir un beso, uno que hace millones de años
que no recibo y que no sabía que necesitaba tanto.

- Gracias- susurra contra mis labios.

- De nada- sé que lo dice por mi paciencia con él.

- Pero ella no quiero que entre en esa sala. Los ánimos no están para soportar
más tensiones- eso es verdad.

- Está bien, me quedaré aquí fuera- responde agradecida.

- Me quedo con..

- No, de eso nada, estarás dentro conmigo. Ese es tu lugar, a mi lado-ya


empezamos otra vez.

- Julen, estaré aquí y ahí dentro, no voy a dejarla sola- tuerce el morro-. No
pienso discutir contigo más por hoy. Ya has cubierto el cupo para todo el mes-
esa respuesta le roba una sonrisa-. Así estás más guapo.

- Y tú cada día eres más bruja, pero no de las que le gustan a tu sobrina, de las
peores.
- Pero me quieres igual- digo contra su boca.

- Siempre te querré de cualquier forma.

- Y yo a ti- y nuestros labios se unen...

Las cosas se presentan difíciles para Beth, algo con lo que yo no contaba, incluso
Yara, que es su amiga, se ha vuelto en su contra. No me queda más que una
aliada y está muy liada con mi ahijada. Kassi poco puede hacer por echarme un
cable…

Mi única esperanza es que Alan quiera verla, y así los demás tengan que acatar
esa decisión….Valeria cruza los dedos…. ¿El amor siempre triunfa?

Estúpida pregunta, sé la respuesta, y se necesita mucho más que un corazón


enamorado, para que dos personas puedan llegar a unir sus caminos, mucho
más…
Valeria
Creo que en cualquier momento, me quedo dormida sobre la mesa de mi
despacho, no hay quien pueda trabajar en estas condiciones. Dormir es un
derecho, pero hay personas, como Julen Anderson, que no saben que es algo
necesario para sobrevivir al día siguiente.

Después de que Nathan nos comunicase el estado de Alan, las cosas no fueron a
mejor.

- Alan está estable, ahora permanece

sedado,

lo

mantendremos así varios días para que su cuerpo se ponga fuerte para todo el
proceso que está por llegar.

Se recuperará, es un luchador. Os aseguro, que después de todo lo que ha pasado


y de cómo lo sacamos de aquel coche destrozado, creíamos que sus daños físicos
serían mucho más graves. No ha sido así, a veces la suerte está de nuestro lado, y
este es uno de esos casos- todos en aquella sala mirábamos a Nathan.

La madre de Alan, lloraba aliviada al escuchar que su hijo saldría adelante.

- Quiero que tenga a los mejores encima

cada

segundo

que

permanezca en el hospital- ordenó Julen.

- No te preocupes. No será de otra forma- aseguró Nathan.


- Gracias por salvar a mi hijo- la madre de Alan cogía la de Julen y de

Nathan.

La

escena

era

demoledora

todos

nos

emocionamos por saber que nuestro amigo estaba fuera de peligro, y al ver a esa
mujer tan destrozada, pero al menos con la alegría de saber que Alan seguirá
dándonos guerra por mucho más tiempo- . Usted ha estado a su lado, al igual que
tú Julen, sois ángeles, y os estaremos eternamente agradecidos- su marido la
cogía por los hombros asintiendo a cada una de sus palabras. No podía hablar.

- Alan es como mi hermano, siempre me ha cuidado- dijo Julen.

- Lo sé, tú y Tony sois también su familia- nos miró a todos-. Cada uno de los
que estáis aquí, me habla mucho de vosotros -Detuvo sus ojos sobre mí-. Julen
ha sabido escoger bien, ojalá Alan pueda algún día encontrar una chica con tu
mismo corazón.

- Gracias- alcancé a contestarle, tenía un nudo en la garganta, y mi mirada se fue


hacia las puertas, que llevaban a la mujer que permanecía sentada en aquella fría
sala de espera, ella sola, impaciente por conocer que el hombre al que ama, iba a
salir adelante. Julen me miró y negó con la cabeza. Sé que no era el momento de
hablar de Beth, pero me dolía que no estuviese allí, para decirle que ella era esa
mujer que hará feliz a su hijo. Sé que peleará por él, ya no hay quien pueda
impedir que luche por Alan. Así me lo ha asegurado. La creo, y espero que sea
lo suficientemente fuerte para todo lo que se le viene encima.
No sé si Alan después de esto querrá verla, pero confío en que sí. Eso ayudará a
apaciguar, o así lo espero, a las hienas que se quieren comer a Beth, entre ellas
Yara. La culpan por lo ocurrido, y no será un camino fácil para Beth llegar hasta
Alan. No han dejado que se acerque al hospital, Julen le ha prohibido la entrada,
alegando que su amigo necesita descansar, y esa mujer, es todo lo opuesto a la
recuperación de Alan. “Es incompatible con la recuperación de Alan, Valeria, no
voy a discutir contigo por algo que ya está decidido”

Bueno, eso ya lo veremos…

Los días siguientes al accidente de Alan, Julen me ha necesitado cada noche de


una manera muy intensa, volviéndome loca…¡Bendita locura! Lo que ocurre es
que no puedo ni con mi alma, hoy por fin es viernes, y terminamos a mediodía.
Le he dicho a Ty y las chicas que se vayan a casa, los tengo explotados para que
todo esté listo para el desfile de la próxima semana.

- Hola preciosa mía- Marcus irrumpe en mi despacho.

- Hola guapo, ¿qué tal esos días de descanso con Sam?- se fueron de vacaciones
antes de presentar la nueva colección, Con mi ausencia, la de Beth, Nick…la
empresa se quedó coja por demasiados lados, y el trabajo se multiplicó. No
buscaron sustitutos, y eso llevó a que su vida personal, se viese resentida,

no

pudiendo

hacer

demasiados planes con su chico.

Por lo que Yara, los envió un mes de

vacaciones

la

costa
mediterránea, se fueron a conocer España

como

Dios

manda.

Estuvieron en Ibiza el año pasado por mi cumpleaños, pero esa vez no cuenta. Sé
que terminaban este viaje allí, alojándose en el Juva, y que han venido
encantados. Algo me ha contado Yara, todavía no lo había visto.

- Pues creo que si mi novio no me arrastra a ese avión, no regreso-dice risueño.

- Sí, es precioso todo por allí…

- Totalmente de acuerdo. Y lo bueno fue que Ibiza no estaba en su pleno apogeo,


ahora es cuando empieza la locura de verdad, y pudimos disfrutar de las calas sin
estar llenas de gente- se sienta frente a mí.

- ¿Reunión y no se me avisa?-

Jorge.

- Nene, ¿no te ibas hace una hora?- me dijo que había quedado con Tony para
comer y se marchaba un poco antes.

- Mi chico está siendo explotado por el tuyo, han tenido una reunión de última
hora- dice un poco enfadado.

- Sí, Julen me ha llamado para decírmelo- de eso hace dos horas.

- Ahora no te despegas de ese móvil- no, es parte de mí.

- Ya he tenido bastantes disgustos por ser tan dejada. Y créeme, lo arrastro


todavía. Julen a la mínima que puede, me lanza una puntadita sobre ese tema- y
con razón, lo sé.

- Me alegro que lo haga- dice Marcus-, eres un desastre cariño, y ponerte las
pilas, no está demás con eso.
- Vale, no me deis el sermón vosotros también, que ya tengo bastante con el
señor Anderson-suspiro derrotada.

- Te quejarás de hombre- Marcus admira mucho a Julen….

- Ya te tengo dicho que dejes de tener pensamientos impuros con mi hombre- lo


señalo apretando los morros.

- Nena, eso es imposible. Ese cuerpo, ese todo…ese culo- dice Jorge soñador…

- ¡Oye, os echo de mi despacho como no paréis de babear por mi novio!

¡Es

mío,

sólo

mío!

¿Entendido, salidos mentales?- eso nos hace reírnos a los tres.

- Vas a tener que vivir con ello, que cada mirada que caiga sobre ese dios griego,
se lo quiera follar-Marcus se recuesta en su silla.

- Y Julen con su propia cruz, esto funciona para los dos igual- a los hechos me
remito- dice Jorge.

- Cierto- confirma Marcus.

- ¿Yara se ha ido?- últimamente está un poco tirante conmigo por el tema de


Beth. No entiende por qué hablo con ella y la ayudo.

- Sí, ya sabes cómo está el ambiente….-

Jorge

me

mira
compasivo.

- No pueden castigar eternamente a Beth, fue algo ajeno a su voluntad, ¿cómo va


ella a querer que Alan tenga un accidente?- levanto las manos al cielo.

- Eso está claro, pero las cosas han pasado así, fue ella la que lo alteró, perdió
reflejos en la carretera al conducir en ese estado de enajenación y …

- No es justo Marcus, que ella sea la cabeza de turco. Lo que ha pasado es


terrible, pero no podemos culparla. Está hecha polvo, loca por verlo, y estoy
segura que Alan querría verla de saber que se encuentra

en

Manhattan.

Eso

ayudaría a que su recuperación fuese más rápida, ella le daría fuerzas para ello-
les digo muy segura.

- Tu chico no piensa eso-contesta Jorge.

- Tal vez deba demostrarle que se equivoca.

- Val, no juegues con fuego, eso es peligroso- dice Marcus.

- No presiones a Julen, supongo que cederá, todos lo harán cuando las aguas se
calmen, pero no provoques más problemas de los que hay en este asunto. Tu
novio es muy protector con los suyos, y si algo sale mal de eso que tramas, se
liará…- Jorge me advierte pero no pasará nada. Todo saldrá bien.

- Dejemos el tema, ¿nos tomamos algo?- les propongo.

- Sí, vayamos al River- dice Marcus levantándose.

- Un poco de relax me vendrá bien, esta tarde iremos al hospital como cada día-
Julen quiere que nos pasemos todos los días antes de irnos a casa, y por supuesto
que lo entiendo. Soy la primera en querer conocer la evolución de Alan y estar a
su lado para ayudarle a pasar
todo

el

proceso

de

recuperación. Lo más grave que tenía, era su pierna izquierda rota.

Después de que sus huesos terminen de soldarse, vendrán meses de


rehabilitación. Será un año difícil, pero se pondrá bien, y dejaremos todo este
mal trago atrás.

- Pues sí, nos merecemos un descanso y en buena compañía-secunda Jorge.

Salimos por la puerta y ya no queda nadie, parece que la gente tenía ganas de
que llegase el fin de semana. No me extraña. ¡Vamos a empezar el nuestro
también!
Julen
¡Sorpresa!- gritan todos a la vez en el River.

Valeria acaba de entrar acompañada por Marcus y Jorge, los cómplices que me
busqué para que esto saliese según lo previsto. La cara de mi chica, bien ha
merecido la pena el esfuerzo, porque sinceramente, con Alan en el hospital, esto
no es lo mismo.

Me busca con la mirada, sé eso, siempre es así, primero nosotros, luego el


mundo. No se lo piensa y corre para llegar hasta mí y lanzarse a mis brazos.

- Bebé…- nos besamos y hunde su cara en mi cuello-. No tenías por qué hacer
esto, sé que no es el momento.

- Lo necesitamos todos, un poco de alegría, y celebrar el día que nació la mujer


de mi vida, es un buen motivo de ello.

- Tonto…- me abraza más fuerte.

Todos sus compañeros están aquí, falta mi familia, pero mis padres están con mi
abuela, no han podido venir. Ella no está preparada todavía para tanta fiesta.
Yara sí ha venido, y mi sobrina también, ya la tenemos aquí.

- ¡Tía Valeria, felicidades!- se separa de mí para agacharse y besar a la niña.

- Gracias princesa- le entrega una flor de papel.

- La he hecho yo para ti, esta no tienes que regarla, y será eterna- la inocencia

de

los

niños

es

maravillosa. ¿Qué nos pasa cuándo nos hacemos adultos? ¿Por qué nos
convertimos en gilipollas?

- Es casi tan bonita como tú, mi niña- la abraza y Jane se deja hacer.

Está casi tan enamorada de Valeria como yo.

Yara y Valeria se miran y deja a la niña para abrazar a mi hermana. No dicen


nada, solo ese gesto. Mi cuñado besa su mejilla y la felicita.

- Felicidades, ¿cuántos caen?

¿30?

- Oye, que yo soy una niña todavía. Tengo 22. El abuelo es tu cuñado, que él si
está camino de los 30- la pellizco en el culo atrayéndola contra mi cuerpo.

- Esta noche en casa- le susurro al oído-, te recordaré quien es el viejo aquí, y


luego a ver quien llora por las mañanas, porque no puede con su alma. -Se pega
más a mi pecho, rozando su culo con mi entrepierna.

- Lo estoy deseando, cariño- y mi polla también.

- ¿Lo notas, nena?

- ¿El qué tiene que notar la tía Valeria, tío Julen?- joder con la niña, tiene mejor
oído que mi abuela, que ya es decir.

- Nada, Jane, hablan de que hace calor aquí- su padre al rescate.

Se la llevan y eso nos deja un pequeño margen a mi chica y a mí, para que pueda
besarla como necesito.

- Gracias mi amor, eres el mejor…

- No lo olvides nunca…

- ¡Oye, deja que los demás felicitemos a la cumpleañera!

- ¡Kassi! ¡Oh Dios mío, estás aquí, y con mi niña!

Y ya perdí a mi Diablesa….
Dos horas después…

No me esperaba para nada esta fiesta sorpresa por parte de Julen, de hecho ya ni
me acordaba que había sido mi cumpleaños. Es maravilloso ver aquí a tantos de
los nuestros, a pesar de las grandes ausencias de nuestras familias y amigos, y
Beth…He intentado que me deje llamarla, pero nada de nada, me ha costado una
bronca con él, por lo que voy a ver si calmo un poco los ánimos…

Suena la canción de Ricky Martin, “La Mordidita”, voy a ver si alguien se deja
morder. Curiosamente hay una mesa inmensa de comida donde los invitados se
sirven, y entre todas las cosas tan ricas, hay fruta…cojo una manzana…

Me mezclo con la gente hasta llegar a mi chico que habla con Tony y los demás
chicos. Está de espalda a mí, y lo alertan de que se dé la vuelta. No tarda en
hacerlo y al verme pegar un bocado a la manzana y ofrecérsela después, sonríe
mordiéndose el labio. Eso es sexy….viste unos vaqueros y un polo azul marino,
toda una mordidita. Coge la manzana, la muerde y me aplasta contra su cuerpo
tirando de mí.

¡Madre mía…la que se me viene encima….!

Tira la manzana al suelo sin dudarlo, y empezamos a movernos de


manera….prohibida…al menos para los ojos de un niño….

- Julen…- jadeo excitada, creo que no ha sido buena idea provocarlo, cuando
bailamos, la temperatura de mi cuerpo asciende a cuotas inimaginables…

Su cadera se funde con la mía, la fina tela de mi vestido hace el contacto más
peligroso. Me tira hacia detrás, y pasea su nariz entre mis pechos, hasta llegar a
mi cuello y rozarlo con sus labios.

- Te follaría aquí mismo, te mordería cada parte de tu cuerpo para

comerte

enterita…-

dice

levantándome y quedándose mi pierna levantada, con su mano en mi muslo,


acercándose

lugares

indecentes por debajo de mi vestido.

- Hazlo- termina la canción, y ahora suena una más lenta. Nos viene

bien…para

relajar

los

ánimos…

Demi Lovato con su “Heart Attack llena el River”

- Me encanta que bailes conmigo- le digo-, sólo te falta concederme lo que tú ya


sabes…-

Beth aquí

- Pensaba que ya te habrías quitado esa chorrada de la cabeza, baby.

Nos alejamos de la pista para ir a beber algo, veo que está pensativo, y que no
tiene que ver con lo que estamos hablando. Lleva así desde que estuve con Kassi
y Aden y la pequeña Irina.

- Aparte de mi metedura de pata por lo de Beth, ¿ocurre algo más?

Julen me pasa un zumo de mango con hielo que me sienta fenomenal. Sabe
cuidarme.

- No, todo está bien- no lo está, pero ya me lo contará llegado el momento,


siempre lo hacemos así.

No hay secretos.
- Vale, ¿quieres que nos retiremos de la fiesta?- pregunto.

- Eres la protagonista, no puedes irte de tu fiesta de cumpleaños.

- Sí puedo porque es mía y hago lo

que

quiero-

le

contesto

quitándole su vaso de zumo, bebía lo mismo que yo-. Además, la gente aquí
puede divertirse sin mí, y entienden que nos vayamos- sabe que hablo de Alan.

- ¿Estás segura, baby?

- Estoy segura de ti y de lo que necesitas. Y es estar al lado de Alan, lo echas de


menos y esto no es lo mismo sin él.

- Y sin otros muchos, tu familia…

- Sí, falta mucha gente, pero ya he aceptado la vida que he escogido, y esa vida
eres tú, que compensa todo lo que echo en falta de España. Tú y yo, somos lo
que necesito e mi vida para ser feliz, Sin ti no puedo vivir, y ahora tenemos a
Kai- menos mal que Lisa está con él, porque sino tendríamos que llevarlo con
Leire para que no estuviese todo el día solo. Lo pasea encantada, está como loca
con él porque le hace mucha compañía.

Los perros tienen eso, dicen que cuando te ven y se alegran tanto, es la misma
sensación que sentimos nosotros al enamorarnos. Así que, quien tiene un perro,
tiene un amor cada día…Maravilloso…

Nos despedimos de todos y entienden que nos vayamos, excepto una niña, que
últimamente está dando un poco de guerra, porque reclama más atenciones de su
tío. Sí que es verdad que antes de estar yo en la vida de Julen, pasaba más
tiempo con ella, pero no ha dejado de desatenderla en ningún momento, la adora.
- ¿Por qué te vas tan pronto, tío?-

está casi llorando. Julen se agacha para estar a su misma altura.

- Tengo que visitar al tío Alan, ya sabes que está malito- acaricia su bello rostro.

- Quiero ir contigo- suplica.

- Otro día iremos juntos, ahora no puedes, tienes que ir con tus padres, vas a
pasar el fin de semana con la bisabuela.

- Pero yo quiero ir contigo y la tía Valeria. Quiero dormir con vosotros y con
Kai, por favor, hace mucho que no voy a tu casa- es verdad, pero las cosas han
ocurido así.

- Jane, no te pongas pesada. El domingo comemos todos juntos, los verás


entonces- dice Nathan.

Julen me mira buscando…. ¿Mi aprobación? Si quiere traérsela, por mí no hay


ningún problema. Asiento.

- Si tu madre y tu padre te dejan venir, no tengo ningún problema, princesa- Yara


suspira rendida. Le molesta la actitud de Jane, hemos hablado de ello, y que se
salga con la suya, no mejora las cosas.

- Jane, ¿no puedes entender que a veces los mayores tienen otras cosas que
hacer, y no pueden estar contigo todo el tiempo que tú desees?

- Mamá, por favor- se enrosca en el cuello de Julen que la levanta.

- Yara- le digo-, mañana la llevaremos a casa de Leire, no pasa nada.

- De acuerdo- dice rindiéndose-.

Pero una cosa te digo, Jane, no siempre será así, ¿me oyes?

Empieza a entender eso.

- Sí mami, lo entiendo- hay que ver cómo se las gastan los niños para salirse con
la suya.
Subimos al coche que conduce Dan. Esta noche no va a ser como la esperaba,
pero será especial porque Jane es una de las locuras de Julen, y creo que también
necesita esto. Mi intuición femenina así me lo dice.

- ¿Lista para visitar al tío Alan?-

le pregunta Julen mientras arranca el coche.

- Sí, voy a pegarle un beso tan grande, que se pondrá bueno muy pronto- la
sentamos entre los dos, siempre llevamos una de sus sillas en el maletero. Somos
precavidos.

- Seguro que sí, esos besos no tienen precio- le contesto besando su cabecita.
Julen coge mi cara entre sus manos por encima de su sobrina.

- Y los tuyos tampoco- susurra robándome un beso que me hace sonreír de


felicidad.

- Te quiero…- digo bajito.

- Y yo, te amo más que a mi vida, por eso estás en ella, para que no deje de tener
sentido vivirla…- qué daría por estar a solas con él ahora mismo…

- ¿Jugamos al veo, veo hasta llegar al hospital?- nos reclaman, vuelta al mundo
real.

- ¡Venga Jane- dice Dan-, dispara, te sigo!


Valeria
Tengo sed, pero…

- ¿Julen?- no está a mi lado.

Enciendo la luz de mi mesita y tampoco lo veo. En el baño no está.

Después de visitar a Alan, nos vinimos a casa, pero antes recogimos unas pizzas
para cenar. Jane no paraba de preguntar donde estaban los muebles, por eso
Julen no la había traído a casa desde….pero cedió a que viniese antes de tenerlo
todo en orden, y entonces, llegaron las preguntas. Le contamos que era porque
queríamos hacer cambios, y como no podía ser de otra forma, la niña nos dio
sugerencias. Creo que terminó por poner una piscina, cuatro televisores, muchos
juguetes…toda una experta en decoración, mi sobrina.

Paso por delante del cuarto donde Jane duerme, y veo que está con Morfeo.

Pensaba que Julen podría estar aquí, ha sido él, el encargado de dormirla, no
quería que su tío se fuese hasta que el sueño la venciera.

Escucho… ¿Música? Camino por el pasillo y llego hasta el gimnasio. Abro la


puerta y ahí está, dando golpes a su saco a las cuatro de la mañana. Su cuerpo
brilla por el sudor. No se ha dado cuenta de mi presencia.

Cierro la puerta, Ed Sheeran llena el aire que respiramos con “Photograp”.

Julen lo escucha mucho últimamente, dice que sus letras son realmente bellas.

Cierto, no hay más que escucharlo…

Se apoya contra el saco, descansando su cabeza sobre sus manos. Su cuerpo , y


sus músculos, bailan al ritmo de su respiración.

A veces el amor puede doler…- eso lo sabemos muy bien….

Me acerco a él y beso su piel bañada por el esfuerzo. Reacciona poniéndose en


alerta, pero no se da la vuelta.
Acaricio su piel, recorriendo cada parte de su espalda, llevando mis manos a su
pecho, paseando por cada línea que hay dibujada en este cuerpo, hasta terminar
en su abdomen, donde sus manos se entrelazan con las mías. No decimos nada.

Amar puede curar

Amar puede remendar tu alma…

Se da la vuelta y veo esos preciosos ojos azules tristes, atormentados.

- ¿Qué pasa Julen?- me asusta verlo de esta forma.

No me contesta, solo se acerca para besarme, rompe mis braguitas y me quita la


camiseta de tirantes que llevo. Con Jane en casa, no he querido dormir desnuda,
pero de poco me ha servido preocuparme, porque he terminado así igualmente.

Sin dejar mi boca me tumba en el suelo, ambos estamos bañados por el sudor de
Julen, pero no me importa, me necesita, y yo quiero ser la cura a esa mirada
triste que me cubre esta noche.

Su boca busca mis pechos y sus manos me abren de piernas para encajarse entre
ellas. Acaricia con fuerza mis muslos, subiendo por ellos para llegar a mi sexo y
penetrarme con dos dedos hasta el fondo. Los retuerce provocando que yo
también lo haga en el suelo del gimnasio.

- ¡Oh…!- jadeo fascinada por toda la entrega de Julen. Su lengua lame mis
pechos, y sus dientes los castigan para luego volver a lamerlos. Su pulgar juega
con mi clítoris sin dejar de follarme con sus dedos-. Julen…

- Nena, estás tan hermosa así, siendo mía, a mi merced- habla contra mi piel,
descendiendo entre mis pechos hasta llegar a mi ombligo, donde mete la lengua
para arrastrarla hasta mi tatuaje, que besa con delicadeza, adorándolo.

Sigue su camino hasta llegar a mi monte de Venus depilado como a él le gusta y


morderlo. Mis caderas se alzan ansiosas de más- . Te lo voy a dar, mi boca te
desea amor…

Y así es, se apodera de mi sexo con ella, hambriento como un león que hace
meses que no come, hasta llevarme al orgasmo varias veces, dejándome
exhausta.
- No puedo más- sollozo.

- Sí puedes, por mí- y me da la vuelta para entrar de un empujón golpeando con


fuerza. Apoyo mis manos y mis rodillas para soportar las embestidas de Julen,
que me hacen gritar de placer.

- ¡Sí….no pares…!

- Te necesito Valeria….

- Estoy aquí para ti, siempre…- gruñe y nos vuelve locos a los dos. Sus dedos
tocan ese punto y grito al sentir que me corro otra vez.

- Eso es- y se vacía dentro de mí, hasta que terminamos en el suelo, abrazados en
esta postura, recuperando el aliento.

- Julen…- me doy la vuelta después de unos minutos de silencio. No ha dejado


de repartir besos por mi hombro llegando hasta mi nuca, mientras acaricia mi
vientre.

Busco su mirada, pero él la aparta.

- ¿He sido muy brusco?- ahora sí me mira. Le doy un beso en los labios,
enrollándome como una serpiente a su cuerpo.

- Puedes serlo tantas veces como quieras si terminamos así- quiero que sonría.

- Abrázame…

- Bebé, habla conmigo- su cuerpo me cubre, huele a su perfume, a sudor…una


mezcla que me resulta varonil y excitante…

- No sé si puedo hacerlo ahora.

- Quiero que me dejes ayudarte-tengo una idea. Me levanto y le tiendo la mano.


Nos llevo a la ducha, sin decir nada, abro el agua y él se deja hacer por mí. Lo
enjabono, lo aclaro y conmigo hago lo mismo, hasta que estamos ambos limpios.
Desnudos, bajamos hasta nuestra rinconera, y allí me siento entre sus piernas de
espalda a su cuerpo, envuelta por sus brazos.
- Hoy…- por fin…-, en la fiesta de tu cumpleaños, he sentido muchas cosas,
unas buenas, pero otras también eran malas-. Date la vuelta, amor- obedezco sin
dudarlo, y me siento a horcajadas sobre sus piernas.

- ¿Qué cosas, cariño?- paseo los dedos entre su pelo porque eso lo relaja.

- Cuando has cogido a Irina…

estabas tan bonita con ella en brazos- mi corazón empieza a latir más deprisa-.
Deseé que fuera nuestra, quise que esa niña fuese nuestra hija, y si yo…

- Shhhh… Julen, no podemos vivir en el pasado, yo soy la primera que intenta


no castigarse con ello.

- Sé que tenemos mucho trabajo por delante. Con todo lo que ocurre a nuestro
alrededor, apenas tenemos tiempo de pensar en lo que pasó, solo las pesadillas
nocturnas son el recuerdo de lo que vivimos. Tú has regresado a mi lado, y
viendo lo que te robé, no entiendo cómo puedes estar conmigo- dos lágrimas
caen por sus mejillas, eso me destroza. Las recojo con mis labios.

- Escúchame bebé- lo abrazo muy fuerte y él hace lo mismo-. Fue terrible lo que
pasamos, y puede que

no

hayamos

hablado

lo

suficiente de lo que pasó, pero porque duele demasiado recordarlo.

Cada día sigo sintiendo esa pérdida, y cada vez que veo un niño pienso en cómo
hubiese sido nuestro hijo.

Y sí, ahí es cuando siento el daño que me hiciste, todo por lo que pasé, pero
también sé, que jamás me dañarías

de
esa

forma

intencionadamente. Fuimos víctimas de algo sucio. Puede que otras parejas, no


soportarían el elegir el perdón, pero yo sí, porque te quiero para confiar en ti, en
nosotros, y saber que jamás volverás a herirme de esa forma.

- No volveré a fallarte, baby, pero arrastraré el peso de haberlo hecho toda la


vida, y debo vivir con ello.

- Es cierto, y aprender del pasado también. Eso ha marcado un antes y un


después en nuestra relación, y también en las personas que somos ahora. Somos
lo que vivimos, Julen.

- Tú eres una mujer maravillosa, con el corazón más grande que existe.

- Y que es tuyo, te pertenece.

- Sí, pero todavía no es mío del todo…- no por favor…

- Julen….

- Te niegas a ser mi prometida otra vez, y eso me hace pensar que no he sido
perdonado.

- Por favor, no entremos en ese debate ahora- lo beso y él profundiza el beso.

- Haré que seas mía de todas las maneras posibles.

- Pensé que ya no querías casarte, según me has dado a entender hace unos
días…

- Habló mi ego masculino, estaba herido.

- ¡Ya, ya….anda!- me levanto-, vamos a la cama, que te recuerdo que no estamos


solos, menos mal que Jane tiene el sueño profundo.

- ¿Tíos?- ¡la mato, la mato!

¡Estamos desnudos!
- ¡Joder!- Julen se tapa con un cojín. Y yo hago lo mismo con dos.

Nos mira.

- Jane, por favor, vuelve a tu cuarto que ahora subimos a verte-dice Julen
nervioso.

- De acuerdo, sólo quería un vaso de agua- parece que con el sueño que tiene, no
se ha dado cuenta de nada. Sin poder evitarlo, me entra la risa mientras Jane
desaparece.

Julen me lanza el cojín a la cara contagiándose de mí.

- Esta niña termina con mi salud-dice secándose las lágrimas.

- Pues para que lo sepas, si algún día tenemos una, o uno, quien sabe, esto, habrá
que controlarlo.

- Tranquila mi vida, te aseguro que le pongo un candado a la puerta y hasta el día


siguiente no sale- me azota y sale corriendo hasta las escaleras.

Ese culo….Se gira y me mira por encima de su hombro, sonriendo con ese gesto
baja bragas.

- Pero antes, te casarás conmigo, palabra de tu dios griego- sabe que Marcus lo
llama así. Levanta y baja sus cejas varias veces.

- ¡Eres un creído!- y salgo detrás de ese culo griego, que no se me escape….


Julen
Dejo el coche aparcado en el garaje del hospital, hoy he conducido yo. Voy a ver
a Alan, como cada día, me ha llamado él mismo muy alterado, que venga rápido.
Algo va mal, y estoy asustado, estaba muy nervioso. Tony estaba con él, le ha
quitado el móvil de las manos y sólo me ha dicho que no tarde.

Subo las escaleras, ni siquiera puedo esperar el ascensor. Llego a la planta de


Alan y cuando estoy cerca de su habitación…¡No me lo puedo creer!

Tony se acerca rápidamente con Trevor.

- ¿Qué cojones hace ella aquí? –grito por encima de los hombros de Trevor que
me sujeta.

Valeria está aquí también, y esto ha tenido que ser obra de ella.

- ¿Valeria? ¿No habrás tenido el valor de dejarla pasar?- no me mira-. Déjame


Trevor, no voy a pegar a mi mujer ni a esa zorra.

- Lo sé, sólo quería que te calmases, nada más.

- Julen, no te pases- dice mi querida novia.

- ¿Qué no me pase? Una cosa te voy a decir, amor, voy a entrar a ver a Alan. Si
la llamada que acaba de hacerme hace quince minutos, tiene algo que ver, con
que hayas dejado pasar a esa impresentable a su habitación, te aseguro que tú y
yo, vamos a tener problemas- se frota la cara nerviosa.

- Ya me has contestado. Fuera de aquí, largaros las dos- grito más fuerte que
antes. Se presenta el personal de seguridad del hospital.

- ¿Qué ocurre señor Anderson?-

pregunta uno de ellos.

- Asegúrese que estas dos mujeres, abandonan el recinto- me mira sorprendido.

- Pero…
- Sí, le estoy diciendo que eche a mi novia a la calle, tiene que pegarle el aire en
esa cabeza que parece estar atascada, y no piensa con claridad. Y a la que tiene al
lado, si vuelve a merodear por los alrededores, llame a la policía.

- Julen- Valeria se acerca llorando-, cariño lo siento, yo….

- ¡Fuera de mi vista, no quiero verte ahora! ¡Vete con esa que te importa más que
yo y la salud de Alan! ¡Vete!

Aparto la mirada. Esto me duele más a mí que a ella. Tener que echarla del
hospital, pero es que no soporto que esté aquí. No cuando Alan está mal por ello.

Se van acompañadas por el personal de seguridad.

- Trevor, lleva a Valeria a casa.-

ordeno.

- No creo que me lo permita, sabes que no se irá sin ti- suspiro.

Lo sé.

- Vete con ella, y cuando se largue la otra, tráela de vuelta.

- De acuerdo- entro en la habitación, Nathan está aquí.

- ¿Qué le ocurre?- me acerco a la cama y Alan duerme.

- Está sedado. Ha sufrido una crisis nerviosa, y hemos tenido que calmarlo- miro
a Tony.

Salimos fuera de la habitación.

- Tranquilízate Julen, estará bien.

Han sido demasiadas emociones-dice Nathan.

- Que no tenía por qué vivir, esa mujer no debería haber entrado aquí- contesto.

- Valeria vino con ella, entraron y….bueno, ya sabes….- ¿cómo?


- No Nathan, no sé. Acabo de llegar, ¿ha pasado algo más que deba saber?- la
cara de Tony me dice que sí.

- La madre de Alan, ha sufrido también un ataque de ansiedad al ver a su hijo tan


alterado. Está en una de las salas de al lado, su marido está con ella.

- ¿Pero Valeria en qué cojones estaba pensando?- me paso las manos por el pelo.

- Sólo creía hacer lo correcto, Julen. He llegado y me he encontrado con todo-


dice Tony.

- Pues esta vez ha metido la pata.

¡No puede empeñarse en solucionar la vida de todos!- escucho unos tacones


detrás de mí.

- Julen…- es ella, me giro para encararla-. Lo siento, de verdad que no buscaba


nada de esto, pensé…

- Cariño, no pienses más- le contesto.

- No seas así, Alan ya está bien-dice apenas sin voz.

- No gracias a ti, ¿cómo has podido ser tan estúpida?- eso hace que retroceda un
paso.

- No me trates así, Alan quiere a esa mujer.

- Fuera de su vida, Valeria. No quiere saber nada de ella, sé eso porque he


hablado con él. ¿Te has molestado en preguntarle lo que él quería? Ya te
respondo yo: no.

Porque si lo hubieses hecho, nos habríamos ahorrado toda esta mierda.

- No me castigues más, por favor, ya te he dicho que lo siento.

- Y tú sabes, que a veces, un simple lo siento no basta.

- Eso ha sido un golpe bajo, Julen. No mezcles las cosas- es verdad. No seas tan
cabrón. Quieres que escarmiente, pero no te pases chaval.
- Tienes razón en eso, pero te has equivocado, y mucho. Hasta la madre

de

Alan

ha

salido

perjudicada de tu gran hazaña-sueno sarcástico.

- He hablado con ella…

- ¿Con su madre? ¡Joder Valeria, déjala respirar!

- No está molesta conmigo, le he explicado las cosas- chica lista-.

No quiero que piense que puedo herir a Alan intencionadamente, que sólo
intentaba ayudarlo.

- Pues te habrá dado las gracias, ¿no?- ella me mira entrecerrando los ojos-. No
me mires así, esto te saldrá caro, lo sabes.

- No me amenaces, Julen, Todos cometemos

errores-

contesta

cruzando los brazos.

- Ahora no vayas tú por ahí, y como bien has dicho, no mezclemos las cosas,
porque esto, se podía haber evitado. Sabes que hay cosas que no.

- O sí, depende como se mire- no vamos bien.

- ¿Sabes que odio tener que estar removiendo la mierda que tanto daño nos ha
hecho por culpa de esa mujer? Porque si ella no estuviese aquí, tú no habrías
intentado nada.
Si ella tuviese un poco de dignidad, se largaría de Nueva York.

- Y esperemos que lo haga- dice Tony. Ya ni me acordaba que Nathan y él


estaban detrás de mí.

- Pues que sepáis que no se irá.

Quiere a ese hombre que está ahí postrado, y luchará por él- contesta furiosa.

- Y en ti, tiene una liada, ¿no?-

pregunto.

- Por supuesto- sentencia muy segura.

- Por supuesto- repito.

- Me voy a casa de Tony con Jorge, allí seguro que me miran con un poco más
de cariño. No como si fuese una apestada- se gira y se va.

No voy detrás de ella, estoy enfadado, muy enfadado, y esto, nos traerá cola, ya
lo creo que si….
Julen
Las cosas no han mejorado estos últimos días, no he podido evitar estar esquivo
con Valeria, lo que hizo en el hospital, es imperdonable. Sí, puedo sonar como
un cerdo después de lo que hemos pasado, pero no consigo pasar página con
esto. Cada vez que visito a Alan, todo llega a mi mente, al verlo ahí en esa cama,
sin poder moverse, imaginándolo tan alterado ante la presencia de Beth, la mujer
que lo ha llevado a ese punto. La sangre me hierve.

Tan mal están las cosas, que Valeria se ha ido de casa. Sí, así de mal estamos.

Ha decidido irse con Jorge, su querido amigo del alma, que la apoya en todo.

Aunque la cague.

No dejo de pensar en la rabia que me da estar así con ella, por una persona que
no se merece el respeto de mi mujer, que debería largarse como hizo en su día, y
desaparecer de nuestras vidas.

- Dime Sofía- estoy en mi despacho,

intentando

resultar

productivo a mi empresa, algo que está dejando mucho que desear últimamente.

- Por la línea dos, el señor Angelo- bueno, las cosas mejoran…

- De acuerdo, lo cojo- allá vamos-. ¿Qué me cuentas, italiano?

- ¿Yo? Creo que eres tú el que tiene algo que contarme, ¿no crees?-

¡Joder, no habrá sido capaz de decírselo! ¡La mato!

- ¿Y eso por qué?

- Bueno, me ha llamado cierta española, la más hermosa de ese país…


- No te pases…

- Para confirmar mi asistencia al desfile que se ha retrasado para la próxima


semana, y me ha contado que hay problemillas en el paraíso-uff….suelto el aire
contenido.

- A veces, esas cosas ocurren, hasta en los cuentos de hadas- le contesto más
relajado.

- Julen, no seas capullo, deja tu orgullo de amigo de lado. Ella sólo intentaba
ayudar.

- Pues que deje de solucionar los problemas del mundo, no está en su mano
terminar con ellos.

- Es una mujer increíble, y sabes que tiene un corazón único- Angelo la admira
demasiado, es otra víctima del encanto de mi novia.

Paciencia Julen-. Hasta Alan la ha perdonado, y es el protagonista de toda esta


historia.

- Alan que decida lo que quiera, está en su derecho, y yo en el mío, de hacerle


ver a mi mujer, que no puede actuar libremente sin tener en cuenta los daños,
que puede causar con sus acciones.

- ¡Hombre cruel, no eres justo!

Llaman a la puerta.

- Espera un minuto Angelo.

Adelante- entra un mensajero con una caja negra.

- Buenos días señor Anderson, me envían para que le entregue esta caja
personalmente en mano- la deja sobre la mesa. Me acabo de quedar a cuadros.
Reacciono y le doy un billete al chico y se va contento por su trabajo bien hecho,
y por lo que se ha ganado.

- ¡Oye! ¿Qué pasa?- pregunta Angelo.


- Sí, sigo aquí. Tú no sabrás nada de una caja.

- ¿Yo?- parece sorprendido.

- Sí, como te has hecho tan íntimo de mi española, no sé…

- Eres idiota. No sé nada, pero tampoco te lo diría si fuese de otra forma.

- Esperaba esa respuesta. Te llamo más tarde.

- De acuerdo Romeo, pero no seas muy duro con esa mujer, está loca por ti, y la
vida es breve. No la pierdas en cosas que no merecen la pena.

- Lo tendré en cuenta, y puede que pronto te repita estas palabras-ya lo creo que
sí.

- No lo creo, pero ya me lo dirás.

Hasta luego.

- Hablamos- ni siquiera he podido contarle lo de Ellen. Quiero hacerlo y que él


decida si quiere verla otra vez. Un encuentro fortuito en el desfile sería una
catástrofe, y por lo que yo sé, Valeria la ha informado de que Angelo estará
presente, que trabajan con él, y será algo habitual verlo en ciertos eventos. No sé
más, porque esto me lo ha contado Tony, cuando nos vimos ayer para hablar de
lo que estaba pasando conmigo y Valeria.

Otro que ha perdido la cabeza por mi chica. ¡El mundo no me entiende!

Miro la caja sin tocarla, no sé que podrá haber en ella, pero estoy seguro de
quien la envía. Recibo un mensaje. Es la canción de Ellie Goulding que yo le
envié a ella, y que forma parte de la banda sonora de Cincuenta Sombras de
Grey. A Valeria le encantaron esos libros, y esta cantante más todavía. Love Me
Like….

Ha hecho un montaje con fotografías nuestras, de Kai y de nuestra familia y


amigos…

Ámame como lo haces Tócame como lo haces Ver esto hace que se me encoja el
corazón…Una fotografía dice tanto…
tanto…recoge el paso del tiempo, por eso ella las ama…Ver la nuestra en el
barco de Ibiza, nuestro cuadro…

Solo tú puedes encender mi corazón en el fuego… Mi vida…

Mi alma grita furiosa, reclamando el calor que le da la vida a su corazón, aquel


que yo le estoy robando al no ceder ante el perdón de Valeria: Devuélveme la
vida Julen, ¿no nos han robado bastante?

Termina la canción y la pongo otra vez….y otra…No me canso de mirar sus


ojos, su hermosa sonrisa cuando me mira. Así es una de las fotografías, ambos
sonriendo, pero ella me mira a mí embelesada mientras yo, empujo a Alan en
casa de mi abuela. Nos la hizo Jorge.

Decido por fin abrir la caja, Un precioso papel rojo de seda envuelve algo, pero
antes, leo una nota: “¿Crees en el destino? ¿Crees que la vida tiene un plan para
mí? Así es Julen, Tú eres mi destino, y el mejor plan de mi vida. Perdóname…

Ojalá estuvieses aquí…

La puerta se abre….

Pasan unos segundos…pasos precipitados…

- Mi vida…- la beso sin dejarla hablar, sólo quiero su boca, esa que tanto hecho
de menos en mis noches de soledad desde que se fue, hace dos días a casa de
Jorge.

La llevo hasta la pared, acorralándola con mi cuerpo, que la desea de una manera
sobre humana.

- ¿Esto significa que estoy perdonada?- dice risueña contra mis labios.

- ¿Tú que crees?

- ¿Te han gustado los regalos?-

joder, no he visto lo que hay en la caja.

- Pues…
- ¿No lo has visto?- tuerce el morro.

- Baby, la canción es preciosa y mejor lo que lleva con ella, pero la caja, no me
has dado tiempo a ver lo que hay, estaba en ello.

- Pues hasta que no lo veas, no me toques, Anderson- me coge de la mano y me


lleva hasta mi sillón. Me sienta y se sienta sobre mis piernas para que vea mi
regalo con ella. La verdad, lo prefiero de esta forma.

Ella está nerviosa, expectante por mi reacción, seguro que me encanta, sus
regalos siempre son….

- ¿Una magdalena de chocolate de mi abuela?- me ha dejado muerto.

- ¿No te gusta?- finge estar ofendida-. ¡Y yo que creía que era el mejor regalo del
mundo! Como estás muy avinagrado últimamente por mis meteduras de pata,
sólo quería endulzarte un poco.

- ¿Avinagrado?- esa sí que es buena.

Se levanta para bordear la mesa y huir, eso es lo que debe hacer. ¡Vaya manera
de pedir perdón, llamándome avinagrado!

- Ahora tienes una reunión, ¿no?

- Sí, en….- miro mi reloj-, en diez

minutos,

pero

esperaba

aprovecharlos de otra forma, para demostrarte lo dulce que soy-camina como un


cangrejo hasta llegar a la puerta.

- Pues espero que no le hagas el feo a tu abuela y te la comas, la ha hecho con


todo el cariño del mundo.

Esta magdalena es muy especial, me ha dicho, que la más dulce de todas.


- Estaros tranquilas las dos, me la comeré- digo levantándome y caminando
hacia ella.

- ¡Me voy, te quiero y nos vemos…muy

pronto…

ya

lo

verás…!- sale corriendo y me cierra la puerta en los morros.

- ¡Bruja! Últimamente ese papel, no se lo quita de encima.

Observo el dulce, y la verdad, hoy no he probado bocado porque tenía el


estómago cerrado. Me la llevaré a la reunión, y mientras los directivos hablan,
me la comeré. No quiero hacerles el feo a las señoritas.

Una hora después en la sala de reuniones de J&A…

- Estamos este semestre en un incremento del….

- ¿Pero qué cojones….?- toso al notar algo extraño al probar la magdalena


dichosa de mi abuela, regalo de mi novia.

- ¿Qué ocurre señor Anderson?-

pregunta Ruth, que está tomando notas de la reunión para hacer luego un
informe.

Eso quiero saber yo. Saco de mi boca un… ¿plástico? Esto es muy raro. Lo cojo
entre mis dedos, y es una tira muy fina, que plastifica un pedazo de papel que
lleva una inscripción, un mensaje.

Lo extiendo para poder leerlo con claridad.

“¿Te apuntas al plan de mi vida?

¿Quieres casarte conmigo?


- ¿Qué? ¿Cómo?- no puedo hablar…

- Señor Anderson, de verdad, ¿está usted bien?- mi secretaria se está


preocupando, pero no podría estar mejor.

Me levanto de mi asiento delante de veinte directivos y una secretaria, y salgo


corriendo hacia la puerta. Pero antes de salir por ella, me giro y les digo.

- ¡Día libre señores!- y me voy a buscar el mejor plan de mi vida….


Valeria
Sé que Julen debe de estar buscándome como un loco ahora mismo, he planeado
todo esto sabiendo que correría detrás de mí, que nada podría enturbiar mis
pretensiones. Alan está mejor, y podrá pasar un par de días sin ir a visitarlo.

Eso espero…

Creo que todo está preparado, que no me he dejado nada. Sólo me queda llegar a
mi destino, y terminar de cerrar algunas cosillas…

Tuve que irme de casa, al final Julen y yo parecemos una pareja imposible de
mantener una conversación sin discutir, siempre surge algo que nos perjudica.

También es verdad que fui yo la que metió la pata, no pensé en las consecuencias
de mis actos, y debí hablar antes con Alan, no hacerle esa encerrona.

Lo único que busco es que los míos sean felices, porque si veo que no lo son, yo
tampoco puedo gozar de una felicidad plena. Así me lo han demostrado ellos con
las idas y venidas de mi relación con Julen. Tenemos para escribir un libro. Sé
que todavía no somos felices.

Que no hemos alcanzado esa plenitud, y hasta que no ocurran ciertos


acontecimientos, el círculo no se cerrará del todo. Confío en nuestro amor, en
nosotros, hemos superado demasiado, la pérdida de un hijo nos ha unido, nos ha
demostrado que ambos queremos un futuro juntos, que el uno sin el otro,
vagamos por el mundo como almas en pena.

Nadie puede definir qué es exactamente el amor, qué se debe perdonar o cuándo,
o por qué las cosas deben pasar de una manera o de otra. Sólo existe una verdad
para mí. Amo a Julen Anderson, es parte de mí, de la mujer que soy y seré en un
futuro. Quiero compartir mi vida con él, mis penas y mis alegrías, quiero
cuidarlo, protegerlo del mundo como él hace conmigo. Y aún cuando seamos
nosotros mismos los que nos hagamos daño, que nuestro amor nos ayude a
superar cada piedra que se interponga en nuestro camino. Amar puede destruir,
puede robarte las ganas de vivir, porque el desamor, la pérdida de lo amado, te
desgarra por dentro. Es una sensación que solo conocemos aquellos, que han
perdido su corazón cuando lo han entregado libremente. No existen palabras
para describir aquello… tal vez…lo más doloroso que una persona pueda llegar
a conocer a lo largo de su existencia…Vivir sin los brazos que te han protegido,
sin la mirada que te lo decía todo, esa mirada…única…no hay otra igual…sin
ver la sonrisa que provoca que tu corazón golpee tu pecho, porque acaban de
darle un siglo más de vida… ¿Quién puede vivir sin el amor verdadero una vez
lo ha conocido? Yo no, ¿soy débil? No lo sé, pero mientras esté en mi mano,
lucharé por mi destino, que solo conoce un nombre: Julen.

- Por tu bien espero que no me corten lo que más aprecio- dice Dan sentándose
frente a mí. Neimar también está con nosotros.

- No lo permitiré, sabes que puedo con él- le guiño un ojo.

- Ese hombre enfadado da miedo- Neimar se ríe. Los Black ya forman parte de
nuestra vida, y cada día, eso se afianza más.

- Tranquilo Neimar, ladra pero no muerde.

- Si te escuchara, creo que saldrías corriendo- puede ser, pero no lo hace.

- Nos quedan unas horitas, así que, señores, el consultorio Valeria, abre sus
puertas, ¿Cuál de los dos empieza?

- Yo paso- dice Neimar. Se ha liado con Lauren, la chica de recepción de J&Y,


pero al parecer, la cosa no cuaja.

- ¿Y eso por qué?- estoy intrigada.

- Val, las mujeres sois muy complicadas. Decís una cosa, cuando estáis
queriendo decir otra, y yo no tengo ganas de descifrar cada palabra que sale por
la boca de Lauren.

- Neimar, esa chica te gusta- lo sé.

- No lo niego, pero también me gustan otras. Simplemente no ha salido bien, fin


de la historia- lo veo muy relajado. Así será, se acabó y punto. A ver si puedo
preguntarle a Lauren, sé que ella está colgada por él. Se quedó prendada la
primera vez que Neimar vino a recogerme al trabajo.

- Bueno, pues dejemos esta historia. Os advierto que hay mucho tiempo por
delante hasta que el jet aterrice, y estoy con los nervios a mil, por lo que no os
voy a dejar respirar. Quiero que me ayudéis a que el tiempo pase rápido.

- ¿Quieres que nos pongamos a saltar y nos echas cacahuetes?- Dan y su humor
negro.

- ¡Ja, ja, ja! ¡Qué gracioso! Pues que sepas, que no estaría mal del todo- eso los
hace sonreír.

- Ni lo sueños, antes me tiro de este avión.

- Dan, no seas burro. Venga, ¿cómo te va a ti con esa chica de Broocklyn?

- Bien, nos vemos cuando nuestros trabajos nos lo permiten.

- ¿Bien? Pero no seas así, si Lisa está encantada con Alissa, hemos hablado de
ella.

- Ya sabes como son las madres, deseando que sus hijos se casen, nietos y esas
cosas- pone los ojos en blanco.

- No es cierto, tu madre quiere que seas feliz, y dice que nunca te había visto así-
está en una nube.

Julen y yo comimos con ella porque salimos temprano del trabajo, y nos lo
contó, el día antes de que yo metiese la pata en el hospital.

- Eso es verdad, es la primera chica que me dura más de un mes.

- ¡Madre mía qué espléndidos están hoy mis chicos!

- ¡Para qué preguntas!- dice Neimar-. Tú te lo has buscado.

- También es verdad, señor borde- le saco la lengua y suelta una carcajada.

Ver a los Black en esta nueva vida, fuera de las peleas y las calles de Broocklyn,
es maravilloso. Que Julen les haya dado una oportunidad en la vida, dice mucho
de mi futuro marido. Bueno, aún no me ha contestado. Ni siquiera llamado.

Ahí está, antes hablo, antes tengo que callarme, pero mucho estaba tardando.
- Hola…

- ¿Hola? ¿Quieres volverme loco? Me pides que me case contigo, dejándome


loco en mitad de una reunión con todos los directivos, y ¿te largas?

- ¿Dónde estás?

- Pues con Trévor y Oli, tienen órdenes tuyas de llevarme al aeropuerto. Estás
como una cabra.

- Pero me quieres.

- Más que a mi vida, aunque otras te mataría, amor.

- No podrías vivir sin mí.

- Eso es lo que te salva, nena, eso es lo único que te salva.

- ¡Te prometo que te compensaré tooooodo este calvario que te estoy haciendo
pasar!- me río.

- ¿Te ríes bruja?

- Siempre eres tú quien me sorprende a mí, déjame mimarte a ti también.

- Cariño, estoy como loco por…

por… ¡joder Valeria…!- suspira-, Necesito besarte y abrazarte, y decirte….- y yo


mi miño.

- Shhhh, cuando nos veamos, Julen, allí me lo dirás todo.

Incluyendo eso que me mantiene tan ansiosa.

- Sabes la respuesta, estaría loco si dijese lo contrario.

- Pero la necesito escuchar de tus labios, pero a mi manera…

- ¿A dónde me llevan? He tenido que llamar a Sofía y a Tony, que por cierto
estaba al tanto.
- Claro, estos días en los que Jorge y él me han adoptado, les he contado mis
planes malvados- se ríe.

- Eres imposible, amor.

- ¿Imposible? Entre tú y yo, te recuerdo, que nada lo es- mi cuerpo tiembla al


recordar algo…

- También lo has pensado, dime que no ha sido así, baby…

- Fue una noche maravillosa- la canción de James Arthur, Imposible, qué


momentazo en nuestra relación.

Inolvidable, mágico. Julen sabe crear eso, magia…

- Como tú, porque provocas que este hombre haga todas esas locuras por ti.

- Y espero que otras muchas-sabe de que hablo.

- Sí, muchas, pero no las que tú deseas, pero te compensaré con otras.

- Seguro que sí, bebé.

- Bueno, hemos llegado al aeropuerto, ¿me vas a decir a dónde me llevan?

- Lo sabrás en breve. No seas pitufo gruñón, ya queda poco.

- ¿Pitufo gruñón? Ya hablaremos tú y yo, y te demostraré lo mucho que gruño.

- Lo espero ansiosa, Diablo…te quiero…

- Y yo a ti- colgamos.

No digo nada más, y Dan y Neimar tampoco. Ahora mismo, sobran las palabras.
Julen
Miami. Ese era el destino de mi jet.

Valeria nos ha traído a nuestro rincón mágico. Espero que no tenga pensado salir
de estas cuatro paredes, porque no tengo ganas de soportar a la prensa, han
estado muy pesados últimamente. Cada vez que veo el rostro de mi chica en
primera plana, tengo ganas de cogerla y buscarnos un escondite del que no
podamos salir jamás. Y por lo que veo, ella ha elegido por los dos, y no podía
haberlo hecho mejor.

Hace mucho que no venimos a Miami, desde que lo hicimos con mi familia y
nuestros amigos, ya no habíamos tenido otra oportunidad de viajar a nuestro
lugar especial. Es de noche, el jardín está precioso, siempre hay personal todo el
año cuidando la casa, al igual que en Ibiza. Bajo del coche, y cuando lo hago
para dirigirme a las escaleras de la puerta principal, veo algo escrito, colgado en
un precioso papel rojo, con letras plateadas.

Si sigues queriendo perseguir tu destino, no te salgas del camino…

Niego con la cabeza sonriendo. La amo tanto…

La puerta está abierta, al cruzarla todo lo que se presenta ante mí es…

precioso. Miles de velas de diferentes colores, con multitud de pétalos de flores,


crean un sendero que me empuja a subir las escaleras. Pero la nota, la ponen
unas diminutas réplicas de la misma magdalena que llegó a mis manos esta
mañana, y que ha cambiado mi vida.

En el primer escalón, otro mensaje, al lado de una rosa roja.

Llegaste a mi vida cuando más te necesitaba, y ya no sé vivirla sin ti…

Subo corriendo las escaleras, y camino hasta nuestra habitación. Toda la


decoración es blanca, y la iluminación resalta sobre este fondo mágico, Veo que
el balcón está abierto, me invita a asomarme. Está enfocado al mar, y a la parte
que más le gusta a Valeria. Todo hecho en piedra, y hay un jacuzzi cerca de la
piscina, enmarcado en el mismo material, junto a una zona chill out, donde
apoyada sobre una barandilla, mirando al infinito, se encuentra lo más bonito de
mi mundo.

Lleva el pelo suelto, que baila con la brisa del mar, la temperatura es perfecta,
como ella. Su silueta se aprecia bajo esa fina bata transparente que cubre su piel.

Saltaría por este balcón para acortar la distancia que me separa de ella ahora
mismo. Sobre la piedra del balcón, en la que permanezco inmóvil mirándola, un
nuevo mensaje, dentro de un sobre.

Lo eres todo para mí, un sueño, mi sueño…lo mejor que me ha pasado en la vida
es encontrarte y enamorarme de ti…

Vuelvo sobre mis pasos, necesito llegar hasta ella, pero antes aprecio sobre la
cama un bañador. Tardo dos segundos en quitarme la ropa y ponérmelo. Parece
que me persiguen, pero soy yo el perseguidor, y tengo claro mi objetivo.

Por fin…

No se gira, pero yo me acerco a ella, envolviéndola con mi cuerpo, uniendo mis


manos a las suyas y llevándolas sobre su vientre. Ella se recuesta sobre mi
cuerpo, y no decimos nada, porque la canción que suena, lo dice todo…”The
Reason” de Hoobastank.

No soy una persona perfecta…

Sin imaginarlo, los dos susurramos la letra de la canción, porque ambos,


sentimos un amor infinito el uno por el otro. Nuestros corazones cantan, cantan
al amor verdadero.

Perdón por lastimarte Es algo que jamás podré olvidar El dolor que sentiste
Solo quiero hacerlo borrar Para decirte la verdad Se gira entre mis brazos para
rodear mi cuello hundiendo su cara en mi piel.

Bailo con ella si que dejemos de cantar bajito.

Que hoy por fin encontré Una razón para mí

Para cambiar lo que fui Una razón para seguir La razón eres tú, la razón eres
tú…
Necesito sus labios. Detengo el baile y la busco. ¡Dios mío… qué bonitos están
sus ojos esta noche, brillan más que nunca! Me pierdo en ellos.

- Sí quiero casarme contigo, porque tú eres mi razón…- hace algo que hacía
tiempo que no hacía, y es besar nuestras pulseras-. Te pertenezco- sonríe dejando
escapar una lágrima, que recojo con mi boca.

- Y la mía eres tú, y yo te pertenezco a ti. Te quiero tanto, que sabe a poco
decirlo, vivir esta vida contigo, será el principio, siempre querré más a tu lado…

- Y lo tendrás, porque la eternidad nos espera, una misma vida nos une por un
tiempo, pero un cielo nos hará eternos- y me fundo con ella, besándola con toda
mi alma, sintiendo como ella se deshace conmigo.

Dejo caer por sus brazos la poca ropa que lleva, esconde su piel bajo esta fina
bata. Mi polla palpita furiosa, deseando salir para buscar ese lugar del cual nunca
querría salir. La levanto y la llevo hasta el jacuzzi. Miles de velas nos rodean, y
la luz que se refleja en la piel de Valeria, hace que desee devorarla.

Siento celos de las gotas de agua que veo que bañan su piel, mientras me quito el
bañador.

Se tumba, esperándome, abriéndose de piernas para que vaya a buscarla, y no


tardo en caer sobre ella, sin llegar a penetrarla. Sus manos aprietan mis nalgas, y
frota su sexo contra mi verga.

Nuestros besos se han vuelto desesperados, no podemos dejar de besarnos.

Me apoyo en la piedra para mover mis caderas, provocándola, juego con sus
pechos, que se ven perfectos a través del agua. Arquea su cuerpo cuando pellizco
sus pezones.

- Julen…no me castigues más…

- ¿Sabes lo que me has hecho pasar?

- Pero te dije…- mi polla entra hasta el final, y la sacude-…Sí…-

gime
cuando

entro

salgo

lentamente de ella, pero los golpes que recibe son secos y duros.

Clava sus uñas en mi piel, pidiéndome más, y no tardaré mucho en dárselo. Mis
dedos llegan hasta nuestros cuerpos unidos, y froto su clítoris, para que se corra.
Mi boca asalta la suya, la muerdo dejándome llevar por la excitación.

- No dejes de hacer eso…-

pero…- no…- solloza. Empujo más fuerte, el agua del jacuzzi está tan
enloquecida como nosotros.

- Prométeme una cosa, amor…

- Lo que quieras…- abre sus ojos para conectar con los míos. Ver todo lo que
veo en ellos, nunca habrá manera de agradecérselo a su corazón, por haberme
elegido.

- Que nunca más huirás de mí-

ambos gritamos al unísono al tocar ese punto maravilloso que la vuelve loca.

- Dios…- cierra los ojos.

- Mírame, amor- me detengo y abre los ojos como platos, pero serena,
acariciando mi cara.

- Nunca más huiré de ti, me entrego a ti, para siempre, Julen…

- Para siempre…- y mis caderas cobran vida. La llevo al orgasmo, y al sentir


como se corre, mi polla posee su sexo castigándolo sin piedad, hasta derramarme
en su interior con toda mi alma, con todo de mí.

- Madre mía… - dice.


- Madre mía…- contesto a eso.

Ha sido sublime… ¿pero cuándo no lo es?

No hemos dejado el jacuzzi y Valeria está tumbada sobre mi pecho, besando mi


cuello mientras acaricio su espalda arriba y abajo.

- Vas a ser mi mujer, esta vez no te me escapas.

- Porque tú has aceptado ser mi marido.

- No has querido darme el sí quiero antes, pero ahora, entiendo por qué. Gracias
amor, no podía ni imaginar por un segundo, que preparabas todo esto. Es lo más
bonito que han hecho por mí nunca.

- Eres un impaciente.

- Porque estoy como loco porque seas mi mujer, baby. Te quiero de todas las
formas que pueda tenerte en esta vida, y ser mi esposa, es el principio de esta
nueva etapa contigo.

- Y me tendrás- dice muy segura-, de todas las formas posibles, cariño.

- No dejo de soñar con la que más me asusta, pero también es la que más anhelo.
Cuando miras a los niños en el parque, cuando estás con Jane o Irina, se rompe
algo dentro de mí. Siento que nos he robado eso, un bonito sueño.

Se sienta a horcajadas rápidamente sobre mis piernas, cogiendo mi cara entre sus
manos.

- No vuelvas allí, ya no mi amor.

Pasó y ya nada podemos hacer por cambiar las cosas. Tal vez ese no era nuestro
momento, no lo sé, no entiendo la vida muchas veces, pero no vamos a
castigarnos más por cómo la estamos viviendo. Cuenta el ahora, lo que somos,
hacia donde caminamos, y aquello por lo que queremos luchar. Yo lucho por ti,
por nosotros, por seguir cumpliendo cada uno de tus sueños.

- Mi sueño eres tú, yo lucho por ti.


- Pues cógeme fuerte la mano-aprieto fuerte sus nalgas. Eso provoca

sus

carcajadas.

Qué

hermosa imagen. Su pelo mojado, sus ojos son las estrellas más bonitas de mi
cielo, y su sonrisa…

¡qué daría yo por tener esta imagen frente a mí cada segundo de mi vida!

- Tenemos una boda qué preparar.

- En Ibiza.

- En Ibiza- repite asintiendo.

- ¿Estás segura de casarte con este viejo cascarrabias?- pregunto mordiendo su


labio inferior-. Tengo más teclas que un piano, ¿lo sabes no?- me roba un beso
que hace que vibre mi corazón, y otra parte de mi cuerpo. Ella mueve sus
caderas para provocarme.

- No cambiaría ni una cosa de ti, porque te amo tal y como eres, con tus virtudes
y tus imperfecciones.

Aunque estas últimas todavía sigo buscándolas.

- Pues…- le hago cosquillas y se revuelve haciendo que el agua nos salpique-…


¡voy a empezar yo a buscar por aquí abajo, las tuyas, a ver qué encuentro…!

Seguro que algo bueno…y muy dulce, como el mango…


Valeria
Mi dedo anular izquierdo, vuelve a lucir un anillo precioso. El de mi
compromiso, y Julen ha vuelto ha ponerse el suyo. Las alianzas de la boda, las
escogeremos otra vez, las anteriores no valen, no las queremos. Estos sí, porque
el momento que los trajo a nuestras vidas fueron muy especiales.

Madrid y la Puerta del Sol…¡qué momentazo! Julen es así, sabe cómo


mantenerme en alerta.

Las cosas no parecen mejorar entre Beth y Alan, ella lo llama todos los días,
pero no hay respuesta por su parte. Me voy al despacho de Jorge, porque
necesito unos minutos de descanso. Llevo dos días de locos, sí, me lo merezco
por irme a Miami en plena campaña, pero lo que va delante, pues eso, va
delante.

- ¿Se puede?- esa carita…- ¿Qué te ocurre?

- He discutido con Tony- dice muy enfadado.

- ¡Vaya por Dios, estamos finos últimamente, no damos una!

- ¡Es que tiene narices la cosa!

Es el primero que se pone celoso, no le gusta que me vea rodea de hombres


guapos. Los modelos, ya sabes. Pero él, se va de comida con un compañero de
trabajo que no me gusta nada. Está buscando comer en casa ajena, y él se lo
permite.

- ¿Estás seguro de eso?- la verdad es que Jorge es muy inseguro, debido a sus
relaciones anteriores, pero también sé que pocas veces se equivoca.

- Sí, sólo he tenido que comer con ellos para darme cuenta de que no me
equivoco- se levanta para mirar por los ventanales-. Desde que Alan tuvo ese
accidente, este gilipollas, porque no hay otra forma de llamarlo, se ha convertido
en su nueva sombra. Es el sustituto temporal de Alan, que por cierto, ha
nombrado tu querido prometido.
¡Menudo ojo tiene!

- Venga Jorge, si Julen lo ha escogido, será porque es bueno en las finanzas, y no


porque quiera tirarse a tu chico.

- ¡Joder, lo sé, pero estoy que me subo por las paredes! Cuando estamos en casa
cenando, y lo nombra para contarme cualquier cosa, me revuelve el estómago.

- Pero con Alan no te pasa.

- Porque no quiere tirarse a mi novio, esa es la diferencia.

- ¿No pueden ser simplemente celos?

- No, Val, te juro que eso lo huelo. Siempre tengo un radar para esa gente que no
respeta nada, y sabes de lo que hablo, en Valencia viví mucho de eso- es verdad.

- ¿Qué dice Tony?

- Nada, que los celos me ciegan y que no puedo ver más allá de una simple
relación laboral. Lo que pasa, es que él no se ha dado cuenta, porque pasa de ese
chico.

- Eso es lo único que tiene que importarte. Tu pareja pasa de su culo, nunca
mejor dicho- intento hacerlo reír pero no funciona.

- Evidentemente ayuda, pero no tranquiliza. Si una de las secretarias de Julen,


quisiera tirárselo, tú…

- Vale, vale, lo he pillado- ya estaría lejos de él.

- Quiero tu ayuda, necesito que me hagas un favor.

- Miedo me das, nene, pero venga, soy toda oídos…

En un restaurante de la Quinta Avenida…

- Ya sabes lo que tienes que hacer, nena. No me falles.

- ¡Joder, qué presión, estoy nerviosa y todo!


- Pues relájate.

- Julen te mata y me mata, ¿lo sabes?

- Tú sabrás apaciguar a la bestia-esa palabra me hace sonreír.

- Bueno, me gusta más que esté en alerta.

- No te pongas a desvariar, enferma del sexo, ¡y a por ello!-

¡Que dios nos asista!

Camino hacia los baños, cojo el bolso con fuerza, pegándolo bien a mi cuerpo.

Sigo a un hombre, y este es el momento de pillarlo como espero.

Él entra en el servicio de caballeros, y yo me mantengo a la espera. Nadie a la


vista, eso ayuda mucho.

- Perdón, no la había visto-respira nena.

- ¿Tan mayor me ves?- me mira de arriba abajo.

- No, la verdad, te veo muy bien.

- Eso me gusta más, porque la verdad, es que yo te llevo viendo varios días, y
hoy, no he podido evitar acercarme a ti. Me gustas, y tenía que decírtelo- veo que
retrocede un paso.

- Oye…

- Selma.

- Selma, no es por ti, es…

- Tienes pareja.

- No, ya quisiera tenerla, en concreto, tenerlo. Soy gay- bingo, Jorge ha acertado
en la primera parte.

Miro a la mesa donde está Tony sentado, esperando que su compañero de trabajo
regrese.

- ¿Ese es el hombre al que quieres tener?- señalo con la cabeza a Tony.

- ¿Tony? No, él sólo es un compañero de trabajo, más bien un superior. Trabajo


para Industrias Anderson, y mi jefe sí es un auténtico bombón, ¡Quien pudiera
comérselo!

- Mas quisieras chato…

- ¿Qué has dicho?

- Nada, nada, una tontería.

¿Entonces? Ya me has dejado intrigada,

la

vez

que

desconcertada al enterarme que eres gay. ¡Menudo palo me he llevado!

- Quiero que sepas que eres una mujer increíble, al menos lo que ven mis ojos, si
fuese hetero, no dudaría en salir contigo, pero la verdad, es que me he pillado
por el novio de mi superior, se llama Jorge.

- ¿Cómo?- me ha salido un gallo.

Me he quedado sin voz.

- ¿Lo conoces?

- ¿Yo? No, no …-recupero mi voz-. Yo sólo me había fijado en ti, no sé de quien


me hablas, pero, tengo que irme, siento mucho todo esto, la verdad- empiezo a
caminar.

No quiero que Tony me vea.


- Espera, ¿podemos ser amigos?

Si quieres…

- Eh…tal vez más adelante, si nos volvemos a encontrar, tengo que superar este
mazazo. Adiós…

- ¡Logan, me llamo Logan!

- Vale Logan, pues.. ¡suerte en la vida!- y salgo por patas del restaurante hasta
llegar al coche, que me espera en la esquina.

- ¡Te mato, yo a ti te mato!- me quito la peluca y las gafas de sol que me he


puesto-. Tienes el ojo en donde yo te diga.

- ¿Qué ha pasado?- pregunta intrigado mientras Dan arranca el coche.

- Dan, de esto ya sabes, ni una palabra a Julen hasta que yo se lo cuente.

- Soy una tumba.

- ¿Me quieres decir qué ha pasado ahí dentro?

- Sí, señorito, enseguida te lo cuento, vas a quedarte de piedra.

Vamos a tomarnos algo, porque me he

quedado

seca,

demasiada

emoción para mi cuerpo.

- ¿River?- pregunta Dan.

- Sí, le contesto, y luego regresamos a las oficinas, queda mucho por hacer y
poco tiempo, y ya el señorito Jorge, nos ha hecho perder

demasiado-
Jorge

está

alucinando sin entender nada. No podemos retrasar más el desfile, esta vez no.

- Espero una explicación- dice cruzando sus brazos sobre su pecho.

- Y tendrás dos. Una por tonto, y otra por idiota- abre la boca como un pez, pero
no digo nada más hasta que lleguemos al River y se me pase este sofoco.

¡Qué complicado es el amor! ¿Pero podemos vivir sin él?


Julen
Creo que me he equivocado, Valeria así lo asegura, no ha dejado de repetírmelo
toda la semana. Ayer celebramos nuestro compromiso en la mansión de Alpine
de mis padres, mi abuela estaba allí, y por supuesto Alan. Le han dado el alta, y
celebramos todo en esa noche. Hicimos una conexión por Skype con la familia
de Valeria para comunicarles que nos casamos, y contra todo pronóstico mío, se
alegraron mucho por la noticia. Hasta Iván me felicitó. Las cosas parece que por
fin marchan bien.

Al menos algunas. Otras, lleva su tiempo solucionarlas, porque no sé por donde


cogerlas. Y otras, lleva un poco más digerirlas, como que tu prometida se
disfrace para tontear con un hombre. A Tony se le escapó ese hecho entre
bromas, y casi me atraganto con la copa.

Esta mujer quiere acabar conmigo y con mi paciencia. Pero así son los detectives
Jorge y Valeria, no descansan sino hacen una de las suyas. Tony me puso al tanto
de todo en la cena, Jorge se lo confesó la misma noche de la gran hazaña, cosa
que mi chica no. Sé por qué, no quería cabrearme y no debo darle mayor
importancia, pero al llegar a casa, saltaron fuegos artificiales. La traca final
fue…lo mejor, pero antes, hubo demasiada pólvora. Tarde o temprano me lo
hubiese dicho, y ahora entiendo ciertas actitudes de mi bruja particular.

- A veces me asusta tu reacción, por eso no te lo he dicho antes, y no quería


estropear las cosas, estoy harta de discutir y de enfados- me dijo-. Fue un favor,
y lo hice porque sabía que era gay, nada más. Y encima, estás más posesivo que
nunca- eso es verdad, pero no por ello debió ocultármelo. Pero lo dejaremos
pasar.

Voy camino del aeropuerto a recoger a Angelo, mañana es el último desfile antes
del verano para la presentación de la nueva colección de J&Y, y él estará
presente porque sus telas, son claves, muy importantes en los diferentes modelos
que Yara ha creado.

No he podido decirle nada de Ellen, no salían las palabras de mi boca, y ahora no


me queda otra que hacerlo cuando lo tenga delante. No puedo dejar que se la
encuentre en ese evento, será un shock para él. Si no quiere verla, estará a
tiempo de regresar a Italia. Un jet lo llevará de vuelta.
- Hola baby.

- ¿Estás ya con él?- está impaciente con este tema.

- No, aún no he llegado al aeropuerto, pero si lo tuviese al lado, ¿no crees que
está fuera de lugar que tú y yo hablemos de ello?

- Lo sé, vale, lo siento, es que no saber qué pasará, me pone de los nervios. Ella
está tan tranquila, parece que le importa una mierda volver a verlo, o al menos,
es una gran actriz.

- Eso se verá si él acepta presentarse, cuando se encuentren, ahí será la prueba


definitiva.

- Julen, debiste decírselo antes, era lo mejor.

- No me tortures más, cariño, ahora ya es tarde para eso.

Esperaremos a ver cómo se lo toma.

Una cosa así, creo que es mejor decirla a la cara. Cada uno tiene sus métodos. Él
utilizó la televisión para que yo te encontrase.

- Sí, cierto- resopla-. Vuelve pronto, te echo de menos, y esta mañana no nos
hemos visto, has madrugado mucho.

- La reunión que se quedó pendiente por una magdalena, ¿te suena?- eso la hace
reír.

- No, la verdad es que no recuerdo nada de eso.

- Ya te refrescaré la memoria, no te preocupes. Amor, hemos llegado.

- De acuerdo, suerte.

- La voy a necesitar. Un beso, te quiero, baby.

- Y yo más, bebé, hasta luego- y cortamos la comunicación.

Cojo aire, me hará falta, esto no va a ser nada fácil.


Bajo del coche. Angelo baja del jet que he enviado para que lo recojan, y con él
viaja una mujer. Esto no lo sabía. Las cosas mejoran por momentos. Me suena la
cara de ella, creo que es la secretaria que tenía Valeria en Italia, la responsable de
que mis flores llegasen a su despacho.

- ¡Hombre, esto sí que es todo un recibimiento!- nos abrazamos.

- No te mereces menos- le contesto separándome de él.

- Ella es Rebecca, mi acompañante- la saludo dándole la mano.

- Encantada de volver a verlo, señor Anderson.

- Por favor, tutéame.

- Puede que la recuerdes, era la secretaria de tu prometida- confirma Angelo mis


sospechas.

- Sí, la recuerdo, me ayudó mucho en esa etapa de reconquista de mi futura


mujer- ella me sonríe.

- Fue todo un placer, que triunfe el amor, es algo precioso.

- Preciosa su prometida, no se la merece- será cabrón.

- Gracias, amigo- le respondo con sarcasmo.

- De nada, venga, llévanos al hotel que estoy cansado- se acerca para hablarme al
oído mientras Rebecca entra en el coche-. Esta mujer

es

insaciable,

acabará

conmigo.

- No creo que tengas queja- le contesto.

- No me quejo, pero sinceramente, me aburro mucho con ella fuera de la cama.


No sabes lo que te envidio, Julen. Cuida a esa mujer, el amor, no suele llamar
dos veces a tu puerta, mírame a mí-

ahora o nunca. Lo siento por Rebecca, pero puede volverse en el jet, no tengo
ningún problema.

- Angelo…

- ¿Por fin me lo vas a contar?-

me deja sorprendido.

- ¿Cómo?

- Sé que intentas decirme algo desde hace varios días, tú nunca te quedas
encajado en una frase. Eres claro y directo. Nos conocemos desde hace muchos
años. Puede que no nos veamos todos los días, y que empezamos una amistad
con fiestas locas. Pero cuando estuviste en Italia, y yo en Nueva York,
maduramos esos lazos de jóvenes alocados. Cuando te importa alguien lo
escuchas, y tú para mí, eres como el hermano que nunca tuve. Ya sabes la mierda
de familia que tengo, así que, dispara Julen.

- Joder, voy a tener que tener más cuidado con eso de resultar un libro abierto,
creo que el amor me ha ablandado.

- Puede que sí, por ello daremos gracias a tu española- ambos sonreímos.

Nos acercamos al coche.

- Trevor, lleva a la señorita a su hotel y luego ven a recogernos.

Angelo y yo tenemos negocios que tratar, y no pueden esperar-Rebecca no dice


nada.

- De acuerdo- contesta Trevor.

- Iré más tarde Rebecca, ya has escuchado a Julen.

- Bien, te esperaré para comer-contesta conforme. Angelo asiente y se aleja del


coche antes que yo.
Ningún gesto cariñoso a la vista.

- Veo que rebosas amor por esa chica- le digo caminando por el aeropuerto. Le
enviaré un mensaje a Trevor de que estoy en una de las cafeterías de la zona.

No contaba con esto, la prensa, ya los tenemos encima.

- ¡Señor Anderson, por favor!-

caminamos rápido para entrar en un local

donde

no

puedan

molestarnos-. Nos ha llegado la información de que su pareja ha sufrido un


aborto. ¿Es eso cierto?-

se me corta la respiración y me paro en seco. Me giro bruscamente para


encararlos a todos.

- Creo que hasta día de hoy, la señorita Fernández y yo, hemos sido muy
respetuosos con su trabajo, dejando que nos fotografíen, y respondiendo a sus
preguntas. ¿Me equivoco?- un silencio general de las personas que me apuntan
con sus micros y me graban con sus cámaras se cierne ante todos-. No sé de
dónde sacan esas informaciones, pero les aseguro, que no pienso ser benévolo
con nadie. Mis abogados perseguirán a todo aquel que intente dañar el honor de
mi mujer o de cualquier `persona importante en mi vida. Así que, piensen dos
veces las cosas, antes de soltar gilipolleces por eso que llaman boca. Buenos
días- y seguimos con nuestros pasos, y ya nadie nos sigue. Sólo Oliver, él sólo
no podía con todos los periodistas, pero yo sí.

Llegamos a una mesa en el fondo de la cafetería que hemos elegido, y Oliver se


queda en la puerta.

- Esos buitres se enteran de todo, nunca entenderé como- dice Angelo.

- Pues muy sencillo. Algún miembro del hospital en el que estuvo Valeria, se ha
vendido.

- ¿Pero no firmaron todos los implicados

un

acuerdo

de

confidencialidad para que esto no ocurriese?

- Sí Angelo, pero se lo han pasado por el forro. No por mucho tiempo- hago una
llamada-. Calvin, busca el contrato que recibiste del hospital Santo Rey de
España, y averigua quién cojones lo ha roto.

Quiero su cabeza. En dos días quiero respuestas. De acuerdo.

- Vaya, no te andas con tonterías.

- Cuando se trata de Valeria no.

Tengo al mejor abogado y…

- A unos cuantos diría yo.

- Sí, pero Calvin es quien lleva el peso, no se le escapa ni una- me froto la cara-.
¡Joder, no hay manera de vivir tranquilo! Si Valeria se entera de que esa noticia
anda por ahí, lo revivirá todo otra vez, y no quiero que pase por eso. Bastante
jodido sigue siendo todavía, como para que nos echen más mierda encima. A esa
persona, le va a pesar cada euro recibido por vender el honor de mi mujer, lo
juro.

- Tranquilo, rezaremos para que tu sermón haya servido de algo, y que al no


darle importancia y cortarlo con tiempo, lo hayas parado para que no salga a la
luz en alguna revista o canal de televisión-eso ya sería la guinda del pastel.

- Bueno, vamos a dejar de lado esta mierda, para meternos en otra-frena Julen.
Relájate, Angelo no tiene la culpa de nada.

- ¿Mierda? ¿De qué hablas?-


bien Julen, eres el mejor soltando bombazos.

Tal

vez

deberías

habérselo dejado a tu chica y te ahorrarías muchos disgustos.

- Perdona, se me ha ido la cabeza- frunce el ceño-. Lo que tenemos que hablar,


es algo muy delicado, de hecho, no sé ni como empezar.

- Pues por el principio, lógicamente.

- Angelo, el principio está muy lejano, es mejor centrarnos en el presente- le


contesto uniendo mis manos en la mesa. Nos sirven dos martinis.

- Me estás poniendo nervioso, y sabes que eso no es fácil.

- Lo sé, pero decirte esto tampoco.

- ¡Suéltalo de una puta vez!- allá voy, en frío, sin darle más vueltas.

- Ellen- se queda quieto, mirándome sin parpadear.

- ¿Qué?- su voz sale ahogada.

- Ellen, la mujer de la que te enamoraste y de la que sigues enamorado, está aquí,


en Nueva York, concretamente en Manhattan, y para ser más exactos, trabajando
con mi prometida. Ella la contrató-

silencio.

Silencio.

Silencio….-

Angelo…

- ¿Estás de coña? ¿Me… me estás tomando el pelo?- se levanta de


la

silla

muy

histérico,

paseándose de un lado a otro frente a mí-. ¡Eso no es verdad, no puede ser, no…
no me lo puedo creer!- se detiene de repente acercándose a la mesa y apoyando
ambas manos para que su cara quede muy cerca de la mía-. Dime que no es
verdad.

¡Miénteme!

- No puedo, es verdad, ella está aquí.

- ¡Joder!- se sienta pasándose la mano por el pelo. Cierra los ojos-.

¿Cómo es posible, Julen? La busqué durante años, lo sabes, se esfumó cuando


supo quien era.

- Se sintió estafada, engañada por ti.

- Me equivoqué, pero la amaba, eso era cierto, y ella lo sabía, no se puede fingir
eso- sus ojos brillan, su cara está descompuesta.

- Fingiste ser un camarero para acercarte a ella, cuando eras uno de los
ricachones a los que ella atendía- le contesto. No quiero machacarlo más, pero
llevó su mentira demasiado lejos, y por ello la perdió. No pudo creer de Angelo
nada más que sus mentiras.

- Era joven, estúpido y no sabía que ella reaccionaría así- sólo quería estar a su
lado, pasar el mayor tiempo posible con ella, por eso lo hice.

- Sí, pero todos sus compañeros sabían quien eras, compraste su silencio para
que no te delataran. Se sintió el payaso del circo que montaste, me lo contaste
así.

- Sí, ver su cara…aún me duele ver esos ojos tristes al descubrir mi engaño. Fue
horrible…

- He intentado decírtelo por teléfono, pero no he podido, quería verte. He estado


a punto de ir a Italia, pero las cosas se tuercen cada día por una cosa u otra, y ha
tenido que ser hoy. Puedes regresar a Italia, Valeria y Yara lo entienden, y mi
chica está al tanto de todo, sabe que esto podría pasar.

- ¿Irme? ¿Estás loco? La mujer por la que llevo suspirando toda mi vida está
aquí, aquella por la que me he convertido en un hombre vacío, sin alma, que no
siente nada cuando toca a otra mujer. Sólo sexo vacío, Julen, nada más. Morí el
día que la perdí, y si tengo una oportunidad de volver a la vida, pelearé por ella-
eso me suena…

- No sé lo que te encontrarás, pero no habla muy bien de ti, ya te adelanto eso.

- Es una italiana con mucho carácter, por eso me enamoró. Ver cómo se las
gastaba con aquel que le tocaba las narices, era todo un espectáculo- habla sin
mirarme perdido en sus pensamientos, hasta que decide hacerlo para decir: -

Llévame con ella, no puedo pasar un segundo más sin ir a buscarla.

- Angelo, espera a mañana, debes…

- ¿Esperar más? Ni un segundo más Julen, ni un segundo más…


Angelo y Ellen
Me sudan las manos, llevo diez minutos frente a la puerta que cambiará mi vida.

Lo que no sé, es hasta que punto, Julen quería quedarse esperando por si esto era
rápido, es decir, un auténtico desastre, pero prefiero lamerme las heridas en
soledad.

Después de años esperando algo así, donde ya me había rendido a tener


esperanzas de volver a verla, de repente, la encuentro. Imaginaba que estaría
casada, con hijos, feliz con algún cabrón afortunado que tendría la suerte de
envejecer con ella, de ser el hombre más afortunado del mundo por ser el elegido
de Ellen. Pero eso no ha pasado.

Julen me ha contado porque Valeria así se lo ha hecho saber, que no hay nadie en
su vida, que renunció al amor hace tiempo… ¿Eso me da alguna esperanza a mí?

Averígualo Angelo.

Llamo al timbre del apartamento en el que vive, uno del imperio Anderson,
exclusivo para los trabajadores de sus empresas.

Abren la puerta y escucho como miles de pedazos se esparcen por el suelo y que
pertenecen a una taza de café…

Ellen

Mi corazón acaba de dejar de latir, no puedo moverme, mi cuerpo no reacciona,


la imagen del hombre que aparece ante mí, es un fantasma del pasado, uno que
me persigue cada noche desde que lo encontré hace años en un crucero.

- Hola Ellen- dice el fantasma.

No consigo articular palabra-.

¿Ellen? ¡Joder, di algo!- no digo nada, cierro la puerta en los morros del
fantasma. En las películas atraviesan las puertas y paredes, pero esta es blindada,
tal vez tenga suerte y pueda serlo también contra los espectros.
Suena el timbre otra vez. Y otra.

- Ellen, por favor, habla conmigo, sé que esto es…

Angelo

La puerta se vuelve abrir y empieza el espectáculo.

- ¿Desde cuando los fantasmas hablan? ¡Tú! - me empuja-, ¡tú no eres real ,
fuera de mi casa!- sigue golpeándome y dejo hacerle creer que puede moverme.
Me lleva casi al exterior de la verja que bordea la urbanización. Voy a decir algo
pero no me lo permite-. ¡Cállate, las cosas extrañas como tú, no hablan, sólo
molestan en sueños…!

- ¿Sueñas conmigo, estrella?- la llamaba así, porque es como yo la veo, como la


luz que ilumina mi cielo oscuro.

- ¡No me llames así!- grita enfadada-. ¡No tienes derecho a…!-

se acabó. La cojo apresando sus brazos por detrás de su cuerpo y la pego al mío.
Me apodero de su boca y ella se resiste, pero no desisto, la sigo besando hasta
que poco a poco deja de forcejear, y se entrega a mí.

Su lengua se une a la mía sin que pueda hacer nada por evitarlo.

Suelto sus manos que agarran mi pelo con fuerza para profundizar el beso. La
llevo hasta el interior del apartamento. No hay quien detenga esto, y juro que
tampoco lo permitiré.

Las

explicaciones

llegarán después. Me desea, tanto como yo a ella, y siento algo bajo mi pecho…

Mi corazón, ha vuelto a latir, resucita de su letargo al que fue relegado cuando


murió de amor…el mismo que ahora, le devuelve la vida…
Valeria
Estoy que me subo por las paredes, no sé qué hacer, llamar o no llamar, ¡jodido
dilema! Miro a Julen que está jugando con Kai tan tranquilo, como si ahí fuera,
no pudiese haber en estos momentos, dos personas matándose, después de años
sin verse, porque hubo mucho daño de por medio.

- Baby, ¿quieres relajarte?- me dice sentado en el suelo. Voy hasta ellos y me


siento a su lado. Estamos junto a los ventanales, sobre una alfombra que Kai
adora, porque el sol que cae sobre ella durante el día, cuando tenemos la suerte
de que nos inunde con su presencia.

- ¿Cómo lo haces?

- ¿El qué?

- Estar así de relajado, yo no puedo vivir con este sin saber, qué ha pasado con
Angelo y Ellen- me recuesto en su hombro y besa mi pelo. Huele tan bien.

- Pareces Kai, siempre oliéndome.

- Tonto- digo haciéndole una mueca y el responde con otra pero dándome un
beso.

Kai se cansa de sus juegos con Julen y se sube al piso de arriba, se pone a correr
como un loco. He cerrado la planta de la piscina, porque ahora le ha dado por
tirarse al agua, y lo pone todo perdido. Muy listo nuestro perro.

- Ven aquí- me sienta entre sus piernas,

de

espaldas

él,

entrelazando nuestras manos.


- ¿Crees que estarán bien? Es algo bastante fuerte encontrarse después de tantos
años y de esta manera.

- Lo es, pero Ellen sabía que iba a verlo. Tú se lo has dicho, sólo que el
momento se ha adelantado.

- ¡Y de qué manera, Julen! ¡Ha sido una encerrona en toda regla!

- ¡Oye! Me gustaría conservar lo que tengo entre las piernas, me va muy bien
con ello, por eso ni me gusta meterme en a vida de lo s demás- empuja sus
caderas para que note eso que tanto se aprecia. Nos reímos y después de
besarnos le digo:

- Han pasado horas, yo creo que uno de los dos nos hubiese dicho algo, ¿no
crees?

- O tal vez están asimilando las cosas, no lo sé, baby, pero confiemos en que
todo ha salido bien.

- Eso es pedir mucho, y a la par, sería maravilloso. Ella sigue colada por él, pero
le puede el orgullo.

Con razón.

- A veces el orgullo hace que nos perdamos a personas y vivencias increíbles.


Hay que saber medir las cosas, el orgullo está bien hasta cierto punto.

- Pues mira eso que dices.

- ¿Yo? Pero si contigo lo he perdido

todo,

nena,

soy

un

“calzonazos”,
me

has

dejado

reducido a la nada.

- No es para tanto, pero está bien que lo reconozcas, que el Diablo come de la
mano de su Diablesa-me veo tumbada en el suelo con Julen sobre mí en
segundos. Mis manos a ambos lados de mi cabeza.

Rodeo su cintura con mis piernas.

Él empuja y juega con unos movimientos que me ponen en alerta. Noto lo duro
que está, y mi sexo

empieza

temblar

de

excitación.

- Me vuelves loco- aparta mis bragas a un lado y se baja los pantalones del
chándal para sacar su verga lista para follarme.

- ¡Oh…!- jadeo cuando entra en mí.

- Tan caliente y empapada como siempre….

- Que estás cerca, tú me tienes así- empuja fuerte, llenándome con su polla
hambrienta de mí.

- Tu coño está hecho para mí-

susurra en mi oído-, sólo para mí.


La miel que nace de él es mía- se sale dejándome un vacío inmenso que
rápidamente en colmado con su boca y su lengua experta. Me coge por el culo
para servirse de mí, y llevarme al orgasmo mientras su lengua me folla. Sus
ansias son desmesuradas, y desciende hasta mi ano, besándolo, humedeciéndolo,
enloqueciéndome con todo lo que me hace. Me da la vuelta, penetrándome hasta
el fondo. Mis manos se apoyan en el suelo cayendo mi pelo sobre él. Julen
empuja sin descanso sus caderas que golpean y golpean hasta movernos por el
suelo. Esto es salvaje, alucinante…

- ¡Joder…!- se deja ir pero no para hasta vaciarse por completo.

Terminamos rendidos en el suelo.

- Madre mía, menudo viaje hemos dado- sonríe triunfal de ver a su prometida tan
satisfecha.

- Nunca te había follado así, pero lo repetiremos.

- Apuesto por ello- nos besamos y viene a mi cabeza una cosa-.

Julen…

- Dime amor de mi vida, ¿qué ronda por esa cabecita?- me conoce bien.

- Tu orgullo.

- Déjalo- le he dado tiempo para pensar, es demasiado rápido.

- Bebé…

- No- se levanta del suelo y me tiende la mano para tirar fuerte de mí y pegarme
a su cuerpo-. Beth está fuera de mi vida. Y si tengo la más mínima oportunidad,
la sacaré de la tuya.

Fin de la conversación.
Valeria
Todo está preparado para la gala de esta noche, hace apenas unos minutos, he
terminado una conversación con Beth. Julen para no perder el hilo de su humor
cuando ella aparece en escena, ha terminado por dejarme sola, y bajar al piso de
abajo mientras termino de vestirme. Jorge, Tony y Alan, qué maravilla tenerlo de
regreso, esperan tomándose algo.

- Toc, toc- es Jorge-. ¿Ya has cabreado al culo más sexy del mundo? ¿No te
cansas de eso?- me retoco un poco el maquillaje, antes de que Beth me llamase,
Julen estaba revisando mi vestuario a conciencia…

- No he hecho nada, Jorge, ella me ha llamado, quería saber cómo estaba Alan, y
también si lo tenía todo listo para la gala.

- Intenta separar un poco a Beth de todo esto, al menos durante un tiempo. Los
ánimos están calentitos, espera a que las cosas se calmen para seguir haciendo de
las tuyas, porque una cosa tengo clara, y es que no descansarás hasta que esos
dos hablen- se sienta sobre la cama del dormitorio, y juega con Kai, que busca
que le rasquen la barriga.

- Pues te equivocas, no pienso meterme en ningún lío más. No después de lo que


ocurrió con la madre de Alan, incluso con él. Fue muy desagradable todo, y metí
la pata. No pienso discutir con Julen por culpa de terceros. Nosotros mismos ya
vamos sobrados con lo nuestro, como para crear peleas de enamorados.

- Sí, pero luego llegan las reconciliaciones. Hay que sacar lo positivo de todo- lo
miro y nos reímos.

- Hemos pasado por mucho este año, y no quiero añadir más mierda a la
mochila. Creo que ya está llena.

Vamos a casarnos, y esa es mi mayor ilusión ahora.

- Será una boda muy esperada, por todo el mundo. Y lo digo literalmente-

es
verdad,

pero

haremos lo imposible porque sea lo más privada posible. Daremos a la prensa


algo de carnaza para que nos respeten, y que de ahí no pase la cosa.

- Crucemos los dedos para que no se tuerza nada- me quedo mirando mi reflejo
en el espejo. He elegido un traje de noche de color champán. Lleva un cinturón
que define mis caderas, y cae hasta el suelo, con un pronunciado escote y la
espalda libre de tela. Recoge a la perfección mis pechos. Yara es una artista.
Forma parte de la próxima colección, y ha querido que me lo ponga esta noche.

- ¡Quien mejor que tú para hacernos publicidad!- tengo que dar una pequeña
rueda de prensa con ella al finalizar, pero antes, posaremos en el photocoll.

Llevo el pelo recogido en una elegante cola de caballo. A Julen no le gusta ni mi


cabello así, ni el escote. Pero es lo que hay. Él está impresionante, como siempre,
también hará publicidad a su hada con el esmoquin que se ha puesto.

Vamos a tener que renegociar ciertos puntos con mi jefa…

Jorge se acerca y me abraza por detrás.

Estamos muy guapos, el espejo me lo muestra, y me gusta tenerlo así. Siempre


cerca de mí.

- Nada impedirá que seas la señora Anderson, todo saldrá bien-besa mi mejilla.

- Tengo miedo, de todo, a veces siento como si se fuese acabar.

- ¿Por qué?

- Por lo feliz que soy con él. Es como si eso no pudiese durar eternamente, que
algo malo tiene que pasar.

- No siempre las cosas tienen que salir mal, confiemos en el amor, y un poquito
en la vida.

- La vida es un jodienda Jorge, pero realmente hermosa a pesar de todo…-


susurro pensando en Julen.

- Jorge- es Julen. Está aquí, no lo hemos

escuchado

subir-.

¿Me

permites unos minutos a solas con mi prometida?

Jorge y yo nos separamos, no sin antes unir mis labios a los suyos. Antes a Julen
eso le molestaba, se ponía celoso, ahora entiende quien es Jorge para mí.

Al salir de la habitación, Jorge le aprieta el hombro a Julen. Me gusta ver que se


llevan bien, que todo lo malo ha quedado atrás.

Lo encaro para verlo caminar hacia mí, con ese porte que lo caracteriza. Todo se
desvanece a mí alrededor, llena todo mi espacio. Coloca una mano en mi cintura,
y con la otra acaricia mis labios.

- Nuestras vidas se encontraron en Ibiza, y desde entonces, ya nada fue igual


para nosotros. Hubo un tiempo en el que creí perderte, pero nuevamente
regresaste a mí. Hemos pasado por muchas cosas, buenas y malas, pero hemos
salteado cada una de ellas, porque lo que sentimos el uno por el otro, se enfrenta
a tormentas, maremotos, resiste con el aliento de nuestros corazones, con la
fuerza de dos almas que se encontraron

porque

tenían

un

destino con un fin: un para siempre.

- Nada es para siempre, no puedes asegurarme eso, Julen, mira cómo


terminamos hace meses, ¿tú creías que aquello podría pasarnos?

Yo no, construí mi vida contigo, no la concebía de otra forma, y perdimos un


hijo, y casi te pierdo a ti.

- Tienes razón en una cosa, prometer un para siempre puede sonar exagerado,
pero sólo para aquellos que no sienten lo que tú me haces sentir a mí. Las almas
gemelas existen, y no todos tienen el privilegio de encontrar a la suya. Tú eres la
mía, y no te dejaré ir jamás.

- Julen, asusta…la vida a veces asusta…

- Y lo seguirá haciendo, pero la vives, no puedes dejar que maneje tu vida


aquello que no ha pasado, por lo que ocurrió. Te quiero, voy a casarme contigo,
y eso, es un hecho que pasará. Es algo que siento aquí dentro- lleva nuestras
manos unidas a su pecho-, me lo dice un corazón que late por ti, que vive por ti,
porque no hay razón de existir más importante para mí, que aquella que me lleva
a hacerte feliz.

- Bebé, te amo tanto…

- Entonces déjame cuidarte, demostrarte que se puede creer en el amor.

- Yo creo en ti.

- Y yo en ti, te amaré por siempre, más allá de esta vida…

- Hasta el infinito y más allá- nos fundimos en un beso increíble que provoca que
no quiera salir de esta habitación, que nos quedemos encerrados aquí dentro y no
salgamos nunca más.

- Te doy dos segundos para que cruces esa puerta o te arranco este dichoso

vestido-

gruñe

entre

dientes.

- Podría decirte lo mismo.

- ¿De mi vestido?- qué tonto es a veces. Me sorprendió mucho la primera vez


que bromeó conmigo.

Aquella mañana, en Ibiza, en aquel desayuno,

cuando

terminé

de

confirmar que era real y no un sueño, parecía un hombre serio, distante,


inaccesible…

- Anda vamos- tiro de él hacia las escaleras-, que la noche se presenta calentita.

- ¿Te ha contado algo Ellen?-

pregunta intrigado. Es un cotilla, luego me dice a mí.

- Algo…

- ¿Y bien? Angelo no ha querido contestar a mis llamadas, sólo un simple


mensaje vacío de contenido claro.

- No te cuento nada, que luego soy la que se mete en todo y me llevo las
broncas- me da un azote en el culo y doy un respingo. No me lo esperaba-.
¡Auch, eso pica!

- ¡Tendrás morro!

- Sí, y contigo más, nene - me suelto de su amarre para coger la copa que me
ofrece Tony. Están todos muy elegantes, pero la percha de mi chico, es
indiscutible-, hay que mantenerte en alerta, que sino, te crees que lo controlas
todo, y eso no puede ser.

- Ya aclaremos asuntos más tarde…- dice cogiendo otra copa.

- Cuando usted guste señor Anderson, cuando usted guste…

Alan se mueve con muletas, no ha querido ir a la gala en silla de ruedas.


Su cara todavía muestras signos del accidente, pero está para comérselo. Me
acerco y le doy un beso en la mejilla después de darle otro a Tony.

- ¿Cómo va esa pierna?- su recuperación está siendo bastante más rápida de lo


habitual por su buen estado físico. Sus huesos están fuertes y sanos, y eso es una
gran ventaja en este tipo de accidentes.

- Bien, en dos días, estoy corriendo detrás de ti- me guiña un ojo.

- Entonces te partiré la otra pierna- dice alguien de malas pulgas.

- No te alteres, que ya sé que con Valeria sólo puedo tener sueños húmedos- veo
que Alan no se aprecia mucho su salud.

- Te juegas el cuello con un comentario más como ese- Julen sonríe. Eso me
tranquiliza, a veces ya no sé que es capaz de tolerar.

- Relájate, sabes que es de coña, que si hubiese querido, te la levanto en Ibiza,


pero no me gustó, para mí era la española más fea de la isla.

- ¡Oye!- golpeo su brazo.

- ¡Ehh! ¡Que soy un enfermo lesionado, no te aproveches!- me gusta verlo así,


esta noche parece relajado.

- Bueno chicos, ¿listos para irnos?- les pregunto. Ya es la hora.

- Chicos- dice Tony-, ¿cuándo vais a redecorar la casa? Da un poco de pena verla
así- y es verdad, pero no hemos tenido tiempo.

- Cuando mi prometida lo decida, siempre está liada.

- ¿Será posible eso? ¡Los dos estamos siempre juntos, ya me dirás cuando!

- Cuando dejes de perder el tiempo con personas que no se merecen un minuto


de tu vida, esos momentos, serían perfectos- golpe bajo.

- Julen- lo miro enfadada.

- Déjala- dice Alan-, al final, se dará cuenta de lo que vemos todos.


- O tal vez, todos terminen viendo lo que yo veo- les hago una mueca y paso por
delante de los cuatro

camino

del

ascensor,

dispuesta a pasar una gran noche.


Julen
Al llegar a la gala, Valeria y yo hemos posado juntos. Es aburrido ver lo loca que
se vuelve la prensa al vernos uno al lado del otro, pero es alucinante, ver como
miles de personas se congregan en las puertas de los eventos, para gritarnos y
hacernos fotos. No somos actores, no les damos nada, pero ellos, ahí están, nos
quieren en sus vidas.

Valeria se ha enfadado mucho cuando un sujetador nos ha caído encima del


coche al llegar, ha sacado las uñas enseguida.

- Cuando bajemos, quiero que me beses delante de todas esas lagartonas. ¡Que se
mueran de celos, por descaradas!- me gusta verla así, que no parezca yo siempre,
el novio celoso de turno.

Que lo soy, pero esto equilibra un poco las cosas.

Siento un orgullo enorme al posar con mi pareja ante todos. Ahora entiendo esa
mirada de mi padre hacia mi madre, cuando ellos lo hacen. Sé que yo miro a
Valeria igual, porque la amo de esa forma, también lo es todo para mí.

Ha tenido que hablar frente a la prensa, y como siempre, se los ha ganado a


todos, y ha sabido esquivar las preguntas sobre nuestra boda cuando le han
querido sacar qué significaba ese anillo sobre su dedo. Se ha hecho la loca, y a
otra cosa mariposa.

Yara está feliz, el desfile ha sido un éxito, y Aden y Marcus, fueron los
encargados de presentarlo. La cena ya ha terminado, y estamos en la fiesta que
se ha organizado en honor a la diseñadora del momento. Yara Smith.

Mis padres ya se han marchado a casa, todavía tenían un largo trayecto hasta la
casa de mi abuela. Últimamente pasan allí todos los fines de semana.

Ellen y Angelo, no se han dirigido la palabra en toda la noche. Ninguno de los


dos quiere hablar, he hecho mis averiguaciones, y Valeria dice que ella se cierra
como una almeja cuando le saca el tema.

Yo creo que anoche hubo sexo, y luego se echaron el pasado en cara, porque no
se quitan el ojo de encima, saltan chispas, pero ni se huelen. Y para que todo sea
más fácil, Angelo no ha despachado a Rebecca, la ha traído para joder a Ellen,
que está que trina.

Busco a mi prometida, acabo de perderla de vista, y eso no me está permitido.


Estaba hablando con Yara y Marcus, y se ha esfumado.

- ¿Dónde está Valeria? – le pregunto a mi hermana.

- Ha salido un momento fuera, ha recibido

una

llamada-

nos

mantenemos la mirada.

- No habrá sido capaz de presentarse

aquí-

siseo

entre

dientes.

- Sal y compruébalo tu mismo, pero me parece una falta de respeto.

- Y por tu cuñada también- me doy la vuelta para salir a buscar a mi mujer


descarriada.

Dan está por aquí.

- ¿Está en la calle?- pregunto furioso.

- Trevor está con ella, no ha salido sola- responde para no llevarse una bronca.

- No es eso lo que me preocupa, eso lo doy por hecho Dan, para eso confío en
vosotros.

- Está con esa mujer que te gusta menos que el regaliz negra.

- Beth.

- Sí, al parecer la ha llamado, y ya sabes como es Val. Julen, no te alteres,


colega, no lo pagues con la persona

equivocada-

intenta

calmarme pero no funciona.

- No es el momento ni el lugar.

Estoy harto de que Valeria la anteponga a los suyos, o a los demás, solo es una
zorra tarada.

Porque está mal de la cabeza, ¡mira como ha dejado a Alan! No quiero que
Valeria sufra por su culpa, juro que me encargo de enviarla a un lugar

muy

lejano,

como

no

desaparezca pronto de nuestras vidas.

- Cálmate, no montes un circo, no te conviene, y sabes que a tu hermana

tampoco-

es

verdad.
Todavía

puede

haber

algún

periodista

ahí

fuera.

Estás

demasiado alterado y solo dices gilipolleces.

- Joder, lo sé, pero ya me aburre este tema. Alan no quiere saber nada de ella,
pues que se largue por la puerta de atrás si hacer ruido, que deje de incordiar.

- ¿Estás seguro que tu colega no quiere saber nada de ella?- pregunta levantando
una ceja. Conozco esa cara de Dan, y esconde algo.

- ¡No me jodas!- salgo corriendo a la entrada del recinto, y Valeria observa al


lado de Trévor como uno de los coches de mi empresa se marcha. Llego hasta
ellos-. ¿No habrás sido capaz?- grito furioso.

Ella, muy relajada, se gira y se enfrenta a mi mirada de pocos amigos.

- No he sido capaz de nada, las cosas han ocurrido y punto, por mucho que te
empeñes en evitarlas-responde poniendo las manos en su cintura.

- ¿Trevor?- él levanta los hombros en señal de disculpa, y se aleja unos metros, y


se pone hablar con Neimar.

¡Esto es de locos, es que no tengo palabras!

- ¿No sirve de nada lo que yo diga o piense aquí? – le digo a mi querida


prometida que se enrosca en mi cuello.
- Pues la verdad, no mucho cariño. No mandas nada, tu futura mujer se hará con
el control de todo. Ten cuidado, es una lagarta-suelto el aire y la abrazo.

- ¿Él estaba bien?- es lo único que me importa.

- No ahora, pero lo estará.

Escúchame, Julen- coge mi cara entre sus manos-. Han pasado demasiadas cosas
entre ellos, y para poder seguir con sus vidas, juntos o por separado, tienen que
hablar. No pueden vivir así. Han estado años sin

verse,

han

sido

dos

desgraciados, eso debería sonarte de algo. No sé qué pasará, pero al menos, la


puerta del pasado, debe cerrarse para poder abrir la del futuro.

- Estás hecha una sabionda.

- La vida, al final, te enseña muchas cosas. Es un arma de doble filo, una moneda
de dos caras, solo hay que saber, de las dos que te muestra, con cual prefieres
vivir el resto de tus días- el brillo de sus ojos me lo dice todo. Fui cruel con ella,
me equivoqué como nunca hasta el punto de que llegamos a perder un bebé por
lo ocurrido, y aún así, Valeria me eligió a mí.

- Te amo…

- Y yo, y eso asusta mucho, ¿verdad?- asiento rozando sus labios con los míos.

- Pero es triste vivir con miedo, porque nos perdemos las cosas que realmente
importan, por eso hay que arriesgar en el amor, sin saber si ganamos o perdemos,
lo mejor de todo, es apostar por ello. Y Alan, tiene derecho a apostar si su
corazón así lo desea. Sé que no quieres que le hagan daño, que casi lo perdemos
y ha sido terrible pasar por todo esto, pero a veces, todo lo malo, desaparece,
como un dolor de cabeza, para dar paso, a momentos que eclipsan el dolor de lo
vivido.

Aprendes de las etapas duras de la vida, pero no debemos dejar que marquen
nuestro día a día.

No digo nada a eso, nosotros mismos estamos eclipsando lo peor que nos ha
tocado vivir, y compensa apostar por el amor.

Nos besamos durante un tiempo maravilloso, y desearía llevármela de aquí para


demostrarle, lo que la necesito, y lo mucho que me quedo con la cara de mi vida,
la suya. Esa es la cara que yo he elegido.

- Vamos dentro, quiero bailar con mi prometido- tira de mí hacia las escaleras
para regresar dentro.

- Bailar con tu prometido es peligroso- sonríe traviesa.

- Me gusta el peligro, especialmente,

desde

que

nos

conocemos- dice huyendo de mí, pero llego rápidamente hasta ella, cogiéndola
por detrás y mordiendo su cuello.

- Mmmmm..mi dulce mango…

nunca vas a dejar de volverme loco, ¿verdad?

Eres

mi

locura…-

entrelazamos nuestras manos en su vientre.


- No, porque tampoco quiero que tu dejes de ser la mía…

- Para siempre…- se gira para buscar un beso.

- Para toda la eternidad, mi vida…


Valeria
Tengo ganas de comer, y mi estómago me pide auxilio. Creo que es hora de darle
lo que pide. Le doy un beso a Julen, que sigue dormido a mi lado, anoche
estuvimos horas haciendo el amor por toda la casa y terminamos rendidos. Voy a
dejarlo descansar, ha estado mucho tiempo con pesadillas nocturnas, y desde
hace unos días, parece que por fin han desaparecido.

Está tan bello, tan hermoso, parece una escultura. Su cuerpo desnudo está
cubierto hasta sus caderas, puedo ver cada músculo, cada línea perfecta que
dibuja su cuerpo. Tiene el pelo más corto, pero siempre se lo deja con la medida
justa para que mis dedos se pierdan en él. Así he conseguido que se duerma en
sus peores momentos, con mis manos sobre él, sintiéndome cerca.

Es maravilloso que alguien te necesite de esa forma, que se entregue por


completo a ti.

Me pongo la camisa que llevaba anoche…mmmmm…su olor es todo un


afrodisíaco para mí. Antes de salir vuelvo a mirarlo, ver esa retaguardia que las
sábanas de seda esconden, me trastorna y hace que toda mi piel se erice al
recordar momentos de anoche, y todas las cosas que me susurraba mientras se
movía entre mis piernas…

- La miel que me ofreces, me emborracha, llena todo mi ser y me hace

querer

más,

nunca

es

suficiente- decía contra mi sexo mientras yo me aferraba con fuerza al cabezal de


la cama. Me llevaba al orgasmo una y otra vez, fueron minutos de la más dulce
tortura. No deja de comerme de esa manera cada día, me enloquece cada noche,
y durante las horas del día, mi cuerpo responde a él, como si lo estuviese
acariciando.

Estoy

marcada por Julen.

Es adictivo, intenso, y lo más importante de mi mundo, llevo a Julen grabado en


mi alma, mi corazón le pertenece, no conocerá otro dueño, eso es algo que he
aceptado, desde el momento que nos separamos y huí a Italia.

Eso me recuerda algo…

Ellen y Angelo no cruzaron palabra en toda la noche, encima él se dedicó a


tontear con Rebecca, que estaba encantada con sus atenciones. Pobre chica,
espero de verdad que no esté muy pillada por él, porque sufrirá, y mucho.

Angelo nos dijo que se marcharía esta noche, que no quería pasar una más aquí.
Intenté hablar con Ellen del tema, hemos intimado mucho, para mí ya es una más
del grupo, pero me pidió tiempo. Se fue en cuanto pudo de la fiesta, entendí
rápidamente por qué.

- Kai, mami desayuna y nos vamos a dar un paseo- está impaciente por salir, y lo
entiendo, anoche lo dejamos sólo, y cuando eso ocurre, al día siguiente no te
deja respirar, reclamando su tiempo perdido. ¡Me lo como! Me agacho para darle
un beso y…- ¡Auch!

- ¡Qué culo, es que te follaba ahora mismo, baby, ven aquí…!-

tiene la voz ronca por el sueño. Se ha puesto unos pantalones de pijama azul
marino. Ese color me gusta en él, hace un maravilloso juego con el azul de sus
ojos.

- ¡De eso nada, quiero desayunar, que

me

tienes

desfallecida!-
contesto cogiendo una taza de café para él. Nos encanta desayunar juntos los
fines de semana, porque los días de trabajo no sacamos tiempo para ello.
Últimamente, acudimos por separado. Él se va con Tony y yo con Jorge.
Nosotros nos llevamos ese juguete que tanto me gustó en Italia, es increíble
conducirlo. Eso sí, Dan siempre pegado a mi culo, la cola protectora que no me
falte.

- Anoche no te quejabas tanto, es más, decías: ¡Sí, así, si, no pares…!- le lanzo
un magdalena de Leire a la cabeza-. ¡Oye, no juegues con eso, es mi comida!

- Pues como te pases un pelo más, se las comerá Kai, y le llevo a su novia
también- se parte de risa.

- El pobre sigue con la conquista, esa perra es un hueso duro de roer-dice


rascando a Kai detrás de sus orejas, que se aleja de Julen para llegar hasta mí. A
Rocco también le encanta eso.

- Sí que suena mal decirlo, pero es que es verdad, ¡es una perra mala!- levanto a
Kai y con él en brazos nos acercamos a Julen que nos acoge entre sus piernas y
nos envuelve con sus brazos.

- Lo tienes en el bote, está loco por ti- me pierdo en su mirada, me atrapa, estoy
perdida en ella desde que cayó sobre mi en Ibiza.

- Y a su papi, también…

- Completamente loco por ti…

- Buenos días, bebé- le doy un beso.

- Buenos días mi niña bonita, y mi pequeñazo- besa la cabecita de Kai.

Nos sentamos en la isla de la cocina, y me suena el móvil. Me acerco a cogerlo,


está en la entrada y al llegar hasta él, deja de sonar.

- Hay que estar más rápida, señorita

Fernández.

Creo
que

tenemos que ir más al gimnasio, ese culo empieza a crecer…

- ¡Mira qué gracioso se ha levantado hoy mi chico, casi haces que me parta de
risa!- vuelvo a mi silla, él sigue riéndose-. No reconozco el número - Su sonrisa
se desvanece, eso no le gusta nada.

- Devuelve la llamada y pon el manos libres- ordena en ese tono que no admite
discusión. Le hago caso.

- ¡Hola Valeria!- responde una mujer. No reconozco la voz.

- Eh…Hola… ¿Quién eres?

- Pues tú, no me conoces, pero soy Carly Evans, periodista de Lover,

me

gustaría

hablar

contigo- ya le puedo poner cara a esta mujer. Julen frunce el ceño.

Es una revista del corazón, la más vendida en Nueva York, pero no tiene nada
que ver conmigo, sólo hablo con periodistas que sacan noticias de J&Y.

- Pues lo siento, pero no hablo de mi vida privada, sólo temas de trabajo. Sabéis
perfectamente que Julen y yo hemos respondido a vuestras preguntas cuando nos
asaltáis por la calle, pero nada más-Julen asiente conforme con mi respuesta.

- Lo sé, pero esta llamada es de índole personal, nada que ver con buscar una
noticia tuya para la revista- eso me descoloca.

- No te entiendo- me siento perdida, esto es muy extraño.

- Mira, Julen y tú, estáis en el punto de mira, eso es algo que sabes. Sois una
pareja deseada, envidiada, pero la cuestión es que la gente quiere saber qué
ocurre en vuestras vidas. Sois un reclamo, y hay que darle al público lo que
piden. La cuestión es… ¿a qué precio?-estoy

cada

vez

más

descolocada

con

esta

mujer.

Sabemos quien es, trabajó para la televisión de Julen por un tiempo, pero decidió
dejarlo porque no era lo suyo, prefiere el periodismo de calle y del corazón.

- Cada vez estoy más perdida Carly, por favor, explícate- la cara de Julen cambia
por momentos, de mostrarme la sonrisa más sexy, ha pasado al enfado, su
mandíbula a punto de reventar, por como aprieta los dientes, es prueba de ello.

- Sabes que he trabajado para la familia de tu prometido. Aunque no lo hayáis


confirmado, tu anillo habla por sí sólo, y he coincidido con James y Ana en una
gala benéfica. Saben que pueden confiar en mí, y estuvimos hablando de muchas
cosas. Por el respeto que le tengo al padre de Julen, y también a su hijo, me
siento en la obligación de informaros, que la próxima semana, saltará una noticia
que no os va a gustar nada.

- ¿Cómo?- Julen interviene gritando-. ¿De qué hablas Carly?

- Hola Julen, me alegra poder hablar contigo también- responde muy educada.

- Explícate, por favor- me pide que me acerque para sentarme entre sus piernas,
mientras escuchamos a la periodista.

- Una ex pareja tuya, asegura que se quedó embarazada de ti cuando estabais


juntos, y que su hijo, es tuyo, fruto de ese romance.
- ¡No es posible, eso no es verdad!- Julen golpea la encimera-.

¿Quién puede inventarse algo así?

- Nataly Sanders, ella es la que afirma tener un hijo tuyo.

- ¡Pero eso es una estupidez, Carly! Todo el mundo conoció esa relación, sabe
que rompimos, y que nada, es lo que quedó entre nosotros.

- Julen, eso lo sabe tu círculo más cercano, pero… ¿en España?

¿En el país de Valeria? ¿Quién sabe eso? ¿O incluso en otros países?

Valeria y tú, sois una pareja muy conocida en todo el mundo. A Nataly nadie la
tuvo en cuenta, porque tú nunca te expusiste con ella. Salvo una vez, pero no
pasó a más, y la prensa no le dio importancia. Pero ella, para que llevar esto más
lejos, ha mostrado a los directivos, fotografías contigo y tus amigos, nunca tú y
ella solos, pero claro…

- ¡Hija de puta!- Julen se levanta muy enfadado, moviéndose como u león


enjaulado-. ¡La eché de Nueva York, hice lo posible para que así fuera,

todavía

sigue

molestándome!

- Ambos sabemos porqué lo hace. Su familia está arruinada, y esto es una


manera fácil de ganar dinero.

- ¿No puedes detener esa publicación?- pregunta frenando sus pasos apoyándose
en la encimera, y gritando hacia el móvil.

- No Julen, no puedo. He estado de vacaciones, y desconecto de todo esos días.


Si hubiese estado en la sede de Lover, algo habría podido hacer, pero ya es
demasiado tarde para frenarlo.

- ¿Y si le ofrecemos dinero?-
propongo-. Ella podría frenar eso rompiendo el contrato que autoriza a la revista
a publicar sus calumnias.

- ¡Ni lo pienses, no voy a darle ni un dólar a esa zorra! Que salga, y que saque a
ese hijo, no voy a dejar que nadie me chantajee.

- Pero…

- ¡No Valeria, no se saldrá con la suya! Que se publique la falsa noticia, y espero
que le paguen bien por ella, porque mis abogados, la van a destrozar- sisea entre
dientes.

- Podemos evitar pasar por todo eso- quiero que reflexione.

- Ella es la que caerá por su propio peso. Tendrá que enseñar a mi supuesto hijo-
esto empieza a ponerme nerviosa. Pensar que Julen tuviese con otra lo que tanto
anhelo yo con él, me mata.

- Yo quería que estuvieseis sobre aviso, al tanto de la que se os viene encima.


Esto traerá cola. Os acosarán para provocaros, para que entréis en ese juego.
Sabéis como funciona esto.

- Gracias Carly, eres una buena amiga- dice Julen.

- No hay de qué, con ello ya sabes lo que quiero.

- Me lo pensaré, ya te lo dije- no sé de qué hablan ahora.

- De acuerdo, buenos días y buen fin de semana pareja.

- Hasta luego- respondemos.

- ¿Qué es eso que os traéis entre manos?- quiero saberlo.

- Quiere una foto de la boda.

- ¡No Julen, si entras al trapo una vez, la cagas! ¡Luego querrán más, y nos lo
echarían en cara!

- Es una foto, nada más.


- No, y lo que me sorprende es que tú, con lo protector que eres con nuestra

intimidad

conmigo,

pretendas que salgamos en una revista del corazón, por voluntad propia.

- Cariño, esa es la diferencia, que no sería así, más bien, ¿un robado? Como si se
hubiese filtrado. Si te digo una cosa, que el mundo vea que te has convertido en
mi mujer, es algo que me gusta, que todos los hombres del planeta, sepan a quién
perteneces, me parece una idea muy buena- dice un poco más relajado.

- Es estúpido y lo sabes-respondo firme con esa idea.

- Ya lo hablaremos, pero piénsalo, no es tan malo, y le hago un favor a Carly.


Ella nunca revelaría su fuente.

- No.

- Acaba de hacernos un gran favor, avisándonos de todo esto que se nos viene
encima. Empiezo a pensar, que el mundo conspira contra nuestra boda- dice
negando con la cabeza.

- ¿No quieres casarte?- me fallan las palabras, solo de pensarlo.

- Amor- me rodea con sus brazos-, tú y yo, nos casamos sí o sí. Esto me cabrea,
pero no voy a darle más importancia de la que tiene. Es mentira, lo sabemos y
tomaré medidas. Esta vez de verdad, ninguna revista ni nada que tenga que ver
con el mundo de la prensa, volverá a tratar con esa impresentable, te lo prometo.
Una y no más, con Julen Anderson no se juega, y lo que es más importante, con
el amor de mi vida, menos todavía.
Julen
Jodida prensa rosa, ahora tengo claro, que no respetan nada. Saltó la bomba de
Nataly, y se ha desatado una locura mediática a nuestro alrededor, hasta el punto
que han abordado a la familia de Valeria en España. Esto ha llegado más lejos de
lo que esperaba.

Su madre la llamó histérica, y no había manera de calmarla. Horas y horas de


teléfono, han llenado la vida de mi chica esta semana, hasta que por fin, los
ánimos se han calmado. El truco está en no entrar en el juego, y al final se
cansan, pero no es fácil callarse ante las impertinencias de algunos periodistas.

Todo lo que se ha montado estos días, me ha obligado a esto, a estar frente a la


sede de Industrias Anderson, para conceder una rueda de prensa, algo que me ha
aconsejado Calvin, y él es el experto en estos temas. Nataly está acabada, eso es
un hecho, pero el daño también está hecho, y no puedo permitir que esto llegue
más lejos.

Los Black están aquí, evitando que los periodistas se acerquen, no pienso
contestar a ninguna pregunta más. Daré el puto discurso, y asunto zanjado.

- Cuando quieras Julen- dice Calvin que está a mi lado. Valeria permanece en un
segundo plano detrás de nosotros. Odio hacerla pasar por esto, pero en unos
minutos, todo habrá acabado.

Me acerco al micrófono y hablo.

- Buenos días. Una vez haya terminado de exponer los motivos por lo que aquí
me encuentro frente a ustedes, no habrá ronda de preguntas, no habrá nada. No
se merecen que pierda un segundo de mi vida dándole fuelle a este asunto- me
aclaro la voz-. Hace unos años, mantuve una relación por decirlo de alguna
manera, con Nataly Sanders. Si se hubiesen informado antes de sacar a la luz,
calumnias sobre mi persona, sabrían que esa mujer y yo nunca tuvimos un hijo.
Aquello se rompió y cada uno siguió su camino. Es fácil acusar sin más,
escupiendo por la boca basura por un puñado de dólares. Ahora ha llegado el
momento de demostrar, aquello de lo que tanto llevan ustedes hablando estos
días. Es triste que el sistema funcione así, que tenga que estar aquí frente la
prensa, dando explicaciones acerca de un hijo inexistente. Adelante, búsquenlo,
y cuando lo encuentren, me lo presentan, estaré encantado de conocerlo. No hay
nada más que decir.- me doy la vuelta, y me llevo a Valeria de la mano dentro
del edificio, mientras escucho cómo nos llaman para que respondamos a sus
preguntas. Ilusos.

- Has estado increíble, cariñonos sonreímos.

- Se acabó- sentencio.

- O tal vez no, Julen, lo importante es saber quienes somos y confiar en lo que
tenemos. Hoy a sido Nataly, mañana no lo sabemos.

Tu mundo es este, y lo acepto, pero tú también debes de hacerlo. Las cosas han
cambiado.

Es verdad, esto ocurre desde que estamos juntos, nunca se han metido en mi vida
de esta forma.

- Tú lo has cambiado todo, mi mundo del revés por una española-la atraigo a mis
brazos, para robarle un beso que se deja dar gustosa.

- Pero merece la pena el riesgo-tener esta imagen ante mí, lo merece todo.

- Apuesta por ello, cada segundo de mi vida a tu lado, es algo que no cambiaría,
viviría mil veces, y todas serían contigo.

- Te quiero, bebé, sabes que siento lo mismo, y por eso, voy a ser tu mujer.

- La única mujer de mi vida…


Valeria
Volver a ver el reflejo de mi cuerpo cubierto por mi traje de novia, es
maravilloso. Yara guardó los trajes de nuestra boda, con la esperanza de que
alguna vez, pudiesen ser utilizados para el único fin que fueron creados. Ambos
son diseños únicos y exclusivos, no habrá dos como ellos. Eso es algo que nos
hace muy afortunados a Julen y a mí, que una de las promesas de la moda, nos
haya hecho, un regalo tan hermoso.

- Pareces una princesa, tía Valeria- dice Jane. Estamos en Alpine, hemos venido
a pasar aquí el fin de semana, y por fin, he podido probarme el traje. Estaba
ansiosa por hacerlo, no veo el día de convertirme en la mujer del hombre al que
amo, al que me he entregado completamente, y deseo jurarle mi amor eterno,
ante todas las personas que se alegran de este final.

- Gracias cariño, pero la única princesa que yo veo aquí, eres tú-

ella se ha puesto su nuevo traje.

Yara tuvo que hacerle otro, ha crecido mucho este último año, y el anterior se ha
quedado para otra niñita de Ibiza. Dana, la hija de Lucas y Sandra. Estas
pequeñazas serán las encargadas de caminar delante mí, y acompañarme hasta
llegar, al lado del hombre que me espera en el altar. Mi dulce bebé, al que voy a
cuidar el resto de mis días.

Tenemos claro la fecha de la boda, los dos no dudamos ni un segundo, en que


esa era la indicada, ¡y quedan pocas semanas para que llegue el gran día!

Pero antes, tengo que hacer algo, no puede celebrarse el acontecimiento más
importante de mi vida, sin que cierre ese asunto.

- Val, mi hermano va a caerse de culo en cuanto te vea…- Yara me mira


embelesada.

- Eres una novia realmente hermosa, Valeria. Siempre supe que mi nieto, había
escogido a la mejor-no puedo evitar emocionarme al escuchar a Leire. Es tan
importante para Julen, tenerla a su lado, que doy gracias a ese hombre que la
cuida y protege, por ayudarnos a que se quede un poco más entre nosotros.
- Sois la imagen de un gran amor, que ha pasado por terribles tempestades, y
superado cada una de ellas, y eso al final, tiene su recompensa, cariño- dice Ana.
Al mirar a estas mujeres, las lágrimas caen por mi cara. Echo de menos a mi
familia, me falta mi madre aquí, Lorena y Lucía…y mi amada abuela Cintia, ella
estaría tremendamente feliz por verme vestida de blanco - ¡Tía, no llores que te
pones fea!

Eso me lo dice el tío Julen, que estoy más guapa sonriendo- me agacho para
darle un beso.

- Y tu tío tiene razón- me levanto y miro una vez más mi traje. Es precioso, Yara
ha sabido crear aquello que sin decirle nada, era lo que yo buscaba. Refleja quien
soy, y a quien me entrego.

Es un palabra de honor, que cae hasta media cintura, con un cinturón de pedrería
muy fina, dándole un toque elegante, y termina su caída, con un volumen de
época, donde lo adornan pequeñas plumas, que acaban su recorrido, con una cola
de un metro. La parte de arriba es lisa, porque ya lleva todo la fuerza en el
diseño de la parte inferior del traje. Llevaré el pelo suelto, como a Julen le gusta,
adornado con una fina diadema a juego con los detalles del vestido. Suspiro…
No veo el día de estar frente a Julen, ambos vestidos para el gran momento que
tanto hemos esperado… Será todo un deleite para los ojos de los que estemos
allí, verlo con su traje de novio, especialmente, para los míos.

Siento en mi estómago las mariposas del amor, aquellas que le hacen cosquillas a
mi corazón, aquellas que le han devuelto la sonrisa a mi alma, y que por fin,
puede unirse a la del hombre destinado para ella, para fundirse en uno solo, para
crecer y volar juntas, hasta los confines de la eternidad.

Yara no me revelado nada de cómo vestirá su hermano, sólo me ha aconsejado,


que no me ponga bragas ese día, porque las perderé enseguida. No lo dudo…

Después de ayudarme entre todas las aquí presentes, a sacarme el traje, mi


cuerpo me pide algo, y mi corazón es el portavoz. Necesito hacer una llamada, y
cuando me quedo sola, porque entienden lo que mis ojos piden en silencio,
marco sin dudarlo.

- Hola abuelo.

- ¡Ángel! ¡Qué sorpresa!- no llores más…que no note que estás triste- ¡Pero,
bueno, perro travieso, déjame hablar con mi nieta!

- ¿Qué hace ese grandullón?-

intento ser fuerte.

- ¡Pues morderme las zapatillas, no me deja respirar!- y eso le encanta, adora


tenerlo encima, esa compañía no tiene precio.

- Eso es normal, abuelo. Quien te tiene cerca y te conoce, ya no puede separarse


de ti, eres el mejor, y Rocco, pudo ver eso, desde que te encontró.

- Y yo también lo quiero mucho a él, pero que corra el aire, ¡es incansable!- eso
me hace sonreír al imaginármelos en esa situación.

- ¿Cómo va todo por mi Valencia querida?

- Nada ha cambiado mucho, todo sigue igual. Mi niña, te noto triste, ¿todo va
bien?- no puedo engañarlo.

- Sí abuelo, pero os echo mucho de menos, es duro vivir tan lejos de mi familia.

- Pero es la vida que has elegido, y tienes que estar segura de lo que te hace feliz.
Y formarás la tuya, al lado del hombre que amas.

- Sí, así lo deseo con toda mi alma.

- Ángel, ¿eres feliz?- no tengo que pensar esa respuesta, solo sentir a mi
corazón…

- Soy feliz, muy feliz, pero lo sería más, si pudiese abrazarte ahora mismo.

- Y lo harás, muy pronto, para que pueda verte vestida de novia, y hacerme el
abuelo más afortunado del mundo- se me parte el alma al escucharlo. Lo quiero
tanto…

tanto… que si le pasara algo, creo que no lo soportaré, si lega ese día se llevará
parte de mi vida con él.

- Te quiero abuelo, has hecho de mí la mujer que soy, por ello, nunca será
completa mi felicidad, porque no estás aquí.
- Yo también te quiero, ángel.

Más que a mi vida. Eres la niña de mis ojos, y eso no cambiará nunca.

Y siempre que me necesites, sólo tienes que llamarme, y me subo a un avión


para estar tu lado.

- ¿Cómo es eso?- me he quedado con la boca abierta.

- Pues que si mi niña me necesita, ¡yo lo dejo todo! Ya te lo he demostrado, al


final tu abuelo, ¡se ha modernizado y se ha hecho un viajero de mundo!- nos
reímos por su respuesta.

- Eres increíble. Mañana coméis todos juntos, volveré a llamar entonces.


¿Paella?

- Por supuesto- por supuesto.

- ¡Lo primero que quiero comer, cuando llegue a España, es una entera para mí!

- Eso está hecho, y será pronto, cuando quieras darte cuenta, te tendremos aquí
entre nosotros, para celebrar ese bonito amor que te une a Julen- escucho
cerrarse la puerta detrás de mí. Me abrazan por detrás, y ese olor que me
enloquece, volviendo mi mundo del revés, me envuelve para hacerme suya-.

¿Cómo está mi nieto?

- Pues aquí lo tengo.

- ¡Pásamelo, a ver qué me cuenta!- le paso el móvil a Julen.

- El abuelo- asiente conforme, me da un beso en la nariz, y se lleva el teléfono


para hablar con él, saliéndose

de

la

habitación,

dejándome pasmada.
- Vale…hola a ti también, y hasta luego.

¡Hombres!
Julen
Mala idea esto de jugar un partido doble de tenis. En la comida me he picado
con Valeria, y ahora estoy pagando las consecuencias por partida doble.

Perdemos, y encima me está poniendo como una moto, al verla vestida con la
faldita que se ha puesto. ¿No había más corta, nena?

¡Hay que joderse!

Hago equipo con Nathan, y ella con Yara, y no hay manera de centrarse en el
juego. Entre la ropa, y los gemidos que emite cada vez que devuelve una pelota,
esto es insoportable. Mi polla ya no puede más, y la erección que empieza a
marcarse, me delata.

- Un descanso- digo moviéndome para disimilar lo que ya es evidente. Camino


hacia un lado para coger mi toalla, y secarme el sudor.

Valeria se acerca mientras mi hermana habla con mi cuñado.

- ¿Qué pasa, amor? ¿Algún problema?- pregunta bebiendo de su botella

para

refrescarse.

Al

terminar, suspira haciéndome sufrir un poco más-. ¡Qué rico sienta esto!

- Baby, no gimas así, por favor, no puedo esconder ciertas cosas si despiertas a la
bestia, ¿entiendes?-

deja a mitad el gesto de llevarse la bebida a la boca otra vez, y empieza a reírse
sin parar.

- ¿Es por eso? ¿Has detenido el partido porque te pone cachondo tu chica? ¡Eres
un enfermo!- dice acercándose a mí, demasiado para mi gusto en esta situación-
¿Sabes?
Me alegra escuchar eso, porque pensaba que la única obsesa sexual era yo. Te
aseguro que estoy tan húmeda al verte con esta ropa, que daría lo que fuese por
perderme contigo y calmases esta quemazón…

- ¡Joder…!- no aguanto más-.

¡Nathan, Yara, se acabó el partido!-

no doy más explicaciones, y me llevo a mi chica lejos de la pista, directamente a


la casa de la piscina.

- ¡Julen, no seas tonto, tus padres, tu abuela, la niña…!- dice entre risas,
dejándose arrastrar por mí.

- Esto es una emergencia, cuestión de vida o muerte, nena, y no hay nadie aquí.

Abro la puerta y no espero más al cerrarla. La empujo contra la madera de roble,


y la levanto para que me rodee con sus largas piernas. Saco mi polla, aparto sus
bragas, y entro a través del fuego, que abrasa mi piel cuando la abraza con sus
llamas.

- ¡Madre mía…estás ardiendo…!- esto es una locura. No dejo de sacudirla,


golpeando la puerta, con cada embestida que mis caderas lanzan entre sus
piernas.

Castigo su coño empapado de su esencia, que envuelve mi pene, haciendo que


pierda la cabeza, deseando más y más-. Hecha para mí, ¡sí…sí joder…!

- ¡Oh…sí…!- clava sus uñas en mi culo, pidiendo más, y yo se lo doy. Mis


caderas entran y salen enloquecidas,

abriéndose

paso

hacia el paraíso.

- ¡No puedo más!- ella grita y se dejar ir, y yo voy detrás, directos al precipicio,
del que nunca me cansaré de saltar cada día…
Terminamos en el suelo, apoyados contra la puerta, recuperando el aliento.

- Esto no puede ser, no puedes volverme loco de esta manera. No es serio- se ríe
de mi argumento.

- Pues a mí me gusta, y espero que no cambie nunca. Estás hecho un auténtico


empotrador de libro.

- Yo soy real, ¿te lo vuelvo a demostrar?- ronronea como una gatita.

- Cuando quieras…

- Mira en lo que me has convertido, baby…- se gira para sentarse sobre mis
piernas, y preguntarme mirándome fijamente a los ojos.

- ¿En qué te he convertido, Julen?

- susurra contra mis labios.

- En tu esclavo, porque vivo para servirte, para cumplir todos tus sueños, y para
cuidarte. Has hecho de mí, un hombre que ha encontrado su camino en la vida,
gracias a su corazón, guiado por un alma que estaba vacía, hasta que te conocí,
hasta que llegaste a mi vida. Un hombre que no se rendía, porque buscaba una
razón por la que luchar: su destino. Tú. Eres la mujer que me ha enseñado a
mirar la vida a través de sus ojos, mostrándome la belleza que me estaba
perdiendo, con la ceguera que cubría la los míos. Le has abierto los ojos a mi
corazón, amor, que estaba ciego, no veía más allá de la oscuridad. Tú le has
devuelto el sol a mi vida, eres la luz de mi corazón…

- Julen yo…

- No me dejes caer Valeria, no te vuelvas alejar amor, porque si ti no quiero


seguir. Me equivocaré, tengo una vida a tu lado para ello, pero tú me enseñarás,
tú me guiarás, pero no te alejes. ¿Sabes lo que es vivir cada día con tu recuerdo
golpeando mi corazón? Mi alma quemaba mi piel, porque me ahogaba el dolor y
la pena, de lo estúpido que fui aquella noche…No poder tocarte…

eso me destrozaba…- Uno su frente a la mía-. Me rompí en mil pedazos, y no


podía recogerlos, porque mi cuerpo temblaba de frío porque no me dabas el calor
de tu amor. Te necesito para enfrentarme al mundo, quiero que me arropes en
cada anochecer, para amanecer cada día a tu lado. Solamente tú, baby. Solo tú
eres mi destino.

- ¡Por Dios…!- me atrae hacia ella y nuestras bocas se buscan, se abrazan, se


respiran para darse el aliento que necesitan para seguir, para mantenerse vivas,
porque Valeria, me ha devuelto a la vida, ha hecho, que mi corazón, vuelva a
latir…
Valeria
Esto había que hacerlo, no hay más remedio. Julen puede que luego quiera tener
unas palabras conmigo, o puede, que debería ser lo suyo, que ya haya asumido,
que su prometida es un caso perdido.

Las cosas han cambiado mucho en la vida de todos los que nos rodean, estos
últimos tiempos, y prueba de ello es la reconciliación de Beth y Alan. Se
presentaron en casa sin avisar, en frío, para que Julen no pudiese escaparse.

Beth me llamó para hablar conmigo, y en cinco minutos, entraban por la puerta
de nuestra casa.

Al principio, las cosas se pusieron difíciles con Julen, pero Alan fue claro con él.

- No puedo obligarte a que aceptes a Beth, sé que soy el primero que dijo que la
quería fuera de su vida, que no soportaba tenerla cerca. Pero también sabes, que
a veces

decimos

cosas

para

protegernos, como si de esa forma el mundo fuese hacernos menos daño. Tú


mejor que nadie sabes lo complicado que es amar a alguien, especialmente
cuando todo no es tan sencillo como en los cuentos de hadas- Julen se levantó,
estábamos sentados frente a ellos. Por fin nuestra casa vuelve a ser un hogar con
muebles, dedicamos toda una tarde para conseguirlo por las tiendas más
exclusivas del Soho, y por otras de segunda mano, adoro esos lugares,
¡encuentras cosas maravillosas!-. Julen- Alan ayudado de su muleta lo siguió-,
mírame. Por favor- cedió ante la súplica de su amigo.

- Alan, es que no puedo con esto, te miro y recuerdo el accidente, casi te


perdí…- llegó hasta él y le puso una mano sobre su hombro.

- Mírame bien- Julen se enfrentó a la mirada de su amigo-. Soy feliz, por fin
puedo decirte que soy feliz.

Beth me ha dado eso. ¿No quieres mi felicidad?

- ¡Joder, claro que quiero que seas feliz! ¿Cómo puedes dudar de ello? Eres un
hermano para mí, Tony y tú lo sois.

- Entonces, alégrate porque tu hermano vuelve a sonreírle a la vida, y te necesita


a su lado, para compartirlo contigo, para que mi dicha sea completa. ¿Podrás
hacerlo por mí?- tres personas esperábamos la respuesta muy ansiosas.

- Siempre estaré contigo, y cuidaré de ti, como tú has hecho conmigo- y se


abrazaron mientras Beth y yo éramos un mar de lágrimas. Fue realmente
hermoso ver a dos hombres abrir su corazón de esa manera.

Amigos, divino tesoro…

Tony y Jorge, también están al lado de Alan, ellos fueron más tolerantes con la
felicidad de su amigo. Son los hermanos Anderson, los que están dando más
guerra. Y ahora, toca ir a por el último frente de Beth: Yara.

- La verdad es que es difícil escoger las flores, son todas preciosas, no sé con
cual me quedaría yo. ¡En mi boda ya me volví loca!- hablamos en mi despacho
de los detalles de la ceremonia. Aún queda mucho por hacer, pero todo a su
debido tiempo, antes, necesito solucionar algo, para poder seguir con los
preparativos.

Llaman a la puerta.

- Adelante- respondo.

Yara sigue mirando fotografías y no presta atención a la persona que acaba de


entrar.

Me levanto rápidamente para colocarme en el sitio adecuado.

- Hola Beth- saludo a mi invitada.

- Porque estas tienen unos detalles que…- Yara detiene su discurso y se pone
recta en su asiento. Rígida.
- Siéntate, por favor- le pido a mi invitada.

Yara deja de malas maneras lo que estaba haciendo, y se levanta de su sitio para
dirigirse a la puerta, en la que me encuentro para impedir que se escape.

- Val, esto es una encerrona, no me gustan nada estas cosas. Y hasta donde yo sé,
esta mujer tiene la entrada prohibida en este edificio.

¡Alguien pagará las consecuencias de este grave error!- dice muy enfadada.

- Yo he dado la orden, en contra de las tuya, de que la dejaran pasar.

Y es por una buena causa, quiero que escuches lo que Beth tiene que decirte.

- ¡No me interesa, la quiero lejos de mi vida, bastante es aceptar que Alan está
con ella!- sisea entre dientes.

- Así es, y por eso, los demás también debemos aceptarla, porque nos alegramos
que nuestro amigo sea feliz, al lado de la mujer que ama.

- Bien con eso, pero en mi trabajo, no tengo por qué aguantarla.

¡Sácala de mis oficinas, Val, o llamaré a seguridad para que lo hagan!

- Yara- digo poniendo mis manos sobre sus hombros. Veo que le tiembla la boca,
está a punto de derrumbarse, y ella, odia que la vean en este estado de debilidad-.

No quiero forzarte a nada.

- Pues tienes una forma muy curiosa de demostrarlo- chasquea la lengua.

- Intento solucionar una situación que nos afecta a todos los que te queremos, y a
Beth también. Alan y ella le han dado una oportunidad al amor, ¿no puedes
dársela tú a la amistad?- aparta su mirada de mí.

- Alan es libre de tomar sus propias decisiones, no puedo hacer nada con eso.
Pero no por ello las acepto, lo que ha pasado entre los dos, nos afectó a todos.
Sufrimos muchísimo viendo a Alan atrapado entre los escombros de su coche,
todavía puedo escuchar sus gritos de dolor al sacarlo de allí abajo. Ha sido de los
peores momentos de mi vida, y eso, se lo debemos a la mujer que tenemos aquí
detrás-señala con la cabeza a Beth.

- Yara- Beth da dos pasos al frente para hablar con ella-. Déjame pedirte perdón,
con el resto ya lo he hecho, pero ponte al menos un segundo en mi lugar. ¿De
verdad crees que yo querría herir a Alan de esa forma? Antes, moriría si pudiese
evitarlo. Yo…- coge aire-, amo a ese hombre. Es el único que ha

sabido

apostar

por

mí,

demostrarme

que

puedo

ser

importante en la vida de una persona, algo que nunca he tenido, ni siquiera mi


familia me ha hecho sentir

amada.

Han

pasado

demasiadas cosas entre nosotros, pero la que prevalece por encima de todas, es
que nos queremos, que nos necesitamos, y que ahora la vida, nos brinda la
oportunidad de enmendar los errores del pasado.

Silencio. Ninguna de las tres decimos nada, hasta que Yara se gira para
encararla.

- Alan es muy especial para mí, tanto como Tony, que haya cuidado de mi
hermano desde que eran unos niños, hace que esté en deuda con él. Por eso si
alguien le hace daño, me lo hace a mí también- su tono es más conciliador, más
relajado.

Vamos bien…

- Y lo entiendo, yo nunca he tenido amigos, siempre he ido dando bandazos sin


echar raíces en el corazón de nadie, hasta que llegué a Nueva York, y conocí a
esta increíble mujer- me señala-, y le ha dado sentido a esa palabra que para mí,
estaba vacía: amistad.

- Beth, me resulta complicado todo…

- De acuerdo, no quiero ser una molestia más. Sólo quería que supieses, que
Valeria me llevó hasta ti y Kassi, y en vosotras, he encontrado a la familia que
nunca tuve- se dispone a salir de mi despacho pero…

- Beth…- se miran con los ojos bañados

en

lágrimas

y…

¡momentazo! Se abrazan llorando como

dos

magdalenas.

Por

supuesto, yo no iba a ser menos.

- ¡Estamos que lo tiramos por la ventana últimamente, esto marcha, marcha muy
bien!- grito emocionada abrazándolas

las
dos

comiéndomelas a besos-. Tenemos algo qué celebrar, y voy a llamar a la

mami

más

terremoto

de

Manhattan, para que se una a la celebración, porque sino lo hago, ¡ya podemos
escondernos!

- Nos encontraría- dice Yara secándose las lágrimas.

- Seguro- secunda Beth.

- Beth…- Yara le coge una mano y se la envuelve entre las suyas-, te quiero de
vuelta en J&Y- Beth asiente con rápidas cabezadas sin poder hablar, y se funden
otra vez la una con la otra.

- ¡Ahora sí que vamos a celebrar la mejor noticia que me podías dar!-

exclamo dando palmitas.

- Ya no sabías que hacer sin mí, ¿eh?- dice Beth.

- Cada persona tiene su lugar, y este, es el tuyo.


Julen
He terminado un poco más tarde de trabajar, he llamado a Valeria para decirle
que no podíamos regresar juntos, esta semana por fin hemos podido coincidir,
antes y después de la jornada laboral. Pero hoy me ha resultado imposible, Alan
se ha empeñado en regresar al trabajo, y hemos estado con Tony, reunidos en mi
despacho, para ponernos al día.

Pero ya está, ya he llegado a casa.

Escucho, ¿música? Entro por la puerta y mi maletín se cae al suelo…

¡Hogar dulce hogar….!

Madre mía…mis pantalones están a punto de correr la misma suerte que mi


maletín…

Valeria está…¿bailando? No eso no es bailar, eso es el baile de la muerte, porque


mataría a cualquier hombre que la viese moverse así…

Se mueve al ritmo de Mark Jonson-Uptown y Bruno Mars, la madre que la parió.


Ni se ha dado cuenta de que he llegado. Lleva unos pantalones por llamarlos así,
que le caen justo debajo de sus posaderas, y un top que cubre sólo sus pechosm y
con el pelo suelto.

Sexy… muy sexy…Baila descalza alrededor de la encimera.

Sus caderas me marean, no puedo moverme porque me siento embelesado, por


lo que mis ojos no pueden dejar de mirar. Al fin se da cuenta de mi presencia. Se
detiene un segundo mordiéndose un dedo, y mirándome a través del cabello que
cae sobre su cara, veo esa mirada…

Viene hacia mí, caminando al ritmo de la música…uff…

- ¿Bailas conmigo, Diablo?- se pasea a mí alrededor jugando con sus dedos por
encima de mi traje.

Empieza otra canción, de Pitbull, Mohombi y Wisism, cantan “Baddest Girl In


Town”, perfecta para esta ocasión.
- Nunca rechazaría algo así- la atraigo contra mi pecho metiendo una pierna
entre las suyas, y rozo varias veces su sexo con mi muslo.

- Ah…- jadea con la mirada salvaje.

- ¿Ah?- la imito-. Prepárate nena, ahora es cuando empieza el baile.

Acerco mi boca a la suya pero sin besarla, y nuestras caderas cobran vida,
provocándose, esto es una locura…y quiero volverme loco….

Le doy la vuelta, mi mano recorre su cuerpo desde su cuello hasta llegar al borde
de sus pantalones, pero sin llegar más allá.

- Vente pacá- le susurro mordiendo su oreja y apretando sus muslos. Deja caer su
cabeza en mi hombro, totalmente desinhibida, sus manos viajan a lo que
esconden mis pantalones.

Estamos

sudando,

nuestra piel está ardiendo, pero de deseo…

- Julen…

- Dime abusadora, destructora-repito lo que dice la canción.

- Fóllame…

- ¿Cómo quieres que te folle?-

mis dedos ya están dentro de su sexo, frotando su clítoris para que se corra así,
bailando conmigo. Ella dejándose llevar por lo que hacemos, se toca los pechos,
y su culo me busca, no deja de rozarse con mi polla. Eso me gusta…-.

Hasta un ciego puede verla….Esta chica está que quema…- canto la canción.

- Voy a correrme…

- No te dejaré, hasta que no me digas como quieres que te folle.


- Duro, fuerte, quiero sentirte por todas partes- contesta apretando mi pene-, lo
necesito entre mis piernas.

- Entre tus nalgas…

- Sí…joder sí…por todas partes…

- En tu boca…

- Sí…- y se corre, froto rápido su botón del placer y grita al llegar al éxtasis-.
¡Julen!

Nos arrancamos la ropa, no hay descanso, mi chica quiere más y yo lo quiero


todo.

La llevo hasta la mesa de cristal, bien por nosotros por las nuevas compras. La
tumbo y se coge aferrándose a los bordes del mueble, arqueando su cuerpo
cuando mi boca cae sobre su sexo, necesito saborearla. Es realmente una diosa,
esta imagen me vuelve loco, al verla totalmente entregada a mí.

Vuelve a tocar el cielo, y la levanto para besarla, tirando de su pelo,


excitándonos con roces de mi polla al acariciar su sexo.

- Entra…- me suplica.

- Hazlo tú- envuelve mi pene con sus manos y lo coloca en la entrada de su sexo,
y antes de que pueda darse cuenta, la penetro con fuerza.

Lo que siento provoca que muerda su labio inferior, y ella hace eso que tanto le
gusta, clavar sus dedos en mi trasero.

No razonamos, solo sentimos, y nuestro deseo se antepone a cualquier cosa


ahora mismo. Cojo sus piernas por debajo de sus muslos y mis movimientos de
cadera son rápidos y profundos, es imposible detener esto.

Ella hunde sus dientes en mi pecho, presa del placer y yo me dejo ir, me corro
sin detenerme, hasta darle todo de mí.

A veces crees que las cosas no pueden llegar más lejos, pero te equivocas, mi
deseo por Valeria no deja de crecer, es mi adicción, mi droga…
- Bienvenido a casa, bebé- dice contra la piel de mi cuello.

- Así da gusto regresar a casa…pero…

- ¿Pero?- pregunta con la cara de una mujer satisfecha.

- Todavía tengo que llegar a todas las partes de mi templo, no hemos


terminado…- eso la pone en alerta, sus ojos se oscurecen por el deseo querer
más.

- No esperaba menos de ti, ya me habías preocupado…como se acerca tu


cumpleaños y….

- ¿Me estás llamando viejo otra vez, señorita Fernández, muy pronto, señora
Anderson?- se baja de la mesa y empieza a correr hacia las escaleras perseguida
por Kai…

- No lo sé, demuestre que sabe hacer, señor Anderson, poco he visto hasta
ahora…

- Muy bien nena, tú lanzas otra vez el guante, y yo lo recojo…- salgo detrás de
ella-, ¡mañana no vas a poder sentarte!
Valeria
¿Puede ser que esté pisando Ibiza?

¿Puede ser que tenga frente a mí lo que Julen creó para nosotros? Sí, el Juva, una
de las construcciones más hermosas de nuestro país, se alza inmenso y poderoso
ante mí. He vuelto a España, regresado a mi país, y nada más y nada menos, que
para casarme con el hombre de mi vida. ¡Julen Anderson!

Todo empezó aquí, en este lugar, en aquella pista de baile que volveremos a pisar
en breve, para bailar el día de nuestra boda. ¡Cómo cambia todo en un segundo!
Nunca pude imaginar que esa noche, empezaba una nueva vida para mí. Julen no
quiso hacer desaparecer ese lugar, a pesar de lo que aquí se ha levantado frente al
Mar Mediterráneo, guarda en su interior lo más importante para nosotros. Esa
pista de baile. Esa noche donde nos miramos por primera vez, cambió nuestras
vidas para siempre, y un para siempre, es lo que queremos encontrar.

Hemos pasado por muchas cosas.

Vivimos alejados uno del otro durante dos años, donde nos rendimos, creímos
perder la batalla al amor. Pensábamos que nuestro destino era vivir como dos
almas atormentadas, castigadas por el desamor hasta el fin de sus días. Nos
equivocamos. Un desfile fue testigo de nuestro reencuentro, jamás olvidaré lo
que sentí al volver a ver esos ojos azules recorriendo mi cuerpo. Caía sobre mí,
una mirada, llena de un torbellino de emociones al verme otra vez…tardé un
suspiro en caer en sus brazos, lo que siento por él me lleva a eso, a no poder
alejarme, a querer luchar, a no rendirme y apostar por Julen.

Secuestros, suicidios por amor…tantas cosas estos años…el mundo siempre


parece estar en contra de que triunfe el amor…Pero lo peor de todo llegó hace
casi un año, cuando recibí un golpe en mis propias entrañas, cuando perdí al
bebé que estábamos esperando sin ni siquiera saberlo…Eso fue lo más duro de
todo… Tuve que poner tierra de por medio, no era capaz de enfrentarme otra vez
a Julen, me sentía culpable por no salvar a mi hijo, y también lo odiaba a él por
llevarme a ese punto. Dentro de mi interior, se desataron una locura de
sentimientos que me ahogaban, que no me dejaban respirar, y huir era la única
salida.
Angelo me ofreció en Manhattan, la oportunidad de unirme a su empresa si
algún día lo deseaba. Lo hice, por dos razones. Una porque sabía que Julen
estaría rabioso al verme cerca del italiano. ¿No me acusó de acostarme con él?
¡Pues mira donde estoy! Y la otra, porque no sabía donde acudir sin que me
encontrase. Sabía que llegaría el día que lo hiciese, pero al menos podría tener
un tiempo para mí. Lo tuve, pero no el esperado. Angelo, que al parecer es más
romántico de lo que parece, pero ante todo un gran amigo, adelantó mi encuentro
con Julen. Nunca pensé que lo hacía para propiciar ese momento, pero se lo
agradeceré siempre. Fui dura con Julen, o al menos lo intenté, es difícil luchar
contra lo que sientes, pero más difícil es herir a la persona que amas, cuando
sabes que está sufriendo como tú. Julen también había perdido a su hijo, y eso es
algo que pesará sobre él el resto de su vida. Se culpa de todo, puede que ahora su
alma haya cicatrizado, suavizando esa herida con el tiempo, pero jamás podrá
perdonarse por desconfiar de mí, borrar las duras palabras que vertió sobre mí.
Eso lo llevará siempre con él.

¿Tonta por perdonarlo y volver con él?

Sé la respuesta, y queda clara al casarme con Julen. A veces, para entender las
decisiones que toman las personas, porque tenemos esa mala costumbre de ser
impulsivos y no pararnos a analizar y a empalizar con los demás, hay que valorar
muchas cosas. Y lo que sí es cierto, es que nuestras desgracias siempre llegan de
manos de terceros, que empañan nuestro amor, decididos a terminar con él.

Han perdido, el amor ha ganado la batalla. ¡Joderos!

He salido a dar un paseo, llegamos ayer y dentro de dos días toda mi familia y la
de mi prometido nos acompañarán.

Algunos amigos han ido llegando, como Kassi y Aden, con Irina. Kassi estaba
ansiosa por conocer el Juva, algo que no pudo hacer la última vez que estuvimos
aquí, por el embarazo.

Me froto los brazos, no de frío, porque estamos en pleno verano, en el mes de


agosto, y en quince días será mi boda, el día del cumpleaños de mi futuro
marido.

Hemos querido recordar esa fecha por el día que nos unamos como marido y
mujer, no por la fatídica noche en la que se desató nuestro infierno.
- ¿La señora tiene frío?- alguien que forma parte de mi vida, porque es mi
amigo, a pesar de que dice que siempre me querrá de una forma…especial…se
coloca a mi lado.

- Hola Víctor- ayer nos recibió.

Es el encargado de que todo esté en orden en el Juva. Julen ya ha aceptado eso, o


por lo menos, lo asume sin más-. No me digas señora, me pones años encima.

- Pero pronto lo serás, y concretamente

la

de

Julen

Anderson, el multimillonario más deseado.

- Para mí es Julen, no lo veo como el resto del mundo, es el hombre al que amo.

- Lo sé, y es afortunado por eso.

- Tú también, has encontrado…

- Hemos roto.

- ¿Cuándo? Hemos hablado estos días y no me has dicho nada, te pregunté si


todo iba bien, y me dijiste que sí.

- Me refería a los preparativos de la boda. Además, te pones muy pesada, seguro


que me hubieses hecho un sin fin de preguntas, o a saber qué se te ocurre para
solucionar las cosas, y no merece la pena darle vueltas. Se acabó, no salió bien, y
no se acaba el mundo por ello- me deja con la boca abierta-. He conseguido que
no me respondas, estoy mejorando contigo.

- Víctor-recupero el habla-, lo siento mucho- froto su espalda.

Estamos sentandos en un banco de los muchos que han colocado por este
parking ajardinado-. ¡
Y que sepas que no soy una pesada, capullo!

- Lo eres, ¡siempre solucionando los problemas del mundo!- es verdad, pero soy
como soy, y es lo que hay.

- ¿Seguro que lo llevas bien?

Puedes hablar conmigo, sabes eso, ¿verdad?

- Sí, pero no tiene sentido hacerlo, no para mí- se levanta dejándome


preocupada. Lo imito y lo cojo por un brazo.

- ¿Qué pasa?

- Val, de verdad, no quiero hablarlo, eso no cambiará nada.

- Tal vez te equivoques, y…

- ¿En serio ver que la chica de la que estás enamorado, se va a casar con otro va
a cambiar? ¿Vas a romper con Julen?- grita enfadado.

Retrocedo dos pasos abrazándome a mi misma.

- Val, joder, yo…

- No, está bien, tienes razón.

Hablarlo no cambia nada, y tampoco me ayuda mucho a mí en este momento de


mi vida, Víctor.

Eres un gran amigo para mí, lo intenté contigo, pero no puedo obligarme a amar
a otro hombre, mi corazón eligió a Julen. Pensé que esto había quedado atrás.

- Sabes que no, te lo dije, a pesar de estar con otras, siempre sentiré por ti lo que
no llegaré a sentir por nadie.

- ¿Por qué me haces esto ahora?

- Tú has insistido.

- Es verdad, pero no quiero estar mal contigo, Víctor. Tal vez ahora no podamos
ser los amigos que pretendo, si las cosas están así, pero en un futuro, cuando el
amor te sonría, será un buen momento.

- Val, tienes que saber una cosa.

La vida no es a veces como esperamos. No todo el mundo encuentra a su media


naranja, y cuando lo hace, la otra mitad quiere ser la mitad de otra. Eso ocurre, y
la vida continúa.

- Eso es triste, y lo sé, pero tú…

- Tú me aprecias, quieres lo mejor para mí y para todas las personas que estamos
en tu vida, y eso es bonito. Pero a veces, tienes que aprender que la gente que
quieres, no consigue todo lo que necesita.

- Ya…

- Y no pasa nada, de verdad- se acerca a mí y coge mis manos entre las suyas-.
Me alegro mucho que tú lo hayas conseguido, que seas feliz, deseo de corazón
que todo te vaya muy bien con Julen.

- Y te aseguro que no será de otra forma- no lo he escuchado llegar.

Nos soltamos las manos y Julen me rodea con su cuerpo.

- Tengo que ir a revisar algunas cosas, hasta luego- Víctor se marcha


rápidamente.

- No entiendo algo- dice enfadado-. He ido a visitar a Lorenzo, dejando que mi


prometida durmiese, porque dice que no la dejo

descansar…-

imposible

descansar cuando no deja de hacerme el amor cada noche, con horas de sexo de
por medio. Que no me quejo, pero me planteo la idea de tomarme vitaminas para
seguirle el ritmo-…y llego y me la encuentro haciendo manitas con su ex novio.

¿Qué me dices a eso, nena?


- Víctor no es mi ex novio, no llegó ni a eso, es un amigo.

- Hasta donde yo sé, ha tenido tu boca, porque estos dos- señala sus ojos-, lo
vieron.

- Por favor, Julen, no quiero discutir por algo que no merece la pena.

- ¿Te parece bien si veo a alguna amiga mía…- habla de alguno de sus escarceos
cuando venía de soltero a la isla-…y la cojo de esa forma?

- No me provoques, no es lo mismo.

- Para mí sí, porque siento celos de él, y no lo quiero cerca de ti.

Además, ya no tiene novia.

- Estás más informado que yo, acabo de saber eso.

- Las noticias vuelan.

- O tú, que te interesas por aquello que…

- Intenta joderme la vida.

- Julen, no pienso perder ni un segundo más, hablando de Víctor, ni de ningún


otro hombre, porque para mí solo existe uno, y ese eres tú, ¡pedazo

de

mamarracho!-

me

dispongo a caminar pero tira de mí aplastando su boca contra la mía.

- Y no permitiré que sea de otra forma, baby- dice lamiendo mis labios-. Eres
mía,

- Soy tuya. Nos pertenecemos, bebé, y hemos venido a sellar esa unión…

- No veo el día, quiero que llegue ya.


- Muy pronto, cierra los ojos, ábrelos, y ya seré tu mujer…
Valeria
- Cuidado, vamos a romperle un pie a la novia, y os aseguro que el novio, nos
matará por ello- dice Ellen. Angelo también está en Ibiza, esta vez solo, no ha
traído compañía, pero no han cruzado palabra.

Cuando estuvimos todos instalados en el Juva, familiares, amigos y mascotas,


celebramos una cena, y fue increíble verlos a todos allí reunidos. Será
maravilloso casarnos con nuestra gente como testigo, cuento los días…Una
semana exacta para ser su mujer…

Leire y mi abuelo, llevan otro ritmo distinto al de todos. Se dedican a pasear a


Kai y Rocco en compañía de Jane, que está como loca, de que Bat también haya
viajado a Ibiza.

Otros invitados relacionados con la vida empresarial de Julen, y mis compañeros


de trabajo, irán llegando poco a poco a lo largo de la semana.

Pero antes, debo sufrir lo que se hace antes de una boda: mí despedida de soltera.
Nos han asaltado esta mañana en nuestra habitación. Estábamos desnudos, por
eso Yara fue la primera en entrar.

¡Gracias a Dios! Pudimos vestirnos con lo primero que encontramos, porque nos
sacaron arrastras del colchón. Chicas por un lado, chicos por el otro. Ni un beso
me dejaron darle a mi chico.

Me llevan con los ojos vendados, esto me suena. Hemos bajado del coche, y
escucho unas voces conocidas. Nadia y Ana, las chicas que me disfrazaron y me
dejaron como nueva, la primera vez que estuve aquí en este centro de belleza.

Me quitan la venda.

- Hola Valeria- Nadia sigue tan alocada como siempre-, ¡cómo me alegro de
volver a verte! ¡A ver si nos visitas con tu “jovenazo”- esa palabra es muy
conocida por un anuncio de la televisión española.

Nos echamos todas a reír. Ana que es la jefa, niega con la cabeza, dándola por
perdida.
- Hola chicas, me alegro de volver a veros- les planto dos besos a cada una.

- ¡Viva la novia!- grita como una loca Lorena.

- ¡Viva!- responden todas a la vez.

- ¡Venga, vamos a por unas horitas de relax, que la jornada se presenta calentita!-
dice Kassi entrando la primera. Las miro a todas, y me siento inmensamente
feliz, sé que harán de este día, uno inolvidable.

En una despedida de chicos…

Estos cabrones lo tenían todo bien pensado, casi me da algo al verlos entrar en la
habitación detrás de Yara. Si llegan a ver a Valeria desnuda, les arranco los ojos.

Me han traído a la zona del puerto deportivo de Ibiza, donde se practican los
deportes de agua. Luego nos llevaremos el Española para adentrarnos en el mar,
y comer allí.

- ¿Estás listo para la que se te viene encima?- pregunta Alan. Él no puede subirse
a las motos de agua, pero mientras los demás están disfrutando, me he quedado
aquí con él.

- Sí, es algo que debo hacer-respondo muy seguro.

- ¡Vaya par de huevos tienes!

- Alan, acabas de empezar con Beth, ya hablaremos dentro de un tiempo,

te

recordaré

esta

conversación.

- ¡Ni lo sueñes, amigo, yo por ahí no paso!- eso habrá que verlo.
Miro el mar de Ibiza, y lo considero parte de mi historia con Valeria. Era parte
del escenario la primera vez que nos acostamos juntos. Ella se entregó a mí,
nunca antes había estado con un hombre a ese nivel, y juro por Dios, que ya no
deseé que fuese de otra forma.

Solo mía. Quise negar lo que sentía una y otra vez, hemos ido dando bandazos
estos últimos años, pero hemos regresado al comienzo, para darle el final que se
merece…

Unas horas más tarde…

- Por favor, voy a dejar de comer, porque esto no es normal-dice Lorena.

- Uyy uyy uyyy…yo creo que alguien, podría estar embarazada, ¿no?- mi madre
es la que habla.

- No me digas eso, Clara, que me da un tabardillo, que me estoy poniendo ciega


de cañas- responde abanicándose con la mano.

- Mareos, sofocos, más hambre de la habitual y…- dice Kassi.

- ¿Tu periodo?- pregunta Beth.

- Pues la verdad…¡ayy joder…

joder…!

¡Que

como

esté

embarazada, me da algo, me da algo!- se coge la cabeza.

- Pues sólo hay una forma de saberlo, ¡Vamos a buscar una farmacia!- grito
levantándome de la silla. Hemos comido en el restaurante del Juva, con Manuel
y Teresa

llevándolo
todo.

Han

querido ser ellos personalmente quienes controlasen los términos de la comida y


la cena, sin hacer caso de Julen para que se uniesen a la fiesta. El día de la boda,
imaginaros cómo estarán. Me los imagino controlándolo todo ahí dentro de la
cocina, a Teresa con su vestido de gala, dando órdenes a diestro y siniestro. Fue
la mejor decisión unirse al Juva, sus caras son otras, allí en su restaurante, había
demasiados recuerdos dolorosos.

Salimos al exterior, y nos subimos a los coches conducidos por Dan y otro por
Neimar. Trevor y Oliver están con Julen, esa es la mecánica habitual. Ya no
vamos a ningún sitio sin ellos.

¡Qué emoción! El día de mi despedida que se confirme una noticia tan bonita
como que Lorena y Marco van a ser padres, ¡sería fabuloso! Él es algo que desea
desde hace mucho tiempo, y Lorena también, pero tras meses buscando el niño y
ver que no llegaba, habían dejado el tema para más adelante, donde pensaban
recurrir a un centro de fertilización.

- ¡Por favor, hazte ya esa maldita prueba, queremos saberlo!- dice Yara dando
saltitos. Todas están histéricas, excepto una.

Hemos venido a mi suit para que se haga el test de embarazo, pero no se atreve.

La verdad es que la situación es un poco dantesca, estamos todas, mi madre, la


de Jorge y mi futura suegra, un poco contentitas por el alcohol.

- Lore, cariño- me arrodillo frente a ella. Estamos en la cama, todas junto a ella-.
¿Qué pasa?- una lágrima cae por su mejilla mientras juega con el test,
paseándolo entre sus dedos.

- ¿Y sino lo estoy? No podré con otro fracaso.

- Oye, no será un fracaso, sólo habrá que volver a intentarlo- le contesto.

- ¡Y esa es la mejor parte!

- ¡Mamá!
- ¡Pero si es la verdad, lo mejor de los hijos, es hacerlos!- está desatada. Siguen
bebiendo, no deja de reírse con la madre de Julen y Laura. ¡Esto es de locos!

- ¡Vamos Lorena, estamos contigo preciosa, a por ello!- grita Ana.

Menudo día me van a dar estas mujeres.

Se levanta y se dirige al baño. No la acompaña nadie, porque es algo que debe


decidir ella.

- Val, Lucy, os necesito…- dice deteniendo

sus

pasos,

tendiéndonos una mano.

Dos minutos después gritos imposibles llenan la suit.

- ¡Por Dios, vamos a ser tías!-

las tres nos abrazamos saltando como si hubiésemos ganado la copa del mundo.

Salimos del baño y veo que Ellen se dirige al equipo de música porque no hace
falta aclarar nada. ¡Se desata la marabunta!

Por la noche…

Nos hemos reunido con los chicos para cenar y celebrar luego las dos despedidas
en la pista de baile. No estaremos solos, hoy es sábado y las previsiones de aforo
son al cien por cien completos. Como las habitaciones, no quedan libres. El Juva
ha sido todo un éxito desde su apertura, y con la gestión de Marco, mucho más.

Ahora mismo, anda por ahí perdido con su chica, desde que se ha enterado de
que va ser papi. Interrumpimos la despedida de Julen, era imposible guardarse
una noticia así, y estuvo muy bien la intrusión en el yate, porque reviví cosas
maravillosas con mí prometido en un camarote,… ajenos a todos los demás.
Luego regresamos a tierra para seguir con la fiesta por separado, donde nos
disfrazamos de sevillanas. Sí, eso sólo puedo ser idea de mi cuñada, le hacía
mucha ilusión.

Nos lo pasamos en grande recorriendo las calles de Ibiza y regentando varios


locales, para terminar cantando en el Singer. ¡Cuántos recuerdos llenan esta isla!
¡Julen está por todas partes!

Casi es la hora de cenar, y nos vamos sentando a la mesa. Julen y yo, por fin
juntos, uno al lado del otro.

- Te he echado mucho de menos-susurra.

- Y yo a ti bebé. Espero por tu bien y por el de tus amigos, que no hayan llevado
a ninguna striper-quiero saberlo, es algo muy típico en estas celebraciones.

- No amor, y espero escuchar lo mismo por tu lado.

- Julen, sabes que el único que deseo que me haga ese tipo de baile eres tú- mi
mano viaja por debajo de la mesa y acaricia su muslo, sin llegar más lejos.

- Sigue soñando, baby. Cumpliré tus sueños, pero eso es una pesadilla para mí,
no me lo pidas más, porque es tiempo perdido.

- Algún día lo conseguiré.

- Te aseguro que no- responde rotundo. Bueno, soñar es bello, ¿no?

Llegan a tiempo para cenar Marco y Lorena, creo que han estado aprovechando
muy bien su habitación.

No podía llegar esta noticia en mejor momento, está siendo un gran día.

- ¿Te lo has pasado bien?-

pregunta acercándome a su cuerpo.

- Sí, ¡hay que ver cómo se desatan nuestras madres con dos copas de más! He
pasado una vergüenza

terrible,
tenías

que

escucharlas piropear a los chicos de la isla. ¡Hasta Neiamar y Dan, las han
sufrido!- nos reímos al mirarlas, están disfrutando mucho.

- Pues los hombres de nuestra familia también se han lucido, y se han puesto
muy… ¿pastelosos?

- Hay que ver, ¿quién diría que son

hombres

responsables

trabajadores con traje y corbata, eh?

- le planto un beso en los labios.

- Soy feliz, muy feliz amor, miro todo lo que nos rodea, te miro a ti, y lo tengo
casi todo.

Casi todo…lo sé….Sé que la noticia de Marco y Lorena ha removido lo mismo


en los dos…

- Te quiero, bebé…

- Y yo a ti, mi vida.

Nos hemos quitado los disfraces, y vestido para salir a darlo todo en la pista de
baile. Esta noche nos visitan varios DJ, entre ellos David Guetta, que pinchará su
último éxito que me encanta.

- ¿No crees que vas a volver locos a todos los que están ahí abajo?

- Lucas se encargará de que nadie, se me arrime, añadiendo a la suma a Dan y


Neimar- Sandra no ha podido estar con nosotras hoy, Dana está enferma, y tiene
que ponerse bien para la boda. Lucas estaba con ellas hasta esta noche, que debe
coordinar la seguridad del Juva por la gran afluencia de gente que se espera.
Julen no confía en nadie más para ello, y su hermano tampoco.

Pero bien es cierto, que ha venido porque la pequeña se encontraba mejor, sino
su segundo al mando, ocuparía su lugar.

Mi vestido es corto, muy corto, pero quiero ser mala esta noche con mi chico es
esa pista, y hará calor…por tanto, cuanta menos tela nos separe, mejor…

- ¿Y tú te has visto?- le digo acercándome a él por detrás. Se está mirando en el


espejo para comprobar que todo está en orden.

Y lo está, demasiado perfecto diría yo. Los pantalones que lleva le marcan el
culo, uno que invita a que se lo palpen. Si veo a alguna hacer eso, le muerdo las
manos. La camisa que ha elegido es una que le he regalado, de color blanco.
Entre la imagen sexy que es, y lo bien que huele, creo que no debería salir de
estas cuatro paredes.

- Sí, la verdad es que tu chico está tremendo- azoto esas nalgas y luego las
aprieto. Él hace lo mismo con las mías.

- Pero es mío, no lo olvides.

- Y tú tampoco- me besa jugando con su lengua. Los besos de Julen hacen que la
temperatura de mi sexo pase de cero a cien en un segundo.

Siento

algo

que

crece

entre

nosotros…- Creo que vamos a quedarnos aquí…

- Julen…- sus labios recorren mi cuello y sus dedos viajan hacia un lugar
prohibido. Aparto su mano y tiro de él hacia la salida de la suit.
- Esto, antes no me lo hacías.

¿Aún no me he casado y ya no tengo sexo?- está bromeando.

- Sí, creo que ya hemos tenido bastante en esta vida- Me empuja contra la pared
del ascensor mientras bajamos.

- El día que te diga que tengo bastante de ti, enciérrame, porque me habré vuelto
loco…

Salimos encendidos de ese ascensor, ha hecho todo lo contrario a enfriar las


cosas.

- ¡Eres un cabrón!- le suelto al haberme provocado con los dedos dejándome a


mitad, y él se ríe ante mi vocabulario. Se chupa los dedos ante mí.

- Eres deliciosa, mmmm….

Más calientes que una vela, nos vamos al reservado de la discoteca, allí nos
esperan nuestros amigos y familiares.

Después de la cena, he estado hablando con mi abuelo, y se ha reído mucho


cuando le he contado lo desatada que está su hija. Dice que falta le hacía salir de
esas cuatro paredes del hospital. Y es cierto, trabaja demasiado.

Nos sirven dos copas a Julen y a mí de Martini Royale. Mi prometido se acerca y


brinda conmigo.

- Por nosotros, amor- chocamos nuestras copas y bebemos.

- ¡Qué bien entra!- digo después de beber, y darme cuenta de lo bien que me
sienta. Es muy dulce, apenas lleva alcohol.

- Pues no te pases bebiendo, que tengo algo que terminar en esa suit.

- Esperaba que lo hicieses antes-lo provoco.

- No lo dudes, pero eso será solo el aperitivo de lo que ocurrirá después- me besa
en la mejilla y va a reunirse con mi hermano y Jorge.

Mi cuerpo imagina demasiadas cosas…


- Hola preciosa- escucho la voz del italiano más atractivo que conozco, porque
es cierto y no hay que negarlo. Sólo delante de Julen.

- Hola Angelo- miro mecánicamente hacia Ellen, que está charlando y riéndose
con Yara y Kassi-. ¿Cómo van las cosas?

- Sé por donde vas, y no hay cosas. No hay nada. Se lo dije a Julen, quiero pasar
página- Ellen también se cierra como una almeja, ninguno de los dos se quiere
enfrentar a la realidad.

- Es una lástima, que dos personas deseen estar juntas, y no puedan.

- Eso de que lo desean, ¿por quién lo dices?- pregunta siendo irónico.

- ¡Venga Angelo, no te hagas el tonto conmigo!

- No me lo hago, y no hablaremos más de ello, pero fue tu nueva amiga la que


estuvo toda la noche follando conmigo, y al despertarse por la mañana, me echó
como un perro.

¡Las mujeres estáis locas!

- ¿Has hecho algo más desde ese día?

- ¿Hacer? Me dijo de todo, que no me acercase más a ella.

- Y tú eres tan obediente, que le haces caso. Mira. Llevas toda tu vida esperando
encontrarla, o al menos, no has podido olvidarla. La engañaste, te hiciste pasar
por alguien que no eras, y eso hizo que ella ya no pudiese confiar en ti. Sin
confianza, no hay relación. Se sintió humillada por ti. Está claro que erais más
jóvenes e inexpertos que ahora, pero el daño, es el mismo, antes, y ahora.

- Joder Valeria, me asusta enfrentarme a ella, a su rechazo, no podré soportar su


desprecio otra vez.

- La vida está hecha para los valientes Angelo- mira a Ellen, que parece darse
cuenta y cruza sus ojos con él-. Esa mujer te ama, pero su corazón

está
herido.

Cúralo,

devuélvele la confianza en el amor, desde el día que la perdiste, dejó de creer en


él.

Ellen se aleja disculpándose con las chicas, y Angelo esta vez no duda, sale
detrás de ella. Espero que no se maten, al menos, que puedan llegar a compartir
el mismo espacio sin esquivarse todo el tiempo y sin que la sangre llegue al río. .

En la pista de baile…

Lo estoy dando todo con David Guetta, está pinchando el tema de Axwell e
Ingrosso, “Sun in Shinnig” Es el mejor en la pista, todo el mundo se vuelca con
él, hasta mis padres, mis suegros, todos, ¡me quedo loca!

Termina la canción y las luces se apagan. La gente abuchea, algo ha debido de


pasar con el sistema eléctrico. Julen no ha regresado del baño.

- ¡Yee, yee, tranquilidad gente, que todo tiene una explicación, no me seáis
impacientes!- dice David Guetta. Todo ha sido provocado. Un silencio general-.
Valeria Fernádez, diosa de la pista de baile en Ibiza, te quiero en medio de este
escenario, en dos minutos, por favor. ¿Dónde estás, princesa?

Muéstrate.

- ¿Cómo?- pregunto nerviosa.

- ¡Aquí, está aquí! - gritan mis chicas señalándome ante mi cara de sorpresa.

Un foco de luz cae sobre mí, y la gente abre un pasillo hasta el escenario ubicado
frente a la piscina. Me giro y veo que Dan y Neimar, se colocan detrás de mí
para seguirme. Lucas camina delante. Han devuelto parte de la iluminación y
veo las caras de sorpresa de la gente. La mía debe de ser peor.

- ¿Chicos qué está pasando?-

esto no es normal. Pero empiezo a pensar que es algo de las chicas, seguimos
con mi despedida de soltera.
- Sólo recibo órdenes, Val, y sabes que soy muy obediente- dice Lucas girándose
y guiñándome un ojo.

Me llevan hasta la mitad del escenario, donde hay ubicada una silla, y me invitan
a sentarme en ella.

- ¡Yo las mato, juro que las mato!- Me quedo sola en este escenario, junto a
David Guetta, que se acerca micro en mano, hablando para todos.

- Hola Valeria- dice paseándose a mi alrededor-, me ha dicho un pajarito… que


estás celebrando tu despedida de soltera, que… ¡por fin te casas con el buenorro
de Julen Anderson!-

la

sala

grita

enloquecida-. Aunque yo… me quedaba contigo, nena…- la gente silba


apoyando sus palabras “Yo también”

escucho

de

fondo-.

También me ha dicho ese pico que lo sabe todo, que deseabas un baile
especial…- juro que las mato, no pueden hacerme esto, Julen se enfadará si ese
chico me toca, y encima delante de todas estas personas. Y yo tampoco quiero
que me toque, yo quiero que mi baile sea con Julen. No sé qué hacer…- y toda
novia, debe de tener el suyo….- veo que se aleja y miro al frente. Todos los aquí
presentes tienen sus ojos puestos en mí. Juro que las mato…

Se apagan nuevamente todas las luces de la discoteca, exceptuando la


iluminación del escenario, que se hace más tenue, pero se aprecia todo lo que
pueda ocurrir aquí arriba. Es decir, yo sentada en una silla, y lo que esté por
llegar…
- Joder…- mi mirada se queda clavada en el suelo, donde veo unas botas
militares negras que aparecen ante mí.

No me muevo de la silla pero mis ojos empiezan un recorrido ascendente por el


cuerpo del hombre que tengo delante, enfundado en la misma ropa que el
protagonista, de una película…. Incluso lleva la máscara de soldador…

Empieza a sonar una canción, que reconozco de inmediato. Encima las muy
sinvergüenzas, han elegido esa canción, las muy…yo las mato… Niego con la
cabeza, riéndome, no lo puedo evitar, estoy nerviosa. Yo siempre imagino a
Julen cuando la escucho. ¡Acaban de robarme un sueño erótico! ¡Brujas!

Suena “Pony” de Ginuwine, que pertenece a la banda sonrosa de Magic Mike


XXL, donde con ella de fondo, Channing Tatum baila de una forma increíble,
convirtiendo ese momento, en una fantasía húmeda para mí, al desear que mi
chico la hiciese realidad.

Este hombre sabe bailar, joder cómo baila…ese cuerpo…esas caderas…

¡No es posible…! Se tira arrastrándose por el suelo hasta caer arrodillado ante
mí. Se quita la máscara…

Esa boca que me sonríe…mordiéndose el labio inferior, y tocando mi cuerpo


mientras su cuerpo se mueve de una forma indecente…

Creo que voy a correrme….

Tira de mí, y ambos bailamos, me dejo llevar por él, soy suya…

- Julen…- digo cautivada por él, por todo lo que está haciendo por mí…

- Seré tu sueño, tu fantasía, haré realidad cada uno de ellos, porque mi mayor
ilusión en la vida, es dártelo todo…

Terminamos en el suelo, y levanta mis piernas para encajarse entre ellas, y


simular con sus caderas que me folla, lo que provoca que las mujeres de la sala
pierdan el sentido, y griten descontroladas.

- ¡Dáselo todo, nene, no pares nunca!- esa sonrisa que hace que me derrita llega
hasta mis labios, y me besa sin dejar de moverse.
Si estás caliente, vamos hacerlo- dice la canción. No estoy caliente, ¡hay un
volcán entre mis piernas!

Nos levanta con un rápido movimiento del suelo, tirando de mí y cayendo sobre
él de manera que mis piernas rodean sus caderas. Sin hacer nada más, me aferro
también a su cuello y nos saca de la pista…

- Se terminó la despedida-susurra Julen sin bajarme y saliendo de la discoteca-,


ahora empieza la fiesta de verdad…

15 de Agosto, en Ibiza. Llegó el gran día… ¿Listo Juler para compartirlo


con Julen y Valeria? Te dedico este final, gracias por hacerlo posible,
gracias a todos por no dejarme sola y apostar por mí, ayudando a mis
manos a no rendirse…¡¡¡OS QUIERO!!!

Valeria

Mi corazón golpea mi pecho, no ha dejado de hacerlo desde que han terminado


de ayudarme a ponerme el vestido de novia. Llegó el día, ese esperado momento
donde voy a convertirme en la esposa de Julen Anderson, y él será mi marido.

Me vienen a la cabeza, unas palabras que dije porque quería herirlo, porque
necesitaba que sufriera como yo lo estaba haciendo, en aquellos días que vino a
buscarme a Italia: “Necesito a alguien que me cuide, que pase lo que pase no se
rendirá conmigo, que apueste por nosotros cada día, que me elija, y que me
quiera por encima de todas las cosas, enfrentándose a las adversidades que nos
presente la vida, cogiéndome fuerte la mano, para no soltarla jamás. Y ese
alguien, no eres tú, Julen” Fue terrible decirle algo así, ante esa mirada que
cuando me toca, acaricia mi alma. Pero mi dolor, estaba por encima de mi amor
por él, me destrozó en mil pedazos.

Y míranos hoy, rodeados de toda nuestra familia y amigos, para que vean como
nos declaramos amor eterno frente a ellos, y para que miren como pegamos cada
día, un pedacito nuevo de nuestros corazones, con manos firmes, sin miedo…

La vida, un segundo y lo cambia todo…

Entra mi abuelo en la suit, Julen está en otra habitación, en la planta de abajo, en


esta, solo está este maravilloso rincón privado que él ha construido para
escondernos del mundo.
Nos quedamos solos, porque así lo entienden las mujeres que me acompañan, y
que no han dejado de llorar, desde que mi piel fue cubierta por la creación de
Yara. Paseo mis manos por él… me hace sentir la mujer más hermosa del
universo.

Miro el reflejo del espejo, y verme al lado de mi abuelo, que me abraza por
detrás, hace que me emocione.

- Ella estaría tan orgullosa de verte tan bonita, como una princesa, pero sé que lo
hace desde ese lugar en el que me espera, y que cuida de ti, y que hoy nos estará
sonriendo con la misma sonrisa que ahora me muestras tú- asiento llorando de
felicidad, porque soy feliz a pesar de las ausencias…Arthur, Belén y mi

amada

abuela,

por

ellos

debemos ser felices, porque los que nos quieren de verdad, siempre querrán eso
para nosotros aunque no estén aquí.

- Abuelo, te quiero tanto- él y Leire serán los padrinos de la boda.

No dudamos en elegirlos, no podía ser de otra manera.

- Y yo mi ángel, y sé que serás feliz, eso me tranquiliza, le da paz a mi corazón


al tenerte lejos- me giro entre sus brazos.

- Siempre me tendrás, no existe nada que pueda alejarme de ti, esos jets van a
hacer mucha ruta a partir de ahora- viajaremos muy a menudo a España, no
permitiré que sea de otra forma. Mi familia es necesaria en mi vida, y tengo la
suerte de tener a una persona a mi lado, que tiene los medios necesarios, para
que eso siga siendo así, sin que pueda pasar mucho tiempo sin verlos.

Llaman a la puerta, y no veo a nadie cuando se abre, pero sí a una cosita muy
bonita. Kai. Está precioso con un lazo de dos colores, verde y azul, la unión de
dos miradas que cambió la vida de dos personas.
No duda en llegar hasta mí, miro la puerta, y mi hermano sólo levanta los
hombros cuando veo la nota que lleva pegada en su lazo. Mi abuelo se la quita y
me la entrega.

- Sólo somos los mensajeros- y se van. Nuevamente hacen su entrada las mujeres
que me llevan volviendo

loca

estos

días,

esperando que lea lo que pone la nota.

La abro.

“Solamente tú”- no pone nada más.

- ¡Ohhh….pero qué romántico es! – exclaman. - Ya todos lo conocen…

¿todo de Julen y de mí? Casi todo, claro… Saben que esta canción es importante
para nosotros, y Julen, no quiere que yo me olvide de ella. No lo haré nunca mi
amor, nunca…

Julen

Soy un hombre distinto, el amor ha hecho de mí una persona diferente, me ha


devuelto a la vida, le ha dado sentido a cada amanecer de un nuevo día.

Pero lo más importante de todo, es que soy feliz, porque sé que la mujer que
amo, lo es a mi lado, y ese será mi mayor reto, que su sonrisa acompañada de esa
mirada que me lo dice todo, no desaparezcan jamás.

- Julen, tienes que relajarte un poco. No va a salir corriendo- dice mi abuela


arreglándome la corbata.

- Hasta que no la tenga frente a mí y diga sí quiero, no podré respirar tranquilo-


acaricia mi cara.

- Estás tan guapo, esos ojos…-


los de mi abuelo-, me recuerdan el día que tu abuelo y yo nos casamos.

Brillaban igual, con la ilusión de una nueva vida a lado de su mujer.

- Ojalá estuviese aquí, lo echo tanto de menos- la abrazo fuerte porque veo sus
lágrimas.

- Y lo está, a tu lado cariño, forma parte de ti, del hombre en el que te has
convertido, y siente un orgullo enorme de ver todo lo que has conseguido.

- Te quiero mucho, abuela, y casi te pierdo a ti también, no creo que pueda


soportarlo otra vez si…

- Lo harás, porque eres un luchador, como tantos otros que aprenden lo que la
vida les da. Mi niño, la vida, te da sabiduría, y no debes temer al maestro, debes
aprender de él. Nunca olvides esto.

- No lo haré, esa frase…

- La decía siempre tu abuelo, tu padre ha crecido con ella, ¡y mira a donde ha


llegado! No digas no puedo, siempre hay que decir, tengo que intentarlo.

- Gracias abuela- mi madre nos escucha en silencio, y aparecen el resto de mi


gente. Mi padre, mi sobrina, que corre a mis brazos, Yara y Nathan, Tony, Jorge
está con Valeria, Beth y Alan, y mi adorada hermana que tiembla de emoción.

Dejo a Jane en el suelo, después de darle un beso en su mejilla, y digo: - Ven


aquí, hada- se refugia llorando contra mi cuerpo.

- Julen, hijo, te esperamos abajo.

- De acuerdo papá- sonríe feliz, hemos tenido una charla de hombre a hombre.
Hoy es un día de donde los corazones, no puede evitar hablar. Nos dejan solos-.
¡Eh, que me caso, no me voy a la guerra!

Se limpia la cara, está tan graciosa como hermosa en este momento. Es toda una
mujer, a la que admiro, y a la que se lo debo todo.

- Es que te miro, y soy tan feliz.


Lo has conseguido, por fin la tienes a tu lado. Triunfó el amor.

- No ha sido fácil, pero sí, ya casi es mía.

- De casi nada, es toda tuya.

Cojo sus manos entre las mías.

- Gracias- digo emocionado.

Me sonríe y pregunta: - ¿Por qué me las das?

- Por no dejarme nunca solo, por cuidarme cuando ni yo mismo lo hacía. Nunca
te rendiste conmigo, has sufrido por mi culpa, viendo como me destruía en aquel
ring, sin tener en cuenta el daño que os hacía, y tú ahí estabas, siempre cerca.

- Nunca te dejaré, Julen, soy tu hermana, y eres parte de mi vida.

- Y tú de la mía, pero quiero pedirte perdón por todo el daño que te he hecho,
porque fui egoísta, no veía más allá de mi dolor, cuando vosotros también
estabais sufriendo.

- No peque, todo eso quedó atrás, y no debemos dejar que marque nuestras
vidas, solo aprender para ser más fuertes y no cometer los mismos

errores.

Te

quiero,

muchísimo, y cuidaré de ti siempre.

- Y yo de ti- la abrazo besando su cabello.

- Creo que tenemos una boda que celebrar, hay una hermosa española esperando
a que llegues antes que ella, sino, tendrás problemas antes de tiempo. ¡Espera al
menos unos años para ello!- bromea.

- Lo bueno de las broncas…


- ¡Son las reconciliaciones!-

decimos los dos a la vez, saliendo por la puerta que me lleva a mi destino…

Valeria

No me puedo creer que tenga que abandonar esta habitación…

- Llegó la hora- dice mi abuelo tendiéndome la mano. Me sonríe y yo…yo veo


que del bolsillo donde debería ir la misma flor que llevan todos los hombres de
mi vida, sobresale…

- ¿Otra nota?- pregunto sacándola de su escondite y sonriendo feliz.

Leo.

“Te necesito, no tardes…”

- Abuelo, este hombre está provocando que mi ansiedad crezca por momentos.
Estoy a punto de salir corriendo para llegar volando a ese altar.

Se ríe a carcajadas.

- Bueno, eso creo que es lo que busca. ¿Vamos?

- Vamos, mi destino me espera…

Jorge, Lorena, Lucy y otros muchos más…

- Hay que ver cómo ha cambiado todos chicos- dice Jorge mirando a todas las
personas que están con él, en especial al hombre que tiene a su lado.

- Sí, Ibiza nos ha cambiado la vida a todos- Marco besa a Lorena cuando escucha
esas palabras que escapan de su boca. Acaricia su vientre, ese que acogerá el
fruto de su amor.

- ¡Eh, y Valencia! Allí también ocurren

cosas

maravillosas,
¿verdad doctor?- Lucía le da un azote juguetón a su chico.

- Lo más bonito de mi vida-responde Iván besándola.

Nadie se ha sorprendido al ver esta mañana a Ellen y Angelo cogidos de la


mano, a estas alturas de la vida, ya nada es imposible. Nada.

Kassi y Aden con la pequeña Irina en brazos, son una bella estampa de lo que es
conseguir ser feliz, como recompensa de un duro camino.

Alan y Beth, un amor truncado por malas decisiones, por orgullos heridos, pero
que al final, el poder de lo que movían sus corazones, fue más fuerte que su
pasado.

Todos esperan en la arena de la playa del Juva, en esta hermosa cala, a la novia,
acompañando a un novio que está impaciente por verla aparecer ante sus ojos.
Una boda frente al mar que ha visto nacer una historia de amor.

Y parece ser, que toda espera, tiene su recompensa….

Valeria

No sé si podré hacerlo, mis piernas no dejan de temblar, me aferro fuerte al


brazo de mi abuelo, que me tranquiliza acariciando mi mano. Nuestros invitados
están sentados en unos bancos de madera blanca, del mismo color que el
precioso altar que hemos elegido, adornado con preciosas flores azules y verdes.

Todos se levantan al verme, y mis nervios empeoran. Al comienzo del pasillo


que me llevará hasta Julen, nuestros amigos han hecho uno con sus cuerpos,
esperándome para demostrarme que están aquí, que siempre estarán ahí.

Jorge empieza aplaudir y todos lo siguen.

- ¡Guapa, preciosa, te queremos nena!- gritan sin parar y Jorge, mi mejor amigo,
que siempre ha estado a mi lado desde niños, se acerca y besa mi mejilla,
dándome la mano, donde compruebo que lo hace por algo. Sonrío.

Leo ese nuevo mensaje, que llega hasta mí deteniendo mis pasos al principio del
camino, que será el inicio de una nueva vida.
“Sin ti, no existo, ¿quieres ser mi para siempre?”

Levanto la mirada saboreando esas palabras, al tiempo que empieza a sonar “A


Moment Like This” de Leona Lewis, para encontrarme con los ojos más
hermosos de mi mundo.

Quiero ir con él, quiero correr, quiero fundirme con Julen, quiero ser su para
siempre.

Mi abuelo y yo pasamos entre todos, pero para mí solo existe el hombre que me
atrapó la noche que cambió mi vida…

- Te entrego a un ángel, no dejes que baje nunca del cielo- dice mi abuelo.

- Nunca la dejaré caer, lo prometo- responde firme sin dejar de mirarme.

Por fin nos casamos, y antes de terminar la ceremonia, pronunciamos los votos,
nosotros mismos escribimos en casa.

Nos costó mucho terminarlos, porque era inevitable hacer el amor a cada frase
creada. Queríamos declararnos de esta forma, y sellar nuestro amor, con la
sangre que mueve nuestros corazones, ante la familia y amigos Julen: Quiero ser
la razón de tu existencia

Valeria: Quiero ser el aire que respiras, las manos que te cuiden cuando lo
necesites

Julen: Quiero que me necesites tanto, como yo te necesito a ti.

Valeria: Te necesito. Quiero hacerte feliz, porque sufro cuando no lo eres Julen:
Haré cualquier cosa, me enfrentaré al mundo por mi mujer Valeria: Y yo lo haré
por mi hombre Julen: Sé mi para siempre, mi amor hasta el infinito y más allá.

Valeria: Tú y yo para siempre, hasta donde termine la eternidad…

Valeria

Hemos bailado como todos los novios, en medio de la pista que vio nacer
nuestra historia de amor. “Solamente Tú” de Pablo Alborán, ha sido el tema
elegido, no podía ser otro.
- ¿Lista nena?- pregunta Jorge.

Me he cambiado el vestido de novia por otro más sencillo. También es blanco y


llega hasta mis pies descalzos, con dos finas tiras que caen sobre mis hombros.
Estilo ibicenco, regalo de Lorena, Lucía y Jorge, para lucirlo para esta ocasión..

- No, pero tengo que hacerlo-respiro profundo. Necesito mucho aire para esto
que está por llegar.

- Ve a buscar a tu marido- mis amigos me miran, aquí estamos los cuatro, como
cuando todo empezó.

- Os quiero, y siempre estaremos juntos- les digo emocionada.

- ¡Ahora no, cariño, trágate esas lagrimas, y haz que sus pantalones terminen en
el suelo!- dice Lorena.

- ¡Estamos contigo, mujer valiente!- Lucía me abraza y se unen a nosotras Jorge


y Lorena, antes de dejarme sola.

- ¡Bueno Valeria, ya no hay marcha atrás!

Julen

Nos reímos ante las ocurrencias de Alan, siempre tiene alguna de las suyas
preparadas para darles paso, por esa bocaza que no calla ni debajo del agua.

Las luces se apagan, ya es de noche, nos hemos casado con el atardecer, y la


iluminación de la cala es perfecta. Al menos hasta hace un par de segundos.

No sé donde se encuentra mi querida esposa, pero hasta donde yo sé, estaba con
sus amigos.

Suena una canción, y escucho una voz…

Y frente a todos los que estamos aquí, se alza una hermosa fuente dentro del mar,
donde se pueden apreciar, unos dibujos que se perfilan en el agua, con preciosas
luces de colores. Un ángel que canta en directo “Everytime we touch” de
Cascada. Camina sobre el mar, y no puedo dejar de mirarlo, quiero tocarlo…

Valeria sale del agua, detrás de ella está esa inmensa pantalla de agua, pero su
figura, su belleza, destacan sobre todo lo que nos rodea.

Está realmente hermosa, pero la belleza de su corazón, va mucho más allá de lo


que su piel me muestra…

Llega hasta mí, me toma de la mano y me lleva cerca de la orilla, frente a la


pantalla de agua, donde nos abrazamos frente a ella y…ocurre algo increíble…

algo que jamás he visto…

Tus brazos son mi castillo Tu corazón es mi cielo Ellos secan mis lágrimas que
lloro Los buenos y los malos tiempos Los hemos atravesado Tú me haces
elevarme cuando caigo Ella me canta ante miles de imágenes nuestras, cuando
todo empezó, aquí, en Ibiza. Nuestra familia y nuestros amigos, todos se suceden
en este recorrido de mi vida con Valeria. Una imagen me roba el alma, somos
Yara y yo, duermiendo con mi abuela, la noche antes de su operación. Es bella…
eso sólo puede lograrlo Valeria, ella es la única que puede obrar auténtica magia.
Como esto que está haciendo por mí.

Antes de terminar la canción, nuestros ojos se encuentran, de la misma forma


que la primera vez que fundieron en uno, y ella canta:

Quiero que esto dure Te necesito a mi lado Aparece nuestra imagen en directo
bañada por el mar, elevados sobre las aguas que han sido el testigo de la unión
de dos almas destinada a encontrarse.

La acerco para cogerla con fuerza, clavando una de mis manos en su cintura, y
acercando con la otra sus labios a los míos, para que pueda besarlos sin decir
nada más que esto: - Quédate conmigo- susurro contra su boca.

- Para siempre…

Epílogo (Un año más tarde) Estoy cansado, desde que me he levantado, mi
humor ha sido de perros, todo porque mi querida esposa, tiene el día muy
ocupado, y no puede dedicarme ni un minuto. Ha dicho que tenía muchas cosas
que hacer, y ni siquiera he sabido nada de ella en toda la tarde. No sé qué le pasa,
pero no me gusta verla tan distante. Y como estoy cabreado, yo tampoco la he
llamado. ¿Infantil por mi parte? Puede, pero me da igual sonar así.

No sé que cojones le pasa a todo el mundo hoy, pero se han puesto de acuerdo
para que no llegue a casa. Alan y Tony, me han pedido con urgencia que firme
unos informes para tenerlos listos a primera hora, que se les habían traspapelado,
y no han podido entregármelos antes. Mira tú que bien, todos a casa y yo aquí,
echando humo.

Menudo presidente empresarial soy.

Casi los obligo a quedarse a mirarme hasta que terminase con esta mierda, pero
mejor solo, porque sino, no salimos de aquí delo que hubiese empezado a
despotricar.

Mis secretarias hace una hora que ya se han marchado, es viernes, y todos
quieren disfrutar del fin de semana. Yo también, y al lado de una mujer que me
vuelve loco, especialmente esta semana.

Nuestro primer año de casados, ha sido una luna de miel continua, nada ha
empañado nuestras vidas, y cruzo los dedos porque se mantenga de esta forma,
al menos durante un tiempo más. Se vive muy bien sin tener dolores de cabeza.

A lo largo de estos últimos meses, hemos hecho dos viajes a España, y en uno de
ellos, cumplí con algo que deseaba desde hace mucho tiempo. Me hice un tatuaje
en el brazo izquierdo, uno que me tuvo horas en una camilla, aguanté del tirón
porque yo allí no regresaba. Son unos dibujos que se perfilan por toda la piel
desde el hombro hasta mi muñeca, donde un mensaje se puede leer entre ellos:
“Valeria, mi destino eres tú”. Lo miro orgulloso cuando lo veo, porque
representa mucho para mí. Mi mujer, no me canso de decirlo, ahora sí lo es, vive
grabada en mi alma y en mi corazón, pero yo la quería también sobre mi piel.

Amo cuando ella besa cada línea, la hace sentirse posesiva conmigo, y eso nos
excita mucho a los dos…

Por otro lado, teníamos que conocer al hijo de Marco y Lorena, que su nombre
me ha encantado: Julen. ¿Bonito no? Yo creo que no han podido elegir mejor. Y

por supuesto, visitar a la familia de mi mujer, la descarriada. Esta noche


hablaremos, me va a escuchar, no pasa un día más sin que me explique qué está
pasando.

El año que viene es otro año en el calendario del amor. Tenemos dos bodas,
Ellen y Angelo, y Alan y Beth.

Mi querido amigo Alan, esconde la cabeza cuando le recuerdo algunos de sus


discursos de machito ibérico. Es un “calzonazos”, pero en el buen sentido de la
palabra, nos ha salido muy romántico el hombre.

Llaman a la puerta, y es demasiado tarde para que alguien ande por aquí.

- Adelante- es Trevor.

- Hola, han traído esto para ti-dice dejando una cajita sobre la mesa. Es extraña,
lleva sobre la tapa, un osito dibujado con un corazón rosa y azul.

- ¿Y esto? ¿Quién ha dejado esto para mí? Da un poco de miedo abrirlo, es algo
atípico, parece para un niño.

- No lo sé- dice caminando hacia la puerta- pero sé que es para ti-.

¡Pum! Cierra sin darme opción a preguntar nada más.

Me recuesto sobre mi asiento mirando la caja, esto me ha descolocado, y no


saber la procedencia del remitente, más todavía.

Vuelven a llamar.

- Adelante- digo ya sin ganas, estoy harto de este puto día, quiero que se termine
ya.

- Hola colega- es Dan-, ha llegado otro envío- repite lo mismo que su hermano,
dejando el paquete sobre mi mesa.

- ¿Me estáis vacilando?- pero no hay respuesta, porque ya se ha largado. Ya no


sé qué pensar, pero no pienso mirar ahí dentro. Son cajas que no había visto
nunca, y no tengo ganas de juegos. Hoy no.

La puerta otra vez.

- Como volváis a dejarme…- me callo al ver a la persona que entra por la puerta.
Una que esperaba ser la última, que viese entrar por ella.

- Buenas noches, señor Anderson- dice la mujer de mi vida. La jodida está


preciosa, lleva una gabardina blanca, que define su cuerpo escultural, con unos
tacones a juego del mismo color. Su melena cae suelta, como a mí me gusta, y
unos

ojos…que

me

miran

escondiendo algo…

- Buenas noches, señora Anderson, veo que al fin puede visitar a su esposo.

- Sí- me levanto del sillón y ella llega hasta mí. Acaricia mi corbata y tira de ella
para acercar nuestras bocas-, y no sabe usted las ganas locas que tenía de verlo-
dice mordiéndose el labio.

- ¿En serio? Porque parece todo lo contrario esta última semana.

Está usted muy rara.

- Bueno, puede que tenga una razón, pero aquí estoy, para compensarle por mi
actitud- me olvido de las cajas, solo puedo concentrarme en la mujer que tengo
ante mí.

Me apodero de su boca y la tumbo sobre la mesa, desabrochando la gabardina


para comprobar que debajo de ella, está desnuda. Recorro su cuerpo con la
mirada y…

- ¿Qué…qué…?- no puedo hablar, no me salen las palabras.

Mis ojos escuecen, ante lo que acabo de ver.

Llevo mis manos al vientre de Valeria, dibujo cada letra escrita sobre su piel.

- ¡Felicidades papá!- susurra emocionada. Eso es lo que ha escrito con carmín


rosa. La primera palabra aparece encima de su ombligo, y la segunda debajo,
simulando una sonrisa.

- Amor…es…¿es real?- ella asiente. Mi primer impulso es besar cada una de las
letras, acariciando su

vientre

con

mis

dedos,

derramando lágrimas sobre ellas.

- Sí Julen, vas a ser padre.

- Y tú madre, de mi hijo- asiente sonriendo. La ayudo a sentarse en el borde de la


mesa y me coloco entre sus piernas. La beso tocando el lugar donde cuida de
nuestro hijo-.

¿No?

Mira las cajas que todavía siguen en el mismo lugar donde las dejé.

- Es de mala educación, no abrir los regalos que te envían- eso me hace fruncir el
ceño.

- ¿Son tuyos?

- Sí, ¡pareces tonto!- me riñe sin convicción-. ¡Ábrelos!

Obedezco sin dudarlo, porque estoy intrigado de saber qué se esconde en esas
cajitas, ahora que sé, de la mano de quien me llegan.

Primero una. Sonrío al ver un chupete de color azul.

- ¿Un chupete? Gracias mi amor, pero yo ya tengo dos- señalo sus pezones, que
están muy llenos. El cuerpo de Valeria cambiará con el embarazo, y será
maravilloso verlo, comprobar cómo la vida crece dentro de ella.
- Abre la otra- juro que nunca he visto ha Valeria tan hermosa como esta noche.
Lo hago, y lo que veo, me deja sorprendido. Otro chupete, pero este de color
rosa.

- Otro pero de diferente color…-

me callo unos segundos-, ¡joder! – cojo su cara entre mis manos sintiéndome el
hombre más feliz y afortunado del mundo-. ¿Dos bebés?

- Sí, y serán de diferente sexo-busco sus labios y la beso…la beso….

- ¿Cómo has podido ocultármelo?

- Apenas he cogido peso, y sabes que buscamos el bebé desde que nos casamos,
pero con la última campaña de J&Y, no he llevado el control de mi periodo, han
sido unos meses locos, cariño- sonrío feliz, soy muy feliz-. Y no te lo he
ocultado, me he enterado unos días antes que tú. Tuve un mareo el lunes, y me
llevaron al hospital.

Cuando supe la noticia…

- La mejor que podías darme…-

acaricio su cara, su pelo, sólo quiero protegerla y cuidarla, a ella y a mis hijos.

- Pues…- su mirada es única esta noche, tiene la luz de la vida-, quise decírtelo
de una manera especial.

- Y lo ha sido, como cada detalle que me llega de ti.

- Busqué aliados para secuestrarte aquí dentro, quería este momento sólo para
nosotros- Tony y Jorge, están reformando su casa, y están viviendo con nosotros
hasta que terminen las obras. Tengo propiedades de sobra, aunque suene mal
decirlo, para que se instalasen en otro lugar, pero mi esposa insistió en que se
viniesen a la nuestra.

Así

recordaba
viejos

tiempos con Jorge.

- Sabes que fue idea tuya meter a nuestros amigos en casa.

- Y es genial tenerlos por un tiempo así, pero este momento nos pertenece a
nosotros.

- Como yo te pertenezco a ti, baby.

- Y yo a ti, Julen- entrelaza su mano con la mía y las dejamos sobre su vientre,
tocando de alguna forma a nuestros hijos-. Vas a ser el papá más sexy del
mundo. ¡Mira cómo se ponen las mamás cuando hemos ido a recoger a Jane al
colegio, se resbalan con las babas al verte!

- Me importan una mierda todas ellas, sólo tengo un fin en mi vida, y esa eres tú,
y ahora, mis hijos. Lo daré todo por vosotros.

- Y nosotros todo por ti- coge mi cara entre sus manos para unir nuestros labios-.
Hazme el amor, Julen…- la tumbo sobre la mesa despacio, ahora tenemos que
tener cuidado.

- Nunca dejaré de hacerlo, jamás dejaré de amarte…- beso su vientre antes de


unir nuestras almas.

- Madre mía, cariño…- dice cuando entro despacio en el dulce paraíso que
encuentro entre sus piernas-,

agárrate

que

vienen

curvas, ¿Listo para conducir por ellas?- sonríe traviesa.

- Baby…- sentir como su esencia, fruto de su deseo por mí, me quema la piel, es
la mejor sensación del mundo. La llego por completo y me quedo quieto,
entrelazando nuestras manos por encima de su cabeza, susurrándole a su boca-…
contigo a mi lado, no habrá carretera que se me resista, te lo voy a demostrar-
jadeamos cuando muevo las caderas para perdernos el uno en el otro una vez
más-, empezando por esta…

FIN…

Hasta pronto

Julen y Valeria,

porque decir

adiós, significa

mucho tiempo…


Agradecimientos
Lo conseguí. Si amas esta saga, si sabes cómo ha transcurrido la vida de los
protagonistas y su escritora, sabes de qué hablo.

Aquí estoy, ni siquiera puedo creer que haya llegado este momento, aquel que
significa el cierre de un comienzo, aquel que cambiará muchas cosas. Necesitaba
vivirlo, y por fin, aquí está.

Te voy a contar un cuento, que empezó hace un año…

Existía una mujer, soñadora, enamorada, que apostó por una ilusión, una que
era alentada por lo que su corazón gritaba, una que era retratada a través de
las letras que sus manos creaban. Podía dar a las personas un momento de paz,
un motivo para alejarse de las tristezas de la vida, y aquel que la eligió sin
merecerlo, no la dejó desistir para lograr ese fin.

Pero la vida manda, ella decide, y todo cambió. La mujer se quedó sin amor, sin
sueños, lo que la llevó a perder su corazón, y a detener sus manos, que se
sentían viejas y cansadas. No tenían ganas de vivir. Se convirtió en su peor
enemigo, si ella no quería luchar, nadie más podía hacerlo, tú debes apostar por
ti mismo, sin eso, la batalla de la vida está perdida.

Un día, todo cambió…el día donde la mujer pudo darse cuenta, que vivía en lo
más hondo, en las cloacas de la vida, y sentía que todo lo que la envolvía no la
dejaba respirar. Intentaba ver en aquella oscuridad, pero todo era difuso, la
atrapaba un mundo caótico que no la dejaba ver algo…

¡Socorro!¡Necesito ayuda!- gritó al fin tras meses allí hundida, sin pronunciar
palabra, simplemente vagaba sin rumbo.

Algo increíble pasó, unas luces cegadoras, hermosas, la rodearon, y la elevaron


alto, muy alto, tanto, que la llevaron hasta que pudo ver el sol, el mar, el cielo…
Ese día, su corazón, volvió a latir…

A mis luces cegadoras, gracias por ayudarme a resurgir de mis cenizas, como
dice mi bloguera favorita, Mari López, que me ha acompañado en este viaje con
su eterna sonrisa.

A todas esa luces…

Gracias papá y mamá, a mis hermanos, sobrinos y a ti Carol, eres la hermana que
nunca tuve, ¡ la meua xiqui!, por cuidarme cada día, por llorar conmigo, sois los
pilares de mi vida, y hoy podéis estar tranquilos, he vuelto, y sé quien soy, no
volveré a perderme.

Tengo una familia grande, pero no por todos los que somos, sino por estar a mi
lado, aún en la distancia, siempre estaban cerca. A mis padrinos, y a todos,
gracias…

Gracias a la famila de Toni, el amor de mi vida, especialmente a su madre, pero


sobre todo a su hermana, Noelia. Creo que no existe una mujer más generosa de
corazón en esta vida que tú. Estar ahí, no es fácil, pero tú siempre estás a la
altura.

Por supuesto, gracias a mi pequeñazo, a mi amado perro Coco, mi compañía


cada día, cada noche…somos, como tantas otras personas, que saben de lo que
hablamos, unos supervivientes que se enfrentaron a meses interminables,
acusados por la pérdida de tu corazón.

Gracias a mis amigos, de Galicia, Silvia, Montse…, y a los de Valencia, no sé


que puedo deciros, sois tesoros únicos, y os quiero tanto por respetar mis
tiempos, por esos abrazos en silencio que lo decían todo... que me falta vida para
poder agradeceros el sacarme del agujero. Patri (sabes que te debo una, una muy
grande) Irene…tanta gente que nombrar…Cris… Luca, sabes que sigues siendo
parte de este sueño…

podría estar horas haciéndolo, porque ese dicho, de que los amigos se cuentan
con los dedos, no forma parte de mi vida, a mí me faltarían muchas, y eso, os
juro que me hace sonreír feliz. Pero siempre hay alguien, que destaca, que se
gana ese lugar dentro de ti por ese de verdad, por ser tu alma gemela de la
amistad. Te aseguro que existe, ¿a que sí Diamar? Gracias por existir, te quiero
muchísimo, y entre tú y yo, no hace falta decir más.

¿Y sabéis lo mejor que me han dado mis novelas? A ti Juler, y entre todos,
vosotros, me han robado el corazón cuatro mujeres (Esti, Laura, Glama y Ana),
que aparecieron en el momento que más las necesitaba, siempre llegan como
hadas madrinas al rescate de la caída de la princesa, obrando magia. No sentía
las fuerzas para escribir, todo estaba perdido, un sueño ahogado entre lágrimas…
Hasta que lees un sin fin de mensajes de aliento para que no te rindas, que decían
que esperarán a que tu alma sane, decían que querían leer más de ti, escuchar
otra vez lo que tu corazón herido, quiere gritar al mundo.

Gracias por no dejar que esta historia acabe, porque un cuento nunca llega a su
fin, mientras existan lectores que lo recuerden siempre. Os adoro…

Y llega el final de estos agradecimientos, para la persona que inspira mi corazón,


para aquel hombre que confió siempre en una mujer insegura e indecisa. Es
momento de decirte algo Toni, algo que quiero que nunca olvides, porque yo
jamás lo haré.

Mi razón de ser, eres tú, por ti llegué al mundo, para conocerte, para caer en tus
brazos que siempre me protegieron.

Cumplir sueños, sólo lo consiguen los ángeles, y yo cumplí el mío, porque tú


eres mi mayor sueño hecho realidad, y eres mío, como yo seré tuya para
siempre. Te llevo grabado en mi piel, es una herida de guerra, pero no de una
perdida, porque ganamos mi amor, nuestro historia será eterna.

Hoy se cierra una etapa, pero se abre otra como escritora, porque necesitaba este
final, necesitaba avanzar y crecer como persona, sentía una losa sobre mis manos
que no me dejaban volcar lo que mi alma necesitaba gritar. Tú eres mi comienzo,
y ten por seguro, que también mi final, y amo a Julen y Valeria, pero ha llegado
el momento de despedirse, de dejarlos ir, ha llegado el momento de caminar otra
vez.

No digo adiós, sino que te pido que me acompañes, que vayamos a por un nuevo
comienzo, aquel que deja atrás a la mujer que fui, porque nada será igual a partir
de ahora, y que presenta a la nueva persona en la que me he convertido, y mis
libros, serán testigo de ello.

Te quiero, y eso no cambiará por muchos años que pasen, nuestro amor es
infinito, te amo más que nunca, y estoy agradecida a tu corazón por elegirme,
por darme el privilegio de conocer, el sentido de la vida, el por qué nacemos:
para amar. Ven conmigo, bebé, acompáñame siempre, te pido que no me dejes
nunca…Hasta el infinito y más allá…

Esto se termina… ¿lo hablamos en nuestra casa? ¿Aquella página de facebook,


que hemos creado, y donde nos hemos convertido en una hermosa familia? Os
espero en Saga Imposible, no tardes en llegar, ¡te queda mucho por saber!

¡¡¡Besos y más besos infinitos!!!

También podría gustarte